IX Serie del Caribe de béisbol (1957)

La diferencia entre lo imposible y posible
está en la propia determinación del pelotero.”
Tom Lasorda

Marianao campeón S Caribe 1957

La temporada de 1956-57 trajo otro nuevo campeón, los Tigres del Marianao, el que logró sacar ventaja de 4.5 sobre el Cienfuegos, cuya actuación, sobre todo la del lanzador Camilo Pascual, fue bastante buena. Camilo tuvo imponente record de 15-5, con 6 lechadas, 153 ponches propinados y PCL de 2.04, lo que le valió su segundo MVP de forma consecutiva. De haber ganado Pedro Ramos 4 juegos más, tuvo temporada de 8-6, habría habido de todo en la pugna por el banderín, ya que a los Elefantes ofensiva no les faltó. Archie “Pocopelo” Wilson (.285), Curt “Curita” Roberts y Lorenzo “Chiquitín” Cabrera (.310) tuvieron faenas ofensivas destacadas para este conjunto. Marianao, el nuevo campeón, llevaba 20 años sin sonrisas. La primera vez que este conjunto ganó campeonato fue en la temporada de su debut en 1922-23, entonces guiado por su fundador, Merito Acosta, y sacaron ventaja de 3 juegos sobre el Habana y 8 sobre el Almendares. En 1936-37, bajo la dirección de Martín Dihigo, Marianao se llevó su segundo banderín, entonces con ventaja de 1 juego sobre el Santa Clara y 5.5 sobre el Almendares.

Esta vez los tigres vinieron dirigidos por Napoleón Reyes, ex-grandeliga y que jugara para el Cienfuegos y el Almendares en la pelota profesional cubana, además de haber dirigido y ganado campeonato en la invernal venezolana con el Pastora. Esta fue la segunda temporada de Napoleón al frente de los felinos, la que contó con el efectivo bateo de Asdrúbal Baró (.307) y el gran Orestes Miñoso, líder de los bateadores (.312). Los jardines se completaron con el veloz ambidextro Solly Drake, quien aportó a la causa ofensivamente al liderar los departamentos de anotadas (52), bases robadas (12) y las de dobles (14), mientras que la receptoría era defendida por el grandeliga Hal Smith, y el cuadro por Julio Bécquer Villegas 1B, Patricio “Witty” Quintana 2B, Hal Bevan 3B y José Valdivielso SS, pelotero obtenido del Almendares a cambio de Tony Taylor. El cuerpo de lanzadores era encabezado por Miguel Fornieles, el futuro senador y miembro del Salón de la Fama, Jim Bunning, además de Rudy Minarcin, Bill Werle, Enrique Maroto, los zurdos Fred Hahn y Rodolfo Arias, y el legendario Conrado Marrero en la temporada de su despido como lanzador activo.  Entre Fornieles y Bunning hubo 22 victorias, a 11 per cápita, el resto tuvo un desenvolvimiento inferior y a veces mediocre, por lo que un refuerzo de pitcheo parecía necesario, pero no lo hubo. Ese hombre se llamaba Camilo Pascual y es de dudar que él hubiera aceptado jugar con un equipo que le cambió por unos bates en medio de la temporada de 1953-54. Se dice y no se cree, así de buenos eran los entrenadores de pitcheo del Marianao, cambiaron al mejor lanzador en el último lustro de la pelota profesional cubana y un hombre que brilló en las Grandes Ligas.

Sin refuerzo alguno, Marianao se pintaba de favorito por jugar en terreno propio, el Grand Stadium del Cerro, pero los adversarios no era que vinieran a pasear. Por el siempre peligroso Puerto Rico vinieron esta vez los Indios de Mayagüez, dirigidos por Mickey Owen, que contó con Humberto Martí Ramírez, Bob Speake 1B, Bob Aspromonte 2B, Herb Plews 3B, B. Harrell SS y Félix Torres en el cuadro; Luis “Canena” Márquez, José “Tronquito” García y Gene Smith en los jardines; Pete Wojey, José “Pantalones” Santiago, Duke Maas, William de Jesús, Bob Smith, Florentino Rivera como lanzadores.

Venezuela esta vez fue representada por los Leones de Caracas y no vino dirigido por timonel cubano, el director del conjunto fue Clay Brian. La receptoría estaba a cargo de John Roseboro, Rudi Regalado 1B, Pompeyo Davalillo 2B, Luis “Camaleón” García 3B, Alfonso «Chico» Carrasquel SS, un cuadro de lujo, además de Fernando Basante, Luis Ávila y Albino Bob en la reserva. En los jardines estaban Tom Burgess, Bob Wilson, Luis Urdaneta y Jim Williams, todos de experiencia. Los lanzadores fueron los de siempre, Emilio Cueche, Julián Ladera, Bob Blaylock, Manuel Fernández, John Jancse, Margarito Suárez y Werner “Babe” Birrer. Realmente el conjunto venezolano tenía equipo para dar batalla y aspirar a su primer triunfo en serie del Caribe.

Panamá trajo al Cerveza Balboa como representativo, equipo dirigido por el experimentado receptor-director panameño, Edric Leon Kellman. Su cuadro era defendido por Harold Gordon 1B, Hiram Alonso Brathwaite 2B, Clyde Parris (3B), Héctor López (SS). Los jardineros fueron John Glenn, Clarence Moore, Pedro Osorio y Reginaldo Grenald, Al Pinkston, mientras que entre los lanzadores estaban Winston Brown, George Brunet, el derecho holandés Allen Romberger, Ronnie Sheetz, Carlos Thome, Stanley Arthur y Bob Trice, quien también podía defender los jardines. A pesar que muchos de los apellidos son de origen inglés, no nos confundamos, varios de estos peloteros son panameños, como son los casos de Brathwaite, Parris, Kellman, Reginaldo Grenald, Winston Brown y Stanley Arthur.

Esta serie arrancó el sábado 9 de febrero con juego entre el Mayagüez y el Caracas, con un Grand Stadium del Cerro abarrotado, se calculó cerca de 45 mil aficionados allí reunidos. La primera bola fue lanzada por el comisionado de Grandes Ligas y también miembro del Salón de la Fama, Ford Frick. Ese primer juego fue una pateadura del Caracas sobre los lanzadores boricuas, que concluyó con anotación de 10-3, victoria para Babe Birrer y derrota para Bob Smith. Caracas conectó 14 hits, incluido jonrón del receptor Roseboro, mientras el equipo boricua disparó 7 entre ellos, jonrón de “Canena” Márquez. Caracas anotó 7 de sus carreras en las primeras cuatro entradas. Defensivamente el juego dejó que desear, Caracas cometió 2 errores por 3 de sus rivales. A segunda hora Jim Bunning puso a los panameños a comer de su mano, dispersó bien los siete hits permitidos, entre los que se incluye cuadrangular de John Glenn en la sexta entrada, única complicada para Bunning al permitir otro hit de Charles y regalar base a Pinkston, pero resolvió el asunto sacando los siguientes tres outs y ayuda de fildeo de Baró sobre línea peligrosa de Héctor López. Los tigres anotaron 3 en el cuarto cuando Solly Drake disparó hit, Baró lo imitó y Miñoso siguió la imitación para traer la primera, acto seguido Hal Smith tocó con idea de sacrificarse, pero su toque fue tan perfecto, que llegó safe a primera, bases llenas, Bécquer conectó Texas que trajo a Baró, pero Smith fue cogido en round down para el primer out, Miñoso a tercera y anotó con fly de sacrificio de Bevan. Es bueno señalar que en la tercera entrada el jardinero panameño Pedro Osorio le robó todo un extrabase al camarero cubano Witty Quintana. Marianao agregó la puntilla en el octavo, sobre los envíos del relevista Thome, por base y robo de Drake, con sencillo impulsor de Baró. El abridor del Balboa, el derecho Ronnie Sheetz, fue un digno rival de Bunning.

El Estadio del Cerro

El Estadio del Cerro en la IX Serie del Caribe

Llegó el domingo 10 de febrero, fecha que no podré olvidar, era mi primera asistencia a juegos de Serie del Caribe en estadio. A primera hora, Mayagüez contra Balboa. No olvidaré la figura del gigante John Glenn patrullando el jardín derecho del Balboa, qué brazo tenía ese afro-estadounidense. Los boricuas batearon más y mejor, once imparables, para llevarse su primera victoria, esta vez 7-1 sobre el Balboa, equipo que cometió la barbaridad de 6 errores. El mismo lanzador, ganador del juego, el derecho Pete Wojey, jonronéo por el Mayagüez, a la vez que ponchaba a 12 bateadores y así empataba record para un serpentinero en estas Series del Caribe que ostentaba Humberto Robinson de Panamá, pero que lo había logrado lanzando once entradas y no nueve como Wojey. George Brunet cargó con la derrota. Los Tigres como visitantes se enfrentaron a los Leones de Caracas en el segundo juego, que abrieron los bigleaguers derechos Bob Blaylock y Miguel Fornieles. El partido se fue tempranamente del lado de los Tigres, que tuvieron como mayor inspiración a Solly Drake, quien bateó de 4-4, además de realizar un fildeo de película. En la misma primera entrada Marianao mordió con 2 carreras sobre los envíos de Blaylock, mientras Caracas ripostaba en ese mismo inning por jonrón de Chico Carrasquel, que fue todo lo que le pudieron hacer al lanzador habanero, quien permitió un total de 3 incogibles. Marianao anotó 2 en el tercero y 3 en el séptimo para apuntalar la victoria y su invicto en la justa. El marcador final fue idéntico al del primer juego de esa fecha, 7-1.

Pete Wojey

Pete Wojey

El lunes 11 de febrero fue el día de las sorpresas, Caracas y Balboa se fajaron en un bonito duelo sostenido entre los derechos Emilio Cueche y Winston Brown. Balboa marcó en el primer inning por base a Glenn y batazo difícil de Brathwaite, el que Carrasquel recogió incómodo, pero tiró mal a la inicial, con lo que el gigante logró anotar la quiniela de este juego. No hubo más gracias a doble matanza iniciada por el siempre eficiente Pompeyo Davalillo. En la cuarta entrada, el jardinero Osorio conectó mansa rolata pifiada por Camaleón García, el receptor panameño Marcos Cobos forzó a Osorio y el inicialista Hal Gordon disparó línea fuerte, la que al caer burló al jardinero central Wilson, con lo cual Cobos anotaba la segunda carrera del Balboa, ambas sucias, pero son válidas, así las lleves a la tintorería. Caracas amagó y logró anotar una en el séptimo por infield hit de Wilson, rolata de Williams al cuadro, que movió al corredor a segunda, hit de Regalado al jardín central, Wilson llegó a tercera, desde donde anotó cuando Camaleón cedió el segundo out con otra rolata dentro del cuadro. Caracas perdió 2-1 en buena medida al cometer 3 marfiladas.

Winston Brown

Llegó el postre de la jornada, muy dulce para los boricuas y amargo para los cubanos. José Santiago fue el abridor del Mayagüez, uno que sabía cómo dominar a los conjuntos cubanos. Por el Marianao, Bill Werle fue el abridor, hombre que ese día no traía nada  en sus lanzamientos. Los boricuas le marcaron 2 en el segundo por hit del jardinero izquierdo José “Tronquito” García, triple de Gene Smith y hit del inicialista Speake para concretar el par de carreras, pero pudo haber más, Aspromonte disparó hit y el receptor Martí convirtió su machucón en un incogible, se llenaron las bases y sin la sombra de un solo out. Napoleón no aguantó más y trajo a Vicente López. En honor a la verdad, Napoleón lo sacó por la enorme bulla del público cubano que pedía ducha para el norteamericano. Entonces sucedió un hecho inesperado, el lanzador José “Pantalones” Santiago conectó fly a lo corto del centro-derecho, al que Drake le entró bien para fildear y devolver al cuadro, la bola fue cortada por Julio Bécquer, el que se percató que Speake estaba fuera de base, pasó la bola a Bevan que se apresuró para tocarlo. Increíble, Aspromonte estaba también fuera de base, a metro y medio de la almohadilla de tercera, a Bevan le bastó con tocarlo, y se consumó la triple matanza por la extraña combinación de 8-3-5. En el sexto, Canena disparó triple y Tronquito lo trajo con hit, todo eso frente a los envíos de Vicente López, que fue más tarde sustituido por un bateador emergente, mientras que el zurdo Fred Hahn se hacía cargo del montículo y en el octavo le desprestigiaron el apellido (Hahn en alemán significa gallo). Tronquito nuevamente conectó doble, su tercer hit del juego, y Gene Smith sonó otro batazo que Baró mal fildeó, la bola se le fue entre las piernas, fatal, entraron 2 más y el gallo se fue a las duchas también. Entró Enrique Maroto, al que Canena Márquez le conectó jonrón en la novena entrada. Los del Mayagüez batearon 16 hits, mientras que el Marianao se iba con tres sencillos repartidos entre Valdivielso, Hal Smith y Julio Bécquer. Santiago ponchó a 8 y cedió una sola base por bolas. Marcador 6-0. Como escribiera Eladio Secades: “Para blanquear a los cubanos en su patria hay que tener pantalones”, realmente los tuvo.

Box score del juego Mayagüez vs Marianao (11 febrero de 1957)

Box score Mayagüez vs Marianao

José Tronquito García

José «Tronquito» García

Esa victoria empató al Mayagüez con el Marianao en la cima, nuevamente un abrazo de los equipos de las dos alas de un mismo pájaro. Comenzaba la segunda vuelta, no carente de sorpresas. Otra vez los venezolanos no creyeron en boricuas, Julián Ladera se encargó de dominar al Mayagüez, para lograr victoria final de 7-3. El equipo boricua tuvo una última inspiración en la novena entrada, cuando el marcador iba 7-1 a favor del Caracas. El productivo Tronquito disparó sencillo y el inicialista Speake disparó jonrón para poner el marcador final 7-3. En el juego del cierre entre Marianao y Balboa, a Napoleón se le ocurrió abrir con el legendario Conrado Marrero, un hombre de muchos méritos en su carrera, pero no precisamente en la temporada de 1956-57, su última, por cierto. Es de imaginarse que el Guajiro de Laberinto por su coraje acostumbrado le haya pedido la pelota a Napoleón y que el timonel de los Tigres haya pensado en el milagro de la victoria, pudo haber sido, pero no fue, algo que se supo ya en la cuarta entrada. Balboa volvió a apostar por su lanzador, el derecho Ronnie Sheetz, al que temprano los cubanos le marcaron dos por boleto a Solly Drake, robo de segunda, otro boleto a Baró, Miñoso se ponchó con una curva impecable, pero el receptor Hal Smith despachó sencillo al central que el jardinero Glenn dejó escapar, con lo cual anotaron Drake y Baró. En la cuarta entrada vino la rebelión panameña, Héctor López conectó imparable, Clyde Parris lo imitó, Osorio se sacrificó, jugada muy discutible, ya que no había out y era bateador de fuerza. López entró por hit del receptor Cobos y Marrero se fue a las duchas, su lugar lo ocupó el que debió haber abierto este desafío, Jim Bunning, quien obligó a Gordon a batear para doble play, cuya jugada en la inicial fue muy discutida, y nuevamente tuvo como protagonista al árbitro venezolano Olivo, quien como de costumbre, aguantó toda la perreta del Balboa. No lo creerán, la ofensiva del Marianao estuvo silenciada completamente hasta la octava entrada, un solo hit, pero en el octavo el torpedero Valdivielso inició la entrada con sencillo, toque de sacrificio de Drake, ponche a Baró con passed ball intercalado, Valdivielso a tercera, y Miñoso sonó fuerte rolata por el mismo centro que trajo la tercera de su equipo. Marcador 3-1 a favor del Marianao. Panamá conectó 6 hits, pero solo uno frente a los envíos de Bunning. Sheetz volvió a demostrar clase y de haber tenido ofensiva de apoyo, habría merecido la victoria.

A los Tigres les bastaba con ganarle al Caracas el juego del 13 de febrero, ya que George Brunet del Balboa pintaba de blanco al Mayagüez, al dejarlos en 4 imparables, mientras que los de Panamá fabricaban 5. Era la primera lechada que recibía un representativo de Puerto Rico en Series del Caribe. Así, el juego de conclusión de la jornada revestía importancia para los de Cuba, pero las cosas no siempre son como uno quiere. Caracas marcó una en el segundo y otra en el tercero, ésta por jonrón de Bob Wilson, a costa de los envíos de Miguel Fornieles. El Marianao reaccionó en la parte baja del tercero, el abridor Babe Birrer retiró al octavo y noveno bateadores, pero Valdivielso sonó imparable, Drake le siguió con otro similar, Baró sonó uno por el mismo centro que trajo al torpedero matancero a la goma, y Miñoso no se podía quedar atrás y disparaba el suyo, mientras Drake empataba el partido. Marianao amagó sin éxito, Birrer lograba siempre meter el brazo y poner cordura en la ofensiva de los Tigres. Fue en el séptimo que Balboa volvió a reaccionar, esta vez por base a Carrasquel, hit por la banda izquierda de Basante y otro de Davalillo, el cual Miñoso intentó fildear de cordón de zapato, le llegó en la puntica, pero la pelota se le fue a un lado, Carrasquel anotó, mientras que Basante anotaba por otro sencillo. Dos carreras de ventaja con un Birrer en forma en la séptima entrada. Orlando Leroux bateó de emergente por Fornieles, y el gallo Hahn se hizo cargo del montículo, al que Roseboro y Carrasquel le batearon de hit con dos outs, base intencional al emergente Camaleón por Basante, y Napoleón se llevó al gallo a las duchas a la vez que traía al criollo Vicente López, quien se encargó de ponchar al lanzador Birrer. Parte baja de la novena entrada, como decía Buck Canel, no se vaya que está se pone bueno. Napoleón mandó a Juan “Cachano” Delís de emergente por Hal Bevan. El santiaguero roleteó por tercera, Camaleón le entró bien, pero la pelota se le cayó a la hora de tirar a primera. A esa hora no se pueden cometer errores. Witty Quintana sonó hit entre primera y segunda. Roseboro quiso sorprender a Delís en segunda y metió la bola donde no debía, ambos corredores avanzaron a segunda y tercera, esta última era el empate. Aldo Salvent bateó de emergente por Vicente López y sonó línea sólida al jardín izquierdo que trajo las dos necesarias para el empate. Salvent se corrió hasta segunda con el tiro a la goma. Emilio Cueche sustituyó a Birrer. Valdivielso tocó para sacrificarse, Regalado recogió y pensó en sacar a Salvent en tercera, pero el tiro fue malo, ya que el corredor cubano anotó la decisiva cómodamente y así dejar al Balboa en el terreno y en fase de llanto. Como se dice, la guapearon y la ganaron, esa es la realidad de este juego que coronó al Marianao campeón, segunda victoria consecutiva de un conjunto cubano en Series del Caribe y cuarta en general para los elencos cubanos.

Box score juego Caracas vs Marianao, 13 febrero de 1957

Box score Caracas vs Marianao S Caribe 1957

En la jornada final, Winston Brown nuevamente dominó la ofensiva del Caracas, para que el Balboa se impusiera 4-0. Los panameños batearon 12 incogibles por 3 los perdedores. Lo interesante de este juego fue que los panameños alinearon con peloteros nacionales, no hubo extranjeros y eso tuvo sus motivos. Seis peloteros, a saber, Ronald Sheetz, George Brunet, el holandés Allen Romberger, Alfred Pinkston, John Glenn y Robert Trice habían pedido un pago extra por dieta, lo cual discutieron con los ejecutivos del Balboa, que inicialmente acordaron pagar, pero sucede que 24 horas después, esos mismos peloteros amenazaron al tesorero de la liga panameña con ir a una huelga en plena Serie del Caribe, lo que llegó a oídos del vicepresidente de la Liga, quien sin ninguna contemplación ordenó despedir a todos esos peloteros, no pagarle ninguna dieta extra e incluso retener el dinero que les correspondía por haber jugado en la Serie. Fue por esa razón que Panamá alineó con sus criollos de la siguiente forma: Gordon 1B, Brathwaite 2B, Héctor López SS, Clyde Parris 3B, Osorio RF, Cobos C, Moore CF, Grenald LF, Brown P. Muchos apellidos anglo-sajones, pero todos eran panameños.

En el juego del cierre, Marianao derrotaba al Mayagüez 8-3. Ambos equipos batearon 11 hits cada uno. Marianao podría haber dado descanso a algunos de sus regulares y no lo hizo, pues era de honor ganarle al Mayagüez, como así sucedió. Bécquer jonroneó y Valdivielso disparó triple por los vencedores.

Tabla de posiciones S Caribe 1957

En el orden ofensivo, Marianao contó con el bateo y corrido desbordante de Solly Drake, quien se llevó el título de bateo, hits, anotadas y bases robadas. Su labor fue secundada por Miñoso (.391) y Hal Smith (.273). Se puede decir que, sin ser una ofensiva abundante, la misma casi respondió a la hora buena, excepto en el juego que fueran dominados por Pantalones Santiago. La ofensiva panameña fue casi siempre modesta, donde sobresalieron el inicialista Hal Gordon (.412) y el camarero Archie Brathwaite (.333). Mayaguez, sin llegar a ser lo que otros equipos boricuas han logrado bate en mano, tuvo en el inicialista Bob Speake (.391), José “Tronquito” García (.364) y Canena Márquez (.375) a sus mejores exponentes barquillo en mano. Por los Leones de Caracas, Rudy Regalado (.292), Pompeyo Davalillo (.381) y Chico Carrasquel (.292) fueron los mejores a la ofensiva en su equipo.

Líderes bateo S Caribe 1957

En cuanto a pitcheo, Marianao contó con sus dos ases, Jim Bunning y Miguel Fornieles, para poder hacer de más de la mitad de sus victorias. Sin embargo, a la hora de hablar de este renglón, el aplauso se lo llevan los panameños, cuyos lanzadores disertaron incluso en las derrotas, como fue el caso del derecho Ronnie Sheetz, quien perdió dos juegos contra el Marianao, a los que siempre les lanzó bien. Un poco de ofensiva panameña habría revertido alguna de esas derrotas en victoria. Winston Brown estuvo grande, demostrado por sus dos triunfos y demostraciones en el montículo. Otro tanto a favor de George Brunet, quien ganó uno y perdió otro, pero lanzó para meritorio PCL de 1.75. Los boricuas tuvieron presentaciones impecables de José “Santiago” Pantalones, lanzador de un solo juego en estas cortas series, además del pitcheo de Pete Wojey, encargado de ponchar a 12 bateadores en el juego que ganó.  Por Caracas sacó la cara el laborioso Emilio Cueche, quien no tuvo suerte o respaldo defensivo de sus compañeros. Las labores de Julián Ladera y Birren pueden ser catalogadas de buenas igualmente. Se puede decir que esta ha sido la Serie del Caribe, de las primeras doce, con más dominio del pitcheo.

Líderes pitcheo S Caribe 1957

El Todos Estrellas fue conformado por:

Hal Smith      Marianao               C
Bob Speake      Mayagüez           1B
Pompeyo Davalillo   Caracas     2B
Clyde Parris      Balboa                3B
José Valdivielso    Marianao       SS
Orestes Miñoso     Marianao      LF
Solly Drake           Marianao       CF
Canena Márquez   Mayagüez    RF
Winston Brown     Balboa         Lanzadores
Jim Bunning          Marianao
Napoleón Reyes    Marianao     Director
Solly Drake           Marianao      MVP

Solly Drake

Orestes Miñoso

Fuentes

Anon. 1957 Caribbean Series. Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/bullpen/1957_Caribbean_Series

Anon. 1957. Tres Verdades: el ejemplo de Panamá. Bohemia, 24 febr. pp 72.

Figueredo, Jorge S. Cuban Baseball: A Statistical History, 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson-North Carolina-London. 544 p.

Secades Eladio. 1957. Cuba fue escenario de la Serie del Caribe. Bohemia, 17 febr. pp 76-79.

Diario de la Marina. 1957. Páginas deportivas del 10 al 16 febr.

 

Escrito por Esteban Romero, 14 abril de 2020

Nota: Este será el último artículo sobre las primeras series del Caribe en el blog. Un libro, con los detalles de las 12 primeras series (hasta 1960), está en preparación final. Los detalles serán dados en su momento, los interesados en adquirirlos pueden escribir a estebanbbmv@yahoo.com.

De igual manera hay uno terminado sobre las Series Selectivas, cuya publicación se realizará poco después que termine el actual confinamiento por el coronavirus. Los detalles se darán a conocer posteriormente.

 

 

Una visita a El Escorial, España

El Escorial no solo fue la obra arquitectónica más importante
de la Contrarreforma católica, sino también y, sobre todo
la imagen de la grandeza y severidad de la monarquía de
Felipe II; una monarquía que, como el monasterio,
estaba aislada y encerrada en sí misma.”
Anon.
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Nuestra primera visita familiar a España con carácter turístico fue en las navidades y fin de año 1995. Entre los lugares a visitar planeado estaba el Escorial, del cual había visto varios videos cortos en vuelos de Iberia. Por lo visto en imágenes, el Escorial se me presentaba majestuoso, por lo que una de las prioridades en ese viaje fue su visita.

Muy temprano en la mañana dejamos Aranjuez, donde habíamos pernoctado en la noche del 29 al 30 de diciembre. De ahí fuimos a rumbo, pasando por el lado de Madrid. Nos guiábamos por un libro de mapas, en aquella época no había GPS aún. Paramos en una gasolinera y un empleado de allí nos indicó claramente cómo llegar. Teníamos una idea vaga de que el lugar se ubicaba en la Sierra de Guadarrama. Luego supimos que era una sobre una ladera del Monte Abantos, a tan sólo 50 kilómetros de Madrid.

Jardín de los Frailes, Escorial

Jardín de los Frailes

La visita mejor no pudo ser mejor y no hubo decepción alguna, pero a cualquiera que desee visitar este lugar, les aconsejo dedicar un día completo. Hay mucho que ver y requiere tiempo.  

Un poco de historia, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial surgió a raíz de una promoción hecha por el monarca Felipe II como forma de celebrar la victoria en la batalla de San Quintín, en la que tropas de España se enfrentaron a las de Francia en 1557. En realidad, fue una guerra de dos reyes opuestos, Felipe II por España y Enrique II de Francia. Para esta victoria, Felipe II se valió de las unidades militares españolas en Nápoles y de las existentes en los Países Bajos. La construcción de este monasterio ocurrió entre 1563 y 1584. La primera piedra se colocó el 23 de abril de 1563 y la construcción contó con la guía de Juan Bautista de Toledo, quién al morir en 1567, fue reemplazado por otro Juan Bautista, pero italiano, Giovanni Battista Castello. El lugar era para rendir culto al monarca y a su familia. De hecho, su deseo era que sus restos allí descansaran. Precisamente el 22 de abril de 1567, Felipe II firmó la Carta de Fundación y Dotación del Monasterio. El monasterio fue finalizado el 13 de setiembre de 1584.

La Basílica del Escorial

La Basílica. Foto del autor

Altar de la Basílica

Altar de la Basílica. Foto del autor

En El Escorial hay mucho que ver, como la biblioteca, Palacio de Felipe II o Palacio de Austrias, Palacio de los Borbones (los aposentos de los Infantes en el lado noreste del patio), la Basílica, la Cripta, el Convento, Salas capitulares con muchos cuadros de pintura, la Sala de las Batallas y los Jardines de los Frailes.

Panteón dinastico o Cripta Real 2

Panteón dinastico o Cripta Real, Foto del autor

Ahí uno se informa que todo se hizo a gusto de Felipe II, el que, desde su lecho, podía ver el altar mayor de la basílica del monasterio, construido como residencia y panteón real, además de culto a los santos y sus reliquias.

Panteón de los infantes

Panteón de los infantes. Foto del autor

Sala de pinturas

Sala de pintura. Foto del autor

Las pinturas que se muestran en El Escorial son todas de enorme belleza y valor. Personalmente me llamó la atención las del pintor italiano Luca Giordano y del pintor flamenco Michiel Coxcie entre otras.

Fotos del autor

 

Escrito por Ricardo Labrada, con información consultada en línea, el 13 abril de 2020.

Lennie Pearson, otro pelotero destacado en la Liga Cubana de béisbol

El béisbol es un juego de carrera, credo y color.
La carrera es a la primera base. El credo es las
reglas del juego. El color es cambiante, los
homeclub de blanco y los visitadores de grises.
Joe Garagiola (1926-2016 ex pelotero MLB)

Lennie Pearson

Esta vez toca rememorar a todo un atleta, y que nadie lo dude. Se trata de uno que se destacó como jugador de fútbol americano, baloncesto y béisbol en sus años de estudios pre-universitarios, pero que finalmente se dedicó al béisbol de por vida.

Su nombre es Leonard Curtis Pearson, más conocido como Lennie, nacido el 23 de mayo de 1918 en Akron, Ohio, en el seno de una familia de 10 hermanos, donde él era el benjamín. Su crianza ocurrió en East Orange, Nueva Jersey, y fue allí donde se destacó como deportista a nivel escolar. Medía 185 cm y su peso era el adecuado para jugar cualquier deporte de los más populares en los EE.UU., no en balde, se le llegó a apodar como Hoss (forma vulgar de decir caballo, horse). Era tan bueno en baloncesto, que la ejecutiva afro-estadounidense, Effa Manley, lo quiso dejar jugando en el equipo de Newark de forma permanente, pero el béisbol le atraía más, deporte que comenzó a jugar oficialmente en 1937 en las filas de las Águilas de Newark. No es el único caso de pelotero que le sucede esto, el estelar lanzador Sandy Koufax fue toda una estrella en el baloncesto durante sus años estudiantiles.

Inicialmente Pearon fue jardinero, posición que tuvo que dejar cuando su fuerte brazo derecho se dañó jugando fútbol americano, por lo que no le quedó más remedio que pasar a jugar a la inicial, posición reservada para aquellos que batean realmente. Lástima, el brazo de Pearson era tan potente que acostumbraba a jugar con el miembro del Salón de la Fama, Monte Irvin, alternando como lanzador y receptor en sus años de estudiante. Su paso a la inicial lo llevó a perfeccionar su defensiva en esa posición, como se dice en Cuba, las cogía todas, buenas o malas. Como bateador derecho era una especie de Jorge Soler, las curvas lo dominaban, deficiencia que superó bajo la guía del miembro del Salón de la Fama, George “Mule” Suttles.

Cuando se le propuso integrar el equipo de baloncesto en Newark, ya Pearson llevaba 3 años jugando pelota en la Liga Nacional Negro II. En lugar de jugar ese invierno con las canastas, se fue a la invernal puertorriqueña de béisbol, para integrar el Caguas.

Pearson debutó en equipo semipro, los Triángulos de Orange, en 1937. Poco después lo hizo con las Águilas de Newark de 1937 a 1941, luego 1944 y 1946-48. Su última temporada, no registrada por Seamheads.com fue con los Gigantes Elite de Baltimore en 1949, equipo en el que fungió como director-jugador y en la que bateó .332. En su trayectoria en las Ligas Negro siempre demostró fuerza y oportunidad al bate. En 12 temporadas registradas en esos circuitos bateó para promedio de .293 con 162 extrabases. Tuvo siete temporadas con promedios ofensivos por encima de .290.

Lennie Pearson labor ofensiva LN

Este pelotero fue parte del llamado “Big four” (Los cuatro grandes) de las Águilas que se coronaron campeones en la serie mundial de 1946 al vencer al campeón de la Liga Americana Negro, los invencibles Monarcas de Kansas City. En esa serie Pearson se despachó a gusto al batear para astronómico .393. De 1941 a 1945 fue escogido para jugar en los juegos de Estrellas, con la excepción de 1944, temporada en la que jugó también baloncesto para el equipo Renaissance.

Además de sus facultades de buen bateador y defensor de la inicial, Pearson sabía robar. No era un Papa “Cool” Bell, ni nada parecido, pero sabía coger tiempo y salir al robo en el momento justo.

La ruptura de la barrera racial en el béisbol le tomó cuando ya tenía más de 30 años. Así y todo, logró jugar en Ligas Menores, primero con Cerveceros Milwaukee (1950-51) en la Asociación Americana (AAA), luego con los Jefes de Hartford en 1951 y finalmente en la Liga Provincial (D) con los Reales Drummondville (1953). Ya en estas lides, Pearson distaba mucho del destacado pelotero de las Ligas Negro. Su promedio ofensivo fue de .188.

Vamos a la Liga Cubana, Pearson jugó por primera vez en Cuba con el Habana de Miguel Ángel González en la temporada de 1946-47, equipo en el que se mantuvo durante cuatro temporadas, en las cuales demostró perseverancia y eficiencia al bate. En tres temporadas consecutivas fue líder en veces al bate, 1946-47 (265), 1947-48 (338) y 1948-49 (341), lo que da una idea de que era pelotero de jugar a diario. Tres veces fue líder en carreras impulsadas, 1946-47 (45), 1948-49 (54) y 1949-50 (55), lo que indica la utilidad y oportunidad de su bate. En la temporada de 1949-50 fue también líder en dobles conectados (19). En 1946-47 el Habana quedó en segundo lugar, pero Pearson fue el inicialista del Todos Estrellas. En 1947-48 se coronó campeón, victoria conseguida también gracias al bateo de tres peloteros de Ligas Negro, Henry Kimbro (.346, líder de los bateadores), Hank Thompson (.318 y 51 empujadas), y Pearson (.284 con 13 extrabases y 49 empujadas) e inicialista del Todos Estrellas al igual que los dos primeros mencionados. En 1948-49, nuevamente el Habana segundo después del Almendares, temporada en la que Pearson bateó 19 extrabases. La debacle habanista vino en la temporada de 1949-50, cuando el equipo se apoderó del sótano. Así y todo, Pearson disparó 11 jonrones entre sus 30 extrabases y nuevamente fue escogido para el Todos Estrellas de la justa. Muy sencillo, cuatro temporadas con la tropa de Miguel Ángel, en tres de ellas fue el inicialista estrella.

Pearson regresó a Cuba en la temporada de 1950-51, pero para jugar con el Almendares, equipo que quedó a un juego de diferencia del campeón Habana. Pearson alternó en la inicial con Hank Workman y jugó menos que en las anteriores justas. Su promedio fue un pobre .200.

A su retiro del béisbol, decidió abrir una taberna, para lo cual contó con el apoyo financiero de Effa Manley, la misma que lo quería como baloncestista y no como pelotero.

Su fallecimiento tuvo lugar el 7 de diciembre de 1980 en East Orange, Nueva Jersey, cuando solo tenía 62 años.

Fuentes

Anon. Lennie Pearson. Seamheads.com. https://www.seamheads.com/NegroLgs/player.php?playerID=pears01len

Figueredo, Jorge S. Cuban Baseball: A Statistical History, 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson-North Carolina-London. 544 p.

Riley J.A. 1994. Biographical Encyclopaedia of the Negro Leagues Baseball. Carroll & Graf Publishers, Nueva York, p. 612-613.

 

Escrito por Esteban Romero, 12 abril de 2020

José Ferrer, un buen actor-director caribeño en el cine de todos los tiempos

La verdad es que hice buenas actuaciones
en los 50, luego me fui en caída libre.”
José Ferrer

Charles Bickford izq. con José Ferrer en Vorágine (1949)

José Ferrer yace en cama y Charles Bickford aparece a la izquierda en «Vorágine (1949)». Cortesía doctormacro.com

En el cine de Hollywood, los actores latinos han sido tratados muchas veces como mercancía sexual. Basta mencionar los nombres de los actores mexicanos Gilbert Roland y Ricardo Montalbán para uno darse cuenta. Incluso otros estadounidenses, pero de origen latino, como César Romero y Mel Ferrer, han sido incluidos en esa lista de machos atractivos, muy usados en el cine con fines de atracción, al menos mientras fueron jóvenes.

En este artículo se hablará de un latino, caribeño para ser más específico, pero que distaba mucho de ser el latin lover gustado en Hollywood. Se trata de un actor, también director, que realmente tenía una extraordinaria capacidad histriónica, que logró éxitos en el teatro como en el cine en el pasado.

Su nombre es José Vicente Ferrer de Otero y Cintrón, más conocido como José Ferrer, nacido el 8 de enero de 1912 en Santurce, Puerto Rico, a quien se le puede considerar como el mejor actor-director del área del Caribe que haya pasado por Hollywood, muy recordado por sus interpretaciones en papeles de villano en varios filmes de acción-aventura o incluso en dramas. Ferrer era hijo de padre abogado y se dice que su abuelo paterno fue uno de los que apoyó las luchas independentistas en Puerto Rico. Cuando el niño José tenía 2 años, su familia decidió trasladarse al territorio de los EE.UU., concretamente a Nueva York. Sin embargo, su educación primaria y secundaria tuvo lugar en Rolle, Suiza, por lo que es de suponer que el joven José haya aprendido francés y alemán, además de haber cursado clases de piano. Luego pasó estudios universitarios, arquitectura en este caso, en la Universidad de Princeton, que concluyó en 1933. No está claro por qué escribió una tesis sobre el naturalismo francés y el arte literario de la naturalista española Emilia Pardo Bazán (1851-1921).

En su tiempo en universidad no descuidó su interés por la música, fundó la orquesta José Ferrer & his Pied Pipers (Gaiteros de varios colores), donde lo mismo tocaba el piano, el clarinete y el saxofón, o cantaba, y dirigía su grupo musical.  Su estrecha relación con la música lo acompañaría a través de su carrera, facilitando su entrada al mundo del teatro. Su inclinación por las artes lo llevaron a cursar estudios de literatura y lenguas romances en la Universidad de Columbia.

Su vocación artística incluía la interpretación, en 1934 debutó como actor en un teatro de Long Island. Luego fue reclutado por el director del Suffern Country Playhouse. Su debut en Broadway fue en 1935, en la obra “A slight case of murder” (Un caso ligero de asesinato), el cual se reprodujo 69 veces en teatro. Luego actuó con éxito en las obras “Brother rat” (Hermano rata), “Charley’s aunt” (La tía de Charley), interpretó el papel del villano Yago en “Otelo” y el de Cyrano de Bergerac, que le valió un premio Tony como mejor actor. Toda esta labor teatral se desarrolló durante más de una década, hasta 1948.

En el cine, algo viejo, tenía 35 años, debutó en el drama “Juana de Arco (1948)” de Victor Fleming con Ingrid Bergman, donde interpretó el papel del rey Carlos VII de Francia, el delfín, o sea el villano monarca, al que Juana de Arco sirvió en vida. Su actuación convenció, al extremo de obtener nominación para Oscar como mejor actor de reparto. A continuación, encarnó el papel del cínico y perverso hipnotista David Korvo en el film de cine negro “Vorágine (1949)” de Otto Preminger y protagonizado por Gene Tierney y Richard Conte, pero donde la mejor actuación realmente corrió a cargo de Ferrer. Su perversidad encubierta supo reflejarla magistralmente en su papel. A continuación, actuó en el drama “Crisis (1950)” de Richard Brooks con Cary Grant, donde interpretó el papel de un dictador latinoamericano, de nombre Raoul Farrago.

Protagonizó “Cyrano de Bergerac (1950)” de Michael Gordon, donde una vez más encarnó el papel del famoso poeta y espadachín, cuya actuación le mereció Globo de Oro y el Oscar como mejor actor, primero obtenido por actor latino en Hollywood. A pesar del éxito de Ferrer, la película dejó pérdidas. La estatuilla de mejor actor fue donada a la Universidad de San Juan por el agraciado, la cual fue robada cuando este centro docente estaba en renovación.

El actor-director John Huston le dio el papel principal, el del pintor Henri de Toulouse-Lautrec, futuro Conde, a Ferrer en la película biográfica “Moulin Rouge (1952)”. Ferrer preparó unas almohadillas que le ayudaron a caminar de rodillas en varias escenas. Por esta formidable actuación recibió una nueva nominación de Oscar como mejor actor, que incompresiblemente se le otorgó a Gary Cooper por su casi silenciosa actuación en el oeste “Solo ante el peligro (1952)”.

“Miss Sadie Thompson” o “La bella del Pacífico (1953)” de Curtis Bernhardt y protagonizado por la estelar Rita Hayworth, fue la primera incursión de Ferrer en película musical, algo que le venía muy bien debido a sus dotes como músico.

Otra actuación para recordar tuvo en el drama-film bélico “El motín del Caine (1954)” de Edward Dmytryk con Humphrey Bogart, Fred MacMurray y Van Johnson. Mucha gente habla de las actuaciones de Humphrey Bogart, a veces sin mencionar esta, donde el gran actor se lució con un papel que no dejó dudas de su capacidad histriónica, pero sucede que a Ferrer le tocó interpretar el papel de un abogado defensor militar, lo que hizo con su maestría acostumbrada. Si bien no hubo nominación para Oscar, los premios BAFTA le nominaron como mejor actor extranjero por esta película.

Nuevamente en el mundo musical, interpretó el papel del compositor estadounidense Sigmund Romberg en el drama “Profundamente en mi corazón (1954)” de Stanley Donen con Merle Oberon. Le siguieron principalmente dramas de su propia dirección, como “The shrike (1955)” (El alcaudón) con June Allyson, “The great man (1956)” (El gran hombre) con Dean Jagger, “Yo acuso (1958)” con Anton Walbrook, donde interpreta el papel del Capitán Alfred Dreyfus, y la comedia “The high cost of loving (1958)” (El alto costo de amar) con Joanne Gilbert. Igualmente dirigió en ese período el filme bélico “El infierno de los héroes (1955)” con Trevor Howard.

En la década de los 60, sus actuaciones fueron mucho menos notables que en los 50. Así actuó en papeles de reparto:

  • Del drama “Return to Peyton Place (1961)” (El regreso a Peyton) de su dirección con Jeff Chandler y Eleanor Parker
  • Del drama –film aventura “Lawrence de Arabia (1962)” de David Lean con Peter O’Toole, Alec Guinness, Omar Sharif y Anthony Quinn, cuyo papel Ferrer entendió como su mejor actuación en cine
  • De los dramas “La historia más grande jamás contada (1965)” de George Stevens con Max Von Sydow,
  • “El barco de los locos (1965)” de Stanley Kramer con Vivien Leigh y, Simone Signoret,
  • “Cervantes (1966)” de Vincent Sherman con Gina Lollobrigida y Louis Jourdan,
  • “Españolear (1969)” de Jaime Jesús Balcázar con José Alfayate y Rafael Anglada

También en ese período protagonizó:

  • El drama “El fugitivo del tren de Berlín (1963)” de Rolf Hädrich, película que versa sobre el espionaje entre las dos Alemania entonces existentes.
  • La comedia “Enter laughing (1967)” (Entrar sonriendo) de Carl Reiner con Shelley Winters

En lo sucesivo hasta el final de su carrera, actuó:

  • En papel secundario del drama “Paco (1975)” de Robert Vincent O’Neill con Richard C. Adams y Salvatore Basile
  • Protagonizó el drama “Forever young, forever free (1976)” (Eternamente joven y libre) de Ashley Lazarus con Karen Valentine
  • En papeles de reparto del drama “El viaje de los malditos (1976)” de Stuart Rosenberg con Faye Dunaway y Lee Grant
  • Del film de horror “La centinela (1977)” de Michael Winner con Chris Sarandon y Cristina Raines, filmes en los que Ferrer interpreta el papel de sacerdote
  • Del drama “Fedora (1978)” de Billy Wilder con William Holden y Marthe Keller
  • De las comedias “La comedia sexual de una noche de verano (1982)” dirigida y protagonizada por Woody Allen con Mia Farrow,
  • “Soy o no soy (1983)” de Alan Johnson con Mel Brooks
  • Del film de acción “Dune (1984)” de David Lynch con Francesca Annis y Leonardo Cimino
  • Su última presentación en la gran pantalla, en el film de crimen “Laam Gong Juen ji Faan Fei jo fun wan” (1992) (la leyenda de Nam Kong) del director Lawrence Ah Mon con Charles Heung.

Ferrer actuó en varias obras y series televisivas, entre ellas:

  • Los dramas “Gideon’s trumpet (1980)” (La trompeta de Gedeón) de Robert E. Collins con Henry Fonda,
  • “Blood and orchids (1986)” (Sangre y orquídeas) de Jerry Thorpe con Kris Kristoferson
  • El serial comedia “Newhart (1982)” de Barry Kemp

También continuó a la par su carrera en el teatro. También dirigió otros dramas, como:

  • “La feria del estado (1962)” con Pat Boone y Bobby Darin
  • El film para la TV “A conflict of interest (1982)” (Un conflicto de interés) con Ed Binns y Sidney Eden

Su hijo, Miguel Ferrer es también actor, y José es tío político del actor George Clooney.

Ferrer fue el primer actor en recibir la Medalla Nacional de Artes de los EE.UU. en 1985. En resumen, actuó en 121 películas entre 1948 y 1991, director de siete y guionista de un film.

 Fuentes

Anon. Jose Ferrer. IMDB.com. https://www.imdb.com/name/nm0001207/?ref_=fn_al_nm_1

Lechner Ernesto. 2018. José Ferrer, polifacético. AARP, 12 oct. https://www.aarp.org/espanol/entretenimiento/cine-y-television/info-2018/jose-ferrer-pionero-hispano-hollywood-ernesto-lechner.html

 

Escrito por Esteban Hernández, 10 abril de 2020

Henry Kimbro, otro que brilló en el béisbol de las Ligas Negro y la Liga Cubana

En las Ligas Negro han jugado de los mejores
peloteros de la historia del béisbol.”
Mark Kurlansky (1948, escritor estadounidense)

Henry Kimbro

Otro pelotero de las Ligas Negro que salta a la vista, cuando uno revisa la base personal de datos de béisbol, es el jardinero Henry Kimbro, uno de esos tantos olvidados y reconocido como un pelotero de calidad en los circuitos en que jugó, cuyas incursiones en la Habana, en los campeonatos de la Liga Cubana, igualmente fueron de buen nivel, además de dejar records para guardar.

Henry Allen Kimbro, también conocido como Jimbo, nació el 10 de febrero de 1912 en la parte occidental de la ciudad de Nashville, Tennessee, en el seno de una familia pobre, cuyo cabeza de familia se dedicaba a cuidar un cementerio y a la vez poseía una huerta para producir hortalizas. Su madre realizaba labores de lavandería. Kimbro fue el quinto hijo en esa humilde familia.

Según relata Chris Rainey, Kimbro en su niñez cursó escuela con mucha dificultad. Primero terminó la primaria hasta sexto grado, pero la secundaria distaba de su casa entre 12-15 km. Imagínese caminar eso diariamente, lo que se traduce en más de 25 km diarios, lo cual no incentivó al adolescente a seguir estudios, por lo que comenzó a trabajar en una gasolinera, aprendió algo de mecánica y a conducir coches y autos pesados, lo cual le vino bien, pues muchas veces reparó el bus en que viajaban con su equipo. Este pelotero medía 173 cm y era fornido.

Su inicio en el béisbol fue en un equipo itinerante en el otoño de 1935. Kimbro era visto por todos como un pelotero rápido. Su reclutamiento corrió de la mano de Tom Wilson. En el siguiente año jugó para los Gigantes Elites, equipo que se movió a Columbus, Ohio y en 1937 a la capital de EE.UU. En ese mismo año formó parte del equipo itinerante de las estrellas de Satchel Paige, cuya dirección corría a cargo del experimentado Oscar Charleston. Los Gigantes Elite continuaron con sus mudadas y cayeron en Baltimore, Maryland, en 1938. En todos esos conjuntos, Kimbro era el defensor del jardín central y primer bate, tenía buen tacto para batear y su velocidad era indudable.

Su primer viaje a la Habana, en 1939, fue con los Grises de Homestead dirigido por Cum Posey, en el cual jugaban varias estrellas, hoy día miembros del Salón de Cooperstown. ¿Quiere alguien mejor equipo que este con Josh Gibson como receptor, Buck Leonard en 1B, Sammy Hughes 2B, Willie Wells SS, Sam Bankhead, Vic Harris, Henry Kimbro y Fat Jenkins en los jardines? Eran las llamadas Series Americanas y este conjunto propinó pollona de 6 al seleccionado nacional. Ninguno de los lanzadores cubanos, Martín Dihigo, René Monteagudo, Tomás de la Cruz, Luis Tiant Sr. pudieron dominar y vencer a los Grises. Hacía rato que algo igual no sucedía en estas series.

A Kimbro le gustó la Habana y puede ser que algo más. El caso fue que se quedó e integró el Almendares, dirigido por Adolfo Luque, donde compartiría faenas en los jardines con Alejandro Oms y Rogelio “Mantecao” Linares. Este equipo ganó el campeonato, al aventajar por 2 juegos al Cienfuegos, y 4 al Santa Clara y al Habana. Kimbro no defraudó al batear de 194-57, .294, con 5 dobles y 3 triples, además de llevarse el liderato de bases robadas (18).

A partir de 1941, jugó con los Yankees Negros de Nueva York. Su director entendió que Kimbro estaba listo para responsabilidades mayores y lo situó como tercero en la alineación. Craso error, su promedio se redujo a .242, no cabía dudas, Kimbro era hombre proa. Su carrera en las Ligas Negro era de un continuo movimiento entre Nueva York y Baltimore, pero más con este último. Seamheads.com reporta 12 temporadas de juego en la Liga Nacional Negro, además de haber jugado en seis juegos de Estrellas, cinco con la selección del Este y una con la del Sur. En realidad, jugó desde 1935 hasta 1948 en equipos itinerantes y en Ligas Negro. En las 12 temporadas registradas, bateó para .302 producto de 653 hits en 2162 veces al bate, incluido 108 dobles, 47 triples y 29 jonrones, 68 bases robadas y 283 empujadas.

Es indispensable aclarar que Seamheads.com da sus registros hasta 1948, pero Kimbro continuó jugando con los Gigantes Elite hasta inicios de los 50.

Sin embargo, su vida tuvo mucho que ver con la pelota cubana, adonde fue nuevamente a jugar en la temporada de 1946-47 con el Habana de Miguel Ángel González, donde además de jugar, conoció a una joven, maestra de escuela, de nombre Erbia de la Cándida Del Rosario Mendoza, de la cual Kimbro se enamoró. Es importante aclarar que Kimbro había tenido dos parejas con anterioridad, con la primera tuvo un hijo y con la segunda una hija, pero todo parece indicar que nunca se llegó a casar. Según cuenta Rainey, el asunto aquí se le complicó, ya que las salidas con la novia, con mano pedida oficialmente, era con chaperonas, caso contrario, a romper sillones en casa de la novia. Al final se casaron, pero no fue de inmediato, mientras duró el noviazgo, Kimbro iba a la Habana a jugar o a visitar sencillamente la ciudad.

En la temporada de 1946-47, el bateo de Kimbro dejó mucho que desear, solo .238 y robó 12 bases, aventajado por Héctor Rodríguez del Almendares, con 15. De hecho, la ofensiva en general de esta versión del Habana fue escasa. Almendares se coronó campeón con 2 juegos de ventaja sobre el Habana.

En la siguiente temporada, todo cambió, con un calendario aumentado a 72 juegos, el Habana triunfó por estrecho de margen de un juego sobre el Almendares. Kimbro tuvo mucho que ver con la victoria de su equipo, al conectar 104 hits, record para la Liga Cubana, y promediar ofensivamente .346, líder en ambos departamentos. En esos conjuntos, Kimbro compartía faenas en los jardines con Pedro Formental y Francisco Quicutis principalmente.

La temporada de 1948-49 devolvió al Almendares al sitial de honor, equipo que le sacó 8 juegos de ventaja al Habana. Kimbro bateó para promedio de .278, pero no fue realmente la estrella de la temporada anterior. No obstante, trabajó un total de 72 bases por bolas, demostrando su paciencia en el home, o sea promedió una base por desafío. Nunca se le vio hacerle swing al primer lanzamiento.

Cuando Jackie Robinson rompió la barrera racial, ya Kimbro estaba viejo y no llamó la atención de ningún cazatalento. Que sepa este autor, Kimbro jamás ha estado en papeleta para su exaltación al Salón de la Fama de Cooperstown y sus numeritos son bastante buenos.

Su matrimonio con la cubana tuvo lugar el 5 de setiembre de 1952 en Nashville, del cual nacieron dos niñas y un varón, los que con frecuencia viajaban a Cuba durante la década de los 50.

Kimbro era usualmente invitado a actividades organizadas por la MLB y con participación de peloteros de las desaparecidas LigasNegro. Su salud se deterioró debido a problemas cardiacos y falleció el 11 de julio de 1999 en su natal Nashville, donde descansan sus restos.

Fuentes

Anon. Henry Kimbro. Seamheads.com. https://www.seamheads.com/NegroLgs/player.php?playerID=kimbr01hen

Figueredo Jorge S. 2003. Cuban Baseball: A Statistical History, 1878-1961. Jefferson, North Carolina: McFarland & Company, Inc. 544 p.

Rainey Craig. Henry Kimbro. SABR. https://sabr.org/node/40835.

Riley J.A. 1994. Biographical Encyclopaedia of the Negro Leagues Baseball. Carroll & Graf Publishers, Nueva York, p. 478.

 

Escrito por Esteban Romero, 9 abril de 2020

 

Torneo de béisbol de los I Juegos Panamericanos (1951)

«Todo lo que necesitas en esta vida es confianza y
perseverancia, entonces el triunfo será seguro.»
Mark Twain (1835-1910, orador y
humorista estadounidense

Un poco para vivir de las glorias pasadas del llamado béisbol aficionado, se hará un recordatorio de los varios torneos de béisbol en el marco de estos juegos del pasado. Anteriormente se ha hablado en otros artículos sobre los torneos de béisbol de Sao Paolo 1963 y Winnipeg 1967.

Algunos cronistas deportivos se han quejado, con mucha razón, de la carencia de información y estadisticas del béisbol en estos primeros juegos. Lamentablemente estas competencias coincidieron con la Serie del Caribe de 1951, por lo que en Cuba, al menos, nadie iba a prestar mucha atención a lo que sucediera en Buenos Aires, sede para nada beisbolera. Revisada parte de la prensa de la época, poco es lo que se encuentra y es, por lo tanto, lo que aquí se ofrece. No obstante, perseverando en la búsqueda se ha encontrado nuevos datos e informaciones, con las cuales se enriquece el artículo originalmente publicado en agosto de 2019.

Este torneo se efectuó en los días del 27 de febrero al 6 de marzo de 1951, con la participación de ocho conjuntos, dos de ellos entonces sin tradición en el béisbol, como fueron Brasil y el anfitrión Argentina.

El equipo cubano estuvo integrado por los siguientes peloteros:

Director: Fabio de la Torre.
Receptores: Argelio Brito
Cuadro: Juan Izaguirre, Derubín Jacomé, Mario Díaz, Jorge Silva, Leonardo Seijo, José García y Gerardo Muiño
Jardineros: Ángel Scull, Juan Vistuer, Gilberto Delgado, Aurelio Herrera
Lanzadores: Juan Ravelo, Nelson Campver, Gustavo “Reglanito” Martínez, Osvaldo Orgalles, Luis Fiuza y Celso Oviedo.

Ángel Scull

Usualmente los equipos Cuba amateurs hasta esa fecha eran a base de peloteros de la Unión Atlética Amateur, la que tenía una especie de apartheid con los peloteros negros cubanos, por lo que la presencia de Ángel Scull, oriundo de Manguito (Central Mercedes), Matanzas, nuevamente en el equipo Cuba demostraba la pujanza de los peloteros afrocubanos. Cronológicamente los primeros peloteros afrocubanos en selecciones Cuba fueron el receptor Carlos Colás en 1940, Rafael Villa Cabrera en 1941, Pablo García Álvarez en el VI Mundial en Caracas (1944), y otro matancero, Edmundo Amorós, el mismo Ángel Scull y Martiniano Garay en los VI Juegos Centroamericanos, efectuados en Guatemala (1950).

Este conjunto solo tuvo una piedra en su camino a la victoria y fue la derrota infligida por el conjunto de Venezuela. El conjunto americano, cuya nómina aparece incompleta, fue en realidad el equipo de la Universidad de Wake Forest y no una selección nacional:

Director: Taylor Sanford
Receptor: Alton “Tunney” Brooks
Jardineros: Frank Wehner, Junie Floyd, Ellsworth «Kay» Rogers
Cuadro: Bob Colufti, Jack Stallings, Wiley Warren, Jack Liptak
Lanzadores: Stanley Johnson, Don Woodlief, Max Eller, Dick McCleney

El primer juego de los cubanos en la justa, el 27 de febrero de 1951, fue contra el peligroso México y el eficiente lanzador Nicolás Genestas, serpentinero que había sido líder en PCL y % de ganados en la XI Serie Mundial, la que tuvo lugar en Managua, Nicaragua (1950). Los cubanos arrancaron agresivos en ese juego y anotar dos por medio de hit de Seijo, Jacomé tocó que burló al antesalista mexicano, batazo que ganó categoría de doble, línea de Scull que el torpedero no pudo retener y permitió la anotación de Seijo, acto seguido infield hit de Juanito Izaguirre, con lo cual anotó Jacomé. En la cuarta entrada, añadieron la tercera y última del juego por medio triple de Izaguirre y sencillo de Herrera al jardín derecho. Por su parte, el abridor cubano Juan Ravelo limitaba la ofensiva mexicana a un sencillo y los blanqueaba para anotación final de 3-0. En esa jornada, Colombia derrotó a Nicaragua 5-4. Los Nicas anotaron 3 en la parte alta del noveno, pero se quedaron cortos. La derrota nica fue más que todo debido a una pobre defensa, 6 errores.  Por su parte, Venezuela apabulló a Brasil 22-1, el zurdo Mejías trabajó cómodo y permitió solo 5 sencillos. Por los vencedores, Matos y Valillo conectaron de jonrón. En este juego, Brasil cometió la barbaridad de 18 errores, mientras los venezolanos bateaban 20 incogibles. El equipo de EE.UU. hizo algo similar con el de Argentina, al vencer por marcador abultadísimo de 29-3.

El 28 de febrero no hubo juegos debido a las lluvias. El 1 de marzo se reanudaron los desafíos, cuando Nicaragua esta vez aprovechó la debilidad defensiva de los venezolanos para derrotarlos 8-6. En la misma primera entrada, los nicas aprovecharon 2 errores para anotar las dos primeras del juego. El inicialista de los nicas Stanley Cayaso conectó dos imparables y doble para impulsar 5 carreras. Los nicas batearon 10 hits y cometieron un solo error. Los norteamericanos continuaron con sus prácticas de bateo y vapulearon al débil Brasil 23-4. México acabó con los argentinos, marcador de 19-5. Los mexicanos conectaron 13 hits los que se combinaron con 9 errores por parte del equipo de las Pampas. El Cuba tuvo que sudar la gota gorda para poder vencer a Colombia. Gustavo «Reglanito» Martínez abrió por el equipo cubano y permitió sendas anotaciones de sus rivales en los dos primeros innings, pero en el sexto el receptor Argelio Brito puso las cosas en orden al disparar triples con las bases llenas. En el octavo agregaron 2 más para vencer con anotación de 5-2. Luis Fiuza fue el vencedor del encuentro, quien relevó al Reglanito en la quinta entrada. Llama la atención que Mario Díaz fue el receptor que había abierto por el Cuba y precisamente en la sexta entrada lo había sustituido Brito.

Como se ve, EE.UU. había ganado contra los equipos más débiles, mientras que Cuba jugó con dos de los fuertes, por lo que el abrazo de ambos en el primer lugar era de ventaja para los criollos.

El 2 de marzo, la cita de los cubanos fue con los nicas, encuentro nada fácil, lo que se evidencia por la duración del mismo, 11 entradas. Nelson Campbell fue el abridor por los cubanos, el que permitió sendas anotaciones rivales en el primer y tercer inning, en el séptimo Fiuza lo sustituyó, pero el relevista saltó en el octavo producto de tres carreras, y fue sustituido por Osvaldo Orgalles. Cuba había anotado una en el inning de apertura, pero el abridor Justo los mantuvo en un puño hasta que en la parte baja del octavo los cubanos se desbordaron para anotar 3. El empate vino en la novena entrada sobre los envíos del relevista Poveda sustituido por Flores. Por Cuba lanzaron también Celso Oviedo y el jardinero Delgado. La carrera de la victoria entró en las piernas del Reglanito, quien corrió como emergente por Juanito Izaguirre. Marcador final 6-5. Nicaragua bateó 12 indiscutibles por 11 de los cubanos, ambos equipos cometieron 3 errores cada uno. En esta jornada, Brasil quiso dar sorpresa al anotar 4 carreras en el primer tercio frente a México, pero de un susto temporal no pasó este asunto, ya que los mexicanos se la arreglaron 16 carreras. Nuevamente la defensiva fue de juegos infantiles, México cometió 7 por 8 los perdedores. Venezuela se dio banquete a costa de Argentina, 30 hits para victoria de 31-0, hubo jonrón, triple, dos sencillos y dos bases de Prieto. A pesar del carreraje, se cometieron 5 errores, 3 de los perdedores. Los de EE.UU. se las vieron fea con el conjunto colombiano, desafío que se fue a extrainning (12 entradas) también. EE.UU. anotó dos en la parte alta del duodécimo para vencer 7-5. Stanley Johnson, que cubrió toda la ruta, fue el vencedor de este partido.

Al siguiente día, Venezuela opuso fuerte resistencia al equipo cubano, al que derrotó 4-3 en 14 entradas. Victoria para Blas Rodríguez, quien cubrió todo el desafío por los venezolanos. La decisiva cayó de caballito cuando el relevista Oviedo, había entrado por Ravelo en la octava entrada, concedió base por bolas al torpedero Sánchez con las bases llenas en el décimo cuarto capítulo.  Venezuela había marcado 2 en el primero y 1 en el cuarto, mientras que Cuba marcó 2 en el sexto y empató en el octavo. El juego terminó calientico por inconformidad del equipo cubano con el árbitro principal, el cual abandonó el parque escoltado por la policía. En otros juegos, Brasil 8 Argentina 6, juego que llegó empatado a 2 hasta la undécima entrada, en la cual Argentina marcó 4 pero Brasil ripostó con 6 para llevarse la victoria. Nicaragua 9 EE.UU. 8, juego en que los del Norte marcaron 6 en el noveno, pero se quedaron cortos. Una curiosidad beisbolera, México dejó a Colombia al campo cuando el jardinero izquierdo Luis Sánchez robó el home. El lanzador colombiano se viró a segunda, lo que fue aprovechado por Sánchez en tercera. Los errores se pagan caro, ¿qué significaba el pelotero mexicano en segunda para los colombianos cuando la victoria estaba en tercera? Marcador final 6-5.

Llegó el enfrentamiento entre los dos favoritos, Cuba y EE.UU., con un solo vencedor por la clásica milla, Cuba. El marcador final fue de 8-1. Reglanito Martínez disertó y dominó a sus rivales, mientras que Ángel Scull, jugando el jardín derecho, impulsó 3 con triple y jonrón. El jardinero izquierdo Oviedo igualmente jonroneó. Cuba aseguró el juego al marcar 4 en la séptima entrada. EE.UU. se salvó de la lechada al anotar 1 en el octavo. El abridor y perdedor de EE.UU. fue Max Eller, relevado por Dick McCleney en el octavo. Con esta victoria Cuba aseguraba un empate en el sitial de honor. En otros juegos, Colombia derrotó a Argentina 18-3, los de las Pampas cometieron 12 errores, además de permitir 11 imparables. México derrotó a Venezuela 8-1, Nicaragua a Brasil 10-1 y también en el mismo día a Argentina, 14-2.

La victoria del Cuba fue finalmente gracias a que los EE.UU. derrotaron a los mexicanos 9-3. El equipo de México estaba a medio juego del Cuba, por lo que su derrota le puso la victoria final al Cuba en sus manos. Stanley Johnson ejerció dominio a partir de la cuarta entrada al no permitir más anotaciones al equipo mexicano, mientras EE.UU. fabricaba 9 carreras. México y EE.UU. terminaron empatados en el segundo lugar, cada uno con dos derrotas. Venezuela derrotó 7-2 a Colombia para empatar con Nicaragua en el cuarto lugar. México, EE.UU., Nicaragua y Venezuela acordaron no efectuar juegos de desempate.

El promedio de asistencia a los juegos de béisbol efectuados siempre estuvo alrededor de 4000 aficionados, cifra que se duplicó cuando se enfrentaron cubanos y norteamericanos. La tabla 1 detalla las posiciones finales de los equipos.

Tabla final de posiciones

Juanito Izaguirre de Cuba resultó ser co-líder en hits (13) empatado con Israel Arredondo de Venezuela, éste último fue el líder en dobles de la justa. Cinco jugadores quedaron empatados en el liderato de triples (2), mientras que el matancero Ángel Scull lideraba los jonroneros (3) junto a Frank Wehner de EE.UU., e igualmente encabezaba a los impulsadores (13) y los robos de base (4). Wehner fue el líder en anotadas (13), mientras que el campeón de bateo fue el mexicano Fernando García (.423).

Juan Izaguirre

Juan Izaguirre

En el área de pitcheo, sobresalió el cubano Juan Ravelo (1-0), mientras que el norteamericano Stanley Johnson (3-0, 25 ponches y 30 entradas lanzadas) encabezó el departamento de ganados al no perder encuentro alguno.

Fuentes

Anon. 1951 Pan American Games. Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/bullpen/1951_Pan_American_Games

Anon. 1951. Cuba perdió una gran oportunidad al perder 4-3 en 14 innings frente a Venezuela, Diario de la Marina 4 marzo

Anon. 1951. Con Reglanito Martínez en el box, Cuba venció a Estados Unidos en baseball con score de 8-1 Diario de la Marina, 6 marzo pp 18

Anon. 1951. Conquistó Cuba el primer campeonato de baseball Panamericano. Diario de la Marina, 7 marzo, pp 18

Molina René. 1951. Rápidas Amateurs. Diario de la Marina, 6 marzo, pp 19

Archivos personales del autor.

Escrito por Esteban Romero, 10 agosto de 2019, revisado y complementado el 14 mayo de 2020

VIII Serie del Caribe de béisbol (1956)

Para mantenerse jugando béisbol, uno tiene que aprender todos
los días. Cuando dejas de sacar outs es mejor retirarse.”
Anon.

Equipo CFGOS campeón

Desde la temporada de 1945-46 cuando ganó el Cienfuegos no hubo más campeón de temporada que el Habana o el Almendares, cuyos dominios concluyeron con convincente victoria de los Elefantes del Cienfuegos en la temporada de 1955-56. Fueron nueve campeonatos consecutivos con Leones o Alacranes en la cima. El nuevo campeón sacó cómoda ventaja de 6 juegos sobre el Marianao y el Habana, mientras que el Almendares, esta vez guiado por Conrado Marrero, se apoderó del sótano y quedó a 10 juegos del primer lugar.

La victoria de los verdes se debió en primer lugar a su excelente pitcheo, con un dúo que le aportó 25 victorias, el novato del año, el pinareño Pedro Ramos con 13 triunfos, y el curveador Camilo Pascual con 12, quien por su bajo PCL logrado se llevó con razón el MVP del torneo. El trabajo de ambos se vio secundado por modestas labores de Sandalio Consuegra, René “Látigo” Gutiérrez y el oriundo de la Toscana, Italia, el ex-grandeliga derecho Marino Pieretti. La ofensiva, por su parte, fue bien repartida entre hombres como Curt Roberts (2B), Bob Boyd (1B), Humberto Fernández (SS), Archie “Pocopelo” Wilson (LF), Ultus Álvarez (CF) (líder en jonrones, con 10), además del experimentado receptor Rafael Noble. El equipo lo tenía todo y, al parecer, el mentor Oscar Rodríguez, no estuvo interesado en llevar ningún refuerzo para la VIII Serie del Caribe, que se disputó en Ciudad Panamá del 10 al 15 de febrero de 1956.

Mizell, embajador Gardner y Cam Pascual en 1956

El zurdo Wilmer «Vinagre» Mizell, el embajador Arthur Gardner de EE.UU. y Camilo Pascual en el momento de recibir su premio MVP de la temporada 1955-56.

Además de los peloteros mencionados, el Cienfuegos llevó a Milton Smith defendiendo la antesala, Prentice Browne como jardinero derecho, los también jardineros Pedro Cardenal, Juan Vistuer y Roberto F. Tapanes, los infielders Ossie Álvarez, Tony Campos, ausentes en la lista que da Figueredo en su libro, y Jorge López; los receptores Emilio Cabrera y Sergio García; y los lanzadores Seth Morehead, Lorenzo Oñate y Gene Bearden.

El representativo de Puerto Rico fue esta vez los Criollos de Caguas, dirigidos por Ben Geraghty, que contó con Bill Cash como receptor, Lou Limmer 1B, Daryl Spencer 2B, Víctor Pellot 3B, Félix Mantilla SS, mientras los jardines eran defendidos por Charles Harmon, Ramón Maldonado y Wes Covington. Los lanzadores fueron los conocidos Roberto Vargas, el dominicano Chichi Olivo, el zurdo Tom Lasorda, Bill Phillips y Desiderio de León. En el banco también estaban Eugenio Ramón Guevara, Luis Antonio de León, Rafael Zavala, Ray Murray, Juan Ramón Guzmán y Pedro Alomar.

Le tocó al Chesterfield representar a Panamá en su propio patio, conjunto dirigido por Standford Graham, los receptores Quilliam Queen, Byron y Thomas Hughes. En el cuadro estaban Elías Osorio (1B), Héctor López (2B), Clyde Parris (3B), Pablo Bernard (SS), Frank Austin y Eugenio Houradou, mientras que los jardineros fueron Bill Stewart, Danny Schell, Bobby Prescott, David Roberts, el eterno Joe Tuminelli y Galvin Byron. La lista de los lanzadores vino encabezada por Humberto Robinson, además de George Brunet, Don Elston, Jerry Davis, Russ Grimsley, Alberto Osorio, Wally Burnette y Marcelo Gordon.

El Valencia representó a Venezuela y su director fue el cubano Regino Otero, probablemente de los tres mejores que haya tenido la Liga invernal de Venezuela en su historia, además del auxiliar cubano, el experimentado Reinaldo Cordeiro. El receptor fue Ed Bailey, Tommy Brown /1B), Howard Phillips (2B), Eduardo Monasterio (3B), Jesús Mora (SS), Inocencio Acosta; en los jardines, Ben Downs, y dos hijos del pelotero cubano Pelayo Chacón, Elio y Pelayito, Carlos Castillo, Antonio Martínez y Víctor García. Los lanzadores, Emilio Cueche, Julián Ladera, Francisco Cirimele, Ronald Mrozinski, Dick Farrell y Jim Pearce.

Regino Otero y Reinaldo Cordeiro

Regino Otero y Reinaldo Cordeiro

Esta vez el torneo se pintó de verde tempranamente, aquí el favorito estaba para imponerse, todos los entendidos sabían que era el Cienfuegos, equipo que tenía los tres componentes del juego muy bien ajustados. No hubo leones, ni alacranes, hubo elefantes de colmillo largo y tendido.

El juego inaugural, el viernes 10 de febrero, tuvo al Caguas de Puerto Rico de rival contra el Valencia de Venezuela, donde los boricuas vieron a sus lanzadores recibir castigo a partir de la quinta entrada, para que la tropa de Regino Otero triunfara 6-1. En la séptima entrada de ese juego el receptor Ed Bailey del Valencia le conectó jonrón al zurdo Tom Lasorda, que, por cierto, fue el único que batearon los del equipo venezolano durante toda esta justa. La única de Puerto Rico y su único imparable en el partido fue por jonrón del jardinero Ramón Maldonado en el inicio del segundo inning. Los de Valencia conectaron 9 incogibles. Turk Farrell se llevó la victoria y Paul Stuffel la derrota.  A segunda hora los anfitriones enfrentados a los Elefantes, Camilo Pascual contra Ross Grimley. La ofensiva de los paquidermos fue abusadora realmente. Fabricaron racimo de 6 en el inicio de la cuarta entrada, luego fueron añadieron hasta llegar a 13. El mismo Camilo Pascual conectó 4 sencillos en ese juego, mientras que el antesalista Milton Smith disparaba el único jonrón de este desafío. El Chesterfield se animó algo cuando anotó 2 en la misma cuarta entrada, luego 2 más en el sexto y 1 en el séptimo, pero Camilo estaba lanzando sin mucho esfuerzo a sabiendas del respaldo ofensivo que poseía. Final 13-5, con 16 hits del conjunto cubano, verdadero aviso a sus adversarios.

El sábado 11 de febrero, Cienfuegos se enfrentó al Valencia. Nuevamente la ofensiva verde se vio tempranamente al anotar 6 en el primer tercio de juego frente a los envíos de Emilio Cueche. Grave error de Regino Otero, pensar que la eficiencia de Cueche contra los cubanos se repetiría. El Almendares de la serie anterior no era ofensivamente nada comparada con la del Cienfuegos de 1956. Pedro Ramos abrió por el conjunto cubano y recibió severo castigo en la novena entrada cuando el juego marchaba 9-1 a favor del Cienfuegos. En el final de ese inning, con 2 outs y las bases llenas, Látigo Gutiérrez entró a lanzar para sacar el out 27. Valencia anotó 4 y se quedó corta. El conjunto cubano disparó 13 incogibles, que sumado a los 16 del día anterior hacían un total de 29. A segunda hora, Caguas venció 5-3 al Chesterfield con buena labor de Chichí Olivo en el montículo. Elias Osorio jonroneó por el Chesterfield y el inicialista Limmer por el Caguas.

Tercer día de justa, jornada dominical a base de Cienfuegos contra el Caguas en el primer turno, que fue el primer y único resbalón del conjunto cubano, que permitió al Caguas empatar en la cima. Sandalio “Potrerillo” Consuegra no pudo dominar a los boricuas, los que batearon 11 hits incluido tres cuadrangulares, de Víctor Pellot, Limmer y Maldonado nuevamente. Por los Elefantes ese día trabajaron los lanzadores Morehead, Pieretti y Bearden, única vez que pudieron hacerlo en esta serie. El Cienfuegos se vio dominado por Taylor Phillips y reaccionó algo en las postrimerías, pero no lo suficiente. La anotación final fue de 7-4. Recuerdo a Felo Ramírez y Buck Canel narrando este juego por la radio, me daba la sensación que nuevamente el equipo cubano sería derrotado por Puerto Rico como sucedió en la Serie anterior. Supongo que Oscar Rodríguez haya dicho que un juego lo gana cualquiera, pero no un campeonato. El segundo juego de esa jornada fue un duelo de pitcheo entre Jim Pearce de los Industriales de Valencia contra Don Elston del Chesterfield. El recordado bigleaguer panameño, Héctor López, hombre que llegara a jugar con los Yankees, disparó jonrón para poner su equipo adelante. El Valencia empató en la cuarta entrada, por lo que ambos equipos se fueron hasta la undécima entrada abrazaditos, hasta que el jardinero Bill Stewart sacudió una en zona buena para jonronear y darle la victoria al Chesterfield. Ambos equipos conectaron 7 incogibles per cápita.

La segunda vuelta comenzó el lunes 13 de febrero. Caguas salió a comerse al Valencia y lo logró con pateadura de 10-2. El defensor de la intermedia Daryl Spencer y el jardinero Charles Harmon jonronearon por los boricuas, que lograron disparar 14 imparables por 6 de los perdedores. Llegó el juego del cierre, Chesterfield contra Cienfuegos. No es errado pensar en que los directores de equipos tengan sus corazonadas. Siempre uno recuerda a Casey Stengel al poner a Don Larsen a lanzar en el quinto juego de la Serie Mundial de 1956, todos sabemos lo que hizo ese lanzador ese día; la otra corazonada fue en la misma serie, el director Walt Alston de los Dodgers puso al relevista Clem Labine a lanzar en el sexto juego y logró la victoria con buen dominio sobre la ofensiva de los Yankees. Algo similar aquí ocurrió, el director Oscar Rodríguez designó a su relevista, el guanabacoense René “Látigo” Gutiérrez, para lanzarle al conjunto panameño, mientras que los locales pensaron en la victoria con el eficiente Humberto Robinson, para quien esta vez no hubo piedad. La ofensiva del Cienfuegos respondió con 6 carreras incluido el primer jonrón de Pocopelo y el segundo de Milton Smith, mientras que el Látigo lanzaba espesa lechada de solo 2 hits. Ante las adversidades hay que crecerse y eso fue lo que los Elefantes hicieron.

René "Látigo" Gutiérrez

René «Látigo» Gutiérrez

El martes 14 de febrero, día del amor, no creo que lo haya sido para el Valencia, equipo que se tuvo que enfrentar al Cienfuegos a primera hora, quien envió a Camilo Pascual al montículo y el habanero recetó medicina de 4 hits y lanzó la segunda lechada consecutiva de este equipo. Ofensivamente el Cienfuegos anotó 3 en el tercero y para que no hubiera ninguna sorpresa, otras 4 en el noveno. El inicialista Bob Boyd y el jardinero Ultus  Álvarez se encargaron de conectar de jonrón en la novena entrada. Turk Farrell caminó bien las primeras tres entradas hasta que en el cuarto le marcaron 3 carreras por 5 imparables y un passed ball. En el segundo turno, hubo sorpresa, el Chesterfield apabulló al Caguas 13-5 y ponía a este equipo en desventaja para poderse llevar el cuarto trofeo consecutivo de conjuntos boricuas en Series del Caribe. El dominicano Chichi Olivo recibió fuerte castigo y cargó con la derrota, mientras que la sonrisa fue para Ross Grimsley.

La jornada final del campeonato trajo el esperado encuentro entre Caguas y Cienfuegos. El Caguas necesitaba ganar para empatar y provocar un juego extra, a los verdes les bastaba con una victoria y terminar con el dominio boricua e iniciar el cubano. Pedro Ramos fue el abridor por los Elefantes y el derecho Paul Stuffel por el Caguas. En la misma primera entrada, Humberto Fernández disparó jonrón para marcar la primera del desafío, luego en el cuarto, Cienfuegos anotó 3 más. Ramos mantuvo su dominio, con algunas situaciones comprometidas, en tres ocasiones le llenaron las bases, hasta que en la séptima, Limmer jonroneó y el Caguas repitió con otra más en la octava, pero se quedaron cortos. Caguas conectó 7 incogibles, Cienfuegos 5, pero ligaron mejor. Fue así que los Elefantes se coronaron campeones de la Serie del Caribe de 1956, la tercera que lograba un conjunto de la Liga Cubana.

En el desafío de despedida, Panamá volvió a desplegar una enorme ofensiva, con 16 imparables que se tradujeron en 18 anotaciones, o sea los del Istmo anotaron 31 carreras en los dos últimos juegos, y pensar que el Látigo los había dominado por completo. En ese último encuentro, el Chesterfield conectó cinco jonrones, dos de Osorio, uno de Clyde Parris, otros de Héctor López y de Danny Schell. Es de destacar que en esta serie se batearon 29 jonrones y 12 de ellos correspondieron al Chesterfield.

La tabla final del evento quedó como sigue a continuación.Tabla de posiciones 1956 S Caribe

Ofensivamente el representativo cubano estuvo imponente. El veterano Rafael Noble promedió para .400 y se llevó el título de bateo, departamento casi exclusivo reservado para peloteros en equipos cubanos. La única vez que lo perdieron fue en 1955 a manos de una estrella como Willie Mays. Noble también trabajó 11 bases por bolas y su slugging fue de .654, por lo que mereció el MVP de la justa. El curita Roberts promedió .375, con 6 anotadas y .542 de slugging; Bob Boyd logró promedio de .304 y 10 empujadas; Milton Smith disparó par de jonrones y su slugging fue de .522. Humberto Fernández anotó 10 carreras (líder).

Rafael Noble

Rafael Noble

En el Chesterfield sobresalió el bateo de poder del chitreano Elías Osorio, el que disparó 3 cuadrangulares, mientras que Héctor López despachaba dos. El bateo del conjunto representativo de Puerto Rico estuvo muy distante del alcanzado por su predecesor en 1955. La voz cantante esta vez estuvo a cargo del inicialista Lou Limmer, el que promedió .350, slugging de .850 y 8 empujadas; y el jardinero Ramón Maldonado, .348 con .696 de slugging.  Los Industriales de Valencia estuvieron muy débiles en su bateo en general.

Humberto Fernández

Humberto Fernández

Líderes de bateo S Caribe 1956

En cuanto al pitcheo, Camilo Pascual se llevó los aplausos, 18 entradas lanzadas, 12 ponches y 2 victorias, que incluye una lechada. Pedro Ramos lanzó bien el juego decisivo y se llevó dos victorias al igual que su compañero Pascual, mientras que el Látigo Gutiérrez disertó contra la fuerte ofensiva del Chesterfield para pintarlos de blanco y llevarse el departamento de PCL inmaculado. Por el resto de los equipos, los de mejores desempeños fueron Don Elston del Chesterfield, quien ganó uno y no perdió, mientras que Taylor Phillips del Caguas hizo otro tanto en 19.1 innings de labor.  El pitcheo del Valencia no fue el mejor, basta señalar que el eficiente Emilio Cueche esta vez permitió 17 limpias en 8 entradas lanzadas.

líderes de pitcheo S Caribe 1956

El triunfo clamoroso para los Elefantes, el mejor y el más inspirado de los que haya representado a Cuba en las Series del Caribe, como dijera Eladio Secades, se logró precisamente por la óptima combinación de ofensiva, defensiva y bateo.

Regino Otero y Oscar Rodríguez

Regino Otero felicita a su paisano Oscar Rodríguez después que el Cienfuegos se coronara campeón de la justa

El Todos Estrellas de esta justa se detalla a continuación:

C    Rafael Noble Cienfuegos
1B  Lou Limmer  Caguas
2B Curt Roberts  Cienfuegos
3B Víctor Pellot  Caguas
SS  Humberto Fernández Cienfuegos
LF  Ramón Maldonado Caguas
CF  Bill Stewart  Chesterfield
RF Bobby Prescott Chesterfield
Lanz. Der. Camilo Pascual Cienfuegos
Lanz. Z.    Ross Grimsley  Chesterfield
MVP  Rafael Noble Cienfuegos
Director  Oscar Rodríguez  Cienfuegos

Curt Roberts

Curt Roberts, el curita, con el Cienfuegos

Fuentes

Anon. 1956 Caribbean Series. Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/bullpen/1956_Caribbean_Series

Figueredo, Jorge S. Cuban Baseball: A Statistical History, 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson-North Carolina-London. 544 p.

Secades Eladio. 1956. El gran gesto de la VIII Serie. Bohemia 26 febrero, pp 92.

Torres, Ángel. 1997. La leyenda del béisbol cubano: 1878-1991.  Angel Torres Publishing Company. 308 p.

 

Escrito por Esteban Romero, 7 abril de 2020

“Fences (2016)”, triste realidad

La segregación racial debe verse como lo que es,
un sistema diabólico y una nueva forma de esclavitud
encubierta con algunas sutilezas complejas.”
Martin Luther King

Fences

En este mundo nadie sabe mejor que es la segregación racial, que aquellos que la sufren o la sufrieron. Saber que uno es rechazado por el color de la piel y que se vea sometido a la pobreza o a los peores empleos, es algo que golpea mentalmente a las personas oprimidas hasta el día de su muerte.

Este filme dirigido y protagonizado por Denzel Washington con trama de August Wilson nos muestra un poco de la vida de los pobres negros en una barriada de EE.UU. El título en inglés significa Cercas o Vallas, cualquiera puede pensar que se llama así por una valla de madera en construcción en la casa, donde se desarrolla el filme, pero en realidad se trata de una metáfora muy bien utilizada. En un ambiente de pobreza, como el que viven o vivieron miles de familias afro-estadounidenses, muchos terminan en la cárcel acusados de robos, los que cometen realmente para comer, otros sirven de instrumentos de venta y distribución en el narcotráfico, servicio que realizan por unos centavos, cuya tajada gorda es para la mafia, la que a su vez financia las campañas electorales de varios alcaldes, representantes y senadores. Las oportunidades laborales se limitan al deporte, muy segregado hasta finales de la década de los 40; a la música, algo que les nace y lo realizan muy bien, o a los trabajos más duros y sucios que se puedan tener, como es el de basurero por unos centavos nuevamente.

Esta realidad se muestra en la cinta fehacientemente. Sin embargo, la trama trata de entrar en el pensamiento de los afectados, su comportamiento con los suyos, sus virtudes y sus defectos, en definitiva, un argumento que hace reflexionar que el daño de la segregación no es sólo económico, es también psíquico. No deja de faltar en esos núcleos familiares afro-estadounidenses la violencia de género en mayor o menor grado, la discriminación a la mujer y los vicios de siempre, sobre todo el alcoholismo.

Personalmente no creo que a algunos guste ver una película así, sobre todos aquellos que siempre concluyen que a ellos eso no les tocó ni les toca, pero quienes deseen conocer realidades y adentrarse un poco dentro de ellas, no les defraudará.

Todos conocemos la calidad histriónica de Denzel Washington, demostrada una vez más en esta película. No obstante, no es osado decir que los aplausos los merece Viola Davis con su interpretación de madre y esposa abnegada. El joven actor afro-inglés Jovan Adepo se desenvolvió muy bien en su papel, pero Russell Hornsby estuvo a una altura superior en las escenas en que participó. Otro tanto se puede decir de Mykelti Williamson en el papel de hombre enajenado producto de la pobreza o miseria, a la que siempre se vio sometido.

 

Escrito por Esteban Hernández, 7 abril de 2020, con información consultada en IMDB.com

 

Aclaraciones sobre la economía de EE.UU.

Sitúo la economía como lo primero y lo más importante,
y a la deuda pública como uno de los grandes peligros a temer:”
Thomas Jefferson

El toro de wall street

Muchas personas que viven en los EEUU no saben bien cómo se mueve la economía de ese país, algunos ni siquiera saben que muchos valores de la moneda nacional dependen de una serie de factores externos, ni de que existe una deuda enorme, que realmente resulta impagable. Por lo que aquí se informa brevemente cuál es el estado de esas finanzas hasta finales de abril 2020.

Ante todo, las equivalencias:

  • 1 trillion americano es un 1 billón en español, o sea 1012
  • 1 billion americano es mil millones en español

Usaremos las cifras en español y no las americanas en este texto.

Según la oficina del Tesoro de EE.UU., la deuda de este país en abril 27 de 2020 es de 24.7 billones de dólares, con más precisión $24,712,305,448,595. Por lo que:

  • Cada persona que vive en EEUU tiene una deuda de $75,009
  • Por cada casa son $192,196.
  • Esa deuda viene a ser el 115% de la economía nacional
  • 8 veces el ingreso federal anual
  • 53% más que la deuda combinada de cada casa en EEUU

Parte de esa deuda se ha vendido en bonos de estado a varios países, fue cuando el dólar se convirtió en un papelito sin respaldo en oro. Se inventaron los bonos y hasta hace poco China tenía la mayor cantidad de ellos, pero las cosas como han cambiado, es ahora Japón el que tiene 1.27 billones adquiridos, China tiene 1.09 billones, Reino Unido 403 mil millones, Brasil 285 mil millones, Irlanda 282 mil millones, Luxemburgo 260.8 mil millones (qué economía en un pedacito de tierra) y Suiza con 243.7 mil millones.

Poseer bonos del Tesoro de EEUU ayuda a la economía china a crecer. La demanda por los bonos eleva el valor del dólar. Eso hace que las exportaciones chinas sean más baratas que las americanas, por lo que sus ventas aumentan, de lo cual se benefician también los consumidores en EEUU, al comprar más barato.

Si China exigiera su deuda de una vez, la demanda del dólar caería en picada. Si lo hiciera paulatinamente, el dólar de todas formas descendería en su valor, algo que no le conviene tampoco a China, ya que el valor del yuan japonés crecería con relación al dólar. Para que China haga algo inesperado, dependerá del crecimiento de sus ventas en los países vecinos con una reducción gradual de sus ventas en EEUU, pero los consumidores americanos tendrán que pagar más por sus productos.

Ah, para que no se hagan ideas falsas, China es la primera potencia económica en el mundo, pero por tener mil 300 millones de habitantes y aún no disponer de un estándar de vida elevado, tiene que necesariamente continuar creciendo a ritmos de 8-10% anuales.

Fuentes

Amedeo Kimberly & Anderson Somer G. 2020. US Debt to China, How Much, Reasons Why, and What If China Sells. The balance, Apr. 19. https://www.thebalance.com/u-s-debt-to-china-how-much-does-it-own-3306355

Anon. 2020. Be informed: national debt. Just facts. https://www.justfacts.com/nationaldebt

 

Escrito por Ricardo Labrada, 29 abril 2020

Una visita a la isla de Córcega, Francia

El Sol le hizo tanto el amor al mar que
acabaron engendrando a Córcega.”
Antoine de Saint-Exupéry (1900-44
aviador y escritor francés)

Vista de Corcega

Una Vista de Corcega. Foto del autor

Por casualidad me topé en estos días de confinamiento por el coronavirus con un DVD, donde tenía grabada gran parte de la visita que hiciéramos de turismo a Córcega, isla al norte de la otra isla, la de Cerdeña, en la primavera de 2009.

Mis referencias sobre Córcega eran que allí había nacido Napoleón Bonaparte. En 1969 vi un filme francés, del director José Giovanni, que se titulaba “La ley del sobreviviente (1967)”, donde pude apreciar lo accidentado que era su relieve, montañas por doquier. Al llegar a Italia supe con más detalle que Córcega o Corsica había sido parte de la República de Génova y que pasó a manos de Francia cuando las autoridades de la isla se vieron obligadas a firmar el tratado de Versalles en mayo de 1768. Como ha sucedido con casi todas las islas del Mediterráneo, Córcega fue invadida desde la antigüedad hasta la edad media por etruscos, fenicios, griegos, romanos y otros. Pasaba de una mano a la otra.

Para ir a Córcega desde Italia, lo mejor es tomar un ferry sea del Puerto de Livorno o de Génova, en nuestro caso, Livorno era más factible, ya que en dos horas y media podíamos llegar desde Roma en auto. Luego el trayecto de Livorno a Bastia, Córcega, se demora entre tres y cuatro horas. No resulta aburrido, ya que el ferry pasa bastante cerca de la isla Elba.

Vistas de Bastia. Fotos del autor

Bastia está en la parte nordeste de la isla, distante de otros puntos importantes como Ajaccio en el sudoeste, y Porto Vecchio y Bonifacio en la parte meridional. Las distancias son cortas, pero en un territorio montañoso, con carreteras sencillas y sinuosas, no hay forma que el auto vaya a más de 60 km/hora, por lo regular 45 km/hora es muchas veces lo permitido, si es que no uno quiere perecer en accidente. Córcega tiene una longitud de 185 km de norte a sur y una anchura promedio de 50 km de este a oeste.

El lugar para quedarnos fue en la llamada Île Rouge o Isla Roja, precisamente en un hotel llamado La Pietra que está sobre el islote del mismo nombre. La historia cuenta que el puerto de Île Rouge fue fundado en 1758 y estaba estratégicamente posicionado para cortar el tráfico entre Génova, Calvi y San Fiorenzo. Al lado del hotel había un embarcadero, al cual llegaba diariamente un ferry procedente de Marsella.

Isla de Pietra cerca de la Ile Rouge

Isla de Pietra cerca de la Ile Rouge. Foto del autor

Hotel La Pietra

Hotel La Pietra. Foto del autor

Nuestro objetivo no era quedarnos estacionados en la Île Rouge, era el de visitar la isla hasta donde pudiéramos. Fue cuando descubrimos que para ir al sur de la isla era necesario casi pasar por Bastia nuevamente y de ahí bajar por una carretera sencilla para poder llegar a Ajaccio, capital de Córcega y lugar de nacimiento de Napoleón. La ciudad es pequeña, pero con atractivos, sobre todo su paseo de mar, además de tener mercados a lo largo del Cours de Napoleón, vía principal, y en los callejones perpendiculares. Las cafeterías o bares no faltan y el ambiente es chic verdaderamente. Apenas a siete km de Ajaccio están las Islas Sanguinarias, donde no mataron a nadie, sencillamente se llaman así por el color rojo que las caracteriza. Son pequeños cayitos. También está la torre genovesa de Punta della Parata, que data de 1550 y tiene 12 metros de altura. Las torres genovesas abundan en toda la isla, es como una herencia de su pasado con esta región de la Liguria.

Miriam en Ajaccio

La esposa del autor en el Cours de Napoleón, Ajaccio. Foto del autor

Yo en casa de Napoleón, Ajaccio

El autor en la entrada de la casa donde nació Napoleón Bonaparte en Ajaccio. Foto del autor

Malecón de Ajaccio

El paseo del mar en Ajaccio. Foto del autor

Islas Sanguinarias

Islas Sanguinarias y Torre de la Punta della Parata a la derecha. Foto del autor

El dialecto corso tiene parecido con el italiano, diría que más escrito que hablado. No debemos confundir italiano con el ligur, lengua que se habla en Génova localmente. Por lo que es de suponer que guarde mucho parecido con el ligur. De todas maneras, todo el mundo habla francés y puede que uno se encuentre alguno que hable el italiano, que no fue nuestro caso.

Vista de montaña con cima nevada, Corcega 2

Vista de montaña con cima nevada. Foto del autor

Playa Algajola, Corcega

Playa Algajola. Foto del autor

Otra parte interesante es el extremo sur de la isla, donde aparece la ciudad de Bonifacio, fundada en el siglo IX y lugar de asentamiento de los genoveses desde el 1195. La ciudad aparece sobre un promontorio rocoso, donde se combinan playas, cuevas y un mar con agua cristalina. Al tomar una lancha para hacer un recorrido por los acantilados vecinos,  encontraremos cuevas bellísimas, con estalactitas en los techos sobre nuestras cabezas. En el recorrido también se verá la costa septentrional de la isla de Cerdeña.

Paseo Bonifacio 13

Vista de la parte superior de Bonifacio. Foto del autore

Algo de lo que se puede apreciar en el paseo en lancha desde Bonifacio. Fotos del autor

Paseo Bonifacio 11

Paseando en lancha desde Bonifacio. Foto del autor

Estalagtitas Corcega

Estaláctitas en los acantilados. Foto del autor

Costa de Cerdeña desde Bonifacio, Corcega

Vista de la Costa de Cerdeña desde Bonifacio. Foto del autor

Bonifacio 5

Otra vista de Bonifacio y su torre. Foto del autor

De regreso, de Bonifacio a la Île Rouge, uno puede parar y conocer la ciudad de Porto Vecchio (Puerto Viejo), que posee un embarcadero atractivo. A lo largo de estos recorridos, uno aprecia el verdor de la vegetación y lo nevado de sus montañas más empinadas, una combinación realmente bella de paisajes.

Porto Vecchio 2

Embarcadero en Porto Vecchio. Foto del autor

La Île Rouge es una ciudadela que posee todos los servicios necesarios, además de mercadillos. De ahí se puede ir en tren hasta la ciudad de Calvi.

En cuanto a Bastia, es probablemente la ciudad más moderna de Córcega por el hecho de poseer un gran puerto. Allí domina en espacio la plaza San Nicolás, muy extensa y en la que se encuentra el monumento a Napoleón, que al principio uno piensa que es en honor a algún emperador romano por la forma en que se presenta a este emperador francés. Hay otro monumento en honor a los caídos en las dos guerras mundiales. El puerto principal es para los ferris que llegan a la isla, pero tiene también hay uno muy pintoresco para embarcaciones menores.

Plaza San Nicolás en Bastia

Plaza San Nicolás en Bastia. Foto del autor

Embarcadero de lanchas en puerto de Bastia

Embarcadero de lanchas en puerto de Bastia. Foto del autor

Las playas de Córcega son casi todas de arena e invitan a cualquier turista a darse un baño. Mi esposa no dudó en hacerlo en una playa cerca de la Île Rouge.

Monumento a Napoleón en Bastia

Monumento a Napoleón en Bastia. Foto del autor

Monumento a los caídos en las dos guerras en Bastia

Monumento a los caídos en las dos guerras en Bastia. Foto del autor

Me imaginé que la población corsa no daba mucho la bienvenida a los turistas, por suerte me equivoqué. Todo lo contrario, muy amables en general. Personalmente, creo que Córcega merece más de lo que tiene. Es de suponer que ese carácter salvaje que la isla presenta se quiera preservar. Sin embargo, podría tener mejores autovías y que conectaran mejor a sus regiones. Dar esa vuelta enorme desde la Île Rouge para llegar a Ajaccio y o al sur, no parece muy lógico. Como quiera que sea, sus paisajes invitan a visitarla y no una vez.

 

Escrito por Ricardo Labrada, 5 abril 2020

VII Serie del Caribe de béisbol (1955)

Cuando me pongo el uniforme, me siento
el hombre más orgulloso de la tierra.”
Roberto Clemente

Santurce 1955

La temporada de 1954-55 en la Liga Cubana resultó en un nuevo triunfo del Almendares, guiados nuevamente por Bobby Bragan. Según los expertos de aquella época, fue una temporada pálida, pues los alacranes se despegaron rápidamente y no hubo pelea como tal por el banderín. Eso provocó la apatía de la afición y su ausentismo en las gradas, lo que se tradujo en pérdidas para el torneo. Entre los peloteros destacados del Almendares en esta temporada están Rocky Nelson nuevamente, quien disparó 13 cuadrangulares e impulsó 57 carreras, líder en ambos departamentos; Ángel Scull, líder de bateo (.370) y bases robadas (12), mientras que Joe Hatten co-lideró, junto con Ed Roebuck del Habana, el de juegos ganados (13), y fue segundo solo de su compañero George “Red” Munger en PCL (2.85). Fue una temporada con algunas ausencias por falta de permiso de sus equipos, fueron los casos de Orestes Miñoso, Sandalio Consuegra y Miguel Fornieles por parte de los Medias Blancas de Chicago, y de Camilo Pascual por los Senadores de Washington. Tres peloteros cubanos, futuros bigleaguers, debutaron en esta temporada, Tony Taylor con el Marianao, Román Mejías con el Almendares y Francisco “Panchón” Herrera con el Habana.

Por lo tanto, Almendares iba por segundo año consecutivo a discutir título en Serie del Caribe, la que se disputaría del 10 al 15 de febrero en el Estadio Universitario de Caracas, Venezuela. Este equipo, como todo conjunto de la Liga Cubana, se pintaba como uno de los favoritos. No obstante, hay que decir que sus ases de pitcheo eran dos zurdos, el cienfueguero bigleaguer Lino Donoso y Joe Hatten, a cuya lista hay que agregar a otro zurdo, Roger Bowman. Eso motivó que la mayoría de los equipos se fortalecieran ofensivamente con bateadores derechos. Bobby Bragan, director de los alacranes, confiaba en lo que pudiera hacer el derecho Red Munger, hombre que había estado lesionado y que a su regreso al montículo no mostró nada de efectividad. Bragan había usado poco a Conrado Marrero en esa temporada, pero existía una esperanza en el derecho Raúl “Salivita” Sánchez, pelotero que había jugado previamente con el Marianao. El Almendares, en detalle, venía con Nelson en 1B, Al Federoff 2B, Héctor Rodríguez 3B, Willy Miranda SS, Lee Walls, Ángel Scull y Earl Rapp en los jardines, y el entonces prospecto de los Yankees, Gus Triandos como receptor. Otros dos lanzadores en nómina fueron los derechos Al Lyons y Gonzalo Naranjo, ambos ya prospectos de Grandes Ligas.

El otro favorito era Puerto Rico, representado nuevamente por los Cangrejeros de Santurce, dirigidos por Herman Franks, además de una ofensiva temible, encabezada por los futuros miembros del Salón de Cooperstown, Roberto Clemente y Willie Mays, además de Buzz Clarkson en la antesala, Bob Thurman en los jardines, Don Zimmer en el campo corto, y Harry Chiti como receptor. El cuerpo de lanzadores era encabezado por Bill Greason, Rubén Gómez, San Jones y el dominicano Jorge o George “Garabato” Sackie entre otros.

Venezuela no perdía las esperanzas de llevarse su primer título. Esta vez los Navegantes de Magallanes, equipo con sede en Valencia, era el representativo de este país, guiado por el experimentado director Lázaro Salazar. Este equipo, terminada la temporada, hizo un canje de peloteros, mediante el cual se hacían de los servicios de los lanzadores Emilio Cueche y José “Carrao” Bracho, además del jardinero cubano Pablo García, quien había jugado poco en esa temporada con el Cienfuegos en la liga Cubana. El Almendares protestó el canje, pero no halló oídos, ni aprobación de parte del comisionado de Ligas Menores, George Trautman. El conjunto trajo a Bob “Televilla” Skinner 1B, Camaleón García 3B, Chico Carrasquel SS, Pablo García, Bob Lennon, Dalmiro Finol y George Wilson compartiendo los jardines, mientras que Guigui St Claire fue el receptor. Los lanzadores Cueche, Bracho, ya mencionados, Ramón Monzant, Bill Kennedy y Joe Margoneri.

Panamá, como siempre considerada la Cenicienta del evento, eso a pesar de haberse coronado campeón en la II Serie (1950), nuevamente fue representada por el Carta Vieja bajo el mando de Al Kubski una vez más. Ray Dabek fue el receptor, con un cuadro a base de Fred Maroleski 1B, Milt Graff 2B, Clyde Parris 3B y Bill Hardin SS. En los jardines con Howard Phillips, Johny Kropf y Guildford Dickens, mientras que los lanzadores fueron Humberto Robinson, Billy Harris, Ernie Lawrence, Alberto Osorio, Victor Stryska y Charles Douglas entre otros. Como se ve, los conjuntos panameños se caracterizaban entonces por una fuerte presencia de estadounidenses y muy baja de peloteros nacionales.

El partido inaugural fue entre Santurce y Almendares, el jueves 10 de febrero, pero antes la primera bola fue lanzada por el tristemente célebre dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, mientras que el receptor del Almendares recibía el lanzamiento. En este desafío los Cangrejeros anotaron 4 carreras en la cuarta entrada para derrotar al Almendares 6-2. Nuevamente Rubén Gómez amarró corto a los alacranes, mientras que el galleguito Don Zimmer, el Popeye americano, que jugara en la temporada de 1953-54 para el Marianao y el Cienfuegos, se encargaba de disparar jonrón por el equipo boricua. En este juego los alacranes batearon tres hits. Era la sexta victoria de Gómez en Series del Caribe y la cuarta a costa de equipos cubanos. A segunda hora, el Magallanes aplastaba al Carta Vieja 9-0, con lechada a la cuenta de Carrao Bracho y derrota de Bill Harris.

Rubén Gómez

Rubén Gómez

Al siguiente día, el primer juego fue entre Carta Vieja y Santurce, todo un duelo de los lanzadores Bill Greason por los Cangrejeros y Ernie Lawrence por el Carta Vieja. Ambos conjuntos conectaron 5 hits, Puerto Rico anotó dos carreras para llevarse la victoria (2-1) producto de jonrón de Zimmer en la primera entrada y otro más del mismo lanzador Greason en la quinta. Panamá hizo una en el séptimo. A segunda hora vino el juego esperado por la afición, Magallanes y Almendares, con los lanzadores Joe Hatten y Emilio Cueche en la lomita, donde ambos cubrieron toda la ruta, pero la victoria le tocó a uno y fue al Almendares 1-0. Magallanes bateó 4 incogibles por 2 del Almendares. Este partido se vio interrumpido durante 45 minutos producto de una protesta y la gritería del público, que se produjo en la séptima entrada cuando Camaleón García abrió la entrada con hit, al receptor Gus Triandos se le escapó la bola y Camaleón se quedó a medio camino, por lo que Triandos lo puso out. Luego Dalmiro Finol disparó difícil batazo por tercera, sobre el cual Héctor realizó un maravilloso fildeo en posición incómoda y tirar a primera. El tiro había sacado a Rocky Nelson de su posición, pero logró hacerse de la pelota y tocar con dificultad al corredor antes de llegar a la inicial. El árbitro de primera, el venezolano Roberto Olivo, cantó out, y ahí fue donde la Mula tumbó a Genaro. El público comenzó a gritar, a abuchear la jugada, por si fuera poco, a lanzar objetos al terreno, algunos que de milagro no golpearon a Rocky Nelson y al árbitro Olivo. Lázaro Salazar protestó la jugada, pero Olivo se mantuvo en su decisión, el público continuó con su alboroto hasta que el árbitro principal Rice pidió cordura, pero a oídos sordos, por lo que terminó expulsando al director del Magallanes, el habanero Lázaro Salazar. Cueche permitió el primer hit del Almendares en la séptima entrada, todo ocurrió después de la tangana prolongada, por lo que su brazo estaba algo frío. Le dio base a Rapp y el hit se lo conectó Rocky Nelson, hubo base intencional a Gus Triandos, pero Rapp anotaba por fly de sacrificio, la que a la postre decidiría el partido. Realmente el venezolano mereció la victoria, pero así es la pelota. La expulsión de Salazar no era muy justificada, ya que él trató de aplacar los ánimos, sin dejar de protestar la jugada. Protesta sí, violencia no.  Destaca la tremenda ética profesional del árbitro Roberto Olivo, quien dejó a un lado su nacionalidad y cantó el out debidamente sin importarle más nada al efecto. Como curiosidad, he buscado el nombre completo del árbitro principal de este juego, quien, al parecer, fue John LaClaire Rice, activo desde 1948 hasta 1973. Coincidió que a partir de 1955 comenzó a trabajar en las Grandes Ligas, y en la temporada de 1953-54 había oficiado en la Asociación Americana.

Bronca de Salazar con Rice

La bronca de Lázaro Salazar con el árbitro Rice

El juego que no se debió perder fue frente al Carta Vieja de Panamá, iniciado por “Salivita” Sánchez por el Almendares y Humberto Robinson por los panameños. La tropa del Canal anotó la primera en el inning de apertura, pero los alacranes ligaron hits del mismo Salivita, siempre fue buen bateador, Héctor Rodríguez y Lee Walls, con base intercalada al peligroso Rocky Nelson, para así anotar dos e irse arriba en el marcador en la tercera entrada, pero los panameños, estimulados por un público que pedía la derrota del conjunto cubano, logró empatar en el sexto capítulo. En el octavo hubo rebelión panameña, pero no pasaron, Red Munger relevó a Sánchez y logró dar el cero con las bases llenas después de haber propinado pelotazo al bateador Dickens. Munger fue sustituido por bateador emergente en el noveno, su puesto lo ocupó el zurdo Lino Donoso, quien liquidó el noveno sin problemas, pero en el décimo se apareció Guildford Dickens para desaparecer la pelota, mientras que el receptor Ray Dabek lanzaba y salvaba juego para su equipo. Esta derrota fue de hecho la que sacó al Almendares de la pelea por la justa. En el juego del cierre, Santurce volvió a ganar, esta vez en duelo de once entradas, con faenas en el montículo de Ramón Monzant por el Magallanes y Sad Sam Jones por los Cangrejeros. El zuliano Monzant, en las primeras 8 entradas, permitió siete hits y dos carreras, la primera empujada por Buster Clarkson en las piernas del Galleguito y la segunda por uno de los dos hits que Clemente le conectó.  Abrazaditos estaban a 2 carreras per cápita, las que anotaron a una por cada entrada inicial del juego, entre ellos cuadrangular de Roberto Clemente, cuando en la undécima resucitó un “muerto” de nombre Willie Mays, quien llevaba 14 veces al bate sin conectar de hit en la Serie. Su resurrección se tradujo en jonrón de 2 carreras para dejar al Magallanes al campo.

Willie Mays

Willie Mays

En el segundo juego, entre Santurce y Almendares del 13 de febrero, los boricuas pensaron que la medicina de nombre Rubén Gómez volvería a funcionar con pocos días de descanso para el lanzador en cuestión. No fue así, Rocky Nelson le conectó jonrón y los alacranes lograron fabricar 6 anotaciones en las primeras 6 entradas, Gómez explotó y se fue hasta con una mano lesionada, pero Santurce no se amilanó y en ese mismo sexto capítulo anotaron 3. A partir del octavo comenzó el desfile de lanzadores del Almendares, primero Donoso, después Munger y finalmente Lyons. En la misma novena entrada, Zimmer volvió a jonronear para empatar el desafío a 6 carreras y poquito después vino el gran Willie Mays, quien sonó línea sólida, válida para empujar la decisiva y dejar al Almendares en el terreno. Así que Mays decidió dos juegos consecutivamente sin posibilidad de apelación. La anotación final 7-6, Santurce bateó 13 hits y el Almendares 9. La victoria correspondió al relevista Garabato Sackie. En este juego sucedió un incidente muy desagradable. El lanzador zurdo Roger Bowman de los alacranes había sido relevado en la octava entrada y al llegar al dugout descargó toda su furia con palabrotas, algunas ofensivas, sobre el jardinero Earl Rapp, lo que al final provocó una riña muy gringa entre ambos. Rapp había mal fildeado dos batazos en esa entrada, así y todo, nada justificaba esa actitud agresiva de Bowman.

George Garabato Sackie

George «Garabato» Sackie

El día de los enamorados de 1955 transcurrió sin amor alguno para el Carta Vieja, apabullado por el Santurce (13-4), y para el Almendares, vencido por el Magallanes 6-4. Harry Chiti conectó jonrón por los del Santurce, equipo que bateó 16 imparables para respaldar la labor de Bill Greason y asegurar la tercera corona consecutiva para equipos boricuas y la cuarta en estas Series. Por su parte, los alacranes fueron fumigados nuevamente por Emilio Cueche, mientras que Joe Hatten no tuvo el dominio de su primera presentación y permitió ofensiva ganadora de los Navegantes, El partido concluyó 6-4, Gus Triandos disparó jonrón por el Almendares.

Bill Greason

La última jornada era de puro entretenimiento, aunque los Navegantes deseaban llevarse el segundo lugar y lo lograron cuando en el partido del cierre de la Serie vencieron al Santurce, su única derrota en la Serie, 7-2. Victoria para Joe Margoneri y derrota para Garabato Sackie. En este desafío, Willie Mays conectó su segundo jonrón de la serie. En el juego inicial de esta jornada final, los alacranes vencieron 3-2 al conjunto Carta Vieja. Fue un bonito duelo entre Gonzalo Naranjo por el Almendares y Ernie Lawrence por los de Panamá. Interesante hacer notar la raquítica ofensiva del equipo cubano, una constante en este torneo. Aquí cinco incogibles que incluyó el segundo jonrón de Triandos.

De esta manera, la tabla final quedó como sigue a continuación:

tabla final serie 1955

Las derrotas del equipo cubano fueron ante lanzadores experimentados, dos de ellos bigleaguers como fueron Rubén Gómez con los Gigantes de Nueva York y Humberto Robinson con los Bravos de Milwaukee. En cuanto a Cueche, excelente lanzador-bateador y jardinero, se mantuvo por buen tiempo jugando la Liga Internacional con los Reyes del Azúcar. No obstante, como quiera que se desea justificar, Bobby Bragan se llevó la peor actuación de conjunto de Liga Cubana en Serie del Caribe. Santurce continuó con la dinastía de los conjuntos boricuas, pero esta sería una victoria final durante la llamada primera etapa que se prolongó hasta 1960. En lo adelante, las cosas cambiarían mucho.

En el orden individual hay que resaltar la labor ofensiva del prospecto de los Dodgers, Don Zimmer, desbordado al bate (20-8, .400 y 3 jonrones). Willie Mays bateó lo que quiso después de haber estado en un letargo de 14 vb sin hit, para al final conectar dos jonrones, empujar 9, anotar 6 y archivar un slugging de .855. Roberto Clemente no se quedó atrás (.577), mientras que Clarkson (.313), Harry Chiti (.333) y Bob Thurman (.318) aportaron a la causa ofensiva a la hora buena.

La figura principal de la ofensiva venezolana fue el cubano Pablo García (12-6, .500), además de Jack Lohrke (.348 y slugging de .478), George Wilson (.381, 5 empujadas y 762 slugging) y Televilla Skinner (.280, con 2 jonrones y 4 empujadas. Por el Almendares, Rocky Nelson, a quien esta vez sí se le permitió jugar en la Serie, se llevó el liderato de bateo de la justa (18-8, .471), algo al parecer casi siempre destinado a bateadores de la Liga Cubana.  Gus Triandos aportó en fuerza al bate, con par de jonrones y 7 empujadas. Por el Carta Vieja, fue el jardinero izquierdo Guildford Dickens el encargado de encabezar la ofensiva de su equipo (.364) y encargado de disparar los dos únicos jonrones del conjunto panameño, uno de ellos decisivo.

Líderes de bateo

Líderes bateo serie 1955

Roberto Clemente

En lo referido al pitcheo, sobresalieron Bill Greason, con sus dos victorias para el Santurce, además de la sólida presentación de Rubén Gómez en el partido inaugural de la Serie contra el Almendares. Sad Sam Jones igualmente aportó una victoria y un PCL notable (1.50). Por los Navegantes, José Bracho volvió a ser el consistente de siempre (2-0, PCL 0.53), mientras que Cueche tuvo menor suerte, pero aun así mostró clase (1-1, 2.00), no fue así para Monzant, el cual perdió un desafío. Por el Almendares, Hatten estuvo bien dentro de lo que cabe (1-1, 2.00), Gonzalo Naranjo lanzó muy bien el juego que se le encomendó (3.00 PCL), Munger, Donoso y Bowman estuvieron por debajo de sus posibilidades. Bragan no pareció ser muy confiado con los brazos de los lanzadores cubanos, es posible que eso le haya pasado cuenta.  Salivita no lo hizo mal, aparte de que la vida posteriormente demostró que era un mejor lanzador relevista. Por Panamá, Humberto Robinson, con su misión de ganarle a los conjuntos representativos de Cuba. Esta vez a Victor Skystra no se le vio casi lanzar. Ernie Lawrence perdió dos juegos con marcadores muy apretados. Con equipos mejores ofensivamente, Lawrence podría haberse llevado la victoria.

Líderes en pitcheo

Líderes pitcheo serie 1955

De esta forma, el Todos Estrellas quedó conformado de la siguiente manera:

C– Harry Chiti- Santurce
1B– Rocky Nelson- Almendares
2B– Jack Lohrke- Magallanes
3B– Buster Clarkson- Santurce
SS– Don Zimmer- Santurce
LF– Guildford Dickens- Carta Vieja
CF– Willie Mays- Santurce
RF– George Wilson- Magallanes
L–    Emilio Cueche
Bill Greason
Sad Sam Jones

El mejor director fue Herman Franks del Santurce y el MVP correspondió a Don Zimmer.

don zimmer

Don Zimmer

Fuentes

Anon. 1955 Caribbean Series. Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/bullpen/1955_Caribbean_Series

Figueredo, Jorge S. 2003. Cuban Baseball: A Statistical History, 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson, North Carolina-London. 544 p.

Secades Eladio. 1955. Firmamento de los deportes. Bohemia, 13 febr., pp. 85-88.

Secades Eladio. 1955. Firmamento de los deportes. Bohemia, 20 febr. pp. 83-88

Torres, Ángel. 1997. La leyenda del béisbol cubano: 1878-1991.  Angel Torres Publishing Company. 308 p.

Ulacio Alex. 2014. El “Escuadrón del Pánico” de 1955, cuando Willie Mays vino a Venezuela. Desde el Bull Pen, 7 febr. http://desdeelbullpen.blogspot.com/2014/02/el-escuadron-del-panico-de-1955-cuando.html

 

Escrito por Esteban Romero, 2 abril de 2020

“Dos vidas (2012)”, realidad del pasado y el presente

Lo más importante en el mundo es la familia y el amor.”
John Wooden (1910-2010 entrenador deportivo)

Dos vidas afiche

El tiempo pasa y las historias sobre las operaciones de la llamada Stasi de la Alemania Oriental han quedado al descubierto y sobre esa base han surgido algunos filmes con tramas veraces, entre ellos “La vida de los otros (2006)”, que ha recorrido buena parte de los cines de este planeta, y ahora el film que nos ocupa, “Dos vidas (2012) (Zwei Leben, en alemán), de producción noruego-germana, bajo la dirección de Georg Maas y Judith Kaufmann, con el protagonismo de la experimentada actriz escandinava Liv Ullmann y la alemana Julianne Köhler en el papel principal.

Para los que no conocen que es la Stasi, se les informa que es una forma abreviada de llamar al Ministerium für Staatssicherheit (Ministerio para la Seguridad del Estado) de la desaparecida República Democrática Alemana, DDR o RDA o también llamada Alemania Oriental. La Stasi fue un órgano que llegó a contar con más de 91 mil espìas, además de más de 180 mil informantes civiles (Inoffizielle Mitarbeiter o IM). Toda una red que lograba infiltrar sus agentes en distintas partes del mundo. De hecho, fue creada e inspirada por el KGB de la URSS. La Stasi llegó a acumular una enorme información sobre sus ciudadanos y otros de varias partes del mundo.

Tan pronto el Muro de Berlín cayó en 1989, la Stasi fue disuelta, pero la información acumulada quedó intacta y se corría el riesgo de su destrucción. El pueblo alemán, a sabiendas de esta situación, se lanzó a tomar la sede de los archivos y evitar la desaparición de esos archivos, lo cual tuvo lugar el 15 de enero de 1990. Con esa acción, muchos agentes oficiales e informales quedaron al descubierto, por lo que era menester de muchos de ellos poner su vida en otro lado y esconder su propia identidad, algo que no era nuevo, pues los agentes de las SS hicieron algo similar al término de la II Guerra Mundial.

El presente film es una muestra de los enredos de la Stasi, en este caso en Noruega. Algo de la trama es predecible, como es la suplantación de personalidades desaparecidas con otras, aunque lo importante es conocer como se pudo fraguar todo eso. Luego el juego de sentimientos. Los seres humanos no son robots, sean agentes o no, sienten y padecen, y es ahí donde al final la persona que desea ser sincera, al menos una vez en su vida, decide abrirse y declarar todo lo realizado. Al mismo tiempo, la reacción agria de los seres queridos, engañados en este caso, es algo natural. El valor de la película radica ahí mismo, mostrar los sentimientos, como estos pueden echar abajo cualquier ideología o práctica nociva. Los jefes o instructores de los agentes diseñan a sus discípulos a su manera, pero al final los sentimientos logran sobreponerse a todas esas enseñanzas de fidelidad a una causa de dudoso valor humano.

El filme lo mantiene a uno en vilo todo el tiempo, el enredo no se descubre hasta el mismo final cuando todas las cartas realmente quedan abiertas sobre la mesa. Es posible que algunas partes no queden claras, sobre todo cuando la agente encubierta viaja a Alemania. También surge la duda si la Stasi tuvo fuerza, aún después de disuelta, para tratar de mantener algunos de sus secretos. Los agentes decían que ya ellos no existían, cierto, pero ¿de dónde salían los fondos para su movimiento fuera de Alemania y disuelta la Stasi?

Fuentes

Anon. Dos Vidas (2012). IMDB.com. https://www.imdb.com/title/tt1783422/reference

Román Silvia. 2007. ¿Qué fue la Stasi? ElMundo.es, 14 febr. https://www.elmundo.es/metropoli/2007/02/16/cine/1171580404.html

 

Escrito por Esteban Hernández, 31 marzo de 2020