Viva Ucrania- слава україни

«La independencia se eleva sobre las alas.
La responsabilidad no deja que estas alas ardan.
¡Teniendo ambas, puedes volar hacia la meta
Svyatoslav Vakarchuk (1975 músico, ex diputado de Ucrania)

El 24 de febrero se llevó a cabo una votación de una resolución a favor de Ucrania y de exigencia de retiro de las tropas mandadas por el Kremlin en su agresión a su país vecino y, diría sin temor, hermano en muchas cosas. Claro, quien organiza y ejecuta un ataque con objetivos expansionistas, no es hermano de nadie.

Fueron 93 votos a favor de Ucrania, 65 abstenciones, que las entiendo como voto en contra de la causa ucraniana, y 18 naciones votantes apoyando al Kremlin. Lo llamativo de esta votación fue que EE. UU. votó en contra junto con el Kremlin. Los que se abstuvieron fueron unos que lo hicieron por quedar bien con la administración en Moscú y otros lo hicieron para no enojar a los EE. UU. Una convergencia increíble. Que Israel vote con EE. UU. no es noticia, pero ver a Costa Rica, Panamá junto con Cuba y Colombia, por solo citar ejemplos, al menos, al que suscribe le rompe la lógica. No faltaron los ausentes a la hora de la votación, esos que no quieren mojarse, donde hubo una nueva sorpresa, Venezuela, país, cuya dictadura ya tiene tratos con la nueva administración norteamericana.

No voy a entrar a analizar esas cosillas, no soy político, aunque la política no me es ajena, que conste. Estamos en un momento de convergencias de dictaduras y “democracias”. A continuación, reproduzco la intervención del ministro de Polonia, Radoslav Sikorski, la cual resume respetuosamente la realidad de lo que estamos viviendo respecto a esta guerra imperialista. Me disculpan que está en inglés, pero seguro estoy que los interesados hallarán la vía para entenderlo.

Cuando hay agresión como esta, hay consecuencias nefastas y quien mejor que México para ilustrar lo que su país ha sufrido cuando fue invadido por EE. UU. y Francia en el pasado. Al final el débil pierde vidas y territorios con tal de satisfacer el hambre expansiva de los agresores. En pleno siglo XXI, tenemos a una nación repleta de ojivas nucleares atacando a un vecino con menor población y disponibilidad de armas.  

Sea como sea, el paseíto que creyó el Kremlin iba a ser esta “Operación especial”, llamada eufemísticamente así por el agresor, no ha sucedido. Es cierto que Ucrania ha tenido hasta el apoyo de la OTAN y la UE en el orden material y militar, y el de los EE. UU. hasta el 19 de enero de 2025, pero el valor de su pueblo ha estado ahí presente y los múltiples ataques sobre zonas urbanas, incluida Kiev, no han amilanado al pueblo ucraniano, el que ha resistido estoicamente y trata de recuperar el territorio perdido, así como proteger el que aún no ha podido ser ocupado.

El mundo no puede estar de espalda a esta realidad, tanto Ucrania como Gaza requieren del apoyo del mundo, el mismo que pude apreciar en la década de los 70 contra la guerra en Vietnam. Hoy Ucrania enfrenta a dos potencias, una abiertamente y la otra con propósitos que ni Ucrania, ni la UE, ni la misma OTAN deben aceptar.

Repito, tengo amigos y colegas profesionales en esos países, en los que viví y estudié, por lo que deseo una paz verdadera, siempre respetando la independencia y soberanía ucraniana, única solución a este problema. Esperemos que la UE de las respuestas necesarias y darse cuenta de una vez por todas quienes son sus verdaderos aliados. Dejar pasar esta guerra de ocupación puede conducir a una reacción en cadena, entiéndase más agresiones

Martín Lutero lo dijo y no se equivocó: “nada bueno viene jamás de la violencia”.  

Ricardo Labrada
25 febrero 2025

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