“Promesa al amanecer (2017)” un retrato de una madre obsesionada

El padre (o la madre) debe ser el amigo (o amiga),
el confidente, no el tirano de sus hijos.”
Vincenzo Gioberti (1801-1852, filósofo y estadista italiano)

Por Esteban Hernández

Muchos padres cometen el error de querer obligar a sus hijos a ser algo, para lo cual no sienten vocación. Admitamos que lo hacen con buenas intenciones y sin saber el daño que pueden causar en la personalidad de ese infante en crecimiento.

El fenómeno suele agudizarse cuando es hija o hijo único, más aún cuando se es huérfano de uno de sus progenitores, ya que el padre o madre que queda conserva una idea fija sobre lo que debe ser ese hijo, a quien al final afecta y enferma. Se origina una relación psicopática, donde el menor recibe el inoculo de ideas, muchas veces disparatadas, del progenitor o la progenitora. Los éxitos del hijo son bien recibidos y hasta exagerados en su entorno, todo el mundo tiene que enterarse que el infante es “un genio, llegará a ser un alto funcionario del estado y hasta presidente de la república”, una pura obcecación.

El filme de referencia (La promesse de l’aube) trata sobre la vida del escritor francés Romain Gary, su niñez en Vilna, actual capital de Lituania, entonces gobernado por Polonia, junto a una madre, cuyos esfuerzos se volcaron sobre el niño y luego adolescente Romain a fin de que progresara continuamente en su superación. Era una mujer muy esforzada, la que a veces se inventaba sus historias para hacer parecer lo que nunca fue o para engañar a otros, sobre todo aquellos pudientes en la sociedad. A eso hay que sumar el secreto guardado de su naturaleza judía, aunque no practicantes, era todo un pecado en el ambiente en que se desenvolvían, por lo que sin remedios ella y el niño iban a la iglesia católica así no creyeran en nada.

Con el curso del tiempo, Romain absorbió todas las exigencias de su madre y trató por todos los medios de no decepcionarla, así también tuviera que mentirle ocasionalmente. Llegó alto por su entrega en la II Guerra Mundial, donde asimiló muchas enseñanzas, las que le sirvieron para convertirse en un famoso escritor, pero la psicopatía adquirida producto de la crianza tuvo su impacto en su personalidad.

La película de producción franco-belga fue dirigida por Eric Barbier y contó con el protagonismo de Charlotte Gainsbourg como la madre de Romain, mientras que el personaje principal fue interpretado por tres actores, el niño Pawel Puchalski, el adolescente Némo Schiffman y en lo sucesivo, Pierre Niney. El filme es muy original en sus relatos, el que aborda historia, guerra y el amor ciego de madre e hijo.  

4 noviembre de 2022

Sperlonga, la perla del Lazio con vistas al Mar Tirreno

Las olas llegan del mar hasta mí, luego me hablan por sí mismas.
Fabrizio Caramagna (1969, poeta italiano)

Muchas veces habíamos ido a disfrutar a la playa de Gaeta, ubicada dentro de la región de Lazio en Italia y siempre le pasábamos de largo a otro lugar llamado Sperlonga, la que contemplábamos solo al parar en un mirador. Como era verano, siempre estaba repleta de turistas y por muy bella que fuera no invitaba a bajar para visitarla, por lo que lo sabio era ir allá en época otoñal y disfrutar de los paisajes de este pequeño pueblo caminando con serenidad.

La distancia de Roma a Sperlonga es de 150 km, trayecto que se puede realizar tomando la autovía Pontina hasta la indicación de desvío hacia Sabaudia-Terracina, carretera ancha, pero secundaria.  Es por esa razón que llegar al destino final se toma un par de horas tranquilamente. Lo mejor es que por esas rutas uno puede disfrutar de las elevaciones en torno a la Ciociara con sus verdes montañas. El mar no se ve hasta que uno llega a Sperlonga.  

El borgo o pueblo tiene un poco más de 3 mil habitantes. Era por estos lares que Tiberio emperador tenía una cueva toda adornada y lista para sus orgías, además de los aposentos que poseía en la no lejana isla de Capri. El monarca es reconocido como uno de los más perversos en la historia de la humanidad, capaz de practicar la pederastia con varios niños a la vez. Tiberio tenía una cueva llamada Sperlunca y se supone que el nombre del pueblo venga de ahí.

La playa se caracteriza por su longitud y su arena blanca, la que invita al baño. A lo largo de la misma uno encuentra restaurantes, cafeterías y bares, aunque en la época que la visitamos recientemente, muchos de estos locales estaban cerrados.  En una punta cercana al embarcadero de pescadores, hay una torre no muy alta, llamada Truglia, de la cual se puede ver una elevación. Pensé que era alguna de las islas de la zona, pero un italiano, igualmente en visita como nosotros, me aclaró que era tierra firme, un promontorio. Supongo que sea el Promontorio Villa di Tiberio y Costa Torre Capovento.   

Sperlonga fue lugar habitual de saqueo por los sarracenos y piratas. Su economía dependía netamente de la pesca, pero que en las últimas décadas ha derivado al turismo, el que deja ganancias sustanciales en la época estival.  Nos regocijamos con los paisajes allí vistos y también con el almuerzo muy italiano que saboreamos. Italia tiene muchos lugares para ver, pero si se le ocurre a Ud. visitar algún balneario cercano a Roma, creo que Sperlonga sería una buena opción.  

Ricardo Labrada, 22 noviembre 2022 

“15:17 Tren a París (2018)”, un hecho llevado a la pantalla con el protagonismo de sus héroes reales

El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la
vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad.”
Juan Pablo II

Por Esteban Hernández

Este filme, dirigido y producido por Clint Eastwood, relata la vida de tres jóvenes, cuya niñez fue, por decirlo de alguna manera, algo indisciplinada e incomprendida en el ambiente escolar. La rebeldía de ellos era tal que, a menudo se veían en la oficina del director, el que les hacía una especie de amonestación y, en otras, llamaba a sus madres para informarle de la mala conducta.

Cuando no hay pedagogía, la incomprensión prevalece, cuya responsabilidad recae sobre el cuadro docente y también los padres. No se trataba de niños malsanos, al contrario, eran de buenos sentimientos y sufrían de todas esas cosas que abundan en las sociedades modernas, como la separación de los padres.

Un aspecto negativo que llama la atención en la peli es el juego con armas de los niños blancos, los que poseían todo un arsenal de guerra, juguetes, pero ¡qué juguetes!  Cuando uno ve eso no le resulta difícil imaginar que surja gentecapaz de matar por matar en una sociedad, donde las armas están al alcance de todos. Basta con tener dinero y comprarlas. Los niños jugaban con armas y, por suerte, su inclinación fue, ya crecidos, la de integrarse en las fuerzas armadas, en este caso Alek y Spencer, los niños blancos. Anthony, el afro del trío, no pareció interesarle el asunto militar. Así y todo, se mantuvo una amistad muy sólida a lo largo de sus vidas, lo que los vuelve a unir en momento vacacional de ellos tres. Esos personajes son los reales de la historia que cuenta el filme.

Una gira por Europa es algo muy saludable para aquellos que desean conocer mundo y cultura. Por lo que en el filme se ven vistas de Roma, Venecia, Berlín y Ámsterdam. En esa gira no podía faltar París, por lo que lo más lógico y económico es tomar el tren que cubre la ruta desde Ámsterdam hasta París, el llamado Thalys, y es ahí donde los sorprende, a partir del tramo Bruselas a París, ya en territorio francés, un asaltante marroquí, el que venía con armas y deseos de exterminar gente del mundo occidental, todo un fanático. No diré más para que los interesados en ver la peli no sufran de spoilers.

La realidad es que la solidaridad humana siempre surge de forma espontánea y es la que hace que las personas se crezcan ante tamaña dificultad. Salvar vidas humanas debe ser el objetivo principal, el que se cumple cuando hay conciencia sobre el problema. No es que los seres humanos pretendamos hacer el papel de héroes, es el de hacer lo que el humanismo nos exige. Ese es el valor del filme, salvar 534 vidas a bordo de ese tren, lo cual es un acto lleno de bello de generosidad, máxime cuando las personas involucradas están poniendo sus vidas en grave peligro.

El actor Ray Corasani, quien no dice ni media palabra en la película, interpretó bien el papel del terrorista Ayoub El Khazzani. Su mirada de odio encajaba perfectamente en el perfil de un hombre capaz de exterminar a todo aquel que se le atravesase en su camino. Excelente la interpretación del ex-presidente de Francia, François Hollande, por el actor Patrick Braoudé. Realmente uno lo ve y piensa que era el mismo Hollande en persona. El guion del filme fue preparado por los tres protagonistas reales de conjunto con Jeffrey E. Stern, con montaje de Dorothy Blyskal.

El filme tiene partes light, sobre todo aquellas que transcurren en los lugares turísticos europeos, pero también muestra realidades de la vida de las familias en EE. UU. como de la realidad del terrorismo en el mundo actual.

Fuentes consultadas- https://www.imdb.com/title/tt6802308/reference  y Wikipedia en línea.

27 octubre de 2022

Una visita al País Vasco francés: Biarritz y Bayona

“Quien ha estado en el País euskaro, desea volver a él, es una tierra bendita”.
Víctor Hugo

Por Ricardo Labrada

Estar en San Sebastián es como una tentación para también visitar Biarritz, una ciudad balnearia en territorio francés, muy famosa por sus paisajes y atracciones. Para los surfistas, Biarritz es un gancho. Basta llegar a la playa principal, la grand plage, para uno ver surfistas disfrutando de la mar. Dicen que el deporte del surf precisamente surgió en Biarritz en 1957.

Cerca de esa playa hay restaurantes, bares-cafeterías, donde uno puede merendar, almorzar o cenar según el interés de cada cual. Vale la pena aclarar que son 6 km de playas, las llamadas la del viejo puerto, la playa grande y la playa Miramar, algo alejada de la ciudad. Hay otras playas más, pero para quien viene por un rato, no puede visitarlas todas.

Llegar a Biarritz desde Donostia lleva unos 50 minutos. Creo que es más el tiempo que uno pierde en cola para cruzar la frontera, que el que lleva ir de un lado al otro. En época estival es un problema conseguir aparcar en Biarritz. Allí no queda otra alternativa que ir a los grandes garajes de los hoteles. Logramos aparcar en un garaje de hotel aledaño a la iglesia Santa Eugenia, donde una plaza nos conduce al paseo marítimo. La emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleon III, al ver Biarritz se enamoró del lugar, y lo convirtió de puerto ballenero en balneario.  

De frente a la grand plage, encontramos el Casino, muy famoso, aunque no creo que supere la fama del existente en Montecarlo. A lo largo del Paseo Marítimo uno puede ver a lo lejos la Roca de la Virgen (Rocher de la Vierge), al cual se llega a través de un puente de madera; el Faro de 74 m de altura. En fin, hay muchas qué ver, pero luego de la playa, decidimos caminar por las calles de la ciudad. Nos faltaron cosas qué ver, como es el Hotel Du Palais.

No lejos de Biarritz está una ciudad algo más pequeña, Bayona, capital de la provincia de Labort en Aquitania, donde hay un atractivo taurino en julio y otro en setiembre. Precisamente llegamos a la ciudad cuando todo el mundo estaba volcado en el montaje de tarimas y otros lugares para poder desarrollar corridas de toros con y sin caballo, algo que a el que suscribe no le interesa realmente.

Bayona es el aumentativo en gascón de la palabra Baia, que significa gran extensión de agua. En esta ciudad está la confluencia de los ríos Adour y el Nive, hay una bella catedral, la llamada Santa María erigida en 1258, patrimonio de la humanidad desde 1998, y que al momento de nuestra visita estaba en mantenimiento. Habíamos aparcado muy cerca del antiguo cuartel de la Nive, ahora Universidad de Bayona. Luego recorrimos a lo largo de uno de los ríos para llegar a la Gran Bayona, zona muy comercial de la ciudad. La plaza Pasteur nos lució muy chula.

En fin, el País Vasco, sea en España o Francia, es algo atractivo y de elegancia. Víctor Hugo no se equivocaba al hablar de esta tierra. 

1 noviembre de 2022

“Los Dioses rotos (2008)”, versión moderna de la historia de un famoso proxeneta

Un hombre de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.”
Ernest Hemingway

Por Esteban Hernández

Hace algunos años atrás había visto esta película cubana, “Los Dioses rotos”, la que nos lleva a ver algo de la vida de Alberto Yarini. Al estar leyendo el libro “Personas decentes” del escritor cubano Leonardo Padura, donde nuevamente se aborda la figura de este personaje, pero de forma distinta, probablemente más cabal con la historia real de Alberto Manuel Yarini y Ponce de León, volví a ver la peli de referencia, la que pueden encontrar fácilmente en youtube.com.

Se puede decir que el filme muestra a un joven Yarini, moderno, vestido con jeans y camisetas de color de entero, apuesto, aseado y carente de necesidades económicas, muy distinto en su aspecto al chulo que se hizo famoso al principio de siglo en el barrio de San Isidro, el que conozco bastante bien por haber crecido allí.

El Yarini del pasado era de vestir de cuello y corbata, siempre elegante, de hablar pausado, educado también en EE. UU., con dominio del español e inglés, también apuesto. Un dandi a la vista de las señoras de la sociedad y, probablemente por hobby, muy dado a acostarse con la prostituta de su gusto. Era bondadoso con los pobres, los que le adoraban.

El Yarini “moderno”, el de la peli, era igual de bondadoso, muy querido en el barrio. Se presenta encajado en una época imaginaria, nada qué ver con la Cuba post 1959, así aparezca un panataxi en la peli. Ninguna mención de revolución o algo por el estilo. Es como si el director/guionista del filme, Ernesto Daramas Serrano, ubicara a Yarini en una época moderna, pero en un ambiente sosegado, y repleto de miserias y necesidades.

La población del barrio de San Isidro representada no tenía nada de bienestar, pobreza, la que siempre allí existió, sobre todo de la calle Paula hasta el muelle. No se ven los burdeles, bayuses así llamado por los cubanos, ni tampoco a las prostitutas. Las mujeres son temperamentales y seducidas por Yarini, el que, al no haber burdel en la peli, se presenta como un gigolo alegre con las mujeres y seductor por excelencia, causante de envidia de otros tan pudientes como él.

La peli rueda por varios ángulos de la Habana Vieja, los que se repiten una y otra vez. San Isidro, además de barrio, es el nombre de un callejón que concluye en la calle Compostela, justamente de frente al archivo nacional. Los solares habaneros, con su típica promiscuidad, son mostrados, así como algunas casas con cierto nivel de comodidad. Así mismo, se pueden ver escenas de una especie de bembé, aunque no son muy reales, ya que su música ahí no es el típico guaguancó.

En la trama no hubo amor con la prostituta la petit Bertha, ni se vio a un mafioso Louis Letot, pero sí un rival igualmente apuesto, Rosendo, el que aparece, muy atraído por la mulata Sandra, la que fuera el amor de Yarini desde su supuesta infancia.

Esa rivalidad crece a lo largo del filme, aunque Sandra prefiere y desea a su hombre predilecto, obviamente Yarini. Las escenas eróticas entre ambos son lo más parecido a la realidad. Igual sucede entre Yarini y la profesora investigadora de la vida y muerte del gigolo, cuya tesis es excesivamente surrealista. Todas vacilaban a Yarini, todas lo deseaban, muy parecido a lo que uno ve en la comedia-drama protagonizada por Burt Reynolds “Mis problemas con las mujeres (1983)” remake de la película “L’homme qui aimait les femmes (1977)” del director François Truffaut.

La actuación de Carlos Ever Fonseca como Yarini fue aceptable. No obstante, a criterio del que suscribe, Rosendo interpretado por Héctor Noas estuvo impresionante en el papel de esos individuos merecedores de lo que deseen por la opulencia que poseen. Silvia Águila encarnó a la profesora-investigadora, cuyo papel estuvo oscilante, por momentos brillante, en otros algo menos. Annia Bu Mare fue la Sandra de la peli, muy desbordante en las escenas de sexo con Yarini. El carácter elevadamente temperamental de una cubana ella lo supo evidenciar con su actuación. Igualmente, se le puede dar un 9 en una escala del 1 al 10 por la actuación de Amarilys Núñez Barrios en el papel de Rosa, la negociante, que igualmente cayó bajo las piernas de Yarini. Pequeños y buenos papeles tuvieron los veteranos Isabel Santos, Mario Limonta y Patricio Wood.

Fuentes

Borroto López Cecilia. 2021. Alberto Yarini el Rey de San Isidro. Fotos de la Habana, 5 febrero. https://www.fotosdlahabana.com/alberto-yarini-el-rey-de-san-isidro/

IMDB.com. https://www.imdb.com/title/tt1373122/reference/

25 octubre de 2022

Recuerdos de la labor del director de equipos de béisbol, José Miguel Pineda

Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición.”
Napoleón Bonaparte

J.M. Pineda en 1961

Por Esteban Romero

Hace unas semanas leía una entrevista muy amena con un pelotero estelar habanero, en la cual se mencionaron varios nombres de peloteros y directores de equipos. Como siempre, trato de verificar sí lo dicho era exacto, la memoria a veces falla. Pues, fue bastante exacta, solo que Tomás Creo, lanzador avileño jamás integró equipos Cuba a eventos oficiales. Es posible que el entrevistado lo haya confundido con el cienfueguero Octavio Gálvez.

El otro nombre que se movió en la entrevista fue el de José Miguel Pineda Álvarez, a quien va dedicado este artículo, donde se reflejará lo visto por el que suscribe en la carrera del excelente manager de béisbol.

Pineda nació el 10 de setiembre de 1941. Supongo que se haya criado en el actual Municipio de Arroyo Naranjo, suposición basada en el hecho que la familia Pineda tenía una parcela grande, ubicada en la esquina de avenida Porvenir y calle San Leonardo, Reparto Apolo, llamada la finca de los Pineda de siempre. Una amistad de la localidad me informó que los dueños eran padre y hermanos Pineda, entre ellos José Miguel. Allí aquella parcela enorme se convirtió en huerto urbano y realmente ignoro en qué situación ahora está.  

La primera referencia beisbolera encontrada de Pineda es de 1959 cuando jugaba con el Bancario de la Liga Nacional Amateur. Lanzador zurdo, el que dos años después integró el equipo Cuba al campeonato mundial de Costa Rica (1961), donde resultó líder en PCL (.50) y obtuvo dos victorias. Al terminar esa justa con triunfo para el equipo cubano, cuatro peloteros firmaron como profesional, entre ellos Pineda, quien regresó a Cuba y nunca llegó a jugar como profesional. Las razones no las conozco, supongo que pudo haber sentimientos de no abandonar a la familia o de que su brazo no haya respondido como él esperaba. El caso fue que se incorporó a trabajar como entrenador e hizo su debut en series nacionales, en la VII serie (1967-68) al frente de los Industriales, en cuya selección tuvo peloteros como sus ex–compañeros de equipo en el Cuba de 1961, como Urbano y Mario González, Jorge Trigoura, Ricardo Lazo y Alfredo Street. En esa temporada los azules quedaron en la segunda posición a 5 juegos de diferencia del campeón Habana dirigido por Juan “Coco” Gómez.

Un año después volvieron los azules a quedar en segundo lugar compartido con el Habana y a un juego de diferencia del campeón Azucareros. Precisamente fueron los Industriales responsables de que el Habana no haya podido ganar, ya que en juego decisivo el entonces novato, oriundo de Güira de Melena, Oscar Martínez Cabrera, se encargaba de ganarle al Habana, lo que resultaba en una carambola, Industriales aseguraba el empate en segundo lugar y Azucareros de Servio Tulio Borges se llevaba el triunfo.

Si analizamos, esas dos incursiones de los Industriales fueron satisfactorias, pero en la Habana pasa lo mismo que en Nueva York con los Yankees. Si no hay victoria de campeonato, eso no es un buen resultado al final, por lo que decidieron cambiar de manager en el equipo de los azules y reforzarlo debidamente. Industriales debía venir, de entonces y en lo adelante, más fuerte que el campeón de provincia. El nuevo agraciado fue Eugenio Wilson con un señor trabuco ofensivo, defensivo y con pitcheo. El tiro le salió por la culata, los azules cayeron al cuarto lugar superado por el campeón Henequeneros, Mineros y Azucareros en segunda y tercera posición, respectivamente. Los Industriales quedaron a 6.5 del primero, mientras que el campeón Habana quedó en quinto lugar con 15 de diferencia. La movida le salió malísima a la comisión provincial, por lo que algo había qué hacer, lo primero traer a Pineda nuevamente y reforzar aún más a Industriales, amen.

El equipo al campo era del gusto de Pineda, sobre todo por la presencia de Leonardo Fariñas, a todas luces de lo mejor alrededor de segunda, sea como camarero o torpedero, en Cuba. Fariñas era un excelente defensor en cualquiera de las dos posiciones, su ofensiva radicaba mucho en su tacto al bate y velocidad, capaz de llegar a primera con una rolata al cuadro, luego volver loco a lanzadores y receptores con sus robos. El otro del gusto de Pineda era Julián Villar, al que situó como antesalista y tercer bate en un equipo donde jugaban Agustín Marquetti, Armando Capiró, Eulogio Osorio y Raúl Reyes entre otros. En la inicial alternó con Marquetti y Héctor Despaigne, pero el hombre de Alquizar jugó más en los inicios como jardinero derecho, mientras que Osorio patrullaba el izquierdo. Lanzadores de alto nivel tuvo ese equipo, como Santiago Mederos, Antonio “Boricua” Jiménez, Ramón Villabrille, Rigoberto “Bulto” Sánchez, Julio Rojo, Maximiliano Reyes, Andrés Liaño y Oscar Martínez. Su lado flaco fue la receptoría ofensivamente. Ese conjunto era tan fuerte que el recordado Bobby Salamanca lo dio como su favorito para triunfar en esa serie, pero una cosa es en los papeles y otra en el terreno. No se equivocaba Salamanca, aquellos azules comenzaron devorando a cuanto adversario se enfrentaban. Pineda en situaciones de inminentes rallies, sustituía al receptor del día, sea Gerardo Egües o Jesús Juffré, por un emergente de fuerza. Fariñas hizo de las suyas y fue tanto su juego, que Pineda lo pasó al campo corto y a Rodolfo Puente a la segunda. De buenas a primera y a la hora buena, los Industriales comenzaron a resbalar. Al acecho estaban Azucareros, Granjeros y el Habana dirigido por Pedro Chávez. Algo no estaba funcionando como al inicio, y Fariñas y Héctor Despaigne desaparecidos en la última semana, la decisiva. No era lo mismo Ubaldo Álvarez o Roberto Cruz que Fariñas al campo, aunque Ubaldo luego se reveló como un gran infielder. Al final Azucareros se llevó el banderín, con 1,5 de ventaja sobre el Habana y 2,5 sobre Granjeros e Industriales. La era Pineda en la capital terminó aquí en esa X Serie Nacional. Al final se informó que Fariñas y Despaigne habían sido suspendidos de por vida al haber hecho apuestas con los juegos de su equipo. De Fariñas muchos no se acuerdan, una lástima, era una ardilla en el terreno, muy eficiente como pelotero. Supongo que a Pineda no le debe haber gustado nada ese final.  

Hay un detalle, como Pineda había firmado como profesional, a él no se le permitía salir al terreno de juego. Era una regla estricta establecida por la Federación Internacional para todos los que hayan firmado o jugado como profesionales. Eso nos privó de ver a Pineda salir al montículo para hablar con su lanzador de turno. Tampoco podíamos verlo protestando con algún árbitro. En fin, no conocíamos el carácter de José Miguel en esos momentos.

El regreso de este timonel tuvo lugar en tierras camagüeyanas, cuando dirigió a Granjeros por tres temporadas entre 1972-75. En la de 1972-73 su equipo ocupó el octavo lugar. Su mejoría fue sustancial al ocupar Granjeros el cuarto lugar en la XIII Serie Nacional, lugar que repitió en la XIV Serie y con una pequeña diferencia de 2 juegos con el campeón Agricultores.

Por ese buen desempeño, Pineda fue el primer manager del equipo Camagüey a la I Serie Selectiva (1975), justa en la que terminó a un juego del campeón Orientales. El conjunto camagüeyano trajo un staff de lanzadores impresionante: Omar Carrero, Juan Pérez Pérez, Oscar Romero, Lázaro Santana, Gaspar Legón y José Sánchez, además de una mezcla de jóvenes y peloteros experimentados, entre ellos Felipe Sarduy, Sandalio Hernández, Eusebio Cruz, los hermanos Cuesta, Pedro Cruz entre otros. Pineda supo armonizar el juego de todos ellos y quedaron a muy poco para hacerse de la victoria. Fue lo último que hizo Pineda en la tierra de los tinajones.

Pineda se integró al béisbol pinareño en la Serie Nacional en 1976-77. Los Vegueros, dirigidos por Ismael “Gallego” Salgado habían mejorado a partir de la X Serie Nacional (1970-71), al ocupar el séptimo lugar. A partir de 1971-72 los dirigió Francisco Martínez Osaba, temporada en la que Vegueros repitió en séptimo lugar, luego fue noveno en las dos series siguientes (1972-73 y 1973-74), subió a un segundo lugar en 1974-75 y a un tercero en 1975-76. Pineda condujo a Vegueros nuevamente al segundo lugar en la XVI Serie Nacional (1976-77) y quedaron a 1,5 de diferencia del campeón Citricultores.  

En los Vegueros de Pineda jugaban regular hombres jóvenes como Juan Castro en la receptoría, Alfonso Urquiola en la segunda, Luis Giraldo Casanova, Giraldo Iglesias, Tomás Valido y Bienvenido Castanedo en los jardines, mientras que los lanzadores eran Julio Romero, Jesús Guerra, Rogelio García, Adalberto Herrera y Félix Pino entre otros.

En la Serie XVII, la segunda de Pineda como manager de los Vegueros, el equipo se llevó su primer banderín aventajando a Industriales por 1,5 juego. El zurdo Maximiliano Gutiérrez estuvo inmenso, Rogelio García ponchó a 120 bateadores, Adalberto Herrera no perdió juego alguno y al grupo de jardineros se integró el eficiente Fernando Hernández. Ya se sabía que con Vegueros había que contar desde antes, pero ahora era realidad. Pineda dirigió al Pinar del Río de la IV Serie Selectiva, donde este equipo terminó abrazadito en el lugar de honor con Las Villas. No pudo ser por culpa de un jonronazo de película de Pedro José Rodríguez frente a un envío de Rogelio García, pero la escena quedaba preparada para la siguiente selectiva, en la que Pinar del Río logró vencer y aventajar a los Orientales por 6,5 juegos.

En la Series XIX (1979-80), Vegueros quedó en tercer lugar compartido con Forestales, a 2 juegos del campeón Santiago de Cuba mientras que en la XX Serie (1980-81) se llevó nuevamente el banderín con 3 juegos de ventaja sobre Villa Clara y Citricultores. En la selectiva de 1981 Pinar del Río quedó en cuarto lugar, algo decepcionante si tomamos en cuenta su performance en las dos últimas series. Ese fue el final de Pineda en Pinar, su puesto fue ocupado por su pupilo Jorge Fuentes, el que siempre ha afirmado que mucho de lo que sabe, se lo debe a Pineda.

Hubo una pausa hasta que Pineda fue designado director del equipo Ciego de Ávila, al que dirigió de 1981 a 1984, o sea tres series. Las dos primeras fueron mejor para olvidar, mientras que la de 1983-84 Ciego quedó en penúltimo lugar. Se puede considerar que su trabajo no logró los éxitos que, seguramente Pineda esperaba. En ese período jamás fue invitado a dirigir el equipo de los Camagüeyanos en Series Selectivas. Consideraron meior darle las riendas del equipo, primero a Miguel Cuevas y luego al entonces joven Miguel Borroto.

Pineda regresó a sus lares y se hizo cargo del equipo Habana en la serie de 1984-85, en el que jugaban los peloteros de la nueva provincia Habana, ya que la capital era también provincia y tenía dos equipos aparte. En esa XXIV Serie, el Habana quedó en tercer lugar compartido con Citricultores, a 11 juegos del campeón Vegueros y por debajo de Camagüey, y logró aventajar a equipos como Santiago de Cuba e Industriales. En la XI Selectiva tuvo que dirigir al Habana, esta vez integrado por los peloteros de la capital, los de la Isla y los de Habana interior, tareíta nada fácil cuando hay peloteros de distintos lugares. Para su suerte, él conocía ya a los de su equipo y también parte de los capitalinos. Hubo batalla y quedó en un segundo lugar a 1 juego del campeón de Las Villas.

Para la siguiente selectiva en 1986 se creó una nueva estructura con ocho equipos. Los capitalinos tendrían equipo aparte, los orientales vendrían en dos conjuntos, Mineros y Serranos, mientras que los de Habana y la Isla formaban el llamado Agropecuarios. Los equipos de Pineda no lograron título alguno, pero sí dieron batalla en casi todas las series. En su equipo estaban figuras como el receptor Pedro Luis Rodríguez, el inicialista Juan Carlos Millán, los infielders Oscar Macías, Juan Carlos Calvo, Manuel Morales, luego Alexander Ramos, y los jardineros Romelio Martínez, Gerardo Miranda, Luis Cuesta. Dentro de los lanzadores estuvieron Rafael Collazo, José Ibar, José Manuel Pedroso, Carlos Yanes y Ariel Prieto entre otros. El equipo Agropecuarios no ganó campeonato, pero se convirtió en uno de los más temidos ofensivamente bajo el mandato de Pineda. Tener una alineación con Pedro Luis, Romelio, Millán, Luis Ignacio González, Gerardo Miranda, uno detrás de otro, era poner en dificultad al mejor de los lanzadores en Series Selectivas.

Pineda se mantuvo al frente de estos equipos hasta 1992, luego dirigió el conjunto Habana en las series XIX y XX, en la que logró un segundo lugar en la XIX, a 1 juego del conjunto Orientales. En la XX el Habana cayó al tercer lugar, a 8 juegos del campeón Occidentales. Esta fue la última vez que dirigió en Series Nacionales y Selectivas. Sus totales fueron G-P 796-522 (.604) en Series Nacionales, y de 463-457 (.503) en Selectivas.

Ya en la década de los 80 Pineda se dejaba ver en el terreno, la regla de ausencia de los managers y auxiliares profesionales al campo había sido suprimida por la Federación Internacional. Eso dio pie a que los aficionados se metieran con Pineda alguna que otra vez cuando iba rumbo al montículo. Eso lo pude ver en juegos en la Habana y Ciego de Ávila. Decían que era un adicto para beber, algo que no puedo corroborar, pero bastaba ese rumor para que le gritaran frases despectivas al respecto, siempre en tono de broma. Pineda miraba con no buena cara a parte de esa afición, cualquier otro habría hecho lo mismo. No obstante, a pesar de la burla. la afición siempre estuvo de acuerdo en que Pineda era uno de los mejores managers en Series Nacionales y Selectivas.

Es obvio que dirigiera a selecciones de Cuba a eventos internacionales. Su primera incursión fue a la Copa Intercontinental en Bélgica (1983), donde el Cuba se alzó con el triunfo con 6 ganados y 1 perdido (.857). Ese conjunto iba muy completo, pero poco después tenía que asistir a los Juegos Panamericanos en Caracas, y el panorama de la selección se puso feo, ya que dos pilares ofensivos como Luis Giraldo Casanova y Pedro José Rodríguez no pudieron hacer el equipo por razones de salud.  Así y todo, se armó una selección competitiva, Ramón Otamendi ocupó el puesto de Pedro José en la tercera, Fernando Hernández jugó en lugar de su coterráneo L.G. Casanova. Pedro Medina y Amado Zamora fungieron como designados según el pitcher, los lanzadores de puntería fueron Braudilio Vinent, Julio Romero y Rogelio García. Al final el Cuba ganó invicto y dejó atrás al equipo estadounidense. Como anécdota, poco gustó el hecho que Pineda fumara durante una entrevista en el mismo terreno en espera de la ceremonia de premiación en Caracas. Realmente no es el único que lo hacía o lo hace, una práctica reñida totalmente con el deporte, pero delante de las cámaras de la TV no debió presentarse así.

Su otra incursión como manager en evento internacional fue en la copa intercontinental en Edmonton (1985). La selección cubana fue tempranamente a Estados Unidos para su dual meet con su similar norteamericano, y luego a esa ciudad de Canadá para entrenar bajo la guía del mismo Pineda. Un pelotero de sus simpatías fue siempre Pedro Luis Rodríguez, quien no estaba en la pre-selección. Unos días antes se supo que Víctor Mesa se había lesionado y no podría hacer el equipo, ya se manejaba que el matancero Lázaro Contreras sería el sustituto, como así fue. Pineda mandó de vuelta a Pedro Medina, decisión que no gustó nada a la afición. Le faltaba un cátcher, ya se sabía quién era el sustituto, no contó que Pedro Luis fuera sancionado en aquellos momentos. La prensa habló de indisciplina y nada más. Sin más remedio, Kindelán fue llamado como segundo receptor del equipo. Faltaba un lanzador y se escogió a José Luis Alemán, otra decisión que no fue muy popular. Recordemos que antes del evento Albertico Martínez y Pedro José Rodríguez habían sido sancionados por tenencia de divisa extranjera. Igual que el título de la polémica película de Sergio Leone, “Por un puñado de dólares”.

Dicho lo anterior, en esa Intercontinental en Edmonton el equipo Cuba estrenó a Omar Linares en la tercera base, Contreras en el central, y aunque el pitcheo era a base de verdaderos estelares, no todos estuvieron a la debida altura, sobre todo contra equipos asiáticos. El Cuba terminó la primera fase con registro de 6 victorias y 1 derrota, y pasó a la semifinal acompañado de Japón, Taipei y Corea del Sur. El primer juego fue contra Taipei, un equipo dificilísimo para los cubanos. En ese conjunto estaba una verdadera llovizna de bateador, Ch. Tai Chuang, líder en la justa en hits (17), anotadas (12) y promedio ofensivo (.517). Los chinos se la pusieron dura al Cuba y se fueron delante en el marcador. La ofensiva fue aplacada a partir de la entrada del santiaguero Luis Tissert, pero en cuanto flaqueó, lo relevó otro santiaguero, José Luis Alemán, el pitcher que no querían en el conjunto, no así Pineda. Alemán limitó de lleno la ofensiva sudcoreana y dejó todo listo para que hombres como Juan Castro y Lourdes Gurriel produjeran batazos claves para el empate y la carrera de la victoria. El resultado de 8-7 más elocuente no puede ser, pero quedaba el juego del siguiente día contra Corea del Sur, equipo que había vencido a Japón 4-3. No se asombren, Alemán le pidió la pelota a Pineda para lanzar, en el juego anterior había trabajado en las dos últimas entradas. Pineda confió en él. Los coreanos comenzaron agresivos y marcaron 2, pero el grifo se cerró por buen rato, lo suficiente para que Cuba fabricara 4 carreras y se llevara el triunfo. El equipo cubano bajo las riendas de Pineda siempre jugó buena pelota y hubo buena sintonía entre los jugadores del equipo y su mentor. No había nada perdido, así Taipei o Corea del Sur hubieran arrancado en punta, es como decía Berra, esto no se acaba hasta que no acaba. Hasta al out 27 no había nada decidido contra la tropa de Pineda.

Considero que Pineda está entre los mejores cinco managers en Series Nacionales y Selectivas. Siempre ayudó con su experiencia a los jóvenes valores, sobre todo en el pitcheo, e igualmente desarrolló a otros más en áreas del cuadro y los jardines. Su mentalidad era la de ganar y no siempre lo logró. En la X Serie Nacional no se alzó con el triunfo por razones impredecibles. Se fue de la Habana, pasó por Camagüey y triunfó en Pinar, luego ayudó en parte al desarrollo de la pelota en Ciego de Ávila. Su regreso a la provincia Habana, excluida la capital, fue exitoso. Habana y Agropecuarios se convirtieron en rivales de cuidado en Serie Nacional y Selectiva, respectivamente.

Después de 1994 hubo rumores de esto y aquello otro, que sí estaba loco, que si bebía. Eran bolas, las que uno no tenía forma de corroborar. Falleció el 27 de abril de 2008 a la temprana edad de 57 años. Mis respetos para Pineda y mis mejores recuerdos de lo que aportó en vida a la pelota cubana.

18 octubre de 2022   

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