Así comenzó el embargo de EE. UU. con Cuba

No veo nada errado en iniciar relaciones diplomáticas con Cuba.
Se trata de un régimen terrible. No tenemos porque apoyar
esta forma de gobierno, no nos gusta lo que hacen, pero creo
que, si hemos desarrollado relaciones con la URSS, Vietnam y otros países,
esta relación puede producir un cambio positivo.
Colin Powell (republicano, ex secretario de Estado 2001-2005)

Han pasado años, exactamente 63, de que se iniciara el embargo, al que el gobierno cubano siempre llamó bloqueo. Realmente bloqueo sería no permitir el comercio de Cuba con otros países o de interceptar las naves rumbo a Cuba para evitar que las mercancías arribaran al país o no permitir salida de buques cubanos con cargamentos de azúcar, pero el término quedó ahí y alguna que otra persona fuera de Cuba piensa que es un bloqueo como lo he descrito.

La medida detonante del embargo tuvo lugar el 6 de agosto de 1960 cuando el gobierno de Cuba adoptó una resolución amparada en la ley (por decreto) número 851 del 6 de julio de 1960. La resolución aparece íntegramente al final de este escrito para que todos la puedan leer, digerir y sacar sus conclusiones.

Si uno se lee la resolución sin tomar en cuenta otros factores y consecuencias, a cualquiera le luce muy justa, aunque la misma se sale del marco cubano-estadounidense y trata de abarcar a los países latinoamericanos, la OEA y otras naciones subdesarrolladas del mundo. Es como siempre, querer ser profesor de los oprimidos y encender la mecha de la dinamita a ver cómo explota.

Otro aspecto fue la mención de la constitución en la resolución, ¿a cuál se referían? ¿a la de 1940? Cuba vivía desde enero de 1959 en un estado de decreto. No tengo idea si el primer gabinete encabezado por el primer ministro René Miró Cardona haya hecho mención a esa constitución. Es posible que la hayan contemplado como el mismo presidente Manuel Urrutia, pero en la medida que todo comenzó a cambiar y de forma acelerada a partir de octubre de 1959, dudo mucho que los entonces presidente y primer ministro hayan hablado siquiera sobre esa constitución.

Hago constar que era un niño cuando esto tuvo lugar y mis simpatías fueron de inmediato para el gobierno cubano. Una gran parte del pueblo vio con buenos ojos este paso tan radical en las relaciones de Cuba con los EE. UU. Sin embargo, con el curso del tiempo uno puede analizar fríamente las medidas adoptadas y llegar a otras conclusiones. En un país de ingenuos y analfabetos políticos en 1960 todo cabe.

Las cabezas calientes no llevan a nadie a razonar qué medidas adoptar y cuando se deben implementar. En la resolución se habla de todo aquello que fue confiscado al enemigo. Sin embargo, en la práctica fue mucho más. Bastaba que fuera americano para que se le aplicara las medidas. Un caso que conocí bien entonces a través de un familiar fue el de una distribuidora americana de cosméticos y productos de higiene en la Habana, la que fue nacionalizada. Distribuía y promovía la venta de sus productos en el país, la misma se fue y ¿entonces qué? ¿Cuál fue el beneficio? Trabajadores cubanos desempleados y ninguna entrada de dinero al país por este comercio. A todas luces las consecuencias nunca se analizaron debidamente.

Sobre las causas descritas en la resolución tal parece que es la historia de la Cuba republicana, sus problemas y las intervenciones americanas en las primeras décadas de la república. Exactamente no se dice que hizo concretamente la administración de Eisenhower, aunque es cierto que la misma nunca simpatizó con el gobierno liderado por Fidel Castro. El gobierno republicano tuvo el gesto de sacar a su embajador, el tristemente célebre Earl T. Smith, con la llegada de los barbudos al poder. Smith se fue de Cuba algo tarde, el 19 de enero de 1959. Él fue sustituido por Philip W. Bonsal, el que presentó credenciales al presidente Manuel Urrutia el 3 de marzo de 1959. Bonsal se cansó de pedir audiencia con el primer ministro Fidel Castro, pero infructuosamente. Al parecer no había nada de qué hablar con el representante del país, principal comprador del azúcar y níquel cubano. Todo un error y nada de actitud soberana, existe la diplomacia para decirse lo bueno o lo malo en buena forma. Finalmente, en setiembre de 1959 tuvo lugar, al parecer, la única entrevista entre ambos. Bonsal le habló a Castro sobre la preocupación de su gobierno respecto a las propiedades de sus ciudadanos en Cuba. La respuesta del primer ministro fue evasiva, aunque le aseguró que tenía planes para incrementar el turismo estadounidense.

Por lo dicho anteriormente, estaba claro que la administración norteamericana ya preveía un desenlace desafortunado para su gran capital en Cuba. Por suposición personal, eso era del conocimiento de los órganos de inteligencia de EE. UU. Hay un hecho relatado por la escritora del libro “El patriarca de las guerrillas”, Georgie Anne Geyer, el que tuvo lugar a finales de la visita de Fidel Castro a EE. UU. entre el 15 y el 29 de abril de 1959. En un momento de esta visita Fidel Castro recibió a su hermano Raúl en ese país. Cuenta Geyer que ambos se reunieron en una habitación y aquello derivó en bronca, en la que Raúl le pedía o exigía regresar a Cuba para iniciar las transformaciones planeadas. Así que fue discusión acalorada en la boca del lobo. La CIA deber haber tomado nota de los detalles de esa reunión y la administración del país informada. Así que Bonsal le planteó a Fidel Castro claramente su preocupación por el vendaval que se acercaba.

Luis de las Casas, gobernador en Cuba a partir de julio de 1790, se dio cuenta desde su llegada al país que la nación tenía un potencial importante de producción agrícola, sobre todo azúcar, por lo que, por cuenta propia y con la aprobación del intendente Valiente, autorizó la entrada a Cuba de barcos mercantiles de los Estados Unidos e Inglaterra. Por primera vez la potencia naciente de Norteamérica podía acceder libremente a los puertos cubanos, lo que benefició enormemente al comercio del azúcar cubano. De las Casas se dio cuenta que el mercado natural, el más cercano era para Cuba el de los EE. UU., por eso es sensato afirmar que, a la hora de tomar medidas, había que pensar en sus consecuencias económicas con su comprador y vendedor natural. No es menos cierto que el gobierno cubano había comenzado a dialogar con las autoridades de Moscú y que en enero de 1960 organizaron una exposición de sus producciones en la Habana. La misma era una réplica de lo mismo que los soviéticos habían mostrado un mes antes en México. No fue solo exposición, también hubo conversaciones, pero si analizamos este juego de ajedrez, el rey del norte nunca estaría en peligro, pero el peón insular corría un riesgo grande al apostar por un mercado menos desarrollado y a una distancia de más de 9 mil km de la Habana, lo cual encarecería toda operación comercial.

Era de pensar que hubiera una reunión con los EE. UU. para dialogar y reducir las tensiones existentes. No obstante, ese no era un interés del gobierno cubano. Su intención, no me queda dudas, era darles un golpe a los americanos, así el mismo luego se convirtiera en un autogolpe, como ha sucedido realmente.

Había un antecedente más en toda esta historia, era la posición de Ernesto Guevara, el que se oponía con firmeza a la aplicación del artículo de la primera reforma agraria de pago de compensaciones por apropiación. Igualmente, propugnaba una política de fomento industrial con la aplicación de medidas arancelarias a manera de protección de la industria y mercado interno. Guevara estaba seguro de que EE. UU. reaccionaría ante tales medidas, ya que ellos dominaban buena parte del comercio cubano, lo cual obligaba a crear una flota mercante propia y la ampliación del mercado. La nacionalización de las tierras, la industria eléctrica y la empresa telefónica aparecían también dentro de sus reclamos.  

Tanto Guevara como Raúl Castro abogaban por la aplicación inmediata de las medidas de nacionalización. A decir verdad, Fidel Castro fue el más precavido de toda la cúpula gobernante. De sobras sabía que enfrentarse al vecino del norte era una apuesta muy riesgosa. En la visita ya mencionada a EE. UU. no se cansó de hablar de fortalecer las relaciones con su vecino del norte. Naturalmente, eso era como decir que él no era comunista y meses después aparecer como marxista-leninista de siempre, algo igualmente dudoso. Luis Conte Agüero, periodista muy cercano a Fidel Castro hasta 1959, afirmaba en una entrevista televisiva en Miami que su otrora amigo no dejó de expresar alguna que otra vez sus simpatías hacia Miguel Primo de Rivera e igualmente hacia Francisco Franco. Entonces, difícil de adivinar cuál era realmente su ideología política. No era el caso de Guevara y de Raúl Castro, conocidos como comunistas.

En un tablero de ajedrez se pueden plantear diversas jugadas y prever otras del rival. El gobierno de Eisenhower se opuso claramente a la nacionalización llevada a cabo por la administración cubana. Con respecto a la compensación prometida por estas expropiaciones con bonos de estado, el gobierno de Eisenhower y otros propietarios afectados rechazaron la oferta. Ellos plantearon que las medidas eran una clara violación del principio de compensación efectiva, rápida y adecuada por las propiedades confiscadas. La demora fue de unas semanas, octubre 1960, para que los EE. UU. impusiera el embargo comercial, en la que quedaban excluidos los alimentos y medicinas, pero sin venta de azúcar, ¿con qué dinero comprar? Los más viejos recordaremos que fue entonces cuando comenzaron a llegar a Cuba las conservas de carne de la URSS y China.

La resolución de nacionalización fue una copia más radical de lo ocurrido en Guatemala seis años antes. En ese país centroamericano su presidente, Juan José Arévalo Bermejo, comenzó un proceso de reformas en el período de 1945 a 1951, que fueron continuadas por el ex-militar Jacobo Arbenz (1951-1954).  Este último decidido a hacer justicia a favor de un campesinado pobre y explotado por la United Fruit Co., propietaria del 70% de las tierras del país. Se inició un proceso de reforma agraria, eliminación de los latifundios, lo que contrarió a los magnates de la United Fruit, y por ahí empezó todo. Inicialmente fue tildar de comunista al gobierno guatemalteco, presentarlo como una amenaza para la seguridad continental, luego se preparó una invasión en Honduras, la que tuvo lugar en las fechas entre el 18 y 27 junio de 1954, y el derrocamiento del gobierno democráticamente electo en Guatemala. Fue la misma administración de Eisenhower la que organizó y fraguó el golpe militar en ese país.

En Cuba, aunque no llegó a haber intervención norteamericana como en Guatemala, el golpe inmediato económico fue bestial. En 1959, el 73% de las exportaciones cubanas iban a los EE. UU., mientras que el 70% de las importaciones procedían de esa nación. A inicios de 1962, entonces con la administración de John F. Kennedy, el embargo fue total, ni alimentos ni medicinas.

Cuba pudo navegar con una parte de lo confiscado y los restos de una economía realmente prospera hasta 1959, lo cual no quiere decir que no hubiera grandes desigualdades en la población. Las divergencias entre Cuba y EE. UU. pasaron del plano económico-comercial al político y militar. La economía cubana comenzó a mostrar sus debilidades a finales de los 60, a lo que se suman proyectos agrícolas mal pensados, los que lejos de hacer prosperar al país se convirtieron en perdida de recursos.

Hay mucha más tela donde cortar, pero será para otro momento. No dejo de significar que el 7 de agosto, un día después de anunciada la nacionalización, se organizó una concentración en el estadio del Cerro, donde las palabras principales vinieron de parte de Fidel Castro. Lo curioso fue que en ese discurso el líder perdió la voz y quedó afónico, ese hecho de afonía se repetiría en otro acto similar en 1962.   

Estos son los hechos, cada cual es libre de hacer sus propias conclusiones. Las mías son que nunca se buscaron formulas de diálogo y la animadversión continuó, se alimentó de diversas maneras y las necesidades del pueblo cubano pasaron a un segundo plano.

Documento para la historia

Poder EJECUTIVO
RESOLUCIÓN No. l

Por cuanto: La Ley número 851 de 6 de julio de 1960, publicada en la GACETA OFlCIAL de julio autorizó a los que resuelven para que, mediante resoluciones, dispongan conjuntamente cuando lo consideren conveniente a la defensa del interés nacional, la nacionalización por vía de expropiación forzosa de los bienes o empresas propiedad de personas naturales o jurídicas nacionales de EE. UU. de Norteamérica, o de las empresas en las que tengan interés o participación dichas personas, aunque las mismas estén constituidas con arreglo a las leyes cubanas.

Por Cuanto: En la fundamentación de la expresada Ley se contempló la actitud asumida por el Gobierno y el Poder Legislativo de los EE. UU. de Norteamérica de constante agresión con fines políticos, a los fundamentales intereses de la economía cubana, evidenciada por la enmienda acordada por el Congreso de dicho país a la ley azucarera, mediante la cual se concedieron facultades excepcionales al presidente de dicha nación para reducir la participación en el mercado azucarero del mencionado país a los azúcares cubanos como arma de acción política contra Cuba.

Por Cuanto: El Ejecutivo del Gobierno de los EE. UU. de Norteamérica, haciendo uso de las expresadas facultades excepcionales y en notoria actitud de agresión económica y política contra nuestro país, ha procedido a la reducción de la participación en el mercado norteamericano de los azúcares cubanos, con 1a indiscutible finalidad de agredir a Cuba y al desarrollo de su proceso revolucionario.

Por Cuanto: El hecho constituye una reiteración de la continuada conducta del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica dirigida a evitar el ejercicio por nuestro pueblo de su soberanía y su integral desenvolvimiento, correspondiendo a los deleznables intereses de los monopolios norteamericanos que han obstaculizado el crecimiento de nuestra economía y la afirmación de nuestra libertad política.

Por Cuanto: Ante tales hechos los que resuelven conscientes de sus altas responsabilidades históricas y en defensa legítima de la economía nacional, están en la obligación de proveer las medidas necesarias para contrarrestar el daño causado por las agresiones de que ha sido objeto nuestra nación. 

Por Cuanto: De conformidad con nuestro ordenamiento constitucional y legal, en ejercicio de nuestra soberanía y como medida legislativa interna, entendiendo que resulta conveniente ante la consumación de las medidas agresivas a las que se refieren los Por Cuantos anteriores, ejercitar las facultades que confiere la Ley número 851 del 6 de julio de 1960, o sea proceder a la expropiación forzosa a favor del Estado Cubano de bienes y empresas propiedad de personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, como decisión justificada por la necesidad que tiene la nación de resarcirse de los daños causados en su economía y afirmar la consolidación de la independencia económica del país.

Por Cuanto: La Compañía Cubana de Electricidad y la Cuban Telephone Company han constituido un ejemplo típico de monopolio extorsionista y explotador que han succionado y burlado largos años la economía de la nación y los intereses del pueblo. 

Por Cuanto: Las compañías azucareras se apoderaron de las mejores tierras de nuestro país al amparo de la enmienda Platt, cláusula ominosa y cercenadora de la economía nacional, que facilitó la invasión del país por el capital imperialista de sus insaciables e inescrupulosos amos extranjeros, que muchas veces han recuperado lo invertido.

Por Cuanto: Las compañías petroleras estafaron de forma continuada a la economía de la nación, cobrando precios de monopolio que significaron durante muchos años la erogación cuantiosa de divisas y en el afán de perpetuar sus privilegios desacataron las leyes de la Nación y fraguaron un criminal plan de boicot contra nuestra patria, obligando al gobierno revolucionario a su intervención.

Por Cuanto: Es deber de los pueblos de la América Latina propender la recuperación de sus riquezas nacionales sustrayéndolas del dominio de los monopolios e intereses foráneos que impiden su progreso, promueven la injerencia política y menoscaban la soberanía de los pueblos subdesarrollados de América.

Por Cuanto: La Revolución Cubana no .se detendrá hasta la liberación total y definitiva de su Patria.

Por Cuanto: Cuba ha de ser un ejemplo luminoso y estimulante para los pueblos hermanos de América y todos los pueblos subdesarrollados del mundo en su lucha por librarse de las garras brutales del imperialismo.

Por favor: En uso de las facultades de que estamos investidos, de conformidad con la ley No. 851 del 6 de julio de 1960.

Resolvemos

Primero: Se dispone la nacionalización mediante la expropiación forzosa y, por consiguiente, se adjudican a favor del Estado Cubano en pleno dominio, todos los bienes y empresas ubicados en el territorio nacional y los derechos y acciones emergentes de la explotación de esos bienes y empresas, que son propiedad de las personas jurídicas nacionales de les Estados Unidos de Norteamérica u operadoras de empresas en que tienen interés predominante nacionales de dicho país, que a continuaci6n se relacionan:

1-Compañía Cubana de Electricidad.
2-Cuban Telephone Company (Compañía Cubana de Teléfonos).
3-Esso Standard Oil. S. A. División de Cuba.
4-Texas Co. West Indies (Ltd).
5-Sinclair Cuba Co. S. A.
6-Central Cunagua S. A.
7- Compañía Azucarera Atlántica del Golfo, S. A.
8-Compañía Central Altagracia, S. A.
9-Miranda Sugar States.
10- Compañía Cubana S. A.
II-The Cuban American Sugar Mills.
12-Cuban Trading Company.
I3-The New Tuinicu Sugar Co. Inc.
I4-The Francisco Sugar Company.
15-Compañía Azucarera Céspedes.
16-Manatí Sugar Company.
17- Punta Alegre Sugar Sales Company.
18- Baraguá Industrial Corporation of New York.
19-Florida Industrial Corporation of New York.
20-Macareño Industrial Corporation of New York.
21- General Sugar States.
22- Compañía Azucarera Vertientes Camagüey de Cuba.
23- Guantánamo Sugar Company.
24- United Fruit Sugar Company.
25- Compañía Azucarera Soledad.
26- Central Ermita S.A.

Segundo: En consecuencia, declaro al Estado Cubano, subrogado en el lugar y grado de las personas jurídicas relacionadas en el apartado anterior al respecto de los bienes, derechos y acciones mencionados, así como de los activos y pasivos del capital de las referidas empresas.

Tercero: Se declara. que estas expropiaciones forzosas se realizan por las causas de necesidad y utilidad pública y de interés nacional relacionados en los Por Cuantos de la la presente Resolución.

Cuarto: De conformidad con lo dispuesto en el Artículo 3 de la Ley No. 851 del 6 de julio de 1960, se designa al Instituto Nacional de Reforma Agraria como organismo que tendrá a su cargo, a través del Departamento de Industrialización, de su “Administración General de Ingenios” y a través del Instituto Cubano del Petróleo. con todas las facultades inherentes a la función que se les encomienda. la administración de los bienes o empresas objeto de las expropiaciones que se disponen en la presente Resolución.

Quinto: Los Organismos señalados en el Apartado anterior designarán a los funcionarios que seleccionen para que, en su nombre asuman la plena administración de dichos bienes y empresas, sin limitación de clase alguna, y una vez asumidas tales administraciones, darán cuenta a los que resuelven para proceder al nombramiento de los peritos que valorarán los bienes expropiados a los fines de su pago en la forma dispuesta en la Ley 851 de 6 de julio de 1960.

Sexto: Se autoriza igualmente a los administradores que se designen para proceder a la inmediata intervención preventiva de las personas jurídicas, empresas y bienes subsidiarios y vinculados o afines a los que son objeto de esta resolución y, una vez llevadas a efecto dichas intervenciones, se dará cuenta a los que resuelven para proceder en consecuencia.

Séptimo: Se autorizan a los organismos designados para que procedan a las notificaciones correspondientes de la presente resolución a los representantes legales de las personas jurídicas afectadas, así como para ejecutar lo resuelto.

Octavo: Se autoriza igualmente a dichos organismos para que, como consecuencia de las adjudicaciones a favor del Estado Cubano de las empresas, bienes, derechos y acciones a que se refiere la presente resolución, libren mandamiento a los Registradores de la propiedad, Provinciales de Compañías y Mercantiles correspondientes, para que por estos se proceda a efectuar las inscripciones consecuentes a favor del Estado Cubano.

Dado en la Habana a 6 de agosto de mil novecientos sesenta.

Osvaldo Dorticós Torrado
Presidente de la República

Fidel Castro Ruz
Primer Ministro

Escrito por Ricardo Labrada
25 agosto de 2023

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