“Pete fue un niño muy tenaz, el que pronto
aprendió a hacerlo todo con su brazo izquierdo,
incluido el deporte del béisbol.”
Anon.
La afición beisbolera siempre se maravilló con la habilidad y pitcheo de Jim Abbott, hombre que fue parte importante de las selecciones amateurs de EE.UU. en 1997 y 1998, para luego lanzar durante 10 temporadas en la MLB. Abbott lo hacía todo con su mano zurda, aunque podía servirse de lo que le quedaba en la derecha para sostener su guante llegado el caso.
Sin embargo, muchos ignoran que antes de Abbott hubo otro pelotero que lo hacía igual, con la diferencia que carecía totalmente de mano derecha. Gray no era lanzador, de siempre jugó los jardines. Había nacido el 6 de marzo de 1915 en un sitio rural llamado Nanticoke, el cual se encuentra a unos 20 km de Scranton, Estado de Pensilvania. Sus padres eran lituanos, oriundos de Vilnius, de apellido Wyshner (el nombre original del pelotero era Peter J. Wyshner Jr.), los que como mano barata entonces se dedicaron a trabajar en las minas de carbón y también en los ferrocarriles. Si alguien tiene interés en saber en qué condiciones se trabajaba en esos lares, les invito a leer el libro “La jungla” del escritor Upton Sinclair.
A la edad de seis años, según describe Mel Marmer, Gray perdió el brazo derecho en un accidente mientras se subía al estribo de un camión de frutas y verduras. El conductor tuvo que detenerse de repente y Gray cayó y su brazo derecho quedó atrapado y destrozado en los radios de una rueda. Lo llevaron de urgencia al hospital, pero su brazo no pudo salvarse y fue amputado por encima del codo. Gray era diestro antes del accidente, por lo que tuvo que aprender a usar su brazo izquierdo para hacerlo todo.
Sus padres lo trataron como si fuera un niño normal, por lo que Gray se adaptó a su desgracia y aprendió también a jugar béisbol con una sola mano, la izquierda. El problema era al fildear la bola con el guante y de ahí lanzarla por lo que había que sacar el guante de la mano. Para eso Gray quitó el acolchado de su guante y lo situó en la punta de los dedos, con el meñique deliberadamente fuera del guante y así capturar la pelota, quitarse el guante y pasarla para tirar. Según Gray mismo aseveraba, el éxito estaba en que el meñique estaba doblado hacia arriba casi en ángulo recto.
Gray comenzó a jugar pelota en 1934 en un equipo de su localidad, lo hacía en el jardín central. Era efectivo ofensivamente, al extremo que alineaba como tercero al bate. No lo creerá, usaba un bate de 38 onzas, que manejaba con su mano zurda.
Su debut en pelota semipro fue en 1938 con un equipo de Scranton. Los cazatalentos le pasaban por el lado y como si no existiera. Dos años después se fue a Brooklyn, Nueva York para jugar en otro equipo semipro. Gray le dijo al manager, te doy 10 dólares, si no sirvo te quedas con ellos. El timonel del conjunto aceptó la oferta. Gray disparó dos hits, incluido jonrón. Al final del juego recibió 25 dólares.
Después del ataque de Pearl Harbor trató de servir en el ejército, pero sin éxitos, ser manco ya lo invalidaba. En ese período tuvo la suerte de ser visto por un cazatalento de la liga Canadiense-Americana, quien alabó el juego de Gray, pero ese ente no le dijo nada a sus superiores sobre la manquedad de Gray. Al final, con mucho escepticismo logró hacer el equipo de los zorros (Renards) de Trois Rivieres en 1942. Su ofensiva fue abundante, 61 hits en 160 vb y slugging de .413.
En setiembre de 1943 se publicó un artículo de Eladio Secades sobre Gray en la revista Bohemia, donde se alababa la actitud del pelotero y sus posibilidades de llegar a las Mayores. En ese año y en el siguiente Gray jugó para los Chickasaws de Memphis en la Asociación Meridional (entonces clase A1), donde bateó para .289 en 1943 y .333 en 1944. Doc Pothro, manager del equipo de Memphis, comentó que los batazos de Gray eran líneas sólidas, todas ellas siempre con potencial se convertirse en extrabase.
Lo interesante es que Gray no cometió errores en 100 lances. Toda una excelencia defensiva en el jardín central. Secades relataba que Gray sabía retroceder y se estiraba en el momento justo para fildear los batazos difíciles, además de tener potencia en su brazo zurdo. A todas esas habilidades hay que agregar un mérito innegable, Gray no trasnochaba ni era dado a tomar bebidas alcohólicas, carecía de vicios.
Con tan buen juego y por el hecho de ser manco se convertía en una atracción para el público. Los estadios se llenaban al saber que Gray jugaría. Después de su extraordinaria campaña de 1944, los Carmelitas de St Louis no dudaron en adquirirlo por valor de 20 mil dólares.
El equipo de la Liga Americana, el que años después cambiara su sede para Baltimore, venía de ganar el campeonato de su liga en 1944 y de perder con sus vecinos, los Cardenales, la Serie Mundial 4-2. La idea era ver si se podía repetir el triunfo y atraer más concurrencia a los juegos en el Sportsman’s Park III con la presencia de Gray.
La realidad es que, al director de los Carmelitas, Luke Sewell, no le gustó mucho esa idea. Sewell lo puso a jugar el jardín izquierdo en el juego inaugural contra los Tigres, en el que bateó de 4-1, pero pasado las primeras 23 veces al bate, tenía solo 3 imparables y el banco no se hizo esperar. Gray odiaba que le cogieran lástima, entendía que debía ser tratado como cualquier otro pelotero.
El banco funcionó algo, ya que volvió al juego y bateó no poco en una racha que no duró mucho. Tampoco faltaron los graciosos y dispuestos a burlarse de Gray, pero no sabían que el muchacho no entendía de burlas. Uno de ellos fue el lanzador Sig Jakucki, al cual Gray derribó de un fuerte puñetazo por una burla. Le había puesto un pescado en el bolsillo del uniforme de Gray.
Con el regreso de muchos peloteros que se encontraban en los frentes de batalla durante la guerra, las posibilidades de Gray para continuar en el equipo grande se redujeron enormemente, por lo que fue bajado al conjunto de Toledo de la Asociación Americana (clase AAA), donde bateó para .250 en 48 juegos. En 1947 tuvo una disputa salarial y fue suspendido, entonces jugó algo para los Pioneros de Elmira de la Liga Oriental (clase A). Su última temporada en el béisbol organizado fue en 1949 con las Águilas de Dallas de la Liga Texas (clase AA). En lo sucesivo, se dedicó a jugar en equipos itinerantes hasta 1953.
Se sabe que una de las labores que Gray realizó después de su retiro del béisbol fue animar a los muchos lisiados de la guerra. Él los animaba a buscar formas de poder sobrevivir y de disfrutar los años aún por vivir. También sirvió de instructor de béisbol en centros educacionales.
En 1986 se realizó un film para la TV sobre la vida de Gray, papel que fuera interpretado por Keith Carradine. William C. Kashatus escribió un libro sobre Gray llamado One Armed Wonder: Pete Gray, Wartime Baseball and the American Dream (Una maravilla de un solo brazo: Pete Gray, Béisbol en época de guerra y el Sueño Americano). Donde mismo nació, allí también falleció Pete Gray, a la edad de 87 años, el 30 de junio de 2002.
Fuentes
Anon. 2018. Pete Gray: Baseball’s One-Armed Wonder. Sports History Weekly, June 29. https://www.sportshistoryweekly.com/stories/pete-gray-baseball-st-louis-browns-world-war-ii,527.
Baseball-reference.com. Pete Gray. https://www.baseball-reference.com/register/player.fcgi?id=gray–001pet
Marmer Mel. Pete Gray. SABR, https://sabr.org/bioproj/person/pete-gray/#_edn2
Secades Eladio. 1943. La maravilla de un solo brazo que puede llegar a las Grandes Ligas. Bohemia, 19 setiembre, pp. 38-39.
Escrito por Esteban Romero, 14 diciembre de 2020