“Los lanzadores me hacían un favor cada vez que
me golpeaban, ellos elevaban mi determinación de
no dejarme dominar la próxima vez al bate.”
Frank Robinson
Allá por 1956, los aficionados cubanos al béisbol nos manteníamos informados sobre los resultados de los 16 equipos que entonces jugaban en las dos Ligas Mayores. Como el conjunto de los Cubans era sucursal de los Rojos de Cincinnati, este equipo era uno de los que más recibíamos información o nos mantenía más atentos, ya que los peloteros cubanos más destacados en los Cubans, de no ser canjeados, subirían a jugar en el Cinci. En aquel año de 1956 se recordaba mucho los jonrones del inicialista Ted Kluzewski, y también del debut de un joven afroamericano, de nombre Frank Robinson, pelotero nacido el 31 de agosto de 1935 en Beaumont, Texas, en el seno de una familia de 10 hermanos, en la que sus padres se divorciaron cuando Frank era aún un niño.
Desde temprana edad, el joven Frank se inclinó por jugar béisbol y para su sorpresa, su padre llegó a decirles a sus hermanos, que él nunca lograría jugar en Grandes Ligas, algo que no le gustó, pero que lo estimuló a realizar esfuerzos extra para lograr su objetivo y demostrar la equivocación de su padre. Condiciones tenía, era fuerte y alto, medía 185 cm.
El auxiliar de baloncesto y béisbol, George Powles, ayudó mucho en la formación de Frank como pelotero, quien debutó en el béisbol rentado con los Rojos de Ogden en la Liga Pionero en 1953, lugar donde los mormones eran mayoría, y donde Robinson sufrió del racismo, ya que los referidos religiosos insistían en que los negros eran seres inferiores.
De Ogden saltó en 1954 a la Liga Texas (AA) con los Petroleros de Tulsa, y en ese mismo año y en 1955, jugó con los Rojos de Columbia de la Liga Sur Atlántica (clase A),
Robinson debutó en Grandes Ligas como jardinero izquierdo y séptimo bate, en juego de los Rojos de Cincinnati contra los Cardenales de St Louis, el 17 de abril de 1956. El lanzador contrario fue el conocido zurdo Vinegard Bend Mizell, al que Robinson le conectó doble y le trabajó su primera base intencional. Si bien no anotó ni empujó, se fue de 3-2 en ese primer desafío ganado finalmente por los Cardenales 4-2. En esa primera temporada quedó de líder en anotadas en la Liga Nacional (122), a la vez que conectaba 166 hits en 572 veces al bate, para promediar .290. Entre sus imparables se incluyen 27 dobles, 6 triples y 38 cuadrangulares, todo un slugger, que le valieron para su primera selección al juego de las Estrellas y el premio de Novato del Año en la Liga Nacional, siendo el pelotero más joven en alcanzar este galardón entonces. En sus 10 temporadas con el Cincinnati, bateó sobre .300 cinco veces y en tres quedó por encima de .290. Además, conectó 30 o más jonrones en nueve de esas temporadas. En 1961, logró su primer MVP de liga. A todo eso hay que agregar cómo los lanzadores trataban de quitárselo de arriba, propinándole pelotazos repetidamente.
En 1966, el Cinci lo canjeó por tres peloteros a los Orioles, todo un error, movida que cogió por sorpresa al mismo pelotero. Robinson, en esa primera temporada con los Orioles, bateó para .316, conectó 49 jonrones, anotó e impulsó 122 carreras, y se llevó la triple corona ofensiva y el MVP de la Liga Americana. Con los Orioles jugó 6 temporadas, en 4 de ellas bateando sobre los .300 y en 3 con 30 o más jonrones. Lo cómico de la llegada de Frank Robinson a los Orioles fue que era confundido con el antesalista Brooks Robinson, lo que provocó que en una ocasión Frank se dirigiera a un periodista preguntándole si él no sabía diferenciar el número en sus uniformes, eso por no preguntarle si no sabía distinguir el color de la piel de uno y otro (Brooks es blanco).
En su estadía con los Orioles en 1966, Robinson disparó su jonrón más largo, se dice que la bola caminó unos 540 pies, su víctima fue el cubano Luis Tiant Jr., quien venía de haber tirado tres lechadas consecutivas. Se considera además, el jonrón más largo conectado en el Memorial Stadium de Baltimore.
Un nuevo canje tuvo lugar en 1972, mediante el cual Robinson pasó a jugar con los Dodgers, donde tuvo una temporada modesta y le valió su canje a los Angelinos en la temporada de 1973. Ya no era el Robinson de los primeros años, aunque aún bateaba con fuerza. Su siguiente canje fue con los Indios en 1974, los que le nombraron manager-jugador del conjunto en 1975, donde se mantuvo en esta función hasta 1976.
El 8 de abril de 1975, Robinson debutó como manager-jugador de los Indios, entonces alineó, en juego contra los Yankees, como designado y segundo al bate, y en su primera comparecencia conectó jonrón sobre los envíos del derecho Doc Medic, juego que concluyó 5-3 a favor de su equipo.
En post temporada, su primera serie mundial fue en 1961 con el Cinci, en la que conectó 3 extrabases (dos dobles y 1 jonrón), la que su equipo perdió a manos de los Yankees. En 1966, volvió con los Orioles en serie contra los Dodgers, donde bateó .286, incluido 1 triple, dos jonrones y 3 empujadas, y resultó MVP de la serie. En 1969, jugó nuevamente con los Orioles, a discutir la serie de Liga Americana contra los Mellizos, en la que bateó para .333, y en la serie mundial contra los Mets no hizo mucho (ave. 198). En la siguiente temporada, los Orioles volvieron a vencer a los Mellizos en la discusión del título de la Liga Americana, e igualmente vencieron al Cinci en la serie mundial, pero en ambas series la ofensiva de Robinson no fue muy destacada, aunque si castigó a su antiguo equipo con par de jonrones y 4 empujadas. Finalmente, en 1971, los Orioles ganaron el título de su Liga enfrentados a los Atléticos, pero perdieron la serie mundial con los Piratas, en la cual Robinson volvió a conectar dos jonrones pero sin nadie en base. Así que mucho le deben los Orioles a este gran pelotero, ya que en los seis años que estuvo en el equipo, cuatro veces este conjunto fue a Serie Mundial.
Defensivamente Robinson jugó más el jardín derecho que el izquierdo, y fue más veces designado que inicialista. Como jardinero promedió .824 defensivamente y como inicialista .986.
Este gran jugador fue escogido para juegos de estrellas en 14 ocasiones: 1956-57, 1957, 1959 (2 juegos), 1961 (2 juegos), 1962 (2 juegos), 1965 en la Liga Nacional; 1966, 1967, 1969, 1970, 1971 y 1974 en la Liga Nacional.
Sus números durante su carrera son en general impresionantes: 1829 anotadas (15to. de todos los tiempos), 2943 hits, incluidos 528 dobles, 72 triples, 586 jonrones (10mo de todos los tiempos), 1812 empujadas (21ro. de todos los tiempos), y slugging de .537.
Como manager de los Indios se mantuvo hasta 1977. En el período de 1981-84 dirigió a los Gigantes de San Francisco; en 1988 pasó como timonel a los Orioles hasta 1991, no sin antes haber servido de auxiliar con los Dodgers brevemente y de los mismos Orioles. Con los Expos de Montreal trabajó como director hasta su desaparición, de 2002 a 2004, conjunto convertido en los Nacionales de Washington, a los que dirigió hasta 2006. No se puede decir que haya sido un manager ganador, su balance de victorias y derrotas fue de .496. Sus mejores temporadas fueron con los Indios en 1976 (.509), los Gigantes en 1982 (.537) y los Expos en 2002 y 2003 con .512 en ambos años. En total dirigió durante 16 temporadas en Grandes Ligas.
En un juego de interliga de la temporada de 2002 entre Expos y Medias Rojas de Boston en el estadio olímpico de Montreal, le recuerdo con la lentitud que se movía al montículo, y al llegar hasta el lanzador de turno parecía como si hablara despacio y sin alterarse. La fanaticada canadiense le apreciaba mucho.
De su período como manager de los Expos y los Nacionales, recuerdo como él alababa la actividad del cubano Liván Hernández en el montículo, quien solía completar sus juegos. Él decía que los lanzadores cubanos son así, muy amigos de completar su faena. Otro aspecto es que exigía disciplina y cuando un pelotero cometía una falta grave, alguna multa iba a su expediente. Había que obedecer las órdenes de los auxiliares y el manager, de lo contrario, la sanción venía sin remedios. Robinson aseveraba que él como timonel no buscaba amigos, sino victorias.
Cuando Robinson estaba dirigiendo los Gigantes, tuvo la grata noticia de haber sido exaltado al Salón de la Fama, lo que ocurrió en 1982.
Después de esa actividad en los terrenos de juego, Frank Robinson sirvió como vicepresidente de operaciones de la MLB, y presidente honorario de la Liga Americana. En 2005, recibió la Medalla Presidencial de la Amistad, un premio de alto valor civil, otorgado por su ejemplo como deportista en general. A su vez, fue defensor de la causa de los derechos civiles y fue de los que propuso políticas para las minorías, sobre todo el acceso a posiciones ejecutivas y de administración en el béisbol, según hizo constar un comunicado de los Orioles.
El gran pelotero murió el 7 de febrero de 2019 en Los Ángeles y será siempre recordado por todos los que le vieron jugar y dirigir, persona ecuánime, pero agresivo cuando se posicionaba en la caja de bateo.
Fuentes
Anon. 2019. Frank Robinson, MLB’s first black manager, dies at 83. Reuters, 8 febr. https://www.freemalaysiatoday.com/category/sports/2019/02/08/frank-robinson-mlbs-first-black-manager-dies-at-83/
Baseball-almanac.com
Baseball-reference.com
Kates Maxwell. Frank Robinson. SABR. https://sabr.org/bioproj/person/c3ac5482
Escrito por Esteban Romero, 11 de febrero de 2019