MLB 2023: I. Liga Americana-Temporada regular

El talento gana juegos, pero el juego de conjunto
y la inteligencia ganan campeonatos.

Michael Jordan

Toda temporada en las Grandes Ligas trae sus agradables sorpresas y sus decepciones. No es usual que los pronósticos de pretemporada se cumplan. Sucede que esas predicciones se realizan sobre la base de las nóminas de cada conjunto, pero una cosa es en el papel y otra en el terreno.

En la Liga Americana las gratas sorpresas estuvieron en el desempeño de dos equipos perdedores en las temporadas anteriores. El primero de ellos es el conjunto de los Orioles de Baltimore, el que desde 2017 vino tejiendo una cadena de balances negativos de ganados-perdidos, al extremo que, en el 2018, 2019 y 2021 perdieron más de 100 desafíos. No obstante, en la temporada de 2022 las cosas comenzaron a cambiar cuando tuvo balance de 83-79 y en el 2023 se convirtió en un cuchillo de doble filo. Ganaron 101 juegos y se llevaron el banderín de la división Este de la Liga Americana, probablemente la más fuerte de ambos circuitos. Esas victorias se debieron al lograr acoplar una maquinaria eficiente de moler lanzadores adversarios, donde se destacaron el receptor y bateador ambidextro Adley Rutschcman, en su segunda temporada en el nivel superior; el inicialista Ryan Mountcastle en su cuarta temporada; el todavía novato y torpedero Gunnar Henderson, tan eficiente que llevó al dominicano Jorge Mateo al banco; y el ya consolidado jardinero venezolano Anthony Santander. A este grupo se unieron peloteros de experiencia como Cedric Mullins, Adam Frazier, el joven mexicano Ramón Urías, Austin Hays y Ryan O´Hearn. El mánager Brandon Hyde contó con un buen cuerpo de serpentineros encabezado por el veterano Kyle Gibson, además de Dean Kremer, el tejano Grayson Rodríguez, Kyle Bradish y Tyler Wells como abridores, mientras que los relevistas hicieron su trabajo, donde sobresalieron el gigante dominicano Félix Bautista en funciones de cerrador, los apagafuegos cubanos Yennier Canó y el zurdo Cionel Pérez entre otros.

Baltimore ascendió a la cima de la división en la segunda mitad de la temporada, ya que hasta antes del juego de las estrellas el líder era el equipo de bajo presupuesto, pero de constante eficiencia, hablo de los Rays de Tampa. Su mánager Kevin Cash las inventa a diario con sus constantes cambios de alineaciones. Le ayuda el hecho de tener un buen cuerpo de auxiliares, sea en pitcheo como en bateo, además de figuras jóvenes al campo. Tampa se nutre bien de su sistema de sucursales en Ligas Menores. No ganó por las lesiones de figuras claves como su lanzador de cabecera, el zurdo Shane McClanahan, el que tampoco estará en juego en la próxima campaña; su camarero regular Brandon Lowe, el jardinero dominicano José Siri y el inicialista-jardinero Luke Raley, a lo que hay que sumar la baja administrativa del torpedero dominicano Wander Franco, el que está pasando por un proceso de investigaciones en su país acusado de tener relaciones con una menor de edad. Así y todo, Cash se las ingenió para guapear hasta el final de la temporada, logrando 99 victorias. La ofensiva-defensiva y velocidad de sus regulares fue la clave para este paso victorioso, el que incluyó 13 juegos ganados consecutivamente, algo que solamente habían logrado con anterioridad los Bravos de Atlanta en 1982 y los Cerveceros de Milwaukee en 1987. La alineación del Tampa contó con la ofensiva del antesalista mexicano Isaac Paredes, un nuevo slugger en las Mayores; el bateo de los cubanos Yandy Díaz, Randy Arozarena, el colombiano Harold Ramírez, el de largometraje del dominicano José Siri, además del jardinero Josh Lowe. Con Franco, Lowe y Raley en juego, Tampa era difícil de vencer. Sus lanzadores estelares no es que estuvieran todos los días de fiesta, hablo de Zack Eflin, Tyler Glasnow, la adición del derecho Zack Litell, el que venía de las filas de los Medias Rojas, y el novato Taj Bradley, quien aún debe madurar y mejorar, pues condiciones le sobran. La ofensiva logró revertir muchas veces marcadores adversos y malas presentaciones de esos hurlers. Los relevistas se comportaron de manera similar, excepto su cerrador Peter Fairbanks.

En esa división fuerte oposición presentaron los Azulejos de Toronto. Ofensivamente el equipo se mostró bien, pero algo debilitado. Ya en sus filas no estaban los jardineros, el dominicano Teoscar Hernández y el cubano Lourdes Gurriel Jr., a eso sumemos que en el 2021 el camarero Marcus Semien pasó a jugar en las filas de los Vigilantes del Texas. No obstante, el equipo dio pelea y se llevó uno de los tres comodines de la Liga para jugar en la post temporada. Bo Bichette, Vlad Guerrero Jr., el mexicano Alejandro Kirk, el veterano Brandon Belt, George Springer, Kevin Kiermaier, Whit Merrifield y Matt Chapman fueron los encargados de la ofensiva, mientras que el pitcheo fue tarea de Chris Basssit, el boricua José Berríos, Kevin Gausmann, el coreano Ryu, con Jordan Romano como cerrador.

Las lágrimas corrieron a cargo de los Medias Rojas de Boston y los Yankees, tradicionales vencedores en la división, pero con tanta fuerza de los restantes, a ellos solo les tocó ver la post temporada como yo la vi, por la TV. Si el difunto propietario de los Mulos, George Michael Steinbrenner III, viviera, las cosas habrían sido distintas desde hace temporadas. El viejo murió en 2010, un años después de que los Yankees ganaran su última serie mundial. De allá hasta acá, nada de nada, equipo le ha sobrado, pero es como manejar un coche de alta velocidad, si no sabes, te estrellas. El viejo lloraba y criticaba cada derrota de su equipo, no creo que su hijo Hal le pase algo similar, mientras que el gerente Brian Cashman ahí va echando sus años hasta que lo cesanteen. El mánager Aaron Boone está de más en ese conjunto. Mis respetos y mejores recuerdos para George Steinbrenner, así deben ser los propietarios de conjuntos deportivos.

La división central de la Liga Americana fue lo que es. Los Guardianes vinieron debilitados por las lesiones y Terry Francona no pudo hacer mucho esta vez. En 2022 su equipo ganó y logró avanzar en el play off al vencer al Tampa dos veces consecutivamente, pero este año no todas las piezas funcionaron, por lo que cayeron al tercer lugar, superados por el campeón Mellizos Minnesota, equipo que, si se reforzó y logró su objetivo, volver a ganar la división. La llegada del antesalista Royce Lewis fue decisiva para que los Mellizos de Rocco Baldelli apuntalarán su ofensiva, mientras que los lanzadores Pablo López, Joe Ryan, Sonny Gray y Kenta Maeda se las arreglaron para garantizar el número de victorias necesarias. Los Tigres de A.J. Hinch se hicieron de la segunda posición. En este equipo hay algunas figuras que ya pueden ser un dolor de cabeza para los lanzadores adversarios en las siguientes campañas como el receptor Jake Rogers y el inicialista Spencer Torkelson, pero su pitcheo no es que haya sido nada del otro mundo. Los equipos rastrojos de la Liga ocuparon los últimos lugares, los Reales de Kansas City, equipo que tiene algunas figuras jóvenes a no perder de vista y los decepcionantes Medias Blancas de Chicago, conjunto al que he seguido casi siempre y creo que no seguiré más por ahora. No quiero decir lo que pienso de su dueño, de los cesanteados vicepresidente y gerente, y su nuevo mánager, el que creo no aportará nada, 101 derrotas no han bastado para que lo despidan, y su nuevo gerente no parece que tenga idea de lo que tiene qué hacer. Mi única recomendación es que Luis Robert Jr. busque la forma de salirse de esa formación. Él posee talento para convertirse en todo un All Star, pero los auxiliares que lo rodean son del mismo nivel que su mánager y no enseñan nada. Lo demás no da para llenar estadios a no ser que el dueño afloje el bolsillo y se contraten buenos agentes libres.

Emotiva fue la división Oeste en esta liga, donde los Vigilantes fueron la otra gran sorpresa de la liga americana. Les pasó algo parecido a los Orioles, desde la temporada de 2017 su balance de victorias y derrotas fue negativo, incluso en la campaña 2022 (68-94). Estaba claro que el equipo tenía que reforzarse y buscar a un mánager, y la pensaron bien, trajeron al Monsieur Bruce Bochy, nacido en Francia, aunque de padre militar estadounidense. Bochy tiene una amplia experiencia al haber dirigido a los Padres, campeones de la Liga Nacional en 1998 y luego derrotados por pollona de los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial. Con los Padres estuvo hasta el 2006 y desde el 2007 con los Gigantes, a los que llevó a ganar tres títulos mundiales en 2010, 2012 y 2014. El Texas contó con una ofensiva feroz encabezada por Marcus Semien, Corey Seager, el cubano José Adolis García, los jóvenes Nat Lowe, Mitch Garver, el dominicano Leody Taveras, Jonah Heim, y los novatos Evan Carter y Josh Jung. Su cuerpo de lanzadores descansó en las figuras de Dan Dunning, el muy recuperado Natham Eovaldi, Jon Gray y el zurdo Andrew Heaney, y se reforzó en la segunda mitad de la temporada con la entrada del zurdo Jordan Montgomery, el relevista cubano Aroldis Chapman y el estelar Max Scherzer. El joven dominicano José Leclerc fue el cerrador del conjunto.

Los Vigilantes se mantuvieron en punta buena parte de la temporada, pero dos equipos estuvieron al acecho: los campeones Astros de Houston y los Marineros de Seattle. Houston tuvo sus problemas por lesiones de sus peloteros, entre ellos dos de sus principales pilares, José Altuve y Yordan Álvarez. José Abreu tuvo una pésima primera mitad de temporada, luego logró componerse y producir para su equipo. La ofensiva descansó buena parte del tiempo en lo que hicieron Alex Bregman, el hondureño Mauricio Dubón, pelotero versátil y de tacto al bate, KyleTucker y el receptor novato dominicano Yainer Díaz como bateadores de largometraje, y el ya asentado, también dominicano, Jeremy Peña. La receptoría estuvo bien resguardada por el veterano Martín “Machete” Maldonado, el que alternó con Yainer. Su cuerpo de lanzadores tuvo un buen performance, aunque al zurdo Framber Valdez se le vio algo menos eficiente que en temporadas anteriores. Así y todo, en la pelea final, Astros y Vigilantes terminaron con igual balance, pero como los primeros ganaron la serie particular entre ambos, los del Houston se llevaron el banderín de la división nuevamente. Seattle dio batalla y fue el causante que el Texas no ganara la división al ser vencidos por los marineros en la última jornada del campeonato. Este conjunto del Seattle tiene buenos bateadores y lanzadores, pero hay algo que les falta para incluso ser más ganadores. En la temporada de 2022 jugaron muy buena pelota en el play off, este año el juego mejorado de equipos como el del Texas en su división les quitó esa posibilidad. ¿Y los angelinos? Bien gracias, Mike Trout no puede completar temporada, las lesiones le persiguen, a Anthony Rendón le pasa algo igual, mucho se espera de Shohei Ohtani, un hombre que lo hace todo bien, pero con una estrella no se gana un campeonato. Los Angelinos tienen que cambiar su nómina e inyectarle nuevas figuras y no peloteros deambulantes por las Grandes Ligas temporada tras temporada. Los Atléticos de Oakland fue el peor equipo de la liga, por debajo de los Reales y los Medias Blancas, que ya es mucho decir. Ni idea de lo que se propongan hacer con este conjunto, del cual salieron muchas figuras actualmente eficientes como Matt Olson, Matt Chapman, Sean Murphy y Ramón Laureano. Dicen que quieren cambiar de sede, algo que realizarían por tercera vez, antes Filadelfia, luego Kansas City, ahora Oakland, ¿Y mañana?

En una próxima entrega hablaré sobre la Liga Nacional, aunque con menos detalles, pues, excepto la división Oeste, las otras no es que las haya seguido mucho.

Esteban Romero
3 noviembre de 2023

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.