1914, año de ajetreo beisbolero en Cuba

El béisbol es algo bueno. Siempre
lo ha sido y siempre lo será”.
Stephen King (escritor)

Aunque este escrito es sobre el béisbol, entiendo aconsejable decir como andaba Cuba en 1914. Primeramente, he de decir que la peste bubónica o peste pulmonar afectaba a la población del país en alguna medida. Como muchos de los lectores conocen que, esta enfermedad bacteriana es provocada por el patógeno Yersinia pestis, el cual se origina por picaduras de pulgas que se alimentan de roedores infectados o por personas que han entrado en contacto con esos animales. Para combatirla se usaba un desinfectante de nombre comercial Chloro Naphtoleum aplicado a baños, suelo y paredes.

Del lado económico, la nación era dependiente de la agricultura, sobre todo la cañera. El precio del azúcar FOB (libre a bordo) no pasaba de 2,5 centavos por libra, a veces decaía hasta menos de 2 centavos. Sin embargo, la I Guerra Mundial estalló el 28 de julio de ese año y en el mes de agosto el azúcar se pagaba a US$ 0,0366, lo cual contribuyó a elevar los niveles de producción hasta 2,6 millones de toneladas, lo que representaba el 15,6 % de la producción a nivel mundial.

A eso sumemos la producción de café, la que alcanzó medio millón de quintales, muy por encima de los 230 mil logrados en 1910. En ese entonces, Cuba era uno de los mayores exportadores de café y se beneficiaba económicamente, ya que la libra estaba a un precio que oscilaba entre 20-25 centavos. A su vez, se sacrificaban 350 cabezas de ganado diariamente, de ello más de un 60 por ciento de ganado vacuno. La población cubana era algo más de 2,2 millones de habitantes.

En el orden político, el presidente era el Ingeniero matancero, graduado en EE. UU., Aurelio Mario García Menocal del partido conservador, un hombre con ansias de poder a largo plazo. Durante su mandato, la industria azucarera tuvo progresos, así como el ferrocarril para el transporte de la caña, además de aprobarse la ley del divorcio.

Un repasito a estas cosas conviene, miseria productiva no existía, que conste, pero lo interesante es que en 1914 se jugaba mucha pelota en Cuba. Había torneos locales en Remedios, Sagua la Grande, Santa Clara, Camagüey, Matanzas, en Oriente y, por supuesto, en la Habana. De Oriente a Occidente se jugaba béisbol.

Los profesionales usualmente jugaban en invierno en Cuba, luego se iban a competir en el Norte, bien integrando equipos independientes como los Cuban Stars o participando en las ligas existentes. Los blancos podían jugar en las Menores y los mejores en las mayores. Los de piel oscura, producto de la discriminación existente, competían en las ligas Negro o también llamadas de color.

En 1914 debutaron tres peloteros cubanos en Grandes Ligas: el gran Adolfo Luque, Manuel Cueto y Ángel “Pete” Aragón. Ellos se sumaron a otros tres que habían debutado en temporadas antes: el reglano Miguel Ángel González, Armando Marsans y Baldomero “Merito” Acosta. Había muchos más jugando en otras ligas.

Cuando llegaba la primavera inexistente en Cuba y su caluroso período estival, todo el mundo deseaba disfrutar pelota también, por lo que surgieron las ligas amateurs.

Se ha escrito y descrito sobre la creación de la Liga Nacional Amateur en 1914, circuito que incluía en ese momento a cuatro equipos: los marqueses del Vedado Tennis Club (VTC), los estudiantes del Instituto de la Habana (IH), la Sociedad de Marianao y el Atlético de Cuba.

Este primer campeonato tuvo una aceptable duración, un total de 17 juegos por equipo, un poco más de cuatro semanas. El 2 de agosto concluyó el torneo, en el que los marqueses se dieron temprano banquete, no era para menos. En sus filas jugaban los tres hermanos Casuso, entre ellos Antonio, buen lanzador y bateador, por lo que alternaba jugando la inicial y los jardines cuando no pitcheaba. También estaba la pareja de hermanos Obregón, en la que sobresalía Bienvenido como receptor y jardinero, un hombre muy hábil a la hora de batear. La nómina de ese equipo aparece a continuación:

Manager: Guillermo F. de Zaldo
Receptor: J. López
Cuadro: Guillermo Villalba 1B, Jorge Casuso 2B, S. Casuso 2B, José Emilio Obregón 3B, Carlos de Zaldo SS
Jardineros: Frank Lavandeira LF, Mario Mendoza LF, José Sabí CF, F. Martínez CF, Bienvenido Obregón CF, Francisco Santa Cruz, Mario Castañeda
Lanzadores: Antonio Casuso (RF), Guillermo Portela

Antonio Casuso

Los ocupantes del segundo lugar fueron los del IH, el mejor centro de estudios de bachillerato en Cuba hasta 1960, institución donde también estudió el que aquí suscribe. El IH logró ganar juegos importantes y se convirtió en una pesadilla para los protestones de la Sociedad de Marianao, equipo que protestó 5 juegos, de nada les valió al quedar en tercer lugar, mientras el frio sótano quedó en manos del Atlético.

El equipo del IH tuvo en sus filas al receptor Salvador López, en el cuadro a A. Ituarte 1B, S. Solar 2B, Rafael Marrero 3B y su mejor bateador, Ramiro Seiglie como SS. Los jardineros fueron M. Párraga, A. Maura y M. Hoyos, mientras su lanzador casi permanente fue José Luis Cruel, el que tuvo buena performance.

Ramiro Seiglie

Los marianenses contaron con los servicios del jardinero Julio “Camarón” Vazquez, todo un destacado en lides amateur, además de Pablo Palmero, el hermano del bigleaguer Emilio, como lanzador de puntería.

El Atlético, a pesar de haber navegado mal, presentó al muy ofensivo Manuel Lara en su alineación, pero la labor de Perico Rodríguez como lanzador no fue la mejor.  

Liga Nacional Amateur, estado de los equipos el 7 julio de 1914.

No se sorprenda, este no fue el campeonato amateur más seguido por la prensa. La preferencia fue para el torneo de la llamada Liga Oficial de Amateurs, presidida por el doctor Moisés Pérez., cuya temporada se inició el domingo 26 de abril en el Almendares Park. El señor Massaguer, presidente de la Asociación de Cronistas de Sport, ocupando el box, lanzó la primera bola de la justa.

Nuevamente cuatro conjuntos: Liceo (de Jesús del Monte), Atléticos Medina, Marianao y Litográficos. El primer juego fue entre Atléticos Medina contra Liceo (de Jesús del Monte), el que concluyó 9-2 con victoria para los Atléticos. En el segundo juego los litográficos vencieron 3-2 al Marianao.

Este campeonato duró más que el de la Liga Nacional Amateur, ya que concluyó el 27 de septiembre con victoria para el Liceo en reñida pelea con los Atléticos Medina (ver abajo tabla final de posiciones del 6 de agosto). Este triunfo se debió en buena medida al pitcheo de Guillermo Pareda, de F. Morín y de Valdés Pérez.

El Medina dependió de la ofensiva de los hermanos Montejo, Ramón y Carlos, así como el pitcheo de Montes de Oca, Oscar Fernández y A. Sansirena, mientras que los Litográficos, ocupantes de la tercera posición, no quedaron muy distantes de los Atléticos y habrían podido tener mejor resultado de haber contado en sus filas con el hombre goma, José Rodríguez, el inicialista y futuro bigleaguer.

El béisbol amateur no concluyó, ya que le siguió un atractivo torneo triangular, el llamado Campeonato Inter-Bancos o Premio Bancario, en el que participaron los conjuntos del Banco Nacional, el Banco Español y el Trust Company. La temporada se inició el 30 de agosto con juego entre el Banco Español vs el Trust Company. La primera bola fue lanzada por el presidente de esta justa, el Sr. Porfirio Franca. El primer juego concluyó con victoria del Trust Company 7-5.

La justa se extendió hasta el 27 de diciembre, en la que resultó vencedor el Banco Español, equipo que traía en su nómina a los hermanos Seiglie, Mario y Ramiro, además del infielder Julio Bardina y el lanzador Pablo Palmero.

1914 era una evidencia de cómo el béisbol desplazaba al fútbol, deporte que entonces se practicaba y no poco en el país, pero las bolas, los strikes, los jonrones y otras cositas dre la pelota se iban convirtiendo en parte del pasatiempo nacional, lo que ha perdurado hasta hoy día, eso muy a pesar de los pesares, que todos sabemos cuáles son.

No olvidemos que se jugaba también el torneo de la pelota profesional en el invierno, así que pelota hubo todo el año como azúcar y café.

Una curiosidad, Ramiro Seiglie, pelotero oriundo de Sagua la Grande, jugó también en esa temporada con el equipo Habana en la profesional cubana, en la que rompió la bola al batear por encima de .300. Era una época en que no se diferenciaba mucho aquello de amateur y profesional. Ramiro continuó su carrera en los amateurs y fue figura importante de las victorias del VTC en la década de los 20. Fue preseleccionado para integrar el equipo Cuba a los I Juegos Centroamericanos (México 1926) y fue dejado fuera. Probablemente el hecho de haber jugado profesional brevemente haya tenido que ver con su no integración en la selección nacional.

Este artículo ha sido posible al revisar información de Cuba en 1914, disponible en biblioteca digital de España.

Esteban Romero
24 enero de 2023

La ley de reforma urbana y el problema de la vivienda en Cuba

La vivienda no es sólo un bien inmobiliario, es
también una forma de consolidación espiritual.”
Mario Benedetti (1920-2009, Montevideo. Escritor-poeta)

Una de las primeras leyes promulgadas por el gobierno revolucionario fue la relativa a la vivienda, algo que realmente golpeaba a miles de familias en el país de siempre.  La primera ley fue la 26, de enero de 1959, la que prohibía los desalojos de los inquilinos por falta de pago. Usualmente muchos inquilinos dejaban de pagar y tenían 90 días para abandonar la vivienda, de no hacerlo, el propietario podía llegar y desalojarlos.

En marzo llegó la alegría cuando la misma ley imponía la rebaja de los alquileres en un 50 por ciento. Los propietarios de edificios de vivienda vieron sus entradas reducidas por la ley, pero la gente pobre se benefició, incluida mi familia. No era lo mismo pagar 40-50 pesos mensuales de alquiler que 20-25.

Aclarando, en la década de los 50 un trabajador en áreas de servicios ganaba entre 120 y 150 pesos mensuales, un trabajador bancario podía ganar la fortuna de 200 pesos, algo menos ganaban aquellos en otros puestos de oficinas o en compañías de seguros. Si la persona tenía que pagar entre 50-70 pesos de alquiler por un apartamento sencillo compuesto por dos cuartos, sala, cocina, comedor y baño, en realidad gastaba hasta un 40% de sus ingresos. Muchas veces esas personas, con mucha lógica, se aprovechaban de la ley de desalojo, vivían 6 meses en el lugar y luego se declaraban incapaces de pago, por lo que tenían dos meses a su favor como mínimo antes de ser desalojados, período en el que buscaban otra vivienda y podían repetir la acción. Esto que aquí afirmo lo vi hacer a una familia muy cercana a nosotros como parientes. Así que 0 desalojo y reducción de los alquileres fueron noticias muy estimulantes entonces.   

En aquel momento se creó el Instituto Nacional de la Vivienda, el INAV, el cual fuera presidido por Pastorita Núñez. Esta institución inició un amplio proyecto de construcción de viviendas, incluido el famoso plan de la Habana del Este. Los fondos para estas construcciones provenían de las recaudaciones de la lotería nacional.

La ley de reforma urbana o la No. 890 fue promulgada el 14 de octubre de 1960. Su aprobación llevó dos días de trabajo por parte del Consejo de ministros. Al siguiente día se promulgó la Ley de Solares y Fincas de Recreo.

En la actualidad se afirma que la ley de reforma urbana concedió la propiedad de las viviendas a unas 200 mil familias cubanas, y que otras 320 mil, con problemas de no pago u otras complicaciones, fueron igualmente beneficiadas con la propiedad de esas viviendas para el año 1989.

No voy a discutir las cifras, las que están demasiado redondeadas para ser creíbles. No obstante, cuando uno no tiene otro dato, no le queda más remedio que aceptar el publicado ahora, o sea más de 55 años después de la promulgación de la ley.

Lo cierto es que el famoso plan de Pastorita se hizo añico. Recuerdo que en la TV hizo una comparecencia Ernesto Guevara, en la que criticaba los gastos para esas construcciones emprendidas por el INAV. La consideración era que se gastaba mucho. Después de aquello se terminó lo que se venía construyendo, pero la lotería desapareció el sábado 16 de marzo de 1968, por lo que no habría más fondos para poder iniciar otros planes. De hecho, en aquel momento en Cuba no se hablaba de otra cosa que no fuera la zafra de los 10 millones de toneladas de azúcar. Las construcciones de vivienda se habían detenido años antes.

Lo que no dicen aquellos que aún quieren ensalzar la ley de reforma urbana es que desde ese momento nadie podía vender su casa. La compraventa de viviendas se prohibió, excepto que el propietario se la vendiera al Estado. Llegado a este punto, la ley convertía al Estado en copropietario de todas las viviendas del país y con el derecho exclusivo de comprar. A eso sumemos que todo aquel que se marchara del país se le confiscaba su vivienda y muebles, los que pasaban a ser propiedad estatal.

En la década de los 70 se permitió la permuta de viviendas, aunque el Estado siempre estuvo muy vigilante de esos cambios, para lo cual estableció medidas elaboradas por instituciones estatales, como son el Instituto de Planificación Física (IPF), la Dirección Nacional de Vivienda y sus filiales a nivel provincial y municipal.

El Estado, al parecer, no tenía en la década de los 70 personal para emprender un programa de construcción de viviendas, cuyo déficit es algo muy delicado hasta nuestros días. La solución fue la creación de micro brigadas compuestas por trabajadores de centros de trabajo asociados, los que al final recibirían un apartamento de acuerdo con la composición de su núcleo familiar, pero sucedía que los 30 apartamentos disponibles no daban para cubrir las necesidades de todo el personal movilizado para este empeño, lo cual obligaba a que un trabajador estuviera en la construcción 3-4 años y más. Los trabajadores movilizados podían ser profesionales de la ciencia, de la educación, de la salud y de otros centros del país. Muchos de ellos jamás habían puesto un ladrillo, por lo que tuvieron que aprender, aunque algunos machacaban el asunto por su poca destreza.

Edificio de micro brigada

El programa de micro brigadas no fue sostenible y con el tiempo el entusiasmo decayó y los recursos comenzaron a escasear, sobre todo con la llegada del mal llamado período especial. Las micro brigadas resolvieron problemas, pero no todos los existentes en materia de vivienda en el país.   

A la par pasaban los años, lustros y décadas, y las edificaciones existentes no recibían mantenimiento, fenómeno que se puede constatar a lo largo de todo el país. Si a esos edificios, la mayoría construidos antes de 1959, algunos nacidos con el siglo XX, no se les pasa la mano debidamente, esos terminan arruinados y lo peor es su derrumbe.

El cineasta alemán Florian Borchmeyer presentó un filme documental en el festival del Nuevo Cine Alemán en Munich en 2006, titulado “Arte nuevo de hacer ruinas”, cinta que mostraba una Habana tétrica en fase de derrumbe. El propio director afirmó que “la Habana ha devenido famosa por el mórbido encanto de sus destruidas fachadas, pero las ruinas no son tan poéticas para la gente que las habita. El decaimiento de esta ciudad es una fuente continua de peligro y vergüenza para sus habitantes”.

Muy cierto, muchas personas han muerto con estos derrumbes y centenares de familias han quedado sin hogar. La situación vista en el 2006 persiste en el 2023. El Estado, dueño absoluto de las viviendas durante décadas, no le prestó la debida atención a este asunto. Probablemente, de tener a sus propietarios anteriores, estos habrían buscado los recursos para la restauración de las viviendas. Queda claro que el Estado no puede ser dueño de todo y sí lo es, está tomando una enorme responsabilidad, difícil de poderla enfrentar.

El 10 de noviembre de 2011 la Asamblea nacional aprobó una legislación, mediante la cual se permitía a los propietarios de viviendas, su venta, permuta, donación y obsequios de bienes raíces, incluso en los casos de divorcio, muerte, o si el propietario deja el país de forma permanente. Pasaron 51 años para que se dieran cuenta del error cometido con anterioridad. La medida perfecta no era, ya que en la misma podían participar sólo los ciudadanos cubanos residentes en el país o extranjeros con residencia permanente en Cuba.  

Viendo todo este problema en estos más de 60 años post 1959, uno puede concluir que la Reforma Urbana jugó su papel en los primeros momentos cuando se redujo el alquiler y se evitó el desalojo. No obstante, no era nada que incentivara la construcción de nuevas viviendas por el sector privado. Al Estado, en su afán de monopolio, eso no le interesaba y se consideraba autosuficiente para poder llevar a cabo sus propios planes de construcción, algo que la vida demostró que no fue así.  La falta de viviendas en Cuba creó una enorme promiscuidad, muchos problemas a nivel familiar y en el orden sanitario. Imagínense viviendas en las que viven o vivían hasta tres matrimonios, todos con hijos. Personalmente conocí un apartamento de un solo cuarto, una salita, baño, cocina-comedor, donde vivían 12 personas, dentro de ella un matrimonio con 3 hijos. Otro matrimonio de profesionales viviendo en garaje adaptado, donde todo era una sola pieza y el baño era un rinconcito del lugar, y así sucesivamente. Puedo dar más detalles de otras viviendas por el estilo, pero no es objetivo aquí sacar un inventario de miserias. 

El derrumbe de las casas en la Habana es permanente y no se ve ninguna medida del Estado para abordarla y comenzar a resolverla. Esa situación, entre otras, es la que promueve el actual éxodo de la población, la que rema a riesgo de perder su vida en el mar o camina por laberintos de montes en América Central para llegar a México y luego a los EE. UU. Mientras estos errores no se acepten y se corrijan, se seguirá por un camino sin luz en su trayecto.  

Ricardo Labrada

18 enero de 2023

La llegada de los barbudos a la Habana, y los discursos de Fidel Castro el 8 y 15 de enero de 1959

Más que la verdad, el demagogo dice lo que el público quiere oír.”
José Ramón Ayllón (1955, escritor español)

Después de la toma de Santiago de Cuba, así como de varios puntos importantes de la isla, como lo eran Columbia y la Cabaña, la tropa del M-26, la misma que tomó la capital oriental, comenzó un recorrido a lo largo de la isla hasta llegar a la Habana.

Realmente todo el mundo veía este inicio de año 1959 con muy buenos ojos. La esperanza de una vida mejor, sobre todo para los pobres, la esperanza de la tranquilidad para la clase media, el poder continuar con el ascenso económico que se registraba en la agricultura y otros sectores, con una distribución de la riqueza existente y la que se seguiría creando en lo sucesivo, eran lo que el pueblo deseaba. La tranquilidad implica cero odios y más solidaridad entre todos.

Es cierto que hubo esbirros y criminales de Batista a los que había que juzgar de inmediato, pero quitar vidas no era que resolviera todos los problemas. Las venganzas no siempre encajan. Mucho de eso hubo a partir de enero, sobre todo cuando Santiago y la provincia oriental cayó en manos del ejército rebelde. Inhumano es lo que hicieron esos entes policiacos a las ordenes de su jefe, asesinaron y torturaron a diestra y a siniestra. Había que castigarlos, pero la pena capital a pulso no era una solución.  

Pero bien, en otro momento podemos abordar esa página de la historia. Veamos que sucedió con la llegada de la columna bajo el mando del líder de la revolución. La primera parte de ese día lleno de discursos con promesas de todo tipo se inició con un acto multitudinario en el Palacio Presidencial, donde se encontraba ya Fidel Castro en unión del presidente Manuel Urrutia y otros dirigentes del M-26.

El pueblo quería oír y valorar al nuevo jefe. Muchos desconocían la facilidad de palabra y oratoria del nuevo líder, por lo que en cuanto dirigió sus primeras palabras al pueblo de la Habana, muchos exclamaron su admiración por su dicción y coherencia en su discurso. No fue mucho lo que allí habló, enseguida invitó al pueblo a seguirlo hasta Columbia, lugar que sería rebautizado con el nombre de Ciudad Libertad. Era algo simbólico, presentarse en ese lugar, por donde Batista apareció después de su golpe de estado el 10 de marzo de 1952. Era como para decirle al que huyó, ahora llegué yo.

El pueblo lo siguió con entusiasmo, allá lo esperaba el comandante Camilo Cienfuegos, el que había organizado todo incluida la tribuna para ese acto de toma simbólica de Columbia. Incluso tenía organizado el espectáculo de las palomas, las que cayeron en un momento determinado del discurso sobre los hombros de Castro y Camilo. Anecdótica fue la pregunta que le hizo, a mitad de discurso a Camilo, la que luego se usó mucho para saber si las cosas andan bien, “¿Voy bien Camilo?”.  

La prensa de entonces llamaba Doctor a Fidel Castro. Sin embargo, eso no era que le gustara mucho a una persona que se consideraba una especie de Alejandro Magno. El Comandante en Jefe era como quería ser llamado. Doctor no era nada, podía ser un galeno o un abogado de poca monta. Comandante vencedor e invencible no lo son todos. Así se veía él por mucha modestia que quisiera mostrar a los ojos del pueblo. Años después surgió el “Comandante ordene, para lo que sea y donde sea”, ¿quieren más evidencia de culto a la personalidad?   

En aquellos momentos de jubilo no faltaron los payasos, uno de ellos fue el actor Errol Flynn, quien aseguraba que había combatido junto con Fidel Castro en la Sierra Maestra. Hubo otros que se presentaban como combatiente de esto o aquello otro. Muchos de esos vinieron a dar lecciones de paz y bondad. Ahora se veían como líderes y orientadores de lo que se debía realizar. El partido auténtico, el de Grau y Carlos Prío, pedía elecciones. Los presidiarios del Príncipe en la Habana escaparon casi todos, presos políticos y comunes. Ya la huida del embajador Earl E.T. Smith, buen colaborador de Batista, era historia pasada, así como la supuesta escapada del vocero del régimen batistiano, el tristemente célebre Otto Meruelos. Carlos Prío, el presidente derrocado por el golpe de estado de Batista, regresaba a su país después de estar 7 años en el exilio.

Carlos Prío Socarrás

A la llegada a Columbia, el nuevo ministro de gobernación Luis Orlando Rodríguez, fue quien tomó la palabra a manera de introducción al líder máximo, de cuyo discurso he extraído algunos párrafos para que Uds. lean y analicen. Se trata de afirmaciones y promesas, las que debemos preguntarnos cuánto de lo dicho se cumplió o no se hizo o se hizo a la contraria de lo afirmado. Aquí les va.

“Todo el mundo sabe que va a haber unas elecciones y si no sirve, el pueblo se encargará de decir la última palabra libremente”

“Aquí se acabaron para siempre los golpes de Estado y los atentados contra la Constitución y el Derecho.”

Ahí está Carlos Prío Socarrás como ejemplo, que ha venido a Cuba en una actitud de ayudar a la Revolución incondicionalmente, como dice, y no aspirar absolutamente a nada-(APLAUSOS); no ha protestado del hecho, no ha protestado absolutamente nada, no ha mostrado la menor queja, ni la menor inconformidad por el gabinete, sabe que hay un gabinete de hombres honrados y de hombres jóvenes, que bien merece que se le otorgue un voto de confianza para trabajar.”

El pueblo siguió a Fidel y a los barbudos hasta Columbia

“¿Es acaso lo mismo el magistrado Urrutia gobernando la República que Batista gobernando la República?  (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”)  ¿Armas para qué?, ¿hay dictadura aquí?  (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”)  ¿Van a pelear contra un gobierno libre, que respeta los derechos del pueblo?  (EXCLAMACIONES DE: “¡No!”), ¿ahora que no hay censura, y que la prensa es enteramente libre, más libre de lo que ha sido nunca, y tiene además la seguridad de que lo seguirá siendo para siempre, sin que vuelva a haber censura aquí?  (APLAUSOS), ¿hoy, que todo el pueblo puede reunirse libremente?, ¿hoy, que no hay torturas, ni presos políticos, ni asesinatos, ni terror?, ¿hoy que no hay más que alegría, que todos los líderes traidores han sido destituidos en los sindicatos, y que se va a convocar inmediatamente a elecciones en todos los sindicatos?  (APLAUSOS.)  Cuando todos los derechos del ciudadano han sido restablecidos, cuando se va a convocar a unas elecciones en el más breve plazo de tiempo posible, ¿armas, para qué?, ¿esconder armas, para qué?  ¿Para chantajear al Presidente de la República?, ¿para amenazar aquí con quebrantar la paz?, ¿para crear organizaciones de gánsteres?  ¿Es que vamos a volver al gansterismo?, ¿es que vamos a volver al tiroteo diario por las calles de la capital?  ¿Armas, para qué?”

No nos podemos convertir en dictadores los hombres que hemos visto tanto cariño en el pueblo, un cariño unánime, total y absoluto en el pueblo; aparte de nuestros principios, porque jamás incurriremos en la grosería de ostentar por la fuerza una posición, porque repugnamos eso….  El día que el pueblo nos ponga mala cara, nada más nos ponga mala cara, nos vamos.”

“El Presidente de la República me ha encomendado la más espinosa de todas las tareas, la tarea de reorganizar los institutos armados de la República y me ha asignado el cargo de Comandante en Jefe de todas las fuerzas de aire, mar y tierra de la nación (APLAUSOS    Y EXCLAMACIONES DE: “¡Te lo mereces!”).  No, no me lo merezco, porque eso es un sacrificio para mí, y en definitiva para mí eso no es ni motivo de orgullo, ni motivo de vanidad, y lo que es para mí es un sacrificio.  Pero yo quiero que el pueblo me diga si cree que debo asumir esa función (APLAUSOS PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Sí!”).”

Fidel Castro y las palomas

Así transcurrió aquel discurso y acto apoteósico del 8 de enero en la recién llamada Ciudad Escolar Libertad. Veamos ahora párrafos de su discurso una semana después en un almuerzo en el Club Rotario, al cual también asistieron el presidente Manuel Urrutia y el primer ministro René Miró Cardona. Castro, como verán al final, llegó tarde a la cita, pero eso no impidió que se le esperara y se le escuchara atentamente por todos los allí reunidos.

Nosotros empezamos por ratificar aquí que los principios de la Constitución de 1940, los preceptos fundamentales de la Constitución de 1940 son los que regirán el Gobierno Provisional y el gobierno futuro de la república, lo cual le dará ya una pauta a toda la ciudadanía.”

“No íbamos a designar un congreso de dedo, porque cuando vuelva a haber un congreso tiene que ser un congreso elegido por el pueblo, y, en consecuencia, la Revolución sí ha dicho que todos los preceptos fundamentales de la Constitución, todos los derechos civiles, políticos y humanos que garantiza la Constitución de la República, están garantizados por la Revolución, porque esa es la norma de la Revolución y porque la Revolución se puede hacer dentro de esos principios.”

Cuando se me preguntaba recientemente si, en mi opinión, debía haber una nueva Constitución, yo dije que eso entorpecería la Revolución, porque nadie sabría a qué atenerse.  Todo el mundo empezaría a temer qué tipo de Constitución sería esa, nadie se sentiría seguro, mientras que así todo el mundo ya sabe a qué atenerse, que va a regir la Constitución de 1940; porque el problema no era que no hubiera una buena Constitución, sino que no se cumplía la Constitución buena que tenía el pueblo de Cuba.”

“A mí no me van a llamar comunista por eso, porque yo no soy comunista.”

He querido subrayar en itálica cómo Castro matizaba las ejecuciones que vendrían, algunas de forma sumaria o en juicios con jueces improvisados.

En el caso de Batista, todo el mundo sabe que Batista les decía a los soldados que a él no había quien lo derrocara, que estaba fuerte, porque los norteamericanos lo apoyaban, y le mandaron la misión militar y le mandaban aviones, todo eso es una verdad.  Pero la cuestión es que esos intereses fueron indiferentes a los horrores que ha sufrido nuestra patria durante los primeros 11 años.  Después vinieron los ocho años efímeros de gobierno constitucional y después tuvimos otra vez siete años de tiranía, que son 18 años, ¡y cuenten los muertos que ha habido, cuenten los sufrimientos de nuestro pueblo, cuenten las lágrimas que han derramado las mujeres cubanas; cuenten los sufrimientos de todas las madres, hasta las que no han perdido un hijo, ¡porque la que no ha perdido al hijo vio perder al hijo de otra y pensó que algún día podría ser su hijo!  Que nadie ha vivido en paz aquí durante ese proceso, nadie ha vivido en paz ni ha vivido seguro un solo minuto desde el 10 de marzo de 1952.

La alegría que el pueblo demuestra y la simpatía que demuestra por nosotros, yo no la atribuyo a ningún mérito especial, la atribuyo al hecho de que era insoportable lo que estaba pasando aquí.”

“¡Ah!  ¿Qué nos dicen?  ¿Qué sometamos a los tribunales ordinarios a los criminales de guerra?  ¿Y qué tribunales ordinarios hay en Cuba?  ¡Si la dictadura no dejó tribunales de ninguna clase!  ¿O es que los vamos a llevar a los Tribunales de Urgencia, al Tribunal Supremo, al Tribunal de Cuentas y a todos aquellos tribunales que eran cómplices de la dictadura en general, salvando las excepciones honrosas?  (APLAUSOS.)  No hay tribunales ordinarios, no los hay, y no se crean tampoco en 5 días, ni en 20 días, ni en 40 días.  Si se quieren escoger jueces capacitados y escogerlos por oposición, como deben escogerse, pues nos estamos cinco meses, seis, hasta terminar y tener un poder judicial.  ¿Y vamos a esperar eso para juzgar a esos señores?  No, si este es un problema que todo el mundo pide que se resuelva cuanto antes, señores, que se castiguen cuanto antes (APLAUSOS).  Si es cruel, es cruel tenerlos aquí esperando; ya se sabe el castigo que les toca a los criminales de guerra.  Cuanto antes mejor, y se recupera la paz y se olvida todo eso, y se acabó, y sigue el pueblo adelante.  Lo que este es un lastre que tiene atrás, porque no los vamos a soltar, señores, no puede ser, no los podemos perdonar.  Y, además, para una cosa, para que nosotros aprendamos, para que aprenda todo el mundo lo que se hace con los criminales de guerra, porque esa es una lección para todo el mundo, un ejemplo, porque lo que queremos es que no vuelva a ocurrir jamás lo que ha ocurrido, y el mal hay que arrancarlo de raíz.

“El presidente Manuel Urrutia es el presidente de los cubanos un tiempo (APLAUSOS).  ¿Qué nos llevamos bien los revolucionarios con nuestro Presidente?  Sí, y tiene su explicación:  es un hombre recto, un hombre capaz, un hombre inteligente, y, además, porque nosotros somos antes que nada civilistas (APLAUSOS), somos hombres desinteresados, que ponemos nuestras armas incondicionalmente a las órdenes del poder civil de la república (APLAUSOS).  Por lo tanto, está garantizada la permanencia en el poder del Presidente Provisional de la República.  Esto no será como en 1933, que estaba uno tres días, otras 24 horas; aquí seguirá el magistrado Urrutia de presidente de la república hasta que haya un gobierno producto de la elección, de la voluntad del pueblo.”

“Nosotros no tenemos interés en posponer las elecciones, no; el interés de posponer las elecciones lo tienen los grupos que dan un golpe de Estado, no tienen pueblo y se ponen a hacer milagros para ver cómo ganan votos.  Pero para nosotros, que desde el momento que hemos triunfado tenemos el respaldo unánime del pueblo, si mañana fueran las elecciones, ya sería presidente el que se postule por cuatro años. ¿Qué interés podemos tener en prolongar la provisionalidad?  El tiempo mínimo necesario, ese es el criterio, para que se reorganice la república, que se hagan toda una serie de medidas que hay que hacer, que se restablezca la paz, y para que todo el mundo trabaje ahora. 

PERIODISTA.-  Doctor Castro:  una pregunta para la prensa.  Usted debería haber llegado aquí a la 1:00 de la tarde, y llegó a las cuatro y media.  Un retraso de tres horas y media significa que usted estaba resolviendo problemas trascendentales para la nación.  Si no es de carácter privado y se puede decir públicamente, ¿podríamos saber la causa de ese retraso?

CMDTE. FIDEL CASTRO.-  Bueno, se la puedo decir, porque a mí me pueden seguir los periodistas dondequiera que yo vaya (RISAS).  Fui precisamente al campamento militar donde, con motivo de todas las actividades de estos días, no había podido ir en más de 48 horas y donde había toda una serie de cuestiones fundamentales pendientes.  Estamos en un proceso de reorganización que requiere una atención constante. 

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Como es costumbre en este blog, al tratar estos temas, se exponen los argumentos, todos los pueden leer y discutir. Han pasado 64 años de esos discursos y realmente los que apoyamos ese proceso, incluso en nuestra niñez-adolescencia, vemos que una cosa fue entonces y pocos meses después, en el mismo año 1959, fueron otros los alegatos.

En próximas entregas veremos en que consistieron las primeras reformas promulgadas por el gobierno revolucionario y los cambios de gabinete de ministros a inicios de febrero de 1959.

11 enero de 2023
Ricardo Labrada

El 1 de enero de 1959, recuerdos de aquella fecha

«Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo,
la insurrección es el más sagrado de los derechos
y el más indispensable de los deberes
Marqués de Lafayette (1757-1834, militar y político francés)

Ha pasado tiempo, mucho realmente, por lo que ahora quiero decir lo que vi en aquel día y lo que recogía la prensa cubana, aún no penetrada por el bichito rojo en sus entrañas.

La situación de Cuba en 1958 era triste, tanto que hasta la misma clase media y algunas familias opulentas en el país deseaban un cambio, deseaban ver a Fulgencio Batista dejar la presidencia de la república.

Las revueltas, bombas en zonas urbanas, destrucción de un polvorín en la Habana y otras acciones más se sucedían. Los estudiantes universitarios, alrededor de la FEU, estaban en el primer frente de combate. Una muestra de eso fue el sorpresivo ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957. Meses después, el 5 de septiembre, marineros insurrectos y combatientes clandestinos del M-26-7 tomaron las calles de Cienfuegos.

Hubo una huelga general fallida el 9 de abril de 1958, la que coincidió con el ataque al Cuartel de Boniato en Santiago de Cuba por parte de un grupo liderado por René Ramos Latour, además del asalto a una armería de La Habana Vieja (justamente al lado de mi casa), la voladura de registros de electricidad, los paros y sabotajes en varias terminales del transporte, la quema de gasolineras y de vehículos, la interrupción del tránsito de entrada y salida de la capital, los sabotajes, acciones y paros en Guanabacoa, el Cotorro, Madruga, el asalto a la emisora de Matanzas dirigido por Enrique Hart, el descarrilamiento de trenes en Jovellanos, el ataque al cuartel de Quemado de Güines y la interrupción de la Carretera Central en Manacas, las acciones del Condado en Santa Clara, la paralización y el dominio absoluto de Sagua la Grande, el asalto y sabotaje a la planta eléctrica de Vicente en Ciego de Ávila. 

Los oficiales de la policía batistiana eran muy populares por sus asesinatos y torturas en vivo y en directo. Los más connotados fueron el teniente coronel Esteban Ventura Novo Rivero, el coronel Conrado Carratalá Ugalde, el general Pilar García, el coronel Alberto del Ríos Chaviano, jefe del cuartel Moncada, los Salas Cañízares y toda una jauría de oficiales subordinados al general Fulgencio Batista, incluido el mayor general Francisco Tabernilla Dolz, jefe del Estado Mayor del Ejército, todos muy odiados por la población.

La gente quería cambios y oían a altas horas de la noche, los que poseían radio en onda corta, a Radio Rebelde, muy activo en 1958.

En los últimos meses de 1958 se popularizaron los nombres de Camilo Cienfuegos y de Ernesto Guevara. Ni idea muchos tenían que ellos encabezaban una invasión hacia occidente. Las noticias de radio bemba iban llegando y se conocía que las tropas batistianas no eran que ofrecieran mucho combate. No valía la pena perder la vida por mantener un salario de 33 pesos mensuales como casquito de la dictadura.

Batista sabía que la llegada de los rebeldes era inminente. Ya Fomento había sido tomado por la tropa del Che Guevara e inutilizado el puente sobre el río Calabazar. El avance era indetenible y la toma de Santa Clara sería de días, pero al final caería. Por lo que Batista envió un tren blindado con una tropa élite de más de 350 militares para enfrentarse a las fuerzas rebeldes. El tren fue descarrilado y los militares fueron recibidos con metralla por parte de los que supuestamente ellos debían vencer. 

Fue esta fallida acción la que puso a Batista a recoger sus maletas. A las 3 de la mañana del 1 de enero de 1959, el dictador, junto a algunos de sus oficiales, levantó el vuelo hacia Santo Domingo. Su esposa sí pudo viajar a EE. UU., algo que a Batista se le negó de un inicio.

La noche del 31 de diciembre de 1958 transcurrió sin mucha bulla de parte del pueblo, no había nada realmente que celebrar. Hubo algunas fiestas grandes allí donde se reunía la High de la sociedad, pero inadvertidas por el pueblo.

En la mañana ya se rumoraba que Batista había salido echando un pie, pero era cuchicheo silencioso. La gente tenía miedo de que, aquello fuera una jugada para descubrir a todos sus opositores y luego ajusticiarlos o apresarlos. El cuchicheo siguió. Los más viejos se iban dando cuenta que en la medida que pasaba la mañana no había síntoma de que el dictador y sus fuerzas estuvieran en posición de atacar a nadie.

Batista, a su lado derecho Tabernilla, festeja el fin del año 1958 y, al parecer, de su propia dictadura.

Por fin la televisión nacional trajo a un desconocido, de nombre Carlos Lechuga, periodista, el que hizo amena la trasmisión. Recuerdo que finalmente dijo: “la gente dice que Batista se fue, veremos si es verdad.” Pasaron unos minutos, casi una media hora, para que Lechuga confirmara la escapada de Batista, detonante para que la gente saliera a las calles a festejar. Este periodista fue el ultimo embajador cubano en la OEA cuando Cuba fue excluida del sistema interamericano en 1962.

Otro aparecido poco después en la TV fue Max Lesnick, conocido como el Polaco (era realmente hijo de polaco), el que se presentó vestido de verde olivo. Este hombre era una persona rara. Fue miembro de la juventud ortodoxa y entabló estrecha amistad con Fidel Castro. Fue firme crítico y opositor al régimen batistiano. Poco tiempo después de iniciada la revolución, fue el inventor de la consigna “Cuba sí, yankis no”, y en 1961, tal y como hiciera José Pardo Llada, se marchó a los EE. UU. Inicialmente criticó el curso de la revolución, pero después se convirtió en defensor del proceso a través de su emisora, Radio Miami dentro de la Unión Radio. Ese día Lesnick, jefe de propaganda del II Frente del Escambray, habló de la criminalidad batistiana y de las bondades de la revolución que se iniciaba.

El 1 de enero no faltaron algunos chivatos encubiertos en ofrecerse enseguida a ayudar a las fuerzas rebeldes que se aproximaban a la Habana y aquellas que operaban en la clandestinidad. Por suerte, esos chivatos se conocían, algunos dieron información sin importancia a la dictadura con tal de ganarse algún favor de la policía. No obstante, recuerdo dos de esos que lograron hacerse de armas largas y ponerse el emblema del M26 en su brazo. Le comentaba en voz baja a mi madre: “mira como estos chivatos de Enriquito y Felito ahora son rebeldes, solo les falta la barba.”  

Otro hecho fue la destrucción de los parquímetros en la Habana. No quedó uno con vida, la gente los tumbaba y se llevaban todo el dinero allí depositado. La Habana Vieja tenía, sobre todo en las calles más comerciales, como eran Muralla, Teniente Rey, Obispo y otras, espejos de exterior o espejos de seguridad, los que igualmente desaparecieron y nunca más se vieron en la capital.

Mientras todo esto sucedía en la Habana, el periodista José Pardo Llada, instalado en la Sierra junto a Fidel Castro, contaba que eran las 5 de la mañana del 1 de enero y la tropa de la llamada columna 1 no sabía nada de lo que ocurría en la Habana, ni siquiera que Batista se había marchado. Se vinieron a enterar por algunos campesinos que poseían radio.

Confirmada la noticia, Fidel Castro estalló rabioso y comenzó a decir improperios del General Eulogio Cantillo Porras. Muchos no entendían la causa de ese enojo. Resulta que Cantillo había sido jefe del Cuerpo de Aviación del Ejército antes de ser designado por Batista como jefe del Estado Mayor Conjunto, a quien le tocó dirigir la llamada ofensiva de verano, concluida en agosto de 1958. El epílogo de todo ese enfrentamiento fue la firma de un armisticio secreto con la guerrilla del M-26 en el Central Oriente, Santiago de Cuba, mediante el cual Cantillo se comprometía a apresar a Batista tan pronto como el régimen fuera derribado. El general sabía que los días de Batista estaban contados, así que firmó algo que le convenía, pero una cosa es agosto de 1958 y otra es el 31 de diciembre de igual año. No es de dudar que Batista sabía algo al respecto y antes de su partida convocó una reunión de sus altos mandos y designaba a Cantillo jefe para organizar un gobierno provisional. La idea de Batista era abandonar el poder y meses después regresar a Cuba, pero siempre con un gobierno que le garantizara su seguro retorno. Esa jugada de salida y regreso ya la había hecho en el pasado con la llegada de Grau San Martín al poder y su “exilio” en Daytona Beach, Florida. A su regreso a Cuba se dio a la tarea de organizar el golpe de estado, el que derribó al gobierno de Carlos Prío Socarrás.

Cantillo hace declaraciones

Batista logró escapar a Santo Domingo, Cantillo era dueño y señor de Cuba al amanecer del 1 de enero, por lo que de inmediato tomó sus propias decisiones, una de ellas fue la de nombrar a Anselmo Alliegro y Milá como presidente provisional de la república, cargo que Alliegro no aceptó, por lo que obligó a Cantillo a buscar otra opción. El agraciado fue el magistrado Carlos Manuel Piedra y Piedra, juez de mayor edad de la Corte Suprema, como presidente provisional de la república, nombró al hasta entonces jefe de tránsito de la policía, Juan Tomas Ledón Iglesias, como jefe de la policía. Liberó al militar y educador Ramón M. Barquín López, el que había encabezado un fallido intento de insurrección contra Batista en 1956, conocida como «La Conspiración de los Puros», desarticulada en los primeros días de abril de 1956. Cantillo le pidió que se hiciera cargo de varias funciones dentro del ejército, incluida las conversaciones con los rebeldes.

El magistrado Piedra al frente y detrás se encuentra Cantillo

El 1 de enero Santiago de Cuba era tomada, acción en la cual el comandante Hubert Matos jugo un papel importante, ya que se le dio la orden de tomar el cuartel Moncada como fuera necesario. A Pedro Miret se le encomendó entrar en la ciudad con un tanque capturado en Maffo. No faltaron las declaraciones radiales de Castro instando a todo el pueblo trabajador ir a la huelga. Sus palabras indicaban que así se podría vencer la intentona de golpe de estado orquestada por Cantillo. Castro declaraba a Santiago de Cuba capital provisional de la república en esas palabras.  

El pueblo le respondió, que conste, hubo huelga. Hasta las bodegas cerraron y abrían por un rato para vender los productos más necesitados por la población. Recuerdo que los suministros de alimentos a esos establecimientos se cortaron y llegó a faltar la sal. Comer sin sal fue la primera vez en mi vida.

Los llamados Tigres de Mansferrer ofrecieron alguna resistencia desde la azotea de la Manzana de Gómez, pero el empuje de las fuerzas rebeldes bajo el mando de Camilo terminó con aquella rebelión.   

La gente estaba entusiasmada y daban la bienvenida a los rebeldes, los que no eran solo del M26, estaban los del Directorio y los del Segundo Frente del Escambray. Camilo Cienfuegos ocupó Columbia, lo que hoy conocemos como Ciudad Libertad, mientras el Che tomaba la Cabaña. Leía una noticia dada por un órgano de prensa extranjero que las tropas del Segundo Frente del Escambray al mando de Eloy Gutiérrez Menoyo habían entrado en la Habana en la madrugada del 1 de enero. Sí sucedió, algo que dudo, nadie entonces se enteró. Veo una coincidencia y es la inmediata aparición de Max Lesnick en la TV, el que fungía como propagandista de ese frente guerrillero.

Cantillo se dio por vencido, el tiro no le salió como quería, mientras que el magistrado Piedra fue presidente por un día. Tomó posesión el 2 de enero y el 3 tuvo que renunciar. Según he leído, Piedra murió en Cuba, jamás se fue. Él diría que no era culpable de haber sido “Reina por un día” (programa semanal de la TV auspiciado por Gaspar Pumarejo).

El nuevo presidente de la república fue Manuel Urrutia Lleó, el que tomó posesión del cargo el 5 de enero. El magistrado, como juez en la provincia de Oriente, había defendido en juicio a 22 personas acusadas de haber participado en la insurrección el 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba. La decisión de Urrutia en el juicio fue la siguiente: “..en vista a la usurpación y retención ilegal del poder por Batista y sus seguidores, los defendidos actuaron de acuerdo a sus derechos constitucionales.” Urrutia tiempo después tuvo que exiliarse en Venezuela. Regresó a Cuba el 2 de enero de 1959.

Una movida astuta de Fidel Castro, ya que Urrutia era un hombre cristiano, con sentido de democracia, por lo que la administración de EE. UU. no dudo en reconocer al nuevo gobierno.  

En un próximo articulo se hablará de la llegada de la columna al mando de Fidel Castro a la Habana el 8 de enero y sobre el discurso por él pronunciado, no sin antes dejarlo con unas palabras dichas en esos días por la máxima autoridad de la recién iniciada revolución.

No es posible que haya la menor convergencia entre los que acaban de emancipar a su pueblo y los que aplastaron las libertades de una docena de países europeos, ametrallaron al indefenso pueblo húngaro y constituye el máximo ejemplo de despotismo en el mundo. El comunismo no tendrá aquí justificaciones, ni complicidades del poder. La Revolución que avanza inconteniblemente es cubana y democrática en intención y entraña. Nada tiene que ver con los enemigos de la libertad.”

Urrutia en ejercicio de su cargo

6 enero de 2022

Ricardo Labrada