Eladio Valdés-Black Bill, uno de los primeros cubanos destacados en el boxeo

«Es en nuestros sueños y en nuestras aspiraciones
donde encontramos nuestras oportunidades
Sugar Ray Leonard

Eladio Valdés o Black Bill

Es deber aclarar que en el boxeo han existido púgiles con el apodo de Black Bill. Panamá tuvo uno que peleó en los pesos plumas a partir de 1942. No obstante, el más grande de todos, el más efectivo en el ring lo fue el cubano Eladio Valdés, hombre nacido en mayo de 1905 en la Habana. No es errado suponer que se haya criado en la Habana Vieja, en ese ambiente existente de gente pobre de las calles Habana, Cuba, San Ignacio, Paula, Picota y Merced entre otras. Allí el boxeo de siempre ha sido un deporte muy practicado por la gente de escasos recursos económicos. A su vez, tampoco es errado suponer que Eladio haya sido huérfano o hijo o nieto de huérfano, ya que el apellido Valdés se les daba a esos que no tenían padres.

Su tamaño no era nada, 161 cm y poco peso, por eso casi siempre boxeó en la división de los moscas. Eladio debe haber boxeado algo en la calle para ganarse alguna peseta entonces y en cuanto le vieron habilidades como púgil, no tardaron mucho en montarlo en un cuadrilátero, lo que sucedió el 1 de enero de 1920, pelea ganada por puntos, contra Enriquito Valdés. A continuación, obtuvo 8 victorias consecutivas y su décima pelea fue tabla contra Julio Otamendi el 2 de mayo de 1921. En ese año logró su primera victoria por KO sobre Kid García el 9 de junio, e hizo lo mismo con A. Cardona un mes después. Su primera derrota, por puntos, fue frente a Kid Castro el 3 de setiembre de 1921. Hasta ese momento tenía 16 victorias y dos tablas. Al inicio de 1922 perdió tres peleas consecutivamente, dos de ellas frente a Antonio Valdés, a partir de ahí se recuperó e hilvanó una racha de 10 victorias hasta perder frente a Genaro Pino en opción al campeonato nacional de los pesos moscas el 10 de octubre. No obstante, no se amilanó y su racha siguiente fue de 17 triunfos incluido 5 por la vía rápida. Genaro Pino se incluyó entre sus vencidos, además de Kid Guanajay, Kid Molinet, Kid Delgado, Emilio Casado, Modesto Morales, Ramón Pérez, Tommy Albear, Antonio Valdés y Diego Pedroso entre otros. En su pelea del 7 de mayo de 1923 frente a Genaro Pino logró coronarse campeón nacional de su división.

Black Bill o Bombón Purgante era un boxeador imparable, lo mismo golpeaba por el lado izquierdo que por el derecho, por todos los ángulos. Sin ser púgil de gran punch su agresividad era comparable a la de otros boxeadores como Harry Greb y Jackie «Kid» Berg.

Su primera pelea fuera de Cuba tuvo lugar en el pabellón Santa Ana en Ciudad Panamá contra el colombiano Anastasio Ortiz, alias Kid Vaquero, el 11 de octubre de 1924, pelea que resultó tabla. A continuación, en Panamá derrotó al pluma panameño Kid Campbell, luego entabló con otro panameño, Santiago “Kid” Zorrilla y con el mismo Campbell. Regresó a la Habana para pelear el 1 de marzo de 1925 contra Genaro Pino, al que venció por decisión nuevamente y un mes después debutaba en el Sporting Club de Nueva York, donde venció por puntos al mosca norteamericano Robert Ruttenberg, alias Bobby Burke, a quien volvió a vencer a inicios de 1926. Ya casi asentado en el boxeo rentado de los EE. UU., Eladio ganó varios combates, pero perdió por puntos contra Davey Adelman y Young Chappie.

Uno de los rivales más encarnizados que tuvo el cubano fue el neoyorquino judío Isadore «Corporal Izzy» Schwartz, a quien logró vencer en 12 asaltos en su primera pelea el 27 de junio de 1925. La revancha no se hizo esperar y se volvieron a enfrentar el 20 de julio del mismo año en el estadio Queensboro de Brooklyn. Fue una pelea a 10 asaltos, en la que se fajaron ambos púgiles de campana a campana, siempre en la corta distancia, cada uno dando lo mejor de sí. El cubano ya en el noveno asalto perdió algo de su velocidad por molestia en su rodilla, pero continuó dando y recibiendo. Al final, el cubano ganó por decisión.

La tercera pelea fue en Nueva York el 17 de setiembre de 1925, en la que el cubano comenzó impetuoso, pero impreciso en sus golpes, mientras que Izzy Schwartz sacaba ventaja, al extremo que en el noveno asalto el cubano estaba exhausto. El neoyorquino supo manejar muy bien su jab en la media distancia y estuvo muy veloz en el golpeo. Una vez más la rodilla se convirtió en dificultad para el cubano en la pelea. La decisión fue unánime a favor de Schwartz.

Increíblemente, Black Bill volvió a pelear nueve días después contra Young Dencio, al que venció en 10 asaltos, pero cuatro días más tarde, en Filadelfia, volvió a treparse al ring para boxear frente a Wee Willie, quien superó al cubano de calle. Un poco más de dos semanas después, volvió a pelear en Nueva York, esta vez contra el inglés Ernie Jarvis, En ese bout, Jarvis conectó sus mejores golpes en el octavo asalto cuando el cubano nuevamente denotaba cansancio y había sufrido del golpeo continuo del británico.

Black Bill en 1927

Ocho días después de esa derrota, una nueva pelea, la cuarta contra Izzy Schwartz, de nuevo en Nueva York. Esta pelea sirvió para finalizar la racha adversa de derrotas de Black Bill. El cubano le dio con todo a Schwartz, quien estuvo a punto de ir a la lona cuatro veces. Era un promedio de cuatro golpes del cubano contra uno del hombre de la Gran Manzana. 

Estos dos púgiles se volvieron a enfrentar en dos ocasiones nuevamente, con victoria para el cubano el 8 de agosto de 1928 y derrota el 20 de noviembre de 1928, ambas peleas efectuadas en la Habana. Así que el balance final fue de 4 victorias para el cubano y dos para el neoyorquino, el negrito de la Habana le ganó al de Nueva York, ya que Schwartz significa negro en alemán y en yiddish (shvarts).

El otro rival difícil fue Wee Willie, con quien entabló dos veces en junio y julio de 1926 en la Habana. El 4 de noviembre de 1929 Black Bill logró su primera victoria sobre este púgil en el Madison Square Garden. El norteamericano lo volvió a vencer el 2 de junio de 1930 en el Meyers Bowl, cuando ya el criollo estaba en decadencia.

La pelea más importante que tuvo Black Bill fue en opción al título mundial de su peso fue contra Joseph Robert Loscalzo, apellido claramente de origen italiano, cuyo alias era Midget Wolgast. Era hombre que peleaba y pegaba bien con ambas manos, de la misma estatura de Black Bill, quien venía de haber efectuado su última pelea en la Habana, la que tuvo lugar el 1 de marzo de 1930 contra el boxeador español Manuel González, al cual aventajó por la clásica milla. Tres semanas después el cubano tenía su importante compromiso con Midget Wolgast en pelea pactada a 15 asaltos.  

Black Bill en 1933, foto dedicada al comentarista Jess Losada

Esa pelea fue fatal, el cubano no llevaba la preparación de su rival. Así y todo, en el mismo primer round Black Bill logró cortarle un ojo con un golpe, pero Wolgast ripostó y dominó durante el resto de la pelea a base de fuertes ganchos de izquierda, a la vez que le cortó el ojo izquierdo del cubano con un fuerte derechazo. Se dice que después de la pelea había perdido ya la visión de un ojo. El cubano nunca perdió la acometividad, pero ante la superioridad de preparación física del adversario poco fue lo que pudo hacer. A partir de ahí comenzó la decadencia de Black Bill. Sufrió dos derrotas con Wee Willie, a quien le pudo ganar una sola vez, sucedió el 4 de noviembre de 1929. Luego perdió por primera vez contra Marty Gold, boxeador que había sucumbido cuatro veces ante los puños de Black Bill. Otra derrota ante el púgil húngaro Antal Kocsis, para luego entablar con el boricua José Lago en San Juan y derrotar a otro puertorriqueño, Yambo Andrade, el 1 de enero de 1931 para despedirse del boxeo, ya sin vista de un ojo y con escasa visión del otro.

Como resumen de su carrera, ganó 123 peleas, 20 por la vía del sueño, perdió 24, jamás fue noqueado, y entabló 13. En su lista de víctimas hay que añadir a Johnny McCoy, Willie Davies, «Corporal» Izzy Schwartz, «Battling» Al Murray, Sammy Bienfield, Eugene Huat, Happy Atherton, Bobby Green, Henry «Henny» Catena, Benny Marks y Pincus «Pinky» Silverberg.

Black Bill y Kid Chocolate

Black Bill no era una persona ecuánime en su conducta personal. Antes de morir llevaba dos años ciego. Se comentaba que un rival utilizó resina en uno de sus guantes, lo que le afectó un ojo inicialmente, pero ¿quién fue el delincuente? ¿Wolgast?, nadie lo sabe. Su entrenador de siempre fue el mismo de su amigo el boxeador y futuro campeón mundial Kid Chocolate, Luis Felipe Gutiérrez, más conocido como Pincho Gutiérrez, quien nunca le abandonó y le dio apoyo económico, pero el púgil acostumbrado a ganar dinero en abundancia, se vio en la pobreza en Harlem, Nueva York, sin poder hacer nada para poder mejorar producto de su ceguera, por lo que el sábado 8 de abril de 1933 se dio un tiro en el abdomen, de extrema gravedad, permaneció 6 días hospitalizado hasta que su cuerpo cedió y así falleció el boxeador que, puede ser considerado como el primer cubano más destacado en este deporte profesional a nivel mundial.  

Fuentes

Anon. Black Bill-Eladio Valdes. Cyberboxingzone.com http://www.cyberboxingzone.com/boxing/black-bill-valdes.htm

Anon (s/a). Black Bill. Boxrec.com. https://boxrec.com/en/proboxer/27839?offset=0

Navas González Edemio. 2020. Boxeo cubano: muchos campeones mundiales en el año del COVID. Radiotelevisionmarti.com, 31 diciembre. https://www.radiotelevisionmarti.com/a/boxeo-cubano-muchos-campeones-mundiales-en-el-a%C3%B1o-del-covid/282023.html

Pi Guillermo. 1933. Black Bill es el segundo de los grandes boxers de color que pierde Cuba; el primero fue el inolvidable Kid Charol. Diario de la Marina, 15 abril, p. 12.

UP. 1925. Black Bill dominó a Schwartz en 12 rounds sin discusión alguna. Diario de la Marina, 28 junio 1925, p 17-18.

UP. 1925. Bill empezó su pelea a un gran tren, pero el cabo Schwartz le ganó fácilmente por decisión. Diario de la Marina, 18 setiembre, p. 19 y 22.

UP. 1925. Black Bill acabó anoche con el cabo Schwartz. Diario de la Marina, 25 octubre, p. 19.

UP. 1925. Black Bill comenzó bien su bout con el inglés Jarvis, pero este lo superó desde el tercer round. Diario de la Marina, 17 octubre, p. 17

Vila Joe. 1925. Black Bill logra que el veredicto de los jueces sea a su favor en la revancha que dio a Schwartz. Diario de la Marina, 21 julio, p. 19-20.

Escrito por Esteban Romero, 12 diciembre de 2021

Luis Ángel Firpo, el argentino que pudo ser campeón mundial de los pesos pesados en el pasado

Si soy yo el que recibo los golpes, seré
yo quien disfrute de los beneficios”.
Luis Ángel Firpo

Creo necesario este artículo, ya que cuando escribí el relacionado con Jack Dempsey, realmente le pasé por arriba a la pelea que este boxeador sostuvo con el argentino Luis Ángel Firpo, conocido como El Toro de las Pampas. En esa oportunidad relataba: “Las siguientes dos peleas de Dempsey terminaron por la vía rápida. Expuso su título frente al francés Georges Carpentier el 2 de junio de 1921 en Jersey City, pelea que terminó con KO en el cuarto episodio. Igual suerte corrió el argentino Luis Ángel Firpo, el que sucumbió en el segundo round ante los puños de Dempsey. Esta pelea tuvo lugar el 14 de setiembre de 1921 en el Polo Grounds de Nueva York.” Como se ve, una pelea de dos rounds, la que consideré de puro trámite, pero equivocado estaba y creo justo resarcir a ese gran púgil con lo que escribo y relato a continuación. De hecho, se puede afirmar que, Firpo fue el primer gran boxeador latinoamericano en los pesos pesados a nivel mundial.

Luis Ángel Firpo nació el 11 de octubre de 1894 en Junin, Argentina, en el seno de una familia con padre empleado en tienda, donde Luis Ángel fue el segundo de los cuatro hijos que sus padres procrearon. El futuro boxeador perdió a su madre cuando solo tenía ocho años.

En su niñez sufrió de problemas del oído, que le limitaron para servir en el servicio militar de su país. En su juventud logró un buen desarrollo y fortaleza, lo que, al parecer, le incentivó a iniciar la práctica del boxeo. Llegó a medir 189 cm, con 98,2 kg de peso, y alcance con sus manos de 2 metros.

La primera pelea registrada de Firpo, sin veredicto, fue la que tuvo con el australiano Frank Hagney el 10 de diciembre de 1917, en el International Boxing Club. Entonces existía prohibición de este deporte en Buenos Aires, por lo que se vio obligado a pelear fuera de su país.  Su primera pelea con veredicto oficial la tuvo el 1 de diciembre de 1918 en pelea contra Ángel Rodríguez, en el Teatro Casino de Montevideo, donde Firpo salió derrotado por KO. Luego seis peleas consecutivamente, 5 de ellas por la vía rápida hasta que perdió por puntos contra Dave Mills en el Hippodrome Circo de Santiago de Chile el 1 de noviembre de 1919. Nuevamente hilvanó una racha de 11 victorias, diez de ellas por la vía del sueño. Entre sus rivales estuvo uno de los que más pescozones recibió de parte de Firpo, se trata de Jack Herman, el italiano, neoyorquino, nacido con el nombre de Emilio Buttafochi, o sea descendiente de italiano, de ahí el apodo dado. El mismo Mills y Gunboat Smith, ambos sucumbieron dos veces por KO ante los puños de Firpo. Tres de esas peleas se efectuaron en los EE.UU., incluida la primera contra el italiano.

Firpo, en su esquina, observa al árbitro contar 10 segundos a su rival, Herman

La racha continuó con ocho victorias más por KO, donde se incluye su primera pelea en el Madison Square Garden el 12 de marzo de 1923, donde derrotó a Bill Brennan. Dos meses después dio igual receta a Jack McAuliffe II en pelea en el Yankee Stadium. Su tercera pelea fue en el Nuevo Frontón de la Habana, donde dejó al italiano como, dijo la prensa entonces, “tragando esponja y con una tonelada de hielo en el cogote”. Bastaron dos asaltos para liquidar al azzurro. El 12 de junio de igual año derrotó por KO en el octavo asalto, en pelea pactada a 12 rounds, al experimentado Jess Willard.

Ante tanto empuje del argentino, también llamado como la Esperanza Latina, no era difícil prever un enfrentamiento contra el gran Jack Dempsey, el cual quedó acordado para el 14 setiembre de 1923 en el Polo Ground de Nueva York, con una asistencia esperada de 50 mil aficionados, al final fueron más de 80 mil almas en el viejo estadio de Nueva York. Esa asistencia aportó 1,25 millones de dólares, una cifra elevada para su época.

Jack Dempsey a la derecha y Luis Ángel Firpo

Aunque la pelea duró poco, solo dos asaltos, no dejó de ser emocionante, lo cual pueden corroborar viendo la misma en youtube. Reseñemos lo que dijo la prensa entonces. En el primer asalto, Firpo fue a la lona siete veces, pero uno de los largos derechos aplastantes del argentino atrapó a Dempsey de manera justa y lo tiró a través de las cuerdas. La cabeza del campeón desapareció por el borde del ring, sus piernas vestidas de blanco se dispararon en el aire, y parecía que un nuevo campeón mundial estaba a punto de entrar en su gloria. A la cuenta de nueve, Dempsey logró tambalearse de regreso al ring, pero el final de la ronda lo encontró obviamente muy conmocionado y tambaleándose como nunca antes se había tambaleado. Este fue el relato del primer round, interesante que Dempsey subió con 9 segundos ya contados. Se especuló que a Dempsey lo ayudaron a subir al ring, no lo vi, no lo afirmo, tampoco tengo por negarlo.

Firpo lleva a Dempsey fuera del cuadrilátero

Sigamos, con la descripción del segundo round. La derecha de Firpo fue demasiado lenta para alcanzar al campeón, que atacaba con todas sus fuerzas. Dempsey atrapó a Firpo con una derecha y lo derribó. Dos segundos más tarde, el retador estaba arriba, pero un momento más y estaba abajo nuevamente para la cuenta de cinco. Firpo levantó tambaleándose, Dempsey le vino encima instantáneamente, lo atrapó con una izquierda en la mandíbula y luego lo derribó con una derecha mientras Firpo se hundía. Sangrando levemente por la boca, Firpo se giró lentamente, esforzándose en vano por levantarse, cuando el brazo del árbitro llegó a la cuenta de ocho y nueve, y se puso rígido impotente cuando la décima cuenta terminó con sus esperanzas de campeonato por el momento.

Aun así, veamos lo que dijo el mismo Dempsey: “Creí que llegaba mi hora”. El campeón admitió esta noche, después de su pelea victoriosa contra Luis Ángel Firpo, de no haber recibido jamás tremenda pateadura. Dempsey añadió: “Vencí como creí debí hacerlo, pero admito que nunca me había visto tan apurado en mi vida. Aquellos que me dijeron que Firpo resultaría un coge-golpes, estaban hablando a través de sus sombreros. Después que me pegó fuerte en el primer round, me di cuenta que no estaba en un paseo campestre. Firpo es peligroso desde que entra en el ring y en todo momento. Le pegué con todo y me asombraba como se levantaba una y otra vez. Es un verdadero tigre y pega con la fuerza de un titán. Anoche fue la primera vez desde que boxeo que me han lanzado al suelo y nunca lo olvidaré. Vi ocho millones de estrellas cuando me dio su derechazo en la quijada que casi da cuenta de mí.”

Cincuenta años después de esa pelea, Dempsey añadió: Tan pronto nos encontramos en el medio del ring yo tiré una potente izquierda que no dio en el blanco. Esto es lo único que recuerdo con cierta claridad hasta que terminó la vuelta, porque aprovechando el impulso de mi cuerpo al errar el golpe, Firpo aterrizó su potente derecha en mi mentón. En ese momento me sentí como un barrilete en el aire… Muchos espectadores pensaron que apenas había sido un resbalón mío, pero el hecho es que la trompada de Firpo me había mareado. Por primera y última vez en mi vida mis ojos me fallaron en poner foco adecuadamente. Mientras trataba de recobrarme de los efectos del golpe, veía una docena de Firpos bailando en medio de las luces del ring. De vez en cuando yo disparaba un golpe, pero siempre al Firpo que no era el real. Desde un punto de vista estrictamente profesional yo la estaba pasando mal. No quiero que esto sea mal interpretado, sin embargo. Nunca sentí dolor; un golpe de esa índole adormece el equipo físico del contrincante y le pone una almohada temporaria al cerebro, pero no lo mata. Sin embargo, los boxeadores estamos acostumbrados a tener que capear estos adormecimientos y a esa lucha me dediqué de allí en más. El hecho es que para mí era como si Firpo hubiera instalado los Andes en el medio del ring y los hubiera dotado de movimiento, con él saltando de una cima a la otra.

Tex Rickard, promotor principal de esta pelea, declaró: «Fue una de las peleas más grandes de la hisloria del ring. Alinea me he entusiasmado más. Firpo es uno de los más grandes peleadores de todos los tiempos. l,a pelea de esta noche decidió la suerte y Dempsey venció. Firpo lo tendremos entre nosotros por mucho tiempo, pues todavía no ha dado todo lo que puede de sí. Es grande, fuerte, valiente, joven y es un pugilista con un corazón de tigre”.

Luis Angel Firpo declaró entonces estar listo para encontrarse de nuevo con el campeón por su faja el próximo año. “Regresaré dentro de un año a los EE. UU. Creo haber hecho una buena demostración esta noche. Hice lo que ningún otro hombre le ha hecho a Dempsey, lanzarlo fuera de las sogas. Estuve a punto de ganar en el primer round. Ahora daré un paseo en automóvil por todo el Canadá. Después me dirigiré a la Argentina y cuando torne a estos lares, estaré mejor preparado para el combate.”

Un detalle, el árbitro de la pelea Dempsey-Firpo fue el norteamericano Johnny Gallagher, suspendido cinco semanas después de ese enfrentamiento por la Comisión Municipal de Nueva York al entenderse que no realizó la cuenta en forma reglamentaria e hizo seguir el pleito, según reveló la redacción Democracia. ¿Acaso bastaba con suspender a Gallagher? ¿No era menester hacer justicia y darle la victoria a Firpo?

En lo sucesivo, Firpo tuvo nueve peleas más, dos de ellas contra el piemontese Erminio Spalla, quien además de haber sido boxeador profesional de los pesos pesados, fue actor de cine y cantante. Una larga calle de Roma lleva su nombre en la zona del EUR. A Spalla le venció la primera vez por KO técnico y luego por decisión. No obstante, la pelea más importante fue la que sostuvo con el gran Harry Wills el 11 de setiembre de 1924, en el Boyle’s Thirty Acres de Jersey City. La pelea duró 12 asaltos como previsto. Firpo logró tumbar a Wills con un fuerte derechazo en el segundo asalto, pero el afroamericano se alzó y recuperado impuso su tren de pelea para vencer al argentino. Lo peor de eso no fue la derrota, sino que Firpo fue acusado de haber traído con él a una manicura con fines ilegales, además de haber cometido perjurio en los papeles de inmigración. Ya desde la llegada de Firpo a Nueva York para su pelea con Wills las autoridades de inmigración le detuvieron junto con la dama Blanca Lourdes, nacida en Cuba, pero que viajaba de Buenos Aires a Nueva York junto a Firpo y su comitiva. También fueron detenidos Eduardo Carbone, secretario de Firpo, y Miguel Ferrara, el sparring. Ellos fueron enviados a Ellis Island, donde fueron interrogados. A la cubana se le dejó en libertad bajo fianza de quinientos dólares y que tomaría el primer vapor que saliera rumbo a Cuba. A Firpo se le extendió una visa temporal para cumplir con su pelea. En un inicio se dijo que el visado de la cubana era deficiente y había sido preparado por un tal German Bushell, abogado neoyorquino, el que fue detenido y negó todo vínculo con la Srta. Lourdes, pero luego tuvo que retractarse, ya que su nombre aparecía como la persona que le había preparado el pasaporte a la dama en cuestión. Realmente se vio que la documentación presentada tenía serias deficiencias. Se había dicho que Firpo no tenía nada que ver con ella, lo cual era falso, ya que terminado el interrogatorio Firpo, ella y toda la comitiva se dirigieron a Nueva York juntos. Eso ocurrió el lunes 21 de julio de 1924. La cubana si tuvo que irse en cuanto apareció el primer vapor rumbo a la Habana. Firpo pudo permanecer en EE.UU. hasta el 12 de noviembre de ese año, cuando enfrentó a Charles Weinert, pelea que perdió por veredicto de los jueces.    

En la pelea contra Harry Wills, L.A. Firpo fue a la lona en el 2do. round y nuevamente en el tercero

Las cuatro siguientes y últimas peleas de Firpo se efectuaron en Argentina, la primera de ellas fue la segunda contra Spalla en 1926, pero luego se alejó por espacio de 10 años, para regresar en 1936, ganó dos por KO y perdió la última, el 11 de junio, en el Estadio Luna Park de Buenos Aires, contra el chileno Arturo Godoy.  

El boxeador juninense terminó su carrera con registro de 32-6, con 26 victorias por KO. Falleció el 7 de agosto de 1960 debido a un ataque cardiaco. No llegó a ser campeón mundial por esas cosas del boxeo rentado, pero si el reconocimiento dado por la revista “The Ring” del mes de marzo de 2001, la que calificó la pelea de Dempsey vs Firpo como la segunda más emocionante en la historia del boxeo.

Fuentes

Anon. 1923. Firpo solo necesitó 3 minutos 20 segundos para noquear a Herman. Diario de la Marina, p. 14.

Anon. 1923. En lucha fiera donde cualquiera de los dos contendientes podía vencer, salió victorioso Dempsey después de ser duramente castigado. Diario de la Marina, 15 setiembre, p. 13.

Anon. 1924. Las autoridades americanas de inmigración dejan pasar a Firpo. Diario de la Marina, 22 julio, p. 15.

Anon. Luis Angel Firpo. Boxrec.com. https://boxrec.com/en/proboxer/10607

Anon. 2009. Se cumplen 86 años de la pelea entre Luis Firpo y Jack Dempsey. Democracia, 13 setiembre. https://www.diariodemocracia.com/mas-deportivo/16264-deportes/

Anon. 2019. “1973, Les cuento mi verdad de mi pelea con Firpo”. El Gráfico, 22 octubre. https://www.elgrafico.com.ar/articulo/1090/34725/1973-%C2%A8les-cuento-mi-verdad-de-mi-pelea-con-firpo%C2%A8

Romero E. 2016. Un convincente campeón de los pesos pesados, Jack Dempsey. Deportescineyotros.com, 4 mayo. https://deportescineyotros.com/2016/05/04/un-convincente-campeon-de-los-pesos-pesados-jack-dempsey/

Escrito por Esteban Romero, 20 noviembre de 2021

Holyfield-Belfort, ¿pelea de boxeo o show?

Todo comienza y termina con el dinero.”
Kathleen Turner (actriz de cine)

Evander Holyfield intercambia golpes con Mike Tyson en una de sus peleas

El boxeo profesional continúa con sus farsas, la más reciente fue la payasada de montar en el ring a un hombre de 58 años para recibir unos pescozones de otro, nada de boxeador, era su segunda pelea, antes campeón en artes marciales, pero 14 años más joven. Esa pelea, si así se le puede llamar, ocurrió el sábado 11 de setiembre de 2021 en el Seminole Hard Rock Casino en Hollywood de Florida.  

El primero era el ex-campeón Evander Holyfield, el llamado Real Deal (Verdadero Negocio), hombre de 189 cm de altura, quien en su carrera como boxeador profesional desde 1984 ganó 44 peleas, 22 de ellas por la vía del sueño, perdió 10, dos de ellas por KO y entabló 2. Se inició como peso pesado y logró campeonato de la WBA en pelea de 1986 contra Dwight Muhammad Qawi. Tres años después saltó a los superpesados y se adjudicó la corona de la World Boxing Council (WBC) en pelea contra Michael Dokes.

Entre sus víctimas posteriores estaban el ya casi anciano George Foreman, a quien venció por decisión unánime; Larry Holmes por igual vía hasta que tropezó con Riddick Bowe en pelea de1992 y fue vencido por decisión y despojado de sus títulos de WBA y WBC. Un año después venció a Bowe y recuperó sus títulos, pero se volvió a ver con este contrincante en pelea sin disputa de título, y Bowe lo venció por KO técnico.

Su momento álgido ocurrió el 9 de noviembre de 1996 cuando venció por KO técnico al temible Mike Tyson, quien realmente ya comenzaba a decaer como púgil. El 28 de junio de 1997 tuvo lugar la revancha, donde Tyson se vio vencido por Holyfield y en su desespero, terminó mordiendo una oreja a Holyfield, la que Tyson perdió por descalificación. Ver algo así da asco y Holyfield fue la víctima esta vez, pero se llevó 35 millones en su bolsillo, que uno no sabe si los supo usar bien.

A Holyfield le tocó enfrentarse al británico Lennox Lewis, con quien no le fue nada bien. Dos veces se vieron sobre el ring en 1999, la primera pelea fue tabla, mientras que la segunda fue victoria por decisión para Lewis. En lo sucesivo, Holyfield tuvo más tropiezos que éxitos como boxeador. John Ruíz, Chris Byrd, James Toney, Larry Donald, los rusos Sultán Ibragimov y Nikolai Valuev le derrotaron. Ya Holyfield no mostraba nada de lo que le hizo brillar en determinados momentos de su carrera. Su último combate fue el 7 de mayo de 2011 en Copenhague contra el danés Brian Nielsen, a quien venció por KO técnico.

Si nos remontamos a la historia de Holyfield como amateur, veremos que tuvo un registro de 160 victorias, entre ellas 75 KO, con 14 derrotas. Boxeó contra el pinareño Pablo Romero por el título mundial amateur en 1983, pelea que el cubano ganó bien por decisión.  En 1984 no pudieron verse las caras nuevamente en los juegos olímpicos de Los Angeles, donde Holyfield obtuvo medalla de bronce.

He visto muchos videos de peleas de grandes de los pesos pesados, desde Joe Louis, Ezzard Charles, Jersey Joe Walcott, Rocky Marciano, Floyd Patterson y el mismo Mike Tyson en su esplendor, por lo que veo a Holyfield como una figura muy inferior a las anteriores citadas, eso independientemente del hecho que él ganó cuatro veces el título de los pesos completos. Eran otros tiempos y no los de ahora.

Hacía más de 10 años que Holyfield no se subía a un cuadrilátero y se enfrenta al brasileño Vitor Belfort, hombre oriundo de Río de Janeiro y nacido en 1977, como ya se dijo, campeón de artes marciales. El debut del carioca como púgil ocurrió en abril de 2006 en pelea ganada sobre su paisano Josemario Neves por KO técnico. Después de eso trató de enfrentarse al ex-campeón James Toney en 2010. Fíjense, otro retirado para ir al ring contra Belfort, todo quedó en deseos, aunque Toney fue derrotado poco después.

La pelea concertada inicialmente era de Belfort contra el ex-campeón Oscar de la Hoya, pero el chicano se contagió de covid-19 y había que buscar un sustituto, el “agraciado” fue Holyfield. Las autoridades de California se opusieron al cambio, por lo que la sede inicial de la pelea en Staples Center de Los Ángeles hubo de trasladarse a Florida.

Como muy bien afirma Dahlberg, periodista de Los Angeles Time: “El excampeón de los pesos pesados (Holyfield) arriesgó su vida al subirse a un ring a los 58 años para ganar unos cuantos pesos. Protagonizó una farsa por la que la gente pagó y que le hubiera hecho mucho daño al boxeo de no ser por el hecho de que el deporte ya está muy manchado.”

La pelea duró 109 segundos, nada realmente. Holyfield, aún noqueado, declaró que deseaba nuevamente enfrentar a Mike Tyson. Los médicos suspendieron a Holyfield por 30 días al ver en el estado que quedó después de esta pelea. No se quiere la vida. La otra parte divertida fue oír los comentarios del 45to. presidente de los EE. UU., quién junto a su hijo, narraron la incidencia de este combate. El ex-mandatario decía en su corta narración que nunca había visto a Holyfield tan flojo, ni que tuviera 20 años.  

Una extensa mayoría de boxeadores llegan a tocar la pobreza poco tiempo después del retiro. Muchos no saben guardar sus ganancias, derrochan el dinero y otros reciben sorpresas de deudas desconocidas. Joe Louis fue un caso, quién al verse en la extrema pobreza, se vio en la necesidad de subirse al ring para enfrentar a un Rocky Marciano en todo su esplendor. No sé si esta farsa de pelea fue motivada por iguales razones, lo que sí es evidente que el boxeo profesional debe evitar peleas con púgiles ancianos.

Fuentes

Anon. 2017. Evander Holyfield: «Mi mamá no me dejaba que me rindiera». Marca, 12 junio, https://www.marca.com/claro-mx/otros-deportes/boxeo/2017/06/12/593ec28b22601d33158b45a8.html

Anon. 2021. Evander Holyfield recibe una suspensión médica de 30 días. Marca, 17 sept. https://www.marca.com/boxeo/2021/09/17/6144993f268e3e09408b457f.html

Boxrec.com. https://boxrec.com/en/proboxer/499

Dahlberg Tim. 2021. La farsa de Holyfield, el gesto de un juez autocrítico. Los Angeles Times, 14 sept. https://www.latimes.com/espanol/deportes/articulo/2021-09-14/holyfield

Escrito por Esteban Romero, 21 setiembre de 2021

Orestes Pedroso vs Leon Spinks, la pelea que no se puede olvidar

Tienes que saber que puedes ganar.
Tienes que creer que puedes ganar.
Tienes que sentir que puedes ganar.”
Ray “Sugar” Leonard (famoso campeón
mundial de boxeo)

Leon Spinks falleció el 5 de febrero de 2021 en Henderson, Nevada, a la edad de 67 años. Inmediatamente las agencias noticiosas daban a conocer el triste hecho y rememoraban victorias y derrotas del gran boxeador.

Una de las primeras victorias de las que se habló fue la conseguida a costa del cubano Sixto Soria en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 en la división de los semipesados. Se habló de su victoria sobre Muhammad Ali por el título de los completos en el boxeo profesional en 15 asaltos, lo que ocurrió en las Vegas el 15 de febrero de 1978. Spinks entonces se hizo del título mundial, pero Ali fue por la revancha y ganó su combate por decisión unánime en Nuevo Orleans el 15 de setiembre de 1978.

Despojado de su título, el cual retuvo brevemente, Spinks continuó su carrera profesional con victorias y derrotas intermitentemente. Así, perdió por KO con el sudafricano Gerrie Coetze, entabló con el californiano Eddie López hasta que tropezó con una piedra de nombre Larry Holmes, quien puso a Spinks horizontal en el tercer asalto de una pelea a 15 por el título de los pesos completos.

En su carrera profesional obtuvo 26 victorias, 14 de ellas por la vía rápida, y 17 derrotas, de ellas en 8 lo pusieron a dormir. No se puede hablar que haya sido un boxeador realmente de éxito. Es probable que pelear en los pesos completos no le haya ayudado en sus empeños, luego trató de regresar a la división inmediata inferior sin grandes éxitos.

Como amateur Spinks siempre peleó en los semicompletos. En 1974 participó en el I campeonato mundial de boxeo amateur en la Habana, donde logró medalla de bronce. Las de oro y plata correspondieron al yugoslavo Mate Parlov y al soviético Oleg Korotayev, respectivamente.

Al año siguiente Spinks volvió a representar a su país en los Juegos Panamericanos en México (1975) en los pesos semicompletos. El 19 de octubre debutaba venciendo a Terrence Bristol de Guyana en el segundo asalto. Ese mismo día el matancero Orestes Pedroso vencía por puntos al mexicano Bernardo Barron. Ambos boxeadores pasaron a la semifinal, Spinks derrotaba por puntos al brasileño Joao Batista y Pedroso ponía horizontal en el mismo primer asalto al argentino Juan Domingo Suárez, por lo que la final sería entre Spinks y Pedroso.

El clásico favorito era Spinks, boxeador de rápidas manos, figura atlética, un boxeo técnicamente acorde con los estándares norteamericanos, mientras que Pedroso venía como un hombre fuerte como un tonel, pero de menos alcance que Spinks, e incluso boxeo técnicamente más modesto que el del norteamericano.

La pelea se efectuó el 25 de octubre, era la penúltima de la gran final. Como era de esperar Spinks salió a comerse al cubano y logró pegarle no sin recibir algunos golpes del cubano. De todas formas, Pedroso no fue ganador de ese primer asalto, así es que como lo vi y lo recuerdo.  En el segundo round el rock & roll continuó, Spinks llevó la iniciativa todo el tiempo y logró tirar a Pedroso, pero no calculó la fortaleza física del cubano, no lo remató y por ahí vino su desgracia. Ya en los finales del segundo asalto hubo como un receso por cansancio de Spinks. Vino el asalto final, Pedroso sabía que tenía la pelea perdida y salió a comerse a Spinks esta vez. Sus golpes no llevaban mucho, pero marcaban en el cuerpo del estadounidense, no se detuvo en ningún momento y todo el público mexicano disfrutó de esos tres minutos. A Pedroso le conectaron, pero por uno que recibía, él lograba marcar 3 a su rival. Terminada la pelea, como era de esperar, decisión dividida de los juegos, 3-2 a favor de Pedroso.

Orestes Pedroso terminó aquella pelea con fractura en una de sus manos, pero no creo que le haya dolido tanto al saber que era el vencedor de esta pelea. El matancero sabía bien que a Spinks no le ganaría en la distancia, ya que el estadounidense tenía mucho más alcance que él, por lo que el combate en la corta distancia era la única forma de enfrentar a Spinks.

Un año después se escenificaron los Juegos Olímpicos de Montreal (1976). Esta vez Spinks no dejó espacio para dudas o arremetidas de sus contrarios. Su rival en la final del 31 de julio fue otro cubano, Sixto Soria, quien poseía pegada e incluso su boxeo era técnicamente superior al de Pedroso. Así y todo, a entender del que suscribe, Soria hizo la pelea equivocada al entrar en la corta distancia, lo que Spinks aprovechó para llevarlo a la lona. Soria, a diferencia de Pedroso, si tenía buen alcance para pelear en la media distancia al menos. Para satisfacción de Leon Spinks, su hermano Michael también se había coronado previamente campeón de los 75 kg.

Fuentes

Anon. 2020. Campeonato Mundial de Boxeo Aficionado 1974. Wikipedia.org. https://es.wikipedia.org/wiki/Campeonato_Mundial_de_Boxeo_Aficionado_de_1974

Anon. Panamerican Games – Ciudad Mexico, Mexico – October 12-26 1975. http://amateur-boxing.strefa.pl/Championships/PanamericanGames1975.html

Anon. Juegos Olímpicos Montrwal, Wikiwand. https://www.wikiwand.com/es/Anexo:Boxeo_en_los_Juegos_Ol%C3%ADmpicos_de_Montreal_1976

Anon (s/a). Leon Spinks. Boxrec. https://boxrec.com/en/proboxer/262

Escrito por Esteban Romero, 7 febrero de 2021 

Las tres peleas de Ciro Moracén y Puppy García

Si nunca has conocido el fracaso, tampoco conocerás el éxito.”
Ray “Sugar” Leonard (estelar ex-campeón de boxeo)

Debido al interés despertado por el artículo anteriormente publicado sobre la carrera boxística del santiaguero Ciro Moracén en este blog, buscamos información detallada sobre sus peleas con el agresivo púgil habanero Puppy García, las que siempre fueron reñidas sobre el ring y en la decisión final de los jueces.

Antonio “Puppy” García fue un boxeador de los pesos ligeros, muy agresivo, de amplia popularidad entre los aficionados al deporte de los puños. Puppy nació el 31 de octubre de 1932 en la Habana y debutó como púgil profesional el 30 de junio de 1949, en pelea contra José Lugo, en el Palacio de los Deportes de la Habana, combate que terminó con victoria por KO para el habanero. En su carrera, la que se extendió hasta 1959, ganó 36 peleas, 17 por la vía rápida, perdió 8, la mitad por KO y entabló 4.

Entre los boxeadores más difíciles para Puppy estaban, además de Moracén, Mario Noa, primero en ganarle como profesional; el norteamericano Charlie Titone, primero en noquearlo técnicamente, aunque en la revancha Puppy le ganó también por la vía rápida; el mexicano Humberto Villarreal Martínez, más conocido como Kid Anahuac, que logró una tabla en una de sus peleas; el venezolano Víctor Adams, conocido como Sonny León; y el cienfueguero Martín “Güije” Rodríguez, quien no pudo ganarle a Puppy, pero si noquear a Moracén en 1958. Hay otros púgiles que fueron dignos rivales del habanero, pero lo que aquí ocupa es las peleas de Moracén y Puppy del pasado.

El reportero Peter nos describe la primera pelea entre Moracén y Puppy, efectuada el 2 de octubre de 1954 en la Habana, pleito que para el santiaguero revestía enorme importancia económica. El alcalde de Santiago de Cuba le prometió colocarlo en empleo y declararlo hijo predilecto de su ciudad natal.

El primer asalto de la pelea fue para Moracén, quien hizo disertación de sus ganchos de izquierda, Puppy reaccionó fuerte en el segundo, pero Moracén logró abrirle una herida en su ojo izquierdo. Puppy no se amilanó, mientras su rival trataba de castigarlo en la herida. Terminado el tercer asalto subió el médico para examinar la herida de Puppy. Podía seguir peleando a condición que la herida no se agrandara. Hasta el séptimo round parecía como si la herida hubiera desaparecido, hubo fuertes intercambios de golpes, Puppy logró conectar fuerte al físico del oriental, que peleó como de costumbre a la riposta conectando sus temibles ganchos de izquierda. En el octavo, Puppy salió a comerse a Moracén, de nada le valió, la herida del ojo izquierdo hizo acto de presencia y Moracén jabeó una y otra vez sobre la misma. En el noveno, por el estilo, Puppy al ataque, Moracén atrás, mañas de boxeador, cuando Puppy llegaba los ganchos se repetía una y otra vez, Puppy resbaló y el árbitro así lo vio, la esquina del oriental protestó, pero de nada le valió, no hubo golpe como tal. El décimo round fue muy parejo, pero siempre con Moracén sacando una ligerísima ventaja.  La decisión final de los jueces fue para Ciro Moracén, quien se llevó su primera victoria sobre el ídolo habanero.

Vino la revancha en la Habana nuevamente, el 10 de agosto de 1955, como en el anterior, en juego la faja de los pesos plumas (57 kg) a nivel nacional. Esta pelea fue una bomba en realidad. Puppy salió a ganar y así se mantuvo a lo largo de los primeros seis asaltos, Moracén se vio muy inferior ante el ímpetu del habanero, pero parece que el santiaguero había guardado armas para los finales del pleito. En el décimo round, el oriental, boxeador de su mano zurda, logró conectar un derechazo al estómago de Puppy que lo paró en seco. El boxeador del Vedado siguió su combate, pero ya estaba herido, el remate llegó en el décimo segundo asalto, hubo fuerte intercambio de golpes, fatal para Puppy, el que se desplomó y el árbitro le contó los 10 segundos reglamentarios. Eladio Secades afirmó que Puppy no oyó el conteo y que hubo necesidad de ayudarle para que llegara al camerino. Era el primer KO en su carrera y su segunda derrota a manos de Moracén.

Décimo round de la pelea de 1955, el rostro de Puppy García lo dice todo.
Puppy en su esquina después del KO
Iluminada Palacios besa a su hijo, Ciro Moracén, por su KO sobre Puppy García.

La pelea entre esos dos colosos aportó 20 mil pesos en taquillas, una cifra alta en 1955, por lo que había que organizar una tercera pelea. Los habaneros querían una victoria de Puppy y los orientales querían demostrar que Moracén era el mejor. Por lo que nuevamente se puso la faja de los plumas en combate escenificado en la Habana el 23 de febrero de 1957, así de a bueno, para esperar el día del Grito de Baire, fecha festiva en Cuba hasta principios de los años 60.

El tercer combate fue muy parejo, aunque con alguna ventaja para el campeón. Puppy desarrolló una pelea muy distinta a las anteriores que había hecho contra Moracén, se le vio duro, pero el oriental siempre supo sacar su ventaja en la riposta. Toda Cuba estaba pendiente del desarrollo de esta pelea, ya que fue televisada y también una concurrencia enorme en la sala del combate. Pelea muy parejita y con ligera ventaja para Moracén. Llegó la hora de la verdad, la decisión final, el juez Castellanos votó 116 a 113 a favor del oriental, el árbitro Antonio Santana votó todo lo contrario, 116 a 113 a favor de Puppy García, mientras que el tercero, el juez Planas, votaba a favor de Puppy García 117-116. Terminado el anuncio del veredicto por Peñita, las botellas comenzaron a llover, era el pueblo rebelde y contrario a la decisión tomada de despojar al campeón de su título. Los que estaban alrededor del ring no tuvieron más remedio que esconderse para que las botellas no alcanzaran sus cabezas o cuerpos.

Moracén a ratos hacía uso de su derecha, como así fue en las peleas de 1955 y 1957.

Casi toda la prensa y buena parte de la afición estuvo en desacuerdo con el fallo. Puppy peleó bien, pero no ganó. No es difícil pensar que detrás de todo aquello había algún amañamiento. Vaya a Ud. a saber qué impresión se llevarían los ases de la pista como Juan Manuel Fangio, el Marqués Alfonso de Portago, Stirling Moss y Eugenio Castelloti, que presenciaron esta pelea e iban a participar en la carrera de la Habana en esos días. No es de dudar que el actor Gary Cooper haya presenciado esta pelea, ya que vino a la Habana en ocasión de esa carrera de autos.  

Moracén y Puppy en intercambio de golpes en la pelea del 23 de febrero 1957.

El comisionado de deportes, el Coronel Roberto Fernández Miranda, cuñado de Fulgencio Batista, tuvo que intervenir horas después en esta decisión, la que quedó revocada. Se hablaba primero de tomar medidas de protección y represalias para que esta violencia no se repitiera, y del resultado amañado, ¿qué?  

La solución de la revocación fue llamar a Puppy, pedirle que renunciara y devolviera el título, lo cual realizó acompañado de palabras de humildad en la redacción del Diario de la Marina. En realidad, Puppy no tenía culpa alguna de lo sucedido, él boxeó en pos de una victoria que jamás le llegó contra su sempiterno rival, Ciro Moracén.  

El manager de Puppy García, Higinio Ruíz, hizo declaraciones útiles en la Sección de Deportes de Eladio Secades en el Diario de la Marina. Ruíz señalaba que las malas decisiones pueden crecer en la medida que los apostadores tengan más influencias sobre los veredictos finales. No obstante, se reconoce que el estallido popular nada tenía que ver con las apuestas, fue sencillamente un rechazo a una decisión considerada injusta por buena parte de la afición y de la misma prensa. Sin embargo, el ilustre fue muy injusto al afirmar que Moracén lo único que hacía era correr por todo el ring, vaya hombre, lo que hay que leer. Moracén fue peleador de riposta, campeón nacional por años en su división y este señor ofende con ese comentario indebido. En Cuba hasta hemos tenido la suerte de tener un campeón olímpico con igual estilo, como lo fue Orlandito Martínez, el zurdo del Juanelo. Moracén era peleador de una mano, pero cuidado, que su derecha estaba lista como arma de reserva, el mismo Puppy la probó en la segunda pelea, fue un directo al estómago. Mejor es afirmar que el estilo agresivo, en la búsqueda de la corta distancia, de Puppy nunca logró imponerse al que poseía Moracén. Entrar y pegar, luego salir fuera, es un estilo del clásico esgrimista sobre el cuadrilátero. En el modesto entender del que suscribe, ni al campeón, ni al aspirante se le debe dar ningún margen de ventaja, se lo tiene que ganar boxeando, que fue otro de los comentarios de Ruíz (¿¿??).  

Fuentes

Anon. Pupi García. https://boxrec.com/en/proboxer/15955

Anon. Puppy García oponentes. https://boxstat.co/es/boxer/41444-pupi-garcia

Anon. Ciro Morasen. https://boxrec.com/en/proboxer/37193

Anon. 1955. Sorpresivamente Ciro Moracén noqueó en el décimo segundo round a Puppy García. Diario de la Marina, 11 agosto. https://ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/00/15/65/01652/UF00001565_01652.pdf.

Anon. 1957. Renuncia Puppy García al título pluma que ganó en la contienda con Moracén. Diario de la Marina, 27 febr. pp- 3-B. https://ufdc.ufl.edu/UF00001565/00360/21j

Peter. 1954. En una pelea de gran emotividad, venció Moracén a Puppy García. Diario de la Marina, 3 oct., pp 7-B. https://ufdc.ufl.edu/UF00001565/16905/27j

Peter. 1957. En decisión apretada e impopular Puppy García se coronó campeón de los featherweight. Diario de la Marina, 24 febrero, pp. 2-B. https://ufdc.ufl.edu/UF00001565/00358/26j.

Romero Esteban. 2016. Ciro Moracén, el campeón de una sola mano. Deportescineyotros.com, 6 febr. https://deportescineyotros.com/2016/02/06/ciro-moracen-el-campeon-de-una-sola-mano/

Secades Eladio. 1955. Firmamento de los deportes. Bohemia, 21 agosto, pp 85-86. https://ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/02/90/10/02629/21_agosto_1955_34.pdf

Secades Eladio. 1957. Un motín infernal provocó la decisión del sábado. Bohemia, 3 marzo, pp. 72-77. https://ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/02/90/10/02710/3_marzo_1957_9.pdf

Escrito por Esteban Romero, 14 setiembre de 2020.

Mike Tyson de campeón a villano en el cuadrilátero

«Ya no soy la misma persona que cuando
 le mordí la oreja a ese muchacho
Mike Tyson

Tyson muerde a Holyfield

Un sábado 22 de noviembre de 1986 oía a la gente asombrarse con la figura de un boxeador joven que había acabado con su rival en algo más de 5 minutos de combate. Estaba en hotel de la zona rosa del D.F. mexicano cuando un compañero de trabajo me llamó para que viera la retrasmisión de lo ocurrido. Sencillamente había desbaratado a su rival, el jamaicano, Trevor Berbick, el hombre que 4 años antes había derrotado a un Muhammad Ali en el ocaso de su carrera boxística.

Como el boxeo profesional en Cuba no era nunca noticia, jamás había oído mentar a la figura de Mike Tyson, el hombre que lograba con ese KO la corona mundial de los pesos completos. La pelea de Tyson contra Berbick tuvo lugar en el hotel Hilton de Las Vegas. Bastó que le conociera para estar muy pendiente de todo lo que hiciera en lo sucesivo.

Michael Gerard Tyson, hombre de 180 cm de estatura, había nacido el 30 de junio de 1966 en la barriada de Brooklyn, Nueva York. Su debut como boxeador profesional tuvo lugar el 6 de marzo de 1985 en el Empire State Plaza Convention Center de Albany, capital del Estado de Nueva York, donde se enfrentó al boricua Héctor Mercedes, a quien venció por KO técnico. De esa fecha a la de noviembre de 1986, Mike “Iron” había ganado 24 combates, 22 de ellos por la vía rápida, y yo todavía no le conocía.

Su boxeo técnicamente no presentaba nada del otro mundo, eso sí, una pegada demoledora y un ataque constante sobre cualquier rival. Era como un tren que nunca paraba. Sus golpes iban por todos lados y los rivales se sentían desconcertados con su forma de pegar. Iron también aguantaba los pocos golpes que llegaban a su cuerpo. Era toda una fortaleza sobre el ring.

Vinieron nuevas víctimas, algunas conocidas por su pasado en el boxeo amateur, entre ellas Larry Holmes, quien no lució nada frente a Tyson. La superioridad de Iron era visible desde que comenzó el combate. Holmes apenas intentaba golpear. Algo muy parecido sucedió con Michael Spinks, el hermano de Leon, cuya pelea no llegó al final del primer asalto. Los cubanos conocemos a Michael Spinks cuando ganó el título en la división de 71-75 kg en las olimpiadas de Montreal (1976). Sencillamente Tyson acabó rápido con su rival, la que, por cierto, fue la única derrota de Spinks en su carrera como profesional. Otras de las víctimas de Iron fueron Tony Tubbs, Frank Bruno, James “Buster” Douglas, Henry Tillman y Carl Williams entre otras. Hasta octubre de 1996, se puede decir, que Tyson no tuvo rivales. Hasta un día que te encuentres con la horma de tu zapato.

 Su primer rival de cuidado fue Evander Holyfield, a quien se enfrentó por primera vez en noviembre de 1996 en las Vegas. Holyfield tampoco es un desconocido para los aficionados cubanos al boxeo. En los Juegos Panamericanos en Caracas (1983), se enfrentó al cubano Pablo Romero en la final, por el oro, en la división de los 81 kg. La velocidad y mejor técnica del cubano fueron suficientes para que Holyfield fuera derrotado. Un año después, en las Olimpiadas de los Ángeles (1984), Holyfield perdió pelea en los semipesados por descalificación en el segundo asalto ante el neozelandés Kevin Barry. Al final se tuvo que conformar con la medalla de bronce.

Holyfield tejió una cadena impresionante de victorias desde su debut como profesional en 1984 hasta noviembre de 1992 cuando fue derrotado por primera vez, por decisión de los jueces en combate de 12 asaltos, contra Riddick Bowe en Las Vegas. Hasta esa derrota Holyfield les había ganado a boxeadores de reputación como Larry Holmes, James Stewart y el ex-campeón George Foreman. Siete meses después de esa derrota, Holyfield logró vencer a Bowe en el Caesars Palace de Las Vegas, pero en abril de 1995 Bowe le volvió a ganar por KO en el octavo asalto cuando Holyfield cayó dos veces y el árbitro paró el combate.

Por su parte, Tyson siguió siendo el invencible hasta que en el Tokyo Dome, James Douglas le derrotara por KO en el décimo de una pelea pactada a 10 asaltos, la que tuvo lugar el 11 de febrero de 1990. Tyson no se amilanó y continuó su carrera boxística derrotando a varios rivales. No obstante, su conducta dejaba mucho que desear, se creía invencible y con poderes para hacer lo que le viniera en ganas.

En marzo de 1992, Tyson fue condenado, por una juez de Indiana, a seis años de prisión y al pago de 30 mil dólares de multa por delito de violación de la modelo de 18 años, Desiree Washington. Para su suerte, Tyson no cumplió toda su condena y pudo volver al ring en octubre de 1995 con victoria sobre Peter McNeeley. Más adelante volvió por sus fueros y KO hasta que se enfrentó a Evander Holyfield en noviembre de 1996 en Las Vegas. Esa pelea puede ser vista por los interesados en yotube.com gratuitamente. Ahí verán como ambos peleadores se cruzaron golpes y agarres continuos hasta el décimo round cuando Holyfield logró conectar sus mejores golpes sobre un Tyson visiblemente cansado. En la primera andanada de golpes, el árbitro principal debió hacerle conteo a Tyson, lo cual no hizo. La campana salvó a Tyson de más castigo, pero ya el daño estaba hecho. Salió en el undécimo muy fuera de forma y Holyfield no lo perdonó, fue cuando el árbitro obró debidamente y detuvo el combate.

Hubo revancha el 28 de junio de 1996 en la misma sede, el palacio de la MGM en Las Vegas. Nunca he visto pelea más sucia y descolorida como esta, donde el deporte como tal brillaba por su ausencia. Por suerte, grabé la pelea, la que duró escasos tres rounds, y cuando mi padre la vio, no pudo menos que asombrarse de adonde había llegado el famoso boxeador. Holyfield aventajaba a Tyson, ya no eran aquellos tiempos en que Iron llegaba y en minutos acababa con su rival. No, ahora había enfrentamiento, en los que recibía castigo y sus golpes ya no eran demoledores como antes. En la pelea contra Holyfield hubo desesperación de Tyson, al extremo que mordió la oreja de su rival, algo que de boxístico no tiene nada y sí muy antideportivo.

La oreja de Holyfield requirió ocho puntos. Tyson fue descalificado. Si bien nunca reconoció su violación de la modelo Desiree Washington, esta vez se paró delante de las cámaras de la TV para reconocer su error. El comisionado de deportes del Estado de Nevada multó a Tyson por una suma de 3 millones de dólares y le revocó su licencia como boxeador, la que recuperó en octubre de 1998. Después de esa pelea contra Holyfield, Iron solo volvió al ring diez veces más, ganó cuatro y entabló dos de las seis primeras que sostuvo. Su final comenzó cuando el boxeador inglés Lennox Lewis le derrotó por KO en el octavo de una pelea a 12 rounds, en Memphis, Tennessee. Danny Williams lo noqueó en 4 asaltos de una pelea el 30 de julio de 2004 y para concluir, el boxeador irlandés, Kevin McBride le logró ganar en seis rounds. En honor a la verdad, Tyson iba ganando esa pelea, pero en el sexto cayó y no se quiso levantar. Después de este combate, el otrora estelar boxeador se retiró del boxeo.

Personalmente lo vi como una máquina de moler carne, era invencible, todo un tren a alta velocidad sobre el cuadrilátero. Sin embargo, Tyson no era persona que haya recibido buena educación, su origen era de familia pobre, no conoció a su padre biológico y su padrastro no era tampoco nada ejemplar. Su educación doméstica corría a cargo de su madre. Ya a los 10 años fue condenado por robo, era famoso por sus peleas callejeras. Fue en unas de sus detenciones que comenzó a practicar boxeo bajo la guía de un ex-boxeador también en prisión. Liberado comenzado a boxear en lugares prohibidos. Fue una vida llena de vicisitudes y sin ninguna guía ante la vida. Tyson ha sido un producto del medio en que creció y se desarrolló.

Hoy en día se le ve aparecer en alguna que otra película o programa televisivo, es muy probable que ya haya podido reflexionar algo sobre lo hecho y malhecho. Fue estrella del boxeo hasta el día que degradó al mismo deporte que le vio brillar.

Fuentes

Anon. Evander Holyfield. Boxrec.com. https://boxrec.com/en/proboxer/499

Anon. Mike Tyson. Boxrec.com. https://boxrec.com/en/proboxer/474

Anon. Resultados de los atletas cubanos en Caracas 1983. Ecured.cu. https://ecured.cu/Resultados_de_los_atletas_cubanos_en_Caracas_1983#Boxeo

Baldo Emanuel. 2016. A 30 años del brutal nocaut que le dio el primer título mundial a Mike Tyson. Infobae, 22 nov. https://www.infobae.com/america/deportes/2016/11/22/a-30-anos-del-brutal-nocaut-que-le-dio-el-primer-titulo-mundial-a-mike-tyson/

Montagut Albert. 1992. Tyson, condenado a seis años de cárcel por violar a una joven, ingresó ayer en prisión. El País, 27 marzo. https://elpais.com/diario/1992/03/27/deportes/701650810_850215.html

 

Escrito por Esteban Romero, 7 marzo de 2020

Recuerdos sobre los triunfos del gran boxeador cubano Jorge Hernández Padrón

El ritmo lo es todo en el boxeo. Cada
movimiento que haces comienza con el corazón.”
Ray “Sugar” Robinson (estelar boxeador profesional)

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La noticia del fallecimiento del boxeador cubano Jorge Hernández Padrón el 12 de diciembre de 2019 me llamó la atención, ya que se trataba de un hombre de solo 65 años de edad, pero al mismo tiempo me hizo una vez más recordar su extraordinario desempeño durante el Campeonato Mundial de Boxeo efectuado en la Habana en 1974. Su pelea contra el húngaro Gyorgy Gedö es sin dudas una de las joyas del boxeo amateur de todos los tiempos.

Jorgito nació el 17 de noviembre de 1954 en Párraga, Municipio Arroyo Naranjo de  ciudad de La Habana. Inició su desarrollo en el mundo del boxeo algo distante de su barrio natal. A la edad de 14 años asistía al Gimnasio Roberto Poland situado en Pogolotti, Marianao. Su entrenador era Julio Yu, de quien no tengo referencias, pero me hago idea sea de origen chino. El habanero era el clásico minimosca, pesaba 48 kilogramos y medía 160 cm, desde niño padeció de asma.

En la división minimosca reinaba el santiaguero Rafael Carbonell, hombre que pudo llegar a octavo de finales en las olimpiadas de Munich (1972). En esa época era que Jorgito incursionaba el circuito de mayores en el boxeo. En 1968 había logrado el campeonato nacional en la categoría de menores y lograba quitarse de arriba el asma que sufría, mientras que en 1972 perdía el campeonato nacional en pelea contra el villaclareño Julio Rivera. Era su comienzo en los planos estelares.

En 1973 se enfrentó a Carbonell, al que venció en el torneo Playa Girón y así adjudicarse la faja de campeón nacional de su división. Le recuerdo rápido de piernas y de manos. En ese mismo año se llevó el oro en el torneo Giraldo Córdova Cardín, lo que le valió ser incluido en la pre-selección nacional para el venidero campeonato mundial en la Habana (1974). Previamente, en 1974, volvió a ganar el oro en el Córdova Cardín al derrotar al rumano Remus Cosma, y logró la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de República Dominicana (1974), donde logró vencer convincentemente a púgiles como Virgilio Palomo de Colombia y a Fausto García de México, por lo que definitivamente hizo el equipo nacional a la cita mundial en la Habana.

Ese primer campeonato mundial tuvo lugar en las fechas del 17 al 30 de agosto. Una de las primeras peleas fue la de Jorgito contra el estadounidense Albert Sandoval, la que con mucho coraje y precisión el habanero supo llevársela, por veredicto de 4-1, con lo cual los pronósticos iban alejándose de la realidad, ya que a Jorgito nadie le vio como ganador de nada. No hablo de los especialistas extranjeros sino de los mismos cubanos.

El 22 de agosto Jorgito le propinó KO a Enmanuel Mlundiva de Tanzania, lo que dejó el escenario listo para el enfrentamiento del habanero contra el campeón olímpico, el húngaro Gyorgy Gedö, el gran favorito de todos los expertos y quien ya había presentado credenciales al ganarle por KO al guyanés Bee y por RSC al búlgaro Bedjhan Fuchedzhiyev. Gedö era de los boxeadores que mantenía al rival en la distancia con su jab de derecha y en cuanto tenía oportunidad descargaba su poderosa izquierda, la que casi siempre derribaba. En Munich venció aventajando a otros boxeadores como el norcoreano U Gil Kim en la final. Los aficionados cubanos reconocían que Gedö no era un hueso fácil de roer.

Pero Jorgito se preparó y realmente se hizo un estudio de las debilidades de Gedö. Le peleó en la distancia, la misma del gusto del húngaro, se movió inteligentemente en el ring, a lo cual agregó su jab de izquierda, el que combinaba con sus derechazos. Era tanta la rapidez de piernas y de manos que el húngaro no le pudo coger el ritmo. Jorgito marcaba y Gedö se quedaba sin nada en su haber. Los dos primeros asaltos eran claramente para el cubano, por lo que el campeón olímpico salió a comerse al cubano en el round final. Jorgito no cambió en nada su forma de pelea y lo mantuvo alejadito y desesperado, la zurda de Gedö quedó ese día anulada, y su derrota debió haber sido 5-0 y no 4-1.

Pelea Jorge Hdez y Gedö

Intercambio sobre el ring entre Jorge Hernández y Gyorgy Gedö.

Jorgito tenía bronce asegurado, pero las dificultades no paraban, le tocaba enfrentarse al medalla de bronce en Munich (1972), el español Enrique Rodríguez Cal, que si recuerdo bien, fue quien eliminó a Rafael Carbonell en la cita olímpica indicada. La pelea se desarrolló el 28 de agosto y Jorgito ganó en buena lid, había asegurado la plata y ahora iba por el oro contra el keniano Steve Muchoki, el que había derrotado a otro favorito, sobre todo de la prensa cubana, el soviético Evgeni Yudín. La prensa local ya hablaba de la final entre Jorgito y Yudín, pero el keniano se encargó de demostrar lo contrario.

La pelea Jorgito y Muchoki fue entretenida, pero con ventaja clara para el cubano, el que finalmente se llevó el primer oro en la historia de los campeonatos mundiales de boxeo.

Jorge Hernández campeón mundial 1974

Jorge Hernández se convierte en campeón mundial en 1974

El paso triunfal del campeón con 20 años de edad no se detuvo. En los Juegos Panamericanos de México (1975), Jorgito ganó fácil sus dos primeros combates y luego derrotó al venezolano Becerra, para ir a la final disputada contra el dominicano Leoncio Mercedes, donde nuevamente se llevó el oro. Al año siguiente, el de las Olimpiadas en Montreal, Jorgito venció a Héctor Ramírez en la final del Playa Girón efectuada en Camagüey. Luego compitió en el Córdova Cardín, cuya sede esta vez fue Pinar del Río, donde logró vencer al santiaguero Jesús Ramos por voto unánime de los jueces. Ante tal desempeño, no quedaba lugar a dudas que Jorgito integraría el equipo nacional a la competencia en Montreal.

Al llegar a la sede de los olímpicos, Jorgito figuraba entre los favoritos para llevarse el cetro en su división de 48 kg. Para que no quedara duda, el habanero derrotó al búlgaro Vladislav Foudjejiev por RSC, posteriormente venció por KO al ugandés Soffa Yarawi,  lo que le aseguró el bronce en la justa. Su siguiente pelea fue con el difícil boricua Orlando Maldonado, al que venció por decisión unánime de los jueces, y finalmente enfrentarse a un rival que ya le había derrotado en un torneo Cinturón de Oro, se trataba del Norcoreano Byong Uk Li. El combate del cubano y el asiático fue reñido en extremo y obligó a que Jorgito desplegara toda su velocidad en el ring, contragolpeando y no dejando que el peligroso púgil coreano se le acercara. Fue así que Jorgito se coronó campeón olímpico por veredicto de 4-1 de los jueces.

La siguiente competencia de envergadura para Jorgito fue el II campeonato mundial de boxeo, el que se efectuó del 6 al 20 de mayo en Belgrado, Yugoslavia. En los 48 kg había algunos púgiles ya conocidos como el español Enrique Rodríguez, el boricua Alberto Mercado, el búlgaro George Georgiev, el estadounidense Richard Sandoval, Salin Sarilov de la URSS y el medallista de plata en la Habana (1974), el keniano Steve Muchoki, quien creo que ya en ese entonces residía en Dinamarca.

Jorgito ganó sin dificultad su primera pelea contra el argelino Said Amet, a continuación derrotó al boricua Mercado en pelea nada fácil, pero que hizo que el cubano lo superara debidamente al obtener el 5-0 de los jueces. Su siguiente rival fue el californiano Richie Sandoval, oriundo de Pomona, el que había eliminado al búlgaro Georgiev, al que Jorgito le aplicó su medicina de velocidad de piernas y manos sobre el ring. Por la otra ala iban el venezolano Armando Guevara, vencedor del mongol Banclui Basgalán, mientras Muchoki se las vio con el yugoslavo Sami Buzoli, al que igualmente derrotó. Por lo que Guevara y Muchoki subieron al ring para definir el finalista que combatiría con Jorgito en opción por la medalla de oro. El keniano demostró una vez más su clase al vencer al experimentado boxeador venezolano.

El combate revancha Muchoki-Jorgito fue reñido en extremo, pero el que suscribe vio ganar al habanero por escaso margen. Los jueces vieron otra cosa y le dieron la victoria al africano. Son cosas de este deporte, donde en las decisiones muchas veces se mezclan otros elementos ajenos al desempeño deportivo. Jorgito demostró con creces que fue probablemente el mejor exponente de los 48 kg en su época, boxeador de un estilo depurado de dar golpes y no recibir ligado con la velocidad de sus piernas que desconciertan a su rival.

Jorgito en Belgrado 1978

Jorgito alza a Muchoki después del veredicto que le daba la victoria al africano en el campeonato mundial de 1978

A otra competencia grande Jorgito asistió, las olimpiadas de Moscú (1980). Sucede que el entrenador principal del equipo, Alcides Sagarra, había subido al habanero a la división de los 48-51 kg. El cuerpo humano no es una máquina. Lamentablemente, como el mismo Jorgito manifestó, su forma para Moscú (1980) no fue la mejor y eso le pasó factura en su primer combate, cuando el soviético Vladimir Mirosmichenko le derrotara. Este púgil logró llegar a la final, donde fuera derrotado por el búlgaro Petar Lesov, y así adjudicarse la medalla de plata

En 1991 Jorgito colgó los guantes y se dedicó a labores de entrenador. Tiene el mérito haber sido escogido entre los 100 mejores atletas de Cuba en el siglo XX.

La muerte temprana de Jorgito y sus causas: insuficiencia respiratoria crónica, no son cosas que uno debe tomar como inevitable. Me pregunto cuál era la calidad de vida que tenía el gran campeón, si tenía vicios, probablemente fumar y no poco.  Las condolencias en estos casos son mejores cuando se analizan las causas de lo sucedido y se busca la forma de enmendarlas, de otra manera el pésame se convierte en puro cumplido y nada más. Un hombre de 65 años no es un hombre viejo y mucho menos para alguien que practicó deporte desde temprana edad.

 Fuentes 

 

Escrito por Esteban Romero 15 diciembre de 2019

Frankie Carbo y el crimen organizado en el boxeo rentado

Chicos valientes asumen negociaciones faustianas para obtener
peleas donde podrían aspirar a títulos de campeonato, para
luego ser robados y explotados por promotores rapaces
.”
Pete Hamill (1935, escritor estadounidense)

Tema recurrente, aunque nunca resuelto, el del crimen en el boxeo profesional, donde se arreglan peleas obligando a determinados rivales a caerse ficticiamente, ya que el vencedor debe ser aquel, que de acuerdo a las apuestas, rinda más a los mafiosos del negocio.

Frankie Carbo

Frankie Carbo

Una figura de este ambiente nefasto fue Frankie Carbo, un verdadero killer, el que asesinó a dos traficantes de bebidas de Nueva Jersey, en 1943, en una de las esquinas próximas al conocido Madison Square Garden. Carbo fue condenado, pero pocos meses después, el hombre se paseaba por la 8va avenida como si nada hubiera ocurrido. Desde hacia tiempo estaba en la venta ilegal de bebidas y quien se interpusiera, recibía castigo de muerte del killer. A finales de la década de los 30 e inicios de los 40, Carbo cayó en prisión 17 veces, vaya cosa, entraba hoy y salía la semana que viene.

El mafioso mataba y luego la sentencia declaraba homicidio casual. Así sucedió con un hombre de apellido Weber, chofer de alquiler, al cual Carbo le exigía una especie de pizzo, soborno extorsionado a propietarios y comerciantes, muy practicado por la mafia en los lugares, donde funcionan. Weber dijo que no y se acercó decididamente al cuerpo de Carbo con un taco de billar, por lo que el agredido reaccionó disparándole.

¿Quién era Carbo? Un siciliano, de nombre Paolo Giovanni Carbo, nacido en 1904 en Agrigento, allí donde  uno encuentra restos de la antigua Grecia, y que nada tienen que ver con la Cosa Nostra imperante en la bella isla del Mediterráneo. Otras fuentes afirman que nació en Nueva York. Sea donde haya nacido, ya en edad infantil, participó en actos de delincuencia, por lo que a los 11 años de edad se ganó una condena en el Reformatorio del Estado de Nueva York. Salía de la prisión y a ella regresaba, mientras su persona se iba convirtiendo en un notable gunman, el del gatillo alegre, con tantos méritos, que logró integrarse en la reconocida familia Lucchese. Más tarde se refinó y se dedicó al negocio del boxeo. Ya tenía autoridad y un currículo difícil de superar, ahora podía mandar y arreglar combates con los más famosos púgiles, el dinero le llegaba y sin necesidad de matar a nadie, al menos si no le molestaban.

Los legisladores de Nueva York lo tenían en la mirilla, elaboraron varias medidas contra él, pero Carbo estaba protegido y nada le salía en su contra, ni siquiera una multa de transito. A eso sumemos que algunos grandes promotores del boxeo, como fue el caso de Jim Norris, aseveraban que con Carbo jamás había hablado de boxeo. Sin embargo, el gánster no se cansaba de arreglar peleas para el bienestar de su bolsillo.

En Nueva York era una figura conocida, eso a pesar de residir oficialmente en Hollywood, no de California, sino el del Estado de Florida, lugar poco distante de Miami. En la Gran Manzana, su apodo era Mr. Gray (Sr. Gris). Su poder era el de una mano larga, capaz de sobornar árbitros, jueces, entrenadores y púgiles. El boxeo estaba para darle ganancias, mientras que las grandes masas acudían a ver incrédulos a vencedores y derrotados ficticios. Carbo también era de los que no pagaba impuestos, los evadía a su antojo.

Sus tentáculos igualmente llegaron a la Habana. No fue por casualidad que asistiera a la pelea del 5 de octubre de 1952, en el estadio del Cerro, en la que Billy Graham, el mismo que había perdido su título frente a Kid Gavilán en Nueva York, un año antes, ahora iba por la revancha en la Habana contra el campeón cubano. Tampoco fue casual que Fernando Balido, uno de los managers de Gavilán se apartara definitivamente de su pupilo ese día, según alegó “por indicación médica”.

En ese mismo año de 1952, en Filadelfia, Gavilán había derrotado por KO técnico a Gil Turner. Las ganancias de la pelea, para ser distribuidas entre el cubano, sus managers y entrenadores, desaparecieron misteriosamente. Lo interesante de este thriller fue que Carbo tampoco fue “beneficiado”, ¡qué extraño!

Gavilán y sus sequitos habían caído en las garras de Carbo. Vean la foto complaciente del cubano después de haber sido derrotado por Bobo Olson en Chicago, en abril de 1954. En una de las esquinas de ese combate estaba Carbo.

Gavilán después de la derrota a manos de Bobo Olson

Gavilán después de la derrota a manos de Bobo Olson

Luego vino otro arreglo, la pelea Gavilán-Saxton, la que el cubano perdió por decisión unánime. A esto hay que agregar lo escrito por el periodista Bud Schulberg del Observer:

Frankie Carbo, el gánster y comisionado no oficial del boxeo, controlaba a una serie de peleadores welters y de los pesos medianos…No toda pelea era arreglada, pero de vez en cuando Carbo y sus lugartenientes, como Blinky Palermo en Filadelfia, arreglaban algunos pleitos. Cuando la pelea de Kid Gavilán-John Saxton fue ganada por Saxton por decisión en Filadelfia, en 1954, yo estaba cubriendo para Sports Illustrated y escribí un artículo entonces, donde decía que el boxeo era un negocio sucio y que requería de limpieza. Era un secreto abierto, toda la prensa sabía que uno u otro combates habían sido arreglados. Gavilán era un boxeador controlado por la mafia, y cuando él peleó contra Billy Graham, estaba claro que a Graham le habían robado el título. La decisión fue comprada. Si estuvo cerca, los jueces habrían ensombrecido el resultado de la forma que ya he dicho.”

Carbo era todo un zar en el boxeo, si Ud. quería pelea en el Madison Square Garden, sin la venia de Carbo nada era posible. Ni los políticos, ni la policía interferían en los negocios de Carbo. Podían haber quejas de boxeadores y sus managers, al final la respuesta era siempre la misma: “I´ll look into it and get back to you” (Ya lo veré y luego te digo). Agreguemos a este conjunto a muchos periodistas deportivos, los que callaban por miedo a no ser afectados, ellos y sus familias.

El último manager de Gavilán, el cubano Ángel López, que residía en Nueva York, dueño de restorán y cabaret en el mismo Manhattan, se decidió denunciar el caso de la pelea contra Saxton ante la autoridad, donde declaró que habían sostenido una reunión antes de la pelea, en el hotel St Moritz de Nueva York. Allí Carbo le dijo a López que todo lo que Gavilán tenía qué hacer, era noquear a Saxton. Sin embargo, el arreglo era otro totalmente. Por su parte, Gavilán sabía de los arreglos y cuando la pelea concluyó, él se acercó a Palermo para pedirle la revancha, a lo que el gánster le respondió que haría lo que el jefe (Carbo) ordenara, revancha que nunca llegó a suceder.

Por suerte, en 1960, comenzaron serias investigaciones al respecto. Los nombres de los boxeadores Jake LaMotta y su combate arreglado con Billy Fox, los de Primo Carnera y de Sonny Liston, este último fue la gota que colmó el vaso, todos fueron puestos sobre el tapete. El FBI se metió seriamente en el asunto de Liston hasta descubrir que Carbo y sus aliados, Blinky Palermo, y John Vitale de St Louis, controlaban toda la gestión de peleas de este boxeador afroestadounidense.

En 1960, Carbo se vio obligado a declarar ante el Comité del Senado, donde 25 veces dijo: “No puedo declarar en contra de mi mismo”. Sabía lo que hacía, se apoyaba en la quinta enmienda de la constitución de EE.UU. para no declarar. El fiscal general del proceso, el conocido Robert Kennedy, con pruebas en mano, logró una sentencia de 25 años para Carbo y Palermo, que se hizo firme en 1965. Se les acusó de conspiración y extorsión. Carbo cumplió condena inicialmente en Alcatraz y luego transferido a la prisión en la Isla McNeill del Estado de Washington, donde fue liberado por enfermedad. Su muerte tuvo lugar el 22 de noviembre de 1976 en Miami Beach.

Fuentes

Anon. Kid Gavilan. http://boxrec.com/en/boxer/9014

Nagler Barney. 1959. Otra vez Carbo. Bohemia.

Sussman Jeffrey. 2016. Max Baer and Barney Ross: Jewish Heroes of Boxing. Rowman & Littlefield, 224 p.

 

Escrito por Esteban Romero, 27 febrero de 2019

El Niño Valdés, el primer púgil cubano destacado en los pesos completos del profesionalismo

«El ritmo lo es todo en el boxeo. Cada movimiento
movimiento que haces comienza con el corazón
Sugar Ray Robinson.

Niño Valdés

La curiosidad es grande, de tanto ver videos de las peleas de Teófilo Stevenson, recordé a la figura del bistek, a otro peso pesado como lo fue Niño Valdés, cuyo nombre completo es Geraldo Ramos Ponciano Valdés, nacido en la Habana, el 5 de diciembre de 1924, y que fuera boxeador desde que tenía 15 años. Dije el hombre del bistek, ya que hacía la publicidad de la malta Hatuey, donde aparecía comiendo bistek y tomando Malta, para luego decir que era un toro por ese tipo de alimentación. Un físico impresionante, más de 190 cm, estatura que ya mostraba cuando comenzó a boxear. En realidad le sacaba media pulgada de altura a Stevenson.

Se dice que fue su propia madre la que se dio cuenta del cuerpazo de su hijo y sus posibilidades para llegar a ser boxeador de éxito. No sé si Valdés era bastardo o que su padre murió a temprana edad, lo cierto es que el Niño no cursó escuela e hizo muchos trabajitos para ganarse la vida, sea como limpiabota, mensajero, repartidor de piedras de hielo, en la construcción, de todo un poco y lo que apareciera. Así que su mamá estaba informada que el famoso Luis Felipe “Pincho” Gutiérrez había llevado a Kid Chocolate a disfrutar de la corona mundial, por lo que no perdió tiempo para hablar con Pincho y ofrecérselo como uno de sus discípulos en el boxeo.

Pincho aceptó y se quedó asombrado cuando vio la clase de muchachón que tendría como futuro boxeador. Estuvo un par de años repartiendo puños de todos colores en el ámbito amateur hasta que en 1941 saltó al profesionalismo. Su primer pelea fue contra Basilio Ayestarán, el 27 de diciembre de 1941, en el Palacio de los Deportes, al que el Niño anestesió en el sexto round de una pelea pactada a siete asaltos. Luego el gigantón logró ocho victorias más, dos por KO técnico y el resto por la vía rápida, intercaladas con dos derrotas, la primera contra Julio Lázaro Díaz que noqueó al Niño en tres asaltos el 30 de mayo de 1950, y la segunda contra Mario Raúl Ochoa por puntos en siete rounds, el 3 de setiembre de 1944.

El 15 de setiembre de 1945, el Niño se enfrentó al avileño Federico Malibrán (algunos dicen que era trinitario) por el título nacional de los pesos pesados, pelea efectuada en el Palacio de los Deportes de la Habana, donde el Niño fue noqueado en el cuarto asalto por el veterano Malibrán, quien había debutado en el deporte de los puños en 1928, o sea 6 años después de nacido el Niño. La revancha no se hizo esperar, la que tuvo lugar el 8 de diciembre del mismo 1945. Esta vez el Niño fue el noqueador en el octavo round,  lo que le concedió la corona al habanero.

El debut del Niño en la arena internacional fue contra Jimmy Freeman en el Auditorium de Hartford, el 19 de octubre de 1948, pelea que terminó en tablas. Desde ese entonces el púgil cubano boxeó más fuera de Cuba, sus peleas en la tierra que lo vio nacer fueron esporádicas. En 1950, noqueó al argentino Juan Carlos Vigo y luego al marianense Aldo Rodríguez en el Palacio de los Deportes de la Habana. El 18 de julio de 1953 venció al camagüeyano Omelio Agramonte por KO técnico en el sexto asalto de una pelea en el Palacio de los Deportes nuevamente, mientras que el 20 de febrero de 1954 venció, en igual escenario, al norteamericano Archie McBride por votación dividida, pelea que fuera su última en territorio cubano.

El Niño fuera de Cuba ganaba y perdía, noqueaba y era noqueado. Se enfrentó con verdaderos ases del ring y logró lo que pudo. Por las peleas vistas completas por youtube, se puede afirmar que a diferencia de Stevenson, el Niño era un fajador, algo incomprensible, pues muchas veces él llevaba ventaja en tamaño corporal. Por otro lado, tenía pegada con ambas manos, era algo ortodoxo en su boxeo, pero nadie se podía confiar de su mano izquierda. Quién lo dude que le pregunte a Tommy “Hurricane” Jackson, el que aterrizó con un izquierdazo del Niño, en pelea del 14 de julio de 1954, que duró un par de rounds. Sin embargo, hubo rivales que nunca pudo vencer, entre ellos el experimentado Archie Moore, que llegara a ser campeón de los semicompletos en 1959, hombre que boxeaba en esta división y en los pesados. El Niño perdió dos veces por decisión con Moore, peleas muy reñidas en 1953 y 1955, en las que el cubano llevaba casi siempre la peor parte en el cuerpo a cuerpo.

Niño Valdés castiga a Tommy "Hurricane" Jackson

Niño Valdés castiga a Tommy «Hurricane» Jackson

Al norteamericano Eddie Machen nunca le pudo ganar, la primera por decisión en el Cow Palace de Daly City, y la segunda en el Auditorium de Miami por KO, ambas en 1956. Otros vencedores del cubano en aquellos primeros años, en arenas norteamericanas, fueron Bob Baker, Billy Gilliam y Harold Johnson, éste último otro de los retadores al título de los pesos completos.

Su mejor resultado en sus primeros años lo obtuvo contra el ex campeón mundial Ezzard Charles, la Cobra de Cincinnati, en pelea del 11 de agosto de 1953, en el Auditorium de Miami. Ese resultado lo puso en los primeros planos de su división.

El Niño se convirtió en un posible retador a la corona de los pesos pesados nuevamente en 1958. Entonces ganó sus combates contra Wayne Bethea, Mike DeJohn dos veces, mientras que ganaba por la vía rápida o KO técnico contra Johnny Summerlin, Harold Carter y Pat McMurtry. El siguiente año fue iniciado con una derrota a manos de Charlie Powell por KO técnico en el Auditorium de Miami, anestesió a Dan Hodge en su siguiente pelea, perdió por decisión contra Alonzo Johnson, y para completar vino la debacle en pleito contra Sonny Liston, el que noqueó al cubano en el primer minuto del tercer asalto, pelea efectuada el 5 de agosto de 1959, en el estadio de Chicago. En aquel entonces Liston pintaba para campeón mundial, pero en 1960 apareció un muchacho de nombre Casius Clay, luego Muhammad Ali, que se coronó campeón de los pesados en las Olimpiadas de Roma, al que Liston jamás olvidó en su corta vida de 40 años por el castigo recibido.

En lo que respecta a Niño Valdés, tuvo un solo pleito después de la derrota con Liston, que fue contra el inglés Brian London, pelea efectuada en el Empire Pool de Wembley, el 1 de diciembre de 1959, y que ganó cuando el británico abandonó en el séptimo round de diez pactados. Según la AP de aquella época, el cubano estaba afilado y el público abucheó la decisión de abandono del local, aunque el derrotado tenía la cara bastante cortada de los repetidos golpes del cubano.

Había otro combate fijado para el Niño en Canadá, en junio de 1960, contra George Chuvalo, pero ya los problemas de visión del cubano eran tales, que hacían imposible que siguiera sobre el ring. A su retiro trabajó como guardia de seguridad en clubes nocturnos, para poner bocabajo a aquel o aquellos que intentaran romper el orden establecido en el local de diversión.

En resumen, peleó en 70 pleitos, 455 asaltos, logrando 48 victorias, 30 por la vía del sueño, con 18 derrotas, 5 por KO o KO técnico, y 3 tablas. Recibió el premio de la revista The Ring, “Progress of the Year “ en 1953, y la misma fuente le consideró como retador No. 1 en 1953 y 1954 en la división de los pesos pesados. Sus managers fueron Pincho Gutiérrez y más tarde Bobby Gleason, que fuera anteriormente auxiliar del campeón Jake LaMotta. Niño Valdés es miembro del salón de la fama del boxeo cubano, radicado en Miami, desde el 9 de febrero de 2004.

Lo más que recuerdo, cuando aparecía en la TV cubana, era su amplia sonrisa y su forma muy habanera de hablar. Otra característica que recuerdo era la de siempre vestir pantalones cortos blancos sobre el cuadrilatero. El gran boxeador cubano falleció el 3 de junio de 2001 en ciudad Nueva York. Es cierto que murió en la pobreza como otros tantos boxeadores profesionales y también amateurs.

Fuentes

Boxrec.com. Nino Valdes. http://boxrec.com/en/boxer/10360

Gómez Masjuán M.E. 2013. Esquivas del Niño Valdés. Habanaradio.cu. http://www.habanaradio.cu/articulos/esquivas-del-nino-valdes/

 

Escrito por Esteban Romero, 13 diciembre de 2018

Ultiminio “Sugar” Ramos, el gran campeón mundial de los pesos plumas

Pegar mucho y que te golpeen poco
Ultiminio Ramos

Ultiminio Ramos

Ultiminio Ramos

Uno de los grandes campeones mundiales dentro del boxeo profesional lo fue el cubano Ultimino Ramos Zaqueira, nacido el 2 de diciembre de 1941 en Matanzas, hijo de Pascual Ramos, el que se desempeñaba como policía e instructor de boxeo. En la familia de Ultiminio, igualmente entrenaban en boxeo un tío y su hermano Ramón. Al parecer la niñez del campeón no fue nada halagüeña, hizo muchos trabajitos de calle, incluido el de limpiabotas, pero así y todo, pudo entrenar en boxeo. El apodo de Sugar no le vino por Sugar Robinson como muchos creen. Fue su padre quien le llamó así, Azúcar, Azuquita, quien afirmaba que el ingenio más grande de Cuba estaba en Matanzas.

Fue amateur desde temprano, mientras que debutaba como profesional el 5 de octubre de 1957 en pelea con René Arce que ganó por KO. Entonces estaba cerca de cumplir 16 años. Siete peleas ganó por KO hasta que derrotó a Manuel Perdomo por puntos el 19 de julio de 1959. Unos meses después topaba con José “El Tigre” Blanco, exactamente el 8 de noviembre de 1958 en la Habana, a quién noqueó en el octavo round y de los golpes propinados por Ultiminio, el Tigre jamás se recuperó y murió. El matancero se sintió mal con la muerte de su rival. Él siempre declaró que deseaba ganar pero no matar a nadie.

La racha de victorias consecutivas fue de 21, lo que le dio derecho a discutir el campeonato nacional de los pesos plumas contra Orlando Castillo, a quien derrotó por decisión en 12 rounds el 27 de febrero de 1960 en la Habana.

Su racha de victorias y KOs continuó. Previamente el 29 de junio de 1959 se enfrentó al venezolano Sonny León en Caracas, primer combate que efectuaba fuera de Cuba. Ultimino venció a León por unanimidad. A la capital venezolana regresó para enfrentarse al norteamericano Issac Chesnut el 31 de setiembre del mismo 1959, pelea que resultó tabla. Era el primer combate que el cubano no ganaba. Su última pelea en su tierra natal fue el 30 de diciembre de 1960 contra el púgil Sergio Gómez, al que noqueó. Como el boxeo profesional fue prohibido en Cuba, los cubanos nunca más vieron pelear a Ultiminio ni a otros grandes del ring.

La primera derrota del cubano tuvo lugar el 13 de diciembre de 1961 en Puebla frente al mexicano Rafael Camacho por descalificación. Esa pelea fue abucheada por el público insatisfecho con la decisión, y eso que su rival era mexicano como la mayoría de los espectadores allí reunidos. Siete peleas sucedieron, cinco de ellas en México, una en los Ángeles y otra en París contra Rafiu King, en todas Ultimino resultó vencedor, cinco de ellas por la vía rápida.

Ante tal desempeño no había más alternativa que enfrentar al entonces campeón mundial de su peso, Davey Moore, pelea que finalmente se efectuó el 21 de marzo de 1963 en el Dodger Stadium de los Ángeles. Antes que la pelea tuviera lugar, Ultiminio viajó a Cuba para enseñarle a su padre el contrato del pleito por la corona mundial de los plumas. En esa misma fecha y lugar el cubano Luis Manuel Rodríguez perdía su pelea ante el trinitario Emile Griffith en la división de los welters.

Moore ya liquidado por Ultimino Ramos

Moore ya liquidado por Ultiminio Ramos

El combate Ultiminio-Moore era a quince asaltos. Cada vez que comenzaba un round, los púgiles se saludaban con respeto. La pelea transcurría con normalidad, golpes de cada bando y el campeón mundial se dio cuenta que tenía enfrente a todo un posible campeón, un hombre que no cedía y cuyo empuje le podía brindar la victoria. En el round 10 vino el desenlace. Veamos lo que dicen los archivos del Guardian: “No había duda de que (Moore) estaba en buen estado durante los primeros dos minutos de ese asalto hasta que un gancho de izquierda hizo que sus rodillas se tambalearan. Cayó sobre una rodilla pero, después de un desliz tuvo una rápida reacción, se levantó de nuevo. Pero él (Moore) nunca recuperó su equilibrio y Ramos lo atrapó en su tropiezo con tres jabs  rectos a la izquierda. Luego (Moore) se dirigió hacia atrás, hacia la esquina, al suelo y la soga”. Llegado ese momento el manager de Moore, Willie Ketchum, mandó al árbitro a parar el pleito, aunque ya no hacía falta, pues sonaba igualmente la campana. Con esta victoria Ultiminio se convertía en campeón de peso pluma del Consejo Mundial del Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Moore ya liquidado por Ultiminio Ramos2

Moore ya no podía levantarse

Después de la derrota, Moore, ignorando la desgracia que le esperaba, declaró a la prensa: «tomaré la revancha, créanlo que así será. Miren, chicos, Uds. saben que cuando estoy bien nada se me escapa, no, nada. Yo estaba fuera de forma, así de llano y sencillo”. Luego sonrió y añadió: “Bueno, eso fue esta noche, simplemente no estaba en mi mejor forma.”  Moore sintió unos dolores en su cabeza después de estas declaraciones, comenzó a quejarse, era algo muy fuerte lo que sentía. Su manager Ketchum llamó a la ambulancia, mientras Moore caía inconsciente. El ex campeón nunca se recuperó y falleció unas 75 horas después del combate, o sea el 25 de marzo de 1963.

Esa muerte tuvo un impacto negativo en el boxeo rentado. Hasta se llegó a pedir la prohibición de este deporte en el estado de California.

Cosas de la vida, Moore había dicho antes de la pelea que para que Ultiminio pudiera llevarse la victoria y su corona mundial, tenía que matarlo. Lamentablemente no se equivocó.

El cubano defendió con éxito el título el 13 de julio de 1963 en la Arena México contra el ya conocido Rafiu King. Después obtuvo 3 victorias consecutivas hasta volver a exponer su título contra el nipón Mitsunori Seki el 1 de marzo de 1964 en Kokugikan, a quien venció por KO técnico en seis asaltos. Ese mismo día moría el padre de Ultiminio, pero el campeón se enteró de la novedad después del combate. Entonces él declaró que de haberlo sabido no hubiera subido al ring.

Poco tiempo después se marchó a Accra, Ghana, para defender su corona ante el local Floyd Robertson el 9 de mayo de 1964, venciéndole con decisión dividida de los jueces. Su siguiente rival por la corona fue el llamado Zurdo de Oro, el mexicano Vicente Saldivar, quien se las arregló para vencer a Ultiminio el 26 de agosto de 1964 en el Toreo de Cuatro Caminos de Ciudad México. El cubano recibió fuerte paliza de su rival, el que se caracterizaba por su fuerte golpeo y técnica. Fue tanto el castigo que el cubano no pudo salir a pelear en el duodécimo asalto. Fue una clara victoria del retador y la pérdida de la corona para Ultiminio.

Ultiminio contra Saldivar

Ultiminio contra Saldivar

En lo sucesivo de 1965 a 1972 el ex campeón boxeó en 16 combates más, logrando 10 victorias, una tabla y 5 derrotas, todas éstas por la vía rápida. Uno de sus rivales más difíciles fue el boricua Carlos Ortiz, quien le ganó dos peleas de manera consecutiva, ambas por KO técnico. El último combate de Ultiminio fue el 24 de abril de 1972 en el Forum de Inglewood, EE.UU. contra el norteamericano Cesar Sinda en la división de los superligeros. Esta pelea Ultiminio la perdió por KO técnico.

Ultiminio contra Ortiz

Viendo el desempeño del ex campeón cubano, uno puede suponer que después de su derrota con Saldivar y luego las dos con Ortiz, era como si hubiera perdido el interés, ya que nunca reclamó revancha por el título que había expuesto.

En su carrera de 15 años como profesional, Ultiminio ganó 55 pleitos, 40 de ellos por la via rápida, perdió siete y empató cuatro. En 1992 fue exaltado al Salón Internacional de la Fama del Boxeo.

El matancero tuvo cuatro hijos, dos de ellas chicas, y de los otros dos, Ultiminio Jr. (Ramos García) fue boxeador amateur en Cuba, nacido el 22 de noviembre de 1959 en Consolación del Sur, Pinar del Río, e integró por años el equipo de su provincia en los campeonatos nacionales en los 70 y 80. Obtuvo el campeonato nacional juvenil en el año 1978 en la división de 63 Kg, así como medalla de bronce en el Campeonato Nacional Playa de Girón de 1980 y luego, en 1983, la de plata, en la división ya mencionada. Doy esta información para decir que no todos los boxeadores grandes han llegado al profesionalismo y el hijo de Ultiminio fue uno de ellos, destacado, aunque no con la maestría de su progenitor.

Tras su retiro, Ultiminio se dedicó a la música, tocaba la tumbadora y fue parte del conjunto Afroantilla.

Afroantilla y Ultiminio en acción

Afroantilla y Ultiminio en acción

El gran ex campeón murió el domingo 3 de agosto de 2017 en el Distrito Federal. Sobre su fallecimiento Mauricio Sulaimán, presidente del CMB declaró: «Fue una gran persona, siempre amigo de todos, siempre sonriente y amable. Era el primero en llegar a todos los compromisos. Yo siento que hay que darle gracias a Dios porque ya estaba sufriendo mucho, tenía algunas complicaciones, un cáncer agresivo, se cayó y se fracturó la cadera hace unos días, y todo estaba complicándose, y yo siento que ya está descansando».

Fuentes

Anon. The Guardian. From the archive, 26 March 1963: The death of boxer Davey Moore. https://www.theguardian.com/theguardian/2014/mar/25/davey-moore-boxer-death

Anon. 2014. Ultiminio Ramos emigró de Cuba para ser campeón mundial. La opinión. https://laopinion.com/2014/02/05/ultiminio-ramos-emigro-de-cuba-para-ser-campeon-mundial/

Boxrec.com. Sugar Ramos. http://boxrec.com/en/boxer/12683

Espinosa Orozco Alberto. 2014. La historia de  Ultiminio Ramos. Terranova, 17 diciembre. http://terranoca.blogspot.com.es/2014/12/la-historia-de-ultiminio-ramos-por.html

 

Escrito por Esteban Romero, 9 setiembre de 2017

Adolfo Horta, el gran tricampeón mundial falleció

“Sinceramente fui yo quien perdió. Había sido mi último pesaje,
después ingerí mucho líquido, lo que salió a relucir en el segundo asalto

Adolfo Horta sobre su pelea con Rudi Fink en Moscú (1980)

adolfo-horta

Adolfo Horta

El pasado lunes 28 de noviembre de 2016 murió uno de los boxeadores más completos que haya tenido Cuba. Se trata del púgil camagüeyano Adolfo Horta, un hombre capaz de boxear en las tres distancias con mucha eficacia.

Horta nació el 3 de octubre de 1957 en Morón, actual provincia de Ciego de Ávila, aunque vale la pena aclarar que he visto a otra fuente afirmar que Horta había nacido en San Lorenzo, Santiago de Cuba. No obstante, doy como veraz su nacimiento en Morón, pero a temprana edad su familia se mudó para la Ciudad de Camagüey y fue allí que comenzó a practicar boxeo, deporte muy popular en Cuba. Entonces vivía en el reparto Florat de la capital provincial.

Con trece años de edad ingresó en la Academia provincial de boxeo y poco después se coronaba campeón nacional infantil, título que al siguiente año repitió. Según relataba Horta, su primer entrenador en este deporte fue Jorge Navarro, al que le apodaban Hueso. Entonces un rival asiduo era el púgil Jesús Solle, hombre fuerte sobre el ring, al que Horta derrotó las siete veces que se enfrentaron.

El entrenador del equipo nacional, el experimentado Alcides Sagarra, le echó el ojo a Horta cuando el joven tenía 15 años. Fue así que pasó a formar parte de los más de treinta boxeadores que integraban la pre-selección nacional.

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Adolfo Horta en sus años de pleno apogeo

Horta se caracterizó por el boxeo en las tres distancias, con una velocidad de manos y piernas extraordinaria. Era capaz de bailar y jabearle a los púgiles que gustaban de pelear en la corta distancia, como si era necesario entraba en la corta y bajaba una verdadera ráfaga de golpes a su  adversario. Naturalmente, esa forma de boxear Horta la fue perfeccionando con el tiempo y enfrentándose a hombres del calibre del campeón olímpico (Munich 1972) Orlandito Martínez o del también campeón mundial Ángel Herrera.

Por ese boxeo tan abarcador de Horta, el comentarista y narrador de boxeo, Rolando Crespo, le llamó “el hombre del boxeo total”.

En 1976 Horta debutó en su primer torneo Playa Girón, donde ganó el título en los 57 kg. Para su suerte, el evento se desarrolló en el mismo Camagüey. Poco después hizo su debut en el VII Campeonato Internacional Giraldo Córdova Cardín, que tuvo lugar en Pinar del Río. Horta llegó a la gran final de su división y donde salió derrotado en pelea contra el soviético Víctor Liminov. Fue una batalla muy pareja, donde el cubano dio todo lo que pudo en pos de la victoria.

En ese mismo año se efectuarían los juegos Olímpicos en Montreal y la selección para representar a Cuba en su división fue la del campeón olímpico de Munich, el experimentado Orlandito Martínez, quien fuera tempranamente eliminado en ese evento.

En 1977 ganó el torneo Córdova Cardín nuevamente e integró el equipo Cuba a los juegos centroamericanos en Panamá (1977), donde se alzó con su primera medalla de oro en evento internacional.

En 1978 una vez ganó el Córdova Cardín en su división e integró el equipo Cuba al campeonato mundial de Belgrado, y allí superó al local Fazlija Sacirovic para alzarse con la medalla de oro y su primer campeonato mundial en la división de 54 kg.

En 1979, como de costumbre, se llevó el primer lugar del Córdova Cardín y fue parte del equipo Cuba de boxeo a los juegos panamericanos de San Juan, Puerto Rico, donde se coronó campeón regional en la división de los 57 kg.

Horta tenía 22 años cuando le llegó su primera oportunidad de participar en una olimpiada, fue en 1980, en los juegos efectuados en Moscú. Peleaba aún en los 57 kg. Horta era el clásico favorito de esta división. Peleó cinco veces, en el primer combate venció al sueco Odd Bengtsson unánimemente, luego derrotó de igual forma al rumano Titi Cercel y al boricua Luis Pizarro. Por la medalla de bronce le tocó enfrentarse al polaco Krysztof Kosedowski, al que dominó por la clásica milla. La final fue contra el germano-oriental Rudi Fink, ante el cual Horta cedió en un veredicto de 4-1. El cubano declaró que subió confiado al ring y ya en el segundo asalto el alemán dominaba las acciones. Horta mismo dijo que la culpa de la derrota era toda suya. Lo lamentaría después, ya que más nunca participó en olimpiadas. Cuba por decisiones políticas decidió ausentarse de los juegos olímpicos de Los Ángeles (1984) y Seul (1988).

Horta continuó ganando torneos Play Girón y Córdova Cardín, mientras que en 1982 integró el equipo al campeonato mundial de boxeo efectuado en Munich, esta vez en la división de los 57 kg, donde llegó a la final y se impuso al mongol Rawsalyn Otgonbayar en la discusión de la medalla de oro. Luego continuó ganando los torneos cubanos nacional e internacional, y en 1986 nuevamente hizo el equipo Cuba al campeonato mundial en Nevada, EE.UU. Nuevamente el camagüeyano demostró sus grandes habilidades y venció en un peleado combate al venezolano Jovito Rengifo en la división de los 60 kg.

Horta es el primer tricampeón mundial que logró el título en tres divisiones distintas. En quince años como boxeador amateur consiguió 319 victorias y fue derrotado 27 veces.  Ganó diez veces el torneo Playa Girón y nueve veces el torneo internacional Giraldo Córdova Cardín.

A su retiro se dedicó a impartir sus conocimientos en la Academia Provincial, en el Club Vallístico, situado en el reparto La Caridad, de la capital camagüeyana.

 Fuentes consultadas

Alejandro Fidel. Cuatro rounds con Adolfo Horta. Mi punto de penalty. https://mipuntodepenalty.wordpress.com/2013/04/24/cuatro-rounds-con-horta/

Anon. Adolfo Horta Martínez. EcuRed. https://www.ecured.cu/Adolfo_Horta_Mart%C3%ADnez

Escrito por Esteban Romero, 30 noviembre de 2016

Recuerdos del primer campeonato mundial de boxeo amateur, La Habana 1974

Tienes que saber que puedes ganar.
Tienes que creer que puedes ganar.
Tienes que sentir que puedes ganar
.”
Ray “Sugar” Leonard.

Hace unos días veía la película “Million dollar baby (2004)” y me hizo de alguna forma recordar el I Campeonato Mundial de Boxeo, el que se efectuó en agosto de 1974 en la Habana, por lo que me decidí a escribir y rememorar aquel evento.

Según he podido leer, antes de ese campeonato se discutió la posibilidad de un campeonato solo con aquellos boxeadores triunfantes de eliminatorias previas o de realizar el campeonato con equipos de países, los que podían ser completos o no. La segunda versión fue la que venció, que era la propuesta de la Habana y apoyada por los entonces países socialistas.

También a Cuba le correspondió organizar este primer campeonato, entiendo que muy merecido. La isla siempre ha sido una productora de boxeadores de calidad. Varios campeones mundiales profesionales eran cubanos, al prohibirse el boxeo rentado en el país, muchas figuras se adaptaron al boxeo amateur. Por un lado estaba la escuela cubana presente, muy profesional, a la que se unió la escuela de los soviéticos, aquella de das y  no dejes que te peguen. No obstante, se puede decir que de la combinación de ambas escuelas surgió un híbrido muy productivo de nuevos campeones amateurs, un estilo de boxeo a lo cubano.

La Habana había dado la primera señal de calidad en boxeo amateur cuando llevó a dos púgiles a la final en las Olimpiadas de México. En la división de 60-63.5 estuvo el santiaguero Enrique Regueiferos, quien se enfrentó al polaco Jerzy Kulej, quien derrotó al cubano en una reñida pelea, mientras que otro santiaguero, Rolando Garbey, fue a la final de los 67-71 kg, con un rival muy superior al cubano, el soviético Boris Langutín, quien venció claramente el combate. Fueron dos medallas de plata que dieron la clarinada de lo que se avecinaba en los siguientes períodos olímpicos.

Cuatro años después, en Munich, Orlandito Martínez, en la división de 51-54 kg, logró medalla de oro enfrentándose al mexicano Alfonso Zamora en la final. Era la primera medalla de oro del boxeo cubano en juegos olímpicos. Poco después Emilio Correa vencía inobjetablemente al húngaro János Kajdi en la división de los welter. Gilberto Carrillo no pudo ante el empuje y pegada del croata Mate Parlov, y fue vencido antes de llegar al final del combate, pero Teófilo Stevenson se ciñó la corona de los pesados cuando el rumano Ion Alexe no se presentó a combate. Stevenson había derrotado por la vía rápida al norteamericano Duane Bobick y luego al alemán Peter Hussing, así que la corona bien ganada estaba. Otro cubano se alzó con el bronce en su división, Douglas Rodríguez (48-51), para que Cuba totalizara 3 de oro, 1 de plata y 1 de bronces,  y se llevará el título de campeones del boxeo en estas olimpiadas.

Con lo anterior está claro que Cuba merecía bien la sede de este evento mundial y que la calidad del mismo, sobre todo en lo que competencia se refería estaba garantizada.

Este campeonato mundial se efectuó en los días del 17 al 30 de agosto de 1974 en la Habana. Entre los favoritos estaban las escuadras soviéticas, polacas, húngaras y, por supuesto, la cubana. No obstante, se sabía que otros países podía venir con figuras de alta calidad, como era el caso de Yugoslavia, Francia, México, Venezuela y Puerto Rico, sin excluir a los americanos, país que goza de una buena tradición en este deporte.

Una pelea de las primeras de este campeonato fue la del cubano Jorgito Hernández contra el campeón olímpico, Gyorgy Gedo, que salía como lógico favorito en la división de los 48 kg. Jorgito no creyó en su rival y le dio bonita batalla en una pelea de verdadero boxeo de ambas partes y que recuerdo como la mejor de ese torneo. Gedo boxeaba a la zurda y tenía un estilo muy bonito de boxeo, pero Jorgito, una estrella en ascenso, no se amilanó y le dio tremendo combate al húngaro para llevarse la victoria unánimemente.  Con este triunfo el cubano se erigió como el nuevo favorito y no decepcionó a la afición de su país y provincia, venció inobjetablemente a Stephen Muchoki en la final de esta división para alzarse con la medalla de oro.

En los 51 kg estaba el fajador oriental cubano Douglas Rodríguez, hombre que no daba tregua a sus adversarios, lo hacía hasta con la mano lesionada, como sucedió en Munich 1972. A la final llegó contra un viejo adversario, otro gran boxeador, Alfredo Pérez de Venezuela. Aquella pelea fue de campana a campana y ninguno de los dos púgiles dio tregua en los nueve minutos de combate. Fue una pelea reñida y si los árbitros hubieran visto ganar al venezolano, creo que nadie se habría opuesto. Hay peleas donde no se sabe a ciencia cierta quién la ganó y esta fue una de ellas. Douglas se llevó la de oro, la segunda de Cuba en el evento. Douglas ya murió pero el recuerdo de sus peleas queda en la memoria de los que le vimos boxear.

En los 54 kg Cuba venía con el experimentado Jorge Luis Romero, hombre de buen alcance, con fuerza y habilidades para dar buenas peleas. Jorge Luis logró vencer al difícil David Torosián para asegurar la plata. El armenio-soviético tenía un estilo escurridizo, entraba, daba y salía corriendo para cansar a su adversario, bajaba la guardia y era para invitar a su contrario a pelear, pero luego le daba y volvía a salir. Jorge Luis no cayó en la trampa del soviético, sus golpes fueron contundentes y certeros, y si Torosián quería bailar, pues lo hizo pero con melodía cubana. Jorge Luis se había ganado las simpatías de los aficionados con su pelea combativa y decidida, pero le tocaba chocar con un tren boricua llamado Wilfredo Gómez. La pegada del bazooka puertorriqueño fue mucho para Jorge Luis, realmente el cubano salió vencido de calle y cayó redondo en el segundo asalto de este combate. Daba lástima ver a Jorge Luis vencido, luchó por la medalla como el que más, pero la calidad del boricua era indiscutible, no en balde se coronó campeón mundial profesional en 1977 al vencer al local Dong Kim Yium en la misma Corea del Sur. He leído con pena que Jorge Luis padece Parkinson, la misma enfermedad que afectó al gran Muhammad Ali.

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Las cuatro primeras doradas, Jorge Hernández, Douglas Rodríguez, Emilio Correa y Rolando Garbey

Los EE.UU. lograron su primera medalla cuando Howard Davis venció al soviético Boris Kuznetsov en los 57 kg. Aquí Cuba se llevó una de las de bronce en los puños de Mariano Álvarez. Los soviéticos, por su parte, ganaron la de oro en los 60 kg cuando Vasili Simonin venció al rumano Simion Cutov. Nuevamente Cuba se llevó otra de bronce con el boxeo de Luis Echaide.

En los 63.5 kg no hubo glorias para Cuba, Enrique Regueiferos, subcampeón olímpico en los juegos de México 1968, fue derrotado en su primer combate, lo que marcó prácticamente el retiro de este oriental del boxeo. Uganda se llevó la de oro con Ayube Kalule enfrentado con el búlgaro Vladimir Kolev. El cubano hace un tiempo que murió.

Llegaron los welter, 67 kg, donde Cuba venía con su campeón olímpico Emilio Correa, el hombre de las ráfagas de golpes al abdomen adversario. Correa paseó la distancia pero llegado al combate final venía picado debido a unos comentarios innecesarios de parte de su rival norteamericano, Clinton Jackson. Realmente hay que felicitar al estadounidense por el poder de asimilación que tuvo en el tercer asalto de esa pelea, Correa lo arrinconó contra una esquina y descargó sus acostumbradas ráfagas. Jackson había pronosticado que noquearía al cubano y el que salió casi noqueado fue el alardoso en cuestión.

En la división de los 71 kg se presentaba el subcampeón olímpico de México 1968, el cubano Rolando Garbey, un hombre que se caracterizaba por dar y no recibir, era un verdadero estilista. Su oponente en la final fue el venezolano Alfredo Lemus, hombre al que conocía y que le había resultado siempre difícil vencer. La pelea fue tan reñida como la de Douglas y Alfredo Pérez, pero personalmente si vi ganar al cubano esta vez. Uganda se llevó aquí una de bronce en los puños de Joseph Nsubuga y el otro bronce fue para el soviético Anatoli Klimanov.

En los 75 kg Cuba se presentó con el pegador santiaguero Alejandro Montoya, pegaba durísimo pero su poder de asimilación era pobre realmente. Montoya se enfrentó en su primera y única pelea contra el alemán oriental Bernd Wittenburg. En los dos primeros minutos de aquel combate Montoya le dio al alemán con todo, lo derribó dos veces, pero no lo supo rematar para lograr la victoria en ese mismo primer asalto. Wittenburg se recuperó y logró ir remontando la ventaja de Montoya, quien en el tercer round ya estaba más que cansado. El veredicto fue de 4-1 a favor del alemán, pero debió haber sido 5-0 a favor del europeo. Montoya se coronó campeón panamericano en México 1975, pero después su lugar lo ocupó otro púgil más exitoso, el tunero José Gómez.  En esa división el campeón fue el soviético Rufat Riskiev quien derrotó al rumano Alec Năstac. Wittenburg logró bronce al igual que Dragomir Vujokovic de Yugoslavia.

Mate Parlov venía como favorito en los 81 kg, era lógico como campeón olímpico que era, pero esta vez la pelea con el cubano Gilberto Carrillo fue la segunda para ambos. Carrillo le había ganado por KO al búlgaro Milan Kalinov en su primera pelea. Aquello fue una batalla campal de ambas partes, realmente nunca había visto en peleas amateurs que dos rivales se hubieran dado golpes como en esta. Carrillo tenía una pegada fantástica, muchos decían que era mejor de la que tenía Stevenson. Parlov tenía un martillo por mano, Carrillo derribó dos veces a Parlov, en una de esas el croata por poco no se levanta, pero se levantó y tumbó al cubano cuatro veces. El veredicto final fue cerrado 3-2, personalmente vi al croata ganar bien y mereció mejor decisión. Parlov finalmente se llevó la de oro al vencer al soviético Oleg Korotayev. Una de las medallas de bronce se la llevó el entonces joven norteamericano Leon Spinks, que años más tarde se coronara campeón mundial profesional en los pesos pesados. Parlov murió en 2008.

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Gilberto Carrillo a la derecha de Mate Parlov con los bronces de Isaac Khouria-y Janusz Gortat en la premiacion en Munich 1972

En más de 81 kg la estrella era el cubano Teófilo Stevenson, todos querían verle pelear y noquear. La pelea final fue contra el norteamericano Marvin Stinson. Al parecer el estadounidense dijo algo antes de la pelea, esos alardes son muy usuales en el boxeo profesional, venía de haberle ganado al yugoslavo Rajko Miljić en las semifinales, los Balcanes, mientras que Stevenson le había ganado al nigeriano Fatai Ayinla. Sin discusión Stinson le hizo oposición al cubano, pero la victoria fue para Stevenson ampliamente.

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Teófilo Stevenson

Cuba ganó 5 de oro, 1 de plata y 2 de bronce para coronarse campeón de este I campeonato mundial. Es un recuerdo grato ver tantos cubanos ganar o pelear bien. Son cosas que no se olvidan y permanecen en nuestra memoria.

Fuentes consultadas

Padrón Lemay. 2014. Mundiales de boxeo: La Habana dio el disparo de arrancada. Cubasi.cu. http://cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/30923-mundiales-de-boxeo-la-habana-dio-el-disparo-de-arrancada

Anon. Boxeo aficionado – Campeonato Mundial masculino 1974 – Resultados Hombres. Los Deportes Info. http://www.los-deportes.info/boxeo-aficionado-campeonato-mundial-masculino-resultados-1974-hombres-epm36667.html

Anon. Marvin Stinson. https://de.wikipedia.org/wiki/Marvin_Stinson

Escrito por Esteban Romero, 7 setiembre de 2016

Gene Tunney: otro boxeador de éxito en los pesos pesados

El ejercicio debe ser considerado como tributo al corazón

Gene Tunney

De este boxeador se habló en el artículo dedicado a Jack Dempsey, por lo que algunos aspectos de sus peleas con el matador de Manassa serán omitidos y sólo reflejados aquellos realmente necesarios.

James José Tunney (The fighting marine o el marino combatiente) nació el 25 de mayo de 1897 en Greenwich, Connecticut, en el seno de una familia obrera, la que luego emigró a Nueva York, donde Tunney se crió.

Gene Tunney

Gene Tunney

En su juventud fue alistado por la marina de su país para combatir en la Primera Guerra Mundial, y es ahí que logró su oportunidad para continuar la práctica del boxeo, deporte que desde temprana le había gustado y venía practicando en gimnasio. Para su suerte, Tunney nunca participó en combate, pero si se enorgullecía de haber sido parte de la marina norteamericana.

Durante el período bélico Tunney llegó a vencer a Bob Martin, campeón de los pesados en las Fuerzas Expedicionarias Americanas, en una pelea pactada a cuatro asaltos. De hecho esa era su pelea 18, las que había ganado todas, excepto dos que terminaron en tabla. Igualmente venció a otros veinte oponentes, el último de ellos fue Ted Jamieson, al que venció por puntos en 10 rounds en abril de 1919. Todo esto le valió el título de campeón de los ligeros pesados en las Fuerzas Expedicionarias Americanas.

En 1919 regresó a su país y continuó boxeando con el mismo éxito de siempre. En 1922 entabló con Tommy Loughran, pelea que debió ganar, ya que todos los expertos vieron a Tunney comportarse mucho mejor que su adversario. Previamente había logrado el título en los semipesados al vencer por puntos a Battling Levinsky en enero de 1922. En mayo de 1922, Tunney sufrió su única derrota a manos de Harry Greb, con quien perdió el título de los semipesados. En ese combate Tunney reconoció la superioridad de su rival, quien le fracturó la nariz en el mismo primer round. Los golpes de Greb fueron tan fuertes que cegaron a Tunney, quien soportó 14 rounds. En 1923 volvió a topar con Greb y logró ganarle por puntos para recuperar el título de los semipesados. En diciembre de ese año, nuevamente Greb cayó bajo los puños de Tunney. En 1925,  por cuarta vez se vieron las caras y una vez más Tunney le derrotó, dejando claro su superioridad sobre su temible rival.

En 1924 logró vencer por KO técnico al experimentado Georges Charpentier, a quien doblegó en el round 15 de esa pelea en el Polo Grounds.

Todos los aficionados del boxeo soñaban con una pelea de Harry Wills con Gene Tunney, quien a diferencia de Dempsey, si no estaba de acuerdo en subirse al ring para pelear con un boxeador afroamericano.

Las derrotas de Greb y la situación con Harry Willis hicieron ver a los expertos que el mejor rival para Dempsey por el título de los pesados era precisamente Tunney. Las apuestas daban como favorito a Dempsey ampliamente. La pelea esperada llegó el 23 de setiembre de 1962 en Filadelfia, donde Tunney venció en 10 asaltos, ocho de los cuales Tunney ganó realmente. Al iniciarse esa pelea Tunney fue directo sobre Dempsey y le sonó un directo a la mandíbula que resquebrajó la resistencia del campeón y se dio cuenta que tenía a un león sobre el ring. Tunney supo esquivar las embestidas de Dempsey y le conectó por todos lados. En el cuarto round, Tunney cayó pero se levantó recuperado. Dempsey estaba cansado, no podía rematar a Tunney y en el décimo round, Dempsey no era ni su sombra. Interesante que en esta pelea Dempsey ganó 711 686 dólares, mientras que el vencedor Tunney solo 204 000.

Como era de esperar, la revancha tuvo lugar el 22 de septiembre de 1927 en el Soldier Field de Chicago. Hasta el sexto asalto, Tunney iba delante en las boletas mientras Dempsey volvió a mostrar cansancio. En el séptimo ocurrió algo imprevisto, Dempsey logró conectarle fuerte y certeramente a Tunney, quien cayó a la lona. El árbitro Dave Barry se limitó a contemplar como Tunney yacía casi muerto, por causas que nadie entiende, Barry comenzó de forma tardía su conteo, lo cual dio oportunidad a Tunney a recuperarse. También sucedió que Dempsey no se marchó a la esquina neutral como está establecido, por lo que Barry no se apresuró a contar hasta cerciorarse que Dempsey fue adonde debió ir desde el inicio. Pasaron varios segundos y Tunney logró recuperarse. Una vez de pie Tunney fue nuevamente dueño de la situación, Dempsey estaba desesperado, cansado y golpeado continuamente por Tunney. Realmente Dempsey mereció la victoria entonces, tanto él mismo como el árbitro cometieron errores, los que Tunney supo aprovechar bien.

Tunney noqueado en el 7mo round frente a Dempsey

Tunney noqueado en el 7mo round frente a Dempsey

Tunney observa a Dempsey tumbado en el octavo round de la revancha en 1927

Tunney observa a Dempsey tumbado en el octavo round de la revancha en 1927

Después de esta pelea Tunney declaró que él se mantuvo sobre la lona más tiempo al haber visto lo que sucedía, pero que estaba listo para levantarse inmediatamente después que Barry hubiera comenzado el conteo. Digámoslo amablemente, hacemos bien en creerle.

En 1928 Tunney decidió abandonar el boxeo sin sufrir derrota alguna en la categoría de los pesos pesados. En su carrera ganó 65 pleitos, 48 de ellos por KO, 1 derrota y 1 tabla.

Tunney era un hombre preparado y mesurado, de eso da cuenta que tan pronto dejó el boxeo se dedicó a los negocios, sobre todo la inmobiliaria, fue director de varias compañías y corporaciones, e hizo millones de dólares como fortuna. Durante la II Guerra Mundial (1939-1945) fue responsable del programa de educación física de la marina estadounidense. Escribió dos libros autobiográficos: “A man must fight” (Un hombre debe pelear) en 1932 y “Arms for living” (Brazos para vivir) en 1941.

En 1955, fue exaltado al Salón de la Fama del boxeo por parte de la revista The ring. Luego fue exaltado en 1980 al Salón Mundial de la Fama del Boxeo y en 1990 al Salón Internacional de la Fama del Boxeo, en estos dos últimos como uno de los pioneros en ambos sitiales. Como si no bastara, fue igualmente exaltado al Salón de la Fama de los Deportes de los Cuerpos de Marina de los Estados Unidos en 2001.

Tunney falleció, a la edad de 81 años, el 7 de noviembre de 1978 en Greenwich, por lo que muchas de las exaltaciones mencionadas fueron realizadas póstumamente. Al momento de su muerte, Dempsey declaró lo siguiente: “Mientras Gene y yo vivíamos, ambos compartíamos un período maravilloso del pasado. Ahora siento que me he quedado solo.»

La familia de Tunney donó al Museo Nacional Smithsonian varios objetos de su carrera boxística, incluyendo los guantes que utilizó en su última pelea contra Dempsey.

Bibliografía consultada

Anon. Gene Tunney. Buscabiografías. http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5426/Gene%20Tunney

Anon. Gene Tunney, Boxrec.com. http://boxrec.com/media/index.php?title=Human:9046

Anon. Gene Tunney. http://www.cyberboxingzone.com/boxing/tunney-g.htm

Escrito por Esteban Romero, 13 junio de 2016

Un convincente campeón de los pesos pesados, Jack Dempsey

Un campeón es aquel que se levanta aun cuando ya no puede”. Jack Dempsey.

Cuando hablaba de boxeadores de la división de los pesos completos, en particular del  destacado Jack Johnson, me equivocaba al decir que pocas esperanzas blancas volverían a ser campeones de esta división. Ciertamente hubo algunos muy renombrados por sus aptitudes pugilísticas. En esta oportunidad hablaré de uno de ellos, Jack Dempsey.

William Harrison «Jack» Dempsey nació el 24 de junio de 1895 en el pueblo de Manassa, Colorado, de ahí que le llamaran luego “El matón de Manassa”. Su crianza tuvo lugar en la granja de su familia, cuyo padre era un emigrante escocés. Allí tuvo que trabajar, algo que lo dotó de un carácter de esfuerzo y empeños en su vida posterior. Igualmente adquirió fuerza y resistencia debido al trabajo agrícola que realizó. Había quien decía que tenía un cuello de toro. Su padre pensaba que continuaría su vida rural y el manejo de su granja, pero no fue así. El joven William admiraba al campeón afroamericano Jack Johnson, el hombre que derrotó sin piedad a Tommy Burns en Australia, así como a Jess Willard, el vaquero gigante, que logró derrotar en pelea arreglada a Jack Johnson en la Habana.

Jack Dempsey

Jack Dempsey

Con 19 años de edad, disputó sus primeros combates, algunos de forma encubierta en los alrededores de su pueblo natal. Desde sus inicios se vio que Dempsey tenía una pegada descomunal sobre todo con su derecha. Muchos aldeanos que le vieron se quedaron asombrados de lo que Dempsey era capaz de hacer con sus puños. Tanta fue la fama que un buen día le llegó una oferta para pelear en Salt Lake City, la ciudad de los mormones, Estado Utah. Dempsey no lo pensó dos veces y se despidió de sus padres.

Salt Lake city tiene fama de ser ciudad de los mormones religiosa, pero allí abundaban entonces vaqueros, marineros, apostadores, buscadores de oro, en fin, de todo un poco. En 1915 existía un gimnasio dirigido por un gigante de nombre Chief Gordon, quien le dio las primeras instrucciones a Dempsey y entabló un primer combate para ver las habilidades del joven recién llegado. Dempsey se esforzó en golpear a Gordon, pero no le resultó fácil, hasta que logró encajarle un golpe en la mandíbula, y felicitado después por este logro.

Gordon se dio cuenta que tenía un boxeador en sus manos, por lo que viajó junto con Dempsey por todo Utah efectuando varios combates, su primera pelea, bajo la tutela de Gordon, terminó en tablas contra Laverne Collier en Pocatello, Idaho, los siguientes dos terminaron por la vía del KO,  que le valieron para que lo apodaran como “El ciclón de Salt Lake”. No obstante, su cuarta pelea con Gordon de entrenador fue una derrota a manos de Jack Downey por puntos. Otro rival difícil fue Johnny Sudenberg, con quien entabló en sus dos primeros combates. Con Downey entabló en su siguiente pelea contra este boxeador, pero luego lo logró noquear, igual receta le dio a Sudenberg en su siguiente combate. En lo sucesivo, Dempsey tejió una impresionante cadena de victorias por la vía rápida hasta que chocó con el afroamericano John Lester Johnson en 1916, pelea que entabló y que le valió una crítica severa de la prensa, la que lo catalogó de boxeador incapaz. Como se ve el racismo lleva a emitir criterios errados, este es el caso.

Otro púgil difícil para Dempsey fue Willie Meehan, con quien entabló dos veces y perdió igualmente en dos ocasiones. Dempsey siempre fue superado por Meehan y siempre por decisión.

Dempsey y Meehan en combate de setiembre de 1918

Dempsey (izq.) y Meehan en combate de setiembre de 1918

El 4 de julio de 1919 Dempsey subió al ring del Bay View Park Arena de Toledo, Ohio, para combatir contra el gigante Jess Willard en discusión por el título de los pesos pesados. En ese lugar se reunieron 19 500 personas para presenciar este combate, que se inició con un inconveniente, la campana no sonaba para dar inicio al primer round, lo que obligó a un árbitro a usar un silbato. Dempsey le dio duro a Willard y lo tiró, el árbitro contó diez y dio a Dempsey ganador. Cuando el hombre de Manassa se estaba vistiendo para retirarse en su camerino, vinieron a informarle que el conteo no había llegado a diez, pues le tocaba el turno a la defectuosa campana. Dempsey volvió al ring y a la carga, Willard soportó parado en los rounds 2 y 3, pero terminado el tercer episodio, la esquina de Willard paró el combate, quien sólo decía que tenía cien mil dólares y una granja, como diciendo de que no valía la pena seguir combatiendo. Se ha especulado que Dempsey había rellenado sus guantes con cemento para este pleito, uno de los acusadores era el ex- famoso vaquero y justiciero, Bat Masterson, quien se dedicaba al final de su vida a escribir para The Morning Telegraph. La acusación de Masterson nunca pudo ser probada, la realidad es que Willard salió masacrado de este pleito. No obstante, existe otro testimonio que dice que el vendaje de Dempsey, sin que el boxeador lo supiera, había sido humedecido con el llamado Yeso de París, afirmación dada por Jack «Doc» Kearns, persona muy metida en el mundo del pugilismo de aquel entonces. Kearns afirmó que todo el mundo sabía que Dempsey derrotaría a Willard por su superioridad boxística, pero las apuestas fueron de 10-1 a que Dempsey lo tumbaría definitvamente en el mismo primer asalto, lo cual no ocurrió.

Dempsey (der.) golpea al gigante Willard

Dempsey (der.) golpea al gigante Willard

Las siguientes dos peleas de Dempsey terminaron por la vía rápida. Expuso su título frente al francés Georges Carpentier el 2 de junio de 1921 en Jersey City, pelea que terminó con KO en el cuarto episodio. Igual suerte corrió el argentino Luis Ángel Firpo, el que sucumbió en el segundo round ante los puños de Dempsey. Esta pelea tuvo lugar el 14 de setiembre de 1921 en el Polo Grounds de Nueva York.

Dempsey noquea a Carpentier

Dempsey noquea a Carpentier

Pasó buen tiempo para que Dempsey volviera al ring, pero esta vez tenía otro púgil avezado, de nombre Gene Tunney, oriundo de Greenwich, Connecticut, y conocido como El Marino Luchador. En esta pelea Tunney fue dueño y señor del ring, para vencer por decisión a Dempsey en 10 episodios.

Diez meses después Dempsey vencía por KO a Jack Sharkey en el séptimo round. Por eso puede ser que Dempsey haya pensado en la posibilidad de vencer e Tunney en pelea de revancha, la cual se organizó para el 22 de setiembre de 1927 en el Soldier Fields de Chicago.  Durante este combate, apodado como el de la cuenta larga, Dempsey noqueó a Tunney en el séptimo round pero según la regla, debió ir a una esquina neutral durante el conteo. El árbitro lejos de ordenar a Dempsey ir a la esquina, esperó a que El Matón de Manassa se retirara, fue entonces que comenzó la cuenta, lo que dio tiempo a que Tunney se recuperara. Realmente Tunney fue noqueado y luego favorecido por el árbitro Dave Barry. Lo interesante de todo esto es que el árbitro debió ser Davy Miller, quien fue reemplazado de esa función por Barry, por orden nada más y nada menos que de Al Capone. El mafioso quería que Tunney ganara, pero luego había apostado a favor de Dempsey. A Tunney le habían ofrecido un millón de dólares por perder en esta pelea, lo cual el púgil no aceptó. En el octavo round Tunney logró noquear a Dempsey, la pelea continuó con superioridad de parte de Tunney, al que se le adjudicó la victoria por decisión. Dempsey y sus apoderados protestaron este veredicto, Tunney había permanecido 14 segundos sobre la lona y el árbitro Barry cambió todo el resultado de este combate con su mala decisión.

Tunney noqueado en el 7mo round frente a Dempsey

Tunney noqueado en el 7mo round frente a Dempsey

Después de esa pelea, Dempsey estuvo 4 años sin subir al cuadrilátero, por fin lo hizo en Reno en 1931. Se trataba de peleas cortas, de cuatro episodios. En 1940, efectuó su última pelea a dos rounds contra Ellis Bashara en Charlotte. Muchas de estas peleas no están registradas oficialmente. Igualmente se asoció con Tex Richard y organizó el combate de Max Baer contra el español Paulino Uzcundum, la que fue victoria del alemán en 20 asaltos.

En 1942 fue reclutado por el ejército de su país y participó en la Segunda Guerra Mundial como oficial de Guardacosta y como entrenador de miles de soldados. Después participó en el desembarco de Tarawa en la guerra contra Japón. Alguna que otra vez sirvió de árbitro, juez y analista de boxeo.

Dempsey abrió un lujoso restaurante en Broadway, Nueva York y pasó el resto de sus días en la Gran Manzana y alejado del mundo del boxeo.  A este gran boxeador se le recuerda con admiración como boxeador, aparte que nunca se opuso a enfrentarse a boxeadores afroamericanos, a los que respetaba como a los blancos. No en balde Mike Tyson imitaba a este boxeador, no usaba calcetines y se presentaba con las sienes afeitadas.

De por vida Dempsey ganó 66 peleas, 51 de ellas por la vía rápida, perdió 6 y empató en 11 combates. Este púgil tiene el récord de más victorias por KO en el primer asalto, 26 en total. La International Boxing Research Organization (IBRO) lo clasificó entre los diez  mejores pesos pesados de la historia. Falleció el 31 de mayo de 1983, a los 88 años de edad.

Bibliografía consultada

Anon. Jack Dempsey. Biografías. http://www.historiadelboxeo.com/biografias/jdempsey.htm

Anon. Jack Dempsey. Boxrec.com. http//boxrece.com/boxer/9009

Anon. Jack Dempsey. Biografíasyvida.com. http://www.biografíasyvidas.com/biografia/d/dempsey.htm

Anon. 2016. Jack Dempsey biography. Biography.com Editors. http://www.biography,com/people/jack-dempsey-9271466#personal-life-and-legacy

Anon. 2013. The Saga of Jack Dempsey’s «loaded» gloves: part I. The Sweet Science. http://www.thesweetscience.com/news/articles/17690-the-saga-of-jack-dempseys-loaded-gloves-part-1

Anon. 2013. The Saga of Jack Dempsey’s «loaded» gloves: part I. The Sweet Science. http://www.thesweetscience.com/news/articles/17690-the-saga-of-jack-dempseys-loaded-gloves-part-2

 Escrito por Esteban Romero (30 abril de 2016)

 

Un gran boxeador, Harry Wills, “La pantera negra”

«El odio a las razas no forma parte de la naturaleza humana;

más bien es el abandono de la naturaleza humana

Orson Welles, director y actor de cine

 

Después de la derrota arreglada del afroamericano Jack Johnson con Jess Willard, el reinado del último mencionado duró hasta que se enfrentó al noqueador Jack Dempsey en 1919. Mientras eso ocurría un boxeador afroamericano comenzaba a destacarse de manera admirable. Se trataba de Harry Wills, a quien llegaron a apodar “la pantera negra”.

Dempsey no se oponía a enfrentarse con cualquier boxeador, fuera blanco o negro, pero las leyes racistas imperantes en EEUU no permitían tal combate. Las autoridades tenían presente la historia con el casi imbatible Jack Johnson  y temían que se repitiera el guión anterior.

Wills había nacido el 15 de mayo de 1892 en Nuevo Orleans, Louisiana, llegó a medir 188 cm., y había debutado el 1 de enero de 1907 en pelea efectuada contra el boxeador norteamericano Congo Kid en Sudáfrica, que concluyó por KO en el mismo primer round. Luego Wills hilvanó una secuencia de seis victorias, una de ellas por decisión, hasta que perdió su primer combate en febrero de 1912 contra George Kid Cotton por KO, al que después Wills venció dos veces por la vía rápida.

Boxeando incansablemente, Wills archivó dos nuevas derrotas, contra Sam Langford por KO y contra Sam Vea por decisión en noviembre y diciembre de 1914, respectivamente. Ganó cuatro peleas y Langford lo volvió a poner horizontal en febrero de 1916. Luego Langford cedió en el ring dos veces hasta que nuevamente pusiera horizontal a Wills en febrero de 1916. En 1918 Langford ya no podía con Wills. Realmente “La pantera negra” se convirtió en el campeón de los pesos pesados dentro de los boxeadores afroamericanos.

Harry Wills in Fighting Pose

Harry Wills en febrero de 1922

Wills se enfrentó a Sam Langford 18 veces, contra Sam McVea 5 veces, Battling Jim Johnson 4 veces, y dos contra Joe Jeannette.

En enero de 1925 Wills sufrió fractura de mano boxeando con un sparring y estuvo alejado del ring por un tiempo. A su regreso se enfrentó al boxeador blanco, de ascendencia lituana Joseph Paul Zukauskas, más conocido como Jack Sharkey, en el Ebbets Field de Brooklyn, NY en octubre de 1926. Wills se las vio difícil con Sharkey y en el décimo tercer round fue descalificado por usar mal su guante en el golpeo. En realidad Sharkey mayoreó casi toda la pelea y mereció la pelea. Ya no era el mismo Wills, era casi su sombra.

Los deseos de Dempsey quedaron en palabras, pues su promotor, Tex Rickard, no estaba muy interesado en una pelea de este tipo. La presión siempre fue grande para que se diera tal pleito, por lo que en 1924 se hizo un anuncio por parte de Rickard que la pelea tendría lugar en setiembre de ese año en Nueva Jersey, pero luego Rickard se contradijo y reanunció el combate para el 5 de julio de 1925.

El 6 de marzo de 1925 La Comisión Atlética del Estado de Nueva York le presentó un ultimatum a Dempsey para que peleara con Wills en un plazo de 48 horas, lo que no sucedió y a Dempsey se le prohibió boxear en el Estado ya indicado. Rickard respondió que el Gobernador Al Smith le había dicho que ese pleito no era bienvenido, lo cual fue luego negado por el mismo presidente de la comisión, James A. Farley.

En 1926 se acordó llevar a cabo la pelea, pero la realidad fue que a Wills no se le adelantó ni un centavo de todos los miles de dólares prometidos. Dempsey recibiría 125 mil dólares y Wills 50 mil. De hecho todo fue una mentira como después declarara el mismo Dempsey en 1953. No había dinero ninguno en banco para darle apoyo a la pelea y pagar los honorarios previstos.

Harry Wills vs Luis Ángel Firppo

Harry Wills vs Luis Ángel Firpo en la previa de su pelea del 11 de setiembre de 1924

Wills continuó boxeando, tenía 35 años en 1927 y se retiró en 1932 con 43 años cumplidos. A diferencia de otros deportistas, Wills se convirtió en un hombre del negocio de la inmobiliaria. Al morir el 21 de diciembre de 1958 producto de diabetes, dejó una fortuna de 100 mil dólares y un edificio de 19 apartamentos en Harlem .

En su carrera como boxeador ganó 70 peleas, de ellas 56 por KO, perdió 9, de ellas 5 por KO, y 3 tablas. Entre sus grandes victorias está la del 11 de setiembre de 1924 cuando venció al argentino Luis Ángel Firpo, más conocido como El Toro Salvaje de las Pampas, en 12 rounds.

Bibliografía consultada

Anon. Harry Wills. http://boxrec.com/boxer/17615

Anon. Harry Wills. International Boxing Hall of fame. http://www.ibhof.com/pages/about/inductees/oldtimer/wills.html

Donelson Tom. 2005. Harry Wills- a title denied. BC Blog critics, 1 febrero. http://blogcritics.org/harry-wills-a-title-denied/

Escrito por Esteban Romero (3 abril de 2016)

El terror de las esperanzas blancas, Jack Johnson

Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico,
ya venga de un hombre negro o un hombre blanco
Nelson Mandela

No ha habido boxeador más demonizado que el afroamericano John Arthur Johnson, más conocido como Jack Johnson, hombre que lo apodaron como Gigante de Galveston y que naciera el 31 de marzo de 1878 en Galveston, Texas. Sus padres habían sido esclavos y su educación se limitó a cinco grados de escuela primaria. Presentaba un buen físico de 184 cm para poder ser boxeador y así ganarse la vida dentro del ring, por lo que el 1 de noviembre de 1897, con sólo 19 años, debutaba en el boxeo noqueando a Charley Brooks.

Luego de esa fulminante victoria, Johnson volvió a anestesiar a sus dos siguientes adversarios. Él nunca fue boxeador de la corta distancia, siempre mantenía a sus rivales en la distancia pero al menor descuido descargaba todo el poder de sus puños. Por ese estilo de boxeo fue considerado cobarde sobre el ring. Tal evaluación no es de extrañar viniendo de periodistas descendientes algunos de los esclavistas de gente como Johnson.

Después de 12 peleas, algunas sin decisión, Johnson sufrió su primera derrota a manos de Joe Choynski, conocido como Crisantemo Joe, que por su apellido no es difícil adivinar su descendencia polaca. La derrota tuvo lugar en el mismo Galveston el 25 de febrero de 1901. En aquel momento Johnson estaba como en un bache de su carrera, pues las siguientes dos peleas fueron tablas y la tercera fue otra derrota por puntos a manos del boxeador afroamericano Hank Griffin. Hubo revancha con Griffin pero la pelea fue tabla. Su victoria llegó cuando noqueó al blanco Joe Kennedy. Su siguiente víctima fue otro blanco, Jack Jeffries, a quien también noqueó. Su racha victoriosa se detuvo cuando Griffin entabló una vez más su combate con Johnson. De ahí en lo adelante ganó 10 combates consecutivamente, dos de ellos por KO.

Johnson se hizo del cinturón de campeón del mundo de los pesados de los boxeadores negros cuando derrotó a Denver Ed Martin el 5 de febrero de 1903, en pelea de 20 asaltos efectuada en Los Ángeles. El campeón absoluto era el conocido Jeffries, quien ya conocía la medicina que le recetaría Johnson, por eso el boxeador blanco no aceptaba pelear con el afroamericano.

Su cadena de victoria duró hasta que se enfrentó con el blanco Marvin Hart, apodado como el Combativo Kentuquiano, el 28 de marzo de 1905 en San Francisco, donde Hart venció por puntos. Johnson logró una nueva cadena de 9 combates ganados, y el afroamericano Joe Jeannette detuvo la racha al derrotarlo el 25 de noviembre de 1905 en Filadelfia.

Johnson seguía ganando y reclamando pelear por el título con el campeón de los pesados, que le era vedado por razones de racismo. Finalmente se enfrentó con el ex campeón Bob Fitzsimmons, a quien noqueó fácilmente en sólo dos rounds. Los puños de Johnson no eran asimilables por la mayoría de los boxeadores blancos de la época y por eso evitaban estos combates, además de evitar burlas posteriores a los combates.

Jack Johnson

Jack Johnson

Siguió ganando hasta que el 26 de diciembre de 1908 pudo subirse al ring para pelear por el título contra el campeón mundial, el canadiense Tommy Burns, pelea efectuada en el Estadio de Sydney, Australia. La tunda propinada por Johnson fue histórica, Burns resistió y pudo aguantar todo el zafarrancho de golpes de Johnson. Es cierto que el afroamericano lo tiraba y no lo dejaba caer a la lona, en su lugar lo detenía cuando descendía y le seguía castigando. Me imagino cuanto odio debía tener acumulado Johnson en ese momento para sádicamente vencer a su adversario. Fue tal la tunda que el escritor Jack London pidió que viniera una nueva esperanza blanca para que vengara la derrota de Burns. La pelea terminó por KO técnico y eso porque los jueces detuvieron el combate. Johnson quiso llevar el combate hasta el round 20 castigando a su adversario. Al nuevo campeón mundial la prensa de entonces lo caracterizó como un simio, no tenía otra manera de desprestigiar ante semejante derrota.

El ex-campeón Jeffries volvió al ring después de su retiro en su afán de derrotar a Johnson en pelea efectuada en Reno en 1910, la que terminó con otra derrota para el rival blanco.

Jack Johnson aniquila a Stanley Ketchel el 16 de octubre de 1909

Jack Johnson aniquila a Stanley Ketchel en 12 rounds el 16 de octubre de 1909

Johnson se mantuvo imbatible en el ring hasta que perdió la pelea con Jess Willard, el llamado Gigante de Pottawatomie, por KO el 5 de abril de 1915, la que se efectuó en el Oriental Park de la Habana. Willard, cuyo nombre real era José Villar, hijo de un emigrante de Navarra, España, logró la victoria en el round 26 y muchos entendidos dijeron que la misma había sido vendida por el mismo Johnson. Willard entonces se coronó campeón de los pesados, título que le duró hasta que Jack Dempsey lo demoliera sobre el ring. Realmente Johnson desde 1913 no podía pelear en su país, ya que había sido acusado de violar la ley al atravesar con una mujer por la frontera del estado “con propósitos inmorales”. Johnson logró escapar de EEUU, primero emigró a Canadá y de ahí a otros países, por lo que la derrota en la Habana se entendió como una forma de Johnson de congraciarse con las autoridades de su país para que le dejaran volver. Johnson, según él mismo declaró después de la pelea, había prometido a las autoridades estadounidenses volver a cumplir condena siempre que le dejaran ver a su padre ya viejo. Sobre estos incidentes existe una película llamada “La esperanza blanca (1970)” del director Martin Ritt protagonizada por James Earl Jones en el papel de Johnson y Jane Alexander como su compañera blanca.

Jack Johnson y James Jeffries en pelea de 1910

Jack Johnson y James Jeffries en pelea de 1910

Su paso vencedor continuó en los siguientes combates disputados en España, México y Cuba. A su país regresó en 1920 y llevado a penitenciaria, donde pudo incluso boxear y ganar tres combates. Su carrera se extendió hasta 1931, ganó su última pelea por KO sobre el afroamericano Brad Simmons.

Johnson ganó de por vida 55 peleas, 35 por la vía rápida, perdió 11, seis de ellas por KO y entabló 8. En su época existían peleas difíciles cuyos veredictos eran dados por la prensa, Johnson ganó 15 combates de esa manera y nunca perdió.

El famoso boxeador murió el 10 de junio de 1946 al salir de una cafetería donde se habían negado a servirle. Un auto, vaya casualidad, lo atropelló.

Las esperanzas blancas en los pesos pesados han sido muy efímeras, se puede mencionar al alemán Max Schmeling, el norteamericano Rocky Marciano y el sueco Ingemar Johansson, fuera de ellos este peso ha sido siempre dominado por otros grandes boxeadores afroamericanos, entre los que se destacan Joe Louis, Floyd Patterson y Muhammad Alí entre otros. Realmente Johnson sentó cátedra en su peso y fue precursor de las victorias de los nuevos campeones afroamericanos.

Bibliografía consultada

Anon. Jack Johnson. Famous Texans. http://www.famoustexans.com/jackjohnson.htm

Anon. Jack Johnson. Black History month. ESPN. http://espn.go.com/gen/s/bhm2001/jackjohnson.html

Anon. Jack Johnson. Boxrec.com. http://boxrec.com/boxer/1187

Escrito por Esteban Romero (1 marzo de 2016)

La pelea que no se llegó a efectuar- Muhammad Alí vs Téofilo Stevenson

Soy un sabio del boxeo, un científico del boxeo.
Soy un maestro del baile, un verdadero artista del ring”.
Muhammad Alí

En 1978 corría el rumor que se organizaría un combate entre el campeón mundial profesional de los superpesados, Muhammad Alí, contra el campeón mundial amateur, el cubano Teófilo Stevenson. En Cuba sobre esa pelea no se dijo ni J, mientras la misma navegaba de un lado a otro y era así que por rebote algunos cubanos se enteraban.

La pelea despertaba mucho interés, era ver si Alí era tan bueno para soportar la pegada fuerte de Stevenson y viceversa. El cubano en ese momento estaba en su apogeo, no así Alí, quien llevaba unas dos décadas sobre el ring. Entonces Alí tenía 36 años, 10 más que su adversario y varios cientos de rounds sobre el ring.

ali-foreman

Pelea histórica de Muhammad Alí (Izq.) contra George Foreman, 30 de octubre de 1974 en Kinshasa, Zaire (Congo Democrático)

En la pelea se ofreció mucho dinero, el cual Stevenson no podría cobrar, pues las autoridades cubanas no deseaban que el campeón perdiera su condición de amateur. En realidad Stevenson se pasaba todo el año boxeando, no trabajaba en ningún otro lado que no fuera el ring, por lo que se le podría llamar un amateur profesional. Es cierto que le ofrecieron millones para boxear en el circuito profesional, los que él nunca aceptó .

Se trataba de la pelea del siglo. Unos decían que la pelea sería en EEUU, algo dudoso, otros decían que Jamaica sería el lugar del combate, más aceptable para las autoridades cubanas. Había otras condiciones, se trataba de que la pelea fuera con las normas del boxeo aficionado y con sólo 3 asaltos, así propuesto por las autoridades cubanas.

Una pelea a 10 o 12 rounds hubiera sido muy difícil para Stevenson, mientras que una de tres asaltos podía no haber dado ningún resultado ni para uno ni para el otro. Alí sabía lo que era pelear en uno u otro boxeo, pero desde que él se coronara campeón olímpico, habían ya pasado 18 años, estaba completamente acostumbrado a los largos combates, en los que él buscaba, además de dar un golpe definitivo, de cansar a su adversario con su baile sobre el ring.

Para vencer a Alí en tres rounds era menester pelear en  la corta distancia, estilo que no era propio de Stevenson. Por demás, ese boxeo le hacía daño, ejemplos fueron las peleas con el soviético Visotsky, hombre más bajo que Stevenson, el cual entraba a pelear en la corta distancia, resistía los golpes del cubano y anulaba la frecuencia de los mismos. El boxeo del cubano  era su jab manteniendo al rival en la distancia y aprovechando algún descuido para descargar su temible derecha, probablemente una de las más fuertes de todos los tiempos.

stevenson vs bobick

Teófilo Stevenson golpea fuertemente a Duane Bobick, la esperanza blanca, en los Juegos Olímpicos de Munich (1972)

Uno puede suponer que si boxeaban tres asaltos, la pelea podría concluir con un resultado de tablas, caso de este último veredicto aceptarse, pues en el boxeo aficionado no existe. En una pelea a 8 o hasta 12 rounds, Alí llevaría ventaja por su experiencia. En uno de tres rounds, todo quedaba a la suerte que uno de ellos pueda desembarcar un golpe anestesiante sobre la fisionomía de su rival.

Stevenson se preparó esmeradamente, pero la pelea no se dio y todos se quedaron con las ganas de haberla visto. El propio Alí dijo que esa pelea a él no le daba nada, “mucho que perder y poco que ganar”. Stevenson en 1991, en una visita a Caracas, declaró que entonces él habría sido el vencedor. Alí había perdido tres peleas y ganado sólo una en el período de febrero de 1978 a diciembre de 1981, fecha de su retiro definitivo, lo que indica que el gran campeón no estaba ya en forma como en otras épocas. Su decisión de no enfrentarse a Stevenson fue racional.

Sin embargo, el mexicano José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, afirmó que Alí hubiera ganado “porque tenía mucha experiencia” en el boxeo profesional, ventaja que le faltaba a Stevenson.

Stevenson y Alí en un supuesto combate en la Habana

Stevenson y Alí en un combate simulado en la Habana durante la visita de Alí a Cuba en 1996

Esa pelea habría tenido más lógica en 1974 y no en 1978, con Alí en plenitud de facultades y un Stevenson efectivo, noqueando a cuanto rival se enfrentara.

Alí enfermó de Parkinson producto de los golpes recibidos, mientras que Stevenson murió a temprana edad y no a causa de golpes recibidos sobre el ring.

Bibliografía consultada

Anon. 2012 Alí y Stevenson: El combate que nunca se dio. JPG 12 junio. http://blog.rpp.com.pe/jpg/2012/06/12/ali-y-stevenson-el-combate-que-nunca-se-dio/

Anon. 2012. Mohamed Alí habría derrotado a Teófilo Stevenson, afirma Sulaimán. Lainformacion.com, 12 de junio. http://noticias.lainformacion.com/deporte/boxeo/mohamed-ali-habria-derrotado-a-teofilo-stevenson-afirma-sulaiman_gjpBixF265JDI0C6M3sTI4/

Rodríguez Nemesio. 2004. ¿Quién hubiera ganado, Mohamed Ali o Teófilo Stevenson? Terra, Deportes, 24 febrero. http://www.terra.com/deportes/articulo/html/fox85756.htm

Escrito por Esteban Romero (12 febrero de 2016)

Ciro Moracén, el campeón de una sola mano

No saber lo que ha sucedido antes de nosotros
es como ser incesantemente niños”.
Cicerón, escritor, orador y político romano (106 AC-43 AC)

Cuando salía de la escuela primaria diariamente, había un personaje que veía, sobre todo en los años de 1958 y 1959. Era un boxeador, siempre estaba en una bodega de un chino, que quedaba en la calle Merced entre Habana y Compostela. Hablo de Ciro Moracén, cuyo nombre real es Isafas Moracén, nacido el 9 de diciembre de 1926 en Santiago de Cuba.

Sabía quién era el boxeador, siempre sonriente y apacible con todo el mundo, le había visto pelear contra el fajador Puppy García, pelea que trataron de robarle los jueces infructuosamente. Un día me decidí a hablarle, le pregunté cuándo boxeaba de nuevo, él me respondió con un pronto, pronto, para no decir más nada. No es que recuerde si la pregunta se la hice en 1959, puede ser, ya entonces estaba retirado. Moracén siempre tenía un T-shirt de color blanco, algo que es muy usual entre los cubanos para andar ligeritos ante el excesivo calor en el país. Nunca le vi vestir camisa o algo similar.

Otro detalle, a lo largo de su carrera en la década de los 50, Moracén peleó con su mano derecha inutilizada. Mi padre hace unos años, antes él morir me había dicho cómo había sido el percance, pero por más que trato de recordar, nada me viene en mente. He buscado en las fuentes posibles y es como si a nadie le interesara. Pelear y ganar peleando con una sola mano efectiva para golpear, es una hazaña que no recuerdo que otro boxeador lo haya hecho.

No muy distante de la bodega del chino, a unas dos cortas cuadras está la Arena Trejo, en la calle Cuba, donde usualmente los boxeadores van a entrenar. Ese humilde centro deportivo, situado frente por frente a la iglesia de la Merced, la primera en la Habana, sigue siendo lugar de prácticas para boxeadores. No sé si se darán ahí algunos combates como en el pasado. Supongo que para Moracén el lugar debe haber sido igualmente un lugar a visitar en sus paseos cotidianos por la Habana Vieja.

Ciro Moracén

Ciro Moracén. Foto Boxrec.com

Como boxeador, Moracén debutó el 10 de abril de 1943 en Santiago de Cuba contra Manuel Martínez, pelea que ganó por decisión unánime. Luego ganó 6 más por KO, todas peleadas en Santiago y Palma de Soriano., después 3 más por decisión, otras dos por KO y dos por decisión, en total 14 victorias consecutivas, hasta que le llegó su primera derrota en su segunda pelea en el Palacio de los Deportes de la Habana frente a Eduardo de la Torre, el 23 de diciembre de 1944. Con una victoria intercalada, Moracén fue noqueado por primera vez de manos de Pedro Poey en la Habana. En sus siguientes presentaciones fue como si el gran campeón se apagara. Entabló un combate, ganó uno y acto seguido perdió dos, uno de ellos nuevamente por KO a manos de Luis Ramos. En 1946 volvió a la provincia de Oriente y allí escenificó cuatro combates, tres victorias y una tabla. Sojitos González fue su contrincante en tres combates consecutivos. Luego vino otra pelea, y nuevamente Sojitos y Moracén escenificaron una tabla. Hasta el mes de febrero de 1948, Moracén se mantuvo combatiendo en rings de la provincia oriental cubana, sea en Santiago, Holguín, Manzanillo, Bayamo, y hasta un combate en Morón, entonces provincia Camagüey.

A la Habana regresó en abril de 1948, ganando todas sus peleas hasta que se enfrentó con Diego Sosa, conocido como el Tigre del Cerro, con quien perdió una pelea pero luego lo venció en la revancha discutiendo el título del peso pluma a nivel nacional. En 1950 volvieron al ring discutiendo nuevamente el título, pero esta vez fue mucho Moracén contra el Tigre, a quien venció por KO en combate que tuvo lugar en el Club Gallístico de Camagüey el 14 de octubre de 1950.

La primera pelea de Moracén fuera de Cuba tuvo lugar en Ciudad Panamá el 20 de abril de 1952 contra el panameño Federico Plummer, que el cubano perdió por decisión de los jueces.

El 6 de octubre de 1954 se enfrentó al venezolano Sonny León en Caracas, pelea que el cubano ganó por decisión, pero en una revancha dos meses después, en el mismo Caracas, el venezolano ganó. León confesó a la prensa de entonces que el cubano Moracén había sido el mejor de sus contrincantes en su carrera. El venezolano volvió a ganarle por decisión al cubano en otro combate en Caracas, el 2 de diciembre de 1955.

Moracén estaba deseoso de enfrentarse al famoso habanero Puppy García, un hombre de quien se hablaba mucho por su combatividad dentro del cuadrilátero. Puppy era de los que gustaba escenificar combates cruentos, muy fajador y eso a la fanaticada le gustaba. Puppy igualmente quería batirse con Moracén. La primera pelea, de las tres que ellos tuvieron, fue en la Habana el 2 de octubre de 1954. La revista Bohemia daba a Puppy como favorito y posiblemente gran parte de la población habanera también, pero que decepción, el oriental, que entonces ya peleaba con su mano zurda solamente, le infligió la primera derrota a Puppy por decisión. Moracén le jabeaba, siempre evitando que Puppy entrara en la corta distancia. El habanero lograba sus objetivos ocasionalmente, pero un estilista como el oriental no era fácil de golpear.

La siguiente pelea entre ambos fue por el título de los plumas, esta vez el 10 de agosto de 1955 y nuevamente Moracén venció a Puppy, pero por la vía del KO en 12 asaltos. El oriental se guardó para los finales y su zurda fue haciendo estragos en la fisionomía del habanero. Los fanáticos de Puppy deben haber quedado más decepcionados. Puppy tenía entonces 22 años y Moracen 28. A decir verdad, Puppy había sido noqueado dos meses antes de esta pelea por parte de Lauro Salas, conocido como el León de Monterrey. Así que pensándolo bien, no fue nada aconsejable esta pelea con tan poco tiempo de recuperación.

Moracén, como para poner las cosas en su lugar, venció por decisión, en su siguiente pelea en la Habana, un mes después de pelear con Puppy, al mismísimo Lauro Salas. El mexicano se vio perdido ante la habilidad boxística de Moracen, quien jabeó como era costumbre para llevarse una merecida victoria, la que en parte vengaba el KO de su paisano Puppy García. La siguiente pelea fue con Sonny León en Caracas, la que ya se dijo que fue derrota para el cubano.

El 16 de junio de 1956 Moracén se enfrentó con un joven boxeador cubano de tremenda pegada, el cienfueguero Martín “Güije” Rodríguez, quien en su carrera ganó 39 combates, 21 de ellos por la vía rápida. El Güije entonces tenía 23 años y esta pelea en la Habana puede haber sido una lección al ser derrotado por decisión por el oriental.

La fanaticada pedía otra pelea Moracén vs Puppy. Me imagino que muchos habrán pensado en la Habana que a la tercera va la vencida y que ya el oriental envejecía. Pues para que nadie se quejara vino la tan ansiada tercera pelea, que tuvo lugar en la Habana el 23 de febrero de 1957. El combate fue enconado verdaderamente, Puppy salió a darlo todo en el ring, pero Moracén era mucho más boxeador en técnica que el habanero. Cuando llegó la decisión a favor de Puppy, comenzaron a llover las botellas y cuanto objeto hubiera alrededor, el mismo público protestaba una decisión injusta contra el oriental. La protesta fue de tal magnitud que al siguiente día la Dirección General de Deportes devolvía la faja nacional de los plumas a Moracén.

La siguiente pelea del oriental fue en la Habana el 24 de agosto de 1957, contra el famoso mexicano Humberto Villareal, más conocido como Kid Anahuac, con quien entabló. Casi un mes después se enfrentó a otro mexicano, Jorge Manjarrez, a quien venció por decisión en pelea efectuada en Tijuana.

Al siguiente año, en marzo, Moracén volvió al ring contra el Güije. Esta vez el cienfueguero impuso su pegada para vencer por convincente KO al oriental, quien después de esta pelea se retiró definitivamente del boxeo. En su carrera, Moracén ganó 77 pleitos, perdió 14 y entabló 10. De sus victorias 23 fueron por KO. Recuerden que este hombre desde casi los inicios de los 50 boxeaba con su mano zurda al tener lesionada la derecha y solo usarla para esquivar fundamentalmente.

De Puppy García merecidamente se ha escrito bastante de allá acá fuera de Cuba pero no así de Moracén, que fue realmente un gran campeón. En su época, él era considerado de los seis mejores boxeadores en el mundo en su división.

Después de su retiro, en 1959 pasó a trabajar a la compañía de electricidad, pienso que sería en la planta de Tallapiedra, pues él siempre se movía dentro de la Habana Vieja. Posteriormente se trasladó a su natal Santiago de Cuba, donde hizo de todo, mozo de limpieza, luego estibador. Al final Bienestar Social le pagaba 57 pesos mensuales, pruebe a vivir con eso. Boxrec.com afirma que Moracén estuvo preso a mediados de los 60, y finalmente si se sabe que el gran boxeador se suicidó.

Su muerte ocurrió en la casa que lo vio nacer en Trocha 50, e/ calle 12 y Cristina, en Santiago de Cuba. El gran campeón murió y es como si nunca hubiera nacido y peleado, nadie se enteró de la muerte de una de las verdaderas glorias del boxeo cubano de todos los tiempos.

Bibliografía consultada

Anon. Ciro Moracen. Boxrec.com. http://boxrec.com/boxer/37193

Anon.2013. Ningún boxeador cubano fue tan valiente ni tan popular. Soloboxeo.com, 16 junio http://www.soloboxeo.com/2013/06/16/ningun-boxeador-cubano-fue-tan-valiente-ni-tan-popular/

Céspedes JC. Penosa vida de glorias cubanas del deporte. Desde Cuba. Agencia de Prensa Libre Oriental. http://www.cubanet.org/htdocs//CNews/y97/jan97/27pena.html

Rodríguez García Melchor. 2010. Boxeo de antaño: Antonio “Puppy” García. Bitácora participativa, 13 de agosto. http://bitacoraparticipativa.blogspot.com.es/2010/08/boxeo-cubano-de-antano-antonio-puppy.html

Anon. Golpe al cuerpo, hemorragia en la razón: la historia de Sonny León. Historias desde el retrovisor. http://retrovisor.com.ve/articulo-golpe-al-cuerpo-hemorragia-en-la-razon:-la-historia-de-sonny-leon

Anon. Bohemia Oct 3 1954, anuncia la pelea de Puppy contra Moracen.

Escrito por Esteban Romero (5 de febrero de 2016)

Ray “Sugar” Leonard, un boxeador de altos quilates

Es en nuestros sueños y nuestras aspiraciones donde
encontramos nuestras oportunidades
Ray “Sugar” Leonard

Esteban Romero

Olimpiadas de Montreal (1976), en los pesos super-ligeros (63.5 kg) se enfrentaban el cubano Andrés Aldama, de solo 19 años, contra el norteamericano Ray “Sugar” Leonard. Muchos de los entendidos daban por favorito al cubano, boxeador zurdo y de alcance para pelear en la distancia, que había ganados sus tres primeras peleas, una por KO y las otras dos detenidas por el árbitro. El americano había vencido en 1975 en los juegos panamericanos en la división de los superligeros, pero la fama y experiencia del cubano era superior. Leonard desde 1972, con la edad de 16 años, se convirtió en campeón amateur de los ligeros en su país, aunque previamente había perdido pelea en el peso de los plumas. Ya en ese año se pensaba llevarlo a las olimpiadas de Munich, pero el entrenamiento era fuerte y Leonard cayó en carrera en pista que era parte de la preparación. No importa, al año siguiente el campeón nuevamente se alza con el triunfo en los ligeros de su país. En 1974 pasó a boxear en los super-ligeros y no hubo obstáculo, el joven maestro del ring, una vez sale victorioso. En 1975 no boxeó en los Guantes de Oro, se limitó a hacerlo en el campeonato de la Amateur Athletic Union (AAU), y después hizo el equipo norteamericano a los juegos panamericanos de México, donde logró la medalla de oro en los super-ligeros venciendo a otro cubano, Víctor Corona.

La pelea de Leonard-Aldama fue desde el inicio a favor del norteamericano por la clásica milla. Realmente el Sugar le puso lo que se llama un saco de golpes en el rostro de su contrincante. Uno como cubano esperaba una reacción del matancero, pero que desilusión, nada de eso, Leonard fue todo el tiempo el mejor. Realmente no había visto a nadie con esa rapidez de manos. El único boxeador de aquella época que se le podía acercar era el santiaguero Emilio Correa, quien era muy capaz de emprender una ráfaga de golpes en el abdomen que terminaban acabando con el rival. Vi a Leonard entonces más rápido que Correa en sus mejores momentos. A Aldama lo tiró limpiamente dos veces y la pelea no fue parada de milagro por el árbitro, ya que sobre ring había un solo boxeador y ese fue Leonard.

leonard vs aldama

Leonard vs Aldama en Montreal 1976

No era secreto que todos esos grandes boxeadores norteamericanos y de otros países esperaban ganar su medalla en los juegos olímpicos y de ahí saltar al profesionalismo. Había nacido una estrella y el apodo de Sugar le venía por sus habilidades que hacían recordar al gran Ray “Sugar” Robinson. Leonard nació el 17 de mayo de 1956 en Palmer Park, Maryland, y desde adolescente se sintió inclinado por el deporte de los puños. Sin embargo, el nuevo campeón olímpico se inscribió en la Universidad de Maryland en 1977 con idea de estudiar odontología. Leonard tenía un niño que había nacido cuando él solo tenía 17 años y a eso se sumó que su padre enfermó de un tumor. Al no tener recursos en familia, Leonard, como otros tantos boxeadores, se vio obligado a volver al ring. Para ese regreso decidió que Angelo Dundee, el mismo que entrenaba a Mohamed Ali, fuera su entrenador, mientras que su manager fue Mike Trainer, con lo cual dejaba a un lado al temible y poderoso magnate del boxeo, Don King.

El debut de Leonard como profesional fue el cinco de febrero de 1977 contra Luis Vega, a quien venció por puntos, en pelea de seis asaltos que fuera vista por la televisión y del agrado de miles de aficionados al boxeo. Poco después Leonard sostuvo una conversación con Mohamed Ali, quien le aconsejó que se enfocara en este deporte, pues condiciones tenía para llegar lejos.

Ya con una mentalidad de victoria y de campeón, Leonard combate en unas 27 peleas, en las que vence, en dieciséis de ellas por la vía rápida. Entre las víctimas en esa primera racha de victorias aparece Floyd Mayweather. Ya con su victoria 24 frente a Peter Ranzany por KO técnico en el cuarto asalto, Leonard se convertía en campeón de los welter de la NABF. Un mes después Andy Price en pelea por el título cayó noqueado en el mismo primer round. Ambas peleas fueron en el Caesar Palace de las Vegas, Nevada en agosto y setiembre de 1979, respectivamente.

Su siguiente pelea sería contra un boxeador de altos quilates, el boricua Wilfredo Benitez, un hombre que había logrado en campeón de los super-ligeros a la edad de 17 años al arrebatarle el título a Antonio Cervantes. En 1979 se coronó campeón de los Welter del Consejo Mundial de Boxeo al derrotar al mexicano Carlos Palomino en 15 asaltos. Así que el adversario de Leonard no era nada fácil. Venía fresco de haber ganado título y todos los entendidos daban al boricua como posible ganador.

La pelea fue reñida, pero Leonard supo sacar ventaja con la velocidad de sus manos y terminó enviando a la lona a Benitez en el último asalto para lograr victoria por KO técnico. Cuatro meses después Leonard defendió el título contra Dave “Boy” Green, a quien noqueó en el cuarto asalto.

Leonard lleva a Benitez a la lona

Leonard lleva a Benitez a la lona

Todo tiene un inicio y un final, y a Leonard le llegó un momento malo y difícil. Existe la mala costumbre en el boxeo profesional de insultar al adversario en las semanas o días previos a la pelea. Personalmente nunca he visto eso como nada positivo. El nuevo retador de Leonard era el panameño Roberto “Mano de Piedra” Durán, hombre de una pegada mortífera y un estilo muy agresivo de boxear. Durante un tiempo Durán fue campeón de los super-ligeros, pasaba a pelear a los welter. Un tiempo antes de la pelea, el panameño insulta a Leonard y a su mujer, algo que indudablemente enojó a Leonard, al extremo que decidió combatir erróneamente golpe por golpe. Al final de aquel cruento combate, efectuado en Montreal, donde Leonard se había coronado de campeón olímpico, Durán venció por estrecho margen a Leonard en 15 asaltos. Los árbitros fueron Harry Gibbs 144-145, Angelo Poletti 147-148, Raymond Baldeyrou 144-146, todos a favor de Durán.

Roberto Duran vs Ray Sugar Leonard

Durán pega sobre la cabeza de Leonard

Fue la primera derrota de Leonard como profesional y la misma sirvió para que se recogiera en Hawaii, donde entrenó fuertemente, siempre con la victoria en mente en el combate de revancha, el que tuvo lugar 5 meses después en Nueva Orleans, el 25 de noviembre de 1980. Esta vez la pelea tuvo un claro vencedor. Leonard bailó lo que quiso en el ring y su jab poco a poco fue dañando el físico de Mano Dura. Bastaba que el panameño se acercara para que el jab no le permitiera adentrarse. «Mano de Piedra» sabía que la pelea adentro era la que más le convenía, pero Leonard bailaba y pegaba a la vez. Su preparación física ese día era la mejor que se podía tener para un combate como este. Al final el panameño fue el mismo quien tiró su propia toalla, cuando abandonó el pleito en el octavo round y sentenciando un “No más” que se ha vuelto histórico en el boxeo. Luego el panameño justificó su abandono a problemas estomacales y aclaró que él jamás había dicho el “No más”. La realidad es que ese día Durán habría podido continuar la pelea y nadie dudaba ya de su derrota a manos de Leonard, que fue realmente un gran vencedor.

En setiembre de 1981 se decide arreglar un pleito entre los dos campeones welter, uno es Leonard del Consejo Mundial de Boxeo, y el otro era Thomas “Hitman” Hearns de la Asociación Mundial. La pelea se efectuaría nuevamente en las Vegas. Fue un combate de gong a gong, Hearns venía con record de 32 peleas ganadas, 30 por la vía del KO, y no era un rival nada fácil para Leonard. Hearns aventajó algo en los primeros rounds de la pelea, luego Leonard fue tomando el curso de la pelea, pero en las postrimerías Hearns golpeó repetidamente el ojo izquierdo de Leonard al extremo de cerrárselo. La pelea venía inclinándose a favor de Hearns y se oyó un grito de Dundee diciéndole a Leonard que estaba perdiendo definitivamente. Aquello fue como un aviso para que Leonard se lanzara sobre su adversario y con golpes efectivos en el asalto 14 logró llevar a Hearns a la lona, lo suficiente para que el árbitro detuviese el combate y con ello Leonard se convertía en campeón welter absoluto. Sin embargo, el castigo recibido de parte de su adversario seriamente afectó la retina de su ojo.

Leonard vs Hearns en su primera pelea

Leonard vs Hearns

Después de la victoria sobre Hearns, tuvo otra pelea defendiendo el título contra Bruce Finch en febrero de 1982, la cual finalizó en el tercer asalto por KO técnico, pero que de nuevo indicó a Leonard que su vista del ojo izquierdo no era la mejor y lo forzó a su primer retiro. Desde esa pelea se dedicó a la labor de comentarista deportivo de la HBO. No obstante, en ese retiro Leonard probó cosas que no le harían ningún bien a su salud, entre ellas el alcohol. Fue por eso que decidió regresar al ring y habló de posibles adversarios. Su primera pelea fue contra Kevin Howard en mayo de 1984, la que se prolongó hasta el noveno asalto en que Howard fuera noqueado técnicamente, pero nuevamente Leonard no se sintió bien de su vista y declaró su retiro definitivo del boxeo.

En ese período de retiro, Marvin Hagler reinaba en los pesos medianos, había vencido bien a Mano Dura en 1983 y a Hearns en 1985, ambos por decisión y siempre en el Caesars Palace de las Vegas. Leonard logró encaminarse se vio tentado de regresar al ring, esta vez para batirse con Hagler. Finalmente se decidió en 1987 para enfrentarse al campeón en cuestión. Leonard tenía 30 años en ese momento y ya no era el veloz de Montreal 1976. Hearns tenía 32 años y la discusión con Leonard sería por el título de los medianos de la IBF, WBC y WBA. Arreglado todo, el 6 de abril de 1987 suben los dos astros al ring del mismo Caesars Palace en las Vegas. El plan de Leonard para esta pelea fue el mismo que contra Durán en la segunda pelea entre ambos, continuo movimiento, uso perenne del jab y nunca dejar al adversario que haga la pelea adentro. Se dice fácil, pero Hagler no era campeón del montón. En esa pelea de 12 asaltos tuvo sus momentos en que logró golpear a Leonard. Realmente el Sugar impuso su estilo de boxeo con su rapidez característica. Al final la victoria le sonrió a Leonard de forma dividida. El árbitro José Juan Guerra votó 118-110 y Dave Moretti 115-113, ambos a favor de Leonard, mientras que Hagler recibía favorable la votación de Lous Filippo, 115-113. Hagler nunca estuvo de acuerdo con esta decisión y después de esta derrota decidió nunca más ponerse los guantes para subirse a un ring de boxeo, promesa que cumplió al pie de la letra.

Ray Leonard contra Marvin Hagler

Leonard vs Hagler

En noviembre de 1988, Leonard va a combate por el título de los supermedianos contra Donny Ladonde, al que vence por KO técnico en el noveno asalto, eso a pesar de haber sufrido una herida grande en su nariz. De esa manera, Leonard se convirtió en campeón de más de dos divisiones en el boxeo, algo que no había sucedido antes.

En junio de 1989 Thomas Hearns vuelve a la arena para boxear contra Leonard por el título de los supermedianos de la WBC y WBO. Esta vez la pelea fue muy parejita y hasta conservadora. Hearns logró llevar a la lona dos veces a Leonard, pero el combate se mantuvo equilibrado y el resultado final fue de tablas. Seis meses después vino una nueva pelea con el panameño Durán, la que igualmente se extendió por 12 asaltos y que Leonard una vez más logró ganar. Durán ya no era ni la sombra de lo que una vez fue y Leonard no fue el virtuoso de siempre tampoco.

En 1991 Leonard se subió al ring para discutir la corona de los superwelters de la WBC contra Terry Norris, Fue realmente un reto de su parte a su edad y a su forma física. La pelea se extendió a 12 asaltos nuevamente, pero Leonard cayó en el segundo y sétimo rounds. Al final Norris se llevó la pelea y el título sobre un Leonard viejo y ya enviciado con la droga y el alcohol.

Pasaron 6 años y Leonard de nuevo volvió a pelear en 1997. Esta vez contra el boricua Héctor Camacho. Leonard tenía 40 años y si ganaba, se llevaba 4 millones de dólares, mientras que una victoria para Camacho era solo la mitad de esa cifra. La realidad fue que Leonard estaba listo para otra cosa pero no para pelear más, y Camacho logró noquearlo en el quinto, con lo cual terminaba la carrera pugilística de Leonard, la que incluyó 36 victorias, 25 de ellas por la vía rápida, 3 derrotas, una de ellas por KO, y una tabla.

Leonard cae en el quinto asalto de su pelea contra Camacho

Leonard cae en el quinto asalto ante Camacho

Como escribió Xavier Araquistaín: “Leonard realizó dos últimas peleas para dar lástima y opacar su grandeza, dejando una triste e ingrata impresión en la memoria de todos los que le seguimos, porque su carrera fue tan gloriosa como electrizante. Sus actuaciones lo engrandecieron porque llegó al boxeo a llenar el gran vacío que Muhammad Ali había creado cuando se retiró definitivamente en 1981.”

Parece ser que apodarse Sugar da suerte, pero la realidad es que tanto Sugar Robinson como Sugar Leonard pueden ser ubicados ambos en el selecto grupo de los cinco más grandes del pugilismo de todos los tiempos.

En 1981 Leonard fue electo Atleta del Año por Sport Illustrated. Ring Magazine lo escogió como Boxeador del año en 1979 y 1981. Sus combates con Thomas Hearns en 1981 y con Marvin Hagler en 1987 fueron catalogados como peleas del año por Ring Magazine. La International Boxing Hall of Fame lo reconoció como uno de los grandes del pugilismo de todos los tiempos.

El libro de Leonard y Arkush llamado The Big Fight: My life in and out of the Ring, publicado en 2011 por la editorial Viking Adult, que cuenta con unas 320 páginas, recrea gran parte de la vida de este boxeador y como cayó en el alcoholismo y el consumo de la droga. Leonard logró escapar de estos nocivos vicios, ahora es promotor y leyenda del deporte que le dio fama y beneficios, y trata de educar a los jóvenes que se inician en este tan difícil deporte. El otro aspecto que menciona Leonard fue el abuso sexual que sufrió siendo boxeador juvenil de parte de su entrenador en dos ocasiones. Leonard declaró que esos hechos lo han perseguido por toda la vida y lo mejor era exponerlos a la luz pública para sentirse más aliviado.

Bibliografía consultada

Florentino Fernández, el gran noqueador cubano

Puedes arrancar al hombre de su país pero no puedes arrancar el país del corazón del hombre
John Dos Passos

Esteban Romero

Cuando se hable de noqueadores cubanos en el boxeo de todos los tiempos, el nombre de Florentino Fernández debe estar en primera línea. Su potente gancho de izquierda anestesió a decenas de adversarios muchas veces a pocos segundos de iniciada la pelea.

Florentino, conocido también como El Buey, de 180 cm. de altura, nació el 6 de marzo de 1936 en Santiago de Cuba. También se le apodó Tres Toneles, sobrenombre que no sé su origen, a no ser que Florentino gustara de tomar el famoso licor o se le diera por el hecho que el licor adormece a quien lo bebe en exceso o sea como sinónimo de su temible pegada. Más me gusta el otro sobrenombre, el Bárbaro del Nocao.

Florentino Fernández

Florentino Fernández

En el boxeo profesional debutó el 24 de noviembre de 1956 contra Pastor Burke, al que liquidó en el tercer round de una pelea a 4 asaltos en el Palacio de los Deportes de la Habana. El 19 de enero del siguiente año peleó contra Juventino Ventosa al que noqueó en el mismo primer round. Luego obtuvo dos victorias por decisión en peleas de 4 rounds sobre Pablo Cárdenas y Pedro Nápoles en febrero y marzo de 1957, respectivamente. En mayo de 1957 liquidó en el segundo asalto a Pablo Barrios de una pelea a 6 rounds y con ello comenzó una seguidilla de peleas ganadas por KO o por KO técnico que se extendió a 16 y concluyó con el KO en el séptimo round a Stefan Redl en el Madison Square Garden de Nueva York de una pelea a 10 asaltos en mayo de 1959. Su siguiente pelea fue en la división welter contra Gaspar “Indio” Ortega, un boxeador mexicano, buen asimilador, que perdió contra Florentino por decisión unánime en el Miami Beach Convention Center el 11 de septiembre de 1959. Con el mexicano volvió a enfrentarse mes y medio después, y le ganó esta vez por decisión dividida de los jueces.

La revancha no se hizo esperar, esta vez la pelea fue en la Habana el 23 de diciembre de 1959, en plena víspera de nochebuena. Esta vez a Kalingo le tocó caer en el mismo segundo round, y después más nunca se enfrentaron.

Durante 1959 y 1960 Florentino peleaba en los welters y recuerdo que en la Habana se hablaba de una posible pelea entre el noqueador y el estilista camagüeyano Luis Manuel Rodríguez, otro que se destacaba entonces sobre el ring, pero aquello fue solo rumor, ya que la pelea no se llegó a dar.

Florentino ganó otros combates para enfrentarse al estelar Emile Griffith en el Madison Square Garden de Nueva York el 25 de agosto de 1960, pelea de 10 asaltos que perdió el cubano por decisión unánime de los jueces. Florentino no se amilanó y ganó las siguientes tres peleas por KO o KO técnico, dejando la escena preparada para enfrentarse al experimentado Gene Fullmer por el campeonato mundial de los medianos.

Fullmer o también llamado El Ciclón era un boxeador oriundo de Utah, quien murió a finales de abril de 2015. Era el típico boxeador de los pesos medianos y en su carrera se enfrentó al gran Sugar Robinson en cuatro peleas, en la primera ganó, luego en la revancha Robinson lo noqueó en 1957. La tercera pelea fue tabla en 1960, y en 1961 le ganó a Robinson por decisión. Igualmente había peleado dos veces con el eficaz Carmen Basilio. Lo hizo en 1959, pelea que ganó por KO técnico en el asalto 14 de la pelea, y luego le volvió a ganar en junio de 1960, esta vez en el duodécimo asalto, nuevamente por KO técnico. Así que estamos hablando de un gallo con espuelas y bien afiladas, además de haber sufrido percances físicos en su carrera, como fue en la pelea con Wilf Greaves en febrero de 1959 cuando le fracturaron la mandíbula y estuvo seis meses fuera de acción.

Fullmer era campeón mundial de su división desde su primera victoria sobre Basilio. El título estaba vacante y los dos se enfrentaron por ceñirse el mismo. Había salido de su victoria sobre Robinson y ahora enfrentaba al cubano en pelea de quince asaltos, por el título de los medianos, que se efectuó el 5 de agosto de 1961 en el Ooden Stadium de Utah. Como ven todo arregladito para que el oriundo de Utah ganara, sea como fuera, en su tierra natal. Esta pelea la pueden ver completa en youtube.

Mi apreciación es que hasta el noveno asalto las cosas anduvieron algo parejas, con Fullmer imponiendo su boxeo en la corta distancia y tratando que Florentino no pudiera meter sus famosos ganchos, pero a partir del noveno Florentino fue el mejor. En los rounds 12 y 14 el cubano le puso un saco de goles en el rostro al norteamericano y realmente mayoreó a lo largo de los últimos seis asaltos. La decisión de los jueces fue del flaco Ken Shulsen, que fungió como árbitro sobre el ring, 145-142 para Fullmer. Norman Jorgensen le dio la pelea a Fullmer 148-140, decididamente este Jorgensen estaba ciego, y Del Markham fue el único que vio ganar al cubano, 145-143. Realmente esto fue lo que se llama un verdadero despojo. Florentino mereció la victoria y con ella el título de los medianos. El mismo Florentino aseveraba haberse sentido ganador, Cómo no iba a serlo si llegó a ocasionarle fracturas a su adversario. Lo peor de todo es que nunca se arregló una revancha.

Momento en que Florentino castiga a Fullmer

Momento en que Florentino castiga a Fullmer

Cosas de la vida, no hubo revancha y Fullmer se subió al ring cuatro meses después para enfrentarse a otro cubano, el villareño Benny Paret, al que noqueó en 10 asaltos de una pelea de 15 igualmente discutiendo el título de los medianos. Así que lo que no pudo con Florentino lo logró con Paret.

Por su parte, Florentino perdió tres peleas consecutivas por KO, una de ellas con un rival de consideración como Dick Tiger, en 1962. A continuación derrotó por KO técnico al boricua José Torres, pero volvió a perder con Rubin Carter por KO a los 69 segundos de iniciado el mismo primer asalto. Realmente Florentino debió haber salido muy afectado del despojo ya mencionado, y aunque uno lo crea, a veces las condiciones psicológicas adversas vencen al mejor.

Así y todo, Florentino ganó algunas peleas por KO en 1963, incluyendo la ganada sobre el boricua José Torres, futuro campeón de los ligeros pesados, en 5 asaltos.

Florentino se alejó del ring por un tiempo, trabajó fregando platos en Miami y como mozo en un bus hasta que decidió regresar al boxeo. En sus primeras presentaciones noqueó a Jimmy Williams y a Jerry Evans. Se subió cuatro veces sobre el ring contra el fuerte argentino Juan Carlos Rivero, con quien compartió dos victorias y dos derrotas. Floro logró noquear a Rivero en una ocasión, Rivero hizo lo mismo en la última pelea entre ambos en 1966.

Florentino desde 1966 hasta 1972 ganó 9 peleas, todas por KO o KO técnico y perdió dos igualmente por KO, una contra el nica Lou Gutiérrez y la otra contra Willie Tiger. Todas estas peleas fueron en el ambiente de Miami o de Coconut Grove, Florida.

Cuando parecía que Florentino podría retar al campeón de los ligeros pesados, Bob Foster, el cubano perdió una pelea por KO técnico en el último round de su pelea a 10 rounds con Vernon McIntosh, que fuera su última en su carrera.

Florentino años después de su retiro

Florentino años después de su retiro

Al dejar el boxeo Florentino sirvió de coach de la boxeadora amateur Elizabeth Virrick Gym y trabajó en el negocio de restoranes. A avanzada edad ya el Alzhmeier le empezaba a afectar pero el 28 de enero de 2013 moría en Miami producto de un infarto.

Previamente Florentino había sido exaltado al Salón de la fama del boxeo en Florida en 2009 y un entendido de este deporte como Eladio Secades aseveró: “En el boxeo cubano no hemos visto jamás a un pegador de la precisión, de la violencia, de la capacidad destructiva de Florentino Fernández”, algo en lo que coincidimos, pues este boxeador era un matador como muy pocos. Le he comparado con otros grandes pegadores cubanos y realmente Florentino es el que más peleas ganó por esa vía de manera consecutiva. También la autorizada revista de boxeo, Ring Magazine, lo situó entre los 100 más grandes noqueadores de todos los tiempos.

En su carrera Florentino ganó 50 pleitos, 43 de ellos por la vía rápida, perdió 16, de ellos 10 por KO o KO técnico, y una sola tabla.

El santiaguero murió añorando ver la tierra que lo vio nacer. A inicios del presente milenio declaró a Boxing news: “extraño mucho a Cuba, extraño a mi familia y amigos que dejé detrás, extraño las playas, deseo volver a ver el Malecón, extraño a la Cuba de hace 42 años.

Bibliografía consultada

Acevedo Carlos. One Shot At Glory: Florentino Fernández & The Middleweights of the 1960s. http://thecruelestsport.com/2013/11/20/one-shot-glory-florentino-fernandez-middleweights-1960s/

BoxRec. http://boxrec.com/boxer/10924

Cancio W. 2013. Falleció Florentino Fernández, el boxeador de la pegada de hierro. http://cafefuerte.com/deportes/boxeo/2530-fallecio-florentino-fernandez-el-boxeador-de-la-pegada-de-hierro/

Ring Magazine, October 1961, pages 5-6-7

El cubano Kid Gavilán, campeón mundial en el boxeo rentado

El silencio es la más perfecta expresión de desprecio
George Bernard Shaw

Por Esteban Romero

Uno de los grandes boxeadores cubanos de todos los tiempos lo fue Gerardo Mauras, luego rebautizado como Gerardo González por su madre después de su segundo matrimonio, que fuera popularmente conocido en el mundo como Kid Gavilán. Nacido el primero de junio de 1926 en un área cañera de Berrocal, Palo Seco, Camagüey. Gavilán fue uno de los pesos welter (66 kilogramos) más destacados en el mundo del boxeo y probablemente el mejor welter cubano de todos los tiempos.

Gavilán medía 179 cm de estatura y fue un hombre que se hizo sentir dentro del cuadrilátero por su velocidad de piernas, su esquiva y potente bolo punch con su veloz derecha, del cual sus adversarios se cuidaban bastante. Ese estilo de pelea, sobre todo el golpe heterodoxo del bolo punch fue tomado por el gran campeón Ray Sugar Leonard. El otro mérito del cubano era su gran poder de asimilación. Tumbar a Gavilán resultó casi imposible a lo largo de su carrera.

Kid Gavilán

Kid Gavilán

Bajo la guía de Fernando Valido, Gavilán se inició en el boxeo amateur a finales de 1941, donde tuvo una breve estancia, luego su debut en el boxeo rentado fue enfrentándose a Antonio “Baby Changó” Díaz, en combate de los pesos ligeros (55 kilogramos), en la Arena Cristal de la Habana, el 5 de junio de 1943, pelea que ganó por decisión en 6 rounds. A partir de ahí Gavilán tejió una cadena de 12 victorias en Cuba que se prolongó hasta julio de 1945, en las que se incluyen 6 peleas terminadas por la vía rápida. Entre las víctimas de Gavilán en ese período están Joe Pedroso, dos veces noqueado, Manuel Chaviano alias Kid Bebo por igual vía, Esmerido Salazar alias Bombón Oriental, y Miguel Acevedo, ex titular de los plumas.

La primera presentación de Gavilán en el extranjero fue en la Arena Coliseo de Ciudad México, donde se enfrentó a Julio César Jiménez y que venció por decisión en 10 asaltos, en combate efectuado en agosto de 1945. Un mes después, en igual lugar, Gavilán noqueó en seis rounds a Pedro Ortega. Entonces el cubano boxeaba en la división de los ligeros (61,2 kilogramos). La cadena de victorias consecutivas llegó a ser de 16, ya que sufriría su primera derrota, por decisión en pelea de 10 asaltos, contra Carlos Malacara, lo que ocurrió dos semanas después de haber noqueado a Ortega, en la misma Arena Coliseo. Obviamente, la revancha se arregló casi de inmediato y Gavilán le hizo morder la derrota al Cargador, como así llamaban a Malacara, en pelea a 10 rounds el 3 de noviembre de 1945. Fue esa victoria un nuevo punto de partida para otra racha de victorias del cubano, la que se extendió a seis y se vio rota cuando Gavilán perdiera por decisión en 10 asaltos contra el mexicano Tony “Chino” Mar en la Plaza de Toros “Condesa” de Ciudad México el 5 de abril de 1946. Previamente Gavilán había derrotado en Cuba al santiaguero Juan Sierra, más conocido como Kid Bururu, y campeón de los ligeros en Cuba, en dos peleas efectuadas en enero y febrero de 1946, y a Santiago Sosa en marzo del mismo año.

La primera pelea del cubano contra un norteamericano tuvo lugar en la Habana el 24 de agosto de 1946, enfrentándose al miamense Jack Larrimore, el que sucumbió por la vía rápida en 3 asaltos en una pelea pactada a 10, mientras que su debut en territorio norteamericano, fue en la misma meca del boxeo, el Madison Square Garden de Nueva York el primero de noviembre de 1946, su rival fue Johnny Ryan, boxeador oriundo de Detroit, quien también cayó por KO técnico en el quinto round de una pelea a seis. En ese combate Gavilán se presentó con el nombre de Gerry Gavilan.

Para ese entonces el entrenador de Gavilán era Yamil Chade, cubano de origen libanés, que años más tarde fuera también entrenador de los boricuas, el campeón mundial Wilfredo Gómez y de Félix Trinidad entre otros pugiles.

Una nueva lista de boxeadores fueron derrotados por Gavilán, entre ellos Johnny Williams dos veces, Charley Williams, Bobby Lee, Vince Gambill, Nick Moran y Julio Pedroso, a quien ganó en pelea que le dio el título de los welters cubanos. La cadena de victoria terminó cuando fuera derrotado por tercera ocasión en su carrera el 2 de setiembre de 1947 en el Meadowbrook Bowl de Newark, esta vez por decisión en 10 asaltos contra Doug Ratford.

Una pelea de ese período para recordar fue la que escenificó el cubano contra el boxeador oriundo de Iowa, Bee Bee Wright, el 3 de noviembre de 1947 en el Coliseo de Baltimore, pelea que el norteamericano inició agresivo y logró mayorear al cubano en los tres primeros asaltos, pero luego Gavilán se compuso y logró ir imponiendo su agresividad y pegada a lo largo del combate. En el round final, un derechazo de Gavilán al mentón de su adversario lo llevó a la lona, el árbitro contó hasta 5, pero cuando Wright se levantó, ya se sabía que no podía continuar el pleito, el que fue detenido en ese momento.

Después de esta pelea, Gavilán tuvo otras dos con Buster Tyler y Gene Burton, que concluyeron en tablas, ambas efectuadas en el St Nicholas Arena de Nueva York, la primera en diciembre de 1947 y la siguiente en enero de 1948. Después de un par de victorias sobre Joe Curcio y Vinnie Rossanno, la primera por KO técnico, Gavilán sufrió dos derrotas consecutivamente por primera vez en su carrera. Ike Williams y Doug Ratford, a quien él había vencido con anterioridad, fueron sus vencedores por decisiones unánimes en peleas efectuadas en el Madison y en el Broadway Arena de Brooklyn, respectivamente.

El cubano no se amilanó por las dos derrotas y nuevamente siguió cosechando nuevos triunfos hasta que se tropezó con un hombre de nombre Ray “Sugar Robinson, el 23 de setiembre de 1949 en el Yankee Stadium, pelea a 10 rounds, que si bien Robinson ganó por decisión unánime, hubo muchos que vieron ganar al cubano. Un mes después Gavilán era el mismo y ponía fuera de combate (KO técnico) a Vinnie Rossanno, luego venció a Tony Pellone, al español Abdesalam Ben Buker I, Ike Williams dos veces, Al Priest, Cliff Hart por KO técnico hasta volver a enfrentarse con el difícil Sugar Robinson, el 11 de julio de 1949 en Filadelfia en discusión por primera vez del título de campeón de los welters. Los primeros seis rounds fueron parejos, pero Robinson sufrió una cortada en una ceja, la que provocó abundante sangramiento del norteamericano, ya después del sexto, Robinson comenzó a mayorear para llevarse la victoria unanimente en 15 asaltos.

A pesar de la rivalidad entre Gavilán y Robinson, ambos fueron buenos amigos fuera del cuadrilatero. Incluso Gavilán reconocía la calidad extraordinaria como boxeador de su adversario. Gavilán también decía que Kid Chocolate, el primer campeón mundial cubano profesional, era el mejor de todos los boxeadores cubanos que haya conocido.

Choque de trenes, Gavilán vs Sugar Robinson

Choque de trenes, Gavilán vs Sugar Robinson

Gavilán se repuso del revés ante Robinson y dos meses después vencía a otro italo-americano en el Madison Square Garden, esta vez era Rocky Castellani por decisión en 10 rounds, a lo que le siguieron victorias sobre el entonces campeón mundial de los ligeros, Beau Jack por decisión unánime, y a Laurent Dauthille, por decisión dividida, ambos pleitos en diez asaltos. Los combates de Gavilán fueron más espaciados y en octubre de 1949 volvió a ser derrotado por decisión por otro oriundo de Detroit, Lester Felton, por decisión dividida de los jueces.

La reaparición de Gavilán en la Habana tuvo lugar en el Estadio del Cerro el 17 de diciembre de 1949, en pelea que venció a Bobby Lee nuevamente por decisión.

El año 1950 lo inició con una derrota en el Madison, por decisión unanime, frente al neoyorquino Billy Graham. En marzo venció a Otis Graham y en el mismo mes perdió a manos de Robert Villemain, en ambos pleitos por decisiones divididas de los jueces.

La senda de las victorias comenzó nuevamente cuando venció a Georgie Small por decisión dividida de los jueces en el Madison en mayo de 1950. Vinieron cinco victorias más hasta que empató con Tommy Ciarlo en la Arena de New Haven, Connecticut, el 23 de octubre de 1950. Una semana después perdía, en decisión dividida, contra el sordomudo Gene Hairston en Scranton, Pensilvania. Según los que vieron la pelea, Hairston terminó casi noqueado el décimo round, en el que el cubano logró propinarle tres derechazos. La pelea fue muy pareja, pero parece que el cubano logró sacar ventaja en los tres últimos asaltos.

De ahí en lo adelante Gavilán venció a Billy Graham nuevamente, a Joe Miceli, a Tony Janiro, a Sonny Horne, a Tommy Ciarlo dos veces, en una de ellas Gavilán castigó duramente al italo-americano, una de estas peleas tuvo lugar en Caracas; obtuvo la revancha con Hairston, a quien esta vez venció por decisión dividida, y a Aldo Minelli hasta que llegó la oportunidad esperada, retar al campeón mundial de los welter Johnny Bratton, pelea pactada a 15 rounds, que se efectuó el 18 de mayo de 1951 en el Madison Square Garden. La pelea estaba arreglada en términos financieros, Gavilán y su entrenador Valido debieron entregar el 10% de lo recaudado a la mafia, según dice la Enciclopedia cubana en la red.

El cubano no dejó escapar la posibilidad para ganar por decisión la pelea y convertirse en el segundo campeón del mundo profesional cubano. El primero fue Eligio Sardiñas, alias Kid Chocolate. Bratton terminó la pelea con la fractura de la quijada, señal del castigo que recibió de manos del cubano. En ese año Gavilán peleó en cuatro ocasiones más, pero en ninguna exponiendo su título.

Gavilán golpea a Johnny Bratton en pelea por el título de los Welter

Gavilán golpea a Johnny Bratton en pelea por el título de los Welter

Billy Graham nuevamente retó a Gavilán, pero esta vez por el el título de los welters, el 29 de setiembre de 1951 en el Madison, pelea que fue una nueva derrota para Graham por decisión dividida en quince asaltos. Dos meses después el cubano reaparecía en la Habana como titular mundial y derrotaba a Bobby Rosado por KO en el séptimo round. Tony Janiro de nuevo perdió ante Gavilán, mientras que el ex campeón Bratton lo enfrentaba en pelea del 28 de noviembre de 1951 en el Estadio de Chicago, que terminó en tabla en 10 rounds.

El nuevo retador se llamaba Bobby Dykes, un boxeador blanco oriundo de Miami, el que se subió al cuadrilatero contra Gavilán el 4 de febrero de 1952, primera pelea de un blanco contra un negro en esa ciudad y que resultó muy cerrada, la que terminó en el 15to asalto con victoria dividida a favor del cubano. El 7 de julio de ese año Gavilán expuso su título ante Gil Turner, al que el cubano llevó a la lona en el undécimo round. El árbitro tuvo que detener el desafío en ese momento, ya que Turner estaba completamente noqueado.

Gavilán castiga a Turner

Gavilán castiga a Turner

Charlie Johnston, un norteamericano con mañas en el boxeo, invitó a Gavilán a boxear en Argentina, lo que el cubano aceptó. La citada “Enciclopedia cubana en la red (EcuRed)” comunica que Gavilán y Valido tuvieron prácticamente que huír de EEUU al no haber entregado 26 mil dólares de ganancia a la mafia por la pelea contra Turner, y que la opción había sido ir a pelear a Argentina. En el país sudamericano, Gavilán efectuó tres peleas en el Luna Park de Buenos Aires, Argentina, en 1952, donde siempre emergió victorioso. Sus víctimas esta vez fueron Mario Díaz, natural de Mendoza, el noqueador Rafael Merentino, más conocido como “El Rompehuesos”, a quién Gavilán liquidó en el noveno round, y el zurdo Eduardo Lausse.

Después de esas peleas en Argentina, la escena quedó preparada para que Gavilán enfrentara nuevamente a Billy Graham en el estadio del Cerro, en pelea de 15 rounds por el título, que se efectuó el 5 de octubre de 1952, y en la que nuevamente el cubano venció por decisión unánime. La pelea fue acordada previamente por Jim Norris, ejecutivo principal del International Boxing Club (EcuRed). Fue después de esta pelea que Valido anunció su retiro como entrenador de Gavilán. Su lugar pasó a ocuparlo Ángel López. Gavilán entonces pudo regresar a boxear en EE UU pero cumpliendo acuerdos impuestos por la mafia, según revela EcuRed.

Gavilán y Graham intercambian golpes

Gavilán y Graham intercambian golpes

El 11 de febrero de 1953 Chuck Davey subió al ring del Estadio de Chicago como retador de Gavilán, donde el cubano descargó toda su agresividad para vencer a su contricante por KO técnico en el décimo asalto. En realidad ese round 10 no se llegó a iniciar, ya que Davey había sido llevado a la lona tres veces en el asalto anterior.

El siguiente retador fue el notable Carmen Basilio, en pelea efectuada el 18 de setiembre de 1953 en el War Memorial de Syracuse, donde Basilio noqueó a Gavilán en el segundo round, pero el cubano aguantó el conteo hasta 9, se levantó, se recuperó y ganó este difícil combate efectuado el 18 de setiembre de 1953.

Carmen Basilio estaba siendo demolido por el cubano

Carmen Basilio estaba siendo demolido por el cubano

Gavilán era el dueño absoluto de su división, pero se antojó de subir de peso e ir a la búsqueda del título en los medianos contra Bobo Olson, combate que tuvo lugar el 2 de abril de 1954 en Chicago. Fue un combate reñido que terminó con decisión dividida de los jueces. El cubano se subió al ring entonces con una mano lesionada.

Después de esa derrota, Gavilán regresó a su peso habitual, los welters y finalizó 1954 con una derrota, el 20 de octubre en el Convention Hall de Filadelfia, por decisión unánime a manos del retador Johnny Saxton en la división welter, con la cual Gavilán perdía el título que pudo retener durante algo más de tres años. Saxton era manejado por un ente vinculado a la mafia, de nombre Blinky Palermo, el mismo que había arreglado la pelea de Gavilán con Bratton por el título, y se supo un tiempo después que la pelea había sido arreglada entre él y el entrenador del cubano Ángel López, según relata el historiador boricua Kako Vázquez. Decenas de periodistas que cubrieron esta pelea aseguran que Gavilán mereció la victoria. El mismo Gavilán aseveró en inglés al finalizar la pelea: «No quiero nada que no merezca, pero nueve rounds de esa pelea yo los gané».

Gavilán aparece aquí castigando a Johnny Saxton

Gavilán aparece aquí castigando a Johnny Saxton

De que la pelea fue un arreglo da cuenta la narración de Felo Ramírez y Buck Canel, quienes terminado el combate declararon que el mismo había sido un robo. Por esos comentarios, ambos fueron prohibidos de narrar peleas de boxeo en Filadelfia (Moraga 2009).

Los entendidos aseveran que Gavilán habría hecho mejor en buscar la revancha con Olson, algo que le estaba muy a la mano, en lugar de bajar de peso para enfrentar al joven Saxton.

Poco tiempo después el cubano de origen libanés Yamil Chade se hizo cargo de Gavilán como su mentor.

Gavilán regresó a Sudamérica, esta vez a Uruguay, donde peleó en dos ocasiones, en una contra Juan Bautista Burgues, al que noqueó en el séptimo asalto, y luego frente a Dogomar Martínez, con quien perdió por decisión de los jueces, pero que indicaba el inicio de la decadencia del gran campeón cubano. Volvió a Argentina y allí perdió en pelea de revancha con Lausse.

En lo sucesivo, hombres a los que había derrotado bien en el pasado se convertían ahora en sus vencedores, como sucedió en peleas contra Bobby Dykes y Eduardo Lausse. De sus últimas 18 peleas, solo ganó seis de ellas. La última victoria de Gavilán fue contra Ralph Jones en la Arena de Filadelfia el 4 de abril de 1958, mientras que su último combate fue dos meses después en Miami contra el púgil bahames William Horatio Butler Jr. más conocido como Yama Bahama.

La carrera de Gavilán constó de 108 victorias, 28 por la vía rápida, 5 tablas, y 30 derrotas, pero jamás perdió por KO ante adversario alguno, ahí estriba otro mérito de este gran boxeador, muchas veces ignorado en el presente.

La división welter es probablemente una de las más técnicas del boxeo de cualquier asociación o modalidad, sea profesional o amateur. Gavilán reinó tres años en esa división, fue todo un coloso que supo llegar a la cima. Probablemente habría podido reinar un año más pero los golosos del boxeo profesional decidieron llevarlo a una división superior, en la que vio que no tenía posibilidades para mantenerse, y más tarde la mafia arregló el robo de su pelea con Saxton.

De la calidad del cubano da evidencia el que entre sus víctimas aparezcan varios miembros de los salones de la fama del boxeo, como lo fueron Billy Graham, Beau Jack, Carmen Basilio y Ike Williams. Su poder de asimilación lo demuestra el hecho de no haber perdido jamás por KO, y solo muy pocos pudieron llevarlo a la lona a lo largo de sus combates. Ellos fueron Basilio como ya se mencionó; Ike Williams el 27 de febrero de 1948, que logró llevar a Gavilán a la lona en el octavo asalto y luego ganó el combate; Carlos Malacara y Julio Cesar Jiménez también lograron tumbar al cubano en las peleas que sostuvieron con el cubano en 1945.

El boxeador cubano intentó imitar a Sugar Robinson como bailarín vistiéndose de dandy y bailando en escenarios públicos, pero en ese empeño no tuvo jamás ningún éxito.

Después de 1959 Gavilán se hizo testigo de Jehová y fue dos veces arrestado por sus sermones en Cuba. Pero según revela Robert Quesada (2008) en su entrevista a Gavilán, el ex-boxeador cubano era un devoto de los cultos sincréticos. Su finca de Bejucal fue intervenida, con lo cual su escasa fortuna pasó a otra vida.

En 1966 Gavilán fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo y en 1985 en el World Boxing Hall of Fame (Salón Mundial de la Fama del Boxeo).

El campeón cubano abandonó su país definitivamente en 1968, se estableció en Miami, pero allí nadie se ocupó de él, todos le olvidaron. No obstante, Enrique Encinosa afirma que Julio Martínez, promotor de boxeo y ex alcalde de Hialeah, le ofreció trabajo a Gavilán como entrenador de boxeo, trabajo que el ex-campeón aceptó pero del cual fue despedido debido a su indisciplina. Trabajaba poco y se la pasaba conversando y bebiendo cerveza.

Su salud se vio complicada con el Alzhmeier, no sabía a ratos ni quien era, olvidaba muchas cosas de su pasado, le afectaba también el mal de Parkinson y tres infartos, el último de ello ocurrió el 13 de febrero de 2003, que lo llevó a la muerte en un oscuro asilo de ancianos del condado de Dade, según reportó Guiñazu (2003). Sus restos yacen en el Cementerio Nuestra Señora de las Mercedes en la ciudad de Miami, inicialmente estuvieron en un sector pobre de dicho cementerio, luego sus restos fueron exhumados y trasladados a un área mejor, lo que se hizo realidad gracias a la contribución de varios boxeadores y magnates de este deporte, entre ellos Angelo Dundee, Emile Griffith, Mike Tyson, Leon Spinks y Roberto Durán entre otros (Rodríguez García 2009).

Olvidar a Gavilán es olvidar una parte gloriosa de los éxitos del boxeo cubano, recordar sus esfuerzos y méritos es una obligación.

Bibliografía consultada

Anon. More to legendary Cuban than just the bolo punch. http://www.boxingasylum.com/showthread.php?t=41853#.Vfw9vX1Pi8U

Cancio Isla Wilfredo. 2001. Kid Gavilán libra una pelea contra el olvido. Nuevo Herald, 20 de mayo de 2001. http://www.latinamericanstudies.org/cuba/gavilan.htm

EcuRed. http://www.ecured.cu/index.php/Kid_Gavil%C3%A1n

Guiñazu Daniel. 2003. Kid Gavilán en Buenos Aires. Líbero, 17 de febrero de 2003.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libero/9-658-2003-02-23.html

Kako Vázquez Edwin. Geraldo Gonzalez Kid Gavilan. http://www.deporte.com/deportes/historia/boxeadores/geraldo_gonzalez_kid_gavilan/

Martínez Peraza Mariano. 2011. El legendario Kid Gavilán. Nuevo Herald 26 noviembre 2011.
http://www.elnuevoherald.com/2011/11/26/1072885/el-legendario-kid-gavilan.html#storylink=cpy

Moraga Greg. 2009. Estrellas del boxeo cubano: Black Bill, Kid Chocolate y Kid Gavilán; llegaron de otro Planeta… http://www.paneldeboxeo.com/t3637-estrellas-del-boxeo-cubano-black-bill-kid-chocolate-y-kid-gavilan-llegaron-de-otro-planeta

Pagani Horacio. 2003. Murió Kid Gavilán, toda una leyenda del boxeo. Clarin.com, http://edant.clarin.com/diario/2003/02/15/d-01301.htm

Quesada Robert. 2008. Recuerdos imborrables de Kid Gavilan. Notifight.com, 21 abril de 2008. http://www.notifight.com/artman2/publish/Invitado_18/Recuerdos_imborrables_de_Kid_Gavilan.php

Rodríguez García Melchor. 2009. Boxeo cubano de antaño: Kid Gavilán. Mundial.com, 29 de junio 2009. http://www.boxeomundial.net/boxeo.php?category=noticias&id=12544

Joe Louis, otro grande del ring

“Todo el mundo quiere ir al cielo pero nadie quiere morir.”
Joe Louis

Por Esteban Romero

Joseph Louis Barrows, más conocido como Joe Louis o “El bombardero de Detroit”, fue uno de los pesos completos más exitosos que haya tenido el boxeo profesional de todos los tiempos. Louis nació el 13 de mayo de 1914 en Lexington, Alabama, en el seno de una familia negra, pobre y dedicada al cultivo del algodón. La situación familiar de Louis era pésima, era el séptimo hijo de una prole de ocho, y su padre murió cuando Louis solo tenía cuatro años de edad. Con el tiempo su madre se volvió a casar y Louis emigró a Detroit con toda su familia.

En cuanto a su niñez, creció e hizo varios trabajos para ayudar a sostener a su familia, repartió hielo, fue aprendiz de ebanista e hizo otras cositas más hasta que un día descubrió el boxeo y junto con un amigo comenzó a asistir a un gimnasio. Las condiciones de Louis para el deporte de los puños no pasaron inadvertidas, a los 18 años comenzó a boxear amateur, y en un lapso de dos años disputó 54 peleas. El joven de 6 pies y 1.5 pulgada de estatura recibió una soberana paliza, según el mismo Louis contaba, en su primera pelea como amateur pero luego se enderezó y sus puños se hicieron sentir en las siguientes peleas. Louis, cuando ya había cumplido los 20 años, se preparó para debutar en el boxeo profesional, cuya forma de pelear se caracterizaba por su potente jab, una derecha temible para cualquier adversario, usaba sus ganchos con sincronización y tenía un gran poder de asimilación.

En su debut profesional Louis tuvo como entrenador a Jack Blackburn, cuyo primer combate (181 libras) fue contra Jack Kracken, al que derrotó en el mismo primer asalto de un pleito en el Bacon Arena de Chicago el 4 de julio de 1934. Su siguiente combate fue ocho días después en el mismo escenario contra Willie Davies, al que venció por KO técnico en el tercer round, pelea detenida por el árbitro al ver el sangramiento de Davies por su ojo izquierdo. El 30 de julio de ese año Louis se enfrentó a Larry Udell en el Marigold Gardens Outdoor Arena de Chicago, y de nuevo venció a su adversario por KO técnico en el segundo round. Así que en sus tres primeras presentaciones Louis demostró la fuerza de su pegada.

Joe Louis

Joe Louis

Su primera victoria por decisión fue contra Jack Kranz, en 8 rounds, el 27 de agosto de 1934, en el Marigold Gardens. Ocho victorias más le siguieron en ese año, siete de ellas por la vía rápida, incluida una contra Lee Ramage, combate que hubo de detenerse en el octavo asalto de una pelea pactada a 10. Ramage, oriundo de California, era considerado en aquellos momentos uno de los mejores pesos completos y Louis se subió en el cuadrilatero con Ramage como favorito de todos los entendidos.

A partir de 1935 su nuevo manager fue Mike Jacobs, con quien se inició con victoria por decisión sobre Patsy Perroni en 10 asaltos. En esa pelea su rival cayó a la lona en el segundo, séptimo y noveno rounds. Otro derrotado por Louis fue Ramage nuevamente, al que noqueó técnicamente en el segundo asalto. A Natie Brown le ganó por decisión en una pelea de 10 epísodios, que Louis consideró difícil para él en aquel momento; a Bife Bennett lo anestesió en el mismo comienzo de la pelea. Al ex campeón Primo Carnera lo castigó a lo largo del combate escenificado en el Yankee Stadium el 25 de junio de 1935, pero nuevamente Louis asevera que Carnera se le hizo difícil en los primeros rounds. Ese pleito se detuvo en el octavo asalto cuando Carnera no podía soportar más los golpes de Louis. Dos meses después King Levinski cayó en el mismo primer asalto en pleito efectuado en Chicago. El 24 de setiembre de 1935, en el Yankee Stadium nuevamente, el ex campeón Max Baer sucumbió en el cuarto round ante los golpes de Louis. Baer era hombre de poderosos puños y relataba que logró propinar algunos golpes efectivos a Louis, los que asimiló bastante bien a lo largo de ese corto combate. El español Paulino Uzcudún fue la última víctima de Louis en 1935, al que derrotó por KO técnico en el cuarto asalto. En total Louis ganó 15 peleas en 1935.

El 17 de enero de 1936, en pelea efectuada en Chicago, Charley Retzlaff cayó por KO en el mismo primer round ante un Louis que ya era de hecho un boxeador invencible. El siguiente adversario de Louis fue el alemán Max Schmeling. La pelea se efectuó el 19 de junio de 1936 en el Yankee Stadium, en un ambiente de pre-guerra, y el alemán no era un rival cualquiera, algo de lo que Louis se dio cuenta desde el inicio de la pelea al caer a la lona en el cuarto asalto. La derecha del alemán entró varias veces en el rostro de Louis en ese asalto, luego en el sexto y séptimo rounds Louis impuso su mejor boxeo, pero al llegar al décimo de nuevo el alemán acometía con sus derechazos y ganchos que ponían mal a Louis. En el undécimo hubo intercambios de ambas parte, pero ya en el duodécimo el alemán le logró conectar bien repetidamente y tumbar a Louis definitivamente. Esa fue la primera derrota de Louis y primera vez que era noqueado.

Louis yace noqueado por Max Schmeling, 19 junio de 1936 en Nueva York

Louis yace noqueado por Max Schmeling, 19 junio de 1936 en Nueva York

Cuatro peleas más en 1936, todas terminadas por la vía rápida, fue como para sentar que Louis se recuperaría de la derrota y seguiría por la senda de los triunfos. Al año siguiente, peleó dos veces en enero, con victorias sobre Steve Ketchel por KO y Bob Pastor por decisión en 10 epísodios, luego en febrero noqueó a Natie Brown en cuatro rounds, y no boxeó más para prepararse para la pelea por el título de los pesos completos contra Jim Braddock, la que se efectuó en Chicago el 22 de junio de 1937.

Poco despúes de iniciado el combate con Braddock, Louis fue a la lona, pero el gran boxeador supo recuperarse. Precisamente esa capacidad de recuperación era algo muy característico de Louis y que le brindó varias victorias ante adversarios difíciles. Ya en el octavo Braddock sintió la carga del combate y cayó anestesiado por un derechazo de Louis, con lo cual se coronaba campeón mundial profesional, el segundo negro que lo lograba después de que Jack Johnson se coronara en 1905 y lo retuviera hasta 1915.

Después de la victoria sobre Braddock, Louis declaró que no se consideraba campeón del mundo hasta que no derrotara al boxeador alemán Max Schmeling.

Los siguientes retadores del nuevo campeón fueron Tommy Farr, Nathan Mann y Harry Thomas, todos derrotados por la vía rápida, excepto Farr, al que Louis le ganó por decisión unánime de los jueces en 15 rounds.

El 22 de junio de 1938, nuevamente en el Yankee Stadium, se volvieron a enfrentar Louis y Schmeling, pero esta vez por el título mundial. Todos esperaban un combate reñido, pero para sorpresa de los allí presentes, Louis noqueó a su rival a los dos minutos y cuatro segundos del mismo primer asalto. Según el relato de la época, los primeros golpes de Louis fueron un par de potentes ganchos, que pusieron mal a su rival de inmediato. Schmeling se quejó amargamente que Louis le hubiera dado cuatro golpes ilegales a la zona del hígado, pero no era cierto, cada golpe fue a la zona legal y Schmeling poco después cayó.

Louis noquea a Max Schmeling, 22 de junio de 1938

Louis noquea a Max Schmeling, 22 de junio de 1938

El norteamericano tomaba revancha sobre su rival, victoria que tendría matices políticos en aquel entonces cuando Hitler amenazaba con dominar al mundo entero. Sin embargo, Schmeling fue un antinazi toda su vida. Hitler, como todos los tiranos, trató de iconizar a algunas de las figuras nacionales para hacerlas aparecer como producto de su gestión, pero Schmeling ni aceptó pertenecer al partido nazi e incluso llegó a esconder a dos judíos perseguidos en su casa.

Después de esa victoria Louis cosechó otras más, secuencia que se mantuvo hasta noviembre de 1949 cuando venció a Johnny Shkor en una especie de exhibición que se prolongó por 10 asaltos y con Shkor varias veces tumbado sobre la lona.

Precedentemente Louis ganó cuatro peleas en 1939, todas por KO, entre sus víctimas estaban Tony Galento y Bob Pastor. Cuatro peleas tuvo en 1940, sus oponentes fueron el chileno Arturo Godoy dos veces, Johnny Paycheck y Al McCoy, solo Godoy pudo llegar al final en una de sus peleas contra Louis, pero en una de ellas el chileno terminó con su rostro completamente desfigurado por los golpes de Louis. En 1941 Louis tuvo mayor actividad, se subió al ring en siete oportunidades, en todas emergió como triunfador, todos los pleitos terminaron antes de lo pactado. En lo sucesivo y debido a la guerra, Louis boxeó poco y se alistó en el ejército de su país para ofrecer exhibiciones de boxeo a los soldados. Solo dos peleas efectuó en 1942, ambas finalizadas por KO. En 1943 no tuvo actividad, mientras que en 1944 solo peleó ante Johnny Davis en Nueva York, pelea ganada en el mismo primer asalto. En 1945 nuevamente no tuvo pelea. El Yankee Stadium sirvió de escenario para las dos peleas de Louis en 1946, donde Billy Conn, en 8 rounds, y Tami Mauriello, en uno, sucumbieron ante los golpes del gran campeón. Un solo adversario tuvo Louis en 1947 y 1948, se trataba del fornido afroamericano Arnold Raymond Cream, oriundo de Nueva Jersey, que era más conocido como Jersey Joe Walcott, quien en los finales de su carrera logró el título de los completos frente a otro afroamericano, Ezzard Charles, y luego peleó con Rocky Marciano en dos ocasiones, en todas resultó siempre noqueado, aunque en el primer combate logró llevar a Marciano a la lona y llevaba la pelea ganada hasta el décimo tercero cuando Marciano lo noqueó definitivamente. Walcott pudo sostenerse a lo largo de los 15 asaltos con Louis en pelea por el título, efectuada en el Madison el 5 de diciembre de 1947, y decidida de forma dividida por los jueces. La revancha quedó arreglada para el 25 de junio de 1948, combate que se efectuó en el Yankee Stadium, pero esta vez Louis lo derrotó en el undécimo por la vía rápida.

En 1949 Louis, después de haber reinado doce años como campeón mundial, todo un récord, decidió retirarse, algo que muchos no querían, unos porque le querían y otros porque veían su negocio perdido con este retiro.

El fisco americano le exigió a Louis el pago de un millón de dólares de deudas que el gran boxeador tenía según declaración de Hacienda. Ante esta situación no le quedó más remedio que volver al ring para poder pagar parte de esa deuda. Pero Louis ya no era el mismo, de lo cual daba evidencia su derrota por decisión unánime de los jueces ante Ezzard Charles el 27 de setiembre de 1950 en el Yankee Stadium, con lo cual Ezzard se convertía en el nuevo campeón de los pesos completos. La derrota en términos financieros no le aportaba mucho a Louis. Por lo que continuó peleando sin otro remedio. En 1950 se enfrentó al argentino Cesar Brión, a quien venció por decisión unánime. Al año siguiente peleó dos veces con el cubano Omelio Agramonte, a quien venció dos veces por decisión de los jueces, nuevamente venció a Brión y a Jimmy Bivins, y solo noqueó a Andry Walker y a Lee Savold, al primero al final de una pelea de 10 rounds y al segundo en el sexto asalto. De hecho Savold era el campeón de los pesados de la British Boxing Board of Control. La mayoría de estos adversarios eran más jóvenes que Louis.

Después de estas peleas la escena quedó preparada para una especie de pelea de gladiadores en el circo romano. Se trataba de que Louis enfrentara a un boxeador blanco, todo un gran pegador, nueve años más joven que Louis de origen italiano, Rocco Francis Marchegiano, más conocido como Rocky Marciano, que había debutado en 1947 y hasta esa pelea se mantenía invicto.

Aquel combate fue cobrando intensidad a medida que avanzaba el mismo, pero ya en el octavo la carga era mucha para el veterano ex campeón. Marciano logró colocar un gancho izquierdo que llevó a Louis a la lona por un conteo de 8 segundos, del cual Louis se alzó mareado. Probablemente en ese momento el ex campeón debe haber recordado la caída ante Max Schmeling en su primera pelea. Bastó que se volviera a alzar, pero ya en lo sucesivo el esfuerzo resultó innecesario, Louis volvió a caer y el árbitro notó que ya no había más oposición, por lo que detuvo el pleito.

Louis noqueado por Rocky Marciano

Louis noqueado por Rocky Marciano

Sencillamente Louis fue el gladiador llevado a pelear ante un tigre fresco y lleno de energía, habría que ver que hubiera hecho el tigre si se hubieran subido en el ring cinco o seis años antes.

La carrera de Louis concluyó con 66 victorias, 52 de ellas por la vía rápida, 3 derrotas, 2 de ellas por KO y ninguna tabla. Mantiene el récord de más años consecutivos como campeón mundial de su peso.

Su vida después de su retiro fue todo un martirio, quiso hacer lucha libre, no dio resultados, luego intentó desarrollar algunos negocios que tampoco resultaron. Posteriormente se trasladó a las Vegas, donde trabajó como recepcionista en un casino gracias a las gestiones del cantante Frank Sinatra, quien le consiguió dicho empleo. Allí un buen día sufrió un colapso en la calle, las drogas que consumió estaban haciendo su efecto aniquilante. Un año después tuvo que ser ingresado en un hospital psiquiátrico de Denver. Ya desde ese entonces, Louis era un hombre débil y sin salud, para completar su desgracia tuvo una intervención quirúrgica en 1977 debido a la obstrucción de la aorta. Poco después de la operación, Louis tenía que valerse de una silla de ruedas para moverse. Gran parte de los gastos médicos del ex campeón los cubrió su antiguo adversario y amigo a la vez, el gran Max Schmeling, el hombre que logró derrotarlo por primera vez y que luego sufriera un KO casi instantáneo de parte de Louis. Finalmente el corazón de Louis dejó de funcionar el 12 de abril de 1981 en las Vegas.

La vida personal de Louis no fue tampoco nada alegre, si se tiene en cuenta que el campeón se divorció cinco veces. Su primer matrimonio fue con Marva Trotter en 1935, de la que se divorció en 1945 y volvió a casarse con ella en 1948, matrimonio que duró meses y que culminó con el divorcio en ese mismo año. Con Marva tuvo dos hijos, Jacqueline y Joseph Louis. Posteriormente se casó con Rosa Morgan en 1955, de la que se divorció en 1957; y finalmente se casó con Martha Malone Jefferson en 1959, con la cual tuvo cuatro hijos adoptados.

De esa triste forma murió el gran campeón, el ídolo de buena parte de la población de su país, sobre todo de hombres y mujeres negros. Louis marcó una época en el boxeo y su grandeza es comparable con la de otros destacados como Mohamed Ali, Joe Frazier, Sugar Robinson, Sugar Leonard, Mano Dura Durán y otros más. Louis era un hombre modesto, solía decir que el no era el mejor campeón, que el mejor había sido Jack Dempsey.

El escritor Paul Gallico comentaba de Louis: «Joe Louis es un animal magnífico…Vive como un animal y lucha como un animal». Cuando le ganó a Primo Carnera comentó: «Louis convirtió un hombre duro y valiente en una piltrafa balbuceante»

Sus restos descansan en el Cementerio Nacional de Arlington, cuyo entierro fue también sufragado por Schmeling.

Louis aparece como el mejor peso completo de la historia del boxeo según La Organización Internacional de Investigaciones en Boxeo (IBRO). La revista “The Ring” lo sitúa como el boxeador número 4 de la lista de los mejores históricamente.

Fuentes consultadas

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Bak, Richard. 1996. Joe Louis: The Great Black Hope. Taylor Publishers, Dallas, 1st edition, 315 p.

D. Cox Monte. Joe Louis, The Brown Bomber…“His Punches Could Paralyze You.” Cox’s Corner Profiles, http://coxscorner.tripod.com/louis.html

De Castro Chelo. 2008. Joe Louis, el verdadero más grande campeón. ElHeraldo.com.co
23 julio 2008. http://www.notifight.com/artman2/publish/DeCastro_16/Joe_Louis_el_verdadero_m_s_grande_campe_n.php

Lotierzo Frank. 2004. Joe Louis: Power, perfection, and complete. http://coxscorner.tripod.com/louis_fl.html

Ray «Sugar» Robinson, un coloso del ring

La miseria degrada, como el racismo ofende la dignidad humana
Valery Giscard D´Estaing, ex presidente de Francia (1974-81)

Por Esteban Romero

Paso a hablarles de un hombre que era todo un maestro arriba del ring, se trata Del gran boxeador Ray «Sugar» Robinson, nacido como Walker Smith Jr. en Ailer, Georgia, el 3 de mayo de 1921, criado en Harlem, Nueva York, y cuyo debut en el boxeo profesional fue el 10 de abril de 1940, en pelea que ganó por KO en el segundo round contra Joe Echevarría en el Madison Square Garden, en la división de los superplumas. Este gran boxeador era un diestro con un jab muy repetido, veloz con ambas manos, tiraba lo mismo el bolo punch que el gancho. Un aficionado escribió sobre Robinson: «Robinson fue un boxeador único, su técnica fue perfecta, ni antes ni después de él existió un boxeador tan completo ni rico técnicamente, tenía una velocidad sorprendente, golpes explosivos en sus 2 puños, podía noquear retrocediendo, Ray podía pelear desde afuera, en media distancia y fajarse, tenía una gran visión de cómo plantear los combates».

Robinson ganó 34 peleas más en lo sucesivo sin la sombra de una derrota hasta que se enfrentó contra Jake LaMotta el 2 de octubre de 1942 en el Madison, pelea que también ganó por decisión unánime en 10 asaltos. La racha triunfadora de Robinson continuó hasta que volvió a tropezar con LaMotta en mayo de 1943 en el Olympia Stadium de Detroit, donde perdió su primer combate por decisión nuevamente en 10 rounds. Vinieron 13 victorias más hasta que en febrero de 1945 nuevamente vino el gran show LaMotta vs Robinson en el Madison, que Robinson ganó sin discusión en 10 asaltos. Siete meses después, otra nueva pelea con LaMotta en el Comiskey Park de Chicago, donde Robinson le demostró a LaMotta que con él no había posibilidad de victoria. Ya en ese momento Robinson había dejado de pelear en los pesos ligeros y era un welter capaz de boxear en los medianos.

Sugar Robinson en sus años de actividad en el ring

Sugar Robinson en sus años de actividad en el ring

Cabe señalar que en 1943, por espacio de 15 meses, Robinson sirvió en el ejército de su país, donde coincidió con el gran Joe Louis, y con el cual escenificó algunos combates de exhibición para las tropas. A Robinson no le fue bien en este servicio, donde sintió de lleno el racismo incluso imperante en este medio militar. Al final se le dio de baja por «deficiente mental». Una de las cosas que más le molestó a Robinson fue que a los soldados negros no se les permitía ver las peleas que Louis y él organizaban como exhibición.

En diciembre de 1946 Robinson se coronó campeón de los welters al vencer a Tommy Bell por decisión en 15 asaltos, en pelea efectuada en el Madison. Pero la carrera de Ray era un constante subir y bajar de peso, hoy peleaba welter, mañana en los medianos o a la inversa.

La primera pelea de Robinson con el cubano Kid Gavilán fue el 23 de octubre de 1948 en el Yankee Stadium, donde el criollo perdió por decisión en 10 rounds. El 11 de julio de 1949, ambos boxeadores se subieron al ring en Filadelfia, Robinson defendía su título. Lo que cuenta la crónica de aquellos tiempos es que la pelea fue muy pareja en los primeros 6 rounds. Gavilán logró cortar la ceja de su adversario, pero ya en el séptimo y en lo sucesivo hasta el round 15 Robinson mayoreó a su rival. La decisión fue polémica, ya que muchos vieron ganar a Gavilán. En julio de 1949 volvieron a enfrentarse en Filadelfia y la victoria volvió a sonreírle por decisión a Robinson en 15 rounds, donde nuevamente expuso su título welter.

En 1950 Robinson peleó en 16 combates, pero solo en uno expuso su corona welter, que fue contra Charley Fusari en octubre de 1950, y que venciera sin problemas en 15 asaltos. Esta fue también la última pelea de Robinson como welter. Cambió por resultarle difícil mantener el peso dentro de esta división. El 5 de junio de 1950, antes de dejar el peso welter, Robinson había peleado como mediano contra Robert Villemain.

Como peleador de los medianos, Robinson tuvo que volverse a ver las caras con su viejo rival, Jake LaMotta, se enfrentaron un día de San Valentino de 1951, ni que estuvieran enamorados, ambos iban a discutir el título de este peso. En el round 13 vino la debacle de LaMotta, noqueado por primera vez en 95 combates. Sobre esta pelea versa parte de la película de Martin Scorsese, «Toro Salvaje» (Raging Bull), donde el papel de LaMotta es interpretado por Robert DeNiro. La realidad fue que Robinson logró controlar completamente la pelea a partir del décimo round y con certeras ráfagas de golpes logró llevar a LaMotta a la lona definitivamente.

Robinson en unas de sus cruentas peleas con Jake LaMotta

Robinson en unas de sus cruentas peleas con Jake LaMotta

Interesante que la segunda pelea de Robinson fue en París contra Kid Marcel, al que derrotó por KO técnico en el quinto round en mayo de 1951. Las victorias de Robinson compitiendo en las 157 o 161 libras no cesaron en ese año hasta que se tropezó con Randy Turpin en octubre de 1951 en Londres, donde fuera vencido en 15 rounds en la discusión del título de los pesos medianos. Tres meses después, pero en el Polo Grounds de Nueva York, el boxeador británico caía por KO en el décimo asalto, con lo cual Robinson recuperaba su corona brevemente perdida en Europa.

Cinco meses después se montó en el ring contra Bobo Olson por segunda vez, la primera vez había sido victoria por KO de Robinson en 1950. Este nuevo combate a 15 rounds era igualmente por el título de los medianos, que logró ganar Robinson por decisión dividida de los jueces y así coronarse como campeón mundial. La próxima víctima fue el ex campeón mundial Rocky Graziano, donde Robinson nuevamente encontró un difícil rival en el italo-americano, al que venció en 15 rounds. Graziano llegó a tirar a Robinson en el tercero, pero el gran boxeador se levantó y logró ganar la pelea. Robinson abandonó esa división y hasta dijo que no pelearía más, pero una cosa es la que se dice y otra la que se hace, ya que en junio de 1952 optó por el título de los semicompletos en pelea contra Joe Maxim en el Yankee Stadium, que Robinson perdió en el 14to asalto por KO, única pelea que perdió por esta vía en su carrera. Según lo que se relata, esta pelea se efectuó en un ambiente sumamente caluroso, era tanto el calor que el árbitro Ruby Goldstein, quien sufrió fatigas, tuvo que ser sustituido por Ray Miller durante la pelea.

Después de esta pelea si hubo una pausa de casi tres años, Robinson se dedicó al espectáculo, bailando y vistiendo ropa de dandy, algo que no le resultó muy rentable, por lo que reapareció boxeando en enero de 1955 enfrentándose a Joe Rindone, al que noqueó en el sexto asalto, en pelea efectuada en Detroit. Dos semanas después peleó contra Ralph Jones en Chicago, quien le venció por decisión en 10 asaltos. Johnny Lombardo fue su siguiente adversario en marzo de 1955 en Cincinnati, al que derrotó por decisión dividida de los jueces en 10 rounds.

Robinson ganó tres peleas ese año hasta que en diciembre se vio las caras nuevamente con uno de sus eternos rivales, Bobo Olson, esta vez en Chicago por el título de los pesos medianos, y Olson esta vez cedió por KO en el mismo segundo asalto. Cinco meses vino la revancha en el Wrigley Field de Los Ángeles, donde Olson le duró un poquito más, cayendo en el cuarto por KO nuevamente. El reinado de Robinson en este peso duró hasta enero de 1957 cuando perdió por decisión dividida de los jueces en pelea de 15 rounds contra Gene Fullmer, efectuada en el Madison Square Garden de Nueva York. Obviamente, la revancha estaba garantizada, se volvieron a ver las caras estos dos boxeadores cuatro meses después en Chicago, esta vez Robinson vino como una cuchilla nueva de afeitar, ya que venció por KO a Fullmer en el quinto round.

Vino Carmen Basilio, su nuevo eterno adversario, un italo-americano, todo un hueso duro de roer en su época. El 23 de setiembre de 1957 se enfrentaron por primera vez, lo que sucedió en el Yankee Stadium, por la discusión del título de los pesos medianos, y en una pelea cruenta verdaderamente, Robinson perdió por decisión dividida de los jueces en 15 asaltos. Los jueces votaron de esta forma: Al Berl 9-6 por Robinson, y Ait Aadi 5-9 y Bill Recht 6-8 por Basilio. La revancha llegó a finales de marzo de 1958 en Chicago, donde una vez más estos dos boxeadores escenificaron una batalla de campana a campana, hasta que los jueces nuevamente no se pusieron de acuerdo, pero le dieron la victoria a Robinson. La votación fue así: Frank Sikora 66-69 a favor de Basilio, y John Bray 71-64 y Franklin Spike McAdams 72-64 por Robinson.

La carrera transcurría entre victorias y algunas esporádicas derrotas, en 1960 fue vencido por Paul Pender en decisión dividida de los jueces en 15 rounds, donde perdió su título. Meses después se montó en el ring contra Gene Fullmer nuevamente, en los Ángeles, por el título de los medianos de la National Boxing Association, pelea que fue tabla, y cuya revancha tuvo lugar en las Vegas, donde Robinson perdió por decisión dividida de los jueces.

El gran Ray tuvo otro contrincante de cuidado, Wilf Greaves, al que derrotó por primera vez en Detroit por decisión, pero en pelea en la que Robinson acarició la lona en el octavo asalto. Dos meses después, en el mismo 1961, Greaves salía derrotado nuevamente, pero esta vez por KO en el octavo round, y Robinson igualmente besaba la lona en el segundo por golpe certero de Greaves. En ese período Denny Moyer también le hizo seria oposición, había perdido la primera pelea en el Madison Square Garden, en 1961, en 10 asaltos, pero luego logró vencer a Robinson por igual receta en pelea de febrero de 1962 en igual escenario.

Ray Sugar Robinson se mantuvo activo hasta 1965, su última pelea fue contra Joey Archer, el 10 de noviembre de 1965 en Pittsburgh, combate a 10 rounds, que Robinson perdió por decisión y fuera llevado a la lona en el cuarto asalto. Hasta ese día llegó a acumular 1403 rounds, con 165 victorias, 108 de ellas por la vía rápida (54% de KO, uno de los primeros de todos los tiempos en el boxeo rentado), 6 tablas, un combate anulado y 19 derrotas, solo una por KO.

Un día después de la pelea contra Archer, Robinson anunció su retiro definitivo. En su autobiografía declaraba que ya al final de ese año él había gastado los 4 millones de dólares que había ganado en el cuadrilátero.

Robinson murió en la extrema pobreza el 12 de abril de 1989 en Culver City, California.

Robinson es considerado como el mejor boxeador de todos los tiempos por boxeadores como Mohamed Ali, Ray Sugar Leonard y el propio Joe Louis. El mismo Ali reconoce que él aprendió mucho del boxeo viendo pelear a Robinson. La AP lo declaró mejor boxeador del siglo XX. La revista «Ring» lo dio como el mejor de todos los tiempos y el mejor de la década de los 50.