“Manto negro (1991)”, rivalidades indígenas y la cristianización

Camina alto como los árboles, vive tan fuerte
como las montañas, sé suave como los  
vientos de primavera, mantén el sol de verano en tu
corazón y el Gran Espíritu siempre estará contigo.”
Proverbio indígena americano

Se trata de una peli dirigida por Bruce Beresford, la que me obligó a interesarme por la historia de Canadá, sus tribus indígenas y sus relaciones, así como los colonizadores permanentes y los mercaderes eventuales. Ese territorio de Norteamérica fue descubierto por los vikingos, liderados por Leif Eriksson, durante el siglo XI, o sea mucho antes que Cristóbal Colón llegara a tierras del Caribe. No obstante, la colonización de Canadá (significa aldea, del vocablo iroqués-hurón Kanata) comenzó décadas después de la llegada del navegante genovés y sus tres carabelas. Los primeros colonos europeos con asentamientos permanentes fueron los franceses, Pierre de Monts y Samuel de Champlain, quienes establecieron Port-Royal en 1604, actual Nueva Escocia, y luego fue la ciudad de Quebec en 1608.

Los colonos galos llegaron a ocupar un extenso territorio llamado “Nueva Francia”, el que se ubicaba en el territorio que hoy conocemos como Canadá, abarcando desde el río San Lorenzo hasta el golfo de México, e incluyendo el valle del Misisipi y la zona de los Grandes Lagos. Fue una colonia francesa entre los siglos XVI y XVIII. El territorio era conocido como «Nueva Francia» hasta 1763, cuando pasó a ser dominio británico tras el Tratado de París.

Cuando la colonización comenzó la iglesia católica estaba presente en su empeño eterno de atraer más devotos a esta religión. La peli de producción australiana, con fotografía y vistas extraordinarias del paisaje canadiense, muestra claramente cómo los curas consideraban a los indígenas locales, a los que sencillamente llamaban salvajes. Había que bautizarlos para que perdieran esa falsa condición.

En los sermones de estos curas no era que los indígenas tomaran los alegatos como ciertos y en más de una ocasión discrepaban si lo que se dijera el cura atentaba contra sus costumbres, las que eran muy simples y más sanas que los religiosos que allí llegaban a incorporarles una fe extraña y venida de otro mundo. Ellos cazaban, comían frutos de la naturaleza, descansaban y fornicaban tranquilamente y sin prejuicios. Esa era una vida salvaje para el criterio del cura, a mi entender, el antihéroe de la peli.

Canadá tuvo o tiene varias naciones indígenas. Los mohawks, junto con otras naciones como los senecas, cayugas, oneidas y onondagas, formaron la Confederación de las Cinco Naciones iroquesas. El mohicano es una nación específica dentro de la gran confederación iroquesa, nación de habla algonquina que tradicionalmente habitaba el valle del río Hudson, pero no confundamos el nombre mohicano con el de mohawk.

Por otro lado, estaban los hurones, también conocidos como Wendat, los que habitaban en la región sur de la actual Ontario, en un territorio que incluía el área alrededor del extremo occidental del Lago Hurón y se extendía hacia el sur entre este y el Lago Michigan. Hoy en día, sus descendientes residen en la reserva de Wendake, cerca de la ciudad de Quebec, y en otros lugares de Canadá y Estados Unidos, incluso en Oklahoma.

Es cierto que esas tribus rivalizaron, pero ahí mucho tuvo que ver la presencia de los colonos, los que entonces querían hacerse de todas las pieles posibles, para lo cual se establecieron rutas de comercio. Los iroqueses entregaban pieles, mientras que los holandeses ubicados en Nueva York comenzaron a venderles armas directamente, incluido algún que otro licor, algo que era del encanto de todos los indígenas. La venta se realizaba sin intermediarios, así los iroqueses acumularon más de 400 armas. Los hurones no querían quedarse atrás y de ahí surgió la rivalidad y guerras entre esas tribus, donde finalmente los iroqueses vencieron a los hurones.

La peli muestra a un cura de apellido Laforgue, el cual va acompañado de algonquinos a la tierra de los hurones, en cuya travesía, los indígenas se enojan con el preste y gran parte les abandonan, algo fatal una vez se encuentran con los iroqueses y sin resistencia posible. La peli basada en el libro homónimo de Brian Moore es una narración de los problemas enfrentados por los jesuitas en su interés de evangelizar Canadá y el poco apoyo recibido de la metrópoli, siempre ávida de obtener más pieles al menor costo material y humano. También la contradicción en la conducta de los colonos de los distintos países europeos participantes, cada cual halando para su beneficio.

Hace un tiempo una persona, en conversación conmigo, trataba de justificar la colonización por el hecho de que las tribus indígenas también peleaban entre sí, lo cual entiendo que es un absurdo. Primeramente, si por eso fuera a Europa tendría que haberla colonizado alguna otra civilización, ya que hasta hoy día no se sale de una guerra en otra. En segundo lugar, las divergencias y rivalidades fueron fomentadas en Canadá por la misma colonización con sus ambiciones, dividiendo pueblos que por lo general habían vivido en paz y nadie le iba a quitar las pieles o el alimento al otro.

Aunque no me agradan algunos aspectos reflejados en el libro y el filme, me resulta asqueroso oír a un cura llamando a los locales salvajes o bestias, así y todo, es una peli que vale la pena ver y que estimula el interés por conocer algo sobre la composición étnica de Norteamérica cuando fue, no descubierta, pero sí colonizada. Así que, si les apetece ver historia y paisajes bellos canadienses, les invito a que la vean, disponible en Amazon prime video. Si está suscrito, la podrá ver gratuitamente. Si lo ve, saque Ud. sus propias conclusiones.

Esteban Hernández
30 noviembre 2025

El baloncesto ha cambiado las formas de juego con el incremento de las canastas de tres puntos

No se trata de lo que tienes o no tienes,
se trata de lo que haces con lo que tienes.”
Stephen Curry

Para aquellos que no estén muy familiarizados con el juego del baloncesto o basketball, les ofrezco una explicación breve para que puedan entender de qué trata este artículo.

En el baloncesto juegan cinco hombres por equipo, los cuales pueden ser reemplazados repetidamente. No sucede lo que en béisbol o en fútbol, jugador reemplazado no vuelve a entrar al juego. En baloncesto no es así.

Los cinco jugadores en la cancha tienen una posición y un rol específicos, que tradicionalmente se dividen por altura y funciones. Está el base, quien se ocupa de organizar el juego, sube el balón y distribuye pases. Suele ser el líder en asistencias. El escolta es el anotador principal desde media y larga distancia, por lo general el mejor tirador del equipo. El alero es jugador versátil, puede anotar desde dentro y fuera de la zona, y ayuda en rebotes y defensa. Viene el ala pivot, siempre cerca de la canasta, centrado en los rebotes, defensa interior y tiros cortos. Finalmente, el pivot, generalmente todo un poste, el jugador más alto del equipo, el que también juega cerca del aro, juega al rebote, bloquea tiros y es anotador en la zona.

Como se aprecia, cada jugador tiene una función en la defensa y en el ataque. Sucede que los equipos en el pasado acostumbraban más a jugar la zona, o sea los cinco jugadores se posesionaban de tal manera de dificultar la entrada al cesto de los jugadores del equipo rival. Les ayuda la regla que el rival que entra en zona no puede permanecer cerca del cesto más de tres segundos. Sin embargo, cuando el rival es efectivo en tiros a media distancia y no requiere tanto entrar para encestar, se opta con frecuencia jugar con gardeo personal.

En la década de los 60, la American Basketball Association (ABA) introdujo la línea de tres puntos en la década de 1960 para hacer el juego más atractivo. La NBA (National Basketball Association) se mantuvo neutral en ese sentido hasta que en 1976 se fusionaron. La ABA daba puntuación de 3 a los tiros que se ejecutaban fuera de la zona, los que hacen dentro se les concede 2 puntos. La NBA daba 2 puntos a todos, fuera dentro o fuera de la zona. Con la fusión de ambas ligas, la NBA legalizó el tiro de 3 puntos en la temporada de 1979-1980. Chris Ford del Boston Celtics anotó el primer triple oficial en la historia de la nueva NBA el 12 de octubre de 1979.

La canasta de 3 puntos ha revolucionado al baloncesto, al extremo que ya no se ve equipo defendiendo zona. A su vez, el juego, lejos de ralentizar la actividad de los jugadores, los dinamiza y hace más difícil la defensa.

Ningún equipo en la actualidad puede pensar ganar con un solo tirador de canastas de 3, se requieren no menos de 3 jugadores por conjunto.

Para explicar mejor como los tiros de 3 canastas cambian al rival a la defensa. Un equipo con buenos tiradores de tres no puede ser defendido con una zona tradicional (como la 2-3), porque deja espacios abiertos para triples fáciles, obligando a defender a los tiradores.

Los jugadores abiertos lejos del aro fuerzan a los defensores a salir del área, creando mucho espacio para que los jugadores penetren, corten hacia el aro o jueguen el poste alto y bajo. Para contrarrestar esto, las defensas pasan de zonas a coberturas más agresivas, como el «switch» (intercambio de marcas), para no dejar a nadie abierto, lo que es una forma de presión constante.

Las canastas de 3 puntos han puesto fin a la llamada zona muerta, la que permitía su defensa como aparece en la primera foto mostrada anteriormente y algo que olvidarse de los jugadores perimetrales; ahora, cada jugador en la cancha es una amenaza potencial, haciendo que la defensa de zona tradicional sea ineficaz. Hay un jugador, muy de las simpatías del que suscribe, que promovió aún más el tiro de canastas de 3 puntos. Me refiero a Stephen Curry, el que hasta julio 2025 tenía más de 4200 canastas de este tipo. En la temporada 2025-2026, hasta el 14 de diciembre, Curry tiene un porcentaje de tiros de tres puntos de 39,1% en la temporada 2025-2026, promedio aceptable, pero ligeramente por debajo del promedio en su carrera (42,3%).

Stephen Curry dribleando

Curry envejece y su efectividad puede reducirse con el tiempo, por lo que los Warriors tendrán que buscar jugadores que puedan reemplazarlo parcialmente en el presente y luego por completo cuando a Curry le llegue su retiro. Los Warriors hasta hoy día están en la posición 15 en tiros de tres puntos. Los otros jugadores de este equipo con porcentajes altos o aceptables en tiros de tres aparecen a continuación:

Brandin Podziemski   43,8%
Moses Moody            41,0%
Jonathan Kuminga      36,0%

Los equipos con los mejores porcentajes de tiros de 3 hasta el 14 de diciembre 2025 son:

Milwaukee Bucks       41,0%
Denver Nuggets          39,8%
Houston Rockets        39,6%    
       Minnesota 38,2%                               
New York Knicks       37,8%

Los mejores jugadores en tiros de tres canastas son hasta la fecha arriba indicada:

Tari Eason      Houston Rockets        50,9%
AJ Green        Milwaukee Bucks       48,5%
Ayo Dosunmu Chicago Bulls           47,5%
Jaylon Tyson   Cleveland                 46,7%
Bobby Portis   Milwaukee Bucks      47,0%
Rui Hachimura Los Angeles Lakers  46,9%
Max Christie   Dallas Mavericks        46,5%
Vit Krejci        Atlanta Hawks            45,5%
Aaron Holiday Houston Rockets       44,6%

En conclusiones, un equipo con aspiraciones al triunfo debe tener tres jugadores con porcentajes superiores al 40% en tiros de canastas de 3, lo cual se convierte en una pesadilla para cualquier equipo rival. Si esa ofensiva se combina con eficiencia en el rebote, el conjunto tendrá una eficiencia aplastante en la cancha.  

Si algún lector quiere saber un poco más de cómo y cuándo surgió el baloncesto, le invito a que lea en este mismo blog el artículo “Cuándo y cómo se creó el baloncesto” https://deportescineyotros.com/2020/09/08/cuando-y-como-se-creo-el-baloncesto/

Nota: las estadísticas han sido extraídas del sitio NBA.com

Esteban Romero
14 diciembre 2025

Peloteros destacados de dos vías

Fue el único pelotero que vi jugar las  
nueve posiciones, dirigir, correr y batear.”
Johnny Mize sobre Martín Dihigo

El nipón Shohei Ohtani es un lanzador de muchos recursos, quien, con buen control, se hace imbateable. Tiene buena velocidad y sabe mezclar muy bien los lanzamientos de su repertorio. A su vez, es un bateador de largometraje, cuyos batazos salen a gran velocidad y alcanzan enormes distancias. Súmele a todo eso que Ohtani es un gran robador de bases y su corrido es una garantía de carrera cuando los bateadores que le siguen en el orden al bate la llevan al punto que a él le permite anotar. ¿Tiene alguien alguna duda que Ohtani es el mejor pelotero del planeta o probablemente el mejor hasta la fecha en el béisbol de todos los tiempos?

Como es natural, surgen las comparaciones, sobre todo con el gran Babe Ruth, quien fue un excelente lanzador durante seis temporadas con los Medias Rojas de Boston. En ese período el Bambino tuvo G-P 89-46 (,659), quien también se caracterizó por ser un bateador de poder y muy peligroso. Con los Medias Rojas tuvo línea ofensiva de ,308 ,413 ,568 con 49 jonrones y 224 empujadas, todo eso en 271 juegos como jardinero y uno como inicialista. Ruth fue canjeado a los Yankees en enero de 1920. Los Medias Rojas lo vendieron por $100,000 en efectivo más un préstamo de $50,000. Esta transacción fue motivada principalmente por los problemas financieros del propietario de los Medias Rojas, Harry Frazee. Así fue como el Bambino pasó a jugar con el equipo neoyorquino, en el que fue utilizado en un 95% como jardinero derecho y donde demostró ser un slugger para siempre recordar. Queda la interrogante de cómo habría sido Ruth usado alternativamente como jardinero y lanzador por los mulos del Bronx. Comparado con Ohtani tiene, además, una desventaja, su velocidad en las bases.

Lo que Ruth acumuló en su carrera está por ver si Ohtani lo logrará. Todo dependerá de la salud del nipón, con unas 7 temporadas más, creo que la evidencia de la superioridad del asiático será grande. No obstante, les hago saber a los lectores que considero hoy en día a Ruth uno de los tres grandes jonroneros de todos los tiempos.

Por esa razón, ha surgido ahora el tema de los peloteros two-ways, o sea de dos vías, algo que no es nuevo, pero no con la excelencia de Ohtani. Varios peloteros, incluso latinos, han lanzado y jugado otras posiciones en Grandes Ligas. A la memoria me viene el cubano René Monteagudo, quien realmente no fue un destacado en ese circuito en las cuatro temporadas que jugó (1938, 1940, 1944-45). Otro criollo fue Gilberto Torres, el que jugó varias posiciones del cuadro y lanzó en las filas de los Senadores de Washington (1940, 1944-1946). El más destacado se puede decir que fue Smoky Joe Wood, el que tuvo G-P 117-57 (,672) y línea ofensiva de ,283 ,357 ,411 en 14 temporadas en las Mayores (1908-1915, 1917-1922), primero con los Medias Rojas y en sus últimas tres temporadas con el Cleveland. Además de lanzar, llegó a jugar los jardines y la intermedia.

Décadas después jugó el lanzador-antesalista Bucky Walters entre 1934 y 1948, y 1950, siempre en la Liga Nacional, primero con los Filis, después con los Rojos de Cincinnati y finalmente con los Bravos de Boston, para un total de 19 temporadas, en las que tuvo G-P 198-160 (,553), con 242 juegos completos y 42 lechadas, con línea ofensiva de ,243 ,286 ,344, con 138 XBH y 234 impulsadas. A su versatilidad hay que añadirle el haber dirigido a los Rojos de Cincinnati en 1948-1949, aunque balance adverso de victorias y derrotas.

En las Ligas Negro, circuito de grandes peloteros, los que no pudieron jugar en las Grandes Ligas debido al color de su piel, hubo tres peloteros de doble vía destacados, aunque hubo otros más que lo mismo lanzaban que jugaban otra base. Ellos son el lanzador- toda posición Wilber “Bullet” Rogan, el lanzador-jardinero Raymond Brown y el muy versátil Martín Dihigo.

Wilber «Bullet» Rogan

La bala Rogan, así llamado por su extrema velocidad en sus lanzamientos, jugó a lo largo de su carrera con los Monarcas de Kansas City (1920-1929, 1937-1938), período en el que acumuló 120 victorias con 52 derrotas (,698), 136 juegos completos y 18 lechadas y PCL 2,65, mientras que jugó los tres jardines y todas las posiciones del cuadro, excepto la receptoría, con línea ofensiva de ,338 ,413 ,521, con 216 XBH y 419 empujadas. Como lanzador fue líder en PCL (1,72) en 1921, en juegos ganados (16) en 1924 y 1925, en lechadas (4) en 1923 y 1925, en salvados (2) en 1922, en juegos completos en 1922 (20), 1923 (20) y 1925 (15), y en juegos iniciados en 1922 (21) y en 1923 (24). Todo un as del montículo.

Raymond Brown fue otro laborioso del montículo en Ligas Negro, lanzaba a la derecha y bateaba a ambas manos. Jugó entre 1931 y 1945, en los que archivó G-P 119-46 (,721), con 140 juegos completos, 18 lechadas y PCL 3,12. Brown era capaz de lanzar un doble juego, lo hizo en Cuba también (16 diciembre de 1936), y con mucho éxito. En más de un centenar de juegos defendió los jardines y el campo corto, con línea ofensiva de ,269 ,335 ,431, XBH 138, y 228 empujadas. En la fuerte liga profesional cubana, Brown fue segundo en promedio de ganados (.696) de por vida, y en la temporada de 1937-38 fue colíder en jonrones (4).

Raymond Brown en las ligas negro

El otro es el versátil Martín Dihigo, cubano que llegó a jugar todas las bases, excepto la receptoría, y que lanzaba con excelencia. El Maestro, además de lanzar en la pelota invernal cubana, jugó en varios circuitos. Inicialmente lo hizo a lo largo de 12 temporadas en Ligas Negro, con G-P 29-24 (,547), 39 juego completos, PCL 3,63, mientras que como jugador de campo su ofensiva fue de 311 ,321 ,490, con 194 XBH y 382 impulsadas. Más brillante fue su carrera en la Liga Mexicana durante 11 temporadas. Como lanzador, 119-57 (.559) y PCL 2,84, mientras que al bate ,317 ,420 ,490, con 194 XBH y 370 empujadas. En 1938, en México logró la corona de bateo (.387, 6 jonrones y 27 impulsadas) y la triple corona de pitcheo al lograr 18 victorias, 2 derrotas, 184 ponches y PCL de 0.90. Repitió la tripleta de pitcheo en 1942, con G-P 22-7 (;759), 211 K y PCL 2.53. Dihigo jugó también en Venezuela, donde fue campeón de pitcheo y bateo en el campeonato de 1935. En Cuba son extensas sus hazañas a lo largo de 22 temporadas. (ver Martín Magdaleno Dihigo Llanos – Destacados del Béisbol Cubano).

Martín Dihigo, el mejor de todos los tiempos

Estos tres últimos peloteros carecían del poder de Shohei Ohtani, pero en el resto de las actividades eran tan buenos como el nipón. Eran veloces e inteligentes en el corrido de bases, sabían mezclar sus lanzamientos, eran bateadores oportunos, sudaban la camiseta en cada juego o doble juego y eran mal pagados. De los tres, me quedo por su versatilidad con mi coterráneo, creo que la mayoría de los mexicanos coincidirían conmigo. Dihigo no era Ruth u Ohtani, pero tenía algo más que se ha perdido en la pelota de fuerza actual, picardía en el terreno para inventar lo inesperado. El gran sabio Einstein decía que el béisbol era deporte de inteligentes, pues Dihigo fue un aventajado en ese sentido, no en balde fue mánager por temporadas en cuatro circuitos de la pelota profesional. Rogan, Brown y Dihigo son miembros del Salón de la Fama escogidos por el comité de veteranos.  

En la pelota cubana post 1962 hubo algunos ejemplos de peloteros doble vía. El que siempre recuerdo es a Iván “Duque” Hernández, padre de Orlando y Liván, el que jugaba todas las posiciones, nunca como cátcher, y fue un lanzador con resultados bastante aceptables en algunas temporadas. La más destacada que recuerdo es la serie nacional de 1972-73 cuando lanzó para los Azucareros. Como bateador era de promedio, pero no elevado. Luego vinieron dos otros peloteros, primero Liván Hernández, el que a nivel juvenil lanzaba y jugaba posiciones del cuadro. Su ascenso a Series Nacionales fue ya como lanzador. El otro fue Kendrys Morales, lanzador cabecera y cuarto bate del equipo Cuba en su época como juvenil. A Kendrys le vimos jugar los jardines, la primera y la antesala, además de lanzar, pero al llegar a Series Nacionales los entrenadores decidieron que se dedicara a jugar los jardines y luego la inicial. No tengo los detalles de las razones por las que se limitó a Liván y a Kendrys a jugar una posición u otra.

El objetivo de este artículo es solo resaltar que los peloteros de dos vías han existido siempre, algunos ignorados como es el caso de los peloteros negros, y de los ligamayoristas Smoky Joe Wood y Bucky Walters, otros no destacados al nivel de Ruth y Ohtani. Es probable que surjan nuevos peloteros con esas facultades, sin dudas, el desempeño de Shohei Ohtani es todo un incentivo.  

Fuentes: los datos estadísticos fueron extraídos del blog https://destacadosbeisbolcubacom.wordpress.com/ y de https://www.baseball-reference.com/

Esteban Romero
27 noviembre 2025

Hipócrates, el padre de la medicina

Donde hay amor por la medicina,
hay amor por la humanidad”. 
Hipócrates

Hipócrates de Cos, nacido en el 460 a.C. en la Isla de Cos, Grecia, es reconocido históricamente como uno de los científicos más eminentes de la antigüedad, sobre todo en el campo médico, al extremo de ser llamado padre de esta disciplina. Su gran éxito se debió a su enfoque apartado de creencias religiosas, eso a pesar de ser descendiente de magos, y establecer la observación, el estudio del cuerpo humano y la lógica racional como sistema en su profesión.

Se sabe que Hipócrates visitó varias veces Egipto, donde se familiarizó con los estudios allí existentes en la medicina, sobre todo los de Imhotep. También estaba emparentado con Esculapio, considerado en su época el dios griego de la medicina.

La biografía de Hipócrates en detalle fue escrita 5 siglos después de su nacimiento, obra de Soranus, donde no faltaron algunas imaginaciones de parte del autor. Es cierto que Hipócrates viajó no poco entre Grecia y el Medio Oriente, donde aprendió, practicó sus técnicas e impartió clases en la escuela médica de su isla natal. Sus obras escritas llegaron a recogerse y depositarse en el museo de Alexandria, al que se le llamó Corpus Hippocraticum.

En su vida real, Hipócrates era un médico y maestro admirado. Su contemporáneo Platón llegó a llamarle El asclepiada[1] de Cos, y lo comparó con otros destacados, pero estos en la escultura como Policlitus y Fidias. El término de asclepíada tenía más que ver con una planta capaz de reproducir varias generaciones, en el caso de Hipócrates serían los médicos. Aristóteles, por su parte, habló de la baja estatura de Hipócrates y dio a entender que el físico no importaba para ser inteligente y célebre, de ahí que lo calificara como “el gran médico”.

Las principales contribuciones de Hipócrates fueron, en primer lugar, los fundamentos científicos, con un enfoque nada idealista. Rechazó la idea de que las enfermedades fueran castigos divinos o resultado de supersticiones, postulando en su lugar que tenían causas naturales relacionadas con factores ambientales, la dieta y los hábitos de vida.

Meno, alumno de Aristóteles, en su historia de la medicina resalta los puntos de vistas de Hipócrates sobre las causas de las enfermedades, las que podían producirse debido a una dieta nada saludable y residuos no digeridos por el aparato digestivo, los cuales provocan gases, los que, de no ser expulsados, provocan enfermedades.

Hipócrates predicaba un enfoque holístico y pronóstico, sostenía que el cuerpo debía tratarse como un todo y no como una serie de partes aisladas. Su escuela se centró en la previsión de la evolución de la enfermedad y el cuidado del paciente, más que en un diagnóstico específico y un tratamiento agresivo inmediato. El que suscribe, sin ser médico, está muy de acuerdo con ese enfoque, el cual en la actualidad no es realmente practicado. De hecho, fue pionero en la documentación sistemática de síntomas y el curso de las enfermedades en historiales clínicos, sentando las bases para el estudio de casos y la medicina basada en la evidencia.

A su vez, abogó por métodos de curación naturales y pasivos, como el reposo, una dieta adecuada, aire fresco y limpieza corporal, creía en las fuerzas de autocuración del cuerpo. Utilizó agua limpia y vino para limpiar heridas, una práctica antiséptica primitiva.

Desarrolló la influyente teoría de que el cuerpo se compone de cuatro humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) y que su desequilibrio causaba enfermedades. Esta fue la primera aproximación analítica para explicar la fisiología humana sin recurrir a mitos. Los términos médicos como “aguda”, “crónica”, “epidémica”, “recaída” y “convalecencia” son aportes de Hipócrates.

En sus obras se destaca las Epidemias, donde ofrece registros anuales del clima y enfermedades asociadas, junto con historias clínicas individuales y registros de tratamientos, recopilados en ciudades del norte de Grecia. Otros tratados explican cómo entablillar fracturas y tratar heridas, alimentar y reconfortar a los pacientes, y cuidar el cuerpo para prevenir enfermedades. Los tratados titulados Enfermedades abordan las llamadas graves, desde la cabeza hasta los pies, describiendo síntomas, pronósticos y tratamientos. Incluyó también enfermedades de la mujer, el parto y la pediatría. Los medicamentos prescritos, además de los alimentos y los ungüentos locales, suelen ser purgantes para eliminar del cuerpo las sustancias nocivas que se consideran causantes de enfermedades.

Algunas de sus obras sostienen que la medicina es, en efecto, una ciencia, con principios y métodos firmes, aunque la teoría médica explícita es muy poco común. La medicina se basa en una mitología sobre el funcionamiento del cuerpo y la interconexión de sus órganos internos. No olvidemos que en la época de Hipócrates no existían ni la investigación sistemática ni la disección de seres humanos. Por lo tanto, si bien gran parte de sus escritos parecen acertados y correctos, existen amplias áreas entonces desconocidas.

Un alto valor en las enseñanzas de Hipócrates radica en su énfasis en la ética, para lo cual impulsó un código de conducta para los médicos, que culminó en el célebre Juramento Hipocrático, texto ético fundamental que ha guiado la práctica médica durante siglos. En su versión original, establecía principios como la beneficencia, la no maleficencia («primum non nocere«, primero, no hacer daño), la confidencialidad y el respeto por los maestros. 

Las versiones modernas del juramento se han adaptado para reflejar los valores contemporáneos, como la autonomía del paciente y la responsabilidad social, y siguen siendo un rito de iniciación en muchas facultades de medicina del mundo, simbolizando el compromiso ético de la profesión

Existe una obra de ficción, “La Embajada”, que vincula a la familia de Hipócrates con acontecimientos cruciales en la historia de Cos y Grecia, se incluyó en la colección original de obras hipocráticas de la Biblioteca de Alejandría. Durante los cuatro siglos siguientes, “La Embajada” inspiró otros escritos de ficción, como la correspondencia entre Hipócrates y el rey persa, así como con el filósofo Demócrito. Si bien eran ficticias, realzaron la reputación de Hipócrates, sentando las bases para biografías posteriores y la concepción tradicional de Hipócrates como padre de la medicina. Otras obras se añadieron al Corpus Hipocrático entre su primera colección y edición académica, a principios del siglo II d. C. Entre ellas se encontraban el Juramento Hipocrático, del cual ya se describió, y otros escritos éticos que prescriben principios de conducta para el médico.

Como se aprecia de todo lo descrito, Hipócrates fue un excelente galeno, quien ejerció una influencia notable en el desarrollo de la medicina, en sus ideales y la ética del médico.  Falleció en Larisa de Tesalia, Grecia, entre el 377 a.C. y el 370 a.C., a una edad estimada entre 83 y 90 años. Las causas de su muerte se desconocen.

Fuentes

Anon. 2015. Hippocrates. Encyclopædia Britannica Ultimate Reference Suite.  Chicago.

Fernández Tomás y Tamaro Elena. 2004. Hipócrates de Cos. Editorial Biografías y Vidas, Barcelona. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/hipocrates.htm

IA de Google.com

Ricardo Labrada
11 noviembre 2025


[1] Un asclepíada (o asclepiadas), miembro de gremio u orden de médicos y sacerdotes que afirmaban descender de Asclepio, el dios griego de la medicina y la curación. Ejercían su arte en templos curativos llamados asclepieas y están asociados a la tradición hipocrática.