“Caza de brujas (1950)”, hechos reales con personajes ficticios

Si se priva la libertad de expresión, entonces seremos mudos,
silenciosos y conducidos como ovejas al matadero:”
Jorge Washington (1er presidente de EE.UU.)

Cuando se conoce algo de la historia de la famosa caza de brujas implementada por el senador republicano Joseph Raymond McCarthy en el período de 1950-56, no se hace muy difícil identificar los personajes ficticios que puedan aparecer en las películas relacionadas con el tema, que bien pueden ser híbridos de varios inculpados en ese proceso o de un personaje específico.

Un poco de historia, McCarthy, un furibundo político ultraconservador, se dio a la tarea de acusar a unos 205 actores/actrices/directores/guionistas/productores de cine por su supuesta militancia comunista o por tener ideas de izquierda. De hecho, el proceso era contrario plenamente a la I enmienda de la Constitución de los EE.UU., la que protege los derechos a la libertad de religión y a la libertad de expresión sin interferencia del gobierno.

Si los estalinistas perseguían a todo aquel que no pensara acorde con el marxismo-leninismo, ninguna diferencia tiene este invento macarthista, bastante macabro en todos los órdenes. Si Ud. pensaba a la izquierda, una sanción se merecía, incluida la prisión. Este proceso es típico de tiranías de cualquier tipo, pero anormal en cualquier democracia. Hitler, Mussolini y Franco tampoco dejaban espacio para pensamientos o ideas contrarias a las suyas.  

La presente película no es la única que aborda estos hechos de persecución política macarthista, pero esta se aproxima más a las consecuencias económicas y morales que esta triste cruzada ocasionó.

“Caza de brujas (1950)” o su título original Guilt by suspicion (Culpable por sospecha), que me gusta más, es un drama con dirección y guion de Irwin Winkler, con el protagonismo de Robert De Niro y de Annette Bening.

En el film De Niro (David Merrill) es un cineasta destacado, incluso logra laborar en Francia y sus éxitos en el séptimo arte eran indudables. A la cuenta del que suscribe, Winkler quiso mostrar una especie de Jules Dassin, director de origen ruso-judío. El nombre de David no fue por casualidad. Dassin había sido militante del Partido Comunista de EE.UU. hasta el día que se firmó el tratado de no agresión entre Stalin y Hitler en 1939. La única diferencia es que De Niro es juzgado y encarcelado, al igual que su esposa, maestra escolar. Dassin no perdió tiempo y emigró a Europa, donde hizo una bella carrera en cine junto a su nueva esposa, la actriz griega Melissa Mercouri.

En el film De Niro-Merrill declara su anterior militancia y aclara que fue expulsado de las filas de ese partido. Ah, pero eso no bastaba, había que colaborar, entiéndase chivatear en cubano. Con dar unos cuantos nombres de militantes reales o supuestos, ya Ud. estaría libre y podría continuar su labor fílmica. La mayoría de los que fueron a declarar al principio se negaban a dar nombres, al final se veían limitados y terminaban delatando.

Dassin nunca asistió al juicio y se marchó del país, por el contrario, su similar Merrill (De Niro) si asistió y terminó detenido y encarcelado conjuntamente con su esposa.  

Otro personaje huyendo fue encarnado por el famoso director Martin Scorsese, quien aparece con el nombre de Joe Lesser, el que tampoco asistió a juicio y se marchó a Londres. En realidad, Lesser no es más que el director Joseph Losey, quien al igual que Dassin tuvo una exitosa carrera como director fuera de su país, al que jamás regresó.

El mérito de la película está en mostrar el daño infligido no solo a los actores y actrices, sino también a sus familias. La vigilancia establecida sobre cada uno de ellos, además de una legión de delatores, entre los que se encontraban algunos actores muy gustados en pantalla y cuyos nombres no merece la pena mencionar. En ese grupo de delatores/simpatizantes se incluía el tristemente célebre ex-presidente de EE.UU., Richard Nixon.

El macartismo sirvió para arruinarle la vida a cientos de artistas de éxito en el mundo del cine, por lo que esta película tiene un valor al recordar una triste historia, la que no deberá repetirse.

Escrito por Esteban Hernández, 4 febrero de 2021, con información consultada en IMDB.com

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