“La mujer que camina delante (2017)” y el triste final de Toro Sentado

Si morimos, lo haremos defendiendo nuestros derechos”.
Toro Sentado

Una peli con valor histórico, la que enseña quien era en realidad el cacique Lakota Sioux “Toro Sentado”. Le estoy muy agradecido a la directora Susanna White y al guionista Steven Knight por la realización de este filme, el que coincidentemente me hizo recordar la lectura del libro “Entierra mi corazón en Wounded Knee” hace décadas en Cuba.

La industria de Hollywood del pasado demonizó a los indios en la mayoría de las pelis protagonizadas por John Wayne y Randolph Scott entre otros. Diría que el telespectador gozaba cada vez que un indio era muerto a tiros o de un cuchillazo. Por suerte, esa orientación falsa de las poblaciones indígenas de Norteamérica ha ido cambiando en el cine en las últimas tres décadas y se ofrece información más real de quienes eran esos rebeldes como Gerónimo, Caballo Loco y otros caciques más.

Esta peli tiene mucho de real, ya que relata las vicisitudes de la pintora Catherine Weldon, interpretada por Jessica Chastain, la que abandona su vida pacífica en el Este de EE. UU. para ir a tierras lejanas con la idea de poder pintar al mismísimo Toro Sentado, pacificado con un tratado nada favorable para su población y el que sufre en silencio sus vivencias de niños, mujeres y ancianos masacrados en nombre de la civilización blanca.

A la Weldon le pusieron trabas de todo tipo para poder llegar al lugar, donde se encontraba el jefe indio. Ella se las arregló para burlar la “ley” impuesta. Cuando las autoridades se oponen a que la gente viaje a un lugar ya sin guerra, es porque ocultan o planean hacer algo más no bien vistos a los ojos de personas ajenas al conflicto y de la prensa. Esa suposición surge cuando va viendo la peli y observa con que obstinación se persigue a los ojos de los extraños.

Toro Sentado, interpretado por el actor canadiense Michael Greyeyes, de origen indio de Saskatchewan, se presenta como un hombre con sus convicciones morales, sus creencias, sin ánimo de faltar el respeto a nadie, pero jamás dado a mentir. Su conducta logra la simpatía de la pintora, la que de forma natural abraza la causa de los sufridos indígenas, reducidos a una reserva con abastecimientos limitados de alimentos por parte del gobierno.

La peli se buscó al mejor actor para ser el villano odioso, Sam Rockwell, aquel que en el filme “La milla verde (1999)” es el psicópata presidiario. Realmente logra una actuación excelente como el sinvergüenza blanco supremacista, ente que odia y discrimina a los indios.

Este filme no es un Oeste, aquí no van a ver tiros ni a un Clint Eastwood haciendo el papel de vengador, nada de eso. Es la historia de los indígenas relegados después de haber sido vencidos por el poder de las armas del ejército de la Unión. A esos que se le prometió paz a cambio de migajas. El final se lo pueden imaginar, pero mejor será que vean la peli y la analicen.

La pintura de Toro Sentado realizada por Catherine Weldon se halla en el museo de Arkansas, copia que pueden apreciar al inicio de este artículo. Me llama la atención que la calificación de la peli no llega a 7, pero yo le di un 8, muy merecido, a mi entender.     

Esteban Hernández
1 diciembre 2024

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