“Severiano era un hombre de trato amable, grueso y de estatura mediana,
de tez de bronce, y facciones dulces y redondas, encuadradas por una
barba y unos cabellos que se ensortijaban como el musgo. Más que un
hombre de letra o un periodista, me hacía el efecto de un gestor de negocios.”
León Barracand (1840-1919, poeta francés)
Hay personajes célebres cubanos, a los que la mayoría de sus compatriotas desconocen y es el caso de Severiano de Heredia, quien se destacó como escritor y político en la Francia del siglo XIX.
El apellido Heredia es tan común en la provincia de Matanzas como los Torriente y los Pedroso. Se dice que, los Heredia o de Heredia emigraron a Cuba procedentes de Santo Domingo después de la ocupación de ese territorio por el vecino Haití. Ese dominio se prolongó de 1822 a 1844. No obstante, esa versión no es muy exacta, ya que dentro de los Heredia está José María Heredia y Heredia, considerado como el primer poeta romántico de la América hispana, nacido en Santiago de Cuba en 1803. Por lo tanto, santiaguero, cuyos padres sí emigraron antes de la ocupación haitiana en Santo Domingo. José María era primo de Severiano, el que nació el 8 de noviembre de 1836 en Matanzas, hijo de Henri Heredia y de la mestiza Beatriz Cárdenas. Hay fuentes que dan Arrendono o Faura como segundo apellido de Severiano, por lo que Beatriz no sería entonces Cárdenas. El padrino de Severiano era Ignacio José de Heredia y Campuzano, hermano de Henri, igualmente escritor, abogado y dueño de extensos cafetales, primo también de la madre del poeta José María, de nombre María de la Merced Heredia y Campuzano. Ignacio se trasladó de Santiago a Matanzas, donde se estableció en Matanzas, persona bondadosa, ya que se hizo cargo de Severiano cuando quedó huérfano. Ignacio se casó con la francesa Madeleine Godefroy, la que realmente crio al niño. Ignacio murió el 5 de mayo de 1848, por lo que Madeleine decidió regresar a Francia y con ella se llevó al casi adolescente Severiano. Por lo todo lo leído, no es cierto que Ignacio haya viajado a Francia entonces, pues ya había muerto.
La decisión de Mme. Godefroy se debió en buena parte al temor que ella sintió de dejar al mulatico Severiano a la deriva en un territorio con una opresión implacable. Cuatro años antes de la partida de ella y Severiano de Cuba, había tenido lugar, sobre todo en Matanzas, la conspiración de la Escalera, surgida como respuesta a la criminal trata de los negros. El Capitán General Leopoldo O´Donnell encausó a más de tres mil personas, 78 fueron fusiladas y otros cientos desterradas o encarceladas. La Comisión Militar encargada de los juicios sumarios fue encabezada por Fulgencio Salas. Se llamó de la Escalera por el método de tortura utilizado por los colonialistas, los que ataban a los negros por los pies y por las manos a una escalera, luego látigo sin piedad para que confesaran. Por eso a 1844 se le llamó el Año del Cuero. A su vez, la metrópoli estaba muy preocupada por otras conspiraciones en los territorios aún colonizados, como fueron la Conspiración Soles y Rayos de Bolívar en 1823, las sublevaciones esclavas de Sumidero y Sabanazo en 1825, y las de Alcancía y Triunvirato en 1843. No obstante, tampoco se puede omitir el hecho que Severiano heredó casi toda la fortuna de su padrino Ignacio, así que no es errado pensar que hubo bondad y algo más.
A su llegada a París, Severiano comenzó a estudiar en el liceo Luis el Grande, donde como su padrino y primo se inclinó por las letras, en lo cual se destacó extraordinariamente, obtuvo diploma con honores, y en 1857 la poetisa francesa Marceline Debordes-Valmore recomendó al matancero como colaborador al notable novelista Charles Augustin Sant-Beuve, uno de los escritores más activos de la Revue contemporaine.
A sus 30 años ya Severiano había escrito decenas de artículos además de haber compuesto varios poemas. Era indudable que el matancero llevaba el ADN de su padrino y de su primo en materia intelectual. En ese entonces se reconocía como masón y hombre de centroizquierda. Sin embargo, se podría decir que era pragmático en sus ideas, lo cual le resultó útil en su futuro político. Severiano fue parte de la redacción del medio Cronique Universelle, donde también escribía el famoso Anatole France.
Como pasó con Pablo Lafargue, Severiano se entregó de cuerpo y alma a la causa de su patria de acogida, Francia. Cuba quedó en el pasado y no tengo idea si alguna vez la logró mencionar en sus escritos. A Lafargue no le interesó nada el desarrollo de las guerras por la independencia de Cuba, no hay nada que demuestre que Severiano haya sido distinto.
En 1870 Severiano se integró a la lucha en la guerra franco-prusiana, y escribió sus folletos Llamada al Pueblo, donde resaltaba las figuras de León Gambetta, Jules Favre y el judío-francés Adolphe Cremieux, firmes defensores de la república y los derechos humanos. Para ese entonces, Severiano era todo un ciudadano francés. Esta guerra concluyó el 10 de mayo de 1871. El segundo régimen imperial, el de Napoleón III, cayó poco tiempo después de concluida esta conflagración, lo que dio paso a la Tercera República Francesa, proclamada el 4 de septiembre de 1870, la más duradera desde que cayera la monarquía imperante en 1789. Su desenvolvimiento ayudó al país a recuperarse materialmente de la derrota a manos de los prusianos e igualarse económicamente con otros países europeos.
En las elecciones de 1873, Severiano presentó su candidatura con un programa radical, para un escaño en el Consejo Municipal de París por el barrio de Ternes, o sea el ·17mo. distrito (arrondissement), donde resultó vencedor y en sucesivas elecciones de 1874, 1878 y 1881. Severiano supo ganarse el apoyo de oportunistas y conservadores entre otras fuerzas, por lo cual no le fue difícil mantener el cargo, aparte de haber gobernado con eficiencia. Durante su mandato prestó mucha atención a la educación, su inclinación anticlerical fue evidente al crear la sociedad de Escuelas Laicas. Igualmente fungió como presidente de la sociedad de Filotecnia en sustitución del famoso Víctor Hugo. Por sus méritos fue electo como presidente del Consejo Municipal de París o Ayuntamiento, cargo equivalente a alcalde, cargo que ocupó desde el 1 de agosto de 1879 hasta el 12 febrero de 1880, único nativo el hemisferio occidental en llegar a ese alto puesto en Francia y primero también con ascendentes africanos.
Durante esos mandatos se había postulado como diputado de la Cámara en 1876, cargo que no pudo obtener. En 1881 finalmente llegó a tomar ese escaño y logró mantenerse hasta 1885.
El 31 de mayo de 1887 Maurice Rouvier inició su primer gobierno, de centroderecha, en Francia en el cargo de presidente del Consejo de ministros en Francia, cuyo gabinete constó de las carteras de finanzas, correos, asuntos exteriores, justicia, interior y cultos, guerra o defensa, marina y colonias, comercio e industria, instrucción y bellas artes, y obras públicas, cargó que se le asignó a Severiano. Ese gobierno dedicó esfuerzos para estabilizar la economía y reducir el déficit presupuestario, pero también se vio envuelto en el escándalo de las decoraciones después de su elección. El presidente del consejo Rouvier trató de proteger al presidente de la república, Jules Grévy, involucrado en el tráfico de influencias, donde un papel activo jugó el yerno de Grévy, Daniel Wilson, diputado por Indre y Loira. Rouvier renunció y posteriormente Grévy lo hizo el 2 de diciembre para dar paso a un gobierno presidido por Sadi Carnot. El gobierno de Rouvier duró 6 meses y 4 días. No obstante, Severiano no tuvo nada que ver con esta corrupción, pero había renunciado previamente y su puesto lo ocupó Lucien Dautresme, todo un incondicional de Rouvier, lo que se demostró en el segundo mandato de Rouvier a inicios del siglo XX cuando Dautresme ocupó varías carteras ministeriales. Severiano, por su parte, En 1889 se presentó en 1889 para una investidura legislativa, pero sin éxito.
Las obras principales de Heredia de carácter político fueron, además de “ L’appel au peuple : Paix ou guerre ? (1870)” (El llamado al pueblo: paz o guerra?), “Faisons la paix 1871)” (Hagamos la paz), “Paix et plébiscite (1871)” (Paz y plebiscito), “Société des écoles laïques… Appel aux habitants du 17e arrondissement (1873)” (Sociedad de escuelas laicas… Llamado a los habitantes del 17mo. Distrito).
Otra de sus promociones fue la creación de la red de bibliotecas municipales en Francia. Para su época fue un hombre de ideas avanzadas, ya que participó activamente en el Congreso en favor de los derechos de las mujeres en 1878. Hay varias fuentes que aseguran que Severiano fue igualmente promotor del automóvil eléctrico, pero al no haber encontrado detalles al respecto no puedo comentar cuál fue su función en esta actividad. En el orden personal, contrajo matrimonio con Henriette Hanaire en París el 3 de noviembre de 1868. Esa unión tuvo un hijo en 1869, Henri-Ignace, luego una hija, Marcelle, en 1873. El hijo murió en accidente a la edad de 12 años.
Como masón fue maestro de su logia en París, fue diputado del llamado Gran Oriente en Francia en 1875, organización masónica, y presidente de un orfanato patrocinado por la logia.
Severiano recibió muchos apodos despectivos de parte de la sociedad racista, lo llamaban el ministro negro o el ministro chocolate. En París fue hombre olvidado hasta que el 10 de septiembre de 2013, por iniciativa del socialista electo Lamine Ndaw y con el apoyo del alcalde de París, Bertrand Delanoë, una calle del distrito 17 de París, en Batignolles, recibió el nombre de rue Severiano-de- Heredia (Agapé 2015). El día de la inauguración del nombre de la calle, la miembro de la alcaldía de París, Anna Hidalgo dijo:
“El primer alcalde negro de París y luego el ministro de la República Francesa fue rechazado y relegado durante mucho tiempo entre los olvidados de la historia. Estamos aquí para salir de este olvido culpable.”
Su muerte, a causa de meningitis, ocurrió el 9 de febrero de 1901. Palabras de elogio tuvo Severiano de parte del escritor, poeta, profesor y diplomático dominicano Maximiliano Adolfo Henríquez Ureña:
“La curva de su vida fue brillante, cuando llegó a París, niño aún, nadie habría podido vaticinar que aquel mestizo forastero sabría elevarse, por su inteligencia, sus virtudes, a tan altas posiciones en la vida pública de aquella tierra, que adoptó como patria propia. Acertó al abandonar la poesía por la acción: aquel no era sin duda su camino. De todos modos, junto a algunos versos mediocres, de amateur inteligente, nos dejó un armonioso poema: su vida serena y noble.”
Fuentes
Agapé Sélène.2015. Paris 1879: Severiano de Heredia, le mulâtre dans les hautes sphères de la République. https://www.huffingtonpost.fr/actualites/article/paris-1879-severiano-de-heredia-le-mulatre-dans-les-hautes-spheres-de-la-republique_60278.html. Consultado el 5 octubre 2023.
Augier Ángel. 1960. Severiano Heredia, el mulato matancero que fue alcalde de París, diputado y ministro en Francia. Bohemia, 9 octubre, pp. 5-6, 95-97, 105.
https://es.wikipedia.org/wiki/Severiano_de_Heredia#cite_note-31, consultado el 4 y 5 octubre 2023.
Ricardo Labrada
5 octubre de 2023