Cómo llegó Hitler al poder en 1933 y sus consecuencias

La historia del hombre es la historia de los
crímenes, y la historia puede repetirse.”
Simon Wisenthal (1908-2005)

Estos tiempos me llevan a recordar a ese fenómeno negativo, el nazismo, el que costó decenas de millones de personas muertas, pero uno tiene la facultad de pensar que la historia se mueve de forma cíclica, algo en lo cual puedo estar equivocado. Todo se desarrolla en espiral, pero con baches grandes, medianos y pequeños, en los cuales sufren muchos, unos al morir, sea por guerras o hambre, otros por tener una vida llena de sufrimientos desde que nacen.

La realidad es que una basura repetida muchas veces entra en el cerebro de la gente y se aferra a esa inmundicia de pensamiento. Cada nación tiene sus problemas, pero la realidad es que algunos tienden a buscar sus problemas en la presencia de inmigrantes o personas que no son étnicamente iguales a la población predominante en la nación. Hitler escribió Mein Kampf (Mi lucha), libelo orientado a buscar las causas del problema mediante la denigración de la población judía, los adversarios políticos y la prensa incómoda. Habló de volver a levantar a Alemania al lugar que le corresponde en Europa y el mundo, entendía que los alemanes habían sido humillados después de la I Guerra Mundial, que se había sido injusto con ellos. Ya Alemania no tenía monarquía, estaba la república del Weimar, la que enfrentaba dificultades que no sabía cómo solucionar. Hitler fue escalando posiciones y el presidente Paul von Hindenburg lo nombró canciller imperial (Reichskanzler) en enero de 1933. Un año después, von Hinderburg murió, y Hitler sin perder tiempo se autoproclamó líder y canciller imperial (Führer und Reichskanzler).

Un paréntesis para decir quien era el Führer, austriaco de nacimiento en un poblado cerca de la ciudad de Linz el 20 de abril de 1889, de familia de clase media, la que no conocía de vicisitudes de carácter económico. Como estudiante de primaria fue disciplinado hasta el sexto grado, el que tuvo que repetir. A inicios del siglo XX, él se fue a estudiar a otra ciudad y un año después su familia se fue a vivir a Urfahr, donde su madre le dio una habitación privada. En aquella época soñaba con ser pintor, además de ser un ávido lector de historia alemana, algo que influyó en su pensamiento, soñaba con la grandeza germánica y no era nada simpatizante de la monarquía de los Habsburgo y el imperio austrohúngaro. Cuando aquello Austria y Alemania eran países independientes. Hitler intentó ingresar en la Academia de Bellas Artes en Viena como pintor, pero no fue aceptado, no tenía título escolar y no era destacado por su talento como pintor aficionado. Le aconsejaron que entrara para estudiar arquitectura, pero ¿cómo? No tenía título de bachiller ni nada similar. La realidad es que desde aquel entonces ya el joven Hitler comenzaba a odiar a los judíos. ¡Vaya hombre!, Hitler estaba eludiendo el servicio militar desde 1909. La policía austriaca le perseguía por su incumplimiento del servicio y lo localizaron en 1914 en Salzburgo, para sorpresa, fue declarado no apto para funciones militares. Después de eso se fue a Baviera, Alemania y allí lo pescó la primera guerra. Hitler se presentó como voluntario y fue enviado a rendir servicio en Francia y Bélgica, además de participar en una batalla, donde murieron más de 3000 soldados. Dos condecoraciones, Cruz de Hierro, recibió por sus servicios. Su antisemitismo crecía a diario durante aquella guerra, acusaba a los judíos y a los comunistas de la derrota de Alemania en la guerra. Al firmarse la paz, ese hombre se volvió loco, aparte que había perdido la visión de un ojo. Los médicos que le atendieron le declararon psicótico peligroso.  

En ese contexto, a partir de los años de posguerra, surge el partido nazi, el salvador de los alemanes, un putsch fallido fue su primer paso, en el cual participaron militares en Múnich, Baviera, y así Hitler declaró la revolución. Hitler fue enjuiciado y condenado, le pasaron la mano, la sentencia en estos casos era de cadena perpetua. Cinco años de cárcel fue la sentencia, pero Hitler cumplió menos de un año en prisión en 1924. Fue entonces que escribió su famosa obra. Les reproduzco la conclusión de Hitler en el juicio que se le siguió en 1923: “Los jueces de este Estado pueden condenarnos tranquilamente por nuestras acciones; más, la historia que es encarnación de una verdad superior y de un mejor derecho, romperá un día sonriente esta sentencia, para absolvernos a todos nosotros de culpa y pecado”. ¿Cómo se parece? Los cubanos saben a qué me refiero.

Veamos otras afirmaciones en el libelo de referencia:

Analizando los orígenes del desastre alemán, resalta como causa principal y definitiva el desconocimiento que se tuvo del problema racial y ante todo del problema judío.”

desde que me empezó a preocupar la cuestión judía, cambió mi primera impresión sobre Viena. Por doquier veía judíos y cuanto más los observaba, más se diferenciaban a mis ojos de las demás gentes. Y si aún hubiese dudado, mi vacilación hubiera tenido que tocar definitivamente a su fin, debido a la actitud de una parte de los judíos mismos.”

La no aceptación de Hitler para estudios de pintura en Viena, él responsabilizaba a los judíos: “Un grave cargo más pesó sobre el judaísmo ante mis ojos cuando me di cuenta de sus manejos en la prensa, en el arte, la literatura y el teatro. Comencé por estudiar detenidamente los nombres de todos los autores de inmundas producciones en el campo de la actividad artística en general. El resultado de ello fue una creciente animadversión de mi parte hacia los judíos.”

Hitler les temía a los judíos en materia financiera, sabía que no eran fáciles de superar, otra razón de su antisemitismo: “Sólo en Francia, existe, hoy más que nunca, una íntima convivencia entre los propósitos de la Bolsa, manejada por judíos, y las aspiraciones de una política nacional-chovinista. Y es justamente esta identidad la que encierra un inmenso peligro para Alemania, haciendo de Francia nuestro más temible enemigo. El pueblo francés que cada vez va siendo en mayor escala presa de la bastardización negroide, entraña, debido a su conexión con los fines de la dominación judía en el mundo, una amenaza inminente para la raza blanca en Europa.” También le preocupaba la presencia creciente de negros en la sociedad francesa.  

Liberado de la presión, Hitler podía volver a organizar sus partidarios y lograr la victoria, que no era otra que el poder. La consigna de su partido era muy clara: “Alles für Deutschland” (Todo para Alemania). Al poder había que llegar, si no era por las armas, sería por otra, pero era menester llegar e instaurar una dictadura. El pueblo al principio no prestó mucha atención al auge del partido nazi, pero en la medida que el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán crecía en poder, igualmente aumentaban las simpatías del pueblo, así sus dirigentes dijeran incoherencias o estupideces. El partido nazi contaba con una membresía de 25 mil miembros en 1925, la que ascendió a 180 mil en 1929. El asunto era hacer Alemania grande de nuevo, ocupar territorios en Europa, los que el nuevo régimen entendía como suyos o usurpados, y acabar con judíos, gitanos, opositores y malnacidos, entiéndase, homosexuales. Un partido lleno de homofobia y xenofobia. Hitler y sus colaboradores se inventaron todas las historias requeridas para cambiar la constitución de Alemania, una total manipulación del poder. El führer afirmaba: “la misión sagrada del pueblo alemán es reunir y proteger los elementos raciales más valiosos y elevarlos a la posición dominante”. “Todos los que no son de buena raza son paja”. Esto me suena muy actual nuevamente.

Sabemos mucho de lo que ocurrió en los años 30 y como en 1939 Alemania ocupó Polonia y a continuación otros territorios más, se inició una guerra para satisfacer el orgullo de un supuesto pueblo de sangre azul, de una raza inventada, los campos de concentración proliferaron, la economía mundial se volvió una basura. El mundo sufrió años de guerra, en la que lo material se pudo recuperar en el curso de los años, pero no las vidas y mucho menos el trauma mental causado en todos aquellos que sufrieron prisión y vieron a sus seres queridos morir de un tiro, una bomba y una granada.

No estoy seguro de que las generaciones actuales tengan memoria de todas estas atrocidades y cómo un tipo lleno de complejo de inferioridad logró reunir alrededor de sí a millones de simpatizantes, luego militares en el frente y verdaderos esbirros. Alemania no logró ser más grande, al contrario, fue dividida y así se mantuvo por más de medio siglo. Los dictadores tienen todos sus parecidos y los aspirantes a este oficio también. Son tantas cualidades comunes, las que van desde el culto a la personalidad, la mentira, la tergiversación, la incapacidad de discutir en buena lid todas sus nefastas ideas, enemigos de la prensa libre, de los derechos de los ciudadanos a pensar y expresar sus ideas, opiniones, preocupaciones y críticas llegada el caso. Lo peor no es su existencia, sino los millones de seguidores que llegó a tener.

Fuentes consultadas

Mein Kampf, lo pueden leer online en español.

Ascenso de Hitler al poder en Wikipedia.

Anon. Hitler llega al poder. Enciclopedia del Holocausto. https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/hitler-comes-to-power

Ricardo Labrada
9 noviembre 2024

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