Identificado el gen que controla la autopolinización en las plantas

Producto de una colaboración internacional se ha identificado un nuevo gen que controla la autopolinización en la planta modelo, la brasicácea Arabidopsis thaliana (L.), Heynh, oriunda de Eurasia y África, primera planta con genoma secuenciado por completo en el año 2000.

Arabidopsis thaliana

Como es sabido, la polinización y la fertilización de las flores da como resultado la producción de semillas, proceso crucial para la producción de plantas cultivables y alimentos. La producción de cereales, frutas, verduras y otros cultivos depende completamente de la polinización. Aquí existe un problema cuando las plantas tienen una mayoría de flores hermafroditas y poseen el polen masculino junto al estigma femenino, lo que puede provocar una autofertilización y plantas menos saludables.

La capacidad de controlar la autofertilización tiene el potencial de lograr cultivos más fuertes y resistentes. Mediante el fitomejoramiento se obtienen híbridos F1 usualmente más productivos que sus progenitores, por lo que un objetivo a largo plazo es diseñar la autoincompatibilidad en los cultivos para así mejorar su producción.

Los estudios en esta dirección se han llevado a cabo por la Escuela de Biociencias de la Universidad de Birmingham. Con detalle se trabajó sobre la planta Papaver rhoeas L.  (amapola silvestre), la que posee mecanismos para prevenir la autofertilización.

Papaver rhoeas L.

La explicación de este fenómeno radica en que el propio polen de P. rhoeas es reconocido y eliminado mediante un procedimiento de suicidio celular, lo que proporciona una forma de eliminar los granos indeseables de polen.

El estudio se realizó con Arabidopsis thaliana (L.), Heynh, planta autocompatible, pero en una variante de ingeniería auto-incompatible, en el que se identificó el gen, luego removido y en el cual se le eliminó la auto-incompatibilidad, lo que permitió a la planta autofertilizarse.

Al gen se le llamó Montañés, del inglés “Highlander”, en honor a una famosa película de 1986. Este gen codifica la llamada proteína PGAP1, la cual se encuentra en la mayoría de los organismos desde levadura hasta seres humanos, incluyendo obviamente las plantas. El gen regula la auto-incompatibilidad, por lo que las plantas previamente auto-incompatibles se convierten completamente en auto-fértiles.

Fuentes

Anon. 2022. Gene That Controls Self-Pollination in Plants Identified. Crop Biotech, 6 abril.

Lan-Nguyen Marie. 2022. Staying alive: how ‘self-pollen’ can cheat death. University of Birmingham, 21 marzo. Staying alive: how ‘self-pollen’ can cheat death – University of Birmingham.

9 abril 2022

La programación del contenido de escuelas de campo para agricultores con componente de manejo de malezas

La primera y más respetable
de las artes es la agricultura.”
Jean Jacques Rousseau

Por Ricardo Labrada

El artículo está basado en un razonamiento personal a partir de experiencias propias en la conducción de las llamadas Escuelas de Campo para Agricultores (ECA). Las referencias son solo para el caso del manejo de malezas, área de especialidad del autor.

Hace más de 30 años oí hablar por primera vez de las ECA y de sus ventajas para reducir el consumo de plaguicidas y a la vez utilizar mejor los enemigos naturales de plagas existentes. Era una forma de hacer extensión agrícola, pero diferente a las formas utilizadas en el pasado, ya que se basaba en la educación informal de los agricultores mediante prácticas y descubrimientos de nuevos elementos, lo que posibilitan mejorar los métodos de control de los organismos nocivos. 

La ECA no tiene un aula como tal, ya que todo el trabajo se realiza por los grupos de agricultores directamente en el campo bajo la guía de un capacitador, el que no debe entenderse como un maestro, ya que su misión es guiar a los agricultores de manera que puedan conocer, profundizar y a la vez elaborar sus propuestas de mejoras de las estrategias de control.

Para el Manejo Integrado de Plagas (MIP) este procedimiento de capacitación resultó muy ventajoso. Un proyecto regional desarrollado en arroz en el Sudeste asiático a partir de finales de la década de los 80 obtuvo logros importantes, sobre todo en la reducción del uso de plaguicidas químicos, lo que se tradujo en una mejora del ecosistema en general, además de menos problemas de toxicidad humana de los químicos en uso.

Para que la ECA sea eficiente se necesita de un buen capacitador, el que debe preparar su programa con antelación, siempre tomando en cuenta las condiciones del lugar, los hábitos de los agricultores, su conocimiento de las plagas existentes y cultivos afectados.

El autor recuerda algunos ejemplos de ECA modestamente organizadas en el marco de proyectos supervisados por el autor, donde la primera conclusión es la importancia de que los agricultores conozcan la plaga objeto de control, lo que implica adentrarse en su biología y comportamiento.

La agricultura no puede ser de llegar y recetar tal o más cual remedio directamente sin tener en cuenta las condiciones del lugar y sin saber a ciencia cierta cuál es el comportamiento de la plaga. Un ejemplo práctico es el caso de las plantas parásitas, muy abundantes las del género Striga en África, usualmente hospedadas por plantas cultivables gramíneas en ambientes semiáridos.

Una extensa mayoría de los agricultores afectados por estas plantas creían que se trataba de una enfermedad de la planta cultivable. Desconocían que la parásita tenía un período de germinación estimulado por los exudados radicales de las mismas plantas cultivables afectadas, no sabían que había una etapa subterránea de desarrollo de la parásita y que una vez emergida sobre la superficie del suelo, ya buena parte del daño estaba hecho.

Cuando el agricultor descubre cómo la parásita crece y se desarrolla, se le explica como sucede ese proceso de germinación. Él comienza a pensar sobre las medidas que se puedan realizar. Antes no le había pasado por su cabeza ese fenómeno, ahora lo había visto y su enfoque comenzaba a cambiar.

Escuela de campo en control de Striga en Togo. A la derecha una foto de la parásita.

Otro ejemplo se dio en una ECA organizada en Matagalpa, Nicaragua, con agricultores de arroz afectados por el llamado arroz maleza, el que se le conoce con distintos nombres en varios países. Nuevamente los agricultores del lugar entendían que eran plantas de arroz cultivable enfermas, o sea que padecían de una enfermedad, lo cual no es real.

Número de plantas de Striga en parcelas con MIP y prácticas tradicionales en Bazaga, Mali

El agricultor puede, bajo la guía del capacitador, conocer las diferencias entre el arroz cultivable y el arroz maleza en su comportamiento eco-biológico, como crecen y se desarrollan, ambas son la misma especie, pero una produce arroz para consumir y la otra, la especie degenerada, compite y reduce sustancialmente los rendimientos de su similar cultivable.

Lo importante en este caso es que el agricultor sepa que son dos plantas con distintos patrones de crecimiento, pero también que las fuentes de la infestación están en el banco de semillas en el suelo y en el uso de semillas de arroz contaminadas con semillas de arroz maleza.

De esta manera, el primer punto del programa de capacitación del agricultor debe ser el conocimiento de la plaga, su comportamiento, factores bióticos y abióticos que la favorecen o que le afectan. Todo eso debe ir asociado a las características del cultivo, la variedad cultivada, condiciones de riego y fertilización caso de existir, y otros. Se trata de conocer la causa del problema y así ir al desarrollo de medidas de control.

El segundo paso es ya adentrarse en las medidas potenciales de control. La receta química es muy sencilla en su mensaje: “usa esto a tal dosis y volumen de agua, no lo mezcle con esto o aquello otro”. Así de sencillo, directo y sin muchos más detalles. Sin embargo, la vida demuestra que no siempre es necesario usar químicos para combatir plagas o que su eficiencia se pudiera complementar con otras estrategias. De eso es lo que trata el MIP, la combinación racional de métodos de control de manera de reducir los niveles de la plaga sin afectar al ecosistema.

En una agricultura de cultivos en grandes áreas escapar de la práctica del control químico no es tan fácil, pero no así cuando se trabaja en áreas medianas y pequeñas, que son las que posee el agricultor de modestos recursos.

Para ejemplificar mejor el asunto, veamos que se puede hacer en el caso de las plantas parásitas, las del género Striga. La primera medida a incorporar podría ser la rotación de cultivos, algo no muy factible, ya que la rotación es impulsada por el mercado que pueda existir del cultivo propuesto para rotar. En África, donde estas parásitas abundan, existe un solo período de cultivo, el lluvioso, por lo que el agricultor no se puede dar el lujo de rotar toda el área, lo puede hacer en parte y siempre que el resto que cultive le dé lo suficiente para cubrir los gastos de todo lo que realice, además de obtener ganancias a los efectos familiares.

Cuando se habla de rotación para combatir parásitas, lo primero que el agricultor debe entender es que la germinación de estas plantas se logra bajo el estímulo de exudados radicales de la misma planta cultivable, pero que existen otras plantas capaces de provocar ese mismo efecto sin llegar a ser parasitadas, las que se llaman falsos hospederos.

El agricultor no conoce nada al efecto, por lo que el capacitador debe inducirlo a probar esta variante en una pequeña área. Temporada de cultivo rotada con un falso hospedante significa provocar la germinación de la parásita y su muerte, ya que no encontrará donde fijar su haustorio para su crecimiento y desarrollo. Varios falsos hospederos existen en estos casos. El capacitador, sin imposiciones, debe explicarle y sugerirle al agricultor estas alternativas.

Otra posibilidad es el uso en gramíneas de una dosis ligeramente elevada de nitrógeno en el fertilizante. Se sabe que el nitrógeno inhibe usualmente la germinación de esas parásitas. Este método no puede ser usado en plantas cultivables que son atacadas por las parásitas de los géneros Phelipanche y Orobanche, al poder ser afectadas igualmente por el nitrógeno en una dosis más elevada de lo usual.

Existen variedades de cultivo tolerantes a las parásitas, las que son afectadas levemente. El capacitador puede sugerir la prueba de estas variedades y ver su desarrollo y rendimiento.

Cuando el problema es de malezas, el banco de semillas en suelo cobra extraordinaria importancia. Ese banco se nutre año tras año cuando las parásitas logran florecer y fructificar en los campos de cultivo. Sucede que el agricultor puede haber realizado un buen control de las malezas en las etapas iniciales del cultivo, pero que cohortes de una determinada especie aparecen tardíamente y concluyen su ciclo prácticamente cuando el cultivo está en fase de cosecha. En ese caso la maleza suele desprenden sus semillas al suelo, las que pueden estar listas para germinar nuevamente en una temporada de cultivo próxima. Así el suelo se va alimentando o manteniendo una población de alta de malezas, las que afectan al cultivo a mediano plazo.

Agricultores en escuela de campo para control de arroz-maleza en Panamá

El capacitador debe hablar sobre este tema con el agricultor de forma práctica. Basta tomar muestras de suelo y ponerlas dentro de vasijas plásticas o de barro, regarlas, para después ver las malezas emergentes. Para el caso de las parásitas se necesitaría sembrar semillas de la planta cultivable susceptible. Sin exudados, la parásita no sería vista, y la observación duraría más por el hecho de la fase subterránea de desarrollo de la parásita.

Cuando el agricultor logra entender este fenómeno, él se convencerá de la necesidad de arrancar manualmente las plantas parásitas que han logrado desarrollarse hasta la fase de cosecha del cultivo, lo cual se traducirá a largo plazo en una reducción sustancial del banco de semillas.

Como se ve, se han discutido tres estrategias distintas, las que económicamente son factibles, y pueden ser comprobadas y validadas por el agricultor gradualmente.

En conclusiones, son dos pasos, el primero es conocer la plaga objeto de control, mientras que la segunda aborda como se puede reducir la población de la plaga a mediano y largo plazos.

Si se aborda el caso del arroz maleza, estaríamos en igual posición. El agricultor debe conocer las diferencias del arroz maleza con el arroz cultivable, incluso conocer los distintos biotipos de arroz maleza existentes en los campos. También abordar la importancia del banco de semillas para entender que esta plaga hay que controlarla antes de iniciar el cultivo del arroz y luego a lo largo del ciclo de cultivo, sobre todo al momento de la cosecha para evitar la lluvia de semillas del arroz maleza en suelo.

Conocer las fuentes de infestación es esencial. En este caso está el banco de semillas, por lo que eliminar una cohorte inicial antes de la siembra es muy aconsejable. La otra fuente, no menos importante, es el uso de semillas de arroz limpias y sin presencia de semillas de arroz maleza. Hay productores de semillas que venden su producto con una tolerancia x de presencia de semilla del arroz maleza. La experiencia en Matagalpa indica que lo mejor es usar semillas de arroz totalmente limpias.

Todos esos aspectos de esta plaga deben ser tratados por el capacitador para que los agricultores entiendan el problema y ellos mismos hasta decidan cómo abordarlos. Cuando el productor ve que su cosecha aumenta sustancialmente y que la misma es de calidad, él no tendrá reparo en adoptar esas medidas y otras que él mismo puede desarrollar por iniciativa propia o del grupo de agricultores en la ECA.

El capacitador viene a ser el motor de las ideas, su experiencia promueve la curiosidad y la inventiva de los agricultores. Su gestión no es la de un maestro como tal sino de una persona que sugiere ideas sustentadas en hechos experimentados y validados con anterioridad. El asunto es incentivar el intelecto de los agricultores para mejorar las medidas de control y elevar los rendimientos de los cultivos afectados.

Fuentes consultadas

DeLouche J.C. et al. 2007. Weedy rices-origin, biology, ecology and control. FAO Plant Production and Protection No. 188, Rome. 144 p.  

FAO. 2008. Progress on farmer training in parasitic weed management. Plant Production and Protection, Rome. Edited R. Labrada, 156 p.

Labrada R. 2002. Travel Report Togo (TCP/TOG/0065). FAO AGP archives. 4 p. Labrada R. 2005. Travel Report Nicaragua (TCP/RLA/2913). FAO AGP archives. 11 p.

8 abril de 2022

El cambio climático ha reducido el crecimiento de la productividad agrícola en un 21% desde 1961

“Hay una clara evidencia que la explotación 
humana del planeta está llegando a límites críticos.”
Stephen Hawking (1942-2018, físico y astrofísico)

Las Universidades Cornell, la de Maryland (UMD) y la Stanford University colaboraron a fin de cuantificar los efectos del cambio climático provocados por el hombre en la productividad global de la agricultura, resultados inéditos y que revisten enorme importancia en la actualidad.

Los científicos utilizaron un modelo de efectos del tiempo sobre la productividad, método muy usado en el campo de la industria para medir su crecimiento. El estudio aplicado a la agricultura concluyó que existe una reducción de un 21% de la productividad global agrícola, lo que equivale a perder la productividad en los últimos siete años del presente milenio.

De hecho, estos resultados demuestran la vulnerabilidad de la agricultura global a los efectos del cambio climático. Las regiones más afectadas son África, América Latina y el Caribe, áreas donde la productividad se ha reducido en 26-34%. El país menos afectado es EE.UU., donde la productividad se ha reducido en 5-15% aproximadamente.

El profesor Robert Chambers del área de Agricultura y Recursos Económicos de la Universidad Cornell aseguró que cuando un agricultor toma la decisión de plantar en junio, nadie sabe cuál será el resultado hasta pasado 6 meses, por lo que hay una diferencia clara entre los gastos y los resultados, los que pueden ser afectados por el clima. La productividad es esencialmente un cálculo de insumos en comparación con las producciones obtenidas, y en la mayoría de las industrias, la única forma de obtener crecimiento es con nuevos insumos. La medición de la productividad agrícola no ha incorporado históricamente datos meteorológicos, pero es deseable ver las tendencias de estos insumos que están fuera del control del agricultor.

El profesor asociado Charles H. Dyson de la Escuela de Economía Aplicada y Manejo subrayó que la desaceleración equivale a pausar el crecimiento de la productividad en 2013 sin haber mejoras desde entonces. De hecho, el cambio climático antropogénico ya frena este crecimiento.

El profesor Ariel Ortiz-Bobea comenta que algunas personas piensan que el cambio climático es un problema distante, algo que debería ser preocupación de futuras generaciones, pero este enfoque pasa por alto que los humanos ya han cambiado el clima. Este estudio demuestra el impacto desproporcionado en la agricultura de los países pobres, que son a fin de cuentas los que dependen económicamente de su agricultura. También se demuestra que el progreso tecnológico no se ha traducido en una mayor resiliencia al clima. 

Para mayor información: Ortiz-Bobea A., Toby R. Ault, Carrillo C.M., Chambers R.G. & Lobell D.B. 2021.  Anthropogenic climate change has slowed global agricultural productivity growth. Nature Climate Change, 1 April.  DOI: 10.1038/s41558-021-01000-1

El riesgo de diseminación de la gramínea Eleusine indica en hábitat de clima templado

La evolución, un hecho más que una hipotesis,
es el centro del concepto unificador de la biología.”
Douglas J. Futuyma (1942, Prof. Univ. Stony Brook, NY)

Eleusine indica

Dentro de la familia de las poaceas, el género Eleusine contiene unas diez especies, las que poseen distintos pares de cromosomas. Entre las más frecuentes están las alotetraploides Eleusine coracana (L.) Gaertn. (2n = 4x = 36, AABB), Eleusine africana (2n = 4x = 36, AABB), Eleusine kigeziensis (2n = 4x = 36, AADD) y Eleusine reniformis (2n = 4x = 36). Otras siete son diploides, cuyo número básico de cromosomas es 8 en Eleusine multiflora (2n = 2x = 16, CC), 9 en Eleusine indica (2n = 2x = 18, AA), Eleusine tristachya (2n = 18, AA), Eleusine floccifolia (2n = 18, BB), Eleusine intermedia (2n = 18, AB), and Eleusine verticillata (2n = 2x = 18), y 10 in Eleusine jaegeri (2n = 2x = 20, DD) (Hiremath & Chennaveeraiah, 1982; Neves et al., 2005; Dwivedi et al., 2012).

Una planta muy común en medios cálidos de todo el mundo es precisamente la gramínea anual Eleusine indica (L.) Gaertn. (ELEIN), la cual es conocida por diversos nombres, tales como goosegrass o crowsfootgrass en inglés, capim-pé-de-galinha en Brasil y pata de gallina o pie de gallo en español. Esta especie consta de tallo erecto, ascendente, hojas glabras con pelillos marginales en su parte superior, lígula membranosa, las ramas de la inflorescencia están dispuestas en forma digitada, pero con frecuencia una o dos se sitúan más abajo. Su nombre vulgar en español viene por el hecho de la disposición digitada mencionada, que recuerda la pata de un gallo o gallina. La planta es capaz de producir millares de semillas, sobre todo en ambiente carente de competencia de otras especies de plantas. 

Se trata de una diploide, especie donante en la evolución de E. africana y E. coracana, más concretamente genoma parental de estas especies. Su origen se sitúa en el área comprendida entre Uganda y las alturas de Etiopía en África oriental y la parte occidental de la India. Más tarde se dispersó por todo el mundo tropical incluido el nuevo hemisferio. La especie es de fotosíntesis C-4, muy susceptible a la falta de luz, la sombra afecta enormemente su crecimiento y reproducción, muy frecuente en áreas irrigadas de cultivos anuales, donde compite y afecta la producción.

En estadios tempranos, ELEIN es fácilmente controlable por vía manual, pero una vez crece, es capaz de desarrollar un sistema radical potente, al que incluso con guadaña o azadón no se le puede arrancar del suelo. La especie es realmente susceptible a un número de herbicidas comúnmente utilizados, sobre todo los graminicidas tipo Fop o Dim, pero con igual capacidad para evolucionar a biotipos resistentes.

E. indica es un ejemplo de cómo las plantas de medios tropicales se van adaptando a nuevos hábitats. Casi toda la literatura sobre esta especie dice que se le puede encontrar en áreas cálidas, pero no frías, eso sin negar su carácter invasor, incluso en las áreas donde se ha naturalizado, capaz de invadir y adaptarse a nuevos ambientes.

Algunos autores anteriormente han advertido del riesgo invasor de esta especie. Tiene rasgos ecofisiológicos y genéticos que, junto con la gran cantidad de semillas producidas por cada planta individual, le otorgan una alta probabilidad de invasión exitosa en casi cualquier ecosistema (Holm et al., 1979; Waterhouse, 1994).

En visita a Roma y sus alrededores en el verano de 2020, al autor le llamó la atención lo bien que crece ELEIN. Lo mismo se le puede encontrar en las partes que bordean el Lago Bracciano, como en la colina del Gianicolo, la que se encuentra a unos 88 m de altura sobre el nivel del mar. Realmente era algo desconocido para el que suscribe.

Eleusine indica en Gianicolo, Roma

Sin embargo, ELEIN está reportada en Italia desde octubre de 2009. En la parte norte del país, en Lombardia, se le encontró en enero de 2011, pero mucho antes había sido encontrada en los Pirineos Atlánticos, Francia (octubre 2005), en Croacia (setiembre 2006), en Rumania (octubre 2006), en Córcega, Francia (abril 2009). En el Norte de Africa se le encontró por primera vez en Argelia (octubre 2009) y en Túnez (marzo 2011), lo cual es una evidencia que la planta se mueve y puede dentro de poco llegar y adaptarse a lugares cercanos con climas templados.

Fuentes

CABI. 2014. Eleusine indica (goose grass). Invasive species compendium. https://www.cabi.org/isc/datasheet/20675

EPPO. Eleusine indica (ELEIN). EPPO Global Database. https://gd.eppo.int/taxon/ELEIN

Holm LG, Plucknett DL, Pancho JV, Herberger JP, 1977. The World’s Worst Weeds. Distribution and Biology. Honolulu, Hawaii, USA: University Press of Hawaii.

Hiremath S.C. & Chennaveeraiah M.S. 2014. Cytogenetical Studies in Wild and Cultivated Species of Eleusine (Gramineae). Caryologia- Firenze 35 (1): 57-69. 

Neves SS, Swire-Clark G, Hilu KW, Baird WV.  2005. Phylogeny of Eleusine (Poaceae: Chloridoideae) based on nuclear ITS and plastid trnT-trnF sequences. Mol Phylogenet Evol 35: 395–419.

Dwivedi S., Upadhyaya H., Senthilvel S., Hash C., Fukunaga K., Diao X., Santra D., Baltensperger D. & Prasad M. 2012. Millets: Genetic and Genomic Resources. In Plant Breeding Reviews, vol 35, Chapter 5: 247-375. John Wiley & Sons, Inc. Hoboken, NJ, USA.

Waterhouse DF, 1993. The Major Arthropod Pests and Weeds of Agriculture in Southeast Asia. ACIAR Monograph No. 21. Canberra, Australia: Australian Centre for International Agricultural Research, 141 pp.

Escrito por Ricardo Labrada, 28 agosto de 2020

La polémica de los Organismos Genéticamente Modificados, ¿dañinos o beneficiosos?

Cualquier científico o político, que diga que
los OGM son seguros, es un estúpido o miente.”
Prof. David Suzuki (1936, Especialista en genética,
Universidad British Colombia, Vancouver, Canadá)

Un organismo genéticamente modificado (OGM) es aquel que ha sido alterado mediante técnicas de ingeniería genética. La alteración se puede realizar por la vía de la inserción de genes en el genoma de la especie, lo cual se llama transgénesis. También puede ser mediante cisgénesis, que es la recepción de un gen natural proveniente de otro organismo sexualmente compatible.

El Protocolo de Cartagena define a un OGM como un organismo viviente que posee una combinación de material genético obtenida mediante el uso de biotecnologías modernas.

La modificación genética de organismos, sobre todo plantas y animales, no es reciente. Nada de eso, el hombre lleva milenios tratando de mejorar su material productivo por la vía de la selección y cruces. Lo que sucede a partir de la década de los 90 es el auge del uso de la biotecnología, sobre todo de la edición genómica, la que incluye un grupo de tecnologías para alterar el Ácido Desoxirribonucleico (ADN) de un organismo y permite añadir, quitar o alterar sitios específicos del genoma.

La metodología más usada es la llamada CRISPR-Cas9. Los CRISPR (en inglés Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) son repeticiones palindrómicas[1] cortas agrupadas y regularmente interespaciadas​, de secuencias de ADN en bacterias. En este caso, las bacterias capturan fragmentos de ADN de virus, los que utilizan para la creación de segmentos de ADN como matrices CRISPR. La bacteria usa también una enzima, la Cas9, proteína, que juega un papel vital en la defensa inmunológica de algunas bacterias para reducir el efecto de los ADN virales y de plasmidos. La Cas9 corta el ADN y altera el genoma.

La ciencia ha sido capaz de crear cultivos resistentes a herbicidas, sobre todo al glifosato, entre ellos soya y canola; maíz resistente a insectos como el barrenador europeo (Ostrinia nubilalis), mediante la expresión de la proteína Cry1Ab de la bacteria grampositiva Bacillus thuringiensis; ciruela resistente al virus de la viruela; enriquecimiento del valor nutritivo del arroz, y otros desarrollos más.

A la vista los beneficios son varios, imaginemos un maíz que no tenga que ser tratado con insecticidas químicos para el control de los insectos lepidópteros que suelen atacarlo, o que se pueda rociar un herbicida tranquilamente que elimina las malezas sin afectar la soya o la canola.

Existen desarrollos que no han sido hasta ahora permitidos en Europa, uno de ellos es la papa resistente al tizón tardío, Phytophtora infestans. Posibles modificaciones al arroz para soportar la salinidad o para aumentar sus rendimientos a partir de una mejor eficiencia de los fertilizantes. En fin, posibilidades enormes de elevar el potencial productivo en el marco de una agricultura intensiva.

Un hecho es real todo lo que se transfiere a la planta es de origen natural, o sea proviene de otras especies. Se sabe cómo hacer la transferencia, pero nadie sabe a ciencia cierta cuáles son todas las consecuencias de esas alteraciones, caso de existir. De hecho, el metabolismo suele afectarse, por lo que el crecimiento y desarrollo de las plantas modificadas será otro al que conocemos. El efecto de los alérgenos producidos es algo inédito igualmente.  

Con plantas transgénicas el flujo de genes ambientalmente es una realidad. Esta transferencia puede ser de carácter vertical entre el cultivo transgénico y especies silvestres asociadas o de variedades del cultivo modificado. Tal contaminación sería fatal en los centros de origen de cada planta cultivable. Imagínenos esto en el arroz en China, en el maíz en México o en la papa en los Andes, solo por citar algunos ejemplos.

Cuando el cultivo transgénico es resistente a un herbicida, se crea fácilmente la dependencia del agricultor a ese agroquímico, lo cual provoca, con su uso continuo, problemas ambientales. El herbicida usado repetidamente va eliminando la población susceptible de varias malezas, pero seleccionando a su vez a los biotipos resistentes. Al final tenemos varias especies, otrora susceptibles, ahora resistentes. Ese fenómeno en pocos años provoca que el cultivo transgénico sea inútil, ya que el herbicida vinculado a su uso, no se podrá seguir utilizando. La resistencia creada demoraría años en desaparecer aún después de abandonado el uso del químico responsable de este fenómeno.

Un ejemplo claro se tiene con el uso del arroz resistente a las imidazolinonas que, si bien no es un transgénico, es un cultivo logrado mediante la mutagénesis, que incorpora genes inhibidores de la sintasa acetolactato, enzima esencial para la biosíntesis de aminoácidos de cadena ramificada en las plantas. El arroz IMI soporta bien herbicidas imidazolinonas, que resultan muy eficaces para eliminar al arroz maleza, también conocido como arroz rojo. Los productores de esta tecnología aconsejan no más de dos aplicaciones de imidazolinonas en el ciclo del cultivo y recomiendan la rotación con otro tipo arroz y no usar en el siguiente ciclo ninguno de estos herbicidas. Aún con esos consejos, los campesinos muchas veces se hacen de oídos sordos, en otros no, pero la resultante final es arroz rojo resistente a las imidazolinonas. 

La polémica sobre el uso de estos cultivos a nivel mundial perdura hasta nuestros días. Por un lado, las firmas comerciales tratan de afianzar sus cultivos transgénicos y productos asociados, mientras que las organizaciones ambientalistas abogan por su supresión. El punto medio no existe. No obstante, lo que sí está claro que ninguno de estos cultivos debe ser introducido sin mediar un estricto análisis de riesgo conducido por un grupo de expertos de las diversas esferas involucradas con este desarrollo o introducción.  

Para prohibir o permitir el uso el análisis es crítico, con estos cultivos las anécdotas de nada valen, ni el que me “a mí parece” o “yo creo”. El prejuicio existe como también el simplismo de quienes no quieren reconocer los riesgos.

En otro artículo se hablará de las metodologías de análisis de riesgo, caso que alguien se anime a utilizarlas.

Fuentes

Anon. 2020. Una papa resistente al tizón tardío es una contribución en la producción de este cultivo. Deportescineyotros.wordpress.com https://deportescineyotros.wordpress.com/2020/03/23/una-papa-resistente-al-tizon-tardio-es-una-contribucion-en-la-produccion-de-este-cultivo/

Anon. 2020. Importancia functional del fln 2 en la tolerancia del arroz a la salinidad. Deportescineyotros.wordpress.com https://deportescineyotros.wordpress.com/2020/01/15/importancia-funcional-del-fln2-en-la-tolerancia-del-arroz-a-la-salinidad/

Anon. 2020. Científicos descubren gen que mejora los rendimientos y la eficiencia del uso de los fertilizantes en el arroz. Deportescineyotros.wordpress.com.  https://deportescineyotros.wordpress.com/2020/02/28/cientificos-descubren-gen-que-mejora-los-rendimientos-y-la-eficiencia-del-uso-de-los-fertilizantes-en-el-arroz/

Phillips, T. (2008) Genetically modified organisms (GMOs): Transgenic crops and recombinant DNA technology. Nature Education 1(1):213.

Escrito por Ricardo Labrada, 27 julio de 2020.


[1] secuencia palindrómica, o palíndromo, es una secuencia de ácido nucleico (ADN o ARN) que es lo mismo si se lee de 5′ (5-prima) a 3′ (3-prima) en un de 5′ a 3′ en el filamento complementario, con el cual forma una doble hélice.

Una papa resistente al tizón tardío es una contribución en la producción de este cultivo

La agricultura parece fácil cuando su arado es un lápiz
y uno está a miles de millas del campo de maíz.”
Dwight D. Eisenhower (presidente de EE.UU. 1953-1961)

Papa afectada por tizón tardío

Para los agricultores de papa hay dos enfermedades fungosas importantes a controlar, una es el tizón temprano causado por el hongo Alternaria solani, enfermedad muy común en los países que tienen una alta humedad del aire, mientras que, en las regiones templadas, donde más se cultiva la papa o patata, es el tizón tardío Phytophtora solani, la enfermedad más frecuente.

La aparición de los tizones implica consumo de fungicidas químicos a fin de controlarlos. Hasta la década de los 70 se utilizaban solamente fungicidas de contacto, como el ditiocarbamato mancozeb, el cual actúa como agente multisitio sobre el hongo y bien aplicado ejerce un efecto protector a lo largo de 5-7 días. Años después se comenzaron a utilizar la xililanina sistémica metalaxil para el control del tizón tardío, que a diferencia del anterior puede ser absorbido por las raíces de la planta con movimiento apoplástico acrópetalo, con efecto sistémico basado en la inhibición de la síntesis de proteína del hongo mediante la interferencia del ARN polimerasa I en la síntesis del ARN ribosomal.

Metalaxil ofrecía períodos más largos de protección, pero su uso solo crea a mediano plazo problemas de resistencia del hongo. Fue entonces que surgieron mezclas a base de mancozeb con metalaxil, cuyo propósito era que el primero se encargara de eliminar la cepa que pudiera desarrollar resistencia al segundo.

El control del tizón tardío es tan importante, que, si el agricultor no toma las medidas de control necesarias, puede perder casi toda la cosecha de papa.

Desde el 2010 un grupo de científicos británicos del Centro John Innes y del Laboratorio Sainsbury condujeron investigación patrocinada por la misma Unión Europea a fin de desarrollar un cultivo resistente al tizón tardío.

Los investigadores añadieron un gen a la papa variedad Desiree proveniente de un semejante silvestre americano. El gen en cuestión ayuda a levantar las defensas de la planta de papa para poder resistir la agresión del hongo. Esta adición de gen era crucial para poder desarrollar la resistencia requerida, una técnica muy laboriosa y lenta, ya que puede suceder que mientras el gen introducido se adapta a la nueva planta, el hongo puede evolucionar a fin de eliminar el obstáculo genético y ocasionar su daño finalmente, como así afirmara el Profesor Jonathan Jones del Laboratorio de Sainsbury, jefe del equipo de trabajo en este tema.

Las pruebas desarrolladas mostraron que esta adición provocaba que la producción de la papa transgénica produjera el doble que la papa normal, además de no tener que utilizar fungicidas químicos, lo cual implica un ahorro económico para el agricultor y un beneficio ambiental en los campos de papa. El inconveniente era poder lograr la aprobación de uso de este cultivo en el marco de la Unión Europea, tarea nada fácil, ya que hasta 2019 sólo el maíz Mon810 ha sido el único transgénico admitido en esta región. Dicho maíz tiene una limitada extensión en los países de la Unión. Igualmente, los agricultores no tienen una información muy detallada de estos cultivos y usualmente rechazan su uso.

Es por eso que un grupo de investigadores belgas (Steur Hans et al 2019) realizaron una encuesta nacionalmente, la cual arrojó que más de un 50% de los agricultores a los que se les envió un cuestionario sobre la introducción de papa resistente al tizón tardío estuvieron de acuerdo en este desarrollo. De hecho, quedó demostrado el potencial que representa este cultivo en el marco de la agricultura europea.

Desde 2011 los agricultores británicos han estado esperando por la aprobación de esta variedad de papa resistente al tizón tardío. Probablemente con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las autoridades británicas puedan decidir finalmente comenzar a cultivar este tipo de papa.

 Fuentes

Anon. Metalaxil. Terralia. https://www.terralia.com/vademecum_de_productos_fitosanitarios_y_nutricionales/view_composition?book_id=1&composition_id=542

Connor Steve. 2011. GM potatoes heading to a store near you. Independent, 2 november. https://www.independent.co.uk/news/science/gm-potatoes-heading-to-a-store-near-you-6255950.html

De Steur Hans, J. Van Loo Ellen, Maes Jasmien, Gheysen Godelieve y Verbeke Wim. 2019. Farmers’ Willingness to Adopt Late Blight-Resistant Genetically Modified Potatoes. Agronomy, 9, 280. doi:10.3390/agronomy9060280

McGrath Matt. 2014. Genetically modified potatoes ‘resist late blight’. BBC news, Science & Environment, 17 febr. https://www.bbc.com/news/science-environment-26189722

van ’t Hoog Arno. 2016. Resistant potato awaits approval. European Seed, vol 3 issue 1. https://european-seed.com/2016/03/resistant-potato-awaits-approval/

 

Escrito por Ricardo Labrada, 6 marzo de 2019

 

Científicos descubren gen que mejora los rendimientos y la eficiencia del uso de los fertilizantes en el arroz

Ahijamiento arroz

Investigadores de la Universidad de Oxford y de la Academia de Ciencias de China han descubierto un nuevo gen que mejora el rendimiento y la eficiencia del uso de los fertilizantes en el arroz. Durante la llamada Revolución Verde, se desarrollaron las variedades enanas de arroz, la cuales aún se cultivan y aumentaron el uso de fertilizantes.

El número de ramas portadoras de granos, lo que se llama el ahijamiento, por planta aumentaron con esas variedades y se potencia elevando el uso de fertilizantes nitrogenados, lo cual encarece la producción y conlleva daños de carácter ambiental. Los estudios liderados por el Profesor Xiangdong Fu del Instituto de Genética y Biología de Desarrollo de la Academia de Ciencias de China y por el Profesor Nicholas Harbers del Departamento de Ciencia Vegetal de la Universidad de Oxford condujeron al descubrimiento de un gen que puede ayudar a mejorar la producción con un consumo inferior de fertilizantes.

El estudio identificó un gen en el arroz que responder al nitrógeno, elevando la acumulación de la proteína llamada NGR5 en las células de la planta. Esta acumulación inducida del nitrógeno altera la estructura de los genes que inhiben el ahijamiento del arroz, lo que provoca un incremento de hijos productivos. El ahijamiento se eleva también a causa de DELLA, que es otra proteína promotora de este proceso y cuya acumulación se reduce bajo la acción de la hormona giberelina (GA). El estudio encontró que la GA también reduce la acumulación de NGR5 y que el crecimiento de los hijos es productor de un complejo de interacciones entre NGR5 y las proteínas DELLA.

Más detalles se pueden encontrar en University of Oxford News & Events

Cada día más cerca de lograr cereales fijadores de nitrógeno

Golden wheat field, landscape of agricultural grain crops and sunset sky, panoramic vista

Lograr que los cereales fijen el nitrógeno tal como lo hacen las plantas leguminosas sería un extraordinario logro para el desarrollo de una agricultura sostenible. Según informa el Dr. Christopher Voigt, líder del grupo de investigaciones del Instituto de Tecnología de Masschusetts (MIT), a eso se podrá llegar dentro de un tiempo.

A tales efectos los investigadores han focalizado genes específicos en las bacterias fijadoras de nitrógeno, las mismas que funcionan simbióticamente con las leguminosas.

Los llamados genes nif son la causa de la expresión de estructuras proteicas, las ramas nitrogenasa, que fijan el nitrógeno del aire. La vía de fijación del nitrógeno por los genes nif es sumamente larga, por lo que otros genes también están involucrados. No es tarea fácil transferir un gran racimo de genes, aparte que se necesitaría replicar los componentes celulares responsables de controlar esta ruta.

Es por eso que ese reto es inabordable, pero abre otro no menos fácil. Los microorganismos responsables de la fijación del nitrógeno en las leguminosas son bacterias (procariotas), mientras que la expresión genética  es completamente diferente en plantas, las que son eucariotas.

A manera de recordatorio, la principal diferencia radica en que en los Procariotas el material genético no está separado del citoplasma y en los Eucariotas se presenta organizado en cromosomas rodeados por una membrana que los separa del citoplasma.

La reingeniería de la vía nif en una eucariota equivale a una revisión completa del sistema. Los investigadores del MIT encontraron una solución alternativa y orgánulos específicos dentro de la célula, específicamente los cloroplastos y las mitocondrias. Luego, este equipo de investigadores diseñó un sistema de liberación de genes de nitrógenasa usando levadura. Insertaron los genes de nitrógenasa en los núcleos de levadura, que luego focalizan las mitocondrias mediante fusiones de péptidos, lo que resultó en el primer organismo eucariota para demostrar la formación de proteínas estructurales de nitrógenasa.

 Esta investigación obtuvo resultados innovadores, lo cual arrojó una aproximación a un futuro sin necesidad de uso de fertilizantes nitrogenados en cereales. Los investigadores avanzaron en la focalización de las nitrogenasas a las mitocondrias y fueron capaces de expresar un tetrámero NifDK completo- proteína clave en la ramificación de las nitrogenasas- en las mitocondrias de levadura. A pesar de estos hitos, aún queda mucho trabajo por realizar.

Más información estás disponible en MIT News.

 

Importancia funcional del FLN2 en la tolerancia del arroz a la salinidad

Arroz en placa.jpg

Científicos del Instituto Nacional de Investigaciones del Arroz en China han informado que el FLN2, un gen que codifica la proteína tipo fructoquinasa2, influye en el metabolismo de los carbohidratos así como en la respuesta de la planta de arroz al estrés por salinidad.

Los resultados de este estudio, disponibles en la publicación Biomolecules, describe que líneas de arroz japónica mutagenizadas fueron cultivadas en condiciones de alta salinidad para precisar los genes necesarios para la expresión de la tolerancia a esta situación adversa. Algunas líneas mutantes con FLN2 mostraron susceptibilidad al estrés de salinidad. Las líneas salvajes de arroz expuestas al estrés de salinidad mostraron FLN2 regulado por aumento, mientras que las líneas generadas por CRISPR-Cas9* con FLN2 disfuncional exhibieron hipersensibilidad al estrés de salinidad.

En lo referido al metabolismo de carbohidratos, se observó que tanto la actividad de la ribulosa 1,5-bisfosfato carboxilasa/oxigenasa como la abundancia de la transcripción generada por una serie de genes que codifican los componentes de la síntesis de sacarosa fueron menores en las líneas generadas por CRISPR-Cas9 que en las hojas de las plantas silvestres, mientras que el contenido de sacarosa de la hoja y raíz, respectivamente, aumentaron y disminuyeron notablemente.

La observación de que varios genes involucrados en el transporte de carbono estaban regulados negativamente tanto en la hoja como en la vaina de la hoja confirmó que el reparto de carbohidratos en las raíces se vio afectado en las plantas susceptibles con FLN2. Los niveles de la sacarosa sintasa, la invertasa ácida y la actividad de la invertasa neutral fueron claramente más bajos en las raíces de las plantas susceptibles que en las  silvestres, particularmente cuando las plantas estuvieron expuestas al estrés de salinidad. La tolerancia a la salinidad comprometida exhibida por las plantas knockout de FLN2 fue probablemente una consecuencia del suministro inadecuado del asimilado requerido para apoyar el crecimiento, un problema rectificable al proporcionar un suministro exógeno de sacarosa.

La conclusión fue que FLN2, debido a su influencia sobre el metabolismo de los carbohidratos, es importante en el contexto del crecimiento de las plántulas y la respuesta de la planta de arroz al estrés por salinidad.

* Secuencias que contienen fragmentos de ADN de virus, que sirven para cambiar efectiva y 
específicamente los genes dentro de los organismos

 

Los ensayos de campo muestran plantas de papa transgénica resistente al tizón tardío

campo de papa.jpg

La última etapa de las pruebas de campo realizadas por el Laboratorio Sainsbury para obtener papa genéticamente modificada (GM) con calidad mejorada de tubérculos y resistencia a la devastadora enfermedad del tizón tardío ha progresado con éxito. Los ensayos de campo se realizaron después de experimentos de laboratorio para modificar las papas Maris Piper con genes de resistencia al tizón tardío de Solanum americanum y S. venturii, parientes silvestres de la papa.

Para mejorar la calidad del tubérculo, las líneas modificadas de Maris Piper también tienen genes desactivados o «silenciados», para reducir el ennegrecimiento por hematomas y evitar el endulzamiento inducido por el frío, la acumulación de azúcares reductores durante el almacenamiento en frío que causa ennegrecimiento cuando las papas se cocinan a altas temperaturas. El Laboratorio de Sainsbury recibió permiso a principios de este año por DEFRA para continuar con tres años de ensayos de campo en condiciones controladas.

«Hemos identificado una planta que se ve bien en términos de rendimiento, comparable al tipo salvaje de Maris Piper, pero con todos los beneficios de la resistencia al tizón, reducción de hematomas y niveles más bajos de azúcares reductores«, dice el profesor Jonathan Jones del Laboratorio Sainsbury. Agregó que lo realmente interesantre de este ensayo es que la nueva línea también muestra resistencia al tizón del tubérculo, ya que el mismo patógeno que causa el tizón tardío puede entrar en los tubérculos y pudrirlos. Esto reducirá las pérdidas de almacenamiento para los productores de papa.

Para más detalles, leer en The Sainsbury Laboratory.

Los científicos descubren cómo el sorgo controla el genoma para sobrevivir a la sequía

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Un nuevo estudio dirigido por científicos de la Universidad de California en Berkeley revela cómo las plantas de sorgo controlan su genoma, activando y desactivando algunos genes al primer síntoma de escasez de agua, y nuevamente cuando el agua regresa, para sobrevivir cuando su entorno se vuelve áspero y árido.

 Un conjunto de datos masivo de 400 muestras de plantas de sorgo, cultivadas durante 17 semanas en campos abiertos en el Valle Central de California, mostró que el sorgo modula la expresión de un total de 10,727 genes, o más del 40% de su genoma, en respuesta al estrés por sequía.

Muchos de estos cambios ocurren dentro de una semana después de que la planta pierde un riego semanal o después de que se riega por primera vez después de semanas sin riego. «El sorgo es realmente tolerante a la sequía, y si aprendemos cómo logra serlo, entonces quizás podamos ayudar a otras plantas a sobrevivir de la misma manera», dijo Peggy Lemaux, especialista en extensión cooperativa de la Universidad de California, Berkeley, Departamento de Biología Vegetal y Microbiana y co-autor del artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Para más detalles, ver Berkeley News

Los científicos investigan los nódulos y raíces laterales de las plantas como otro paso para el desarrollo de la autofertilización de los cultivos

Lateral roots and nodulation.png

Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge han recientemente publicado resultados de sus estudios sobre los nódulos y las raíces laterales de las plantas, ya que se considera que ambos órganos comparten rutas de desarrollo superpuestas a pesar de la inducción diferencial. Tales hallazgos podrían contribuir a la investigación y el desarrollo de cultivos que se autofertilicen.

El equipo de investigaciones deseaba probar que la antigua teoría de que los pasos del desarrollo de las raíces laterales y los nódulos de una planta son compartidos. Su trabajo también buscó descifrar las comunicaciones simbióticas que se producen entre las plantas y las bacterias rizobianas al convertir el nitrógeno de la atmósfera en amonio para el crecimiento de la planta.

El análisis microscópico y de expresión del gen se utilizaron para rastrear el desarrollo celular y cómo las hormonas desempeñaron un papel en las primeras etapas de la formación de raíces laterales y nódulos. Los hallazgos del equipo incluyeron cómo los nódulos fijadores de nitrógeno y las raíces laterales de una planta crecen de la misma manera utilizando el mismo programa, lo que respaldaría el hecho de que una parte importante de la maquinaria necesaria para formar nódulos también está presente en las plantas que no producen nódulos.

Otro hallazgo fue que la acumulación de la hormona vegetal auxina está presente tanto en el desarrollo de la raíz lateral como del nódulo. Sin embargo, su activación difiere en las dos partes de la planta, ya que la activación de auxina en los nódulos implica una segunda hormona vegetal, la citoquinina. Una investigación adicional descubrió que la citoquinina junto con una proteína clave que actúa como un regulador maestro, llamado NIN, controlan el inicio de los nódulos. NIN es una pieza clave en las plantas de leguminosas, ya que permite la formación de nódulos mediante la activación de la organogénesis de la raíz lateral.

Con tales resultados, los investigadores estiman que los estudios adicionales deberían centrarse en el proceso de la planta de cómo se producen los nódulos, en lugar de tener que ingeniar un programa completo de desarrollo de nódulos. Sus hallazgos respaldan que muchos procesos involucrados en la nodulación son más comunes de lo que se pensaba, lo que alienta la esperanza que la ingeniería de la fijación de nitrógeno en otros cultivos sea posible sin tener que sufrir grandes alteraciones en las plantas. Tal desarrollo puede conducir algún día a cultivos que no dependan de fertilizantes químicos para compensar las deficiencias de nitrógeno en el suelo.

 

La información científica completa de esta investigación se puede hallar y leer en Current Biology.

 

 

Arroz resistente al tizón bacteriano desarrollado a través de la edición del genoma

Arroz Xoo.jpg

Xanthomonas oryzae patovar oryzae (Xoo) es el agente causal del tizón bacteriano en el arroz, alimento básico de miles de millones de personas en el mundo. Para combatir esta terrible enfermedad, un grupo de investigaciones del IRRI (Instituto Internacional de Investigaciones en el Arroz) exploraron los genes de Xoo que codifican las proteínas conocidas como Activadores de la Transcripción (TALEs en inglés). Xoo utiliza los TALEs para conectar con los genes SWEET (The Sugars Will Eventually Be Exported Transporters o Transportadores Eventuales de los Azucares) en plantas de arroz, los cuales son necesarios para expresar la susceptibilidad a la enfermedad. Así, cuando los genes  SWEET se expresan,  Xoo toma acceso a los nutrientes en las plantas de arroz.

Los investigadores analizaron 63 cepas de Xoo y encontraron que cada cepa tiene una o más versiones de TALEs.  Cada versión puede activarse al menos en uno de  tres genes SWEET. Para modificar los genes SWEET, los investigadores usaron la herramienta de edición de genoma CRISPR-Cas9, que son familias de secuencias de ADN en las bacterias y que contienen fragmentos de ADN de virus que han atacado a las bacterias, los que la bacteria utiliza para detectar y destruir el ADN de nuevos ataques similares de virus similares, y así poder defenderse eficazmente de ellos. El uso de esas secuencias permitió la edición de los genes SWEET, los que no pueden ser activados por los TALEs bacterianos. Las plantas de arroz con genes editados se revelaron como resistentes al menos a 95 cepas de  Xoo, hallazgos que indican que la edición del genoma podría ser una herramienta efectiva para aumentar la resistencia del arroz a la enfermedad, en particular al tizón bacteriano.

Xoo utiliza estas proteínas para hacer mover los genes SWEET, productores de las moléculas transportadoras de azucares, lo cual da acceso a la bacteria a los nutrientes en las hojas de las plantas.

 

Información tomada de Nature Biotechnology. 6 noviembre de 2019

 

Las plantas transgénicas ocurren en la naturaleza en gran escala

Lo que es válido para la bacteria lo es para el elefante.”
Jacques-Lucien Monod (1910-76, bioquímico francés,
Premio Nobel  de Fisiología o Medicina en 1965)

 

Agrobacterium

Según una publicación aparecida en la revista Plant Molecular Biology, se ha visto que la transferencia horizontal del gen mediante Agrobacterium ocurre en 39 plantas dicotiledóneas.

La transferencia de gen por medio de Agrobacterium suele causar la formación de agallas en la corona o pelillos en las raíces debido a la expresión de la transferencia de genes ADN (T-ADN). Cuando las células transformadas regeneran naturalmente, los transformantes que portan la T-ADN celular se desarrollan. Este tipo de transferencia horizontal de genes puede contribuir a la evolución de las plantas. Sin embargo, no hay aún evidencia concreta para generalizar acerca del papel de las bacterias en la evolución de las plantas.

Investigadores de la Universidad Estatal de St Peterburgo en Rusia y del Institut de Biologie Moléculaire des Plantes en Francia realizaron estudios para encontrar genes similares de T-ADN en los genomas de monocotiledóneas y dicotiledóneas. Al final encontraron que que los T-ADN se hallaban en 23 de las 275 plantas dicots. Investigadas, entre ellos plantas de los géneros Eutrema, Arachis, Nissolia, Quillaja, Euphorbia, Parasponia, Trema, Humulus, Psidium, Eugenia, Juglans, Azadirachta, Silene, Dianthus, Vaccinium, Camellia, y Cuscuta, además de 16 especies más que son naturalmente transgénicas. En el caso de las monocots., las secuencias de T-ADN se hallaron en plantas de ñame y banano.

Los transgénicos identificados naturalmente podrían ayudar en las investigaciones futuras acerca de la función de los genes derivados de Agrobacterium en la evolución de las plantas.

Para más información, remitirse a:

Matveeva Tatiana V. & Otten L. 2019. Widespread occurrence of natural genetic transformation of plants by Agrobacterium. Plant Molecular Biology, Sept. https://doi.org/10.1007/s11103-019-00913-y

 

¿Roedores salvajes para la alimentación?

Los roedores como Orden contienen varios géneros y especies, aunque al ser humano cuando le hablan de estos animales, súbitamente piensa en las ratas y ratones, cuyos hábitos de alimentación difieren mucho de otros roedores conocidos, como son los casos de la liebre y el conejo, por solo citar dos de las especies más conocidas o utilizadas para la alimentación.

Sin embargo, creo entender que cuando se ha hablado de posibilidades de alimentación, se esté sugiriendo a especies de la familia Capromuidae, muy extendidas en Cuba, algunas en peligro de extinción, y también de los agoutís de la familia Dasyproctidae, que el que suscribe pensaba que eran oriundas de África, donde las había visto con frecuencia, en áreas agrícolas y baldías de África Occidental, donde son muy consumidas por la población.

Así que hablar de ratas sobre estos animales no es correcto, eso a pesar de tener algunas similitudes al pertenecer al mismo Orden de animales. Tanto las jutías como los agoutís consumen productos vegetales. Los agoutis acopian algunos de estos alimentos. Las jutías tienen hábitos nocturnos, no así siempre los agoutis. Estas especies pueden alcanzar 2 y más kg de peso.

Las jutías no son animales fáciles de criar, su agresividad aumenta cuando se hallan en cautiverio. Su período de gestación es de 4 meses y suelen dar hasta cuatro crías en un parto. Así que se puede deducir que probablemente pueden procrear un par de veces al año. Las jutías viven en los árboles y cuando viene el período lluvioso, se hace difícil verlas. Hay un total de 20 especies, las más importantes en Cuba aparecen a continuación.

Capromyidae
Subfamilia Capromyinae
Capromys pilorides pilorides* (Say, 1822) Jutía Conga (Isla de Cuba)
Capromys pilorides relictus* G. M. Allen, 1911 Jutía Conga (Norte de la Isla de la Juventud)
Capromys pilorides doce leguas * Varona, 1980 Jutía Conga (Archipiélago Jardines de la Reina)
Capromys pilorides gundlachianus* Varona, 1983 Jutía Conga (Cayos al Norte de Cárdenas y Matanzas)
Capromys pilorides ciprianoi* Borroto, Camacho y Ramos, 1992 Jutía Conga (Sur de Isla de la Juventud)
Mesocapromys angelcabrerai** (Varona, 1979) Jutía de Cabrera
Mesocapromys auritus** (Varona, 1970) Jutía Rata
Mesocapromys nanus** (G. M. Allen, 1917) Jutía Enana
Mesocapromys sanfelipensis** (Varona en Varona y Garrido, 1970) Jutiíta de Tierra
Mysateles melanurus** (Poey en Peters [1865]) Jutía Andaraz
Mysateles prehensilis gundlachi* (Chapman, 1901) Jutía Carabalí (Norte de la Isla de la Juventud)
Mysateles prehensilis meridionalis* (Varona, 1986) Jutía Carabalí (Sur de la Isla de la Juventud)
Mysateles prehensilis prehensilis* (Poeppig, 1824) Jutía Carabalí (Isla de Cuba)

Información del Centro Nacional de Biodiversidad, Cuba, https://web.archive.org/web/20091219212128/http://www.ecosis.cu/cenbio/biodiversidadcuba/fauna/mammalia.htm

Jutía conga, especie en extinción

Jutía conga, especie en extinción

En el caso de los agoutís del género Dasyproctas son oriundos de América Central, México y las Antillas. En Cuba existen y, al parecer, fueron introducidos. En África Occidental también se halla una especie, oriunda de esos lares, como es el caso de la gran rata de la caña Thryonomys swinderianus, muy consumida por las poblaciones de esos países. Estos roedores se parecen a los llamados conejillos de indias, pero sus patas son más largas. El peso de los agoutis puede ser de hasta 6 kg y una longitud de 76 cm. Su gestación dura tres meses y paren 2-3 crías como promedio. Sus hábitos son diurnos, pero pueden igualmente comportarse como nocturnos. En México les llaman sereque; en Panamá, ñeque; y en Ecuador, guatusa. Las especies más importantes aparecen a continuación:

  • Dasyprocta azarae Agouti de Azara
  • Dasyprocta fuliginosa  Agouti negra
  • Dasyprocta prymnolopha    Agouti oscura
  • Dasyprocta punctata   Agouti centroamericana
  • Dasyprocta coibae      Agoutí coiba
  • Dasyprocta cristata     Agoutí crestado
  • Dasyprocta kalinowskii.    Agoutí Kalinowski
  • Dasyprocta mexicana Agoutí mexicana
  • Dasyprocta guamara Agoutí del Orinoco
  •  Dasyprocta leporina  Agoutí de ancas rojas
  •  Dasyprocta ruatanica Agoutí de la Isla Roatán

Central American agouti (Dasyprocta punctata)

Dasyprocta punctata

Criar animales salvajes, adaptados a vivir libremente en ambientes naturales, no es tarea fácil  y mucho menos pretender alimentar a las grandes poblaciones necesitadas. El agoutí como la jutía es una delicadeza, algo que no se puede consumir regularmente,  pues no hay cómo, aparte que una cacería desproporcionada de estas especies concluiría con su extinción irremediable.

El confinamiento de animales salvajes puede conllevar a la generación de problemas de enfermedades difíciles de controlar, lo que al final se traduciría en pérdida de recursos y no lograr producir lo requerido. Por lo tanto, la cría de tales animales no sería nunca sostenible. Mejor orientar los esfuerzos a la producción animal habitual por los agricultores pequeños o medianos, con el debido suministro de insumos a precios asequibles, incluido los servicios veterinarios y asesoría en cuanto a plantas factibles de cultivar, y que generen buena parte del alimento requerido para esa producción animal.

 

 

Escrito por Ricardo Labrada, 19 abril de 2019, con información consultada en línea

La interrupción de un pequeño ARN no codificante conduce a un mejor rendimiento del arroz

La manipulación genética es la modificación de la información
y el caudal genético de un individuo para su mejora
.”

Arroz en lab.jpg

Estudios previos han mostrado que el micro ARN miR396 previene la función de los Factores Reguladores del Crecimiento (FRC), y ayuda a regular los rendimientos del arroz y la asimilación del nitrógeno. Cuando el miR396 se sobreexpresa, este influye sobre los FRC4 y FRC6, lo cual mejora los rendimientos del arroz. Los científicos de la Academia de Ciencias de China usaron el sistema CRISP-Cas9 para evaluar más funciones del miR396 en arroz.

El sistema CRISPR-Cas9 es una innovación de fitomejoramiento que utiliza nucleasas dirigidas al sitio para apuntar y modificar el ADN con gran precisión. Desarrollado en 2012 por científicos de la Universidad de California, Berkeley, CRISPR-Cas9 ha recibido mucha atención en los últimos años debido a su gama de aplicaciones, que incluyen investigación biológica, mejoramiento y desarrollo de cultivos y animales agrícolas, y aplicaciones de salud humana. Estas incluyen silenciamiento génico, edición del gen CRISPR-Cas9 sin ADN, reparación dirigida por homología HDR), y silenciamiento genético transitorio o represión transcripcional (CRISPRi). CRISPR, o repeticiones palindrómicas cortas agrupadas regularmente introespaciadas, es una parte integral de un sistema de defensa bacteriano, también es la base del sistema CRISPR-Cas9.

Al dejar disfuncional el MIR396ef se mejora el tamaño del grano de arroz y la ramificación de la panícula, lo que se traduce en un aumento de los rendimientos. Cuando las plantas mutantes de arroz fueron cultivadas en condiciones con deficiencia de nitrógeno, el rendimiento del grano fue más alto al igual que el de su masa en general. Los investigadores identificaron al FRC8 como uno de los objetivos del miR396, además de los otros objetivos ya identificados. La interrupción del objetivo miR396 en el FRC8 fue suficiente para mejora el grano de arroz y la elongación de las panículas.

De acuerdo a estos hallazgos, la semilla de arroz y el desarrollo de la panícula son controlados por los modulos de miR396ef-FRC4/6/8-GIF1/2/3, mientras que el  miR396ef son objetivos potenciales de la edición genómica para el desarrollo de mejores variedades de arroz, las que requieren menos fertilización nitrogenada.

 

Información tomada de http://www.isaaa.org/kc/cropbiotechupdate/article/default.asp?ID=17767,           2 octubre de 2019

Cultivos resistentes a la salinidad de los suelos

“Es suficiente introducir los genes deseados en unas pocas células,
las cuales regenerarán en último término una planta completa que
contendrá esos genes en todas sus células.”
Miguel Vicente (periodista de El País, España)

Photo del lab BYU.jpg

Científicos de la Universidad Brigham Young (BYU) en Utah inocularon bacterias tolerantes a la sal con éxito en plantas de alfalfa, progreso que ayuda a revertir la caída de los rendimientos de los cultivos causados ​​por tierras de cultivo cada vez más salinizadas en el mundo.

El equipo de investigación de BYU utilizó bacterias que se encuentran en las raíces de las plantas y que resultan tolerantes a la sal, las que luego fueron inoculadas en plantas de alfalfa. Las bacterias fueron tomadas, molidas y cultivadas en laboratorio. Un total de 40 aislamientos de diferentes bacterias fueron realizados, donde se encontraron algunas resistentes al contenido de sal en agua de océano.  Dos de las bacterias aisladas, a saber Halomonas y Bacillus, podrían estimular el crecimiento de las plantas en presencia de cloruro de sodio (sal) al 1%, un nivel que inhibe significativamente el crecimiento de plantas no inoculadas.

Se sabe que muchos suelos en el mundo están afectados por problemas de salinización. En muchos casos este problema es provocado por perforaciones para pozos de agua con fines de regadío en campos de cultivo. Se sabe que amplias extensiones de suelo padecen de este mal en el Medio Oriente, China, Australia, el suroeste de los EE.UU., e incluso en el Caribe, por lo que un desarrollo de este tipo puede posibilitar cultivos en áreas actualmente abandonadas y no cultivadas.

 

Información tomada de https://lifesciences.byu.edu/byu-scientists-discover-way-to-make-crops-grow-in-salt-damaged-soil. La publicación de este desarrollo apareció también en Frontiers in Microbiology

Los genes saltarines del tomate pueden ayudar al desarrollo de cultivos resistentes a la sequía

Antes pensábamos que nuestro futuro estaba en las estrellas.
Ahora sabemos que está en nuestros genes
”.
James Dewey Watson (1928, biólogo estadounidense, Nobel
de Medicina en 1962)

tomate

Investigadores del Laboratorio Sainsbury de la Universidad de Cambridge (SLCU) y el Departamento de Ciencias de las Plantas han descubierto que el estrés por sequía puede estimular la actividad de una familia de los llamados genes saltarines (retrotransposones jinetes), los que anteriormente han contribuido a mejorar la forma y el color de la fruta en los tomates. La investigación reveló que la familia de estos “jinetes” también está presente y activa en otras plantas como la colza, la remolacha y la quinua.

Los transposones o genes saltarines son fragmentos móviles de ADN codificado que se copian y se reubican en nuevas posiciones dentro del genoma. Los mismos fueron descubiertos por la científica ganadora del Premio Nobel Barbara McClintock en la década de 1940, pero solo ahora los científicos han advertido que los transposones son importantes al jugar un papel importante en el proceso evolutivo y en la alteración de la expresión genética y en las características físicas de las plantas.

Este descubrimiento trae una fuente potencial de nuevas variaciones de rasgos que podrían ayudar a las plantas resistir mejor las adversidades generadas por el cambio climático. La identificación de la actividad del “jinete” desencadenado por la sequía, sugiere la creación nuevas redes reguladoras de genes que ayudarían a la planta a responder a la sequía. Esto también significa que el “jinete” podría ayudar a desarrollar cultivos que se adapten mejor al estrés por sequía, ya que les proporcionaría genes de respuesta a la sequía en otros cultivos.

Información tomada de https://www.cam.ac.uk/research/news/harnessing-tomato-jumping-genes-could-help-speed-breed-drought-resistant-crops

 

Biólogos de la Universidad de Utrecht descubren una vía para dotar de resistencia a las plantas en caso de inundaciones

No podemos comprender ni imaginar la belleza ilimitada
que nos revelará el futuro gracias a la Ciencia
.”
Isaac Asimov (1920-1992, escritor y prof. Bioquímica Univ. Boston)

Plantas impermeabilizadas.jpg

El calentamiento global ha provocado efectos variados, por un lado más sequía y olas de calor, por otro un aumento exagerado de las precipitaciones, y con ello inundaciones en zonas urbanas y agrícolas, estas últimas afectando seriamente los cultivos y las cosechas. Las plantas necesitan oxígeno para sobrevivir y la falta de este elemento bajo el agua hace que se asfixien. El devastador impacto agrícola de las inundaciones es, por lo tanto, tan inmenso como otros fenómenos meteorológicos extremos, como la sequía. Por ejemplo, la inundación de un campo de papa puede causar una pérdida total de rendimiento en solo 24 horas.

Un grupo de científicos de la Universidad de Utrecht han descubierto cómo algunas plantas detectan rápidamente el efecto de inundación y cómo las mismas inician procesos que evitan que se ahoguen.

Los científicos descubrieron que las plantas usan la hormona gaseosa etileno como señal para desencadenar reacciones de supervivencia bajo el agua. Según el estudio, la acumulación de etileno en las plantas inundadas desencadena una respuesta de supervivencia en una etapa temprana, incluso antes de que bajen los niveles de oxígeno. Sjon Hartman, un fitobiólogo del grupo de Ecocfisiología vegetal de la Universidad de Utrecht dijo: “Una planta que entra en modo de supervivencia temprano puede durar más tiempo bajo el agua y eso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”. Otros investigadores como Dr. Rashmi Sasidharan  y el Prof. Rens Voesenek dijeron que su descubrimiento tiene un enorme potencial para el desarrollo de plantas tolerantes a la inundación. Ellos añadieron: «Ahora que conocemos los genes asociados con la supervivencia a la inundación, podemos introducir los mismos en aquellas plantas que los carecen y de esa manera programarlas de manera que no sufran por las inundaciones”.   Por lo tanto, es absolutamente esencial comprender los mecanismos de resiliencia de las plantas para avanzar hacia cultivos resistentes a las inundaciones. La identificación de este mecanismo de señalización y los genes involucrados pueden allanar el camino hacia cultivos resistentes a las inundaciones que puedan mantener los rendimientos incluso en condiciones estresantes. Esto puede marcar una gran diferencia con respecto a la seguridad alimentaria y la mitigación de grandes pérdidas económicas.

Noticia tomada de: Utrecht biologists uncover a way to waterproof plants.
https://www.uu.nl/en/news/utrecht-biologists-uncover-a-way-to-waterproof-plants, 2019

Las plantas parásitas roban material genético de sus hospedantes

El desarrollo de condiciones favorables para la germinación, el contacto
o adherencia del parásito y la penetración son facilitadas por sistemas
 elegantes de comunicación química entre el hospedante y el parásito.”
Erika Maass, Universidad de Namibia

Cuscuta europaea

Cuscuta europaea

Investigadores del Estado Penn, Virginia Tech, y de la Universidad de Kennesaw en EE.UU. descubrieron que las plantas parásitas roban genes de sus hospedantes y los usan eficientemente para absorber nutrientes de los mismos. Este hallazgo se logró en un estudio con plantas de Cuscuta, donde se evidenció la enorme cantidad de material genético robado a las hospedantes, que incluye más de cien genes funcionales, los que contribuyen a dotar de habilidad a la parásita para poder fijarse a los tejidos de la hospedante y tomar los nutrientes requeridos.

Las parásitas aéreas como las del género Cuscuta, después de la primera semana de vida, no son capaces de vivir independientemente, por lo que la fijación de los haustorios a las plantas hospedantes es una necesidad para su supervivencia. Usualmente Cuscuta spp suelen enrollar a la hospedera y crecen en su tejido vascular. Las hospederas de estas parásitas aéreas son las plantas más variadas, desde cultivables, entre ellas varias hortícolas, hasta otras silvestres.

La investigación identificó 108 genes que fueron incluidos en el genoma de Cuscuta a través de una transferencia horizontal de genes, los cuales aparecen como funcionales en la parásita y le ayudan a estructurar sus haustorios, asegurar sus respuestas defensivas y su metabolismo de aminoácidos. Uno de los genes robados produce micro ARN, que es regresado a la hospedante y actúa como arma genética para sofocar los genes de defensa de la hospedante. Dieciocho de los 108 genes fueron encontrados en varias especies de Cuscuta, lo que puede implicar que estos genes fueron robados por una forma ancestral de Cuscuta y eventualmente retenida por las especies existentes en la actualidad.

Los estudios continúan y se quiere ver si el material genético transferido a Cuscuta es un movimiento en una sola dirección o si la planta hospedera puede también adquirir genes propios de la parásita.

La breve información aquí ofrecida es un extracto de artículos publicados por el Colegio Eberly de Ciencias de la Penn State, aparecidos en “Nature plants”.

Fuente

Anon. 2019. Parasitic Plants Get a Boost from Stolen Genes.  Crop Biotech Update, Aug. 19.

Escrito por Ricardo Labrada, 19 agosto de 2019

El arroz maleza, terrible plaga en los arrozales de muchos países del mundo

Había aprendido del campo una cosa: que la
mejor  tierra no se ve porque la cubre la maleza
.”
Juan Bosch (escritor y ex-presidente de la
República Dominicana)

arroz-maleza

Pudiera parecer un tema recurrente para muchos agrónomos, pues no es así, lo que aquí se describe no es lamentablemente del dominio de muchos dedicados a la agricultura, incluso muchos agricultores creen que la maleza, de la que se hablará, es una planta de arroz enferma e inevitable en los arrozales.

Especies de Oryza

El relato es sobre el arroz, cuyo género es Oryza, el cual incluye 21 especies, algunas diploides y otras tetraploides, además de ocho genomas. La distribución de estas especies es variable. En el hemisferio occidental abundan O. latifolia, O. alta, O. grandiglumis y O. glumaepatula; en África: la perenne O. longistaminata, y O. barthi, O. brachyantha y O. eichingeri, mientras que en Asia y el Pacífico, las más comunes son O. rufipogon y O. nivara.

Las especies cultivables son Oryza sativa y O. glaberrrima, ambas diploides, las que suelen ser acompañadas por las salvajes O. longistaminata, O. barthi en África, O. latifolia y O. glumaepatula en algunos países del hemisferio occidental; la perenne O. rufipogon y la anual O. nivara en Asia, las que también han sido introducidas en otras regiones del mundo.

En áreas templadas, al arroz maleza se le identifica como Oryza sativa f. spontanea, p. ej. en Italia (Ferrero 2003).

En América tropical el complejo de arroz maleza es ampliamente diverso y aparentemente compuesto por numerosas especies de Oryza, entre ellas anuales y diploides, genoma AA, usualmente con rasgos salvajes, o sea de mayor altura, semillas aristadas con pericarpio rojo y con tendencia a romperse, de grado variable de compatibilidad sexual y floración que superpone al del cultivo en diferentes ambientes.

Origen del arroz maleza

¿Qué es el arroz maleza, también conocido como weedy rice en países anglohablantes? Se trata de un producto de la hibridación natural entre el arroz cultivable y las variedades salvajes compatibles, las que han evolucionado a partir de la domesticación de las especies de arroz salvaje.

Mapa de la distribución actual de O. rufipogon y O. nivara en Asia

Mapa de la distribución actual de O. rufipogon y O. nivara en Asia.

Es bueno aclarar que no se debe confundir arroz maleza con arroz salvaje. El arroz maleza surge de la hibridación mencionada, y no es otra cosa que una variación de la especie cultivable de arroz (O. sativa), mientras que las especies de arroz salvaje son especies de Oryza diferentes a O. sativa.

El arroz maleza se diferencia en muchos aspectos del arroz cultivable, por ejemplo su pericarpio casi siempre rojo. La maleza es fenotípica y genotípicamente diversa y mutable.

El fenómeno de hibridación obviamente tuvo lugar inicialmente en países de Asia, de donde se importó mucha semilla de arroz cultivable ya infestada con semillas de arroz maleza.

Su mayor incidencia se observó en arroz de siembra directa y muy poco en arroz trasplantado. Con la reducción de la fuerza laboral para la agricultura en las décadas de los 70 y 80, sobre todo en Asia, la siembra directa se expandió enormemente en países como Malasia, Tailandia, Vietnam, Filipinas, India y Sri Lanka, por lo que el arroz maleza, ya entonces incidente en el hemisferio occidental, comenzó a elevar sus niveles de infestación y a provocar problemas de reducción de rendimientos en cantidad y calidad del arroz.

En los países del hemisferio occidental el arroz fue importado desde el Asia. Partidas de arroz contaminado con semillas de otras especies de Oryza salvajes llegaron a EE.UU. a mediados del siglo XIX, y de aquí se transfirieron variedades igualmente contaminadas a otros países de América Latina. Como en estas áreas se ha practicado desde hace décadas la siembra directa, el arroz maleza fue problema mucho antes que en Asia. Igualmente la mecanización del arroz contribuyó a la diseminación de las semillas de arroz maleza, así como distribución por vía animal.

La hibridación del arroz puede tener lugar mediante cruces manuales, donde O. sativa cultivable se usa como ente masculino (donante de polen) y el arroz maleza (también O. sativa) como ente femenino y recipiente del polen. Una hibridación baja se observa cuando se cambian los roles de donante y receptor, lo que sugiere un flujo de genes más alto del arroz cultivable al arroz maleza. Este proceso de hibridación durante años puede elevarse en condiciones de clima tropical al no existir rotación de cultivos y plantarse el arroz continuamente en un mismo terreno. Esta hibridación suele arrojar una alta diversidad de arroz maleza.

Las características principales del arroz maleza son las de crecer más rápido que el arroz cultivable, sincroniza su ciclo de vida con el del arroz cultivable, usa mejor el nitrógeno disponible en el suelo, tiene una alta producción de hijos y panículas, lo que se traduce en un aumento de la biomasa. El arroz maleza suele desgranarse antes que el arroz cultivable y resiste mejor condiciones de sequía. Su producción de semillas es alta, cuya latencia en suelo es prolongada.

Debido al color del pericarpio, muchos llaman arroz rojo al arroz maleza. No obstante, los colores pueden ser variables, como marrón, verde claro, negro y hasta blanco, lo que demuestra que las variedades modernas han sido responsables del flujo de genes a especies salvajes de arroz.  Existe el criterio generalizado en que el color del pericarpio define claramente al arroz maleza como forma co-específica del arroz cultivable. En Malasia se conoce que el arroz maleza tiene tres orígenes distintos: Oryza rufipogon, arroz cultivable de pericarpio blanco y pericarpio rojo (Cui et al 2016).

Causas de la abundancia de la maleza

La abundancia del arroz maleza en los campos de arroz es frecuentemente resultado del uso repetido de semillas guardadas por el agricultor, las que no siempre resultan ser las más apropiadas, ya que por lo general presentan elevada contaminación de semillas de arroz maleza. A este problema hay que sumar el hecho de que usualmente no existe rotación de cultivo, es siembra de arroz tras arroz, lo que exacerba el problema de arroz maleza en los campos. Por eso, una medida indispensable para reducir las poblaciones de arroz maleza es el uso de semillas de arroz cultivable limpias y sin presencia de su similar maleza.

Las semillas de arroz maleza pueden distribuirse a través de las máquinas combinadas y los implementos, por lo que la limpieza de estos equipos es una necesidad, sobre todo cuando vienen de campos infestados de la maleza. También esta planta puede aparecer en los bordes de los canales de irrigación y ser transportadas de un campo a otro con las corrientes de agua. Aquí la medida es la remoción temprana de la maleza.

Medidas de control del arroz maleza

La mejor forma de combatir al arroz maleza es el saneamiento del área antes de la siembra. Ocurre provocar la germinación/emergencia de la maleza para su remoción mecánica o química. Si este proceso se repite dos veces y se siembra arroz limpio se puede dar por seguro que el rendimiento crecerá a la vez que el arroz vendrá con una mínima contaminación de semillas de la maleza. Aún así es muy probable que aparezca el arroz maleza antes de la cosecha, por lo que su remoción manual es muy indicada, más que todo para continuar reduciendo su banco de semillas en suelo.

En algunas áreas, el método de pre-siembra consiste en la preparación de la tierra en suelos secos, seguido de riego, fangueo, drenaje del campo para nuevas emergencias del arroz maleza, aplicación de un químico de bajo efecto residual en el suelo y efecto en horas sobre la maleza, inundación nuevamente y siembra de arroz sobre una lámina de agua.

En otras áreas, la preparación del terreno comienza con el fangueo, drenaje del campo, aplicación del herbicida arriba indicado, inundación y siembra posterior sobre lámina de agua. En algunas áreas, se procede a la inundación, luego drenaje y se deja el campo por 15 días para dar oportunidad al arroz maleza a emerger, el cual es removido. La operación se vuelve a repetir y se aplica el herbicida oxadiargyl (1.15 l/ha), el campo se vuelve a drenar y dos días después se siembra semilla pre-germinada de arroz.

También ha habido intentos de utilizar arroz resistente a herbicida, de manera que el químico elimine al arroz maleza sin hacer daño al cultivable. El más utilizado ha sido el llamado arroz IMI, conocido comercialmente como Clearfield, obtenido a través de  mutación mediante el bombardeo radioactivo de la planta de arroz cultivable, tecnología antes ya utilizada para lograr variedades de arroz de baja estatura, e igualmente para tolerar los herbicidas de imidazolinona, en este caso el herbicida imazethapyr, nada selectivo al arroz e inhibidor ALS. El herbicida se aplica después de la siembra a 0,375 g / ha en los sistemas de siembra de semillas en surcos, mientras que en los campos sembrados con riego, la inundación se aplica después de la primera aplicación del herbicida, se retira el agua y se permite que las plántulas de arroz se establezcan.

Normalmente una aplicación herbicida es suficiente para reducir sustancialmente la población de arroz maleza, pero los agricultores suelen aplicarlo dos veces y hasta mezclarlo con otros herbicidas como pendimetalina o propanil entre otros.

Los agricultores ignoran muchas veces que el flujo de genes se produce con una frecuencia notable desde el arroz cultivable a sus parientes salvajes, lo que podría provocar consecuencias ecológicas, en este caso resistencia del arroz maleza al herbicida en uso. Todo está en la repetición de uso del herbicida, lo cual pone una presión adversa. Es por ello que no se recomienda usar esta tecnología solo en dos cultivos de arroz consecutivos, algo que tampoco se cumple en muchos casos. En Arkansas, se ha demostrado el cruce entre el arroz IMI y el arroz maleza.  En conclusiones, lo indicado es no usar la tecnología del IMI en solo dos cultivos de arroz consecutivos y así evitar los problemas de resistencia de la maleza.  En la reunión regional sobre este tema, organizada por FAO, en Bangkok (2008), los técnicos de Malasia han optado por volver al trasplante del arroz como medida de reducir las poblaciones de arroz maleza. En este caso el trasplante se realiza mecanizadamente como se hace usualmente en Japón y Corea del Sur, países arroceros no afectados por el problema aquí abordado.

Fuentes

Cohn, M.A. 2002. Seed dormancy in red rice. A balance of logic and luck. Weed Sci., 50: 261-266

Delouche J.C, Burgos N.R, Gealy D.R, de San Martin G.Z, Labrada R, Larinde M, Rosell C. 2007. Weedy rice – origin, biology, ecology and control. FAO Plant Production and Protection Paper No. 188, p. 144. FAO, Rome.

FAO. 1999. Report of Global Workshop on Red Rice Control. Varadero, Cuba,30 Aug. – 3 Sept. 156 pp (available atwww.fao.org/ag/AGP/AGPP/IPM/Weeds/ download/arroroj.pdf)

Ferrero A. 2003. Weedy rice, biological features and control. In: Adendum of Weed Management for Developing Countries (Labrada, R. ed.). FAO Plant Production and Protection.

Pratepha Preecha. 2009. Pericarp color and haplotype diversity in weedy rice (O. sativa f. spontanea) from Thailand. Pakistan Journal of Biological Sciences 12(15):1075-9.

Schultz, B. 2004. Guidelines help protect Clearfield(available at deltafarmpress.com/mag/farming_guidelines_help_protect/index.html).

Yongxia Cui, Beng Kah Song, Lin-Feng Li, Ya-Ling Li, Zhongyun Huang, Ana L. Caicedo, Yulin Jia, Kenneth M. Olsen. 2016. Little White Lies: Pericarp Color Provides Insights into the Origins and Evolution of Southeast Asian Weedy Rice G3 (Bethesda)  6(12): 4105–4114.

Xing-You Gu, Zong-Xiang Chen, y Michael E. Foley. 2003. Inheritance of Seed Dormancy in Weedy Rice. Crop Sci. 43:835–843 (2003)

 

Escrito por Ricardo Labrada, 27 julio de 2019

Plantas invasoras: Pistia stratiotes L.

Las especies exóticas en un nuevo lugar terminan
desplazando a las especies nativas,  sea por capacidad
competitiva o por la ausencia de enemigos naturales
.”
Dra. Karina Boege Paré, Instituto de Ecología de la
Universidad Nacional Autónoma de México

Pistia stratiotes

Pistia stratiotes

La lechuga de agua (Pistia stratiotes L.) (PIIST), también conocida como repollo de agua, laitue d´eau en países francófonos, y water lettuce en los angloparlantes, es una maleza acuática flotante, importante en los trópicos, cuyo impacto es similar al del jacinto de agua (Eichhornia crassipes), tanto en el medio ambiente como en la economía de los países en cuestión. Incluso estas dos especies suelen competir por espacio en los más diversos cuerpos acuáticos. En África, sin embargo, no fue un problema de malezas hasta hace unas dos décadas y sus infestaciones son producto de la contaminación de los cuerpos de agua y la presencia de desechos orgánicos y residuos de fertilizantes.

El área de origen de PIIST sigue siendo objeto de especulación, siendo muy probablemente de América del Sur. PIIST se extendió ampliamente y en la actualidad se le ha encontrado hasta en países no tropicales, como España, Italia y Croacia. Probablemente la propagación inicial tuvo lugar a través del agua de lastre en barcos de América del Sur, pero hoy día está disponible comercialmente como ornamental para estanques. Es una de las plantas acuáticas más ampliamente distribuidas en el mundo. En algunos países, se ha intentado usar la planta con fines de purificación de aguas, lo cual implica un enorme riesgo de propagación y diseminación.

Se trata de una planta perenne, flotante, estolonífera, monocotiledónea, con largas raíces plumosas, con pequeñas yemas al final de cada estolón. Las hojas son de color verde pálido, superpuestas, en forma de cuña, suculentas, de hasta 10 cm de largo y 5 cm de ancho, cubiertas en ambas superficies con numerosos pelillos finos, formando una roseta de aproximadamente 15 cm de diámetro en un eje del tallo corto. Esta cubierta de pelillos en las hojas atrapa el aire y repele el agua, lo que evita que la planta se vea sumergida por las fuertes lluvias. Las hojas más viejas tienen una hinchazón ovoide conspicua rellena de parénquima esponjoso en la superficie inferior. Las venas prominentes están dispuestas en forma de abanico. La inflorescencia se compone de flores discretas: pequeñas, verdes; rodeada por espátulas tubulares verdes que surgen en el eje de la hoja en el centro del espiral de la hoja. Las frutas son como bayas verdes, viscosas, se rompen irregularmente y contienen 4-12 semillas de color marrón. Las semillas son oblongas, adelgazadas hacia el ápice, de 2-2.5 mm de largo. PIIST generalmente se propaga por medio de sus estolones que se fragmentan  fácilmente. La reproducción también tiene lugar a través de sus semillas.

PIIST es una planta flotante común en represas, lagunas, lagos y también crece en arroz de humedales en áreas tropicales. También se encuentra flotando en agua estancada y, a veces, en las orillas fangosas de los cuerpos acuáticos.

infestación pistia en ecuador

Infestación de Pistia stratiotes en un embalse de Ecuador. Observen que la población de PIIST es aquí superior a la de Eichhornia crassipes. Foto del autor

La planta desarrolla matas densas y sus efectos nocivos son similares a los causados ​​por Eichhornia crassipes e incluyen:

 (a)  una enorme pérdida de agua por evapotranspiración, con el consiguiente impacto negativo en el balance hídrico en regiones enteras

(b) obstruye ríos y canales e interfiere la irrigación de cultivos

(c) interfiere la actividad de las centrales hidroeléctricas

(d) obstaculiza la pesca

(e) obstaculiza la navegación

(f) desplaza a las especies nativas, debido a la modificación de las condiciones ambientales, principalmente debido al agotamiento de oxígeno en el agua y los sedimentos, mayor sedimentación causada por las raíces y excesiva sombra causada por las hojas. Esta planta libera sustancias como el ácido linoleico, ácido gamma-linolenico, y otros ácidos más, los que son capaces de inhibir el crecimiento de microalgas.

(g) afecta indirectamente a la salud humana, ya que proporciona un hábitat adecuado para la reproducción de plagas y vectores de enfermedades. PIIST ocupa hábitats similares a aquellos donde crece Eichhornia crassipes y generalmente es desplazada por este último, pero, a la inversa, el control de Eichhornia crassipes puede provocar un aumento en el número de plantas de PIIST, donde existen poblaciones mixtas.

(h) PIIST, como su similar Eichhornia crassipes, pueden bioacumular metales pesados. De ahí la tentación de usar estas plantas con fines de purificación de aguas, lo cual implica un serio riesgo, como ya se apuntó.

El control de la planta por vía química no es un método viable y sostenible, al igual que su remoción mecánica o manual, por ser métodos que no garantizan un control a largo plazo. La mejor opción está demostrada ser la liberación del insecto Neohydronomous pulchellus, que fuera colectado en América del Sur y arrojó, en cortos períodos de tiempo, reducciones sustanciales de la cobertura de esta especie, en países como Australia, Gana, Costa de Marfil y Zimbabwe.

neohydronomus pulchellus

Neohydronomus pulchellus

Fuentes

Aliotta, G., Monaco P., Pinto G. & Pollio A. 1991. Potential allelochemicals from Pistia stratiotes L  [1991]. http://agris.fao.org/agris-search/search.do?recordID=US9403392.

Labrada R. & Fornasari L. 2002. Management of problematic aquatic weeds in Africa- FAO Efforts and Achievements during the period 1991-2001. FAO, Rome.

Muzafarov, A.M. Shoiakubov, R.Sh. IUnusov, I.I. Kutliev, D. 1983. Experiment on the cultivation of Pistia stratiotes L. and its use for the purification of sewage waters. http://agris.fao.org/agris-search/search.do?recordID=US201302023591

 

Escrito por Ricardo Labrada, 15 enero de 2019

Plantas invasoras: Salvinia molesta

Las especies exóticas invasoras son una
de las mayores preocupaciones para la
conservación del medio ambiente a nivel
internacional en la actualidad
.”
Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra

salvinia foto

El helecho acuático, Salvinia molesta D.S. Mitchell (SAVMO), es una planta nativa de América del Sur, muy común en zonas de litoral del sur y sudeste de Brasil, introducida en Asia meridional en la década de los 30 del siglo pasado, y ahora diseminada en gran parte de las regiones tropical y subtropical del mundo.

Se trata de una especie flotante perteneciente a la familia Salviniaceae, que se desarrolla perfectamente en aguas frescas, pero estancadas o con corrientes débiles. La planta posee un rizoma horizontal que flota justamente sobre la superficie del agua y produce tres hojas en cada nudo, dos de ellas, aéreas y de color verde claro, elípticas, mientras que la tercera hoja permanece sumergida, de color marrón, filamentosa, plumosa, parecida a una raíz, de unos 25 cm de longitud. S. molesta en realidad no posee raíces, su tercera hoja sumergida sirve como tal a los efectos de absorber agua y nutrientes, igualmente lleva un esporocarpo, de forma oval, órgano encargado de producir las esporas. Los pelillos que crecen ordenadamente, en filas paralelas, en las hojas aéreas aseguran una capa repelente al agua que permite que la planta flote. La planta se reproduce rápidamente, sobre todo por vía vegetativa por fragmentación del rizoma. Las plantas maduras se presionan entre sí para formar cadenas apretadas, formando matas gruesas en la superficie del agua, las que soportan soportar períodos de estrés, como bajas temperaturas o períodos de sequía, lo que les permite rebrotar de las yemas latentes. En África, la planta fue vista por primera vez en el Lago Kariba del río Zambesi, el cual nace en Zambia y luego se extiende por las fronteras de varios países de la parte meridional de este continente. Es por esa razón que a S. molesta desde entonces se le llamó maleza Kariba. Su llegada a varias partes del mundo ha sido debido a la introducción intencionada en muchos casos, por parte de profesionales, unos interesados en poseer la planta en colección de acuarios, otros por entender que S. molesta es una planta útil para la alimentación del ganado debido a su alto contenido de nitrógeno (20-33% por gramo de masa seca). Sea una u otra la razón, la planta ha invadido varios cuerpos acuáticos en distintas partes del mundo, sobre todo en África, a lo cual ha coadyuvado su rápida dispersión por los vientos y las corrientes de agua.

Las altas coberturas de S. molesta causan serios problemas al ambiente y la economía de las regiones afectadas. Por un lado, desplazan la vegetación nativa, por otro interfieren con los procesos de irrigación al provocar atascos, interfieren con la navegación de los pescadores y la actividad de las hidroeléctricas existentes. S. molesta ha invadido muchos cuerpos acuáticos de las cuencas de los ríos Níger, Volta y Senegal.

La mejor forma para combatir esta planta es a través del control biológico, consistente en la liberación del curculiónido Cyrtobagous salviniae, insecto que liberado masivamente, logra reducir la densidad de S. molesta sustancialmente en pocos meses. Esta experiencia satisfactoria ha sido lograda en varias partes del mundo.

cyrtobagous foto

Al igual que con otras plantas invasoras, su introducción en países, donde la planta esté ausente, debe evitarse o controlar. Su presencia en varios países de clima templado en Europa ha sido ya reportada.

salvinia control en río senegal

Fuentes

FAO. 1998. Terminal report-project AG:GCP/GHA/026/EEC, Integrated control of aquatic weeds in Ghana.  http://www.fao.org/docrep/field/381333.htm

Labrada R. & L. Fornasari. 2002. Management of problematic aquatic weeds in Africa- FAO efforts and achievement during the period 1991-2001. FAO, Rome.

Mitchell, D.S. & Tur, N.M. 1975. The rate of growth of Salvinia molesta (S. auriculata Auct.) in laboratory and natural conditions. Jour. Appl. Ecol. 12: 213-225.

Pieterse A.H., Kettunen Marianne, Diouf Sara, Ndao I, Sarr K., Hellsten S.  2003. Effective Biological Control of Salvinia molesta in the Senegal River by Means of the Weevil Cyrtobagous salviniae. AMBIO: A Journal of the Human Environment, 32(7):458-463. https://doi.org/10.1579/0044-7447-32.7.458

 

Escrito por Ricardo Labrada, 8 enero de 2018

Plantas invasoras: Commelina benghalensis L.

«La naturaleza está a menudo escondida,
a veces dominada, raramente extinguida

Francis Bacon, 1561.1626, filósofo,
abogado y escritor inglés.

Commelina benghalensis

Commelina benghalensis

Una especie de mucho cuidado y que se ha venido diseminando en distintas partes del mundo es Commelina benghalensis L., integrante de la familia de las Commelinaceae, las que se caracterizan por flores funcionales por un día, polinización mediante abejas o avispas, muy atraídas por sus flores, que aparentan tener más polen del que en realidad poseen, fenómeno provocado por sus estaminodios, o sea estambres rudimentarios, estériles o abortados, que en realidad no contienen polen. No obstante, se sabe que algunas plantas de esta familia y género son capaces de autopolinizar. Otra característica es la monofilia, lo que indica que estas plantas han evolucionado de una población ancestral común, donde todos los descendientes están incluidos en la familia.

Los géneros más comunes dentro de esta familia son Commelina con 230 especies, Tradescantia con 74, Aneilema con 60, Murdannia con 45 y Callisia con 20.

Entre las especies más comunes del género Commelina, se hallan Commelina diffusa Burm. f. y Commelina erecta L.,, ambas del hemisferio occidental y muy comunes en muchos cultivos de esas regiones, mientras que Commelina benghalensis L., Commelina forskalaei Vahl son oriundas de África Tropical y del sur de Asia, además de Commelina africana y sus variedades krebsiana  y africana, comunes en África. Todas ellas guardan una fuerte similitud y pueden ser confundidas con facilidad. Una clave al efecto ha sido elaborada por WIKTROP (v. abajo).

Clave identificación Commelina

C. benghalensis se distingue de las demás por las flores azules, el tallo corto de la flor que no se extiende por encima de la espata, cuyos márgenes están parcialmente unidas y los pelos de color marrón rojizo en la vaina de la hoja. No obstante, C. diffusa, la más común de las demás especies, tiene pétalos azules, pero con la espátula abierta a lo largo de un borde, hojas más estrechas, semillas suaves y sin estolones. Commelina erecta L., también conocida como Commelina elegans Kunth., es capaz de adoptar un porte erecto, mientras que presenta una combinación de dos pétalos azules con uno pequeño blanco, los pelillos en la vaina de la hoja son blancos. C. forskalaei tiene estolones y semillas ásperas, y espátula sellada, pero las hojas son más estrechas, tienen una longitud de hasta 4 veces el ancho y posee bordes ondulados, pero no posee pelillos rojizos en la vaina de la hoja.

Concretamente C. benghalensis o COMBE, comúnmente conocida como la florecilla de Benghal, araña tropical o judía errante es planta decumbente y suculenta, que produce abundante cobertura, sus tallos aéreos son cilíndricos, ligeramente pubescentes, con tallos subterráneos blancos, separados por nudos a partir de los cuales se producen ramificaciones. Rizomas carnosos, blanquecinos, con pocas hojas y flores modificadas, que producen semillas subterráneas formadas a partir de flores modificadas, las que son pocas pero permanecen viables más tiempo que las semillas producidas sobre la superficie del suelo. COMBE posee raíces adventicias derivadas de sus nudos en contacto con el suelo. Las hojas poseen vainas membranosas, protectoras de las yemas, Las flores, como ya se dijo, son espatas de color azuloso. De cada espata surgen tres flores, Sus frutos son cápsulas ovoides, al igual que las semillas.

Su propagación es sexual y asexual. Una planta puede producir más de 1500 semillas, las que usualmente se producen pasadas las primeras 6 semanas de su emergencia, y poseen latencia, cuya germinación se facilita inmediatamente después de la escarificación. Las semillas aéreas son capaces de germinar en los primeros 5 cm del suelo, pero las subterráneas lo hacen hasta 14 cm. Los tallos fragmentados permanecen viables en suelo por varias semanas, aunque si la humedad es óptima forman hojas a las dos semanas.

La planta es perenne en clima tropical o sub-tropical y anual en zonas templadas, lo que demuestra la variabilidad de ploidía, COMBE es hexaploide en medio tropical y diploide en templado. La hexaploide raramente tiene flores subterráneas.

La distribución de la planta aparece en el mapa a continuación elaborado por CABI. COMBE está presente en países con clima templado, tales como Bután, Japón, Corea y Argentina. Se le ha encontrado también en Egipto. No debe confundirse COMBE con Commelina communis L., especie encontrada en varias partes de Europa, incluida Rusia (Webb 1980). En Italia septentrional y en Croacia se encuentra la especie Commelina virginica, la que es oriunda del sur de los EE.UU. El mapa no presenta la presencia de COMBE en Europa, especie vista por primera vez en España por Sanz Elorza et al (2004), pero no encontrada en otras partes de Europa occidental y central. En 2004, Milovic et al (2010) hallaron individuos de COMBE en el puerto de Gazenica (Zadar), Croacia, planta que llegó en cargamentos de soja y cereales. La especie está en esos alrededores, pero afortunadamente no se ha diseminado.  El autor tiene duda que la especie esté reportada en Rusia y que se confunda con C. communis.

Mapa de distribución de Commelina benghalensis

Mapa de distribución de Commelina benghalensis (según CABI)

Esta especie suele abundar en todo tipo de suelos y pH, crece en suelos saturados y secos, lo mismo invade cultivos a campo abierto que plantaciones perennes. En India y Filipinas es maleza en arrozales, es muy común en plantaciones de té del Este africano y de India.

COMBE es una especie muy difícil de remover por vía manual, lo cual está dado por ser carácter rastrero. Manualmente lo mejor es desenterrarla conjuntamente con sus raíces y rizomas, algo que es tedioso y lleva tiempo dependiendo de la cobertura existente. Es tolerante a las aplicaciones de glifosato, herbicida que le facilita la competencia con otras malezas, ya que logra predominar en los campos tratados. Paraquat es también ineficiente para su eliminación. Algunos herbicidas fenoxiacéticos como 2,4 D, otros como bentazon y metribuzin suelen efectivos aplicados sobre plantas en sus primeros estadios de crecimiento.

Sobre el control químico, el autor visitó una plantación de cítricos, intercalada con canales para la cría de peces, en Tailandia, donde glifosato se usó bastante y COMBE terminó cubriendo el terreno firme de los árboles. El agricultor buscó consejos para controlar la maleza y se le orientó por algún comerciante local usar fluroxypir, herbicida reportado como de baja toxicidad en peces. Al parecer, el afectado no aplicó bien el herbicida o la dosis no era la adecuada, por lo que al siguiente día de la aplicación, que fue cuando se realizó la visita, una extensa cantidad de peces flotaban muertos en los canales. Por lo tanto, el control químico, con herbicidas no muy conocidos y sin una buena asesoría a la hora de su aplicación, no debe ser practicado para la eliminación de COMBE.

Para control biológico, se ha visto que el hongo Kordyana celebensis afecta tanto a C. diffusa como a C. benghalensis. No obstante, no se sabe si este desarrollo ha continuado.

La planta es usada para alimentar conejos y cerdos en Zimbabwe. En India y Filipinas hay poblaciones que comen la planta, sobre todo en períodos de hambruna, mientras que en casi toda Africa al sur del Sahara se usa para tratar afecciones de la garganta, de los ojos y quemaduras en la piel.

Por su amplia distribución, su ploidía, es conveniente evitar la introducción de la planta en aquellos territorios aún ausente, por lo que se deben chequear aquella importaciones de origen vegetal que vengan de países, donde la especie abunde, en este caso de África y del Asia tropical. Algunos emigrantes africanos, que llegan en pateras a las costas del Mediterráneo europeo, pudieran traer semillas de plantas consigo, con probabilidad de contaminación con semillas de esta maleza u otras inexistentes. En tales casos, lo mejor es tomarlas y destruirlas en el punto de entrada.

Fuentes

Budd GD; Thomas PEL; Allison JCS, 1979. Vegetation regeneration, depth of germination and seed dormancy in Commelina benghalensis L. Rhodesia Journal of Agricultural Research, 17(2):151-154.

Chivinge OA; Kawisi M, 1989. The effect of node numbers on the regeneration of wandering jew (Commelina benghalensis L.). Zimbabwe Journal of Agricultural Research, 27(2):131-138.

CABI. Invasive Species Compendium. https://www.cabi.org/isc/datasheet/14977.

EPPO, 2014. PQR database. Paris, France: European and Mediterranean Plant Protection Organization. http://www.eppo.int/DATABASES/pqr/pqr.htm

Milenko Milovic, Bozena Mitic y Alegro Antun. 2010. New neophytes in the flora of Croatia. Nat. Croat. Vol. 19(2), 2010

Sanz Elorza M., Dana Sánchez E.D. y E. Sobrino Vesperinas (editores). 2004. Atlas de las plantas alóctonas invasoras en España. Dirección General para la Biodiversidad, Madrid.

Webb D.A. 1980. Commelina L. In:  Tutin, T. G., Heywood, V.H.,Burges, N.A.,Moore, D. M., Valentine, D.H.Walters, S.M.& D.A.Webb (eds). Flora Europaea 5  Cambridge, University Press, Cambridge, p. 117.

WIKTROP. Commelina africana var. krebsiana (Kunth) C.B.Clarke. https://portal.wiktrop.org/species/show/70

Escrito por Ricardo Labrada, 18 diciembre de 2018

Invasive plants: Mesquite (Prosopis spp)

We all have a responsibility to protect endangered species,
both for their sake and for the sake of our future generations
.”
Loretta Elizabeth Lynch (83rd Attorney General
of the United States 2015-2017)

Prosopis juliflora

The genus Prosopis comprises 44 species worldwide, several of them introduced in Africa, India and Near East in the past 4-5 decades. Prosopis africana is native to Africa, while Prosopis farcta (Syrian mesquite) is found from India to Iran, spread to the Middle East, and occurs in Cyprus, Turkey, Ukraine and along the North African coast as far as Algeria. Prosopis cineraria is distributed in dry and arid regions of northwestern India in Punjab, West Rajasthan, Gujarat, Uttar Pradesh, in dry parts of central and southern India, extending into Pakistan, Afghanistan, Iran, and Arabia, usually at low elevations. The rest of the species are typically native to the Americas and introduced in several arid zones of the world. Inadequate management and lack of good husbandry practices have seen the plant escape from areas of introduction to invade lands previously used for crop production and/or for grazing livestock.

Prosopis juliflora[1] is generally credited as the most noxious of invaders with characteristics that make it a highly successful competitor for land and water. A prolific seeder and with seeds that are highly palatable to livestock, plants It is a thorny shrub, native to Mexico, South America and the Caribbean. It is a contributing factor to continuing transmission of malaria, especially during dry periods when sugar sources from native plants are largely unavailable to mosquitoes. The vulgar names of the plant in their area of origin are bayahonda blanca, cuji y aippia although all these species are called algarrobo. The plant grows to a height of up to 12 m.  and has a trunk with a diameter of up to 1.2 m. Its leaves are deciduous, bi-pinnate, light green, compounded with 12 to 20 leaflets. Flowers appear shortly after leaf development, and are long green-yellow cylindrical spikes. Pods contain between 10 and 30 seeds per pod. A mature plant can produce hundreds of thousands of seeds, palatable to livestock, so mesquite can be spread by ingestion and excretion. Seeds remain viable for up to 10 years. The tree reproduces by seeds. Its roots are able to grow to a great depth in search of water, they were discovered at a depth of more than 50 m. in North America.

Species of mesquite grow successfully in a variety of different environments given properties of self-incompatibility (that promote hybridization), an ability to compete and to suppress other species and the copious quantities of seed produced. Seed remain in a well-protected seedpod with dormancy imposed by a thick seed coat. Seedpods remain unbroken when mature and do not release seed until minimal growing conditions are met. This results in a huge and persistent seed bank in the soil. Similarly, plants have been quick to colonize previously uncontaminated waterways on productive lands. Flood and/or overland flow of seasonal waters can transfer viable seeds many hundreds of kilometres from the mother tree (i.e. seeds are well-adapted to endozochrory or spreading by water).

Grazing livestock help further spread the plant with seeds passing undamaged through the digestive tract of the animals. Mesquite can grow vigorously under the most disadvantaged conditions. It coppices well and was originally appreciated for plasticity, qualities of survival, sand-fixing potential and, not least, for the off-take available to local communities – for fuel wood, construction timber, livestock feed and food for people. For more than 60 years during the first part of the 20th century the plant has been considered a front-line option for controlling the desertification of farmlands in several dryland areas.

The problem of these species in some of the countries, where they have been introduced:

Ethiopia. Prosopis juliflora has become one of the most serious invaders of agricultural lands since its introduction during the early 1990s. Estimated more than 16 000 ha of reasonable productive lands have been lost to the plant in the Afar and Somalia Regions of Eastern and SE Ethiopia. This is predominately livestock grazing country but the plant has, in addition, successfully occupied cropping lands and infrastructure such as irrigation canals, roads and village areas. The plant is found with moderate level infestation elsewhere in Central and Northern Ethiopia. Prosopis is resilient and adaptable and cannot easily be eradicated by local communities without external assistance.

India. P. juliflora, introduced in 1876, has evolved as a naturalized exotic species in large parts of arid and semi-arid India. It is wide ecological amplitude has contributed for its explosion in saline areas such as Rann of Kutch in Gujarath state as well as the sand dunes of the Thar Desert in Rajasthan. Initially, it was observed to occur in areas of 150-750 mm mean annual rainfall. However, invasions have been recorded in large rice growing stretches of Cauvery River Delta in Tamilnadu state with mean annual rainfall of 1500 mm and where the occurrence of floods and inundation are common. In the southern dry districts of Tamilnadu, where Tank irrigation is the popular and only source of irrigation and village tanks serve domestic water supply, large catchments reservoirs wherein the rainwater during monsoon rains would be stored for use in subsequent drier seasons, have been invaded by of P. juliflora. The species is able to withstand submergence in water for prolonged periods and come up protruding above the water surface with appreciable canopy and branches.

Prosopis Tamilnadu

Kenya. The introduction and expansion of Mesquite has followed similar patterns whereby dry land areas in need of environmental protection have been planted with robust cover plants such as Mesquite. For all the best of reasons, those introducing the plant expected to be able to manage it and to handle any issues of invasiveness. Introductions have taken place over more than 35 years. According to the local communities, the main problems attributed to Mesquite are in the following order of importance: long (powerful and poisonous) thorns, invasion and colonization of habitats, elimination of other vegetation, effects on animal health (tooth decay and death from starvation), obstruction/hindrance to communication (blockage of roads, footpaths and punctures), losses in fishing industry, refuge to thieves (including livestock predators and rustlers) and host of crop pests (during intercropping).

South Africa. Several species of thorny Mesquite have become invasive in the arid northwestern parts of South Africa over the past decades. Originally introduced from North and South America in the late 1800s, they were promoted as useful trees and widely distributed and planted until 1960. Widespread, deliberate planting provided multiple sources of seed which were spread far and wide, both endozoochorously and through flooding events. These invasive trees now occur over several million hectares in the Northern Cape, Western Cape, Free State and North West provinces, forming extensive, impenetrable thickets over large areas. Besides overrunning grazing land, consuming excessive quantities of ground water and negatively affecting biodiversity, the plants within dense infestations no longer provide the services that make them useful (i.e. they have no flowers or pods, they are too small and diffuse to provide shade and their trunks are too thin to be useable for timber, fuel-wood or charcoal).

Sudan. Mesquite (Prosopis juliflora) was first introduced into Sudan in 1917. Tolerance to drought and an ability to fix sand dunes quickly made it a success and encouraged further use throughout the country such that by 1938 the plant had been widely introduced into central, northern, eastern and western Sudan. In 1947, a shelterbelt of trees was constructed around Kassala Town – much of it comprising Prosopis. as the result of widespread invasion of natural land habitat and civil infrastructure – watercourses, floodplains, highways, degraded abandoned lands and well-cultivated and irrigated lands, Mesquite has been labeled a noxious weed. Estimates suggest 230 000 ha have been invaded with more than 90 percent of this land in eastern Sudan. This comprises the areas of the Gash Delta to the borders of Eritrea, the Atbara River basin, Khor Baraka and the water collecting areas along the Port Sudan-Gadarif Highway.

Yemen. This country suffers desertification, erosion and soil degradation, and to reduce them, and prevent further degradation and increase soil fertility,  two leguminous shrubs Prosopis juliflora (Sw.) DC and P. chilensis (Molina) Stuntz were introduced five decades ago. These plants were officially introduced into Yemen in 1974, and both species, but more P. juliflora, rapidly spread covering large fertile agricultural and marginal areas. Other species of Prosopis in the country is P. glandulosa Torrey var. glandulosa, in addition to natives P. cineraria (L.) Druce and P. koelziana Burkart normally found in different parts of coastal area of Yemen. The main areas invaded by Prosopis in Yemen are: one in Avian close to Aden, the second in the Hodeidah Governorate and the third one in Hadramut. Mesquite has invaded areas of orchards and sorghum fields, where farmers currently hand pull new shoots of the plants. In a heavy thicket of Mesquite, animals and humans are likely to be pricked by the stems. Barefoot children risk to be seriously wounded if they are pricked by long thorns of the plant. In addition, pollen from Mesquite normally causes allergic reactions in humans. Pods of Mesquite have high sugar content, and animals, particularly sheeps, eating the pods experience teeth decay and die some time later. Agriculture of Yemen is mostly irrigated, and Mesquite spread affects the irrigation canals, where its establishment and growth impedes the correct flow of water. In the regions affected by this species, the main irrigated crops are cotton, onions, watermelons, wheat and various vegetables. The Government has spent more than 2 US$ million for the for the control of Mesquite in the canals before the rainy season. However, the stand of Mesquite is so heavy that the canals are not cleaned at the right time and the normal flow of water is hindered. Acacia is the main tree in Yemen: it is a native plant and it is popular with farmers because of its honey and wood. The people in Yemen assert that honey and charcoal from Acacia are much better than from Mesquite.The reality is that Mesquite is more aggressive in its growth than Acacia, and the latter is being excluded largely by Mesquite. Acacia only becomes green at the start of the rainy season, while Mesquite has the advantage to be an evergreen plant.

Prosopis Yemen

Numerous methods have been explored and used for eradication and for preventing infestation of new lands. A key logical feature for control is prevention; with restriction on planting into new areas. Similarly, eradication effort has to be prompt and enduring to prevent newly established plants from taking over. In the low-income countries control is typically a mix of manual clearing and burning. Where additional resources are available, larger-scale mechanical clearing with use of heavy equipment may have a role; and followed by chemical treatment to kill re-growth.

Utilization of Prosopis and products is not generally a method of control, but more one of management tolerance. Communities typically need to be shown how to grow productive stands of Prosopis for the extraction of commercial goods, and to promptly eradicate unwanted growth.

The magnitude of distribution and mass of material produced across complete tracts of land makes Prosopis virtually impossible to eradicate once established. Control becomes an approach that has to be shared within the whole community that people understand the many complex issues for containment, for use of lands that remain vulnerable to encroachment and for intensive management of lands that have been cleared. Given the extent of current knowledge within most rural communities, pragmatism suggests that the tree will continue to extend into new lands during the next period.

Control. Mechanical or manual control strategies are essential to remove dense stands of Prosopis. For manual removal chainsaws or other tools may help, while for mechanical control heavy machinery will be required. Manual removal of unwanted trees is hard work and requires much labour. Mechanical removal requires access to heavy machinery, skilled operators and management and to the fuels, replacement parts and other consumables required of mechanization practices. These are resources that are not typical of small-scale landowners, and normally available from the state. Any removal programme based on the use of large scale mechanization should be evaluated and budgeted prior to beginning – that sufficient resources are available to see the programme through to conclusion.

Prosopis stump

Land clearance. Mechanical land clearance has been undertaken in Australia with ‘chaining’ land clear of scrub. Chaining is dragging heavy chain stretched between two bulldozers/tractors with a change of direction to ensure that the monotypic woodland stands of Prosopis land cover have been destroyed in two directions (Meadly, 1962). Up to 40 ha can be cleared daily according to Rentz (1993), but this has to be followed up with herbicide treatment to prevent re-growth of suckers. Methods such as this may be effective in some regions but it cannot be recommended more widely, because of the risk of re-invasion by alien plants. Further, there is considerable environmental damage to flora, fauna and to the soils, which are then exposed to the elements. Chaining as a technology for land clearing has fallen out of favour in recent times.

In Yemen, it was found that ploughing killed a high proportion of Prosopis roots. However, some re-growth may follow which will then need to be removed and/or treated chemically. Light ploughing with farm equipment can only handle low-growing shrubbery and then there is the likelihood of damage to tyres and plant. Manual land clearance is a well proven if difficult task, but highly practical where plant infestation is light to moderate. Even here it is more productive to spray auxyn-like herbicides directly on to the plant to hasten the likelihood of kill. Issues of legislation may arise with the use of use of herbicides in some areas.

Burning. Fresh stumps can be treated either with an appropriate herbicide or other means to avoid re-growth. In Kenya, for example, the stump is burned with a mixture of goat manure, twigs and firewood, while in Yemen the application of kerosene over the stump followed by burning has shown to provide good suppression of the plant.

Biological control. To avoid the spread of the plant biological control can be used. The most effective agent and method available is the use of insect seed feeders (such as Algarobius prosopis). In principle, the insect will damage the seeds of the plant – and reduce germination potential – but it will not control it (and, it follows, it will not eradicate the plant from an area).

Prosopis biocontrol

Chemical control. Basal bark treatment with an herbicide sprayed around the base of the lower stem(s) of the plant is a practice used in the USA. The herbicides commonly used for this purpose are 2,4 D, picloram, triclopyr or mixtures. Methods of this kind may not be feasible in countries where herbicide application is severely restricted; and it may not be practical where people have neither access to the chemicals and equipment required nor to the funds with which to purchase them. Treatments of this kind can only be practised in areas far from other broad leaf crops (that may be susceptible to spray drift) or where there are crops that are generally not affected by the herbicide formulations used.

Replacement crops/cover. It is extremely important not to leave land uncovered after clearing it of unwanted mesquite stands. If there is no natural regeneration then an appropriate forage grass or similar fast-growing crop should be planted across exposed lands. This will help prevent issues of soil erosion and provide competition from regenerated mesquite suckers and runners. Controlled grazing will further limit re-growth.

Prevention. There are other preventative measures available to avoid future problems of mesquite infestation. One logical approach is to strictly prevent the introduction of new mesquite plants into the area – deliberately or inadvertently. Ensure that any livestock moving in from infested areas are corralled and given time to excrete any ingested seeds prior to relocation on cleared and/or non-infested lands. This is simply good land husbandry practice.

Monitoring risk. It is sensible to undertake regular weed risk assessments to evaluate any future problems that may arise from the introduction of exotic plants into new habitats (FAO, 2005). This is normally undertaken with the guidance of specialists from the Ministry of Agriculture-with experienced people able to reject or approve the propriety of newly introduced species (whether Prosopis or other invasive species).

Utilization. It is not a control method, however it is a component of management in areas densely populated by Prosopis is an important component of management. Utilization requires that people are taught to plan and establish suitable gardens of plants and to train them in the correct manner (for the production, for example, of timber).

References

FAO. 2005. Weed Risk Assessment. FAO, Rome, Italy. 16 pp.

FAO. 2006. Problems posed by the introduction of Prosopis spp. in selected countries. Plant Production & Protection Division, Rome, 39 pp.

FAO. 2007. Increased Food Security Control and Management of Prosopis. Proc. Regional Meeting, Awash, Ethiopia, 15-19 Oct 2007.

Meadly, G.R.W. 1962. Weeds of Western Australia Mesquite (Prosopis juliflora DC.). J. Agric. Western Australia. 3, pp.729-739.

Pasiecznik, N. M, Felker, P., Harris, P. J. C, Harsh, L.W., Cruz, G., Tewari, J. C, Cadoret, K. and Maldonado, L. J. 2001. The Prosopis juliflora – Prosopis pallida complex: A Monograph. HDRA, Coventry, UK. pp 162.

Rentz, D.C.F. 1993. Orthopteroid insects in threatened habitats in Australia. In: Gaston, K.J., New, T.R. and Samways, M.J. (Eds) Perspectives on insect conservation, Intercept, Andover, USA; pp. 125-138.

Zachariades C., Hoffman J.H. & Roberts A.P. 2011. Biological control of mesquite (Prosopis species) (Fabaceae) in South Africa. African Entomology Vol. 19, No. 2, pp 402-415.

 

[1] It is not only P. juliflora, there are other species of this genus also as invaders in Africa and elsewhere.

Additional note: This article has been prepared in English since most of the countries affected by Mesquite are in areas where English is a common language.

 

Written and prepared by Ricardo Labrada, Dec. 6, 2018

 

 

Plantas invasoras: Parthenium hysterophorus L.

Estas especies exóticas en el nuevo lugar terminan
desplazando a las especies nativas, ya sea porque tienen
diferentes capacidades competitivas o por la ausencia
de enemigos naturales
”.
Dra. Karina Boege Paré, Instituto de Ecología de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).

PTNHY

Una de las especies de planta de mayor diseminación en los últimos 50 años es la asteraceae Parthenium hysterophorus (PTNHY), más conocida como «amargosa, escoba amarga, artemisa o manzanilla» en los países hispanohablantes, o como White top, congress weed y ragweed parthenium en los anglohablantes.

Se trata de una planta oriunda de América Tropical, muy diseminada en la costa atlántica mexicana y en el Caribe, que con el trasiego de mercancías de origen vegetal de un hemisferio a otro, ha logrado establecerse en el sur asiático, en partes de China, Vietnam, Corea y Japón, de África oriental y meridional, así como en Australia y otras islas del Pacífico. Para colmo, la especie ha aparecido en países de clima templado como Bélgica y Polonia, donde se halla en fase de erradicación.

Distribución global de Parthenium hysterophorus

Distribución global de Parthenium hysterophorus (EPPO)

En su área de origen, PTNHY se convierte en un serio problema en aquellas plantaciones tratadas repetidamente con paraquat, mientras que en otras donde se aplica usualmente glifosato, PTNHY es capaz de evolucionar en biotipos resistentes a este herbicida. Con esto debe quedar claro, que el método químico no suele siempre ser la solución para reducir las poblaciones de parthenium a mediano o largo plazo. Igualmente es tolerante a otros herbicidas, como son trifluralin, difenamida y otros utilizados en leguminosas y hortalizas en campo abierto.

PTNHY es una planta erecta anual con hojas alternas, profundamente disecadas, que puede crecer hasta 2 m de altura, con inflorescencias ramificadas que portan cabezuelas florales blancas y aquenios negros, obovoides y suaves. Sus diminutas semillas no suelen germinar inmediatamente después de la germinación, ya que los aquenios antes necesitan dispersarse y liberar algunos inhibidores de la germinación, por lo regular sus máximos de germinación ocurren de 1 a 6 meses después de la maduración. En el Caribe, esta maleza florece a los 30-45 días después de la germinación y el ciclo completo de la planta se alcanza en alrededor de 5 meses, con una producción promedio de 810 cabezuelas florales por planta (Labrada 1988).

Ciclo de parthenium hysterophorus

Ciclo de Parthenium hysterophorus (Labrada 1988)

Esta planta crece bien en pastos, huertos de árboles frutales y áreas cultivables sobre suelos neutros y ácidos. Gusta de áreas irrigadas, pero es capaz de establecerse en otras menos húmedas. Sus semillas pueden permanecer latentes en condiciones de arrozales con riego por inundación durante años. Una vez se cambia el sistema de irrigación para cultivar otra planta que no sea arroz, PTNHY puede aparecer.

El potencial alelopático de esta planta es alto. Varios autores han reportado la liberación de sustancias fitotóxicas, tales como los ácidos ferúlico, caféico, vanílico, clorogénico, p-cumárico y p-hidroxibenzoico, partenina, ambrosina y coronopilina, inhibidores de la germinación y el crecimiento de algunas plantas cultivables y árboles de multi-propósito. Ese poder alelopático le permite a PTNHY desplazar la vegetación presente y prevalecer en los campos que la misma invade.

También la maleza, al entrar en contacto con la piel del agricultor o de algún animal doméstico, también causa dermatitis alérgica y problemas respiratorios. En este último aspecto de la alergia que provoca en los seres humanos, cabe indicar que el autor sufrió en carne propia erupción de la piel al tocar el follaje de esta planta, pero no al extremo que muestran algunas fotos de la India. Por lo que cabe suponer que el comportamiento de PTNHY sea más agresivo en los nuevos hábitats invadidos.

PTNHY ranked as the most important weed by 90% of the farmers in the lowlands while 86% of the farmers in the highlands ranked the former species as the worst weed in Eastern Ethiopia.

PTNHY aparece como la maleza más importante en terrenos bajos en Etiopía, y es la peor maleza en las altitudes de la parte oriental de este país.

El control de la planta es factible con labranza profunda en áreas densamente infestadas. En áreas pequeñas de cultivo, la escarda manual durante los estadios tempranos de crecimiento previene la floración, pero debe hacerse tempranamente y así evitar su regeneración a partir de sus yemas en la corona de la planta.

Las áreas europeas del Mediterráneo son un perfecto hábitat para el establecimiento de PTNHY, por lo que debe haber controles permanentes de aquellas producciones agrícolas, sea semillas u otros propágulos de plantas, que puedan venir contaminados con semillas o aquenios de esta maleza. Cargamentos de cereales, semillas de pastos y de otros cultivos anuales de México, del Caribe, de la Florida, EE.UU., así como de la India o Paquistán, pueden ser portadores de semillas de la planta. Si PTNHY logra establecerse en algún punto del Mediterráneo, la erradicación será necesaria y en este caso habrá que utilizar algún herbicida, de forma local, que pueda estar prohibido su uso por la Unión Europea. Los más efectivos sobre esta maleza son: oxadiazon, linuron, fomesafen, ametrina, prometrina y metribuzin.

El control biológico de la maleza es aconsejable cuando hay que sobrevivir con la planta. Los agentes de control efectivos son:

  • La polilla perforadora del tallo, Epiblema strenuana (Lepidoptera: Tortricidae), insecto con un nivel de reproducción relativamente alto en cortos períodos de tiempo y su efectividad ha sido comprobada en las alturas centrales de Queensland, Australia.
  • El crisomélido, Zygogramma bicolorata (Coleoptera: Chrysomelidae)
  • El picudo taladrador del tallo Listronotus setosípennis (Coleoptera: Curculionidae).

Todos estos organismos son originarios del Brasil y México, por lo que requieren evaluación previa en los países afectados por la escoba amarga.

La planta tiene sus atributos medicinales. Por ejemplo, en Cuba, existe una preparación a base de extractos de hojas de PTNHY recomendada pars su uso en el control del insecto Pediculus humanis var. capitis en seres humanos. En América del Sur, sus raíces son utilizadas para preparar una cura de la disenteria amebiana, mientras que en zonas rurales de Jamaica se prepara una decocción de la planta para su uso como repelente de mosquitos.

Fuentes

Basak S.L. 1984. Parthenium – a big threat to agriculture and health in 1980s. Indian Agriculturist 28: 137-143.

EPPO. Parthenium hysterophorus (PTNHY). Global Database. https://gd.eppo.int/taxon/PTNHY/distribution

Labrada R. 1988. Complemento al estudio biológico de Parthenium hysterophorus L. Resumenes IX Congreso ALAM, julio 26-30, Maracaibo, Venezuela.

Labrada R. 1994. Parthenium hysterophorus. Manejo de Malezas para Países en Desarrollo. Edit. Labrada R. C.Parker y J.C. Caseley, FAO. (Estudio FAO: Produccion y proteccion vegetal No 120). http://www.fao.org/docrep/T1147S/t1147s09.htm#parthenium%20hysterophorus%20l.

Swaminathan C., R.S. Rai y K.K. Smesh 1990. Allelopathic effects of Parthenium hysterophorus on germination and growth of a few multi-purpose trees and arable crops. International Tree Crops Journal 6: 143-150.

 

Escrito por Ricardo Labrada, 21 noviembre de 2018

Plantas invasoras: el árbol del tulipán africano

«Una vez que una especie se extingue ninguna ley
puede hacerla regresar: se ha marchado para siempre
«.
Allen M. Solomon, ecólogo, servicio forestal de EE.UU.

A partir de este primer artículo se realizará un repaso de las principales plantas invasoras de acuerdo al criterio del que suscribe y basado en su experiencia en el tema, derivado de los proyectos, en los que trabajó, y de sus visitas a los países afectados.

La primera planta a abordar es el llamado árbol del tulipán africano, Spathodea campanulata Beauv., planta de la familia de las Bignoniaceas, árbol erecto con hojas pinnadas y flores de color naranja-escarlata, introducida en varios países como ornamental, la que ha sido un desastre en algunos. Es una planta inútil, ya que no es buena para producir fuego, su madera no es dura, inservible para fabricar muebles, solo útil para dar sombra. Naturalmente, de no haber vegetación en un sitio, su presencia sería beneficiosa.

Flores de S. campanulata

Flores de S. campanulata

La planta crece naturalmente en bosques secundarios de las zonas altas forestales y en bosques de sabana del África Ecuatorial, así como en la costa occidental del continente africano, desde Gana a Angola, y en África oriental (Kenia y Uganda). Lo mismo crece en áreas bien drenadas como muy erosionadas. Igualmente crece en suelos salinos, rocosos o fértiles, lo que denota una alta plasticidad. Gusta de desarrollarse en áreas con climas cálidos en las alturas, se le ha encontrado a más de 1200 metros sobre el nivel del mar. No es tolerante a las heladas y si necesita de abundante luz solar para su desarrollo.

La planta, cuando no era conocido aún su poco provecho, fue introducida en varios países del Pacífico como Fiji, Samoa, Vanuatu, Guam, Hawaii y las islas Cook en la década de los 30 del siglo pasado, donde ha escapado e invadido áreas agrícolas, plantaciones forestales y ecosistemas naturales.

El período de demora (lag phase) de establecimiento de este árbol fue de más de cinco décadas en los territorios del Pacífico, pero una vez adaptado al nuevo medio, se convirtió en un verdadero dolor de cabeza. Particularmente en Fiji, donde se practica una agricultura cambiante, una vez los agricultores abandonan las áreas cultivables para barbecho, la invasión de S. campanulata no se hace esperar. Cuando el área cultivable es invadida, usualmente con una población densa, su remoción requiere una fuerza laboral de 60 hombres-semanas para limpiar el área y volver a cultivar. Es por esa razón que muchos agricultores terminan abandonando estas áreas al no tener medios económicos para realizar la requerida limpieza.

Área densamente poblada de S. campanulata en Fiji

Área densamente poblada de S. campanulata en Fiji. Foto del autor

La historia de las introducciones no terminó en las islas del Pacífico, ya que la planta fue llevada a Costa Rica (1942), Cuba (1951), Jamaica (1962), Puerto Rico (1982), Colombia (1983), e increíblemente a la isla de Santa Cruz de las Galápagos (2005). Aunque no poseemos datos de introducción, el que suscribe la ha visto en Guatemala, Panamá, y República Dominicana. Las avenidas de Guayaquil, Ecuador, están “adornadas” con esta invasora. En el caso de Asia, se le ha visto a 1500 metros sobre el nivel del mar en la Ciudad Kandy, Sri Lanka.

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S. campanulata presente en la Isla Grande, Hawaii. Foto del autor

En Cuba han realizado estudios de la ecología de esta planta, cuyos resultados son los siguientes:

  • la planta en las condiciones de las alturas del Escambray, parte central del país, florece todo el año, pero con máximos de floración entre septiembre y enero, o sea al final del período lluvioso del año.
  • La maduración del fruto dura 4-6 meses, mientras que sus semillas se dispersan entre abril y junio, o sea casi al inicio del período lluvioso, lo que favorece su germinación.
  • La mayor producción de semillas se observó en áreas de bosque natural y en cafetales abandonados. Estas semillas germinan bien en condiciones semi-sombreadas.

La dispersión de las semillas es factible en países afectados por huracanes, ya que las torrenciales lluvias tienden a llevar las semillas de la altura a sitios más bajos. S. campanulata se reproduce también con éxito vegetativamente a través de sus estolones, por lo que es una planta dotada de dos formas de reproducción.

Plántula de S. campanulata

Plántula de S. campanulata

El poder invasivo de la planta estriba en que desplaza con su población un buen número de plantas cultivables u otras en las zonas invadidas. Lo interesante es la poca tolerancia de S. campanulata a la presencia de especies de pino, lo cual fue observado por este autor en Fiji. Tampoco se le encuentra en plantaciones de caña de azúcar y de jengibre, lo que hace sospechar de algún poder alelopático de estas plantas cultivables sobre S. campanulata.

Los enemigos naturales de este árbol encontrados en Cuba son los insectos Xyleborus affinis Eich y Xyleborus ferrugineus Fab., los cuales agujerean la madera del árbol. Igualmente es atacado por el patógeno Ceratocystis fimbriata Ellis & Halst.

Una vez la planta aparece, lo indicado es evitar su movimiento y erradicar su presencia. No obstante, eso es insuficiente si no se hace una campaña para informar a los agricultores de las consecuencias de plantar el árbol. En muchos países de América Central se venden posturas para su plantación y no existe legislación para evitarlo.

Eliminar la planta en estadio inicial de crecimiento manualmente con machete es factible, pero no después. El corte de la joven planta no evitará su rebrote, por lo que es necesario quemar el tocón. Hay lugares donde se recomienda el uso de glifosato o de 2,4 D + dicamba en aplicaciones dirigidas sobre el tocón y así evitar su rebrote.

Los tocones deben ser tratados para evitar el rebrote de S. campanulata

Los tocones deben ser tratados para evitar el rebrote de S. campanulata

A pesar de los problemas ya indicados, se entiende que la planta una vez naturalizada en un lugar deberá tratarse como maleza cuando así lo exijan las condiciones. No obstante, el consejo mejor es de no traerla y no propagarla si aún está ausente en un determinado territorio. La prevención es la vía principal de control de este árbol invasor.

La planta tendría posibilidades de adaptación de ser introducida en áreas cálidas del Mediterráneo, por lo que se deben adoptar medidas para evitar la entrada de la misma en estas áreas.

Fuentes

Auld B. & Nagatalevu-Seniloli. 2003. African Tulip Tree in the Fijian Islands. In “Weed Management for Developing Countries, Addendum I” ed. R. Labrada. FAO Plant Production and Protection Paper 120

FAO. TCP/FIJ/8921 project document. FAO, Plant production and protection division, Rome.

Labrada R. & Díaz A. 2009. The invasiveness of the African Tulip Tree (Spathodea campanulata (Beauv.). Biodiversity, vol 10– issue 2-3: Invasive Alien Species in a Changing World, pp 79-82.

 

Escrito por Ricardo Labrada, 16 noviembre de 2018

 

Entrada de planta exótica en un nuevo territorio: ¿Qué hacer?

Las especies invasoras crean ecosistemas homogéneos,
carentes de otra vida, dominados por especies individuales
.”
Karl Mathiesen (periodista)

El tema es recurrente y se aplica no solo a plantas exóticas, sino también a otros organismos vivos extraños en un país o territorio del mismo.

Cuando una nueva planta es detectada, es menester saber cuál es su densidad y distribución en el territorio de entrada. Usualmente, en los países en desarrollo la detección ocurre cuando la infestación es elevada y muy evidente. Sucede así por el hecho que en esas naciones no hay métodos de evaluación periódica de las áreas agrícolas y forestales, por lo que la planta entró, se adaptó, finalmente se estableció y su infestación ya cubrió una superficie considerable.

No siempre sucede en esa forma trágica. Los agricultores son los mejores aliados de la producción agrícola, los que van todos los días al campo y los que suelen detectar estos problemas, por lo que puede darse que el agricultor se percate de la novedad e informe a las autoridades correspondientes del problema.

También puede ocurrir que el establecimiento de la especie no haya sido en una gran área, lo que es factible que suceda en función del tipo de suelo y cultivo. Si la planta es de fotosíntesis C4 no es muy probable encontrarla diseminada en áreas forestales o de árboles frutales debido a la sombra que proyectan las copas de los árboles. Si es de fotosíntesis C3 puede tener algunos requerimientos que no se cumplan en áreas de países tropicales o subtropicales, por lo que la dispersión puede ser limitada.

Como ya se ha apuntado anteriormente, lo mejor siempre es la prevención, o sea tratar con los medios posibles de evitar la entrada de la especie, lo que se logra mediante inspecciones de cuarentena de materiales de origen vegetal y suelo, en puertos y aeropuertos, así como en puestos de frontera. Si el país no posee un cuerpo de cuarentena vegetal, el riesgo de entrada de especies exóticas es enorme.

Evaluación de riesgos de malezas

Pasos a seguir para la evaluación de riesgos de plantas exóticas

Hay personas, sobre todo en Europa, que consideran que una planta exótica entrada en un país, podrá diseminarse en un período mediato de tiempo en toda la región, ya que la especie se moverá y no entenderá de barreras fronterizas. Es cierto que eso puede suceder, pero no es un argumento que limite la gestión de prevención en los países vecinos con fronteras por tierra. Esta cuestión es válida para abordarla en un próximo artículo.

Cuando la especie está dentro del territorio hay tres métodos que se pueden implementar. Estos son la erradicación, contención y control habitual. La aplicación de cada uno de ellos dependerá de los niveles de infestación y dispersión de la especie, y la factibilidad económica de poderlo llevar a cabo.

Fases de invasión y control

Fases de invasión y control de plantas exóticas

Erradicación

Lo más deseable siempre es la erradicación, o sea eliminar completamente la nueva especie, para lo cual hay que utilizar los medios disponibles, tanto materiales como humanos. Sin embargo, si la diseminación y niveles de infestación son altos, la erradicación es una utopía.

La erradicación tiene que ser factible económicamente, no se puede pensar en erradicar sin los medios adecuados. En más de una oportunidad el que suscribe ha discutido con agricultores este tema ante la presencia de especies exóticas pero ya ampliamente establecidas y diseminadas. La erradicación entonces no es posible y, por ende, es inviable.

Si la especie ha sido recién introducida y encontrada en algunos focos de un territorio no muy extenso, la erradicación es realmente posible. Lo que aquí se afirma, se aclara, tiene que ver con las economías de los llamados países en desarrollo.

En el estado de Carolina del Norte de los EE.UU. hay un programa de erradicación de la especie hemiparásita Striga asiatica (L.) O. Kuntze, la que fue allí detectada por primera vez en campos de maíz, en 1956. Según informes de 2011, hasta la fecha se ha eliminado la presencia de esta planta en un área mayor a 215 000 ha, lo que representa el 99% de lo inicialmente existente. Tal programa a largo plazo de erradicación es posible en un lugar, donde existen los medios para tal empeño.

Contención

La especie exótica se ha logrado establecer en una parte del territorio nacional, o sea no ha logrado invadir todo el país, la erradicación es impensable, pero si se puede detener la dispersión, por lo que la contención es factible a fin de evitar su entrada en otros territorios del país.

De nuevo, esta tarea no es fácil, ya que requiere de personal para la vigilancia interna, que puede no existir a falta de fondos para pagarle por sus servicios. Lo más indicado en estos casos es capacitar a los agricultores o a los trabajadores de áreas forestales, impartirles conocimiento sobre la biología de la especie a combatir y los métodos que puedan ser utilizados según el caso. La capacitación debe ser nada aburrida, con charlas amenas y bien ilustradas.

Los métodos de control en estos casos no siempre son aquellos sin riesgo ambientalmente. Por ejemplo, puede tratarse del uso de sustancias fuertemente tóxicas, que se deben aplicar con cuidado y evitando una posible contaminación de las aguas y el suelo o toxicidad sobre la fauna existente.

En esos casos, lo más prudente es que los agricultores informen sin demora a las autoridades competentes, de tal manera que sean ellos los que apliquen los químicos que sean pertinentes utilizar con el debido cuidado.

Control habitual

La especie exótica entró, se estableció, se dispersó, nadie se enteró, no hubo vigilancia, nada que la limitara, un hecho consumado. Entonces ni erradicación, ni contención son viables, coexistencia con la especie establecida, lo que significa controlarla en los momentos y áreas en que es indeseable.

Hay muchos casos de especies introducidas, algunas con impacto mediato en los territorios invadidos, a otras les ha llevado años llegar a niveles extremadamente altos de densidad, pero sin impedimento de los factores abióticos y bióticos, la especie ha triunfado en detrimento de la biodiversidad y la economía local.

Los aspectos aquí tratados son parte de un curso corto de post grado (cuatro días de duración) del autor, donde se profundiza más en los métodos para la prevención del riesgo y luego el manejo en caso de post entrada de la especie.

Fuentes

Iverson R.D., Westbrooks R.G., Eplee R.E. & Tasker A.V. 2011 Overview and Status of the Witchweed (Striga asiatica) Eradication Program in the Carolinas. Invasive Plant Management- Issues and Challenges in the United States, chapter 6, pp 51-68. American Chemical Society.

Labrada R. 2010. Procedures for weed risk management. PPT, European Weed Research meeting, weed management in semi-arid zones. Santorini, sept.

Labrada R. 2011. Procedures for post border weed risk management. FAO Plant Production & Protection Division. Rome, 34 p.

 

Escrito por Ricardo Labrada, 5 setiembre de 2018

El problema de las plantas invasoras

El cambio climático global ha complicado el problema de las especies invasoras. Un clima más caluroso permite a algunas invasoras diseminarse ampliamente, lo que provoca la extinción de organismos nativos en su hábitat tradicional y le da espacio para el establecimiento de las invasoras.”
Richard Preston (1954, escritor estadounidense)

Invasoras y nativas

Las especies invasoras son de hecho una de las amenazas crecientes a la biodiversidad a nivel global. El trasiego de productos, con el libre comercio entre varias naciones y regiones del mundo, provocan que la entrada de estas especies se facilite a la vez que se rompen las barreras biogeográficas existentes.

Cuando una nueva especie, con potencial invasor, entra en un nuevo hábitat, de establecerse y diseminarse, puede causar la desaparición de otras especies, lo que genera una alteración de la estructura y composición de las comunidades. Esto indica que para preservar la biodiversidad, no queda otra alternativa que prevenir tales introducciones.

El cambio climático es una realidad y especies adaptadas a medios cálidos e inexistentes en clima templado, puede entonces encontrar condiciones favorables para expandir su distribución.

En el caso de las plantas invasoras, las características más comunes son:

  • La habilidad de reproducirse sexual y asexualmente, algo muy común en especies de plantas perennes.
  • Rápido crecimiento
  • Rápida reproducción
  • Alta habilidad de dispersión
  • La plasticidad fenotípica, o sea la capacidad de alterar la forma de crecimiento de la especie para adecuarse a las condiciones prevalentes.
  • Tolerancia a variadas condiciones ambientales
  • Habilidad para vivir sobre una amplia gama de alimentos

Una especie invasora puede llegar a utilizar recursos naturales inaccesibles para plantas comunes del hábitat. Un ejemplo claro es el de las plantas del género Prosopis, introducidas en muchos países del Medio Oriente y África, las que toman el agua de las profundidades del suelo en zonas áridas.

Prosopis juliflora

Prosopis juliflora

La introducción de especies capaces de multiplicarse con rapidez, provocan un desbalance de los recursos naturales disponibles, lo cual se refleja negativamente en el ecosistema y provoca cambios de composición de organismos. Los macroelementos en el suelo, sobre todo el nitrógeno y el fosforo, se convierten entonces en factores limitantes.

Las plantas invasoras usan el llamado mecanismo de facilitación, o sea liberar sustancias químicas a través de sus raíces o por su follaje de manera de crear un ambiente poco favorable para el crecimiento de otras especies de plantas, fenómeno conocido como alelopatía. La inhibición del crecimiento y desarrollo de otras plantas permite el crecimiento exitoso de la nueva especie invasora. Plantas como Cynodon dactylon, Cyperus rotundus, Parthenium hysterophorus, entre otras, son altamente alelopáticas, las que se establecen con densidades medias o grandes, y provocan la eliminación de otras especies comunes en el lugar.

Cynodon dactylon

Cynodon dactylon

Afortunadamente,  los ecosistemas con una alta diversidad de especies suelen ser menos afectados por las invasoras debido a una menor disponibilidad de nichos. No obstante, esta condición no siempre se comporta de igual forma, ya que mucho dependerá del nivel de individuos de la especie invasora introducida en el nuevo hábitat.

No todas las especies invasoras tienen que ser introducidas. En la actualidad hay muchas prácticas en la agricultura que pueden convertir a una especie en invasora. El ejemplo más claro es el de los biotipos de malezas resistentes a los herbicidas de mayor uso en la agricultura de varios países.

Lo más indicado para poder afrontar el problema de las invasoras es la prevención mediante la evaluación de riesgo de especies que potencialmente puedan introducirse y establecerse. De haber alguna probabilidad de introducción, entonces es menester ver los controles de frontera que se puedan utilizar e igualmente los métodos de control en caso de escape y entrada de la especie. El método que se adopte en caso de manejo de post entrada, dependerá de la distribución y abundancia de la especie en el nuevo territorio, así como su factibilidad económica.

Fuentes

Hierro, J.L.; R.M. Callaway (2003). Allelopathy and exotic plant invasion. Plant and Soil 256 (1): 29–39.

Huenneke, L.; S. Hamburg, R. Koide, H. Mooney, and P. Vitousek (1990). Effects of soil resources on plant invasion and community structure in California (USA) serpentine grassland. Ecology 71: 478–491.

Stohlgren, T.J.; D. Binkley, G.W. Chong, M.A. Kalkhan, L.D. Schell, K.A. Bull, Y. Otsuki, G. Newman, M. Bashkin, and Y. Son (1999). Exotic plant species invade hot spots of native plant diversity. Ecological Monographs 69: 25–46.

 

Escrito por Ricardo Labrada, 20 agosto de 2018

La alelopatía como medida a integrar en el manejo de malezas

La agricultura sostenible puede lograrse mediante
la integración de la alelopatía en el manejo agrícola”.
Elroy Leon Rice (1917-2000 ecólogo estadounidense).

Todos los seres vivos poseen metabolismo, proceso de cambios químicos y biológicos que ocurren permanentemente en las células vivas del organismo. De eso se deriva que se reciban sustancias y elementos del exterior dentro del cuerpo del organismo a la vez que se liberan otras elaboradas internamente al exterior.

En el caso de las plantas se sabe que existe un conjunto de sustancias liberadas que pueden ser benéficas a otras plantas o microorganismos, como también pueden ser tóxicas a otras. El mismo principio de selectividad de los herbicidas químicos aquí rige con estas sustancias liberadas.

Esquema de alelopatía

Este fenómeno biológico es conocido como Alelopatía, por lo que cuando el efecto es benéfico estamos en presencia de una alelopatía positiva, mientras que cuando es dañino se trata de alelopatía negativa. El término viene del griego allelon, que significa uno al otro, y pathos o sufrir, y la primera persona en usarlo fue el profesor alemán Hans Molisch en su libro “The Influence of One Plant on Another: Allelopathy (1937”.

Hans Molisch

Hans Molisch

Sin embargo, sería injusto afirmar que el conocimiento de los efectos alelopáticos data desde 1937. En la época de la antigüedad se sabe que Teofrasto (c.372-286 a. C) escribió algo al respecto en sus dos libros sobre las plantas. El famoso botánico y micólogo suizo Augustin Pyrame de Candolle (1778-1841), quien fue uno de los fundadores junto con Linneo de la sistemática taxonómica moderna, igualmente desarrolló la teoría de la interacción vegetal, muy pertinente en la agricultura y en los ecosistemas naturales, la cual está basada en las sustancias químicas supuestamente entonces como liberadas por las plantas. De hecho Willis (1994) entiende que de Candolle es realmente el padre de la alelopatía.

Augustin Pyrame de Candolle

Augustin Pyrame de Candolle

Las sustancias liberadas por las plantas son actualmente llamadas aleloquímicos, conjunto variado de sustancias, entre ellas:

– Terpenoides, muy producidos en plantas superiores y entre las que se destacan el alcanfor, a y b pineno, 1,8-cineol, y dipenteno.
– Glicósidos cianogénicos, muy producidos en plantas Brassicaceae. Las sustancias más conocidas son la durrina y la amigdalina, sustancias que al hidrolizarse producen cianhídrico e hidroxibenzaldehído, éste último al oxidarse origina el ácido p-hidroxibenzoico.
– Lípidos y ácidos grasos: los ácidos linoleico, mirístico, palmítico, láurico e hidroxiesteárico.
– Compuestos aromáticos: fenoles, derivados del ácido benzoico, derivados del ácido cinámico, quinonas, cumarinas, flavonoides y taninos.
– Alcaloides: cocaína, cafeína, cinconina, fisostigmina, quinina, cinconidina, estricnina, que se sabe inhiben la germinación de las plantas.
– Compuestos alifáticos: ácidos oxálico, crotónico, fórmico, butírico, acético, láctico y succínico, y alcoholes como metanol, etanol, n-propanol y butanol hidrosolubles.

Las observaciones realizadas por varios investigadores en las últimas décadas arrojaron evidencias que muchas malezas o plantas indeseables resultaban ser alelopáticas a varias plantas cultivables. El asunto es que si bien se veía el daño de las malezas, no se veía que las plantas cultivables o algunas de sus variedades podían hacer algo similar sobre las malezas. Fue esto último lo que despertó el interés en identificar cultivos alelopáticos y aleloquímicos capaces de inhibir la germinación, el crecimiento y desarrollo de las plantas indeseables. Se trataba justamente de encontrar nuevas estrategias a integrar en el manejo de las malezas.

Por un lado se veía que malezas perennes como Cyperus rotundus, Sorghum halepense, Cynodon dactylon entre otras, eran capaces de inhibir a un número vasto de plantas, tanto cultivables como indeseables, y su efecto alelopático no era puesto en duda, por demás, su efectos invasor mucho tiene que ver con su capacidad alelopática, pero a la vez otros investigadores dirigían sus estudios a la búsqueda de plantas cultivables capaces de inhibir las peores malezas. La identificación de cultivos alelopáticos ofrece un fuerte potencial para el desarrollo de cultivares altamente supresivos de las malezas.

Fue así que Peterson y Harrison (1995) encontraron que el camote o patata dulce, Ipomoea batata (L.) Lam., era capaz de inhibir fuertemente el desarrollo del coquito (Cyperus rotundus). Hussain et al (2017) comprobaron que los lixiviados del sésamo son capaces de inhibir la reproducción de esta planta perenne. Chandra y Kandasamy (2008) encontraron que los lixiviados acuosos de eucalipto lograron inhibir a los propágulos de las malezas C. rotundus y C. dactylon. Sin embargo, lixiviados de hojas frescas de eucalipto estimularon el crecimiento de C. rotundus.

Uremis et al (2009) estudiaron el efecto de extractos seis plantas Brassicaceae sobre el crecimiento de S. halepense, y encontraron que Raphanus sativus L. var. Niger fue la mejor planta inhibiendo a esta gramínea perenne. Luego se estudiaron los efectos de estas plantas en el campo, donde nuevamente se observó supresión del crecimiento de la maleza. Estos autores concluyeron que estas plantas pueden ser utilizadas en rotación en áreas con infestaciones de la maleza, lo cual resulta en una medida más a integrar para su control integrado.

Imperata cylindrica (L.) Raeuschel, es otra maleza gramínea perenne que afecta la productividad de los cultivos en las pequeñas fincas de África Occidental. Una solución vista y factible es el uso de por cortos períodos de tiempo de la leguminosa Mucuna pruriens var. utilis, la cual es capaz de inhibir seriamente el crecimiento y desarrollo de la maleza en cuestión (Akobundu et al 2000).

Otros estudios conducidos extensivamente han sido aquellos relacionados con la alelopatía de cultivares de arroz sobre las malezas, pero muy en particular sobre la gramínea anual Echinochloa crus-galli  (L.) P.Beauv.. Distintos estudios sobre este particular indican que el aleloquímico responsable del efecto sobre las malezas es la momilactona B, la que es liberada por las raíces de la planta y capaz de inhibir fuertemente el crecimiento de otras plantas aledañas a la de arroz (Kato-Noguchi et al 2010).

De esta manera se ve que la alelopatía es un aspecto importante a estudiar dentro del campo del manejo de las malezas. La identificación de cultivares capaces de inhibir el crecimiento de malezas de alta predominancia puede ser una herramienta factible económica y ambientalmente dentro del manejo integrado de malezas.

Fuentes consultadas

Akobundu I.O., Udensi U.E. y Chikoye D. 2000. Velvetbean (Mucuna spp.) suppresses speargrass (Imperata cylindrica (L.) Raeuschel) and increases maize yield. International Journal of Pest Management. Vol. 46 (2):103-108.

Chandra Babu R. y Kandasamy O.S. (2008). Allelopathic Effect of Eucalyptus globulus Labill. on Cyperus rotundus L. and Cynodon dactylon (L.) Pers. https://doi.org/10.1111/j.1439-037X.1997.tb00507.x

Hisashi Kato-Noguchi, Takeshi Ino & Hiroya Kujime. 2010. The relation between growth inhibition and secretion level of momilactone B from rice root, Journal of Plant Interactions, 5:2, 87-90, DOI: 10.1080/17429141003632592.

Lovett JJ (s/a) Hans Molisch’ legacy. The regional institute online publishing. http://www.regional.org.au/au/allelopathy/2005/molisch/2797_lovettj.htm

Olofsdotter M., Navarez D. y K. Moody. 1995. Allelopathic potential in rice (Oryza sativa L.) germplasm. Annals of applied biology vol 127 (3): 543-560.

Peterson J.K. y Harrison H. 1995. Sweet Potato Allelopathic Substance Inhibits Growth of Purple Nutsedge (Cyperus rotundus). Weed Technology 9 (2):277-280.

Hussain I, Singh N.B., Singh A. y Singh S. 2017. Allelopathic potential of sesame plant leachate against Cyperus rotundus L. Annals of Agrarian Science vol 15 (1): 141-147.

Uremis I,, Arslan M., Uludag A. y Kemal Sangun M. 2009. Allelopathic potentials of residues of 6 brassica species on Johnsongrass [Sorghum halepense (L.) Pers.]. African Journal of Biotechnology Vol. 8 (15), pp. 3497-3501.

Willis R.J. (1994a) Pioneers of allelopathy II: Spencer U Pickering (1858-1920). Allelopathy Journal 1 (2) 70-76.
Escrito por Ricardo Labrada, 14 abril de 2018