«Ammu (2022)», evidencia de violencia de género y epílogo color de rosa

Detrás de cada hombre vivo, hay una mujer. Detrás de
cada mujer maltratada y asesinada, hay un hombre.
Abhijit Naskar (neurocientífico hindú)

Ver cine asiático siempre estimula, por lo que la cinta de referencia fue un gancho para el que suscribe. Las costumbres asiáticas, sean de la India, China u otro país, tienen algo que atrae por curiosidad. De hecho, viajar a estos países es chocar con otra cultura en casi todo.

El director Charukesh Sekar trató de presentar una trama de denuncia sobre eso que se llama violencia de género y hasta cierto punto tuvo éxito, ya que puso en evidencia como un marido se puede dar el gusto de ordenar en casa y si la esposa no hace lo que se le manda, pues los golpes no se hacen esperar. Golpear a una mujer no es cosa solo de la India, es de muchos países del mundo, incluido los occidentales, eso por más que algunos sectores ultraconservadores, quienes, al parecer, viven en épocas antiguas, tratan de minimizar la gravedad del asunto.

Sekar logra, en 2 horas y cuarto de filme, presentar un pedacito de esa triste realidad en un país, cuya brecha de género es de un 64,3%, o sea entre las primeras cuatro naciones a nivel mundial según datosmacro.com del 2023. No obstante, tiene su mérito al presentar el problema en el marco de una pareja de esposa-ama de casa y marido-policía. La bestialidad que se observa a lo largo del filme por parte del “macho” es realmente repugnante, ni la más mínima consideración. Esa actitud del marido es muchas veces soportada por la esposa y cuando busca consejo, todo lo que recibe es un “estate quieta con lo que tienes”. Así que si Ammu, la heroína del filme, un buen día decide a su manera rebelarse, es toda una hazaña de su parte, ya que la sociedad, en la que vive, no es que vea esta rivalidad matrimonial como algo anormal.  

Al final de la peli aparece una solución, un epílogo para uno dormir bien, pero poco creíble por lo apuntado anteriormente en las estadísticas. El director podría haber seguido la trama, pero no llevándola para hacer creer al telespectador que hay justicia, lo cual es falso y difícil de creer. No voy a decir lo que pasó y como transcurrió, pero no es muy asimilable. Hay otras salidas, no serán las mejores, pero son las que haría cualquiera, por ser las que están a la mano. Cuando el entorno es adverso, alejarse de él es una solución.

Con respeto, pero no creo que la justicia obre como se presenta en esta peli. La mayoría de los policías son hombres y su mentalidad es idéntica, con algunas excepciones. Me inclino a pensar que el director quiso suavizar su denuncia con el final que se inventó.

La peli lo recrea a uno en ese mundo hindú, muy interesante para aquellos que no lo conocen. Sus formas de afirmar con la cabeza, la de comer sin cubiertos, los alimentos que ingieren, la de ir al río para meter los pies como una ceremonia y costumbre, y hasta la música o sus cantos. Todo bien en ese marco, así como la fotografía.

La simpática Aishwarya Lekshmi es quien interpreta el papel de Ammu, sobresaliente su actuación, mientras que Naveen Chandra es el marido-policía, muy convincente también en su interpretación. El sureño Bobby Simha se lleva también parte de los aplausos al hacer el papel de delincuente, pero cariñoso como hermano y amigo. Del resto, a mi entender, la dama-policía interpretada por Satya Krishnan me agradó su modesto desenvolvimiento.  

Esta peli está disponible en la plataforma de Prime video.

Fuentes: IMDB.com y https://datosmacro.expansion.com/demografia/indice-brecha-genero-global/india

Esteban Hernández
12 marzo 2024

“El telón de acero (1948)”, y las legaciones de la URSS

No estamos interesados en el bienestar de otros,
nos interesa sólo el poder, el poder puro.”
George Orwell en su libro “1984”

Cuando uno empieza a ver este filme, piensa que es más de lo mismo, con escenas ficticias o alejadas de la realidad, las que sólo buscan desprestigiar al enemigo, en este caso la URSS. Crasa equivocación, nada de eso, mucha sustancia y evidencia de lo que ocurría en las embajadas/consulados de la URSS y de todos sus países satélites.

Este es un filme más de la pareja de actriz/actor de Gene Tierney y Dana Andrews, los que actuaron juntos en cinco películas, una famosa, “Laura (1944)” del director Otto Preminger. Otra no menos famosa fue el suspense “Al borde del peligro (1950)”, donde volvió la combinación de Tierney-Andrews, igualmente dirigida por Preminger.

La película de referencia es dirigida por el experimentado William A. Wellman y su rodaje fue todo en territorio canadiense, sobre todo Ottawa. La trama está basada en hechos reales relatados por el afectado, el agente Igor Gusenko, quien a su vez fue guionista de la película.

No es secreto que la dirigencia de la URSS estaba desquiciada después del bombardeo atómico de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón en 1945. Para el ejecutivo del Kremlin no había tarea más importante y de urgencia que lograr producir una bomba similar en territorio soviético, pero para eso hacía falta conocimientos técnicos, algunos ya disponibles, otros secretos en manos de los EE. UU.

Quienes hayan visto la película “Oppenheimeir (2023)” podrán entender de qué estoy hablando. “El telón de acero” revela el empeño de los diplomáticos-agentes soviéticos, en su embajada en Canadá, en el reclutamiento de personal útil, sea político o militar, útiles como canal de búsqueda y hallazgo de la información requerida.

El telespectador también puede darse cuenta de cómo es la vida de una familia soviética en ese ambiente canadiense y las limitaciones mentales o prejuicios con los que vienen a ejercer sus funciones. Nada de relaciones o amistad con extraños, hablar lo indispensable con los vecinos y nada que tenga que ver con el trabajo habitual en la embajada. Eso era, por un lado, por el otro, el hermetismo de la información que se manejaba en la embajada, algo que debemos ver como obvio, ya que ningún detalle secreto puede dejarse al descubierto, mucho menos los vínculos que el personal superior de la embajada poseía hasta con parlamentarios canadienses.

La vida de Gusenko y su esposa, recién parida con un hijo, no era color de rosa, todo mutismo en grado superlativo. Ellos veían con la normalidad que vivían las familias en Canadá, las que no estaban para hacerle daño a nadie, mientras ellos si era el caso, si tenían que dañar lo que fuera, ya que el fin justifica los medios. Pero tanto le dieron al jarro, que Gusenko y esposa decidieron tomar otro rumbo y no precisamente el soviético.

Esta es una peli vieja, en blanco y negro, así y todo, buena para ver, pues lo importante no es tanto la forma, sino su contenido y mensaje, sus verdades, las que descubren una vez más como eran los aparatos de seguridad estalinistas y sus formas.  

Esteban Hernández
11 marzo 2024

“Una casa en el corazón (2015)”, y el derecho a la vivienda

La falta de hogar es una de las violaciones más graves
del derecho a una vivienda adecuada, ha aumentado
considerablemente en muchos países económicamente adelantados.”
ACNUDH sobre el derecho a la vivienda

El derecho a una vivienda adecuada es parte del derecho a un nivel de vida adecuado consagrado en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y en el artículo 11.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966. Legislado está este derecho en los países democráticos del mundo, otros muchos con apariencias democráticas y las dictaduras, pero del dicho al hecho van un buen trecho. ¿Cuántos lo cumplen?

Leyendo un poco al respecto, veo que se calcula que más de mil 800 millones de personas viven en asentamientos informales o en bajareques, como le llamamos en Cuba. Supuestas viviendas que carecen de agua potable, higiene y electricidad, y que con un vientecito o aguacero se destruyen. Este problema lejos de resolverse, se agrava cada vez más.

No hay que ir a algún país pobre de África para ver este problema, el que suscribe lo ha visto hasta en Nueva York y en Los Ángeles, los llamados homeless, algunos viviendo en pleno invierno debajo de un puente y tapándose con papel, cartón o paja.

La película de referencia, de producción italiana, nos muestra este problema en la propia capital, en Roma, y como la gente se las arregla para ir resolviendo una situación complicada. La trama gira desde un ángulo de corrupción familiar hasta caer en una de sus consecuencias más grave, el desalojo de hija y madre por falta de pago de hipoteca bancaria.

Inimaginable adonde fueron a parar esas dos criaturas. El río Tevere atraviesa la ciudad de Roma y hasta inicios de la década de los años 60 el agua no estaba contaminada como ahora, incluso muchos romanos se bañaban en el río, algo que ahora nadie se atreve a hacer. El río es parte del paisaje de esa bella y antigua ciudad, la que personalmente adoro, pero si uno echa un ojo al color del agua, la verá turbia en extremo y, si la huele, hasta pestilente en algunos lugares. Así y todo, en ese ambiente no faltan las nutrias, animal que muchos confunden con las ratas.  

Para no decir más, la pareja de hija y madre paró a vivir hasta un lar de este tipo. El municipio en Roma suele dar viviendas a muchos de estos desgraciados, pero no alcanza para todos. No obstante, sí se preocupa por la suerte de los menores de edad, por lo que padres que no puedan garantizar el estándar requerido al niño, la ley se toma el derecho de recoger al menor y llevarlo a un lugar de acogida, algo muy difícil para una madre o padre que realmente amen a su hijo o hija.

Está demás decir que la peli resulta muy interesante, primero por ver lugares de Roma donde se hicieron tomas de escenas, y por otro, poder oír el dialecto romanesco, que resulta familiar y simpático.

El filme es dirigido por Andres Porporati y cuenta con el protagonismo de Cristiana Capotondi, la madre de la familia; Aurora Giovinazzo, la niña; el convincente encargado del hospedaje mal situado, Giorgio Colangeli; y el muy cooperativo Francesco interpretado por Simone Montedoro. La peli está disponible en la plataforma de Netflix y para aquellos que gusten ver Roma, les agradará, aunque les advierto que no una peli color de rosa.

Fuentes consultadas

IMDB.com

ONU. 2024. El derecho humano a una vivienda adecuada. Naciones Unidas, oficinal del Alto Comisionado. https://www.ohchr.org/es/special-procedures/sr-housing/human-right-adequate-housing

Esteban Hernández
5 marzo 2024

Enero-Febrero 2024 se llevó a dos destacados del cine

No soy más que un narrador”.
Norman Jewison

Un ojo estaba puesto en el fútbol y el otro en Hollywood.”
Carl Weathers

Enero y el mismo 1 febrero se llevaron a un director reconocido internacionalmente y a un actor que, aunque menos conocido, no dejó de ser brillante en cada de sus interpretaciones.

El primero fue Norman Jewison (Norman Frederick Jewison), del que me hacía idea, por su nombre, por supuesto, que era judío, pero nada de eso, canadiense nacido en Toronto el 21 de julio de 1926, quien dirigió filmes con buena acogida del público y la crítica, quien se ha destacado en la dirección de variados filmes, como musicales, seriales para la TV, dramas, comedias y suspenses. Su carrera se inició al terminar sus estudios en la Universidad de Toronto para acto seguido marcharse a Londres y allí trabajar como guionista de la BBC. Regresó a su país, donde hizo alguna que otra cosita para la TV y la CBC en el período de 1952 a 1958. Su primer largometraje para la gran pantalla fue la comedia “Soltero en apuros (1963)” con Tony Curtis, al que le siguieron otras comedias “Su pequeña aventura (1963)” con Doris Day y James Garner; “No me mandes flores (1964)” con Doris Day y Rock Hudson, hasta llegar al famoso drama “El rey del juego (1965)” con Steve McQueen y Edward G. Robinson, filme que trata sobre el reto de un joven experto con un viejo maestro del póker. Este drama se puede ver una y otra vez, ya que Robinson hizo alarde de su maestría como actor y jugador flemático, mientras Steve McQueen era el engreído, el que nunca pierde, pero la vida te da sorpresa. Luego vino la comedia “¡Que vienen los rusos! ¡Que vienen los rusos! (1966)” con Carl Reiner y Eva Marie Saint, la que según los que la han visto, es un filme lleno de histeria y paranoia alrededor de la posibilidad de guerra con los rusos. Dos dramas-filmes de crimen “En el calor de la noche (1967)” con Sidney Portier y Rod Steiger, donde el problema racial en sur de EE. UU. es abordado. La justicia no es igual para los negros, basta ser oscuro para cargar con todas las culpas de lo realmente no cometido, pero la trama incluye un agente del FBI negro (Sidney Poitier), donde las cosas se le complican al sheriff del lugar (Rod Steiger). No menos interesante result “El caso Thomas Crown (1968)” con McQueen nuevamente y Faye Dunaway, con trama sobre la vida de un famoso ladrón de banco y ricachón. Mucho se ha hablado sobre el musical “Jesucristo Superstar (1973)”, pero no comento, pues no lo vi, todo lo contrario. Después realizó varios filmes, en total dirigió 44 cintas, pero hay otra que, si vale la pena comentar, la comedia-drama “Hechizo de Luna (1987)” con protagonismo de Cher como tenedora de libro italo-americana y sus amores con el entonces joven Nicolas Cage, el que en la peli es el hermano del novio de Loretta (Cher), atrevido argumento, pero cierto que puede suceder.

Jewison fue nominado para premios OSCAR, BAFTA, Globos y Osos de oro como mejor director por varias de estas pelis mencionadas. Recibió el premio Irving G. Thalberg Memorial en 1999 en honor a su carrera. Este gran director falleció en Malibú, California el 20 enero de 2024.

El actor fallecido es Carl Weathers, nacido en Nuevo Orleans, Luisiana el 14 de enero de 1948 en el seno de una familia afro-estadounidense. Weathers se encaminó y logró estudiar, consiguió beca gracias a su fortaleza y habilidades físicas, lo que le permitió convertirse en un jugador de fútbol americano como integrante de los Oakland Raiders. Sin embargo, él supo prever que como deportista duraría solo unos años, por lo que en sus momentos libres decidió aprender interpretación en Los Angeles. Según él mismo confesara, su interés por la interpretación le llegó desde que vio actuar a Sidney Poitier en pantalla. Su debut en el cine fue en el filme de crimen “Harry el fuerte (1973)” protagonizado por Clint Eastwood en el papel del detective Harry Callahan. Posteriormente actuando en seriales televisivos, casi todos de acción, hasta que en 1976 tuvo importante rol secundario como el boxeador Apollo Creed en la saga de Rocky, protagonizado por Sylvester Stallone. Ese papel lo volvió a interpretar en 1979 y 1982, por el cual logró fama. Siguió actuando en seriales a lo largo de su carrera como actor. En 1987 tuvo un papel en el filme “Depredador” protagonizado por Arnold Schwarzenegger. No obstante, hay un filme para la TV que fue de mi agrado, se trata del remake de “Fuga en cadena”, así llamado en países latinoamericanos o “Fugitivos”. La primera versión fue dirigida por Stanley Kramer en 1958, todo un peliculón con actuaciones sobresalientes de Sidney Poitier, el negro encadenado con el blanco, Tony Curtis. Weathers protagonizó “Fugitivos (1986)” con Robert Urich, y se puede decir que logró interpretar cabalmente el papel del fugitivo negro Cullen Monroe. Personalmente le recuerdo más por esta peli y sus actuaciones como Apollo Creed. Al menos los papeles que se le daban, los encarnaba debidamente.

Como actor de seriales y filmes televisivos, Weathers obtuvo varias nominaciones para premios Emmy. Un detalle importante era su voz, muy apropiada para el cine. Carl murió el 1 de febrero de 2024 en Venecia, California, Estados Unidos, su fallecimiento fue muy lamentado por su amigo y actor Sylvester Stallone.

Fuentes consultadas- IMDB.com y Google

Esteban Hernández
11 febrero 2024

Hiroshima, más allá de las cenizas (1990)

Hay dos problemas para la supervivencia de nuestra
especie: la guerra nuclear y la catástrofe ambiental,
y estamos sufriendo por ellos a sabiendas.”
Noam Chomsky (filósofo y politólogo de EE. UU.)

Se trata de un filme de la TV dirigido por el estadounidense Peter Werner, cuya trama no es difícil de imaginar, pero que no viene mal una y otra vez recordar, más en este mundo que se va pareciendo más a la época de las Cruzadas, con la diferencia que antes el asunto era con arcos y flechas, y ahora es con armamento cada vez más sofisticado y letal.

Las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki fueron un acto realmente brutal, como así lo muestra la película, cuyo mérito es mostrar el destrozo inmediato de edificaciones, las nubes que oscurecieron toda la ciudad, en este caso Hiroshima, el fuego que prendió por doquier, población infantil, femenina y de tercera edad aterrorizados por las quemaduras, las lesiones corporales, el infierno sobre la tierra.

La peli introduce un detalle y es que los soldados norteamericanos presos sufrieron de igual forma lo que el resto de la población local. Los soldados japoneses, con razón, no querían que ellos muriesen, deseaban que vivieran y sufrieran como todos los demás, sobrevivieran para que contaran en su tierra el daño inmenso que su gobierno había causado.

Puede que alguien diga que el ataque a Pearl Harbor fue también desproporcionado por la parte nipona, lo que causó muertes de población y ejército norteamericano en el lugar, pero como dije sobre las Cruzadas, esta vez se estaba utilizando un arma más potente y capaz de ocasionar secuelas nada comparables con las utilizadas por los japoneses en Pearl Harbor.

Verla es aconsejable y meditar al respecto también, más ahora que hay unos cuantos políticos belicistas, los que, en su ansia de expansión territorial, son capaces de utilizar tales armas y provocar una guerra, donde esta vez no habrá vencedores.

Todo el reparto de la peli actuó estupendamente, donde el protagonista era el actor sueco Max Von Sydow. Entre otros actores estaba Pat Morita, el estadounidense de origen nipón, famoso por sus actuaciones en los filmes de Karate Kid.

El filme recibió nominación para premio de parte del sindicato de directores (DGA) en EE. UU., lástima que no se haya llevado el premio.

Si la desea ver, pues sintonice YouTube y la podrá ver gratuitamente.

Esteban Hernández
5 febrero 2024  

“Audrey Hepburn, ícono del cine y defensora de la infancia”, libro ameno y documentado

Nací con una enorme necesidad de cariño,
y una terrible necesidad de darlo.”
Audrey Hepburn

La obra de referencia es de la cineasta y escritora española Marta Parreño, la que logró, en algo menos de 200 páginas, presentar un interesante esbozo de la vida y obra de la actriz Audrey Hepburn.

Independientemente de lo que conocía sobre la filmografía de esta actriz, no dejo de reconocer el valor del libro por detalles sobre cómo fue la ocupación nazi en los Países Bajos, la crueldad de esta y los horrores por los que tuvo que pasar la niña-adolescente Audrey hasta la liberación del país por las tropas aliadas.

Tampoco sabía de sus tantos romances una vez llegada al teatro-cine y de la cantidad de admiradores que ella tenía en el sexo opuesto. Es cierto que su rostro y mirada eran atractivos, pero su cuerpo no es que fuera parecido al de actrices como Marilyn Monroe o Jane Russell, por solo citar dos ejemplos de damas con figuras seductoras de la época.

Otro detalle es el deseo de tener hijos y de haber abortado varias veces en ese empeño debido a una salud nada buena, probablemente producto de lo sufrido durante la guerra. A eso se une haber abandonado relaciones muy íntimas cercanas a un matrimonio a causa de infertilidad masculina o vasectomía del amante anterior a sus encuentros.

La autora del libro relata con exactitud la cronología de los filmes protagonizados por Audrey, así como su trabajo como embajadora de honor de la UNICEF, trabajo por el que devengaba un dólar simbólico anualmente a manera de salario.

Audrey fue madre de dos hijos, a los que puso por delante de su carrera. Pudo conocer en persona la miseria y el hambre que azota a la población infantil en los países africanos cuando protagonizó “Historia de una monja (1959)” de Fred Zinnemann, peli rodada en el Congo. Ella había conocido el hambre durante la ocupación nazi, por lo que al ver a los niños como viven África se solidarizó con ellos. Por ese amor a la niñez fue que voluntariamente trabajó para la UNICEF en favor de una causa justa.

Así que les invito a leer este valioso libro y si quieren más sobre Audrey, pues les invito a entrar en el blog y abrir el artículo sobre esta actriz (Audrey Hepburn, 2017, https://deportescineyotros.com/2017/10/04/audrey-hepburn/

El libro es publicado por RBA coleccionables, S.A.U. 2019. Para más detalles pueden acceder a rbalibros.com.

Esteban Hernández
30 enero 2024

“La sociedad de la nieve (2023)”, un recuerdo de una tragedia en los Andes

El mundo cambia con tu ejemplo
Paulo Coelho

Este vino a ser la segunda peli que veo sobre este accidente aéreo ocurrido en los Andes el 13 de octubre de 1972. Se trataba de un vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya, el que había salido de Montevideo con rumbo a Santiago de Chile y por errores de cálculo, el avión se estrelló en una parte de la Cordillera, toda nevada y con un frío que me imagino, pero nada deseable. Eran 40 pasajeros incluido 19 integrantes del equipo de rugby nacional uruguayo.

Por fortuna, muchos de sus pasajeros lograron sobrevivir y fue ahí donde comenzaron a verse en esa área inhóspita, sin alimentos y sin los abrigos necesarios. Todos a merced de los caprichos de la naturaleza, un día soleado, otros de viento y hasta aludes. ¿Y que se come?

Realmente era para volverse loco, temperaturas de 20 grados bajo cero para el que suscribe son insoportables, pero ahí hace mucho más y con viento. Por suerte, la peli muestra el aspecto de la solidaridad humana, como todos tratan de ayudar para poder resistir en espera de un rescate.

Vuelvo al asunto del alimento, tenemos normas establecidas respecto a la antropofagia, pero a esa hora las reglas sin más remedio había que violarlas, si no comes con ese terrible ambiente, no sobrevives. El asunto ético no puede aquí prevalecer por encima de una necesidad de los sobrevivientes. ¿Qué era mejor ayunar y morir o ingerir la carne humana existente y seguir viviendo? Lo digo por algunos comentarios despectivos que en una ocasión pude oír de un grupo de sudamericanos en reunión en Bogotá. Criticar es fácil, hay que estar en ese medio para después hablar.

A la peli, me pareció muy descriptiva y con muestras de sentimientos de los sobrevivientes. Como ellos se organizaron para resistir, como un pequeño grupo emprendió la difícil tarea de tratar de llegar al valle más cercano. Uno en ese caso se siente parte de la desgracia y solo piensa en una solución, por difícil que sea.

No les cuento más, caso contrario caería en los inevitables spoilers. Tampoco entraré en comparaciones con un filme anterior sobre este hecho. Realmente no recuerdo cuál era su título. Hay dos “Supervivientes de los Andes (1976)” y “Viven (1993)”, me inclino a pensar que fue esta última. Ambas pelis, esta y la anterior me gustaron, aunque con algunas diferencias.

El reparto completo me lució muy bien en sus roles, quizás sobresale el actor uruguayo Enzo Vogrincic en el papel de Numa. No obstante, el resto, como ya dije, estuvo a la altura requerida. La dirección del filme estuvo a cargo del catalán J.A. Bayona, quien también formó parte del equipo de guion.

La fotografía y las vistas tomadas fueron impresionantes, cuyo rodaje tuvo lugar en Sierra Nevada, parte de las Cordilleras Béticas en Andalucía, España. Si desean ver el filme, Netflix lo tiene entre sus pelis de estreno, algo que me parece vale la pena.

Esteban Hernández
23 enero 2024

“El grito de las mariposas (2023)”, serial de valor histórico

Alas nacer vi en los hombros
de las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros
Volando las mariposas
José Martí

Son 13 capítulos que bien valen la pena ver, una clara evidencia del totalitarismo criminal trujillista en la República Dominicana y la suerte de aquellas magníficas patriotas, las hermanas Mirabal.

Uso la palabra totalitarismo, pues decir dictadura es poco. El totalitarismo es una dictadura que lo abarca todo, donde quien gobierna tiene más poder que un rey en una monarquía absoluta medieval. Trujillo lo tenía todo, el comercio y las grandes compañías y negocios obligados estaban a pagarle una “vacuna” mensual o anual; las fuerzas represivas, con dos cuerpos de inteligencia, eran de su propiedad y mando; los supuestos partidos de oposición eran una forma de representar su falsa democracia representativa, los que obedecían la orden del generalísimo al pie de la letra y se puede apreciar en el serial. Trujillo, como otros mandamases como él, creían que todas las mujeres eran de su propiedad y podía llevarlas a la cama cuando se le antojara, fue por eso que además de apodarlo como Chapitas, por las tantas medallas que siempre exhibía en su uniforme, se le llamaba más como el chivo, todo un depredador sexual.

Este ogro fue un post producto de la ocupación de EE. UU. en República Dominicana, la que tuvo lugar de 1916 a 1924. El país caribeño tenía una enorme deuda que no pagaba y el vecino del Norte se tomó la atribución de ocupar ese territorio. Trujillo se formó en la Guardia Nacional creada en 1918, la que fue sustituida por la Brigada Nacional en 1927. Tres años después lo nombraron jefe del Estado Mayor, vinieron rebeliones, cambios de gobierno y Trujillo sobreviviendo los terremotos, algunos causados por su propia ambición, así que entre coles y lechugas, llegó a ser presidente en 1930, de ahí en lo adelante dueño y señor de su país, además de hacer temblar a los vecinos de Haití cuando en 1937 mandó a asesinar a toda la población haitiana en tierra dominicana a lo largo de la frontera de ambos países, la que llamaron la masacre del perejil. Los haitianos hablan francés y la Jota española no es parte, como igual sucede en italiano, del abecedario, por lo que los esbirros trujillistas obligaban a los haitianos decir “perejil” y si no lo decían bien, como era de esperar, eran asesinados en el lugar.   

Estos antecedentes son importantes para ir entendiendo mejor el contenido del serial, donde se evidencia la crueldad y bajeza del sátrapa y sus secuaces, donde sobresalía su hermano Petan. Todo se manejaba y estaba bajo control directo por Trujillo mediante sus cuerpos represivos.

La historia real de las hermanas Mirabal es presentada a lo largo de este serial, las que se les llegó a llamar las mariposas. Eran cuatro, tres de ellas, Minerva, Patria y María Teresa, tuvieron un triste final al igual que su padre, todo por la arrogancia y soberbia del chivo. La cuarta hermana, Dedé, se dedicó a rememorar buena parte de la vida de sus hermanas, donde Minerva tuvo un protagonismo importante por sus ideas en pro de la liberación de los dominicanos de esa salvaje dictadura.

La historia está muy bien recogida en esta serie, coproducción hispano-argentina, cuyo autor es Juan Pablo Buscarini, mientras que los protagonistas son la bella dominicana Sandy Hernández en el papel de Minerva, la vasca Susana Abaitua como la española Aranxa, los cubanos Luis Alberto García como Trujillo, Héctor Noas como Petan, Mercedes Sampietro como Aranxa en la tercera edad, Guillermo Toledo como padre de Aranxa y Belén Rueda como la escritora de la historia de las hermanas Mirabal.  Noas supo hablar como un verdadero dominicano, algo que me llamó la atención. Es cierto que los cubanos orientales tienen mucha similitud con los dominicanos en la forma de hablar, pero lo de Noas fue esmerado y a la dominicana.

Luis Alberto García, un poco más oscuro de piel que el verdadero Trujillo, supo interpretar el papel de ese individuo arrogante, prepotente, cruel, dueño y señor de todo lo que le rodeaba. Un aplauso para Sandy como Minerva y Aranxa de Susana Abaitua.

El rodaje tuvo lugar durante 17 semanas en Colombia, concretamente en Bogotá, Santa Marta y Barranquilla. El serial se puede ver gratuitamente en YouTube, así que, si les interesa, pueden bien verlo. Creo que el tiempo que inviertan vale la pena para conocer parte de la historia oscura de la República Dominicana en el curso de parte del siglo XX. También uno puede ver y comparar lo que allí existió con las actualmente existentes en la región, donde algunas dictaduras oprimen a sus pueblos burdamente.

  • Información consultada en Wikipedia.org y IMDB.com

Esteban Hernández
14 enero de 2024

“Brigada de mujeres (1957)”, una bagatela fílmica e histórica

Si debemos morir, lo haremos defendiendo nuestros derechos.”
Tatanka Iyotanka o Toro Sentado (1831-1890, jefe tribal Sioux)

Criticar lo malo es positivo, más aún cuando es sencillamente tergiversador, discriminatorio y hasta inhumano. No es primera vez que lo hago cuando me refiero a Oestes con masacres de indios en pantalla, valiente entretenimiento, ver cómo unos matan a otros. Una vez dije: “matan y nadie sabe el motivo”. Los indios son los “malos” y los rubios son los “buenos impecables”.

El experimentado director George Marshall fue el arquitecto de esta chapuza de película, en el que, al menos a mí, me queda claro una cosa, la práctica del apartheid no comenzó en Sudáfrica, ya eso era habitual en el territorio de Norteamérica con los indígenas desde el siglo XIX, los que eran llevados a una reserva y de ahí no podían salirse, de lo contrario estarían infringiendo la ley. La peli muestra una supuesta infracción de una tribu, lo que le valió que las tropas de los yanquis, los del norte, entonces en guerra de secesión con los confederados, arrasaran toda una aldea de indios sin ninguna misericordia como lección para que no se salieran de sus límites.

Como era de esperar, los indios se rebelaron, en este caso los comanches. En una vuelta nada razonable o no muy lógica aparece la figura del héroe de la peli interpretado por el casi eterno vaquero fílmico Audie Murphy, tejano en la peli, pero miembro del ejército del norte, el que prevé el ataque de los indios en áreas del sur pobladas solo por mujeres, ya que los hombres confederados estaban en el frente de batalla.

Toda la trama va orientada a dos cosas, hacer aparecer a los indios como criminales, los que son eliminados y combatidos por un grupo de mujeres adiestradas por el oficial “desertor” del ejército norteño. Ellas mataban indios, pero salían en escena más y más, era como si se reprodujeran como los microbios. Tiros, flechas, mujeres heridas o caídas en combate, todo sazonado para que al espectador le entren deseos de tomar un arma y se sume a la matanza de más comanches.

Si el director quería hacer un filme interesante, muy sabio habría sido poner a una parte de las tropas del norte del lado de los indios y castigar a aquellos que masacraron su población en reserva, un claro sinónimo de campo de aislamiento.

Cuando uno ve este tipo de peli, lo observa como si estuviera observando el comportamiento de un animal salvaje en la selva, es como una curiosidad, la que al final da pena, ya que, en lugar de ilustrar la vida de estos indios y sus costumbres, terminan presentándoles como salvajes, incluso agraciados por la civilización que el hombre blanco les trajo a sus tierras.  Siempre felicitaré a actores como Marlon Brando y Paul Newman, los que se opusieron a este tipo de películas abiertamente y defendieron la causa de los verdaderos norteamericanos. Por suerte, las cosas comenzaron a cambiar en las últimas dos décadas del siglo pasado y ya Hollywood no produce cintas aptas para generar incultura e ignorancia sobre los indígenas norteamericanos.

Esteban Hernández
12 diciembre de 2023

Barbara Stanwyck, una actriz original

El egotismo es un caso equivocado de nulidad.”
Barbara Stanwyck

Con la aparición del cine sonoro a finales de la década de los años 20 del siglo XX comenzaron a aparecer un buen número de actrices y actores de indudable calidad, al extremo que entre ellos se estableció una especie de competencia para protagonizar determinadas cintas, las que no dejaban lugar a duda de su éxito en taquilla.

En la parte de las actrices hubo un grupo notable, donde aparecían las legendarias Bette Davis y Joan Crawford, las importadas Hedy Lamarr y Marlene Dietrich, más otras no menos exitosas en pantalla como lo fueron Loretta Young, Joan Fontaine, su hermana Olivia de Havilland, la muy convincente Gene Tierney, y otras, entre ellas Barbara Stanwyck, a la cual va dedicado este escrito.

¿Qué le veía a Bárbara en pantalla? Mucha versatilidad, si el papel era de coqueta, amorosa o hasta infiel, sus interpretaciones no dejaban duda alguna de su capacidad histriónica. También gustaba encarnar a mujeres corajudas, capaces de enfrentar cualquier dificultad, así fuera incluso con el uso de las armas. Los papeles de víctima no fueron excepción. No es que todas las pelis protagonizadas por Barbara hayan sido de mucha aceptación, pero las de menor calidad sacaban alguna ventaja con su presencia en la pantalla.  

Su nombre real era Ruby Catherine Stevens, nacida el 16 de julio de 1907 en Brooklyn en el seno de una familia judía, aunque no sé si su padre era judío, ya que esta condición se hereda cuando la madre lo es. Sea como sea, ella quedó huérfana en su niñez cuando su madre falleció, mientras que su padre la llevó a un orfanato y se olvidó de su existencia. Al llegar al límite entre la adolescencia y la juventud comenzó a trabajar, llegó a modelar, cantar en coro y luego a bailar en centros nocturnos hasta que la descubrieron y la contrataron para actuar en pelis musicales, aunque su debut fue en un filme mudo, “Broadway Nights (1927)”, de Joseph C. Boyle. Dos años después debutó en el cine sonoro en una peli de suspense-intriga, “La puerta cerrada (1929)” de George Fitzmaurice. El director Frank Capra le vio condiciones y le dio el papel protagónico del drama-romance “Mujeres ligeras (1930)”, donde causó muy buena impresión en el círculo de los expertos del séptimo arte, algo que percibió Capra, quien no dudó en incluirla en una seguidilla de pelis, entre las que se encuentran “La mujer milagro (1931)”, donde aparece como una mujer desviada y luego vuelta a encarrilar; el bélico/romántico “La amargura del general Yen (1933)”, en el cual Barbara se enamora de un oficial chino que logra raptarla; el romántico “Amor prohibido (1933)”, cuya trama versa sobre el amor que surge en barco de viaje a la Habana. En esta peli Barbara estuvo junto a actores reconocidos entonces como Adolphe Menjou y Ralph Bellamy. Con Capra de director, logró su primer filme junto a Gary Cooper, “Juan Nadie (1941)”, todo un drama social muy bien montado. Esa pareja de actriz/actor gustó al director Howard Hawks para incluirlos como protagonistas de la comedia romántica “Bola de fuego (1941)”, todo un éxito. Un par de años antes, Barbara protagonizó el drama “Sueño dorado (1939)” de Rouben Mamoulian, en el cual se incluyó al joven William Holden como co-protagonista. Lo cierto es que había un número de actores optando por ese papel, pero Barbara se plantó y exigió que fuera el apuesto Holden su compañero en este filme, algo que el actor jamás olvidó y siempre agradeció.

Cuando Barbara se inició en el cine se vio obligada a superar su marcado acento brookliniano en sus actuaciones. Logró su objetivo con empeño y ya a finales de la década de los 30 e inicios de los 40 era apodada como Missy o, The Queen (La reina). En cuanto a su vida sentimental, en 1928 se casó con Frank Fay, un matrimonio lleno de conflictos, cuyas causas reales desconozco, pero que se tradujeron en alcoholismo y violencia doméstica de Fay con Barbara, la que en muchas ocasiones se vio en la necesidad de buscar protección en la casa de su amiga de siempre, la actriz Joan Crawford. De la unión con Fay tuvieron un hijo adoptado en 1932, Dion Anthony «Tony» Fay, al que su padre ebrio lo lanzó a la piscina para ahogarlo en una ocasión. Divorciados 7 años después de iniciado el matrimonio, vino entonces el asunto de la custodia legal, la que pasó a manos de Barbara, la que lamentablemente envió a su hijo a un orfanato, tal y como había hecho su padre con ella. Tony, de joven, tuvo una vida bastante descarrilada y estuvo preso. La actriz vivía desentendida de la vida de su hijo adoptivo. En una ocasión le preguntaron por qué él no le pedía ayuda a su madre, y él les respondió que no se hablaban. Sin otro comentario, ya pueden imaginar lo que pienso al respecto, por lo que seguiré hablando de su vida artística.

Es importante destacar su relación artística y sentimental con el actor Robert Taylor, con el que actuó en varias películas a partir de 1936 como fueron en el drama «La esposa de su hermano (1936)” de W.S. Van Dyke, en la que Barbara interpreta el papel de una dama enamorada de un epidemiólogo (Robert Taylor), el cual se marcha al trópico por razones de trabajo y la dama entonces entra en relaciones con el hermano del epidemiólogo (John Eldredge), con el cual se casa. Probablemente esta haya sido la primera peli en la que Barbara interpreta el papel de mujer perversa. Un año después volvieron a actuar en el drama-filme de crimen “La contraseña (1937)” de William A. Seiter, en el que Taylor es un oficial que se las arregla para descubrir a grupos relacionados con robos de bancos.  Estas actuaciones sentaron las bases para que la pareja contrajera matrimonio en 1939. Robert Taylor entonces era cuatro años más joven que Barbara. Esta relación duró hasta inicios de 1952. No obstante, volvieron a verse juntos en el filme de terror “Amor entre sombras (1964)” de William Castle. Un detalle de esta pareja a resaltar fue que visitaron juntos la Habana a mediados de 1941.

Entre sus destacadas actuaciones de finales de los 30, Barbara estuvo en el drama “Stella Dallas (1937)” de King Vidor, en la que interpreta el papel de una madre volcada en el futuro y bienestar de su hija. La comedia “Las tres noches de Eva (1939)” de Preston Sturges con Henry Fonda fue uno de sus mejores filmes al final de la década de los 30, peli divertida y llena de escenas inesperadas, donde Barbara aparece como pícara y perversa a la vez, pero igualmente romántica y enamorada. Con mucho éxito estuvo también el Oeste “Unión Pacífico (1939)” de Cecil B. DeMille con Joel McCrea, el cual versa sobre el comienzo de la construcción de la primera línea de ferrocarril en 1862 entre las costas atlántica y pacífica en EE. UU., y la rivalidad entre dos compañías constructoras. Esta peli fue la segunda que ella protagonizaba junto a McCrea, anteriormente habían actuado en el drama “La dama de la suerte (1934)” de Archie Mayo. En 1942 volvieron a encontrarse en otro Oeste, “Una gran señora (1942)” de William A. Wellman.

En plena década de los 40, Barbara tuvo actuaciones notables con Fred MacMurray, como fueron el drama-comedia “Recuerdo de una noche (1940)” de Mitchel Leitsen, todo un enredo de una joven acusada de robo de joyas perseguida por un fiscal (MacMurray), quien se enamora de la chica. Le siguió el filme de cine negro “Perdición (1944)” de Billy Wilder, donde la perfidia encubierta alcanza su máximo. En la peli, toda una joya del cine de todos los tiempos actuó también el experimentado Edward G. Robinson en calidad de investigador.

En esa misma dirección se movió otro filme de cine negro, “El extraño amor de Martha Ivers (1946)” de Lewis Milestone, con co-protagonismo de Van Heflin, peli en la que debutó Kirk Douglas en el cine. Todo un triángulo amoroso y al final corrupto. Otra peli notable, tan buena que se puede ver varias veces.

Con Edward G. Robinson había actuado también en el drama “Al margen de la vida (1943)” de Julien Duvivier, peli que cuenta tres historias con tramas distintas. Otro filme de cine negro contó con su participación junto al extraordinario Humphrey Bogart en “Las dos Señoras Carroll (1947)” de Peter Godfrey, peli que lleva su buena dosis de suspense. Luego llegó el filme de horror “Voces de muerte (1948)” de Anatole Litvak con Burt Lancaster, cinta que lo mantiene a uno casi todo el tiempo en tensión y que debe haber costado poco por el limitado reparto y escenarios vistos. Con Clark Gable actuó en el drama “Indianápolis (1950)” de Clarence Brown, donde Barbara interpreta el papel de periodista y tiene que lidiar con un corredor de coches sumamente arrogante y dominante (Gable). Con Robert Ryan se le vio en el drama “Encuentro en la noche (1952)” de Fritz Lang con Paul Douglas y Marilyn Monroe, en la que Barbara interpreta el papel de mujer ambiciosa y perversa a la vez. Luego actuaron en el filme de aventuras “Fuga de Birmania (1955)” de Allan Dwan, nada del otro mundo.

En la década de los 50, hubo mucha Stanwyck, pero en Oestes mayormente, excepto sus actuaciones en el drama-cine negro “Mentira latente (1950)” de Leisen con John Lund, una vez más como mujer pérfida; fue parte del reparto del film histórico “El hundimiento del Titanic (1953)” de Jean Negulesco con Clifton Webb, y volvió a la pantalla con Gary Cooper en el drama-filme de acción “Soplo salvaje (1953)” de Hugo Fregonese, peli en la que también actuó Anthony Quinn. Luego estuvo junto a William Holden, June Allyson, Fredrich March, Paul Douglas y Shirley Winters en el drama “La torre de los ambiciosos (1954). El género del Oeste le era bien familiar a Barbara por sus interpretaciones en películas junto a Joel McCrea, además de “Annie Oakley (1935)” de George Stevens, donde ella se interrelaciona con el famoso Buffalo Bill en el Wild West Show, por lo que estas nuevas pelis se ajustaban a sus intereses, mujer decidida y a veces pérfida también. Así volvió con Fred MacMurray a la gran pantalla para protagonizar “Sombras tenebrosas (1953)” de Roy Rowland Con Ronald Reagan en “La reina del Montana (1954)” de Allan Dwan, y con Barry Sullivan se le vio en dos Oestes, “Los indomables (1956)” de Joseph Kane y “Cuarenta pistolas (1957)” de Sam Fuller, ninguno de estos nada sideral. Mucho mejor estuvo “Hombres violentos (1955)” de Rudolph Maté, que contó con el protagonismo de Glenn Ford, además de Edward G. Robinson en un importante papel secundario. Nuevamente Barbara era la mal intencionada infiel en este Oeste.

En lo sucesivo tuvo más actividad en programas televisivos como fueron las series, el oeste “Valle de pasiones (1965-69)”, los dramas “El pájaro espino (1983)” de Daryl Duke, “Dinastía (1981-1989) y “Los Colby (1986-1987).

En resumen, Barbara actuó en 107 filmes entre 1927 y 1986, actriz llamada como la mejor que nunca obtuvo Oscar. Fue nominada cuatro veces como mejor actriz por “Stella Dallas (1938)”, “Bola de fuego (1942)”, “Perdición (1945)” y “Voces de muerte (1949)”. Recibió Oscar Honorífico por su carrera en 1982. Fue nominada al premio Globo de Oro como mejor actriz por sus actuaciones tres veces en “Valle de Pasiones (1966, 1967 y 1968), y ganadora del premio por “El pájaro espino (1984)”, además, en este certamen recibió el Premio Cecil B. DeMille en 1986. En 1967 obtuvo premio SAG por su carrera artística, en 1981 otro similar de la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles, El American Film Institute la consideró la 11.ª mejor estrella femenina del cine clásico estadounidense.

En el orden político, Barbara Stanwyck fue parte del ala conservadora de las actrices-actores de Hollywood, era miembro de la llamada alianza para la preservación de los ideales americanos, grupo muy afín a las actividades conocidas como caza de brujas del Senador McCarthy en la década de los 50. En esa alianza estaban personas como Gary Cooper, Robert Taylor, Clark Gable, Ronald Reagan, Ward Bond, John Wayne, Norma Taurog y Ginger Rogers entre otros. Llama la atención que ese grupo, acusado también de antisemita, tenía pocas actrices, por lo que la presencia de Barbara denotaba que ella no se sentía judía como tal.    

Barbara era una fumadora empedernida y su fallecimiento tuvo lugar el 20 de enero de 1990 en Santa Mónica, California. Murió de insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfisema pulmonar.

Fuentes consultadas

Wikipedia.com, IMDB.com y Filmaffinity.com

Esteban Hernández
10 diciembre de 2023

El Serial “El Jenízaro (Янычар, 2022)»

«Los cosacos con las mejores tropas ligeras que hayan existido, de haberlas
tenido en mi ejército, habría recorrido el mundo entero con ellos

Napoleón Bonaparte

Se trata de un serial televisivo, el cual también se llama “El prisionero ruso”, cuya trama se desarrolla entre los imperios ruso y otomanos, con intervención de la Gran Bretaña, en el siglo XVI, donde las intrigas en las cortes del zar y del sultán llovían a diario, además de una vigilancia de unos peones por otros en ambos imperios.

Transcurría el reinado del zar Fiodor Ivanovich, hijo del famoso Iván el Terrible, un hombre muy distinto a su padre, tímido y diminuto en sus decisiones, a quien poco le importaba las relaciones o luchas contra los rivales de los países circundantes. Iván el Terrible murió el 28 de marzo de 1584, pero antes de fallecer nombró un consejo de regencia, el cual estaba liderado por Boris Godunov, cuñado de Fiodor I, o sea hermano de la zarina. El zar fallecido sabía de las debilidades de Fiodor, por lo que tomó esta sabia decisión.

En aquella época ya los rusos y turcos se olían a ver quien tiraba la primera piedra para comenzar una guerra, lógicamente, para ocupar territorios. Los otomanos soñaban incluso con la Siberia, mientras Rusia pensaba más allá, ocupar todo aquello que fuera codiciado por el imperio otomano.

Dentro del ámbito del imperio zarista estaban los territorios dominados por los cosacos, asentados a ambos lados del río Dniéper en Zaporizhia, actualmente parte de Ucrania y ocupada por Rusia. De hecho, eran ucranianos, solo que había sus fracciones, unos prorrusos en la margen oriental del río y otros prootomanos del lado occidental. A esto hay que añadir que Crimea estaba entonces dominada por los tártaros y eran aliados de los otomanos.

La época, en la que se desarrolla el serial, es también anterior al levantamiento de 1648 liderado por Bogdán Khmelnitski y dirigido a eliminar el dominio de la szlachta de la nobleza polaco-lituana, dominio que discriminaba a los cosacos asentados de siempre en Zaporizhia. La rebelión triunfó gracias a la firma del Tratado de Pereváslav en 1654 entre los cosacos y el zar Alejo I de Rusia, con lo cual ese territorio de religión ortodoxa pasaba a ser parte del Imperio Ruso. Esto es importante aclararlo, ya que en el siglo XVI Rusia no tenía salida al Mar Negro y para llegar allí, era obligatorio pasar por territorio aún dominado por los polacos-lituanos, algo que en el serial no se menciona. Es cierto que la población cosaca existía igualmente en el Donbass, la que como se sabe, es parte de Ucrania. Pintar a los cosacos como rusos no es muy exacto, pues lo mismo eran también ucranianos, más de esto que de lo primero. No obstante, el serial presenta a esa parte como ya rusa y su título alternativo (El prisionero ruso) es, por consiguiente, inexacto.

El serial presenta cómo Rusia y Turquía sospechaban una de otra y se preparaban para una guerra. Gran Bretaña jugaba con ambos bandos y ofrecía sus cañones modernos para este evento bélico. Es un poco complicado explicar todo este enredo, incluso cuando se dispongan a verlo, no se les ocurra omitir capítulo o parte de este, ya que corren el riesgo de no entender toda la trama.

En el imperio otomano no había santas palomas, mucho menos del lado zarista. Godunov (Artur Ivanov) estaba todo el tiempo asediado por familias adineradas cercanas al zar, las que lo consideraban como un plebeyo en la corte, pero Godunov no se quedaba atrás en encaminar los asuntos de Estado, como él entendía debía hacerse, y era todo un Maquiavelo en su ejecución. El sultán (Iván Bosilchich) estaba cansado de guerras y no quería más por un período, no así algunos visires, acomodados en Estambul, muy ansiosos de entrar en guerra, pero no ellos personalmente.

Los héroes del serial no son estos personajes precisamente, ya que el romance es parte de este, incluido comprensión y amor. La dama escogida es la hija del embajador ruso en el Imperio otomano, pero que, secuestrada por los tártaros por pedido de un visir, mientras que el héroe es un cosaco, Alioja (Ilya Maliakov), el que se trasladó a tierras otomanas para rendir veneración a la Virgen María, el cual, según he leído, se encuentra en Selçuk, pero para cumplir la promesa dada a su difunto padre, debe atravesar un mar de dificultades, prisión, tortura y desprecio. El serial muestra a Alioja como todo un ninja sable en mano, lo que nos hace pensar que el director de este material, Iván Shurkhovestki, quiso producir una obra, donde se integrara historia, drama, suspense y acción.

El serial presenta su lado romántico, donde intervienen una dama (Arina Zharkova), hija del embajador de Rusia en Turquía (Vitali Kishenko), secuestrada por los tártaros a solicitud de un visir otomano para ofrecerla al sultán para matrimonio. Al final, el destino llegó a unir a la dama con el cosaco, algo atropellado, pero lleno de amor y comprensión.

No les voy a contar todo lo sucedido, pero les adelanto que, por lo leído, la primera guerra entre los dos imperios tuvo lugar entre 1676 y 1681, o sea mucho después del mandato de Godunov como regente y luego como primer zar (1584-1598) no perteneciente a ninguna casta real.

El serial ha recibido muchas críticas duras de parte de los telespectadores rusos, los que califican de pobre la actuación de muchos de las actrices y actores en este material. No creo que, todo haya sido malo. Las actuaciones de la georgiana Maya Tsestklahse como madre del sultán, la armenia Diana Manukian como princesa armenia, y Oxana Vasilevich como sirvienta primera en la corte del sultán fueron aceptables, así como la de los personajes ya mencionados anteriormente.

Las vistas de Moscú y de Estambul son maquetas al efecto. Sin embargo, el Palacio Topkapi en Estambul es real en las escenas, así como el monasterio Sumela, el que no he visitado, pero comprobé en Google que las vistas y escenas de este lugar son reales.

El serial entretiene y aporta algo de historia, está disponible gratuitamente en youtube, con subtítulos en español bastante fieles a los diálogos en ruso.

Fuentes consultadas

Anon (s/a). Sumela, el increíble Monasterio colgante del acantilado de las montañas negras (Parque Nacional Altindere, Turquía). Wikiloc, https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/altindere-137110326.

Anon. 2023. El jenízaro (Янычар, 2022). Kino-Teatr.ru. https://www.kino-teatr.ru/kino/movie/ros/137957/annot/

Otelo Soliño Miguel Ángel. 2016. La casa turca donde vivió sus últimos días la Virgen María. Planeta on Tour, 18 agosto, https://planetaontour.com/2015/02/03/virgen-maria-efeso/

Ure John. 2016. “Sin zar, Rusia está viuda y los rusos son huérfanos”: la sucesión de Iván el Terrible. Curiosidades de la historia, 9 abril. https://curiosidadesdelahistoriablog.com/2016/04/09/sin-zar-rusia-esta-viuda-y-los-rusos-son-huerfanos-la-sucesion-de-ivan-el-terrible/

Esteban Hernández
21 noviembre de 2023

“La vida secreta de las palabras (2005)”, heridas de una guerra

«Temo que un día, es posible que no sea hoy, es posible que tampoco sea mañana, pero un día de repente, puede que comience a llorar, tanto que nada ni nadie podrá detenerme, y mis lágrimas llenarán la habitación, donde no podré respirar, tú caerás junto a mí y los dos nos ahogaremos
Hannah en un diálogo con Josef

Formidable filme, así lo catalogó, con trama original y tocando puntos para que los políticos reflexionen de las serias consecuencias de una guerra, la que deja muertos, inválidos, huérfanos y personas afectadas mentalmente para toda la vida.

La película es de producción española y principalmente filmada en el País Vasco, España, con guion y dirección de la catalana Isabel Coixet Castillo, quien, a su vez, fue la escritora del libro con título homónimo. Lo interesante es que el filme tiene una parte del inicio en un incendio ocurrido en una plataforma petrolífera en medio del mar, en la que un gravemente trabajador herido, Josef, requiere de cuidados, por lo que Hannah, una mujer enfermera, pero trabajando como obrera en fábrica, decide tomarse un tiempo fuera de ese ambiente laboral y consigue empleo para auxiliar a Josef en el mismo lugar del incendio y donde sólo trabajaban hombres.

Hannah es una yugoslava, no llegué a saber si era croata o bosniaca, llena de pésimos recuerdos, taciturna y casi sorda, mientras que Josef tenía un saco de sufrimientos sentimentales. Las dos medias naranjas comienzan paulatinamente a acercarse. En un principio existió la desconfianza de parte de Hannah, la que no era muy dada a entablar conversaciones, pero Josef, ciego en aquel momento, probablemente por instinto, sintió ternura en el trato que ella le daba a sus heridas.

Toda trama de una película seria siempre tiene un ingrediente fuerte de realidad y un poco de ficción. A estos efectos es cierto un comentario que leí, el cual apunta a que una persona en el estado que estaba Josef debía haber sido evacuada inmediatamente de esa plataforma a un hospital en tierra. Lo que el comentarista no se percató es que Josef había sido dado por muerto a fin de que la familia pudiera cobrar el seguro.

Obviando ese detalle, lo importante es conocer como la psiquis de una persona, además de su físico, se afectan en una guerra. La peli pone de manifiesto algo ya aparecido en otras cintas, el pobre y hasta abusivo papel de las partes mediadoras en el conflicto de los Balcanes. Las mujeres, supuestas a recibir ayuda y protección, eran utilizadas como objetos sexuales en actos reales de sadismo, las que podían quedar físicamente lesionadas de forma irreversible o incluso morir.

El intercambio de palabras, cortas frases y luego diálogos nada extensos condujeron a una empatía natural entre el herido y la enfermera. Los detalles podrán verse en la película, así como su desarrollo ulterior. Igualmente, cada cual podrá razonar acerca de la seguridad de las plataformas petrolíferas en medio del mar, si las mismas afectan al ecosistema marino y sus daños puedan ser evitados o reducidos. Lo otro nefasto es la convivencia de hombres, nada de mujeres a bordo, los que sienten y padecen de necesidades como los que están en tierra. A fin de cuentas, ellos no son soldados de un batallón de guerra.

En el orden interpretativo, mis aplausos para la canadiense Sarah Polley por su muy convincente encarnación de Hannah, para el experimentado actor californiano Tim Robbins en el papel de Josef, el español Javier Cámara como Simón el cocinero y el inglés Daniel Mays como Martín, el encargado de contar las olas.

Este filme obtuvo varios premios Goya, entre ellos el de mejor filme, mejor directora y montaje más original para Isabel Coixet, y nominación como mejor actor de reparto para Javier Cámara.

Como uno agradece este tipo de películas, las que tratan la realidad y, a mi entender, la historia y penas de nuestra existencia.

Esteban Hernández
11 noviembre de 2023

“Sound of freedom (2023)”, no dejes de verla

El secuestro de un niño es una tragedia. Nadie puede
entender completamente lo que sufren los padres hasta
tanto no se padece de similar tragedia.”
John Walsh, abogado y padre de niño
secuestrado y asesinado en Florida, 1981

Con el título de este artículo cumplo con la solicitud de su protagonista, Jim Caviezel, de promocionar este filme, el cual, según se sabe, no fue financiado por los grandes donantes, ni tampoco aceptado por las cadenas de Amazon y HBO entre otras. La crítica ha sido de bando y bando en el orden político, algo negativo, ya que el espectador puede llegar a verla con algún que otro prejuicio. Los de izquierda critican, los de derecha aplauden, no entiendo ni a unos, ni a otros. No nos tiene que interesar lo que dijo tal o más tal político con fines electorales o por hacerse aparecer en algunos casos como gran defensor de la justicia cuando en realidad no lo ha sido, ni lo es.

El tema no es nuevo y sí ha sido tratado en otras pelis, siempre con una moderada profundidad. La trama está basada en el relato del agente norteamericano Tim Ballard sobre el secuestro de niños para fines de pederastia, algo real y actual. Miles de niños secuestrados y no porque sus padres los expulsen, como dice por ahí un órgano televisivo español. Es cierto que hay fugas cuando los niños viven en un ambiente hostil en su casa, pero el secuestro por organizaciones criminales está a la orden del día y es lo que trata esta película y en lo que radica su mérito.

La tan ponderada Inteligencia Artificial es incapaz de proporcionar datos sobre el número de secuestros de niños sea para pederastia o para tomar sus órganos para venta posterior o para convertirlos en soldados y carne de cañón como sucede en algunos países asiáticos. Todo cae en el supuesto y quieren hacer aparecer que son más los problemas por fugas de los niños huyendo de los problemas en casa que por secuestros criminales.

“El sonido de la amistad” logra mostrar una parte de la madeja de este serio crimen, como se enredan organizaciones criminales de narcos con otros grupos y roban niños descaradamente a través del engaño a sus padres. Lógicamente las menores de edad son muy codiciadas.

El agente norteamericano logró en su carrera atrapar a muchos de estos criminales, pero como le preguntó un colaborador: ¿Cuántos niños has recuperado? Una pregunta muy sensata, ¿de qué vale meter a tantos delincuentes entre rejas cuando los niños siguen siendo objeto de abuso por el resto de grupos pervertidos y corruptos? Llegado a este punto hay que felicitar al director y a su guionista, ya que muestra el poco interés de las organizaciones encargadas de la persecución de estos crímenes al no llegar a devolver a esos niños secuestrados a sus padres.  

El agente Ballard se propone entrar más a fondo, aunque no muy apoyado por su superior, el cual habla de tiempo y malgasto de dinero. Una investigación de este tipo lleva su tiempo. Háganse idea de un niño secuestrado en América Central y llevado a Colombia, para luego ser trasladado a Norteamérica. Hay que tener mucha imaginación para poder seguirle el rastro a esas criaturas robadas. Es ahí donde la trama se convierte en algo que el telespectador no quiere dejar pasar.

No doy más detalles, nada de spoilers, vayan a ver la peli y al final cada cual sacará sus conclusiones. Pienso que sería mucho pedir saber quiénes están manejando estos crímenes por encima de aquellos mostrados en el filme. Para estas cosas hay que mover mucho dinero. Es cierto que el narcotráfico aporta bastante, pero por encima de esos grupos hay más entes moviendo capital.

El filme no toca el tema de la venta de órganos de menores, por lo que pienso que alguna obra similar al respecto pudiera realizarse, y no solo para ilustrar, más que todo para crear una conciencia alrededor del problema y exigir a los gobiernos destinar más fondos para combatir estos crímenes y erradicarlos algún día.  

Jim Caviezel, actor que conozco por sus interpretaciones en “La venganza del Conde de Montecristo (2002)”, “Toda la verdad (2002)”, “La pasión de Cristo (2004)” y “Déjà vu (2006)”, encarna convincentemente el papel del agente estadounidense, héroe en el filme, pero Bill Camp se roba el espectáculo con su interpretación del siempre habilidoso “Vampiro”. Camp por momentos me recordó al ya difunto actor italiano Carlo Pedersoli alias Bud Spencer, diría a que tienen cierto parecido en rostro, y sus ocurrencias nos hizo sonreír. La italo-americana Mina Sorvino se encargó de aparecer modestamente como la abnegada esposa del agente Ballard. El reparto está repleto de latinos, donde sobresale la perversa Katy/Giselle interpretada por la cubana Yessica Borroto.

Esteban Hernández
15 octubre 2023

El filme “Oppenheimer (2023)” y lo que no debió omitir

Hemos salido de una guerra, en la que hemos visto
los bajos estándares éticos del enemigo, pero en
lugar de liberarnos de esas ideas malévolas y restaurar
la santidad de la vida humana y su seguridad, estamos
renovando los bajos valores del enemigo en la actualidad.”
Albert Einstein

No tenía información acerca del científico estadounidense J. Robert Oppenheimer, ni tampoco detalles sobre el proyecto Manhattan, eso que es un tema de interés histórico del que suscribe, interés promovido a partir de la lectura de un libro escrito por el periodista William L. Laurence, dedicado a escribir temas científicos en el New York Times, además de haber sido el único periodista que presenció la prueba de la Trinidad y el bombardeo de Nagasaki viajando en un B-29 escolta del avión que arrojó la bomba. Lo principal de aquel libro fue hacerme saber que la fisión nuclear había sido un descubrimiento de las investigaciones realizadas por Otto Hahn y Friedrich Wilhelm «Fritz» Straßmann. Fueron estos científicos alemanes los que bombardearon al uranio con neutrones y encontraron bario entre los residuos de este proceso. No sabían ellos que habían llegado a lograr la fisión nuclear, publicaron sus resultados, y su antigua colega judío-alemana Lisa Meitner, la que se hallaba en Suecia huyendo del régimen nazi, juntamente con su sobrino Otto Frisch, lograron descubrir ese fenómeno. Ellos entendieron que el núcleo de uranio había sido fisionado en dos partes iguales. Este hecho debió haberse incluido en el filme, pero se omitió por el director Christopher Nolan y el resto de los guionistas. Había que preguntarles el motivo.

EE. UU. conoció de estos desarrollos a través de las relaciones existentes entre Lisa Meitner y el destacado físico danés Niels Bohr, el que pudo viajar a EE. UU. e investigar sobre el tema con John Archibald Wheeler en la Universidad de Princeton en 1939. Otro informado fue el físico húngaro Leo Szilard, el que redactó una misiva para el presidente Franklyhn .D. Roosevelt, en la que alertaba sobre el potencial de la fisión nuclear para el desarrollo de armas atómicas y el peligro que representaba estos descubrimientos en manos de los alemanes. La carta llevaba también la firma de Albert Einstein, la que, a fin de cuentas, promovió el inicio del llamado proyecto Manhattan en 1942, empresa abordada dentro de la trama del filme.

No quiero extenderme sobre el tema, ya que entonces el artículo sería de carácter científico e histórico, y no cinematográfico. Por lo que viendo las omisiones voluntarias o no, le doy un 7 como puntuación en una escala hasta el 10.

Creo que la trama del filme aborda bien cómo eran las consideraciones de carácter político con los científicos, algo que más tarde resonó fuertemente cuando el senador McCarthy le dio por perseguir a todo aquel cineasta que tuviera un mínimo de ideas de izquierda. Los científicos no fueron excepción, no se les cazó, pero el libre pensamiento no era que fuera muy admitido. Oppenheimer no era comunista, pero sí un hombre progre, lo que no dejaba de despertar ciertas dudas. Por lo que la trama dibuja la trayectoria del proyecto ya indicado, las represalias, a veces sutiles, sobre el libre pensamiento ideológico de los participantes, y las consideraciones de carácter ético de varios científicos, incluyendo también al ilustre Albert Einstein. Es aquí donde radica buena parte del mérito de esta película.

Sin tapujos la peli muestra la forma de pensar y actuar del presidente Harry S. Truman, el que se sintió ofendido por el comportamiento medido de Oppenheimer en la entrevista entre ambos. Me parece que esa escena fue muy acertada. El éxito, si se le puede llamar así, de las dos bombas arrojadas costó vidas humanas de inmediato y a largo plazo producto de la radioactividad. Hubo personas que no perdieron la vida, pero que quedaron lisiadas o con su cuerpo desfigurado. Oppenheimer se dio cuenta de lo que esas bombas causaron y tomó conciencia. Nunca más se vanaglorió de lo realizado.  

El reparto mejor no pudo ser, Oppenheimer fue interpretado por el actor irlandés Cilian Murphy, y su esposa por la inglesa Emily Blunt. El conocido Matt Damon encarnó el papel del duro oficial del pentágono, Lesley Grove, a cargo del proyecto. Otras caras de importancia fueron la de Robert Downey Jr., el que apareció como el hipócrita Lewis Strauss, y la del investigador con aguijón afilado de Roger Robb, papel interpretado por Jason Clarke. Otros actores en escena fueron Kenneth Branagh como Niels Bohr, Tom Conti como Albert Einstein y Gary Oldman como el presidente Truman.  

Es una película que dura tres horas, pero que bien vale la pena ver. Se abordan aspectos históricos que el mundo debe conocer y sobre los cuales debe reflexionar, más ahora que Occidente está en una guerra con Rusia.

Esteban Hernández
23 agosto 2023  

El debut de Kim Novak en cine: “La casa número 322 (1954)”, y resumen de su carrera

Cuando actuábamos juntos me parecía ver el alma de Jimmy (Stewart).
Kim Novak

Me apetece escribir algo sobre una actriz que fue una de mis preferidas desde mi niñez, edad en la que no tenía mucha idea sobre los elementos para considerar buena una actuación, pero como hetero si tener ojos para deleitarme con el físico en general de esa actriz.

Hablo de la conocida Kim Novak, cuyo nombre real es Marilyn Pauline Novak, nacida en Chicago, Illinois el 13 febrero de 1933, en la misma víspera del día de los enamorados, hija de padres descendientes checos, de los que debe haber asimilado lo necesario para lucir como una dama esbelta, con atractivas extremidades, no muy comunes entre las actrices del cine estadounidense, bionda con rostro bello y senos igualmente arrebatadores, en conclusiones, una beldad en persona. Con todos esos atributos y después de haber posado como modelo asiduamente en Los Ángeles, no era raro que algún cineasta se fijara en ella y la llevara al cine.

La belleza es un elemento y el arte interpretativo es otro, por lo que ella se vería obligada a aprender muchas cosas que no sabía desde sus inicios, aparte que los directores le asignaron roles exigentes y al lado de actores de mucha experiencia.

Recientemente tuve la suerte de ver su primera película, un filme de cine negro de 1954, nada del otro mundo, dirigido por Richard Quine, cuyo título en inglés es “Pushover” y en español se le dio uno más extenso, “La casa número 322”. La trama es algo conocida o repetida, incluso por el protagonista, el otrora comediante en sus inicios en el teatro y el cine, Fred MacMurray, quien ya había encabezado el reparto del filme de crimen “Perdición (1944)” de Billy Wilder, con argumentos muy parecidos y desempeño de MacMurray muy parecidos.

Ese filme mostró a Kim Novak en una modesta actuación, nada para recordar, excepto que se trataba de su primer enfrentamiento con las cámaras y los críticos del séptimo arte. La trama de la peli tuvo su emoción en su segunda mitad de la misma con un desenlace nada sensacional. El filme tuvo el atractivo de las actuaciones de los entonces ya experimentados Dorothy Malone y E.G. Marshall, además de Phil Carey, actor más visto en Oestes. Esa peli fue la que le abrió el camino a la actuación en otras cintas a Kim Novak.

Todos recordamos su baile atrevido en “Picnic (1955) junto a William Holden, como también en el papel de la muy racional amante de Frank Sinatra en “El hombre del brazo de oro (1954)” de Otto Preminger. Su carrera continuó como coprotagonista o protagonista de los dramas biográficos “Melodía inmortal (1955)” junto a Tyrone Power, y “Jeannes Eagels (1957)” (también conocido como “Lágrimas de triunfo”) al lado de Jeff Chandler y Agnes Moorehead, ambos filmes dirigidos por George Sidney. Más famosa se hizo cuando actuó junto a James Stewart en “Vértigo (1958)” de Alfred Hitchcock, y “Me enamoré de una bruja (1958)” nuevamente dirigida por Richard Quine. Más asentada se le vio en el drama “Un extraño en mi vida (1960)” (en países de América se conoce a este filme como “Vecinos y amantes”) de Quine y acompañada por el enérgico Kirk Douglas.

La comedia siempre le asentó, pienso que, por su físico y buen semblante para la burla, así se le vio en “La misteriosa dama de negro (1962) de Quine junto a Jack Lemmon y Fred Astaire, y “Bésame, tonto (1964)” de Billy Wilder con el comediante-cantante Dean Martin.  

Dentro de ese listado de pelis se hace necesario incluir la adaptación del drama “Servidumbre humana (1964), filme dirigido por tres cineastas, Ken Hughes, Henry Hathaway y Bryan Forbes, en la que Kim tuvo de contrapartida al conocido actor Laurence Harvey, el que nació, por si no lo sabe, en Lituania. A entender del que suscribe esta actuación puede considerarse como la mejor en la carrera de la bella Kim Novak.

Hay más filmes con la actuación de Kim, algunos taquilleros como la comedia musical “Pal Joey (1957)” con Rita Hayworth y Frank Sinatra; el drama “En la mitad de la noche (1959)” de Delbert Mann con Glenda Farrell, la comedia “Moll Flanders (1965)” de Terence Young, el oeste “El desafío del búfalo blanco (1977)” de J. Lee Thompson con Charles Bronson, y el filme de crimen-misterio “Espejo roto (1980)” de Guy Hamilton con Liz Taylor, Rock Hudson, Tony Curtis y Angela Lansbury, en todos los cuales no se puede decir que Kim haya brillado. En muchos casos fueron actuaciones de poca monta y de reparto.

Hay un detalle de Kim Novak en su vida personal fuera de la pantalla, el que llama la atención, y es su atracción por los hombres negros. En una sociedad tan prejuiciada racialmente, su actitud es algo curioso e interesante. Ella tuvo relaciones con el director Richard Quine y una vez terminadas las mismas, inició relación con el gigante (2,34) estrella de la NBA, Wilt Chamberlain en 1964. Estas duraron poco, pero ya antes, en 1957 había tenido similares relaciones con el cantante-actor, de poca estatura, Sammy Davis Jr. en 1957, lo cual puso en peligro su carrera. No era nada tolerable en la sociedad en esa época aceptar públicamente ese vínculo interracial, por lo que los ejecutivos de la United Artists, cerraron su contrato en 1958.  

Visto brevemente algo de la vida de esta actriz, la que fuera prometedora en sus inicios como futura estrella de la gran pantalla, se ve que esto todo se malogró. Probablemente su conducta no fue tal y como deseaban los ejecutivos de la industria cinematográfica de Hollywood, puede que también no haya sabido escoger sus papeles y los filmes para actuar. Al que suscribe le queda el recuerdo de sus mejores interpretaciones en los 50 y 60, por lo que no eludo ver alguna que otra cinta con su actuación.

Fuentes consultadas

Info de IMDB.com y Filmaffinity.com

Esteban Hernández
16 agosto 2023

“Esencia de Mujer (1992)”, enseñanza de conducta

«Procure no ser un hombre con éxito,
sino un hombre con valores”.
Albert Einstein

Una cinta de los años 90, todo un drama bien armado por el director Martin Brest con guion de un novelista (Giovanni Arpino) y escritores italianos (Ruggero Maccari y Dino Risi) y montaje del neoyorquino Bo Goldman, cuya trama es algo compleja.

Veamos, por un lado, aparece un alto oficial del ejército norteamericano, el teniente coronel Frank Slade, ciego y con un saco grande de prejuicios, pero con un sexto sentido elevadamente desarrollado, el que se ve obligado de la asistencia de un estudiante como cuidador para poder viajar a Nueva York por placer, y ver a su hermano y familia en el día de Acción de Gracias. La ceguera del oficial en el transcurso del filme se hace saber que fue resultado de un accidente, nada que ver con acciones de combate.

El joven cuidador es niño sin padre como tal, pero una persona esforzada y deseosa de triunfar a través de los estudios en la universidad, a la que asistía. El mismo poseía fama de ser persona medida y respetuosa, con valores ausentes en muchos de sus compañeros, los cuales no eran que bitongos bien protegidos con padres adinerados. La diferencia de integridad y valores morales entre el cuidador y algunos de sus compañeros era evidente.

A nivel estudiantil, sean buenos o traviesos estudiantes existe una especie de omertá como en la mafia. Tú u otros hacen una travesura, una burla, y quien la vea no tiene por qué hablar de ella. Es una especie de regla, pero que cuando el que la cumple pone en riesgo su carrera, aquellos traviesos son incapaces de reconocer su fechoría para salvar al afectado. Omertá por un lado, incoherencia de los bitongos por el otro.

Para evitar los spoilers, prefiero decir que el mensaje que envía el filme es educativo y pone de manifiesto la hipocresía de los hijos de papás ricachones, muy creídos de merecerlo todo y no tener sentido alguno de solidaridad.

Slater, un hombre de recursos económicos, y el pobre estudiante Charlie Simms chocan en el día a día durante el viaje, pero esta interacción deja ver las partes negativas y positivas del oficial, a la vez que el estudiante demuestra un coraje y humanidad, al parecer, desconocido para el oficial. Ambos se benefician de esta relación, ambos terminan creando un ambiente de afecto mutuo, el que, de hecho, salva la situación desfavorable de Charlie en su universidad.

El experimentado Al Pacino logra encarnar excelentemente al teniente coronel ciego. Charlie fue interpretado magistralmente por el entonces joven Chris O´Donell, más conocido en el cine por haber interpretado el papel de Robin cinco años después en el film de acción “Batman y Robin”. El bitongo principal fue tarea del ya difunto Phillip Seymour Hoffman, mientras que el director del centro universitario le tocó al siempre “villano fílmico” James Rebhorn.

La película fue todo un éxito en su momento, la que catalogo como un clásico del cine de los últimos 30 años. El filme fue una óptima combinación de momentos humorísticos, escenas de tensión y otras de relación. El título de la peli tiene que ver con la facultad del teniente coronel de reconocer a los tipos de perfumes que usaban algunas damas en su vida cotidiana, al parecer, parte del sexto sentido. Muy sorprendente fue el baile de tango ejecutado bastante bien por Pacino con una joven en restaurante.

Martin Brest fue nominado para Oscar como mejor director y mejor película, Bo Goldman fue nominado por su montaje, mientras Al Pacino obtenía su primer y único Oscar como actor principal en su carrera, logrado en su filme número 24. Pacino previamente había obtenido el Globo de Oro como mejor actor en drama, mientras O´Donell se llevaba el mismo galardón como actor de reparto. De todos ellos, el que más premios obtuvo fue Bo Goldman.  

Esteban Hernández
15 julio 2023

“Mi nombre es Te Ata (2016)”, ejemplo de empeño y superación

“La diversidad es un bonito tapiz, y debemos
entender que todos los hilos del tapiz tienen el
mismo valor, sin importar su color.”
Maya Angelou (1928-2014, cantante, poeta
y activista de los derechos civiles en EE UU.)

EE. UU. es un país con historia, donde no todo ha sido color de rosa para los nativos, o sea que los que allí nacieron y vieron su tierra ocupada por los colonizadores europeos.

Las tribus indígenas, después de vencidas en combate desiguales, tenían que conformarse en ir hacia una reserva, la que “cariñosamente” les daba el ocupante blanco. Este tema el filme lo muestra en el entorno de Oklahoma, donde en una comunidad llamada Emet gobernaban los relegados chickasaws, lo que se les daba bastante bien. El propósito era vivir en paz, respetar las costumbres de blancos e indígenas y fomentar el progreso a través del trabajo.

Esta peli, dirigida por el cineasta canadiense Nathan Frankowski, nos cuenta sobre la vida de una famosa actriz de origen chickasaw, la que desde su niñez se proyectó a superarse y vencer los obstáculos raciales prevalentes entonces, aunque no se puede afirmar que hayan desaparecido en la actualidad del todo.

La chica nació con el nombre de Mary Frances Thompson en Emet, administrada por su tribu, entre ellos su propio padre. En sus estudios primarios y secundarios comenzó a destacarse por la facilidad para recitar y expresar vivamente sus sentimientos, algo que no pasó inadvertido para una de sus profesoras e incluso de la Sra. Eleanor Roosevelt, la futura primera dama.

Mary Frances tuvo que enfrentar los prejuicios raciales de los que gobiernan e incluso la de su propio padre, el que se negaba a que su hija actuara públicamente y mucho menos para una población mayoritariamente blanca, pero nada de eso melló su empeño, todo lo contrario, se graduó en la Universidad de Oklahoma y luego embarcó hacia Nueva York para probar suerte en la meca teatral de Broadway. Ya para ese entonces adoptó su nombre artístico, Te Ata, el que no tiene nada que ver con la lengua de los chickasaws. Ella lo tomó de la lengua de los mäori en Nueva Zelanda, que significa “El mañana”.

Los vericuetos por los que pasó se los dejo para que lo vean en escena aquellos que deseen ver el filme. Me llamó la atención la existencia de una ley que prohibía todo rito indígena al considerarlo como pagano, así como otras medidas que demonizaban las costumbres de los indios. La ley vino caminando desde el siglo XIX. Más increíble resultó ver que hasta 1924 los indígenas no eran considerados americanos. Inimaginable, nacer en tu casa y no ser considerado ciudadano de esta.

Al margen de la cuestión racial, si queda claro es que en este mundo para vencer hace falta constancia y sacrificio, nada cae de gratis del cielo, por lo que la peli es una enseñanza para los jóvenes y las minorías en EE. UU. o en otros países desarrollados. Hay muchos detalles que vale la pena ver a lo largo de esta interesante película.

El papel principal, el de Te Ata, es interpretado por la actriz alemana Q’oriankaWaira QoianaKilcher, de origen peruano-suizo, y criada en Hawai y los Ángeles. Realmente vi a una india en escena, esa es la realidad. Gil Birmingham fue en la peli el padre de Te Ata, actor tejano y descendiente de comanches. El resto del reparto cumplió con su trabajo y logró el resultado esperado.

El filme no ha obtenido premios internacionalmente y los pocos que posee son de festivales de cine locales en EE. UU. Me pregunto: ¿Por qué será?

Esteban Hernández
11 mayo de 2023

“Maixabel (2021)”, un extraño acto de conciliación

El que es incapaz de perdonar
es incapaz de amar.

Martin Luther King

Un filme basado en hechos reales, donde los nombres responden a una víctima del terrorismo ETA en España y los ejecutores son criminales sin sentido de lo que hacían. Ellos recibían la orden de matar y no había más nada que averiguar, ejecuta y mata, así de sencillo se ha jugado con cientos de víctimas del panorama político español.

Hago un breve resumen sobre la organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA) (País Vasco y Libertad), inicialmente movimiento político de izquierda y luego armado en el país Vasco, España. ETA se fundó en julio de 1959 en Bilbao e inició su violencia a partir de 1968. Era un firme opositor al régimen franquista imperante en España, por lo que no tuvo dificultades para tener una membresía de muchos comunistas, los que en un momento determinado se dieron cuenta que esa violencia no iba a dar nada bueno, por lo que decidieron salirse a filas del partido comunista de Santiago Carrillo o al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Ese fue el caso de Juan Mari Jáuregui Apalategui, político socialista español, el que llegó a ser gobernador civil de Gipuzkoa, ya entonces miembro del PSOE. Juan Mari sabía que estaba sentenciado y muchas veces se lo hizo saber a su esposa, Maixabel Lasa. No se equivocaba, el 29 de julio de 2000 el comando Buruntza de ETA lo mató con dos disparos por la nuca en un bar en Tolosa. Así, sin más ni más, dos disparos y se fue una vida que no le hizo daño a nadie.

La peli me hizo pensar que la ETA obraba como la Cosa Nostra siciliana, el que se salga de ella sería sentenciado. Jáuregui era hombre que abogaba por la paz dentro del proceso democrático iniciado en 1978 en España.

La familia de Jáuregui no tuvo otra alternativa que aceptar este hecho fatal. Nadie le devolvería a Maixabel y a sus hijos su querido Juan Mari. Veía la película y me daba cuenta de que esa organización se había pasado de límites, quien enarbole la violencia no es que llegue a cosechar nada bueno. Pensaba en los irresponsables gobernantes de América Latina que dieron apoyo a ETA o que aún esconden a hombres perseguidos por la justicia española.

La película, dirigida por la madrileña Icíar Bollaín, siguió un guion casi detallado del asesinato, de los ejecutores, de su condena y años en prisión, los que parece que no terminarán jamás, así sea con algunas libertades.

El ejecutor de este asesinato es de nombre Ibon Etxezarreta, donostiano, más conocido como Potxolo, papel que en la peli interpreta el experimentado actor gallego Luis Tosar. Potxolo era todo un asesino, en su carrera criminal había unos veinte atentados, incluido otras personas ejecutadas a quemarropa. Potxolo, junto con otros etarras, fue detenido en 2001 y juzgado. El veredicto judicial era de una condena de de unos 390 años, como para pudrirse en la cárcel cuatro o cinco veces.

Cosas de la vida, tanto él como sus compañeros se dieron cuenta que la organización, una vez ellos, presos, no los atendió jamás, era como si no existieran, como si hubieran sido, en realidad lo eran, objetos en manos de sus dirigentes. Todo eso les dio que pensar, reflexionar si lo hecho había valido de algo, si lo hecho había sido todo dolor para las familias de los asesinados. Empezaron a razonar, ya no tenían el discurso tóxico de violencia de su organización, veían como el pueblo los veía y los condenaba en el resto de España e incluso por una buena parte de la población vasca.

Al rebobinar el casete de sus vidas, Potxolo y sus compañeros comenzaron a desmarcarse de la ETA y de sus objetivos de violencia. Maixabel, papel interpretado por la actriz Blanca Portillo, es una persona inteligente y de sentimientos superlativamente buenos. Lo digo, pues no sé cómo hubiera obrado de haberme visto en su situación. Ella se alzó incluso por encima de su familia y amistades y no dudó en entrevistarse con el ejecutor de su marido.

Aunque he relatado algo de la trama, creo que es mucho mejor que vean la película y la analicen desde los inicios. Vean la parte final, algo realmente inesperado y hasta inconcebible, pero útil para el presente y el futuro. No digo más, sólo añadir que la peli logró varios premios y nominaciones Goya, entre ellos premio como mejor actriz para Blanca Portillo. Igualmente, el filme fue muy premiado en el festival de San Sebastián en 2021, donde la directora Bollaín arrasó con varios premios.

Esteban Hernández
1 mayo de 2023

“Cuestión de justicia (2019)”, tragedia, paciencia y esfuerzo

No hay que tener miedo a provocar el cambio y dar
el primer paso. Se falla cuando fallamos en proceder.”
Rosa Parks (1913-2005 activista por los derechos civiles)

Esta película me ha dejado asombrado, en la medida que la cinta avanzaba, en la misma medida crecía de forma paralela mi rechazo a los que dominan y mi compasión a los sufridos con semejantes atrocidades a finales del siglo XX e inicios del presente.

¿El problema? Muy sencillo, racismo secular, el que persiste hasta nuestros días. La trama del filme no es una ficción, es toda una realidad de hechos que suceden en Alabama, y creo, que pueden igualmente suceder en Mississippi, Georgia y otros estados sureños de EE. UU. El racismo como la segregación, sea racial o política, está reñido con la democracia. Esto no es asunto de izquierda o derecha, es de democracia.

Flipaba al ver cómo a los negros en Alabama se les acusaba y castigaba injustamente. Poner a una persona en una celda del corredor de la muerte, para que se declare culpable o acuse algún otro inocente, es algo inadmisible y aborrecible. Una justicia basada en el chantaje, la violencia y la tortura mental no tiene nada de democrático y mucho menos en un país que alardea de su sistema interno democrático, algo que no pongo en duda en muchos estados de esa nación, pero que tiene sus debilidades en estados donde los que dominan están aún en el período de post guerra civil.

El filme muestra como el poder judicial y el aparato represivo en Alabama está en función de la persecución sistemática de los negros, a los que se les detiene, se les encierra y sus juicios se hacen extemporáneamente. Las condenas son severas. Muchas veces se les acusa de crímenes no cometidos, crímenes de otros con piel pálida.

El abogado negro Bryan Stevenson, graduado en Harvard e interpretado por Michael B. Jordan, se da a la tarea de revisar varios casos de ciudadanos negros condenados injustamente. Todo un Quijote, negro y enfrentado a la justicia impuesta por las caras pálidas, pero sin perder la paciencia y con todo el rigor de su profesión comenzó su difícil trabajo con la ayuda de una señora blanca y luego se añadió una secretaria negra.

No tengo intención de contarles todo el proceso del ya condenado a muerte Walter McMillian, alias Johnny D, interpretado por el estelar Jamie Foxx. Pienso yo que, el único delito, si así se le puede llamar, fue el de haberse acostado pacíficamente con una blanca. Había cometido una falta que en Nueva York es muy habitual, pero no así en el sur del país. Le cayó una imputación infundada, la que el fiscal dibujó a su antojo, vino la condena, pena capital, y Johnny D fue a parar al corredor de la muerte, donde había otros reos negros como él.

El abogado Stevenson, como dije, se dio a la tarea de lograr la revisión de todas esas penas. Falló en la primera cuando a un excombatiente negro en Vietnam, completamente desequilibrado mentalmente por la guerra, de la que salió como héroe, terminó en la silla eléctrica sin ninguna misericordia por un delito de supuesto asesinato intencionado, algo que había ocurrido por accidente. Ver la escena de la ejecución le para a uno todos los pelos del cuerpo. No se trata de lástima, más que todo es ver la injusticia y la indolencia. Si el negro muere, uno menos en la lista, esa es la cuenta del verdugo.  

Cuando Stevenson se adentra en el caso de Johnny D es cuando comienza a ver como una ensarta de mentiras, falsas declaraciones y evidencias inexistentes pueden llevar a cualquier ser humano a la muerte.

En el plano de las actuaciones, creo que todo el reparto de buenos y malos hicieron su mejor papel, pero sobresalieron algunas figuras. En primer lugar, Michael B. Jordan y Jamie Foxx, como el abogado Stevenson y el reo Johnny D, respectivamente. Luego Rob Morgan, el que interpretó el papel de Herbert Richardson, el héroe de Vietnam sentenciado y llevado a la silla eléctrica. La mayoría de las actrices y actores brillaron, pero hubo uno que se robó la escena, Tim Blake Nelson encarnando al reo blanco Ralph Myers, el hombre que se vio forzado a declarar en un primer juicio en contra de Johnny D a cambio de su vida. Myers había estado en el corredor de la muerte y se le prometió sacarlo de allí si testificaba falsamente contra Johnny D. Blake Nelson en el papel de Myers me lució muy real todo el tiempo, parecía una persona algo desquiciada, sin esperanza de vida y aceptación familiar, uno que esperaba que le llegara su muerte al sentirse de más en este mundo. Tampoco puedo omitir la labor del director y guionista hawaiano Destin Cretton, el cual usó como trama las memorias reales del abogado Bryan Stevenson.

Alguien podrá decir que ha habido otros filmes que versan sobre este problema, muy cierto, destaco “Han matado a un hombre blanco (1949)”, “Un rayo de luz (1950)”, “En el calor de la noche (1967)”, “Arde Mississippi (1988)” y “Tiempo de matar (1996)” entre otros, pero de todos esos vistos, me quedo con esta cinta como la mejor evidencia del asunto del racismo en Norteamérica.

Jamie Foxx obtuvo nominación para premio Screen Actors Guild como mejor actor de reparto. Este actor obtuvo el premio Spotlight en el Festival Internacional de Palm Springs, mientras que la película obtuvo el premio Libertad de Expresión por parte del National Board Review de EE. UU.  Hay más premios obtenidos en eventos de cine precisamente de estados del sur de EE. UU.  

Les recomiendo una vez más vean esta peli, disponible en Netflix. Mi puntuación en IMDB.com fue de 10, primera vez en 20 años que califico a un filme con la puntuación máxima.

Esteban Hernández
8 abril 2023

“Acto de venganza (1986)”, un filme histórico con protagonismo de Charles Bronson

El movimiento sindical es la fuerza principal que
ha transformado la miseria y la desesperación
en esperanza y progreso.”
Martin Luther King

A Charles Bronson le hemos visto en papeles de indios, vaqueros, mafioso, justiciero, policía, filmes todos de acción en los que los disparos y los puñetazos abundan. Pocas veces hemos visto a Bronson en un drama como tal. Recuerdo unos pocos, “Propiedad condenada (1966)” junto a Robert Redford y Natalie Wood, así como “Alguien detrás de la puerta (1971)” coprotagonizado por Anthony Perkins y Jill Ireland. No recuerdo alguna otra película de Bronson, donde no haya acción y violencia.

“Acto de venganza” del director John McKenzie aborda un hecho triste e histórico, ocurrido en 1969, relacionado con el sindicato nacional de los mineros en EE. UU. y las condiciones nada aceptables para su trabajo diario.

Se trata de un enfrentamiento entre un administrador y el presidente de la United Coal Miners Union, la patronal minera, todo un sindicato potente, pero no al servicio de los mineros. Ese presidente tenía grandes tentáculos y se creía Dios en las minas. No entendía que alguien le pudiera hacer oposición, él era todo y contra él nada se podía. Bronson interpreta el papel del administrador, de origen polaco, Joseph ‘Jock’ Yablonski, mientras que el veterano Wilford Brimley encarna al todopoderoso Tony Boyle.

La trama es interesante y poco abordada por el cine. Nuevamente, a mi memoria, el drama “Nido de ratas (1954)”, llamado “La ley del silencio” en España, el cual presenta a Lee J. Cobb como jefe corrupto del sindicato de los portuarios y al entonces joven Marlon Brando como un rompe huelga. La película presenta a ese sindicato como una organización mafiosa, aunque no lo dice, pero lo da a entender. El director Elia Kazan logró premiaciones por una peli, en la que trata de mostrar la inutilidad y corrupción de un sindicato de estibadores.  

Esta vez “Acto de venganza” muestra un cuadro parecido, con la diferencia que existe alguien que desea hacer oposición y se presenta a las elecciones del sindicato nacional. El todopoderoso Tony Boyle dominaba las urnas y no tuvo reparo en hacer aparecer a su persona como único vencedor. No sabía el presidente que Yablonsky obtuvo evidencias del fraude, las que le permitieron impugnar los resultados. La respuesta de Tony Boyle en las tinieblas no se hizo esperar, hubo desgracias y la justicia no dudó en condenar a los culpables.

Los sindicatos no es que funcionen bien en este mundo. Hay varios países del mundo, donde no son permitidos. En esa lista están Arabia Saudí, Bielorrusia, China, Emiratos Árabes, Qatar, Egipto, Paquistán, Suazilandia y Guatemala. En otros países pueden existir, pero son sindicatos serviles a las dictaduras imperantes. Cuba y Rusia son ejemplos, mientras que en otros los derechos de los trabajadores no es que estén muy bien protegidos, como son los casos de Reino Unido, Hong Kong, Burundi, la República Dominicana, Irán y Georgia.

Así que felicito al director McKenzie por haber escogido una trama muy actual basada en el libro de Trevor Armbrister. Las actuaciones de Ellen Burstyn, Caroline Kava y Ellen Barkin fueron aceptables para darle el brillo histriónico a esta película.  

Quien quiera saber no tan solo de los sindicatos, sino también del estado de los derechos de los trabajadores hasta el 2020, les invito a abrir y leer este informe. https://www.ituc-csi.org/IMG/pdf/ituc_globalrightsindex_2020_es.pdf

Esteban Hernández
3 abril 2023

“Richard dice Adiós (2018)”, despedida inevitable de esta vida

La vida bien utilizada trae una muerte feliz.”
 Leonardo da Vinci

Un drama-comedia esta vez con dirección y guion de Wayne Roberts, y con el protagonismo de Johnny Depp, peli con trama interesante al abordar algo, por lo que todos tendremos necesariamente que pasar. Unos avisados y otros reciben la novedad por sorpresa.

No es que los seres humanos estemos dados a pensar en ese tipo de desenlace. Unos no le temen o dicen que no les asusta, otros ni lo mencionan. Cuando alguien se ve en la obligación de dejar testamento es cuando se piensa algo al respecto, pero también cuando se sufre de una enfermedad terminal, y ese es el caso que trata el filme.

¿Cómo tomar esa despedida anunciada por el médico, la que puede tardar seis meses, un año, año y medio, en fin, hasta donde llegue el organismo?

La peli se desarrolla en un ambiente de gente opulenta, profesores universitarios, uno de ellos, Richard (Depp) es el afectado, cuya decisión, una vez enterado de su mal, es la de disfrutar la vida a cómo venga: beber, fumar y hacer cosas anteriormente no acostumbradas. Es como si la persona se hubiera sacado la lotería y decide tirar la casa, pero en sentido opuesto, la vida se va y trata de disfrutar lo poco que te quede de ella.

Como dije, es un profesor con bienes materiales suficientes y atención médica segura en un país, donde esta hay que pagarla, y no poco. Mientras veía el filme, me preguntaba si lo que Richard hacía estaría al alcance de un pobre, de un homeless (sin hogar). En modo alguno, así que tomé la peli como una comedia de final triste, pero con festejos previos, aptos para bolsillo abultado.

La peli se adentra en otros temas de forma colateral, como es el caso de las jóvenes lesbianas, cómo sus padres aceptan o no esta situación; la infidelidad de parejas con años de matrimonio, pero que en la cama llevan rato que no hacen nada, excepto dormir juntos. La droga no falta, tampoco la homosexualidad de los hombres. Todos temas actuales y que invitan a pensar.

Depp es un maestro de la burla y en este filme no se quedó atrás. Es un tipo de interpretación que parece real y a la vez hace sonreír, incluso con un asunto que no a muchos les gusta hablar ni siquiera en el momento que les llega. Otras actuaciones aceptables tuvieron Rosemarie DeWitt en el papel de Verónica, la esposa de Richard; Odessa Young como hija lesbiana de Richard y Verónica; Danny Huston como profesor y amigo real de Richard; y Katherine Evans y Devon Terrell como estudiantes asiduos a las clases de Richard.

Así que, por un lado, algunas realidades, por otro, comportamientos diferentes según la persona implicada, sea padre, madre, hija, amantes, verdaderos amigos, profesores y estudiantes.

La peli no es que haya sido premiada, malamente obtuvo una nominación Katherine Evans como mejor actriz para premio en el festival de los Premios Joey en Vancouver. No obstante, como la peli se sale de lo usual, mi calificación fue de un 8 en una escala del 1 al 10.

Esteban Hernández

8 marzo de 2023

Un adiós a Carlos Saura Atares, leyenda del cine español

“Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad;
si lo hiciera, dejaría de ser artista.”
Oscar Wilde

Los cinéfilos cubanos deben recordar bien a Carlos Saura, el también llamado patriarca del cine español, ya que sus filmes vinieron a llenar un vacío grande dejado por la ausencia de películas norteamericanas en las salas de cine de Cuba en la década de los 60 e inicios de los 70. Aquellas películas se salían de la norma de aquello que uno estaba acostumbrado a ver. Sus tramas eran diversas, donde existía un tono encubierto de protesta y de burla igualmente cuando el tema no era musical o documental.

Saura nació en el seno de una familia aficionada al arte el 4 de enero de 1932 en Huesca, España. Desde joven se inclinó por la cinematografía, por lo que cursó estudios en el Instituto de Investigaciones y Estudios Cinematográficos de Madrid, donde se graduó en 1952. Su arte consistió en combinar y perfeccionar prácticas y métodos del cine italiano y francés, para luego adaptarlas al ambiente español. Gustaba del folclore iberoamericano y de abordar el cine político, aunque con estilo algo anárquico, revelador de su postura inconformista. Fue igualmente un aficionado al género musical. El director Stanley Kubrick era un fiel admirador de la obra de Saura.

Como director de cine debutó con el corto “El pequeño río Manzanares (1956)”, al que le siguieron otros como “La tarde del domingo (1957)” y “Cuenca (1958)”. Su primer largometraje fue el drama “Los golfos (1962)” con Óscar Cruz, que se desarrolla en el ambiente pobre madrileño. Posteriormente dirigió:

– Los dramas “Llanto por un bandido (1964)” con Francisco Rabal y Lea Massari,
– La caza (1966)” con Ismael Merlo.
– El drama- comedia “Peppermint Frappé (1967)”, filme que estuvo semanas en salas de cine de Cuba y mediante el cual conocí algo de la obra de Saura.
– Los dramas “La madriguera (1969)”,
– “El jardín de las delicias (1970)”,
– “Ana y los lobos (1973)” con Geraldine Chaplin y Rafaela Aparicio, película muy famosa en Cuba en su época.
– “La prima Angélica (1973)” con Lina Canalejas,
– “Cría cuervos (1975)”, con tanta popularidad en la Habana como “Ana y los lobos”.
– “Elisa, vida mía (1977)”,
– “Los ojos vendados (1978)”.
– La comedia “Mamá cumple cien años (1979)”, en todos estos filmes con la actuación de Geraldine Chaplin, con la que tuvo relaciones íntimas y una hija nacida en 1974 (Shane Saura Chaplin).

En las décadas de los 80-90 dirigió:

– Los famosos dramas- musicales “Bodas de sangre (1981)”,
– “Carmen (1983)”,
“El amor brujo (1985)”, todos basado una obra dramática de García Lorca y con el protagonismo de Antonio Gades, filmes muy vistos en las salas de cine en Cuba.
– El drama “La noche oscura (1989)” con Juan Diego.
El drama-filme de guerra “Ay, Carmela (1990)” con Carmen Maura y Andrés Pajares.
– El documental “Sevillanas (1992)” con un reparto impresionante de artistas españoles encabezado por Lola Flores y Rocío Jurado.
El musical “Flamenco (1995)” con Joaquín Cortés y José Mercé entre otros, film que incluye antologías del folclore andaluz.
– El drama “Taxi (1996)” con Ingrid Rubio.
El drama -musical “Tango (1998)” con Cecilia Narova.
   El drama ““Goya en Burdeos (1999)” con Francisco Rabal.

En el nuevo milenio: 

El filme de aventura-fantasía “Buñuel y la mesa del rey Salomón (2001)” con Pere Arquillué.
– Los dramas “Salomé (2002)” con Aída Gómez,
“El séptimo día (2004)” con Victoria Abril
– Los musicales “Iberia (2005)” con Aída Gómez y Antonio Canales entre otros,
“Fardo (2007)” con Chico Buarque de Hollanda, Camané y Carlos do Carmo
El drama-musical “Io, Don Giovanni (2009)” con Lorenzo Balducci, Lino Guanciale y Emilia Verginelli
– El documental-musical “Fados (2007)”, el que aborda la música portuguesa y donde actúa Chico Buarque, Miguel Poveda y otros artistas de la música.
– Los documentales “Zonda: folclore argentino (2015)”
“Jota de Saura (2016)” con Sara Baras y Giovanni Sollima entre otros
– El musical “El rey de todo el mundo (2021)” protagonizado por Ana de la Reguera y Manuel García-Rulfo
El documental “Las paredes hablan (2022)”, filme que fuera su última obra de dirección y guion.

Tan destacada fue su obra que obtuvo 63 premios y 47 nominaciones en certámenes de cine, entre ellos Oso de plata en el Festival de Berlín por “La caza (1966)” y “Peppermint Frappé (1967)”, nominado para Oso de oro por “Llanto por un bandido (1964)”, “La caza (1966)”, “Peppermint Frappé (1967)”, “La madriguera (1969)” y “Noche oscura (1989)”. Obtuvo Oso de Oro por “Deprisa, deprisa (1981)”.

Obtuvo Condor de plata de parte de la Asociación de Críticos de Cine de Argentina por “Tango (1998)”.

Obtuvo premios Bodil y BAFTA por “Carmen (1984)”. Nominado para Palma de Oro del festival de Cannes por “Carmen (1983/I)”, “Los ojos vendados (1978)”, “Elisa, vida mía (1977)”, “Cría cuervos (1976)”, “La prima Angelica (1973)” y “Ana y los lobos (1973)”. Obtuvo premio del jurado por “La Prima Angelica (1974)”, “Carmen (1983/I)”, y gran premio del jurado por “Cría cuervos (1976)”. Nominado para César por “Cría cuervos (1976)” y “Carmen (1983/I)”.

Nominado para premio Goya como mejor documental por “Fados (2007)”. Obtuvo este premio por “Ay, Carmela (1990)”. Nominado para Concha de Oro en el festival de San Sebastián por “Taxi” (1996) y “Buñuel y la mesa del rey Salomón (2001)”. Obtuvo mención especial por “Cuenca (1958)”, y premio especial de jurado por “Mamá cumple cien años (1979)”. Recibió premio St Jordi como mejor película española por “Goya en Burdeos (1999)”.

En su carrera dirigió 52 filmes desde 1956 hasta 2022, guionista de 41, actor en 2 y productor de tres películas. El gran cineasta falleció el 10 de febrero de 2023 en Collado Mediano, Comunidad de Madrid, España.

Esteban Hernández Corvo
1 marzo 2023

“As bestas (2022)”, una triste historia en el Orense gallego

Cuanta más enemistad alimenta a tu
cerebro, más escasa será tu felicidad.”
Kangoma Kindembo (activista congolés de derechos humanos)

Un drama-suspense franco-español, de 134 minutos de duración, todo un largometraje, dirigido por el madrileño Rodrigo Sorogoyen del Amo, guion de Isabel Peña con el mismo Sorogoyen, película hablada según el momento en la cinta en gallego, francés y castellano. La trama, algo nefasta, se desenvuelve en un área montañosa del Orense de Galicia.

La película se basa en un hecho real, ocurrido en 2010, de una familia neerlandesa, la que se trasladó a Galicia con el objetivo de vivir cerca de la naturaleza y emprender una modesta producción hortícola y ganadera. El filme presenta a una familia francesa y no neerlandesa, lo cual no cambia el valor de la peli y el objetivo de su realización.

Difícil les fue a los nuevos extranjeros establecerse en el lugar debido a disputas surgidas con la familia gallega vecina. Los locales entendían que los extranjeros les estaban quitando territorio y posibilidades que les pertenecían, mientras que los “franceses” buscaban resolver el problema pacíficamente, lo cual no parecía muy a la mano.

Esa discrepancia se agudizó cuando una compañía energética le ofreció 6000€ a las dos familias por la instalación de cada uno de los 25 molinos eólicos proyectados en esa zona, a lo cual Martin se negó. Eso exacerbó los ánimos. La amenaza, la violencia y otras tantas cosas desagradables de la familia gallega para la laboriosa familia gala estuvieron presente y fueron constantes. El producto de esa rivalidad cualquiera se lo puede imaginar, algo realmente bestial, por lo que ese título de bestias le viene a la película al dedillo. Personalmente me dio la impresión de que la policía local no era que estuviera muy dada a mediar en el asunto o a calmar los ánimos de los locales. Es probable que el director lo haya querido insinuar con las escenas.

El valor de una mujer sola se pone de relieve en el filme, una verdadera heroína en un ambiente adverso, el que supo sobrellevar hasta imponerse con la razón y las pruebas de un crimen.

Ver esta película me parecía que uno estaba dentro de ella, lo cual solo se logra cuando los protagonistas interpretan sus papeles lo más real posible. Ese mérito les pertenece a los franceses Marina Foïs y Dénis Ménochet, así como al gallego Luis Zahera en grado superlativo.

Es una película muy lograda, por lo que tiene bien merecidas las 34 nominaciones y los 39 premios recibidos, entre ellos:

  • Del jurado del Festival Internacional de Cine de Bruselas
  • Premios Goya como mejor peli, a Sorogoyen como mejor director y montaje, a Dénis Ménochet como mejor protagonista, a Luis Zahera como mejor actor de reparto, peli con mejor sonido, con mejor fotografía.
  • Marina Foïs fue nominada como mejor actriz protagonista en los Goya.
  • Premio Donostia como mejor filme europeo en el festival de San Sebastián.
  • En los premios César en Francia, la peli fue nominada como la mejor peli extranjera.

Esteban Hernández
22 febrero 2023

“Las madres del Tercer Reich (2012)”, otra evidencia de los crímenes de los nazis

Se debe procurar que sólo engendren hijos los individuos sanos,
porque el hecho de que personas enfermas o incapaces pongan
hijos en el mundo es una desgracia.”
De las locuras dichas por Adolf Hitler

No hace falta realizar una película de guerra propiamente, o sea con mucha metralla, tanques, bombas y centenares de muertos, para delatar los crímenes de la agresión nazi en Europa. Mucho daño ocasionó el nazismo con una figura acomplejada y mentalmente desequilibrada como la de Adolf Hitler, cuyos sentimientos racistas rebasaban cualquier límite.

Esta peli francesa, cuyo título original es “Malgré-elles (A pesar de-ellas)”, no es bélica como tal, es un drama, con trama basada en hechos reales durante la II Guerra Mundial, en Alsacia, territorio que había sido parte en el pasado de Alemania, luego francés. La lógica hitleriana consideraba necesario ocupar y recuperar lo que pertenecía al Reich, pero no era solo llegar y asentarse allí, era necesario un proceso de asimilación de la población alsaciana a la germana.  

Esa asimilación incluía el reclutamiento de los jóvenes, los masculinos al frente, las féminas a escuelas o fábricas de materiales bélicos o en clínicas especializadas en las locuras surgidas del cerebro enfermo del Führer.

Las chicas debían aprender a hablar y comunicarse en alemán, nada de francés, aparte de jurar fidelidad al loco en el poder. Ya saben Heil Hitler para todo. No obstante, es errado pensar que todos los soldados y oficiales nazi compartían la inhumanidad de Hitler y su cúpula. Esa verdad ya la hemos visto en otros filmes como “La lista de Schindler (1993), “El pianista (2002)” entre otras.

Dentro de tanta crueldad aparece un oficial algo lisiado, el que tiene compasión y tolerancia con sus “subalternas” alsacianas. Entre tantas féminas, le tocó conocer y enfrentar a una con mucho orgullo, a veces peligroso, la que realmente tocó su corazón.

A la vez, esa chica compartía su suerte con otra, menos orgullosa, pero más pícara por su capacidad de desdoblarse ante sus superiores así deseara escupir sus caras. Ambas hacían dos mitades que se complementaban y lograron establecer algo más allá de una amistad.

Por esas cosas de la vida, ambas chicas fueron enviadas a una clínica, no para curar a nadie, era una especie extraña de hospital de maternidad, donde las supuestas enfermeras salían embarazadas de oficiales muy alemanes, cuyos hijos eran luego separados de sus madres, ya que los mismos tenían que recibir una educación de fidelidad y culto al führer. ¡¡Cuanta demencia!!  A eso hay que sumar que a esa clínica se traían niños de ambos sexos, los que se consideraban apropiados para recibir esa exclusiva educación. Podían ser polacos, checos o de cualquier nacionalidad, siempre que su fisionomía estuviera acorde con los requisitos de la raza aria, tal y como la imaginaba el führer en sus sueños enfermizos. Había que medir el tamaño de su cabeza, evaluar su forma, sus ojos, bocas y demás órganos de su cuerpo.

Imagínese una enfermera que se niegue a hacer el acto sexual con el oficial alemán que se le antojara. Difícil resistir la fuerza de una bestia, peor aún aceptar salir embarazada y parir la criatura de esa copulación inhumana. Todo eso y algo más se podrá ver en el filme.

La película es una joya del cine europeo, con trama de secuencia lógica y con algunas sorpresas agradables en la medida que va llegando a su final. No deseo decir más para evitar spoilers, solo aconsejar una vez más ver la peli y analizarla.

Antes de finalizar, los nombres de su director, el parisiense Denis Malleval, quien tiene con 39 pelis dirigidas hasta el presente. Malleval contó con un guion a tres manos, de tres mujeres, las que aportaron sus historias. Ellas fueron Nina Barbier, Séverine Jacquet y Barbara Grinberg, mientras que las protagonistas principales fueron la bella Flore Bonaventura, francesa, pero con un atractivo toque mediterráneo, en el papel de Alicia; la bionda Louise Herrero, tan eficiente como Flore en esta peli, encarnó a Lisette; la francesa nacida en Rabat, Marruecos, Macha Méril, es la que aparece como la ya entrada en edad Alicia. El actor y poliglota alemán Pierre Kiwitt es el que interpreta el papel del bondadoso y generoso oficial Hugo Steiner.

A esta peli le di una calificación de 8 en una escala del 1 al 10, podría ser más si el doblaje al español hubiera sido eficiente, pero no lo es, aparte que el audio de ese doblaje no es el mejor. La peli está disponible en Amazon Prime.

Esteban Hernández
20 febrero 2023 

“Bravetown (2015)”, consecuencias de la guerra y la droga

Los niños son a menudo las víctimas silenciosas de los abusos de drogas.”
Rick Larsen (político norteamericano)

Un drama algo light es la película que aquí se expone y critica, donde se presentan distintas situaciones de la vida, muy reales, por cierto, sobre todo en los países desarrollados occidentales, de manera llana y algo explícito al final de la peli.

Su título en inglés es también Strings, que traduzco como cadenas y no como cuerdas. En realidad, los hechos están concatenados en la vida de un pueblo de Dakota del Norte, adonde fue a parar un joven deejay, condenado a un proceso de rehabilitación en casa de su padre, al que no conocía. Era la única forma que se le podía sancionar, producto de consumo repetido de drogas, y así no llegar a las rejas.

El papel del joven Josh Harvest es protagonizado por el nuevo McGyver, el actor Lucas Hill, el que se desenvuelve bien en su rol, muchas veces con expresiones faciales y con frecuencia poco dado a hablar, lo cual se observa en las escenas con su psicólogo Alex, interpretado por Josh Duhamel, hombre que tenía sus secretos y había estado en la guerra de Iraq, sin especificar si fue la primera o segunda guerra en ese país del Medio Oriente.

Josh es hijo de un coito casual entre su madre y su padre. La calentura, al parecer, no les dio tiempo a reflexionar que cuando no se quiere parir, esas cosas se hacen con protección. Al final hay un embarazo de la madre y un alejamiento del padre biológico. ¿Quería mamá parir? No, nada de eso, pero parió, y su hijo creció en un mundo sin cariño, como si fuese un estorbo para la mamá, muy drogadicta incluso durante la crianza de Josh, el que, a su vez, no conocía siquiera a su padre. Sabía donde vivía y eso era todo.

Observemos como la droga ya había deformado a la madre, probablemente antes de salir embarazada, y como ella, sin proponérselo, le trasmite ese mal hábito a su hijo, desde que este tuviera tan solo doce años. Lo peor de todo es que el hijo ve en la escuela como era la relación cariñosa de otros compañeros en la escuela con sus padres, muy diferente de la suya.

Josh tuvo sin más remedio que aceptar el castigo impuesto por su drogadicción y marcharse a vivir con el padre, una persona que nunca pareció adversa o negativa, pero que tampoco hacía mucho por enseñar o educar a su hijo.

Así que su nueva historia se inicia en un pueblo, el que posee una escuela militar, y donde la mayoría de las familias estaban de una manera u otra vinculada a las guerras.

Todos sabemos que una guerra deja muchos muertos, muchos huérfanos, muchas personas inválidas, pero deja igualmente un sentimiento de rechazo y de recuerdos tristes. Buena parte de la población sufría de la guerra aun luego de concluida por lustros o décadas.

Así que el filme nos plantea dos desgracias, a la vez enfrentadas entre el joven Josh, la joven Mary y el psicólogo Alex, cuyas rivalidades tienen un fundamento histórico de la vida de cada uno de ellos.

Tomar la vida de manera fructífera es una de las vías para lograr la concordia. Josh entendió que podía aportar mucho como deejay al grupo de baile de la escuela y por ahí se va parte del filme con excelentes coreografías, donde sobresale Mary, papel interpretado por Kherington Payne.

De las actrices-actores conocidos o con experiencia, solo se vio a la cincuentona Laura Dern, hija del veteranísimo actor Bruce Dern, en el papel de madre de Mary y trastornada mentalmente por la pérdida de un hijo en la guerra de Iraq. Otra actriz, de menor experiencia, en esta película fue María Bello encarnando el papel de la madre de Josh.

El venezolano Daniel Durán es el director del filme, mientras que el guion es del salvadoreño Oscar Orlando Torres. La trama me lució muy aceptable en general, pero hubo alguna que otra escena incoherente con el argumento trazado. La violencia escolar es conocida, pero ahí no cabía, ya que no había razón para ello, sobre todo en un pequeño pueblo.

Como ya dije, la hora y 52 minutos de peli transcurren lisamente, por lo que verla no requiere de esfuerzo extraordinario por parte del espectador, tampoco lleva suspense y una violencia relativamente escasa de compararlo con la media de los filmes norteamericanos.  

Esteban Hernández
14 febrero 2023

“El viaje de Nisha (2017)”, ¿Dónde están los derechos de esas mujeres?

El filme por reseñar se titula “La Mauvaise
Réputation” (la mala reputación) en Francia.

Ya vimos anteriormente “Adam (2019)” filme con una trama demostrativa de los prejuicios existentes y cómo la mujer trata de escapar de esas injusticias. Ahora para continuar, veamos algo de otra peli con argumentos similares, pero en otro contexto.

Emigrar es algo muy común en nuestras sociedades. Unos lo hacen por razones económicas, otros por ser perseguidos políticamente, en fin, se trata de un derecho consagrado en la Carta de los Derechos Humanos.

Cuando se emigra uno debe saber que lo primero es respetar las costumbres y normas de la nueva sociedad, donde irá a residir. Uno tiene el derecho de mantener su cultura a nivel doméstico, profesar su religión, pero no entrar a cuestionar si lo que existe en ese país es justo o no. Nadie puede llegar a exigir que en determinadas escuelas se quiten los crucifijos existentes en las aulas. Emigró, pues adáptese al nuevo ambiente, caso contrario, deberá regresar al país de donde vino u otro con hábitos similares.

Al emigrar con su familia se corre siempre el riesgo que sus hijos quieran integrarse plenamente en esa sociedad, incluso olvidando su religión o creencias. Los niños crecen hablando el idioma del país y asimilando todo lo que les rodea. Harto difícil modificarlos durante la crianza y más aún llegada la adolescencia.

Este filme muestra la intolerancia de una familia paquistaní, residente de años en Noruega, a la actitud de su joven hija, la que, con mucha lógica, asiste a discotecas, bebe algo, baila y tiene rollo con algún que otro joven. Aquí a nuestros ojos no hay pecado, pero no es así para los padres de esa hija, los que para “resolver” el problema aplican la tremendísima, secuestrar a esa hija y llevarla a la fuerza de vuelta a Paquistán para convivir con una tía y su familia.

De hecho, el filme muestra un acto de violencia, una falta de respeto a las normas establecidas en Noruega e infringen la ley. La chica, al verse en el medio que crecieron sus padres, se da perfecta cuenta de que eso nada tiene que ver con ella. Adaptarse es muy difícil en ese caso, pues su medio natural no es ese, sino aquel en el que creció y se desarrolló.

¿Tuvo alguna solución el problema? No hay mal que dure tanto, al menos a nivel familiar, por lo que la chica hizo cuanto estuvo a su alcance para lograr eso que se llama libertad. ¿Cómo lo logró? Se los dejo para que así puedan ver la película, producción noruega-germano-sueca-franco-danesa, de la directora y guionista Iram Haq, noruega de nacimiento y familia de origen paquistaní. En realidad, la trama fue algo que ella sufrió en su vida al ser secuestrada y llevada al Paquistán.  

La actuación de Maria Mozhdah en el papel de Nisha fue realmente buena al poder expresar su obstinación hasta con su mirada. No menos notable fue la interpretación del papel de padre de Nisha por el actor hindú Adil Hussain.

Esta película, no muy conocida en occidente, ha obtenido premios en varios certámenes nacionales e internacionales de cine en los países nórdicos, Israel, India y Canadá. Les invito nuevamente a ver algo distinto, pero muy real, algo a lo que no debemos estar de espalda si es que deseamos la verdadera emancipación de la mujer en cualquier rincón del planeta.   

Esteban Hernández 20 diciembre de 2022     

“Adam (2019)”, violación de las normas y sus consecuencias

El progreso hacia la igualdad de género es
fundamental para el desarrollo sostenible.”
Fondo de las Naciones Unidas para la Población

Cada sociedad tiene sus formas y reglamentos. En muchos países estos responden al dogma impuesto por la religión predominante. Esos preceptos, de no modificarse con el tiempo, provocan problemas a nivel familiar e incluso de comunidad o barrio.

Las mujeres deben obedecer al pie de la letra lo que se les impone. Ahí no hay libertad alguna, todo está sentado acorde a cómo lo dice la religión, la que dicta las normas de carácter moral.

Pero siempre hay alguien que se puede saltar el reglamento y caer en una situación penosa. Una mujer no casada no debe tener sexo y sí lo tiene deberá asumir los castigos caso de ser descubierta. Esto puede ser muy evidente cuando la osada mujer termina encinta y su barriga no hay forma de esconder.

Acudir a los padres es peligroso, el castigo podrá ser extremadamente severo, a lo que hay que sumar el desprecio de la sociedad circundante. Hay que escapar y dejar atrás a todo lo que uno quiere, a no ser que el hombre que la disfrutó se haga cargo debidamente del asunto, pero no es así. Lo ridículo de todo eso es que los preceptos morales castigan a la mujer, pero no intentan buscar al hombre que gozó del sexo con la fémina e igualmente castigarlo.   

Toda esa trama es la que se desarrolla en el filme, coproducción marroquí-franco-belga-catarí, con dirección y guion de la marroquí Maryam Touzani, y filmación completa en una barriada bastante pobre de la ciudad de Casablanca.  

El título responde al nombre que le da a su criatura su madre Samyah, papel interpretado por Nisrin Erradi. Al inicio un bebé odiado, pero que a pocos días de nacido gana el afecto de su madre. Las circunstancias de cómo Samyah se abrió paso para parir y sobrevivir a las normas punitivas vale la pena ver en el presente filme.

Lubna Azabal interpreta muy bien el papel de la comprensiva Ablah, la que recuerda junto a Samyah parte de su desdichada vida y lucha para hacer que su hija pudiera educarse en escuela.

La directora del filme, Maryam Touzami obtuvo premios en Cannes y Chicago, así como Lubna Azabal y Nisrin Erradi en otros certámenes por sus excelentes actuaciones. Así que un filme en un mundo no muy conocido en occidente y que hace entender la magnitud de los problemas que enfrentan las mujeres en esa sociedad.

Esteban Hernández
30 noviembre de 2022

La novela “Martín Eden” de Jack London llevada al cine

Todo hombre debe decidir si caminará a la luz del altruismo
creativo o en la oscuridad del egoísmo destructivo.”
Martín Luther King Jr.

Por Esteban Hernández

De la obra literaria de Jack London se ha hablado con anterioridad en este blog (Labrada 2016), donde se reconoce que la obra maestra de este autor, una especie de autobiografía con final anticipado fue Martín Eden, publicada en 1909 por Pacific Monthly.

Es la vida de un hombre pobre, criado en un mundo de gente de pocos recursos, los que solo saben buscarse el sustento de cada día como mejor se pueda, incluso robando llegado el caso. Martín pudo hacerse marino mercante en la costa del Pacífico de los EE. UU. y así sobrellevar su supervivencia, hasta que un buen día por un accidente de esta vida conoce una joven de clase alta, opulenta, la que incentiva a Martín a estudiar para escribir poemas y luego prosas. Ella percibía que el joven podía llegar a algo.

Cuando uno escribe, suele relatar parte de sus vivencias, por lo que en un momento de su carrera autodidacta se da cuenta que su amada no comparte sus ideas y mucho menos sus padres y familia. Escaló alto con sus escritos, los que comenzaron a ser aceptados pasado un tiempo, pero después se tropezó con muchas contradicciones para él inesperadas.

La obra ha sido siempre bien recibida por los que la han leído. Impactante es lo único que se puede decir de la misma, ya que en el orden político se abordan cuestiones polémicas actuales sobre el socialismo como sistema dentro de la democracia.

El cine no podía quedar de espalda a este best seller y había que llevarlo a la gran pantalla. La primera película con trama de esta novela fue la silente y homónima de 1914, dirigida por Hobart Bosworth con guion compartido con London, donde Lawrence Peyton interpreta a Martín y Viola Barry a Ruth Morse. La peli dura escasamente 50 minutos. La peli debe haber tenido la colaboración directa de London, quien murió en 1916.

Pasaron pocos años para que el director Sidney Salkow realizó una especie de peli de aventura con protagonismo de Glenn Ford como Martin Eden y Claire Trevor como Connie Dawson, nombre inventado, ya que la enamorada o prometida de Martín Eden se llamaba Ruth. El filme de 1942 se tituló en inglés “The Adventures of Martin Eden” y en español “El barco de la muerte”. La calificación dada a esta peli en IMDB.com es de sólo 5,8 puntos de 10.

Un serial televisivo, con duración de casi 6 horas, de producción italo-germánico, se estrenó en 1979, en el que el estadounidense Christopher Conolly interpretara el papel de Martín, mientras que Ruth fue encarnado por la genovese Delia Boccardo. La puntuación en IMDB.com ha sido de 6.8 de 10, algo ya mejor valorado.

Realmente, el que suscribe no ha visto ninguna de estas versiones, pero sí la última, de producción italiana, del 2019, dirigida por Pietro Marcello, donde la trama fue adaptada al mundo napolitano en Italia, hábitat de pobreza, incluso en partes de Nápoles en la actualidad. Martín Eden fue interpretado por Luca Marinelli y Elena Orsini (la Ruth italiana) por la francesa Jessica Cressy.

Esta versión es bastante parecida a la obra original de London, donde Marinelli, a mi entender, brilla en la primera mitad de la cinta. Cressy se comporta modesta en su actuación. El Martín del tercio final del filme es demasiado desilusionado, no muestra nada de su furor inicial como marinero y luego escritor. Es cierto que él se sintió defraudado en su vida, pero no al extremo de querer esquivar a la gente en general.

Lo positivo es cuando le muestra a su amada un mundo que ella no conocía, el de la miseria, el de la gente harapienta, carente de educación, las calles sucias, un ambiente tétrico, el que Ruth no fue capaz de asimilar, como si esa gente fuera la peste, como si hubieran nacido para eso por destino. Dos mundos, en uno sobra todo, en el otro nada, pero para Ruth eso es lo que le toca a cada uno y ella no tiene nada que ver con esa otra desgracia.

Más impactante es la baja moral y el oportunismo de esa aristocracia. Ruth deseaba volver con su amado Martín, el ya famoso escritor, del que todo el mundo hablaba. Martín supo burlarse de sus intenciones.

Discutible, ya dije polémico, es el tema sobre el socialismo que tuvo Martín con los trabajadores y sindicatos que se pronunciaban a favor de un nuevo orden. Era el momento en que se avecinaba la primera guerra mundial, la pobreza se elevaba, las carencias económicas empujaban a las grandes potencias a la confrontación bélica.  El diálogo presentado era real y los argumentos de ambas partes dignas de ser oídos, cada cual tenía su razón, Martín tenía desconfianza, basaba mucho sus razonamientos en la teoría evolutiva de Herbert Spencer, donde proponía que la sociedad resulta ser un producto a partir de cambio de formas inferiores a superiores. Todo lo llevaba al plano biológico, como si el hombre careciera de sentido y se comportara como cualquier otro animal.

Así que, si desea ver filme con sustancia, “Martin Eden (2019)”, es una buena sugerencia. Aún no he votado en IMDB.com, creo que un 8 es bien merecido.  

Fuentes

IMDB.com. https://www.imdb.com/title/tt4516162/reference/

IMDB.com https://www.imdb.com/find?q=martin+eden&ref_=nv_sr_sm

Labrada R. 2016. La mejor lectura para jóvenes y adolescentes, las obras de Jack London. Deportescineyotros.com, https://deportescineyotros.com/2016/02/28/la-mejor-lectura-para-jovenes-y-adolescentes-las-obras-de-jack-london/

20 noviembre de 2022

“Promesa al amanecer (2017)” un retrato de una madre obsesionada

El padre (o la madre) debe ser el amigo (o amiga),
el confidente, no el tirano de sus hijos.”
Vincenzo Gioberti (1801-1852, filósofo y estadista italiano)

Por Esteban Hernández

Muchos padres cometen el error de querer obligar a sus hijos a ser algo, para lo cual no sienten vocación. Admitamos que lo hacen con buenas intenciones y sin saber el daño que pueden causar en la personalidad de ese infante en crecimiento.

El fenómeno suele agudizarse cuando es hija o hijo único, más aún cuando se es huérfano de uno de sus progenitores, ya que el padre o madre que queda conserva una idea fija sobre lo que debe ser ese hijo, a quien al final afecta y enferma. Se origina una relación psicopática, donde el menor recibe el inoculo de ideas, muchas veces disparatadas, del progenitor o la progenitora. Los éxitos del hijo son bien recibidos y hasta exagerados en su entorno, todo el mundo tiene que enterarse que el infante es “un genio, llegará a ser un alto funcionario del estado y hasta presidente de la república”, una pura obcecación.

El filme de referencia (La promesse de l’aube) trata sobre la vida del escritor francés Romain Gary, su niñez en Vilna, actual capital de Lituania, entonces gobernado por Polonia, junto a una madre, cuyos esfuerzos se volcaron sobre el niño y luego adolescente Romain a fin de que progresara continuamente en su superación. Era una mujer muy esforzada, la que a veces se inventaba sus historias para hacer parecer lo que nunca fue o para engañar a otros, sobre todo aquellos pudientes en la sociedad. A eso hay que sumar el secreto guardado de su naturaleza judía, aunque no practicantes, era todo un pecado en el ambiente en que se desenvolvían, por lo que sin remedios ella y el niño iban a la iglesia católica así no creyeran en nada.

Con el curso del tiempo, Romain absorbió todas las exigencias de su madre y trató por todos los medios de no decepcionarla, así también tuviera que mentirle ocasionalmente. Llegó alto por su entrega en la II Guerra Mundial, donde asimiló muchas enseñanzas, las que le sirvieron para convertirse en un famoso escritor, pero la psicopatía adquirida producto de la crianza tuvo su impacto en su personalidad.

La película de producción franco-belga fue dirigida por Eric Barbier y contó con el protagonismo de Charlotte Gainsbourg como la madre de Romain, mientras que el personaje principal fue interpretado por tres actores, el niño Pawel Puchalski, el adolescente Némo Schiffman y en lo sucesivo, Pierre Niney. El filme es muy original en sus relatos, el que aborda historia, guerra y el amor ciego de madre e hijo.  

4 noviembre de 2022

“15:17 Tren a París (2018)”, un hecho llevado a la pantalla con el protagonismo de sus héroes reales

El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la
vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad.”
Juan Pablo II

Por Esteban Hernández

Este filme, dirigido y producido por Clint Eastwood, relata la vida de tres jóvenes, cuya niñez fue, por decirlo de alguna manera, algo indisciplinada e incomprendida en el ambiente escolar. La rebeldía de ellos era tal que, a menudo se veían en la oficina del director, el que les hacía una especie de amonestación y, en otras, llamaba a sus madres para informarle de la mala conducta.

Cuando no hay pedagogía, la incomprensión prevalece, cuya responsabilidad recae sobre el cuadro docente y también los padres. No se trataba de niños malsanos, al contrario, eran de buenos sentimientos y sufrían de todas esas cosas que abundan en las sociedades modernas, como la separación de los padres.

Un aspecto negativo que llama la atención en la peli es el juego con armas de los niños blancos, los que poseían todo un arsenal de guerra, juguetes, pero ¡qué juguetes!  Cuando uno ve eso no le resulta difícil imaginar que surja gentecapaz de matar por matar en una sociedad, donde las armas están al alcance de todos. Basta con tener dinero y comprarlas. Los niños jugaban con armas y, por suerte, su inclinación fue, ya crecidos, la de integrarse en las fuerzas armadas, en este caso Alek y Spencer, los niños blancos. Anthony, el afro del trío, no pareció interesarle el asunto militar. Así y todo, se mantuvo una amistad muy sólida a lo largo de sus vidas, lo que los vuelve a unir en momento vacacional de ellos tres. Esos personajes son los reales de la historia que cuenta el filme.

Una gira por Europa es algo muy saludable para aquellos que desean conocer mundo y cultura. Por lo que en el filme se ven vistas de Roma, Venecia, Berlín y Ámsterdam. En esa gira no podía faltar París, por lo que lo más lógico y económico es tomar el tren que cubre la ruta desde Ámsterdam hasta París, el llamado Thalys, y es ahí donde los sorprende, a partir del tramo Bruselas a París, ya en territorio francés, un asaltante marroquí, el que venía con armas y deseos de exterminar gente del mundo occidental, todo un fanático. No diré más para que los interesados en ver la peli no sufran de spoilers.

La realidad es que la solidaridad humana siempre surge de forma espontánea y es la que hace que las personas se crezcan ante tamaña dificultad. Salvar vidas humanas debe ser el objetivo principal, el que se cumple cuando hay conciencia sobre el problema. No es que los seres humanos pretendamos hacer el papel de héroes, es el de hacer lo que el humanismo nos exige. Ese es el valor del filme, salvar 534 vidas a bordo de ese tren, lo cual es un acto lleno de bello de generosidad, máxime cuando las personas involucradas están poniendo sus vidas en grave peligro.

El actor Ray Corasani, quien no dice ni media palabra en la película, interpretó bien el papel del terrorista Ayoub El Khazzani. Su mirada de odio encajaba perfectamente en el perfil de un hombre capaz de exterminar a todo aquel que se le atravesase en su camino. Excelente la interpretación del ex-presidente de Francia, François Hollande, por el actor Patrick Braoudé. Realmente uno lo ve y piensa que era el mismo Hollande en persona. El guion del filme fue preparado por los tres protagonistas reales de conjunto con Jeffrey E. Stern, con montaje de Dorothy Blyskal.

El filme tiene partes light, sobre todo aquellas que transcurren en los lugares turísticos europeos, pero también muestra realidades de la vida de las familias en EE. UU. como de la realidad del terrorismo en el mundo actual.

Fuentes consultadas- https://www.imdb.com/title/tt6802308/reference  y Wikipedia en línea.

27 octubre de 2022