“Como recuerdo a mi querido padre”
Hablaré de la peli de referencia, pero también de un incidente que siempre recordaré. Nada qué ver con la trama de la peli. Como pueden ver del título se trata de un filme de 1956, el cual fue más conocido como “Melodía inmortal” en su estreno en Cuba. El tema sobre la vida de un famoso pianista, las vicisitudes para llegar al estrellato y cómo luego se hizo de bienes a partir de las ganancias que le proporcionó su trabajo como músico y compositor.
El director George Sidney contó con un buen guion preparado por Samuel A. Taylor y Leo Katcher. La peli camina agradablemente desde sus inicios, con un romance protagonizado por el experimentado Tyrone Power, tenía entonces 42 años, y la novel Kim Novak, una dama muy aficionada de siempre a la pintura en su vida personal, pero que gracias al productor Harry Cohn logró entrar en el mundo del cine. La Novak, como ya he apuntado en otros escritos, era una mujer muy atractiva en aquellos momentos, con un swing muy particular y con mucha fisionomía eslava. Al final la Novak como Marjorie Oelrichs, la esposa en la vida real de Eddy Duchin, logra desarrollar un papel muy convincente, donde lleva romance, cariño y tristeza.
No menos eficiente fue el papel menor dado a la novata Victoria Shaw como Chiquita Wynn, la encargada de la educación y cuidado de Peter, el hijo de Eddy Duchin. Sobresalió James Whitmore, el hombre de confianza de Duchin y el mentor sentimental de esa familia.
La trama muy bien lograda, pero mejor aun fue la banda sonora con piezas famosas de música ligera de Duchin, las que fueron ejecutadas por el famoso pianista Carmen Cavallaro y su orquesta. Música agradable hasta para desconectar de este mundo. Duchin se hizo más famoso cuando fue llamado al servicio producto de la segunda guerra mundial y su rol fue, junto a su orquesta, la que él mismo creó, dar entretenimiento a las tropas en las zonas de combate.
Como siempre, evitando spoilers, no les digo más, búsquenla y véanla, les encantará, pero como prometido, les diré lo de la incidencia familiar, la recordé en estos días debido a que coincidía con el cumple de mi difunto padre.
En 1959 mi padre se hizo de algún dinero producto de los ahorros a partir de la reducción de los alquileres en ese año en Cuba. Decidió comprarse un radio tocadiscos, de esos que no puede poner hasta seis discos en el eje y escucharlos continuamente. Uno podía poner discos LP o también de 45 revoluciones, los llamados extended play, para lo cual se ponía un tubo en el eje y se podían colocar seis discos igualmente. Terminaba uno, caía el otro y así sucesivamente. Los discos no era que costaran poco para el bolsillo de un obrero. El extended play de 45 RM oscilaba alrededor de los 2,50 pesos (el peso era igual al dólar americano entonces), el LP costaba un poco más del doble. No obstante, comprar un tocadiscos sin discos no era muy sensato, por lo que mi padre decidió comprar algunos discos, entre ellos el LP con la banda sonora del filme sobre Eddy Duchin, la que él mismo aseveraba, era de su agrado.
Pasaron décadas, el disco LP desapareció en los mismos 60 del pasado siglo, me imagino que mi padre se olvidó de su existencia, atareado con muchas cosas de la época. En 1997 vino a Italia por segunda vez y yo había comprado el VHS de la peli en cuestión. Me imaginé la alegría que le daría ver la peli nuevamente. No hubo alegría realmente, mi padre juraba de no haber visto nunca esa peli, algo que sabía que no era cierto. Esa peli estaba entre sus preferidas, como lo fue también “Música y lágrimas (1954)” sobre la vida de otro músico, Glenn Miller.
Triste, pero ya entonces su memoria fallaba continuamente y esa fue una evidencia clara de esto. He recordado a mi padre y este incidente de la peli en estos días cuando habría cumplido año de estar vivo. Agradezco a “Melodía inmortal” por este recuerdo. Recomiendo ver la peli para todo aquel que no la haya visto, seguro estoy que les va a agradar. Su carácter sentimental, por coincidencia, tiene que ver también con el amor entre padre e hijo.
Esteban Hernández
18 noviembre 2024

