Ahora se ha puesto de moda hablar de toda persona progre como woke y no lograba entender. Me sonaba a “despertado” en inglés del verbo wake up. No me equivocaba, pero no estaba clara la razón para usar este término para varias cuestiones que, al parecer, se oponen a posiciones conservadoras.
Que se sepa el primero en usar woke fue el ilustre Martin Luther King en discurso de 1965 ante las comunidades negras. El advirtió “stay woke” (estén alerta). Ese discurso se le conoce como “Remaining wake through a Great Revolution” (Permanecer despierto a través de de esta gran revolución).
Como se ve, la palabra surge dentro de las comunidades negras en EE. UU. El siempre eficiente diccionario Oxford lo define como sinónimo de “Alerta ante la injusticia en la sociedad, especialmente el racismo”.
El Merriam Webster lo define como un slang, especie de jerga en inglés, pero no se aparta del significado dado por la fuente anteriormente citada. Lo da como sinónimo de “consciente y atento a hechos importantes, sobre todo los relacionados con la justicia racial y social”. ¿Ser woke es malo?
Algún que otro académico plantea que woke es aplicable para describir todo lo que se califica como políticamente correcto.
Con el surgimiento de Black Lives Matter (La vida de las personas negras importan) en 2013 en EE. UU., woke comenzó a utilizarse asiduamente por las comunidades discriminadas. Más adelante se ha venido utilizando para las causas en contra del acoso y abuso sexual, o igualmente la discriminación a los trans y homosexuales. A mi entender, el wokeismo llegó para crecer y morirá el día que todas las formas de discriminación en las sociedades de este planeta desaparezcan por completo.
Ricardo Labrada
9 mayo 2025