“Ha habido tiranos, asesinos, y por un tiempo pueden
parecer invencibles, pero al final, siempre caen.”
Mahatma Gandhi (1869-1948, patriota de la India)
En la niñez del que suscribe, le enseñaron en la escuela, que uno de los grandes héroes de la lucha contra la tiranía machadista, lo fue el joven Rafael Trejo González, más conocido como Felo, el que muriera el 1 de octubre de 1930. La figura de Trejo ha sido siempre respetada, incluso hasta 1960 la fecha del 30 de setiembre era día de receso escolar para recordar su figura.
Trejo nació el 9 de setiembre de 1910 en San Antonio de los Baños, hijo de padre tabaquero, quien con esfuerzo personal llegó a graduarse en derecho, lo que le permitió a la familia mudarse a vivir para la capital, concretamente a la barriada de la Víbora en 1919. El abuelo del autor del artículo, trabajó un tiempo en el sector de la producción de tabaco en Artemisa y conocía al padre de Trejo.
Felo estudió en el Colegio de Belén, donde cursó los tres primeros años de bachillerato, luego pasó a terminar estos estudios en el Instituto Habana, donde se graduó en 1927. De ahí pasó a estudiar derecho, como su padre, en la Universidad de la Habana, donde además de estudiar, se convirtió en un luchador incansable por la autonomía de su centro de estudios y en contra de la ya establecida dictadura del presidente Gerardo Machado. Directorio Estudiantil Universitario fue creado en marzo de 1927 y Felo no dudó en integrarse en las filas del mismo.
Físicamente Felo era trigueño, con cuerpo atlético, medía 182 cm, fue parte del equipo de remos de la Universidad, buen nadador y jugador de ajedrez. Ya en ese momento hablaba inglés, tocaba violín, piano y cantaba con voz de barítono, era un lector asiduo, sobre todo de las obras martianas.
Por su dedicación y fervor democrático, Felo fue electo vice-presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho en la Universidad, lo que tuvo lugar en 1930. Fue precisamente en ese año, el 30 de setiembre, que los estudiantes se reunieron en el Patio de los Laureles de la sede universitaria, donde acordaron dirigirse en manifestación hasta la casa del ilustre maestro Enrique José Varona y así reafirmar el rechazo a la Prórroga de Poderes que se proponía realizar el presidente de la República. Igualmente, los estudiantes pedían la renuncia del Ministro de Educación, el Dr. Averhoff, y el final de la ocupación del recinto de la universidad, así como su autonomía
Como en todas las dictaduras, la policía estaba al tanto de lo que ocurría, por lo que rodeó la Colina Universitaria y por la fuerza agredió a todo estudiante que intentara acceder a la Universidad.
No obstante, la manifestación tuvo lugar y el enfrentamiento directo con la policía también. A la altura de la calle Infanta, Felo, sin dudarlo mucho, se enfrascó a golpes con un esbirro, de nombre Félix Robaina Crespo, el que al ver su desventaja con el fornido estudiante, sacó su arma y le disparó dos veces, para luego darle palos sin ninguna misericordia. Sus compañeros corrieron en su auxilio, Felo se quejaba, estaba herido gravemente. Un automóvil se lo llevó para el cercano hospital de Emergencia, allí murió 30 horas después. La autopsia reveló que, además de un disparo alojado en el pulmón, los golpes propinados habían afectado seriamente su cráneo e hígado.
En el hospital, Felo tuvo como vecino al destacado Pablo de la Torriente Brau, quien había recibido golpes en la cabeza y que logró contar parte de los últimos momentos de Trejo: “Yo no podré olvidar jamás la sonrisa con que me saludó Rafael Trejo, cuando lo subieron a la Sala de Urgencia del Hospital Municipal, sólo unos minutos después que a mí, y lo colocaron a mi lado. Yo estaba vomitando sangre y casi desvanecido de debilidad, pero su sonrisa, con todo, me produjo una extraña sensación indefinible. […]… ya Trejo estaba siendo curado en la mesa de al lado a la mía, entre vahído y vahído, yo había podido oír estas palabras, que percibí extrañamente, como si estuviera dentro de un aparato de radio que sonara a lo lejos, con una poco de estática. El médico decía: «Este se salva… si no hay fractura… las heridas de la cabeza son muy aparatosas… se pierde mucha sangre… Pero a aquel pobre muchacho no lo salva ni Dios… Tiene una hemorragia interna…» Por eso su sonrisa era para mí como un adiós que yo recibía en condiciones de angustia invencible,… […] Después, a Rafael Trejo se lo llevaron de aquel rincón para hacerle la arriesgada operación que no pudo salvarlo….El Hospital se fue llenando de gente, tan numerosa que hacía huhú como el mar.”
El que la hace la paga, algo que se cumplió con el asesino Félix Robaina Crespo, quien fue ajusticiado en un bar, mientras bebía alegremente. La persona encargada de esta acción le dijo: “Tú eres el asesino de Trejo. Aquí tienes recuerdos de él”, a lo que siguieron disparos sobre el cuerpo del esbirro.
El que suscribe no está claro si ocurrió después o antes de la muerte de Felo, pero el dictador Machado intentó matar al padre de Trejo, algo que no llegó a suceder, ya que muchas voces de mambises, ex-compañeros de lucha de Machado[1] en la guerra de Independencia, le advirtieron de no hacerlo por el bien de todo el país. Una de esas voces fue la del abuelo del que suscribe, que como oficial mambí, conocía al dictador de la época de la guerra. La realidad fue que Trejo padre fue poco después dejado en libertad. Al dictador le preocupaba la actividad como abogado que venía realizando Trejo padre en contra de la dictadura.
Vale la pena destacar que Rafael Trejo González encarnó, al igual que otros tantos mártires, el espíritu cubano de rebeldía y de rechazo a la dictadura y sus imposiciones, que limitaban la libertad de todos los cubanos en todos los ámbitos.
Fuentes
Anon. Rafael Trejo Ecured. http://www.ecured.cu/Rafael_Trejo_Gonz%C3%A1lez
Viera René. 1954. Rafael Trejo: “un batir de alas”. Bohemia, 3 oct. http://hojassdeprensa.blogspot.com/2011/06/rafael-trejo-un-batir-de-alas-por-rene.html
[1] Machado llegó a ser General durante la Guerra de Independencia (1895-98)
Escrito por Ricardo Labrada, 12 setiembre de 2018