Se escribe sobre deportes, sobre todo béisbol. El cine es abordado desde una óptica clásica. Historia y descripción de lugares visitados son otros de los temas, así como biografías de grandes de la ciencia. Hay de todo un poco para aquel que guste leer.
“Mi política es muy personal y subjetiva” James Earl Jones
Se fue otro grande de la pantalla quien, a pesar de haber sido un actor destacado, no protagonizó tantas pelis proporcionales a su calidad. Se le veía usualmente en funciones de reparto.
Una curiosidad de la vida de este actor fue que en su niñez tenía dificultades para hablar. Él afirmaba que tenía que pensar antes de decir algo. Ahí lo tienen, poseía una voz impresionante, probablemente su mejor atributo como actor. Todd Jones nació el 17 de enero de 1931, en Arkabutla, Mississippi, actor ampliamente conocido por su voz de barítono y sus interpretaciones en la trilogía de películas de “Star Wars” (Guerra de las Galaxias) de George Lucas, donde interpretó el papel del malvado Darth Vader o como el también malvado león Mufasa en el animado “El rey León (1994)”. Jones era graduado de la Universidad de Michigan y estudió drama en el American Theatre Wing. En 1961 comenzó a actuar en Broadway, interpretando papeles de héroes de las obras de Shakespeare, como Otelo, en el Festival Shakespeare de Nueva York. En 1968 interpretó, en el teatro, el papel del boxeador y primer campeón de los pesos superpesados Howard Sackler, en la obra “La gran esperanza blanca” (The great white hope), que le valió un Tony por su actuación.
Dos años después (1970), esta obra fue llevada a la gran pantalla por el director Martin Ritt y protagonizada por el propio Jones magistralmente. Su debut real en el cine fue en la comedia de guerra “¿Teléfono rojo? Volamos a Moscú (1964)” de Stanley Kubrick con Peter Sellers y Sterling Hayden. En lo sucesivo interpretó papeles de reparto o de hombre duro en varios filmes, entre ellos:
Los dramas “Los comediantes (1967)” de Peter Glenville con Richard Burton y Liz Taylor
“End of the road (1970)” (Fin del camino) de Aram Avakian con Stacey Leach,
Protagonizó los dramas “The man (1972)” (El hombre) de Joseph Sargent con Martin Balsam
“King Lear (1974)” (El rey Lear) de Edwin Sherin con Tom Aldredge, filme para la TV en el que Jones interpretó el papel del monarca en cuestión
“Claudine (1974)” de John Berry con Diahann Carroll,
“The river Niger (1976)” (El río Níger) de Krishna Shah con Louis Gossett Jr.
El suspense “Justicia violenta (1976)” de Ivan Nagy con Don Murray
El ya mencionado “Guerra de las Galaxias (1977)” de George Lucas
Los dramas “Yo, el mejor (1977)” de Tom Gries y Monte Hellman con Muhammad Ali y Ernest Borgnine, donde Jones encarnó a Malcolm X
La comedia-filme de crimen “De profesión: estfadores (1977)” dirigida y protagonizada por Sidney Poitier con Bill Cosby
El drama “Paul Robeson (1979)” (TV) de Lloyd Richards con Burt Wallace, donde interpretó el papel del famoso cantante negro Paul Robeson
También actuó en el primer capítulo del serial TV “Raíces”, con guion de Alex Hadley
La década de los 80 fue bastante movida para Jones, así se le vio actuar en:
Los filmes de acción “La espada del samurái (1981)” de Tom Kotani con Richard Boone y Toshiro Mifune.
“Conan el bárbaro (1982)” de John Milius con Arnold Schwarzenegger y Max Von Sydow, donde Jones es el monarca malvado
“La guerra de las galaxias: el regreso del Jedi (1983)” de Lucas
La comedia “Una escuela muy loca (1986)” de Steve Miner con C.T. Howell
El drama “My little girl (1986)” (Mi pequeña chica) de Connie Kaiserman con Geraldine Page
La comedia-filme de acción “Tres fugitivos (1989)” de Francis Veber con Nick Nolte
El estupendo drama “Campo de sueños (1989)” de Phil Alden Robinson con Kevin Costner y Burt Lancaster.
Entre sus actuaciones más destacadas de los 90 están:
El filme de acción ”La caza del octubre rojo (1990)” de John McTiernan con Sean Connery y Alec Baldwin
El drama “Convictos (1990)” de Peter Masterson con Robert Duvall
Las pelis de acción “Juego de patriotas (1992)” de Phillip Noyce con Harrison Ford, “Los fisgones” (1992)” de Phil Alden Robinson con Robert Redford y Sidney Poitier
Los dramas “Sommersby (1993)” de Jon Amiel con Richard Gere y Jodie Foster; y Protagonizó “Llanto por la tierra amada (1995)” de Darrell Roodt con Richard Harris.
Con su extraordinaria voz, Jones, además, dio vida a muchos héroes de animados que han sido del deleite de los niños, como fue el caso de “el rey león (1994)”, además de narrador de muchos filmes, labor que realizó con más intensidad a partir de la década de los 90. Por otro lado, fue protagonista de una buena cantidad de filmes para la TV, entre estos están el drama “Fuego y odio (1990)”. los seriales “East side/West side (1963)”,“La pasión de Gabriel (1990)”, “Pros and Cons (1991)”, “Pickets fences (1992)” (Piquetes de vallas), “Happily ever after: Fairy tales for every child (1995)” (Por siempre felices: Cuentos de hadas para todos los niños), antología animada para niños televidentes; “Under one roof (1995)” (Bajo un mismo techo), “Frasier (1993)”
Nominado para OSCAR como mejor actor por “La gran esperanza blanca (1970)”. Nominado para Globo de Oro como mejor actor en drama por “La gran esperanza blanca (1970)” y como mejor actor en comedia/musical por “Claudine (1974)”, como mejor actor en drama para la TV por “La pasión de Gabriel (1990)” y “Pros and Cons (1991)”. Obtuvo Globo de Oro como actor más promisorio por “La gran esperanza blanca (1970)”.
Nominado para Emmy como mejor actor por “East Side/West Side” (1963); como mejor actor en series dramáticas por “Picket fences” (1992), “Under one roof (1995)”; como mejor actor invitado en series de comedias por “Frasier” (19993). Obtuvo Emmy como mejor actor en series dramáticas por “La pasión de Gabriel (1990)” y como mejor actor de reparto en miniseries por “Fuego y odio (1990)”.
Nominado para premio Imagen como mejor actor en filmes para niños y jóvenes por “»Happily Ever After: Fairy Tales for Every Child” (1995), como mejor actor en filmes de acción “Llanto por la tierra amada (1995)” y como mejor actor en comedias por “Frasier (1993)”. Nominado para premio SAG como mejor actor por “Llanto por la tierra amada (1995)”.
En 1995 obtuvo un reconocimiento a su carrera del National Board Review de EE. UU. y el premio Joseph Plateau Life Achievement en el festival internacional de Flanders; en el 2001 recibió otro similar del Method Fest. En resumen, actuó en 190 filmes entre 1962 y 2022. Falleció por causas no informadas el 9 de septiembre de 2024 en Pawling, Estado de Nueva York.
“Puedes pensar que no lo lograrás, puedes pensar de abandonar el juego, pero si miras fijamente la pelota, podrás lograr cualquier cosa” Hank Aaron (famoso slugger de los Bravos 1954-1976)
En el clásico de béisbol en 2017 todos pudimos ver una figura dominante en el pitcheo del conjunto de Japón, de nombre Shohei Ohtani, quien era igualmente eficiente al bate y utilizado en calidad de designado cuando no lanzaba. Antes de 2018, o sea su llegada a la MLB de la mano de los Angelinos Anaheim, Ohtani fue noticia en una ocasión al conectar un batazo que dio contra el techo del estadio en que jugaba, el que se convirtió automáticamente en jonrón.
Su llegada a la MLB vino naturalmente precedida de mucha fama, bien ganada, por cierto. Así que para los Angelinos era una oportunidad mostrar a dos estrellas en su conjunto, como lo son Mike Trout y Ohtani. Anaheim no era lo que realmente buscaba Ohtani, él buscaba jugar en equipo competitivo, por lo que una vez agente libre le dio el adiós al equipo de su debut.
Veamos antes algunos datos de este gran pelotero nipón. Nacido el 5 de julio de 1994 en Ōshu, ciudad ubicada en la prefectura de Iwate en el norte de Japón. Según lo que he podido recopilar, la región de esta ciudad es conocida por su belleza natural y su rica cultura, además de ser importante en la producción de arroz. Allí se encuentra el templo de Chuson-ji. Ohtani estudió hasta el nivel secundario de la Escuela en la Prefectura de Iwate, donde comenzó a destacarse en el béisbol. No llegó a cursar estudios universitarios, entró en el mundo del béisbol profesional de manera directay debutó en la Nippon Professional Baseball (NPB) el 2 de marzo de 2013 con los combatientes de Hokkaido Nippon-Ham, donde enseguida mostró sus habilidades ofensivas y como lanzador. Batea y corre, lanza y domina.
Shohei Ohtani asistió a la **Escuela Secundaria de la Prefectura de Iwate**, donde se destacó en el béisbol. Tras graduarse, fue seleccionado por los Hokkaido Nippon-Ham Fighters en el draft de 2012 de la Nippon Professional Baseball (NPB). Ohtani no asistió a la universidad, ya que decidió entrar directamente en el béisbol profesional. Hasta dónde llega la información, su trayectoria educativa formal culminó con su formación secundaria.
Shohei Ohtani debutó en la Nippon Professional Baseball (NPB), la liga de béisbol profesional de Japón, el 2 de marzo de 2013. Jugó para los Hokkaido Nippon-Ham Fighters y rápidamente se destacó por su habilidad tanto como lanzador como bateador. Su desempeño en la NPB lo convirtió en una de las jóvenes estrellas más prometedoras del béisbol japonés antes de trasladarse a las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Entre 2013 y 2017 con el equipo ya mencionado, Ohtani tuvo registro como lanzador de G-P 42-15 (,737), PCL 2,52, WHIP 1,08 y 624 ponches. Al bate tuvo línea ofensiva de ,286 ,358 ,558, con 123 XBH incluido 48 jonrones y 166 empujadas. Me llama la atención que solo robó 13 bases en cinco temporadas.
Durante el tiempo que jugó con los angelinos disparó 171 jonrones, menos de 29 por temporada, con 437 empujadas (72,3 por temporada) y robó 86 bases. En esta temporada de 2024 los números son estratosféricos, hasta el 19 de septiembre, acumulaba 120 impulsadas, con 92 XBH incluido 51 jonrones y 50 bases robadas. Sencillamente extraordinario, con su desempeño ese 19 de septiembre abrió el nuevo club de 50-50. El cubano José Canseco había inaugurado el selecto club de 40-40 en 1988, al cual luego se integraron figuras como Barry Bonds, Alex Rodríguez, Alfonso Soriano y Ronald Acuña. Sin embargo, Ohtani es el pelotero que más rápido integró y sobrepasó el 40-40. Su jonrón 40 fue un grand slam conectado el 23 de agosto.
A todos los peloteros mencionados los vi jugar, todos con méritos en sus logros, pero hay algo que llama la atención en Ohtani a la hora de robar, corre y se desliza ordenadamente en las bases. Al robar su base 49 corriendo hacia la antesala, se puede decir que el tiro del receptor de los Marlins fue preciso, así y todo, Ohtani llegó a deslizarse a tiempo, el antesalista le tocó la rodilla con su guante y bola en mano, el pie del nipón ya había llegado a la almohadilla.
Nadie es perfecto, somos humanos, Ohtani gusta mucho de hacer swing a lanzamientos altos y se poncha, pero tiene la capacidad de hacer los ajustes necesarios en el transcurso del juego, por lo que quien lo ponchó corre el riesgo que el nipón le suene uno de sus grandes batazos en las siguientes veces al bate.
Volviendo al juego del 19 de septiembre, creo que fue una locura, TB 17 producto de 3 jonrones, incluido uno por el jardín izquierdo, dos dobles y un sencillo, con 10 impulsadas, la mitad de las que anotó su equipo, además de robar dos bases.
Ohtani nos tiene reservadas muchas más sorpresas cuando comience a lanzar. Hasta ahora ha ganado 38 y perdido 19, con PCL 3,01, WHIP 1,08 y 608 ponches en 481,2 innings. Todo eso cuando era parte de los angelinos. Con los Dodgers no se ha subido a la lomita y su codo operado está en período de recuperación. Veremos que viene en el 2025. Personalmente creo que los Dodgers tendrían más carreras de tener a Ohtani de tercero en el orden al bate precedido de dos grandes como Mookie Betts y Freddie Freeman.
Si su salud le funciona, no dudo que llegará a los 500 o más jonrones, más de 1200 empujadas y más de 200 bases robadas. En cuanto a su pitcheo, bien podrá lograr cien o más victorias, tiene para eso y sabe lanzar en los momentos cruciales con precisión y quien lo dude que le pregunte a Mike Trout, antiguo compañero de equipo y receptor de un ponche lanzado por Ohtani para finalizar el último clásico con victoria para la selección de su país.
Todos los que gustan del béisbol sienten siempre respeto y admiración por figuras como Babe Ruth, el que también fue lanzador-jardinero y, para mí, el mejor slugger de todos los tiempos. Ohtani puede ser un eficiente emulo de Ruth, que nadie lo dude. El nipón parece encaminado a dejar hazañas y convertirse en una figura, ya lo es para mí, legendaria de la MLB.
“Get busy living, or get busy dying.” Ten una vida ocupada o una muerte ajetreada Frase de Andy Dufresne (Tim Robbins) en la peli
Cuando uno acepta ver una película más de una o dos veces es porqué la misma tiene su atractivo y su excelencia. Este es el caso de la peli que aquí se aborda. Es cierto que hay gustos para cada cual, pero es difícil creer que a alguien no le enganche una peli como “Cadena perpetua” (título original The Shawshank Redemption) del director francés Frank Darabont, con guion del mismo director y del escritor Stephen King, los que garantizaron una trama de superlativa calidad, a la que hay sumar imagen y banda sonora.
Esos tres elementos se combinaron adecuadamente, queda entonces la actuación, donde aparecen figuras conocidas y otras menos. El entonces joven Tim Robbins (Andy Dufresne) protagonizó la mejor peli de su carrera, mientras que se puede decir lo mismo del experimentado Morgan Freeman. Grato fue ver al veteranísimo James Whitmore en el papel del presidiario anciano, el que se encargaba de la biblioteca de la prisión. Bob Gunton encajó bien en el rol del jefe de la prisión, un individuo corrupto e inhumano. Clancy Brown fue el policía igualmente corrupto y sádico, el que parecía divertirse golpeando a los presos.
La peli parece mostrar una realidad de una prisión norteamericana, así como de las injusticias que cometen los órganos judiciales en sus procesos, a veces condenando sin tener todas las pruebas que confirmen la culpabilidad del supuesto reo. Por eso los presidiarios bromeaban diciendo que todos ellos eran inocentes, lo cual podría ser una verdad a medias, lo que en este caso le resta mérito a la justicia.
Lo interesante de la trama es poner a un presidiario, hombre inteligente, sabio manejador de los números, las certificaciones y el papeleo burocrático por encima de todos los que le rodeaban, sean sus compañeros de prisión o los entes encargados del orden de la prisión. Es realmente moraleja de hasta donde puede llegar la inteligencia de un hombre para lo que ya se indicó como para calcular cuánto hay que trabajar para poder preparar una posible fuga.
El otro aspecto visto es como se enfatiza en como afecta la conducta y la psiquis del presidiario una vez se le deja libre con la condicional. Es una persona inhibida, incapaz de tomar decisiones, pues a todo le teme, incluida la propia vida.
Creo innecesario seguir hablando de la trama y así no habrá spoilers al efecto. Si no la has visto, te invito a que la veas, está disponible en Netflix. ¿Saben que número tiene la peli por su calidad en la base de datos internacional de cine, IMDB.com? El número 1, se dice fácil, y está bien ganado.
“Creo que el éxito para cualquiera implica impulso, dedicación y deseo, pero para mí, también se trata de confianza y fe.” Stephen Curry
El conjunto de EE UU. de baloncesto logró su quinto oro consecutivo en las Olimpiadas de París (2024). Usualmente las nóminas de los equipos norteamericanos vienen cuajadas de figuras destacadas de la NBA, los que ponen a los adversarios en dificultades en los juegos que enfrentan a los EE. UU.
No se puede negar la calidad de algunos equipos de países, donde jugar baloncesto es tradición. Esos son los casos de los equipos de la ex-Yugoslavia, Serbia y Croacia, como Lituania de la desaparecida URSS. Sin embargo, los norteamericanos vienen con la fuerza suficiente para, en juegos reñidos, vencer a estos adversarios.
En esta edición olímpica jugaron conjuntos de países como los anteriormente mencionados, de Japón, Alemania, Bélgica, Sudán, Brasil y Francia entre otros. Los EE. UU. ganó todos sus juegos clasificatorios, el más reñido fue contra Bélgica 87-74. En cuartos de final se creció contra otro tradicional de este deporte de los aros y las pelotas, como lo es Brasil, al que venció 122-87.
Esta aplanadora norteamericana presentaba figuras del calibre de estrellas como LeBron James, Kevin Durant, Devin Booker, Anthony Davis y el maestro de las canastas de 3, Steph Curry, al cual quiero referirme una vez más.
Ver el buen baloncesto es parte del entretenimiento del que suscribe, probablemente por ser el deporte que más jugué en mi juventud, por lo que los buenos se dan a conocer rápido. Siempre recordaré a Michael Jordan como la maravilla del basket, otro tanto digo del desaparecido Kobe Bryant. LeBron es otra maravilla y un jugador muy completo desde que debutó en la NBA. No obstante, siempre he visto algo excepcional en el caso de Curry y así lo he hecho constar en dos artículos anteriores.
He visto gran parte de los juegos de EE. UU., sobre todo en semifinal y final, sumamente emocionantes, y donde, además del aporte de LeBron, Durant y otros jugadores, más la intervención de Curry fue decisiva en los momentos claves de esos partidos. En menos de dos minutos marcar 4 triples no es cosa fácil, ya había previamente marcado 4 más. El jabaíto Curry es el maestro del dribling, pueden ponerle a todo el equipo adversario a defender frente a él, que él se las ingenia para burlarla. Sus compañeros lo afirman, ese juego es excepcional, de otra galaxia. Esos 12 puntos finales pusieron realmente al equipo galo a dormir, era la garantía final del quinto oro para los EE. UU. y su primer oro en olimpiadas, pues antes no fue incluido e ignoro si fue alguna vez invitado.
Tampoco hay que olvidar lo que hizo en la semifinal frente a Serbia, juego mucho más reñido para los norteamericanos que el de la final. Terminar con marcador de 95-91 fue un éxito para los eslavos, los que incluso llegaron a estar arriba en el marcador en los minutos finales. En este juego Curry marcó 9 triples y totalizó 36 puntos, fue él jugador clave en esta difícil victoria.
Driblear la bola es un arte, desmarcarse otro tanto, todo eso Curry lo hace bien, a lo que hay que sumar que él no se repone cuando da una ligera marcha atrás, sino que dispara y sabe darle en cada momento la elevación que merece el tiro en la distancia. A veces parecen fly beisboleros por la altura que alcanzan, más emocionante es que caen justamente en la canasta sin tropezar con el tablero detrás. Eso se llama perfección, no en balde acumula 3747 triples en los más de mil partidos jugados en su carrera y es rey absoluto en esta especialidad. El retirado Ray Allen es el quien ocupa el segundo lugar con 2973. El asunto es que Curry no está aún por retirarse y quien sabe si pueda llegar a los 4 mil triples.
La valoración aquí dada a Curry no deja de reconocer la tremenda labor de LeBron James y de Kevin Durant, este último con su cuarto oro, en estas olimpiadas. Cada uno tiene sus virtudes, LeBron es todo un tren de eficiencia y fue el MVP en estos juegos. Durant no se queda atrás, pero como siempre digo, no me gustan las comparaciones, ni tratar de ser absoluto en alguna afirmación. Ellos todos son grandes como deportistas e igualmente como personas de bien en la sociedad en la que viven.
“Hubo una época en que emigrar de Cuba era una separación definitiva. No había visitas. En los años 80 y 90 era increíblemente difícil.” Fernando Pérez (cineasta cubano)
Un poco de historia no viene mal para aquellos que quieren ignorar los hechos que demuestran cómo el proceso iniciado en 1959 ha provocado una emigración continúa y casi permanente de la población cubana al exterior, pero principalmente al territorio de su vecino del norte.
Uno emigra voluntaria o involuntariamente, más de lo primero que de lo segundo. Se reconoce que son diversos los factores que provocan las migraciones. Entre estos están los sociopolíticos cuando se discrimina, se persigue o se segrega a personas que no están de acuerdo con el régimen imperante o que les sitúa en un plano incómodo por razones raciales. En estos casos se violan claramente sus derechos humanos. Están también los conflictos bélicos, donde las poblaciones huyen por temor a perder la vida, en muchos casos, ancianos, mujeres y niños.
Hay otras migraciones, a veces no masivas, por razones económicas. Una persona se siente capaz de ir a ejercer un trabajo en un país, donde se paga mejor y sus condiciones de vida son superiores, con menos carencias y mayor bienestar.
La migración es el desplazamiento de personas de un lugar a otro para establecerse en un nuevo emplazamiento. La migración puede ser voluntaria o involuntaria, y puede ocurrir por una variedad de razones diferentes, que van desde cuestiones económicas hasta ambientales o incluso sociales. La estadística de 2019 indica que hay unos 169 millones de personas que han emigrado por razones de empleo, datos que uno debe respetar, pero en los cuales, no lo dudo, algunos gobiernos, sobre todo los totalitarios, inflan estas cifras para así quedar mejor en las cuentas. Es mejor decir que salieron por razones económicas y no que han estado perseguidos todo el tiempo por su forma de pensar, espero que se entienda lo que trato de explicar.
Si uno está bien en su país- no quiere decir que no tenga algún u otro problema, algo muy natural- entonces es cuando la persona comienza a pensar en abandonar la tierra que lo vio nacer, paso nada fácil, ya que conlleva la separación de sus parientes y asentarse en un territorio probablemente con cultura, idioma y costumbres distintas. Ningún gobierno extranjero de la Tierra promoverá la emigración de pueblos, eso es una afirmación necia y carente de fundamento. Uno emigra cuando la vida se vuelve difícil económicamente y desea un empleo que cubra sus necesidades o cuando se le hace problemático aceptar las imposiciones del régimen impuesto, y esa desaprobación lo puede poner en un plano discriminatorio. Esto sucede sobre todo en las naciones con regímenes totalitarios.
Vamos al caso de Cuba, desde el 1 de enero de 1959, cuando hubo una pequeña migración de personas cercanas al régimen saliente de Batista, además de algunas familias adineradas. No fueron muchos en ese momento, por lo que podemos pasarle por arriba. No obstante, ya en 1960 se estableció el raro programa llamado Peter Pan, mediante el cual miles de menores pudieron emigrar a los EE. UU., Dicho programa fue establecido por el Departamento de Salud, Educación y Bienes de los EE. UU. Se llamó Peter Pan por eso que los niños también podían volar. Según Gronbeck-Tedesco (2024), la cifra de infantes cubanos llegados a territorio norteamericano por esta vía ascendió a unos 14 mil, los que fueron asentados en lugares como Helena, Montana, San Antonio, Texas, y Dubuque, Iowa. Las familias que acogieron a estos niños recibían fondos federales y de los Estados también. Puedo asegurar que mucha gente de generaciones incluso como las del que suscribe ignoran la existencia de este programa, ya que el régimen, como dueño ya entonces de los medios de prensa, no divulgó nada al respecto. La salida de estos niños se debió al temor de que se implantara una ley de patria-potestad, mediante la cual los niños serían desposeídos de sus padres por el gobierno cubano.
Sin embargo, algo más de un año después comenzó el primer gran éxodo. Hay quien habla que fue desde 1962, yo afirmo que ese proceso llamado el de Camarioca comenzó en 1961. El padre de un compañero de estudio había venido a mediados de 1961 a buscarlo, pero él se negó a irse. Fueron varios los que se quedaron y los que se fueron. El número de emigrantes creció a lo largo de esa década con los llamados vuelos de la libertad. Si entre 1961 y 1962 se estima que emigraron 20 mil cubanos, esa cifra ascendió a más de 300 mil entre 1965 y 1973.
En carta al congreso, el presidente John F. Kennedy Kennedy proclamó a EE. UU. como “un refugio para los oprimidos” con una “larga tradición humanitaria de ayudar a quienes se ven obligados a huir a para mantener su vida como seres humanos individuales, autosuficientes, en libertad, con respeto de sí mismos, dignidad y salud” (Gronbeck-Tedesco 2024). Durante el mandato del presidente demócrata Lyndon B. Johnson, se aprobó La Ley de Ajuste Cubano en los Estados Unidos el 2 de noviembre de 1966, la que permite a los ciudadanos cubanos presentes en EE. UU. después de un año de estancia a solicitar la residencia permanente en el país. Este privilegio solo lo tienen los cubanos y le ha permitido a cientos de miles quedarse a residir en los EE. UU. Muchos van de turismo o en visita familiar, y asoman la cabeza al día 366 de su llegada a ese país, legalizan su situación, green card en mano y a esperar otros cinco años para la ciudadanía.
Así que, redondeando, se puede decir que de 1961 a 1973 emigraron a EE. UU. alrededor de 350 mil ciudadanos. Aclaro que esta cifra no incluye aquellos que salieron rumbo a España, la que fue muy inferior, pero también cuenta.
Observen que el primer éxodo comienza con la administración de John F. Kennedy, presidente demócrata, continuó con Lyndon B. Johnson, igualmente demócrata, hasta llegar al republicano de Richard Nixon, quien realmente trató de establecer vías para reducir la inmigración ilegal de los cubanos a EE. UU.
El segundo gran éxodo llegó en 1980, durante el mandato del presidente demócrata Jimmy Carter, donde los factores políticos prevalecieron por encima de los económicos. Todo comenzó en abril en la embajada del Perú y se mantuvo hasta octubre de ese año. Los familiares de Miami venían en sus lanchas a recoger a sus familiares. Eran tantos a emigrar que la administración cubana abrió sus fronteras nuevamente. Bastaba que alguien se declarara homosexual para que lo dejaran marcharse, y no faltó algún que otro delincuente liberado de prisión. El éxodo ascendió a 125 mil personas en menos de un semestre. El Mariel, de hecho, tuvo un impacto en las relaciones de Cuba y los EE. UU. Carter abrió sus brazos y la crisis era como si hubiera sido trasladada a las costas de la Florida.
En lo sucesivo, la emigración continuó, pero a niveles más bajos. La administración cubana, desde antes del Mariel, sabía bien que esa población cubana en el exterior, con sus remesas, era una entrada de dinero en el país equivalente a una zafra azucarera. Así lo hizo saber el mandamás del país en una alocución en video reservado para militantes del país y dirigentes en general en 1978. Es cierto que, con el éxodo del Mariel, un poco que se enfrió el asunto de las visitas de los emigrantes cubanos a su tierra natal, pero pasado un tiempo, se volvió a restaurar con medidas menos lucrativas. Por ejemplo, cualquier cubano visitante estaba obligado a quedarse en hotel y pagar por el mismo, todo un paquete que costaba más viajar de Miami a la Habana que de Miami a Madrid. Así era como querían la segunda zafra en Cuba. Como las visitas se redujeron después de 1980, hubo necesidad de flexibilizar todo este asunto, por lo que posteriormente, el visitante ya podía quedarse en casa de sus parientes.
En 1989 cayó el muro de Berlín y la cúpula gobernante en Cuba sabía que aquello era como una advertencia de lo que venía. La perestroika de Gorbachov no era en lo absoluto aceptada o bien vista por los elementos centralizadores de la economía y la vida de todos los cubanos. Ya el mandamás había advertido que llegado el caso se establecería el período especial en tiempo de paz, a sufrir penurias sin esperanzas de mejoras. Si UD. gobierna y sabe que el tsunami está al llegar, lo prudente es tomar medidas para que eso no llegue a afectar, pero no. le dio por la receta más fácil, inventar medidas numantinas sin razón alguna. Cuba no estaba en guerra, pero la situación económica se tornó tétrica cuando la URSS desapareció en 1991. El enorme subsidio había desaparecido de la noche a la mañana, aunque se sabía que eso llegaba, no se hizo nada, nada de nada, excepto implantar el período mal llamado especial y a sufrir una neuropatía generalizada en buena parte de la población cubana a causa de la desnutrición y el hambre que azotó a todo el país.
Como era de esperar, la gente reventó y por primera vez hubo una protesta popular en 1994, llamada el Maleconazo. Nuevamente el mandamás abrió las fronteras y se inició el éxodo de los balseros. Si se ahogaban en el mar, eso era asunto del enemigo. En pocos meses intentaron emigrar unos 30 mil cubanos. Se iban encima de cualquier cosa, así fuera un neumático de tractor, una balsa de cualquier cosa, de ahí que este éxodo se le llamara de los balseros.
La administración demócrata de Bill Clinton tuvo que hacer frente a este problema en 1994. Primero salvar vidas en la mar con sus guardacostas y luego ubicarlos en la base naval de EE. UU. en Guantánamo. Fue entonces que surgió la política de “Wet foot, dry foot”, pies mojados, pies secos, la que permitió a los cubanos que alcanzaran a pisar suelo de EE. UU. poderse quedar en el país, mientras que los interceptados por los guardacostas en el mar, eran sin más remedio, devueltos a Cuba.
En lo sucesivo, se logró estructurar un manejo más apropiado de este asunto. Hubo acuerdos entre los dos gobiernos y la emigración logró controlarse algo mejor. Aunque los cubanos, a sabiendas de que podían ser interceptados por los guardacostas americanos, comenzaron a moverse en dirección a costas de Quintana Roo y Yucatán, México, y así evadir a las naves norteamericanas que los podían devolver a Cuba.
Desde siempre muchos cubanos se han quedado fuera cuando se les ha dado la posibilidad de viajar en misiones de estudios e incluso de negocios. Aquí se incluyen funcionarios estatales, deportistas y artistas, cuya cantidad creció enormemente a partir de 1992 y se mantiene hoy en día en niveles muy parecidos.
Para continuar con la secuencia, hay que decir que hubo pausas con menos emigración legal e ilegal cubana a EE. UU. Los siguientes pasos cruciales en este proceso fueron:
El acta de ajuste cubano en 1966, el cual está vigente hasta hoy día, el cual permite a los cubanos poder legalizar su estancia en los EE. UU. a los 366 días de permanencia.
Pies mojados y pies secos (1995-2017), mecanismo implantado por la administración de Clinton, el que permitió que muchos cubanos llegaran a concretar su sueño de vivir y trabajar en los EE. UU. La administración Obama, igualmente demócrata, echó abajo la misma tres días antes de abandonar la Casa Blanca. No se entiende que perseguía con esa decisión. ¿Creía el ex-presidente que por su visita a la Habana en 2016 todo se arreglaría?
Apoyo a la reunificación familiar, la que las administraciones demócratas han apoyado, lo que ha permitido reclamación de familiares como cónyuges, padres e hijos, o también visados para visitas temporales.
Por el contrario, los gobiernos de George W. Bush y Donald Trump establecieron restricciones a la inmigración cubana. Las más severas fueron las implementadas por Donald Trump a partir de 2017, cuando suprimió viajes y remesas con la esperanza de que el pueblo cubano no soportaría las penurias y se alzaría contra el régimen, pero eso no llegó a ocurrir
A partir de 2021 comenzó otro enfoque con el gobierno demócrata de Joe Biden, el que revertió la mayoría de las medidas de su predecesor, fue entonces, exactamente el 11 de julio de 2021 cuando el pueblo cubano se lanzó a las calles a protestar y exigir libertad. Esas manifestaciones fueron reprimidas por las fuerzas del régimen, incluso el presidente de turno instó a los militantes cubanos a salir a las calles para combatir a “la contrarrevolución”, la que, según él, era alentada por “el imperialismo yanquí”. Así que la zanahoria pudo mover a un pueblo, no así las medidas restrictivas implantadas por la anterior administración.
Miles de cubanos que salieron a protestar pacíficamente están cumpliendo largas condenas en prisión, y realmente no hay un movimiento que exija con dureza la liberación de esos compatriotas. Debe ser algo que sea de magnitud internacional, incluido los socialdemócratas en Europa y en todo el mundo. También debe ser algo permanente y punto de discusión cada vez que un gobierno u organización se siente a hablar con los entes del régimen.
Después de julio 2021 vino un verdadero alud, una avalancha de migración, la que ha superado fácilmente las anteriores de los 60, 1980 y el Maleconazo. Miles de cubanos, la mayoría jóvenes, algunos con niveles de educación universitaria, todos tratando de llegar a territorio de los EE. UU.
La esperanza de un mundo mejor en Cuba ya no existe, las promesas de la revolución ni se cumplieron ni se cumplirán. Viviendas en estado de destrucción, alcantarillado y acueducto obsoletos, carencia de agua potable, plagas y enfermedades golpeando a toda la población, sobre todo por la falta de energía para encender, al menos, un ventilador en la noche para mitigar el efecto funesto de los mosquitos, vectores de diversas enfermedades; asistencia médica ineficiente con carencia de medios para realizar las intervenciones quirúrgicas en condiciones asépticas, falta de alimentos por la pobre producción agrícola existente y falta de transporte. Todo un rosario de dificultades y un cuerpo de dirección del país inepto completamente.
Con ese escenario, ya los cubanos no aguantan más, todo lo que poseen lo venden con la idea de no volver más a la tierra que los vio nacer, pues esperanza de cambio no existe. El éxodo ha sido tan grande, que se nota pueblos del interior casi vacíos, casas en la Habana y sus alrededores igualmente vacías. La población prevalente es de la tercera edad, los que no pueden sobrevivir con las pensiones que les paga el estado. A duras penas llegan a los 12 dólares mensuales.
Las cifras de emigración cubana en los últimos años a partir de 2021 son algo confusas. Da la impresión de que no existe un registro exacto de la cantidad. Grosso modo, creo que supera el medio millón de cubanos, con mucha juventud. Una fuerza preciada de trabajo irrecuperable, pues la mayoría de ellos jamás volverán, pero que no hay forma de recuperar tampoco por las terribles condiciones de vida, lo que no estimula a que las mujeres quieran parir.
Una triste realidad y que tiene sus culpables dentro del país sin reconocer el error y los disparates en más de seis décadas del régimen. Sin una apertura económica interna sincera y con garantías, nada sucederá y el país seguirá hundiéndose mucho más. Los que dirigen, aparte de su ineptitud, son sordos y solo quieren oír melodías que a nadie le resuelve nada. Hay mucho cubano con buenas intenciones que podría eficazmente ayudar, pero eso no parece ser el objetivo de los que gobiernan ni de los que giran alrededor de esa cúpula, como tampoco lo es la libertad del pueblo y la garantía de sus derechos. Lo real es que, en seis décadas, tan solo a los EE. UU., han llegado de una u otra forma más de dos millones de cubanos, casi un 19% de la población sobre la base de los 11 millones reportados por el último censo en el país.
El proceso de emigración no ha sido nada placentero para aquellos que han abandonado el país, ya que de una forma u otra fueron segregados y discriminados en su momento. Muchos de los que optaron por la salida del país por vías legales mediante viajes de estudios o en misiones, fueron sancionados a largos períodos de prohibición de entrada en su patria. Tampoco se puede dejar de mencionar los miles de cubanos que han muerto en el mar escapando en embarcaciones improvisadas y sin la más mínima seguridad. Cuando alguien decide abandonar su país es debido a razones diversas, pero ante todo la infelicidad y la poca esperanza de mejorar económica y socialmente. En fin, todo esto es tema para ser relatado y discutido en otra oportunidad en este blog.
Fuentes consultadas
IA todo el tiempo y en consulta permanente de los datos numéricos aquí aportados.
“El castillo de Neuschwanstein es el sueño de un rey, un refugio de ensueño en un mundo de realidad” Frase popular y anónima
Desde hacía tiempo teníamos un especial interés en visitar al Palacio o Castillo de Neuschwanstein en Baviera, Alemania, y llegó el día, pero no el más indicado desde el punto meteorológico. Habíamos pernoctado en Schwaz, poblado situado en el bajo del Valle Inn, Tirol austriaco, donde la población ronda los 12 mil habitantes. Muy bonito ese lugar, el ambiente es rural y me hago idea que ganadero. Habíamos visitado Innsbruck el día anterior y tuvimos la opción cómoda y económica de ir a dormir a hotel de este poblado. La distancia de Schwaz a Innsbruck es de 33 km, media hora de viaje en coche, mientras que de Schwaz a Neuschwanstein son 139,2 km sobre carretera secundaria, unas 2 horas de viaje con tráfico fluido.
El día, a diferencia de los anteriores, pintaba lluvioso. Pensé que sería el chinchín acostumbrado, nada de aguacero, con intermedios secos. Me equivoqué, fue lluvia fuerte y persistente todo el tiempo, y para colmo, parecía como si todos los austriacos y alemanes hubieran salido ese domingo a pasear, por lo que los atascos fueron repetidos. El viaje nos duró más de 3 horas y media para así llegar a Hohenschwangau, donde hay cuatro áreas grandes de parqueo. Hay también hoteles para el que guste allí pernoctar, el Jagerhaus está a primera vista.
Un detalle, nunca supe cuando cruzamos frontera de Austria con Alemania, ni nos enteramos. Como todo estaba en alemán, no vi nada, ni siquiera banderas que me indicaran el lugar fronterizo. Solo noté una indicación para ir a Füssen, Alemania, por lo que deduje que ya estábamos cerca de nuestro objetivo.
Así llegamos a territorio del antiguo reino de Baviera (Königreich Bayern), estado alemán desde 1806, el que desapareció en 1918. Su primer monarca fue Maximiliano José I, con ningún vínculo sanguíneo con Maximiliano I de Austria, el que invadió México y fuera fusilado en el Cerro de las Campanas en Querétaro, quien, no obstante, era cuñado de Sissi, emperatriz, por estar está casada con el emperador Francisco José I de Austria, hermano de Maximiliano I. Estas familias reales han siempre creado tremendas confusiones de parentescos.
Una vez aparcado el coche, salimos a pie a tomar el bus que nos lleva a un lugarcito aplanado en la altura, por donde podemos ir caminando, loma arriba, hasta el Marienbrücke o Puente de María, que nada tiene que ver con la virgen María, su nombre es en honor a la reina María de Baviera, madre del rey Luis II de Baviera, quien mandó a construir el castillo o palacio en cuestión. Desde allí pudimos ver el castillo, muchas veces entre nubes y lluvias, así como el Pöllat, torrente de unos diez kilómetros de longitud en la parte bávara de las montañas de Ammer. El desfiladero que se ve desde el puente, a una altura de 90 metros, es el de Pöllatschlucht. Hay también cerca un lago llamado.
El Palacio de Neuschwanstein fue iniciada su construcción en 1869 por el rey Luis II de Baviera, como ya dije. A este castillo se accede a través de una barbacana simétrica, la que tiene torres a sus lados. Los muros en los exteriores aparecen en ladrillo rojo. La torre más alta (65 metros) es la llamada del rey. El castillo internamente jamás fue terminado. Algunas partes internas así aparecen.
El misterio está en la causa de haberse construido en un lugar de difícil acceso, aunque desde allí se pueden ver tranquilamente la majestuosidad de los Alpes bávaros. Recorrimos sus exteriores, nunca pensamos en entrar en el Palacio. Supongo que las vistas habrían sido mejores con un tiempo soleado y no lluvioso como el que nos afectó todo el camino. La temperatura era baja y la sensación de frialdad aumentó con una humedad relativa altísima. Para colmo, cuando ya nos estábamos marchando con rumbo a Munich, el sol comenzó a asomarse y no llovió en el resto del trayecto hasta el hotel, donde llegamos a pernoctar.
A nuestros lectores, mis disculpas por las fotos pasadas por agua que aquí les muestro. Con una lluvia tan pertinaz, no era tarea fácil para un inepto en fotografía como el que suscribe.