“Fue el único pelotero que vi jugar las
nueve posiciones, dirigir, correr y batear.”
Johnny Mize sobre Martín Dihigo
El nipón Shohei Ohtani es un lanzador de muchos recursos, quien, con buen control, se hace imbateable. Tiene buena velocidad y sabe mezclar muy bien los lanzamientos de su repertorio. A su vez, es un bateador de largometraje, cuyos batazos salen a gran velocidad y alcanzan enormes distancias. Súmele a todo eso que Ohtani es un gran robador de bases y su corrido es una garantía de carrera cuando los bateadores que le siguen en el orden al bate la llevan al punto que a él le permite anotar. ¿Tiene alguien alguna duda que Ohtani es el mejor pelotero del planeta o probablemente el mejor hasta la fecha en el béisbol de todos los tiempos?
Como es natural, surgen las comparaciones, sobre todo con el gran Babe Ruth, quien fue un excelente lanzador durante seis temporadas con los Medias Rojas de Boston. En ese período el Bambino tuvo G-P 89-46 (,659), quien también se caracterizó por ser un bateador de poder y muy peligroso. Con los Medias Rojas tuvo línea ofensiva de ,308 ,413 ,568 con 49 jonrones y 224 empujadas, todo eso en 271 juegos como jardinero y uno como inicialista. Ruth fue canjeado a los Yankees en enero de 1920. Los Medias Rojas lo vendieron por $100,000 en efectivo más un préstamo de $50,000. Esta transacción fue motivada principalmente por los problemas financieros del propietario de los Medias Rojas, Harry Frazee. Así fue como el Bambino pasó a jugar con el equipo neoyorquino, en el que fue utilizado en un 95% como jardinero derecho y donde demostró ser un slugger para siempre recordar. Queda la interrogante de cómo habría sido Ruth usado alternativamente como jardinero y lanzador por los mulos del Bronx. Comparado con Ohtani tiene, además, una desventaja, su velocidad en las bases.
Lo que Ruth acumuló en su carrera está por ver si Ohtani lo logrará. Todo dependerá de la salud del nipón, con unas 7 temporadas más, creo que la evidencia de la superioridad del asiático será grande. No obstante, les hago saber a los lectores que considero hoy en día a Ruth uno de los tres grandes jonroneros de todos los tiempos.
Por esa razón, ha surgido ahora el tema de los peloteros two-ways, o sea de dos vías, algo que no es nuevo, pero no con la excelencia de Ohtani. Varios peloteros, incluso latinos, han lanzado y jugado otras posiciones en Grandes Ligas. A la memoria me viene el cubano René Monteagudo, quien realmente no fue un destacado en ese circuito en las cuatro temporadas que jugó (1938, 1940, 1944-45). Otro criollo fue Gilberto Torres, el que jugó varias posiciones del cuadro y lanzó en las filas de los Senadores de Washington (1940, 1944-1946). El más destacado se puede decir que fue Smoky Joe Wood, el que tuvo G-P 117-57 (,672) y línea ofensiva de ,283 ,357 ,411 en 14 temporadas en las Mayores (1908-1915, 1917-1922), primero con los Medias Rojas y en sus últimas tres temporadas con el Cleveland. Además de lanzar, llegó a jugar los jardines y la intermedia.
Décadas después jugó el lanzador-antesalista Bucky Walters entre 1934 y 1948, y 1950, siempre en la Liga Nacional, primero con los Filis, después con los Rojos de Cincinnati y finalmente con los Bravos de Boston, para un total de 19 temporadas, en las que tuvo G-P 198-160 (,553), con 242 juegos completos y 42 lechadas, con línea ofensiva de ,243 ,286 ,344, con 138 XBH y 234 impulsadas. A su versatilidad hay que añadirle el haber dirigido a los Rojos de Cincinnati en 1948-1949, aunque balance adverso de victorias y derrotas.
En las Ligas Negro, circuito de grandes peloteros, los que no pudieron jugar en las Grandes Ligas debido al color de su piel, hubo tres peloteros de doble vía destacados, aunque hubo otros más que lo mismo lanzaban que jugaban otra base. Ellos son el lanzador- toda posición Wilber “Bullet” Rogan, el lanzador-jardinero Raymond Brown y el muy versátil Martín Dihigo.
La bala Rogan, así llamado por su extrema velocidad en sus lanzamientos, jugó a lo largo de su carrera con los Monarcas de Kansas City (1920-1929, 1937-1938), período en el que acumuló 120 victorias con 52 derrotas (,698), 136 juegos completos y 18 lechadas y PCL 2,65, mientras que jugó los tres jardines y todas las posiciones del cuadro, excepto la receptoría, con línea ofensiva de ,338 ,413 ,521, con 216 XBH y 419 empujadas. Como lanzador fue líder en PCL (1,72) en 1921, en juegos ganados (16) en 1924 y 1925, en lechadas (4) en 1923 y 1925, en salvados (2) en 1922, en juegos completos en 1922 (20), 1923 (20) y 1925 (15), y en juegos iniciados en 1922 (21) y en 1923 (24). Todo un as del montículo.
Raymond Brown fue otro laborioso del montículo en Ligas Negro, lanzaba a la derecha y bateaba a ambas manos. Jugó entre 1931 y 1945, en los que archivó G-P 119-46 (,721), con 140 juegos completos, 18 lechadas y PCL 3,12. Brown era capaz de lanzar un doble juego, lo hizo en Cuba también (16 diciembre de 1936), y con mucho éxito. En más de un centenar de juegos defendió los jardines y el campo corto, con línea ofensiva de ,269 ,335 ,431, XBH 138, y 228 empujadas. En la fuerte liga profesional cubana, Brown fue segundo en promedio de ganados (.696) de por vida, y en la temporada de 1937-38 fue colíder en jonrones (4).
El otro es el versátil Martín Dihigo, cubano que llegó a jugar todas las bases, excepto la receptoría, y que lanzaba con excelencia. El Maestro, además de lanzar en la pelota invernal cubana, jugó en varios circuitos. Inicialmente lo hizo a lo largo de 12 temporadas en Ligas Negro, con G-P 29-24 (,547), 39 juego completos, PCL 3,63, mientras que como jugador de campo su ofensiva fue de 311 ,321 ,490, con 194 XBH y 382 impulsadas. Más brillante fue su carrera en la Liga Mexicana durante 11 temporadas. Como lanzador, 119-57 (.559) y PCL 2,84, mientras que al bate ,317 ,420 ,490, con 194 XBH y 370 empujadas. En 1938, en México logró la corona de bateo (.387, 6 jonrones y 27 impulsadas) y la triple corona de pitcheo al lograr 18 victorias, 2 derrotas, 184 ponches y PCL de 0.90. Repitió la tripleta de pitcheo en 1942, con G-P 22-7 (;759), 211 K y PCL 2.53. Dihigo jugó también en Venezuela, donde fue campeón de pitcheo y bateo en el campeonato de 1935. En Cuba son extensas sus hazañas a lo largo de 22 temporadas. (ver Martín Magdaleno Dihigo Llanos – Destacados del Béisbol Cubano).
Estos tres últimos peloteros carecían del poder de Shohei Ohtani, pero en el resto de las actividades eran tan buenos como el nipón. Eran veloces e inteligentes en el corrido de bases, sabían mezclar sus lanzamientos, eran bateadores oportunos, sudaban la camiseta en cada juego o doble juego y eran mal pagados. De los tres, me quedo por su versatilidad con mi coterráneo, creo que la mayoría de los mexicanos coincidirían conmigo. Dihigo no era Ruth u Ohtani, pero tenía algo más que se ha perdido en la pelota de fuerza actual, picardía en el terreno para inventar lo inesperado. El gran sabio Einstein decía que el béisbol era deporte de inteligentes, pues Dihigo fue un aventajado en ese sentido, no en balde fue mánager por temporadas en cuatro circuitos de la pelota profesional. Rogan, Brown y Dihigo son miembros del Salón de la Fama escogidos por el comité de veteranos.
En la pelota cubana post 1962 hubo algunos ejemplos de peloteros doble vía. El que siempre recuerdo es a Iván “Duque” Hernández, padre de Orlando y Liván, el que jugaba todas las posiciones, nunca como cátcher, y fue un lanzador con resultados bastante aceptables en algunas temporadas. La más destacada que recuerdo es la serie nacional de 1972-73 cuando lanzó para los Azucareros. Como bateador era de promedio, pero no elevado. Luego vinieron dos otros peloteros, primero Liván Hernández, el que a nivel juvenil lanzaba y jugaba posiciones del cuadro. Su ascenso a Series Nacionales fue ya como lanzador. El otro fue Kendrys Morales, lanzador cabecera y cuarto bate del equipo Cuba en su época como juvenil. A Kendrys le vimos jugar los jardines, la primera y la antesala, además de lanzar, pero al llegar a Series Nacionales los entrenadores decidieron que se dedicara a jugar los jardines y luego la inicial. No tengo los detalles de las razones por las que se limitó a Liván y a Kendrys a jugar una posición u otra.
El objetivo de este artículo es solo resaltar que los peloteros de dos vías han existido siempre, algunos ignorados como es el caso de los peloteros negros, y de los ligamayoristas Smoky Joe Wood y Bucky Walters, otros no destacados al nivel de Ruth y Ohtani. Es probable que surjan nuevos peloteros con esas facultades, sin dudas, el desempeño de Shohei Ohtani es todo un incentivo.
Fuentes: los datos estadísticos fueron extraídos del blog https://destacadosbeisbolcubacom.wordpress.com/ y de https://www.baseball-reference.com/
Esteban Romero
27 noviembre 2025






