Se escribe sobre deportes, sobre todo béisbol. El cine es abordado desde una óptica clásica. Historia y descripción de lugares visitados son otros de los temas, así como biografías de grandes de la ciencia. Hay de todo un poco para aquel que guste leer.
“La longevidad en los deportes está gobernada por la forma en que uno vive entre una y otra pelea.” Carl Froch (1977, púgil británico)
La emigración de cubanos al extranjero ha sido una constante desde el pasado siglo hasta el presente. En un país que nunca ha sabido proporcionar empleos, salarios justos y bienestar, gran parte de sus ciudadanos no tienen otra alternativa que emigrar. Ese fue también el caso del púgil cubano Ramón Castillo y su familia.
Castillo era tunero, aunque algunas fuentes lo dan como santiaguero, su nombre real era Ramón Cathcart Grenot, apellidos que hacen suponer su descendencia jamaicana/haitiana, su padre era inglés. Medía 181 cm y boxeó en Cuba en enero de 1924 cuando noqueó a Dativo Fuentes en el mismo primer asalto, lo que hizo dentro de la división de los pesos ligeros (61,2 kg). Poco después emigró, concretamente a Nueva York, donde continuó en el deporte de los puños como profesional. En abril de 1924 tuvo su primera pelea en tierras del Norte, fue contra Young George Dixon, la que finalizó en empate. Ganó tres combates a continuación hasta su derrota frente a Marcel Britt en agosto de 1924. Volvió a perder contra Harry Wallach en diciembre de 1924, pero en enero de 1925 se anotó dos victorias por la vía rápida. Durante ese año tuvo dos derrotas con 10 victorias.
Mantuvo ese balance de derrotas y victorias en los EE. UU. hasta que a finales de 1927 decidió irse a boxear a Europa. Su primera pelea fue en la Salle Wagram de París, donde logró tabla contra Georges Durocher. Dos semanas después derrotó a Jules Dujardin por decisión en combate en el Central Sporting Club de París. El incansable Castillo perdió su primera pelea en París una semana después por puntos contra James Girardin.
Sus siguientes peleas hasta noviembre de 1930 fueron en España. Debutó con victoria contra Pedro Antonio en el Salón Nuevo Mundo de Barcelona en diciembre de 1927. Poco después Ángel Tejeiro lo derrotó en igual arena. Después de dos victorias, Antonio Piedrahita le ganó en el Salón Olimpia de Madrid. El asturiano Tejeiro lo volvió a derrotar en Barcelona en mayo de 1925. A continuación, se anotó un KO sobre el local Pedro Polo, pelea efectuada en el Entoldado Popular de Calella, Cataluña. Hasta noviembre de 1930 Castillo peleó en cuadriláteros de Madrid, Valencia, Gijón, Málaga y Sabadell.
En abril de 1931 regresó a París, donde sostuvo cuatro peleas, además de otra en Budapest, Hungría, contra el alemán Fritz Reppel, a quien Castillo puso a dormir en el cuarto asalto de combate pactado a ocho. Existe una fuente que reporta a Reppel tres veces derrotado por Castillo. El germano era integrante del equipo pugilístico de Max Schmeling. Ya en aquella época, Castillo peleaba en la división de los superligeros (63,5 kg) y paseaba por la división de los welters igualmente.
La trayectoria de Castillo está registrada, al parecer, de manera incompleta, pues su último combate en Europa fue en 1934. Luego aparece una siguiente pelea en octubre de 1945 en la Habana, donde noqueó a José A. González en el mismo asalto de apertura. ¿Por qué ese lapso tan grande entre una y otra pelea? Castillo fue reclutado durante la II Guerra Mundial y fue parte de Marina Mercante con fines de aprovisionamiento a la Guardia Costera de EE. UU., la que posteriormente integró, con la que cumplió misiones en África, Francia e Italia, y fuera condecorado con la barra Combate al Valor.
Se supo nuevamente de Castillo por una visita a la Habana en octubre de 1946, pero sin pelea acordada. En abril de 1947 ganó pelea contra José García Álvarez en Camagüey, y no peleó más en su tierra natal. Sus siguientes combates fueron todos en EE. UU., los que resultaron en una tabla y dos peleas perdidas, una de ellas por KO en pelea contra Larry “Tippy” Morgan el 23 de junio de 1947 en Brooklyn, Nueva York.
El Barón cubano, como así le llamaban, tiene registradas 45 victorias, 21 por la vía rápida, con 15 derrotas y 9 tablas. Otra fuente, cubana, por cierto, afirma que ganó 129 combates, pero también dice que nunca fue noqueado, lo cual es falso. Rodríguez García (2015) reseña la carrera de otro boxeador cubano, de Sagua la Grande, Ramón González Rojas, más conocido como Black Pico, el cual logró una cadena de 18 triunfos consecutivos hasta que chocó con Ramón Castillo, quien lo derrotó.
Más datos interesantes de este boxeador, quien además de subirse al ring para sus peleas, combinaba esa labor con la de comentarista de boxeo en algún que otro diario. Ahí no termina todo, fue también parte del famoso conjunto de baile tap, los Hermanos Nichols, además de haber actuado en alguna que otra obra sobre su vida en teatro y haber también servido de modelo. Durante su carrera siempre tuvo tiempo para viajar y conocer países como Argelia, Argentina, Costa Rica, Honduras, México, Puerto Rico y Venezuela.
Castillo falleció el 24 de enero de 1996. Wiki afirma que fue en Santiago de Cuba (??), tenía 88 años. Personalmente no recuerdo haber oído hablar de este boxeador cubano hasta que me tropecé con información del pasado, la que he consultado para escribir este artículo.
Suecia es un país abierto, liberal, secular y democrático.” Björn Ulvaeus (músico e integrante del grupo Abbas)
Uppsala o Upsala es una ciudad sueca que se encuentra ubicada a unos 78 kilómetros de Estocolmo, a la cual se puede llegar por tren en unos 45 minutos desde la capital. Uppsala es reconocida en el mundo como ciudad universitaria, la más grande de la península escandinava.
Era interés personal desde hacía tiempo visitar esta urbe llena de cultura y educación, donde lo primero que vimos fue el famoso castillo, el Uppsala Slott, edificado en el siglo XVI, recinto importante en la historia del Reino de Suecia. Para llegar al castillo hay que caminar un poco en ascenso viniendo desde la estación terminal de trenes. No es una caminata cansona, Inicialmente fue castillo arzobispal, confiscado a las entidades religiosas por el Rey Gustavo I Vasa, durante la reforma protestante. El monarca mencionado ordenó la modificación del castillo, el cual fue posteriormente remodelado por otros reyes suecos. Cuando uno llega a la parte superior, hay una extensa plaza frente al castillo y a un lado superior del bastión, la campana Gunilla o Gunilla Klockan, uno de los símbolos de la ciudad de Uppsala, creada en 1588 y donada a la iglesia del castillo de Uppsala por la reina Gunilla, de soltera Bielke, de ahí el nombre. En un lateral de la campana se lee (traducido del sueco), como si la campana hablara: “La reina Gunilla me mandó a fundir en 1588, y bajo el reinado de Adolfo Federico, mi fragilidad se renovó en 1759.” Más adelante aparece el bastión Stvrbiskop, con una hilera de cañones, los que es de suponer eran para defender la ciudad. Tampoco faltaba una fuente, cuya historia no llegamos a saber.
Bajando por la parte frontal de la plaza del castillo uno llega al jardín Linneo, nombre dado en honor a un hombre de sabiduría, el que aportó un mundo en el campo de la taxonomía de las plantas. Desde arriba del castillo uno ve el jardín y al fondo una edificación en estilo helénico. Bajamos y caminamos por sus alrededores, todo precioso y relajante.
Girando a la izquierda uno puede ir a la catedral, pero antes de llegar a ese lugar, uno encuentra la atractiva Iglesia de la Santísima Trinidad (Helga Trefaldighets Kyrka) fue inaugurada en 1302. Aunque se trata de un lugar de culto medieval, el púlpito, los bancos y las tres vidrieras del presbiterio datan de 1904 a 1905, cuando se llevaron a cabo importantes renovaciones.
A continuación, la catedral, la Uppsala Domkyrka, templo de culto luterano, la que tiene el honor de ser la más alta en toda Escandinavia, ya que alcanza 118,7 metros de altura. La catedral fue construida en el siglo XIII, es lógico pensar que en aquella época era católica. La inauguración de la catedral tuvo lugar en 1435 a manos del arzobispo Olaus Laurentii. Se dice que se construyó como forma de competir con la atractiva catedral de Nidaros en Trondheim, Noruega. En esta catedral se celebraban las coronaciones de los monarcas de Suecia entre inicios de la Edad Media y finales del siglo XVII. Luego, el recinto de coronación cambió a la catedral de Estocolmo “Storkyrkan”. En la catedral hay muchas personas importantes sepultadas, entre ellas Erico el Santo, rey de Suecia en el siglo IX; Gustavo Vasa (Gustavo I, rey de Suecia del siglo XVI) y su primera esposa Catalina de Sajonia-Lauemburgo, su segunda esposa Margarita Eriksdotter, y su tercera esposa Catalina Stenbock; Juan III de Suecia, hijo de Gustavo Vasa; el gran botánico, todo un genio, a quien admiro mucho, Carlos Linneo, su esposa e hijo; y Emmanuel Swedenborg, científico y músico del siglo XVIII.
En ese trayecto vimos al Carolina Rediviva, edificio histórico, el principal de la biblioteca de la Universidad de Uppsala. Su construcción ocurrió entre 1820 y 1841. Su nombre significa “la Carolina revivida”, en referencia a la antigua sede de la universidad, la Academia Carolina. La biblioteca alberga obras y colecciones importantes.
Luego le pasamos por el lado al monumento a Gunnar Wennerberg (2 octubre 1817-24 agosto 1901), poeta, compositor y político.
También se halla no distante el obelisco a Gustavo Aldolfo, erigido por demanda popular de los habitantes de Uppsala en la memoria al rey Gustavo II, rey del siglo XVII, muy del lado del protestantismo, a quien llamaban el “León del norte” por su agresividad, muy dado a entablar guerras con Rusia, Polonia y Dinamarca.
Luego de la visita a la Catedral, pudimos ver el frente del amplio edificio Museo Gustavianum, museo perteneciente a la Universidad de Uppsala, inaugurado en 1997 por el rey Carlos XVI Gustavo. El museo se levantó sobre el edificio principal de la Universidad de Upsala entre 1778 y 1887.
Uppsala tiene una población de 141 000 habitantes, me parece que es mucho, pues no veía a mucha gente en las calles, y eso que era domingo. La ciudad es atravesada por el río Fyris (o “Fyrisån” en sueco), el cual uno puede disfrutar caminando a lo largo de un paseo. En una especie de arroyo había un restaurante, donde nos dirigimos a almorzar. ¡Vaya sorpresa! Era de comida griega, me dieron por la vena del gusto.
El resto de lo visto fueron las edificaciones en las calles Dragarbrunnsgatan y Kungsänstgatan. Algunas sedes de banco con edificios del pasado siglo.
El ayuntamiento en Uppsala se llama Rådhuset. Está situado en el centro de la ciudad, junto a la plaza Stora Torget, y combina arquitectura tradicional.
Otra casa o mansión que nos llamó la atención fue Västgöta nation (VG), fundada en 1639, uno de los 13 lugares de la Universidad de Uppsala, donde se organizan actividades relacionadas con la cultura sueca para los 1100 miembros de ese lugar.
La estación de trenes luce como un edificio de cuentos. Delante de la misma hay una escultura, que pienso tiene que ver con héroes de los comics.
“Estocolmo es única al estar construida sobre islas, en la que uno recibe ese enorme sentido de libertad.” Bjorn Ulvaeus (1945, músico sueco)
La capital de Suecia, Estocolmo, posee un territorio que abarca 14 islas, las que están intercomunicadas a través de puentes y del metro existente en la ciudad. La superficie de la ciudad es de 381,63 km² con una población de 1 515 017 habitantes, según censo de 2017. Esta ciudad escandinava, aunque existía ya antes de Cristo, su fundación tuvo lugar en la zona urbana actualmente conocida como Gamla Stan (Ciudad Vieja), el casco viejo de la ciudad, en 1252 por el rey Birger Jarl. De hecho, el primer nombre de la ciudad es el de Gamla Stan.
No era primera vez que visitábamos país escandinavo. Hace un lustro tuvimos una gira fabulosa en crucero, pero Estocolmo no estaba incluida en el itinerario. Así que era un deseo viejo de conocer a una urbe, cuya arquitectura es diversa e interesante. También está repleta de museos; no era nuestra intención visitarlos todos, a veces con verlo por fuera es suficiente, todo dependió del interés.
De Valencia a Estocolmo se puede ir directamente con Ryan Air, línea que vuela dos veces por semana por esta ruta. Para unos caribeños como los aquí viajaron, lo más aconsejable es visitar la ciudad en época cálida del año, a partir de junio. Preparado iba para no ver la noche en los días que allí estuvimos. Hacía décadas había tenido esa experiencia por primera vez en Leningrado, ahora St Petersburgo, y también cuando hicimos la visita en el crucero. Hay que cerrar las ventanas para que no le entre luz y así poder dormir. Si uno fuera en invierno, sería todo lo contrario; amanece a las 9 de la mañana y sobre las 3 de la tarde comienza a oscurecer.
¿Las temperaturas? Cuando la noche va llegando, el termómetro baja y uno lo siente en el cuerpo. Por suerte, somos ya de los que van a la cama temprano y la vida nocturna no es que nos atraiga como en el pasado. En el “verano” llueve y hay días con fuertes rachas de viento.
Para movernos el metro fue la mejor vía. Uno puede comprar un tiquete para dos personas durante 3 días completos, el cual sirve para bus y tranvía también. Las estaciones de metro son profundas, óptimas como refugios en caso de una guerra, e igualmente muy originales, tal parecen como cuevas unas veces, otras como museos, en fin, tienen su encanto. No voy a decir que sea el más bonito del mundo en arte. Creo que algunos podrían discrepar, pero el metro de Moscú le disputa el primer lugar en materia de arte en su interior. Claro, quien no conoce Moscú y ve a Estocolmo, pone al metro de esta última urbe en primer lugar.
Empezamos la visita precisamente por Gamla Stan. En sus alrededores está el enorme Palacio Real, uno de los mayores de Europa. Tiene cambio de guardia, no lo vimos, tampoco nos interesó. Al menos el que suscribe ha visto bastante de esos cambios de guardia en varios lugares del Planeta. Los exteriores del Palacio son muy atractivos, con monumentos y esculturas por doquier, muchas de las cuales rinden homenaje a monarcas suecos y figuras con historia memorable.
Por ahí también está la calle más estrecha de la ciudad, el callejón de Mårten Trotzig. Realmente es estrecho, no creo que una persona obesa pueda entrar y caminar por esa calle.
Cuando uno sube en dirección a la plaza Stortorget, ahí encuentra al Museo Nobel, donde se otorgan los famosos premios de la paz y en otras ramas de la ciencia y la educación. En la parte derecha del museo están edificios coloridos de distintas arquitecturas, lo que hace más llamativo a este lugar. En la plaza hay una fuente.
A un par de cuadras de Stortorget se encuentra la catedral o iglesia de San Nicolás, sede de la diócesis de Estocolmo. El templo, en estilo gótico, fundado en 1279, se convirtió al luteranismo en 1527.
Previamente habíamos visitado otra iglesia, igualmente luterana, edificación con torre de ladrillo y chapitel de cobre, llamada iglesia alemana o de Santa Gertrudis, construida en el período entre 1638 y 1642. Los interiores de la iglesia son barrocos. Las comunidades alemanas asentadas en Estocolmo suelen asistir con frecuencia a los servicios religiosos de este templo.
Como Estocolmo es un archipiélago, no es difícil encontrar orillas y puertos de pequeñas embarcaciones, así como paseos a lo largo de esas orillas. Desde Gamla Stan a Södermalmno hay mucho recorrido.Así llegamos a la isla Helgeandsholmen, donde se halla el parlamento sueco (Riksdag). Sus alrededores son espaciosos, con jardines.
Frente al parlamento está el antiguo parque Strömparterren, inaugurado en el año 1830, donde aparece una escultura del artista Carl Milles conocida como “Solsångaren” (El Solista, en español). En ese momento el viento apretó, lo que nos obligó a buscar refugio, algo difícil en una zona tan abierta.
Viramos a la izquierda y nos vimos de frente al edificio de la Opera. Allí cerca estaba una estatua el rey Gustavo II Adolfo, quien gobernó desde 1611. Caminando más hacía delante está la iglesia de San Jacobo o San Jaime o Santiago, de color rojo vivo, construida a mediados del siglo XVII en honor al apóstol mencionado. La iglesia es igualmente luterana. Hay una escultura de dos mujeres en el parque Kungsträdgården, las que adornan el jardín de Riksdagshuset, dentro del parque. Se trata de la estatua moderna de dos jóvenes que llevan platos. Por esos mismos lares está el parque Kungsträdgården, donde encuentra la Fuente de Wolodarski, ubicada en el extremo norte de este lugar, el cual también posee árboles de sakura (cerezo japonés) que florecen en primavera.
Al siguiente día, de camino hacia los museos y el área de Skansen, nos detuvimos delante de un portón metálico frente a la puerta principal del Museo Nacional de Estocolmo. Se trata de una jaula de acero pulido en forma de arco está atravesada por la silueta de dos figuras humanas entrelazadas. Tiene 12 metros de altura y es obra del artista chino Ai Weiwei, la que pretende promover la idea de un mundo sin fronteras. Allí estará un año y luego será trasladada a otro sitio en la ciudad. También a un lado está una corona llamada la Cosmopolilla de Estocolmo.
Nos interesó el museo de arte moderno, un poco para salirnos de lo acostumbrado. El museo tiene 3 plantas y dispone de varias salas, donde todo lo que podríamos llamar absurdo, ahí se ve. El surrealismo es bien representado.
Cerca del museo hay una iglesia, la que parecía más museo que el mismo que habíamos visitado, con un parecido sustancial en su forma con el clásico Panteón romano. Era construcción de 1822, la Holmkirkan dentro de la base naval de Skeppsholmen. Actualmente modernizado, sirve para conciertos y otras actividades culturales.
Vino un poco de confusión, llegamos a un punto de recogida para ir al Museo Vasa. Un muchacho nos cobró el pasaje, pero no nos dijo que nuestro destino era después de una parada, la que coincidía bastante cerca de Gamla Stan. Una señora me dijo que la siguiente parada era para llegar a Skansen y de ahí a Vasa y otros lugares, menos mal.
Al fin llegamos, desembarcamos y caminamos hasta el Museo Vasa, así llamado por el barco de guerra Vasa (significa Haz de hacer en español), ordenada su construcción por el rey Gustavo Adolfo II, era como muestra de la fuerza naval sueca, pero las cosas no salieron como quería, se hundió en 1628. Hubo entre 150-200 muertos, además de sobrevivientes. No hubo cálculo y la nave era más pesada de lo debido. Para su suerte, el agua fría del Báltico evitó la pudrición de la madera del barco, aunque sus partes metálicas sí se oxidaron y hubo que reemplazarlas una vez que se sacó del mar. La nave fue recuperada en 333 años después, en 1961. Después de sus reformas y arreglos se instaló el galeón en un museo inaugurado en 1990. La visita valió la pena. Aclaro que este barco no tiene nada que ver con la cultura vikinga, la cual casi desapareció en el siglo XII.
Un paréntesis en el segundo día para almorzar o comer. No nos gusta inventar ingerir cosas extrañas a la hora de comer, por lo que un par de pizza Margherita nos hicieron felices, además de dos refrescos. Salimos a caminar y nos tropezamos con el enorme e impresionante museo Nórdico, un palacio alto y grande, que data de 1888, pero su construcción y finalización como museo se llevó a cabo entre 1889 y 1907, con un diseño de Isak Gustaf Clason. Frente a la entrada principal del museo está una estatua de bronce, la Freden Roskilde, o sea, monumento a la Paz de Roskilde, tratado de paz firmado el 26 de febrero de 1658 entre Dinamarca y Suecia que puso fin a la guerra sueco-danesa de 1657-1658. Dinamarca sufrió grandes pérdidas territoriales como resultado del tratado, cediendo gran parte de su territorio a Suecia.
Dentro del área de Skansen, pasamos cerca del Museo de la Biología y a algo más de una cuadra, el museo al conjunto ABBA, el cual nos conformamos con verlo por fuera. Por la parte trasera del museo está el parque de diversiones Gröna Lund Tivoli (Bosque o Arboleda Verde), muy visitado por niños, adolescentes y jóvenes. Al frente se halla el circo.
Energías consumidas, no quedaba otra que regresar a la estación central de trenes, la cual, vía metro, nos quedaba a dos paradas del hotel. El retorno fue fácil, había dos opciones ir a la estación en tranvía o en un bus. Pasó primero el tranvía y por ahí nos fuimos, no sin antes pasar por delante de la plaza Sergel (Sergels Torg) al inicio de la calle Drottninggatan. Es la plaza más céntrica de la ciudad y se encuentra en el corazón de Estocolmo. Allí aparece el obelisco «Kristallvertikalaccent» (Acento Vertical de Cristal), hecho de vidrio y acero, símbolo de la plaza y de la ciudad, cuya foto verán al final. La lluvia llegó y nos empujó ir al hotel para cerrar el día. Dejamos algo para la tercera jornada.
Un poco lluviosa y nublada el inicio del día, en el que decidimos comenzar con una visita al Avici Arena, lugar que tiene un mirador, el que se eleva a 130 metros de altura, desde podríamos ver la ciudad. Imposible, el Avicii estaba en reparación. Lamentable también, ya que el lugar está algo alejadito del centro de Estocolmo y tuvimos que ir en metro hasta Globen. Cerca del lugar está el estadio de fútbol. Pensé que allí fue donde jugaron la final de 1958 entre Suecia y Brasil, pero no. Es un estadio moderno y no tiene nada que ver con aquel de la cantada victoria, la que se convirtió en derrota. Brasil se había cansado de ir a finales para luego perder. Esta vez le tocó la final con el anfitrión, el cual logró colocar gol de ventaja. Era tanta la alegría de los suecos, ya se vieron campeones mundiales, pero en el conjunto carioca había muchachito de 18 años, al que llamaban Pelé, el que realmente peló a los suecos con par de goles, y al final hubo samba de la buena, primera victoria brasileña. Cuanto me habría gustado haber visitado este estadio, más que todo por la admiración que siempre sentí por Pelé, para mí el mejor de todos los tiempos.
Dimos en el Avicii par de vueltas y caímos en un Mall, nada extraordinario, limpio, tranquilo y con ropa de niños bastante barata en un país, donde la sonrisa vale. Es un decir, pues si hay país con amabilidad y cortesía es Suecia, donde todo el mundo habla inglés. De regreso nos fuimos a visitar el Mercado Östermalmshallen, donde hay una venta amplia de todo lo que sobra aquí en España, con lugares para comer. Había para escoger, la italiana estaba llena, no había asientos, española no había, así que sin más remedio fuimos a parar a un restaurante francés, donde el Monsieur tuvo la ocurrencia de buscarnos un camarero francés de origen italiano. Nada del otro mundo, la viande avec de pomme (carne con patata o papa) y una copita de vino tinto. Moverse dentro de ese mercado no es fácil por lo sumamente concurrido.
A pocos pasos del lugar estaba la llamativa iglesia de Hedvig Eleonora, consagrada en 1737, y así llamada en honor a la reina sueca Eduviges Leonor (1636-1715), esposa del rey Carlos X de Suecia. Entramos, pero había boda, nos conformamos con fotografiar por unas rendijas de una puerta. Lo interesante, el párroco de esta diócesis luterana era Erik Bergman (1886-1970), padre del famoso director de cine Ingmar Bergman, uno de los favoritos del que suscribe.
El final del recorrido fue pasear por la céntrica calle Drottninggatan, aunque antes pasamos por la espaciosa plaza de los dos pisos. La Drottninggatan es peatonal y en cada esquina hay un par de esculturas de leones. Ni idea de la presencia de estas representaciones felinas. Por el camino me llamó la atención la cúpula de la iglesia Adolfo Federico, inaugurada en 1774, lugar donde fue inicialmente sepultado el famoso filósofo francés René Descartes, luego exhumado y trasladado a París. Allí también yacen los restos del asesinado criminalmente, en 1986, el primer ministro Olof Palme, un vivo ejemplo de mandatario a favor de la paz y de las buenas causas en este mundo. Entramos, pero había otra boda, era sábado, parece que dejan el domingo para la luna con mucha miel.
“Lo que quiero mostrar es la belleza de mi fracaso” Salvador Dalí
El surrealismo busca transformar al mundo y liberar la creatividad del ser humano de su usual razonamiento. Esta corriente es una fase primordial latente en la frontera entre lo inconsciente y lo consciente, entre el sueño y la vigilia. Solo al rendirnos y soltar el control podemos liberar los impulsos. Arte y poesía son vistos como fuentes para cautivar nuestras mentes hacia una verdadera realidad e instalando las formas motoras que puedan cambiarlo todo.
André Breton fue el primero en hacer una declaración sobre el tema del surrealismo en 1924. Él animaba a traer el sueño y la vida en algo verdadero. Fue en París, donde muchos artistas abrazaron la idea de la sur realité. Esta corriente trata de cambiarlo todo sin inhibiciones para así romper los moldes establecidos.
El surrealismo insiste en lo imaginario y fantástico, algo que va más allá de lo físicamente visible. El psicoanálisis de Sigmund Freud, con su enfoque en la memoria y las emociones reprimidas, juega una influencia crucial en estas ideas. Esta corriente es la única capaz de liberar al hombre de su pensamiento racional.
El surrealismo no es estático, es antirracista, anticolonial y antiautoritario. Se nutre de la cultura universal, sobre todo de aquellas creencias de distintas etnias. Así las ideas, por ejemplo, de Frida Kahlo, Trotsky y Diego Rivera logran entrelazarse. El surrealismo explora lo grotesco y lo fantástico. Lo burlesco y carnavalesco es parte de sus atributos, salirse del razonamiento establecido y de los prejuicios existentes. A su vez, busca crear arte para la eternidad. El surrealista gusta de la espontaneidad y de la sorpresa.
Freud utilizó un tratamiento que se hizo popular para atender a soldados afectados mentalmente por la guerra. La idea era recoger testimonios de la actividad inconsciente del hombre. Un slogan promovido fue “si gustas amar, el surrealismo te encantará”, era como decir si quieres besarla/lo, no te alejes o si lo amas, no lo dejes. Lo surrealista ha sido objeto más de ofensas que de críticas. La tolerancia del crítico aquí no existe, pues los prejuicios implantados por las sociedades burguesas y los dogmas de la misma iglesia son un obstáculo para la libertad del pensamiento, para imaginarnos algo distinto o fuera de lo que normalmente aceptamos.
Los artistas que abrazan el surrealismo tratan de liberarse de las consideraciones morales establecidas y buscan en su lugar desarrollar la individualidad, buscan crear libremente, lo que puede conllevar a obras sumamente eróticas o groseras a nuestros ojos. El deseo es el motor impulsor de esta creatividad. Igualmente, promueve la igualdad de género, la participación de la mujer en la vida de la sociedad.
En el cine el surrealismo ha jugado un papel importante. Un buen ejemplo es Luis Buñuel con filmes como «Un perro andaluz (1929)”, «La edad de oro (1930)”, «El ángel exterminador (1962)” y «El discreto encanto de la burguesía (1972)”.
El director David Lynch realizó pelis como «Carretera perdida (Lost Highway, 1997)”, donde primala paranoia y la pérdida de la realidad a través de un viaje surrealista y perturbador. También «Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986)”, la que explora el lado oscuro de la vida suburbana, presenta la naturaleza perturbadora de la realidad y las obsesiones humanas.
Sin embargo, una peli con buena dosis de surrealismo, la que al principio no entendí y tuve que verla un par de veces, es “La Dolce Vita (1960)”, donde el deseo es parte permanente del filme. Lo mismo da en la escena erótica de Anita Ekberg refrescándose en la fuente de Trevi, o en la que Marcello Mastroianni interactúa con Anouk Aimée.
Como no soy muy conocedor en el mundo de la pintura, me limito a mencionar una obra que IA nos reporta como ejemplo surrealista. Esta es “La persistencia de la memoria» también conocida como «Los relojes blandos», obra creada en 1931 de Salvador Dalí, convertida en un ícono del movimiento surrealista y reconocida por sus relojes derretidos en un paisaje desolador.
“El béisbol es ballet sin música y drama sin palabras.” Ernie Harwell (cronista deportivo estadounidense)
Creo oportuno hablar de ese batazo, el más largo conectado por el jardín izquierdo en el Estadio del Cerro, luego Latinoamericano. Sí, fue por el jardín izquierdo como dije en un comentario anteriormente fuera de este blog. Sucedió el miércoles 29 de octubre de 1958, juego entre el Habana y el Cienfuegos. Lanzaban Pedro Ramos por los elefantes y René “Látigo” Gutiérrez por los leones.
Nelson Varela del Diario de la Marina (1958), nos relata como fue el batazo. En la cuarta entrada, con dos hombres en base, “Haitiano” González en segunda y el antesalista John Goryl en primera, y dos outs, fue que el slugger pinareño botó la pelota por el izquierdo. Dicho así, no parece nada, pero fue mucho para los que lo vieron. El Látigo le lanzó una bola sobre la zona baja, pero por el centro, y allá va eso. Salió de línea a una altura de un poco más de tres metros y medio, pero a enorme velocidad. En la que forma que iba la pelota parecía que chocaría con las cercas, pero fue levantando altura a cada décima de segundo. Willie Tasby defendía el jardín izquierdo del Habana y se quedó mirando como la bola se iba por encima de los rótulos de la publicidad comercial en lo alto de ese territorio. Algunos aseveraron que la pelota había caído en la calle Pedroso, pero me parece exagerado. Del estadio a esa calle hay que caminar. Tampoco es de creer que la bola haya llegado rodando hasta allí. Sea como sea, fue el más largo por el jardín izquierdo en ese estadio.
Hay un detalle que recuerdo y fue la narración del batazo por Felo Ramírez, quien se emocionó en extremo desde que la pelota fuera conectada y se «llevara la cerca».
En otra entrega hablaré de batazo por encima de la pizarra del antiguo estadio del Cerro. Hubo uno solo que recuerde y no en juego oficial, pero dejemos eso para otro momento.
Ese juego concluyó 3-0, lechada para Pedro Ramos y derrota para el Látigo. Así que bien habrían podido organizar una fiesta en Pinar del Río. A continuación, el box score del memorable juego:
Nota: Asombra ver a Forrest Jacobs (2B) como octavo en la alineación, señal que estaba mal al bate. Miguel Ángel González le dio la baja pocas semanas después.
“Los zurdos no deben jugar la tercera base, porque les dificulta tirar la bola rápidamente a primera.” Frase popular en el béisbol
En béisbol, la posición del lanzador zurdo generalmente no se recomienda para jugar en la segunda base, tercera base, campo corto ni la receptoría por varias razones tácticas y de estrategia.
Los que juegan la intermedia y el campo corto necesitan moverse rápidamente hacia la línea de foul o hacia la tercera base, para así poder hacer un tiro efectivo a primera base. Aquellos que lanzan a la zurda enfrentan dificultades en movimientos rápidos hacia estas bases, especialmente en jugadas como robos o doble plays, donde la rapidez y la precisión en el tiro son cruciales.
Los cátchers deben recibir lanzamientos y también lanzar rápidamente a diferentes bases, principalmente a segunda y tercera en intentos de robo. Un zurdo en esa posición es desventajoso. Los receptores generalmente no pueden ser zurdos para lanzar porque la posición y la dinámica del juego hacen que sea mucho más difícil y poco práctico para un receptor zurdo, el que tendría que ajustarse a una postura que no les ayuda a cubrir el plato de manera eficiente ni recibir los lanzamientos con comodidad. Lanzar a la derecha facilita los tiros a las bases con más rapidez. El receptor zurdo tendría que girar o cambiar su postura para lanzar con su mano izquierda, lo que puede disminuir la velocidad y precisión del tiro en comparación con un receptor diestro.
El antesalista requiere un brazo fuerte y preciso para disparar a primera base en batazos por esa zona. La distancia del tiro a la inicial es más larga que desde la segunda. Los zurdos no tienen la ventaja de que a pelota vaya por su lado natural, lo que puede complicarle el tiro en jugadas rápidas o de presión.
En resumen, no hay una regla que prohíba que un infielder, excepto el inicialista, o un receptor sea zurdo, la estructura física del puesto, la dinámica del juego y la tradición obligan que casi todos ellos sean diestros.
Dada toda esta explicación, me permito hablar sobre un antesalista cubano, muy eficiente, el que jugaba de siempre la tercera base. Se trata del matancero Carlos Morán Benavides, nacido en 1878, bateador y lanzador zurdo, el que medía 168 cm y era hermano de otros dos peloteros, Ángel y Francisco. Los Morán tenían algo de asiático, por lo que a Carlos se le conocía como el chino.
Su debut en el béisbol cubano fue en 1899 con el conjunto de San Francisco, siempre como antesalista, en el que se mantuvo hasta 1900-01, temporada esta en la que alternó faena con el Almendares. Las siguiente dos temporadas las jugó con el Fe (1902-03)[1] y el Habana (1903-04). En la de 1902-03 fue colíder en dobles (3). Al Fe regresó para jugar entre 1904 y 1909. En ese período, fue líder en carreras anotadas (18) y slugging (.352) en la temporada de 1906; líder en juegos jugados (30) y bases robadas (15) en 1907; y colíder en carreras anotadas (23) (empatado con Rogelio Valdés) en la temporada de 1907. Entre 1909 y 1913 jugó en las filas del Habana, liderando el departamento de carreras en la temporada de 1910-11 (26) y 1912 (32). Sus últimas dos temporadas fueron con el Fe (1913-14) y el San Francisco (1915-16).
También jugó en la pelota cubana de verano con los conjuntos de Punzo (1904), Alerta (1905-1906), Rojo (1907) y Carmelita (1908).
Morán era hombre de tacto, ideal como primer bate en aquella época, carente de poder al bate, además de ser veloz en el corrido de las bases. Bateó sobre los .300 en 6 temporadas de la Liga Cubana, en 4 de ellas de forma consecutiva. En la temporada de 1913 promedió ,393. En 16 temporadas en la liga invernal cubana tuvo línea ofensiva de ,282 ,430 ,317, con 43 XBH (0 jonrón), 147 impulsadas y 191 bases robadas.
Fuera de Cuba jugó para los Cuban Stars of Havana en la Liga de Color Independiente, primero en la temporada de 1906, posteriormente regresó y se desempeñó en la antesala de igual conjunto entre 1910 y 1914. En 6 temporadas la línea ofensiva fue de ,271 ,341 ,357, con 30 XBH, 48 remolcadas y 12 bases robadas.
En su carrera defendió la antesala en 546 partidos, lo cual parece ser todo un récord para un pelotero de la mano equivocada. Como jardinero jugó en 46 desafíos, una vez en la intermedia y en otra en el campo corto. Las estadísticas defensivas de este pelotero están incompletas. No obstante, seamheads.com reporta un promedio de fildeo de ,895 con 57 doble plays y 255 errores como defensor de la antesala en su labor en todas las ligas en que se desenvolvió.
¿Cuándo y dónde murió Carlos Morán? No hay información. Fue exaltado al salón de la fama del béisbol cubano en 1945.
Figueredo, Jorge S. 2003. Who´s who in Cuban Baseball 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson, North Carolina-London. pp. 63-64
Riley James A. 1994. The biographical encyclopedia of the Negro Baseball Leagues. Carroll & Graf Publishers. NY, p. 567
Esteban Romero 9 julio 2025
[1] Riley (1994) informa de una suspensión de Carlos Morán en 1902 en Cuba, pero no aporta detalles, solo agrega que la misma no fue obstáculo para que el Chino fuera exaltado al Salón de la Fama de Cuba.