León se describe como una ciudad hermosa, con una
mezcla única de arquitectura histórica y energía vibrante.
Léon en España no es una ciudad muy grande, pero sí con mucha historia y lugares interesantes a visitar. Para llegar allí desde Madrid hay que hacer un viaje que dura hasta 3 horas y media. Habíamos ido a Madrid para dejar al cuñado en el aeropuerto para vuelo de regreso a la Habana, por lo que al estar a mitad de camino decidimos irnos hacia al norte para visitar a esta ciudad, de la que tenía alguna que otra referencia sobre su catedral, información que, por cierto, oí de parte de un guía de turismo en Burgos. Él hizo comparaciones entre las catedrales de ambas urbes y aquello quedó grabado. En una ocasión, yendo a Oviedo, Asturias, le pasamos cerca, pero no entramos.
Un poco de historia, la ciudad de León fue fundada en el 29 a. C. como campamento militar romano en la terraza fluvial comprendida entre los ríos Bernesga y Torío, cerca de la ciudad astur de Lancia. Allí se asentó una legión romana, única en Hispania, la que permaneció hasta la caída del Imperio Romano Occidental. Es por eso por lo que León fue capital de la península durante todo ese período. Durante el reinado de Alfonso III, la capital del reino Asturo-Leonés fue ubicada en León, antigua Legio VII Gemina. De más está decir que estos reinos sostuvieron batallas contra la invasión musulmana, la que se había expansionado como la pólvora por toda la península. El reino logró anexionarse Castilla en el siglo X y fue así como nació el conocido como Castilla-León en 718.
Nuestra visita comenzó desde que salimos del hotel en la tarde. Pasamos por un puente cercano por encima del río Bernesga, el que atraviesa la ciudad y es afluente del río Esla. Sobre el puente hay esculturas de leones, de ahí que le llamen Puente de los leones, esculturas que no faltan en una ciudad que llevaba el nombre del enorme felino.
A continuación, pasamos por una plazoleta con una estatua dedicada a Guzmán el bueno, cuyo nombre real fue Alonso Pérez de Guzmán, hombre nacido en 1256, militar y noble al servicio de los reyes de Castilla, primer señor de Sanlúcar de Barrameda y fundador de la casa de Medina Sidonia.
Luego la espaciosa Avenida Ordoño, nombre dado a esta vía en honor al rey de León (914-924) e hijo de Alfonso III. Ordoño fue inicialmente gobernador de Galicia, con buena reputación de cobrarle los impuestos a todos sin contemplaciones. Se autoproclamó Rey de Galicia y cuando sus hermanos se rebelaron contra su padre, él se mantuvo al margen. Organizó incursiones exitosas contra los árabes en Extremadura, Castilla, al-Andalus y Navarra. Fue coronado solemnemente como rey de León cuando el monarca García I murió.
El próximo punto que visitamos fue la Plaza de la Inmaculada, la que divide en dos la Gran Vía de San Marcos en dos partes, ya que de ahí inicia una vía que une las plazas de Santo Domingo y de San Marcos. En el centro de la plaza aparece la escultura de la Virgen Blanca, finalizada en 1956.
En la Plaza de Santo Domingo hay una fuente y en sus alrededores están el museo de León o Edificio Pallares, el cual presenta la historia de la ciudad y la provincia. Está la elegante casa Roldán, construida por la familia homónima.
A la iglesia de San Marcelo no entramos, pero si visitamos su plaza y alrededores, donde hay una escultura de un León, el que llama mucho la atención de los turistas. Desde ahí ya uno ve de frente la casa Botines y el Palacio de los Guzmanes.
La Casa Botines fue obra modernista del famoso arquitecto Antoni Gaudí, construido a finales del siglo XIX. Allí hay un museo de tres plantas, donde se pueden encontrar pinturas o retratos y se exhiben exposiciones de arte. El lugar es acogedor y el trato del personal es impecable. Vale la pena visitarlo, no tan solo por lo que posee dentro, sino también por la posibilidad de ver mucho de los alrededores desde la parte alta del edificio.
A un lado de la Casa Botines está el Palacio de los Guzmanes, al cual se puede entrar en visita guiada y reservada. Como no teníamos nada de eso, nos conformamos con verlo y fotografiar sus exteriores. Este Palacio, construcción renacentista, fue terminado en el siglo XVIII por encargo ($$$) de la influyente familia Guzmán. Actualmente, es sede de la Diputación Provincial de León.
El siguiente lugar, probablemente el principal, fue la catedral de León, conocida popularmente como la Pulchra Leonina, construcción gótica del siglo XIII, con altísimos techos, pero atención, no es la más alta como le había oído decir a una persona en Burgos, la que tampoco es la más alta en España. La primera en altura es la catedral Nueva de Salamanca (100 m), Burgos es la quinta con 88 m y León tiene 68 m. Es altura de las torres. Aún así es una construcción bellísima internamente con un extenso patio con otras esculturas. La parte posterior exterior de la catedral me recordó el escenario de la película del Jorobado de Notre Dame en París, particularmente el lugar desde donde Quasimodo arroja al aire al cura malévolo que le hizo la vida imposible a la bella gitana Esmeralda. La catedral está en la plaza de Regla, donde también se encuentran el antiguo edificio de Correos de la ciudad. Frente a la catedral se halla el Palacio Episcopal, construido en el siglo XVII, reformado varias veces y actual sede del obispado de León.
De ahí nos fuimos a la plaza San Isidoro, donde radica la basílica homónima. Fue allí donde se celebraron las primeras cortes del reino de León en 1188. De hecho, el primer parlamento europeo, algo reconocido por la UNESCO. La Real Colegiata fue el lugar de realización de esas reuniones. El testimonio de este hecho histórico está recogido en los Decreta de León, el cual recoge las decisiones de estas cortes.
En la plaza San Isidoro se encuentran el monumento a las Cabezadas, fiesta que se celebra el domingo más cercano a la fiesta de San Isidoro (el 26 de abril). El nombre es en referencia al cortejo del Ayuntamiento y el cabildo de San Isidoro como despedida del acto. En fin, una leyenda basada en un milagro ocurrido en 1158. Hay una tarja alegórica a los 1100 años del reino y una fuente dedicada a San Isidoro en la plaza. El nombre viene de las reverencias que hace el cortejo del Ayuntamiento y el cabildo de San Isidoro hacen al despedirse tras la celebración de un acto con motivo a una promesa que el pueblo de León hizo al santo por un milagro en el año 1158.
Nos fuimos a la plaza Mayor de la ciudad, la cual estaba en reparación, así que fotos por aquí y por allá sin muchos detalles. De hecho, es también una de las plazas de este tipo más antiguas de España. Allí está la casa del Consistorio y como es de esperar, cafeterías y restoranes para los gustos más variados.
¿Qué más vimos? En un parque muy ordenado, una mano gigante de bronce que sobresale de la tierra, obra del escultor leonés Antolín Álvarez Chamorro, pieza de más de 800 kilos, la que en un ángulo superior tiene una araña, todo un homenaje a los veterinarios, inaugurado en 2023.
La Plaza de San Martino tiene en su centro un monumento al monarca Alfonso IX. León tiene dos puertas, la del Castillo o del Arco de la Cárcel y la Puerta Obispo. En realidad, adivinamos y fotografiamos la primera, la más antigua, situada en el extremo norte de la ciudad y en la plaza del mismo nombre. La otra fue demolida en 1910. No obstante, hay otra puerta, menos antigua, medieval e importante; la de la Moneda, entrada importante para los peregrinos paso hacia Santiago de Compostela. También fue derribada en el siglo XIX, pero queda algunos vestigios de su presencia, sobre todo las murallas que van a lo largo de parte de la ciudad.
Otra plaza vista por casualidad es la de las Cortes Leonesas, donde hay una bella fuente y una tarja explicativa de los orígenes del parlamentarismo en León.
Iglesias hay más, una antigua que vimos de camino es la parroquia de San Martín, construida en el siglo IX, cuya fachada se ve que es antigua realmente.
Algo que nos llamó la atención fue la arquitectura de algunos edificios existentes alrededor de la plaza de Guzmán el bueno, algo antes de uno internarse en el paseo de Ordoño II.
Como anécdota del viaje, en León como en otras ciudades de España te ofrecen carne roja de todo tipo y embutidos en sus restoranes, algo que no debe comer el que suscribe, un día quizás, pero es mejor evitar. Busca y busca, hasta que llego a un lugar y vi a una mujer, algo gruesa, morena, me dije, ella debe ser cubana, no me equivoqué. Le dije que estaba desesperado buscando un lugar donde comer sea pollo o pescado. Ella me dijo, espera un momento, salió y nos dijo, acompáñenme, nos llevó a pocos pasos a un restorán, de nombre Mi Habana, la que fue nuestra salvación. El dueño del local es un cubano y la cocinera principal es su esposa dominicana, la que nos preparó precisamente lo que podíamos comer. Muy agradecidos y no olviden, si alguna vez visitan Mi Habana en León, no dejen de darles nuestros más afectuosos saludos.
Ricardo Labrada
8 junio 2025





















