“München mag dich (Munich te ama)”
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Un poquito de historia, München en alemán o Munich, los italianos le llaman Monaco, fue fundada en 1158 por el Duque Enrique el León. En aquel entonces la construcción fue de un monasterio, por ahí le viene el nombre. Obvio que hubo desarrollo y expansión de la nueva urbe y a inicios del siglo XVI, en 1504 fue tomada como capital del ducado de Baviera. Su unión con el imperio alemán tuvo lugar en 1871 y en marzo de 1933 los nazis, con Hitler a la cabeza, tomaron la ciudad como centro de todo el movimiento nacionalsocialista. Se puede decir que tanto en Munich como en la vecina Nuremberg los nazis campearon sin dificultad.
Como ya había escrito anteriormente, tuvimos una visita previa en el Castillo de Neuchswanstein viniendo de Innsbruck-Schwarz, Austria. De ahí nos movimos, siempre en coche, hacia un hotel a 21 km de Munich, donde pasamos la noche, y a la siguiente mañana nos trasladamos de ahí al hotel reservado en Munich, el cual asombrosamente nos dio el registro temprano en esa mañana. La estación de metro estaba a dos pasos del hotel, así que fue tomarlo y trasladarnos al centro urbano. Marienplatz, plaza principal de la ciudad, es amplia y pintoresca. Allí está la fuente de los pescadores o el Fischbrunnen, reconstruida en 1954, ya que la anterior quedó destruida por la guerra. En el centro de la plaza está la Mariensäule o columna de María construida en 1638, durante la guerra de los 30 años (1618-1648). Al final de esa guerra Munich fue rescatada y así se evitó su destrucción de mano de los suecos. Precisamente la plaza se llama Marien en honor a esta columna.
El edificio más impresionante en la plaza, con 100 m de longitud y 85 m de altura en su torre central, es el Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus), en el cual están las oficinas de la alcaldía desde 1874. Su punto más alto es la torre indicada y en la misma está el carrillón, cuyo espectáculo uno no se lo puede perder, el que tiene lugar a las 11 y 12 de la mañana de marzo a octubre. En la parte de arriba del carrillón se escenifica la boda del duque Guillermo V y Renata de Lorena, celebrada en febrero de 1568, y en la de abajo el Schäfflertanz o baile schäffler, que representa a los toneleros bailando como diversión a los enfermos de la peste. El carrillón tiene 43 campanas y se alimenta con energía solar. Diría que a esa hora toda Munich en este centro urbano queda inmóvil mirando este espectáculo.
Existe también el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Múnich (Altes Rathaus), el cual está al final de la Marienplatz y el museo de los juguetes.
Relativamente cerca encontramos dos iglesias, la primera es la San Pedro (Peterskirche), la más antigua de Munich, y la del Espíritu Santos.

A poca distancia nos tropezamos con el museo Valentín Karlstadt, dedicado al cómico y cantante muniqués Karl Valentin (1882-1948) y su colega de actuación Liesl Karlstadt. Luego el Isartor con torre con reloj medieval y la puerta de Isar.

A menos de una cuadra del Marienplatz se encuentra el amplio Mercado de víveres (Viktualienmarkt), donde aprovechamos para almorzar. Me daba envidia ver a los visitantes y locales beber cerveza libremente, algo que yo no debo hacer, pero la vida vale más que una cerveza.
Después del mediodía visitamos la enorme Plaza del Rey (Königsplatz), construida a inicios del siglo XIX por orden del rey Luis I, donde a uno le parece que está en Grecia, ya que las construcciones asemejan esas de estilo helénico. Allí está el Templo del Arte o la Gliptoteca, construida en 1830, y que se dice que su arquitecto Leo von Klenze hizo que un sueño abrigado durante mucho tiempo tuviera lugar, la creación de una “Atenas del Norte”. Las otras edificaciones son la de los Propileos de 1862, la que es una puerta-monumento en honor a la llegada al trono de Otón I de Grecia, hijo del rey Luis I de Baviera, y el de Colección estatal de antigüedades.

El segundo día lo dedicamos para visitar a la plaza Odeón (Odeonsplatz), luego el Hofgarten o antiguo jardín de la corte, para seguidamente entrar en el Palacio Residenz o Palacio real, el Hofgarten de Múnich. En la plaza vimos por fuera la iglesia de losTeatinos y de San Cayetano (Theatinerkirche St. Kajetan), edificada entre 1663 y 1690, y que tiene que ver con el nacimiento del príncipe Maximiliano Manuel en 1662, heredero de la corona de Baviera. A un lado del Residenz está Feldherrnhalle o Salón Mariscales de campo, monumento construido en honor al ejército bávaro en la guerra franco-prusiana. Cuenta con estatuas de bronce de algunos oficiales, pero no pudimos acercarnos mucho por estar en proceso de restauración. de los generales más importantes de Baviera.
Primero visitamos el jardín o Hofgarten, muy bonito y bien cuidado, un lugar apropiado para caminar. Luego entramos en el residenz, donde hay 10 patios y 130 habitaciones, todos imposibles verlos en una mañana. También hay un teatro. Su construcción se inició en 1385, era entonces el castillo de Neuveste, luego se amplió décadas tras décadas para llegar a ser lo que es hoy. Dentro del residenz, cuyo museo se abrió en 1920, pudimos disfrutar la sala del antiquarium, el que albergaba la biblioteca ducal en el siglo XVI y de diversas obras de arte. Por ese entorno uno encuentra la céntrica calle Maximilien.

El atractivo edificio de la Ópera de Munich se halla en la plaza Max-Joseph, no muy distante de la plaza Odeón. El monumento al rey Max-Joseph está en el centro de esa plaza.
Karolinenplatz, en la ciudad de Munich, es una gran y amplia plaza, que es conocida por su Obelisco, de color negro, como recuerdo a los caídos en la invasión de Napoleón. Desde Marienplatz a Karolinenplatz basta caminar unos tres minutos.
El jardín inglés es fabuloso, 400 hectáreas de terreno dedicadas a parque, uno de los más grandes del mundo. Entrada y caminata gratis. Al parque lo atraviesa un canal.
Al regresar al centro de la ciudad, nos dispusimos a visitar la Catedral de Nuestra Santísima Señora (Frauenkirche), la que posee dos torres y es la iglesia más grande de la ciudad, edificada en estilo gótico entre 1468 y 1525. Lo encontramos modesto para ser una catedral, aun así, nos gustó. Cerca de esta iglesia, en la calle Augustinerstraße, está la fuente Wasserpilz Brunnen, erigida en 1972.
El último día en Munich aprovechamos para visitar el Palacio de Nymphenburg (Schloss Nymphenburg), construido en 1664, otrora residencia de verano de los reyes bávaros. Nos conformamos con darle vuelta al enorme parque del Palacio, donde hay varias esculturas. Aunque algo diferente en sus estilos, este parque nos recordó el Versalles en las afueras de París. Por el frente del Palacio hay algunas esculturas, una de ellas las de unos niños, escudo de armas de Nymphenburg, está una enorme fuente, la que en el momento de la visita no estaba funcionando. Por la parte izquierda o ala sur del Palacio está otra edificación, el museo Marstall o Marstallmuseum de Múnich, donde hay una exposición de aparcamiento de vehículos de la época de los reyes de la casa de Wittelsbach.
De ahí nos dirigimos a visitar la famosa cervecería Hofbräuhaus, fundada en 1589 como la Cervecería Real del Reino de Baviera, adonde Hitler venía con sus secuaces a reunirse y, supongo, a beber cerveza después de las reuniones. Esta vez violé el mandamiento y me bebí una cerveza sin alcohol, medio litro, menos no sirven. Cuidado cuando le recojan la copa, pues pueden traerla otra sin haberla ordenado. Aledaño está la casa de Orlando, en alemán Orlando-Haus, propiedad del compositor belga Orlando di Lasso, también conocido como Roland de Lassus o Roland Delattre, uno de los grandes de la música del siglo XVI, el que vivió y murió en Munich. Esa casa fue construida entre 1899 y el 1900, y junto con la cervecería dominan la plaza de Orlando.
No creo que lo hayamos visto todo, pasamos cerca de la zona olímpica, pero no fue prioridad visitarla, no obstante, nos esforzamos por ver mucho de lo bello que existe en esta ciudad, muy destruida por las guerras anteriores, y ahora reconstruida y vibrante.
Ricardo Labrada
4 octubre 2024












