“El ritmo del calentamiento global se está acelerando y la magnitud
del impacto es devastador. El momento de actuar es limitado –
estamos llegando a un punto de inflexión a partir del cual
la oportunidad de revertir el daño de las emisiones de
CO2 desaparecerá”.
Eliot Spitzer (1959, abogado y político
estadounidense del Partido Demócrata)
Es asombroso ver cómo existen personas que niegan el cambio climático e incluso el efecto nocivo del dióxido de carbón (CO2) en este proceso. Muchos hablan de que todo esto es un negocio de los ambientalistas. No voy a negar que, detrás de cada cosa en este mundo, haya siempre gente que se quieran aprovechar. Eso pasa hasta con la lucha contra el hambre u otras miserias. No obstante, si bien todo eso es cierto en algunos casos, eso no niega en forma alguna la existencia del cambio climático y el efecto de las emisiones de gases.
Cuando se habla de este fenómeno de cambio climático, se sabe que los cambios principales son de carácter térmico unido a la modificación de las precipitaciones en varias zonas del planeta, que incluye el Mediterráneo, el sur de África y la región suroccidental de Norteamérica. Un clima con más altas temperaturas aumenta la expansión oceánica, lo que se puede traducir en el deshielo de zonas Groenlandia y en la Antártida.
La causa de este proceso se atribuye a la relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Dichos gases se ven en cualquier parte del mundo incluso en los países más desarrollados. Los gases responsables son el dióxido de carbono (CO2), cuya emisión ha aumentado en un 31% en los últimas décadas y superan las alcanzadas en el último medio millón de años; el metano (CH4) en un 145% y el óxido nitroso (N2O) en un 15%. Como regalo adicional, la atmósfera recibe otros gases inexistentes: los clorofluorcarbonados y los compuestos perfluorados.
Yendo al detalle del asunto, las consecuencias del aumento de las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera son:
- La temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado en 0,6 ºC a lo largo del siglo XX, y en el siglo XXI, de no tomarse medidas correctivas, aumentará en 1 y 5ºC.
- El deshielo se acelerará y en el presente siglo, el nivel del mar podrá aumentar hasta 88 cm. Todo eso en dependencia del nivel de emisiones que ocurran. ,.
- La erosión y salinización de las costas aumentarán también.
- A una mayor temperatura habrá más enfermedades infecciosas y muchos microorganismos, agente causales de esas enfermedades podrán mutar y elevar su vida media en el ambiente.
- Habrá desplazamiento de las especies, sobre todo en la búsqueda de climas menos cálidos. Algunas especies podrían no sobrevivir este cambio.
- Aumento en frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, o sea ciclones, tifones o tornados.
Está claro que algunos, sea por ignorancia o por conveniencia de $$$, no les interesa el tema, algo muy parecido a la fábula del Arca de Noé, donde todos le criticaban y nadie creía en el diluvio universal.
Las actuales generaciones no verán el desastre en toda su magnitud, es probable, pero ya la están sufriendo con muchas alteraciones que están ocurriendo en estos últimos años. Si no se toman medidas, poca cosa en este caso le dejaremos a nuestros bisnietos y tataranietos, y si ellos nos maldicen, toda su razón tendrán.
Fuentes consultadas
Anon. Cómo afecta al planeta el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera. Ocio Ultra Magazine. https://www.ocio.net/estilo-de-vida/ecologismo/como-afecta-al-planeta-el-exceso-de-dioxido-de-carbono-en-la-atmosfera/
Anon. El dióxido de carbono y su impacto en el cambio climático. http://www.ecojoven.com/seis/10/co2.html
Anon. 2009. Los daños atmosféricos por las emisiones de CO2 son irreversibles. El País, 27 enero. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2009/01/27/actualidad/1233010801_850215.html
UNEP. 2015. Informe de 2015 sobre la disparidad en las emisiones- Informe de síntesis del PNUMA. 98 p. https://uneplive.unep.org/media/docs/theme/13/EGR_2015_Technical_Report_ES.pdf
Escrito por Ricardo Labrada, 28 marzo de 2017