Red Ruffing, un pelotero estrella por talento y empeño

«Siempre me imagine que los juegos de Serie Mundial eran
los más fáciles de lanzar, ya que el equipo rival no te conoce.”
Red Ruffing

La enciclopedia beisbolera doméstica de mi padre solía hablar de las tantas figuras que los Yankees tuvieron en su historia en el pasado. Un día era DiMaggio, otro Bill Dickey, algo para Tony Lazzeri, mucho para Lou Gehrig y Babe Ruth, y entre los lanzadores no dejaba de mencionar a Lefty Gómez y Red Ruffing entre otros.

De Charles Herbert Ruffing es de quien les hablaré en este artículo. Le decían Red por ser pelirrojo, había nacido en el seno de una familia alemana emigrante el 3 de mayo de 1905, eran cinco hermanos, su padre se dedicó a trabajar en duras faenas de minería en Granville, Illinois. El viejo Ruffing se rompió la espalda trabajando como minero carbonero, luego pasó a trabajar en oficina y siguió ascendiendo hasta llegar a ser alcalde de Coalton.

A su hijo Charley no le gustaba la escuela, por lo que a los 13 años colgó los libros y se fue a trabajar en lo mismo que su padre, como minero para ganar 3 dólares diarios. Al poco tiempo se dedicó a acoplar vagones de tren y fue ahí cuando le sucedió algo inesperado e irreversible. Uno de sus pies quedó debajo de una rueda de vagón y ahí perdió 4 dedos de ese pie. Para su suerte, los médicos le salvaron el pie, caminaría con un solo dedo en ese afectado.

Estuvo tiempo alejado del trabajo y también del juego de béisbol, era parte del equipo de la mina y se desempeñaba como jardinero. Durante su rehabilitación anduvo con muletas y un exjugador de ligas menores le aconsejó se dedicara a lanzar. A fin de cuentas, él no podía correr como los demás, así que los jardines era un tema para olvidar.

Ruffing puso empeño y logró dominar como lanzador al jugar en clase B. Cuando tenía 19 años, los Medias Rojas de Boston se interesaron por él y lo adquirieron. En 1924 ya Ruffing era parte de la nómina de los Medias Rojas, pero no era que le fuera bien en este equipo, donde perdío mucho más de lo que ganó. Los Medias Rojas formaban nóminas de bajo presupuesto, Ruffing les cuadraba bien entonces, pero llegado el 1930, los de Boston seguían en la miseria y el propietario del equipo, Quinn, decidió canjear a Ruffing a los Yankees a cambio del jardinero-inicialista Cedric Durst más $50,000. Suerte para Ruffing, salir de la pobreza y caer en un equipo que era idolatrado por muchos en la pelota de esos años.

Con los Yankees fue otra cosa, se sentía más respaldado al campo y comenzó a demostrar su consistencia y su viabilidad ganadora. Seguro estoy que en esos momentos nadie se acordaba de que este lanzador no tenía cuatro dedos de un pie. El pelirrojo tuvo cuatro temporadas de 20 o más juegos ganados, en su carrera logró ganar 273 desafíos con 225 derrotas (,548), buena parte de esas venían de su trabajo anterior con los Medias Rojas. Su PCL fue de 3,80, WHIP 1,34, inició 538 juegos, completó 335 y salvó 18, ponchó a 1987 bateadores en 4344 entradas lanzadas. Fue Líder en victorias 21 en 1938 y en lechadas (5) en 1939. Su WAR a su retiro fue 68,6.  

Participó en las Series Mundiales de 1932, 1936, 1937, 1938, 1939, 1941 y 1942, en total siete series, en las que logró 7 victorias y 2 derrotas (,778), completó 8 juegos de los 10 que inició. Su PCL fue 2,52 y WHIP 1,18, con 61 ponches en 85,2 innings. Los Yankees tuvieron en Ruffing a un lanzador muy confiable para este evento supremo de post temporada.  

Para el mánager Joe McCarthy no había duda, Ruffing era el lanzador para abrir en el primer juego de Serie Mundial. Sabía que era hombre tranquilo, flemático y consistente. Ruffing acoplaba bien con otros peloteros de su equipo con características similares, como eran los casos del receptor Bill Dickey, y los infielders Frank Crosseti y Tony Lazzeri.  

Igualmente, fue un bateador destacado para ser lanzador y medio mutilado de una extremidad, logró promedio ofensivo de ,266 en 22 temporadas, conectó 144 extrabases (98 dobles, 13 triples y 38 jonrones), con 273 impulsadas. De hecho, en varias oportunidades compareció al plato en calidad de bateador emergente.

El gran lanzador se retiró en 1947, temporada que jugó para los Medias Blancas de Chicago. Era de suponer que, por sus resultados y esfuerzo por las razones ya conocidas, Ruffing no tendría mucho tiempo que esperar para llegar al Salón de la Fama de Cooperstown. Bueno, la historia no fue así, pasaron los años y el famoso Bob Feller escribió sobre la consideración que debía haber con algunos peloteros, eran los casos de Luke Appling, Satchel Paige y Red Ruffing. Cualquiera que aspire entrar en el salón de los famosos tiene que llevarse un 75% de los votos, Ruffing nunca llegó a esa cantidad. En 1967 obtuvo 73% de votos y se le concedió “bondadosamente” la exaltación al Salón. A mi entender, toda una ridiculez. Ruffing mereció haber llegado antes y creo que muchos pueden estar de acuerdo con este criterio. Ser estrella vedado de órganos esenciales para la locomoción y el control de los lanzamientos es algo raro.

A los 68 años era miembro del Salón y para recibir ese premio tuvo que ir de Cleveland a Cooperstown en sillas de rueda, había sufrido un primer ictus, luego contrajo cáncer de la piel y finalmente falleció de leucemia el 17 de febrero de 1986 en el hospital de Alturas de Mayfield en Ohio. Pauline and their son Charles Jr. survived.

Los Yankees le recordaron y situaron una placa en su honor en el Yankee Stadium en 2004.

Fuentes consultadas
Baseball-reference.com.
Corbett Warren. Red Ruffing. SABR.com https://sabr.org/bioproj/person/Red-Ruffing/

Esteban Romero
29 marzo 2024

Campeonatos de béisbol de la CTC/Obreros en el pasado en Cuba

«Uno de los aspectos más bonitos del béisbol es su historia
James Abbott Anthony (famoso lanzador zurdo y
carente de mano derecha)

Lides beisboleras se sobraban a lo largo de todo el país en Cuba, entre esos torneos no faltó uno auspiciado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), los que tuvieron su inicio el 30 de agosto de 1942. Esta primera justa se llamó campeonato de la CTC, cuyo secretario general era Lázaro Peña, de las filas del partido comunista. Ya lo sabes, estimado lector, si no lo sabías. Por cierto, la primera bola de la jornada inaugural estaba previsto fuera lanzada por Peña, pero al final lo hizo Leovigildo Vicente, otro dirigente de la CTC.

Los equipos eran amateurs y representativos de los sindicatos de varias empresas o entidades. En ese primer campeonato participaron los equipos de Asociación Nacional Empleados Públicos (ANEP), Centro Benéfico Jurídico, Periódico Hoy, Sindicato Ambrosia, Unión Cigarreros, Federación de Plantas y Aguas, y los Motoristas, en total siete equipos, en los que podían jugar peloteros aficionados de las ligas nacional amateur y social. Estos torneos eran a una vuelta, pero el primero se realizó a dos vueltas debido a los pocos equipos participantes.

Entre las figuras conocidas que participaron en el torneo estaban el receptor Ramón Carneado, los infielders Ernesto Estévez, Santiago O´Hallorans, el antesalista Manuel Quintela y los lanzadores Oscar Ruíz y Waldimiro Arcos en la Federación de Plantas y Aguas; Juan Mercadefe como jardinero y el lanzador Lino Donoso en la Unión de Cigarreros; el jardinero José Antonio “Guineo” Zardón en el Sindicato Ambrosia; el antesalista Eddy Gavilán y el lanzador Armando Roche en el Periódico Hoy; el receptor Manuel Mantara, y los lanzadores Luis “El Herrero” Blanco y Ramón “Moaín” García en el Benéfico, y Pedro Ullrich (hermano de Santiago) por la ANEP.

El Periódico Hoy parecía campeón, pero el 10 enero de 1943 hubo triple empate en el primer lugar, Periódico Hoy, Centro Benéfico Jurídico y la ANEP. En serie extra el Benéfico eliminó al Hoy, mientras que la ANEP hacía lo mismo con el Benéfico para así coronarse campeón.

El torneo de 1943-44 se llamó campeonato obrero, nada de CTC, en el que participaron los equipos de Ruta 29, Ramo del Tabaco (San Antonio de los Baños), Tejar Matos, Sindicato Ambrosia, Periódico Hoy, Centro Benéfico,Sindicato de la Galleta, Unión de Cigarreros, Prácticos de Farmacia, Clínicas y Farmacias, Sastrería San Luis (representativo del Sindicato de la Aguja), Sindicato del Mueble, Federación Plantas Eléctricas, Acumuladores Los Ángeles, Central Amistad y Central Providencia, un total de 16 equipos a jugar en una sola vuelta un todos contra todos.

La Ruta 29 presentó un equipo muy balanceado, entre las figuras conocidas estaba el jardinero Armando “Jo-Jo” Báez, y los lanzadores Mariano de la Puente y Antonio “Lindo” Suárez. El Ramo del Tabaco no se quedó atrás, el jardinero José Mir estaba en sus filas, además de los estelares Julio “Jiquí” Moreno y Gumersindo Monrabal. En las filas del Ambrosia estaba el receptor Celestino Durán, Zardón en los jardines, y los lanzadores Pedro Travieso y Pedro Ullrich. El Hoy presentó a Roche nuevamente como lanzador principal; el Sindicato de la Galleta al entonces jovencito Lino Donoso; el estelar jardinero Hiram González jugó para la Sastrería San Luis, y los eléctricos vinieron con alto voltaje de pitcheo, con Rigoberto Villanorvo, “Coco” del Monte e Ignacio Olachea, además de Eddy Marco en los jardines, Ealo en la inicial, Quintela en tercera y Ernesto Estévez sea en 2B como en el SS. Acumuladores Los Ángeles vino con Juanito Izaguirre, Mario Vega en la antesala, y los lanzadores Luis Zequeira, Luis Alomá y Pedro “Natilla” Jiménez. La presencia de esas figuras de las Ligas Amateur les daba cierto colorido a estos breves torneos beisboleros.

Cuando comencé a leer las nóminas, me dije que los tabacaleros se harían del título, pero no fue así, los guagüeros de la Ruta 29 no creyeron en tabaco ni aguja, y se llevaron el banderín al solo perder un desafío y empatar uno. El campeón tuvo a un Mariano de la Puente perdedor del único desafío de su equipo, pero ganador de casi todos los restantes, y logró el título de pitcheo del campeonato, mientras Mario Díaz Boceta (Sastrería San Luis) se llevaba los departamentos de bateo y de carreras anotadas.

El campeonato de 1944-45 comenzó el domingo 12 de noviembre. Esta vez los equipos participantes fueron: Deportivo Hoy, Acumuladores Los Ángeles, Tejar Mato, Centro Benéfico Jurídico, Ruta 29 (campeones en 1943-44), Estibadores de Regla, Sindicato Telefónico, La Aguja, Ramo del Tabaco, Sindicato del Mueble, Sindicato Ambrosia y Sindicato de Empleados de Crusellas.  

Los guagüeros de la Ruta 29 pasaron a un segundo plano, ya que la batalla se concentró entre el Ramo del Tabaco, Estibadores de Regla y el Sindicato Telefónico. Los tabacaleros trajeron una nómina más reforzada, en la que se hallaban experimentados como el camarero Juan Moreno, el antesalista Ciro Nueva, los jardineros Alejandro Montesino, José Mir y Armenio Torres, mientras que los lanzadores fueron el también jardinero Eddy Marco, Gumersindo Monrabal y el as del equipo, Julio Moreno. Los de Regla descansaron sobre los envíos de “Lindo” Suárez, pero al campo lo tenían todo: Miguel López como receptor, Virgilio Arteaga en la inicial, “Huevito” Rodríguez defendiendo el segundo saco, Julio Gómez en la antesala y Jesús Mera como torpedero. En los jardines estaba el también lanzador Ignacio Ferrer, el siempre útil Alberto “Galate” Gómez, Alejandro Rodríguez y José Luis “Jorocón” García. Los del Teléfonos trajeron a José “Cheín” García como lanzador principal, Ramiro Ramírez como cátcher, el inicialista Vicente Quesada, Mario Díaz Boceta en la intermedia, Willy Miranda en el campo corto y Agustín “Tin” Delaville como jardinero.

El torneo concluyó en febrero con victoria decisiva de 6-4 de los tabacaleros sobre los estibadores, juego emocionante y decidido en extra-inning. El equipo campeón tuvo una buena contribución de parte de Jiquí Moreno, el que trabajó 87 entradas y ganó 3 juegos. El jardinero derecho E. Rovira del Periódico Hoy fue el campeón de bateo de la justa.

Un nuevo torneo tuvo lugar en 1945-46, iniciado en octubre, en el que participaron los equipos de Ramo del Tabaco, Estibadores de Regla, Ruta 29, Deportivo Hoy, Acumuladores Los Ángeles, Tejar Mato, Sindicato de la Galleta, Sindicato Telefónico, y los debutantes Sindicato Papeleros y Cartoneros, Flota Blanca, Sindicato Belot, Dependientes de Almacenes, Sindicato Jarcia (Matanzas), Sindicato Papeleros y Cartoneros, Sindicato Arechabala (Cárdenas), Ariguanabo y Sindicato de la Aguja (antes Sastrería San Luis).

Algunas figuras destacadas de otros torneos no participaron esta vez, como fue el caso de Jiquí Moreno, pero el Jarcia vino con una especie de híbrido de Deportivo Matanzas/Hershey, en el que jugaban experimentados como el receptor-jardinero Marcos Monroe, defensores del cuadro como Enrique Hernández, Osvaldo Santacruz, Urso Barrera, J. Gaspar “Curro” Pérez, Antonio “Quilla” Valdés, y jardineros como Mario Díaz, Enrique del Sol y Pedro Echeverría. Los lanzadores fueron el as del Rosario René “Tata” Solís y Renato Castillo. Este equipo vino a ganar y lo logró, pero en reñida batalla con los Estibadores de Regla, los que no se quedaron atrás en nómina, eran prácticamente una versión del Regla B.B.C. de la Liga Amateur. Veamos, “Tango” Suárez como receptor, José Luis “Jorocón” García en la inicial y los jardines, “Huevito” Rodríguez en la intermedia, Julio Gómez e Isidoro Carballeira como antesalistas, Jesús Mera en el campo corto, en los jardines Alberto “Galate” Gómez y Gaspar del Toro. Los lanzadores fueron “Lindo” Suárez y José “Sombrilla” Feo entre otros. Ambos equipos quedaron empatados y hubo serie extra de 3 partidos a ganar 2. Hicieron falta solo dos para que “Tata” Solís se encargaran de los reglanos, el que ganó ampliamente el primer juego y luego relevara para asegurar la victoria del Jarcia en este campeonato.

Por lo visto y comprobado, 1946-47 fue el último campeonato de los proletarios, torneo iniciado el 20 de octubre en el estadio de la Tropical. La primera bola iba a ser lanzada por el entonces director de la DGND y periodista, Luis Orlando Rodríguez, el que el 5 de enero de 1959 se convirtiera en ministro del interior del nuevo gobierno en Cuba. En su lugar, la primera bola fue lanzada por Lázaro Peña, aún secretario de la CTC.  Los conjuntos a discutir el título fueron Sindicato de la Aguja, Sindicato Estibadores (Regla), Tejar Matos, Deportivo Hoy, Ramo del Tabaco, Sindicato Telefónico, Sindicato Dependientes de almacenes, Sindicato de la Galleta, Sindicato de los Muebles, Sindicato papeleros y cartoneros, además de Ómnibus Aliados, Sindicato de las Construcciones, Sindicato de Barberos (Bauta) y Havana Docks (los muelles de la Habana).

En el papel me daba la impresión de que la Aguja y los Estibadores eran ambos como conjuntos de Regla, por cierto, los más fuertes del torneo. En la Aguja estaban Argelio Brito como receptor, en el cuadro los hermanos Danny y Rafael Concepción, R. Batista y O. Bosch, en los jardines José Ramón “Cabito” López, y Francisco Pérez como lanzador principal. Por su parte, los Estibadores venían con Miguel López como receptor, los jardineros Roberto Méndez, “Jorocón” García y Alberto “Galate” Gómez, y los lanzadores Ignacio Ferrer y Juanito Izaguirre.

La pelea fue reñida entre ambos conjuntos, al final la Aguja sólo perdió uno y empató otro, pero los Estibadores perdieron 2 y por ahí se les fue el banderín. Los otros cercanos fueron Tejar Matos, Deportivo Hoy empatados en el tercer y cuarto lugar. El 21 de febrero fue la despedida a estos breves, pero interesantes torneos.   

Nota: la única fuente utilizada fue la del periódico Hoy, diario que publicaba los box scores de casi todos los partidos de estos campeonatos, información disponible y digitalizada por la Universidad de Florida.

Esteban Romero
16 marzo 2024

Un recorrido por los torneos semiprofesionales de béisbol en Cuba en el pasado

Un equipo que gane un campeonato no es precisamente destacado,
se puede considerar bueno uno que gane dos, pero aquel que
gane tres o más consecutivamente es el que logra la grandeza.”
John McGraw (legendario ejecutivo y director en la MLB)

La llamada pelota semiprofesional se jugaba en Cuba desde los años 30 del pasado siglo. Al no poseer detalles de esa pelota en esa década, si les voy a dar una descripción de lo ocurrido en los 40, aunque de antemano es ineludible reconocer que los primeros campeonatos semi pro fueron aquellos organizados hasta 1940 dentro de los campeonatos de la liga Inter-Fuerzas Armadas. Varios profesionales surgieron y se desarrollaron en esa liga, algo que ya he apuntado con anterioridad, entre ellos están Alejandro Crespo, Héctor Rodríguez del Regimiento 7, líder de los bateadores en la justa de 1938; Rogelio “Mantecao” Linares con la Marina de Guerra; “Sagüita” Hernández con el Regimiento 6 (Columbia), entre otros. Inicialmente no había ningún orden en el número de profesionales que podían jugar en cada equipo de esa liga hasta que antes de comenzar el campeonato de 1939, el ejecutivo de la Liga, presidido por el teniente León, tomó la decisión de admitir un máximo de tres peloteros profesionales por cada equipo.

Esos torneos fueron un progreso en la pelota cubana, ya que admitía a cualquier pelotero sin importarle el color de la piel, algo que la elitista y supremacista blanca Liga Nacional Amateur no permitía. La Liga Inter-Fuerzas Armadas sirvió para que la xenófoba Nacional Amateur se viera en la obligación de permitir peloteros negros en las filas de las selecciones nacionales. Así pudo el zurdo Wenceslao González integrar el equipo Cuba de 1939 y el receptor Carlos Colás en 1940, ambos provenientes de los campeonatos de los militares.

Los campeonatos semipro organizados tomaron más auge cuando los torneos de los militares cesaron en 1940. Hubo un intento de resucitarlos en 1942, pero no se logró, en su lugar organizaron torneos anuales de softbol. En los semipro no había discriminación, solo que quien ahí jugara no podía volver al béisbol amateur, pero si se daba el caso de varios peloteros profesionales jugando al nivel de semipro en momentos de ninguna actividad beisbolera profesional o de no poseer de momento algún contrato en los EE. UU. o México.

En 1941-42 se organizó el campeonato de la Liga Popular con la participación de los conjuntos de Deportivo Única, Ambrosia, Deportivo Contreras, Ruta 10 y 11, Predilecta y Sindicato Motoristas. Fue un torneo a dos vueltas y concluida la primera, los equipos clasificados podían reforzarse hasta con tres peloteros. Fue un campeonato interesante, de muchas altas y bajas en la tabla de posiciones, hasta que la Predilecta se llevó el banderín derrotando en desafío extra al Deportivo Única. En las filas de la Predilecta jugaban Catalino Ramos, Pedro Jorrín, Mauricio Funes, Miguel Ángel Nicolás, Manuel Domínguez como jardinero y lanzador, los pitchers Wilfredo Salas, Justiniano González, Antonio “Loco” Ruíz (también infielder) y Oscar “Diamante” Amaro. La Única, por su parte, trajo en su nómina al receptor Rubén Borroto, al infielder-lanzador Pedro “Chino” Ibáñez, al torpedero Armando Ledesma SS, y a los lanzadores Juan Alfaro, Joaquín Téllez y el as principal, Juan “Bibi” Crespo, hermano del gran Alejandro.

En 1942 hubo un torneo de esta liga, en el que participaron los equipos de Casa Ferro, Rutas 10 y 11, Deportivo Oliveite, Esso, Rutas 23 y 25, Farmacia Salvador y Músicos B.B.C. Sus resultados no los encontré en la prensa disponible. Es de suponer que, si no se informan los resultados, no hay nada que publicar. Tampoco la prensa poseía agentes para estar recopilando los resultados de cada juego en las distintas ligas nacionales y locales.

En 1943, hubo dos campeonatos, casi paralelos, por un lado, el llamado comercial, en el que jugaron los conjuntos de la Predilecta, Deportivo Contreras, Havana Electric, Orbay y Cerrato, La Única, La Pasiega, Ambrosia, El Baby, Marianenses y Rutas 23-24-25, y por otro el auspiciado por la Dirección General Nacional de Deportes (DGND). Primero veamos a los torneos de la comercial.

En el campeonato de 1943 el Deportivo Contreras, dirigido por Rafael Contreras, se llevó el triunfo, merecido por su juego y por el trabuco que presentó, en el que jugaban receptores como Fermín “Strike” Valdés, Ramón Couto y Raúl Aragón, en la inicial Rogelio “Mantecao” Linares, Pedro “Charolito” Orta en la intermedia, Luis Minsal en la antesala, y Cándido Mora o Francisco Pedemonte como torpederos, En los jardines estaban Avelino “Belito” Álvarez, Andrés Vázquez y Rogelio Bolaños, mientras que los lanzadores fueron Silvio Romero, Mario Lecubet, Julio Alfonso y Leandro Forbes. Mario Lecubet fue el campeón de pitcheo al ganar siete desafíos y Claro Duany (Ambrosia), bateando horrores, se llevó el de bateo. La antesala del Ambrosia fue defendida por Orestes Miñoso. En las filas de Orbay y Cerrato jugaron Chiflán Clark como jardinero-inicialista, Conrado Pérez como infielder, y Leovigildo Xiques como jardinero central.

La comercial de 1944 tuvo la participación de los conjuntos de Deportivo Contreras, Marina (de Pinar del Río), Ambrosia, Orbay y Cerrato, La Única, El Baby, Rutas 23 y 25, y Marianenses.  La sonrisa esta vez fue para la Marina gracias a la labor de una especie de Shohei Ohtani de la época, hablo de Raimundo “Ray” Gavilán, oriundo de Piloto, Pinar del Río, hombre que lanzaba y bateaba como el mejor, quien además de lanzador, jugaba los jardines y la inicial. Gavilán era pitcher de todas las semanas, por lo que logró ganar 19 juegos, lanzar 20 escones consecutivos, récord para la liga, a la vez que hasta el 3 de setiembre de ese año tenía 14 jonrones y 44 impulsadas. En ese momento, Gavilán superaba (,463) en una centésima el promedio ofensivo de Orestes Miñoso, quien logró finalmente aventajarlo y al ausentarse en los últimos juegos de su equipo, le arrebató el título de bateo a Gavilán y le privó de la triple corona ofensiva. La Predilecta presentó a un jardinero ex juvenil muy efectivo, Ángel Ibáñez, luego convertido en “guagüero”, el que después alternaba su juego en Cuba y Panamá.

En 1945 no hubo equipo Marina de Pinar, se cambió el nombre, se llamaba Mayca, también de Pinar. De los dos campeonatos anteriores estaban Ambrosia, Deportivo Contreras, Orbay y Cerrato, la Única, El Baby y Havana Electric, mientras que debutaban los conjuntos de Corona, Tabacos Beck, Bar Tuyo y Mío, La Parisien, Portuarios (Matanzas), Estrellas de Porto, Ruta 4, Ruta 16, y Motoristas y Conductores. Ambrosia contó con los servicios del lanzador Oscar “Diamante” Amaro para llevarse el banderín viniendo de abajo para finalmente superar al Mayca. Que conste que ni Miñoso, ni Duany estaban en el equipo campeón esta vez. Muy lamentable que Orbay y Cerrato haya abandonado este campeonato en sus mismos inicios. Ofensivamente el veterano Rogelio Bolaños del Deportivo Contreras fue la sensación al promediar por encima de los ,400.

Pinar no dejó de cambiar nombre nuevamente, para 1946 fue Campa S.A., equipo que contó nuevamente con la ofensiva de Ray Gavilán, líder en jonrones e impulsadas, mientras que su lanzador principal, Ruperto Cruz, también se llevaba el liderato de los bateadores.  Hubo nuevos equipos como Motorola, Buena Vista de San Luis, Ironbeer, Estrellas de Álvarez, Villa Roja (Artemisa), además de los tradicionales la Predilecta, Estrellas Porto, Orbay y Cerrato, Havana Electric y Tabacos Beck. La ausencia de Ambrosia se hizo notar.

Estos fueron los torneos de la comercial recopilados. Estaba el otro campeonato semipro auspiciado por la Dirección General Nacional de Deportes (DGND), cuyo primer torneo tuvo lugar en 1942, en el que jugaron equipos conocidos del otro circuito comercial, como fueron Orbay y Cerrato, Ambrosia, la Predilecta, La Pasiega, Havana Electric, Deportivo Única, Estrellas Contreras, además de Cinzano, El Modelo, Papelera Moderna y Ómnibus Aliados. La lucha por el banderín fue reñida, Orbay y Cerrato no cedió y finalmente triunfó. En sus filas estaban el antesalista Héctor Rodríguez, además de los jardineros “Chiflán” Clark, Leovigildo Xiqués y a tiempo parcial el veteranísimo Alejandro Oms. Otros destacados en acción fueron Pedro Formental y Claro Duany en la Pasiega, los lanzadores Juan Eckelson en el Modelo, Wilfredo Salas y el inicialista Rubén García 1B (hermano de Silvio García) con el Cinzano, “Charolito” Orta, Villa Cabrera, Manolo Fortes, Rogelio Bolaños, además de los lanzadores Mario Lecubet y Wenceslao González en Estrellas Contreras; Juan Crespo en el Deportivo Única, y Avelino Cañizares en el Havana Electric.

El II campeonato de la DGND en 1943 trajo otra composición de equipos. En este torneo a tres vueltas jugaron el Norton, Ruta 16, Estrellas Valdés, Relámpago, Casa Barcalá y Ómnibus Aliados. El campeón fue el Norton dirigido por Julio Rojo, equipo en el que jugaban hombres como Pedro “Kiko” Gutiérrez en la receptoría, Rubén García 1B, Catalino Ramos 2B, Pascual Triana 3B, José Dópico SS, en los jardines Gerardo Toyo, Amado Ibáñez y Rogelio Bolaños, con Brígido Ferrer, José Ballester, Wenceslao González y “Yuyo” Acosta como lanzadores. Otros conocidos en otros equipos fueron “Charolito” Orta, Leandro Forbes y Jorge Comellas en el Relámpago; los lanzadores Antonio Estrella y Tomás de la Cruz en la Ruta 16. Como ya dije, en 1943 los dos campeonatos semipro transcurrieron casi paralelamente y la Comercial se llevó lo mejor para su campeonato. Algunos peloteros jugaban paralelamente en ambas ligas semipro. Por citar solo dos ejemplos, estaban los lanzadores Luis Safora (Ambrosia y Predilecta en la comercial y Ómnibus Aliados en la DGND) y Guillermo “Limonero” Sánchez (Estrellas Valdés en la DGND y El Baby en la comercial) en 1943.

El tercero, por mi cuenta, y último organizado por la DGND fue en 1944, con equipos como Ruta 16, Revestidora de Gomas, la Parisien, Ruta 4, Rutas 10 y 11 (como había guaguas entonces), Ron Pinilla y Estrellas Porto. Ruta 16 presentó a un cuchillo de lanzador, nada más y nada menos que al zurdo Adrián Zabala, quien ganó 10 de los 11 juegos que lanzó, además de haber jugado los jardines y haber bateado con oportunidad. Zabala se fue del torneo unas semanas antes del final producto de un contrato recibido para jugar en México, así y todo, dejó a su equipo en la cima, el que tuvo que pelear duro con la Revestidora de Gomas, equipo que traía otro cuchillo llamado Wenceslao González. Hubo empate y tuvieron que ir a serie extra de 3 a ganar 2, donde finalmente los guagüeros de la 16 se llevaron el banderín. Zabala ausente, pero Juan “Bibi” Crespo supo superar la adversidad y ganar los juegos necesarios para el campeonato. Ignacio Ramírez, jardinero de la ruta 16, se llevó el campeonato de bateo con promedio de ,436. Los infielders Cándido Morales y Julio “Witto” Villafranca jugaron de maravillas para la Revestidora. El primero fue líder en bases robadas y anotadas, mientras que el Witto fue el máximo impulsador del torneo. El receptor inicial en el conjunto de la Ruta 10 y 11 fue Fermín Guerra, el que igualmente se retiró de la justa en cuanto fue llamado por su equipo en los EE. UU.

Las fuentes consultadas son: Diario de la Marina desde 1938 a 1940, Crisol en 1944, y Hoy desde 1939 hasta 1947.  

Esteban Romero
14 marzo 2024

Enfrentamiento Dodgers Brooklyn vs selección profesional Cuba en 1942

«Qué ser humano tan decente. Cuánto me
ayudó. Pero se niega a llevarse el crédito«
Jackie Robinson sobre Pee Wee Reese

En 1941 los Dodgers habían visitado Cuba para entrenarse, así que eso no era nada nuevo. Parece que al equipo neoyorquino le gustó esta visita y la repitió en 1942, en la que sostuvo una serie de cuatro juegos, todos a efectuarse en el estadio de la Tropical, contra una selección cubana de la liga profesional.

El equipo cubano, dirigido por José Rodríguez, vino integrado por los receptores Fermín Guerra y Carlos Colás, el cuadro fue defendido por Regino Otero 1B, “Cocoliso” Torres y “Pollo” Rodríguez en segunda, Napoleón Heredia 3B, Silvio García SS. Los jardineros fueron Alejandro Crespo, Pedro Pagés, José “Huesito” Vargas y Santos Amaro. Como lanzadores estuvieron los zurdos Agapito Mayor, Julián “Yuyo” Acosta, los derechos Rodolfo Fernández, Gilberto Torres y Tomás de la Cruz.

Los de Brooklyn, dirigidos por Leo Durocher (Leo the lig), vinieron con peloteros de calidad como el torpedero Pee Wee Reese, el antesalista Arky Vaughan, el jardinero central Pete Reiser, el receptor Mickey Owens, y los lanzadores Kirby Higbe y Johnny Allen.

El primer juego se efectuó el 4 de marzo, en que el derecho Tomás de la Cruz rindió una extraordinaria labor al dejar al conjunto neoyorquino en 7 imparables y una carrera, la que se produjo en la tercera entrada por infield hit por tercera del antesalista Arky Vaughan con Mickey Owen en primera por base por bolas y cañonazo impulsor del jardinero central Pete Reiser. Así y todo, el conjunto cubano ya había marcado dos frente al abridor Kirby Higbe, muy descontrolado, al otorgar cuatro bases por bolas, pero las carreras fueron producto de doblete el antesalista Napoleón Heredia con línea al derecho, toque de sacrificio del camarero Jorge Juan “Cocoliso” Torres, base al inicialista Regino Otero, incogible de Tomás, en 3-2, entre tercera y sior para que Heredia anotara, estaba en 3-2, el hombre proa, el jardinero central Pedro Pagés, despachó otro imparable con lo que Regino anotó la segunda y decisiva carrera del juego. No hubo más, los Dodgers utilizaron a los lanzadores Curt Davis y Johnny Allen en lo sucesivo (ver box scores de todos los juegos abajo).

El segundo tuvo lugar el 6 de marzo, fatídico para los cubanos, Gilberto “Jibarito” Torres abrió en el montículo por los cubanos y los Dodgers se animaron a batearle al conectarle 10 incogibles y anotarle 4 carreras. Entre esos imparables hubo dos jonrones, uno del torpedero Pee Wee Reese y otro del inicialista Lester K. Burge. Gilberto de Regla fue relevado por Rodolfo Fernández de Guanabacoa, quien lanzó mucho mejor, el que no permitió más libertades y se mantuvo hasta el noveno cuando fue sustituido por un emergente. Los cubanos anotaron 3 en el octavo y una en el noveno para empatar el desafío. Dos de esas carreras se debieron a la pérdida del batazo por el sol de parte del jardinero Jack Graham, lo que fue salvación para que los cubanos anotaran y no se quedarán sin anotaciones en esa octava entrada. Feliz debe haber estado el mánager José Rodríguez. En el undécimo los Dodgers marcaron dos sobre los envíos del zurdo Julián “Yuyo” Acosta para así garantizar la victoria. “Cocoliso” cometió dos errores en este partido, uno de ellos costoso, al permitir una anotación de los visitantes. Carezco de otro detalle y fue la expulsión en este juego del mánager de los Dodgers, Leo Durocher, y del también mánager de los Reales de Montreal, Clyde Sukefort, por decisión de Amado Maestri. Supongo que Durocher, conocido por ser pendenciero, se haya pasado en alguna protesta de jugada y Maestri, el que nunca se anduvo con pañitos calientes, decidió expulsar a ambos. Aclaro que esta expulsión fue en el segundo y no en el primer juego como he leído en otra fuente.

El tercer juego se efectuó el 7 de marzo, donde Alejandro Crespo realizó el gran fildeo, del que todavía se recuerda por los aficionados a este deporte. Esa cogida sucedió en la tercera entrada sobre batazo del gran Pee Wee Reese. Crespo se encaramó sobre las cercas del jardín izquierdo y con una mano engarzó una pelota que se iba de jonrón. Después del fildeo, Crespo se quedó balanceándose en la cerca. Imagínense al público cubano, eufórico por todo lo alto. Poco antes Napoleón Heredia había realizado otro fildeo de maravillas en la antesala, mientras que el zurdo Agapito Mayor mantuvo a los campeones de la Liga Nacional en 1941 en 2 carreras y así llegar empatados hasta la novena entrada. El derecho Ed Albosta había también contenido la ofensiva después de relevar al abridor Ed Head, pero en el noveno con un out, Regino Otero disparó su segundo hit del juego, Agapito bateó para forzarlo en segunda. El toque no era indicado con un out cedido por Fermín Guerra. Pedro Pagés, del cual me han contado muchas cosas buenas, se anotó infield hit y Mayor se metió en segunda, lo suficiente para que anotara con sencillo de línea al derecho del camarero Arturo Antonio “Pollo” Rodríguez, y el canguro, Santos Amaro lo imitó para traer la segunda de la entrada en las piernas de Pagés. Los Dodgers no se amilanaron y llegaron a situar hombres en segunda y tercera con dos outs, pero Agapito no estaba para bromas y dominó al antesalista Lew Riggs. El cuarto juego y último de esta serie fue un paseo para el conjunto cubano con la ayuda del brazo de Rodolfo Fernández, quien se dio el gusto de blanquear a los visitantes, a los que dejó en 7 indiscutibles. Sus compañeros fabricaron tres anotaciones, dos en el tercero y una en el sexto al ligar bien cinco incogibles. Para el Rudy era su segunda lechada ante equipos de Grandes Ligas, ya que en 1937 pintó de blanco a los Gigantes de Nueva York. Bonito resultado, victoria de 3 ganados y 1 perdido contra los Dodgers de Brooklyn, de los grandes de la Liga Nacional. Por otro lado, los aficionados pudieron ver a una serie de peloteros estrellas en la MLB, los que tuvieron que marchar ese mismo año al servicio militar debido a la segunda guerra mundial.

Fuentes: los números correspondientes del periódico HOY, marzo 1942, digitalizados y existentes en los archivos de la Universidad de Florida.

Esteban Romero
13 febrero 2024

Tope béisbol semiprofesional entre equipos Cuba y Williamsport en 1945

Batear es como nadar, una vez aprendes a batear, nunca se te olvida.”
Stan Musial (estrella de los Cardenales St Louis en los 40-50)

Los topes de béisbol entre equipos cubanos profesionales con sus similares norteamericanos eran frecuentes cada año. Otros enfrentamientos eran muy raros, era el caso de equipos universitarios estadounidenses contra amateurs cubanos. Enfrentamiento entre conjuntos semipro solo he visto este que aquí se describe.

Era una selección de peloteros de la liga comercial semipro contra el Williamsport, el cual venía integrado por peloteros cubanos que jugaban a este nivel en EE. UU. No perdamos de vista que los profesionales cuando no tenían contrato se iban a jugar en la semipro hasta tanto se les diera la oportunidad de jugar en alguna liga profesional oficial. Así que no es extraño que muchos de los nombres que verán en el Williamsport eran ya profesionales cubanos otrora amateurs.

En Cuba se jugaba pelota semipro desde hacía años, existía una liga auspiciada en parte por la Dirección General de Deportes y otra, la comercial, con equipos costeados por sus empresas respectivas. A la larga, la comercial era la única activa en el occidente del país en 1945, por lo que los peloteros y nombres de equipos que verán abajo eran de esta liga.  

El torneo se desarrolló en la Habana entre los días del 2 al 6 de octubre de 1945 en el terreno de la Tropical. La nómina de la selección de la comercial semipro cubana fue la siguiente:
Director: E. Valdés, auxiliares- Avellana Cobas y Pepín Pérez.
Receptores: Pedro Díaz (Motoristas y Conductores), Victoriano Sosa (Tabacos Beck) y Juan A. Machado (Corona).
Cuadro: L. “Cucho” Hernández (Estrellas Porto) y Rubén García (Corona) 1B, Pedro Orta (Deportivo Contreras) y T. Martínez 2B (Ambrosia), Pedro Torres (Mayca) y L. “Toro” Molina 3B (Ruta 4), Agustín Campuzano (Corona) y Osmaro Blanco (Ambrosia) SS.
Jardineros: Ray Gavilán (Mayca) y Mario “Chacumbele” Díaz (Ruta 4) LF, Ángel Ibáñez (Mayca) CF, Martín Miró (Corona) y Andrés Mesa (Ambrosia) RF.
Lanzadores: Wilfredo Salas (Deportivo Contreras/Corona), René Santiesteban (Ambrosia), Juan Eckelson (Portuarios/Matanzas), “Bibi” Crespo (Corona), Rafael Gorostiza (Bar Tuyo y Mío), Francisco “Cayuco” Martínez (El Baby/Ambrosia).

Por el Williamsport estuvieron:
Director: Daniel Parra
Receptores: Rogelio Valdés, Mario Díaz.
Cuadro: Virgilio Arteaga 1B, Héctor Aragó 2B, Miguel Lastra 3B y Daniel Doy SS.
Jardineros: “Guajiro” Fernández LF, Oscar Garmendía CF, Manuel “Chino” Bernal y Agustín Delaville RF.
Lanzadores: Daniel Parra, Luis “Wito” Alomá, Joaquín Gutiérrez, «Yuyo» Acosta y José Traspuesto.

Los árbitros en este tope fueron R. “Moralitos” Morales, Payans y Bernardino Rodríguez, mientras el anotador fue Lito Arce.

El primer juego, el del 2 de octubre, fue suspendido, pero en el del 3 de octubre Bibi Crespo logró la victoria al pintar de blanco a su adversario y dejarlos en 4 imparables, mientras sus compañeros fabricaban 8 anotaciones frente a los envíos de Gutiérrez y Traspuesto, lo que obligó al director y lanzador zurdo Parrita entrar al montículo para aplacar la ofensiva de la selección nacional. Llamó la atención que los locales situaron a Ray Gavilán, el jardinero derecho, como noveno al bate, hombre de extraordinario poder y bateo. El segundo juego fue victoria para los locales con pitcheo de Francisco Martínez, quien celebró su cumpleaños (4 octubre), al dejar en una carrera y 7 indiscutibles a su rival de Williamsport, así logró victoria de 8-1. Esta vez Ray Gavilán fue cuarto en la alineación.

El tercer juego cambió las cosas cuando Parrita se hizo cargo del montículo del Williamsport y logró la victoria 4-3, con derrota para Wilfredo Salas. En realidad, no hubo pitcheo hermético, el Williamsport bateó 11 incogibles por 10 de los locales. Williamsport salió adelante al marcar sus 4 carreras en la segunda, tercera y cuarta entradas, mientras que los locales anotaron 3 en el cuarto y quinto innings. El sábado 6 de octubre hubo doble juego, el que resultó división de honores y victoria en la serie para el equipo cubano. El primer juego concluyó 7-6 a favor del Williamsport, con rally de 5 carreras en las postrimerías que les dio la victoria. El lanzador ganador fue José Traspuesto como relevista en una entrada. En el último y decisivo partido, los locales ganaron 5-4 después de borrar una desventaja de 4 carreras entre el cuarto y sexto innings con victoria para Bibi Crespo, quien relevó al abridor Juan Eckelson.

Este enfrentamiento es una muestra de que el nivel de la pelota semipro en Cuba competía con el que se jugaba fuera del país, así fuera los EE. UU. No se puede olvidar que varias figuras de la pelota profesional pasaron por las ligas semipro como preparación para ligas superiores. Entre esos jugadores estaban Héctor Rodríguez, Avelino Cañízares y el gran Orestes Miñoso entre otros.

Fuentes consultadas: exclusivamente los números del periódico Hoy en las fechas comprendidas entre 25 setiembre- 7 octubre 1945. Son copias digitalizadas por la Universidad de Florida.

Esteban Romero
5 febrero 2024

La visita de los Nacionales de Washington en 1946

El béisbol abarca talento, trabajo duro y estrategia, pero
en un nivel más elevado, abarca amor, integridad y respeto
Pat Gillick (ex lanzador y ejecutivo del béisbol profesional)

El 7 de marzo de 1946 el conjunto de los Nacionales de Washington, luego Senadores, visitó la Habana, el objetivo era enfrentarse en juegos de exhibición con los Medias Rojas de Boston y luego enfrentarse a una selección cubana de peloteros profesionales.

Un poco de historia de este equipo, desde 1872 ha habido equipos con este nombre, pero no nos confundamos, ya que no todos pertenecen a la misma franquicia. A partir de 1891 hasta 1899 hubo un equipo denominado como Senadores de Washington, al cual también le llamaban Statesmen (hombres de estado o gobernantes). En 1901 reapareció otro conjunto de los Senadores en la Liga Americana, el cual se mantuvo hasta 1960 cuando fue sustituido por los Mellizos de Minnesota, aunque en 1961 surge una nueva franquicia con el nombre de Senadores de Washington, el cual se mantendría hasta 1971 para entonces ser sustituido por los Vigilantes de Texas, los que, por cierto, son campeones de Serie Mundial en 2023. No obstante, los primeros Senadores a veces cambiaban de nombre, ignoro la causa, y se llamaban Nacionales, como sucedió en 1946.

El Washington fue equipo sotanero históricamente y no muy dado a invertir en peloteros estrellas. El siciliano Joe Cambria iba y venía de Cuba a EE. UU., y contrataba de manera económica a varios peloteros cubanos, Roberto Estalella fue el primer agraciado en la lista. Varios de ellos se revelaron como piezas eficientes en los equipos que militaron, ahí están Fermín Guerra, Conrado Marrero, Camilo Pascual, Pedro Ramos, Sandalio Consuegra entre otros. Era una forma de darle vida al equipo, propiedad de Clarke Griffith, una especie de Jerry Reinsdorf antiguo, actual dueño de los Medias Blancas de Chicago, del cual ya se ha hablado en este blog. La visita del Washington también buscaba identificar en esa serie a peloteros cubanos a contratar.

Los Medias Rojas de Boston llegaban a la Habana el 8 marzo y el 9 de marzo se enfrentaban estos dos conjuntos de la Liga Americana, en juego que los Nacionales ganaron 10-9. Un jueguito cualquiera lo pierde, pero un campeonato no. Los Medias Rojas se coronaron campeones en esa temporada de 1946.

Así todo quedó preparado para iniciar una serie de cinco juegos contra la selección cubana. Que conste, la entrada a estos juegos de exhibición fue gratuita, todos efectuados en el estadio de la Tropical.

El Washington vino con la siguiente nómina:

Receptores: Mario Díaz, Rogelio Valdés
Cuadro: Mickey Vernon 1B, Jerry Priddy 2B, Sherry Robertson 3B, Cecil Travis SS, Ángel Fleitas
Jardineros: Jeff Heath, Stan Spence, Buddy Lewis, Paul Campbell
Lanzadores: Dutch Leonard, Marino Pieretti, Pete Appleton, Bill Lefebvre, Walt Masterson, Max Wilson, Mickey Haefner, Roger Wolff
Observen que los Nacionales traían dos receptores cubanos, uno de ellos, Mario Díaz nunca llegó a las Mayores. Era defensivamente un excelente receptor, a quien alcancé a ver jugar en mi niñez. Lefebvre y Appleton era lanzadores invitados al entrenamiento. Faltaron dos de los regulares, ellos fueron el antesalista Billy Hitchcock y el jardinero Joe Grace.

Los cubanos trajeron a:
Receptor: Fermín Guerra
Cuadro: Santos Amaro 1B, Carlos Blanco 1B, Chino Hidalgo 2B-3B, Héctor Aragó 2B, Armando Gallart 3B, Gilberto Torres 2B-SS, Silvio García SS
Jardineros: Alejandro Crespo, Francisco Campos, Claro Duany, José Zardón.
Lanzadores: Jorge Comellas, Manuel Acosta, Julio Moreno, Rafael Rivas, Manuel “Cocaína” García, Raúl Díaz.

Hay que felicitar a Gilberto Torres y a Fermín Guerra, ya miembros regulares en el equipo de Washington, pero que decidieron jugar dentro de la selección cubana.

El juego del martes 12 de marzo resultó en derrota para la selección cubana, la que resultó derrotada con anotación de 6-3 (ver box scores abajo). Comellas fue el lanzador derrotado. Por los cubanos Alejandro Crespo jonroneó.

En el siguiente juego, los norteamericanos masacraron al pitcheo cubano, al que le dispararon 16 imparables. Las víctimas de esta ofensiva fueron Jiquí Moreno, Cocaína García y el zurdo Rafael Rivas. Claro Duany jonroneó por los cubanos, equipo que bateó 13 hits, pero anotó solo 6 veces por 13 de los vencedores.

El tercer juego (14 marzo 1946) fue otra victoria para el equipo de las Mayores con Mickey Haefner y Roger Wolff en el montículo, los que solo permitieron 3 anotaciones al conjunto cubano. Yuyo Acosta fue el lanzador derrotado. El 16 de marzo fue más de lo mismo, el Cuba derrotado 8-3, juego en el que la defensiva de los derrotados lloró por su ausencia, cuatro marfiladas, dos de Gilberto Torres como camarero. La despedida llegó el 17 de marzo con sonrisa para el Washington y así terminar la serie con pollona. El marcador final fue de 10-6, justo reconocer que Jorge Comellas mantuvo a los norteamericanos en una carrera hasta que en el sexto le marcaron 3 carreras.

La selección cubana era de buen nivel, pero, así y todo, no pudo ganarle un juego a este conjunto ligamayorista y sotanero.

El Washington se quejó de las condiciones del terreno de la Tropical, tan duro como una mesa de billar y los roletazos no eran fácilmente fildeables. Tampoco les gustó el hotel, ya que estaba en una zona de mucho bullicio en la noche y no permitía descansar a sus jugadores. A ello hay que sumar las palabras despectivas de Clarke Griffith para el béisbol mexicano, el de Pasquel, así como para todos aquellos que iban a jugar en México, algo que fue objeto de severas críticas de la prensa cubana.

Fuentes consultadas: la prensa escrita cubana de 1946.

Esteban Romero
31 enero 2024

La MLB: contratos, injusticias y equipos débiles

Los buenos equipos se hacen grandes cuando sus miembros tienen
confianza mutua, la suficiente para vencer el “yo” por el “nosotros”.
Phil Jackson (ex entrenador en la NBA)

Todos estamos de acuerdo que el béisbol profesional, al igual que el fútbol, el baloncesto, el tennis y otras disciplinas más, es deporte y negocio, lo único que puestos estos dos aspectos en una balanza habría qué ver si es más una cosa que la otra en cada deporte. De ese grupo mencionado se excluye el boxeo, el que se presenta como un gran negocio, a veces oscuro.

En el caso del béisbol, cada año, terminada la Serie Mundial, aparece la lista de los agentes libres, modalidad inexistente hace seis décadas, y comienza al trapicheo de peloteros de un equipo a otro, sobre todo de aquellos que le queda un año para convertirse en agente libre o que se desea canjear por conveniencia de bolsillo.

En la década de los 50 y antes, los peloteros vivían muy pendientes de sus rendimientos, de sus errores a la ofensiva o a la defensa, y la mayoría sentía aprecio grande por su camiseta. El dinero importaba, pero no era tan fácil hacerse de un aumento salarial.

Cuenta la historia que, con los Yankees de Nueva York, equipo casi invencible en la Liga Americana, si algún pelotero entendía que se le debía dar un aumento, lo que tenía qué hacer era ir a hablar bajito, no en voz alta, con uno de los copropietarios, Daniel Topping o Del Webb. El más listo en ese orden de solicitudes era Yogi Berra. Los Yankees festejaban en gala el triunfo en la Serie Mundial y entonces Berra le insinuaba algo al respecto a uno de esos personajes. La respuesta casi siempre era de “sí, sí, date una vuelta por la oficina”. Otros peloteros se callaban o no lo intentaban. Esto sucedía casi 20 años antes que se incorporara la agencia libre en el Convenio Laboral de 1976 firmado por la MLB con el sindicato de peloteros.

Antes de la fecha indicada del acuerdo, casi todos los peloteros entonces vivían pendientes de cómo mejorar su rendimiento, ya que caso contrario, sea quien fuera, podía ser canjeado o enviado a las Menores hasta que recuperara su forma, tampoco tendría forma de obtener un aumento salarial. Un ejemplo claro e injusto fue el del torpedero Phil Rizzuto, el MVP de 1950, un mago en su posición, quien en 1956 los Yankees despidieron el mismo día de las Viejas Glorias. ¡Qué manera más justa de incinerar a un defensor estrella del campo corto por años en esa franquicia!  A Rizzuto le decían Holly Cow (Vaca Sagrada), la idea era enviarlo a los Atléticos de Kansas City, una rara sucursal de los Yankees jugando en la Liga Americana también. Rizzuto no aceptó, por lo que dijo adiós a su juego en el terreno y se dedicó a la tarea de presentador, algo que se le daba muy bien, ya que relataba muchas de sus vivencias como pelotero durante las trasmisiones.

El otro caso ocurrió terminada la Serie Mundial de 1956 cuando los Dodgers de Brooklyn decidieron canjear a su pelotero emblema, el legendario Jackie Robinson, a los Gigantes de Nueva York. Robinson no aceptó ese cambio y decidió retirarse del béisbol, abrió una especie de cafetería-bar en Nueva York y no más béisbol.

Era tanto el amor a la camiseta por parte de Rizzuto y Robinson, que ninguno de los dos aceptó jugar para otro equipo. A veces hubo aceptaciones, las que tenían su justificación. Fueron los casos de Hank Aaron y Willie Mays por citar dos ejemplos. Aaron jugó de toda la vida en la franquicia de los Bravos, equipo en el que logró romper el récord de jonrones de por vida de Babe Ruth, pero quería dejar un récord más alto y se decidió jugar dos temporadas más, pero en Milwaukee, ciudad que había sido sede de los Bravos hasta 1965. Willie Mays fue otro caso casi idéntico, de siempre jugó con los Gigantes hasta que lo canjearon en 1972 a los Mets de Nueva York, donde jugó dos temporadas más. Era Nueva York, ciudad en la que Mays se había iniciado para los Gigantes, donde jugó durante sus primeras seis temporadas hasta el cambio de sede de la franquicia para San Francisco.  

Mickey Mantle comentaba en su libro (ver fuente abajo) que, los peloteros en banca siempre estaban discutiendo qué hacer para mejorar su rendimiento al campo, lo que lanzaba cada pitcher rival, cómo alcanzar una base más, nadie se ponía a discutir como estaba la bolsa o los intereses bancarios. El béisbol era el tema a diario, todos sabían que había competencia incluso dentro del equipo por ocupar una posición como regular y eso se ganaba con el esfuerzo diario.

Hubo canjes como siempre, pero eran hasta lógicos, los de hoy hay que decir que en algunos casos pesa más el dinero ahorrado que el interés por elevar el nivel de competitividad del equipo. Miren este canje en el pasado, Rocky Colavito de los Indios (ahora Guardianes) a los Tigres a cambio de Harvey Kuenn en abril de 1960. Dando y dando, Colavito había sido líder en jonrones (42) en 1959, mientras que Kuenn había sido en esa misma temporada líder en hits (198), doble (42) y de bateo (,353). Hoy un casi Cy Young se oferta en canje por cuatro o cinco piezas de talento incierto.

Es cierto que ya los peloteros no son mangoneados como en épocas anteriores a la década de los 70 en el pasado siglo, por lo que ya ellos exigen salarios que se elevan proporcionalmente a su performance, algo justo, ya que, si se dejan a los dueños del negocio decidir, la paga sería ridícula. Miren el caso de Randy Arozarena, su salario no llega a medio millón anual, póngale Ud. el nombre a este asunto. Se trata de un pelotero que rinde, juega a la pelota con el alma y ya ven, de él casi no se habla, ¿saben por qué? No hay tantos millones de por medio, por lo que no es sensacional. El hombre que discutió con Shohei Ohtani la condición de mejor pelotero del clásico mundial de 2023, gana menos de medio millón según indica baseball-reference.com.

Uno lee todos los días los grandes cintillos del béisbol de la MLB, sobran las especulaciones, más que noticias, de qué equipo finalmente firmaría al nipón superestrella Shohei Ohtani. El otro es el dominicano Juan Soto, otro excelente jugador, pero se habla más de dinero y contrato que de su juego en sí, de cómo encajaría en tal o más cual novena, el negocio por delante y, con todo respeto, eso le hace daño al deporte. Los Yankees se hicieron de los servicios de Soto y ahora tendrán que inventarse un jardinero central regular. Aaron Judge juega el derecho como Soto, Alex Verdugo es ahora parte de los jardineros de los mulos, pero el arizoniano suele jugar las alas de los jardines. Ya se las arreglarán, supongo.

Hay contratos muy justos y otros que ni hablar de ellos. Los cubanos llegan al béisbol profesional con una mano delante y otra atrás. Muchos no habían visto cien dólares juntos antes de llegar a los EE. UU. Por eso, ellos son usualmente mercancía barata en la mayoría de los casos, con algunas excepciones, a causa de expectativas infladas e inventadas por su representante. Arozarena, Luis Robert Jr. y Yandy Díaz, entre otros, no lograrán altos salarios en los conjuntos en que juegan. Tampa es un equipo de bajo presupuesto, el que, por cierto, sabe manejar muy bien y merece admiración, pero los Medias Blancas es otra historia. La salvación de estos peloteros es salirse tan pronto les llegue el primer año de arbitraje y explorar mejores opciones en otros equipos. Leía una información, me pareció una especulación, que afirmaba que los Medias Blancas de Chicago le estaban ofreciendo un contrato de 10 años a Luis Robert Jr. por 100 millones. De ser veraz, es toda una burla, Luis Robert Jr. cuesta y costará más de 10 millones anuales en el presente lustro y después.  Claro, no es de extrañar eso en el caso de los Medias Blancas, famosos por sus contratos de a codo. Es de hecho la franquicia que más cubanos contrata, no por amor a Cuba, sino por lo poco que cuesta contratarlos.   

Hay que respetar a todos esos conjuntos que tratan de hacerse de los mejores peloteros en la agencia libre o aquellos que, en pro de aumentar la fuerza del equipo, realizan canjes inteligentes. Pongo un ejemplo y en una misma ciudad, sean los Yankees como los Mets están empeñados en conformar alineaciones poderosas, capaces de ganar división, liga o serie mundial. Los Padres de San Diego han hecho un enorme esfuerzo para sacar a su equipo adelante, pero las adquisiciones y canjes no les han funcionado, pero el esfuerzo ha estado y está presente. Los Cachorros y los Cardenales están envueltos en la búsqueda de peloteros de calidad a contratar, no se quedan atrás los Bravos y los Azulejos de Toronto. Los Orioles como el Arizona lograron armar equipos muy competitivos en 2023, ni que hablar de los Vigilantes de Texas en plena competencia con sus vecinos, los Astros de Houston. La mayoría hace su esfuerzo en función del presupuesto disponible, pero no todos se mueven en esa dirección.

Hay equipos que, si jugaran en ligas europeas de fútbol, estarían en ligas inferiores, como son los casos de los Reales de Kansas City, los Medias Blancas y los Atléticos de Oakland. En el fútbol si un equipo no juega al nivel exigido es bajado, en la MLB eso no pasa, ni le pasa por la cabeza al comisionado.

La División Central de la Liga Americana es la más débil probablemente en todas las Grandes Ligas, pero uno no puede afirmar que los Mellizos de Minnesota o los Guardianes de Cleveland se comporten igual que los equipos antes indicados, sobre todo los Reales y los Medias Blancas. Minnesota siempre trata de reforzar su nómina, los Guardianes, con un buen sistema en las Menores, de los mejores, como lo son los de Tampa, Baltimore o Dodgers, regularmente presentan figuras jóvenes de calidad.  

Es muy lamentable ver dueños echarse los pesos en el bolsillo sin mucho esfuerzo, entretenidos promoviendo paquetes de entradas con cerveza, hot dog y parqueo incluido, que su equipo gane o no, eso no es problema, en definitiva, en esas ciudades la población no tiene otro entretenimiento. Los contratos aquí son usualmente de uno o dos años, y se recluta, por consiguiente, peloteros en baja, viejos y próximos al retiro o mediocres de siempre. El poco interés del llamado front office es como el covid-19, contagia a los peloteros de tal manera, a los que les da igual ganar que perder. El lanzador dominicano Johnny Cueto hizo unas críticas muy puntuales cuando jugaba con los Medias Blancas de Chicago en 2022, sus palabras denotaban poco entusiasmo a nivel de equipo y una enorme decepción con la dirección de Tony La Russa, ni siquiera parecido a aquel que había ganado varias series mundiales en el pasado. Un año después este conjunto trajo a un novato como mánager, nada cambió, incluso empeoró, para colmo el lanzador Keynan Middleton, canjeado a los Yankees, hizo afirmaciones sobre la indisciplina existente en ese conjunto, peloteros durmiendo en banco durante el juego, pocas indicaciones o consejos para superar deficiencias, tácticas de juego. Realmente preocupante, pero la MLB no hace nada para corregir estos problemas, por lo que dueños, gerentes y comparsa de esos conjuntos siguen haciendo lo mismo sin tomar en cuenta al mayor contribuyente, el aficionado, quien paga buena parte de esos salarios con su asistencia al estadio.

Así que hay dos antípodas en el béisbol actual, equipos que gastan un enorme capital para alinear escuadras potentes al campo y otros que hacen todo lo contrario, y terminan afirmando estar en reconstrucción como para justificar sus deficiencias. En esos equipos débiles, la apatía es evidente, molesto es ver peloteros que salgan sonrientes después de un ponche con un strike cantado o aquel a quien se le cae pelota mansamente y comete un error, el que luego se revierte en carreras para el rival. Respeto a la afición es la palabra de orden en estos equipos del montón. La MLB vive más preocupada con el presupuesto que gastan los equipos, hay normas para multarlos si se pasan del umbral admitido, pero nada se hace cuando el equipo es francamente un instrumento de otra cosa, que nada tiene que ver con el deporte y el espectáculo.

Fuentes

Anon. 2014. Phil Rizzuto / Biografía. Béisbol 007, octubre. https://beisbolnew.wordpress.com/2014/10/05/phil-rizzuto-biografia/

Baseball-reference.com.

Mantle Mickey. 1992. My favorite summer, 1956. Bantam Doubleday Dell Publishing Group.

Esteban Romero
12 diciembre de 2023

MLB 2023: destacados peloteros cubanos

¿Puede el béisbol cubano aún ser grande cuando
gran parte de sus estrellas han abandonado el país
?».
Ed Augustin (Periodista del New York Times)

A los cubanos nos encanta cuantificar el número de compatriotas que logran llegar a la MLB, y la realidad es que la temporada de 2023 no es precisamente la de mayor participación cubana, pero si ha sido un año de tremenda calidad criolla, el mejor desde el momento en que René Arocha diera el salto al profesionalismo de las Grandes Ligas. Creo que, en años desde entonces, cientos de cubanos han podido llegar a jugar en circuitos profesionales vinculados a la MLB y sus resultados han sido moderados o aceptables año tras año, mientras la calidad poco a poco ha ido ascendiendo.  

La continuidad y el aprendizaje de los peloteros llegados y con talento, les ha ayudado conocer de elementos desconocidos, lanzamientos, jugadas, la necesidad de crear destreza, lo que combinado con una mejor alimentación y preparación se revierte en un mejor desarrollo, sobre todo de aquellos que, además de poseer talento, demuestran entereza. Esto último es importante, sin voluntad y disciplina nada se logra así el deportista sea lo más parecido a Superman. Hay casos que han malogrado sus carreras con malos pasos o actitudes que nada tienen que ver con la práctica del deporte. Triunfan los de talento y los que se esfuerzan, el que no ponga empeño, pasa a la historia como un mediocre o un héroe de corto recorrido.

Es igualmente necesario recalcar que, a los cubanos, en su mayoría, nos gusta jugar pelota, y lo hacemos de muchas formas en nuestra infancia, batear al taco, las cuatro esquinas, juegos en placeres, y de ahí surgen las figuras, pero que, con la llegada del profesionalismo más técnico y preparado, se demostró que el profesionalismo cubano disfrazado de amateur no era lo que todos pensábamos. Nos engañamos y en la actualidad nuestro país no les gana a muchos equipos impensables hace tres décadas que pudieran derrotar al Cuba. Sencillamente el béisbol cubano se ha quedado atrás, ya no hay los entrenadores ex profesionales, que heredaron las series nacionales en sus primeras tres décadas. En una urna metida, la pelota “libre” y muy mal pagada, no es nada al lado de la otra mal llamada esclava en la actualidad, todo un sofisma mal elaborado en 1962. El resultado es que sigue habiendo materia prima cubana en béisbol, o sea hombres que tienen talento, pero que para su desarrollo necesitan aprender muchas cosas que en la isla no se conoce o se conoce, pero no hay quien tenga la capacidad de enseñarla. Dicho todo esto para que luego no venga un “filósofo” en la isla a decir que estos cubanos destacados son frutos de la escuela cubana de béisbol. Son ciudadanos cubanos, pero frutos de su desarrollo en los circuitos de la MLB.      

Sin temor a equivocación, no todos los peloteros cubanos brillaron, pero si se puede afirmar que los destacados en el 2023 tuvieron un desempeño notable. No ha sido casualidad que ocho peloteros cubanos fueran escogidos para participar en el juego de las estrellas y que tres de ellos hayan competido en el derbi jonronero, con dos semifinalistas y un finalista en esta competencia. Sobre este tema hablé con detalles en julio del presente año. No obstante, a manera de refrescar las memorias, les menciono los nombres de los escogidos. En el derbi estuvieron Randy Arozarena (finalista), Luis Robert Jr. (semifinalista) y Adolis García, mientras que para el juego de estrellas se añadieron los nombres de Yandy Díaz, Yordan Álvarez, y el lanzador Yennier Canó en el equipo de la Liga Americana, y Lourdes Gurriel Jr. y Jorge Soler por el conjunto de la Liga Nacional.

Si se va a la post temporada, se exceptúa a Luis Robert Jr., pero se añade a José “Pito” Abreu, Yulieski Gurriel, y los lanzadores zurdos Aroldis Chapman y Cionel Pérez como integrantes de equipos en esta fase play off, para un total de once peloteros.

Lo notable de los jugadores de campo es que la mayoría de los destacados, Yandy Díaz, Randy Arozarena, Yordan Álvarez, Luis Robert Jr., Adolis García, Jorge Soler, Gurriel Jr. y José Abreu, todos ocuparon turnos de responsabilidad a la ofensiva en sus equipos respectivos. El que no era segundo, era tercero, cuarto o quinto, lo que indica responsabilidad al bate y que sus rendimientos se revirtieron en victorias para sus colectivos. En el área de los lanzadores, casi todos los de equipos triunfantes fueron relevistas, los que completaban usualmente bien sus faenas.

Veamos algo de lo logrado en la temporada regular por estos atletas. Comienzo con el villaclareño Yandy Díaz, el hijo del otrora infielder la “Araña” Díaz. Un poco de historia, Yandy debutó en series nacionales en la temporada de 2008-09 como utility del cuadro. Lo recuerdo, espigado (mide 188 cm) y delgado, todos los aficionados le asociaban con su padre, Jorge Díaz, y le llamaron la arañita. Yandy jugó nuevamente en las dos series siguientes con el Villa Clara para perderse posteriormente del mapa cubano. Comenzó a jugar en ligas menores en 2014 y en la invernal venezolana con los Leones de Caracas. Su aprendizaje fue rápido al llegar a los Clippers de Columbus (clase AAA), sucursal de los entonces Indios de Cleveland, en 2015. En la temporada de 2017 fue llamado al entrenamiento primaveral por el Cleveland, donde el camarero regular Jason Kipnis estaba lesionado, lo que obligó al mánager Terry Francona buscar una solución, pasar al dominicano José Ramírez a cubrir la segunda y darle la antesala a Yandy. El sagüero no lo hizo mal, pero Francona metía mucha presión. Una observación de sus primeras presentaciones, Yandy, ahora con más peso y musculatura, bateaba con fuerza, pero del centro a la banda derecha, no halaba la bola, eso se revertía en 0 jonrón. Detrás del cubano estaban otros peloteros optando por jugar regular como eran el colombiano Gio Urshela y el dominicano Erik González. Yandy fue bajado al Columbus y al final de la temporada regresó con el Cleveland. Lo sorpresivo fue que Yandy se llevó el liderato de los bateadores (,350) en ese mismo 2017 en la Liga Internacional al participar en 85 partidos de ese conjunto. Su suerte llegó en 2019 cuando en diciembre de 2018 fue canjeado al Tampa, equipo con el que ha jugado tanto en la antesala o en la inicial. Ya en esta temporada de 2023 fue el inicialista regular. Desde su llegada a esta franquicia, Yandy ha demostrado habilidad al bate, ya hala más la bola, es paciente en el home y los logros son evidentes. En 2020 bateó para ,307, en el 2022 para ,296, hasta llegar a campeón de bateo de la Liga Americana (,330) en el 2023 (ver tabla 1). El desempeño de Yandy en los dos juegos de post temporada no fue nada bueno. Su contrato es de $ 24 millones para el período de (2023-25), o sea 6 millones en el 2023.  

El explosivo Randy Arozarena nos tiene acostumbrado a su juego entusiasta y de alto rendimiento. No saben los Cardenales la pifia que cometieron cuando lo canjearon al Tampa justamente cuando concluía la temporada de 2020. El pinareño había jugado 23 partidos con el equipo de la Liga Nacional y lo abandonaba con promedio de .300 y OPS de ,891. Había debutado el 14 de agosto de 2019, en juego contra los Reales de Kansas City, en el que bateó de 4-2 con una impulsada, jugó unos cuatro juegos más como emergente o pelotero de cambio, bajado a AAA, regresó al equipo grande el 4 de setiembre como corredor emergente y se quedó en juego (de 1-1, con una anotada). Lo siguieron utilizando como emergente para correr y jardinero para jugar en las postrimerías. El 24 setiembre en juego de 19 entradas entre los Cardenales y el Arizona, Randy se fue de 1-1 como emergente y al siguiente día de 4-2, incluido su primer jonrón, pero en el siguiente partido no jugó (¿?). Mike Shildt, el mánager entonces de los Cardenales, no tuvo óptica de lo bueno que era y sería Randy. En la post temporada de 2020 con el Tampa, Randy rompió la bola y no creyó ni en Gerrit Cole, ni otros tantos destacados del montículo, conectó 10 jonrones e impulsó 14, igualmente fue el MVP de la post temporada en la Liga Americana.  Desde esa post temporada sentó nombre. En 2021 fue novato del año en la Liga Americana y es un pelotero respetado. Randy tuvo una primera mitad de temporada muy buena, pero no así en la segunda parte después de asistir al juego de las estrellas. Así y todo, Tampa logró llegar en muy buen puesto en la final de la temporada gracias a la contribución entre otros, de Yandy y Randy. El pinareño ganó 4 millones 150 mil en el 2023, ¡qué fortuna! Vamos, allá quien se lo crea.  

Cuando alguien quiera ver a un jardinero central cubriendo mucho terreno y fildeando elegantemente, les invito a que vean jugar a Luis Robert Moirán, pelotero joven con mucho talento defensivo y ofensivo. Hay que reconocer que Kevin Kiermaier es una maravilla defendiendo el jardín central, pero, a decir verdad, Luis Robert Jr. habría podido haberse llevado el guante de oro en esa posición en esta temporada. Con lo dicho, recalco que Kevin lo ganó, pero Luis podría no habérselo llevado. En cuanto a su ofensiva, tiene tremendo poder, bola que enganche bien viaja con velocidad y a alta distancia, algo muy demostrado en el derbi de jonrones. Es igualmente veloz en las bases, pero hay aún aspectos a pulir, ya que es muy impaciente en el home, se va con lanzamientos fuera de la zona, la slider que rompe fuera lo debilita. Ha tenido la desgracia de llegar a Grandes Ligas para jugar en un equipo con el peor cuerpo de mánager y de auxiliares, sean de bateo o de pitcheo, por lo que tiene que arreglársela solo para salir adelante, a menos que su equipo traiga un buen entrenador de bateo para el 2024. Lo otro es la velocidad, es inadmisible que Luis solo haya logrado un triple en la temporada, tiene tan solo 2 en sus cuatro temporadas en las Mayores. En cuanto a bases robadas, mejoró en esta temporada al lograr 20, aunque tiene potencial para más reduciendo su fragilidad cuando corre y se desliza. Luis Robert Jr. tiene el talento de un Ronald Acuña Jr. u otros peloteros destacados en la actualidad. En el 2023 ganó $ 9,5 millones, salario que irá ascendiendo hasta $20 millones en el 2027, pero le aconsejo que, si los Medias Blancas no mejoran, opte por salirse de la franquicia en el 2026 y busque jugar en un conjunto con intenciones de coronarse campeón de liga o de serie mundial.

Le llamo la Bestia, me refiero a Yordan Álvarez, otra pifia de los Dodgers al canjearlo a los Astros en el 2016. Muy de acuerdo con el receptor venezolano Salvador Pérez, el que considera a Yordan como el bateador más peligroso de los latinos en las Mayores. En el 2019 fue novato del año en la Liga Americana, lesionado durante todo el 2020, pero el hijo de Agustín regresó por sus fueros en el 2021, al extremo de convertirse en el MVP de la post temporada en la Liga Americana. En este 2023 estuvo alejado del terreno por casi medio centenar de partidos, pero si ven sus estadísticas durante la temporada, concluirán que es un fenómeno. Los batazos de Yordan viajan lejos y también con velocidad. En todas las post temporadas ha rendido mucho para la causa de los Astros, la del 2023 no fue excepción al disparar 6 jonrones e impulsar 15 carreras. El tunero tiene un salario más decente, ganó $ 7,833 millones en 2023 y el mismo irá en ascenso hasta el 2028 cuando alcanzará la cifra de $26,833.

José Dariel “Pito” Abreu ha sido un pelotero de éxito desde que llegó a las Mayores. Para esta temporada tomó la sabia decisión de no renovar contrato con los Medias Blancas y se fue a jugar con los Astros de Houston, un cambio perfecto. Los Astros le pagan $19666 millones anuales en el período de 2023-2025, algo ligeramente menos que lo ganado en el 2022 con los Medias Blancas, pero el hombre de Mal Tiempo no quería seguir jugando en un conjunto con muy poco empuje de competencia. Repito, hizo bien en ese cambio, pero a Pito las cosas no le salieron bien en la primera mitad de temporada, algún que otro comenzó a decir que el hombre estaba liquidado, pero quien no lo conozca, no sabe que Pito le sobra entereza y entrena siempre fuerte, por lo que pudo finalmente disparar 18 jonrones, por debajo de lo 30 acostumbrados, e impulsar 90 carreras. Ha sido su peor temporada, pero en la post temporada conectó 4 jonrones e impulsó 13, batazos muy necesarios en algunas victorias de los Astros. Creo que su performance en la post temporada demostró su calidad.  

José Adolis García, el avileño, otro con super entereza, le han llovido las dificultades, pero las ha sabido vencer. Llegó a las Mayores en 2018 con los Cardenales y no duró mucho, 21 juegos. En el 2020 los Vigilantes lo suben, tres juegos y nuevamente fuera. Las cosas como cambiaron en el 2021, 31 jonrones y 90 empujadas con esos mismos Vigilantes, los que lo habían puesto en waiver. De ahí en lo adelante, Adolis se convirtió en pieza importante de la reconstrucción de los Vigilantes de Texas. Tremenda temporada regular y post temporada en este 2023, al extremo de lograr el MVP de la post temporada en la Liga Americana. Los jonrones de Luis Robert Jr. y Yordan son bestiales, pues los de Adolis no es que se queden muy atrás.

A Jorge Soler siempre lo he considerado como uno de los peloteros de más poder en la MLB actualmente. Sin embargo, hay que decir que su carrera ha sido de sube y baja. En el 2019 fue líder en jonrones (48) en la Liga Americana y empujó 117, mientras que en 2021 despachó 27, de ellos 13 con los Reales y 14 con los Bravos, equipo que se coronó campeón de la Serie Mundial de ese año y mucho que le debe a Soler, quien conectó 3 jonrones e impulsó 6 carreras muy decisivas en los triunfos de este conjunto, lo que le valió el MVP de esa Serie. No entiendo cómo después los Bravos no le extendieron contrato, por lo que de Atlanta pasó a Miami. Nuevamente las lesiones lo alejaron por media temporada del terreno de juego y su producción fue de poca monta, pero volvió a brillar en el 2023, otra vez el jonronero de misiles, al disparar 36. No obstante, su rendimiento en la post temporada fue casi nulo (ver tabla 2).

El menor de los Gurriel, el que lleva el nombre de su padre, el legendario Lourdes Sr., ha logrado asentarse como jardinero, posición que le viene bien por su potente brazo, pero que necesitaba juego regular, el que no tuvo como él habría deseado con los Azulejos de Toronto. Para su suerte y la del receptor venezolano Gabriel Moreno, ambos fueron canjeados al Arizona, y ambos comenzaron a rendir. Se puede decir que Lourdes Jr. tuvo una mitad inicial de temporada formidable, pero que en la segunda parte no fue igual, por lo que de quinto bate pasó a ser sexto. En la post temporada logró disparar algunos batazos claves para victorias de su equipo y nadie tiene porque dudar que Lourdes Jr. no siga rindiendo en las próximas temporadas. En esta temporada ganó algo más de $ 4 millones, y actualmente es agente libre, así que podrá escoger equipo y una mejor oferta para el 2024.

Defensivamente estos peloteros son casi todos buenos o aceptables, los jardineros no son mancos, todo lo contrario, poseen fuertes brazos, algunos como Arozarena y Adolis son excelentes fildeadores, de Luis Robert Jr. ya hablé, pero incluso Yordan las veces que jugó el jardín izquierdo lo hizo bien y demostró tener fuerza en su brazo derecho de lanzar.

El área de pitcheo no es un renglón en el que los cubanos se destaquen como en el pasado. Más bien hay ahora relevistas de aceptables presentaciones. Los abridores en las dos últimas temporadas han sido el zurdo Nestor Cortés Jr., lesionado durante el 2023, y el derecho Johan Oviedo, este último con mucho en la bola, pero también con mucho que aprender. El cerrador Aroldis Chapman ha sido el estelar del pitcheo cubano en la MLB, pero que en las últimas tres temporadas ya se nota que no es el mismo. No obstante, en 2023 logró recuperar mucho de su velocidad supersónica y su canje de los Reales a los Vigilantes fue útil para él y los campeones. No hay porque negar que a Chapman el ambiente de los Yankees no le beneficiaba, lo mismo que ha pasado con otros tantos peloteros. Miren el rendimiento de Aaron Hicks con los Orioles después de dejar a los Yankees, como estos, otros tantos más. No obstante, el lanzador cubano más destacado en 2023 al nivel de la MLB es el derecho avileño Yennier Canó, quien como setup se destacó (tabla 3) y hasta logró algunos salvamentos para los Orioles, pero en la post temporada se derrumbó (tabla 4). El zurdo matancero Cionel Pérez, con mucho coraje en cada presentación, logró números aceptables e incluso en la post temporada, en su única aparición, lo hizo bien.  

Visto el desempeño de los destacados, silencio para aquellos que han llegado, pero que aún les queda por desarrollar y rendir. De ellos se podrá hablar cuando se vean sus logros en el terreno. Ellos deben mirar el ejemplo de los aquí mencionados. Más silencio aún para aquel pelotero cubano que juega, gana más de 10 millones y no rinde lo esperado año tras año. Sería injusto aquí no mencionar el nombre de Yuli Gurriel, pelotero que ya va tocando las puertas de su retiro, pero que siempre aportó defensiva y ofensivamente para el equipo de los Astros, y que firmara en el 2023 con los Marlins, donde tuvo una temporada para no recordar. Se extrañó la ausencia de José Iglesias, Candelita del campo corto, el que jugó menos de 30 juegos para los Chihuahuas del Pasom sucursal de los Padres, en la Liga de la Costa del Pacífico (AAA), donde promedió para ,317, con OBP de ,356 y Slug. de ,537. Me parece que debe haberse lesionado y por eso no logró subir a la MLB nuevamente. Candelita es de lo mejor que se pueda ver defendiendo el campo corto. No es para hacer comparaciones, pero defensivamente no son muchos los torpederos regulares en las Mayores que se le puedan situar al lado.

Fuentes

Baseball-reference.com

Romero Esteban. 2023. Juego de Estrellas 2023 en la MLB: participación cubana. Deportescineyotros.com, 18 julio, https://deportescineyotros.com/2023/07/18/juego-de-estrellas-2023-en-la-mlb-participacion-cubana/

Esteban Romero
19 noviembre de 2023

MLB 2023: Serie Mundial

Los héroes son recordados, pero las leyendas nunca mueren
Babe Ruth (pelotero extra-clase del primer tercio siglo XX)

Dos comodines llegaron a la parte final del campeonato de la MLB en 2023, Vigilantes de Texas y Serpientes de Arizona. Las apuestas no eran muy decididas, los Vigilantes por tener un conjunto más ofensivo, con algunas figuras experimentadas y un mánager ganador de series mundiales pintaban con mucha lógica para llevarse el trofeo, pero nadie, ni Houdini si viviera, habría podido pronosticar que el adversario en la Liga Nacional sería el Arizona, equipo que, contra toda la opinión de los medios más conocedores de este deporte, llegó muy lejos. Perdiera o ganara, ya el Arizona había ganado y no poco de parte de toda la afición beisbolera. Si ganaba, sería una cuarta sorpresa en su trayectoria en esta post temporada.

De anteriores entregas, ya sabemos cuáles eran los integrantes de ambos equipos. Carroll, Marte, Moreno, Walker, Pham, Gurriel Jr., Alek Thomas, Perdomo al campo y a la ofensiva, con pitcheo de Gallen, Kelly, Pfaadt, Sewald, Frías, Castro, Ginkel y Nelson en el pitcheo de las serpientes. Por parte de los Vigilantes, Semien, Seager, Carter, Adolis, Garver, Nat Lowe, Heim, Jung y Taveras, con pitcheo de Montgomery, Eovaldi, Dunning, Jon Gray, Heaney, Sborz, Bradford, Martín Pérez, Aroldis Chapman y Leclerc.

La serie se inició en Arlington, Texas, Eovaldi por los Vigilantes y Gallen por las serpientes como abridores del primer juego. Los tejanos marcaron 3 en el primer tercio de juego. En la misma primera entrada Seager recibió boleto, Carter sonó doble impulsor y Adolis trajo la segunda con con hit, pero el Arizona no creyó en Eovaldi y anotaron 3 por sencillos de Thomas, Evan Longoria, sacrificio de Perdomo, triple de Carroll y batazo de Marte para impulsar la tercera carrera. Los Vigilantes empataron en esa misma entrada, nuevamente Seager recibió boleto y Carter disparó su segundo doble, el que llevó a Seager a tercera, base a Adolis, las que llenaron las bases, y otra más a Mitch Garver para que Seager entrara de caballito. Arizona respondió con jonrón de Pham en el inicio del cuarto inning y puso nuevamente a las serpientes delante. En el quinto Perdomo sonó sencillo, robó segunda y Ketel Marte lo impulsó con doble. Relevos vinieron y hubo una especie de tregua, los ceros caían y los Vigilantes abajo 5-3. El relevista Ginkel del Arizona lo hizo bien, pero Lovullo trajo a su mejor cerrador para terminar el desafío, Sewald. Base a Taveras, ponche a Semien, cayó el out 25, pero Corey Seager es un dolor de cabeza al bate para cualquier pitcher en la actualidad y al primer lanzamiento de Sewald, la bola salió como un misil a lo profundo del derecho, batazo que empató el partido a 5. En el décimo no hubo anotaciones, mientras Leclerc dominaba a los de Arizona en el inning 11. Por los Vigilantes, Carter entregó el primer out sobre los envíos del zurdo Kyle Nelson, cambio de lanzador, el derecho Miguel Castro para lanzarle a Adolis, conteo de 3 bolas y 1 strike, el batazo salió con fuerza por la banda opuesta y “adiós, Lolita”, Arizona peleó, pero quedaron al campo, derrota de 6-5.

Siguiente juego, de tan reñido que fue el primer desafío, este se fue de un solo lado abismalmente. Arizona contó con buena faena de Merrill Kelly, mientras que la tropa al campo 16 imparables, incluido jonrón de Moreno, a la vez que anotaban 9, más que suficientes para derrotar a los Vigilantes 9-1. Los zurdos Montgomery y Martín Pérez fueron los pitchers más castigados por el Arizona. Así que serie empatada e incertidumbre en las filas de los apostadores.

Los siguientes tres juegos fueron en Phoenyx. Los Vigilantes no habían perdido ni un solo juego como visitador en esta post temporada, algo poco usual y en tantos juegos. El tercer partido quedó decidido en la tercera entrada cuando Nat Lowe conectó doble al abridor Brandon Pfaadt, después de dos outs, Semien conectó sencillo impulsor y Corey Seager continuó su fiesta con jonrón de dos carreras. Los bateadores de Arizona no aprovecharon la presencia del experimentado Max Scherzer en el montículo de los adversarios. No le anotaron y Scherzer salió lesionado, nada nuevo en esta post temporada. No obstante, el mánager Bruce Bochy pudo preservar la ventaja hasta la octava entrada cuando Emmanuel Rivera le conectó doblete a Aroldis Chapman y Perdomo lo empujó con sencillo. El relevista cubano, ni la sombra de lo que fue hace unos años, se compuso, ponchó a Carroll y obligó a Marte batear para doble play. El juego terminó 3-1. Adolis salió también lesionado después de un swing, el que le hizo resentir su espalda.

Cuarto juego, los Vigilantes con ventaja de 2-1 en ganados y perdidos. Lovullo pensó resolver usando relevistas, no tenía abridor, y la pateadura se hizo realidad, los Vigilantes conectaron 11 imparables, incluido dobles de Josh Jung, Travis Jankowski, el que jugó sustituyendo a Adolis, y de Seager, triple de Marcus Semien, y jonrones de Seager, Semien y Heim. Con una ventaja 10 carreras no es difícil ganar, pero el Arizona no se achicó y anotó una en el cuarto por fly de sacrificio de Gurriel Jr., cuatro más en el octavo producto de imparables de Carroll, Moreno, Walker sobre los envíos de Brock Burke, relevado por Chris Stratton, al que Tommy Pham lo saludó con fly de sacrificio y acto seguido Gurriel Jr conectó jonrón de 3 carreras. En el noveno anotó 2 más por sencillo de Moreno frente a los envíos de José Leclerc, pero se quedaron cortos, marcador final 11-7.

Quinto juego, para el Arizona no hay mañana de perder este desafío. Eovaldi lanzó pelota de altos quilates, 4 imparables en 6 entradas. Chapman en el séptimo y lanzó 0,2, fue sustituido por Josh Sborz al conceder base por bolas. El juego en ese momento estaba 1-0 a favor del Texas, carrera anotada en ese mismo inning por Seager e impulsada por sencillo de Mitch Garver frente a los envíos del abridor del Arizona, Zack, Gallen, el que lanzó de maravillas. Lovullo lo sustituyó después de que ponchara al peligroso Jung y trajo a Kevin Ginkel.

Cese al fuego en el octavo, pero en el noveno los Vigilantes se soltaron frente a los envíos del cerrador Paul Sewald. Jung, Lowe y Heim le conectaron de hit, este último impulsor de los dos primeros bateadores mencionados, cayeron dos outs, pero Marcus Semien botó la pelota por el left center, batazo que impulsó dos más. Sborz vino por la goma y 5 de ventaja era suficiente para doblegar a las aguerridas serpientes. Marcador final 5-0 y Corey Seager se llevó el premio de MVP de la Serie Mundial, trofeo que se llevaba por segunda vez, lo había obtenido antes en el 2020 vistiendo la franela de los Dodgers, franquicia que no sabe lo que dejó ir en su momento.

El Arizona se vio minimizado en su parque, los Vigilantes fueron perfectos como visitadores y su equipo respondió a la hora buena ofensivamente, lo que ayudó a que el pitcheo pudiera nadar con suerte, aunque es justo mencionar la labor de Natham Eovaldi, la de Montgomery y de Leclerc. Texas se llevaba su primera serie mundial, en el 2010 perdieron 4-1 contra los Gigantes de San Francisco, equipo dirigido por su actual mánager, Bruce Bochy, y en la siguiente temporada 4-3 enfrentados a los Cardenales de St Louis, equipo dirigido por Tony La Russa. El mánager derrotado fue Ron Washington, al que despidieron dos temporadas después y más nunca ha dirigido equipo en la MLB. Ha fungido como auxiliar, sobre todo con los Nacionales de Washington. Bruce Bochy logró llevar a 3 equipos a serie mundial y ganar cuatro series con dos de ellos, muy meritorio para un hombre que ya daban por retirado completamente del béisbol.

Igualmente hay que dedicar algunas palabras a Torey Lovullo, un hombre que dirige al Arizona desde hace 9 temporadas y ahora le llegó su hora buena. Hay un aspecto que gusta por momentos y disgusta en otros, me refiero al toque de bola. Sobre ese tema ya hablé en este blog, vean la referencia abajo. Un toque por sorpresa es una buena idea, un toque en las postrimerías puede jugar un papel decisivo, pero el abuso del toque es poco producente, ya que se está regalando un out, lo cual puede ser una ventaja para el adversario caso que los siguientes bateadores no produzcan. Es cierto que el toque puede evitar el doble play, pero Lovullo abusó del toque. En el último partido me asombró que después del hit de Carroll y la base por bolas a Marte en la tercera entrada, Lovullo haya mandado a su tercer bate Gabriel Moreno a tocar. Regaló el primer out enseguida, Walker se ponchó y Pham roleteó al campo corto. Moreno podría haber bateado, hit y base es momento de debilidad el lanzador. A mi entender, abusó del toque.

Hasta aquí todo el recuento de esta post temporada 2023. Al entender que ha sido temporada y post temporada, donde más peloteros cubanos se han destacado, haré una última entrega sobre su performance.

Fuente para consultar
Romero Esteban. 2017. El toque de bola, abuso y omisión. https://deportescineyotros.com/2017/06/19/el-toque-de-bola-en-el-beisbol-abuso-y-omision/

Esteban Romero
13 octubre de 2023

MLB 2023: Post temporada, Liga Nacional

Soñaba con fildear la pelota del último out de la Serie Mundial y ser felicitado por
mis compañeros de equipo, pero todos mis sueños nunca se hicieron realidad.”
Robin Yount (jardinero y torpedero, exaltado al Salón de la Fama en 1999)ç

A finales de agosto y principios de septiembre de la temporada regular del 2023 pude ver jugar a los Bravos de Atlanta enfrentados a los Dodgers de Los Ángeles, era el clásico choque de trenes de los líderes de las divisiones Este y Oeste, respectivamente, de la Liga Nacional. Los Bravos lucieron super, ganaron los tres primeros desafíos, el primero reñido, pero los siguientes en buena lid, sólo perdieron el cuarto desafío con derrota para el veterano Charlie Morton. Realmente vi a los Bravos invencibles y con razón lo di como el equipo a llegar a la Serie Mundial. Estos dos conjuntos ganadores quedaron sembrados en la espera de la eliminación de los comodines.

En esa primera eliminatoria estaban los cascabeles de Arizona, ocupante del segundo lugar de la división Oeste, enfrentados a los campeones de la División Central, los Cerveceros de Milwaukee, equipo que iba como el clásico favorito a ganar los dos juegos requeridos, mientras que del otro lado iban los Filis de Filadelfia, también ocupantes de la segunda posición de la División Este, contra los Marlins de Miami, último comodín y tercer lugar de la misma división. A todas luces, los Filis pintaban como los vencedores de este enfrentamiento.

En tono de jarana, al parecer los cerveceros se bebieron todo el lager antes de llegar a estos juegos, pues el Arizona, sin ninguna bulla y mucho acierto, logró darle dos papazos consecutivos a su rival. El primer juego concluyó 6-3, con derrota para el estelar Corbin Burnes y jonrones del novato Corbin Carroll, del dominicano Ketel Marte y del venezolano Gabriel Moreno, suficientes para borrar la ventaja inicial de 3 carreras marcadas por los cerveceros en las dos primeras entradas. El mánager Torey Lovullo echó mano a todo el pitcheo necesario, siete lanzadores, para lograr la victoria. Los cerveceros conectaron 13 imparables, pero no lograron combinar, aparte de dos doble matanzas del cuadro del Arizona. El segundo partido fue bastante parecido, los de Milwaukee anotaron 2 en la primera entrada, pero el abridor Zac Gallen y otros cuatro relevistas del Arizona mantuvieron en cero a los cerveceros por el resto del juego, mientras anotaban 5, dos de ellas impulsadas por Ketel Marte, además de jonrón del mexicano Alek Thomas. Así que Milwaukee eliminado en su propia casa por un comodín.

Del otro lado, los juegos fueron en Filadelfia, donde parecía que los Marlins no existían, pues anotaron una solitaria carrera en cada una de sus derrotas ante los Filis. El abridor Zack Wheeler amarró cortico a los Marlins en el primer desafío al permitir 5 imparables sin carreras en 6,1 entradas, el que, con ofensiva de 11 hits de sus compañeros, encabezados por Trea Turner y el cubano-americano Nick Castellanos, ambos con par de imparables cada uno. El peruano zurdo Jesús Luzardo lanzó aceptablemente por los Marlins, pero las agujitas vinieron sin filo, excepto el inicialista Josh Bell con 3 hits, y por ahí les vino la primera derrota. El siguiente se fue de un solo lado a partir de la tercera entrada cuando los Filis anotaron dos, agregaron otra en el cuarto por jonrón del receptor J.T. Realmuto, y otras cuatro por jonrón del camarero Brian Stotts con las bases llenas, más que suficientes para vencer a unas agujitas inofensivas. Anotaron 1 en el noveno impulsada por Bell y batearon tan solo 5 imparables. Ni Luis Arraez, ni Jorge Soler produjeron en estos desafíos y así los de Miami quedaron eliminados.

Vamos a la semifinal de este play off, comencemos por ver a mi favorito, los Bravos de Atlanta. Aclaro que no es santo de mi devoción históricamente, ni cuando jugaban en Milwaukee y ahora en Atlanta, aunque hay que reconocer que por esta franquicia han pasado excelentes jugadores de campo como Hank Aaron, Eddie Mathews, Joe Adcock entre otros, y lanzadores como Warren Spahn, Johnny Sain y Lew Burdette, hablo de las escuadras de los 50. Luego han tenido la crema y nata del pitcheo con Gregg Maddux, John Smoltz, Tom Glavine, y bateadores como Terry Pendleton, Chipper Jones, Fred McGriff, Andruw Jones, Javi López y otros muchos más. Objetivamente fue y lo vi como el mejor en la temporada regular. Para su pesar, los Filis no creyeron en sus rivales, ni en el pitcheo del estelar Spencer Strider y se llevaron el primero con marcador de 3-0, ofensiva en la que el inicialista Bryce Harper contribuyó con un cuadrangular. El zurdo Ranger Suárez lanzó 3,2, pero al menor parpadeo, el mánager Rob Thompson le aplicó la grúa y comenzó a utilizar a sus relevistas, en total 6. El siguiente juego, igualmente en Atlanta, fue algo diferente, pero cerradito, victoria de los Bravos 5-4, los que increíblemente batearon sólo 4 hits y trabajaron una base por bolas, pero dos de esos incogibles fueron sendos jonrones del antesalista Austi Riley y del recepto Travis D´Arnaud, ambos con uno en circulación. Los Bravos lograron revertir el marcador adverso de 4-0 a partir del sexto inning. Zack Wheeler logró ponchar a 10 bateadores en 6,1, pero soportó las 3 primeras carreras de los Bravos, vino José Alvarado al rescate y Thompson lo relevó en el octavo con el derecho Jeff Hoffman, el que Riley le botó la bola y produjo las del empate y decisivas. El abridor de los Bravos, el zurdo Max Fried soportó las 3 primeras anotaciones de los Filis en las 4 entradas que lanzó, entre los 6 hits permitió se incluyó otro jonrón de Realmuto.   

Los siguientes juegos fueron en Filadelfia, nada bueno para los Bravos, ya que los locales se soltaron a batear frente a los envíos de Bryce Elder, al que le anotaron 6 en 2,2 entradas, incluido jonrones de Castellanos y Harper. El abridor de los Filis fue el derecho Aaron Nola, el que soportó dos carreras en 5,2 entradas y propinó 9 ponches. Los Filis agregaron 4 más por otros jonrones de Harper, Castellanos, Turner y Brandon Marsh. En honor a la verdad, los Bravos conectaron 10 hits, Ronald Acuña se hizo sentir, pero no lograron combinar, aparte que el pitcheo de los Bravos peor no pudo ser. Con la serie 2-1 a favor de los Filis se jugó el cuarto partido, en el que los Bravos lograron su primera carrera en la cuarta entrada por jonrón del antesalista Riley ante los envíos del venezolano Ranger Suárez, no hubo más, la ofensiva de Atlanta más raquítica no pudo ser, 5 indiscutibles y 4 bases por bolas. Los Filis empataron en ese cuarto inning por jonrón de Castellanos sobre los envíos de Spencer Strider, en el quinto Trea Turner trajo la segunda con doble, y en el sexto Castellanos bailó como decía el gran Benny Moré y disparó otro vuelacerca. Final de este juego, 3-1 y el Atlanta eliminado.

Vamos a los Ángeles, Dodgers vs Arizona, favorito los californianos, of course. Aquí cabría la canción de Rubén Blades “La vida te da sorpresa”. Las serpientes mordieron enseguida empezado el juego ante el abridor, el estelar zurdo Clayton Kershaw, ¿quieren saber algo? Sacó un solo out y le anotaron 6 limpias en 0,1 entrada, donde Ketel Marte, Christian Walker y Evan Longoria le conectaron dobles, mientras que Gabriel Moreno despachaba jonrón con 2 a bordo. Jamás había visto a Kershaw tan mal y llevo años viéndole lanzar. El mánager Dave Roberts lo aguantó demasiado, con el jonrón de Moreno bastaba para sacarlo. El rubiecito Emmet Sheeham lo relevó, pero el diluvio continuó, 3 limpias, jonrón de Corbin Carroll con uno en base, y no se cansaron de jonronear. Alek Thomas uno en el séptimo y Tommy Pham sonó otro en el octavo. Los Dodgers batearon 4 imparables y anotaron 2 en el octavo, ganó Merrill Kelly, marcador final 11-2, ¿quién lo iba a decir?  En el siguiente juego el novato Bobbie Miller abrió por los locales, nuevamente las serpientes mordieron y anotaron 3, pero hubo más amenaza en el segundo y Roberts le aplicó la grúa tempranamente, y los relevos funcionaron bien, excepto en la sexta entrada cuando el cubano Lourdes Gurriel Jr. le disparó jonrón solitario a Ryan Brassier, pero los Dodgers continuaron con su raquitismo ofensivo, solo 6 hits y 2 carreras, una de ellas impulsada por el cubano J.D. Martínez en el sexto. El domador de los Dodgers fue el derecho Zac Gallen.

La serie 2-0 y a jugar en Phoenyx, Arizona, el tercer partido, el que podía dejar a los Dodgers eliminados. Lance Lynn, el oxidado, fue la selección de Roberts para abrir este juego. Lynn hace dos temporadas fue candidato al Cy Young, pero desde entonces ha decaído y en ocasiones es jonroneado sin piedad. A los Dodgers llegó a mitad de temporada cuando él y el relevista Joe Kelly fueron canjeados por los Medias Blancas de Chicago. Duró 2,2 cuando en el tercero le anotaron las 4 únicas y necesarias del Arizona para la victoria, como lo conozco, Roberts permitió que le conectaran 4 jonrones. El dominicano Geraldo Perdomo comenzó la fiesta con el primer cuadrangular, out de Corbin Carroll, y Ketel Marte la botó también, Tommy Pham cedió el segundo out, pero Christian Walker y Gabriel Moreno la botaron seguidamente, y Roberts mirando el espectáculo. Los relevistas no permitieron más libertades, mientras que a la ofensiva los Dodgers batearon 7 imparables, 3 del receptor Will Smith, y anotaban dos carreras impulsadas por Chris Taylor y el boricua Kike Hernández. El abridor Brandon Pfaadt fue relevado en el quinto cuando permitió 2 imparables, su sustituto, el zurdo Joe Mantiply se llevó la victoria, la que dejó a los Dodgers muy parecido a los Bravos, eliminados.

Para la final por el campeonato de la liga nacional se enfrentarían dos comodines, le pega el apodo, ganan 10 juegos menos que los campeones, toman buen aire y despegan en la post temporada. A mi entender, el sistema no es justo como era hace un poco más de 60 años, pero el billete manda y realmente anima a la afición. ¿El favorito para llevarse el banderín? Claro, los Filis, con esa ofensiva impresionante y lanzadores de reconocida calidad como Wheeler y Nola, pero como decía Buck Canel ¨no se vaya que esto se pone bueno¨.

Los dos primeros juegos en Filadelfia, Zac Gallen por el Arizona y Zack Wheeler por los Filis, los que salieron a morder temprano, cuatro carreras en el primer tercio de juego. Kyle Schwarber, el extraño primer bate de los Filis, sacó la bola al primer lanzamiento de Gallen, Bryce Harper lo imitó en esa misma entrada. En el segundo inning, Nick Castellanos siguió su baile con otro jonrón, el quinto en la post temporada. En resumen, Gallen lanzó 5 entradas y permitió 8 hits y 5 limpias, no hubo más, mientras que el Arizona se quedaba corto, anotaron dos en el sexto por jonrón de Perdomo con uno a bordo frente a los envíos de Wheeler, y otra más en el séptimo por fly de sacrificio de Alek Thomas, marcador final 5-3. El segundo juego fue una pateadura de los Filis de 10-0, como para quitarle el entusiasmo al más aficionado al Arizona., equipo que bateó solo 4 hits en este desafío, dominados por Aaron Nola a lo largo de 6 entradas. Schwarber jonroneó dos veces en este juego y Trea Turner conectaba su tercero de la post temporada. Los lanzadores Merrill Kelly, Joe Mantiply y Ryne Nelson fueron los vapuleados en este juego.

Tercer juego, pero esta vez en Phoenyx, juego de mucho pitcheo de ambos equipos, el venezolano Suárez por los Filis y Brandon Pfaadt por las serpientes. El juego llegó empatado a una hasta la parte baja del noveno inning. El no siempre eficiente e irregular Craig Kimbrel fue el encargado de lanzar por los Filis en esa entrada, la que comenzó con base por bolas a Gurriel Jr., el que increíblemente robó la segunda. El Jr. nunca se ha caracterizado por ser veloz y el robo fue a un cátcher de primera línea como Realmuto, el designado Pavin Smith conectó infield hit, Gurriel Jr. a tercera. Smith llegó a segunda por indiferencia de Kimbrel, no lo cuidó, Emmanuel Rivera produjo rolata al cuadro y Gurriel Jr. fue out en la goma, base a Perdomo, casa llena, y Ketel Marte sonó hit al central para dejar tendidos a los Filis. El cuarto juego fue muy guapeado por los locales, Arizona marcó 2 en el primer tercio, pero los Filis respondieron con 5 anotaciones entre el cuarto y la séptima entradas. El Arizona tuvo que depender todo el tiempo de su bull pen al no tener abridor como tal para el juego. Lovullo usó 8 lanzadores en este juego, pero a los Filis le pasó algo similar, por lo que Rob Thompson usó igual cantidad de pitchers. Con el juego 5-2, Perdomo, con un out en el séptimo inning, produjo de hit, Ketel Marte recibió base, todo esto frente al relevista Gregory Soto. Carroll forzó en segunda a Marte, pero Moreno recibió base del relevista Orion Kerkering, muy descontrolado, el que cedió otro boleto al cuarto bate Christian Walker, impulsor de la tercera carrera del Arizona. Kevin Ginkel dominó la ofensiva de los Filis en la octava entrada y nuevamente Craig Kimbrel a relevar contra el Arizona. Esta vez Gurriel Jr. le abrió con doble, Longoria cedió el primer out de la entrada, pero Alek Thomas le conectó jonrón por el centerright para empatar el desafío. Perdomo se ponchó, pero Ketel Marte sonó hit, Corbin Carroll fue golpeado por lanzamiento y el “futuro” relevista al Salón de la Fama, Craig Kimbrel, tuvo que ser relevado. Mira que he visto veces a este hombre botar juegos, solo cuando lanzaba con los Medias Rojas (2017 y 2018) le vi eficiente, pero sus altibajos han sido constantes y acostumbra a deambular por todas las Grandes Ligas años tras años, pero tiene 417 salvados en 13 años, más que suficiente para que le den el voto para Cooperstown. El zurdo Alvarado vino al rescate y su paisano Gabriel Moreno le disparó hit al central que empujó a Marte con la ventaja. El relevista Paul Sewald cerró el juego con escón de ponches, así la serie se empató a 2 juegos. Los Filis tomaron aire y no perdonaron a Zac Gallen nuevamente, al que le anotaron 4 limpias en 6 entradas, donde intervinieron jonrones de Schwarber, su quinto, de Harper, también su quinto, mientras Realmuto sonaba otro en el octavo con uno a bordo a costa del relevista dominicano Luis Frías. La única del Arizona fue por el cuarto jonrón en la serie de Alek Thomas en la cuarta entrada frente a Zack Wheeler, ganador del juego.  

Regreso a Filadelfia y los Filis en punta 3-2, ya saben, fuegos artificiales y champán preparado para la festejar el triunfo de los locales. El veterano lanzador Merrill Kelly del Arizona se subió al montículo, lanzó 5 entradas, permitió 3 imparable y una carrera empujada por el jardinero izquierdo Brandon March, que fue todo lo que hicieron los Filis a la ofensiva en este partido, mientras que las serpientes mordían con 3 carreras en el segundo inning, donde Tommy Pham y Gurriel Jr. jonronearon, y más tarde Arizona agregaba dos más, las suficientes para ganar y empatar la serie a 3 juegos. El champán filadelfiano, por supuesto, guardado para el siguiente juego. Llegó el decisivo y el sorpresivo, me gustaría saber cuántos pensaron que Arizona llegaría hasta este final de 7 juegos, puede haberlos, pero contados con los dedos de una mano probablemente. Los lanzadores fueron Brando Pfaadt por el Arizona y Ranger Suárez por los Filis. Las serpientes anotaron la quiniela en la misma primera entrada por medio de sencillos de Carroll y Moreno, y rolata a tercera de Christian Walker, con la cual Carroll anotó. En el inicio de la parte baja de la segunda entrada el antesalista Alec Bohm sonó jonrón para empatar el desafío, bulla grande en las gradas, pero aún más cuando en el cuarto Bohm recibió boleto y Bryson Stott disparó doblete impulsor de Bohm, bulla grande en las gradas, parecía Estocolmo 1958 cuando Suecia se le fue delante al Brasil en la final de la Copa Mundial. Mas en el quinto las serpientes cargaron veneno, el antesalista boricua Emmanuel Rivera abrió con hit, Perdomo se sacrificó en toque de bola, Marte se ponchó, pero el novato Carroll, zurdo contra zurdo, disparó hit al central y Rivera anotó el empate, y aquí Suárez saltó, un relevista, Jeff Hoffman, lo sustituyó. Carroll robó segunda, jugada clave, pues Moreno sonó sencillo al derecho para que Carroll anotara la ventaja. En la parte baja de esa entrada Schwarber conectó doble, pero no pasó nada, Joe Mantiply dominó a los siguientes Filis. Los relevos se sucedieron de ambas partes, en el séptimo lanzaba Alvarado por los Filis y Perdomo le conectó sencillo, Marte disparó doble, Perdomo a tercera, Carroll al bate, nuevamente zurdo contra zurdo, Ted Williams siempre se burló de esa teoría, él bateaba a la zurda y le daba al zurdo más venenoso que pudiera haber. Carroll elevó a lo profundo del center right y Perdomo anotó la cuarta. Marcador 4-2, no hubo más para más nadie. Arizona conectó 11 hits, se hicieron los sordos con la gritería en el estadio, mientras que los temibles Filis con Harper, Castellanos, Realmuto y compañía se limitaron a conectar 5 imparables y la reacción esperada no llegó y Arizona se coronó campeón de la Liga Nacional, iría por segunda vez a la Serie Mundial. Antes lo había hecho en el 2001 cuando vencieron a los Yankees en 7 juegos. Lo interesante de esta serie fue que el Arizona regresó a casa con desventaja de 3-2, lo mismo que le sucedió ahora con los Filis, pero los mulos flaquearon al perder por pateadura de 15-2 el sexto juego, victoria para Randy Johnson, y el decisivo fue un juego reñido, y el mánager Bob Brenly apeló nuevamente al brazo de Johnson como relevista en la parte final del octavo con desventaja de 2-1. Los Yankees se habían delante por jonrón del dominicano Alfonso Soriano. En la parte baja del noveno, lanzando el cerrador panameño Mariano Rivera, el antesalista Mark Grace sonó hit al central, hubo fielder choice con el siguiente bateador, hubo corredor emergente en primera, toque de bola infructuoso de Jay Bell de emergente por Randy Johnson, y Grace fue out en tercera, seguidamente el torpedero Tony Womack disparó doble y el corredor emergente Cummings anotó, Bell a tercera, y llegó el momento de la verdad, el cubano-americano Luis González al bate, quien se encargó de conectar sencillo al central para dejar a los Yankees al campo y Arizona llevarse la victoria de la Serie Mundial. Pasaron 22 años y la historia se repite. Nadie daba a Arizona como vencedor de los Yankees, eso a pesar de contar con dos lanzadores sumamente eficientes como Curt Schilling y Randy Johnson, y ahora casi nadie veía a este equipo como favorito, ni siquiera que avanzara como lo hizo a semifinal y luego a discutir el título de la Liga. Los apostadores deben haber perdido mucho dinero entonces y ahora. Les aseguro que fue uno de los juegos más emocionantes que haya visto

Una mención especial para el dominicano Ketel Marte, hombre de buen tacto al bate, veloz en las bases, capaz de tocar o de conectar un extrabase, quien al final jugó su posición, la segunda, nada de inventos en los jardines. Marte se llevó el MVP de la post temporada en la Liga Nacional y supo ganarlo bien, muchas victorias de su equipo tuvieron la ofensiva y defensiva de este valioso jugador.

En una siguiente entrega se darán los detalles de la Serie Mundial 2023. Entiendo que esta temporada es muy particular e interesante por el desempeño de los peloteros cubanos, eso me ha animado a hacer estas descripciones.

Clasificación de comodines
Filis Filadelfia 2- Marlins Miami 0
Serpientes Arizona 2- Cerveceros Milwaukee 0

Semifinal campeonato Liga Nacional
Serpientes Arizona 3- Dodgers Los Ángeles 0
Filis Filadefia 3- Bravos Atlanta 1

Final Campeonato Liga Nacional
Serpientes Arizona 4- Filis Filadelfia 3

Esteban Romero
9 noviembre de 2023

¿Deseas saber cómo jugaron los equipos cubanos sus primeras doce series del Caribe? te invito a que leas «Las 12 primeras series del Caribe de Béisbol (1949-1960)».

O ¿Quieres saber cómo fueron los campeonatos de las Series Selectiva en Cuba? puedes encontrar información suficiente en «Series Selectivas de Béisbol Cubano (1975-1995)».

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MLB 2023: Post temporada, Liga Americana

Mi momento más grande fue cuando gané la Serie Mundial,
ya que cada uno en mi ciudad sentía haberla ganado también
Johnny Bench (ex receptor y exaltado al Salón de la Fama en 1989)

La temporada regular y la post temporada son etapas distintas, más que todo por la diferencia de rendimiento de un mismo equipo en una y otra. Los llamados comodines suelen dar muchas sorpresas. Sucede que esos conjuntos entran o vienen en racha y terminan ganando hasta la misma serie mundial. Miren como los Marlins en 1997 y 2003, los Angelinos en 2002, los Medias Rojas de Boston en 2004, los Cardenales de St Louis en 2011, los Gigantes de San Francisco en 2014 y los Nacionales de Washington en 2019, todos comodines, algunos ni siquiera considerados para dar la batalla, y al final resultaron campeones de la Serie Mundial. La post temporada de 2023 no fue tampoco excepción en este caso. Comencemos con los juegos de clasificación y discusión de títulos de liga.

Como ya sabemos de los artículos anteriores, en la Liga Americana los campeones de división fueron Orioles Baltimore en el Este, Mellizos Minnesota en el Centro y Astros Houston en el Oeste. De estos tres, el de menor G-P% fueron los Mellizos, el que se tuvo que enfrentar a los Azulejos de Toronto, mientras que los otros dos comodines, Tampa y Vigilantes de Texas chocaban entre sí, series a ganar dos juegos. Mi pronóstico fue que los Azulejos derrotaran a los Mellizos y mucha reserva respecto al Texas-Tampa, con ligera inclinación a favor de los tejanos por lo devastado que venía el Tampa. Errado estaba, los lanzadores Pablo López y Sonny Gray de los Mellizos vinieron con las botas puestas y limitaron la ofensiva de los Azulejos a una solitaria carrera en 18 entradas, por el contrario, los Mellizos anotaron 5, más que suficientes para ganar ambos desafíos. En el primer juego Royce Lewis despachó dos jonrones impulsores de las 3 carreras. En el segundo partido el boricua Carlos Correa disparó 2 imparables e impulsó una, juego que terminó con lechada a seis manos y victoria para Sonny Gray.

Del otro lado, fue algo parecido, Tampa no lució nada, excepto el cubano Randy Arozarena con dos imparables incluido doble. El zurdo Jordan Montgomery puso a los de Tampa a comer de su mano para anotarse lechada de 4-0 auxiliado por el cubano Aroldis Chapman y el dominicano José Leclerc. En el segundo juego, el recuperado Nathan Eovaldi dominó a los de Tampa al permitirles una carrera impulsada por el mexicano Isaac Paredes, mientras que los tejanos apabullaban al a derecho Zack Eflin con 7 carreras, 9 imparables, incluido jonrones del cubano Adolis García y del novato Evan Carter.

Así las cosas, los Mellizos fueron a medirse con los Astros de Houston y los Vigilantes de Texas con los Orioles de Baltimore. Para el primer enfrentamiento daba a los Astros como vencedores, pero nada para nadie en el segundo por la buena ofensiva de ambos conjuntos.

La Serie entre Astros y Mellizos no se fue tan fácil de un solo lado como uno esperaba. El mánager Rocco Baldelli de los Mellizos parece haberles dado espinaca a sus peloteros, ya que lucieron muy distintos a juegos de post temporadas anteriores. Minnesota no ganaba juego de post temporada desde hacía varios años, establecieron récord de 18 derrotas consecutivas, llegaban a la primera fase y eran eliminados en un santiamén. En 2023 todo cambió. El primer juego de estos equipos fue reñido, el que finalizó 6-4 a favor de los Astros al contar con buena faena monticular del estelar veterano Justin Verlander, el que pintó de ceros a su rival en 6 entradas y retirarse con ventaja de 6 carreras, cuatro de ellas producto de jonrón del venezolano José Altuve y par de esos por el cubano Yordan Álvarez, pero los relevistas de los Astros complicaron el juego cuando el dominicano Héctor Neris permitió cuatro limpias y dos cuadrangulares seguidos, uno de otro dominicano, Jorge Polanco, y otro de Royce Lewis, su tercero en la post temporada. El siguiente juego fue diferente el resultado, el derecho venezolano Pablo López se encaramó en el montículo y pintó de blanco a los Astros en 7 entradas, mientras sus compañeros le marcaban 5 al dominicano Framber Valdez, el que se presentó sin mucho en sus lanzamientos, final 6-2. El versátil Kyle Farmer de los Mellizos jonroneó por los vencedores, mientras Yordan Álvarez las únicas dos de su equipo con su tercer jonrón en la post temporada. Empatados se fueron a jugar a Minnesota, nada bueno para los Astros. No obstante, los de Houston le dieron paliza a 9-1 a los Mellizos, donde sobresalió la figura del cubano José Abreu, el que empujó 5 con dos jonrones, además del cuarto cuatri-esquinazo de Yordan. Sonny Gray fue castigado esta vez y el dominicano Christian Javier lanzó bien 5 entradas sin carreras permitidas. El siguiente partido era el decisivo o el del empate y vuelta a Houston. Royce Lewis le hizo la gracia grande al mexicano José Urquidy, el que luego se compuso hasta el sexto cuando el designado quebequés Edouard Julien agregó otra más con jonrón, pero en ese momento los Astros ya habían anotado 3, una por jonrón de Michael Brantley en el segundo inning y dos más por el tercer jonrón de José Abreu en la post temporada, el que empujó las dos decisivas.    

Los Vigilantes habían derrotado al Tampa jugando como visitador en ambos partidos, con los Orioles abrieron también como visitadores. Un primer juego muy cerradito, el que finalizó 3-2 a favor del Texas, partido en que ambos directores usaron 6 lanzadores cada uno. El novato Josh Jung de los Vigilantes disparó jonrón. El siguiente, igualmente en Baltimore, fue un juego de carreraje. Como dije, son dos equipos muy bateadores, por lo que un resultado de este tipo no era inesperado. La sonrisa nuevamente para el Texas 11-8, el que conectó 11 imparables, 3 menos que los Orioles, e incluso menos extrabases, pero el veneno de las bases por bolas hizo de las suyas. Los Vigilantes trabajaron 11 boletos, sobresaliendo Corey Seager con 5, récord para un bateador en juego de post temporada. Ganó el que tuvo mejor OBP, ni Jordan Montgomery ni Grayson Rodríguez salieron bien parados en estas aperturas. El tercer juego se disputó en Arlington, Texas, primero que disfrutarían los tejanos en casa, y mejor no pudo ser, victoria de 7-1, con 11 imparables incluidos jonrones de Seager, Adolis y Nat Lowe. El avileño impulsó 3 anotaciones. El abridor Dean Kremer soportó 6 carreras limpias en 1,2 entradas, luego el pitcheo de los Orioles se compuso, pero ya era tarde. Eovaldi volvió lanzar bien al permitir una limpia en 7 entradas. Una observación es que Bruce Bochy tiene como una especie de sensor del peligro y sabe sacar a sus relevos a tiempo. Esto no es nuevo para aquellos que le hayamos visto dirigir a los Gigantes en Series Mundiales. Bien, Texas a discutir contra sus vecinos de Houston el título de campeonato de la Liga Americana.

Así, la discusión del título fue en el Estado de Texas, algo muy normal en Series Mundiales en la ciudad de Nueva York en el pasado y en 1944 entre Cardenales y Carmelitas de St Louis. Houston está a 417 km de Arlington. La serie se inició con 2 juegos en Houston, ambos con sonrisas para los Vigilantes. Verlander lanzó buena pelota, pero en la segunda entrada el receptor Jonah Heim impulsó a Evan Carter con la quiniela y en el quinto el dominicano Leody Taveras le enganchó una para jonronear y producir la segunda, las únicas dos del juego. Jordan Montgomery lanzó con excelencia al maniatar al one-two cubano de Yordan y José Abreu con 5 ponches, 3 para el tunero y 2 para Pito. En el segundo juego, Framber Valdez volvió a fallar, permitió 5 en tres entradas, hubo jonrón de Heim. No sé qué pensaba Dusty Baker en la primera entrada cuando a Framber le dieron con todo. En juego de post temporada no se pueden permitir tantas libertades y eso le costó la derrota, pues los Astros fueron anotando a cuenta gota hasta llegar a 4, dos de ellas por par de jonrones de Yordan, a mi entender, todo un monstruo del largometraje. Lo cómico fue ver el que le conectó a su compatriota Aroldis Chapman, quien asentía con la cabeza como diciendo “me lo dio de a bueno”. Era un lanzamiento que rompía fuera de la zona. Alex Bregman igualmente botó la bola por los de Houston. Esta vez Eovaldi no salió tan bien como en anteriores partidos. Dos cero y Houston a jugar como visitador los siguientes partidos. Casi todo el mundo pronosticó la muerte súbita de los Astros, pero no fue así, al estelar Max Scherzer los de Houston le anotaron 5 en cuatro entradas, donde se incluyó jonrón de José Altuve, pero los Vigilantes reaccionaron con 2 en el quinto y 2 en el séptimo, en ambos casos por par de jonrones del novato antesalista Josh Jung, uno frente a Christian Javier y el otro sobre Héctor Neris. No obstante, los Astros anotaron 3 en el último tercio que le garantizó la victoria al abridor Javier. Por suerte, Dusty Baker se dio cuenta que Kyle Tucker había que bajarlo y lo puso de sexto, pero también puso a Yordan como cuarto, movimiento que no le vi razón de ser. Los mejores tres bates deben ser los primeros en la alineación en la pelota moderna y así tener más veces al bate y probabilidades de producir. Los Astros dieron paliza de 10-3, donde intervinieron jonrones de Pito Abreu y de Chaz McCormick. Por los derrotados, Adolis y Seager jonronearon también. No fue partido, donde haya brillado el pitcheo. Serie empatada, quinto juego y nueva sonrisa para los Astros 5-4, decidido en el noveno por jonrón de Altuve con dos en base frente a los envíos de José Leclerc, lo que viró el juego completamente.

Regreso a Houston, casi todo el mundo ahora preparando el festejo de los Astros, los que jugarían con ventaja y como home club. No estaba seguro y tenía razones para no creer en esa victoria. Me acordé de la serie mundial de 2002 entre Gigantes y Angelinos cuando los primeros llegaron al sexto juego con balance de 3-2. ¿Saben quién era su mánager? El mismísimo Dusty Baker. En esta post temporada vi pocos movimientos de su parte, algunos tardíos, otros errados, Tucker era para estar de sexto mucho antes, Yordan debió ser siempre el tercero, no le dio juego a Yainer Díaz, receptor más ofensivo que Martín Maldonado. Podía haber comenzado los partidos con Yainer y ya con ventaja poner a Machete para defender en las postrimerías. Confió mucho en Framber Valdez y el uso de los relevistas no fue el mejor. Montero y Neris no estuvieron a la altura esta vez. Para los que no hayan visto la serie de 2002, les hago saber que los Gigantes llevaban ventaja de 5-0 en el séptimo inning del sexto juego y los Angelinos le arrebataron la victoria anotando 3 en el séptimo y otras 3 en el octavo. El californiano Russ Ortiz había lanzado de maravillas hasta el séptimo de aquel juego y cuando flaqueó Baker tenía que traer a cualquiera de sus buenos abridores para lanzar ese último tercio. Es cierto que le falló su principal cerrador, Rob Nenn. Al siguiente día, el juego fue paseado por los Angelinos 4-1, aguantó al cubano Liván Hernández 2 entradas y abrió el tercero, pero la ofensiva angelina dio tregua cuando vinieron los relevos. La Serie Mundial se les fue de las manos a Baker, demoró dos décadas para llegar a otra y al final ganar, pero no sin antes tener otros descalabros ocurridos en el 2020 en la serie de campeonato de la Liga Americana enfrentados al Tampa, perdida 4-3.  Los Astros ganaron 3 consecutivamente e igualaron la serie, pero fueron derrotados en el decisivo, y también en la Serie Mundial de 2021 cuando perdieron 4-2 frente a los Bravos de Atlanta.

¡Qué manera de batear la de los Vigilantes en esos dos últimos juegos en Houston!, pero en el sexto juego Dusty Baker tuvo también su marfilada. Lo inició con Framber Valdez, el que permitió 3 en 5 entradas. Noveno inning, juego con marcador de 4-2 a favor de los Vigilantes, trajo a Rafael Montero a lanzar en esa entrada y lo dejó rato, el suficiente para que no sacara out le anotaran una y dejara todo complicado para su siguiente relevo Ryne Stanek, nada del otro mundo, Adolis García les hizo la gracia con jonrón con la casa llena y el marcador final fue de 9-2. Bruce Bochy, quien abrió con el eficiente Eovaldi y le cubrió 6,1, sonriendo en el banco y Baker, ya saben. ¿Por qué Baker aguantó tanto a Montero? Una novena entrada para su equipo con marcador de 4-2 no era igual a 9-2. El último juego fue como una corrida, en la que le dan el toque final al toro.  Bochy abrió con Scherzer, decisión discutible, el veterano ya no es el mismo y para colmo ha estado lesionado. Dolores en la espalda obligaron su sustitución, ¿a quién trajo Bochy? A Jordan Montgomery, el que lanzó 2,1 entradas, lo suficiente para que su equipo tomara ventaja de 7-2 sobre sus rivales. El marcador final fue de 11-4, una masacre ligeramente inferior a la que le dieron los Yankees a los Dodgers (9-0) en el séptimo juego de la Serie Mundial de 1956, ¡como ha llovido de allá acá! La recuerdo por lo mucho que me dolió, que conste. Los Vigilantes batearon cuatro jonrones en ese juego final, 2 de ellos de Adolis García, todo un orgullo para los cubanos, pues se llevó debidamente el premio de MVP de la Liga, además me resultó grato oírlo hablar en inglés, síntoma de superación personal.

Así que Texas campeón de la Liga Americana, ganó todos los juegos que disputó como visitador, nueve juegos, con su mánager Bruce Bochy rumbo a la Serie Mundial con un tercer equipo que dirige. La victoria fue muy merecida, donde todo lo que debe funcionar, funcionó, pitcheo, bateo, defensiva, y paciente y equilibrada dirección.

Clasificación de comodines

Vigilantes Texas 2- Tampa Bay 0
Mellizos Minnesota 2- Azulejos Toronto 0

Semifinal campeonato Liga Americana

Astros Houston 3- Mellizos Minnesota 1
Vigilantes Texas 3- Orioles Baltimore 0

Final Campeonato Liga Americana
Vigilantes Texas 4- Astros Houston 3

Esteban Romero
6 noviembre de 2023

Nota aclaratoria: todos estos artículos van dirigidos fundamentalmente a aquellos que no tienen acceso a ver estos juegos, como sucede con la mayoría de la población aficionada en Cuba.

¿Deseas saber cómo jugaron los equipos cubanos sus primeras doce series del Caribe? te invito a que leas «Las 12 primeras series del Caribe de Béisbol (1949-1960)».

O ¿Quieres saber cómo fueron los campeonatos de las Series Selectiva en Cuba? puedes encontrar información suficiente en «Series Selectivas de Béisbol Cubano (1975-1995)».

Todas esas publicaciones están disponibles en versión de tapa blanda o en kindle en Amazon.com y otras librerías como Barnes & Noble, Inc.

MLB 2023: II Liga Nacional- Temporada regular

Antes de hablar de campeonatos hay que
entrenar como equipo vencedor de campeonatos.”
Mike Singletary (1958, ex jugador de fútbol americano)

Involuntariamente omití en la entrega anterior las nuevas reglas de juego implementadas en la temporada de 2023, por lo que antes de describir lo visto por el que suscribe en la vieja liga de la MLB, estimo oportuno mencionarlas, entre ellas:

  • Un tiempo máximo de 30 segundos entre bateadores, mientras que, entre lanzamientos, se conceden 15 segundos con las bases estén vacías y 20 con corredores en base. Si el lanzador no cumple con la regla, automáticamente se le concede una bola al bateador, el que, a su vez, solo puede pedir tiempo una vez por comparecencia al bate.
  • La formación defensiva sufrió cambios, los jugadores del cuadro no pueden situarse sobre la hierba que cubre los jardines, deben tener sus pies dentro del límite exterior del cuadro, y dos de estos jugadores deben estar a cada lado de la segunda base al momento del lanzamiento. Personalmente no creo justo esta medida, ya que inhibe las iniciativas defensivas del equipo al campo, pero ahí están. Llamo a esta medida la Lou Brodreau restringida.
  • También cambiaron el tamaño de las bases y las distancias. Antes una almohadilla tenía 15 pulgadas cuadradas, ahora son 18, lo cual les facilita más la vida a los robadores y se las pone difícil a los receptores, sobre todo cuando son acompañados de lanzadores que no cuidan a los corredores en base. Para completar, la distancia entre el plato y la primera y tercera bases se redujo en 3 pulgadas, mientras que la distancia entre primera y segunda o segunda y tercera igualmente se redujo, pero a 4,5 pulgadas.

Si tanto interés hay en reducir el tiempo de los juegos, algo que comparto, no entiendo por qué no se acaba de implantar el KO con 10 o más carreras de ventaja al terminar la séptima entrada. Cuando suceden esas grandes desventajas vemos a los mánagers tirar la toalla con razón y poco falta para que el cargabate salga a lanzar las últimas dos entradas. Bueno, es un decir, pero ver lanzar a uno que no es pitcher y como lo jonronean, es algo que le resta belleza al juego.

Vamos a la Liga Nacional, donde de siempre he seguido a los Dodgers, la culpa la tiene mi paisano matancero Edmundo Amorós, al que le llamaban Sandy, uno de los héroes de la Serie Mundial de 1955. Los Dodgers llevan clasificando para la post temporada desde el 2013 y desde entonces solo han perdido el primer lugar su división en 2021 por la diferencia de un juego con los Gigantes de San Francisco. En esta temporada el equipo tuvo sus dificultades en algo más del primer mes de juego. Nuevamente los Gigantes se atravesaron en el camino y apareció un rival inesperado, las serpientes de Arizona. En realidad, todos los entendidos esperaban una rivalidad entre los Dodgers y los Padres, este último bastante reforzado y con varias figuras estelares. Los frailes se gastaron la plata y a pesar de contar con peloteros como los dominicanos Juan Soto, Fernando Tatis Jr., Manny Machado, el arubeño Xander Bogaerts, el sudcoreano Ha-Seon Kim al campo, y lanzadores como Blake Snell, el nipón Yu Darvish, además del veterano Michael Wacha, Seth Lugo y el cerrador Josh Hader, quedaron relegados al tercer lugar, otra decepción tan grande como la de los Yankees.

Por su parte, los Dodgers tomaron su rumbo habitual y terminaron con 100 victorias, donde mucho tuvo que ver la ofensiva de grandes del béisbol como el inicialista Freddie Freeman y el versátil Mookie Betts. Los Dodgers debilitaron mucho el campo corto, dejaron ir dos temporadas antes a Corey Seager, para el 2022 trajeron a Trea Turner, el que pasó a jugar con los Filis en el 2023. Gavin Flux estuvo lesionado, así que la solución fue con el veterano venezolano Miguel Rojas, cuyo bateo no se parece a ninguno de los antes mencionados. Igualmente confiaron en la figura joven del cubano Miguel Vargas para defender la intermedia, pero el hijo de Lázaro no bateó con la frecuencia debida y terminó la temporada en clase AAA. La adición de los veteranos Jason Heyward y J.D. Martínez dio realmente resultados, aunque JD estuvo fuera de juego buen rato debido a lesiones. Se deshicieron de Cody Bellinger y cubrieron el central con el novato Jim Outman, el que tuvo una temporada aceptable ofensiva y defensivamente. El problema fue el pitcheo, el zurdo Clayton Kershaw en sus últimas y guapeando hasta donde pudo, Julio Urías eficiente en la primera mitad de la temporada, no así en lo sucesivo e igualmente fuera de juego por investigaciones por causa de violencia de género doméstica, Tony Gonsolin, Dustin May fuera de juego por lesión, Walker Buehler alejado toda la temporada por problemas con su brazo. En fin, el mánager Dave Roberts tuvo que inventarla con los novatos Bobby Miller y Ryan Pepiot, y recibió a un oxidado Lance Lynn como refuerzo en la segunda mitad de la temporada. Los Gigantes mordieron al inicio, pero finalmente cayeron al cuarto lugar de la división y Gabe Kapler fue despedido como mánager de este conjunto. Colorado fue poco o nada en esta contienda, pero el Arizona con sus altibajos logró un resultado inesperado al quedar en la segunda posición de la división, aunque con una diferencia de 16 juegos con los Dodgers.

El Arizona contó con el juego del jardinero novato Corbyn Carroll, los casi novatos, el receptor venezolano Gabriel Moreno, adquirido del Toronto junto al cubano Lourdes Gurriel Jr., a cambio de Daulton Varsho, el mexicano Alek Thomas, los experimentados Ketel Marte, Christian Walker, Evan Longoria, Tommy Pham y el joven torpedero dominicano Geraldo Perdomo. Su pitcheo no fue ninguna galaxia, pero se las arregló para ganar 84 partidos, donde se destacaron los derechos Zack Gallen y Merrill Kelly, y el cerrador Paul Sewald.

En la otra costa, la del Este, el equipo de los Bravos Atlanta se despachó realmente con su enorme ofensiva sobre el resto de sus rivales. Este conjunto ganó 104 juegos y le sacó ventaja de 14 juegos a los Filis, ocupantes de la segunda posición. Siete de los peloteros de los Bravos batearon 20 o más jonrones cada uno, lista encabezada por el inicialista Matt Olson con 54 jonrones y 139 impulsadas. Sin embargo, a la hora de hablar de estrella, el venezolano Ronald Acuña Jr. se lleva el premio, el que conectó 79 XBH entre ellos 41 jonrones, impulsó 106 carreras y robó 73 bases, un fuera de serie. Los otros rompe-cercas fueron el dominicano Marcel Ozuna con 40 HR, el curazoleño Ozzie Albies con 33, el antesalista Austin Riley con 37, y el receptor Sean Murphy y el boricua Eddie Rosario con 21 cada uno. Su caballo de batalla en el pitcheo fue Spencer Strider con 20 juegos ganados, seguido de Bryce Elder (12-4), el veterano Charlie Morton (14-12) y el zurdo Max Fried (8-1). Su cerrador fue el cubano Raisel Iglesias, el que logró 33 salvados.

Los Filis lograron la segunda posición de esta división al ganar 90 partidos. El mánager Rob Thompson tuvo un buen refuerzo en el siempre útil Trea Turner como bateador y defensor del campo corto. El largometraje aquí se hizo sentir liderado por Kyle Schwarber, el que disparó 47 cuadrangulares, Nick Castellanos con 29, Turner con 26, Bryce Harper con 21 y J.T. Realmuto con 20. El pitcheo fue muy parecido a la temporada anterior, encabezado por Zack Wheeler, Aaron Nola y el venezolano Ranger Suárez como abridores principales, y otro venezolano, el también zurdo José Alvarado en funciones de cerrador, a veces auxiliado por el derecho Craig Kimbrel.

Los Marlins dieron la batalla y se adueñaron de uno de los tres comodines de la liga al lograr balance de 84-78 superando a los muy desmejorados y usualmente decepcionantes Mets de Nueva York. En buen cubano, los Marlins fueron una guerrillita acoplada y que salía al terreno a batirse de tú a tú con el mejor. Entre los nueve regulares sobresalió el bateo despiadado del venezolano Luis Arraez, el que finalmente se llevó el título de bateo con promedio de ,354, el resto tuvo un desempeño ofensivo muy parecido, mientras que el cubano Jorge Soler disparaba 36 jonrones. Interesante fue que Arraez había logrado también el título de bateo en la Liga Americana (,316) en la temporada de 2022. El pitcheo esta vez no tuvo la excelencia de 2022 de parte del estelar Sandy Alcántara (7-12). El zurdo peruano Luis Luzardo logró un aceptable resultado (10-10), así como Tanner Scott, Braxton Garrett, A.J. Puk y Andrew Nardi. El mánager Skip Schumacher tuvo la suerte que todos sus ingredientes halaron parejito.

De los Nacionales no hay mucho que decir, ni la sombra de aquellos que ganaron la serie mundial de 2019, pero los Mets sí merecen una buena crítica, equipo que contó con Pete Alonso, el boricua Francisco Lindor, Brandon Nimmo y el receptor venezolano Francisco Álvarez, todos con más de 20 jonrones. El pitcheo tuvo a dos veteranos de alto nivel, Justin Verlander y Max Scherzer, y el nipón Kodai Senga, y relevistas como David Robertson y Adam Ottavino. Me parece que Bill Eppler, gerente del equipo, buscó nombre a la hora de contratar agentes libres sin tener en cuenta edad o rendimiento hasta el 2022. El experimentado mánager Buck Showalter, las pocas veces que le vi, era frunciendo el ceño y enojado.

La división central fue peleada de principio a fin, muy distinta a su gemela en la Liga Americana. Los piratas arrancaron en punta, pero la gasolina se agotó pasadas las primeras 6 semanas de campeonato. Los rojos de Cincinnati parecían destinados a ocupar la última posición, pero el equipo despegó, además de debutar un torpedero de 196 cm, altísimo, pero rápido de swing, también rápido en las bases, el que ya ha dado que decir y dará aún más con ajustes para la siguiente temporada, sobre todo paciencia en home y trabajando más bases por bolas. Hablo del dominicano Elly de la Cruz. Los Cardenales de St Louis, los siempre vencedores, esta vez cayeron al sótano, de nada les valió la ofensiva acostumbrada de Nolan Arenado, Paul Goldschmidt, además del joven camarero Nolan Gorman. El pitcheo les falló, lo mismo daba que fuera Jordan Montgomery, Miles Mikolas, Jack Flaherty o el veterano Adam Waimwright, no funcionó. Montgomery fue otro cuando pasó a lanzar para el Texas en esta misma temporada. Creo que el resultado mucho tiene que ver con la dirección del dominicano-estadounidense Oliver Mármol.

En esta división los Cerveceros de Milwaukee volvieron por la senda triunfal y con balance 92-70 se hicieron del primer lugar, con ventaja de 9 juegos sobre los Cachorros de Chicago, ocupantes de la segunda posición. Los Cerveceros lograron este resultado con un buen juego de equipo. Christian Yelich fue su mejor bateador en promedio, pero sin llegar a los ,300, mientras que el torpedero dominicano Willy Adames bateaba 55 XBH, incluido 29 jonrones. El pitcheo fue encabezado por Corbin Burnes, el dominicano Freddy Peralta, Wade Miley y Adrian Houser. El cerrador fue Devin Williams con 36 salvados.

Los Cachorros mostraron recuperación en su corto período de reconstrucción y se llevaron el segundo lugar, pero no clasificaron para la post temporada. El ex receptor David Ross, mánager del equipo, supo mover sus fichas convenientemente. El conjunto tuvo cinco peloteros con 20 o más jonrones, ellos fueron el ex Dodger Cody Bellinger (26), el designado dominicano Chris Morel (26), el jardinero Ian Happ (21), el torpedero Danby Swanson (22) y el nipón Seiya Suzuki (20). Los abridores de resultado fueron Justin Steel, Marcus Stroman y Drew Smily. Pitchers como el ex Yankee Jameson Taillon y el veterano Kyle Hendricks no rindieron lo esperado, es probable que con un poco más de estos dos últimos los Cachorros habrían llegado a la post temporada.

En la próxima entrega hablaremos de la post temporada de 2023, muy llena de sorpresas y decepciones como siempre sucede.

Esteban Romero
5 noviembre de 2023

MLB 2023: I. Liga Americana-Temporada regular

El talento gana juegos, pero el juego de conjunto
y la inteligencia ganan campeonatos.

Michael Jordan

Toda temporada en las Grandes Ligas trae sus agradables sorpresas y sus decepciones. No es usual que los pronósticos de pretemporada se cumplan. Sucede que esas predicciones se realizan sobre la base de las nóminas de cada conjunto, pero una cosa es en el papel y otra en el terreno.

En la Liga Americana las gratas sorpresas estuvieron en el desempeño de dos equipos perdedores en las temporadas anteriores. El primero de ellos es el conjunto de los Orioles de Baltimore, el que desde 2017 vino tejiendo una cadena de balances negativos de ganados-perdidos, al extremo que, en el 2018, 2019 y 2021 perdieron más de 100 desafíos. No obstante, en la temporada de 2022 las cosas comenzaron a cambiar cuando tuvo balance de 83-79 y en el 2023 se convirtió en un cuchillo de doble filo. Ganaron 101 juegos y se llevaron el banderín de la división Este de la Liga Americana, probablemente la más fuerte de ambos circuitos. Esas victorias se debieron al lograr acoplar una maquinaria eficiente de moler lanzadores adversarios, donde se destacaron el receptor y bateador ambidextro Adley Rutschcman, en su segunda temporada en el nivel superior; el inicialista Ryan Mountcastle en su cuarta temporada; el todavía novato y torpedero Gunnar Henderson, tan eficiente que llevó al dominicano Jorge Mateo al banco; y el ya consolidado jardinero venezolano Anthony Santander. A este grupo se unieron peloteros de experiencia como Cedric Mullins, Adam Frazier, el joven mexicano Ramón Urías, Austin Hays y Ryan O´Hearn. El mánager Brandon Hyde contó con un buen cuerpo de serpentineros encabezado por el veterano Kyle Gibson, además de Dean Kremer, el tejano Grayson Rodríguez, Kyle Bradish y Tyler Wells como abridores, mientras que los relevistas hicieron su trabajo, donde sobresalieron el gigante dominicano Félix Bautista en funciones de cerrador, los apagafuegos cubanos Yennier Canó y el zurdo Cionel Pérez entre otros.

Baltimore ascendió a la cima de la división en la segunda mitad de la temporada, ya que hasta antes del juego de las estrellas el líder era el equipo de bajo presupuesto, pero de constante eficiencia, hablo de los Rays de Tampa. Su mánager Kevin Cash las inventa a diario con sus constantes cambios de alineaciones. Le ayuda el hecho de tener un buen cuerpo de auxiliares, sea en pitcheo como en bateo, además de figuras jóvenes al campo. Tampa se nutre bien de su sistema de sucursales en Ligas Menores. No ganó por las lesiones de figuras claves como su lanzador de cabecera, el zurdo Shane McClanahan, el que tampoco estará en juego en la próxima campaña; su camarero regular Brandon Lowe, el jardinero dominicano José Siri y el inicialista-jardinero Luke Raley, a lo que hay que sumar la baja administrativa del torpedero dominicano Wander Franco, el que está pasando por un proceso de investigaciones en su país acusado de tener relaciones con una menor de edad. Así y todo, Cash se las ingenió para guapear hasta el final de la temporada, logrando 99 victorias. La ofensiva-defensiva y velocidad de sus regulares fue la clave para este paso victorioso, el que incluyó 13 juegos ganados consecutivamente, algo que solamente habían logrado con anterioridad los Bravos de Atlanta en 1982 y los Cerveceros de Milwaukee en 1987. La alineación del Tampa contó con la ofensiva del antesalista mexicano Isaac Paredes, un nuevo slugger en las Mayores; el bateo de los cubanos Yandy Díaz, Randy Arozarena, el colombiano Harold Ramírez, el de largometraje del dominicano José Siri, además del jardinero Josh Lowe. Con Franco, Lowe y Raley en juego, Tampa era difícil de vencer. Sus lanzadores estelares no es que estuvieran todos los días de fiesta, hablo de Zack Eflin, Tyler Glasnow, la adición del derecho Zack Litell, el que venía de las filas de los Medias Rojas, y el novato Taj Bradley, quien aún debe madurar y mejorar, pues condiciones le sobran. La ofensiva logró revertir muchas veces marcadores adversos y malas presentaciones de esos hurlers. Los relevistas se comportaron de manera similar, excepto su cerrador Peter Fairbanks.

En esa división fuerte oposición presentaron los Azulejos de Toronto. Ofensivamente el equipo se mostró bien, pero algo debilitado. Ya en sus filas no estaban los jardineros, el dominicano Teoscar Hernández y el cubano Lourdes Gurriel Jr., a eso sumemos que en el 2021 el camarero Marcus Semien pasó a jugar en las filas de los Vigilantes del Texas. No obstante, el equipo dio pelea y se llevó uno de los tres comodines de la Liga para jugar en la post temporada. Bo Bichette, Vlad Guerrero Jr., el mexicano Alejandro Kirk, el veterano Brandon Belt, George Springer, Kevin Kiermaier, Whit Merrifield y Matt Chapman fueron los encargados de la ofensiva, mientras que el pitcheo fue tarea de Chris Basssit, el boricua José Berríos, Kevin Gausmann, el coreano Ryu, con Jordan Romano como cerrador.

Las lágrimas corrieron a cargo de los Medias Rojas de Boston y los Yankees, tradicionales vencedores en la división, pero con tanta fuerza de los restantes, a ellos solo les tocó ver la post temporada como yo la vi, por la TV. Si el difunto propietario de los Mulos, George Michael Steinbrenner III, viviera, las cosas habrían sido distintas desde hace temporadas. El viejo murió en 2010, un años después de que los Yankees ganaran su última serie mundial. De allá hasta acá, nada de nada, equipo le ha sobrado, pero es como manejar un coche de alta velocidad, si no sabes, te estrellas. El viejo lloraba y criticaba cada derrota de su equipo, no creo que su hijo Hal le pase algo similar, mientras que el gerente Brian Cashman ahí va echando sus años hasta que lo cesanteen. El mánager Aaron Boone está de más en ese conjunto. Mis respetos y mejores recuerdos para George Steinbrenner, así deben ser los propietarios de conjuntos deportivos.

La división central de la Liga Americana fue lo que es. Los Guardianes vinieron debilitados por las lesiones y Terry Francona no pudo hacer mucho esta vez. En 2022 su equipo ganó y logró avanzar en el play off al vencer al Tampa dos veces consecutivamente, pero este año no todas las piezas funcionaron, por lo que cayeron al tercer lugar, superados por el campeón Mellizos Minnesota, equipo que, si se reforzó y logró su objetivo, volver a ganar la división. La llegada del antesalista Royce Lewis fue decisiva para que los Mellizos de Rocco Baldelli apuntalarán su ofensiva, mientras que los lanzadores Pablo López, Joe Ryan, Sonny Gray y Kenta Maeda se las arreglaron para garantizar el número de victorias necesarias. Los Tigres de A.J. Hinch se hicieron de la segunda posición. En este equipo hay algunas figuras que ya pueden ser un dolor de cabeza para los lanzadores adversarios en las siguientes campañas como el receptor Jake Rogers y el inicialista Spencer Torkelson, pero su pitcheo no es que haya sido nada del otro mundo. Los equipos rastrojos de la Liga ocuparon los últimos lugares, los Reales de Kansas City, equipo que tiene algunas figuras jóvenes a no perder de vista y los decepcionantes Medias Blancas de Chicago, conjunto al que he seguido casi siempre y creo que no seguiré más por ahora. No quiero decir lo que pienso de su dueño, de los cesanteados vicepresidente y gerente, y su nuevo mánager, el que creo no aportará nada, 101 derrotas no han bastado para que lo despidan, y su nuevo gerente no parece que tenga idea de lo que tiene qué hacer. Mi única recomendación es que Luis Robert Jr. busque la forma de salirse de esa formación. Él posee talento para convertirse en todo un All Star, pero los auxiliares que lo rodean son del mismo nivel que su mánager y no enseñan nada. Lo demás no da para llenar estadios a no ser que el dueño afloje el bolsillo y se contraten buenos agentes libres.

Emotiva fue la división Oeste en esta liga, donde los Vigilantes fueron la otra gran sorpresa de la liga americana. Les pasó algo parecido a los Orioles, desde la temporada de 2017 su balance de victorias y derrotas fue negativo, incluso en la campaña 2022 (68-94). Estaba claro que el equipo tenía que reforzarse y buscar a un mánager, y la pensaron bien, trajeron al Monsieur Bruce Bochy, nacido en Francia, aunque de padre militar estadounidense. Bochy tiene una amplia experiencia al haber dirigido a los Padres, campeones de la Liga Nacional en 1998 y luego derrotados por pollona de los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial. Con los Padres estuvo hasta el 2006 y desde el 2007 con los Gigantes, a los que llevó a ganar tres títulos mundiales en 2010, 2012 y 2014. El Texas contó con una ofensiva feroz encabezada por Marcus Semien, Corey Seager, el cubano José Adolis García, los jóvenes Nat Lowe, Mitch Garver, el dominicano Leody Taveras, Jonah Heim, y los novatos Evan Carter y Josh Jung. Su cuerpo de lanzadores descansó en las figuras de Dan Dunning, el muy recuperado Natham Eovaldi, Jon Gray y el zurdo Andrew Heaney, y se reforzó en la segunda mitad de la temporada con la entrada del zurdo Jordan Montgomery, el relevista cubano Aroldis Chapman y el estelar Max Scherzer. El joven dominicano José Leclerc fue el cerrador del conjunto.

Los Vigilantes se mantuvieron en punta buena parte de la temporada, pero dos equipos estuvieron al acecho: los campeones Astros de Houston y los Marineros de Seattle. Houston tuvo sus problemas por lesiones de sus peloteros, entre ellos dos de sus principales pilares, José Altuve y Yordan Álvarez. José Abreu tuvo una pésima primera mitad de temporada, luego logró componerse y producir para su equipo. La ofensiva descansó buena parte del tiempo en lo que hicieron Alex Bregman, el hondureño Mauricio Dubón, pelotero versátil y de tacto al bate, KyleTucker y el receptor novato dominicano Yainer Díaz como bateadores de largometraje, y el ya asentado, también dominicano, Jeremy Peña. La receptoría estuvo bien resguardada por el veterano Martín “Machete” Maldonado, el que alternó con Yainer. Su cuerpo de lanzadores tuvo un buen performance, aunque al zurdo Framber Valdez se le vio algo menos eficiente que en temporadas anteriores. Así y todo, en la pelea final, Astros y Vigilantes terminaron con igual balance, pero como los primeros ganaron la serie particular entre ambos, los del Houston se llevaron el banderín de la división nuevamente. Seattle dio batalla y fue el causante que el Texas no ganara la división al ser vencidos por los marineros en la última jornada del campeonato. Este conjunto del Seattle tiene buenos bateadores y lanzadores, pero hay algo que les falta para incluso ser más ganadores. En la temporada de 2022 jugaron muy buena pelota en el play off, este año el juego mejorado de equipos como el del Texas en su división les quitó esa posibilidad. ¿Y los angelinos? Bien gracias, Mike Trout no puede completar temporada, las lesiones le persiguen, a Anthony Rendón le pasa algo igual, mucho se espera de Shohei Ohtani, un hombre que lo hace todo bien, pero con una estrella no se gana un campeonato. Los Angelinos tienen que cambiar su nómina e inyectarle nuevas figuras y no peloteros deambulantes por las Grandes Ligas temporada tras temporada. Los Atléticos de Oakland fue el peor equipo de la liga, por debajo de los Reales y los Medias Blancas, que ya es mucho decir. Ni idea de lo que se propongan hacer con este conjunto, del cual salieron muchas figuras actualmente eficientes como Matt Olson, Matt Chapman, Sean Murphy y Ramón Laureano. Dicen que quieren cambiar de sede, algo que realizarían por tercera vez, antes Filadelfia, luego Kansas City, ahora Oakland, ¿Y mañana?

En una próxima entrega hablaré sobre la Liga Nacional, aunque con menos detalles, pues, excepto la división Oeste, las otras no es que las haya seguido mucho.

Esteban Romero
3 noviembre de 2023

Eiji Sawamura, el legendario lanzador japonés

«Creo que cada lanzamiento que hago tiene que algo de creación.
Cuando me percaté de mi primer lanzamiento, una emoción
indescriptible brotó de mi corazón y me apasioné por el pitcheo.”
Eiji Sawamura

Creo conveniente reconocer un error cometido a la hora de valorar a los lanzadores japoneses, por desconocimiento consideré al estelar Masaichi Kaneda como el mejor pitcher nipón, no sabía de la existencia de un fenómeno como lo fue Eiji Sawamura. Tampoco se puede absoluto en estas valoraciones, más ahora que se destaca otro fenómeno como Shohei Ohtani. Equivocarse es de humano, peor es no reconocer el error. Dicho lo cual, pasaré a hablarles de un pelotero de la tierra del sol naciente que es todo un ídolo en su país, un hombre que en su breve carrera deportiva dejó hazañas para la historia, las que he podido recopilar en la misma prensa deportiva japonesa, la que arroja más datos o anécdotas sobre Sawamura.

Se llamaba Eiji Sawamura, no lo confundan con el lanzador Sawamura de los Medias Rojas de Boston. Eiji nació el 1 de febrero de 1917 en la ciudsd Ise, Prefectura Mie, tenía 174 cm de altura, peso de 71 kg y lanzaba a la derecha. Siempre vistió el número 14 como profesional. Sawamura debutó como lanzador en la Escuela Comercial de Kioto (actualmente Escuela Secundaria Kyoto Gakuen, donde desde temprana edad mostró su talento y participar en el torneo nacional de escuelas secundarias, en el que propinó 97 ponches en 48 entradas lanzadas. Los entrenadores tomaron nota vieron la velocidad extraordinaria de ese joven. Concluido el torneo de verano de 1934, Sawamura abandonó la escuela en Kioto y se encaminó a jugar béisbol profesional.

Integró entonces el conjunto profesional Dainippon Tokyo Baseball Club, el que años después se convirtiera en el famoso Yomiuri Giants. Los entrenadores ya sabían de la bola de humo que poseía Sawamura, además de lanzar curvas, por lo que fue invitado a participar en una serie de encuentros con una selección de la MLB.

Entre 1905 y 1934 japoneses y norteamericanos sostuvieron encuentros de béisbol tanto a nivel universitario, semipro y profesional. Así que este enfrentamiento de 18 juegos era una continuación.   

Aquel conjunto norteamericano traía en sus filas a Lou Gehrig en 1B, Charlie Gehringer en 2B, Jimmie Foxx en 3B, y Hal “Rabbit” Warstler en el SS. En los jardines estaban Earl Averill en el izquierdo, Bing Miller en el central y Babe Ruth en el derecho. Aclaro que era un Ruth ya en sus últimas. La receptoría fue defendida por el novato Frankie Hayes y por Moe Berg.  Observen que al campo ese equipo tenía cinco futuros miembros del Salón de la Fama. Los lanzadores principales fueron Lefty Gómez (Salón de la Fama), Earl Whitehill y Clint Brown, mientras que la dirección recaía en manos del experimentado Connie Mack auxiliado por Lefty O´Doul. Un trabuco para competir con peloteros japoneses de talento, pero aún por madurar.

Vamos a ver si logramos hacer coincidir lo que dicen en EE. UU. con lo que reporta Japón sobre esa serie y la labor de Sawamura. La información japonesa dice que, en el primer juego, efectuado en el estadio de Kusanagi, en la prefectura de Shizuoka, que Sawamura abrió, lo hizo bien, al permitir 5 hits y una carrera en 8 entradas. Sin embargo, en los cuatro juegos restantes en los que lanzó tuvo pésimos resultados. El balance final fue de 5 juegos, 4 aperturas, 4 derrotas, los japoneses no ganaron ningún juego, PCL 7,85 y 34 hits en 28,2 entradas. En el primer partido que lanzó, logró ponchar a Babe Ruth.

Por el lado norteamericano, se informa que Sawamura lanzó y abrió su primer juego el 10 de noviembre en el estadio Meiji Jingu con una concurrencia de 60 mil aficionados. Se dice que el muchacho estaba nervioso, algo que dudo, pues los asiáticos son muy flemáticos desde temprana edad. Ruth le conectó jonrón en el primer inning, mientras que Averill y Warstler lo imitaron. Sawamura lanzó 8 entradas y permitió 10 carreras con 11 incogibles. Japan Times escribió maravillas de Sawamura, un muchacho de solo 17 años que tuvo el valor de enfrentarse a un equipo élite de la MLB. Tres días más tarde, en Toyama, después que el abridor Shigeru Mizuhara soportara 11 carreras en las 3 primeras entradas, Sawamura entró más controlado y logró silenciar a la ofensiva de los visitantes hasta que el “asesino” de Jimmie Foxx le sonara jonrón con dos en base. En estos juegos, Sawamura logró ponchar a Ruth y a Gehrig, buen resultado para todo un novato.

Los expertos norteamericanos tomaron también nota de la velocidad de Sawamura, pero no pasó nada. Vendrían otros encuentros con equipos norteamericanos y entonces el asunto tomaría otro color. Babe Ruth habló maravillas de Sawamura y su velocidad, algo a lo cual nos referiremos más adelante.   

Al año siguiente el Dainippon Tokyo Baseball Club, visitó a los EE UU para topar con conjuntos norteamericanos. Sawamura integró el equipo, el que sostuvo un total de 93 juegos contra equipos semipro y de la Liga de la Costa del Pacífico. En ese tour beisbolero, Sawamura logró dos victorias sobresalientes, la primera sobre los Robles de Oakland 2-0 y luego sobre los Solons de Sacramento 2-1.

La prensa japonesa informó de un juego contra un equipo llamado Medias Rojas de Milwaukee en esa gira. Realmente no he encontrado referencia que combine Medias Rojas y Milwaukee. Como Medias Rojas, además del legendario equipo de Boston, ha habido en ligas menores Medias Rojas de Worcester, de Salem y FCL.  Con Milwaukee como sede ha habido Cerveceros y Lecheros, y también Bravos en la MLB. Obviando este asunto, en ese juego sucedió un hecho inaceptable. Un supuesto aficionado brincó al terreno y le pidió un autógrafo a Sawamura, quien firmó amablemente y sin darle importancia al asunto. No sabía el pelotero nipón que estaba firmando un contrato para jugar en la MLB. Como la jugada fue completamente sucia e ilegal, enseguida vino el rechazo absoluto de su mánager Sotaro Suzuki. Con esto murió la única posibilidad de que Sawamura lanzara en la MLB, algo que se alejó aún más cuando ya Japón estaba en guerra con China.   

La liga de béisbol profesional japonesa se inició en el otoño de 1936, en la que Sawamura, tenía 19 años, mostró su elevada calidad como lanzador y logró su primer juego de 0 hits 0 carreras a los Tigres de Osaka. Ese sería el primer No-No en la historia de la pelota nipona. Como curiosidad, el receptor de Sawamura fue Takeshi Nakayama en ese juego. En la serie final de campeonato lanzó en tres juegos consecutivos, lo que garantizó el campeonato a su equipo. El joven lanzador fue líder en victorias (13) en esta temporada y PCL de 1.05. En la temporada de 1937, con 20 años cumplidos, se instauró el premio de MVP y fue Sawamura el primero en llevarse este reconocimiento al registrar récord de 24 victorias y un PCL de 0,81. En esa misma campaña logró lanzar su segundo juego de No-No, repitió el liderato de victorias en una temporada, y logró la triple corona de pitcheo, primer lanzador nipón en conseguirlo.  

En enero de 1938 Sawamura recibió una nota que le obligaba a integrarse al entrenamiento militar en la ciudad Tsu, Prefectura Mie. Poco después se uniría a las fuerzas del 33ro. regimiento de la 16ta. División en Shanghai, China. En esas confrontaciones militares se destacó lanzando granadas con certeza y a distancia, pero una bala hirió su mano izquierda, fue llevado a atención en hospital y ya curado de nuevo al servicio, donde permaneció hasta octubre de 1939.  Su regreso al terreno ocurrió en 1940, ya era un Sawamura herido, con problemas en el hombro derecho de lanzar tantas granadas y a eso se suma el haber contraído la malaria. Así y todo, se esforzó para entrar en forma, aunque en más de una ocasión se desplomó en el terreno debido a las secuelas dejadas por la malaria. Sawamura acostumbraba a lanzar su recta por encima del brazo. En virtud de la herida recibida y los dolores en el hombro, comenzó a lanzar de lado y más curvas en su repertorio. Nuevamente brilló al abrir 12 juegos, ganar 9 y perder 1 sólo juego, con PCL de 2,61, además de lanzar su tercer No-No contra el Nagoya. En la historia del béisbol profesional japonés solo Sawamura y Yoshiro Sotokoba han conseguido lanzar tres juegos de 0 carreras 0 hits. La temporada de 1941 fue igualmente exitosa, al lanzar en 20 juegos, ganar 9 y perder 5, con PCL de 2,05.   

Nuevamente fue llamado al servicio militar en 1941, justamente tres días después de haberse casado, matrimonio del cual tuvo una hija. Sawamura volvió a reportar al 33ro. regimiento, el que se trasladó de inmediato a la isla Palau o Palaos en Micronesia, para luego seguir rumbo hacia la isla de Mindanao en Filipinas.  Su regreso a Japón fue en enero de 1943. Como era de esperar volvió al terreno de juego con los Giants, pero la carencia de práctica diaria trajo sus consecuencias. Ya Sawamura era un lanzador del montón, carente de velocidad y control, lanzó 11 entradas y concedió 12 boletos, además de permitir 17 imparables. Fue una temporada para olvidar, por lo que su contrato con los Giants no fue renovado en 1944, por lo que su último juego tuvo lugar el 24 de octubre de 1943.

No era ya deseable su juego, pero sí hubo un tercer llamado al servicio militar. Integró el 33ro regimiento y fue enviado a finales de noviembre de 1944 para las Filipinas a bordo de un buque de guerra, el cual no llegó a su destino, al ser hundido por el submarino de la Armada estadounidense Sea Devil en el Mar de China Oriental, al oeste de la costa de Yakushima, el 2 de diciembre de 1944. Así desapareció una estrella y leyenda del pitcheo japonés, la guerra no perdona vidas y ese fue su caso.  

Respecto a la velocidad de Eiji Sawamura los expertos en Japón han calculado de cuanto podría haber sido. En un programa de 1999 se realizó cálculo de la fuerza d presión sobre la pelota en la mano a lanzar, su forma de tirarla, lo que iba acompañado del levantamiento en alto de un pie. El resultado final fue de 160,4 km/hora, lo que equivale a 100 MPH. Esta cifra fue corregida en otro programa de 2015 cuando se vio que Sawamura no levantaba tanto el pie, los cálculos arrojaron que la velocidad de su bola rápida era de 159 km/hora (97,5 MPH).  

Comparado con otros lanzadores japoneses, se vio que Kodai Senga, miembro de los Fukuoka SoftBank Hawks, llegó a lanzar a 161 km/hora en juego inaugural del 29 de marzo de 2019 contra los Leones de Seibú. Yuki Sato de las Águilas Doradas de Tohoku Rakuten ha igualmente lanzado sobre los 160 km/hora. El más rápido de todos ellos ha sido el gran Shohei Ohtani de los Hokkaido Nippon-Ham Fighters, el que lanzó pelotas de hasta 165 km/hora (récord) en juego contra los Halcones Fukuoka SoftBank del 16 de octubre de 2016.  

Por lo tanto, Eiji Sawamura se pasea entre el grupo de lanzadores japoneses de mayor velocidad en la pelota de ese país.  Para rendir tributo eterno a la figura de Sawamura, los Gigantes retiraron el número 14 el 9 de julio de 1947. En ese mismo año se instituyó el Premio Eiji Sawamura, galardón especial en el béisbol japonés para cualquier lanzador destacado. Han recibido este premio los lanzadores Shigeru Sugishita, Shoichi Kaneda, Minoru Murayama y Masaki Saito. El propio Eiji Sawamura fue uno de los nueve primeros peloteros exaltados al Salón de la Fama del Béisbol en Japón. Existen dos monumentos en su memoria, uno en el estadio de Shizuoka Kusanagi y el otro en la escuela superior Kyoto Shogyo. 

Fuentes

Anon. 2021. 伝説の投手「沢村栄治」の凄さとは?当時の球速、背番号、名言を紹介!(¿Cuál es la grandeza del legendario lanzador «Eiji Sawamura»? ¡Presentamos la velocidad de la pelota, el número uniforme y sus logros en ese momento! Febr.. 25. https://ticketjam.jp/magazine/sports/baseball/6394

Fitts Robert. 2012. Babe Ruth and Eiji Sawamura. SABR. https://sabr.org/journal/article/babe-ruth-and-eiji-sawamura/

Fitts Robert. 2013. Eiji Sawamura. Baseball Greatest Sacrifice, 12 febr. Artículo extraído del libro “Banzai Babe Ruth”. https://www.baseballsgreatestsacrifice.com/biographies/sawamura_eiji.html

Gillespie Paul. 2012. Masaichi Kaneda: The Emperor. From deep right field, 28 jun. http://fromdeeprightfield.com/masaichi-kaneda-the-emperor/

Kurihara Toshio. 2021. The story of Eiji Sawamura, the Japan baseball ace lost in sunk WWII transport ship. Mainichi Japan, 3 mayo. https://mainichi.jp/english/articles/20210501/p2a/00m/0na/015000c

Romero Esteban. 2019. Masaichi Kaneda, el mejor lanzador en la historia del béisbol japonés. Deportescineyotros.com, 19 sept. https://deportescineyotros.com/2019/09/19/masaichi-kaneda-el-mejor-lanzador-en-la-historia-del-beisbol-japones/

Esteban Romero
12 septiembre 2023

 

Serie béisbol Teléfonos de la Liga Nacional Amateur vs Selección Universidades de EE.UU. en 1930-1931

Una de las cosas más bonitas sobre el béisbol es su historia.”
Jim Abbott (ex-lanzador zurdo en la MLB)

Por Esteban Romero

Los encuentros entre selecciones amateur de Cuba y EE.UU. han sido algo muy común, incluso en épocas de tirantez política entre ambos países. Los conjuntos cubanos han sido selecciones de las existentes ligas amateur en Cuba hasta 1960, luego conformadas con peloteros de las series nacionales. Por su parte, las norteamericanas han venido con peloteros universitarios, muchas veces más jóvenes que los integrantes cubanos, pero no por eso menos eficientes al campo.

En la búsqueda del inicio de estas confrontaciones hemos hallado la efectuada en dos días consecutivos en dos años, caso raro. Sucedió que el 28 de diciembre llegó una selección universitaria de EE. UU. para enfrentarse al campeón de la Liga Nacional Amateur, en este caso el Teléfonos o también conocido como Cuban Telephone Company en una serie de dos juegos.

Antes de dar más detalles de esta corta serie, se hace necesario aclarar que tanto la Universidad como el Teléfonos habían terminado empatados con balance de 12-3-2 ambos equipos. El campeonato debió continuar, pero por la situación tan difícil que atravesaba el país en la época del Machadato, la Universidad se retiró y no continuó jugando. Fue así que el Teléfonos apareció como campeón. Al respecto no deben existir dudas, ya que la co-serie de los campeones de las Ligas Nacional y de la Inter-Social pudieron tener lugar en abril de 1931, de lo cual se podrá hablar en otro escrito al respecto.

La selección norteamericana fue realizada mediante encuesta de la revista College Humor. En ese equipo sobresalían dos nombres: el inicialista Bill Sullivan de la Universidad de Notre Dame, bateador zurdo, hijo de Billy Sullivan, receptor de los Medias Blancas en 1920, equipo entonces llamado Hitless Wonders (Maravillas que no batean), muy parecidos a los actuales Medias Blancas 100 años después. El otro fue el  torpedero y jardinero Eddie McGrath, capitán del equipo de béisbol de la Universidad de Harvard. El resto de los peloteros provenían de las universidades de Holy Cross, Fordham, Georgetown, Temple, Penn State y otras.

Lo raro fue que los juegos se planificaron para el 31 de diciembre de 1930 y un segundo para el 1 de enero de 1931, dos fechas en dos años diferentes. Así que los estadounidenses deben haber festejado el nuevo año el 1 de enero, no creo lo hayan hecho el 31 de diciembre por razones deportivas y preservarse para el siguiente encuentro.

El conjunto del Teléfonos venía con su nómina habitual, aunque alguna que otra figura no estuvo presente, como el caso del camarero Roberto Uriza, cuya posición cubrió Luis Romero (su nombre completo Luis Casas Romero) sub-líder de los bateadores en la temporada de 1930. Tampoco estuvo por lesión el torpedero Antonio Palencia, uno de los puntales de este equipo. El resto de los integrantes fueron el receptor Francisco Espiñeira, el inicialista Oscar Reyes, el infielder Justo Colineau en el campo corto, Ramón Pajares en la antesala, Matías Flores, Bernardo Azor, O. Nodarse y el también lanzador Manuel Domínguez en los jardines. También participaron el versátil Fernando Alonso y Alberto Dobarganes. Para lanzar el primero juego el zurdo Narciso Picazo se pintaba solo, pero para el segundo el asunto era más delicado. Domínguez sufría de dolores en su brazo, por lo que la alternativa era usar al entonces novato Agustín Cordeiro como abridor del segundo partido.

La selección de universidades estadounidenses traía en su nómina a Hank Garrity C (Holy Cross College), Bill Sullivan 1B (Notre Dame), Bergen 2B (Nueva York), Livezey 3B (Penn State), Howard Eyth SS (Carnegie Tech.), Eddie McGrath (Harvard), Milton Mills (Purdue) y Leness (Temple) como jardineros, mientras que el lanzador fue el derecho Hormidas Aube (Fordham).

Ambos juegos se efectuaron en el estadio de la Tropical, cuya entrada costaba 60 centavos, época en que un centavo era dinero. Para las gradas no techadas, 20 centavos por entrada.   

El primer juego concluyó 3-2 a favor de la selección de universitarios de EE. UU. A Picazo le anotaron la primera en el mismo inning de apertura por jonrón de McGrath, pero luego se compuso para ir dominando poco a poco a los norteamericanos. El Teléfonos se fue arriba también por jonrón de Ramón Pajares que encontró al jardinero derecho Manuel Domínguez en base, pero la ofensiva cubana de ahí en lo adelante fue silenciada, mientras que a la norteamericana le pasaba lo mismo. El zurdo Picazo en más de una ocasión sorprendió a corredores en bases y hubo tantas otras reclamaciones de balk. Así las cosas, hasta que en el octavo el lanzador Aube se anotó infield hit por el montículo y el hombre proa, el antesalista Lenness puso la bola fuera del terreno para impulsar el empate y la ventaja. Vean a continuación el box score del juego con todos los detalles de este.

El siguiente partido fue al día siguiente. Los jugadores estadounidenses esperaron el año en Cuba, parece que, para tomar fuerza, ya que les dieron tremenda pateadura a los inalámbricos, anotación 13-4. Sendos jonrones fueron disparados por Sullivan y Howard Eyth. La víctima inicial fue el entonces novato Agustín Cordeiro, único lanzador disponible por el Teléfonos. Picazo había lanzado el día antes y Manuel Domínguez, como ya dije, estaba con dolores en su brazo de lanzar, pero al mánager Octavio Diviñó no le quedó otra que traer a Domínguez en el tercero después de la práctica de bateo de los norteños sobre los envíos de Cordeiro, movida sin éxito, y como no había más nadie, la solución fue a apelar una vez más a Picazo. Por los estadounidenses lanzó Bobby Stephen Trudnak de la Universidad de Bucknell, al que los cubanos le batearon no poco en la misma primera entrada. Luis Romero trabajó boleto, Alonso se embasó por error del torpedero, Matías Flores se sacrificó perfecto y Oscar Reyes trajo la primera por infield hit por el montículo. Hubo passed ball y Reyes llegó a segunda, para luego anotar él y Alonso con cañonazo de Pajares. Pudo haber más cuando Colinó trabajó el boleto, pero A. Dobarganes bateó para doble play. Los norteños ripostaron con 3 más en el segundo y de ahí en lo adelante Trudnak se las arregló para dominar a la ofensiva cubana, mientras sus compañeros bateaban a su antojo. A Picazo lo bombardearon con 5 anotaciones, no escampaba la ofensiva en la quinta entrada. Vean el box score de este juego, el que significó pollona para los locales en esta corta serie.   

 

No sé cómo eran algunos detalles de los manejos en esa época en la Liga Nacional Amateur, pero me parece que el Teléfonos se creyó superior y fuerte para enfrentar a una selección de universitarios muy bien formados y entrenados en el béisbol. Aparecerse ese equipo cubano con 3 lanzadores, uno de ellos manco, era toda una osadía.  

Pasando revista a los jugadores que trajeron los norteños, veo que Hormidas Aube jugó 4 temporadas en las Menores (1931-1934). Billy Sullivan jugó como receptor, inicialista y antesalista con los Medias Blancas de Chicago (1931-1933), Rojos Cincinnati (1935), Indios Cleveland (1936-1937), Carmelitas St Louis (1938-1939), Tigres Detroit (1940-1941), Dodgers Brooklyn (1942) y Piratas Pittsburgh (1947). Ausente durante 5 temporadas debido a cumplir el servicio militar durante la 2da. Guerra Mundial. En total 12 temporadas, promedio 289 y OPS 682. El receptor Hank Garrity jugó en 8 partidos para los Medias Blancas de Chicago en 1931. El resto si son bien conocidos en sus centros docentes correspondientes como destacados peloteros, pero no tienen ficha alguna en la pelota profesional norteamericana.

Que tenga conocimiento, este parece ser el primer enfrentamiento de universitarios de EE. UU. con conjuntos amateur cubanos. Hubo más después, pero cuando tenga la información completa no dudaré en publicarla.

Fuentes consultadas

Diario de la Marina, desde 26 al 31 diciembre 1930 y del 1 al 2 enero 1931.

31 julio 2023

Juego de Estrellas 2023 en la MLB: participación cubana

“Establece altas metas y no pares hasta que no llegues allí.”
Bo Jackson (1962, ex pelotero y futbolista estadounidense)

Esteban Romero

Una grata sorpresa ha sido la selección de ocho peloteros cubanos para participar en este evento de 2023, donde se suelen escoger los mejores de ambas ligas en la primera mitad de temporada. Ocho cubanos, cifra que supera al del resto de las naciones, excepto la de EE. UU.

La vez anterior en que hubo una participación numerosa de peloteros cubanos en este evento fue en el juego del 9 de julio de 1968 en el Astrodome de Houston. En aquel encuentro jugaron un total de 12 de latinos, con Cuba a la cabeza con la mitad de los participantes. Fue juego con anotación de 1-0, ganado por la Liga Nacional. La quiniela y única del partido fue por hits combinados de dos monstruos del Salón de la Fama, Willie Mays y Hank Aaron. Por la liga americana jugaron el lanzador Luis Tiant Jr., el jardinero Tony Oliva, el torpedero Bert Campaneris y el receptor Joaquín Azcue, mientras que por la Liga Nacional estaban dos destacados de los Rojos de Cincinnati, el torpedero Leo Cárdenas y el miembro del Salón de la Fama Tany Pérez, pero estos dos no consumieron vez al bate. El resto de los latinos en ese partido fueron los dominicanos Matty Alou, Julián Javier (no tuvo comparecencia en home) y Juan Marichal, el lanzador derecho boricua José Santiago (no lanzó) y el panameño Rodney Carew. Como curiosidad, de esos 12 latinos, Oliva, Tany Pérez, Marichal y Carew son miembros del Salón de la Fama de Cooperstown.

Ha llovido bastante desde ese entonces para que fueran escogidos ocho peloteros cubanos para este tipo de evento, seis por la liga americana y dos por la nacional. Los escogidos fueron Yandy Díaz (Sagua, Villa Clara), Randy Arozarena (Arroyos Mantua, Pinar del Río), Adolis García (Cunagua, Ciego de Ávila), Luis Robert Jr. (Guantánamo), Yennier Canó (Municipio Bolivia, Ciego de Ávila) y Yordan Álvarez (Colombia, Las Tunas), mientras que por la nacional estuvieron Lourdes Gurriel Jr. (Sancti Spíritus) y Jorge Soler (Provincia Mayabeque). ¿Quieren saber un detalle? Tres de esos peloteros provienen de las filas del equipo de Ciego de Ávila, ellos son Adolis, Canó y Luis Robert Jr., el que creció y se desarrolló en esa provincia. Hubo ocho participantes en el derby de jonrones, en el que participaron tres bateadores cubanos: Arozarena, Adolis y Luis Robert Jr., este último discutió en la semifinal con Arozarena el pase a la final y se lesionó en esa competencia, por lo que no pudo jugar en el partido de las Estrellas. Luis no pasó, pero puede alardear de haber pegado 7 batazos a más de 400 pies, entre ellos el más largo de la competencia, a 484 pies, bien medido con la tecnología actual que no es la de la época de Babe Ruth o Mickey Mantle. Arozarena discutió hasta el final el título con el superslugger Vlad Guerrero Jr., de tanto poder como su padre.

En este juego de Estrellas hubo notas destacadas para algunos jugadores cubanos. El primer hit del juego lo conectó Randy Arozarena y la primera carrera fue producto de cuadrangular de Yandy Díaz. Lourdes Gurriel Jr. estuvo a punto de anotarse un enorme jonrón, luego reclamado y cantado como foul. Canó lanzó bien su entrada con par de ponches y por error de Guerrero Jr, Austin Riley consumió turno al bate para conectarle un sencillo sin consecuencias. De maravillas los fildeos de Adolis, el que realizó par de engarces de película, además de otro de Arozarena.

El saborcito cubano no termina ahí, participaron 3 cubanoamericanos en este juego. El designado de los Dodgers Julio Daniel Martínez, más conocido como JD, el híbrido de guantanamero con boricua, Nolan Arenado, y Nick Castellanos.  

Diré algo parecido a lo que dice José “Pito” Abreu, el entrenamiento y aprendizaje diario ayudan a un mejor rendimiento, hay que trabajar para lograr éxitos. El talento no significa nada si no se pone empeño. Pienso que todos los seleccionados cubanos son peloteros que han tenido que hacer un esfuerzo grande, casi todos salieron por vías irregulares del país, a veces arriesgando sus vidas. Llegaron y vieron que la pelota de los circuitos profesionales tiene una diferencia sustancial con la que se juega en Cuba desde hace más de una década y media. Eso implica que había mucho que aprender, mejorar el físico, un poco de más peso, tener más fuerza sin perder condiciones natas en mucho de ellos, como es la velocidad.

Muchos peloteros han salido de Cuba, hay hasta un libro de Francys Romero con lujo de detalles al efecto, pero los que triunfan no son muchos. Vienen de una pelota con escasos recursos y con técnicas obsoletas o no actualizadas.

El ver a ocho cubanos escogidos para un juego de estrellas es mérito al esfuerzo de esos peloteros. Con lo dicho no es que entienda que ya están hechos completamente, se mejora a diario con el entrenamiento y seguros debemos estar que nos seguirán dando satisfacción y agradables sorpresas  en lo sucesivo, sea en la temporada regular, en la post temporada o en series mundiales.

El ejemplo de estos atletas es algo a seguir por todos aquellos peloteros cubanos salidos de los juveniles y que han dado el paso para jugar en los circuitos de la MLB. Hay que aprender y jugar con ese espíritu que se le nota a un Adolis o a un Arozarena, por solo citar dos ejemplos, todos ellos hombres que salen a comerse el terreno en cada juego.

Antes de finalizar, advierto que esos peloteros nacieron con el don de jugar pelota, y esos logros son producto de su talento, trabajo diario y la enseñanza de muchos poquitos de parte de los entrenadores de la MLB. Así que nadie se quiera adjudicar mérito o logro al efecto.

Para finalizar, mi agradecimiento como aficionado cubano a todos esos compatriotas que están triunfando en la actualidad en el mejor béisbol del mundo, a los que les deseo salud y continuo esfuerzo para seguir sobresaliendo.  

Fuente consultada

Romero Esteban. 2016. Participación de peloteros latinos en Juegos de Estrellas de la MLB. Deportescineyotros.com, 13 julio. https://deportescineyotros.com/2016/07/13/participacion-de-peloteros-latinos-en-juegos-de-estrellas-de-la-mlb/

Lanzamiento en el béisbol: Sweeper

«La Sweeper es solo una slider con mayor movimiento horizontal»
Mathew Trueblood (cronista brewerfanatic.com)

Por Esteban Romero

Como comentara en el pasado (3), un lanzamiento muy efectivo en el béisbol es la slider, la que posee movimiento lateral y suele caer hacia afuera, cerca de la zona, por lo que surte un efecto muy similar al del cambio. Aquí el bateador pierde el balance en el plato. La slider es menos veloz que una recta, pero lleva más velocidad que una curva.

La slider tiene ya una historia de casi 100 años, George Blaeholder de los Carmelitas de St Louis se mantuvo más de una década (1925-35) dependiendo de la slider. Otros lanzadores incorporaron con éxito este tipo de pitcheo en su repertorio. La slider se lanza generalmente con un movimiento lateral del brazo, lo que provoca la caída lateral de la pelota una vez llega a la mascota del receptor. En realidad, ese pitcheo es el que se conoce ahora como gyro slider (slider girocópica), la diferenciación se ha hecho en virtud de la aparición de una nueva versión de slider llamada sweeper (barredora).

Uno de los maestros en este nuevo lanzamiento es el derecho Corey Kluber, quien lo ha venido utilizando con frecuencia en las últimas temporadas. Es de suponer que lo haya practicado desde su incorporación en 2021 después de su última cirugía Tommy John. Si uno hace memoria, verá que Sergio Romo hace buen tiempo tiraba una especie de sweeper. En estos momentos varios lanzadores han incorporado este pitcheo en su repertorio, los más notables son Pablo López, Shohei Ohtani, Yu Darvish, Julio Urías, Blake Treinen, Nestor Cortés Jr., Kris Bubic, Jameson Taillon, Drew Rasmussen, Kyle Gibson, Brad Keller, Alex Cobb, George Kirby, A.J. Puk, Taijuan Walker y otros más.

Para lanzar la conocida slider se necesita poner los dos dedos en la bola a lo largo del borde de una costura, por lo que la pelota se lanza desde las puntas de los dedos combinado con el giro hacia adelante. Las estadísticas indican que la slider convencional provoca muchos swings infructuosos.

La sweeper es casi lo mismo a la hora de sujetarla por el lanzador, El lanzador Kyle Gibson, según le afirmara a David Brandt, dice que lo único que él hizo para lanzar la sweeper fue separar los dedos a una pulgada sobre la bola. El lanzamiento tiene un mayor giro lateral y horizontal, lo cual provoca swings infructuosos, pero no más que con la slider tradicional. La ventaja radica que el bateador al hacer contacto con la bola produce batazos inofensivos y de poca fuerza.

Por ahora no se ve que haya problemas con los brazos al usar este tipo de lanzamiento. Veremos si no ocurre nada nuevo, impredecible e indeseable. Siempre uno recuerda el entusiasmo pasado con la splitter.

La apreciación del que suscribe personal es que el lanzamiento es sumamente efectivo entre lanzadores para bateadores de una misma mano, ya que la pelota se mueve horizontalmente y suele romper afuera del área, lo que provoca swings fallidos o  batazos débiles en fuerza.

Fuentes

1- Brandt David. 2023. What is a sweeper? A look at the pitch taking over MLB. ABC news, Apr. 25. https://abcnews.go.com/Sports/wireStory/sweeper-pitch-taking-mlb-98822160

2- Crizer Zack. 2022. He’s throwing a what? The ‘sweeper’ is MLB’s latest pitching weapon. Sports.Yahoo.com, Apr. 20. https://sports.yahoo.com/hes-throwing-a-what-the-sweeper-is-mlb-latest-pitching-weapon-dodgers-yankees-220657765.html

3- Romero Esteban. 2018. Lanzamiento en el béisbol: la slider. Deportescineyotros.com, 16 sept. https://deportescineyotros.com/2018/09/16/lanzamiento-en-el-beisbol-la-slider/

21 mayo 2023

Inimaginable, un juego de béisbol en las pirámides de Giza en Egipto

Quien quiera destacarse en cualquier deporte
está obligado a entrenar regularmente.”
Frank Robinson (ex pelotero, mánager y ejecutivo en la MLB)

Por Esteban Romero

He visitado Egipto varias veces por razones de trabajo. Cada vez que he tenido tiempo después de la jornada laboral me he escapado a visitar las pirámides escalonadas de Saqqara, la más antigua del mundo, y luego las de Giza. Llegar a esos lugares es como para transportarse milenios atrás. En este blog se describen estas pirámides, así que basta con buscar el artículo para su lectura: (https://deportescineyotros.com/2015/11/29/las-siete-maravillas-del-mundo-antiguo-la-gran-piramide-de-giza/).

Jamás habría pensado que allí se había efectuado un juego de béisbol el 9 de febrero de 1889, donde aparte de los pocos árabes que observarían extrañados este difícil juego de entender, estaría la figura gigante de la Esfinge tratando de adivinar que estaban haciendo esos “locos” en sitios sagrados para los antiguos egipcios.

Tampoco colega egipcio me comentó algo al respecto, mucho menos los ancianos que se ganan la vida como guías en esos lugares. Se lo saben todo, lo describen de forma amena y uno así aprende de la historia. Ah, pero si le pregunto a uno de ellos por juego de béisbol en Giza, seguro que ni lo sabe, ni se lo imagina.

Las trasmisiones de la MLB.tv a partir de la temporada de 2023 ha comenzado a dar información histórica de béisbol, mucha de la cual se encuentra en el Salón de la Fama de Cooperstown, lugar que visité hace ya seis años, pero no vi nada sobre este juego. Es probable que le haya pasado por un lado a la información y no me haya detenido en ella. Una de las informaciones en esas trasmisiones versa sobre un recorrido de una veintena de peloteros estadounidenses por varias partes del mundo, entre ellas Inglaterra, Escocia, Francia e Italia en Europa, Egipto, la India, Australia, Nueva Zelanda y Hawái. La secuencia del recorrido la desconozco, pero se sabe que los peloteros llegaron al Cairo procedentes de la actual Sri Lanka (Ceylán), por lo que se puede intuir que salieron de la India de regreso, con rumbo al Cairo.

El recorrido fue organizado y pagado por Albert Goodwill Spalding, dueño de la empresa de artículos deportivos, la que en ese entonces radicaba en Chicago, Illinois. Su sede actual es en Bowling Green. Supongo que la idea de Spalding era la de promover el béisbol y así también poder vender todo aquello que hace falta para jugar pelota. Dice el artículo de Bill Feber que, Spalding perdió unos 40 mil dólares en ese recorrido. Realmente los perdió. A mi entender, con un juego de exhibición en esos lugares no se promueve nada, pues entender al béisbol no es tan fácil, sobre todo en aquellos países acostumbrados a un deporte menos complicado en reglas como lo es el fútbol. Si lo que deseaba era promover, el objetivo inicial debió haber sido menos ambicioso, por ejemplo, organizar varios juegos en un mismo país y explicar sus reglas. Reino Unido era el país adecuado para este empeño.

Albert Spalding

Lo que sucedió ya sucedió, y vamos a Giza nuevamente. No me imagino realmente cómo pudieron jugar pelota en ese lugar. Es llano, pero con mucha arena y piedra también. Es posible que se haya alejado parte de la piedra pagándole a los locales por el servicio. Aun así, cualquiera se habría podido torcer un pie, nada de deslizarse en bases y mucho cuidado con los elevados a los jardines, los que hay que fildear yendo hacia atrás.

Felber (2013) nos ofrece el nombre de los participantes de los dos equipos: White Stockings (Medias Blancas): los lanzadores Mark Baldwin y John Tener, en la receptoría Tom Daly, en la inicial el famoso HOF (miembro del Salón de la Fama) y amigo íntimo de Spalding, Adrian “Cap” Anson, en la intermedia Fred Pfeffer, en la antesala Tommy Burns, en el campo corto Ed Williamson; y Martin Sullivan, Jimmy Ryan, and Robert Pettit como jardineros. El rival fue el conjunto All Americas, el que presentó a John Healy y Cannonball (Bala de Cañón) Ed Crane como lanzadores, Billy Earle fue el receptor, G.A. Wood en la inicial, Fred Carroll en la intermedia, Jimmy Manning en la antesala, John Montgomery en el campo corto, y James Fogarty, Ned Hanlon y Tom Brown patrullando los jardines.  

Todos esos peloteros fueron desde Cairo a las pirámides montados sobre asnos o dromedarios. En aquella época no había bus ni autos que los llevaran. Casi hora y media de recorrido sobre esos animales, en coche hasta Giza lleva algo más de media hora en la actualidad.

Dice Anson que todos los asistentes eran árabes, no dijo nada nuevo, y que les costaba recuperar la pelota que cayera de foul en el público. Menos mal que ninguno intentó ponerle la cabeza al foul, algo que he visto en otros lugares, donde el béisbol no es conocido.

El marcador final del partido fue de 10-6 a favor del conjunto All Americas, resultado seguramente bendecido por la Esfinge. No más detalles, quien desee más, les invito a que lean el artículo de Bill Felber (2013) o el de Matt Monagan (2018), ambos aparecen en las fuentes consultadas.

Fuentes

Felber Bill. 2013. February 9, 1889: A Wondrous Ball Park: The Pyramid Game in Giza, Egypt. SABR.https://sabr.org/gamesproj/game/february-9-1889-a-wondrous-ball-park-the-pyramid-game-in-giza-egypt/

Monagan Matt. 2018. The surreal afternoon a baseball game was played among the great Egyptian pyramids. Cut24. https://www.mlb.com/cut4/nearly-130-years-ago-there-was-a-baseball-game-played-amongst-the-pyramids-in-eg

2 mayo de 2023

Adolis García, recordista cubano en total de bases en juego de la MLB

Hago el swing lo más fuerte que puedo y trato de chocar
la pelota… Cuanto más fuerte agarres el bate, mejor swing y
contacto tendrás, y la pelota más lejos irá.”
Babe Ruth

Por Esteban Romero

El 22 de abril de 2023 el cubano José Adolis García acumuló un total de 16 bases con sus batazos en juego contra los Atléticos de Oakland. La reacción lógica del que suscribe fue ver cuál es el récord actual, quién lo logró, aparte de conocer qué latinos están entre los primeros en TB en un juego.

La lógica aritmética nos indica que para lograr 16 o más bases se necesita batear varios extrabases (XBH). Aquellos pocos que han bateado 4 jonrones en un desafío son los que clasifican sin dificultad en ese renglón, para lograr más hay que batear, aparte de los 4 jonrones, un extrabase para llegar a 18 o un sencillo para terminar con 17.

Bien, el avileño Adolis, un hombre que se ha superado temporada tras temporada en la MLB, el que ya posee un mayor peso corporal y musculatura, se ha convertido de bateador de sencillos y hombre rápido en las bases, en todo un slugger. La secuencia para llegar a los 16 fue la siguiente, tres jonrones, cada uno de ellos con un hombre en circulación, seguido de un doble con dos a bordo, y otro doble más sin nadie en las almohadillas. Así, llegó a 16 (12 por jonrones + 4 por dobles) y empujó 8 carreras en la paliza de su equipo, los Vigilantes de Texas, sobre el muy desmejorado equipo de los Atléticos de Oakland.

Ningún cubano había llegado a esa cifra de 16 antes en la MLB. Así que fue récord para un bateador cubano en ese circuito, pero el récord de todos los tiempos pertenece a un pelotero de mucho tacto y poder, el bateador zurdo Shawn Green vistiendo el uniforme de los Dodgers de Los Ángeles el 23 de mayo de 2002 en juego contra los Cerveceros de Milwaukee.

Green en ese partido conectó 4 jonrones, un doble y un sencillo, para poner el listón del total de bases en un juego en 19, una barbaridad, la que rompía el viejo récord de TB 18 del inicialista Joe Adcock de los Bravos de Milwaukee en juego contra los Dodgers de Brooklyn el 31 de julio de 1954. Adcock, bateador derecho, sonó cuatro cuadrangulares y un doble ese día. A esa cifra de 18 solo ha llegado otro pelotero, el fornido y alto jardinero central de los Vigilantes de Texas, Josh Hamilton, el que lo logró el 8 de mayo de 2012 en juego contra los Orioles de Baltimore. Como se ve, Adolis estableció récord para bateadores cubanos en la MLB, pero ese no rompió el récord anterior en su franquicia, el que está en mano de Hamilton, quien bateó lo mismo que Adcock ese día.

Tres peloteros han alcanzado TB 17, ellos son el inicialista de los Dodgers Gil Hodges en 1950, el antesalista de los Filis Mike Schmidt en 1976 y el defensor de la segunda base Scooter Gennett del Cincinnati en 2017. Todos ellos conectaron 4 jonrones y un sencillo.

Junto con Adolis, con TB 16, hay un total de 18 peloteros. El primero en llegar a esa cifra fue Ty Cobb de los Tigres Detroit en 1925, cuando bateó 3 jonrones, un doble y dos sencillos. Le siguió otro de los grandes, Lou Gehrig en 1936 al disparar cuatro para volar las cercas. En esa misma temporada Jimmie Foxx de los Atléticos de Filadelfia bateó idéntico a Adolis para llegar a 16. Cuatro años después el gran Chuck Klein de los Filis disparaba cuatro jonrones y empataba en esa cifra. Luego continuó la seguidilla de bateadores de cuatro cuadrangulares, Pat Seerey de los Medias Blancas en 1948, Rocky Colavito del Cleveland en 1959 y Willie Mays de los Gigantes en 1961. Fred Lynn con los Medias Rojas en 1975 alcanzó la cifra bateando lo mismo que Adolis. Bob Horner de los Bravos en 1986 y Mark Whitten de los Cardenales en 1993 volvieron a botar la pelota cuatro veces. Y llegó el primer latino, el venezolano Edgardo Alfonzo de los Mets en 1999, el que bateó lo mismo que Adolis. Mike Cameron del Seattle en 2002 y el boricua Carlos Delgado de los Azulejos en 2003 dispararon cuatro jonrones en juego. Kris Bryant de los Cachorros en 2016 conectó lo mismo que Adolis, mientras que el tejano Anthony Rendón de los Nacionales en 2017 bateaba 3 cuadrangulares, un doble y dos sencillos, y en esa misma temporada el cubanoamericano Julio Daniel Martínez del Arizona se anotaba cuatro jonrones. La lista concluye antes de llegar a Adolis con Matt Carpenter de los Cardenales en 2018 y Alex Dickerson de los Gigantes en 2020, los que ligaron de igual manera a lo alcanzado por Adolis.

Por lo reseñado, Adolis es el tercer latino, sin considerar a JD Martínez y a Rendón, en lograr TB de 16. El cubano empujó 8 carreras, pero la mayor cantidad de impulsadas para un pelotero de TB elevado fue la de Mark Whitten con 12, seguido de 10 por Fred Lynn, Anthony Rendón y Scooter Gennett. Llama la atención que Shawn Green, el recordista solo impulsó 7 carreras. En ese juego, el que concluyó 16-3, Green alineó como tercero. Hamilton fue también tercero y sólo impulsó 8 en juego con anotación final de 10-3, y Adcock fue quinto, por detrás de Eddie Mathews y Hank Aaron, impulsó 7, con marcador de 15-7, todo un juego de batazos, donde la voz cantante de los derrotados Dodgers la llevó el matancero Edmundo Amorós con 3 imparables incluido triple.

Fuentes

Anon. 2023. Shawn Green has the most total bases in a game, with 19 bases versus the Brewers on May 23, 2002. Statmuse. https://www.statmuse.com/mlb/ask/most-total-bases-in-a-single-game

Baseball-reference.com

27 abril de 2023

Mayor cantidad de peloteros cubanos en juegos de Grandes Ligas

El sueño de todo pelotero es el de jugar en las Grandes Ligas,
y yo quiero también ser parte de la mejor liga del mundo.”
Alexei Ramírez (ex pelotero cubano en la MLB)

Por Esteban Romero

En este artículo se exponen, de manera resumida, los juegos en la MLB, en los que han participado cinco o más peloteros cubanos. La cifra mínima de cinco fue establecida a criterio del que suscribe. Aquí se muestran los totales de estos partidos por temporadas y ligas. Separadamente debajo de la tabla aparecen datos sobre los dos juegos con 7 peloteros y otro con 8, así como los cuatro de interligas.

Cantidad de juegos con mayor participación de peloteros cubanos en las Grandes Ligas

*Agregar el primer juego con 7 peloteros cubanos, 14 julio 1955, en la Liga Americana (LA).
** Agregar el segundo juego con 7 peloteros cubanos, 20 mayo 1967, en la Liga Nacional (LN), y el primero con 8 peloteros, 27 agosto 1967, en la Liga Americana.
***Agregar el primer juego interliga, 2 junio 2014, en el que jugaron 5 peloteros cubanos.
“En el 2020 hubo tres juegos interligas, con 5 peloteros cubanos en cada partido.

Los equipos que más veces han jugado con una cantidad apreciable de cubanos en partidos de este tipo son los Mellizos de Minnesota (39), Rojos de Cincinnati (37), Medias Blancas de Chicago (36), Filis Filadelfia (33), Angelinos California (17), Atléticos KC y de Oakland (13+1), y Senadores Washington (7). De esta manera, los juegos con más peloteros cubanos resultan de los enfrentamientos entre Cinci y Filadelfia, Medias Blancas y Atléticos KC, y Mellizos y Atléticos KC. Ahora se hacen populares los partidos entre los Medias Blancas con los Astros e igualmente con el Tampa Bay.

Los peloteros de campo que han jugado en más partidos de este tipo son Zoilo Versalles (37), Tony Oliva (35), Leonardo Cárdenas (32), Tony Taylor (30), Tany Pérez (29), Octavio Rojas (29), Tony “Haitiano” González (29), José Abreu (27), Hilario Valdespino (27), Hiraldo Sablón (23), Yoán Moncada (20), Yasmani Grandal (19), Jacinto Hernández  (17), José Cardenal (16), Luis Robert (15), Joaquín Azcue (14), José Tartabull (12), Yulieski Gurriel (11), Yordan Álvarez (10), Orestes Miñoso (9) y Bert Campaneris (9).

Entre los lanzadores sobresalen Camilo Pascual (19), Orlando Peña (10), Luis Tiant Jr. (6), Pedro Ramos (6), Sandalio Consuegra (4), Miguel Fornieles (4) y Diego Seguí (3).

En el juego del 14 julio de 1955, por los Senadores de Washington jugaron 5 cubanos: Carlos Paula, Juan Delís, José Valdivielso, Camilo Pascual y Pedro Ramos. Fue la primera vez que un conjunto puso a jugar la mayor cantidad de cubanos. Los Mellizos de Minnesota, la continuación, a partir de 1961, de la franquicia de los Senadores de Washington en su primera versión, fue nuevamente la que puso a jugar a cinco peloteros cubanos en el partido del 27 agosto de 1967, ellos fueron Zoilo Versalles, Tony Oliva, Jacinto Hernández, Enrique Izquierdo e Hilario Valdespino. Ese ha sido hasta la fecha el único juego con la participación de 8 peloteros cubanos. El rival de los Mellizos fueron los Indios de Cleveland, en los que jugaron el receptor Joaquín Azcue, y los lanzadores Luis Tiant Jr. y Orlando Peña.

Interesante que, en el segundo juego, el 20 mayo de 1967, con siete peloteros cubanos, uno de los que jugó nuevamente fue el lanzador Pedro Ramos, esta vez vistiendo la franela de los Filis de Filadelfia.

La tabla presentada anteriormente es una muestra del apogeo que poseían los peloteros cubanos a mediados de la década de los 60 que, después decayó notablemente en los 70. El último juego con cinco o más cubanos tuvo lugar el 5 septiembre 1970 entre los Angelinos California y los Mellizos Minnesota. Hubo que esperar hasta el 2 de junio de 2014, juego interliga entre los Medias Blancas Chicago y los Dodgers de Los Ángeles, para ver participar a cinco cubanos en un partido de la MLB. No obstante, ya se comienza a apreciar una mayor cantidad de cubanos en equipos tradicionales como los Medias Blancas de Chicago, así como en los Astros de Houston y los Rays de Tampa. De hecho, el primer juego inaugural con mayor participación de pelotero cubanos tuvo lugar el 30 marzo de 2023 en Houston, partido disputado por los locales Astros y los Medias Blancas de Chicago, en el que jugaron seis peloteros cubanos. El tren ha echado a andar y ahora no habrá quien lo detenga.

Fuentes consultadas

Toda la información de peloteros por equipo/temporada se extrajo de los archivos propios del autor, mientras que los box scores y fechas de esos ha sido un trabajo de muchas horas de consulta en Baseball-reference.com.

12 abril 2023

1929, Segunda serie Co-Criolla (play off) de los campeones de las Ligas Nacional Amateur y la Inter social en Cuba

Si queremos ganar un Campeonato, comencemos por
interiorizar que no somos tan buenos como creemos ser.”
Casey Stengel (mánager de NY Yankees y Mets en el pasado)

Por Esteban Romero

La tercera edición de la Liga Inter-Social se inició el domingo 28 de abril de 1929 en el terreno del Víbora Park, justa en la que participaron los equipos del Teléfonos, Hershey Club, Círculo de Artesanos, Víbora Tennis, Santos Suárez, Seguros Club y Juventud Cultural de Regla. Con una semana de antelación, el 9 de setiembre el Teléfonos vencía ampliamente al Santos Suárez (14-1) y se llevaba el segundo banderín consecutivamente de esta Liga.

Por su parte, en la Liga Nacional Amateur concluía la seguidilla de campeonatos consecutivos obtenidos por el Vedado Tennis al imponerse el equipo de la Universidad con ventaja de 7 juegos sobre el Loma Tennis, ocupante del segundo lugar. Los marqueses esta vez cayeron a la cuarta posición. Este campeonato terminó días después que concluyera el de la Liga Inter-Social.

Así que todo quedaba listo para jugar la segunda serie co-criolla, así era llamada, lo que para mí no es más que un play off con nombre cubano. Estas series fueron organizadas en el pasado con los enfrentamientos entre el campeón de la Liga Nacional Amateur y el de la Liga Social, cuya última edición tuvo lugar en 1921 entre el Fortuna y precisamente los Caribes de la Universidad. El Teléfonos repetía y casi con la misma nómina, mientras que le tocaba a los Caribes sacar la cara por la vieja Liga. El primer campeonato de la liga Inter Social se lo habían llevado los Hermanos Maristas en 1927, mientras que el segundo y el tercero fueron victorias del Teléfonos.

Lo curioso de esta serie co-criolla es que fue la última vez que el Teléfonos lo hizo como equipo miembro de la Liga Inter-Social. Previamente  a esta serie, este conjunto había formalizado su pase para jugar en 1930 en la Liga Nacional Amateur.

El domingo 24 de noviembre dio inicio la serie de siete juegos, a ganar 4, en el estadio de la Universidad de la Habana. Llama la atención que no se hayan escenificado los juegos en el recién estrenado parque de la Tropical, el que quedó inaugurado El 10 de octubre de ese año. con los enfrentamientos entre el Teléfonos vs Universidad de la Habana, ambos campeones de sus respectivas ligas. Los árbitros fueron Tatica Campos, Chacón, Hernández y Mendoza.

La Universidad vino con un equipo muy balanceado y dirigido por el Dr. Oscar Ortiz. Sus receptores fueron José Antonio Reguera y Rafael Córdoba; en el cuadro Perico Dórticos 1B, Sergio Macías 2B, Miguel Morera SS y E. Cubillas 3B. Cubrieron los jardines Joaquín Bernal LF, Víctor “Vitico” Muñoz LF-RF, Porfirio “Bambino” Espinosa CF, Antonio “Tonilo” González RF, Roberto Esnard RF-3B, José A. García RF-P. Los lanzadores fueron Juan Mendizábal, Leonel Ruisánchez, Pepe Guasch y J. Bénitez. El orden al bate de ambos equipos lo encontrarán en los box scores de cada juego.

El Teléfonos, dirigido por el experimentado mánager-árbitro Octavio Diviñó, trajo en su nómina a Francisco Espiñeria y Alberto Dobarganes como receptores. El cuadro tenía a Oscar Reyes 1B, hombre que ganara por segundo años consecutivo el título de bateo en la Liga Inter- Social, además de Roberto Uriza y Colinó en 2B, Ramón Pajares 3B, Antonio Palencia SS. Los jardines fueron defendidos por Luis Romero LF-2B, Matías Flores LF, C. Lugo CF, A. Nodarse RF, Fernando Alonso RF, Pedro Echezábal CF y Eduardo de las Casas. Los bultos postales fueron lanzados por el zurdo Narciso Picazo, el versátil y buen bateador Manuel Domínguez y Agustín Cordeiro.

El primer juego concluyó con marcador de 5-3 y victoria para el Teléfonos y el lanzador Manuel Domínguez. El Teléfonos marcó primero mediante base a Pedro Echázabal, hit and run con batazo de hit del lanzador Domínguez, mientras Echázabal anotaba por error en tiro a primera. Los Caribes ripostaron para empatar el juego a 1 en ese mismo inning por hit del receptor Reguera, avance hasta tercera con dos outs intercalados y error nuevamente en tiro de Colinó a primera. Teléfonos se fue arriba con 2 anotaciones por jonrón de Pajares con Colinó a bordo en la cuarta entrada. En el sexto, los Caribes marcaron por intermedio de hit de Macías por el área del lanzador, Domínguez se apresuró, tiró mal y Macías llegó a tercera para anotar por sacri fly de Porfirio “Bambino” Espinosa. El empate a 3 se concretó la octava entrada por jonrón de línea de Bernal. Macías bateó doblete, pero Domínguez se creció para dominar a los bateadores siguientes. Las dos de la victoria llegaron en la parte alta del noveno mediante infield hit de Nodarse, error en tiro a primera del ingeniero Macías sobre batazo de Dobarganes, sustituido por el corredor emergente Matías Flores, el que anotó con lineazo del lanzador Domínguez.

El siguiente juego tuvo lugar el domingo 1 diciembre, partido que finalizó con empate a 8 carreras en 8 entradas luego que los Caribes lograran el empate. No obstante, ni Narciso Picazo, ni Manuel Domínguez pudieron dominar a la ofensiva de los Caribes. El Teléfonos marcó 4 en el inning de apertura gracias a par de errores del antesalista Cubillas, pero los Caribes ripostaron con 3 en el segundo sobre los envíos del zurdo Picazo. Vitico Muñoz defendió el jardín derecho y el cambio resultó, ya que fue el que encendió la mecha con doblete en ese segundo episodio, seguido de imparables de Espinosa, el lanzador Leo Ruisánchez y Morera, suficiente para aplicarle la grúa a Picazo y traer a Domínguez, lo cual no detuvo la ofensiva universitaria, la que anotó otras 4 en la cuarta entrada producto de 3 dobles, jonrón del receptor Reguera y sencillo de Dorticós impulsor de carrera. Domínguez dio paso al novato Agustín Cordeiro, un desconocido en ese momento, pero el hermano de Reinaldo lo hizo bien en lo sucesivo. En el sexto los inalámbricos anotaron una más por sencillo de Pajares y en el séptimo se fueron arriba en el marcador con 3 anotaciones realizadas después de 2 outs en el pizarrón. Espiñeira y Reyes batearon de hit, Palencia y Colinó entregaron intercaladamente los outs, mientras que Dobarganes, de emergente por Pajares, llegó quieto a primera cuando el lanzador no llegó a tiempo a primera para recibir el tiro de Dorticós, situación bien aprovechada por Nodarse, el que en conteo de 3-2 disparó doble que limpió las bases. El empate vino en el inicio del octavo por hit de Morera, doble de Bernal, base a Macías y rolata de Espinosa que forzó a Macías en segunda, lance en el que Morera anotó. El tercer out lo entregó el emergente Felo Córdoba, el que bateó en sustitución de Cubillas. El Teléfonos amagó en la parte baja del octavo al llevar 2 corredores a las bases, pero Oscar Reyes fue víctima de un buen fildeo de Morera, y con eso terminó el juego por oscuridad. Los Caribes quisieron continuar el partido, pero el árbitro principal, Tatica Campos, dijo que No es No.  

El tercer juego, el 8 de diciembre, fue victoria para los Caribes cuando nuevamente le batearon a Picazo, al que el mánager Octavio Diviñó no lo sustituyó. Ya eso sabemos que pasó en la serie co-criolla de 1928, era como si Diviñó le dijera a Picazo: “Aguanta ahí como todo un hombrecito”. Aun así, el juego fue emocionante hasta el final, con marcador de 5-4, ya que el Teléfonos anotó todas sus carreras en la novena entrada. oriundo de Banagüises, Colón, Juanillo Mendizábal se mantuvo hasta la novena en que necesitó de la ayuda de Leo Ruisánchez, lanzador de cuatro dedos, por sí no lo saben. El Leo tampoco se presentó en forma y los del Teléfonos estuvieron a punto de empatar. El veterano Pepe Guasch entró al rescate y con sus mañas logró cerrar el inning con la carrera de la ventaja y la victoria para su equipo. En esa difícil entrada para los Caribes, Manuel Domínguez disparó cuadrangular.

Una semana después el Teléfonos se iba arriba logrando su segunda victoria en un juego de mucho pitcheo, en el que Domínguez se llevó la sonrisa y Guasch la derrota. Hubo relevo del atleta Mendizábal cuando el mal estaba hecho. La anotación final fue 4-2. El Teléfonos bateó 11 imparables, ofensiva liderada por Oscar Reyes, el que disparó par de triples e impulsó 3 carreras.

El quinto juego, el 22 de diciembre, se fue a extrainning, valga que hubo claridad para llevarlo a cabo. Fueron 12 entradas y marcador de 5-4 favorable al Teléfonos nuevamente. Diviñó abrió con Cordeiro y Ortiz con Ruisánchez. Picazo relevó a Cordeiro, quien se presentó flojo. Los Caribes batearon, pero su mal corrido de las bases frustró varias anotaciones. Anotaron una en el primero, mientras el Teléfonos anotaba dos carreras en la parte baja de ese inning. Empate en la tercera entrada, racimo de dos del Teléfonos en el quinto producto de marfilada de “Tonilo” González sobre batazo a la corto del derecho de Oscar Reyes que habría sido el tercer out de esa entrada. Empate a dos en el sexto cuando dos outs, Morera disparó sencillo, Macías recibió base, “Bambino” Espinosa conectó sencillo al central, Morera anotó la tercera. Dorticós no se quedó atrás y sonó otro imparable que trajo a Macías con el empate. Buen cachumbambé, abrazaditos se fueron hasta el duodécimo capitulo, entrada iniciada por Oscar Reyes con hit (como bateaba este hombre, era una regadera de hits y extrabases), Vitico Muñoz le partió mal al batazo, la bola se fue hacia atrás y Reyes llegó a tercera con triple para anotar por fly de sacrificio de Matías Flores, carrera decisiva a la postre. El Teléfonos llegó a llenar las bases después de esa carrera, pero el emergente Manuel Domínguez roleteó al cuadro para forzar a Narciso Picazo en segunda. Los Caribes no se dieron por vencidos, Bernal y el receptor Reguera batearon de hit, con línea de out intercalada de Juanillo Mendizábal, pero Leo Ruisánchez y Uriza fallaron en rolatas dentro del cuadro.

El día de navidad, 25 de diciembre, se jugó el sexto partido, en el que los Caribes jugaron mejor para anotar 9 carreras y llevarse la victoria, marcador de 9-5, con pitcheo de Mendizábal. En el juego Miguel Morera se fue de 3-3 y José Antonio Reguera disparó un cuadrangular. El Teléfonos volvió a depender de Picazo, el que había lanzado 3 días antes. No se entiende esa insistencia de Diviñó con Picazo cuando podía haber utilizado a Domínguez, comentario de mi parte, enojado por algo sucedido hace 95 años. Los Caribes anotaron dos en el primer inning, pero el Teléfonos respondió con 3, pero luego el partido se fue de un solo lado con eficiente ofensiva de los Caribes. 

El partido final tuvo lugar el 29 de diciembre. Nuevamente Ortiz dependió de Mendizábal, mientras que Domínguez se hizo cargo del montículo del Teléfonos. Fue un juego de ofensiva de ambas partes, donde el vencedor fue nuevamente el Teléfonos con anotación de 9-8, partido decidido por doblete de Uriza. No obstante, los universitarios también sonaron a Domínguez al extremo de tener ventaja de 6-2 en la séptima entrada, pero el matancero Mendizábal comenzó a flaquear con su pitcheo, y al Teléfonos no se les podía dar un dedo, ya que te cogían la mano. Así las cosas, el Teléfonos marcó dos por intermedio de error de Morera en batazo de Colinó, base a Francisco Espiñeira, robo de tercera por Colinó, base a Nodarse, hit de Oscar Reyes impulsor de Colinó. Fue solo una anotación, pero en el octavo cayeron 2 más por bases a Echezabal y Uriza, la grúa llegó para sacar a Mendizábal, sustituido por Ruisánchez, pero Domínguez disparó triple limpiador de las bases. Llegó el noveno y la última desgracia de los Caribes, Reyes siempre Reyes, hit iniciando la entrada, Dobarganes corrió por Reyes, hit de Matías Flores, el corredor emergente llegó a tercera, Espinosa hizo el tiro a la antesala lo que ayudó a que Flores se metiera en la intermedia. Echezabal recibió base intencional y Uriza conectó doble que limpió las bases y con el tiró mal pensado a las bases, Uriza no paró hasta tercera para anotar con otro imparable de Domínguez. Siete carreras fabricadas en el último tercio de juego por los telefónicos. Los Caribes con desventaja de 3 no se dieron por vencido en la parte baja del noveno. Parece que quisieron rememorar lo que realizaron en 1921 cuando enfrentaron en otra serie co-criolla al Fortuna, al que finalmente lograron vencer. Esta vez guapearon anotando dos carreras, donde hubo boleto a Dorticós, hits de Felo Córdoba y Reguera, pero Leo Ruisánchez se ponchó con hombres en tercera y primera, cayó el out 27 y por segunda serie consecutiva el Teléfonos se llevaba el banderín de la serie.

La bibliografía consultada fue toda la disponible en la prensa cubana de 1929 sobre los campeonatos de ambas ligas y la serie aquí reportada.

27 marzo de 2023

Impresiones sobre el Clásico de Béisbol en 2023 y el equipo Cuba

Es mejor decir la verdad que duele y luego sana,
que inventar mentiras, que consuelan y luego matan.
Vieja frase popular

Por Esteban Romero

Terminó un Clásico de buena calidad, al menos en sus etapas de cuarto de final, semifinal y final, pero muy rápido. Es una lástima no haber podido ver más juegos de algunos equipos sobresalientes, como lo fueron Japón, EE. UU. y México, la gran sorpresa de este evento, enfrentados entre sí.

De la calidad hablan los juegos de cuartos de final, semifinal y final. Observemos que con la excepción de los juegos Italia vs Japón y el de Cuba vs EE. UU., todos los demás partidos se jugaron como dice la canción, a lo cortico. De hecho, los rivales más débiles fueron aquellos que salieron del grupo A, Cuba e Italia, pues el resto demostró estar en condiciones de discutir hasta el último out.

Para el 2026 deben evitarse grupos fuertes y débiles, como fueron el caso del grupo donde jugaron Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana en cuanto a fortaleza se refiere, y el A que agrupó novenas de poco empuje. Si Cuba e Italia hubieran quedado fuera, no creo que Holanda y Taipei lo hubieran hecho mejor. Por lo tanto, mejor balance en los grupos es recomendable. El que desee clasificar que se la juegue como México.

Todo el mundo esperaba una final a base de EE. UU. contra República Dominicana o contra Japón o de este último contra República Dominicana, pero una cosa son los nombres y otra los hombres jugando en el terreno, como muy bien afirmara el ex-bigleaguer dominicano Luis Polonia. Así las cosas, el conjunto dominicano decepcionó. Era el favorito del que suscribe, no le faltaba nada al bate y en pitcheo, pero no hubo ejecución. Felicito al coach del Tampa Bay y mánager del conjunto dominicano, Rodney Linares, al asumir toda su responsabilidad en esta derrota, pero creo que jóvenes como Julio Rodríguez deben empeñarse más. No le vi con el mismo brío, con el que jugó en la post temporada con el Seattle.

Un clásico hay que tomárselo todo muy en serio y perder es un lujo que ningún equipo se debe permitir por lo breve del torneo. Así las cosas, uno de los tres equipos fuertes caribeños quedaría eliminado y esto le tocó al que peor jugó y ejecutó. Vi a un equipo venezolano fuerte y entusiasta en el terreno, su pitcheo fue su lado flaco, ya que bateo le sobraba para ganarle a Walter Johnson si resucitaba. Los boricuas en lo de siempre, salen al terreno a jugar sin importarles si es King Kong el rival. Realmente Puerto Rico sabe hacer su juego y merecen una felicitación. Ni de Carlos Correa se acordaron, ¿para qué? La eliminación de los boricuas fue a manos de un conjunto muy inspirado como México y por la mínima. El pinareño Randy Arozarena les hizo daño ofensiva y defensivamente. El hombre de Arroyos de Mantua hizo fildeos de maravilla en varios juegos y bate en mano, por lo que lo considero como uno de los tres mejores en este clásico al mismo nivel que ese nuevo slugger de nombre Trea Turner y Shohei Ohtani.

Los de Japón, como había dicho antes, vienen con conjuntos muy acoplados y pitcheo de altura. Ya esta vez no hubo toques de bola con un out, todo lo contrario, batearon a la hora buena y no hubo rival que les venciera a lo largo de la justa. Shohei Ohtani demuestra que es un fuera de serie, versátil y efectivo, sea bate en mano, en el corrido de las bases o pitcheando. Es maravilloso verlo jugar.

Los inventores del béisbol trajeron un equipo muy ofensivo. Una tanda a base de Mookie Betts, Mike Trout, Paul Goldschmidt, Nolan Arenado, Kyle Schwarber, Tim Anderson, Trea Turner, Kyle Tucker, Cedric Mullins y otros más, es como para meterle miedo a Godzilla y King Kong juntos, pero su pitcheo no fue el mejor. Me extraño ver pitchers como Kendall Graveman y Nick Martínez en esa nómina. Tampoco Lance Lynn es que estuviera en forma, algo usual para él durante el entrenamiento primaveral como al inicio de temporada. El resto de los lanzadores no es que sean estrellas. EE. UU. tenía más pitcheo en casa y de haber traído cuatro abridores de puntería habría arrasado. Así y todo, la ofensiva compensó bastante, aunque contra México no pudieron imponerse en la fase eliminatoria, incluso fueron aventajados por siete carreras.

La semifinal tuvo un buen partido entre Japón y México, en el que los nipones lograron ganar a última hora cuando Ohtani encendió la mecha y el bateador zurdo Munetaka Murakami la llevó lo suficiente lejos para dejar a los mexicanos al campo. Fue realmente un partidazo. Un desafío comparable a caminar sobre la cuerda floja, en la que si pierdes el equilibrio te va la vida, en este caso este juego crucial.

Ni remotamente se pareció el de EE. UU. vs Cuba al anterior. Una pateadura en toda regla. Los pitchers cubanos no sabían qué hacer, solo lograron darles un escón a los americanos. Era demasiada la superioridad de un conjunto con respecto al otro. No tengo idea cuál fue el comentario de los expertos cubanos. Tal parece que hubo victoria, pues al otro día fue que, todos los estudiantes en la Habana fueron convocados a hacer bulto a lo largo de la avenida Boyeros a recibir a los “campeones”, una verdadera ridiculez.

Muy picua estuvo la entrevista que concedieron de manera conjunta Mandy Johnson y Liván Moinelo, en la que alababan a la MLB, algo que todos sabemos, pero con intenciones muy claras y teledirigidas por la federación nacional en su intento de lograr un acuerdo de $$$ con contrataciones concertadas con la MLB. Pienso que Armando Johnson es una buena persona, pero está muy lejos de tener calibre para dirigir incluso un equipo de clase AA. En cuanto a Moinelo, basta que saque visa para Estados Unidos, se monte en un avión desde Tokio y vea las posibilidades en el béisbol profesional de la organización que alabó en esa entrevista, la que fue catalogada hace décadas en Cuba, al igual que al resto del béisbol profesional, como pelota esclava. Moinelo no necesita de la federación para dar el salto, algo que Oscar Colás entendió en su momento.

23 marzo de 2023

De los juveniles a la profesional: Osmaro Blanco sí, Lino Donoso no

«Vamos (los peloteros negros) por la vida caminando
sobre la cuerda floja para evitar demasiadas desilusiones.«
Jackie Robinson

Hay peloteros cubanos que se conocen poco o no se conocen. Ese es el caso de Osmaro Blanco, un muchacho de pequeña estatura, menos de 175 cm, el que se desenvolvía en el campo corto en las filas juveniles. Sus dos nombres son José Osmaro, supongo habanero, nacido en 1926, el que jugó en 1943 y 1944 para el Deportivo Tacón en la justa juvenil de la Dirección General Nacional de Deportes (DGND).

Algo le debe haber visto Joe Cambria al contratarlo en 1944, casi un par de semanas después de iniciado el campeonato juvenil. Salió del Tacón y se montó en avión rumbo a Williamsport para jugar en la Liga Oriental (clase A), equipo en el que jugó en 15 partidos con ofensiva débil, promedio de ,175, tres empujadas y ningún XBH. Defensivamente sólo cometió un error y su promedio fue de ,971.

Osmaro Blanco ex juvenil y ya vestido de profesional en 1944

Osmaro continuó jugando en las ligas profesionales de EE. UU. hasta 1952. En 1946 jugó con los Flamingos de Miami Beach y con los Havana Cubans en la Liga Internacional de la Florida, cuyas estadísticas no están disponibles. Luego jugó para las Abejas de Bridgeport en la Liga Colonial, donde logró promedio ofensivo de ,278 en la temporada de 1948. Pasó a jugar hasta el final de su carrera en la Liga Sooner State (clase D) sin logros al efecto, ni siquiera jugó en la liga profesional cubana, pero sí tiene en su aval el de haber saltado de los juveniles a la profesional sin pasar por las filas amateur.

Por el contrario, se ha afirmado que el estelar lanzador zurdo de Puentes Grandes, la Habana, Lino Donoso había hecho un salto similar, lo que no es cierto. Donoso lanzaba en los juveniles en 1944 para el conjunto Estrellas León. El habanero vino encendido, lanzó 2 juegos de 0 hits 0 carreras, en uno de ellos propinó 21 chocolates. Archivó 3 victorias y su única derrota fue con anotación de 2-1 contra el Rufino. Así y todo, los rufineses saborearon 19 ponches en 10 entradas que duró ese desafío el jueves 27 de abril de 1944.

Donoso les dio el adiós a los juveniles una semana después y se fue a jugar con el Sancti Spíritus de la Liga Amateur Inter provincial, donde nuevamente lanzó como todo un coloso, aunque su equipo en 3 ocasiones le falló defensivamente, uno de ellos fue con el Cromo B.B.C. de Camagüey, derrota costosa de 3-0, la que les quitó la posibilidad de discutir el campeonato con el Vertientes, a la postre campeón de esa lid.

Lino Donoso en 1944

Lino fue campeón en juegos ganados (8) y su promedio de victorias y derrotas fue de ,667 en la interprovincial amateur de 1944. No poseo datos de su carrera en 1945 por ahora. Debe haber jugado amateur o semipro hasta debutar en la profesional cubana en 1946 con el Marianao. Fuera de Cuba debutó con los New York Cubans, campeones de la Liga Nacional Negro II y también vencedores en la Serie Mundial de ese circuito, temporada en la que ganó 5 y perdió 3.

Por ser pelotero negro, Donoso debutó en las Mayores en 1955 cuando ya tenía 33 años. Se puede decir que sus mejores años estuvieron algo desperdiciados. El ilustre comentarista deportivo Pedro Galiana consideraba a Donoso al mismo nivel que Agapito Mayor, Daniel Parra y Adrián Zabala entre los lanzadores zurdos cubanos. Galiana abiertamente escribía en el periódico Crisol sobre las facultades de Donoso y consideraba una injusticia el que no pudiera lanzar en la Liga Nacional Amateur.

Pero como se dice en français, c´est la vie, Monsieur. A Blanco por ser blanco le tocó la buena, y a Donoso, por ser negro, tuvo que pulirla para poder lograr éxitos en Cuba y en otros circuitos profesionales. Lino, de hecho, fue una estrella, sobre todo con los Rojos del Águila de Veracruz en la Liga Mexicana, con el que ganó 39 juegos incluido 9 lechadas en 4 temporadas.

5 marzo de 2023

Pronóstico para el V Clásico mundial de Béisbol (2023)

«Los ganadores nunca se rinden y
los que se rinden nunca ganan».
Vince Lombardi

Por Esteban Romero

A pocas horas de comenzar el Clásico de béisbol, me tomo el trabajo de ver las nóminas finales de los equipos y dar mi modesta opinión de quienes deben discutir el título y quién probablemente sea el vencedor.

Anticipo a los lectores que no soy de mucha suerte a la hora de los pronósticos, pero gusto de hacer alguna predicción y ver luego lo que resulte. Al menos eso sirve de aliciente para este aficionado.

Ver las nóminas en este momento es sensato, ya que es cuando se sabe quienes realmente jugarán en cada equipo. Semanas atrás veíamos venir un King Kong de conjunto estadounidense y otro por el estilo dominicano, pero muchas de esas estrellas, inicialmente previstas, no estarán. Unos por una razón, otros por otra. En fin, lo mismo de siempre.

El Clásico de Béisbol dista mucho de ser algo como la Copa Mundial de Fútbol, en la que sí juegan todas las estrellas. Es impensable en un torneo de esa calidad no ver a figuras como Messi, Mbappé, Neymar, Griezman y muchos otros más. Tampoco se le ocurre al Paris St Germain, al Barça, al Real Madrid, a la Juventus, al Manchester United y otros destacados conjuntos prohibirles jugar a sus figuras en el evento cumbre futbolístico.

En este evento de béisbol no es así, las franquicias pueden prohibirles a sus jugadores no participar. En algunos casos por razones de salud y para evitar una lesión, lo cual no es justificable si volvemos a compararlo con la copa de fútbol. Otros jugadores no sienten esa necesidad de competir, nuevamente evitando lesiones, pero hasta tenemos un equipo, como el cubano, que escoge a sus jugadores no por su rendimiento sino por otros aspectos que nada tienen que ver con el béisbol.   

Vayamos al Clásico de 2023, para abreviar, creo que hay cuatro equipos con nóminas muy completas. Ellas son las de República Dominicana, EE. UU., Venezuela y Japón. Teóricamente entre esos cuatro conjuntos debe estar el campeón. Sin embargo, una cosa es la lista en el papel y otra es el juego en el terreno.

Basado en lo anterior uno no debe descartar a Corea del Sur. Los países asiáticos vienen con fuertes selecciones y salen al terreno en búsqueda de la victoria. Tienen paciencia suficiente para revertir cualquier marcador, a veces haciendo cosas que desbaratan cualquier librito, p.ej. toques de sacrifico con un out en la entrada, robos inesperados y otras cosas más. Hay pragmatismo en su estrategia.

Un equipo que siempre ha dado batalla ha sido Puerto Rico, y puede darla de nuevo, pero le veo algo flojo en el pitcheo, mientras que la ausencia de Carlos Correa se puede hacer sentir.

Venezuela tiene equipo ofensivamente muy completo, con figuras estrellas en las Mayores, pero si su pitcheo no les funciona a la par, no creo que lleguen a la gran final.

Tanto República Dominicana como EE. UU. traen equipos muy completos, pero los norteamericanos no tienen pitcheo superior al dominicano. Ofensivamente tienen hombres capaces de poner la pelota a viajar y aportar muchas carreras. Para ganarles se necesita un contrario con pitcheo. Para mí es el de República Dominicana, cuya ofensiva no es segunda de nadie, por lo que veo al conjunto de la tierra de Máximo Gómez con grandes posibilidades de llevarse su segundo título en los Clásicos.

Es una lástima que José Ramírez, a quien veo como uno de los mejores bateadores en la MLB en la actualidad, no sea parte del equipo dominicano. Ramírez es versátil como infielder, batea eficientemente con ambas manos, tiene poder, corre velozmente y es un peligro en bases por ser un buen robador. Él es quien le daría el toque de monstruo a la selección dominicana, la que así y todo cuenta con un cuadro de espanto y bateadores que pondrán la bola a bailar merengue, y del bueno. Su cuerpo de lanzadores también tiene dos ausencias, el derecho Luis Castillo y el zurdo Framber Valdez, pero es de esperar que hombres como Johnny Cueto, pitcher con un COrazón muy grande, Cristián Javier y Sandy Alcántara pongan mucho de su excelencia siempre ayudado por el mejor cuerpo de relevistas del torneo. Así que pienso que la final será entre República Dominicana y EE. UU. o Japón.

El tema de Cuba lo he dejado para el final. Creo que puede dar batalla para superar la primera fase. Contra los Países Bajos y Taipei deberán jugar su mejor béisbol. Si Moncada, Luis Robert Jr., Céspedes y Despaigne le rinden al bate y su cuerpo de lanzadores responden decentemente, el Cuba puede dar pelea incluso en la segunda fase.

El conjunto cubano es una mezcla de algunos peloteros MLB, otros de Ligas Menores, de Ligas de Japón y muy contados de series nacionales. Es una nómina muy mejorada en comparación a la anterior edición, pero el triunfo que se alcance tendrá repercusión en la pelota dentro de Cuba. Me explico, si los peloteros cubanos de adentro ven que incluso los destacados en series nacionales o ahora en series Élite no hacen selección nacional, el éxodo aumentará al no haber aliciente para jugar en los torneos nacionales. Esta situación no se resolverá con medidas prohibitivas, por lo que la mejor opción es abrir las puertas a todo aquel que quiera y pueda jugar profesional, dando igualmente a ellos la posibilidad de jugar en los eventos invernales nacionales. Tampoco piensen que el negocio con Japón resuelva el problema, ya que este tiene un carácter muy limitado. Así que con dar la libertad sin condiciones pueden avanzar.

No sigan con eso que los peloteros han sido formados allá y que hay que pagar a la Federación. Eso de formación no es argumento, pongo de ejemplos a la mayoría de los peloteros cubanos que llegaron a las Mayores hasta la década de los 60. ¿Quién los formó? Tenían libertad de jugar donde se les permitiera. Ningún equipo amateur o de liga profesional cubana o federación podía ponerles trabas. Los peloteros buenos en Cuba crecen solos como el marabú, y son los que triunfan.

6 marzo de 2023

Ángel Scull, el pelotero cubano injustamente nunca ascendido a las Mayores

Fue una figura excelsa del centro de los jardines; sustituyó
al tradicional Sam «Sambo” Jethro en El Almendares.”
Jesús Varona (comentarista cubano y ex-pelotero amateur)

Hablaré aquí de un pelotero muy conocido por la afición cubana de la década de los 50, se llamaba Ángel Scull Sáez, oriundo del Central Mercedes, luego 6 de Agosto (Manguito, provincia Matanzas), ingenio fundado en 1855, capaz de moler 325 000  arrobas de caña diariamente.

Jugó en la Liga Pedro Betancourt como jardinero desde 1949 y por su excelencia fue escogido para integrar el equipo Cuba a los VI Juegos Centroamericanos y del Caribe (1950), integró el equipo como jardinero derecho regular, ya que el central fue patrullado por el liniero Antonio Chacón, otro destacado de la Liga Pedro Betancourt.

Su buen juego le hizo ganarse otro puesto en el equipo Cuba que compitió en los I Juegos Panamericanos en Buenos Aires (1951), esta vez como patrullero central. Aquí se despachó a sus anchas ofensivamente, ya que resultó co-líder en jonrones (3) con Frank Wehner de EE. UU., y líder en impulsadas (11) y bases robadas (4).

En el invierno, Scull, el llamado negrito del batey, apodo que se utilizó de siempre en los circuitos profesionales para el cubano, debutaba con el Almendares en la fuerte Liga Profesional Cubana, participando en 8 desafíos, casi siempre a la defensiva, ya que compareció 8 veces al bate y no produjo imparable. Sus resultados en ese equipo en la temporada de 1952-53 no fueron notables (Prom. 231, Slug. 295, XBH 3). Previamente había jugado para el Fort Lauderdale y luego con el Havana Cubans de la Liga Internacional de la Florida (clase B), campaña en la que promedió ,278 y slugging de ,359.

Ya para la siguiente temporada Scull fue contratado por Joe Cambria y pasó a jugar con los Senadores de Charleston de la Asociación Americana (AAA), filial del Washington de la Liga Americana. Hasta una postal de Scull fue puesta en venta vistiendo el uniforme de los Senadores, pero una lesión limitó su ascenso a las Mayores. Con el Charleston, Scull volvió a mostrar su valor al promediar 286-337-349 con 29 bases robadas, una especialidad de Scull a lo largo de su carrera.

De ahí saltó a los Cubans de la Liga Internacional (AAA). Fue por 1955 que empecé a verle jugar, con uso de razón y entendimiento de la pelota, sea con los Cubans en el verano como con el Almendares en el invierno. Era un pelotero muy peligroso, entraba en circulación con mucha frecuencia, robaba demasiado, producía batazos extraviados, los que convertía en triples, jugaba el jardín central con soltura, varias veces le vi correr y dar la vuelta para atrapar un enorme batazo por su territorio. Scull era bajito, pero había algo que me llamaba la atención y que aún recuerdo, parecía como quererse enterrar en la caja de bateo, se afincaba bien, bateaba y salía del supuesto hueco como una flecha a primera.

No entiendo porque el Cincinnati y Bobby Maduro se deshicieron de Scull, hombre que bateó sobre los .300 en sus cuatro temporadas con los Cubans. Menos se entiende que algún equipo de Liga Grande no se haya interesado para ascenderlo. Es cierto que el no era un slugger, pero es que ponía la bola en juego y anotaba, un buen primer bate en cualquier alineación.  La temporada de 1957 fue la última con los Cubans, equipo donde fue el que más robó (72), el que más triples conectó (23), el que más anotó (246) y el que más imparables disparó (495) en la historia de una franquicia que duró hasta 1960.

De los Cubans pasó a jugar con el Toronto primero y luego con los Reales de Montreal (sucursal de los Dodgers de Los Ángeles). En 1959 pude ver un doble juego dominical del Montreal contra los Cubans en el Estadio del Cerro. Los Reales pusieron a dos cubanos como primeros bates de su equipo, Scull (CF) y Amorós (LF), el público les llamaba los guerrilleros, era mucho el daño que esos matanceros hacían a los lanzadores de los Cubans. Por suerte, su ofensiva no sobrepasó a la de los Cubans, los que se llevaron las dos victorias ese día.

Scull en 1958 con el Toronto bateó para promedio de ,283 y para los Reales en 1959, ,293. Con estos últimos estuvo en 1960 y luego pasó al Syracuse, equipo que regresaba a la Liga Internacional después de haberla abandonado en 1956. En 1962 compartió labores en los Crackers de Atlanta, entonces nuevo equipo en la Liga Internacional, y con los Mounties de Vancouver en la Liga de la Costa del Pacifico (AAA). Su promedio en ocho temporadas en la liga internacional fue de ,287 (3479-997). Todo eso logrado jugando la mayor parte de los juegos de su equipo, lo cual igualmente denota salud. Ahora cualquier pelotero se enferma y se pierde un tercio o más de la temporada en la lista de los lesionados.

Toda esa etapa en la Liga Internacional coincidió con la invernal en las filas del Almendares, donde fue jardinero central regular. En 10 temporadas promedió ,277 con XBH 120, de ellos 31 triples, y 87 bases robadas (séptimo de todos los tiempos en la liga), fue cinco veces líder en estafas en la Liga. Fue campeón de bateo (,370) en la temporada de 1954-55.

Asistió a dos series del Caribe (1954 y 1959), en la de 1954 fue líder en anotadas (5), imparables (9) y dobles (3). Era un pelotero que aportaba mucho con su bateo y su velocidad en bases, muy valioso, el cual el Almendares nunca quiso canjear.

Con la muerte de la pelota profesional en Cuba, le perdí el rastro a Scull, como se lo perdí a muchos otros buenos peloteros. Sin embargo, ahora veo que Scull se fue a jugar a México, donde igualmente triunfó jugando para los Petroleros de Poza Rica a partir de 1963 hasta 1968, temporadas en las que bateó para promedio de .342 (1963), 331 (1964), .311 (1965), .294 (1966), .309 (1967) y finalmente .262 (1968). En esos cinco campeonatos bateó para promedio de .314, con XBH 210, de ellos 44 triples.

El destacado pelotero igualmente incursionó en el circuito invernal venezolano, con el Valencia de la pelota invernal de Venezuela en la temporada de 1962-63 y bateó para ,359 en 39 juegos. Igualmente jugó con los Piratas de Campeche de la Liga del Sudeste de México en las temporadas de 1968 y 1969, en esta última, su despedida, bateó para ,325 en 120 desafíos.

Veía hace unos días un corto norteamericano de peloteros de EE. UU. que no llegaron injustamente a jugar en la MLB, y me acordé del Picua (así le llamaban en su lugar de origen), o también llamado Angelito Negro o Negrito del Batey, al que, por razones que no llego a saber, nunca ascendió a las Mayores. Como habrán visto, sus numeritos denotan eficiencia y durabilidad en el ámbito de clase AAA, no saben lo que se perdieron y lo que le hicieron perder a este inolvidable pelotero.  

Fuentes consultadas

Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/register/player.fcgi?id=scull-001ang

Figueredo, Jorge S. 2003. Who´s who in Cuban Baseball 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson-North Carolina-London, pp. 194-195.

Grillo Morales M. 2016. Ángel Scull. La G del Grillo. http://lagdelgrillo.blogspot.com/2016/03/angel-scull.html

Pelotabinaria.com.ve. https://pelotabinaria.com.ve/beisbol/mostrar.php?ID=sculang001

Romero Esteban. 2020. Torneo de béisbol de los I Juegos Panamericanos (1951). https://deportescineyotros.com/2020/05/14/torneo-de-beisbol-de-los-i-juegos-panamericanos-1951/

Romero Esteban. 2022. Ángel Scull Sáez. Destacados del Béisbol Cubano. https://destacadosbeisbolcubacom.wordpress.com/angel-scull-saez/

Rubio Jesús Alberto. 2009. Ángel Scull, el angelito negro. http://elchiltepin.mx/columna.php?idcol=9&idnota=429

Esteban Romero
21 febrero 2023

Asombroso y vergonzoso: la paliza de los Leones de Caracas, Venezuela, sobre los Agricultores, Cuba

La victoria tiene muchas madres. La derrota es huérfana.”
Aristóteles

Por Esteban Romero

Vaya, vaya, ¡¡qué resultado ese de 20-3 en la serie del Caribe de 2023!! Una clara victoria venezolana sobre el maltrecho equipo Agricultores, flamante campeón de la recién estrenada Serie Élite del Béisbol Cubano. Fueron 20 carreras y 25 hits de los vencedores, una verdadera práctica de bateo

Lógicamente, no me gustó el resultado, pero menos me gustaron las declaraciones del mánager del equipo Agricultores, Carlos Martí. Habría sido mejor no hablar, ya que en realidad no se le entendía nada de lo que decía, ni tampoco tenía idea de la justificación a dar. Son los nervios y no es para menos.

Desde que los equipos cubanos han regresado a las Series del Caribe, excepto en el 2015 cuando Vegueros viniendo del fondo se superó para llevarse el triunfo, no han tenido resultados que uno pueda aceptar y menos alabar. No llevo una cuenta precisa de lo ocurrido con los equipos cubanos desde 2014 en cuanto a juegos ganados y perdidos, pero si puedo afirmar que todos, sin excepción, han estado muy lejos de las representaciones cubanas en las primeras 12 ediciones de estos torneos entre 1949 y 1960. Quien lo dude, puede consultar el libro del que suscribe, donde se detallan como fueron esos torneos y el comportamiento de los equipos, sobre todo los de Cuba.

Ante el desastre del 4 de febrero de 2023, me di a la tarea de consultar el libro de referencia y buscar juegos en los que Cuba hubiera sido vapuleado. Encontré que el 22 de febrero de 1951 los Cangrejeros de Santurce vencieron a los Leones del Habana 13-1. Un día después el Spur Cola de Panamá le ganaba al Habana 12-2. Dos juegos consecutivos con marcadores de muy señor mío, y la tropa de Miguel Ángel González por el suelo. No hubo más, el Habana ganó cuatro juegos consecutivos y se llevó el segundo lugar de esa serie.

Los equipos panameños pagaron por ese juego de 12-2. El 26 de febrero de 1952 los mismísimos leones del Habana apabullaron al Carta Vieja de Panamá 11-2. Un año después, el 19 de febrero de 1953, los mismos leones se fumaban 13-0 al Chesterfield.

No obstante, ese mismo Chesterfield se anotó victoria de 18-0 sobre el Valencia venezolano, dirigido por el cubano Regino Otero, el 15 de febrero de 1956. Una ventaja de 18 es mayor que una de 17, ¿de acuerdo? Lo digo para aquellos que no se hayan dado cuenta. Los representantes del Istmo conectaron cinco cuadrangulares dentro los 16 indiscutibles conectados en ese partido. Los jonrones fueron dos del inicialista Elías Osorio, uno del antesalista Clyde Parris, otro del entonces defensor de la intermedia Héctor López (jugo luego la antesala y los jardines), mientras que el quinto fue obra del jardinero Danny Schell.

Al fin y al cabo, lo que valen son las victorias, cualquier equipo puede tener un mal día, lo que no puede ser que ese mal día se repita de manera parecida o que las derrotas caigan como un aguacero. Por lo que prefiero hablar del comportamiento de los equipos representativos de Cuba en las primeras 12 series.

La peor performance de un equipo cubano en Serie del Caribe entonces fue en 1955 cuando los Alacranes sólo lograron 2 victorias de 6 posibles, pero no hubo marcador abultado en ningún caso.

A partir de esa serie no hubo más campeón que los equipos representativos de Cuba, los que lograron cinco títulos consecutivamente. En varias oportunidades esos conjuntos lograron marcar dos dígitos de ventaja en sus juegos repetidamente, mientras sus adversarios salían con pocas carreras o lechada. Busquen los box scores y sus resultados y ya verán.

Cuba jugó para ,583 en esas doce series, siete campeonatos y tres subcampeonatos (1951, 1953 y 1954). Para lograr eso hay que tener peloteros profesionales, conocedores de la pelota en ese momento.

Disfruté las Series del Caribe desde 1955 hasta 1960 cuando desaparecieron por un rato, por lo que me permito recordar a los más jóvenes que, en esas primeras series jugaban peloteros de alto calibre. Estamos hablando de Camilo Pascual, Pedro Ramos, Juan Pizarro, Miguel Fornieles, Miguel Cuellar, Ramón Monzant, Vic Power, Héctor López, Roberto Clemente, Willie Mays, Rocky Nelson, Orestes Miñoso, Tony Taylor, Tony “Haitiano” González y Leo Cárdenas, entre otros tantos. Eran estrellas de Grandes Ligas, las que ahora no veo en las actuales series. Con esto solo quiero reafirmar el valor que tenía una victoria en aquella primera etapa de las series del Caribe.   

Los cubanos llevan el ADN del béisbol, lo que significa biológicamente almacenar conocimientos, codificarlos y replicarlos para que el buen hábito y la costumbre no se pierdan. Indudablemente, esto último, la replicación, se tronchó hace algunas décadas a causa del perjudicial gigantismo de los que han dirigido la pelota. Se creían sabios y no eran más que improvisados, sea en el béisbol como en el resto de los deportes.  

Los buenos entrenadores heredados de la pelota profesional e incluso de las Ligas Amateur fueron, por reglas de la vida, desapareciendo. Murieron los Gilberto Torres, Juan Delis, Asdrúbal Baró, Orlando Leroux, José Miguel Pineda, Roberto Ledo, Conrado Marrero y otros tantos más. Otros se macharon del país como Ramón Carneado y Fermín Guerra. Tampoco se interesaron en utilizar los servicios de hombres como Silvio García y Alejandro Crespo, por solo mencionar dos grandes olvidados, los que murieron en Cuba.

No crean los de Cuba que este resultado en serie del Caribe me alegra, todo lo contrario, siento vergüenza. Si de algo los cubanos siempre nos hemos sentido orgullosos ha sido de nuestro beisbol, pero el declive comenzó hace mucho, nadie se imagina como paradójicamente el segundo lugar en el I Clásico perjudicó a la pelota del país. Creerse reyes sin serlo. Aquel resultado elevó a la enésima potencia la falsedad que éramos los mejores. Supongo se haya creído que la selección nacional fuera capaz de vencer al campeón de la Serie Mundial del momento. La realidad es otra, fuimos los mejores después de los estadounidenses hasta finales de la década de los 60 en el mundo profesional, cedimos ese lugar tranquilamente a los hermanos dominicanos y venezolanos, los que han podido disfrutar de academias de béisbol de alto nivel, incluso con entrenadores cubanos, mientras que nosotros disfrutábamos de las masacres de las llamadas selecciones amateur de series nacionales sobre otros conjuntos amateur más débiles, con menos recursos y juegos de temporada.

Es cierto que Cuba pudo tener potentes selecciones nacionales, capaces de vencer a conjuntos profesionales de Venezuela o a los mismos Diablos Rojos de México en las décadas de los 70 y 80. Eran equipos formados con peloteros entrenados por esos difuntos profesionales o amateur. Vinent tiraba slider porque Marrero se le enseñó a lanzar, Casanova, Juan Castro, Urquiola, Julio Romero, Rogelio García y otros pinareños más tuvieron las enseñanzas de Pineda. Los Orientales crecieron bajo la guía de Ledo. Los de Sancti Spíritus con la ayuda de Cándido Andrade, y así sucesivamente. Esa valiosa asistencia de entrenadores experimentados se fue perdiendo con el tiempo y los resultados comenzaron a convertirse en derrotas, una detrás de otras.

Tan pronto se oficializó el profesionalismo en el béisbol olímpico, se acabaron las masacres y los cubanos empezaron a ver que los peloteros de clase AA tienen más maña y técnica que los de series nacionales. Ese problema persiste en la actualidad, no se ha resuelto. Vean al tercer y cuarto bates del Cuba haciendo swing a cualquier cosa, los pitchers adversarios los vacilan, mientras que los serpentineros cubanos sufren con sus rivales cuando sus rectas por debajo de 90 MPH son rechazadas con fuerza.

Pensar resolver el asunto enviando 4-5 jugadores a jugar al Japón no es la solución. Tampoco lo es que se les dé entrada selectiva a peloteros cubanos profesionales en equipos de series nacionales, cuya selectividad estriba en la política y no en el mismo deporte, aspecto que demuestra que la Federación Nacional de ONG no tiene nada y de estatal mucho.

Siempre lo he dicho y lo repito ahora, la pelota en Cuba está como la producción de azúcar, la que no llega ni a medio millón de toneladas en la actualidad. El azúcar está perdida igual que las victorias en la pelota o el de los grandes velocistas de 100 metros planos.

Hay material humano de sobra en el país para convertirlos en excelentes peloteros. El asunto ahora parece complicado, pero no lo es si en algún momento se deciden a cambiar el rumbo de la economía del país, ya que alimentación, salud, educación y deportes son enteramente dependientes del estado de la economía de cualquier nación.

No digo más, soy de la misma opinión de todos aquellos que han criticado el resultado de ese juego, pero lo que más preocupa es que las derrotas sigan lloviendo y al paso que va, no parece haber medidas a la vista para corregir el curso.    

7 febrero 2023

Fuente principal consultada: Romero Esteban. 2022. Las primeras 12 series del Caribe de Beisbol (1949-1960). (Deportiva RELR), 187 p.
https://www.amazon.com/primeras-Caribe-1949-1960-Deportiva-Spanish-ebook/dp/B0BNGK3B2X/ref=sr_1_1?crid=27MMA8FMC3VTH&keywords=Las+primeras+12+series+del+Caribe+%281949-1960%29&qid=1675784671&sprefix=las+primeras+12+series+del+caribe+1949-1960+%2Caps%2C487&sr=8-1

Rafael Ávila, un verdadero promotor del béisbol

«Un hombre realmente se determina a sí mismo por lo que hace
Vin Scully (narrador y cronista de los Dodgers)

La noticia llegó de parte del cronista Ken Gurnick de la MLB.com sobre el deceso, el lunes 31 de enero de 2023, del famoso cazatalento y promotor camagüeyano de béisbol Rafael Ávila, también conocido como Ralph, hombre que ayudó muchísimo
en la captación de peloteros que luego brillaron en las filas de los Dodgers.

Su trabajo de promoción consistió igualmente en la creación de una academia de béisbol en República Dominicana como vía de desarrollo de peloteros de ese país y futuros regulares en las filas de la franquicia de los Dodgers. Ávila llegó a ser vicepresidente de ese centro de formación.

En sus inicios Ávila recibió ayuda de parte del greco-norteamericano Alessandro o Al Campanis, quien dirigió al Cienfuegos en la temporada de 1953-54 en la Liga Profesional Cubana, el que fungía como gerente de los Dodgers para América Latina en 1966.

La lista de peloteros estelares firmados por Ávila es extensa, entre ellos Pedro Martínez, su hermano Ramón, Adrián Beltré, Raúl Mondesi, Rick Rhoden, Mariano Duncan, Juan Guzmán y Alejandro Peña.

Según reporta Gurnick, Ávila fue el primer ganador del Premio Scout Internacional del Año en el 2006 y fue exaltado al Salón de la Fama de República Dominicana (1996), el Salón de la Fama de Latinoamérica (2003) y el Salón de la Fama Cuba Sports of Miami (2003).

Rafael Ávila es el padre de Al Ávila, el que ha fungido como gerente en el béisbol en varios equipos, además de su nieto, el receptor Alex Ávila.

Rafael es un hombre que todos los cubanos amantes del béisbol debemos conocer. Seguro estoy que muchos no le conocen y dudo que se mencione su nombre en los medios de prensa en Cuba por razones que ellos conocen bien.

En conclusiones, este hombre fue toda una leyenda del béisbol profesional y merece nuestros honores por su fecunda carrera.

 

1928, primer Play off de los campeones de las Ligas Nacional Amateur y la Inter social

He estado en parques de pelota por 17 años y no he recibido
más que amabilidad y apoyo de ustedes, los aficionados.”
Lou Gehrig

Por Esteban Romero

La Liga Nacional Amateur cubana venía funcionando desde 1914. Hubo otras ligas, la oficial que duró sólo en 1914, un año después hizo su estreno la liga social, de la que hablaré en otro momento, ya que la información en mi poder es aún incompleta. En 1924 y 1925 funcionó la Liga Federal. En 1927 se creó la liga inter social, amateur en toda regla, en la que participaron varios equipos, algunos muy vencedores como fue el caso del Teléfonos.

Por el interés existente de los aficionados por el juego de las Ligas Nacional y la Inter social, se decidió organizar un play off entre los campeones de ambos circuitos en 1928. Para comenzar les describo algo de los campeones, sus nóminas y cómo vencieron en sus respectivos torneos.

En la Liga Nacional el vencedor fue el Vedado Tennis Club, el cual finalizó la temporada con balance de 17-4 (,810) superando al Fortuna con ventaja de dos juegos y medio. Era el cuarto banderín consecutivo de este equipo bajo la guía del experimentado bigleaguer Rafael Almeida.

Los marqueses del VTC contaron en sus filas con el bateo despiadado de un “semipro” como Ramiro Seiglie, el que resultó campeón de bateo (,400) y de bases robadas, unido al pitcheo del zurdo Joaquín Ravena, el que archivó 12 victorias y solo 2 derrotas (,857). El VTC también contaba con los servicios de Alfredo Consuegra como su receptor principal, el experimentado Jorge René Gallardo en la inicial, Gustavo Gómez Calvo en la intermedia, el muy ofensivo Gustavo Alfonso como antesalista, Jorge “Profesor” Consuegra, hermano de Alfredo (Palito) defendió el campo corto, a veces secundado por el jardinero Manuel Sotolongo, mientras que los jardineros fueron el también tenista Ricardo Morales, A. “Chichio” Bruzón, Joaquín de Calvo y Ramiro Seiglie. Además de Ravena, el VTC contó al inicio y al final del torneo con el derecho Héctor Rocamora y con J. Vázquez. Observen que cuatro integrantes del equipo Cuba a los Juegos Centroamericanos (Mexico 1926) formaban parte del conjunto de los marqueses, como fueron Alfredo Consuegra, Gustavo Alfonso, Jorge Consuegra y Joaquín de Calvo.

Por la seguidilla de banderines y la experiencia de sus jugadores, el VTC se pintaba como vencedor del play off, al menos eso pronosticaban los expertos de la época.

En la Liga Inter Social su segunda temporada concluyó el 23 de setiembre, en la que el Teléfonos (apareció en ese campeonato como Cuban Telephone Company) le sacó 4 juegos de ventaja al Vasallo Barrinaga y Bárcena, y 5 a los Hermanos Maristas, campeones en la justa de 1927.

El Teléfonos venía dirigido por el experto y también árbitro Octavio Diviñó, uno de los hombres que mejor conocía la pelota en aquella época. La nómina del equipo presentaba a Francisco “Machito” Espiñeira como receptor, un pelotero que golpeaba bien la bola, Oscar Reyes defendió la inicial, Eugenio Costa la intermedia alternando con Roberto Uriza y con el también lanzador Manuel Domínguez o con José Ventura 2B. Ramón Pajares se encargó de la antesala y Antonio Palencia del campo corto. Los jardineros fueron Matías Flores, Conrado Lugo, Adolfo Febles, J. González y L. Romero. El lanzador principal fue el zurdo Narciso Picazo secundado por Manuel Domínguez a ratos.

En los terrenos del VTC, el 7 de octubre comenzó la serie, también bautizada como Serie Miguel Mariano Gómez, alcalde de la Habana ¿habrá jugado alguna vez pelota este político?

Los árbitros en esta serie fueron Valentín González, Kiko Magriñat, Raúl Atán, Eustaquio Gutiérrez, Chacón y Hernández.

Las alineaciones para el juego inaugural fueron las siguientes:

VTC

Ramiro Seiglie RF
Gustavo Alfonso 3B
Joaquín de Calvo CF
Gustavo Gómez 2B
Chichio Bruzón LF
Alfredo Consuegra C
René Gallardo 1B
Joaquín Ravena P

Teléfonos

Conrado Lugo CF
Eugenio Costa 2B
Francisco Espiñeira C
Oscar Reyes 1B
Antonio Palencia SS
Adolfo Febles RF
Ramón Pajares 3B
Matías Flores LF
Narciso Picazo P

También participaron Manuel Sotolongo por el VTC y Manuel Domínguez por los inalámbricos. En el desafío el antesalista y muy renombrado Gustavo Alfonso cometió 2 costosos errores, los que le proporcionaron carreras a su rival, mientras que el “Profesor” Consuegra no se quedaba atrás y cometía otro error sobre un lance fácil en batazo de Lugo, el que luego anotó también. El juego llegó a la novena entrada con anotación de 8-5 a favor del Teléfonos, pero el VTC reaccionó y anotó 2 carreras, las que pusieron a todo el mundo a pensar en un empate, el que al final no sucedió. Juego ganado por Narciso Picazo y derrota para Joaquín Ravena. El receptor Francisco Espiñeira bateó 3 sencillos y un doble, siendo el mejor a la ofensiva en este juego, además robó su primera base en su carrera como pelotero. El Teléfonos cometió 3 errores también, pero sin graves consecuencias.

El 12 de octubre se jugó el segundo juego, el que concluyó con otra victoria para el Teléfonos con anotación de 6-3. Lugo y Pajares fueron los mejores al bate por el Teléfonos, cada uno con par de imparables, Gustavo Alfonso se fue de 5-2, Jorge “Profesor” Consuegra conectó triple en 3 veces al bate, su hermano Alfredo se fue de 3-2, al igual que el inicialista René Gallardo, los mejores al bate por los perdedores. Perdió Héctor Rocamora y ganó Manuel Domínguez. La defensiva en este juego fue de las peores, los marqueses cometieron 6 errores por cuatro del Teléfonos. A la desgracia del VTC hay que sumar las 8 bases por bolas concedidas por Rocamora.

La prensa dio desde un inicio al VTC como vencedor y los resultados mostraban que esos periodistas poco conocían a los peloteros del Teléfonos.

El tercer juego tuvo lugar el 14 de octubre con los mismos lanzadores abridores del primer juego, Picazo y Ravena. Esta vez la sonrisa fue para los marqueses al derrotar al Teléfonos 5-4. Con este resultado la prensa no dudó en afirmar que este había sido el mejor juego de la serie. José Ventura jugó la segunda base del Teléfonos en este desafío. El desafío se decidió por imparable de Gustavo Alfonso, robo de segunda base y otro hit de Joaquín de Calvo impulsor de la decisiva en la novena entrada. El VTC bateó 11 imparables por 7 de los perdedores, mientras que defensivamente el VTC se comportó inmaculadamente por 3 errores de los vencidos. Ganó Ravena y perdió Picazo. El cronista Pedro Galiana estaba de fiesta con esta victoria.  

El cuarto juego se disputó el domingo 21 de octubre, en el cual el Teléfonos venció con una estupenda demostración de su estrella Narciso Picazo, el que pintó de blanco a su rival. La anotación final fue de 2-0. Vázquez fue un digno rival de Picazo al permitir 7 imparables de los bateadores del Teléfonos. Esta vez el también lanzador Manuel Domínguez jugó la intermedia del Teléfonos. Los mejores bateadores de los vencedores fueron el jardinero izquierdo Matías Flores (2-2) y el inicialista Oscar Reyes (3-2). Las dos carreras fueron anotadas en el mismo lucky seventh cuando Oscar Reyes la inicio con sencillo, out forzado por batazo de Pajares (no cogió las señas de sacrificio), el lanzador Vázquez le dio base por bolas a Manuel Domínguez, le siguió Matías Flores con machucón por tercera que Vázquez quiso fildear y erró. Con las bases llenas y un out, cuadro cerrado, Picazo conectó rolata mansa que forzó a Pajares en home, jugada muy discutida de aquellos que la vieron. Acto seguido Lugo sonó imparable al derecho impulsando a Domínguez y Flores. Este resultado puso al VTC al borde del precipicio. Nuevamente la prensa afirmó que este había sido un juego aún mejor que el anterior y comenzó a quitarse el sombrero con el Teléfonos.

Con la serie 3-1 a favor del Teléfonos, todo el mundo pensó en una derrota final del VTC. Sucede que poner a un mismo lanzador repetidamente no siempre da resultado. Eso fue lo que sucedió al ser Picazo bateado por parte de la tanda ofensiva del VTC en juego del domingo 28 de octubre. El desafío concluyó con pateadura de los marqueses de 10-3, donde hubo triples del jardinero “Chichio” Bruzón y del inicialista Gallardo. Por el VTC, Jorge Consuegra conectó 3 incogibles, mientras que Ramiro Seiglie, Bruzón, Gallardo y Joaquín Calvo conectaba dos per cápita. Esta vez Vázquez se llevó la victoria al sólo permitir 4 imparables al Teléfonos. La prensa pro VTC, la mayoría, estaba eufórica con este triunfo y ya hablaban de la remontada.

El sexto juego se disputó el 4 de noviembre, el que concluyó con empate a 4 carreras. El Teléfonos volvió a depender de Picazo, su brazo de hierro, el que permitió solo 4 imparables, mientras que Ravena de relevo (iniciado por Vázquez) lo hizo por el VTC y permitió 8 incogibles, incluido doble de Oscar Reyes. Bruzón conectó de jonrón en este partido. El empate se produjo por temprana oscuridad. Este resultado obligaba a un juego más en caso de que el VTC ganara el siguiente, o sea el séptimo.

La euforia creció cuando el VTC derrotó 3-2 al Teléfonos y así empató la serie. Nuevamente Picazo fue el derrotado, mientras que Héctor Rocamora se llevaba la victoria. Juego reñido con bateo muy parejo por ambos equipos. Los vencedores conectaron 8 imparables, entre ellos triple de Gustavo Alfonso y doble de Bruzón, por 9 de sus adversarios, pero VTC jugó sin errores al campo, pero el torpedero e inicialista del Teléfonos no les fue del todo bien y eso se paga caro en juegos de este tipo.

El 18 de noviembre se jugó el partido decisivo. El mánager Octavio Diviñó insistió con su mejor carta, el zurdo Picazo, y finalmente logró la victoria y llevarse el triunfo en esta serie de play off. Fue un juego de altos quilates, con marcador de 1-0, única carrera anotada en la misma primera entrada por el receptor y segundo bate del Teléfonos, Francisco Espiñeira, llegado a primera por pelotazo, para finalmente anotar por Texas de Oscar Reyes, batazo que se convirtió finalmente en triple. El rival de Picazo fue Héctor Rocamora, el que nuevamente lanzó buena pelota al sólo permitir 6 imparables. Picazo permitió uno más que Rocamora, ambos no poncharon y otorgaron un boleto. Cabe señalar que el VTC llenó las bases en la primera entrada y Picazo logró dar el escón. Otro detalle fue que Bruzón en este juego no le pudo batear a Picazo.

Viendo un poco de lejos, no es errado opinar que el VTC o bien fue a esta serie algo cansado, lo que se puede poner en duda, ya que entonces se jugaba una vez semanalmente, o que se hayan confiado en los inicios del play off. Lamentablemente no hay a quién preguntarle.

El famoso cronista deportivo Pedro Galiana felicitaba a los vencedores y lamentaba la derrota del equipo que él realmente quería que ganara. En este giro de cronista/periodista deportivo, entiendo que se debe ser imparcial. No creo que a los simpatizantes del Teléfonos les haya gustado algunos de sus comentarios o relatos siempre sobre el juego desarrollado por el VTC. Como quiera que sea, no lo vi, pero lo he disfrutado. De hecho, se enfrentaron dos campeones y a uno le tocaba las de perder y al otro las de reír. 

Como de costumbre, la información consultada es la prensa de fines de semana y lunes desde inicios de octubre hasta el 19 de noviembre de 1928.

Los que deseen conocer más detalles sobre el VTC y el Teléfonos, les invito a leer:

Romero E. 2021. El Vedado Tennis Club en la pelota de la Unión Atlética Amateur cubana. https://deportescineyotros.com/2021/05/29/el-vedado-tennis-club-en-la-pelota-de-la-union-atletica-amateur-cubana/

Romero E. 2021. El equipo Teléfonos en la Unión Atlética Amateur de Béisbol en Cuba. https://deportescineyotros.com/2021/05/18/el-equipo-telefonos-en-la-union-atletica-amateur-de-beisbol-en-cuba/

1 febrero de 2023

1914, año de ajetreo beisbolero en Cuba

El béisbol es algo bueno. Siempre
lo ha sido y siempre lo será”.
Stephen King (escritor)

Aunque este escrito es sobre el béisbol, entiendo aconsejable decir como andaba Cuba en 1914. Primeramente, he de decir que la peste bubónica o peste pulmonar afectaba a la población del país en alguna medida. Como muchos de los lectores conocen que, esta enfermedad bacteriana es provocada por el patógeno Yersinia pestis, el cual se origina por picaduras de pulgas que se alimentan de roedores infectados o por personas que han entrado en contacto con esos animales. Para combatirla se usaba un desinfectante de nombre comercial Chloro Naphtoleum aplicado a baños, suelo y paredes.

Del lado económico, la nación era dependiente de la agricultura, sobre todo la cañera. El precio del azúcar FOB (libre a bordo) no pasaba de 2,5 centavos por libra, a veces decaía hasta menos de 2 centavos. Sin embargo, la I Guerra Mundial estalló el 28 de julio de ese año y en el mes de agosto el azúcar se pagaba a US$ 0,0366, lo cual contribuyó a elevar los niveles de producción hasta 2,6 millones de toneladas, lo que representaba el 15,6 % de la producción a nivel mundial.

A eso sumemos la producción de café, la que alcanzó medio millón de quintales, muy por encima de los 230 mil logrados en 1910. En ese entonces, Cuba era uno de los mayores exportadores de café y se beneficiaba económicamente, ya que la libra estaba a un precio que oscilaba entre 20-25 centavos. A su vez, se sacrificaban 350 cabezas de ganado diariamente, de ello más de un 60 por ciento de ganado vacuno. La población cubana era algo más de 2,2 millones de habitantes.

En el orden político, el presidente era el Ingeniero matancero, graduado en EE. UU., Aurelio Mario García Menocal del partido conservador, un hombre con ansias de poder a largo plazo. Durante su mandato, la industria azucarera tuvo progresos, así como el ferrocarril para el transporte de la caña, además de aprobarse la ley del divorcio.

Un repasito a estas cosas conviene, miseria productiva no existía, que conste, pero lo interesante es que en 1914 se jugaba mucha pelota en Cuba. Había torneos locales en Remedios, Sagua la Grande, Santa Clara, Camagüey, Matanzas, en Oriente y, por supuesto, en la Habana. De Oriente a Occidente se jugaba béisbol.

Los profesionales usualmente jugaban en invierno en Cuba, luego se iban a competir en el Norte, bien integrando equipos independientes como los Cuban Stars o participando en las ligas existentes. Los blancos podían jugar en las Menores y los mejores en las mayores. Los de piel oscura, producto de la discriminación existente, competían en las ligas Negro o también llamadas de color.

En 1914 debutaron tres peloteros cubanos en Grandes Ligas: el gran Adolfo Luque, Manuel Cueto y Ángel “Pete” Aragón. Ellos se sumaron a otros tres que habían debutado en temporadas antes: el reglano Miguel Ángel González, Armando Marsans y Baldomero “Merito” Acosta. Había muchos más jugando en otras ligas.

Cuando llegaba la primavera inexistente en Cuba y su caluroso período estival, todo el mundo deseaba disfrutar pelota también, por lo que surgieron las ligas amateurs.

Se ha escrito y descrito sobre la creación de la Liga Nacional Amateur en 1914, circuito que incluía en ese momento a cuatro equipos: los marqueses del Vedado Tennis Club (VTC), los estudiantes del Instituto de la Habana (IH), la Sociedad de Marianao y el Atlético de Cuba.

Este primer campeonato tuvo una aceptable duración, un total de 17 juegos por equipo, un poco más de cuatro semanas. El 2 de agosto concluyó el torneo, en el que los marqueses se dieron temprano banquete, no era para menos. En sus filas jugaban los tres hermanos Casuso, entre ellos Antonio, buen lanzador y bateador, por lo que alternaba jugando la inicial y los jardines cuando no pitcheaba. También estaba la pareja de hermanos Obregón, en la que sobresalía Bienvenido como receptor y jardinero, un hombre muy hábil a la hora de batear. La nómina de ese equipo aparece a continuación:

Manager: Guillermo F. de Zaldo
Receptor: J. López
Cuadro: Guillermo Villalba 1B, Jorge Casuso 2B, S. Casuso 2B, José Emilio Obregón 3B, Carlos de Zaldo SS
Jardineros: Frank Lavandeira LF, Mario Mendoza LF, José Sabí CF, F. Martínez CF, Bienvenido Obregón CF, Francisco Santa Cruz, Mario Castañeda
Lanzadores: Antonio Casuso (RF), Guillermo Portela

Antonio Casuso

Los ocupantes del segundo lugar fueron los del IH, el mejor centro de estudios de bachillerato en Cuba hasta 1960, institución donde también estudió el que aquí suscribe. El IH logró ganar juegos importantes y se convirtió en una pesadilla para los protestones de la Sociedad de Marianao, equipo que protestó 5 juegos, de nada les valió al quedar en tercer lugar, mientras el frio sótano quedó en manos del Atlético.

El equipo del IH tuvo en sus filas al receptor Salvador López, en el cuadro a A. Ituarte 1B, S. Solar 2B, Rafael Marrero 3B y su mejor bateador, Ramiro Seiglie como SS. Los jardineros fueron M. Párraga, A. Maura y M. Hoyos, mientras su lanzador casi permanente fue José Luis Cruel, el que tuvo buena performance.

Ramiro Seiglie

Los marianenses contaron con los servicios del jardinero Julio “Camarón” Vazquez, todo un destacado en lides amateur, además de Pablo Palmero, el hermano del bigleaguer Emilio, como lanzador de puntería.

El Atlético, a pesar de haber navegado mal, presentó al muy ofensivo Manuel Lara en su alineación, pero la labor de Perico Rodríguez como lanzador no fue la mejor.  

Liga Nacional Amateur, estado de los equipos el 7 julio de 1914.

No se sorprenda, este no fue el campeonato amateur más seguido por la prensa. La preferencia fue para el torneo de la llamada Liga Oficial de Amateurs, presidida por el doctor Moisés Pérez., cuya temporada se inició el domingo 26 de abril en el Almendares Park. El señor Massaguer, presidente de la Asociación de Cronistas de Sport, ocupando el box, lanzó la primera bola de la justa.

Nuevamente cuatro conjuntos: Liceo (de Jesús del Monte), Atléticos Medina, Marianao y Litográficos. El primer juego fue entre Atléticos Medina contra Liceo (de Jesús del Monte), el que concluyó 9-2 con victoria para los Atléticos. En el segundo juego los litográficos vencieron 3-2 al Marianao.

Este campeonato duró más que el de la Liga Nacional Amateur, ya que concluyó el 27 de septiembre con victoria para el Liceo en reñida pelea con los Atléticos Medina (ver abajo tabla final de posiciones del 6 de agosto). Este triunfo se debió en buena medida al pitcheo de Guillermo Pareda, de F. Morín y de Valdés Pérez.

El Medina dependió de la ofensiva de los hermanos Montejo, Ramón y Carlos, así como el pitcheo de Montes de Oca, Oscar Fernández y A. Sansirena, mientras que los Litográficos, ocupantes de la tercera posición, no quedaron muy distantes de los Atléticos y habrían podido tener mejor resultado de haber contado en sus filas con el hombre goma, José Rodríguez, el inicialista y futuro bigleaguer.

El béisbol amateur no concluyó, ya que le siguió un atractivo torneo triangular, el llamado Campeonato Inter-Bancos o Premio Bancario, en el que participaron los conjuntos del Banco Nacional, el Banco Español y el Trust Company. La temporada se inició el 30 de agosto con juego entre el Banco Español vs el Trust Company. La primera bola fue lanzada por el presidente de esta justa, el Sr. Porfirio Franca. El primer juego concluyó con victoria del Trust Company 7-5.

La justa se extendió hasta el 27 de diciembre, en la que resultó vencedor el Banco Español, equipo que traía en su nómina a los hermanos Seiglie, Mario y Ramiro, además del infielder Julio Bardina y el lanzador Pablo Palmero.

1914 era una evidencia de cómo el béisbol desplazaba al fútbol, deporte que entonces se practicaba y no poco en el país, pero las bolas, los strikes, los jonrones y otras cositas dre la pelota se iban convirtiendo en parte del pasatiempo nacional, lo que ha perdurado hasta hoy día, eso muy a pesar de los pesares, que todos sabemos cuáles son.

No olvidemos que se jugaba también el torneo de la pelota profesional en el invierno, así que pelota hubo todo el año como azúcar y café.

Una curiosidad, Ramiro Seiglie, pelotero oriundo de Sagua la Grande, jugó también en esa temporada con el equipo Habana en la profesional cubana, en la que rompió la bola al batear por encima de .300. Era una época en que no se diferenciaba mucho aquello de amateur y profesional. Ramiro continuó su carrera en los amateurs y fue figura importante de las victorias del VTC en la década de los 20. Fue preseleccionado para integrar el equipo Cuba a los I Juegos Centroamericanos (México 1926) y fue dejado fuera. Probablemente el hecho de haber jugado profesional brevemente haya tenido que ver con su no integración en la selección nacional.

Este artículo ha sido posible al revisar información de Cuba en 1914, disponible en biblioteca digital de España.

Esteban Romero
24 enero de 2023

La serie especial de béisbol de 1970

Por Esteban Romero

Había terminado la IX Serie Nacional (1969-70), en la que el conjunto Henequeneros, dirigidos por Miguel Ángel Domínguez, se alzó con el triunfo, primer banderín de un equipo matancero en series nacionales, en los que registró 50 victorias y 16 derrotas, para así aventajar a los Mineros por 1,5 juego. El héroe indiscutible de esa victoria yumurina fue Wilfredo Sánchez, el que lideró los departamentos de hits (98), carreras anotadas (46), bases robadas (34) y bateo (,351), además del excelente pitcheo del entonces joven Alfredo García, el que lideró el departamento de juegos ganados (12).

La justa invernal beisbolera había terminado unas semanas antes del inicio de los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe, los que tuvieron lugar en Panamá del 1 al 13 de marzo de 1970, lo que lógicamente implicaba una preparación y selección cubana de béisbol para participar en ese certamen.

Por primera vez la preparación fue casi pública, en la que participaron muchos peloteros de todas las provincias. De esta manera, la afición reunida a diario en el Latinoamericano disfrutaba de los partidos y se iba haciendo una idea de quienes debían ser los integrantes de la selección final.

Como producto de ese entrenamiento, Manuel Hurtado, al que nunca se le había llevado a evento oficial como integrante del equipo nacional, fue escogido bajo la presión de la afición, la que gritaba una y otra vez: “Que lo lleven, que lo lleven”. Algo parecido sucedió con el legendario Urbano González, el que no llegó a hacer la selección al Mundial de Santo Domingo (1969), pero que esta vez, por sus resultados tan evidentes en el entrenamiento, mereció gritos similares de parte de la afición. Por primera vez Wilfredo Sánchez y Armando Capiró integraron esa selección, la que regresó a la Habana con la victoria después de haber ganado 7 y perder un solo partido, en el que Gregorio Pérez como abridor y Braudilio Vinent como relevista no llegaron a cumplir con los resultados esperados en ese partido.

La llegada a la Habana de la delegación fue por todo lo alto, Cuba había obtenido primer lugar por naciones, con un total de 210 medallas, de ellas 98 de oro. Esa victoria era un buen estimulo en plena zafra, la que buscaba llegar a los 10 millones de toneladas de azúcar. El discurso triunfalista habitual no faltó como bienvenida a los atletas. De paso se anunció que se desarrollaría un campeonato extra de béisbol, el que se llamaría “Serie de los 10 millones” y comenzaría en abril con duración hasta mediados de julio. Serían seis equipos, uno representando a cada provincia, enfrentados en 90 juegos, con series particulares de 18 partidos.

Desde un inicio fueron dos los superfavoritos, Habana, por el trabucón que traería, y Oriente, equipo que sería un Mineros muy reforzado. En la lista de favoritos no faltaba Matanzas por contar con buena ofensiva y un pitcheo mejorado. Menos esperanzas le daban a las Villas, Camagüey y Pinar del Río. Veamos las nóminas de cada conjunto:

Pinar del Río

Director: Ismael Salgado.

Auxiliares: José R. Castillo, Félix Miranda, Marcos Páez.
Receptores: Arturo Díaz, Efraín Hernández, Isbel Chamizo, Julio Sosa.
Cuadro: Adalberto Suárez, Lázaro Cabrera, Felipe Álvarez, Roberto Zayas, José Schueg, Juan Díaz Fuentes, Santiago León.
Jardineros: Héctor Mena, Miguel López, Tomás Valido, Fidel Linares, Osvaldo Cruz, Bernardino Priel, Nilo Delgado, Reinaldo Oliva.
Lanzadores: Florentino González, Emilio Salgado, Raúl Álvarez, Domingo Pérez, Emilio Rodríguez, Raúl Martínez, Raúl Santos, Pedro Pérez, Arcadio Martínez, Osvaldo Priel, Servando García, René Zas, Ciprián Padrón.  

Habana

Director: Humberto Arrieta.

Auxiliares: Eugenio Wilson, Francisco Valdés y José A. Alpízar.
Receptores: Lázaro Martínez, Ernesto Cobas, Gerardo Egues.
Cuadro: Agustín Marquetti, Arturo Linares, Urbano González, Rodolfo Puentes, Antonio González, Félix Rosa, Ubaldo Álvarez, Leonardo Fariñas, Germán Águila, Leopoldo Márquez.
Jardineros: Eulogio Osorio, Raúl Reyes, Armando Capiró, Antonio Jiménez, Reinaldo Linares, Julián Mederos.
Lanzadores: Manuel Hurtado, Santiago Mederos, Walfrido Ruíz, Rigoberto Sánchez, Rigoberto Betancourt, Antonio “Boricua” Jiménez, Andrés Liaño, Oscar Martínez, Pedro Izquierdo, Pablo Pozo, Ihosvany Gallegos, Maximiliano Reyes.  

Matanzas

Director: Miguel Ángel Domínguez

Auxiliares: Daniel Menéndez, Félix Gómez, Luis Menéndez.
Receptores: Evelio Hernández, Guillermo Herrera, Arnoldo Rodríguez.
Cuadro: Tomás Soto, Félix Isasi, Antonio Sánchez, José Morgan, Lázaro Peñalver, Rafael Herrera, Lázaro Madan, Roberto Sotolongo.
Jardineros: Wilfredo Sánchez, Rigoberto Rosique, Rigoberto Estrada, Erwin Walter, Francisco Calvo, Reinaldo Isasi, Orestes Baró.
Lanzadores: Alfredo García, Luis Fernández, Jesús Torriente, Gaspar Pérez, Manuel Rojas, Alberto Vera, Ernesto William Alfonso, Jesús López, Reinel Rodríguez, Rolando Tamayo, Orlando Albelo, Luis Lima, Juan Martínez.

Las Villas

Director: Servio Borges

Auxiliares: Juan Gómez, Arnaldo Raxach, Juan Suárez, Reynaldo Díaz y Clodomiro Valdés.
Receptores: Lázaro Pérez, Edgar Domínguez, José Gómez y Miguel Díaz.
Cuadro: Jesús Oviedo, Emilio Madrazo, Osvaldo Oliva, Owen Blandino, José Pérez, Julio Soto, Rigoberto Rodríguez.
Jardineros: Silvio Montejo, Enrique Oduardo, Antonio Muñoz, Juan Díaz, Jorge Estrada, Luis Vara, José Zamora.
Lanzadores: Aquino Abreu, Rolando Macías, José Antonio Huelga, Gaspar Legón, Román Águila, Rodoberto Pan, Carlos Gálvez, Eleuterio Molina, Enrique Crespo, Ronel Sardiñas, Orestes Miranda, Pablo Ubein Sánchez, Aniceto Montes de Oca, Leonel García.

Camagüey

Director: Mario Salas

Auxiliares: Jorge Hernández, Fernando Fernández y Reynaldo A. Puig.
Receptores: Pedro Cruz, Santiago Hernández y José Ramos. 
Cuadro: Felipe Sarduy, Francisco Bolaños, Vicente Díaz, Omar Fraga, Rolando Valdés, Omar Cuesta, Eduardo Cuesta.
Jardineros: Miguel Cuevas, Félix Herrera, Sandalio Hernández, Ángel Galiano, Eusebio Cruz, José Prado, Asterio Záldivar, Antonio Eugellés.
Lanzadores: Lázaro Santana, Oscar Romero, Gregorio Pérez, Yoire Fombona, Juan Pérez Pérez, Elpidio Jiménez (OF), José Cruz, Juan de Dios Calderón, Manuel Llera, Guillermo Rancel, Santiago Campanería, Pedro González y Roberto Meireles.

Oriente

Director: Francisco Escaurido

Auxiliares: Rafael Suárez, Martín Ferrer y Antonio Sánchez.
Receptores: Ramón Hechavarría, Erol Correa, Miguel Martínez Cuellar, William Mendoza.
Cuadro: Juan Serrano, Andrés Telémaco, José García, Agustín Arias, Guillermo Hernández, Armando Calzadilla, Edilberto Albuerne, Rigoberto Rodríguez, Norge Sandó.
Jardineros: Fermín Laffita, Elpidio Mancebo, Luis Mesignak, José Dranguet, Miguel Telémaco, Jorge Francis, David Borrayo.
Lanzadores: Braudilio Vinent, Roberto Valdés, Orlando Figueredo, Jorge Franco, Mario Ferrer, Gonzalo Castillo, Rolando Castillo, Gonzalo López, Luis M. Verdecia, Gaspar Morales y Norge Santana.

Se escogieron 12 árbitros, los que impartirían justicia en los juegos de provincia, dos en cada juego y el resto serían designados por la provincia. Esos árbitros con categoría nacional fueron Iván Davis, Juan Izquierdo, Alejandro Montesinos, Antonio Ferrer, Francisco Belén, Pedro Prats, Valentín Pestano, Fernández Cotón, Alfredo Paz, Julio Ramón Véliz, Rodríguez y Vázquez. Ninguno de ellos recibió pago por su trabajo en esos juegos, según la prensa, decisión tomada por los ampayas voluntariamente.  

El primer juego tuvo lugar en el Latinoamericano el 1 de abril, en el que jugaron Matanzas y Habana, donde Changa Mederos demostró sus condiciones para dominar a la escuadra de los tres mosqueteros y “D´Artagnan” Tomás Soto. En esa inauguración se desplegó una coreografía que concluía con la palabra MITAD, lo que significaba que se habían sobrepasado los 5 millones de toneladas. No era ningún logro, por cierto, debido a que a partir de mayo la caña de azúcar tiende a rendir menos pol (contenido de sacarosa en jugo), mes en que las temperaturas suelen elevarse y comienzan las lluvias. Así que llegar a la mitad de la producción prevista en abril no era un buen presagio.

Los pronósticos beisboleros no se cumplieron desde la primera semana. El conjunto oriental jugó muy desalmidonado. Su ofensiva no funcionaba y sus lanzadores no lograban los resultados esperados. Roberto “Jabao” Valdés había venido de una rehabilitación, Así y todo, tuvo que lanzar no pocas veces, unas con éxito y otras no, ya que la ofensiva no es que funcionara. Fermín Laffita y José Dranguet fueron los bateadores más eficientes de este conjunto, mientras que, de Mancebo, Arias, Hechavarría y Telémaco no era mucho lo que aportaron ofensivamente.

El Habana cumplió su rol de favorito, pero no hubo despegue importante. Peloteros de experiencia y eficiencia ofensiva como Arturo Linares y Félix Rosas tuvieron que conformarse con ver a su equipo jugar desde la banca. Agustín Marquetti resucitó como el temible jonronero, además del aporte de Armando Capiró, a quien le vi dar un batazo por el left center del estadio del Cerro, el que parecía iba a las nubes. Capiró les hizo la gracia a los camagüeyanos en reñido juego hasta la séptima entrada. El batazo inclinó la balanza a favor de los habaneros. Santiago Mederos vino en forma para esta serie, su curva le rompía debidamente. En un juego sabatino contra Oriente, estuvo a dos outs del cero hits cero carreras, el que se malogró cuando Laffita le conectó incogible. Otro lanzador destacado del Habana fue el reglano Manuel Hurtado, el que recién también regresaba de participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá.

Dos equipos no incluidos en la lista de los favoritos resultaron ser la sorpresa. Camagüey inició haciendo las cosas distintas a los orientales, o sea bateando mucho, ofensiva encabezada por Felipe Sarduy, Vicente Díaz y batazos de largometraje por parte de Don Miguel Cuevas, el que ya tenía cuatro jonrones en las primeras 3 semanas de campeonato. Las víctimas de estos jonrones fueron José Antonio Huelga, el matancero Ernesto William Alfonso, el zurdo Maximiliano Reyes y el pinareño Emilio Salgado. Huelga llevaba 282,1 innings sin permitir jonrón hasta que Don Miguel le hizo la gracia. El pitcheo camagüeyano descansó en las faenas de Oscar Romero, Gregorio Pérez y Juan Pérez Pérez, el que no siempre resultó efectivo. La receptoría era defendida por Pedro Cruz, pero Santiago Hernández recibió una oportunidad que no desperdició al convertirse en un eficiente receptor en la captura de robadores de base. En el primer mes le salieron 11 al robo y enfrió a 8. En juego de Camagüey contra Matanzas, Santiago enfrió a Rigoberto Rosique en intento de robo en la primera entrada, a Félix Isasi en la séptima y a Wilfredo Sánchez en la octava. Chago estaba que cortaba.

Las Villas, sin formar mucha bulla, presentó un juego muy acoplado en las tres áreas: pitcheo, ofensiva y defensa. El jardín derecho de este equipo era defendido por Juan “Canillita” Díaz y el joven gigante Antonio Muñoz, ya que el veterano Jesús Oviedo era el inicialista regular del equipo.

Matanzas marchaba por debajo de lo previsto, aunque Wilfredo Sánchez tenía 12 robadas en el primer mes, aparte de continuar bateando con la eficiencia conocida. Como en esa época debía moverme de la Habana a provincia y trabajar fuera de casa por semanas, coincidió este movimiento a Matanzas en el mes de mayo. Recuerdo un juego entre Matanzas y Pinar del Río en el nada apropiado terreno de Bolondrón, en el cual lanzaba Emilio Salgado por los Vegueros, donde pude presenciar uno de los toques de bola más precisos que haya visto. Lo ejecutó Wilfredo, toque por tercera, parecía como si hubiera puesto la pelota con la mano. José Schueg nada pudo hacer para sacar en primera. Igualmente presencié otro juego, esta vez en el parque de Jovellanos, donde los yumurinos pusieron toda su carga de velocidad para vencer a los villareños.

El equipo de Pinar del Río hizo su esfuerzo, pero era entonces mucho pedir ante otros conjuntos más experimentados.

Concluido abril, se habían lanzado 18 lechadas y se habían escenficado 11 extrainnings, lo que denotaba la calidad de la serie. Camagüey increíblemente ocupaba la cima seguido de Las Villas y a continuación por Habana, Oriente, Matanzas y Pinar del Río.

A mitad de mayo, concretamente el 19 de mayo, hubo una enorme manifestación. Gran parte del pueblo habanero fue movilizado por sus centros de trabajo y sindicato. Se trataba de protestar por el apresamiento de varios pescadores cubanos por parte de los EE. UU. Hubo varios discursos, pero las palabras conclusivas las dio la máxima autoridad, la que no dejó de condenar a los EE. UU. por este hecho, pero a la vez aprovechó para anunciar que los 10 millones de toneladas de azúcar no se lograrían, después de lo cual no quedaba otra que cambiarle el nombre a la serie de béisbol, la que en lo sucesivo sería serie especial y no de los 10 millones. En ese momento Camagüey iba delante gracias a su ofensiva, habían disparado sus regulares 19 jonrones, pero el pitcheo no era que ofreciera gran cosa. Así que a fuerza de batazos los de la tierra de los tinajones iban delante.

Llegado al mes de junio, la tabla de posiciones para ese entonces era con las Villas en la cima, con un juego de ventaja sobre el Habana y 2,5 sobre Camagüey. A la altura de la primer semana de junio, los camagüeyanos cayeron a 6,5 juegos de las Villas, ocupante del primer lugar. El Habana estaba pegadito, a solo medio juego. La ofensiva camagüeyana comenzó a reducirse y su pitcheo no siempre pudo con los adversarios. Orientales parecía despertar, pero eran ilusiones de un juego ganado y luego a perder nuevamente.  

Changa ya tenía entonces 6 lechadas. En menos de dos meses, se habían lanzado 41 lechadas, lo que mostraba la calidad del pitcheo de este evento. Los lanzadores derechos se encargaron de lanzar 31 y el resto quedó a cargo de los zurdos.

Arrieta, mánager del Habana, en el afán de victoria, optó por usar tres abridores en cada juego, una copia de lo que hacía el mánager del Deportivo Matanzas, Tomás “Pipo” de la Noval, en la Liga Nacional Amateur cuando usaba a Sandalio Consuegra, a “Limonar” Martínez y a Ángel “Catayo” González. Se puede decir que la jugada le salió bien durante un buen tiempo. El Habana tenía un cuerpo de lanzadores impresionante, donde, además de Changa, sobresalió la figura de Antonio “Boricua” Jiménez como cerrador hermético. Así el Habana logró dos lechadas a tres manos antes que finalizara mayo. La primera estuvo a cargo del trío de Rigoberto “Bulto” Sánchez, Oscar Martínez y Manuel Hurtado, lanzada frente a los bateadores pinareños. La otra fue obra de Pedro Izquierdo, Manuel Hurtado y Changa Mederos frente al Matanzas. Hubo una tercera, esta vez villareña, Gaspar Legón, los zurdos Román Águila y Ronel Sardiñas le hacían la gracia al conjunto camagüeyano. Hasta 10 de julio se habían escenificado 40 juegos de extrainning.

Humberto Arrieta

Con la caída de los camagüeyanos, la disputa se concentró entre Habana y las Villas. El dúo Huelga-Macías había vuelto por las suyas, ambos con tremenda eficiencia, a los que se unió el brazo del veterano Aquino Abreu. Por su parte, Antonio Muñoz proporcionó bateo de extrabases, no entonces de jonrones, pero sí de dobles y triples, necesarios para impulsar carreras. Una semana antes de cerrar el telón el Habana marchaba arriba, pero resbaló algo y las Villas lo desplazó, al extremo de llegar con un juego de ventaja sobre el Habana en el juego 89, partido de vida o muerte para el Habana ya que, de ganar, tendría que haber juego o serie de desempate.

El dominio del pitcheo villareño superó al no menos estelar del Habana. El marcador final fue de 2-1 para las Villas, juego donde Antonio Muñoz se lesionó y abandonó el juego llorando. No obstante, sus compañeros supieron anotar a la hora buena y llevarse el banderín. La posición de los equipos aparece abajo.

Después de la tabla de posiciones y antes de dar los nombres de los líderes ofensivos y de pitcheo, quisiera escribir algunos hechos de esta serie, todos ellos reportados por el difunto Edel Casas, una verdadera enciclopedia del béisbol cubano y de otros lares, incluido el de la MLB.

Hubo juego donde el Habana propinó paliza a Camagüey, el marcador final 17-6. En la misma primera entrada los capitalinos cayeron sobre los envíos de Oscar Romero por triple de Rodolfo Puente, y hits consecutivos de Eulogio Osorio y Urbano González. Romero fue relevado inmediatamente por Yoire Fombona, al que le siguieron Santiago Campanería, Manuel Llera, Pedro González, Juan D. Calderón, José Cruz y Roberto Meireles. En ese partido Agustín Marquetti compareció al bate cuatro veces iniciando inning, en una de esas conectó jonrón. Los habaneros conectaron 21 imparables en este desafío. En el siguiente juego Juan Pérez Pérez recibió igual dosis de 3 imparables consecutivos de parte del Jabaito, Osorio y Urbano. Mes y medio después en junio, Oscarito se desquitó al lanzarle lechada al equipo Habana, primera que recibía este equipo en esa temporada.  

Sucedido en juego entre Matanzas y Camagüey, los yumurinos al frente 3-2, José Prado de Camagüey en segunda base, ¡la dirección de los matanceros ordenó base intencional a Felipe Sarduy para lanzarle a Don Miguel Cuevas! De película, para suerte del Matanzas Cuevas se embasó por interferencia del receptor Evelio Hernández. Las bases se llenaron, pero Sandalio Hernández no produjo y entregó el tercer out. Eso es tener suerte y nada más.

Los pinareños robaron 6 bases en una entrada frente a la defensiva matancera. Hubo un primer doble robo, Lázaro Cabrera a home y Tomás Valido a segunda, José Schueg recibió base, nuevamente doble robo, Valido a tercera y Schueg a segunda. Con Efraín Hernández al bate, nuevo doble robo, esta vez Valido se robó el home y Schueg llegó a tercera. Así que los 6 robos incluyen dos de home algo inédito en cualquier pelota.

Oscar Romero resultó ser todo un verdugo para los bateadores orientales, a los que les ganó 6 juegos a Oriente. La serie particular, lógicamente, favoreció a los camagüeyanos sobre los orientales. El primer equipo fue sorpresa, el otro una gran decepción.  

Wilfredo Sánchez

En el orden ofensivo, Wilfredo Sánchez estuvo como de costumbre, desbordado. Líder en hits, carreras anotadas y bateo (ver tablas abajo), pero no pudo aventajar en bases robadas al maestro de esa jugada, Antonio “Ñico” Jiménez. Miguel Cuevas, como siempre, máximo empujador y Marquetti líder en los cuatriesquinazos (12). Muñoz lideró en triples, si a alguien le preguntan ahora, jamás podría imaginarse que un hombre tan corpulento como el Gigante del Escambray, lograra ese registro, donde hay que correr. Vicente Díaz no dejó de rendir. Se puede decir que él fue uno de los hombres claves en la ofensiva camagüeyana.
Felipe Álvarez de Pinar de Río jugó las 796 entradas de su equipo (88 juegos), otro hecho destacado y ejemplo de laboriosidad.

El área de pitcheo mostró lanzadores muy trabajadores, como fue el caso de Ernesto William Alfonso. Alfredo García, Juan Pérez Pérez, Gregorio Pérez, Oscar Romero, Florentino González y Roberto Valdés, pero en lo que a eficiencia se refiere, hay que quitarse el sombrero con Changa Mederos, autor de 7 lechadas, Antonio “Boricua” Jiménez con sus 36 juegos salvados, Rolando Macías con un PCL increíblemente bajo y José Antonio Huelga en el % de juegos ganados/perdidos.  

Fue una serie con calidad concentrada, en la que hubo resultados excepcionales en la pelota aficionada cubana. No es errado afirmar que estaban por encima del nivel amateur. Me pregunto por qué no se continuo con un formato como este y no el adoptado en la VII Serie (1967-68) con 12 equipos. Esa mentalidad de gigantismo es la única explicación. Al final, las series selectivas vinieron un quinquenio después, torneos que mejoraron la pelota cubana ostensiblemente.

Fuentes

Prensa cubana entre marzo y agosto de 1970, sobre todo los artículos aparecidos en Bohemia escritos por Rubén Rodríguez y Edel Casas.

23 diciembre 2022