¿Nuevamente en Berlín?

Berlín es una ciudad de fantasmas,
un espacio en constante evolución donde
los recuerdos y las nuevas ideas conviven.”
Anthony Bourdain (presentador TV EE. UU.)

Antes que terminara la segunda guerra mundial los llamados aliados (Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética) se reunieron en dos conferencias. La primera en Yalta en febrero de 1945, y la segunda un poco después del epílogo bélico en Postdam (julio-agosto 1945), donde las partes, incluida Francia, no sé por qué incluida, se repartieron el país y lo dividieron en cuatro zonas. De igual manera, se dividió la capital en cuatro sectores.

En la repartición Francia, Reino Unido y EE. UU. ocuparon la parte occidental de la ciudad, mientras que la parte oriental fue a manos de los soviéticos. Así, Berlín oriental fue capital de la RDA (República Democrática Alemana) y Berlín occidental fue un enclave dentro de todo el territorio de la RDA, no reconocido por la mayoría de los países del Tratado de Varsovia y otros aliados soviéticos, incluido Cuba.

La existencia de la división de Berlín fue una evidencia de la agudización de la confrontación entre las potencias en el período de la guerra fría. El punto culminante fue la construcción veloz del muro de Berlín entre los días del 12 y 13 de agosto de 1961. Ese muro se extendía a lo largo del Berlín oriental y alcanzaba zonas aledañas. Si Ud. viajaba de Berlín a Kleinmachnow en coche, tenía que ir bordeando el muro y necesitaba un permiso para hacer ese trayecto, siempre acompañado de un chofer proporcionado por las autoridades de la RDA (¿Stasi?), experiencia propia, por cierto.

El título del artículo es a todo propósito. Sí, había estado dos veces en Berlín, la primera vez hace décadas y otra después casi al momento de la unificación de las dos partes del país. Aunque conocía la parte occidental alemana por visitas de carácter técnico, nunca había podido estar en Berlín occidental y visitar el Reichstag. Cuando la unificación estaba al doblar de la esquina, con el muro ya derribado, los alemanes podrían cruzar por la puerta de Brandeburgo en 1990. Allí llegué y un policía cortésmente me dijo que los extranjeros podían cruzar por la estación de Friedrichstrasse. Allá llegué a pie, ¡qué pena! Había un barullo tan grande, que desistí de cometer la indisciplina de cruzar. La embajada cubana había dados ordenes estrictas a todos sus funcionarios que no cruzaran y el que lo hiciera sería sancionado. Así ocurrió con algunos cubanos que fueron vistos por las cámaras de la TV de Alemania Oriental. Antes de eso, estaba estrictamente prohibido a los cubanos cruzar, incluso con visa, del Berlín oriental al occidental. Si uno tenía visa para la Federal (RFA), tenía que cruzar frontera en tren por otro lado, pero nunca a través de la frontera de la ciudad de Berlín.

¿Saben? Mi mayor interés en conocer el otro lado de Berlín era por ver el Reichstag, parlamento alemán, el cual había sido incendiado el 27 de febrero de 1933. Hitler no tardó en acusar a los comunistas como causante de este incendio. Los nazis apresaron y guillotinaron al comunista neerlandés Marinus van der Lubbe, su chivo expiatorio, condenado sin evidencias al efecto. También fueron detenidos y llevados a juicio tres comunistas búlgaros, entre ellos Georgi Dimitrov, los que al final fueron declarados inocentes y liberados. Estos hechos se parecen mucho a otros que suceden en la actualidad del otro lado del océano. Comunista, extrema izquierda e inventos inexistentes, cuando en realidad era entonces y es ahora fascismo lo que crece, pues lo que se le llaman comunista ni siquiera existen, y sus partidos han ido desapareciendo uno tras otro, pero lo progre, antifascista o woke le llaman comunista.

Para no cansarlos, el Reichstag, donde mismo los soviéticos le plantaron una bandera de la URSS, el 30 de abril de 1945, queda escasamente a una cuadra de distancia de la puerta de Brandeburgo. Allí hay una cúpula, concluida en 1999 de vidrio y acero, realizada con diseño del arquitecto Norman Foster, que pudimos visitar y ver bellas vistas de todo Berlín desde lo alto de la cúpula. La entrada es gratuita, pero hay que sacar cita. La entrada al resto del Reischtag si demora meses en conseguirla, por lo que nos conformamos con entrar a través de sus enormes puertas y mirar el entorno.

Hablemos de esta inmensa ciudad, fundada en 1237 mediante la unión de lo que se llama Mitte (Centro) y Cölln, lugar donde ahora radica la isla de los Museos. Esta urbe fue capital del reino de Brandeburgo en 1415, y con la creación del reino de Prusia en 1701 también se convirtió en su capital y en 1871 del imperio alemán. Imagínense una ciudad dividida y cada parte tratando de hacerla mejor una que la otra. Sumen a eso que su extensión aumentó en el área oriental después de construido el muro, por lo que, al momento de la unificación, Berlín era urbe extraordinaria con una enorme red de transporte, la que hubo que acoplar entre las dos partes para su mejor comunicación. Ahora la ciudad tiene dos partes, A y B, mientras que la C cae prácticamente en zona aledaña del estado de Brandeburgo, donde radica el aeropuerto de Brandeburgo, inaugurado hace pocos años, y construido sobre las infraestructuras del aeropuerto Schönefeld del Berlín oriental. Berlín es caro en todo, lleve sus billetes y sus tarjetas de crédito si quiere pasarla bien. El transporte se facilita mucho comprando la tarjeta Welcome Berlin. Pagamos por dos tarjetas, cada una de 72 horas, con cobertura en las zonas ABC, la que nos permitió movernos en metro (U-bahn), tren de cercanía (S-bahn), buses y tranvías libremente, aparte que también permite rebajas de entrada en museos y otras atracciones. El bus 100 que sale del Parque Zoológico es una maravilla que te llevando va parada por parada a lugares importantes hasta el centro en Alexander Platz.

Siguiendo el recorrido de ese bus, nos bajamos primero en el Breitscheidplatz, donde en sus alrededores está ubicada la iglesia Memorial del Káiser Guillermo I, cuya torre oeste fue destruida en 1943 por las fuerzas aliadas. Se le reconoce como centro simbólico de Berlín Occidental. Ahora sus ruinas se le mantienen como un monumento a la paz. Cerca de allí está el edificio de la Mercedes Benz y el Waldorf Astoria de la ciudad.

El siguiente punto fue la plaza Großer Stern (Estrella Grande), donde radica la Columna de la Victoria (Siegessäule), concluida su construcción en 1874 y levantada conmemoración de la victoria de Prusia aliada al Imperio autrohúngaro contra Dinamarca en la llamada Guerra de los Ducados en 1864. En la plaza convergen varias avenidas de la ciudad y su alrededor hay monumentos a figuras de la historia del país, como Albrecht von Roon, importante militar y político prusiano del siglo XIX; Otto von Bismarck, el llamado canciller de hierro, el que unificó a Alemania en 1871; y el mariscal Helmuth von Moltke, oficial durante la primera guerra mundial. Aledaño se encuentra el parque Tiergarten, a través del cual tuvimos que caminar más de dos km el segundo día, ya que las calles importantes de la ciudad estaban cerradas por maratón. Todo eso para llegar por segunda ocasión en dos días al Reichstag y visitar su cúpula, como ya apunté.

Cerca del Reichstag está la puerta de Brandeburgo, sitio que me era familiar, allí está la Pariserplatz (Plaza de París), donde radican las embajadas de Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos de Norteamérica. Hasta allí llega el Tiergarden y finaliza la avenida Unter den Linden (Bajo los tilos). La puerta es monumento del siglo XVIII, construido para rendir memoria a la represión alemana ante la revuelta neerlandesa en los Países Bajos. El rey de Prusia Federico Guillermo II fue quien dio la orden de construir esta puerta coincidente con la que existía y daba paso a la vía para llegar a la ciudad de Brandeburgo. Interesante monumento que rinde memoria a la opresión en tierra ajena.

Cuando uno llega a la puerta puede ir a la derecha, que lo lleva a uno al monumento del genocidio del holocausto, el que posee una superficie de 1,9 ha. Hay allí miles de losas de hormigón, las que varían en altura (1-5 metros) y de ancho hasta un metro. Este monumento fue inaugurado en 2005. Sinceramente, no me dio tanta tristeza como cuando estuve en el campo de concentración de Sachsenhausen a unos 37 km de Berlín, lugar que esta vez no incluí en mi itinerario de visita. Tenía la de Dachau reciente y no nos animamos a ir a ese lugar.

A continuación, tomamos el bus 100 para ir hasta Alexanderplatz, lugar que conocía bien, centro ahora de Berlín y antes de la parte oriental de la ciudad. Hacía 50 años había estado hospedado en habitación de la planta 24 o 25 del hotel Staadt Berlin, el que ahora se llama Hotel Park Inn, hasta ahora el más alto en la zona. Conocía la torre y hasta había cenado en su restaurante que gira. Era lo que recordaba, además de los pollos mit ponme fritte (patatas fritas) que comí a precios baratísimos. Esta vez visité todo eso, volví a subir a la torre, visité la iglesia evangélica Santa María (Marienkirche), fundada en 1260, casi destruida durante la segunda guerra y restaurada en 1950 por el gobierno de Alemania Oriental. Interiormente no me impresionó, probablemente de tantos templos que he visto, tengo muchos puntos de comparación. Por fuera, si impresiona y no poco.

En la plaza hay un par de fuentes, una es la de la amistad entre los pueblos (Brunnen der Völkerfreundschaft wurde), construida hace más de siete décadas, y la fuente de Neptuno (Neptunbrunnen), construida en 1891 y muy cerca de la iglesia antes mencionada.

Llamativo es el reloj Mundial Urania (Weltzeituhr), el que muestra simultáneamente la hora en 146 ciudades del mundo y cuenta con un sistema planetario giratorio que simboliza la medición del tiempo. El reloj fue diseñado e inaugurado en 1969.

Frente a la fuente de Neptuno está el Ayuntamiento rojo (Rotes Rathaus), así llamado por el color rojo de sus ladrillos. El edificio se construyó entre 1861 y 1869, en estilo renacentista y sirve de sede de la alcaldía del gobierno del estado federado de Berlín.

Yendo por la parte posterior de esta edificación, uno encuentra el museo iglesia San Nicolás (Nikolaikirche), en estilo gótico, símbolo del centro de Berlín desde hace más de 8 siglos. Lamentablemente la iglesia estaba cerrada cuando llegamos allí y no pudimos ver parte de su interesante interior. Después de la segunda guerra se conservó como museo, y después de la unificación se reformó el museo estatal de la iglesia y se abrió la exposición “del fondo de la ciudad a las dos torres». Al frente de la iglesia está la estatua San Jorge y el Dragón. Del otro lado del río, al frente de la estatua está el ministerio de finanzas.

No muy distante está el Altes Stadthaus o antiguo edificio administrativo, construido entre 1902 y 1911, actualmente Senado de Berlín, cuyo interior posee el Bärensaal (Salón del Oso), con una escultura de un oso, el símbolo de Berlín. El lugar está en reparación y solo pudimos ver su atractiva torre.

Más adelante está la Catedral de Berlín (Berliner Dom), iglesia protestante, la más grande de Alemania, cuya construcción data del siglo XV y sirvió en sus inicios de capilla del Palacio Real. Fue después iglesia barroca y la actual construcción culminó en 1905, erigida sobre el templo anterior demolido en 1894. En la catedral está el ataúd al Kaiser Federico I (1657-1713).

Al frente de la Catedral está el enorme Foro Humboldt, museo en honor a los hermanos Alejandro y Guillermo Humboldt, que ocupa lo que fuera la sede del Palacio Real de Berlín. Se puede decir que este sitió ya es el inicio de la isla de los Museos.

En la isla de los museos, se encuentra la Antigua Galería Nacional de Artes (Alte Nationalgalerie) inaugurada en 1871, la que lleva la inscripción “Der Deutschen Kunst”. Está la galeríaJames Simon, dedicada igualmente al arte, situado en el Neues Museum y a un lado del río Spree, inaugurada en 2019.

El Museo Histórico Alemán (DHM) o Zeughaus, fundado en 1987, está ubicado en el distrito Mitte de Berlín. El DHM es lugar de debates filosóficos, históricos y éticos a fin de fortalecer el juicio histórico. Es el edificio más antiguo de la avenida Unter den Linden (Bajo los Tilos). El Altes Museum (Museo Antiguo), Patrimonio de la Humanidad, fue construido entre 1825 y 1830 por órden del rey Federico Guillermo III de Prusia. Es una edificación neoclásica, rodeada de la catedral, el Palacio Real de Berlín y el Zeughaus. El museo posee muchas antigüedades.  

El Puente Eiserne es el tramo más antiguo de la East Side Gallery, el segmento más largo del Muro de Berlín que se ha conservado y convertido en una galería de arte internacional.

El tercer y último día de visita lo dedicamos a visitar primero el Palacio de las Lágrimas (Tränenpalast), construido en 1962 cerca de la estación de Friedrichstraße, la que servía como punto de salida legal del Berlín oriental al occidental. Allí vimos una tienda surtida de aquella época, supongo con productos inexistentes en Berlín oriental y en venta en marcos de la RFA.  La llamaron Palacio de las Lágrimas, pues mucho lloraban los parientes que se separaban para siempre en ese punto.

El punto de control Charlie o Charlie Checkpoint, al cual se llega caminando un poco desde la estación Friedrichstrasse. Allí se unen los barrios Mitte y Kreuzberg. Por ese punto podían solo cruzar de un lado a otro de la ciudad el personal diplomático y militar. A los civiles no se les permitía, pero no faltaron los osados en tratar de cruzar del oriente al occidente, y a más de uno le costó la vida. Frente al punto hay restos de muro y otras de la división y tensión existente.

Un lugar amplio e interesante de Berlín es la Gendarmenmarkt (Mercado de la gendarmería), donde hay tres edificaciones importantes. Frente a frente hay dos catedrales, la alemana protestante (Deutscher dom), construida entre 1701 y 1708 en su fase original, luego destruida en 1943 y reconstruida como museo en 1980. Al frente la Catedral francesa que no es una iglesia como tal. Tiene cúpula y mirador, y alberga el Hugenottenmuseum (El Museo Hugonote). Solo en su parte baja hay una iglesia, la Französische Friedrichstadtkirche (Iglesia Francesa de Friedrichstadt). Ninguna pudimos visitar por ser día particular de maratón y competencia en toda la ciudad.

En el medio de esa plaza está la Galería de Música, la que tenía un concierto público en honor a Gaza y sus damnificados. Había una buena aglomeración de alemanes y de otras nacionalidades con banderas palestinas. Nosotros fuimos parte de su público, buena música clásica y todo a favor de la paz y la conclusión del genocidio existente.

También visitamos, primero la Bernauerstrasse, donde hay restos del muro y un poco de historia. De ahí y gracias a indicaciones a una joven alemana nos fuimos en tranvía hasta la calle Warschauer, por donde pasaba el Muro de Berlín y donde está el East Side Gallery, a lo largo del río, con restos del muro y muchos murales y grafitis alegóricos al pasado hasta 1989.

A la salida de esa galería cruzamos al puente Oberbaum (Árbol superior), construido en 1732, el cual es de cubierta doble y cruza el río Spree. El puente une dos distritos que estuvieron separados por la existencia del muro. Nosotros paseamos por su parte baja, ya que por la parte superior cruza el U-bahn, la cual solo podían disfrutar los alemanes residentes en la parte occidental de Berlín. Desde la galería el puente exhibe dos torres.

De regreso al hotel pasamos por la Postdamerplatz, donde hay una plaza moderna y dos museos, uno del espionaje y el otro de Alemania.

En Berlín la juventud habla inglés, pero varios de la tercera edad no, aparte de algunos extracomunitarios, p. ej. turcos, los que tampoco hablan inglés. Las máquinas para sacar boletos de transporte son multilingües, pero los avisos en las estaciones están en alemán y el enredo comienza cuando hay alguna ruta suspendida y el anuncio aparece en alemán. Consejo, busquen gente joven para aclarar en inglés, preguntarle a gente mayor o a empleados no siempre es de gran ayuda.  En cafeterías, restaurantes y museos ese problema no existe.

Si Ud. desea visitar los museos, aconsejo una estancia de 5-6 días efectivos, pero no pierdan de vista que los precios de los hoteles en Berlín son sumamente caros y los más baratos no tienen buen estándar. Conseguir uno bueno y a precio económico, significa hospedarse en alguno a 20 o más km del centro de Berlín.

Una anécdota, la vez anterior que estuve en Berlín fue en marzo de 1990. La parte oriental tenía fama de venta de buen calzado infantil a bajos precios. Como tenía que pernoctar dos noches en Berlín, me fue en la mañana de mi llegada a una zapatería. Sorpresa, una empleada estaba en ese momento cambiando los precios de los zapatos, la unificación estaba al doblar de la esquina. Los nuevos precios eran cuatro veces más altos que los anteriores.   

Un detalle, la RDA o Alemania Oriental tenía la costumbre de traer fuerza laboral de Cuba y Vietnam. Algunos cubanos regresaron a Cuba, otros se la agenciaron para irse a países vecinos para trabajar. No faltaron los que se quedaron al estar casados o con relaciones con alemanas. El asunto fue los vietnamitas. Los alemanes orientales, con la unificación, comenzaron a acusar a los asiáticos de haberle quitado sus puestos de trabajo, falso. Los vietnamitas trabajaban en áreas que los alemanes no querían, pero con la unificación el desempleo creció en la parte oriental y no quedo otra que optar por iguales puestos, donde trabajaban los vietnamitas. Hubo sus guerras locales germano-vietnamitas y no faltaron los muertos. Los vietnamitas no son fáciles en combate y hubo necesidad de apaciguar la violencia por distintas vías. Es por eso por lo que uno ve en Berlín muchos bares-cafeterías-restaurantes vietnamitas.

El muro fue un invento de Nikita Sergueivich Jhruschov, probablemente Stalin lo habría hecho igual. Era una manera de evitar la confrontación económica e ideológica. Los soviéticos y aliados siempre alardearon de su fuerza ideológica, falso, le temían, y cuando no había forma de contrarrestar la idea del adversario usaban la represión o te mandaban a callar. El muro es una vergüenza, como lo son todos los muros que en esta época existen o se construyen.

Ricardo Labrada
3 octubre 2025

Visita a Suecia. II. Uppsala

Suecia es un país abierto, liberal, secular y democrático.”
Björn Ulvaeus (músico e integrante del grupo Abbas)

Uppsala o Upsala es una ciudad sueca que se encuentra ubicada a unos 78 kilómetros de Estocolmo, a la cual se puede llegar por tren en unos 45 minutos desde la capital. Uppsala es reconocida en el mundo como ciudad universitaria, la más grande de la península escandinava.

Era interés personal desde hacía tiempo visitar esta urbe llena de cultura y educación, donde lo primero que vimos fue el famoso castillo, el Uppsala Slott, edificado en el siglo XVI, recinto importante en la historia del Reino de Suecia. Para llegar al castillo hay que caminar un poco en ascenso viniendo desde la estación terminal de trenes. No es una caminata cansona, Inicialmente fue castillo arzobispal, confiscado a las entidades religiosas por el Rey Gustavo I Vasa, durante la reforma protestante. El monarca mencionado ordenó la modificación del castillo, el cual fue posteriormente remodelado por otros reyes suecos. Cuando uno llega a la parte superior, hay una extensa plaza frente al castillo y a un lado superior del bastión, la campana Gunilla o Gunilla Klockan, uno de los símbolos de la ciudad de Uppsala, creada en 1588 y donada a la iglesia del castillo de Uppsala por la reina Gunilla, de soltera Bielke, de ahí el nombre. En un lateral de la campana se lee (traducido del sueco), como si la campana hablara: “La reina Gunilla me mandó a fundir en 1588, y bajo el reinado de Adolfo Federico, mi fragilidad se renovó en 1759.” Más adelante aparece el bastión Stvrbiskop, con una hilera de cañones, los que es de suponer eran para defender la ciudad. Tampoco faltaba una fuente, cuya historia no llegamos a saber.

Bajando por la parte frontal de la plaza del castillo uno llega al jardín Linneo, nombre dado en honor a un hombre de sabiduría, el que aportó un mundo en el campo de la taxonomía de las plantas. Desde arriba del castillo uno ve el jardín y al fondo una edificación en estilo helénico. Bajamos y caminamos por sus alrededores, todo precioso y relajante.

Girando a la izquierda uno puede ir a la catedral, pero antes de llegar a ese lugar, uno encuentra la atractiva Iglesia de la Santísima Trinidad (Helga Trefaldighets Kyrka) fue inaugurada en 1302. Aunque se trata de un lugar de culto medieval, el púlpito, los bancos y las tres vidrieras del presbiterio datan de 1904 a 1905, cuando se llevaron a cabo importantes renovaciones.

A continuación, la catedral, la Uppsala Domkyrka, templo de culto luterano, la que tiene el honor de ser la más alta en toda Escandinavia, ya que alcanza 118,7 metros de altura. La catedral fue construida en el siglo XIII, es lógico pensar que en aquella época era católica. La inauguración de la catedral tuvo lugar en 1435 a manos del arzobispo Olaus Laurentii. Se dice que se construyó como forma de competir con la atractiva catedral de Nidaros en Trondheim, Noruega. En esta catedral se celebraban las coronaciones de los monarcas de Suecia entre inicios de la Edad Media y finales del siglo XVII. Luego, el recinto de coronación cambió a la catedral de Estocolmo “Storkyrkan”. En la catedral hay muchas personas importantes sepultadas, entre ellas Erico el Santo, rey de Suecia en el siglo IX; Gustavo Vasa (Gustavo I, rey de Suecia del siglo XVI) y su primera esposa Catalina de Sajonia-Lauemburgo, su segunda esposa Margarita Eriksdotter, y su tercera esposa Catalina Stenbock; Juan III de Suecia, hijo de Gustavo Vasa; el gran botánico, todo un genio, a quien admiro mucho, Carlos Linneo, su esposa e hijo; y Emmanuel Swedenborg, científico y músico del siglo XVIII.

En ese trayecto vimos al Carolina Rediviva, edificio histórico, el principal de la biblioteca de la Universidad de Uppsala. Su construcción ocurrió entre 1820 y 1841. Su nombre significa “la Carolina revivida”, en referencia a la antigua sede de la universidad, la Academia Carolina. La biblioteca alberga obras y colecciones importantes.

Luego le pasamos por el lado al monumento a Gunnar Wennerberg (2 octubre 1817-24 agosto 1901), poeta, compositor y político.  

También se halla no distante el obelisco a Gustavo Aldolfo, erigido por demanda popular de los habitantes de Uppsala en la memoria al rey Gustavo II, rey del siglo XVII, muy del lado del protestantismo, a quien llamaban el “León del norte” por su agresividad, muy dado a entablar guerras con Rusia, Polonia y Dinamarca.  

Luego de la visita a la Catedral, pudimos ver el frente del amplio edificio Museo Gustavianum, museo perteneciente a la Universidad de Uppsala, inaugurado en 1997 por el rey Carlos XVI Gustavo. El museo se levantó sobre el edificio principal de la Universidad de Upsala entre 1778 y 1887.

Uppsala tiene una población de 141 000 habitantes, me parece que es mucho, pues no veía a mucha gente en las calles, y eso que era domingo. La ciudad es atravesada por el río Fyris (o “Fyrisån” en sueco), el cual uno puede disfrutar caminando a lo largo de un paseo. En una especie de arroyo había un restaurante, donde nos dirigimos a almorzar. ¡Vaya sorpresa! Era de comida griega, me dieron por la vena del gusto.

El resto de lo visto fueron las edificaciones en las calles Dragarbrunnsgatan y Kungsänstgatan. Algunas sedes de banco con edificios del pasado siglo.

El ayuntamiento en Uppsala se llama Rådhuset. Está situado en el centro de la ciudad, junto a la plaza Stora Torget, y combina arquitectura tradicional.

Otra casa o mansión que nos llamó la atención fue Västgöta nation (VG), fundada en 1639, uno de los 13 lugares de la Universidad de Uppsala, donde se organizan actividades relacionadas con la cultura sueca para los 1100 miembros de ese lugar.

La estación de trenes luce como un edificio de cuentos. Delante de la misma hay una escultura, que pienso tiene que ver con héroes de los comics.

Ricardo Labrada
17 julio 2025

Visita a Suecia. I. Estocolmo

Estocolmo es única al estar construida sobre islas,
en la que uno recibe ese enorme sentido de libertad.”
Bjorn Ulvaeus (1945, músico sueco)

La capital de Suecia, Estocolmo, posee un territorio que abarca 14 islas, las que están intercomunicadas a través de puentes y del metro existente en la ciudad. La superficie de la ciudad es de 381,63 km² con una población de 1 515 017 habitantes, según censo de 2017. Esta ciudad escandinava, aunque existía ya antes de Cristo, su fundación tuvo lugar en la zona urbana actualmente conocida como Gamla Stan (Ciudad Vieja), el casco viejo de la ciudad, en 1252 por el rey Birger Jarl. De hecho, el primer nombre de la ciudad es el de Gamla Stan.

No era primera vez que visitábamos país escandinavo. Hace un lustro tuvimos una gira fabulosa en crucero, pero Estocolmo no estaba incluida en el itinerario. Así que era un deseo viejo de conocer a una urbe, cuya arquitectura es diversa e interesante. También está repleta de museos; no era nuestra intención visitarlos todos, a veces con verlo por fuera es suficiente, todo dependió del interés.

De Valencia a Estocolmo se puede ir directamente con Ryan Air, línea que vuela dos veces por semana por esta ruta. Para unos caribeños como los aquí viajaron, lo más aconsejable es visitar la ciudad en época cálida del año, a partir de junio. Preparado iba para no ver la noche en los días que allí estuvimos. Hacía décadas había tenido esa experiencia por primera vez en Leningrado, ahora St Petersburgo, y también cuando hicimos la visita en el crucero. Hay que cerrar las ventanas para que no le entre luz y así poder dormir. Si uno fuera en invierno, sería todo lo contrario; amanece a las 9 de la mañana y sobre las 3 de la tarde comienza a oscurecer.

¿Las temperaturas? Cuando la noche va llegando, el termómetro baja y uno lo siente en el cuerpo. Por suerte, somos ya de los que van a la cama temprano y la vida nocturna no es que nos atraiga como en el pasado. En el “verano” llueve y hay días con fuertes rachas de viento.  

Para movernos el metro fue la mejor vía. Uno puede comprar un tiquete para dos personas durante 3 días completos, el cual sirve para bus y tranvía también. Las estaciones de metro son profundas, óptimas como refugios en caso de una guerra, e igualmente muy originales, tal parecen como cuevas unas veces, otras como museos, en fin, tienen su encanto. No voy a decir que sea el más bonito del mundo en arte. Creo que algunos podrían discrepar, pero el metro de Moscú le disputa el primer lugar en materia de arte en su interior. Claro, quien no conoce Moscú y ve a Estocolmo, pone al metro de esta última urbe en primer lugar.

Empezamos la visita precisamente por Gamla Stan. En sus alrededores está el enorme Palacio Real, uno de los mayores de Europa. Tiene cambio de guardia, no lo vimos, tampoco nos interesó. Al menos el que suscribe ha visto bastante de esos cambios de guardia en varios lugares del Planeta. Los exteriores del Palacio son muy atractivos, con monumentos y esculturas por doquier, muchas de las cuales rinden homenaje a monarcas suecos y figuras con historia memorable.  

Por ahí también está la calle más estrecha de la ciudad, el callejón de Mårten Trotzig. Realmente es estrecho, no creo que una persona obesa pueda entrar y caminar por esa calle.

Cuando uno sube en dirección a la plaza Stortorget, ahí encuentra al Museo Nobel, donde se otorgan los famosos premios de la paz y en otras ramas de la ciencia y la educación. En la parte derecha del museo están edificios coloridos de distintas arquitecturas, lo que hace más llamativo a este lugar. En la plaza hay una fuente.

A un par de cuadras de Stortorget se encuentra la catedral o iglesia de San Nicolás, sede de la diócesis de Estocolmo. El templo, en estilo gótico, fundado en 1279, se convirtió al luteranismo en 1527.

Previamente habíamos visitado otra iglesia, igualmente luterana, edificación con torre de ladrillo y chapitel de cobre, llamada iglesia alemana o de Santa Gertrudis, construida en el período entre 1638 y 1642. Los interiores de la iglesia son barrocos. Las comunidades alemanas asentadas en Estocolmo suelen asistir con frecuencia a los servicios religiosos de este templo.

Como Estocolmo es un archipiélago, no es difícil encontrar orillas y puertos de pequeñas embarcaciones, así como paseos a lo largo de esas orillas. Desde Gamla Stan a Södermalmno hay mucho recorrido. Así llegamos a la isla Helgeandsholmen, donde se halla el parlamento sueco (Riksdag). Sus alrededores son espaciosos, con jardines.

Frente al parlamento está el antiguo parque Strömparterren, inaugurado en el año 1830, donde aparece una escultura del artista Carl Milles conocida como “Solsångaren” (El Solista, en español). En ese momento el viento apretó, lo que nos obligó a buscar refugio, algo difícil en una zona tan abierta.

Viramos a la izquierda y nos vimos de frente al edificio de la Opera. Allí cerca estaba una estatua el rey Gustavo II Adolfo, quien gobernó desde 1611. Caminando más hacía delante está la iglesia de San Jacobo o San Jaime o Santiago, de color rojo vivo, construida a mediados del siglo XVII en honor al apóstol mencionado. La iglesia es igualmente luterana. Hay una escultura de dos mujeres en el parque Kungsträdgården, las que adornan el jardín de Riksdagshuset, dentro del parque. Se trata de la estatua moderna de dos jóvenes que llevan platos. Por esos mismos lares está el parque Kungsträdgården, donde encuentra la Fuente de Wolodarski, ubicada en el extremo norte de este lugar, el cual también posee árboles de sakura (cerezo japonés) que florecen en primavera.

Al siguiente día, de camino hacia los museos y el área de Skansen, nos detuvimos delante de un portón metálico frente a la puerta principal del Museo Nacional de Estocolmo. Se trata de una jaula de acero pulido en forma de arco está atravesada por la silueta de dos figuras humanas entrelazadas. Tiene 12 metros de altura y es obra del artista chino Ai Weiwei, la que pretende promover la idea de un mundo sin fronteras. Allí estará un año y luego será trasladada a otro sitio en la ciudad. También a un lado está una corona llamada la Cosmopolilla de Estocolmo.

Nos interesó el museo de arte moderno, un poco para salirnos de lo acostumbrado. El museo tiene 3 plantas y dispone de varias salas, donde todo lo que podríamos llamar absurdo, ahí se ve. El surrealismo es bien representado.  

Cerca del museo hay una iglesia, la que parecía más museo que el mismo que habíamos visitado, con un parecido sustancial en su forma con el clásico Panteón romano. Era construcción de 1822, la Holmkirkan dentro de la base naval de Skeppsholmen. Actualmente modernizado, sirve para conciertos y otras actividades culturales.

Vino un poco de confusión, llegamos a un punto de recogida para ir al Museo Vasa. Un muchacho nos cobró el pasaje, pero no nos dijo que nuestro destino era después de una parada, la que coincidía bastante cerca de Gamla Stan. Una señora me dijo que la siguiente parada era para llegar a Skansen y de ahí a Vasa y otros lugares, menos mal.

Al fin llegamos, desembarcamos y caminamos hasta el Museo Vasa, así llamado por el barco de guerra Vasa (significa Haz de hacer en español), ordenada su construcción por el rey Gustavo Adolfo II, era como muestra de la fuerza naval sueca, pero las cosas no salieron como quería, se hundió en 1628. Hubo entre 150-200 muertos, además de sobrevivientes. No hubo cálculo y la nave era más pesada de lo debido. Para su suerte, el agua fría del Báltico evitó la pudrición de la madera del barco, aunque sus partes metálicas sí se oxidaron y hubo que reemplazarlas una vez que se sacó del mar. La nave fue recuperada en 333 años después, en 1961. Después de sus reformas y arreglos se instaló el galeón en un museo inaugurado en 1990. La visita valió la pena. Aclaro que este barco no tiene nada que ver con la cultura vikinga, la cual casi desapareció en el siglo XII.

Un paréntesis en el segundo día para almorzar o comer. No nos gusta inventar ingerir cosas extrañas a la hora de comer, por lo que un par de pizza Margherita nos hicieron felices, además de dos refrescos. Salimos a caminar y nos tropezamos con el enorme e impresionante museo Nórdico, un palacio alto y grande, que data de 1888, pero su construcción y finalización como museo se llevó a cabo entre 1889 y 1907, con un diseño de Isak Gustaf Clason. Frente a la entrada principal del museo está una estatua de bronce, la Freden Roskilde, o sea, monumento a la Paz de Roskilde, tratado de paz firmado el 26 de febrero de 1658 entre Dinamarca y Suecia que puso fin a la guerra sueco-danesa de 1657-1658. Dinamarca sufrió grandes pérdidas territoriales como resultado del tratado, cediendo gran parte de su territorio a Suecia. 

Dentro del área de Skansen, pasamos cerca del Museo de la Biología y a algo más de una cuadra, el museo al conjunto ABBA, el cual nos conformamos con verlo por fuera. Por la parte trasera del museo está el parque de diversiones Gröna Lund Tivoli (Bosque o Arboleda Verde), muy visitado por niños, adolescentes y jóvenes. Al frente se halla el circo.

Energías consumidas, no quedaba otra que regresar a la estación central de trenes, la cual, vía metro, nos quedaba a dos paradas del hotel. El retorno fue fácil, había dos opciones ir a la estación en tranvía o en un bus. Pasó primero el tranvía y por ahí nos fuimos, no sin antes pasar por delante de la plaza Sergel (Sergels Torg) al inicio de la calle Drottninggatan.  Es la plaza más céntrica de la ciudad y se encuentra en el corazón de Estocolmo. Allí aparece el obelisco «Kristallvertikalaccent» (Acento Vertical de Cristal), hecho de vidrio y acero, símbolo de la plaza y de la ciudad, cuya foto verán al final. La lluvia llegó y nos empujó ir al hotel para cerrar el día. Dejamos algo para la tercera jornada.

Un poco lluviosa y nublada el inicio del día, en el que decidimos comenzar con una visita al Avici Arena, lugar que tiene un mirador, el que se eleva a 130 metros de altura, desde podríamos ver la ciudad. Imposible, el Avicii estaba en reparación. Lamentable también, ya que el lugar está algo alejadito del centro de Estocolmo y tuvimos que ir en metro hasta Globen. Cerca del lugar está el estadio de fútbol. Pensé que allí fue donde jugaron la final de 1958 entre Suecia y Brasil, pero no. Es un estadio moderno y no tiene nada que ver con aquel de la cantada victoria, la que se convirtió en derrota. Brasil se había cansado de ir a finales para luego perder. Esta vez le tocó la final con el anfitrión, el cual logró colocar gol de ventaja. Era tanta la alegría de los suecos, ya se vieron campeones mundiales, pero en el conjunto carioca había muchachito de 18 años, al que llamaban Pelé, el que realmente peló a los suecos con par de goles, y al final hubo samba de la buena, primera victoria brasileña. Cuanto me habría gustado haber visitado este estadio, más que todo por la admiración que siempre sentí por Pelé, para mí el mejor de todos los tiempos.

Dimos en el Avicii par de vueltas y caímos en un Mall, nada extraordinario, limpio, tranquilo y con ropa de niños bastante barata en un país, donde la sonrisa vale. Es un decir, pues si hay país con amabilidad y cortesía es Suecia, donde todo el mundo habla inglés. De regreso nos fuimos a visitar el Mercado Östermalmshallen, donde hay una venta amplia de todo lo que sobra aquí en España, con lugares para comer. Había para escoger, la italiana estaba llena, no había asientos, española no había, así que sin más remedio fuimos a parar a un restaurante francés, donde el Monsieur tuvo la ocurrencia de buscarnos un camarero francés de origen italiano. Nada del otro mundo, la viande avec de pomme (carne con patata o papa) y una copita de vino tinto. Moverse dentro de ese mercado no es fácil por lo sumamente concurrido.

A pocos pasos del lugar estaba la llamativa iglesia de Hedvig Eleonora, consagrada en 1737, y así llamada en honor a la reina sueca Eduviges Leonor (1636-1715), esposa del rey Carlos X de Suecia. Entramos, pero había boda, nos conformamos con fotografiar por unas rendijas de una puerta. Lo interesante, el párroco de esta diócesis luterana era Erik Bergman (1886-1970), padre del famoso director de cine Ingmar Bergman, uno de los favoritos del que suscribe.

El final del recorrido fue pasear por la céntrica calle Drottninggatan, aunque antes pasamos por la espaciosa plaza de los dos pisos. La Drottninggatan es peatonal y en cada esquina hay un par de esculturas de leones. Ni idea de la presencia de estas representaciones felinas. Por el camino me llamó la atención la cúpula de la iglesia Adolfo Federico, inaugurada en 1774, lugar donde fue inicialmente sepultado el famoso filósofo francés René Descartes, luego exhumado y trasladado a París. Allí también yacen los restos del asesinado criminalmente, en 1986, el primer ministro Olof Palme, un vivo ejemplo de mandatario a favor de la paz y de las buenas causas en este mundo. Entramos, pero había otra boda, era sábado, parece que dejan el domingo para la luna con mucha miel.

Ricardo Labrada
15 julio 2025

León, capital del antiguo reino de León (910 d.C.)

León se describe como una ciudad hermosa, con una
mezcla única de arquitectura histórica y energía vibrante.

Léon en España no es una ciudad muy grande, pero sí con mucha historia y lugares interesantes a visitar. Para llegar allí desde Madrid hay que hacer un viaje que dura hasta 3 horas y media. Habíamos ido a Madrid para dejar al cuñado en el aeropuerto para vuelo de regreso a la Habana, por lo que al estar a mitad de camino decidimos irnos hacia al norte para visitar a esta ciudad, de la que tenía alguna que otra referencia sobre su catedral, información que, por cierto, oí de parte de un guía de turismo en Burgos. Él hizo comparaciones entre las catedrales de ambas urbes y aquello quedó grabado. En una ocasión, yendo a Oviedo, Asturias, le pasamos cerca, pero no entramos.

Un poco de historia, la ciudad de León fue fundada en el 29 a. C. como campamento militar romano en la terraza fluvial comprendida entre los ríos Bernesga y Torío, cerca de la ciudad astur de Lancia. Allí se asentó una legión romana, única en Hispania, la que permaneció hasta la caída del Imperio Romano Occidental. Es por eso por lo que León fue capital de la península durante todo ese período. Durante el reinado de Alfonso III, la capital del reino Asturo-Leonés fue ubicada en León, antigua Legio VII Gemina. De más está decir que estos reinos sostuvieron batallas contra la invasión musulmana, la que se había expansionado como la pólvora por toda la península. El reino logró anexionarse Castilla en el siglo X y fue así como nació el conocido como Castilla-León en 718.

Nuestra visita comenzó desde que salimos del hotel en la tarde. Pasamos por un puente cercano por encima del río Bernesga, el que atraviesa la ciudad y es afluente del río Esla. Sobre el puente hay esculturas de leones, de ahí que le llamen Puente de los leones, esculturas que no faltan en una ciudad que llevaba el nombre del enorme felino.

A continuación, pasamos por una plazoleta con una estatua dedicada a Guzmán el bueno, cuyo nombre real fue Alonso Pérez de Guzmán, hombre nacido en 1256, militar y noble al servicio de los reyes de Castilla, primer señor de Sanlúcar de Barrameda y fundador de la casa de Medina Sidonia.

Luego la espaciosa Avenida Ordoño, nombre dado a esta vía en honor al rey de León (914-924) e hijo de Alfonso III. Ordoño fue inicialmente gobernador de Galicia, con buena reputación de cobrarle los impuestos a todos sin contemplaciones. Se autoproclamó Rey de Galicia y cuando sus hermanos se rebelaron contra su padre, él se mantuvo al margen. Organizó incursiones exitosas contra los árabes en Extremadura, Castilla, al-Andalus y Navarra. Fue coronado solemnemente como rey de León cuando el monarca García I murió.


El próximo punto que visitamos fue la Plaza de la Inmaculada, la que divide en dos la Gran Vía de San Marcos en dos partes, ya que de ahí inicia una vía que une las plazas de Santo Domingo y de San Marcos. En el centro de la plaza aparece la escultura de la Virgen Blanca, finalizada en 1956.

En la Plaza de Santo Domingo hay una fuente y en sus alrededores están el museo de León o Edificio Pallares, el cual presenta la historia de la ciudad y la provincia. Está la elegante casa Roldán, construida por la familia homónima.

A la iglesia de San Marcelo no entramos, pero si visitamos su plaza y alrededores, donde hay una escultura de un León, el que llama mucho la atención de los turistas. Desde ahí ya uno ve de frente la casa Botines y el Palacio de los Guzmanes.

La Casa Botines fue obra modernista del famoso arquitecto Antoni Gaudí, construido a finales del siglo XIX. Allí hay un museo de tres plantas, donde se pueden encontrar pinturas o retratos y se exhiben exposiciones de arte. El lugar es acogedor y el trato del personal es impecable. Vale la pena visitarlo, no tan solo por lo que posee dentro, sino también por la posibilidad de ver mucho de los alrededores desde la parte alta del edificio.

A un lado de la Casa Botines está el Palacio de los Guzmanes, al cual se puede entrar en visita guiada y reservada. Como no teníamos nada de eso, nos conformamos con verlo y fotografiar sus exteriores. Este Palacio, construcción renacentista, fue terminado en el siglo XVIII por encargo ($$$) de la influyente familia Guzmán. Actualmente, es sede de la Diputación Provincial de León.

El siguiente lugar, probablemente el principal, fue la catedral de León, conocida popularmente como la Pulchra Leonina, construcción gótica del siglo XIII, con altísimos techos, pero atención, no es la más alta como le había oído decir a una persona en Burgos, la que tampoco es la más alta en España. La primera en altura es la catedral Nueva de Salamanca (100 m), Burgos es la quinta con 88 m y León tiene 68 m. Es altura de las torres. Aún así es una construcción bellísima internamente con un extenso patio con otras esculturas. La parte posterior exterior de la catedral me recordó el escenario de la película del Jorobado de Notre Dame en París, particularmente el lugar desde donde Quasimodo arroja al aire al cura malévolo que le hizo la vida imposible a la bella gitana Esmeralda.  La catedral está en la plaza de Regla, donde también se encuentran el antiguo edificio de Correos de la ciudad. Frente a la catedral se halla el Palacio Episcopal, construido en el siglo XVII, reformado varias veces y actual sede del obispado de León. 

De ahí nos fuimos a la plaza San Isidoro, donde radica la basílica homónima. Fue allí donde se celebraron las primeras cortes del reino de León en 1188. De hecho, el primer parlamento europeo, algo reconocido por la UNESCO. La Real Colegiata fue el lugar de realización de esas reuniones. El testimonio de este hecho histórico está recogido en los Decreta de León, el cual recoge las decisiones de estas cortes.

En la plaza San Isidoro se encuentran el monumento a las Cabezadas, fiesta que se celebra el domingo más cercano a la fiesta de San Isidoro (el 26 de abril). El nombre es en referencia al cortejo del Ayuntamiento y el cabildo de San Isidoro como despedida del acto. En fin, una leyenda basada en un milagro ocurrido en 1158. Hay una tarja alegórica a los 1100 años del reino y una fuente dedicada a San Isidoro en la plaza. El nombre viene de las reverencias que hace el cortejo del Ayuntamiento y el cabildo de San Isidoro hacen al despedirse tras la celebración de un acto con motivo a una promesa que el pueblo de León hizo al santo por un milagro en el año 1158.

Nos fuimos a la plaza Mayor de la ciudad, la cual estaba en reparación, así que fotos por aquí y por allá sin muchos detalles. De hecho, es también una de las plazas de este tipo más antiguas de España. Allí está la casa del Consistorio y como es de esperar, cafeterías y restoranes para los gustos más variados.

¿Qué más vimos? En un parque muy ordenado, una mano gigante de bronce que sobresale de la tierra, obra del escultor leonés Antolín Álvarez Chamorro, pieza de más de 800 kilos, la que en un ángulo superior tiene una araña, todo un homenaje a los veterinarios, inaugurado en 2023.

La Plaza de San Martino tiene en su centro un monumento al monarca Alfonso IX. León tiene dos puertas, la del Castillo o del Arco de la Cárcel y la Puerta Obispo. En realidad, adivinamos y fotografiamos la primera, la más antigua, situada en el extremo norte de la ciudad y en la plaza del mismo nombre. La otra fue demolida en 1910. No obstante, hay otra puerta, menos antigua, medieval e importante; la de la Moneda, entrada importante para los peregrinos paso hacia Santiago de Compostela. También fue derribada en el siglo XIX, pero queda algunos vestigios de su presencia, sobre todo las murallas que van a lo largo de parte de la ciudad.  

Otra plaza vista por casualidad es la de las Cortes Leonesas, donde hay una bella fuente y una tarja explicativa de los orígenes del parlamentarismo en León.

Iglesias hay más, una antigua que vimos de camino es la parroquia de San Martín, construida en el siglo IX, cuya fachada se ve que es antigua realmente.

Algo que nos llamó la atención fue la arquitectura de algunos edificios existentes alrededor de la plaza de Guzmán el bueno, algo antes de uno internarse en el paseo de Ordoño II.

Como anécdota del viaje, en León como en otras ciudades de España te ofrecen carne roja de todo tipo y embutidos en sus restoranes, algo que no debe comer el que suscribe, un día quizás, pero es mejor evitar. Busca y busca, hasta que llego a un lugar y vi a una mujer, algo gruesa, morena, me dije, ella debe ser cubana, no me equivoqué. Le dije que estaba desesperado buscando un lugar donde comer sea pollo o pescado. Ella me dijo, espera un momento, salió y nos dijo, acompáñenme, nos llevó a pocos pasos a un restorán, de nombre Mi Habana, la que fue nuestra salvación. El dueño del local es un cubano y la cocinera principal es su esposa dominicana, la que nos preparó precisamente lo que podíamos comer. Muy agradecidos y no olviden, si alguna vez visitan Mi Habana en León, no dejen de darles nuestros más afectuosos saludos.

Ricardo Labrada
8 junio 2025

En Ciudad Ho Chi Minh, Vietnam

Ciudad Ho Chi Minh, cosmopolita,
llena de luz y energía, con intenso
movimiento de día y de noche.
Dicho popular

El penúltimo punto de visita en la gira por el Sudeste Asiático a finales diciembre 2024 e inicios de 2025 fue Ho Chi Minh City, antes más conocida como Saigón, en Vietnam, la ciudad más poblada del país. Fue penúltimo sitio, pues regresamos de ahí a Kuala Lumpur por dos noches a fin de abordar el vuelo que nos trajo de vuelta a Estambul-Valencia.

Para el que suscribe era la primera vez que iba de turismo a este lugar. Por razones de trabajo lo había visitado a mediados de los 90 y luego 10 años después. ¿Saben? Siempre me impresionó su desarrollo, pero en esta ocasión, casi 20 años después, más impresionado salí.

Todos sabemos que en Vietnam ocurrieron dos cruentas guerras, la primera para liberarse del yugo francés, la que concluyó en 1954 con la división del país en dos partes, norte y sur. El primero gobernado por el partido comunista, el mismo que guio la guerra contra Francia; luego vino la guerra por la unificación con EE. UU. de protagonista desde la presidencia de John F. Kennedy, los que buscaban la forma de prevenir la expansión del área ocupada por los comunistas en Asia. Esa guerra se recrudeció con la presidencia de Richard Nixon. Vietnam aceptó armamento de fuera, pero no tropas extranjeras. Resistieron y en 1975 las tropas estadounidenses abandonaron el país derrotadas. Hubo una persona que llegó a decirme un día que esa victoria de los vietnamitas había sido pírrica; toda una estupidez de su parte. Si se lucha por la unidad del país y se logra una victoria sobre una potencia como EE. UU., ¿Cómo rayos a eso se le puede llamar pírrico? Esto no es asunto de izquierda o derecha, es independencia y soberanía.

Después de la victoria en 1975, la economía no mejoraba nada, las colas para adquirir a alimentos eran larguísimas según me contaron profesores de la Universidad de Hanoi. Para ellos el arroz es vital y no alcanzaba su producción para cubrir las necesidades. A partir de 1986, sin cambiar su régimen de partido único, la administración vietnamita adoptó un conjunto de medidas económicas, las que conllevaron al mercado libre, se les abrieron las puertas a los vietnamitas residentes en el extranjero para inversiones, se vendió tierra con todas las garantías y las colas comenzaron a desaparecer. Terminada la primera década del nuevo milenio, Vietnam se codeaba entre los primeros cinco exportadores de arroz en el mundo y entre los primeros tres exportadores de café. En los mercados se encuentra de todo, mucho de lo cual se produce en las nuevas fábricas que instalaron empresas privadas de Singapur, Hong Kong y Corea del Sur, entre otros.

Los vietnamitas tenían embargo comercial de EE. UU., lo mismo que le pasa a Cuba, pero ante semejante apertura, el derrotado en la guerra se apresuró a entrar en el mercado de este país para así no perder las oportunidades que se brindaban. Así que adiós al embargo.

En conclusiones, Vietnam ganó las guerras militares y luego la económica. Hay que ir para ver y creer, eso fue lo que hicimos.    

El viaje fue en vuelo de Siem Reap, Camboya, a Ho Chi Minh City, el que dura un poco más de una hora. Los visitantes con pasaporte de la UE pueden entrar sin visa para una estancia de 15 días, así que nos sobraba para las cuatro noches en el lugar.

Habíamos reservado hotel previamente y cuando llegamos al mismo, nos dijeron que teníamos que ir a otro cercano, ya todo estaba ocupado, algo que no nos gustó. Ellos pagaron por el taxi y antes de acomodarme, pedimos ver la habitación. Nada que nos hiciera feliz, le dije que buscaría otro hotel. El mismo recepcionista me dijo que frente había otro, crucé y me dijeron que no tenían nada, pero que al lado había otro, al que fui acompañado por un botón del segundo hotel. Me enseñaron la habitación, perfecto, todo arreglado, buen baño, decidimos quedarnos allí. El precio económico y en pleno centro de ciudad Ho Chi Minh. El recepcionista del primer hotel me dijo que tenía que pagarle una noche de penalidad, a lo cual accedí sin preguntar mucho. A la mañana siguiente tenía un mensaje de ese mismo lugar, el cual me comunicaba que el recepcionista se había equivocado y que no teníamos que pagar ninguna penalidad, que pasara por ahí mismo para que me restituyeran la suma pagada. De maravillas, siempre encontramos un trato amable y con sugerencias útiles para nuestra visita.

El primer lugar que visitamos fue la Oficina Central de Correos, lugar construido en el siglo XIX, donde se combina la arquitectura occidental con algo de la oriental. Allí va mucha gente para enviar una postal del lugar, es algo típico. No obstante, no lo hicimos, pero sí sacamos puestos en el bus turístico para darle una vuelta a la ciudad por las partes más importantes.

Al lado izquierdo de la oficina de correos está la Basílica de Notre Dame, la que realmente no se parece a la de París, pero que no pudimos visitar por estar en reparación. Así que nos conformamos con mirar y tirar alguna que otra foto.


Al lado izquierdo de la oficina de correos está la Basílica de Notre Dame, la que realmente no se parece a la de París, pero que no pudimos visitar por estar en reparación. Así que nos conformamos con mirar y tirar alguna que otra foto.  

 

El bus de tour por la ciudad sale de allí mismo. En el recorrido vimos infinidad de avenidas y rascacielos, increíble el desarrollo de esta urbe en 20 años.

Al regreso, no muy lejos de la oficina de correos está el monumento al héroe y líder máximo de la independencia y reunificación de Vietnam, Ho Chi Minh, quien falleciera en 1969 y no tuvo tiempo de ver la obra, que él dirigió, terminada. Por detrás está un edificio colonial, el antiguo Hotel de Ville, así les llaman a los ayuntamientos en los territorios otrora ocupados por Francia; hoy es sede del Comité Popular, construido a inicios del siglo XX, el cual no se puede visitar, así que a conformarse con verlo de fuera.

El Museo de los Vestigios de la Guerra es imprescindible visitarlo, pero prepárense para ver el desastre causado por esta guerra y por los agresores extranjeros. Buena cantidad de armas, tanques y hasta avionetas de fabricación americana fueron tomadas por las tropas del Viet Cong. El museo tiene varias plantas y pabellones, uno de los que me llamó la atención fue el dedicado a mostrar las monstruosidades producidas por la aplicación del herbicida llamado agente naranja, cuyos ingredientes activos son el 2,4 D y el 2,4,5 T, este último contiene una elevada traza de dioxina, sustancia teratogénica, capaz de provocar mutaciones irreversibles en el ser humano. La cantidad de niños anómalos producto de la aspersión de este herbicida fue enorme. Los agresores lo usaban para defoliar las selvas del país a través de la cual cruzaba un tren desde el Norte con armas para los guerrilleros en el Sur. Esto fue un claro ejemplo de ecocidio por parte de los agresores. A principios del milenio asistí a la conferencia de la sociedad de malezas de Asia y el Pacífico en ciudad Ho Chi Minh, cuya ponencia magistral para inaugurar el evento fue la presentación, una verdadera acusación, de los daños en suelo, agua, fauna y ser humano causados por el agente naranja; todo eso ante la presencia de varios especialistas de EE. UU., algunos de los cuales habían participado en esta guerra en su juventud. El saldo de víctimas de la guerra ascendió a 3 millones de vietnamitas, eso sin contar los minusválidos.

Si uno lo desea puede reservar para visitar las áreas bajo tierra de escondite de los guerrilleros survietnamitas, las que están en las afueras de la ciudad, pero ya la había visitado años atrás y no estaba dispuesto a arrastrarme por un estrecho túnel que lo lleva a los interiores, habilitados con muebles, luz y comunicaciones. Realmente, atravesar ese túnel le crea a uno una sensación desesperante de claustrofobia, la que no estábamos dispuestos a pasar.  

Una parte interesante y hasta cómica es el mercado Ben Thanh, enorme, limpio, donde se vende de todo, alimentos variados, accesorios y ropa. Lo cómico aquí es que las vendedoras son “poliglotas”, lo cual facilita el regateo. En realidad, saben sus palabritas en inglés, francés y español. Ellas siempre comienzan con un precio elevadito y con el regateo se puede reducir hasta en un 75%. Normalmente venden así, pero la rebaja viene cuando uno compra más de una pieza de lo que desea. Ellas no pierden. Me tocó una jovencita y ponía una cara cuando le decía el precio, todo era puro drama, al final ambas partes terminábamos riendo.

Alrededor del Ben Thanh hay una torrecilla con reloj de tres caras, una plaza grande, por la que hay que caminar con cuidado. Los vietnamitas se parecen a los napolitanos con respecto a los semáforos. Allí se construye el metro de la ciudad.

En la noche es obligatorio visitar el skydeck, observatorio panorámico de la ciudad en el piso 49 de la Torre Bitexco, la que tiene 68 plantas y fue inaugurada el 31 de octubre de 2010. Este edificio es una especie de Wall Street financiero de Vietnam. Desde allí uno puede sacar fotos de la ciudad y de los rascacielos existentes. La entrada vale unos 7,5 euros (200 000 VND o Kong) y desde que llegas ya hay un fotógrafo listo para sacarte una foto con el fondo que más te guste, que uno debe pagar aparte, pero no es que valga mucho. En el skydeck se puede beber lo que gustes.

El Museo de Historia de la ciudad Ho Chi Minh es interesante también, el mismo fue inaugurado en 1929, y le llamaban Blanchard de la Brosse, nombre del Gobernador de Cochinchina en ese momento. Allí vimos salones coloniales y mucha juventud, incluso bodas, donde las mujeres van elegantemente vestidas, pero con chancletas, estas últimas las hay de todos los modelos que se puedan inventar. La entrada al lugar cuesta un euro.

Donde tuvimos confusión fue en el Palacio de la Reunificación o de la Independencia, otrora residencia del gobernante de Vietnam del Sur, el cual tiene salas muy elegantes, las que se conservan con todo su esplendor. La entrada costaba algo así como menos de 2 euros en kong, pero no llevábamos suficiente efectivo vietnamita, por lo que pensé pagar con tarjeta. Nada de eso, la señora que nos atendió a la entrada nos dijo que había que comprar la entrada en efectivo. Eso nos obligó a caminar unas seis cuadras para encontrar donde cambiar euros por kongs. Regresamos en un grab, lo vimos todo por fuera y dentro. Sea como sea no tengo ni una foto propia del lugar y otro tanto, mi esposa. Así que la foto que aquí vea de los exteriores del lugar es tomada prestada del internet.

Otros lugares visitados fueron la pagoda del Emperador de Jade, muy céntrica, distrito 1, construida en 1909 por la comunidad china residente en esta urbe. El templo viene a ser una simbiosis de budismo y taoísmo. La piedra jade simboliza la pureza y la eternidad en el mundo de los taoístas, tocarla es alcanzar la eternidad.

También nos encontramos con una iglesia católica, solo vista por fuera, la del Sagrado Corazón de Jesús (Tan Dinh), construida en 1970, en plena guerra, algo que me dejó sorprendido.

La recepción del hotel nos sugirió hiciéramos un tour por el Mekong, el cual era sumamente económico, el que finalmente aceptamos. En la mañana vino un taxista a buscarnos y nos llevó a un sitio aledaño al famoso río; pensé que haríamos el recorrido en lancha, nada de eso, fue viaje inicialmente en bus hasta llegar a una ciudad llamada MyThot. En ese trayecto nos dimos cuenta de lo enorme que es la ciudad Ho Chi Minh. También vimos las inmensas áreas de arroz, el principal producto de exportación de Vietnam. En un poco menos de una hora llegamos a MyThot y de ahí nos llevaron a las islitas vecinas en una lancha. Llegado a un punto, comenzamos a caminar y nos montaron en botes motorizados para pasar por los canales y ver lo que las granjas producen. Aclaro que las granjas no son estatales, son negocios privados, el mercado libre predomina en el orden económico en Vietnam. La visita incluyó una presentación de música local con sus instrumentos propios del lugar y un coro femenino.

Los vietnamitas son muy ingeniosos y laboriosos, vimos producción de miel, procesamiento de frutales, entre ellos el banano, del cual preparan un aguardiente muy agradable al paladar (ver botellas en la diapo anterior); también paqueticos de banano pintón frito en forma de chicharritas.  Estaba también el durián, algunas anonáceas, flores y la pesca no falta, sea de mariscos como de peces. Hay una flotilla grande de botes, los que se usan para moverse a través de los canales estrechos y cubiertos por el follaje del bambú. En cada bote montamos cuatro personas, no más.

Regresamos a MyThot después del mediodía, o sea después del almuerzo. Ya en el bus de vuelta para ciudad Ho Chi Minh nos llevaron a la inmensa pagoda de Ving Tranh, donde los monumentos a Buda son los más variados y enormes. El lugar requiere un buen rato para visitarlo todo. Tengo entendido que aquí se escondían muchos guerrilleros survietnamitas durante la guerra.

Fue una visita muy agradable en general, los vietnamitas son personas muy amables y no sabrán inglés, pero buscan la forma de a uno orientarlo. De siempre he tenido esa impresión de estas personas, las que conocí durante mis años de estudio, luego fue tutor de un estudiante para su tesis de diploma en la Habana, tuvimos interacción con otros especialistas del país en breves pasantías en Cuba, y su amabilidad es algo indescriptible. Tienen un régimen monopartidista, pero no vi a nadie tratando de decirme algo malo sobre aquello, la gente trabaja, come y vive, hay de todo en tiendas, no vi colas y sí mucha gente en bares y cafeterías. Por las noches la gente pasea, y el que quiere, puede tomarse algo para refrescar. Frente al hotel, donde nos hospedamos, hay una enorme discoteca a media luz, la que vimos desde fuera, con mucha juventud bailando música rock. ¿Pobreza o mendigos? la hay, hasta ahora Singapur es el único donde no he visto, pero en el resto del mundo, incluido el desarrollado, sí que existe y no poco.

Hay quien dice que algunas atracciones en el lugar existen para halar al turismo; me pregunto que tiene de errado, váyase a las Vegas o a Hollywood, donde todo es artificial. La diferencia de Vietnam es que tiene mucho que mostrar de sus costumbres, de su historia y su naturaleza, lo cual es interesante para cualquier turista deseoso de adquirir más cultura. Digo Vietnam, pues he tenido la suerte de conocer su capital, Hanoi, en el pasado, y aunque menos intenso, pero igualmente hay ambiente acogedor.

Ricardo Labrada
4 junio 2025

Un sueño cumplido: visita a Angkor Wat en Camboya

Angkor Wat es una construcción tan extraordinaria,
imposible de describirla con un bolígrafo, sobre todo
porque no se parece a ninguna otra edificación del mundo.
Posee torres, decoración y todos los refinamientos
que el genio humano pueda concebir.”
Antonio da Madalena (escrito en 1586)

Todo el que viaje al Sudeste Asiático de una u otra forma debe hacer escala en Bangkok para conectarse con vuelo a otro destino. Es lo usual, aunque ya muchos países tienen vuelos directos entre sí. Hablo de Bangkok, Tailandia, pues una de las ofertas que me hacían era la de viajar a visitar el conjunto de templos de Angkor Wat, históricamente el más importante de Asia y probablemente del mundo entero. Uno podía ir en auto por pocos dólares al lugar, unas seis horas de trayecto para llegar a la ciudad de Siam Reap, pero cuando uno está trabajando el tiempo es oro y el deseo de estar con la familia lo es más aún, por lo que Angkor Vat quedaba como un sueño turístico.

Después de visitar Singapur, de ahí tomamos un vuelo rumbo a Siem Reap, el que dura un par de horas. Del aeropuerto a la ciudad hay que caminar en taxi no poco. Atención con los precios, unos piden 40 o 50 dólares, pero otros se conforman con 30. Nunca tomar taxi que no sea de alguna sociedad o compañía. Los taxistas son muy rápidos en ofertas, 30 dólares diarios por llevarte al Circuito Corto y otros 30 al Circuito Largo del conjunto de templos. Con la ventaja que él estará con uno hasta que termine el recorrido. Eso es mejor que pagar menos por un tuk tuk, en el que uno recibe toda la contaminación y polvo en el camino.

Un poco de historia de Wikipedia.com, la obra fue construida en el siglo XII durante el reinado del rey Suryavarman II. La misma se considera como el núcleo histórico de la civilización khmer o jmer. Angkor Wat se comenzó a construir exactamente en 1113 y concluida en 1150. Su origen es de culto hindú y dedicado al dios Vishnu. El complejo posee diversos templos y torres que asemejan a una elevación, en este caso el monte Meru, considerado por los hindúes como el centro del Universo. En este complejo habitaban alrededor de medio millón de personas, lo que lo convierte en el mayor sitio preindustrial de la historia. Impresionante resulta el foso que rodea a todo el templo, con un perímetro de 5 km, con una profundidad de 4 metros de agua. 

Angkor significa capital, mientras Wat se traduce como templo. Ambas palabras son de origen khmer. Inicialmente a este complejo se le llamó Preah Pisnokar, nombre póstumo en honor a de Suryavarman II. La ciudad mantuvo población y actividades hasta el siglo XVI. Nadie sabe como fue abandonada y olvidada hasta que el francés Henri Mouhot la descubrió, pura leyenda, pues en el mismo siglo XVI el fraile capuchino portugués Antonio da Madalena había descubierto esta maravilla, mientras que otro historiador portugués, Diogo do Couto recuperó la información, y la dejó lista para su uso y consulta.

Llevaba años viendo fotos y videos de Angkor Wat, por lo que la llegada allí fue sueño cumplido. La entrada por 72 horas vale algo más de 60 dólares por persona. El tique de entrada debe tenerlo siempre consigo, ya que a la entrada de varios templos se lo pueden pedir. El plan, cumplido, por cierto, fue realizar la visita en dos días. Uno al circuito largo y otro al corto. El Circuito Corto no es tal, se le llama así porque los templos están más próximos uno de otro. La lista de templos en este trayecto es la siguiente: Angkor Wat, Angkor Thom, Bayon, Baphuon, Ta Keo, Thommanom, Ta Prohm, Banteay Kdei y Phnom Bakheng, este último no visitado por hallarse en la cumbre de una colina a cierta distancia del núcleo de Angkor Wat. Lo mejor fue llegar a la hora de la puesta del sol, casi de noche aún. El templo principal, el mismo Angkor Wat lo merita. Veamos.

El templo Angkor Thom, centro simbólico del imperio Khmer, construido durante el reinado de Jayavarman VII a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, es otro ejemplo de la arquitectura khmer, la cual posee varias puertas y una extensa superficie.

En el área de Angkor Thom está el templo Phimeanekeas, el cual fue igualmente sede imperial del rey Suryavarman I. Se trata de una pirámide de tres niveles vigilada por varias estatuas de leones y elefantes ubicadas en los laterales de las escaleras.

çEl templo Bayon se erigió en honor al rey Jayavarman VII y es considerado entre los tres de mayor importancia.

Baphuon fue construido y dedicado a Shiva, una de las divinidades de la trinidad del hinduismo. Se convirtió en templo en el siglo XV.  

Ta Keo se erigió en el siglo X y posee una altura de 45 metros.

Thommanon está en el mismo corazón de Angkor Thom y posee una belleza arquitectónica muy apreciada por los entendidos en arqueología.

Ta Prohm es templo atrapado por la selva al momento que fuera descubierto por los arqueólogos, y posee una superficie de 60 hectáreas. Se erigió en honor a la madre de Javayarman VII. Allí se rodaron algunas escenas de la peli Lara Croft protagonizada por Angelina Jolie.

Banteay Kdei se construyó a lo largo de los reinados de Jayavarman VII (1160-1219) y de su sucesor, Indravarman II (1219-1243).

Terminada esta visita, veamos el circuito largo, algo más reposado, requiere menos visitas y más tiempo para ver más detalles, pero se nos antojó una vez más comenzar por el mismísimo Angkor Wat, para proseguir con los templos de Preah Khan, Neak Poan, Ta Som, Mebon Oriental y Pre Rup. La Puerta Norte de Angkor Thom está incluida en este trayecto, pero su foto aparece en las dos diapos que ilustran Angkor Thom. No llegamos a visitar el templo dePrasat Kraven.

Preah Khan es templo construido en el siglo XII y declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1992.

Neak Poan, construido igualmente en el siglo XII, es un templo budista en una isla circular. Para llegar allí hay que cruzar una pasarela por encima del cuerpo acuático que alberga la isla. Inicialmente se erigió como centro de salud, ya que se entendía que sus aguas eran medicinales.

Ta Som, del siglo XII, es la mejor representación de como esta ciudad inicialmente hinduista, pasó después a ser budista. Los íconos presentes así lo demuestran. Es un pequeño templo dedicado a Dharanindravarman II, padre del rey Jayavarman VII.

Mebon Oriental es del siglo X, dedicado también al Dios Shiva, e igualmente se construyó sobre otra isla artificial en el centro del depósito Baray Oriental, el cual ahora está seco.

Pre Rup, uno más dedicado a Shiva, construido en el siglo X, aparece a 9 km del centro de Angkor Wat. Posee forma piramidal y fue templo estatal durante el reinado de Rajendravarman II.

Les dejo con algunas otras vistas de los templos y áreas visitadas. En otra entrega daré algunos detalles de la ciudad de Siem Reap.

Ricardo Labrada
8 mayo 2025

De visita en la Ciudad-Estado de Singapur

Creo que Singapur es una de las grandes ciudades del mundo.”
Marco Pierre White (personalidad televisiva inglesa)

Singapur (significa ciudad de los leones) es realmente una ciudad, 9 km cuadrados menos de superficie que la Habana, Cuba, pero con una población que supera los 5,6 millones de habitantes, donde, al igual que en Malasia, existe una diversidad étnica compuesta por chinos mayormente, y en menoría, malayos e hindúes. Este país fue parte de Malasia al momento de la independencia en 1963 del Reino Unido, pero Singapur no estuvo de acuerdo con su estatus, por lo que en 1965 se independizó de la monarquía constitucional malaya y estableció una nueva república.

Estructuralmente Singapur posee una isla principal, conocida antes como Temasek, y 63 islas satélites. Económicamente es un país próspero con uno de los más altos niveles de vida en el planeta. Su moneda, el dólar de Singapur es sumamente fuerte y casi a la par del dólar de EE. UU. El país posee puerto, el que facilita un intenso intercambio comercial. Singapur es el cuarto núcleo financiero más importante en el mundo, solo superado por Londres, Nueva York y Hong Kong. Posee industria manufacturera, particularmente en electrónica y productos químicos, y es centro para el refinamiento de petróleo. Conozco que Singapur invierte en algunos sectores productivos de países del sudeste asiático, por ejemplo: Vietnam.

Había estado dos veces anteriormente en Singapur, pero siempre en escalas de un día. Siempre me había maravillado su limpieza y orden por doquier. En la calle no se puede fumar y arrojar colillas, tampoco chiclets o escupir, si lo haces te puede costar una multa saladita. Mucho menos formar alboroto, y cuidado con intentar introducir o consumir drogas, algo que puede ser objeto de penas muy fuertes, no excluida la capital.

Esta vez viajé con mi esposa con idea de turismo y de conocer mejor este mundillo tan increíble. Para llegar a Singapur lo hicimos en bus desde Melaka, Malasia. Hay un bus cada hora que cubre ese trayecto. En 3 horas y media uno llega a la estación de Woodland, primer punto de frontera de Singapur. Primero el bus para en el borde de Malasia, para hacer check out en unos 10-15 minutos, y abordamos nuevamente el bus para llegar a la estación ya en territorio de Singapur. El chequeo es rápido y usualmente hay personal que lo ayuda a uno a hacer todo el tramite vía digital.  Viene después el chequeo de maletas por radiografía, y de ahí a buscar bus para ir a la ciudad. Lamentablemente los buses no es que sean muy frecuentes, hay que hacer su cola y esperar. El pago del bus se puede hacer directamente con tarjeta de crédito o débito, pero hay que tener una para cada pasajero, no se acepta una misma para dos pasajeros. Igual pasa en el metro, por lo que debes tener dos tarjetas, en mi caso, tenía una de cada tipo, así que no hubo problema.

Al llegar al primer punto urbano, cambiamos dinero y nos hicimos de una tarjeta SIM. El dólar de Singapur es una moneda bastante fuerte, y el país de barato nada, es caro en general. De ahí, tomamos un Grab (Uber), el que nos llevó al hotel. Nos hicimos idea, no es errado, que los salarios aquí son elevados. Un detalle, en la mañana no vimos gente en las calles, señal que están trabajando.    

El primer lugar que visitamos fue el Marina Bay Sands, complejo de edificios, que incluye un hotel, el museo de Arte y Ciencia, dos teatros, varios restaurantes, un centro comercial y un enorme casino. Su arquitectura consta de tres torres de 55 plantas, en la parte superior es como una barca, la que no pudimos subir, pues estaba en reparación. Visitamos solo una de sus cafeterías, donde desayunamos. Con lo que pagamos, podrían haber desayunado 6 personas en Valencia, España.

Después disfrutamos del Gardens by the Bay (Jardines en la Bahía), con jardines enormes y bellos, los que aparecen entre el mar y la parte posterior del Marina Bay Sands. Estos sitios con variada vegetación son muy originales e invitan a parar y observar. Allí uno encuentra el Skywlak, pasarela de más de 20 metros, la que aparece unida por superárboles de 50 metros de altura, con vistas muy chics. Los jardines son gratuitos, mientras que recorrer la pasarela cuesta unos 5 euros.   

Otra atracción es el enorme invernadero Cloud Forest (Bosque de nubes), el cual posee la cascada más alta del mundo (35 metros de altura). Dentro el ambiente responde bien a su nombre, pues es algo nublado. Para uno que disfruta de las plantas, esta visita es imprescindible. Dentro también se puede apreciar un reloj floral, algo muy original, así como diversas plantas, sobre todo pteridofitas (helechos).  

En los jardines se muestra el Moongate (Puerta de la Luna), elemento en forma de de arco circular, utilizado como intermedio entre los diferentes espacios de los jardines, en los cuales hay diversas esculturas de animales.  

Visitar estos jardines de día es obligatorio, pero no lo es menos en la tarde para ver el show de luces que ofrecen estos super árboles. Por lo que hay que ir de día y de tarde cuando oscurece. La hora del show es fija diariamente.

De ahí nos movimos con el metro hacia el centro, no sin antes ver de lejos el Singapore Flyer, una rueda gigantesca, la más alta del mundo, la que posee 165 metros de altura. Según Wikipedia.com, la rueda tiene 28 compartimientos del tamaño de un autobús urbano con una capacidad para 28 personas que permite a los pasajeros caminar alrededor sin sentir ninguna vibración durante los 30 minutos de rotación.

Luego pasamos por delante de un mall de varias plantas, limpio, luminoso y atractivo. No miramos mucho los precios de los artículos, pero si apreciamos su belleza. Pasamos por el Museo de Arte y Ciencia, inaugurado en 2011, el que cuenta con varias exposiciones y en su exterior hay una enorme figura que asemeja a una flor de loto. A poca distancia está el puente peatonal de acero de doble hélice, con forma de estructura del ADN. El puente pasa por encima del río de Singapur.

Por el camino le pasamos a otro mall, el de la explanada, y de ahí cruzamos por el puente del jubileo en dirección al Merlión, mascota oficial de Singapur, estatua de más de 8 metros, que combina la figura de la cabeza de un león con la de un pez. En malayo se le conoce como Singa-Laut. Se dice que el primer vocablo viene de la palabra Simba, la que en Swahili significa león, algo dudoso, pues ese idioma se habla en África. El león viene de una leyenda de haber sido descubierto por el príncipe Sang Nila Utama, mientras que la cola del pez es por la tradición pesquera de este lugar.

Cerca del Merlión se halla el puente Anderson y no lejos el antiguo edificio de la Corte Suprema es actualmente, junto con el Ayuntamiento, la Galería Nacional de Arte de Singapur, inaugurada en 2015. 

Otras partes vistas fueron el Chinatown, además de las calles y sus adornos chinos, está el Templo Buddha Tooth Relic, que guarda en su interior una reliquia en forma de diente de Buda, fue inaugurado en 2007.

En la calle Beach Road en el distrito de Kampong Glam de Singapur está está la Mezquita Hajjah Fatimah, construida en 1846.

En Little India hay edificios de colores, y nos detuvimos en el templo hindú, estilo tamil, Sri Veeramakaliamman en la Serangoon Road, el cual fue santuario dedicado a las diosas Kali y Parvati en 1855. Aquí nacieron hijos de constructores bengalíes en 1881.  

Cross Street es una calle en Singapur, concretamente en la zona del centro financiero de la ciudad. La calle comienza en Shenton Way y termina en el cruce de South Bridge Road, donde se convierte en Upper Cross Street.

Hasta aquí esta visita a Singapur, nos despedimos con gratitud por la estancia tan interesante y novedosa que tuvimos. En el aeropuerto no pudimos ver el Canopy Park, ya que la terminal que nos tocó estaba alejada de la primera, donde está ese parque.

Ricardo Labrada
22 abril 2025

Visita a Malasia. III. Melaka

Sobre las ruinas de la ciudad de Melaka, se
desarrolló el espíritu de la independencia, la que
unió a todos los malayos de todas las etnias en defensa
de la justicia de los derechos.”
Dr. Burhanuddin Al-Helmy (político del Partido Islam Semalaysia)

La ciudad de Melaka, también llamada Malaca, es la capital del estado costero homónimo situado al suroeste de Malasia. Según Wikipedia, el nombre Malaca proviene del árbol frutal Pokok Melaka. Esta ciudad está en el estrecho homónimo y su sultanato fue fundado en el 140. La población local, musulmana de religión, se dedicaba a la pesca esencialmente. Ya desde antes de la colonización, Melaka poseía trasiego de mercancías, donde la parte china jugaba un papel importante. Ese punto se conectaba perfectamente a través de vías marítimas con la India, Sri Lanka, las islas Molucas, Cantón y Japón para el desarrollo de ese comercio. La distancia entre la costa de Melaka y las costas insulares de Indonesia no es grande.

En 1509 el almirante al almirante Diogo Lopes de Sequeira visitó al sultanato con el propósito de establecer un comercio conjunto, pero los musulmanes de Goa (India) lograron convencer al sultán que el negocio no era confiable. Como aquello no prosperó por las buenas, los colonialistas entonces apelaron a las malas. Fue así como en 1511 Afonso de Albuquerque de Portugal organizó una tropa de 1200 hombres y 18 barcos, la que salió rumbo a Melaka desde Goa. La idea era de mostrar fuerza y convencer al sultanato de un acuerdo, pero no se aceptó, y se desencadenó una guerra, la que duró 40 días y Melaka cayó en manos de los lusitanos. China no se quedó tranquila con este suceso y tomó serias represalias con los portugueses. A Portugal no le fue fácil permanecer en Melaka y el comercio nunca llegó a prosperar como este país europeo deseaba. Un siglo después los holandeses se interesaron por el lugar y decidieron apoderarse del mismo a la fuerza. Durante más de 30 años estuvieron portugueses y holandeses en guerra, en la que los del país de los molinos al viento llevó la peor parte. Sin embargo, las fuerzas de Portugal a la larga quedaron exhaustas. La guerra concluyó a principios de 1641. Los holandeses no se conformaron con Melaka y lograron expandir sus dominios en territorios del vecino archipiélago indonesio. En 1824 la parte holandesa cedió Melaka al imperio británico.

Así que Melaka tuvo influencia europea variada. La llegada de los británicos significó la entrada de esclavos hindúes en el país, considerados de siempre como buenos cortadores de caña de azúcar. China continuó con su comercio y una parte de su población se asentó en Melaka, tal y como hicieron en el resto de los territorios que hoy ocupan Malasia y Singapur.

Relativamente pequeño lugar con mucha historia, la que uno aprecia desde que va al centro de la ciudad. Hicimos el viaje erróneamente en bus desde Georgetown-Penang, el cual no era expreso y paró en varios puntos. Así que de la estación de buses de Butterworth a la Melaka nos llevó casi 10 horas. No nos lamentamos, pues pudimos ver mucho de sus paisajes, cultivos, cuerpos acuáticos y darnos cuenta de que el país está electrificado. Sin embargo, si hacen este viaje, les aconsejo tomar bus expreso desde Butterworth a Kuala Lumpur, y allí buscar otro bus que los lleve a Melaka. De esa forma, se pueden ahorrar hasta 3 horas de viaje. Llegado a Melaka, nos fuimos al hotel, el que nos impresionó. No creo haber pagado más de 40 euros por noche y el hospedaje era de cuatro estrellas, con un cuarto muy amplio, todos los equipos necesarios y un baño de lujo. El hotel es el Attic Home Melaka Imperio Residence & Jonker. Estábamos a 10 minutos del centro tomando un grab, pues en los alrededores no había mucho restaurante disponible, excepto uno con excelente comida sudcoreana.

Temprano al siguiente día salimos en grab rumbo al centro, el cual estaba cerrado para el tráfico por ser domingo, si recuerdo bien. Así que el coche nos dejó en un punto cercano a la plaza holandesa, el centro de la ciudad. Hicimos camino a lo largo del canal que atraviesa esta urbe alimentada con aguas del río Klang, el que fluye desde Kuala Lumpur y el estado de Selangor para desembocar en el estrecho de Melaka.

En el centro de la ciudad, la plaza indicada encontramos la iglesia Cristo construida en 1753. Su interior posee vigas de madera, muebles algo viejos, pero todo ordenado y en buen estado. Había misa o alguna ceremonia cuando llegamos allí, me llamó la atención la fraternidad reinante. En el lugar está el Stadthuis, el ayuntamiento establecido por los holandeses, edificio también residencia oficial del gobernador holandés de trabajo en el pasado. A un lado aparece la Torre del Reloj de Melaka. Todas esas edificaciones de color rojo, como si fuera la arcilla de Artemisa en Cuba.

Moviéndonos hacia la izquierda encontramos muchos sitios, el primero fue la Porta Santiago, una de las entradas que quedan con vida del famoso fuerte A Famosa es el construido por los portugueses en 1511 en la base de la colina de St. Paul (San Pablo). El mismo era una ciudadela con iglesia, hospital, castillo y palacios. Entre una y otra guerra el fuerte fue destruido y poco faltó para que lo demolieran en el siglo XIX. No obstante, hubo personas e historiadores que abogaron por su conservación, y ahí está. Para subir la colina, llamada de San Pablo (St Paul) o Malacca, hay una escalera, que uno debe subirla despacito y con intervalos de descanso.

En esa colina se encuentra la iglesia de San Pablo, antes llamada Nossa Senhora do Monte construida por el capitán portugués Duarte Coelho en 1521. Aledaña a la iglesia hay un cementerio   Iglesia St Paul, antigua, ubicada en la colina St Paul, construida en 1521 por un capitán portugués, Duarte Coelho, la iglesia está situada junto a un cementerio holandés. De frente a la Iglesia está el monumento a está el monumento al presbítero y misionero navarro Francisco de Javier, miembro de la Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Dicen que este misionero canonizado estuvo a punto de ahogarse en un naufragio en las Molucas, donde un cangrejo se le acercó con su crucifijo perdido.

En Melaka hay una iglesia dedicada a Francisco de Javier, la cual estaba en reparación al momento de la visita, por lo que nos conformamos con verla exteriormente y con andamios de por medio.

Cuando uno baja de la colina, encontrará varios museos, entre ellos el Museo del Palacio del Sultanato de Malaca, edificio reconstruido, basado en la información y los datos obtenidos de los anales malayos, el que fue inaugurado el 17 de julio de 1986 por el primer ministro Mahathir Mohamad. En mi ignorancia, la arquitectura del museo me pareció por sus techos, chino/budista y no musulmán. Está el santuario del patrimonio de la ciudad, nuevamente con techos en la forma anterior, el obelisco en honor a la infantería y el memorial de la proclamación de la independencia, construcción de 1912.  

También hay un espacio para algunos objetos y máquinas del pasado, como trenes, aeroplano, la galería de arte y al frente la fuente de la reina Victoria. Ya de ahí se está muy cerca de los malls de la ciudad, enormes y con el aire acondicionado requerido para aliviar el fuerte calor reinante en Melaka.

La calle o paseo principal de Melaka es la Jonker, la que uno debe visitar de día y de noche, sobre todo los fines de semana cuando hay venta de muchas cosas, bares y restaurantes. Por los alrededores andan los tuk tuk locales, muy adornados, nada que ver con los que existen en Bangkok. Montarse en ellos no es que sea barato, ya que son bicitaxi. La Jonker tiene un ambiente chino muy marcado hasta en los adornos.

Si uno desea ver Melaka desde las alturas hay dos opciones, la primera es el Sky Tower y subir por ascensor hasta la planta 43. Lamentablemente fuimos y estaba esa planta en reparación, pero una señora extranjera que allí vive nos sugirió quedarnos en la 42, donde veríamos casi lo mismo y así lo hicimos, donde tomamos fotos.  

La otra opción es la Torre Menara Taming Sari, a la que vimos de lejos y no fuimos. Melaka a uno le parece que es una ciudad de casas y edificaciones antiguas, y se equivoca, es una combinación de rascacielos, sobre todo hoteles.  

Volvamos al final de la Jonker, donde encontramos primero, ya en Jalan Tokong, el templo budista Xiang Lin Si, edificio llamativo exteriormente y con modestas decoraciones internas.  

Al frente está el templo taoísta y budista Cheng Hoon Teeng, construido en 1646, también conocido como el de la Nube Verde, es uno de los más antiguos de Malasia, importante para la comunidad china religiosa.

A menos de una cuadra de distancia está la mezquita Kampung Kling, construida en 1748, cuyo patio interior me llamó la atención. También es interesante ver un templo musulmán en pleno barrio chino, señal de tolerancia entre las etnias convivientes.

Si de mezquita se trata la que más me impresionó fue la de Melaka Straits o Masjid Straits Melaka, situada en una isla en el Estrecho de Malaca, sobre pilares en el agua, que talmente parece que flota. Por dentro todo moderno y ordenado. Antes de entrar mi esposa tuvo que ponerse toda la vestimenta requerida para las féminas en estos lugares. La mezquita tiene una plaza muy elegante y en su parte posterior una especie de embarcadero, desde donde uno puede admirar el mar del estrecho.

Hasta aquí llegó nuestra muy agradable visita a Malasia, país con desarrollo y el que se independizó en 1963. La población es muy amable y servicial. Bastaba que uno preguntara algo y ellos se ocupaban de atenderlo.

Ricardo Labrada
4 marzo 2025

Visita a Malasia. II. Georgetown-la isla Penang

Malasia es un país lleno de promesas y fragilidad.
Su historia, diversidad cultural y religiosa la convierten
en una tierra rica, fascinante y sorprendente.”
Dicho popular

Hace algunas décadas visité la isla de Penang con motivo de un taller regional sobre arroz. La idea inicial del proyecto regional de la FAO en el Sudeste asiático era que visitara Malasia para este interesante evento, en el que hube de exponer, y de ahí ir a Vietnam, país que no pude entonces visitar. A decir verdad, estuve alojado en un hotel muy chic a la orilla de la playa y, Georgetown, la ciudad, no la visité entonces.

La isla de Penang se encuentra al noroeste de Malasia. Su ciudad, Georgetown, fue fundada en 1771 por los ingleses, la cual se caracteriza por su arte callejero, sus playas, y su gastronomía. Nuestro interés no era de playas ni de senderismo, era disfrutar y conocer el ambiente urbano en Georgetown.

A la isla se puede llegar por vía aérea o mediante bus. Esta última opción nos lució más interesante, ya que así podríamos apreciar parte del paisaje del país. Cualquiera que quiera hacer este viaje, le aconsejo tomar el bus de las 6:30 de la mañana, el cual llega a la terminal Sentral (así se escribe en malayo) del lugar alrededor de la 13:30, pero para llegar a Georgetown hay que tomar otro vehículo, un grab, con el que uno podrá disfrutar el cruce del enorme puente que hay desde la estación de buses hasta la ciudad, a la vez que podrá contemplar las playas.

El hospedaje fue un hostal bastante cómodo en pleno centro de la ciudad, todo a la mano. La impresión que nos llevamos es que ese entorno es bastante chino por el número de fondas, cafeterías y tiendas que ellos administran. Por ser puerto, se facilita la venta al por mayor. Visitamos varias tiendas con mercancía de calidad, pero desde el inicio nos decían que era wholesale, al por mayor. La impresión que uno se lleva de la ciudad es que tiene mucha influencia china, aunque el hostal era malayo, pero el restaurante escogido para almorzar es chino con una comida excelente, y la cafetería para desayunar era occidental y con propietario chino.

Voy a tratar de dar un orden a la visita, ya que la memoria puede traicionarlo a uno. Empiezo por la Mansión Cheong Fatt Tze, también conocida como Blue Mansion, donde sus fachadas son de azul indigo. Esta mansión de 1880 fue residencia de un influyente político chino. En su interior uno nota el lujo existente en sus habitaciones, salas y hasta cafetería. Allí se rodó parte de la peli “Indochina (1992)” del director Régis Wargnier y protagonizada por Catherine Deneuve, Jean Yanne y Vincent Pérez. Si no la ha visto, se la recomiendo, solo que esta mansión en la peli la hacen aparecer como una existente en Vietnam.  

Otra mansión fue la de Pinang Peranakan del siglo XIX, museo dedicado a la cultura y patrimonio Peranakan, así se les llama a los primeros descendientes de inmigrantes chinos establecidos en Malasia. Ellos eran los llamados babas. La mansión está en la 29 de Church str. y su fachada exterior es verde. En el interior, hay centenares de artículos representativos de la cultura de los Babas.

En un país de mayoría musulmana no podían faltar las mezquitas. La primera fue la de Kapitan Keling, la más grande de la ciudad, la que hace esquina entre Lebuh Buckingham y Lebuh Pitt, construida en el siglo XIX por comerciantes hindúes musulmanes. El templo es parte de la herencia cultural de Georgetown y tiene mucho que ver con la comunidad musulmana tamil establecida en esa urbe en la fecha ya indicada.  

El templo musulmán más antiguo de la ciudad es el santuario Nagore, construido en 1800, el cual tiene una arquitectura original y su color blanco resalta a la vista.

De ahí nos fuimos en dirección a la playa-costa, primero tropezamos con dos iglesias cristianas, la iglesia anglicana San Jorge del siglo XIX, probablemente la más antigua de esta religión en el Sudeste Asiático, la que fue convertida en catedral en 2023. Esta iglesia cae dentro de la jurisdicción del Arquediácono del Norte Superior de la Diócesis anglicana de Malasia Occidental.

La Iglesia de la Asunción, fundada en 1786 y es la iglesia católica más antigua en Malasia. Fue también sede del obispo de Penang entre 1955 y 2003. Por los alrededores no faltó una modesta Iglesia Bautista.

No faltó en el recorrido otra mezquita, la Lebuh Aceh o Acheen, construida en el siglo XIX, cerca de la cual está el cementerio, donde descansan los restos de Tengku Syed Hussain Al-Aidid, benefactor en la comunidad Aceh.

Más adelante llegamos a una plaza, donde radica la cámara malaya de comercio de Penang. Más adelante encontramos la Torre del Reloj de la Reina Victoria, construido para celebrar el jubileo de diamante de la reina Victoria el 22 de junio de 1897, fecha que también marca el 60 aniversario del ascenso al poder de la monarca. Aquella conmemoración fue apoteósica en Gran Bretaña, habría que ver como fue en Malasia entonces.

Ya de ahí es un paso para llegar al Fuerte Cornwallis, antigua fortaleza que sirvió de punto de defensa durante la época colonial, construido en el siglo XVIII, por iniciativa de Francis Light. El lugar tiene sus murallas y varios cañones de la época allí emplazados, donde sobresale el cañón Cañón Sri Rambai. También hay un polvorín y no muy distante un faro. Desde el fuerte se divisa toda la playa/costa del lugar.

Luego disfrutamos de la playa, nada de baño, paseando por su malecón, así vimos el monumento a los caídos durante la I Guerra Mundial hasta llegar al Edificio del Consejo Urbano de Penang y luego al Edificio de la Asamblea Estatal.

Después del almuerzo y un ligero reposo nos fuimos al Chew Jetty o los embarcaderos de los Jetty, donde prevalecen casas flotantes sobre pilotes, animadas con grafiti en las paredes de madera en varios lugares. En esas viviendas se asentaron pescadores chinos en el siglo XIX, la mayoría de la provincia de Fujian, los que emigraron a Malasia en busca de mejores oportunidades económicas. La entrada al lugar es pasando por un templo budista muy colorido. No me gustó la cantidad de tiendecillas en el lugar, las que venden muchos suvenires y baratijas.

En lo sucesivo fue visitar los varios templos budistas en Georgetown. Ahí sobresale las casas de los Clanes: Khoo Kongsi o Kew Leong (Salón de los nueve dragones) Tong Lim Kongsi, fundado en los siglos XIX y XX, por población china de apellido Lim, proveniente del poblado Koe Guan del districto Hai Teng, prefectura Cheang Chew, actualmente Zhangzhou, en Hokkien. Provincia de Fujian, China. El complejo es lugar de reuniones de la comunidad china, la que posee un lujoso templo, de los más grandes en Malasia, teatro de ópera, terrazas, tiendas y oficinas. Me llamó la atención el lujo interno y los grabados en sus paredes. En su interno uno puede ver artículos usados por generaciones en el lugar.

El Templo budista Kuan Yin, construido en 1728, está dedicado a la diosa de la misericordia. La edificación es estéticamente atractiva y para muchos, majestuosa. La entrada al Khoo Kongsi es pagada, pero al Kuan Yin es gratis.

El templo taoísta Yap, está ubicado en el mismo corazón de la ciudad. Al lado del templo está la casa del clan Yap, no abierta al público, mientras que al templo se puede acceder, donde hay un altar al dios Yap. Las tejas verdes son muy típicas de esta construcción. Las esculturas de dragones no faltan, tampoco las tiendecillas de ropa y suvenires.

En Georgetown no faltan edificaciones modernas, casi todas aledañas a la playa. Igualmente hay está la Torre de Komtar (acrónimo de Kompleks Tun Abdul Razak), o Menara Komtar, el edificio más alto de Penang y el sexto más alto de Malasia, situado en el centro de George Town. Cuando su construcción terminó fue el segundo edificio más alto de Asia, solo superado por el Sunshine 60 de Tokio. La torre tiene fine comerciales y administrativos.

El cansancio combinado con el calor de la ciudad no nos dio fuerza para visitar el Templo de Kek Lok Si, budista y el más grande de Malasia, el que se encuentra en lo alto de la colina Air Itam en las afueras de la ciudad. Lástima, pero la edad no perdona en estos casos. Para finalizar los dejo con una foto del cochecito tipo bicitaxi que corre en el centro de Georgetown y una frutería callejera con venta de durian.

Ricardo Labrada
12 febrero 2025

  • Todas las fotos son propiedad del autor.

Visita a Malasia. I. Kuala Lumpur

Malasia, donde las aventuras comienzan
y los recuerdos duran para siempre.”
Dicho popular

Un país interesante del Sudeste Asiático es Malasia, el que posee dos territorios:  la Malasia peninsular con alrededor del 40% del territorio y el 80% de la población) y la insular (Borneo), cuya parte norte le pertenece, mientras que el resto es compartido con Brunei e Indonesia.

Lo otro que le caracteriza es que su población la conforman tres grupos étnicos distintos en cultura y religión, donde los malayos, de religión musulmana, son mayoría, seguido por una significativa población de origen chino, muchos de ellos budistas, e hindú. Viven de siempre en paz y en armonía. Cada uno tiene sus templos y cada cual es libre de practicar su religión, costumbres y hábitos alimentarios. Se habla, cuatro lenguas, el malayo, el inglés, el mandarín y el hindi.  

Malasia, país tropical, se independizó de Gran Bretaña en 1963, así que su desarrollo comenzó entonces, el que va acorde con los recursos que poseen. Su agricultura produce caucho, coco, caña de azúcar, aceite de palma, arroz y frutales. Además, posee petróleo y otros recursos naturales.

Desde la primera vez que visité a Malasia en 1993, el país me agradó, noté bienestar y un desarrollo acorde con los recursos que poseen. Conozco el Borneo indonesio, el llamado Kalimantan, por lo que supongo que no sea mucha la diferencia entre este y el malayo. La capital de Malasia, Kuala Lumpur, es impresionante por sus numerosos rascacielos, algunos de ellos campeones o subcampeones a nivel mundial. Las torres gemelas Petrona son las más altas del mundo en la actualidad, mientras que la torre Merdeka es la segunda en altura a nivel mundial, solo superada por otra existente en Dubai.  

Esta vez visité Malasia como turista y con deseos de conocer más de lo visto en mis dos visitas anteriores de trabajo en la FAO. Largo es el viaje de Europa, aconsejo que de ser posible lo realicen con escala para dormir en un país intermedio. Son no menos de 17 horas de viaje y uno llega más muerto que vivo a Malasia y con los pies hinchados. A las líneas aéreas solo les queda exprimirnos para aumentar viajeros y espacio. Hay, creo, que ministerio del consumidor, me pregunto si esa no es una tarea, regular el espacio de un viajero.

Malasia no es país caro, sus hoteles son de calidad y con precios muy razonables, pero les aconsejo de no siempre tomar lo más barato. Si uno paga las dos terceras partes de lo que paga por una habitación en Europa, pues tendrá un lugar cómodo y espacioso para dormir. No se dejen llevar por booking.com. Aunque no acostumbro a hacerle fama a ningún hotel, esta vez violo la regla y aconsejo a los que visiten KL hospedarse en el hotel de 4 estrellas Santa Grand Signature, cuyo servicio es excelente, precios muy razonables, confort y céntrico.

Para ir del aeropuerto a la ciudad hay dos opciones, una es viajar con el tren expreso (KLIA Ekspres), el cual lo lleva a uno directo en media hora a la estación Sentral (así se escribe en malayo). Vale solo 55 RM (unos US$ 11), pero si no tiene apuro, puede tomar un Grab, el que le llevará por 65 RM, muy aconsejable cuando se viaja acompañado. El único inconveniente aquí es que el trayecto se demora más de una hora. Como uno llega cansado, les recomiendo que viajen en el tren a la llegada y cuando se vayan, usen con tiempo el Grab, cuya app se deben bajar antes de llegar a este país. El Grab es la opción similar al Uber en el Sudeste Asiático. Cerciórense siempre que la aplicación da exactamente el lugar en que estás, sobre todo cuando se visitan malls, los que pueden tener dos o más entradas. Si no saben, es mejor consultar con un local para que los ubique correctamente en el lugar dentro de la app.

El primer punto de visita fue la Mezquita Jamek, una de las más antiguas de Kuala Lumpur, construcción finalizada en 1909. Ahí uno podrá apreciar variedad de estilos El arquitectónicos. En el lugar confluyen los ríos Klang y Gombak. La entrada, como en todas las mezquitas, es gratuita. Su área es extensa y no nos dimos cuenta de que, está ubicada aledaño a la plaza Merdeka o Dataran Merdeka o plaza de la Independencia en español, la que visitamos en otro momento.

De ahí nos fuimos al barrio chino, extenso, donde se venden muchas cosas a precios que uno está obligado a regatear desde el inicio. Imagínense que por un par de sandalias de caucho comienzan pidiendo 200 RM, casi US$ 50. Divida inmediatamente entre 4 o más, y verá que al final el vendedor acepta. Lo bueno que tiene este lugar es la cantidad de fondas, donde uno puede comer. En Malasia la comida usualmente es muy picante, sea malaya o hindú, mientras que la china es una forma remedial, donde se come cositas que uno conoce y sin problemas de picante.

Caminamos un poco fuera del área china, al final nos decidimos irnos en un grab para el centro, las torres Petrona y su enorme mall aledaño. No piensen que es un mall más, no, como ese solo he visto otros parecidos en Singapur. Son varios pisos, con boutiques y lugares para comer. A las torres entonces no pudimos subir, había que reservar, lo cual logramos hacer semanas después, o sea al final de la gira que hicimos en el sudeste asiático.

Por detrás de las torres hay un parque enorme y extremadamente agradable, donde se combinan áreas verdes con varias fuentes y puentecillos. El parque tiene un lago artificial de una hectárea de superficie, el cual se llama Simphony lake. Visitarlo de día es relajante, al anochecer es otra cosa.

El segundo día en Kuala Lumpur lo dedicamos a visitar las Cuevas de Batu, ubicadas a unos 13 km del centro de la ciudad. Tomamos un grab, que nos resultó rápido y económico. El lugar visitado es un santuario hindú a base de cuevas naturales, de piedras calizas de millones de años, convertidas en templo en el siglo XIX y dedicadas al Dios Murugan: Dios de la guerra y la victoria, hijo de Shiva y Parvati, a quien le erigieron una enorme estatua de 42 metros de altura. Detrás tiene una escalera de 272 escalones, que llevan al visitante a varias cuevas, las que componen el llamado Templo de la Cueva. Era mucho pedir para nuestras extremidades y no las subimos.

Por el contrario, si visitamos y subimos los escalones de la Cueva Oscura o Ramayana, que posee una longitud de 2 km. Ahí hay también una enorme estatua dedicada al Rey Mono. Estos santuarios fueron descubiertos por el naturalista norteamericano William Hornaday en 1878.

Iniciamos el siguiente día yendo al barrio hindú, el cual no es tan grande como el chino, los que guardan poca distancia. La cantidad de tiendas pequeñas, todas con venta de móviles y accesorios, además de casas de cambio, es enorme en ese entorno. De allí fuimos a visitar el templo de Sri Mahamariamman, templo hinduista más antiguo de la ciudad, fundado en 1873. En su patio había música, algo muy usual en este tipo de templos. Valió la pena entrar en calcetines, no siempre resulta así.

Poco distante está el templo Guan-Di, templo taoísta construido en 1888. Este lugar evoca al Dios de la guerra y la literatura. Contiene espirales de incienso que cuelgan de su techo.

De aquí nos fuimos al barrio más concurrido de Kuala Lumpur, el Bukit Bintang, donde hay malls enormes, algunos con boutiques y mercancía no muy barata. Lo digo, pues todo el mundo habla de los precios en este país, los que realmente son baratos para los europeos, pero no todo es de quattro soldi como diría un italiano. Allí lo mejor es que uno puede comer lo que se le antoje por la variedad de restaurantes y cafeterías en el interior del centro comercial Pavillion.

Por la noche volvimos al parque KLCC, el mismo que está por detrás de las torres Petrona. Todos los días a las 20 horas hay un espectáculo de agua, luz y sonido gratuito. El juego de luces y fuentes a color es bello e impresionante. Así que relajante por el día e inspirador en la noche.

Después de estar allí tomando fotos y videos, nos dirigimos al hotel Traders, el que posee 34 plantas y en la 33 está el skybar, desde el cual se pueden apreciar las Torres Petrona y otros rascacielos de KL. El skybar también posee una larga piscina, algo muy normal en los hoteles de Kuala Lumpur, piscinas en las partes del hospedaje.

El 31 de diciembre de 2024 lo iniciamos con visita a la plaza Merdeka (plaza de Independencia o Dataran Merdeka en malayo), donde lo primero que visitamos fue la catedral de Santa María, diócesis de la Iglesia Anglicana en de Malasia Occidental, lugar tranquilo y sin lujos.

La plaza tiene como edificación principal la del Sultán Abdul Samad, lugar que tenía la Secretaría del Estado de Selangor en la época colonial, luego convertida a Tribunal Supremo, actualmente es el Ministerio Patrimonio, Cultura y Artes. Además, se encuentra una asta elevada, en la que se bajó la Union Flag y se izó la bandera de Malasia por primera el 31 de agosto de 1957. En esta plaza está la biblioteca de la ciudad. También hay varias fuentes, lo cual hace agradable el paseo aun con el intenso calor que reina en esa ciudad. Es importante señalar que la segunda torre del mundo en altura lleva también el nombre de Merdeka (Independencia).

Había que pasar la medianoche del 31 de diciembre en algún lugar. Nos decidimos ir a las Torres Petrona, donde había un show con música moderna y del lugar. Los restaurantes y cafeterías estaban llenos. Allí habría no menos de 20 mil personas, todos apretujados. Nuevamente vimos juegos de luces, música, la gente ni bebía, ni fumaba, había muchos niños de todas las edades, el ambiente sano. Estoicamente nos mantuvimos allí hasta que empezaron los fuegos artificiales, las Petrona se iluminaron como si fuera el paraíso, todo muy bello. La gente fue allí a esperar el año tranquilamente, no vi disturbios, fueron para mí un ejemplo de conducta.

Terminada la fiesta llegó el momento más feo, el regreso. Llamé un grab, nada, luego otro, nada, taxis no había. Era tanta gente que el tráfico de taxis y grabs estaban al tope. Después de muchas vueltas, una única solución, regresar a pie. Era exactamente media hora de ahí al hotel, pusimos el GPS y andando se quita la pena. Regresamos bañados de sudor, una ducha y para la cama. A las 6:30 de la mañana nos esperaba el bus para ir a Georgetown, Penang. El sacrificio valió la pena.

Al regreso a Kuala Lumpur, dos semanas después, habíamos reservado y pagado online la entrada para las Torres Petrona, edificaciones gemelas, la más alta del mundo, 452 metros, inauguradas en 1998. Diariamente se admiten 1500 visitantes, algo muy prudente, ya que evita la molotera. En la visita hay una primera parada en la planta 41, donde está el puente que une a ambas torres, donde uno puede permanecer unos minutos. De ahí uno va a la planta 86, donde uno tiene más tiempo para observar toda la ciudad y sus decenas de rascacielos. Finalmente te llevan al área de venta de souvenirs y donde hay una cafetería. El barman de la cafetería me preguntó si estaba hablando español con mi esposa, a lo que le respondí afirmativamente y le pregunté cómo lo adivinó. Me aseguró que ese lugar era visitado por muchos latinos y españoles, entre ellos paraguayos, colombianos, mexicanos y cubanos. Le pregunté si eran cubanos de Miami, me respondió: no, sir, vienen de Cuba. Me dejó con la interrogante qué cubano de Cuba tiene dinero para viajar tan lejos como turista.

Una conclusión haré sobre Malasia, una vez terminé de relatar las muchas cosas que vimos en los tres lugares visitados de este país.

Ricardo Labrada
5 febrero 2025

Visita a Austria. II Salzburgo

«Salzburgo es una ciudad de montaña con un río corriendo a través
del centro, todo bajo la lluvia varios tonos de verde y marrón

Jonathan Carroll (escritor estadounidense, 1949)

Terminada la visita en Baviera, Alemania, decidimos regresar a Austria, hacia su lado derecho con el mapa de frente a nosotros, para así visitar la famosa ciudad de Salzburgo, capital del estado federado del mismo nombre, la cual se extiende por ambas orillas del río Salzach. Es la cuarta ciudad de Austria, declarada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO. Salzburgo significa castillo de la sal.

Desde Múnich a Salzburgo hay 144 km y en coche es un poco más de 80 minutos de viaje. Así que salimos temprano y en vez de ir directo a la ciudad, decidimos primero visitar los jardines de Mirabell. Sabíamos que en la mañana habría sol, pero en la tarde la lluvia estaría presente, algo muy usual en esta localidad. En Mirabell nos concentramos en visitar sus jardines con hermosas esculturas, escenario de la famosa peli “Sonrisas y lágrimas (1965)”, la que en inglés se llama “The sound of music”, filme del director Robert Wise y protagonizado por Julie Andrews y Christopher Plummer. La trama, para aquellos que no la hayan visto o no se acuerden, es sobre una joven austriaca (Julie), encargada de cuidar los siete hijos del capitán Von Trapo (Plummer), del que se enamorará. El lugar es encantador y muy bueno para aquel que quiera desconectar de este mundo por un rato. En 1818 el lugar sufrió de incendio y fue restaurado. Los jardines poseen forma de planta geométrica con estatuas de temática mitológica, la mayoría de 1730.

De ahí fuimos al hotel, el que está en las afueras de la ciudad, muy cómodo, por cierto. Dejamos los bultos y nos fuimos en coche hasta un aparcamiento muy cercano al centro de Salzburgo. Les puedo decir que el casco de la ciudad es amplio y comprenden muchas plazas, iglesias, calles y casas de valor histórico. Debido a la presencia de tantos sitios, uno detrás del otro, me resulta algo difícil describir lo visto con la misma coherencia, con que la visitamos.

Empecemos por la Residentplatz o Plaza de la Residencia, suntuosa, donde aparece en primer plano la fuente Residenzbrunnen. La Nueva Residencia y el Carrillón son partes de este complejo. Hay también una galería, la Residenzgallerie, que contiene obras de artes del período comprendido entre los siglos XVI y XIX. También encontramos una estación meteorológica en un punto de la plaza. La Residencia y alrededores llevó más de 100 años construirlo durante los siglos XV y XVI.

Por los alrededores caímos en la Plaza del Capítulo (Kapitelplatz), lugar con historia medieval, ya que en la misma se efectuaron eventos caballerescos. La plaza, céntrica y al sur de la catedral, presenta la fuente de Neptuno, construida enel siglo XVII y la esfera de oro, Golden Kugel, que consta de una figura masculina de pie sobre una gigante bola dorada, hecha de fibra de vidrio, de dos toneladas de peso y 5 m de diámetro. Esta esfera es obra del escultor Stephan Balkenhol en 2007. Impresionante es la fuente de Neptuno, esculpida por Josef Anton Plaffinger en 1732.

Desde la Plaza del Capítulo divisamos en la altura a la Fortaleza de Hohensalzaburg, antigua residencia de arzobispos. Ese castillo, situado en el monte Festungsberg, se construyó en 1077, época de apogeo del Príncipe-arzobispo Gebhard von Helffenstein. El Hohensalzaburg actual es construcción en estilo gótico del siglo XV, luego ampliado con torres y muros en el curso del siglo XVII. Nos conformamos con verlo desde la Plaza mencionada.

El plato fuerte de la visita fue la catedral, construcción barroca, con fachada tripartita, de mármol y piedra caliza. La catedral posee tres portales con cuatro estatuas: San Pedro, San Pablo al frente, San Ruperto y San Virgilio, copatronos de la ciudad, en los lados. Su interior es espacioso y muy esplendido.

Lo que al que suscribe más impresionó en ese lugar fue la llamada capa de vacío, conocida como la capa de conciencia, Piedad o Comendador, que aparece en un arco de la Catedral, obra de la artista checa Anna Chromy. Me dejó pensando y queriendo adivinar lo que la artista quiso reflejar, ¿miseria, tristeza, muerte?

Otra iglesia importante en Salzburgo es la Iglesia Franciscana, erigida entre 1408 y 1450. Su elevada torre se construyó entre 1468 y 1498, dedicada a la virgen María y cedida a los franciscanos en 1642. Sin entrar mucho en detalle, pero fue templo del gusto del que suscribe por tener una armonía agradable.

Cerca de la catedral, en una placita antes de llegar a la iglesia franciscana, había otra escultura atractiva, Awilda busto blanco de cinco metros de altura, que representa a una chica dominicana que vino con su madre a Barcelona en busca de una vida mejor. La escultura es del artista catalán Jaume Plensa.

Otro sitio indispensable para visitar fue la iglesia o Colegiata de la Universidad de Salzburgo (Kollegienkirche), situada en la plaza de la Universidad (Universitätsplatz), construcción en estilo barroco del siglo XVIII, y dedicada a la Inmaculada Concepción. Este templo-museo forma parte del Patrimonio de la humanidad de la UNESCO y es actualmente sede del Festival de Salzburgo.

Otra plaza, Alter markt o viejo mercado, donde se encuentra la Florianibrunnen o la fuente con una escultura en honor a San Florián. La fuente está dotada de un pilar central con la escultura del santo.

En el recorrido no podía faltar pasar por la calle más importante de la ciudad, la “Getreidegasse” o calle del grano, donde se halla la casa natal de Wolfgang Amadeus Mozart. Esa vivienda tiene varios pisos, Mozart residió en el tercero en el período de 1747 y 1773, ya que después él y su familia se trasladaron a Viena. De frente a la casa se halla la plaza Makart  (Makartplatz).

Las plazas no terminan en Salzburgo, Plaza Max Reinhardten honor al actor y director austriaco Max Reinhardt. Ahí está el Haus o casa para Mozart, famoso músico oriundo de Salzburgo. No nos confundamos, es casa cultural en honor al músico. También alberga la casa de los festivales.

Cuando se sale de la plaza anterior está uno cerca de la plaza Karajan o Herbert-von-Karajan-Platz, la que se halla debajo de la roca Mönchsberg frente a Sigmundstor, el túnel de carretera más antiguo de Austria. Allí uno ve en sus paredes el baño de los caballos, lugar donde se bañaban los equinos después del trabajo.

Cerca de ese sitió está el museo de los juguetes y al lado, la iglesia San Blas, patrono de los enfermos. Este templo era originalmente parte de un hospital guiado en el siglo XV.

En la Plaza Kajetaner está presente el edificio de la Corte Regional, además de la iglesia San Cayetano, construcción iniciada en el siglo XVI y finalizada en 1712 e imitación de la Scala Santa en Roma. Este templo se destaca por su cúpula. Dentro tiene una escalera sagrada, que uno debe subir de rodillas. Como no pudimos entrar al estar cerrado nos evitamos el sacrificio.

Con el río Salzach de por medio, los puentes son necesarios, hay cinco, pero vimos o identificamos tres y pasamos por el más emblemático, el Makartsteg o de los candados, el cual tiene candados colocados en sus barandas.  Un candado simboliza el amor de una pareja enamorada, no lo sabía, pero lo aprendí. En el puente había un cartel en honor al rabino David Samuel Margules, hombre de origen ucraniano, nacido en Lviv en 1884 y que fuera electo líder de la congregación judía en esta ciudad en 1929. La congregación fue disuelta en 1938 cuando el führer antisemita ocupó Austria. Margules, junto con otros 25 judíos, fueron llevados al campo de concentración de Dachau y severamente torturados. En diciembre de ese año fue liberado y emigró a Inglaterra con su esposa y sus hijas. Allí murió en 1951.

Lo interesante fue que, al regreso de Salzburgo en dirección a Innsbruck, para así llegar al Trentino Adigio de Italia, nos vimos obligados a entrar nuevamente en territorio alemán y por ahí llegar a la frontera de estos dos países. Si hubiéramos ido en dirección a Udine-Venecia, la travesía habría sido hacia el sur, pero necesitábamos retornar finalmente a Verona, por lo que, sin más remedio, un rato en autopista alemana y de ahí a Innsbruck. Viaje entretenido contemplando los Alpes en distintos tramos de tres países.

Ricardo Labrada
2 noviembre 2024

Visita a Baviera, Alemania. II Nuremberg

Nuremberg, ciudad de la paz y los derechos humanos.”
Lema actual adoptado por esta urbe

Nuremberg (Nürnberg en alemán) esciudad alemana a orillas del río Pegnitz, dentro del territorio del estado de Baviera. Su población es algo más de medio millón de habitantes según datos del 2023. Esta urbe es conocida desde el año 1050 y desde Munich se puede llegar tranquilamente en coche por autopista. El recorrido es de 170 km, lo cual es factible en hora y media.

Teníamos curiosidad por conocer la ciudad, donde Hitler organizaba los congresos y mítines del partido nacionalsocialista obrero y de donde salió el rancio antisemitismo de Julius Streicher. Nuremberg quedó muy destruida terminada la segunda guerra mundial. Allí se efectuaron los procesos de numerosos jerarcas nazis entre 1945 y 1946. Sin embargo, también sabíamos que la ciudad había sido reconstruida y que era realmente atractiva a los ojos de los visitantes.

Así que, por todas esas razones, decidimos salir temprano en la mañana de Munich y tomar autopista hasta Nuremberg. Era visita de un día y con regreso a Munich en la tarde. Ese día el tiempo estaba algo nublado y esperábamos tener lluvia en el lugar. Para suerte nuestra, nos habíamos equivocado, no hubo sol, pero tampoco agua.

Al llegar a la ciudad nos dirigimos a un lugar para aparcar, el cual quedaba relativamente cerca del teatro estatal de la ciudad. En el teatro había una cafetería muy elegante, óptimo para tomar un café expreso y comer algo. A su vez, aproveché para preguntarle a la camarera de cómo ir al casco de la ciudad y otros detalles, la que amablemente nos informó. En ese mismo entorno está el Museo del Transporte Ferroviario.

El primer punto que logramos pasarle por el lado fue la estación de trenes (Hauptbahnhof), la que está frente por frente del patio de los artesanos (Handwerkerhof), el que es un pequeño mercado medieval con callejones y tiendas de artesanía. También está la torre de las mujeres, de forma circular, la que sirve de a puerta al mercado de artesanos. Esa torre fue construida en el siglo XIV, era un acceso a la ciudad desde el sureste.

De camino por la Königstrasse (Calle del Rey), calle principal del centro urbano, pasamos por la iglesia Santa Clara, no entramos a la misma, pero fuera de ella, en su patio, se halla una escultura de la figura bíblica Job o Ayyub, realizada por el escultor alemán Gerhard Marck. La figura me daba la impresión de miseria, inanición del ser humano presentado.

Sin seguir un orden cronológico exacto de descripción, pasamos por el lado de la iglesia de San Jacobo, construcción en estilo gótico, situada dentro del llamado barrio de San Jacobo. Este templo fue iniciado por la Orden de los Caballeros Teutones y disponía del hospital más antiguo de la ciudad. Aledaño al hospital está el puente del Museo.

La otra iglesia fue la basílica de San Lorenzo, situada en la plaza homónima, construida en 1260, consta de tres naves, en estilo gótico y en su interior hay numerosas obras artísticas religiosas.

De ahí nos fuimos a la Plaza del mercado central (Hauptmarkt), donde al frente se halla la Iglesia de Nuestra Señora. (Frauenkirche), también en estilo gótico, la que fuera construida durante el mandato de Carlos IV en el Sacro Imperio Romano, entre 1350 y 1358. Su interior contiene obras de arte, sobre todo esculturas del medioevo.

La plaza del Mercado tiene sus encantos, entre ellos la Fuente (Der Schöner Brunner), construida en 1396, viene a ser una especie de representación de las ideas religiosas prevalentes durante el Sacro Imperio Romano. La fuente aparece en estilo gótico y alcanza 19 metros de altura. De camino uno encuentra la fuente del Carrusel del matrimonio (Ehekarussell), obra basada en el poema Das bittersüße eh’lich’ Leben (La agridulce vida matrimonial) de Hans Sachs. La fuente muestra seis escenas de los altibajos de la vida del matrimonio. Un poco enredado entenderlo a los ojos de un mortal común.

En la caminata llegamos al monumento dedicado al poeta Hans Sachs, nacido en Nuremberg en 1494 (fallecido en 1576), quien era zapatero de profesión y era una especie de trovador itinerante en toda Alemania. Está también la plaza y monumento a Albrecht Düerer Denkmal, muy cerca del antiguo Sebald. Düerer (1471-1528) era un hacelotodo, pintor, artista gráfico, matemático y teórico del arte alemán.

A continuación, el antiguo ayuntamiento, construido entre 1332 y 1340, al cual no entramos, pero sabemos que en su sótano hay celdas medievales.  

El colorido edificio de la Cámara de Comercio e Industria de la ciudad, el cual presenta un mural con el lema: “Los productos de Núremberg llegan a todo el mundo”.

La casa Nasáu (Nassauer Haus) es una torre residencial medieval hecha de arenisca roja del castillo, construida en estilo románico, aunque algo gótico después de algunas renovaciones. Es la última torre residencial que queda en Nuremberg.

Todo lo anterior hasta llegar a la Iglesia San Sebaldo, construida en 1225, la que en su interior muestra obras del escultor y arquitecto alemán Adam Kraft.

Algo más que nos llamó la atención fueron la cantidad de puentes en la ciudad, la cual es atravesada por el río Pegnitz. Pasamos por algunos puentes como el ya mencionado del Museo, sobre el cual hay un monumento a Leopoldo I y Jose I, luego están los puentes de la carne, el del verdugo y el del Trodelmarkt (mercado de las pulgas), sobre el cual hay un obelisco.

El recorrido terminó en las afueras de la corte de Nuremberg, situada en la plaza Ferenc, en la que fueran juzgado varios cabecillas nazis. No entramos a la corte, nos limitamos a ver cómo era por fuera. No lo vimos todo, como siempre decimos, pero matamos buena parte de nuestra curiosidad.

Ricardo Labrada
20 octubre 2024

Visita a Baviera, Alemania. I. Munich

München mag dich (Munich te ama)
Logo de Munich

Un poquito de historia, München en alemán o Munich, los italianos le llaman Monaco, fue fundada en 1158 por el Duque Enrique el León. En aquel entonces la construcción fue de un monasterio, por ahí le viene el nombre. Obvio que hubo desarrollo y expansión de la nueva urbe y a inicios del siglo XVI, en 1504 fue tomada como capital del ducado de Baviera. Su unión con el imperio alemán tuvo lugar en 1871 y en marzo de 1933 los nazis, con Hitler a la cabeza, tomaron la ciudad como centro de todo el movimiento nacionalsocialista. Se puede decir que tanto en Munich como en la vecina Nuremberg los nazis campearon sin dificultad.   

Como ya había escrito anteriormente, tuvimos una visita previa en el Castillo de Neuchswanstein viniendo de Innsbruck-Schwarz, Austria. De ahí nos movimos, siempre en coche, hacia un hotel a 21 km de Munich, donde pasamos la noche, y a la siguiente mañana nos trasladamos de ahí al hotel reservado en Munich, el cual asombrosamente nos dio el registro temprano en esa mañana. La estación de metro estaba a dos pasos del hotel, así que fue tomarlo y trasladarnos al centro urbano. Marienplatz, plaza principal de la ciudad, es amplia y pintoresca. Allí está la fuente de los pescadores o el Fischbrunnen, reconstruida en 1954, ya que la anterior quedó destruida por la guerra. En el centro de la plaza está la Mariensäule o columna de María construida en 1638, durante la guerra de los 30 años (1618-1648). Al final de esa guerra Munich fue rescatada y así se evitó su destrucción de mano de los suecos. Precisamente la plaza se llama Marien en honor a esta columna.

El edificio más impresionante en la plaza, con 100 m de longitud y 85 m de altura en su torre central, es el Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus), en el cual están las oficinas de la alcaldía desde 1874.  Su punto más alto es la torre indicada y en la misma está el carrillón, cuyo espectáculo uno no se lo puede perder, el que tiene lugar a las 11 y 12 de la mañana de marzo a octubre. En la parte de arriba del carrillón se escenifica la boda del duque Guillermo V y Renata de Lorena, celebrada en febrero de 1568, y en la de abajo el Schäfflertanz o baile schäffler, que representa a los toneleros bailando como diversión a los enfermos de la peste. El carrillón tiene 43 campanas y se alimenta con energía solar. Diría que a esa hora toda Munich en este centro urbano queda inmóvil mirando este espectáculo.

Existe también el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Múnich (Altes Rathaus), el cual está al final de la Marienplatz y el museo de los juguetes.

Relativamente cerca encontramos dos iglesias, la primera es la San Pedro (Peterskirche), la más antigua de Munich, y la del Espíritu Santos.

A poca distancia nos tropezamos con el museo Valentín Karlstadt, dedicado al cómico y cantante muniqués Karl Valentin (1882-1948) y su colega de actuación Liesl Karlstadt. Luego el Isartor con torre con reloj medieval y la puerta de Isar.

A menos de una cuadra del Marienplatz se encuentra el amplio Mercado de víveres (Viktualienmarkt), donde aprovechamos para almorzar. Me daba envidia ver a los visitantes y locales beber cerveza libremente, algo que yo no debo hacer, pero la vida vale más que una cerveza.

Después del mediodía visitamos la enorme Plaza del Rey (Königsplatz), construida a inicios del siglo XIX por orden del rey Luis I, donde a uno le parece que está en Grecia, ya que las construcciones asemejan esas de estilo helénico. Allí está el Templo del Arte o la Gliptoteca, construida en 1830, y que se dice que su arquitecto Leo von Klenze hizo que un sueño abrigado durante mucho tiempo tuviera lugar, la creación de una “Atenas del Norte”. Las otras edificaciones son la de los Propileos de 1862, la que es una puerta-monumento en honor a la llegada al trono de Otón I de Grecia, hijo del rey Luis I de Baviera, y el de Colección estatal de antigüedades.  

El segundo día lo dedicamos para visitar a la plaza Odeón (Odeonsplatz), luego el Hofgarten o antiguo jardín de la corte, para seguidamente entrar en el Palacio Residenz o Palacio real, el Hofgarten de Múnich. En la plaza vimos por fuera la iglesia de losTeatinos y de San Cayetano (Theatinerkirche St. Kajetan), edificada entre 1663 y 1690, y que tiene que ver con el nacimiento del príncipe Maximiliano Manuel en 1662, heredero de la corona de Baviera. A un lado del Residenz está Feldherrnhalle o Salón Mariscales de campo, monumento construido en honor al ejército bávaro en la guerra franco-prusiana. Cuenta con estatuas de bronce de algunos oficiales, pero no pudimos acercarnos mucho por estar en proceso de restauración. de los generales más importantes de Baviera.

Primero visitamos el jardín o Hofgarten, muy bonito y bien cuidado, un lugar apropiado para caminar. Luego entramos en el residenz, donde hay 10 patios y 130 habitaciones, todos imposibles verlos en una mañana. También hay un teatro. Su construcción se inició en 1385, era entonces el castillo de Neuveste, luego se amplió décadas tras décadas para llegar a ser lo que es hoy. Dentro del residenz, cuyo museo se abrió en 1920, pudimos disfrutar la sala del antiquarium, el que albergaba la biblioteca ducal en el siglo XVI y de diversas obras de arte. Por ese entorno uno encuentra la céntrica calle Maximilien.

El atractivo edificio de la Ópera de Munich se halla en la plaza Max-Joseph, no muy distante de la plaza Odeón. El monumento al rey Max-Joseph está en el centro de esa plaza.

Karolinenplatz, en la ciudad de Munich, es una gran y amplia plaza, que es conocida por su Obelisco, de color negro, como recuerdo a los caídos en la invasión de Napoleón. Desde Marienplatz a Karolinenplatz basta caminar unos tres minutos.

El jardín inglés es fabuloso, 400 hectáreas de terreno dedicadas a parque, uno de los más grandes del mundo. Entrada y caminata gratis. Al parque lo atraviesa un canal.

Al regresar al centro de la ciudad, nos dispusimos a visitar la Catedral de Nuestra Santísima Señora (Frauenkirche), la que posee dos torres y es la iglesia más grande de la ciudad, edificada en estilo gótico entre 1468 y 1525. Lo encontramos modesto para ser una catedral, aun así, nos gustó. Cerca de esta iglesia, en la calle Augustinerstraße, está la fuente Wasserpilz Brunnen, erigida en 1972.  

El último día en Munich aprovechamos para visitar el Palacio de Nymphenburg (Schloss Nymphenburg), construido en 1664, otrora residencia de verano de los reyes bávaros. Nos conformamos con darle vuelta al enorme parque del Palacio, donde hay varias esculturas. Aunque algo diferente en sus estilos, este parque nos recordó el Versalles en las afueras de París. Por el frente del Palacio hay algunas esculturas, una de ellas las de unos niños, escudo de armas de Nymphenburg, está una enorme fuente, la que en el momento de la visita no estaba funcionando. Por la parte izquierda o ala sur del Palacio está otra edificación, el museo Marstall o Marstallmuseum de Múnich, donde hay una exposición de aparcamiento de vehículos de la época de los reyes de la casa de Wittelsbach.

De ahí nos dirigimos a visitar la famosa cervecería Hofbräuhaus, fundada en 1589 como la Cervecería Real del Reino de Baviera, adonde Hitler venía con sus secuaces a reunirse y, supongo, a beber cerveza después de las reuniones. Esta vez violé el mandamiento y me bebí una cerveza sin alcohol, medio litro, menos no sirven. Cuidado cuando le recojan la copa, pues pueden traerla otra sin haberla ordenado. Aledaño está la casa de Orlando, en alemán Orlando-Haus, propiedad del compositor belga Orlando di Lasso, también conocido como Roland de Lassus o Roland Delattre, uno de los grandes de la música del siglo XVI, el que vivió y murió en Munich. Esa casa fue construida entre 1899 y el 1900, y junto con la cervecería dominan la plaza de Orlando.

No creo que lo hayamos visto todo, pasamos cerca de la zona olímpica, pero no fue prioridad visitarla, no obstante, nos esforzamos por ver mucho de lo bello que existe en esta ciudad, muy destruida por las guerras anteriores, y ahora reconstruida y vibrante.

Ricardo Labrada
4 octubre 2024

Visita a Austria. I. Innsbruck

El valle de las penas (Valle Wipp) está
rodeado por una montaña de felicidad.”
Erhard H. Bellermann (ingeniero civil,
poeta y aforista alemán)

Una vez dejamos Apiano-Bolzano, nos dirigimos al siguiente día a Innsbruck con la idea limitada de visitar su casco histórico. El viaje desde allá a la ciudad austriaca en cuestión duró un poco más 75 minutos de trayecto en autopista. Cerca de la frontera paramos para adquirir la vignetta, que nos permite transitar libremente en las autopistas de Austria. Adquirimos una que nos daba cobertura para 10 días de estancia y movimiento. No obstante, cuando uno cruza el puente que divide Italia de Austria en ese lugar, hay que pagar 11 euros a la entrada y otros 11 a la salida, así uno tenga la vignetta pegada en el parabrisa del coche.    

El río que atraviesa a Innsbruck es el Eno o Inn, afluente del Danubio, por eso los romanos la llamaron Oeni Pons (Puente del Eno), lo que traducido al alemán nos da Inn más brucke (puente), al final Innsbruck, capital del estado Tirol, famoso centro de deportes invernales, ubicado en un extenso valle rodeado por la cadena norte de los Alpes Karwendel y la de Patscherkofel, ambas con alturas máximas de un poco más de 2 mil metros. Su fundación data del siglo XII y se reemplazó a Merano como capital del Tirol en el siglo XV y una de las urbes imperiales más importantes de la casa de los Habsburgo.  

Al llegar buscamos parqueo para el coche y de ahí salir a caminar. Encontramos uno a pocos pasos del Hofburg o Palacio Imperial, construido por el archiduque Segismundo en 1460. El Hofburg (Palacio Imperial) es considerado uno de los tres edificios más significativos culturalmente en el país, junto con el Hofburg de Viena y el Palacio de Schönbrunn, también en Viena.

En ese entorno también se hallan dos iglesias, la Hofkirche o Iglesia de la Corte, construida en en 1553 por el emperador Fernando I (1503-1564) en honor a su abuelo, el emperador Maximiliano I (1459-1519). La misma alberga el mausoleo vacío del emperador mencionado.  La otra iglesia es la Jesuita, un edificio construido en estilo barroco que data del año 1646 y cuya fachada se inspiró en la Catedral de Salzburgo. Igualmente, la casa de la música, un edificio moderno, que alberga elfestival de Música Antigua, la sede de la universidad Mozarteum de Salzburg en Innsbruck y una biblioteca nacional especializada en música.

De ahí llegamos a la calle Marie Theresien, que debe su nombre a la emperatriz María Teresa, donde visitamos dos iglesias, primero la antigua iglesia del Hospital de (Spitalskirche), construida en el siglo XII, momentos en que se encontraba fuera de los muros de la ciudad junto al hospital, pues los enfermos debían estar lejos de la población para evitar problemas de contagios. Luego fue reconstruida en 1700.

A continuación, estuvimos en la Servitenkirche o iglesia servita de San José, católica romana, construida en el siglo XVII y remodelada después en estilo barroco, la que está adosada al Monasterio de los Servitas, de reconstrucción algo reciente, ya que fue destruido en la II Guerra Mundial. Su cúpula es muy llamativa.

En la calle Marie Theresien se halla la columna de Santa Ana, construida con mármol rojo, la que presenta cuatro santos. En la parte superior está Santa Ana, madre de la virgen María, más abajo, Casiano o patrón de Bolzano, Vigilio o patrón de Trento, y San Jorge, patrón del Tirol. La columna fue erigida el 26 de julio de 1703, que es universalmente el día de la Santa Ana y entonces se conmemoró la liberación de las tropas bávaras que habían invadido el Tirol.

La calle Marie Theresien tiene muchas tiendas y cafeterías. Yendo hacia al sur me dice Google, llegamos al Arco de Triunfo, construido en 1765 en ocasión de la boda del archiduque Leopoldo, segundo hijo de Marie Theresien y del emperador Fernando Esteban de Lorena del Sacro Imperio, con la princesa española María Luisa de Borbón. El arco se edificó con piedra y no con la madera, material entonces más usado a estos efectos.

Tomando a la derecha de la calle Marie Theresien, antes de llegar al Arco de Triunfo, pudimos pasar por otra calle elegante, donde encontramos una iglesia serbo-ortodoxa, bastante grande exteriormente, a la que no pudimos acceder por estar cerrada y casi al frente el edificio de correos.

Regresamos al Arco de Triunfo y moviéndonos más adelante nos acercamos a una distancia que nos permitiera fotografiar el trampolín de salto de Bergisel (nombre de la montaña, donde se origina), una verdadera atracción arquitectónica, construida en 2002. Precisamente en Bergisel se encendió la llama olímpica de los juegos de invierno en 1964 y 1976.  

Hicimos una pausa para almorzar y de ahí nos movimos nuevamente por la Marie Theresien para llegar a la vecina calle Herzog Friedrich, donde nos tropezamos con el Tejadillo de oro, el símbolo de esta ciudad. El tejado posee 2657 tejas de cobre, las que parecen de oro cuando sobre ellas caen los rayos solares. Este tejado fue construido hace medio milenio sobre un balcón de un antiguo palacio residencial del emperador Maximiliano I.

Más adelante nos tropezamos con la Catedral de San Jacobo o de Santiago, el templo religioso más importante de la ciudad, construido entre 1717 y 1724 y dedicada al apóstol Santiago, hijo de Zebedeo.

De regreso al área del Hofburg, pasamos por la galería del nuevo ayuntamiento, muy limpia y acogedora, con tiendas para quienes tengan los bolsillos repletos de euros, pura boutique y con artículos de alta calidad. Igualmente pudimos apreciar la torre del antiguo ayuntamiento y la entrada del teatro estatal de la ciudad.  

Hay que mencionar que a lo largo del río hay muchas edificaciones de varios colores, lo que resulta todo un atractivo para observar. Sobre el puente de la posada hay un crucifijo.

La siguiente entrega sobre Austria será Salzburgo, ciudad natal del ilustre Wolfgang Amadeus Mozart, pero antes visitaremos Baviera en Alemania, para así seguir el curso real de este viaje.

Ricardo Labrada
17 septiembre 2024

Breve visita en los alrededores del Palacio de Neuschwanstein en Baviera

El castillo de Neuschwanstein es el sueño de un rey,
un refugio de ensueño en un mundo de realidad
Frase popular y anónima

Desde hacía tiempo teníamos un especial interés en visitar al Palacio o Castillo de Neuschwanstein en Baviera, Alemania, y llegó el día, pero no el más indicado desde el punto meteorológico. Habíamos pernoctado en Schwaz, poblado situado en el bajo del Valle Inn, Tirol austriaco, donde la población ronda los 12 mil habitantes. Muy bonito ese lugar, el ambiente es rural y me hago idea que ganadero. Habíamos visitado Innsbruck el día anterior y tuvimos la opción cómoda y económica de ir a dormir a hotel de este poblado. La distancia de Schwaz a Innsbruck es de 33 km, media hora de viaje en coche, mientras que de Schwaz a Neuschwanstein son 139,2 km sobre carretera secundaria, unas 2 horas de viaje con tráfico fluido.

El día, a diferencia de los anteriores, pintaba lluvioso. Pensé que sería el chinchín acostumbrado, nada de aguacero, con intermedios secos. Me equivoqué, fue lluvia fuerte y persistente todo el tiempo, y para colmo, parecía como si todos los austriacos y alemanes hubieran salido ese domingo a pasear, por lo que los atascos fueron repetidos. El viaje nos duró más de 3 horas y media para así llegar a Hohenschwangau, donde hay cuatro áreas grandes de parqueo. Hay también hoteles para el que guste allí pernoctar, el Jagerhaus está a primera vista.

Un detalle, nunca supe cuando cruzamos frontera de Austria con Alemania, ni nos enteramos. Como todo estaba en alemán, no vi nada, ni siquiera banderas que me indicaran el lugar fronterizo. Solo noté una indicación para ir a Füssen, Alemania, por lo que deduje que ya estábamos cerca de nuestro objetivo.

Así llegamos a territorio del antiguo reino de Baviera (Königreich Bayern), estado alemán desde 1806, el que desapareció en 1918. Su primer monarca fue Maximiliano José I, con ningún vínculo sanguíneo con Maximiliano I de Austria, el que invadió México y fuera fusilado en el Cerro de las Campanas en Querétaro, quien, no obstante, era cuñado de Sissi, emperatriz, por estar está casada con el emperador Francisco José I de Austria, hermano de Maximiliano I. Estas familias reales han siempre creado tremendas confusiones de parentescos.   

Una vez aparcado el coche, salimos a pie a tomar el bus que nos lleva a un lugarcito aplanado en la altura, por donde podemos ir caminando, loma arriba, hasta el Marienbrücke o Puente de María, que nada tiene que ver con la virgen María, su nombre es en honor a la reina María de Baviera, madre del rey Luis II de Baviera, quien mandó a construir el castillo o palacio en cuestión. Desde allí pudimos ver el castillo, muchas veces entre nubes y lluvias, así como el Pöllat, torrente de unos diez kilómetros de longitud en la parte bávara de las montañas de Ammer. El desfiladero que se ve desde el puente, a una altura de 90 metros, es el de Pöllatschlucht. Hay también cerca un lago llamado.

El Palacio de Neuschwanstein fue iniciada su construcción en 1869 por el rey Luis II de Baviera, como ya dije. A este castillo se accede a través de una barbacana simétrica, la que tiene torres a sus lados. Los muros en los exteriores aparecen en ladrillo rojo. La torre más alta (65 metros) es la llamada del rey. El castillo internamente jamás fue terminado. Algunas partes internas así aparecen.

El misterio está en la causa de haberse construido en un lugar de difícil acceso, aunque desde allí se pueden ver tranquilamente la majestuosidad de los Alpes bávaros. Recorrimos sus exteriores, nunca pensamos en entrar en el Palacio. Supongo que las vistas habrían sido mejores con un tiempo soleado y no lluvioso como el que nos afectó todo el camino. La temperatura era baja y la sensación de frialdad aumentó con una humedad relativa altísima. Para colmo, cuando ya nos estábamos marchando con rumbo a Munich, el sol comenzó a asomarse y no llovió en el resto del trayecto hasta el hotel, donde llegamos a pernoctar.

A nuestros lectores, mis disculpas por las fotos pasadas por agua que aquí les muestro. Con una lluvia tan pertinaz, no era tarea fácil para un inepto en fotografía como el que suscribe.

Ricardo Labrada
13 agosto 2024

Pasándole por el lado a las Dolomitas

Dolomitas, las montañas más bellas del mundo.”
Reinhold Messner (famoso alpinista)

Mucho se ha escrito y millares de fotografías se han hecho sobre este conjunto montañoso, situado en los Alpes orientales de las regiones del Trentino-Alto Adige, Veneto y Friul-Venecia Julia en Italia, con un pedacito igualmente del lado austriaco en las premisas de Lienz.

Salimos temprano en la mañana de Salzburgo, Austria. Había que cruzar frontera para llegar a Italia. Cómico y un poco confuso resultó este viaje, pues tuvimos que volver a entrar a territorio alemán y por su autopista ir rumbo a Innsbruck, Austria. Así que para llegar más rápido había que entrar en territorio vecino para volver a salir. Cuando estábamos de nuevo en Austria, me dio por preguntar adónde habíamos llegado. Un empleado muy simpático nos dijo: “Austria, al final todo es lo mismo”, esto seguido de una risa pícara. Yo lo entendí, pero no me reí. No había olvidado la historia ese señor, por cierto.

Le pasamos cerca a Innsbruck y de ahí rumbo a Italia con una larga cola de coches. Había que llegar a Bolzano para salir por una vía secundaria rumbo a las Dolomitas. Solo queríamos verlas y fotografiarlas. Esa vía tiene inicialmente largos túneles de dos sendas sencillas, pero una vez pasado los mismos, comenzaron las S en la carretera, una detrás de otra y siempre en ascenso. Queríamos llegar a Ortisei, pero nos dimos cuenta de que el tiempo no estaba a nuestro favor. Para un par de viejos no es que a uno le anime caminar por allí o inventarse senderismo. Era solo fotografiar y de ahí ir a dormir a Trento.

Así que después de haber transitado un buen tramo, llegamos a un punto, donde estaba situado un hotel, desde el cual teníamos una vista de las Dolomitas desde distintos ángulos. Los Alpes impresionan, las Dolomitas, en particular, mucho más por esa forma que tiene sus elevaciones, las que a veces dan la impresión de ser como dedos largos de una mano, además de su color grisáceo. Era parar mirar y volver a mirar, y tomar con la cámara todo lo que nuestros ojos admiraban. Así que espero puedan disfrutar de algunas de las fotos del que suscribe.

Al regreso fuimos a almorzar en un restaurante con terraza. Hacía buen calor, por lo que sentarse fuera y poder apreciar el entorno era como un regalo. En todos esos puntos habitados, observamos mucho orden. Ellos hablan alemán como primera lengua, pero uno desde el inicio le advierte que en italiano y ellos acceden amablemente.

12 agosto 2024
Ricardo Labrada

Visita al Trentino Alto Adige, Italia. II. Merano y Bolzano

Con su clima suave, Merano no parece una ciudad alpina”.
Frase popular sobre esta urbe

En el hostal de Apiano, el empleado que nos atendió nos aconsejó de no dejar de visitar Merano, incluso nos dijo que nos gustaría más que Bolzano. Verdaderamente habíamos oído mentar a Merano y visto letreros con este nombre en las carreteras, pero no sabíamos nada sobre esta ciudad. Google nos dice que Merano (Meran en alemán) es sinónimo de mezclar vino con agua para aumentar su calidad.

Desde que entramos en esta ciudad, cuya población ronda los 40 mil habitantes, nos pareció que estábamos en una especie de urbe-jardín o una especie de complejo turístico sin mar en sus alrededores.

Lo primero que vimos fue la iglesia del Santo Espíritu, fundada en el siglo XIII, la cual estaba cerrada. De ahí cruzamos un corto puente, el llamado Jugendstil o Puente del Correo sobre el río Passirio (Passer en alemán), caudaloso, por cierto, y nos encaminaos directamente a la catedral de Merano, la iglesia de San Nicolás, patrón de la ciudad. El templo, de estilo gótico, fue construido en el siglo XIII y está ubicado en la plaza Pfarrplatz (Plaza de la catedral).  

En la misma plaza de la catedral se halla el museo o Palacio Mamming, restructurado en fechas recientes, el que presenta objetos interesantes, entre ellos una momia y armas antiguas sudanesas.

De la plaza salimos a caminar por la vía dei Portici (calle Pórtico), de unos 400 metros de longitud, donde hay soportales o pasajes cubiertos, a ambos lados de la vía, todos esos establecimientos con venta de variados artículos.

La plaza del Grano viene a estar al final de la vía dei Portici y se halla en pleno centro del casco histórico de la ciudad. Su suelo es de adoquines y posee árboles en su entorno.

A lo largo del Paseo, también llamado Passeggiata d´inverno, aledaño al río Passirio encontramos la casa o teatro Kurhaus de 1914, cuya arquitectura llama la atención. Caminando más adelante vemos figuras de animales en pequeños jardines, seguido de una galería con bustos de personajes del lugar, así como pinturas con paisajes de la región.  

En un punto a lo largo del paseo vimos el edificio de las famosas termas de Merano, lugar adonde venía la emperatriz Sissi a pasar sus temporadas para sanar sus dolencias.

Bolzano se considera el puente entre la Europa
septentrional y la meridional por ser donde
confluyen las culturas italiana y germano-austríaca.”
Dicho popular en Europa sobre Bolzano

A solo media hora en coche de Merano encontramos la ciudad de Bolzano, capital de la provincia homónima, enclavada en los Alpes, en una zona llena de valles. A diferencia de Merano, esta urbe tiene más fama a nivel europeo y mundial y es más grande que su vecina Merano.

Al entrar en la ciudad nos alejamos algo de su centro y fuimos a parar a la plaza Gerichtsplatz o Plaza del Tribunal, antes Plaza Arnaldo Mussolini, donde se encuentra, en su centro, una fuente, la de las Nereidas de 1960, luego la corte de Bolzano, que fuera construida en la época del fascismo, un poco que simbolizando el poder del Estado italiano en esa parte del país. Por el mismo lugar encontramos la sede financiaría de la ciudad, anteriormente Casa Littoria, construida entre 1939 y 1942, sede del partido fascista de la localidad.

Cerca está la iglesia Casa de Cristo Rey en la plaza homónima, la que posee una alta torre y un convento de dominicos. Todo eso fue construido entre 1939 y 1940, pero su torre fue erigida después de terminada la II guerra mundial. Todo un símbolo del totalitarismo imperante, iglesia, partido y leyes en un solo complejo.  

La catedral de Bolzano, también conocida como iglesia de Santa María Assunta o Nuestra Señora de la Asunción, es el templo cristiano más importante de la ciudad, el cual se encuentra en la Plaza Walther Von der Vogelweide, la principal de esta urbe, donde en su centro aparece el monumento a Walther (1170-1228), reconocido como entre los mejores poetas de lengua alemana en el medioevo y que se entiende haya sido oriundo de esta región.

El campanario de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción alcanza 65 metros de altura. Se dice que esta iglesia es del siglo IV e inicialmente fue dedicada a San Vigilio, el mismo patrón de Trento. Fue restructurada en el siglo VII, y sufrió grandes daños debido a los bombardeos ocurridos en 1944 durante la II Guerra Mundial.

Otro templo interesante, muy cerca de la Plaza Walther, es la capilla de San Juan en la Iglesia de los Dominicos (St Johann im Dorf en alemán), la más antigua de Bolzano, la cual posee una sola sala, construida en el siglo XII y ubicada en la Plaza de los Dominicos.

Caminando por el casco antiguo están las vías dei Bottai, dei Portici (Calle Pórtico) con sus pasajes cubiertos y la plaza delle Erbe, que viene a ser la antigua plaza del mercado. Al final de la calle Pórtico encontramos la pequeña Plaza del Municipio, donde igualmente aparece el edificio gubernamental de la urbe, el cual posee una torre con reloj como si fuera otra iglesia.

La Plaza della Mostra (Musterplatz) en Bolzano se halla en medio de la calle Mostra y hace esquina con la Plaza Walther. El nombre de la plaza se deriva del latín “mostratio” (mostrar). En esta plaza se encuentran los Palacetes de Menz y Pock o Kaiserkrone, este último construido en 1759 y fue residencia del comerciante Franz Anton Pock, donde también instaló un teatro con capacidad para 200 personas.

En el recorrido por el centro de Bolzano encontramos una calle con arcas, nos llamó mucho la atención, pero no encuentro ahora su nombre. En todo caso, aquí les va la foto.

Esto fue lo visto, y no se habla de lo que no se vio, muy bueno para una segunda visita, ¿no creen?

Ricardo Labrada
22 agosto 2024

Visita al Trentino Alto Adigio, Italia. I. Trento y Appiano

“¡Nadie se acordó de Trentino! Aquella noble parte de nuestra península,
que a pesar de los doscientos mil mercenarios de Austria que la pisotean
y la saquean, no dejó de expresar valerosamente una voz de júbilo ante
el triunfo de la causa italiana, y de reprobación y de repugnancia
ante la fétida dominación austriaca.”
Giuseppe Garibaldi dirigiéndose a los trentinos.

Trentino-Alto Adigio o Adige/Tirol del Sur es una región alpina, situada en la parte nororiental de la península italiana.Su capital es Trento y tiene límites con Austria y Suiza. Históricamente era una región romana, luego invadida y poblada por los bárbaros, los que llegaron a esas tierras en el siglo VI. Este lugar ha tenido varios dueños, desde bávaros hasta llegar a manos del imperio Austrohúngaro en 1815. Vino la I Guerra Mundial y el imperio anteriormente mencionado desapareció y parte de los territorios de este fueron a parar a otras manos. El Trentino Alto Adige pasó a manos de Italia en 1918 cuando este territorio fue recuperado por tropas italianas.

Bajo el mandato de Benito Mussolini se trató de italianizar la región, pero les puedo decir que mi impresión fue que, en Trento, su capital, se habla más italiano en la calle que en el resto de la región. Así que el éxito del Duce fue relativo. Esta región autónoma mantiene dos lenguas oficiales, la italiana y la alemana, por lo que uno ve letreros en ambas lenguas por todos lados y, a veces, solo alemán.

En esta primera entrega hablaré de Trento y luego de un pueblo pequeño y simpático, Appiano, el cual se halla en la llamada vía del vino, y donde se habla alemán casi por entero. Sus habitantes hablan italiano con acento. En una segunda entrega hablaré de Bolzano, Merano, y en una tercera sobre las Dolomitas. Para los curiosos, les digo que Trento se deriva de la la palabra Tridentum (tres dientes o tridente), nombre dado a un campamento de la futura urbe por los romanos.

A Trento se puede llegar en una hora en coche desde Verona. Una vez uno se va acercando a esta ciudad, ve montañas por doquier. Muchas con extensos bosques, otras algo deforestadas, vi en algunas partes leña acumulada, supongo que, para fines de calefacción, y tampoco faltan otras igualmente deforestadas dedicadas a la viticultura y a pastos. No sé qué tipo de regulaciones existan dentro de esta región autónoma para evitar la deforestación. La realidad es que vi no poca área afeitadita.   

A la llegada a Trento buscamos un puesto en el centro para aparcar. Ahí de gratis nada, así que encontramos un garaje público, a 2 euros la hora, con rebajas después de 4 horas. A esta ciudad la visitamos en dos días diferentes, a la ida hacia los Alpes, Austria y Alemania, y al regreso, esta última vuelta coincidió con un domingo y el aparcamiento entonces fue gratuito en el centro.

En la primera vuelta, dimos una vuelta después de saborear un café y nos adentramos en las mismísima Plaza de la Catedral de San Vigilio (Piazza del Duomo), el corazón de esta urbe. Las dos primeras cosas que uno ve son la llamada Torre Cívica del llamado Palacio Pretorio, otrora hospedaje de los obispos trentinos en el período de los siglos IX-XIII, todo eso aledaño a la catedral de San Vigilio, patrón de la ciudad, que fuera construida en el siglo XIII, y la fuente de Neptuno, cinco siglos después, la que posee en su parte inferior figuras de tritones, sirenas, delfines y caballitos de mar. Si se fijan en la foto de la fuente, por detrás de la misma aparece la llamada Casa Cazzufi-Rella, construida en el siglo XVI, una representación de las edificaciones típicas de esta región.  

También en el centro de la ciudad está el Castillo del Buonconsiglio (Buen consejo), fortaleza con mucha historia y que sirviera de prisión para muchos combatientes italianos durante la I Guerra Mundial. Muchos de esos prisioneros murieron el foso de ese castillo.

El interno de la catedral es acogedor con sus filas de columnas que llegan hasta el altar. El suelo es una combinación de losas de colores marrón y castaño claro.

Por los alrededores está también la plaza y la iglesia de Santa María Maggiore, la que fuera construida a inicios del siglo XVI en el sitio de una antigua iglesia, a la cual no pudimos entrar por estar cerrada.

La otra plaza importante es la de la Feria (Piazza di Fiera), otrora punto principal de Trento, lugar de exposición de animales en el pasado y donde se ubica el Palacio del Obispado (Palazzo Vescovile). Al oeste de la Plaza está el Torreone. En la actualidad, esta plaza es de suma importancia en época navideña.

La calle o vía principal de Trento es la Rodolfo Belenzani, donde encontramos varias edificaciones o Palazzi (en italiano), genuina representación de la elegancia de esta urbe. Entre esos edificios está el Palazzo Alberti-Colico de Quetta, el cual muestra varios frescos en su fachada, todos de los siglos XV y XVI. El siguiente, el Palacio Thun, residencia de estilo renacentista del siglo XVI y actualmente sede del Municipio de Trento. Al final encontramos la iglesia de San Francesco Severo, edificado en el siglo XVIII, complejo jesuita inicialmente y que fuera depósito de armas durante la ocupación francesa en el siglo XVIII.

Dentro del centro de la ciudad se encuentran algunas otras edificaciones de importancia, como son el Palazzo Sardagna, edificio de estilo barroco del siglo XVI, actual sede del rectorado de la Universidad de Trento. Se considera que este Palazzo sea una viva representación del manierismo, corriente sinónimo de armonía y proporción cultivado por el renacimiento clásico.

Otro es el llamado Palazzo Tabarelli, construido, entre el 1512 y 1527, a bases de piedras superpuestas en dos filas paralelas, las que se alternan con hoyos para así formar triángulos. La piedra de la edificación es blanca y rosa.

En la vía San Vigilio está en Palazzo Larcher Fogazzaro, construido en el siglo XVIII, propiedad de la familia Guarinoni, el cual sirve para exposiciones de obras de arte.

Al salirnos del casco histórico, fuimos a parar a la espaciosa plaza Dante, donde hay un monumento en honor al famoso artista, e igualmente encontramos varios monumentos y figuras, algunas de las cuales no llegamos a saber a quien o a qué iban dedicadas. Una de las identificadas es en honor a Eusebio Chini Lucci o Eusebius Franz Kühn, explorador, cartógrafo, geógrafo y astrónomo, el cual rindió misión en el noroeste mexicano, tierras actualmente parte del territorio de los EE. UU. El misionero jesuita se dedicó a convertir a los indígenas de la zona al catolicismo.

Desde la plaza Dante pudimos ver en la altura el mausoleo Cesare Battisti, construido en 1935, hombre que trabajó por la italianidad de Trento, que fuera diputado por la minoría italiana en el parlamento de Viena en 1911. Desde el comienzo de la I guerra mundial se alistó en los como voluntario en los batallones alpinos italianos. Fue hecho prisionero en batalla y condenado a muerte meses después en 1916. La figura de Battisti me refuerza la idea que me llevé de esta visita, de que Trento es realmente una ciudad italiana por naturaleza.

Hay un detalle, una iglesia, la que parece antigua y de frente a la plaza Dante y a una cuadra de la estación de trenes de Trento. No encontré nombre allí, tampoco en Google, en todo caso la pongo y si alguien la conoce, pues agradecido si me da el nombre. También vimos la iglesia de la Santa Trinidad.

Terminada la primera visita a Trento en horas de la tarde nos fuimos rumbo a un hostal cercano a Bolzano. La idea era llegar al lugar, dejar los maletines y encaminarnos a Bolzano, pero cometimos un grave error. El albergue se llama Weisses Roessl (Cavallino bianco en italiano o caballito blanco). Pusimos solo el nombre en el GPS y allá va eso. Le pasamos por el lado a Bolzano y empezamos a adentrarnos monte adentro en los Alpes, más de 35 minutos para llegar a un lugar aislado, sin restaurante y cafetería, como para hacer una adaptación de una novela de una pareja aventurera. La persona en el lugar, no llegué a saber si era austriaca o alemana, ya que no hablaba a duras penas el italiano, nos atendió amablemente y nos informó que allí no había ninguna reserva a mi nombre. Le mostré la reservación y se dio cuenta que era un Weisses Roessl en Appiano sulla strada del vino. Sin más remedio volvimos por donde vinimos, no sin antes poner la dirección exacta del lugar y al final llegamos al mismo. La persona que nos dio la bienvenida es oriunda del Medio Oriente, pero fluente en italiano, quien nos aclaró que con el nombre de Weisses Roessl hay unos 200 establecimientos en el Trentino, por lo que era menester poner la dirección del local y así evitar que el GPS te lleve adonde el diablo da las cuatro voces.

Este hostal estaba bien equipado, tenía parqueo privado, y estaba a cinco minutos del centro del pueblo, donde había cafeterías, bares, mercadillo, panadería y una iglesia. Allí el alemán es la lengua prevalente, pero los empleados se las arreglaban para hablar italiano. Así que aquí les dejo con algunas vistas del lugar, donde pasamos un par de noches, y nos facilitó visitar Merano y Bolzano por su cercanía con ambas ciudades.

Ricardo Labrada
15 agosto 2024

Verona, la ciudad del romance

Vive y está contigo, muere y está enterrada en su tumba.”
Palabras de Romeo ante la tumba de Julieta según la novela

Hace décadas había visitado esta bella e interesante ciudad, donde tuvo lugar la famosa tragedia amorosa de Romeo y Julieta descrita por Shakespeare en su obra homónima. A decir verdad, recordaba, pero no mucho, por lo que esta visita este verano, inscrita en un ambicioso viaje turístico, sirvió para ver más y también recordar.

Verona radica en la llamada región del Veneto, donde también se incluyen la bella Venecia y la interesante Padova o Padua. No muy distante de Verona está Vicenza, mientras que para llegar a Venecia en tren basta alrededor de una hora.

Allí nos albergamos en un hotel cómodo, pero un poco distante del centro, al que no aconsejo ir en auto, a no ser que desee pagar parqueo y no barato. Por esa razón, decidimos irnos a pie y así recorrer la ciudad durante todo el día.

El primer punto visto en la caminata fue la Basílica de San Zenón obra del siglo VI y luego reconstruida 6 siglos después. El entorno del templo nos gustó, se puede decir que le dimos la vuelta a la manzana, pero no entramos. Me molesta que estos curas cobren por entrar en las iglesias. Mucho deben de aprender de los musulmanes, entrada libre en sus mezquitas e incluso con Corán disponible, también gratuito para los interesados. Cerca de la Basílica había monumento a héroes del pasado y escultura de una virgen.

De ahí seguimos a lo largo del río Adige o Adigio, caminando por una acera alta y con muro bajo hasta tropezar con el Castelvecchio (castillo viejo), fortaleza histórica, de estilo gótico y construida en el siglo XIV a orillas del río Adige o Adigio. Sus paredes con ladrillos rojos son muy llamativas. Este castillo-museo fue construido por la famosa familia Scaligeri o Escaligero, la que gobernó entre el siglo XIII y el XIV a esta ciudad. El Castelvecchio consta también de un puente, al que los turistas gustan de atravesar, nosotros no fuimos excepción y lo paseamos para deleitarnos con las vistas de la ciudad y el río ya mencionado. El puente también está bautizado como Escaligero.

En Verona hay varios puentes que atraviesan el río Adigio, entre ellos los puentes de la Victoria y del Resurgimiento.

Poco después pasamos por delante del arco de Gavi, puerta de entrada a la ciudad en la Edad Media. A continuación, el monumento a Cavour y luego de frente al Palacio Bevilacqua, construido por la familia homónima.

Pasamos por la puerta Borsari, entrada histórica de la ciudad, la que puede haber sido muy monumental, pero que la tienen llena de láminas en sus paredes, que a mis ojos le restan su cacareada majestuosidad. De ahí salimos con un poco de impulso para llegar a la plaza dell´Erbe o piazza Erbe. No sé por qué le llaman Plaza de la hierba, pero sí sé que es la más antigua de Verona, lugar muy movidito y con comercio intenso, tanto que no te dejan caminar y te dificulta apreciar y fotografiar los diversos lugares.

Allí uno se tropieza con la Torre dei Lamberti, construida durante finales del siglo XII, la que tiene una altura de 81 metros y dos campanas, il Rengo mucho más grande que su hermana la Marangona. En ese lugar encontraremos el Palacio Maffei, obra del siglo XVII situada en la parte norte de la plaza y donde hay varias esculturas de dioses de la mitología griega. Una escultura de una dama con la espada de la estatua de la libertad. A su vez está el Campidoglio romano, también museo. Hay mucho más, la fuente Madonna Verona, pieza central de la plaza; la Torre Gardello construida en la segunda mitad del siglo XII, la casa dei mercanti o Domus Mercatorum, obra del siglo XIV. Están el Palacio de los Capitanes o el Palacio Grande, finalizado en 1363, el cual es un palacio-fortaleza con torres en las esquinas, y el Palacio de la Razón, construcción del siglo XII, el cual fue de nuestro agrado por sus paredes y escaleras. Igualmente está un monumento llamado Espada de la Estatua de la Libertad.

Llegó la hora del pranzo (almuerzo), el cual decidimos tomarlo en la vecina plaza de los Señores, ¿a comer qué? Pizza, naturalmente. El día estuvo todo el tiempo nublado, a veces con lloviznas, pero nos dio un respiro allí para podernos sentar en una terraza chula y comer algo que nos gusta bastante, comida italiana. Allí está el Palacio Podestà (la traducción correcta es Palacio del alcalde) o de los Escaligero, obra del siglo XV, que fuera sede durante cuatro siglos del gobierno de la ciudad. También se encuentra la loggia del Consiglio, además del monumento, en el centro de la plaza, al poeta y escritor italiano Dante Alighieri, considerado el padre del idioma italiano, al que llamaban volgare en su época.  Dante era florentino de nacimiento, así y todo, Verona le rinde memoria al autor de la Divina Comedia.

De la Plaza indicada, a un lado está la iglesia de Santa María Antica, de estilo románico y construido en el terreno de una pequeña iglesia en el siglo XII. Su interior, no lo vi, pero se dice que fue reconstruido en estilo barroco. Ahí están cinco arcas, entre ese conjunto están el monumento funerario de Cansignorio della Scala y la tumba de Cangrande della Scala.

Regresamos a la plaza dell´Erbe y por una calle perpendicular llegamos a la casa que llaman de Julieta. No sé si la historia de amor narrada por Shakespeare haya sido real, lo que, si es posible que él haya tomado relatos del lugar de sucesos ocurridos, que le permitieron escribir su famosa obra. Allí hay una escultura a Julieta, la que muchos turistas del sexo masculino tratan de sacarse fotos acariciando los senos de la figura, parece que carecen de eso en casa. Está el balcón y nosotros nos limitamos a tomar fotos desde el patio, sea a la escultura como al balcón.

Al final de la jornada nos encaminamos hacia la Plaza Bra, cuyo nombre no entendí en lo absoluto, por lo que el mataburro me ayudó a aclárame, veamos: Bra deriva del breit longobardo, lo que llevado al veronés sería braida, que significa «ensanche», Esta plaza es un centro importante de esta ciudad, donde está la Arena de Verona, antiguo anfiteatro romano, lugar donde se han presentado grandes espectáculos desde épocas remotas. La instalación, bien mantenida, tiene buena acústica, por lo que ahí se celebran conciertos de música, los más variados. Cuando está dentro, puede subir a la parte alta de las gradas y desde allí tener una panorámica formidable para fotos de la plaza mencionada.

A un lado de la plaza está también el Palazzo Barbieri o sede del ayuntamiento de Verona, edificio diseñado por el arquitecto Giuseppe Barbieri y construido en el siglo XIX, que más parece un edificio helénico. Más al medio está un jardín de cedros y pinos, en el cual se halla la bonita fuente de los Alpes, y más adelante la escultura ecuestre del rey Vittorio Emmanuelle II. Hay también hay un monumento a los caídos durante la guerra. De frente al jardín encontramos otro edificio largo, el Palazzo de la Gran Guardia, el cual sirve para conferencias y exposiciones.  No faltan allí dos portones de la plaza.

Un pecado fue ver solo por fuera la catedral de la ciudad, para colmo la foto salió mala y no estaba abierta al llegar allí. No dijimos: “al regreso la veremos”, pero lo siento, pero tampoco fue posible por otras causas. Si visitamos las iglesias de San Lorenzo y la de San Nicolò.

Así que esto fue lo que vimos en esta segunda visita a Verona, mucho más detallado que en la primera vez hace como dos décadas, para poder admirar su historia, escenario de muchos acontecimientos, sobre todo durante le época medieval.

Ricardo Labrada
1 agosto 2024

Cascada de Marmore, Lago Piediluco y ciudad Rieti (centro de Italia)

Rieti, la antigua Reate, antiquísima ciudad de
los Sabinos, está situada sobre el Velino, al
final de una amplia y fértil llanura cuya belleza sólo
puede ser apreciada por un visitante apresurado.”
Edward Lear (1812-1888, escritore inglés)

Si uno va a Italia por asuntos personales sería un pecado no reservar algún que otro día para visitar lugares desconocidos o conocidos, pero que uno desea volver a ver. Este es el caso, conocido hace 27 años, pero con deseos de volver a ver. La distancia de Roma a la Cascada de Marmore es de solo 112 km, pero hay sus tramos en carretera secundaria.

La cascada es artificial y fue creada hace más de 21 siglos. El río Velino es el que circunda esta área y hay partes, donde el agua solía estancarse, lo cual era perjudicial. No olvidemos que este es el medio idóneo para la reproducción de insectos dañinos a la salud. Por lo que en el 271 a.C. se ordenó la construcción de un canal para así hacer correr el agua hacia el salto natural de Marmore. La ingeniería entonces no estaba tan desarrollada, por lo que hubo nuevamente estancamiento de agua en las cercanías de la ciudad de Rieti, pero la solución al problema llegó con otro canal construido en 1422. Para suerte del entorno, el agua es hoy en día utilizada para generar energía eléctrica.

El agua de la cascada cae desde una altura de 165 metros, cuya fuerza es impresionante, tanto como la que había visto en cataratas como las de Foz do Iguaçu o en las del Niagara. La visita se puede hacer en dos partes, la primera en la parte más próxima a la altura máxima de la cascada y la segunda en la parte de abajo, donde se aprecia mejor la fuerza del agua que cae. Esta cascada es la cuarta en altura en Europa.

No muy distante del lugar uno puede visitar el lago de Piediluco, el segundo natural por extensión en la región de Umbría. El primero es el lago Trasimeno. A inicios de julio en el Piediluco se efectúan la Fiesta de las Aguas. El lugar alrededor del lago es muy tranquilo muy apto para quien padezca de problemas nerviosos.

De ahí uno puede dirigirse a Rieti, donde muchas cosas que ver, pero la más importante está en la Plaza San Rufo, donde radica el preciso punto céntrico de la península italiana, llamado Ombligo de Italia.

Rieti conserva un largo tramo de murallas con arcos, algo que uno aprecia desde que entra en la ciudad. A esos muros les llaman la Puerta de los Arcos.

Caminando más adelante, uno encuentra el Teatro Vespasiano, un monumento a San Francisco, aparte de la plaza San Rufo, otra plaza más grande, la Vittorio Emmanuelle, donde están ubicados el ayuntamiento y la catedral Santa María Assunta. Desde allí se tiene una vista desde lo alto de ese entorno de la Umbria y de la misma ciudad de Rieti.  

Ricardo Labrada
11 junio 2024

Una visita a Niza, Francia

Arte y arquitectura usualmente van de la
mano, y Niza está bendecida por ambas.”
Frase popular sobre Niza

Igual que nos sucedía con Perpignan, nos pasaba también con Niza, por donde debíamos pasar en coche de camino a Italia. La historia de Niza, leída no hace mucho, me reforzó la idea de sus orígenes y raíces genovesas e italianas. No quiero con esto ofender a los franceses, ni siquiera a los que se sienten franceses en Niza, pero la realidad histórica, hasta que Francia se hizo de la ciudad en el siglo XIX, es que Niza no quiso ser parte del territorio galo. Varios historiadores han opinado en relación con el referéndum popular organizado por las autoridades francesas entonces y las opiniones muestran sus dudas de los resultados obtenidos. En todo caso, no soy nadie para opinar, excepto que muchas de las cosas vistas en esa ciudad me recordaban Italia, sobre todo cuando paseé por la plaza Giuseppe Garibaldi y poco después por el puerto de Puerto Lympia uno de los más antiguos de la Costa Azul. En muchos lugares también pudimos hablar en italiano, la parte vieja de la ciudad, la Vielle Ville, es italiana en varios aspectos, lo que denota parte de su origen e historia.

Niza, ciudad grande, la mayor de la Costa Azzurra, la que caminamos bastante en dos días netos dedicados a conocerla. Lo primero que vimos, por su cercanía al hotel, fue la la Catedral rusa ortodoxa de San Nicolás, la más grande fuera de Rusia. Nos llamó que de noche no es bueno allí el ambiente, ya que carece de iluminación, pero en la mañana es otra cosa. Esta catedral es más bien un museo, donde se muestran frescos en su interior, al menos fue eso que nos dijo una persona con dominio de la lengua rusa. Según otras fuentes, la catedral se construyó entre 1903 y 1912, financiada por el Gran Duque Michael Alexandrovich, la misma está bajo jurisdicción del Patriarca de Moscú.

Vista la catedral, nos dimos a la tarea de ir a conocer el largo Paseo de los Ingleses (Promenade des Anglais), pero antes se nos hizo camino visitar la modesta iglesia San Pedro d´Arene, dentro de la cual hay una escultura metálica de San Pedro.

Posteriormente arribamos al paseo ya mencionado, el cual posee una longitud de 7 km, que bordea la playa de la Bahía de los Ángeles. Su construcción fue obra de los ingleses que pasaban sus vacaciones en la ciudad.

Caminando por ese paseo uno se tropieza con el lujoso hotel Negresco, toda unaleyenda de los hoteles de lujo en este mundo. Su nombre viene de su constructor Henri Negresco, en realidad Negrescu, apellido rumano. El hotel quedó abierto al público en 1913, con puerta principal en el lado opuesto de la playa.

Por ese mismo Paseo de los Ingleses, de frente a la playa se encuentra El Hyatt Regency Nice Palais de la Méditerranée, más conocido como Palais de la Méditerranée, todo un complejo hotelero que incluye un casino. Por el mismo camino encontramos un monumento en honor a la ciudad de Niza, el que observamos con curiosidad por la historia que ya relaté al inicio.

Primero vimos el ayuntamiento, construcción de 1730, que fuera seminario, hospital y cuartel hasta 1860 cuando se convirtió en Ayuntamiento. Más adelante tropezamos con la plaza Massena, así llamada en honor al militar André Massena. En esa plaza está la fuente del Sol, escultura de bronce de Alfred Auguste Janniot, con una estatua de Apolo en su centro.

Ya desde ahí nos fuimos adentrando en la parte vieja de la ciudad, donde primero vimos el Teatro Municipal, luego el Centro del Patrimonio de Niza y el mercado de las flores. Dimos varias vueltas y después de almuerzo terminamos al pie de la Colina del Castillo, pero no la subimos, nos quedamos abajo, desde donde también hay una maravillosa vista de toda la zona costera y playa de Niza.

Niza tiene varias iglesias católicas, las que visitamos a lo largo de los dos días dedicados al paseo en esta ciudad. Ya hablamos de uno de esos templos, sobresale la Basílica de Notre Dame, construcción neogótica de 1864-1879, que guarda algún parecido con la Notre Dame de París. La de Niza posee ocho capillas laterales. El Papa Pablo VI la declaró Basílica menor durante su mandato en la iglesia.  

La capilla de la Misericordia o también de penitentes negros, otrora fue la iglesia de San Gaetano, la que se encuentra poco distante del mercado de las flores en la zona vieja de la ciudad. Se trata de una construcción barroca edificada entre 1747 y 1710.

Cuando uno llega al Puerto Lympia uno encuentra la iglesia de Notre Dame del Puerto o también llamada la iglesia de la Inmaculada Concepción, construcción neoclásica, inaugurada en 1853, ubicada en la plaza Île de Beauté. Su interior es realmente atractivo. Desde el 2021 es patrimonio mundial de la UNESCO.

Otras dos vistas fueron la Capilla de la Très-Sainte-Trinité et du Saint-Suaire de Nice, antigua y fundada en 1579 y la otra fue la Capilla del Santo Sepulcro, esta última ubicada en la Plaza Garibaldi. Como curiosidad el monumento a Garibaldi en esta plaza le da la espalda a esa capilla, muy parecido al Garibaldi del Gianicolo en Roma, el que le da también la espalda a la Basílica de San Pedro.

Para el que suscribe, la persona de Giuseppe Garibaldi es como el máximo exponente del patriotismo por su país. Garibaldi sufrió al ver como el rey Vittorio Emmanuelle, en complot con Camillo Paolo Filippo Giulio Benso, más conocido como Conde Cavour, entregaron Niza, su ciudad natal, a Francia. Así y todo, Garibaldi dejó eso a un lado y continuó su lucha por la unificación de Italia. La Plaza Garibaldi es espaciosa en Niza, donde está su monumento y hay una escultura moderna de un león, obra de Richard Orlinsky.  De la Plaza al puerto Lympia es un pasito.

Vimos otras edificaciones, pero lo más importante es lo arriba apuntado. Niza vale la pena visitarla, lo cual puede ser combinado, como así hicimos, con visitas a otros puntos vecinos de Francia, Italia y Mónaco.

Ricardo Labrada
14 abril 2024

¿Sabes dónde está Kalimantan?

No somos propietarios del planeta Tierra, pertenecemos a él,
por lo que debemos compartirlo con nuestra flora y fauna silvestre.”
Steve Irwin (experto en protección de la biodiversidad)

El mundo entero conoce de la isla Borneo, famosa por sus árboles y su fauna. Sin embargo, todos pensamos que la isla completamente pertenece a Malasia y no es así. Ese territorio insular está dividido en 3 partes, la más grande, 75% de un área total de más de 743 mil km2, también con 10 ríos, viene a ser Kalimantan, perteneciente al estado de Indonesia, con una población rozando los 15 millones de habitantes. El otro 25% pertenece a Malasia y al minúsculo sultanato de Brunei.

Hace poco menos de dos décadas tuve la suerte de visitar esta isla en una de mis visitas a Indonesia en misión de trabajo de la FAO. De alguna manera en esa extensa área boscosa se introdujeron algunas plantas invasoras, las que los especialistas del país han venido combatiendo con el uso de agentes biológicos. El daño de estas invasoras pone en peligro un total de 1433 plantas endémicas del lugar. Aparte de las medidas biológicas, esa fue mi misión, los especialistas estaban interesados en mejorar las formas de prevención de las invasoras en las importaciones de origen vegetal que entran en el país, y así mejorar y enfocar mejor la detección en el momento de su posible entrada.

Aparte de ese tema pude ver el enorme nivel de talado de árboles para madera exportable, lo que solemos llamar bolos, pero sucedió, según relata Wikipedia, que en la década de los 80 la tala de los bosques fue desmesurada con el fin de crear áreas agrícolas e incluso plantar palma de aceite. Hoy día el 50% de la madera exportable en el mundo sale de Kalimantan y otros territorios de Indonesia. A este punto, no queda otra alternativa de reforestar continuamente. Un gesto muy bonito es que los visitantes planten un árbol, el cual llevará su nombre para siempre, bueno, supongo hasta que lo talen un buen día, pues nunca se sabe. Me gustó la idea y puedo decir que planté el árbol Ricardo Labrada, o sea con mi nombre.

A la vez que me adentraba en zonas boscosas y veía la presencia de las invasoras en varias partes, pude conocer del problema de animales en peligro de extinción, sólo allí existentes, como es el caso del orangután (Pongo pygmaeus), del malayo orang-hombre y hūtan-bosque, o sea “hombre de los bosques”. La caza furtiva de este animal y su tráfico ilegal es la razón de que mueran no menos de 3000 individuos de esta especie anualmente. En la actualidad se calcula que hay entre 50 y 100 mil orangutanes en el mundo. Los cazan para entregarlos a circos, hacer de su cuerpo amuletos y hasta consumir su carne para cobrar más fuerzas (¿?).

Muchas veces las madres de las crías son las víctimas, por lo que quedan muchos neonatos sin protección. Pude visitar un lugar, donde recogen estos animalitos y los cuidan debidamente para luego ser liberados cuando ya son adultos y puedan valerse de por sí solos.

Allí también había osos malayos, igualmente cazados furtivamente para tomar su bilis y utilizarla con fines medicinales. Se seguía el mismo procedimiento con los osos, recogerlos, alimentarlos y adaptarlos poco a poco a la vida en áreas silvestres.

Mi impresión es que el patrullaje y control en un territorio tan grande no es suficiente para poder detener a esos cazadores y evitar la muerte de la madre de las crías. Se necesitan de más medios para este fin, pero puedo asegurar que las autoridades locales son conscientes del problema y hacen todos sus esfuerzos para proteger esta fauna en peligro por la mano despiadada de la ambición de una especie llamada Homo sapiens.

En Kalimantan no vi los famosos cocotales, donde el fruto es cosechado por el macaco. Me informaron que podía ser práctica en Malasia y Tailandia, pero no en Indonesia.

Creo que dentro de lo que pude ver en mis visitas a Indonesia, lo más gratificante fue esta visita a Kalimantan, por lo que siempre expreso mi gratitud a los colegas que organizaron esta visita.

Últimamente he leído que el gobierno de Indonesia está en gestión de trasladar la capital del país de Yakarta para Nusantara en la parte oriental de Kalimantan. Indonesia posee decenas de islas pequeñas y medianas, Kalimantan es grande. Esperemos que esta mudanza no afecte al medio ambiente de esta isla.

16 febrero 2024

De visita en Perpignan y le Barcarès, Francia

Viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la mentalidad estrecha.”
Mark Twain

Este fue un viaje planificado para después del 25 de diciembre de 2023. El propósito, una vez más, visitar la Riviera francesa y todo aquello que hace orilla en la Costa Azzurra incluido parte del territorio italiano y el de Mónaco. De Valencia a Niza uno debe recorrer un poco más de 10 horas en auto, por lo que lo más aconsejable es parar en un punto intermedio. En un viaje anterior a Francia lo habíamos hecho en Girona, esta vez decidimos ir un poco más allá y cruzar la frontera, concretamente en Perpignan, a la que le habíamos pasado muchísimas debido a su proximidad con la frontera española, y de tanto pasar, esta vez decidimos hacer escala dos veces allí. Una a la ida y la otra a la vuelta. Esta ciudad es parte de la extensa región Languedoc-Rosellón y se halla a 35 km de Jonqueras, villa española más próxima a la frontera hispanofrancesa. Perpignan es parte de la Occitania y de la Cataluña francesa, convertida en capital de los Pirineos Orientales después de la Revolución Francesa. He leído, no recuerdo donde, que Dali la llamó “Centro del mundo”.

Históricamente Perpignan albergó la Generalidad catalana hasta 1640 cuando las tropas francesas se apoderaron del lugar, derrotada España en esta contienda, Perpignan pasó a ser parte de Francia, al igual que otros territorios catalanes, para así conformar la provincia de Rosellón.

Así que una escala a la ida y otra a la vuelta, en ambos casos de una tarde y noche. En el lugar se habla francés y catalán, pero afinando el oído, no es que haya sentido hablar catalán entre los locales, lo que sí puedo asegurar que buena parte del personal de servicio en hoteles, bares y cafeterías habla castellano.

La impresión que me dio fue de una ciudad tranquila, con espacio suficiente para poder pasear y ver lugares históricos o típicos de la ciudad. Lo normal fue encaminarnos al centro de la ciudad y comenzar el paseo desde allí. Así pasamos por la rue (calle) de la Cloche d’Or, el barrio de St Jacques, la calle Emile Zola, algunas de ellas son realmente estrechas. Lo primero que vimos fue el Castellet, como su palabra indica es un castillo, construcción militar, donde se conjugan murallas, fortaleza y palacio. Su construcción es de 1368. El objetivo era disponer de una fortaleza para contrarrestar las amenazas enemigas de fuera. A un lado del Castellet hay un cine que lleva también su nombre.

Alrededor del Castellet todo era navidad, con diferentes atracciones para menores y mayores. En el trayecto podimos apreciar algunas esculturas, una de ellas con tarja a la memoria del escultor catalán Miquel Paredes. Pasamos por la Plaza de la Lonja, donde encontramos la Bolsa de los Mercaderes o Lonja del Mar, la Casa de la Villa (el ayuntamiento) y el Palacio de la Diputación. El ayuntamiento o Casa de la Villa (Hotel de Ville en francés) es una construcción del siglo XIII, luego continuada en los siglos XVI y XVII.

Un poco a rumbo y orientándonos por las indicaciones existentes en las esquinas pasamos por el Palacio de Justicia y la Prefectura.

Visitamos también la plaza de León Gambetta[1], la que da paso para llegar a la catedral de San Juan Bautista, construcción del siglo XIV, en estilo gótico, la que posee un área central de unos 80 metros de largo, la que nos lució acogedora por sus vitrales y altar.

Yendo en dirección al Castillo de los Reyes de Mallorca, encontramos otra iglesia, la de San Mateo, modesta en su interior.

Finalmente llegamos al Castillo ya mencionado, cuyo nombre está acorde con la historia de Perpignan. Cuentan que Perpiñán fue capital del Reino de Mallorca, el que Jaime el Conquistador dejó en manos de su hijo, Jaime II en 1261. El territorio comprendía la señoría de Montpellier, y los condados de Cerdeña y Rosellón. Jaime II ordenó la construcción de este Castillo en 1276, la que incluyó capillas, jardines y fortificaciones exteriores e interiores. En nuestra visita hallamos que el área del Castillo es inmensa, con esculturas y un bonito mirador al exterior.

En el recorrido también estuvimos en una especie de plazoleta, la que estaba rodeada por el museo de arte moderno.

En el viaje de regreso pudimos ver el Teatro de Archipiélago, una construcción de color rojo que parece un donut pero sin agujero. Alrededor de esta edificación hay varios edificios que parecen de nueva construcción, así como un área de parque.

Fue en este viaje de regreso que nos fuimos a Barcarès, famosa villa de playa por su Village de Noël. Desde Perpignan son unos 22 km en auto. Al llegar al lugar nos encontramos que el pueblo estaba como desértico, ni un alma en las calles. Fuimos hasta la playa y nos percatamos que el pueblo de Papá Noel estaba algo retirado e igualmente a orillas del Mar Mediterráneo. La festividad navideña del lugar se extiende desde el 18 de noviembre al 7 de enero, así que llegamos a tiempo, era 2 de enero.

Allí hay un área enorme de aparcamiento gratuito, luego hay que caminar un par de cuadras para llegar al village, donde encontramos quioscos con ofertas de golosinas locales, perros calientes, hamburguesas, sándwiches y bebidas, incluido vino caliente. El resto era parque de diversiones muy apto para niños, adolescentes y jóvenes. No creo que los de la tercera edad puedan montar todos los carricoches existentes. Hay también una pista de hielo de verdad para esquiar, un barco en mar para aquellos que gusten perderse en los laberintos, y lo peor ese día, un frío de 5 grados, con una sensación más o menos a esa misma temperatura. Se puede soportar por un rato y bebiendo algo caliente.

[1] Léon Michel Gambetta, político republicano francés que desempeñó un papel importante en la Tercera República.

Ricardo Labrada
28 enero 2024

Visitando Mónaco

Un artículo anterior sobre este pequeño estado fue publicado en este blog el 2 de julio de 2020, ahora después de una reciente visita en plena navidad, se exponen más detalles de lo visto en mis primeras dos visitas o pasadas por el lugar.

En mi niñez llegó a mis oídos la palabra Mónaco, llamada Múnegu en monegasco, asociada a la bella actriz estadounidense Grace Kelly, la cual se convirtió en princesa al casarse con el monarca de ese pequeño estado, el segundo de menor territorio después del Vaticano. Por supuesto, en revistas como Bohemia y Vanidades de entonces no dejaban de hablar de Montecarlo, el distrito más importante allí y de su famoso casino. En 1972, cuando estuve un tiempo en Europa occidental, no faltaban las repetidas menciones asiduas a los príncipes y princesas en los diarios más leídos.

La curiosidad personal existía y bastaba en algún momento decidir visitarlo por algunas horas. Su fama radica en sus casinos, la pista para la carrera del Gran Premio, la que antes uno puede apreciar en la película “Grand Prix (1966)” del director John Frankenheimer, y su bahía, con un mar azul de encanto. Con sus regulaciones, Mónaco es paraíso fiscal convencional, con un centro de negocios para proveerse de servicios bancarios y para constituir sociedades, atraídos por su régimen fiscal.

El pequeño estado, en las partes bajas de los Alpes, tiene 202 ha de superficie y una población de 38 700 habitantes, según censo de 2018.  Sus fronteras son exclusivamente con Francia. Sin embargo, la distancia entre Mónaco y Ventimiglia, Italia, es de 26 km, por lo que, en días festivos, los italianos, sobre todos los que viven en la Liguria, acostumbran a visitar Mónaco. De hecho, Mónaco era un principado italiano, creado por Francesco Grimaldi en 1297, con ayuda de soldados disfrazados de franciscanos. Los Grimaldi eran familia patricia de Génova, la que constituyó la dinastía más antigua de Europa. Este principado estuvo ligado a Italia hasta que los franceses lo invadieron y se anexaron el Condado de Niza en 1860. Hasta ese momento, en Mónaco se hablaba italiano, además del monegasco, dialecto ligur. Un acuerdo con Francia se firmó en 1865 y el absolutismo de la monarquía reinante se abolió pocos años después. Desde 1869, los residentes allí no pagan impuestos sobre la renta, ni sobre los beneficios de sus inversiones, ni por el impuesto de sucesión. Las compañías internacionales tampoco pagan impuestos ni las compañías locales que desarrollen tres cuartas partes de sus actividades en el Principado.

Como todo en esta vida, Mónaco evolucionó en el siglo XX y su constitución de 1911 sufrió cambios en 1917 y en 1930, originado por enredos de familia, reconocimiento de hijos y otras cositas más típicas de las coronas. Rainiero III (Rainier Louis Henri Maxence Bertrand Grimaldi) ascendió al poder en 1950 y tuvo también sus contratiempos con el Consejo Nacional, fue él quien se casó con la actriz Grace Kelly en 1956. Ejerció como príncipe soberano hasta su muerte, el 6 de abril de 2005.

Si Ud. va de Niza a Mónaco en tren, viaje que dura unos 20 minutos y unas cinco paradas previas, al salir de la estación de trenes, a la derecha uno se encamina y llega en pocos minutos al famoso Casino de Montecarlo, bellísimo y adornado en época navideña, donde radica el famoso casino, creado por el príncipe Carlos III y explotado desde 1863, y la Sala Garnier de la Opera. En sus exteriores se puede apreciar la belleza de la costa azzurra desde un mirador de encanto. En sus alrededores encontraremos una escultura muy original y cómica de Adán y Eva, obra de Fernando Botero, y más adelante, otra, el Mundo en tu Mano. También se puede apreciar una modesta y bella colección de cactus.

De ahí uno puede bajar y pasar por la famosa pista de formula I y a poca distancia comienza el puerto o embarcadero llamado Hércules, donde los yates enormes y de lujo sobran. Dicen que aquí se filmó la peli “Golden Eye: el regreso del Agente 007 (1995)” Una parte del filme “Grand Prix 1966” fue igualmente rodado en Mónaco.

Se puede ir a bordeando todo el puerto, en navidad se instala una especie de parque de diversiones, y quioscos de venta de chucherías y bebidas en sus alrededores. Al llegar casi al otro extremo, basta con cruzar la vía y ascender por unas elevadas escaleras, algo que los de la tercera edad deben hacerlo con calma, para así acceder a la otra parte de este estado, Le Rocher (La Roca), la parte vieja de la ciudad, donde está el Museo Oceanográfico y la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, templo principal de Mónaco, cuya terminación ocurrió en 1905, y ocupa el espacio de la primera iglesia episcopal del lugar, construida en 1252, que luego se convirtió en la iglesia de San Nicolás, destruida en 1874. Por eso mucha gente le llama Catedral de San Nicolás. Su interior es en estilo neo-románico, bastante armónico y agradable.

Caminando más adelante nos encontramos con el Palacio de Justicia, construcción modesta, pero original, hasta llegar al Palacio del Príncipe o Palacio Principesco, residencia oficial del Príncipe de Mónaco y de la Familia Grimaldi, desde finales del siglo XIII, cuyo exterior solo se puede apreciar. Obviamente delante del Palacio hay una enorme Plaza.

Igualmente, en las premisas del Palacio del Príncipe se halla el Tributo a las colonias extranjeras erigido a los 25 años de reinado del Príncipe Alberto, obra de Constant Roux. Aledaño al monumento se muestran balas de cañón.

Lo mismo a la entrada que a la salida de La Roca uno puede disfrutar de un paseo por el jardín de San Martín, donde además de las plantas existentes hay varias esculturas, algunas hasta con carácter erótico, una en honor a la princesa Grace Kelly (ver foto al inicio de este artículo), otra muy sugerente, llamada el Abrigo de la Conciencia, y una de Alberto I como navegante. Al bajar de la Roca, ya en zona del Puerto, hay otra escultura, la que reconocí al instante, en honor al famoso corredor de autos Juan Manuel Fangio.

Esto fue todo lo visto durante todo un día dedicado al segundo estado más pequeño del mundo y uno de los más caros en general. Aun así, si está cerca, no deje de visitarlo, ya que le resultará agradable.

Nota: todas las fotos del autor

Ricardo Labrada
13 enero 2024

Una visita a Amberes, Bélgica

Un lujo en Amberes es poder caminar tranquilamente por sus calles.”
Dries Van Noten (1958, diseñador de moda belga)

Al siguiente día de nuestra visita a Gante, nos dirigimos a Amberes (Antwerp en flamenco o Anvers en francés), antes conocida como Antuerpia, ciudad con mucha historia medieval y tierra, ubicada a orillas del río Escalda, el que desemboca en el Mar del Norte. Su puerto ha sido uno de los más importantes en el Mar del Norte y, por ende, la ciudad ha sido un centro comercial vital en ese entorno.  Amberes es la ciudad, donde creció y se desarrolló el gran artista Pedro Pablo Rubens, hijo de padres amberinos, los que, por razones religiosas, se vieron obligados a refugiarse en Alemania. Ellos eran calvinistas, algo que no le cuadraba a los católicos. Pedro Pablo nació en 1577 en Siegen, Alemania. Su madre con el niño Rubens y su hermano, ya convertidos al catolicismo, regresaron a Amberes en 1589. A pesar de ser Rubens una gloria amberina, la mayor cantidad de sus obras de arte de Rubens se hallan en el museo del Prado en Madrid y no en Bélgica.

Vamos a Amberes, adonde llegamos una hora y algo después de haber salido de Brujas temprano en la mañana. Como íbamos casi dormidos, el viaje se nos hizo corto y el final de ese trayecto fue como me lo imaginaba al llegar a la fastuosa estación de trenes de esta ciudad, enorme, espaciosa, toda una obra de arte. Su cúpula acristalada, las escaleras de mármol, los ventanales y su fachada de estilo barroco crean un ambiente nunca visto en otra estación incluso en Europa.  Algo que llama mucho la atención es la escultura mano de la paz realizada por el artista chino Yan shufen. Es el símbolo de la mano y la paloma, un mensaje de amistad y paz.

Y hablando de chino, a poca distancia de la estación de trenes se halla el barrio chino de la ciudad, el cual es pequeño y consta de tan solo dos cuadras.

Después de más de media hora fotografiando varios ángulos de la estación, nos dirigimos al hotel. Esta vez no nos equivocamos, les doy el nombre y dirección de este, por si desean alojarse en un lugar céntrico con condiciones muy aceptables incluyendo la limpieza. Es el hotel Citybox, ubicado en la calle Molenbergstraat 2-4, a solo 600 metros de la estación de trenes. Así que una caminata tranquila a pie de menos de media hora y estará en el hotel, donde en su alrededor tendrá cafeterías y restaurantes para poder comer desde temprano en la mañana.

Llegado al lugar, fue dejar los maletines y salir a pasear. Lo primero que nos tropezamos fue la Ópera de Vlaamse, en Amberes, cuya compañía comenzó a brindar espectáculo en otras ciudades de Bélgica a partir del siglo XVII. Desde que la vi, me di cuenta de que era un teatro, pero fue pasado un rato que logramos adivinar donde estábamos. La especialidad de la compañía era la interpretar música clásica e igualmente flamenca. En realidad, el edificio de la actual Ópera fue construido a inicios del siglo XX. Girando a nuestra derecha nos adentramos en la calle Mier, la principal comercial en la ciudad. Hay una esquina en el comienzo o final de la calle que converge con otras calles, Jezustraat y Leystraat, donde podrá apreciar toda una serie de grandes afiches.  Por ese mismo entorno, al inicio, se encuentra el monumento al famoso artista flamenco Antoon van Dyck (1599–1641), primer pintor de corte en Inglaterra y que previamente había estado en Italia por buen tiempo. con una tras una larga estancia en Italia. Dicen que este monumento puede pasar desapercibido, no lo creo, el mismo está como reinante en una especie de pequeña plaza y rodeado de bellos edificios con una arquitectura muy original y llamativa. Cerca, en la Leystraat está otro monumento, este al pintor David Teniers, llamado el joven (15/12/1610-25/04/1690), quien era hijo de David Teniers, el Viejo, también pintor.

Por la calle Mier se llega a la Rubenshuis, la Casa Museo de Rubens situada en la plaza Wapper, la que, para nuestra decepción, estaba cerrada por restauración. No obstante, la placita nos resultó acogedora con una atractiva fuente y el monumento a Pedro o Peter Leonard Leopold Benoit, famoso compositor belga.

Por la misma calle Mier encontramos el gran centro comercial Stadsfeestzaal, donde nos asombró su belleza interna. La mercancía y sus precios no fueron objeto de nuestra observación, pero sí el techo, sus paredes y lo espacioso del lugar. En realidad, invita a uno a sentarse a beber algún refresco.

Desde la calle Mier también pudimos ver la torre Boerentoren (Torre de los campesinos), la que posee una altura de 97 metros de altura, siendo solo superada por la Catedral de la ciudad. Esa torre se comenzó a construir en 1931 y pretendió convertirse en el primer rascacielos europeo.   

Seguimos más adelante hasta llegar a la plaza Groenplaats, donde se encuentra la imponente Catedral de Nuestra Señora (Onze Lieve Vrouwekathedraal), la edificación en estilo gótico más alta en todos los países bajos (123 m de altura), inaugurada en 1561 después de más de 150 años de construcción, en cuyo interior encontramos todo muy ordenado y con la fastuosidad de un templo de esta categoría en Bélgica. En esta misma plaza también está el monumento a Rubens y el hotel Hilton.

Muy cerca de la Groenplaats se halla otra plaza, la Grote Markt o Gran Plaza del Mercado, la principal de esta urbe que da espacio al Ayuntamiento, construido entre 1561-1564, y la Fuente de Brabo (1887), en memoria a Silvio Brabo, soldado romano, el que, según la leyenda, logró eliminar al gigante y terror de la ciudad. No faltan en esta plaza casas del siglo XVI y XVII, con arquitectura típica del lugar.

Desviándonos un poco, encontraremos la iglesia de San Carlos Borromeo en la plaza Hendrik Conscience. Rubens y su ayudante Van Dyck le añadieron a esta iglesia jesuita, inspirada en la iglesia del Gesú en Roma, el estilo barroco de su fachada y del altar mayor, a esta iglesia jesuita inspirada en la iglesia del Gesú de Roma. Nuevamente, el templo muestra obras de artes, sobre todo pinturas de inestimable valor. La Biblioteca municipal en Amberes está en la plaza de esta iglesia, en cuyo frente hay una estatua al escritor-novelista flamenco Hendrik Conscience, cuya plaza lleva su nombre.

Caminando un poco a rumbo llegamos a la plaza Vogelenmarkt, muy espaciosa, donde pudimos apreciar la edificación moderna del Stadsschouwburg, donde se pueden ver espectáculos musicales, exposiciones y obras teatrales.

Para el siguiente día nos dirigimos al puerto de la ciudad, con la finalidad de visitar El Castillo Het Steen (La Roca), situado en el puerto frente al río Escalda, el que sirvió como fortaleza militar para defenderse de las incursiones vikingas durante el medioevo. El castillo también sirvió de prisión, dicen que a la derecha se encarcelaba a los ricos y a la izquierda a los pobres, lo mismo daba, una u otra ubicación, el final para ambos era el mismo: morir quemados vivos o perder primero las manos y a continuación la cabeza.

Antes de entrar al Castillo hay una estatua de bronce erigida en 1962, la que presenta al pie de la escultura una inscripción con el nombre Lange Wapper, el gigante, también llamado Druoon Antigoon, el llamado espíritu del agua, el terror durante siglos en la ciudad de Amberes. El nombre, se dice, que surge a partir de las grandes grúas de madera con las que se transportaba el agua de los canales a las cervecerías. Dimos algunas vueltas por dentro del castillo, construido en el 650, pero nos llamó más la atención su presencia exterior, así como otras edificaciones y sitios aledaños.

Frente al Steen están edificios con arquitectura muy original en la calle Jordaenskaai, además de un Crucifijo grande. Previo a nuestra llegada al castillo también apreciamos la edificación Hansa Huis o casa Hansa antigua Casa Hansa del siglo 19, sede de la Autoridad Portuaria de Amberes. Relativamente cerca está la plaza de piedra, donde hay unas figuras de leones y al otro lado del Steen está el restaurante Plateau Royal, cuya edificación nos llamó también la atención.  

Buena parte de la segunda jornada fue dedicada a la visita del museo Plantin-Moretus, el que recoge la historia de la imprenta del siglo XVI en Bélgica y, a su vez, rinde homenaje al encuadernador y curtidor francés Cristóbal Plantino, fundador de su imprenta, parte del museo, en 1555, fecha en la cual también edita su primer libro, muy visitada por varios escritores y científicos de la época. Por su parte, Jan Moretus nació prácticamente en la imprenta, ya que a los quince años trabajaba allí y dio continuidad al trabajo de la imprenta entre 1583-1585, entonces llamada Officina Plantiniana. Plantin murió en 1589 y Moretus se hizo cargo por completo de la imprenta con sucursales en Frankfurt, Leiden y París. En 1876 esta empresa decayó y fue vendida en 1876 y convertida en el extenso museo que conocemos hoy, pues además de uno poder apreciar los troqueles y matrices necesarios para impresión, puede ver las dos bibliotecas, con una amplia colección de libros, algunos prohibidos en su época por la iglesia, un altar y pinturas- retratos de Rubens.

He dejado para el final otras iglesias, ya se reseñó sobre la catedral y la iglesia San Carlos Borromeo, hay más, pero admito que otras renombradas no fueron visitadas, excepto La iglesia de San Pablo (en neerlandés, Sint Pauluskerk), templo conventual dominicano, en estilo barroco, consagrada en 1571, donde en su interior hay una formidable serie de figuras talladas en madera. En esta iglesia obraba el confesor del pintor Rubens.

Muy cercano al centro nos llamó la atención una iglesia, en la calleFrankrijklei 89, jesuita con arquitectura gótica, estaba cerrada, pero sus dos torres son fascinantes. Me costó trabajo identificarla, nada por fuera y si uno lo busca en Google en español e inglés no la encuentra, hay que ir al Google en neerlandés y es entonces cuando logramos saber que es la iglesia Kerk Onze-Lieve-Vrouw van Gratie o Nuestra Sra. De Gracia.  Imponente es la iglesia San Antonio de Padua, cuya historia se remonta al siglo XVI. Otra iglesia, a la cual no entramos, fue la de Santiago o San Jacobo, construida sobre una posada que daba refugio a los peregrinos que iban a recorrer el Camino de Santiago hasta Compostela en Galicia. Realmente no entramos, pero es aquí, donde descansan los restos de Rubens.

Las construcciones modernas de la ciudad no las vimos por falta de tiempo y cansancio, mientras que el barrio de los diamantes no estuvo en nuestro programa de visita. Ya hemos visto algo de eso en Ámsterdam.

Si nuestra edad y tiempo nos lo permite, volveríamos con gusto a esta ciudad, donde se combina lo medieval con lo moderno. Amberes es parte de ese acervo cultural que atesora el relativamente joven estado belga.

Ricardo Labrada
26 octubre 2023

Viajando por España: Culla en la Comunidad Valenciana

Culla es un paraíso para las amantes de la historia, la
naturaleza y las leyendas que ponen los pelos de punta.”
Tomado de escrito de Anna Pardo

España tiene un sinfín de pueblos medievales, los cuales vale la pena visitar. A veces son pequeños, otras veces más grandes, pero sí todos tienen historia.

En una jornada dominical decidimos darnos un salto a uno de estos pueblos pequeños, de esos que ni los propios españoles conocen, se llama Culla, el que posee una escasa población, por debajo de los mil habitantes y está situado en la sierra Segura. Para llegar allí desde Valencia hay que tomar la autovía A-7 dirección a Castellón y luego seguir por carreteras sencillas. La que llega a Culla es sinuosa y no se puede correr, hay que conducir en muchos tramos a no más de 30 km/ha.

Aparcar uno puede a la entrada del pueblo, sólo los residentes pueden seguir más adelante, pero eso no es problema, ya que el pueblo es pequeño, solo que la travesía es a pie y los de la tercera edad deben hacerlo con cuidado, sea subiendo como descendiendo.

La historia de Culla parece que comienza con la llegada del noble aragonés Blasco de Alagón en 1233. Jaime I, el conquistador, le cedió este territorio, antes ocupado por los moros, de los cuales no se habla. Precisamente el castillo en la parte alta del pueblo fue construido por los árabes, el que viene a ser el punto de mayor interés, sobre todo por la formidable vista panorámica que nos ofrece al llegar arriba. Ese castillo ahora en ruinas pasó a ser propiedad de los caballeros templarios, orden militar del clero surgida en el siglo XII y que se mantuvo activa hasta el siglo XIV. Ellos siempre con mucha ambición de ocupar cuanto castillo existiese por su buena posición para la defensa y para la observación. Los templarios no construyeron nada, pero sí aprovecharon cuanto de bueno dejó el dominio árabe en España. Ocuparon un total de 800 castillos en toda la península. Según información en la red, los templarios pagaron para hacerse de este castillo en Culla, cuando esta orden desapareció esta propiedad pasó a manos de la orden Montesa.

Subiendo en dirección al castillo nos encontramos con un pueblo llenos de puertas arcadas, así como la Casa Abadía, el cual fuera anteriormente hospital. Le pregunté a una señora por allí me indicase como llegar a esta casa y me dijo que no sabía. Lógicamente, ella lo reconoce como el viejo hospital. Allí hay un auditorio y biblioteca, pero no estaba abierto.

En un ángulo del pueblo está la antigua cárcel, lugar que sirvió inicialmente de granero durante el dominio de la orden Montesa en los siglos XIII y XIV, pero que durante las guerras carlistas en el siglo XIX se convirtió en prisión. En este lugar se guarda la historia del pueblo.  

Destacada es la iglesia del pueblo, la de San Salvador, pequeña de tamaño, construida en el siglo XVIII sobre los restos de un templo medieval, el que alberga imágenes de colorido, una escultura en mármol de El Salvador, el patrón de Culla. Modesta iglesia, pero agradable su contenido y limpieza.  

Por el camino encontramos una casa llamada La Tahona, que viene a ser un molino para hacer pan. La forma de esa casa me llamó la atención al tener un techo descendiente. Igualmente hay varias puertas, entre ellas la Porta Nova, reconstruida en 1610 y que daba paso al llamado camino de la herradura. Otras notables son el Portal de la Font (Portal de la Fuente) y el Perxet (el Porche), este último del siglo XIV y situado cerca de la prisión. Hay más puertas, casi todas dando acceso a escaleras para ascender a la parte alta del pueblo.

Cuando uno llega a lo alto del castillo, las vistas de la comarca Alt Maestrat son impresionantes, así uno puede apreciar las áreas de árboles y las agrícolas, muchas de estas en terrazas (ver fotos arriba).

Por ser un pueblo pequeño no es que haya bastantes lugares para comer. Llegamos a un restaurante a la entrada del pueblo y nos dijeron que estaban lleno, sin más remedio nos fuimos a la vecina Vall d´Alba, donde había lugares para picar y beber, pero no para comer o almorzar. Una camarera de un bar nos aconsejó ir al restaurante de la Macía, situado a 2 km de este pueblo. Allá llegamos, había lugar y la atención fue excelente. Hubo un detalle, la señora que nos cobró la comida nos preguntó que adonde habíamos ido y le hicimos saber que fue a Culla. Una pregunta inesperada, ¿qué tal es aquello? Nuestra respuesta inmediata fue interesante y bello. La señora nunca había visitado Culla, peccato.

Ricardo Labrada
3 octubre de 2023

Todas las fotos son propiedad del autor.

Una visita a Gante, Bélgica

Gante, ciudad histórica y contemporánea a la vez
Frase popular sobre esta urbe

Mal cálculo personal al sólo dedicar un día de visita a Gante, capital de Flandes Oriental en la zona septentrional de Bélgica. Esta urbe es más grande que Brujas y tiene muchos lugares interesantes a visitar. Hay mucha historia y en un día no se puede abarcar todo. Aconsejo dedicar día y medio como mínimo para poder ver gran parte de lo que tiene esta bella ciudad.

Aquí nació Carlos I de España, también conocido como Carlos V del Sacro Imperio Romano-Germánico, hijo de Juana I de Castilla, más conocida como la loca, la que a su vez era hija de los reyes católicos Isabel I y Fernando II de Aragón. El padre de Carlos I fue Felipe I de Castilla, conocido como el Hermoso, y duque titular de Borgoña.

Gante está como en el medio del trayecto del tren de Bruselas a Brujas. Desde Bruselas son unos 28 minutos y desde Brujas unos minutos más. El boleto de ida y vuelta cuesta barato para los mayores de 65 años. Hay dos estaciones de tren, la Gent Dampoort y la Gent-Sint Pieters, esta última es la más cercana al centro histórico de la ciudad. En Gante se habla igualmente la variante neerlandesa conocida como flamenco, a la que ya me referí en el artículo sobre Brujas. Noté menos francoparlantes aquí que en Brujas. La ciudad también es importante sede de festivales de música variada, entre ella el jazz. Usualmente participan más de 1500 músicos en este evento anual.

Fue un día de agua y viento, en ocasiones lluvia cerrada, pero eso no nos amilanó, el deseo de conocer fue más fuerte que esas precipitaciones. Al llegar uno quiere ir sin demora a la Plaza Sint-Baafsplein o Plaza de la Catedral, donde encontraremos muchas edificaciones interesantes. Sin embargo, pasamos antes por el monumento a los hermanos Hubert y Jan Van Eyck, creadores del Retablo políptico de la Adoración del Cordero Místico de la Catedral de San Bavón. Igualmente vimos una figura muy llamativa que me dicen se llama los Gigantes, obra con diversas figuras humanas en diferentes posturas y actividades, todas agrupadas en una forma cilíndrica, dando la impresión de un carrete giratorio.

Indistintamente fotografiaba las diversas esculturas o monumentos en la ciudad, una mayoría alrededor de la catedral de San Bavón, entre ellas la estatua en honor al movimiento flamenco o a Jan Frans Willems, escritor flamenco del siglo XIX, cuya figura se erige sobre un pedestal de piedra y está en el centro de la plaza de la catedral, así como un monumento discreto en honor al emperador Guillermo I, y alguna que otra fuente de figura original.  

También a la entrada del centro histórico visitamos la iglesia de San Jacobo o de Santiago (St James en inglés). Este templo era todo de madera en el siglo XI cuando se construyó. La iglesia rinde culto al apóstol Santiago. Su interior presenta varias obras de arte, pero al pasar estaba aún cerrada.

En Gante hay tres torres importantes, dos de ellas ubicadas en la misma plaza, la llamada Sint-Baafsplein o de la Catedral, así llamada por albergar la Catedral de San Bavón, la representación del clero, con su torre de 89 metros de altura, donde está una obra maestra, el Políptico del Cordero Místico, de los hermanos Jan y Hubert Van Eyck, realizada en 1432. Esta pintura presenta en su parte inferior al Cordero Místico adorado por ángeles y por personajes del Antiguo (a la izquierda) y del Nuevo Testamento (a la derecha). Este templo es la iglesia parroquial más antigua de Gante, construida sobre una iglesia en el siglo X, luego sobre otra dedicada a Juan Bautista en el siglo XII. Es catedral desde 1559. Su altar aparece en estilo barroco y hecho de mármol. El resto de su interior es muy bello en general.

En la misma plaza visitamos el campanario o también conocido como el Belfort (Beaufort en francés), que viene a ser el símbolo de la burguesía o también es considerado como símbolo de la excelencia de libertad, poder y prosperidad, así como el enorme poder de los gremios medievales. La torre de 91 metros de altura ha servido para dar la hora, con su último reloj de 1913, para avisos, para vigilancia y servir de depósito del tesoro de la ciudad. Por dentro hay exposiciones variadas, donde sobresale el Dragón o mascota de la ciudad, traído de Brujas en 1377. Subir hasta a lo alto de la torre no es problema al existir un ascensor que llega hasta un punto, el resto es factible de subir o descender a pie incluso para los de la tercera edad. Las vistas de Gante desde los altos del Belfort son fabulosas.

Al pie del campanario está la Lonja o Edificio del mercado del paño o Lakenhalle, construcción de 1445, símbolo de la industria y comercio textil de Gante, lugar donde estaban los mercados de los tejidos y se reunían los entes del gremio del textil. Anexo a este edificio está la casa de guardias, de 1741, conocido como Mammelokker, donde radicaba la cárcel, Ese nombre hace alusión a la leyenda de un preso romano, condenado a muerte por inanición, pero que logra sobrevivir y al que su propia hija, nodriza en secreto, llega a amamantar.

En la misma plaza se halla el teatro neerlandés, el símbolo de la intelectualidad de Gante, edificio de finales del siglo XIX y actualmente teatro municipal. En su fachada se observa una imagen de Apolo junto a las musas coronada por una estatua de la diosa Armonía, todas mirando hacia la plaza de la catedral. En la primera planta de esta edificación está la cervecería De Foyer.

Un mercado con forma de arca se encuentra igualmente en la plaza Bavón o de la catedral. Establecimiento con revestimiento de madera protegida por vidrio sobre cuatro apoyos de hormigón.  

A pocos pasos de esta plaza hay otra, muy animada y visitada, la Korenmarkt o plaza, donde estaba el antiguo mercado del grano. Allí sobresalen dos construcciones importantes: la iglesia de San Nicolás y la Oficina de Correos.

La iglesia de San Nicolás es en honor al patrón de la ciudad, construida en estilo gótico en el siglo XI, fue costeada por el gremio de comerciantes, por lo que también se le conoce como iglesia de los comerciantes y mercaderes. En el siglo XIII hubo una remodelación de este templo. Su torre central sirvió de punto de observación en sus inicios. La iglesia fue destruida durante la II Guerra Mundial, por lo que su restauración llevó bastante tiempo después de 1945.

La antigua oficina de correos es sitio de hotel y cafetería en la actualidad. Se trata de una edificación majestuosa, verdadera obra arquitectónica. Hace más de 100 años aquí había un cruce de carreteras, que servía de entrada a Gante, donde paraban jinetes y los primeros tranvías tirados por caballo.

Tal parece que ya lo hemos visto todo en el centro de Gante, pues no. La plaza Vrijdagmarkt o de los viernes está rodeada de casas flamencas de varios gremios. Es la plaza más antigua, tiene más de siete siglos y, por ende, mucha historia. Ahí vemos un edificio modernista, en otro tiempo sede de los sindicatos socialistas o de la mutualidad socialista, el que sufrió un incendio en 1887 y se reconstruyó en 1889, lo que incluyó el Ons Huis o sede del partido socialista y los almacenes de la cooperativa Bond Moyson. En el centro de la plaza está la estatua del héroe local del siglo XIV, Jacobo de Artevelde, héroe local del siglo XIV.

El Ayuntamiento de Gante, construido en estilo renacentista desde inicios de 1321, es un complejo de cuatro lados, el que abarca lados por la plaza Botermarkt, Hoogpoort, Stadhuissteeg y Poeljemarkt. El frente de la Botermarkt (mercado de la mantequilla) es renacentista y difiere del gótico en la Hoogport.

Otros lugares visitados fueron los muelles Graslei y Korenlei (muelle de los granos o Quai au blé y las hierbas de Gante) a orillas del río Lys, donde uno puede apreciar las fachadas más variadas de las casas del lugar, pero también puede uno pasear a lo largo del río. El puente San Miguel, construido a inicios del siglo XX y con forma de arco, hecho de piedra se halla aquí, desde el cual se puede divisar gran parte del centro histórico de Gante. Por detrás está la imponente y antigua iglesia San Miguel, en estilo gótico, la cual se erigió sobre una antigua capilla románica del siglo XII. San Miguel fue iniciada su construcción a mitad del siglo XV.

Visita obligada fue al Castillo de los Condes o Gravensteen en la plaza Sint-Veerleplein, imponente fortaleza del siglo XI, que fuera residencia de los condes de Flandes, los que al final lo abandonaron y así se convirtió en tribunal y prisión, más tarde fábrica de algodón. El castillo tiene orilla también con el río Lys. Al barrio aledaño, el Patershol, reconozco que lo pasamos de largo.

En el centro histórico igualmente se encuentra la Casa de Alijn, la que es museo viviente para recrear costumbres y expresiones artísticas propias del siglo XX. También está el castillo del Diablo Gerardo, el cual no tiene nada de satánico en su historia, excepto su siniestra presencia. La fachada del café Gentenaar en la calle Vlaanderenstraat es muy llamativa.

Hay tres lonjas en Gante, ya hablamos de una de ellas, está también la del pescado, que no visitamos, y la de la Carne (Groot Vleeshuis), construida a principios del siglo XV, antiguo mercado para el control de la calidad y sanidad de la carne, el cual actualmente se halla en restauración para servir tapas acompañadas de bebidas.

No dudo que me falte algún que otro lugar, pues me temo que no lo visité todo. No obstante, les puedo asegurar que aún bajo lluvia y viento a ratos, pudimos disfrutar mucho de esta bella ciudad, muy rica en su historia como su hermana Brujas. Volver a visitarla no sería ningún desperdicio. Ah, olvidaba decir que no falta el chocolate, la patata frita, ni la cerveza, una pena que no la pueda beber.

Ricardo Labrada
21 septiembre de 2023

Nota: todas las fotos son propiedad del autor.

Una visita a Brujas, Bélgica

Brujas es una hermosa ciudad medieval casi intacta con el tiempo.”
James Frain (1968, actor británico)

El día que salimos de Luxemburgo, con buena suerte, tuvimos tiempo de embarcar en el tren de las 8:11 de la mañana rumbo a Bruselas. De Luxemburgo a Bruselas hay un tren cada hora comenzando desde las 5:11 de la mañana. El viaje en tren dura un poco más de lo que uno espera, ya que hace muchas paradas en territorio belga hasta finalmente llegar a la Estación terminal de Midi o del Sur en Bruselas. Una vez llegamos nos dirigimos hacia las máquinas automáticas y así adquirir los boletos para Brujas, ciudad de la que tanto nos habían hablado. Ese proceso se hace fácilmente, las máquinas funcionan en varios idiomas. Para los de la tercera edad el precio es a la mitad. El billete que uno compra le vale de ida o vuelta en el día, que no era nuestro caso. Inmediatamente fuimos a ver de qué andén partiría el tren más próximo a nuestro horario, resuelto e identificado, a esperar un ratito hasta abordar la nave que nos llevó a Brujas con algunas paradas intermedias, una de ellas en Gante, de la que hablaremos en otra entrega.

En unos 70 minutos ya estábamos en Brujas, pero ¿dónde está el hotel? Booking.com nos dio una desagradable sorpresa, la habitación de hotel reservada estaba algo fuera de la ciudad y para llegar al mismo en bus hay que hacer una buena caminata por lugares que los cubanos llamamos monte. Para suerte el hotel Green Park tiene acuerdo con una compañía de taxi, la que nos podía llevar y traer. Aconsejo al que vaya a Brujas no ir a este hotel a no ser que alquile un coche para estar allí. El hotel está muy bien, pero alejadito de Brujas. En taxi uno llega en 10 minutos, Brujas es un cascaroncito de ciudad, pero muy chula y con mucha historia.

A Brujas se le conoce como la Venecia del Norte por sus canales, aunque sin góndolas. La ciudad está en el extremo noroeste de Bélgica y es la capital de Flandes Occidental. Su nombre no tiene nada que ver con la brujería, es palabra, al parecer, de origen vikingo, Bryggia, que significa muelle o puente. Actualmente es pequeña, pero hace siete siglos era la más grande de Europa, donde de siempre hubo mucho trasiego comercial. Por su belleza, museos, catedrales y canales es considerado Patrimonio de la Humanidad.

En Bélgica hay tres idiomas oficiales, el francés, el flamenco o neerlandés, o se la misma lengua hablada en los Países Bajos, y el alemán. Siempre me hice idea que todos los belgas hablaban francés, mais je me suis trompé[1]. En la Valonia se habla francés y sabía que los valones no son muy dados a aprender el neerlandés, pero no creía que eso fuera así en Flandes con el francés. Encontré personas que me dijeron que se estudia el francés en escuela, pero algunos, no sé la cantidad, lo entienden, pero no lo hablan. Para ellos es mucho más fácil hablar el inglés. La realidad es que en muchos lugares los letreros aparecían en neerlandés.

Nuestra llegada en Brujas fue directa a la llamada Grote Markt o Plaza del Mercado o Gran Plaza, un lugar muy atractivo, donde reina la torre de Belfort (los francófonos le llaman Beaufort), altísima, del siglo XII, 83 metros de altura, 366 escaleras y reloj. La torre descansa sobre el antiguo edificio del mercado de la carne y de los paños. Cuando sus campanas suenan es como si fuera un concierto. La torre tiene un patio grande e igualmente llamativo.

En el centro de esta plaza está un monumento en honor a Pieter de Coninck y Jan Breydel, líderes gremiales, los que enfrentaron las tropas francesas de Felipe IV, la que concluyó con la Batalla de las Espuelas de Oro, la que garantizó la independencia de Flandes.

Sobre la acera del lado izquierdo de frente a la torre están los edificios de la oficina de correos, a su lado el Landhuis o Palacio de la Provincial y el el almacén gótico Waterhalle o historium, construido a partir del siglo XIII, palacio que alberga historia de la Brujas medieval. Al otro lado de la plaza están las casas gremiales, muy bien conservadas.

A pocos pasos de esta plaza se encuentra otra no menos impresionante, la plaza Burg o plaza Mayor, en la que encontramos el Museo het Brugse Vrije o Franconato, edificio construido en el siglo XVI, en estilo neogótico, con bordes de oro y blanco en el resto de su fachada, que fuera el antiguo registro civil. Al lado izquierdo de este museo se halla el Palacio de Justicia, una construcción que no le vi nada de medieval. 

Al lado derecho del Museo mencionado aparece el Stadhuis o ayuntamiento de la ciudad, de estilo gótico y construido durante los siglos XV y XVI. Esta edificación es tan atractiva como la del Franconato. A continuación, está la Basílica de la Santa Sangre, construida en el siglo XII, construcción igualmente en estilo gótico, bien conservada, la que posee una entrada muy elegante, posee dos capillas, una superior y otra inferior, esta última dedicada a San Basilio el Grande. Su interior sin descripción en detalle, puedo decir que me impresionó gratamente. Se dice que en ella hay guardada una ampolla de cristal con sangre de Cristo. No la vi o lo desconocía entonces.

La pequeña Brujas, pero grande en tesoros, posee, además de la basílica, varias iglesias, entre ellas dos catedrales: La Iglesia de Nuestra Señora o de Notre Dame o Wrouwekerk en neerlandés, construida en el siglo XIII en estilo gótico, es todo un museo, con una torre de 123 metros de altura, la segunda más alta del mundo construida a base de ladrillos, cuyo interior es fascinante, donde destaca la Madonna de Brujas, obra en mármol de Miguel Ángel. Hay muchas otras obras de arte, lo cual hace que la visita sea entretenida y amena. Esta catedral posee también una conexión con el Palacete-Museo Gruuthuse a través de una capilla de oración en el coro. Este museo fue construido hace cinco siglos. El nombre de Gruut viene de las mezclas de hierbas que se hacen para fabricar algunas de las tantas marcas de cerveza que se producen en Bélgica. Lo interesante fue que el museo pudo hacerse realidad a través del impuesto que se cobraba por la venta de la cerveza, donde se muestran obras de arte.

Caminando sin un rumbo determinado nos tropezamos con dos lugares interesantes. El primero es el parque Arentshof, un sitio con jardín circular, donde encontramos esculturas modernas d Rik Poot representando a los cuatro Jinetes del Apocalipsis: la guerra, la muerte, el anticristo y el hambre. A su vez, hay un refugio cubierto con la escultura de dos ángeles, algo muy original. A pocos pasos de allí está el museo Groeninge, el cual no logramos visitar. El otro lugar que visitamos, muy silente, donde las moscas ni se sienten, es el Monasterio de Wijngaard, el cual posee una enorme plazoleta con césped y donde se les ruega a los visitantes guardar silencio o no hacer bulla durante la visita.

Hay tres monumentos de figuras nacidas o desarrolladas en Brujas que uno encuentra en las caminatas, uno es el de GuidoGezelle, un importante sacerdote, profesor poeta y escritor del siglo XIX, nacido en Brujas, el que siempre abrazó la causa de los más pobres en la sociedad. El segundo es el de Jan Van Eyck (1390-1441), destacado pintor al óleo del renacimiento, no nacido en Brujas, cuyo monumento está ubicado en la plaza homónima de frente al inicio del canal Spiegelrei y de frente a la Lonja de los Burgueses (Poortsloge), lugar de reunión de la gente rica de Brujas y de algunos visitantes extranjeros importantes, El tercer monumento es el del matemático Simón Stevin (1548), oriundo de Brujas, matemático, ingeniero y físico, considerado el padre de los números negativos. El monumento a Van Eyck y la Lonja de los burgueses se divisa bien en el paseo en lancha que parte desde el muelle del Rosario, algo que no debe faltar a todo aquel que visite esta ciudad y así llevarse una idea más comprensiva de lo que es Brujas.

La otra catedral es la de San Salvador, construida entre los siglos XIII y XIV, cuya arquitectura conjugan el estilo gótico, neogótico y neorromántico. Es de hecho el principal templo católico de la ciudad. Como sucede con casi todas estas iglesias, muchas de ellas sufren de incendios y esta no fue excepción. Su interior es espacioso, bello e interesante, con un órgano de lujo.

Para el final prácticamente dejamos la visita a un lugar muy recomendado, primero pasamos por el castillo Minnewater, parte del parque homónimo, cuya historia se remonta el siglo XII cuando surgió el canal llamado Zwyn, producto de fuerte tormentas en Brujas, lo que igualmente posibilitó la conexión de Brujas con el mar y que a este muelle llegaran naves del Mar del Norte. Con el tiempo, hasta el siglo XVI, se podía navegar, pero la fuerte sedimentación impidió a posteriori esta actividad. Es así como aparece lo que se llama el Lago del Amor, el cual se puede apreciar bien desde el puente Minnewater, que se dice que quien lo cruce, conocerá el amor eterno. Esta sobre el puente es muy agradable, sobre todo para observar el movimiento de los cisnes y patos.  Intrigado deben estar porque se le llama Lago del Amor, tomo prestada la historia de una web en línea: “una joven doncella llamada Minna estaba enamorada del humilde Stromberg. Sin su consentimiento, el padre de la muchacha concertó un matrimonio entre su hija y Morneck, un joven de una condición social más apropiada para ella. Al enterarse de su futuro matrimonio, Minna huyó. El joven Stromberg salió en su búsqueda, pero no fue hasta el día siguiente cuando la encontró muerta a orillas del lago. Para que su amor mutuo se mantuviese en sus aguas eternamente dio sepultura a la joven en las profundidades del lago.” Esto suena parecido a Romeo y Julieta, pero lindo cuento flamenco. En un extremo del puente está la torre de la pólvora, ni idea porque está eso ahí.

Luego caminamos con algo de cansancio por el llamado barrio de Begijnhof, sin ningún ánimo para hacer fotos, aunque las casas no son iguales a las del resto de Brujas. Fuera de lo que puede considerarse el centro histórico de la ciudad, pasamos, casi obligatoriamente debido a paradas de buses alrededor, por la plaza T-Zand, donde instalan mercadillos en la mañana. Caminar por Brujas como por el resto de las ciudades importantes de Bélgica es ver museos del chocolate, de la patata frita y mercados o bares ofreciendo una variada gama de cervezas. Lamentable que uno no pueda beber ya cerveza y el chocolate se puede comer, pero un pedacito. Así que durante esta estancia en Bélgica era mirar y no se toca.

31 agosto 2023
Ricardo Labrada

Nota: todas las fotos son propiedad del autor, así como las mostradas anteriormente para Luxemburgo.


[1] Pero me equivoqué

Visita al Gran Ducado de Luxemburgo

Cuando las niñas silban, la Santísima Virgen llora.”
Viejo proverbio luxemburgués

En Europa hay varios estados pequeños en superficie, dos insulares: Malta y Chipre; además de seis en el área continental: Luxemburgo, Liechtenstein, San Marino, Andorra. Mónaco y el Vaticano. Visitar cualquiera de esas naciones es una verdadera curiosidad. El que suscribe había visitado todos esos países, con la excepción del Ducado de Luxemburgo, por lo que decidimos llegar a ese lugar y conocer de muchas cosas que poseen y nos habían dicho.

Un honor que la duquesa, María Teresa Mestre Batista, sea cubana nacida en Miramar, la Habana, en 1956, con título universitario en Ciencias Políticas obtenido en la Universidad de Ginebra, donde conociera al Duque consorte, Enrique de Luxemburgo. Esto es una curiosidad de este país, el que tiene una superficie, 2586 km2, que supera fácilmente al resto de los pequeños países continentales en Europa e igualmente al área que conforman las tres islas de Malta. Su población es alta para tan poca área y rebasa los 600 mil habitantes, lo que arroja una densidad de 233,7/km2. Luxemburgo tiene el honor también de ser parte del grupo de seis naciones integrantes pioneras de la Unión Europea, incluso Luxemburgo fue el máximo promotor de esta asociación.

Las fronteras de este país son compartidas con Francia, Alemania y Bélgica. En Luxemburgo se habla el francés, el alemán y el luxemburgués, este último, al parecer, derivado del alemán. Uno oye hablar a los ciudadanos en distintas lenguas, aunque el francés es el que parece prevalecer para mi suerte. Los luxemburgueses son muy educados y amables, no me lo dijeron, lo pudimos comprobar en esta visita. El transporte público, tranvías y buses, íntegramente gratuito en el país

Como el viaje se previó con visitas a Bélgica, lo más prudente fue tomar el tren y tan pronto llegamos a Bruselas tomamos tren hacia Luxemburgo. El viaje dura unas 3 horas y 10 minutos, el tren para en varios pueblos/ciudades de Bélgica, incluso la penúltima parada del tren está aún en territorio belga. No hay tren expreso, si hay tren cada hora después de las 5 a.m.  durante la jornada, y el precio para los de la tercera edad como nosotros, es realmente módico. Todo bien, pero abríguese y lleve paragua, Luxemburgo es húmedo en verano, llueve con frecuencia y las temperaturas máximas oscilan alrededor de los 20 grados Celsius. Imaginemos por un momento como debe ser el otoño y el invierno.

Así y todo, fue todo un placer visitar a este pequeño país, donde hay muchos sitios bellos, sobre todo de carácter medieval. La ciudad de Luxemburgo, capital del Ducado, tiene parte alta, considerado el balcón más alto de Europa, y parte baja. Este relieve accidentado obligó a la construcción de puentes a fin de acortar distancias.

De la estación de trenes salimos para tomar el tranvía, el que nos llevó a un área muy cercana al centro. De allí pasamos por la plaza de Armas y nos detuvimos en el Cercle Cité, edificio donde se hacen exposiciones periódicamente. Caminamos un poco más y fuimos a parar al Palacio Ducal, al lado del cual está la modesta Cámara de Diputados. Recordemos que Luxemburgo es una monarquía constitucional como otras en Europa.

Un poco que a rumbo fuimos a dar con la iglesia protestante de la Trinidad, la cual presenta un altar muy atractivo con un crucifijo delantero.  De allí caímos en una plazoleta con edificios de fachadas blancas, una especie de ciudadela de la justicia, la llamada Meseta del Espíritu Santo, donde apreciamos tinajones de colores. A un lado de esta meseta hay esculturas modernas y fuente muy originales. Aclaro que la Corte de Justicia de la Unión Europa radica en Luxemburgo, la que nos conformamos con verla de lejos.

A lo largo de la meseta indicada, que me hago idea sea parte del llamado Chemin de la Corniche o el extenso balcón de la ciudad, pudimos ver algo de la parte baja de Luxemburgo incluido el Valle Petrusse con una extensión de 17 km, sistema de casamatas más largo del mundo.

En ese primer día no intentamos bajar de la parte alta. Poco después fuimos a parar a la Plaza de la Constitución, la que aparece sobre el bastión de Beck. Allí, bajo lluvia pertinaz, pudimos ver y fotografiar al llamado Monumento del Recuerdo  (Monument du Souvenir Gëlle Fra), el que recuerda a los soldados luxemburgueses caídos en combate en la Primera Guerra Mundial. Gëlle Fra significa “dama de oro” en luxemburgués.

Antes de esa visita, habíamos visto un monumento muy original a las víctimas judías durante la Segunda Guerra Mundial, llamado Kaddish, obra del escultor judío-polaco Shelomo Selinger, quien sufrió de la guerra como cualquier otro paisano, al extremo de haber sido deportado a Alemania junto a su padre, el que finalmente fue asesinado por los nazis.

El cansancio hizo mella en los cuerpos de ambos visitantes, por lo que no quedó más remedio que dejar mucho para las siguientes 24 horas, en las que comenzamos yendo inicialmente a visitar la Torre del Reloj. lugar donde radica el banco y la caja de ahorros de Luxemburgo, más conocido como Spuerkess. Allí dimos algunas vueltas y nos fuimos caminando a lo largo del puente Adolfo. Para de ahí ir a parar a la Catedral de Notre Dame, igualmente conocida como la Mariendoum, templo construido en 1613, el que está al lado de la Biblioteca Nacional. En la catedral nos llamó mucho la atención las columnas existentes.

Muy cercano a la ciudadela de la Justicia hay varios monumentos, entre ellos a los héroes de la segunda guerra y a la solidaridad. No logro recordar si fue en esa ocasión que fotografiamos el monumento a Charlotte de Witte, la gran Duquesa de Luxemburgo, el que está en la plaza Claire Fontaine.

La lluvia allí no es que dé mucha tregua, pero nos decidimos ir a la parte baja de la ciudad, inicialmente vimos el río Alzette, algo del Valle Grund y un pequeño puente, donde hay una parada para tomar un bus que nos llevó al ascensor panorámico Pfaffenthal de 75 m. de altura. El ascensor te lleva de regreso al Luxemburgo alto, pero uno puede ir más arriba mediante un teleférico, el cual está aledaño al puente rojo, el que supongo sea el más moderno en Luxemburgo.

De regreso en bus para llegar al centro, volvimos a visitar la plaza de la Constitución, ya que había escampado, receso para almorzar y de ahí llegamos a la plaza Guillermo II, segundo rey de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo en 1840, donde aparece el monumento a este monarca. En la misma plaza encontramos el Hotel de Ville o Ayuntamiento de la ciudad. Con mucho empeño encontramos la Iglesia católica de St Michel, el lugar de culto más antiguo de este país.  

De ahí, nos fuimos al llamado Pont de château (Puente de Castillo) y al peñón, donde en el 963 se levantó el castillo que se le llamó Lucilinburg, nombre y origen de lo que es hoy día Luxemburgo.

Ya en retirada volvimos al centro para caminar por la Grand Rue, la calle más comercial de Luxemburgo. Nuevamente el agua hizo de las suyas con ráfagas que nos obligó a ponernos bajo techo temporal. Más que todo queríamos ver la fuente de bronce conocida como Hämmelsmarsch (Marco de Ovejas), nombre de una vieja canción luxemburguesa.

Al interior del territorio de Luxemburgo no fuimos, tiempo no había, así que nos quedamos con el deseo de visitar al castillo de Vianden. No tenemos idea de cómo funciona el centro financiero de Luxemburgo, en realidad no fue objetivo en esta visita. No lejos de Luxemburgo, en la parte alemana se encuentra una ciudad con mucha historia alemana, Trier o Tréveris, la que conocí en el pasado. Así que si va con tiempo a Luxemburgo, alquile un coche y visítela.  

Al siguiente día regresamos a la Estación de trenes, nada grande, pero muy funcional, para regresar a Bruselas y de ahí a Brujas.

Ricardo Labrada
18 agosto 2023

Visita a Grecia continental (Patras, Delfos y Corinto antiguo)

El problema de Grecia es ser demasiado hermosa.”
Dimitra Tzanos, artista griega

Grecia es siempre un lugar lleno de curiosidades por su antigua historia llena de epopeyas, de grandes hombres, tanto en la ciencia, en la filosofía como en el arte militar. Sobre nuestras visitas anteriores a Grecia, ya he hablado en un artículo anterior (2018), cuyo link aparece en las fuentes consultados. Siempre en Grecia hay mucho que ver, por lo que esta vez nos fuimos a Patras, tercera ciudad griega, no tan grande como Atenas, pero con su historia. Además, el estar allí nos permitía visitar otros lugares próximos y con historia también. Aunque esta visita siempre nos añadió algo nuevo en el orden cultural, no fue todo lo que esperábamos por causas ajenas a nuestra voluntad, ya les explicaré.

De Atenas a Patras hay unas dos horas y media en coche. El viaje se hace a través de una buena autopista con peaje, la que nos lució económica. A mitad de camino entre Atenas y Patras está Corinto, el que visitamos ya de regreso a Atenas una semana después.

El resort donde nos quedamos fue uno a la orilla de la playa en Rio, suburbio un poco antes de Patras y a orillas de la playa. Realmente nuestro interés no era de playa o piscina, playas buenas de arena nos sobran en el litoral valenciano. Así que fue lo de siempre, ver y ver más. Cerca de este lugar, en nuestras narices, estaba el puente Rio-Antirio (hay escritos que dicen Rion-Antirion), toda una maravilla del mundo actual, una obra de ingeniería asombrosa, la que une el norte de la península de Peloponeso con el resto de Grecia. Antes había que cruzar el istmo de Corinto con transbordadores, ahora se puede cruzar en coche en minutos. Es el puente más largo de su tipo en el mundo que, según Wikipedia, tiene una longitud de aproximadamente de 25 campos de fútbol. Lo asombroso es su seguridad, ya que fue construido en una zona sísmica. Si uno va a cruzar debe preparar la tarjeta de crédito o el efectivo, ya que cruzarlo en una sola ida cuesta un poco más de 13 euros.

Si uno quiere visitar Mesolongi o Delfos, como fue nuestro deseo, pues hay que atravesar el puente inevitablemente, vía que se convirtió en una constante para viajar o para verle en la tarde desde el balcón de la habitación del resort. Ahí estaba mirándonos a toda hora.

Comencemos con la decepción, Patras, la que tiene sus tesoros históricos y un ambiente agradable. La población griega de siempre me ha lucido muy amable y siempre dispuesta a ayudar al turista o al extranjero. Patras no es excepción de esta percepción.

La ciudad fue creada más de un milenio a. C. Como es de esperar, participó en muchas batallas y Alejandro Magno la llegó a dominar. Sin embargo, su esplendor comenzó con la ocupación de estos lares por los romanos, lo que ocurrió en el 48 a.C. Su nombre entonces fue el de Colonia Augusta Achaica Patrensis. Es por esa razón que casi todo lo que uno observa en Patras tiene sello romano como tal.

Lo que no es saber, desde hace dos años, la parte, donde se encuentra el Odeón romano y el viejo castillo de la ciudad, está cerrada por restauración y también por estudios de carácter arqueológico. Así que nos tuvimos que conformar con darle la vuelta a ese gran trompo, pero nada de entrar a esos lugares.

Como diríamos en italiano, peccato, no poder visitar el Odeón más famoso de la antigüedad. Así que nos conformamos con tirar algunas fotos en los alrededores mientras veíamos a brigadas de trabajadores excavando en ese entorno. El castillo, del siglo VI, estaba en igual situación. Para llegar a ambos lugares, uno debe caminar a la parte más alta de la ciudad. En coche lo mejor es aparcar cuando uno esté próximo al lugar y el resto de la ruta hacerlo a pie, así se evita la empinada escalinata de San Nicolás que te conduce a esa altura.

Las dos veces que estuvimos en la ciudad de Patras también aprovechamos para visitar algunas de sus iglesias, casi todas ortodoxas, excepto una católica. La más importante es la Catedral de San Andrés Apóstol, más grande de Grecia y la tercera iglesia más grande de estilo bizantino en los Balcanes, solo superada por la Catedral de San Sava en Belgrado. Por dentro esta iglesia es muy elegante, tanto su altar y paredes. Cuenta la historia que aquí el primer apóstol de Jesús fue, Andrés (en griego significa valeroso), hermano mayor del apóstol Pedro, ambos pescadores. En Patras fue torturado y luego crucificado en forma de X. Esta basílica se comenzó a construir en 1909 y posee grandes espacios a su alrededor en los exteriores y su puerta principal está de frente al mar. Aquí se guardan algunas reliquias de San Andrés como son sus dedos y parte del crucifijo, en el que fue ejecutado. A poca distancia de la iglesia, ya casi a orillas del mar, hay un faro muy original.

Muy cerca del castillo y del Odeón romano se encuentra la iglesia greco-ortodoxa Pantanassa (Reina de todo en griego), cuya arquitectura difiere de la catedral antes mencionada, pero que no deja de ser interesante. No se debe confundir esta iglesia con el Monasterio homónimo, el que está en la antigua ciudad bizantina de Mistrá, muy cerca de la antigua Esparta. Existe también una iglesia católica está en la calle Maizonos en Patras.

En el centro de la ciudad está una bonita plaza, la llamada Georgiu (Jorge I), atravesadas por las calles Maizonos, Korinthou y Gerokostopoulou. En el entorno de la plaza está el Teatro Apollon y en su parte media una fuente, verdadera obra de arte, la que posee una ninfa que simboliza a la juventud, circulando en los bosques.

Otros lugares cercanos a Patras, visitados con poca suerte fueron Agrinio y Mesolongi. Del primero nos llevamos lo poquito que tiene, de camino está el Lago Triconida y estuvimos en la plaza principal, donde hablé con un local que me dijo que allí no había nada antiguo que ver. Si uno lee lo que aparece en las redes es todo lo contrario. Nos marchamos a Mesolongi, pero día de fiesta, un puente de cuatro días, el que se extendió hasta el martes de nuestra visita, por lo que nos tuvimos que conformar con ver de fuera el jardín de los héroes, y dos monumentos más. El jardín estaba cerrado por ser festivo.

Para poder llegar a estos lugares hay que cruzar el famoso puente. Igual sucedió cuando fuimos a Delfos, siempre bordeando el mar, en subida y bajada en las elevaciones. Cerca del lugar está Lepanto, ahora llamado Naupacto, pero con la prisa no llegamos a encontrar la entrada. Más adelante, desde las alturas, pudimos ver el poblado de Galaxidi. Todo hasta llegar a Delfos, cuyo santuario de Apolo y museo arqueológico fueron declarados patrimonio de la humanidad en 1987.

Delfos está en el llamado Monte Parnaso, al norte del golfo de Corinto, el poblado no es nada en particular, excepto sus restaurantes y la comida griega, exquisita como siempre. El santuario y museo se hallan a unos pocos km de Delfos. Para los griegos, Delfos era considerada el centro del mundo, ya que en la mitología Griega Zeus soltaba dos águilas, una hacia el este y otra hacia el oeste, y Delfos era el punto en el que se encontraban tras rodear el mundo. Cuenta la leyenda que al momento de la fundación de Delfos todo ese entorno estaba plagado de serpientes, las que fueron exterminadas por Apolo, incluida una serpiente monstruo (la serpiente Pitón), para luego fundar el templo, al que llamó Pitón.

El nombre de Delfos parece venir de otra leyenda, la que narra como Apolo se convirtió allí en Delfín para atraer algunas naves que transportaban sacerdotes, los que una vez llegado al lugar se les encargó hacerse cargo del templo, el cual poseía grandes tesoros.

La realidad es que los romanos en época del megalómano de Nerón terminaron saqueando al lugar y llevándose cientos de estatuas de bronce. Por suerte, Adriano, más cuerdo, devolvió buena parte de lo robado, pero Constantino el Grande volvió a llevarse no poco para su nueva capital.

De lo que queda de aquella época, pudimos ver la vía Sacra, el templo de Apolo, la columna Serpiente también conocida como la columna Serpentina, el trípode Plataean o el trípode Delphi, antigua columna de bronce en el Hipódromo de Constantino, y el Tesoro de los Atenienses. Para llegar al anfiteatro había que subir no poco y por un sendero accidentado y empedrado. Nuestra edad no nos da para eso y desistimos de subir al lugar.

A un km del lugar hay otros restos de la época como son el Gimnasio, la Fuente Castalia y el Santuario Atenea Pronea. Previamente visitamos el museo arqueológico, lugar interesante y que guarda muchas esculturas y objetos de la antigüedad. Allí vimos el auriga de Delfos, el tesoro de los Sifnios, el Friso de este tesoro, las figuras en mármol de Cleobis y Bitón, realizadas en el 600 a.C. y la esfinge de Naxo, entre otros tantos objetos de interés.

El final de la visita fue almorzar en un restaurante, nada de lujo, en la parte alta del poblado de Delfos, desde cuyas ventanas, uno sentado en mesa, puede apreciar un panorama único de valle, bosque y mar.

El regreso a Atenas lo planificamos para un día antes de la fecha de salida del resort. El objetivo era visitar las ruinas del antiguo Corinto. Según cuentan, Homero habla de Éfira, nombre que se le daba antes a Corinto, en las batallas de Troya. Historia le sobra, pero las ruinas existentes pertenecen al período de ocupación romana cuando Julio César decidió reconstruir la ciudad en el 48 a.C. Aunque no faltaron guerra y destrucción en su existencia, Adriano se empeñó en restaurarla.

Allí vimos en exteriores el templo de Apolo, el templo de Octavia la menor, las termas romanas, la fuente Pirene, ruinas del teatro romano, la Bema del foro romano entre otras ruinas de edificaciones. En el museo, algo más modesto del visto en Delfos, vimos figuras igualmente interesantes.

De regreso vía a Atenas pudimos ver el inmenso canal de Corinto, pero no tuvimos forma de parar en algún punto para fotografiarle. De ahí regresamos a Atenas, donde la estancia fue más bien de descanso para recuperar fuerzas para el vuelo al siguiente día. No obstante, nos dio tiempo conocer con más detalles su metro y también conocer una bonita y grande fuente en la Plaza Omonia.

Fuente adicional para consultar

Labrada R. 2018. Una visita a Atenas. Deportescineyotros.com, 18 febr. https://deportescineyotros.com/2018/02/18/una-visita-a-atenas/

24 julio 2023
Ricardo Labrada