Se escribe sobre deportes, sobre todo béisbol. El cine es abordado desde una óptica clásica. Historia y descripción de lugares visitados son otros de los temas, así como biografías de grandes de la ciencia. Hay de todo un poco para aquel que guste leer.
“El mejor equipo no siempre es el que gana. Gana aquel que mejor juega.” Rob Bell (1970, escritor de EE.UU.)
Kevin Cash
Cada mentor tiene su librito de cómo manejar a los peloteros de su equipo. Lo usual en la MLB es que cada conjunto tenga un grupo de cinco abridores secundados por relevistas intermedios y cerradores. Algún que otro equipo no se puede dar el lujo de cinco abridores y opta por cuatro, algún que otro, como los Dodgers, prefiere seis abridores. Cada cual tiene sus opciones en dependencia de los hombres que integren su nómina. La regla se ha roto desde que el ex-receptor Kevin Cash se hiciera cargo de la dirección del equipo de Tampa, donde todos pueden ser abridores y relevistas. En un juego, según como se mueva, Tampa puede utilizar hasta seis lanzadores. Cash abre con un lanzador y en la misma tercera entrada trae a otro sin que le hayan hecho daño al saliente. Es de suponer que sea una filosofía de no dejar que los bateadores adversarios se adapten a algún lanzador en particular. Lanzar dos o tres entradas no es que sea un trabajo excesivo para algún lanzador. Así las cosas, Cash mueve así a sus pitchers, a excepción de cuando su lanzador de cabecera, Tyler Glasnow, se hace cargo del montículo. Hasta el 2020 el zurdo Blake Snell estuvo en el cuerpo de lanzadores de Tampa, se sabe que él no era muy entendido con el manejo de su mentor. En la desaparecida Unión Atlética Amateur, cuando los equipos jugaban una vez a la semana como norma, no era raro ver que los tres lanzadores del equipo trabajaran en un mismo desafío, pero eso a condición que el abridor flaqueara. En el Deportivo de Matanzas de 1943 se hizo famoso el trío de lanzadores conformado por Sandalio Consuegra, Rogelio “Limonar” Martínez y el zurdo Ángel “Catayo” González, a los que no se podía mantener sentados, por lo que era menester utilizarlos en el juego semanal previsto. Los dos primeros mencionados llegaron a las Mayores, y Consuegra brilló en algunas temporadas en ese circuito, hombre que utilizaba la screwball entre sus lanzamientos. En Series Nacionales es de recordar el uso del pitcheo del Habana por parte de Humberto Arrieta en la llamada Serie Especial de 1970. En aquel conjunto el cuerpo de lanzadores era integrado por Manuel Hurtado, Santiago “Changa” Mederos, Walfrido Ruíz, Rigoberto Sánchez, Rigoberto Betancourt, Antonio “Boricua” Jiménez, Andrés Liaño, Oscar Martínez, Pedro Izquierdo, Pablo Pozo, Ihosvany Gallegos y Maximiliano Reyes, por lo que la decisión fue utilizar un lanzador cada tres entradas, excepto en los juegos que lanzaba Changa, el que cubría toda la ruta con éxito y con no pocos ponches por cada partido. Se puede afirmar que la formula funcionó, aunque el Habana al final de la justa fue vencido en juego decisivo por el equipo de Las Villas. Como quiera que sea, el manejo de los lanzadores por Cash es algo original en las Mayores. Leo Durocher no era de guardar lanzadores para mañana, para este manager lo que le valía era ganar el juego de hoy, por lo que no tenía reparo en usar al serpentinero que fuera en pro de la victoria. Sin embargo, Durocher no hacía los cambios que realiza Cash usualmente.
El otro asunto es el de las alineaciones, algo que también ha cambiado bastante en las últimas décadas. Ahora se busca ventaja temprana en cada juego, por lo que hombres de poder son situados como primeros o segundos bates. El noveno bate debe ser alguien eficiente en embasarse como un primer bate. No obstante, el mismo Cash no se cansa de cambiar continuamente su alineación, se puede decir que utiliza una distinta en cada juego. Lo mismo Randy Arozarena puede ser primero, segundo o tercero, jugar el izquierdo o el derecho, como su compatriota Yandy Díaz como tercera, primera o designado, situado como segundo, cuarto o quinto, y así sucesivamente. Nadie es dueño de posición y tampoco de turno al bate. En la VIII Serie Nacional, el ex-segunda base del San Carlos en la Unión Atlética Amateur, Orlando Salom, entonces manager del equipo Habana, tuvo la suerte de dirigir un equipo de tremenda ofensiva, donde aparecían hombres como Pedro Chávez, Urbano González, Agustín Marquetti, Armando Capiró y Raúl Reyes. Los otros integrantes del equipo eran Tony González como torpedero, Germán Águila en la antesala y Jesús Juffré como receptor. La lógica era usar al Tony como primer bate y así fue, pero pasados los primeros juegos de la serie, Salom decidió pasar al patrullero central Raúl Reyes como hombre proa. Las críticas llovieron, aunque tenía su lógica. Reyes era más bate que Tony González, el Habana podía situar detrás de Reyes a Urbano, Chávez, Marquetti y Capiró, por lo que ofensiva y poder estaban garantizados. No obstante, Raúl Reyes no aportó lo debido ni como primero ni como sexto, por lo que la formula Salom se fue al suelo. Al final aquel equipo que parecía invencible con un Agustín Marquetti de 19 jonrones, perdió el campeonato con los Azucareros y quedó empatado en segundo lugar con sus coterráneos Industriales. Volviendo a la formula Cash, se podrá decir lo que sea, lo cierto es que el mentor del Tampa, equipo de bajo presupuesto, sabe manejar su guerrilla, no en balde discutió el título de la Serie Mundial de 2020 con los supermillonarios Dodgers. Cash tiene ambiciones de victoria, que nadie lo dude, basta ver con la alegría que juegan sus peloteros al campo, los que nunca se dan por vencidos, cada victoria es bien peleada, por lo que más que críticas se debe loar su desempeño.
Dedicado a Alexis de Bernard, lanzador zurdo del VTC en la década de los 50, luego destacado fitovirólogo
Según el blog Historia de Cuba, el Vedado Tennis Club fue una exclusiva asociación, donde se agrupaban lo más selecto de la burguesía cubana de la época, no en balde eran llamado “los marqueses”. Fue fundado el 9 de junio de 1902 y sus socios apenas llegaban a treinta, ya que no era tantos los adinerados, aunque con el tiempo aumentó su membresía. Su sitio está enclavado en las calles 12 y Calzada en el Vedado. Actualmente lleva el nombre de José Antonio Echeverría.
El mérito de este club fue el de impulsar la práctica de varios deportes, entre ellos el béisbol. En 1914 se creó el equipo representativo de esta asociación, el que fuera dirigido por algún tiempo por Guillermo F. Zaldo, quien a su vez era uno de los delegados de la recién inaugurada Unión Atlética Amateur junto a otros, como fue Gustavo Gutiérrez del Instituto de la Habana (IH), centro que menciono con afecto por ser lugar donde el que suscribe pudo estudiar décadas después.
En esa justa de 1914 los marqueses ganaron con balance de 13-3 seguidos de la tropa del IH (10-6). Los otros dos equipos participantes fueron la Sociedad de Marianao y el Club Atlético de Cuba. El lanzador Guillermo Portela del VTC fue el líder en pitcheo. El equipo de los marqueses tenía en su nómina a peloteros como Antonio y Gabriel Casuso, el mismo Guillermo F. de Zaldo y Guillermo Villalba.
Los siguientes dos campeonatos fueron a las manos del VTC. En 1915 encabezado por el pitcheo de Ramón Goizueta, mientras que Portela volvía dominar en la justa de 1916. Guillermo Villalba se llevó la corona ofensiva en 1915. En esta temporada de 1915 se lanzó el primer juego de cero hit cero carreras en la Liga, proeza realizada por el mismo Ramón Goizueta, el que blanqueó al Atlético de Cuba para convertirse en el primer serpentinero en propinar un no hit no run en esta liga. En la temporada de 1916, Guillermo Villalba del VTC volvió a llevarse la corona de bateo, con record imbatible de .538. Este equipo en esa campaña fue dirigido por Ignacio de Zayas.
En la temporada de 1917 los marqueses tuvieron que conformarse con el segundo lugar vencidos esta vez por el Atlético de Cuba. Ciro Seigle del VTC quedó como campeón de bateo de la liga.
Vino como una pausa con la irrupción del Bellamar Matanzas, Cienfuegos, Atlético de la Policía, Universidad Habana y el muy competitivo Fortuna en las temporadas hasta el 1925, momento en el que el grandeliga Rafael Almeida se hizo cargo de la dirección del VTC. Desde ese momento los marqueses se convirtieron en una maquinaria triunfal hasta 1928, aunque con sus dificultades y en justas reñidas.
Antonio Casuso fue la principal carta de triunfo de este conjunto en 1925, el que tuvo que batallar con el ex-campeón de 1924, el equipo de la Policía, ocupante del segundo lugar, Loma Tennis Club y el Ferroviario. Como se jugaba una vez por semana cada juego era sumamente valioso en pos del banderín. El VTC acumuló 17 victorias para llevarse el gallardete.
“Toñito” Casuso se llevó el liderato de pitcheo en 1926, mientras que el infielder Gustavo Alfonso se llevaba su primer liderato de bateo (.382), hazaña que repitió en 1930 con el VTC y en 1933, pero vistiendo la franela del Cubaneleco. Fue una temporada con un VTC estilo Tsunami al ganar 20 desafíos.
La temporada de 1927 no fue un paseo esta vez, el VTC arrancó mal cuando fue superado por el Ferroviario 3-2 en el juego inaugural, con derrota para “Toñito” Casuso. Sin embargo, en la medida que avanzó el campeonato, los marqueses comenzaron a avanzar. A mediados de junio de 1927 Loma Tennis, uno de los favoritos, abandonó el campeonato por desacuerdo con la suspensión del pelotero Aguilera de este equipo, pero una semana después regresó, así que la pausa duró muy poco. Llegado el 4 de setiembre de 1927 VTC estaba delante, pero faltaban 3 domingos para terminar la justa. La ofensiva de los marqueses estaba en ese momento encabezada por el torpedero Jorge Consuegra, el camarero Raúl del Monte, y los jardineros Ramiro Seiglie, “Chichí” Bruzón y Joaquín de Calvo, mientras que su pitcheo dependió más de lo que realizó el zurdo J. Ravena y el derecho Héctor Rocamora, apodado como el Doctor. Una semana después, el VTC derrotó al Habana Yacht Club y se coronó campeón, justa muy reñida, ya que en ese momento la Universidad y la Policía estaban empatados en segundo lugar, posición que al final se llevaron los guardias el 18 de setiembre.
El resultado final del VTC en 1928 fue parecido al de 1925, al ganar 17 juegos, pero nada fácil. El Fortuna dirigido por Horacio Alonso se presentó con mucha fuerza y con una racha que incluyó victoria sobre el VTC el 12 de agosto. Ese día el lanzador Ballesté silenció la ofensiva de los marqueses y los dejó en 2 indiscutibles. No obstante, VTC no hizo caso a esa derrota y continuó su paso. El 9 de setiembre los marqueses derrotaron al Atlético de Cuba y el 23 de setiembre hicieron lo mismo con los Caribes para así coronarse campeones. El lanzador principal del VTC fue el zurdo Joaquín Ravena, campeón de pitcheo de la justa, mientras que el jardinero Ramiro «Daddy» Seiglie se llevó el liderato de bateo (.400). Este fue el último gallardete de los logrados por el VTC, fue la primera y única vez que un equipo se llevara cuatro títulos consecutivos en la Liga Amateur.
En ese equipo triunfador hay que mencionar otras figuras relevantes, entre ellos el receptor Alfredo “Palito” Consuegra, hombre que ofensiva y defensivamente siempre respondió. Tanto él como su hermano Jorge Consuegra, torpedero del VTC, Gustavo Alfonso y el lanzador “Toñito” Casuso integraron el equipo Cuba a los I Juegos Centroamericanos y del Caribe en México (1926). Excepto Casuso, esos tres peloteros repitieron para los II Juegos Centroamericanos y del Caribe en La Habana (1930).
Por posiciones, la inicial del VTC estaba defendida por R. Gallardo, en la intermedia hubo siempre sus variaciones, con el juego de Raúl del Monte, Gustavo Alfonso y Gustavo Gómez Calvo. Alfonso jugó la antesala en 1927 cuando del Monte también fungió como capitán del equipo. Los jardines eran defendidos por Ricardo Morales o Chichio Bruzón en el LF, Joaquín “Calvito” del Calvo en el CF, además de Ramiro Seiglie y Manuel Sotolongo. Los lanzadores fueron Casuso, Ravena y H. Rocamora. Lo más interesante de este equipo es que su entrenador era el afrocubano, Ramiro González, que no es errado suponer haya sido sabia propuesta del mentor Rafael Almeida, el que pasó a la historia como uno de los primeros cubanos en jugar en Grandes Ligas y primer director que logró cuatro gallardetes de forma consecutiva. En lo sucesivo, el VTC no fue campeón, pero jugó pelota y presentó buenos equipos. En 1929 alcanzó tercer lugar de la justa, de 1933 a 1936 quedó en primera división, lo mismo en 1938, 1939, 1943, 1948, 1950, 1954 y 1956.
Bobby Maduro, el famoso ejecutivo cubano, hombre que dejó muchísimas cosas para la historia, comenzando por la construcción del actualmente llamado estadio Latinoamericano, la promoción de los Cubans en la Liga Internacional de clase AAA, entre otras cosas, jugó béisbol para el VTC en 1938, usualmente patrullaba el jardín derecho.
En la década de los 40 un buen conocedor del béisbol como Reinaldo Cordeiro dirigió al VTC. En la nómina de los conjuntos de las últimas 18 temporadas aparecen figuras igualmente relevantes en el béisbol amateur a nivel nacional. En 1947, el equipo alcanzó el séptimo lugar y en sus filas tenía al destacado receptor Feliciano Foyo. Enrique “Pirolo” Vázquez en la inicial, J. “Machete” Guerrero en el jardín izquierdo, además de los lanzadores José Ramón “Cowboy” Suzarte, “Bolondrón” Fleitas, J. Vizcaíno y Joaquín Perea. En 1950, el equipo quedó quinto y su director fue un afrocubano, el conocido Clemente “Sungo” Carreras, lo que indica que antes que llegaran Juan Izaguirre a jugar con los Corredores de Aduana y Eduardo Cárdenas Hernández con el Fortuna en 1954, ya los marqueses se habían dado el lujo de tener entrenador y director de equipo afrocubanos, y nada de mestizo, por cierto. Sungo volvió a dirigir al VTC en 1951, equipo que hizo agua cuando se retiró de la justa el 4 de agosto, y en 1956, pero dimitió en el mes de agosto, por lo que el antesalista de esa temporada, el veteranísimo Arturo “Coco” Fernández Morell, se hizo cargo de las riendas del equipo por el resto de la temporada. En 1952 VTC quedó cuarto de la segunda división (10-9-5), su director fue Sergio “Acho” Varona, hombre que venía de las filas del Miramat Yacht Club. Varona continuó su labor como director en 1953.
Entre los peloteros de aquella época, de los 40 y primera mitad de los 50, estaban el ya mencionado “Coco” Fernández Morell, el torpedero Armando Llano, el antesalista Fabio Ruíz, el jardinero Arturo Rousseau, un hombre con un poderoso brazo; el receptor Ramón Carneado, luego reconocido y exitoso director de los Caribes en la UAAC y de los Industriales en Series Nacionales, y Monchy de Arcos (Julio Antonio Juan de Arcos Romero), quien jugaba el jardín derecho y fuera después gerente del Almendares. Como se ve, este equipo tenía una estrecha relación con el Almendares, ya que Sungo y Acho fueron auxiliares de los Alacranes, e incluso Sungo los dirigió parcialmente en 1958-59, mientras que Monchy de Arcos fue uno de los ejecutivos de los Azules. En 1950 debutó un defensor de la segunda base muy eficiente, el camarero Jorge “Fotingo” Silva. Desde 1952 jugaron los hermanos Comella, Juan fungía como receptor e inicialista, y su hermano Joaquín como jardinero y lanzador. También debutó un nuevo torpedero Julio “Diablo” Carrillo, así como el inicialista-jardinero Tulio Figarola.
Entre los lanzadores, en la década de los 40 se destacó Rigoberto Villarnovo, mientras que Gerardo Portela, supongo que hijo de Guillermo Portela, lanzó en esa época y lo hizo posteriormente en los 50. Gerardo también se desempeñó como segunda base y jardinero en sus inicios en la década del 40. El zurdo Alexis de Bernard fue una verdadera sorpresa conocer a esta persona por años y no saber que había sido un destacado serpentinero del VTC. El Dr. Alexis de Bernard fue uno de los mejores fitovirólogos en Cuba. En nuestro círculo de profesionales todos bromeaban que nadie sabía la edad de Alexis, así era. Es de suponer que haya nacido en 1932, por lo que superaba como promedio en unos 13-15 años a los nuevos profesionales de los años 70. El asunto era que Alexis no representaba la edad que tenía, lucía siempre una persona joven. Lanzó de 1950 a 1952, regresó en 1954, luego no jugó más, supongo que haya puesto por delante sus estudios al béisbol. Como patólogo era excelente, que conste.
En 1953 todo un desastre, VTC ocupó el último lugar de la segunda división (10-14-4) hasta el 6 de setiembre. No obstante, Tulio Figarola (.384) y Cecilio Suárez (.345) quedaron entre los primeros bateadores del campeonato. Sergio “Acho” Varona fue el director, mientras que algunas nuevas caras aparecieron en la nómina del equipo como los jardineros Guillermo Hernández Cartaya y Antonio Tremols, los lanzadores Héctor Alonso y Eddy “Torombolo” Camejo.
VTC quedó último en 1954 de la primera división (19-13-0). El equipo fue dirigido por el conocido Agustín Cordeiro, hermano de Reinaldo. En los jardines se estrenaron Enrique O´Farrill en el izquierdo y el eficiente Rigoberto Bringas en el central. De Bernard, además de lanzar, jugó algo en los jardines. La carta principal del pitcheo fue entonces Domingo Perdomo. En esa temporada hubo un juego de Estrellas el 15 de setiembre entre dos selecciones, rojo y azul, esta última selección integradas por Arturo “Coco” Fernández Morell y Julio “Diablo” Carrillo como parte de los defensores del cuadro, y Domingo Perdomo en el cuerpo de serpentineros. Los rojos ganaron 4-3. En 1955, nuevamente con Cordeiro, quedaron alejados de las posiciones cimeras. Enrique O’Farrill pasó a jugar la inicial y Antonio Vinent debutó como antesalista. Hubo un juego de Estrellas el 24 de mayo entre las selecciones A y B, Domingo Perdomo fue parte del A.
En 1956 quedó cuarto de la primera división (16-7), como ya se dijo, Sungo inició la temporada como director, dimitió en el mes de agosto, y “Coco” Fernández Morell continuó como manager-jugador. Ya en el equipo no estaba “Fotingo” Silva, el que pasó a jugar con el Fortuna, Juan Comellas soltó los arreos y se hizo cargo de la inicial definitivamente, Octavio Zubizarreta debutó como camarero, mientras que el pitcheo descansaba sobre los brazos de Domingo Perdomo y Guillermo Novo. Al final de la temporada se conformó una selección para una Serie del Caribe amateur, la que integraron el torpedero Julio “Diablo” Carrillo y el jardinero central Rigoberto Bringas.
En la temporada de 1957 el equipo quedó último de la primera división (10-11). Agapito Mayor inició la contienda como mentor, pero luego fue sustituido por Oscar del Calvo. El eficiente y experimentado Feliciano Foyo volvió a la receptoría de este equipo, el resto fue casi la misma nómina de la última edición. Los lanzadores fueron Perdomo, Novo y Miguelín Fernández.
En 1958 el equipo no participó, pero en 1959 volvió con Sungo al frente del conjunto, aunque no fue un año nada halagüeño para el VTC. Entonces los lanzadores de cabecera fueron Eddy Camejo y O. Marinello.
Se puede decir que el VTC proporcionó varios peloteros integrantes de selecciones nacionales, anteriormente ya se citaron algunas de esas figuras en las décadas finales de los 20 y en las de los 30, posteriormente fueron también integrantes, entre ellos el tenista internacional Ricardo Morales (CF III Juegos Centroamericanos y del Caribe, El Salvador, 1935), Jorge “Fotingo” Silva (2B, XI Serie Mundial, Managua Nicaragua, 1950 y I Juegos Panamericanos, Argentina, 1951), Tulio Figarola (1B-OF, XIV Serie Mundial, Venezuela, 1953), Rigoberto Bringas (CF, Panamericanos Chicago 1959), además de Reinaldo Cordeiro como director del equipo campeón de la III Serie Mundial amateur efectuada en la Habana (1940), aunque en aquel momento era director del Fortuna, y de Sungo dirigiendo los equipos campeones en las Series Mundiales de la Habana (1952) y Costa Rica (1961). Figarola se llegó a graduar como médico, él como Bringas fueron exaltados al Salón de la Fama de Cuba en Miami en febrero de 2007.
Fuentes
Anon. 1928. La tragedia de los marqueses. Bohemia, 29 julio. Pp.52.
Jiménez Llillo. 1928. Del momento beisbolero- se impuso la realidad al sentimentalismo. Bohemia, 16 setiembre, pp. 51-54.Martínez Peraza M. 2009. Por amor a la pelota-historia del béisbol amateur cubano. Ediciones Universal, Miami, Fla. 439 p.
“Cada vez que perdemos una especie rompemos una cadena de la vida que ha evolucionado durante 3 500 millones de años.” Jeffrey McNeely (1944, científico y activista por la protección de la naturaleza)
Película de producción china, la que nuevamente y con sutileza y dureza en algunos momentos aborda lo ocurrido en la Mongolia interior, territorio al norte de China y limítrofe con la República de Mongolia, que se vio igualmente afectada por la Revolución Cultural de una manera distinta al resto de las regiones chinas.
Se sabe que ese proceso socio-político llamado cultural, llevado a cabo en la segunda mitad de los 60 del siglo pasado, fue una manera de amedrentar a todo aquel que pensara distinto a lo que el gran jefe predicaba y ordenaba. Fue un movimiento que llevó a miles de trabajadores y estudiantes a zonas rurales del país con el fin de interactuar con los agricultores y pastores, llevarles y promover el pensamiento del gran líder.
La Mongolia interna no escapó de estas incursiones de jóvenes, los llamados Guardias Rojos o Hóng Wèi Bīng, encargados de hacer cumplir las indicaciones y metas del líder supremo. He ahí el valor de la película y su sutileza, aborda una franca agresión al ecosistema, incluida su fauna natural y cómo reaccionan los entes locales y de fuera en un problema creado para supuestamente solucionar otro.
Esta cinta, dirigida por Jean-Jacques Annaud y con trama tomada de la novela escrita por Jiang Rong, permite al espectador adentrarse en el mundo de los pastores nómadas de Mongolia, el severo clima, el paisaje con sus montañas y valles, la vegetación y la fauna.
Por lo visto en el filme, hay una población importante de gacelas y de lobos en esa zona, lo que crea un equilibrio entre presa y depredador, el que se complementa con la obra del hombre. El lobo mata a las gacelas y las almacena bajo tierra, donde se congelan para luego ser utilizado como alimento del carnívoro mencionado. El hombre, por su parte, toma una parte de esas gacelas en conservación para su consumo, pero no todas, para así dejar alimento a los lobos y evitar sus ataques al ganado, que puede ser ovejas y caballos usualmente.
La llegada de los nuevos predicadores/promotores ordenaba llevarse toda gacela conservada, a lo cual se opusieron los mismos pastores nómadas, aunque sin éxito. La orden no terminaba ahí, las gacelas no debían morir, por lo que había que exterminar a toda la población existente de lobos. De esa manera, el ganado y las gacelas no serían más afectados por esos temibles carnívoros, eso sin tomar en cuenta el beneficio que aportan dentro del ecosistema. La WWF (World Wild Fund for Nature o Fondo Mundial para la Naturaleza) afirma con razón que el lobo es un depredador de la cúspide de la cadena trófica y como tal es un regulador de los ecosistemas. Si el lobo desaparece, el ecosistema se desequilibra y las poblaciones de sus presas crecen sin límite. Los pastores alertaron que el conejo, toda una plaga en ese ambiente, proliferaría y afectaría seriamente los pastizales, los que anualmente duran algo más de tres meses de vegetación.
La trama se desarrolla alrededor de esta masacre, la que incluía matar todas sus crías en cuevas bajo suelo, pero a un joven se le ocurre llevarse un lobato para criarlo y ahí comienza otra tragedia. Para evitar spoilers, se recomienda ver este filme, donde actúan varios actores y actrices chinas, desconocidos en Occidente, pero que interpretan bien sus papeles.
Tenía conocimiento de la masacre de los gorriones durante el proceso ya mencionado en China, pero ni idea del ataque a los lobos y al ecosistema en Mongolia interior. Se supone que el daño producido haya sido posible enmendar con la cría y liberación de lobos en esas zonas posteriormente.
Escrito por Esteban Hernández, 28 abril de 2021, con información consultada en IMDB.com
“La parte más filosófica de la historia es hacer conocer las tonterías cometidas por los hombres.” Voltaire (1694-1778, filósofo y escritor francés)
El lunes 17 de mayo de 2021 los Medias Blancas le propinaron severa paliza a los Mellizos de Minnesota, pero eso no fue noticia. Los Mellizos al verse derrotados decidieron en la novena entrada poner a un jugador de cuadro a lanzar. Le tocó la suerte al algo grueso y nada alto venezolano Willians Astudillo, apodado como la Tortuga. La ventaja de los Medias Blancas era de 11 carreras, las suficientes en otro béisbol para definir un clásico KO. Astudillo se enfrentó al novato dominicano Yermín Mercedes, un hombre que llegó a disparar 8 incogibles en sus primeras 8 veces al bate en la actual temporada. Conteo de tres bolas y Astudillo le lanzó una curva de menos de 50 MPH, Mercedes esperó a que llegara y descargó toda su fuerza para anotarse su sexto jonrón. Increíble, pero cierto, el manager de los Medias Blancas, Tony La Russa, hizo público su desacuerdo con el jonrón de su pupilo. Declaraba que existían reglas no escritas que debían seguirse. Señor mío, es un novato, el que no tiene por qué saber todas las cosas que Ud. sabe, y si las sabe, lo mejor que hace es enseñárselas y llamarlo aparte para hacerle la debida amonestación constructiva. Resulta muy poco aceptable que un manager se ponga a criticar públicamente a uno de sus peloteros. La prensa en general no se hizo esperar y cargó contra La Russa, otro tanto hicieron varios peloteros. El retirado lanzador CC Sabathia declaró que las reglas no escritas no estaban escritas por ser estúpidas en su contenido. El lanzador de los Dodgers Trevor Bauer apoyó a Mercedes y dijo algo parecido sobre las reglas no escritas. Los compañeros de Mercedes no dejaron de solidarizarse con él, siempre sin mencionar el nombre del manager. El incidente no paró ahí, al siguiente día, al parecer, el manager de los Mellizos Rocco Baldelli y algunos de sus peloteros estaban picados por el jonrón de Mercedes, por lo que el derecho Tyler Duffey de los Mellizos tiró un franco lanzamiento por detrás de Mercedes en la caja de bateo. Todo el mundo se dio cuenta de la intención, incluido los árbitros, por lo que Duffey fue expulsado y Baldelli también, correcta decisión de los que imparten la ley. Ah, pero La Russa declaró textualmente: “¿Qué hicieron ellos? Al parecer el muchacho trató de lanzar una sinker que no rompió bien. Nosotros no leemos la mente de los demás, por lo que yo no voy a leer sus mentes, tampoco voy a cuestionar el juicio del árbitro. La pelota fue lanzada a la cabeza de alguien, luego uno no le da a nadie el beneficio de la duda”. En los años que veo pelota, jamás había visto algo igual, un manager no defendiendo a su pelotero, como dijo el periodista Jim Margalus de Soxmachine.com, que una vez terminado el segundo juego entre Mellizos y los de Chicago, cualquiera podría pensar que ese lanzamiento con toda intención de golpear a Mercedes fuera aconsejado hasta por el mismo La Russa. El que tenga un bate en mano tiene obligación de batear, sea la diferencia la que sea. El 9 de setiembre de 2020 hubo dos juegos con abultadas palizas, una de ellas fue la de los Bravos sobre los Marlins, juego que concluyó 29-9, ventaja final de 20 anotaciones; la otra fue cuando los Cerveceros de Milwaukee anotaron 19 carreras y propinaron lechada a los Tigres de Detroit. Para colmo los cerveceros como visitadores anotaron 4 carreras en el noveno, y no sucedió nada en ninguno de esos juegos, tampoco al siguiente día, entonces ¿de qué reglas habla La Russa? Ya es hora que la MLB acabe de instaurar el KO a las 7 entradas con 10 de diferencia. Si implementaron una variante bastante modificada de la Schiller para los extra-innings, no es nada equivocado aceptar esta otra regla de KO, así se evita la falta de respeto con los aficionados de los managers de poner a cualquiera a lanzar cuando ya el juego está decidido y se ahorra tiempo igualmente. Antes de finalizar, ya que hablo de la regla para los extra-innings , el 5 de mayo de 2021 sucedió algo interesante que tiene que ver con La Russa. Décima entrada, Medias Blancas visitador en Cincinnati, el juego sin anotación, el corredor en segunda base situado por los de Chicago fue el corpulento cerrador australiano Liam Hendriks, signo de interrogación para todos.
La regla para los extra-innings en la MLB es la siguiente:
Cada equipo en su turno para batear tendrá un corredor en segunda base sin outs.
Ese corredor será el jugador que fue el último out de ese equipo en la entrada anterior, o en su caso, será un corredor emergente.
En caso de anotar, esa carrera será sucia y no será cargada al pitcher.
La regla establece también que, si es el lanzador el que debe iniciar corriendo en la segunda base, el equipo podrá poner al corredor que precede al lanzador en la alineación.
De esta manera, Pito Abreu debió ser el hombre corriendo en segunda y no Hendriks en el extra-inning contra el Cincinnati, algo que La Russa admitió desconocer. En esa entrada el hombre al bate era el receptor cubano Yasmani Grandal, bateador de pocos swings y en una temporada ofensiva nada buena por el momento. Por suerte, Grandal no hizo swing y trabajó la base, pero luego vino la tanda baja, Leurys García y Bill Hamilton, la buena para liquidar la entrada. Leurys García no tocó por ser Hendriks el corredor en segunda, pero conectó fuerte por tercera, bueno para forzar a Grandal. Leurys fue mandado a segunda en intento de robo, capturado en segunda, y Bill Hamilton recibió ponche de obsequio de su antiguo equipo. En la entrada baja de ese capítulo Nick Senzel decidió con hit sobre lanzamientos del hombre de Perth, Australia. Terminado el juego le preguntaron a La Russa la razón fundamental para poner a Hendriks, la respuesta es para recordar, admitió no conocer bien esa regla, por lo que se equivocó, error que le costó un juego a su equipo. Así que La Russa pide a sus peloteros conocer las reglas no escritas, él, por el contrario, desconoce las que están escritas. De acuerdo a Celebrity Net Worth, el salario de La Russa es altísimo, alrededor de los 30 millones en esta temporada, cifra que resulta difícil entender o creer, de todas formas, no son cinco pesetas ni nada por el estilo, por lo que es imperdonable que no conociera la regla para los extra-innings.
Escrito por Esteban Romero, 23 mayo de 2021, modificado el 24 mayo de 2021
Artículo dedicado al excelente narrador cubano de voleibol, René Navarro Arbelo
Si un deporte resulta verdaderamente emocionante es el llamado voleibol, el cual se practica en todos los continentes del planeta desde hace décadas. Su invención se debe a la iniciativa del Director de Educación Física de la Asociación de Jóvenes Cristianos (Young Men’s Christian Association) en Holyoke, Estado de Massachusetts, asociación igualmente conocida por las siglas YMCA, William George Morgan, cuya idea era la de crear un deporte que estuviera al alcance de personas mayores, o sea algo que no fuera tan rápido como el baloncesto y parecido al bádminton, pero jugado por grupo de personas.
Morgan tenía relaciones con el inventor del baloncesto, James Naismith, deporte que vio la luz en 1891, del cual ya se ha hablado en este blog como surgió (Romero 2020). En aquel entonces había un deporte jugado en Alemania, llamado Faustball (balón de puño), el que tuvo su origen en la antigua Roma, donde se le conocía como Pallome. El faustball o fistball consistía inicialmente en golpear la pelota con el puño contra una pared, luego los alemanes lo diseñaron para jugarse por dos equipos, cada uno de cinco jugadores, donde la pelota golpeada con el puño puede rebotar en el suelo entre cada golpe, pero no debe tocar la cuerda que separa a ambos equipos. Un partido consta de 3 o 5 sets, de 11 con diferencia de 2 puntos y finaliza con 15.
Faustball o Fistball se popularizó en muchas partes de Europa adonde llegaban ciudadanos alemanes incluidas las colonias en manos de Alemania hasta el final de la I Guerra Mundial, como es el caso de Namibia, país que lo juega con éxito. En América del Sur es igualmente practicado, así como en Rusia y China.
Morgan tomó su gran porción del faustball, algo del tennis y del badmington. Hay quien dice que también del béisbol, baloncesto y balonmano, pero resulta difícil identificar que hay de estos tres últimos.
El nuevo deporte se originó como tal el 9 de febrero de 1895, el cual consistía en una malla de por medio en la cancha, de seis pies y medio de altura, mientras que el área de juego era de 30 pies (9,144 m) por 60 pies (18,288 m), superficie que facilita el juego en interiores de gimnasios.
El primer balón usado fue una cámara de goma, lo cual Morgan usó como inicios, pero encargó a la Spalding & Bros. le diseñara una pelota cubierta de piel y de una circunferencia de 25-27 pulgadas (686 cm aproxidamente) con peso de 9-12 onzas (255-342 g.), lo cual se logró gracias a la intervención del sastre Dale Callaghan. El número de jugadores era de 5 por equipo, pero en lo sucesivo los conjuntos podían tener tantos jugadores como cupieran en su área de juego.
La primera demostración de este deporte fue en la fecha ya indicada. El volei se le llamó entonces Mintonette, nombre que viene del badmington (minton) y ette. Alfred Halstead, secretario de la Asociación ya mencionada, fue quien rebautizó a este deporte como volley ball, al alegar que la bola iba por los aires y los jugadores la voleaban.
Desde entonces las reglas del voleibol han cambiado sustancialmente. El número de jugadores por equipo se limitó a 9 en cancha y más tarde a 6, pero siempre rotando con el cambio de bola. Al inicio la pelota podía tocarse varias veces antes que pasara la malla, luego se limitó a tres, mientras que la altura de la malla se estableció a 2.43 m para hombres y 2.24 m para mujeres. Originalmente había que anotar 21 tantos para ganar el set, en 1917 se redujo a 15.
Ahora todo vale, antes había que ganar la pelota y solo se anotaba tanto cuando el equipo a la ofensiva, el que sacaba, lograba anotar, ya eso es historia pasada, ahora saque quien saque, el que logre burlar la defensa se anota el tanto.
Morgan lo diseñó para ser practicado por personas mayores, los que realmente lo pueden jugar, pero al más alto nivel se requiere de poder de salto, reacciones veloces sea para rematar como para detener la ofensiva del adversario. El voleibol exige bastante astucia de los jugadores en la cancha para así colocar la pelota en territorio de nadie y burlar la defensa del equipo rival.
Este deporte fue llevado a Asia en 1913, donde primero se jugó fue en Manila en ocasión de los primeros juegos del Lejano Oriente en ese año. En una región tan populosa había que darle cabida a más jugadores, por lo que allá los partidos se llevaban a cabo con 16 jugadores en cancha por cada equipo. Posteriormente se cambió a las reglas existentes en todo el mundo. La realidad es que el volei se juega desde entonces en Japón, China y otros países de Asia y Oceanía. En toda Europa se popularizó al igual que en América Latina.
Terminada la II Guerra Mundial se comenzaron a celebrar los campeonatos mundiales de este deporte desde 1949, además de haber sido incluido en los programas de los juegos olímpicos.
El primer torneo mundial masculino tuvo lugar en 1949 en Praga. Los siguientes fueron celebrados con irregularidad hasta que en 1962 se estableció efectuarlos cada cuatro años. La URSS se llevó seis medallas de oro, Brasil, Italia y Polonia se han llevados tres cada uno y Checoslovaquia dos. Cuba tiene dos de plata en 1990 y 2010, además de dos de bronce en 1978 y 1998.
Los torneos mundiales femeninos se comenzaron a realizar a partir de 1952, la primera sede fue la URSS. Precisamente este país es el que más veces ha ganado este campeonato, con 5, seguido de Japón y Cuba con tres cada uno, China y Rusia han triunfado en dos ocasiones cada uno.
En juegos olímpicos, el masculino se juega desde Tokio (1964), los campeones han sido la URSS, Brasil y EE.UU. tres veces cada uno, Japón, Polonia, Países Bajos, Yugoslavia y Rusia una vez cada uno. Cuba obtuvo medalla de bronce en Montreal (1976). En el femenino, también se juega desde Tokio (1964), la URSS ha sido la máxima ganadora con 4 de oro seguida de Cuba, la que ganó tres de oro de forma consecutiva (1992-1996-2000), China tres veces también, Japón y Brasil dos per cápita. Cuba tiene una medalla de bronce alcanzada en Atenas (2004).
Otra modalidad fue la del voleibol de playa, que se jugaba bastante en los EE.UU. y logró popularizarse en casi todo el planeta. En este caso cada equipo cubre su área en cancha de arena con 2 jugadores. El voleibol masculino de playa llegó a las Olimpiadas en Atlanta (1996), donde los estadounidenses se llevaron el oro y repitieron en Sídney (2000) y en Beijing (2008), mientras que Brasil triunfó en Atenas (2004) y Río (2016). Alemania se llevó el oro en Londres (2012). En el femenino, Brasil se alzó con la victoria en Atlanta (1996), Australia lo hizo en su tierra Sídney (2000), los EE.UU. ganaron 3 de oro de manera consecutiva (2004-2008-2012), mientras que Alemania se llevaba la victoria en Río (2016).
El voleibol de playa tiene también campeonatos mundiales desde Los Ángeles (1997) con periodicidad bienal. Brasil ha ganado siete campeonatos en la rama masculina. Los otros vencedores han sido EE.UU. en 2007, Alemania (2009), Países Bajos (2013) y Rusia (2019).
En la rama femenina, estos torneos de voleibol de playa se han efectuado en iguales fechas al masculino. Brasil y EE.UU. han sido campeonas mundiales cuatro veces cada una, China, Alemania y Canadá en una ocasión.
“Hay cinco cosas a hacer en el béisbol: correr, tirar, fildear, batear y conectar con poder. Leo Durocher (ex-pelotero y director de equipos en la MLB)
Con este artículo se inicia un ciclo sobre los principales conjuntos de la pelota amateur anterior a 1962. Vale la pena aclarar que no se sigue ningún orden, excepto que se hablará de los equipos más victoriosos en estas justas.
El equipo Teléfonos jugaba desde la década de los años 20 en la Liga Social, cuyo campeón solía enfrentarse al campeón de la Unión Atlética Amateur a finales de temporadas. Era una especie de Serie Mundial.
En 1928 el conjunto Teléfonos venció al campeón de la UAAC, el Vedado Tennis en 7 desafíos. En aquel año el estelar de los inalámbricos era el zurdo Narciso Picazo. Un año después Teléfonos volvió a enfrentarse a otro campeón UAAC, la Universidad de la Habana, con victoria de 4-2, que les valió a los vencedores pasar a integrar la UAAC, donde continuaron con su ruta vencedora al quedar empatados en la cima con la Universidad, la que finalmente se llevó el banderín en juego extra. Narciso Picazo continuó su faena triunfal al quedar como campeón de pitcheo (8-1).
Iniciada la década de los 30, Teléfonos, dirigidos por Octavio Diviñó, se llevó el banderín (18-3). Emergió entonces un nuevo lanzador victorioso, Manuel Domínguez. El cuarto bate de este equipo era su inicialista Oscar Reyes. En lo sucesivo, casi siempre el Teléfonos estuvo entre los primeros lugares de los campeonatos de la UAAC. Realmente la oposición de otros equipos como el trabuco del Fortuna, Universidad, Hershey Sport Club, Cubaneleco, los rifleros de Regla, la Casa Stany o el Cienfuegos era grande.
A partir de 1942 se registró una caída del Teléfonos, los que comenzaron a ocupar bajas posiciones de la primera división. En 1945 quedó en la cima, pero de la segunda división. En las nóminas del Teléfonos de aquella época estaban el inicialista Alfredo Quintero y su hermano, el jardinero Celso Quintero, el gran torpedero Willy Miranda, el antesalista y luego jardinero Antonio “Pancho Villa” de Armas, mientras que en el pitcheo estaban el laborioso José “Cheín” García y el derecho de la Esperanza, Las Villas, Ramón “Moaín” García, hombre que en 1948 llegó a la Liga Americana para jugar con los Senadores de Washington.
El repunte tuvo lugar en 1948 (15-7-1, cuarto lugar) bajo la dirección del ex-lanzador estrella Narciso Picazo. Mucho tuvo que ver con esta performance la labor del zurdo Gerardo Pérez, el que logró 8-0 en 90 entradas lanzadas, lanzador oriundo de Artemisa. En esa temporada integraban el equipo los Quintero, “Pancho Villa” de Armas, el torpedero Leonardo Seijos, el jardinero Juan Correa y el jugador de cuadro Antonio Arístides Pacheco, oriundo de Punta Brava de la antigua provincia Habana, el que poco después pasara a jugar en las lides profesionales y se desempeñara como director de equipos en Colombia y Venezuela. De hecho, Colombia ganó título mundial en 1965 bajo su dirección. Al año siguiente quedaron en el segundo lugar, puesto que garantizaron al ganarle al Santiago Sport Club en desafío del 7 de setiembre. Sus lanzadores en esa justa fueron José “Cheín” García, Gerardo Pérez, y el novato zurdo Pablo Rafuls. En el Todos Estrellas de la justa quedaron los telefónicos Alfredo Quintero 1B, Mario Díaz 2B, José Moya CF, Antonio “Pancho Villa” de Armas.
La ruta triunfal continuó en 1950, esta vez dirigidos por Oscar Reyes, cuando se alzaron con el título (20-3-1). La victoria final se consolidó el 11 de setiembre. Gerardo Pérez ganó 6 y no perdió en 43.0 innings lanzados, vaya eficiencia. La nómina fue muy parecida a la del año anterior, con la ausencia de Antonio Aristides Pacheco, pero con la inclusión del lanzador Francisco Oramas, mientras que la receptoría fue defendida por Luis Estrada y Ricardo Díaz.
De fiesta tempranera se puede catalogar al triunfo de los Teléfonos en 1951, ya que el 26 de agosto este conjunto se coronaba campeón por segundo año consecutivo. Ese día vencieron al Deportivo de Matanzas 2-1. Oscar Reyes fue su director, mientras que en la nómina aparecía un jardinero muy eficiente como Fausto Méndez. El equipo Cuba a los I Juegos Panamericanos (Argentina 1951) fue integrado por Mario Díaz y Leonardo Seijos, mientras que a la XII Serie Mundial (México, 1-19 noviembre 1951) los integrantes del Teléfonos en el equipo Cuba fueron Luis Estrada, Antonio “Pancho Villa” de Armas, Leonardo Seijos SS, Celso Quintero y el lanzador José “Cheín” García.
El Teléfonos cayó a la cuarta posición en la temporada de 1952 (16-6-2). La nómina tuvo la presencia del jardinero Orlando Izaguirre, que supongo sea hermano de Juanito “Sabú” Izaguirre, jugador de los Corredores de Aduanas. Mario Díaz no hizo más el equipo, y el lanzador Osvaldo Orgalles rindió faena en este conjunto. El receptor Luis Estrada y Antonio “Pancho Villa” de Armas integraron el equipo Cuba al XIII Serie Mundial (Cuba, 1952). Es indispensable resaltar que Gerardo Pérez logró una cadena de 30 victorias entre 1948 y 1952.
El inicialista Alfredo Quintero bateó para promedio de .343 y José “Cheín” García ganó 7 y perdió 1 (.875) en la temporada de 1953, pero eso no evitó que el equipo fuera desplazado a la segunda división, donde quedó en segundo lugar. Oscar Reyes continuó al frente de la dirección del equipo y sus lanzadores fueron los de siempre, además del zurdo Julio Álvarez.
Entre 1954 y 1956 este conjunto estuvo retozando con el primer lugar. En 1954 logró el tercer lugar (21-9-2), en 1955 se hizo de la segunda posición. El receptor Ricardo Díaz sustituyó a Luis Estrada como regular y alternó con Ramón Regueiro. Los lanzadores fueron los mismos: José Francisco Oramas, Gerardo Pérez, José “Cheín” García y Julio Álvarez (z). Repitieron el segundo lugar (15-10) en la temporada de 1956.
Teléfonos, entonces dirigidos por Antonio “Pancho Villa” de Armas, cayó al sexto lugar (16-8) en 1957. Hubo variaciones en la nómina, Leonardo Seijos pasó a defender la segunda base, mientras que el futuro grandesliga, Lorenzo Fernández, se hizo cargo del campo corto. El ex lanzador Pablo Rafuls pasó a jugar los jardines. El jardinero Hermes Arrechea del Círculo de Artesanos pasó a jugar con este conjunto. Los jardineros Celso Quintero, Juan Correa y Moya no hicieron el equipo. El cuerpo de lanzadores sufrió un cambio enorme, de sus figuras anteriores solo estaba el zurdo Julio Álvarez, los otros serpentineros fueron Ramón González, Rodolfo Rivero y el zurdo Antonio “Kinko” Rodríguez, uno de los primeros peloteros negros en la UAAC y que había debutado en la temporada anterior con el Víbora Tennis Club. Kinko, además de su eficiencia como lanzador, fue igualmente un buen bateador. Tanto Francisco Baldajil del Artemisa como Kinko debutaron en 1956 y están entre los primeros peloteros negros, no mestizos. El versátil Eduardo “Titirití” Cárdenas Hernández, mestizo, había debutado con el Fortuna en la temporada de 1954. He visto otras fuentes que hablan de ese debut en 1955, pero realmente sucedió en 1954.
La caída del Teléfonos fue evidente en las temporadas de 1958 y 1959. En 1958 ocupó el quinto lugar de la justa. En su nómina aparecían entonces los receptores Ramón Regueiro, Ricardo Díaz y Lorenzo Arrechavaleta. El inicialista era el siempre eficiente Alfredo Quintero, quien alternaba con el lanzador, Julián Álvarez, el que también jugaba los jardines. La segunda base era defendida por Carlos Romero y Alfredo Guzmán, Antonio Valdés en la antesala, mientras que en el campo corto estaban René Calderón y Armando Orovio. En los jardines estaban Hermes Arrechea, Enrique Cruz, hombre de un brazo respetable, Arsenio Hernández, Antonio “Pancho Villa” de Armas y Pedro de Armas. Los lanzadores fueron el veteranísimo “Cheín” García, “Kinko” Rodríguez, Raúl González, Rodolfo Rivero, Juvenal Figueroa y el zurdo Julio Álvarez. El Teléfonos solo logró el sexto lugar en 1959. Las nuevas figuras en su nómina fueron el reglano antesalista Jorge Trigoura, el estelar jardinero central Rafael “Cachirulo” Díaz, mientras que Kinko lanzaba como jugaba la inicial y los jardines. El receptor regular del equipo fue Ramón Regueiro. La temporada de 1960 fue la última de la UAAC y le tocó al Teléfonos hacerse del banderín de esta justa final (15-2-1) dirigidos por Oscar Garmendía. El equipo se presentó con el receptor Ricardo Lazo González, hombre que hiciera historia posteriormente en los equipos Cuba hasta 1968; Kinko se hizo cargo de la inicial, el estelar Rigoberto “Tito” Fuentes, debutante en las Grandes Ligas con los Gigantes de San Francisco en 1965, fue el encargado de custodiar la segunda base, Jorge Trigoura en la antesala y René Calderón en el campo corto. En los jardines estuvieron Antonio “Pancho Villa” de Armas, Rafael “Cachirulo” Díaz y Enrique Cruz RF. El lanzador estrella fue el derecho guantanamero Alfredo Street, el que logró 12 victorias y una sola derrota en 124 entradas lanzadas, con un extraordinario PCL de 1.02 y 134 ponches propinados. Era Street semanalmente la receta de Garmendía, secundado por el veterano Julio Álvarez.
El equipo Teléfonos si vamos al caso no desapareció completamente en 1960, ya que el campeón de la primera regional occidental, el Habana, venía integrado por peloteros como Ricardo Lazo, Kinko Rodríguez, Jorge Trigoura, Cachirulo Díaz, Pedro de Armas y Alfredo Street.
Varios peloteros de este conjunto brillaron en torneos internacionales vistiendo la franela del equipo Cuba, por lo que es importante señalar a algunos de ellos, como Leonardo Seijo, el que bateó para .500 en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1950 e integrante de los equipos campeón de los I Juegos Panamericanos en 1951 y campeón mundial en 1953. “Pancho Villa” de Armas jugó con el Cuba en las series mundiales amateur de 1951 y 1952. El lanzador Gerardo Pérez integró también el equipo a la serie mundial en la Habana (1952). Ricardo Lazo, Tito Fuentes, Jorge Trigoura, Rafael “Cachirulo” Díaz y Alfredo Street integraron el equipo campeón de la serie mundial amateur de 1961. Previamente, en 1959, Street fue parte del equipo Cuba a los Panamericanos en Chicago. Lazo, Trigoura y Street fueron parte del conjunto a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Kingston (1962), mientras que los dos primeros antes mencionados fueron parte del equipo a los Panamericanos de Sao Paolo (1963). Lazo y Street integraron los equipos Cuba a los Centroamericanos de San Juan, Puerto Rico (1966) y los Panamericanos en Winnipeg (1967).
“La testarudez de una persona débil nunca debe ser subestimada.” Frederick Forsyth
El autor de “Chacal”, “El diario de Odessa”, “Los perros de la guerra” y otras novelas más, nos brinda otro suspense en su novela “Zorro”, publicada inicialmente en 2019, la que nada tiene que ver con el héroe californiano del Don Diego enmascarado.
Se trata de otro libro del autor que lo engancha a uno tan pronto comienza a leerlo, donde el héroe es un joven inglés de 17 años con síndrome de Asperger[1], pero capaz de descifrar los códigos más importantes de organizaciones militares, bancos y otros, sin dejar rastro alguno. Un joven al que no le interesaba otra cosa que no fuera su ordenador y que sin saberlo había entrado en sitios prohibidos de internet en EE.UU.
Una vez descubierto por la minuciosa investigación en su país natal, las autoridades, lejos de sancionarlo, decidieron usar su talento para beneficio del país y sus aliados. Naturalmente, los objetivos a dañar son Rusia, Irán y Corea del Norte, adversarios que, aunque no conocen al intruso, adivinan donde está, por lo que su meta es eliminarlo cuanto antes.
Es así cómo se desarrolla este nuevo suspense de Forsyth, vericuetos aquí y allá, golpes al enemigo y contragolpes casi siempre fallidos de los afectados.
No obstante, hay que reconocer que Forsyth se inventa su trama a su manera, lo cual no quiere decir que siga fielmente el curso de la política actual. Él sitúa a cada pieza en su tablero de ajedrez de acuerdo a sus deseos y forma de pensar. Una cosa es lo que uno desea, otra es que sea veraz.
El primero tiene que ver con el acorazado “Almirante Nakhimov”, el cual se comenzó a construir en mayo de 1983 y fue botado al mar, con el nombre de “Kalinin”, en abril de 1986 y entró en servicio en diciembre de 1988. Entre una cosa y la otra, esta nave, al parecer, ha estado más tiempo en taller que funcionando y se espera que en 2021, ya completamente modernizada, esté lista para entrar en funciones. Parece ser que Forsyth se adelanta a los acontecimientos con respecto al Nakhimov.
Para nadie es secreto que el cuadragésimo quinto presidente de los EE.UU., a quien llama sencillamente POTUS (President of the US), tenía o tiene relaciones normales con el presidente ruso, al que él llama Vozhd (вождь, jefe en ruso). Las rivalidades entre ambos eran superficiales, POTUS hasta su salida de la Casa Blanca negó la injerencia rusa en casi todo. Forsyth presenta a ambos como enemigos.
El otro asunto que toca es respecto a cómo EE.UU. cierra su pacto nuclear con Irán, país que hasta ese momento cumplía con las normas establecidas en ese acuerdo, el que al darse por terminado abruptamente por EE.UU. propició que Irán volviera a su posición beligerante anterior a la firma del acuerdo. El pacto se firmó en 2015 por seis potencias mundiales: EE UU, Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido. El 8 de mayo de 2018 POTUS rompió ese acuerdo nuclear, un legado del presidente anterior. Las razones dadas para la ruptura no convencieron a ninguno de los otros firmantes. Desde entonces las violaciones al pacto firmado se han sucedido al extremo que Irán ya enriquece con éxito uranio en una de sus plantas, la de Natanz, que sufriera un corte eléctrico provocado por Israel en marzo de 2021. Forsyth pone el asunto a su manera, aunque es cierto que hay muchos sucesos que no habían ocurrido cuando él escribió esta novela.
La Operación Huerto de ataque israelí sobre una planta nuclear en Siria está mejor descrita, mientras que el asunto norcoreano es tratado con igual éxito, ya que se sabe que, en un determinado momento, POTUS aflojó totalmente su presión sobre este régimen, lo que le ha permitido incrementar sus pruebas de misiles y otros artefactos.
Así y todo, se debe reconocer la maestría de presentar su ficción. Según se lee en la página de https://edicionanticipada.com, Forsyth, sugirió en The Daily Express en 2012 no encerrar en prisión a un reconocido hacker y usar sus habilidades, lo cual parece haber inspirado al autor para acotejar la trama de este suspense.
Escrito por Ricardo Labrada, 19 abril de 2021
[1] Síndrome de Asperger: dificultad para entender la comunicación no verbal, las bromas y las sutilezas del lenguaje, generalmente obsesionado con un tema, tendiente a la soledad y con dificultad para interactuar con muchas personas.
Si Ud. quiere visitar una ciudad con espíritu, vaya a Calcuta.” Vir Sanghvi (1956, periodista-escritor británico)
La primera vez que visité la India en misión de trabajo, la idea de los anfitriones era la de llevarnos a visitar Kolkata (Calcuta) y sus empresas productoras de químicos, pero los planes cambiaron y como se dijo anteriormente, la visita fue a Mumbai. No obstante, previamente los locales nos hablaron que en Calcuta los elefantes eran visibles por doquier. Eso fue hace más de 30 años, nada de eso es cierto en la actualidad.
Calcuta fue el lugar donde María Teresa hizo gran parte de su obra benéfica, fue igualmente hogar del famoso poeta bengalí Rabindranath Tagoré, premio Nobel de la literatura en 1913.
Invitado no hace mucho a una conferencia nacional, decidí visitar Calcuta, adonde llegar no es fácil si uno busca un boleto económico. La opción más factible fue la de volar desde Valencia, España a Estambul, Turquía, de ahí a Delhi y horas después de la llegada a la India, volar a Calcuta con una línea local. Un viaje largo de más de 19 horas, al final uno termina completamente cansado. A eso hay que sumar las enormes colas para el chequeo del pasaporte en el aeropuerto de Delhi.
La conferencia era fuera de Calcuta, hora y media del lugar, así que se dejó para el final una visita de tres noches para ver esta ciudad. Busqué los elefantes y no vi ninguno en esa urbe, creo que se les encuentra mejor en Jaipur o en la misma Delhi, así que era falso o ya todo cambió. Calcuta fue capital de la India británica hasta 1911 y era la urbe más poblada de la India en el pasado, puesto cedido a Mumbai. Así y todo, en la capital bengalí hay más de 15 millones de habitantes, aunque no se me hizo difícil caminar. Algún que otro vendedor ambulante se me acercaba, le respondía en cualquier idioma que no fuera inglés, así se alejaban.
En Bengala se habla la misma lengua que en Bangladés, o sea el bengalí, aunque casi todo el mundo habla hindi, mientras que la religión es hinduista mayoritariamente, pero no faltan musulmanes venidos de la vecina Bangladés. Bengala occidental tiene límites también con Nepal, de donde vienen muchos comerciantes. Calcuta como toda Bengala Occidental fueron parte de los dominios de los mogoles, gobernantes dinásticos musulmanes que se habían instalado inicialmente en el norte de la India desde Asia Central. De ahí que la influencia islámica esté presente en esta ciudad, de hecho, el 24% de la población bengalí occidental es musulmana.
Los mercados, como en el resto de la India, abundan, venden de todo y a precios razonables para un bolsillo occidental, pero el objetivo no era ir a regatear, era conocer esta ciudad y su historia. La mejor opción alquilar un taxi con chofer que lo lleve a uno a los lugares más importantes, eso se puede arreglar en el hotel y los precios son igualmente razonables.
El autor saboreando agua de coco
El primer lugar visitado fue un templo, ese día abarrotado de personas. Ni recuerdo su nombre. Para entrar hay que quitarse los zapatos y las medias, así descalzo lo llevan delante de un altar, a falta de guía, era como un analfabeto, por lo que decidí regresar por mi calzado, no sin antes comprar agua para lavarme los pies.
De ahí fuimos al Victoria Memorial, donde tuve que esperar un rato para entrar. Se trata de un palacio construido en el plazo de 15 años, el que se realizó después de la muerte de la reina Victoria en 1901, o sea se comenzó en 1906 y se concluyó en 1921. Los mandamases británicos aportaron los fondos para esta edificación. Muchos locales van a este lugar a pasear por sus jardines, que fue lo que hizo el que suscribe. Todo muy bonito y ordenado en el lugar.
Memorial Victoria
De camino le pasamos a la Catedral St Paul, no daba deseos de bajarse a visitar un templo de religión extraña en el país. Se construyó en el período de 1839-1847. Es de suponer que su religión sea anglicana. Sus exteriores son elegantes.
Catedral St Paul
En la tarde la visita fue al Puente Howrah, que une a Calcuta con la localidad de Howrah. Esta obra, realizada en el período de 1937-1943, es arquitectónicamente atractiva a los ojos del visitante. El puente pasa por encima del río Hooghly o Hugli, efluente del río Ganges, sagrado para los hinduistas. Bañarse allí es algo muy religioso. El puente tiene una longitud de 705 metros. El río ha sufrido una reducción del nivel del agua en las últimas décadas.
Puente Howrah sobre el río Hugli al atardecer
En la orilla oriental del río mencionado se halla el Dakshineswar, templo dedicado a Kali, la madre universal, destructora de la maldad y de los demonios, y santa patrona de la ciudad de Calcuta. Allí la cola para entrar al templo era larga y nuevamente a quitarse el calzado, por lo que preferí pasear por los alrededores y apreciar muchas cosas interesantes, lo mejor es ver como la población se baña en el río Hugli, curso de agua sagrado y secular en la India. Lo otro es que no faltan los mercados, pero algunos graciosos tienen monos en los mismos, que no tienen nada de mansos, así que cuidado, no se acerque a ellos ni por curiosidad.
Dakshineswar
La población local a orillas del río Hugli
Otro lugar visto de fuera es el Palacio de Mármol construido en 1835 por orden del rajá Rajendra Malik. El lugar tiene muchas artesanías, pero no estaba abierto al público. Así que me tuve que conformar con verlo de fuera.
Palacio de Mármol
Había sido invitado a la Universidad Presidency, la primera moderna en la India, fundada en 1817. Era para una charla a los estudiantes en materia de malezas. En esta institución estudian unos 100 mil estudiantes y más de 5 mil en estudios de post grado. La visita resultó agradable y los estudiantes prestaron mucha atención a lo que les impartí allí.
Charla con estudiantes de la Universidad Presidency
Una mañana completa se dedicó a la visita del Museo de la India, donde disfruté realmente de la misma. Se trata del museo más grande y antiguo de la India. Primero era conocer aspectos de la historia de la India, luego tienen una parte científica, sobre todo en el área de biología, donde uno recibe un “baño” de conocimientos en biología molecular.
Calcuta tiene mucha población, pero nunca observé las muchedumbres vistas en Mumbai. Por la calle se podía andar sin mucho problema, nadie me molestó, excepto algún que otro vendedor ambulante. En sus tiendas hay que regatear, nunca le dan un precio justo. Es un juego de sube y baja, naturalmente uno busca cosas típicas y no bagatela. El trato fue bueno en general.
Hubiera sido interesante visitar la reserva de tigres en los manglares, pero el tiempo no daba para eso. Había que priorizar ver Calcuta o dedicarse a los tigres, se optó por lo primero.
Escrito por Ricardo Labrada, 7 abril de 2021, con información histórica consultada en línea.
“La razón para que no haya jardineros con fuertes brazos puede deberse a que los peloteros ya no entrenan como nosotros lo hacíamos en el pasado. Muchos equipos actualmente no tienen prácticas de jardineros.” Al Kaline (1934-2020, excelente jardinero de los Tigres de Detroit)
Observaba los tiros a home del matancero Eduardo Blanco en el recién finalizado play off de la 60 Serie Nacional cubana y comencé a recordar algunos de los brazos privilegiados que ha tenido Cuba históricamente en los jardines. Son recuerdos propios, así que, si involuntariamente ni menciono a algún nombre, es posible que no le haya visto jugar, con un comentario útil se resuelve la omisión.
Es de suponer que antes de la década de los 50 haya habido jardineros cubanos con brazos potentes. Por ejemplo, Alejandro Oms, probablemente el mejor jardinero central cubano de todos los tiempos. Alejandro Crespo está en esa lista, de quien ya se habló anteriormente en este blog (Romero b 2015).
El primero a mencionar es al Cometa cubano, el gran Orestes Miñoso, quien poseía un rifle por brazo. Miñoso en sus primeros años jugó la antesala y los más viejos me decían que el hombre a veces tiraba a primera sin mucha puntería y la bola podía ir a parar al banco (Romero a 2015). La realidad es que el matancero jugó tercera siempre, 120 juegos, con los New York Cubans de la Liga Nacional Negro, mientras que con el Marianao de la Liga Profesional cubana jugó desde 1945 hasta 1949 esa posición. En el béisbol de la MLB, Miñoso jugó 111 juegos como antesalista de los Padres de San Diego en 1950, que en épocas pasadas competían la Liga de la Costa del Pacífico (AAA). Al pasar a los Medias Blancas en 1951 jugó la antesala en 68 partidos, o sea menos de los 82 jugado en los jardines. A Miñoso no se le podía correr, su brazo era potente y, supongo, con mucha más puntería que cuando jugaba la antesala. La ponía con facilidad de aire en home. Los Medias Blancas como el Marianao casi siempre lo utilizaron como jardinero izquierdo. Con ese potente brazo podría haber jugado el derecho, posición que solo defendió en 107 juegos en las Mayores.
En aquella época había jardineros con brazos de fuerza, aunque no en grado superlativo como el de Miñoso. Varias veces vi tirar fuerte y con precisión a hombres como Ultus Álvarez y Juan Delís. No obstante, había uno que tenía algo más de fuerza que los mencionados, se trata de Ángel Scull Sáez, pelotero oriundo del Central Mercedes, Calimete, Matanzas, quien escasamente medía 170 cm. Así y todo, tenía un potente brazo y con puntería, a Scull, defensor del jardín central en el Almendares, y con los Cubans y los Reales de Montreal en la Liga Internacional (AAA), no se le podía correr.
En lo que respecta a la Unión Atlética Amateur había jardineros muy eficientes, pero de todos ellos de los que más referencias de potencia en su brazo poseo es de Antonio “Pancho Villa” de Armas, el que como Miñoso, se inició como antesalista y luego pasó a patrullar los jardines, además del jardinero central Enrique Cruz. Tanto De Armas como Cruz jugaban con el Teléfonos. Reinaldo Cordeiro, director del Vedado Tennis Club en 1943, decía a Eladio Secades en entrevista de agosto de ese año, que el jardinero de brazo más potente en esa época en la Unión Atlética Amateur era Enrique Rousseau. No es de dudar que Rogelio Reyes del Deportivo Santiago de las Vegas, José Mir del Círculo de Artesanos, el inhabilitado en 1958 Cándido Costoya del Fortuna, Fausto Méndez del Teléfonos, Eddy Marcos del Cubaneleco y Rigoberto Bringas del Vedado Tennis Club hayan poseído brazos de respeto. En otras lides amateurs del pasado estaba el santiaguero Ezequiel Ferrer, quien jugaba en la Liga Popular y poseía otro brazo privilegiado. Ferrer llegó a jugar en Series Nacionales, pero ya viejo, por lo que se desenvolvía en la inicial. Jugó en las 4 primeras series nacionales, siempre con Orientales, excepto en la segunda cuando lo hizo con Azucareros.
Antonio «Pancho Villa» Armas
Llegaron las Series Nacionales, muchos buenos jardineros debutaron en la misma I Serie, todos ellos con brazos decentes, como fueron Antonio “Ñico” Jiménez, Rafael “Cachirulo” Díaz, Ramón Quijano (podía fungir como receptor), Ángel “Jabao” Suárez y Abilio Amargo entre otros. En las Series siguientes debutaron otros peloteros igualmente eficientes y brazos de potencia, entre ellos Elpidio Mancebo, Felipe Sarduy, los que con el tiempo fueron pasados a jugar la inicial, luego Fermín Laffita, y también Agustín Marquetti, del que uno de sus tíos por línea materna me decía que su sobrino había sido un lanzador de velocidad en sus inicios como pelotero, algo que pude corroborar en juegos del MININT en la serie provincial de la Habana, cuando Marquettí en más de una oportunidad salió de relevista y lanzaba verdaderos misiles a home. También se le pudo ver tirando con fuerza desde el jardín derecho, brazo siempre le sobró.
No obstante, la figura estrella debutante en la VI Serie Nacional (1966-67) fue Armando Capiró Lafferté, oriundo de Santiago de las Vegas, hombre dotado de un señor rifle por brazo. Capiró lanzaba y era capaz de jugar el campo corto, pero los entrenadores decidieron que lo mejor era dedicarlo a jugar los jardines, primero por su brazo y así estaría más cómodo para batear a sus anchas. Los tiros de Capiró fueron de película, era todo un show verlo tirar a la goma o a las bases. Era brazo de potencia y precisión.
Un año después, en la VII Serie Nacional, debutó con el equipo Vegueros otro con un rifle tan efectivo como el de Capiró, para algunos más potente que el del habanero, y con igual precisión. Se trata de Tomás Valido Miranda, oriundo de Bahía Honda. Este pelotero, al igual que Capiró, se desenvolvía como lanzador y jardinero en esa serie de su debut. Había oído hablar de su potencia, pero como la TV trasmitía los juegos de los líderes, había que esperar que ese conjunto sotanero en sus primeras series nacionales, jugara con el de más arriba. Llegó ese momento y pude ver que Valido era ciertamente lo que se decía de él. Realizó un tiro a la goma desde el jardín central. que fue un verdadero strike. La evidencia estaba ahí y ese disparo a home fue sencillamente excepcional e inolvidable.
A mediados de la década de los 70 debutó otro pelotero con capacidad para jugar varias posiciones, entre ellas la de receptor, que no es otro que el Señor Pelotero, Luis Giraldo Casanova, igualmente de Bahía Honda, jugador dotado de un buen brazo, el que fue llevado a los jardines, donde se desenvolvía eficazmente, sea en el jardín central como en el derecho. Casanova tenía una característica y era la rapidez con que se deshacía de la pelota una vez llegaba a su guante. Recuerdo un juego en que el equipo rival tenía hombre en segunda y se produjo un fly no muy elevado al derecho, al que Casanova le llegó fácil, el hombre en segunda se apartó algo de la base, pecado, el tiro fue potente y de inmediato, es de suponer que sorprendió al mismo corredor, el cual fue puesto out. Casanova realizaba tiros desde el jardín derecho a la antesala con mucha precisión.
En la XXIV serie (1984-85) debutaba otro pelotero con brazo impresionante, Eddy Rojas (Romero 2017), oriundo de Encrucijada, pelotero que había integrado el equipo Cuba juvenil en 1985 y que se estrenó con el conjunto de Villa Clara como defensor de la segunda base, lo cual era no aprovechar su potente brazo. Por suerte, su desenvolvimiento en esa posición no fue la mejor y finalmente fue pasado a defender el jardín derecho de forma permanente desde la XXVII serie (1987-88). Los tiros de Rojas eran de película, no sabría decir si él tenía más potencia que Capiró o Valido, pero en buen cubano, diríamos ahí, ahí.
Otros defensores de los jardines con fuertes brazos fueron Lázaro Junco, Lázaro Contreras y Pablo Hernández, los tres jugadores de equipos matanceros. Víctor Mesa era un excelente defensor del jardín central con brazo muy aceptable, pero sin llegar a la potencia de los Capiró, Valido, Eddy Rojas y Luis Giraldo Casanova.
Sería injusto no mencionar a otro con mucha fuerza en sus tiros cuando jugaba los jardines. Se trata de Lázaro Valle, otro supersónico de Encrucijada, el que se inició en la pelota de Series Nacionales como segundo receptor de los Metropolitanos en la XXIII serie (1983-84). En la siguiente serie, con el mismo equipo, pasó a jugar los jardines y fue cuando le conocí defendiendo el jardín derecho. En juego televisado Valle hizo par de tiros a la goma de espanto, ¡que fuerza en ese brazo! Por el contrario, de otros brazos potentes, Valle fue convertido en lanzador a partir de la XXV serie (1985-86) y el resto ya es historia.
La Isla tenía un torpedero con un brazo capaz de tirar desde el jardín central y meter la bola en las gradas detrás del home, se trata del oriental Juan Carlos Calvo, el que jugó también los jardines y hasta lanzó en series nacionales (Romero 2018). Calvo debutó en la XVIII Serie (1978-79) y se mantuvo en juego hasta la XXXI (1991-92).
Otro con un potente brazo es el habanero Yasmani Tomás, quien puede jugar la antesala y los jardines. Tomás ha demostrado en competencias de brazo que tiene igual fuerza en sus tiros como Juan Carlos Calvo. Tomás actualmente juega en AAA y ha hecho incursiones en las Mayores con el Arizona.
Dos peloteros salidos de Series Nacionales se han destacado en Grandes Ligas por sus potentes brazos. Yoenis Céspedes, oriundo de Campechuela, quien demostró ser capaz de sacar out a cualquier intruso que le quisiera sacar una base de más. Sus tiros han sido muy precisos y sacaban outs. El otro tiene un verdadero cañón por brazo, se trata de Yasiel Puig de Palmira, cuyos tiros a las bases son verdaderos misiles, nada que envidiar a los que realizan hombres de la eficiencia de Alex Gordon, Jason Heyward y Ramón Laureano entre otros. Puig hace sus disparos con mucha precisión. Otro del que se habla con potencia en su brazo es el guantanamero Luis Robert, joven que cubre una enorme área en los jardines, pero hasta ahora no le he visto tirar algo sensacional a las bases. Lourdes Gurriel Jr. tiene un verdadero rifle por brazo, lo que ha demostrado desde que juega regular el jardín izquierdo de los Azulejos de Toronto.
El matancero Eduardo Blanco Díaz tiene otro cañón por brazo, sus tiros vienen a las bases con bastante fuerza, aunque la precisión de los mismos es susceptible de mejorarse. El jardinero derecho Alexquemer Sánchez Sánchez, de Granma, es otro con una tremenda fuerza, probablemente con un poco más de puntería que Blanco.
Amigo lector, si quiere mencionar a otros jardineros con igual fuerza de brazo, adelante con sus útiles comentarios.
“Llegará el día en que los hombres reconocerán a la mujer como su compañera, no solo al lado del fuego, sino en los consejos de la nación.” Susan B. Anthony (1820-1906, defensora de los derechos humanos y escritora estadounidense)
Para cualquier amante del béisbol, sobre todo, este es un filme muy atractivo, cuya dirección corrió a cargo de Robert Lorenz, hombre que asistió a Clint Eastwood en la realización de otras películas famosas como “Space cowboys (2000)”, “Deuda de sangre (2002)”, “Mystic River (2003)” y “Million dollar baby (2004)”. Esta vez Lorenz fue el director, mientras Eastwood fue el protagonista, en papel que le pega mucho, el de hombre huraño e inconforme con todo lo que ve a su alrededor, muy parecido al Walt Kowalski interpretado por él en “Gran Torino (2008)”.
La peli se llama en inglés “Trouble with the curve”, muy sugerente, ya que al final, aunque no es lo único importante del filme, se ve como un joven prospecto tiene problemas para conectar la curva en el béisbol.
A Eastwood (Gus) le acompañaron en el reparto Amy Adams (Mickey), muy convincente como hija de Gus; los veteranos Johnn Goodman, Smitty Ross, Ed Lauter y Bob Gunton, además de Scott Eastwood, hijo de Clint, y Justin Timberlake entre otros.
Una chica huérfana y abogada, con un padre nada accesible, separados con razón, como parte del destino de cada uno, al final se reencuentran debido a las condiciones de salud del progenitor. Sucede que los arreglos familiares en la niñez de Mickey se hicieron sin la debida explicación al menor y quedó el rencor de su parte, entendía que se hizo todo erróneamente por falta de cariño. Malos entendidos se sobran y el filme los muestra con claridad.
El padre es un caza-talento avezado en el mundo del béisbol, de esos que han visto mucha pelota y adivinan las cualidades y defectos de cualquier novato. Su hija, en su niñez, deambuló con él bastante por los campos de béisbol y aprendió mucho de lo que sabía su padre. No solo eso, sabía mucho sobre los grandes peloteros del pasado, lo que demuestra que el béisbol no es un deporte exclusivo de los hombres, las mujeres pueden aprender de igual manera y ser capaces de identificar cualquier nuevo portento.
Esta película sabiamente muestra algo que es innegable, nadie puede pretender conocer de un deporte sentado en un ordenador viendo cifras y records de los jugadores. La sabermetría ha venido a complementar los conocimientos sobre el desempeño de los deportistas, pero no sustituye el trabajo del caza-talento, quien tiene la habilidad de ver detalles que no salen en ningún registro. Gus era un experto, su hija lo era hasta cierto punto por afición, claramente recomendaban a quien contratar o a quien escoger en sorteo, sin tomar muy en consideración cifras frías. Los “sabios” obviamente no estarán de acuerdo con ese enfoque y se orientan a menospreciar la experiencia de los que más han visto y tocado este asunto.
Esos varios aspectos abordados: trato de padre a hija, igualdad de la mujer y provecho de la experiencia evaluativa de un cazatalento le dan un toque de originalidad a este film. No es una trama de un solo aspecto, aborda varios y con un toque de astucia. Los personajes se muestran tal y cómo son en la vida real, lo cual suma otro plus a la calidad de la película.
Así que para aquellos que no la hayan visto, la peli es amena y muy recomendable, no lo lamentará.
Escrito por Esteban Hernández, 1 abril de 2021, con información consultada en IMDB.com.