Juan XXIII, uno de los antipapas de la iglesia católica en el siglo XV

Annuntio vobis gaudium magnum:
Habemus Papam
;
Anuncio de la designación de un nuevo  Papa

En la desaparecida URSS había una asignatura obligatoria para los estudiantes soviéticos y de los países socialistas, a nivel universitario, el llamado ateísmo científico, el cual, entre otras cosas, enseñaba muchos hechos que las religiones escondían.

Un buen día el profesor, quien había estudiado para cura de iglesia ortodoxa, le dio por hablar del Vaticano, los Borgia fueron parte del relato y varios Papas tristemente célebres, el puntillazo llegó cuando reveló que Juan XXIII, el hombre que había sido electo Papa después del fallecimiento de Pio XII, debió haber sido Juan XXIV y no XXIII. En aquella clase se nos informaba que el verdadero Juan XXIII, un hombre que había hecho de las suyas, durante su reinado, fue eliminado de la lista de los Papas del Vaticano, para de esa forma hacer desaparecer su presencia en la historia de la iglesia.  

Baltazar Cossa, nombre verdadero del “falso” Juan XXIII, era oriundo de Procida, actual municipio de la Ciudad de Nápoles, nacido en 1370. Se dice que en su juventud quiso ser militar, pero después se decidió recibirse como clérigo, para lo cual estudió Derecho Canónico en Bolonia, estudios que terminó en 1389. Años después, al inicio del siglo XV, el Papa Bonifacio IX le nombró cardenal y pasó a trabajar como legado papal en la región de la Romaña.

En aquella época se desarrollaba el llamado Cisma Occidental, división interna en la iglesia católica provocada por el monarca de Francia, Felipe IV, el que por su fuerza entonces impuso que la Santa Sede se trasladara del Vaticano a Aviñón. El Papa Clemente V obedeció las ordenes, lo cual resultó en un desorden inimaginable, ya que la iglesia se redujo a recibir indicaciones tipo ukaz de parte de un rey, lo que se prolongó durante casi un siglo. Después de la muerte de Clemente V le sucedieron en el trono eclesiástico: Juan XXII (1316–1334), Benedicto XII (1334–1342), Clemente VI (1342–1352), Inocencio VI (1352–1362), Urbano V (1362–1370) y Gregorio XI (1370–1378). A este período los historiadores le llaman el “Segundo cautiverio de Babilonia” o “Papado de Aviñón”.

El Cisma Occidental se produce después de la muerte de Gregorio XI, Papa francés, cuando la sede es trasladada nuevamente a Roma y como Papa era electo Urbano VI. La realidad es que los Papas anteriores no tenían un programa a seguir, no existían políticas, por lo que cada nuevo pontífice hacía lo que le venía en ganas. Se producían documentos en los conclaves que eran ignorados completamente. A su vez, el Papa de turno nombraba cardenales por antojo propio, entes incondicionales que no se opusieran a sus malas prácticas.

Seis Cardenales, entre ellos Baltazar Cossa, se encontraban en Aviñón, los que desconocieron e ignoraron la elección de Urbano VI, Papa oriundo de Bari, Puglia, de nombre Bartolomeo de Prignano. Los prelados de Aviñón se dirigieron a Anagni, ciudad vecina a Roma, donde hicieron su declaración de rebeldía y proclamaron a Clemente VII como Papa a establecerse en Aviñón. Hecho interesante, un acto de rebeldía a la decisión del conclave del Vaticano en la misma Italia.  Habían elegido a un cardenal francés, Clemente VII era Robert de Genève, primer Antipapa en esta historia. Era oriundo de Ginebra y había estudiado en la Sorbona de París. Su designación fue aprobada por Francia, Escocia, Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, Dinamarca, algunos estados alemanes, Noruega y los territorios de los Saboya. Así daba inicio al Cisma Occidental.

Urbano VI, el Papa del Vaticano, murió en 1389, por lo que los franco-católicos se apresuraron a solicitar el reconocimiento de Clemente VII como único Papa, lo cual no logró consenso. Cinco años después fallecía Clemente VII y su puesto lo ocupaba Pedro Martínez de Luna, aragonés oriundo de Zaragoza, que se convertía así en el Papa Benedicto XIII, quien tenía en su programa terminar con el Cisma Occidental.

Benedicto XIII logró ponerse de acuerdo con su contraparte del Vaticano, el entonces Papa Gregorio XII, para organizar un concilio ecuménico en la ciudad de Pisa, que fue todo un fracaso, ya que al final el rey francés para imponer su voluntad nombró a un nuevo Papa, un tercero, Alejandro V, lo cual no fue aceptado por Benedicto XII y por Gregorio XII. Así, aparecieron tres Papas de un golpe.

Pedro Martínez de Luna o Benedicto XIII, al quedar sin apoyo, decidió refugiarse en la bella ciudad balneario Peñíscola en España, antiguo baluarte de los templarios. Fue precisamente este aragonés quien por primera vez dijo el refrán que dura hasta nuestros días: “mantenerse en sus trece”. Luna era Benedicto XIII, de ahí vino el trece.

Alejandro V falleció en 1410 y su lugar fue ocupado por el cardenal Baltazar Cossa, nombrado Papa Juan XXIII, cuya designación se realizó con la aprobación de Segismundo de Luxemburgo, en ese momento Segismundo de Hungría, futuro Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien se había autonombrado rey de los romanos y rey de Bohemia en 1419. La misión del nuevo Papa Juan XXIII o Antipapa, llámele como más le guste, era la de convocar un sínodo en Constanza, Alemania, con el fin de clausurar el Cisma definitivamente.

Juan XXIII tuvo un comportamiento siempre hostil hacia el Vaticano. Apoyó la intervención de las tropas bajo el mando de Luis de Anjou, rey de Sicilia, en el enfrentamiento con Ladislao I, rey de Nápoles, partidario del Vaticano. De Anjou logró la victoria, pero al marcharse a Francia, Ladislao I rehízo sus fuerzas y obligó a Juan XXIII a dialogar. El objetivo era que Ladislao I lo reconociera como Papa y no apoyara más al Vaticano, lo que así logró, mientras Juan XXIII lo reconocía como Rey de Nápoles y sus conquistas en Sicilia.

Realmente Ladislao negoció para tomar un tiempo y recuperar fuerzas, ya que en 1413 invadió los territorios papales, lo que obligó a Juan XXIII y sus secuaces a ponerse a salvo en Florencia, lugar protegido por el emperador Segismundo, quien exigió a Juan XXIII convocar a un concilio para terminar el Cisma, el que tuvo lugar el 5 de noviembre de 1414 en Constanza, Alemania. El resultado más palpable de esta reunión fue la condena del protestantismo promovido por John Wickliffe, el cual se acercaba mucho a las posiciones de Jan Hus en Bohemia, igualmente condenado, de quien se ha hablado con anterioridad en este blog (Labrada 2019).

Juan XXIII se equivocó al enemistarse con Segismundo, su pretensión era ser nombrado como único Papa de la iglesia católica, lo cual no gozaba de consenso entre los cardenales. A finales de marzo de 1415, Juan XXIII decidió infructuosamente huir de Constanza, fue detenido y no le quedó más remedio que regresar al concilio, para ser finalmente depuesto el 29 de mayo de ese año, acusado de herejía, simonía, asesinato, violación, sodomía e incesto. Tantos crímenes de un individuo que se decía o quería ser representante de Dios en la Tierra, inimaginable.

Hoy en día, el Papa Gregorio XII se considera el único y verdadero pontífice de aquel periodo. Benedicto XIII, Juan XXIII y su antecesor Alejandro V todos son considerados antipapas.

La liberación del todo pecador Juan XXIII o cardenal Baldassare Cossa llegó cuando se eligió a Martín V como nuevo Papa. Increíblemente este criminal fue nombrado obispo de la bella ciudad Frascati en 1419, año que por coincidencia falleciera. Sus restos, por razones que desconozco, fueron trasladados al Baptisterio de Florencia, donde yacen en un monumento de mármol y bronce, obra de Donatello y Michelozzo. Ahora que veo la foto, me doy cuenta que le he pasado cerca más de una vez, pero sin saber que los restos del todo pecador reposan ahí.  

Tumba del antipapa Juan XXIII

Fuentes

Anon (s/a). Papado de Aviñón. Guía Historia. https://castillodepeniscola.dipcas.es/uploads/dipcas/ficheros/12/5b9a03279448a173898939.pdf

Anon. 2018. El papa Luna y el Cisma de Occidente. La Vanguardia, 18 mayo. https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-media/20180509/47313531038/el-papa-luna-y-el-cisma-de-occidente.html

Imaz Belén. 2018. Los siete Papas de Aviñón. La Vanguardia, 16 oct. https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-media/20181001/47313162493/los-siete-papas-de-avinon.html

Labrada R. 2019. Jan Hus, llevado a la hoguera por sus ideas. 9 julio. https://deportescineyotros.wordpress.com/2019/07/09/jan-hus-llevado-a-la-hoguera-por-sus-ideas/

Shahan, Thomas. 1908. Council of Constance. The Catholic Encyclopedia. Vol. 4. New York: Robert Appleton Company, 1908. http://www.newadvent.org/cathen/04288a.htm

Escrito por Ricardo Labrada, 3 julio de 2020

2 pensamientos en “Juan XXIII, uno de los antipapas de la iglesia católica en el siglo XV

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.