Leyes de migración en Cuba

Cuba tiene, según los últimos datos publicados por la ONU, 1.757.300
emigrantes, lo que supone un 15,55% de la población de Cuba.

Una nueva preocupación de las autoridades en la Habana. Hay tantos problemas en un país sin comida, sin niveles productivos, sobre todo en la agricultura, sin agua potable, sin sanidad, epidemias raras, basura por doquier, hospitales en estado deplorable, viviendas derrumbándose a diario, en fin, todo un rosario de miserias, a los que hay que añadir el relativo a las distorsiones reconocidas por las mismas autoridades. Al final la culpa la carga el toti viviente en el vecino de enfrente, de nombre bloqueo.

Me hago muchas preguntas respecto a esa prioridad no prioritaria de la situación que atraviesa Cuba. Una vez hablé de segregación, eso es lo que hacen ellos, segregar, no lo harán por raza, pero sí lo hacen por razones políticas y de interés económico. Inventaron el repatriado, ahora parece que se va a llamar distinto, pero que debe vivir buena parte de su vida en la isla, si no pasas a ser otra cosa. Ni idea tengo cuantos cientos de miles de cubanos de los que ya han emigrado hayan dejado familia en Cuba, pues una extensa mayoría de ellos no van a llenar ningún formulario, ni les va a interesar el asunto, y en Cuba las autoridades se van a quedar quietos en base. Sencillamente hay muchos, pero muchos a los que no les interesa regresar a Cuba y mucho menos si no tienen familia ya dentro del país. La cuenta de las remesas es muy elocuente, han bajado por esa misma razón. Si no tengo a nadie en Cuba, no tengo que recargar con Cuballama, no tengo que comprar con Supermarket 23 o con cualquier otro invento, entonces, ¿para qué le va a servir llenar un formulario que lo va a clasificar de lo que ya es? Emigrante.

Ahora se puede renunciar a la ciudadanía cubana, será renunciar al letrerito de ciudadano cubano, pues todos los nacidos y criados allá, moriremos como cubanos, hablamos el español a la cubana, comemos, los de fuera, arroz y frijoles, yuca y plátano. Digo los de fuera, pues lo de adentro tienen que imaginárselo o pintarlo en una pared para recordarlo bien. La condición de cubano no se pierde nunca, uno nace y muere cubano.

¿Entrar con pasaporte extranjero? No está mal. Conozco decenas de latinos residentes en Europa que entran en sus países de origen con el pasaporte de su actual nacionalidad europea y no pasa nada. Ellos entran tranquilos y sin necesidad de visa, da igual que sea peruano, chileno, argentino, mexicano, pero en el caso de Cuba, nación que no es un estado de derecho en lo absoluto, eso puede tener su “cosa”. En la actualidad uno puede tener un pasaporte cubano en regla, lo cual no le da derecho a entrar en el país. Pisa la terminal 3 o la 2 del aeropuerto y el inspector de turno revisa en su ordenador y ahí puede tener una orden, Mándalo de regreso al avión. Muchos casos han sucedido. Un cubano con un pasaporte extranjero necesita visa para entrar en Cuba. ¿Quién garantiza que no se la van a denegar cuando la solicite o quién garantiza que se la den y llegue a Cuba y le apliquen la cláusula de regreso?

Como era de esperar, las autoridades se reservan el derecho a dejar entrar o salir del territorio nacional a quien ellos quieran, ¿tiene esto algo de democrático?

Hay tantas cosas de las que podían ocuparse para mejorar la vida de la población del país, incluso para hacer más atractivo el que todos los cubanos de fuera quieran visitar su tierra y ayudar, pero no, ahí están las nuevas medidas informadas por hombres en uniforme verde. No son civiles, no son abogados del ministerio de justicia, no, no, son los miembros de inmigración los que tienen el control del hilo de estas cosas. Digo control, pero de lo que dice uno a lo que dice el otro por la TV, uno ve claramente las incoherencias, las que inducen a no creer en el mensaje enviado. Ni eso han aprendido a estas alturas, hacer creíble el mensaje, hacer confiar a los de fuera. Cuando hablan lo hacen hesitando, y eso que el cuestionario se discute previamente antes de empezar el programa de la TV. Eso no es que la locutora o locutor pregunta algo no sabido, ¡cuidadito! Todo eso se cocina previamente, pero a falta de “ingredientes”, no les sale siempre bien en pantalla.

Escribo pensando siempre lo distinto que todo pudiera ser, pero si Ud. es un pecador, incapaz de arrepentirse de sus errores o desmanes a lo largo de más de seis décadas, no es mucho lo que se pueda esperar. Rectificar, no de mentiritas, es de sabios. Se pueden hacer cosas muy útiles, pero lamentablemente los que dirigen tienen otras prioridades, nada que ver con el bienestar de la población.

Ricardo Labrada
1 julio 2024

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