“Los organismos genéticamente modificados
presentan un riesgo incalculable, ya que hay
mucho que no sabemos de estos cultivos.”
Michael Pollan (1955 escritor, periodista EE. UU.)
El maíz (Zea mays L.) es originario de México, su cultivo se inició hace siete mil años, lo que permitió a la población tener un sustento de alimentación muy preciado entre los pueblos mesoamericanos. Hay hasta una leyenda azteca que afirma que cuando se creó la tierra, el sol se reventó y millones de gotas doradas cayeron sobre ella para convertirse en granos de maíz. No obstante, no nos equivoquemos, el ancestro silvestre del maíz fue el teosintles (Zea mays ssp. Parviglumis o Zea perennis), el cual se puede encontrar en la región del río Balsas, en Guerrero, México, que es considerada el centro de origen y diversificación del maíz. Preservar el teosintles y sus derivados genéticos es una necesidad para ahora y el futuro si deseamos tener mejores variedades de maíz, más productivas.
La introducción de cultivos, cuyos genes poseen ADN modificado provoca en el orden práctico un flujo de estos genes que puede contaminar los ancestros y derivados de un cultivo en su lugar de origen. Para simplificar la explicación, el maíz ya sabemos de donde es, el arroz es de Asia, la soja también, la patata o papa de Sudamérica, y así sucesivamente. Existe un centro de origen de cada cultivo y el uso de plantas de una misma especie modificados genéticamente implica un riesgo de pérdida del germoplasma original producto de contaminación. No hay forma realmente de prevenir el flujo de genes y contaminación del material original.
En mi trabajo en FAO siempre sentí preocupación por este asunto y para mi orgullo, tengo la satisfacción de haber promovido la preparación de guías de análisis de riesgo de estos transgénicos. No estaba en la posición de sugerir su prohibición, ya que no era sensato, ni necesario, pero sí evaluar si había algún riesgo con su cultivación. El trabajo se concluyó en cooperación con un grupo de especialistas de la Facultad de Ciencias Biológicas Universidad de Copenhague. En 2003 la metodología fue publicada por la FAO: https://www.fao.org/fileadmin/templates/agphome/documents/Biodiversity-pollination/Weeds/Docs/Risk_English.pdf
No creo que se use realmente. Detrás de estos transgénicos hay toda una industria y capital que apoya su cultivo. Los organismos internacionales usualmente tratan de ser neutrales, no debieran, en algunos de estos temas.
La razón de ese apoyo es muy simple, un cultivo transgénicamente resistente a un herbicida facilita el uso del químico en cuestión para fines de desyerbes. Uno planta el maíz o la soja resistente y luego puede aplicar el herbicida más cual, el que elimina buena parte de la vegetación indeseable sin afectar a la planta cultivable. Algo positivo realmente, pero es que las complicaciones son varias y la vida lo ha ido demostrando. Primero, si uso ese cultivo en el lugar de origen de la especie, como ya apunté, se corre el riesgo de contaminación de la fuente genética original. Por lo que más adecuado es prohibir su uso. Segundo, en la medida que se repiten las aplicaciones de un mismo herbicida, va ocurriendo un proceso de selección de biotipos resistentes de algunas malezas. El agricultor ve que no hay control y repite la aplicación, sin darse cuenta de que está empeorando el escenario, habrá más selección de biotipos resistentes, y al final ni el cultivo ni su herbicida asociado resuelven nada. Se crea eso que se llama resistencia al herbicida. La industria proporciona capital para hacer investigaciones sobre la resistencia, que viene a ser el 80% o más de lo que se investiga en otras áreas de la ciencia de las malezas. La historia es aún más larga, pero es preferible regresar al tema maíz y México.
No es solo la industria de agroquímicos la que favorece este tipo de desarrollo, el cual termina en problemas cuando no se realiza de adecuadamente. Hay también especialistas y funcionarios muy “embullados” con estas cosas. Que conste, hasta especialistas de Institutos Agrícolas Internacionales, como también de órganos de agricultura de distintos países.
El pasado 18 de febrero de 2025 la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, propuso establecer que el cultivo de maíz en México debe ser libre de variedades genéticamente modificadas, que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación. Sentí satisfacción en leer la noticia, impedir el uso de tales cultivos en el centro de origen del maíz es una dicha.
México es el segundo comprador mundial de maíz, principalmente amarillo, y el 95% del mercado procede de EE. UU., cuya producción es, a su vez, 93% transgénica. Por lo que la tarea no será fácil, pues si entra para consumo, no hay forma de evitar que el agricultor no se vea tentado a cultivarlo. Además, siempre habrá quien trate de promover su cultivo.
Esta iniciativa gubernamental tiene el camino despejado en el Congreso, de amplia mayoría oficialista, pero repito, deberán acordarse medidas adicionales a fin de evitar su posible cultivo encubierto. La resolución es un paso firme en la preservación de la biodiversidad, no solo de México, pero también del mundo por la importancia universal que tiene el cultivo del maíz en el planeta. La presidenta de México decía: “sin maíz no hay país”, creo que sin maíz no hay suficiente alimentación para este mundo.
Fuentes consultadas
Presidencia de México. 2025. Presidenta reafirma que sin maíz no hay país: en febrero trabajará junto al Congreso para legislar la prohibición del maíz transgénico. https://www.gob.mx/presidencia/prensa/presidenta-reafirma-que-sin-maiz-no-hay-pais-en-febrero-trabajara-junto-al-congreso-para-legislar-la-prohibicion-del-maiz-transgenico?idiom=en
AFP. 2025. La Presidenta De México Propone Una Reforma Constitucional Para Prohibir El Cultivo De Maíz Transgénico. 18 febr. https://www.barrons.com/news/spanish/presidenta-de-mexico-propone-reforma-constitucional-para-prohibir-cultivo-de-maiz-transgenico-e0b3f687
Ricardo Labrada
23 febrero 2025
