Se escribe sobre deportes, sobre todo béisbol. El cine es abordado desde una óptica clásica. Historia y descripción de lugares visitados son otros de los temas, así como biografías de grandes de la ciencia. Hay de todo un poco para aquel que guste leer.
“Viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la mentalidadestrecha.” Mark Twain
Este fue un viaje planificado para después del 25 de diciembre de 2023. El propósito, una vez más, visitar la Riviera francesa y todo aquello que hace orilla en la Costa Azzurra incluido parte del territorio italiano y el de Mónaco. De Valencia a Niza uno debe recorrer un poco más de 10 horas en auto, por lo que lo más aconsejable es parar en un punto intermedio. En un viaje anterior a Francia lo habíamos hecho en Girona, esta vez decidimos ir un poco más allá y cruzar la frontera, concretamente en Perpignan, a la que le habíamos pasado muchísimas debido a su proximidad con la frontera española, y de tanto pasar, esta vez decidimos hacer escala dos veces allí. Una a la ida y la otra a la vuelta. Esta ciudad es parte de la extensa región Languedoc-Rosellón y se halla a 35 km de Jonqueras, villa española más próxima a la frontera hispanofrancesa. Perpignan es parte de la Occitania y de la Cataluña francesa, convertida en capital de los Pirineos Orientales después de la Revolución Francesa. He leído, no recuerdo donde, que Dali la llamó “Centro del mundo”.
Históricamente Perpignan albergó la Generalidad catalana hasta 1640 cuando las tropas francesas se apoderaron del lugar, derrotada España en esta contienda, Perpignan pasó a ser parte de Francia, al igual que otros territorios catalanes, para así conformar la provincia de Rosellón.
Así que una escala a la ida y otra a la vuelta, en ambos casos de una tarde y noche. En el lugar se habla francés y catalán, pero afinando el oído, no es que haya sentido hablar catalán entre los locales, lo que sí puedo asegurar que buena parte del personal de servicio en hoteles, bares y cafeterías habla castellano.
La impresión que me dio fue de una ciudad tranquila, con espacio suficiente para poder pasear y ver lugares históricos o típicos de la ciudad. Lo normal fue encaminarnos al centro de la ciudad y comenzar el paseo desde allí. Así pasamos por la rue (calle) de la Cloche d’Or, el barrio de St Jacques, la calle Emile Zola, algunas de ellas son realmente estrechas. Lo primero que vimos fue el Castellet, como su palabra indica es un castillo, construcción militar, donde se conjugan murallas, fortaleza y palacio. Su construcción es de 1368. El objetivo era disponer de una fortaleza para contrarrestar las amenazas enemigas de fuera. A un lado del Castellet hay un cine que lleva también su nombre.
Alrededor del Castellet todo era navidad, con diferentes atracciones para menores y mayores. En el trayecto podimos apreciar algunas esculturas, una de ellas con tarja a la memoria del escultor catalán Miquel Paredes. Pasamos por la Plaza de la Lonja, donde encontramos la Bolsa de los Mercaderes o Lonja del Mar, la Casa de la Villa (el ayuntamiento) y el Palacio de la Diputación. El ayuntamiento o Casa de la Villa (Hotel de Ville en francés) es una construcción del siglo XIII, luego continuada en los siglos XVI y XVII.
Un poco a rumbo y orientándonos por las indicaciones existentes en las esquinas pasamos por el Palacio de Justicia y la Prefectura.
Visitamos también la plaza de León Gambetta[1], la que da paso para llegar a la catedral de San Juan Bautista, construcción del siglo XIV, en estilo gótico, la que posee un área central de unos 80 metros de largo, la que nos lució acogedora por sus vitrales y altar.
Yendo en dirección al Castillo de los Reyes de Mallorca, encontramos otra iglesia, la de San Mateo, modesta en su interior.
Finalmente llegamos al Castillo ya mencionado, cuyo nombre está acorde con la historia de Perpignan. Cuentan que Perpiñán fue capital del Reino de Mallorca, el que Jaime el Conquistador dejó en manos de su hijo, Jaime II en 1261. El territorio comprendía la señoría de Montpellier, y los condados de Cerdeña y Rosellón. Jaime II ordenó la construcción de este Castillo en 1276, la que incluyó capillas, jardines y fortificaciones exteriores e interiores. En nuestra visita hallamos que el área del Castillo es inmensa, con esculturas y un bonito mirador al exterior.
En el recorrido también estuvimos en una especie de plazoleta, la que estaba rodeada por el museo de arte moderno.
En el viaje de regreso pudimos ver el Teatro de Archipiélago, una construcción de color rojo que parece un donut pero sin agujero. Alrededor de esta edificación hay varios edificios que parecen de nueva construcción, así como un área de parque.
Fue en este viaje de regreso que nos fuimos a Barcarès, famosa villa de playa por su Village de Noël. Desde Perpignan son unos 22 km en auto. Al llegar al lugar nos encontramos que el pueblo estaba como desértico, ni un alma en las calles. Fuimos hasta la playa y nos percatamos que el pueblo de Papá Noel estaba algo retirado e igualmente a orillas del Mar Mediterráneo. La festividad navideña del lugar se extiende desde el 18 de noviembre al 7 de enero, así que llegamos a tiempo, era 2 de enero.
Allí hay un área enorme de aparcamiento gratuito, luego hay que caminar un par de cuadras para llegar al village, donde encontramos quioscos con ofertas de golosinas locales, perros calientes, hamburguesas, sándwiches y bebidas, incluido vino caliente. El resto era parque de diversiones muy apto para niños, adolescentes y jóvenes. No creo que los de la tercera edad puedan montar todos los carricoches existentes. Hay también una pista de hielo de verdad para esquiar, un barco en mar para aquellos que gusten perderse en los laberintos, y lo peor ese día, un frío de 5 grados, con una sensación más o menos a esa misma temperatura. Se puede soportar por un rato y bebiendo algo caliente.
[1] Léon Michel Gambetta, político republicano francés que desempeñó un papel importante en la Tercera República.
Alas nacer vi en los hombros de las mujeres hermosas: Y salir de los escombros Volando las mariposas José Martí
Son 13 capítulos que bien valen la pena ver, una clara evidencia del totalitarismo criminal trujillista en la República Dominicana y la suerte de aquellas magníficas patriotas, las hermanas Mirabal.
Uso la palabra totalitarismo, pues decir dictadura es poco. El totalitarismo es una dictadura que lo abarca todo, donde quien gobierna tiene más poder que un rey en una monarquía absoluta medieval. Trujillo lo tenía todo, el comercio y las grandes compañías y negocios obligados estaban a pagarle una “vacuna” mensual o anual; las fuerzas represivas, con dos cuerpos de inteligencia, eran de su propiedad y mando; los supuestos partidos de oposición eran una forma de representar su falsa democracia representativa, los que obedecían la orden del generalísimo al pie de la letra y se puede apreciar en el serial. Trujillo, como otros mandamases como él, creían que todas las mujeres eran de su propiedad y podía llevarlas a la cama cuando se le antojara, fue por eso que además de apodarlo como Chapitas, por las tantas medallas que siempre exhibía en su uniforme, se le llamaba más como el chivo, todo un depredador sexual.
Este ogro fue un post producto de la ocupación de EE. UU. en República Dominicana, la que tuvo lugar de 1916 a 1924. El país caribeño tenía una enorme deuda que no pagaba y el vecino del Norte se tomó la atribución de ocupar ese territorio. Trujillo se formó en la Guardia Nacional creada en 1918, la que fue sustituida por la Brigada Nacional en 1927. Tres años después lo nombraron jefe del Estado Mayor, vinieron rebeliones, cambios de gobierno y Trujillo sobreviviendo los terremotos, algunos causados por su propia ambición, así que entre coles y lechugas, llegó a ser presidente en 1930, de ahí en lo adelante dueño y señor de su país, además de hacer temblar a los vecinos de Haití cuando en 1937 mandó a asesinar a toda la población haitiana en tierra dominicana a lo largo de la frontera de ambos países, la que llamaron la masacre del perejil. Los haitianos hablan francés y la Jota española no es parte, como igual sucede en italiano, del abecedario, por lo que los esbirros trujillistas obligaban a los haitianos decir “perejil” y si no lo decían bien, como era de esperar, eran asesinados en el lugar.
Estos antecedentes son importantes para ir entendiendo mejor el contenido del serial, donde se evidencia la crueldad y bajeza del sátrapa y sus secuaces, donde sobresalía su hermano Petan. Todo se manejaba y estaba bajo control directo por Trujillo mediante sus cuerpos represivos.
La historia real de las hermanas Mirabal es presentada a lo largo de este serial, las que se les llegó a llamar las mariposas. Eran cuatro, tres de ellas, Minerva, Patria y María Teresa, tuvieron un triste final al igual que su padre, todo por la arrogancia y soberbia del chivo. La cuarta hermana, Dedé, se dedicó a rememorar buena parte de la vida de sus hermanas, donde Minerva tuvo un protagonismo importante por sus ideas en pro de la liberación de los dominicanos de esa salvaje dictadura.
La historia está muy bien recogida en esta serie, coproducción hispano-argentina, cuyo autor es Juan Pablo Buscarini, mientras que los protagonistas son la bella dominicana Sandy Hernández en el papel de Minerva, la vasca Susana Abaitua como la española Aranxa, los cubanos Luis Alberto García como Trujillo, Héctor Noas como Petan, Mercedes Sampietro como Aranxa en la tercera edad, Guillermo Toledo como padre de Aranxa y Belén Rueda como la escritora de la historia de las hermanas Mirabal. Noas supo hablar como un verdadero dominicano, algo que me llamó la atención. Es cierto que los cubanos orientales tienen mucha similitud con los dominicanos en la forma de hablar, pero lo de Noas fue esmerado y a la dominicana.
Luis Alberto García, un poco más oscuro de piel que el verdadero Trujillo, supo interpretar el papel de ese individuo arrogante, prepotente, cruel, dueño y señor de todo lo que le rodeaba. Un aplauso para Sandy como Minerva y Aranxa de Susana Abaitua.
El rodaje tuvo lugar durante 17 semanas en Colombia, concretamente en Bogotá, Santa Marta y Barranquilla. El serial se puede ver gratuitamente en YouTube, así que, si les interesa, pueden bien verlo. Creo que el tiempo que inviertan vale la pena para conocer parte de la historia oscura de la República Dominicana en el curso de parte del siglo XX. También uno puede ver y comparar lo que allí existió con las actualmente existentes en la región, donde algunas dictaduras oprimen a sus pueblos burdamente.
Información consultada en Wikipedia.org y IMDB.com
Un artículo anterior sobre este pequeño estado fue publicado en este blog el 2 de julio de 2020, ahora después de una reciente visita en plena navidad, se exponen más detalles de lo visto en mis primeras dos visitas o pasadas por el lugar.
En mi niñez llegó a mis oídos la palabra Mónaco, llamada Múnegu en monegasco, asociada a la bella actriz estadounidense Grace Kelly, la cual se convirtió en princesa al casarse con el monarca de ese pequeño estado, el segundo de menor territorio después del Vaticano. Por supuesto, en revistas como Bohemia y Vanidades de entonces no dejaban de hablar de Montecarlo, el distrito más importante allí y de su famoso casino. En 1972, cuando estuve un tiempo en Europa occidental, no faltaban las repetidas menciones asiduas a los príncipes y princesas en los diarios más leídos.
La curiosidad personal existía y bastaba en algún momento decidir visitarlo por algunas horas. Su fama radica en sus casinos, la pista para la carrera del Gran Premio, la que antes uno puede apreciar en la película “Grand Prix (1966)” del director John Frankenheimer, y su bahía, con un mar azul de encanto. Con sus regulaciones, Mónaco es paraíso fiscal convencional, con un centro de negocios para proveerse de servicios bancarios y para constituir sociedades, atraídos por su régimen fiscal.
El pequeño estado, en las partes bajas de los Alpes, tiene 202 ha de superficie y una población de 38 700 habitantes, según censo de 2018. Sus fronteras son exclusivamente con Francia. Sin embargo, la distancia entre Mónaco y Ventimiglia, Italia, es de 26 km, por lo que, en días festivos, los italianos, sobre todos los que viven en la Liguria, acostumbran a visitar Mónaco. De hecho, Mónaco era un principado italiano, creado por Francesco Grimaldi en 1297, con ayuda de soldados disfrazados de franciscanos. Los Grimaldi eran familia patricia de Génova, la que constituyó la dinastía más antigua de Europa. Este principado estuvo ligado a Italia hasta que los franceses lo invadieron y se anexaron el Condado de Niza en 1860. Hasta ese momento, en Mónaco se hablaba italiano, además del monegasco, dialecto ligur. Un acuerdo con Francia se firmó en 1865 y el absolutismo de la monarquía reinante se abolió pocos años después. Desde 1869, los residentes allí no pagan impuestos sobre la renta, ni sobre los beneficios de sus inversiones, ni por el impuesto de sucesión. Las compañías internacionales tampoco pagan impuestos ni las compañías locales que desarrollen tres cuartas partes de sus actividades en el Principado.
Como todo en esta vida, Mónaco evolucionó en el siglo XX y su constitución de 1911 sufrió cambios en 1917 y en 1930, originado por enredos de familia, reconocimiento de hijos y otras cositas más típicas de las coronas. Rainiero III (Rainier Louis Henri Maxence Bertrand Grimaldi) ascendió al poder en 1950 y tuvo también sus contratiempos con el Consejo Nacional, fue él quien se casó con la actriz Grace Kelly en 1956. Ejerció como príncipe soberano hasta su muerte, el 6 de abril de 2005.
Si Ud. va de Niza a Mónaco en tren, viaje que dura unos 20 minutos y unas cinco paradas previas, al salir de la estación de trenes, a la derecha uno se encamina y llega en pocos minutos al famoso Casino de Montecarlo, bellísimo y adornado en época navideña, donde radica el famoso casino, creado por el príncipe Carlos III y explotado desde 1863, y la Sala Garnier de la Opera. En sus exteriores se puede apreciar la belleza de la costa azzurra desde un mirador de encanto. En sus alrededores encontraremos una escultura muy original y cómica de Adán y Eva, obra de Fernando Botero, y más adelante, otra, el Mundo en tu Mano. También se puede apreciar una modesta y bella colección de cactus.
De ahí uno puede bajar y pasar por la famosa pista de formula I y a poca distancia comienza el puerto o embarcadero llamado Hércules, donde los yates enormes y de lujo sobran. Dicen que aquí se filmó la peli “Golden Eye: el regreso del Agente 007 (1995)” Una parte del filme “Grand Prix 1966” fue igualmente rodado en Mónaco.
Se puede ir a bordeando todo el puerto, en navidad se instala una especie de parque de diversiones, y quioscos de venta de chucherías y bebidas en sus alrededores. Al llegar casi al otro extremo, basta con cruzar la vía y ascender por unas elevadas escaleras, algo que los de la tercera edad deben hacerlo con calma, para así acceder a la otra parte de este estado, Le Rocher (La Roca), la parte vieja de la ciudad, donde está el Museo Oceanográfico y la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, templo principal de Mónaco, cuya terminación ocurrió en 1905, y ocupa el espacio de la primera iglesia episcopal del lugar, construida en 1252, que luego se convirtió en la iglesia de San Nicolás, destruida en 1874. Por eso mucha gente le llama Catedral de San Nicolás. Su interior es en estilo neo-románico, bastante armónico y agradable.
Caminando más adelante nos encontramos con el Palacio de Justicia, construcción modesta, pero original, hasta llegar al Palacio del Príncipe o Palacio Principesco, residencia oficial del Príncipe de Mónaco y de la Familia Grimaldi, desde finales del siglo XIII, cuyo exterior solo se puede apreciar. Obviamente delante del Palacio hay una enorme Plaza.
Igualmente, en las premisas del Palacio del Príncipe se halla el Tributo a las colonias extranjeras erigido a los 25 años de reinado del Príncipe Alberto, obra de Constant Roux. Aledaño al monumento se muestran balas de cañón.
Lo mismo a la entrada que a la salida de La Roca uno puede disfrutar de un paseo por el jardín de San Martín, donde además de las plantas existentes hay varias esculturas, algunas hasta con carácter erótico, una en honor a la princesa Grace Kelly (ver foto al inicio de este artículo), otra muy sugerente, llamada el Abrigo de la Conciencia, y una de Alberto I como navegante. Al bajar de la Roca, ya en zona del Puerto, hay otra escultura, la que reconocí al instante, en honor al famoso corredor de autos Juan Manuel Fangio.
Esto fue todo lo visto durante todo un día dedicado al segundo estado más pequeño del mundo y uno de los más caros en general. Aun así, si está cerca, no deje de visitarlo, ya que le resultará agradable.
“Si debemos morir, lo haremos defendiendo nuestros derechos.” Tatanka Iyotanka o Toro Sentado (1831-1890, jefe tribal Sioux)
Criticar lo malo es positivo, más aún cuando es sencillamente tergiversador, discriminatorio y hasta inhumano. No es primera vez que lo hago cuando me refiero a Oestes con masacres de indios en pantalla, valiente entretenimiento, ver cómo unos matan a otros. Una vez dije: “matan y nadie sabe el motivo”. Los indios son los “malos” y los rubios son los “buenos impecables”.
El experimentado director George Marshall fue el arquitecto de esta chapuza de película, en el que, al menos a mí, me queda claro una cosa, la práctica del apartheid no comenzó en Sudáfrica, ya eso era habitual en el territorio de Norteamérica con los indígenas desde el siglo XIX, los que eran llevados a una reserva y de ahí no podían salirse, de lo contrario estarían infringiendo la ley. La peli muestra una supuesta infracción de una tribu, lo que le valió que las tropas de los yanquis, los del norte, entonces en guerra de secesión con los confederados, arrasaran toda una aldea de indios sin ninguna misericordia como lección para que no se salieran de sus límites.
Como era de esperar, los indios se rebelaron, en este caso los comanches. En una vuelta nada razonable o no muy lógica aparece la figura del héroe de la peli interpretado por el casi eterno vaquero fílmico Audie Murphy, tejano en la peli, pero miembro del ejército del norte, el que prevé el ataque de los indios en áreas del sur pobladas solo por mujeres, ya que los hombres confederados estaban en el frente de batalla.
Toda la trama va orientada a dos cosas, hacer aparecer a los indios como criminales, los que son eliminados y combatidos por un grupo de mujeres adiestradas por el oficial “desertor” del ejército norteño. Ellas mataban indios, pero salían en escena más y más, era como si se reprodujeran como los microbios. Tiros, flechas, mujeres heridas o caídas en combate, todo sazonado para que al espectador le entren deseos de tomar un arma y se sume a la matanza de más comanches.
Si el director quería hacer un filme interesante, muy sabio habría sido poner a una parte de las tropas del norte del lado de los indios y castigar a aquellos que masacraron su población en reserva, un claro sinónimo de campo de aislamiento.
Cuando uno ve este tipo de peli, lo observa como si estuviera observando el comportamiento de un animal salvaje en la selva, es como una curiosidad, la que al final da pena, ya que, en lugar de ilustrar la vida de estos indios y sus costumbres, terminan presentándoles como salvajes, incluso agraciados por la civilización que el hombre blanco les trajo a sus tierras. Siempre felicitaré a actores como Marlon Brando y Paul Newman, los que se opusieron a este tipo de películas abiertamente y defendieron la causa de los verdaderos norteamericanos. Por suerte, las cosas comenzaron a cambiar en las últimas dos décadas del siglo pasado y ya Hollywood no produce cintas aptas para generar incultura e ignorancia sobre los indígenas norteamericanos.
“Los buenos equipos se hacen grandes cuando sus miembros tienen confianza mutua, la suficiente para vencer el “yo” por el “nosotros”. Phil Jackson (ex entrenador en la NBA)
Todos estamos de acuerdo que el béisbol profesional, al igual que el fútbol, el baloncesto, el tennis y otras disciplinas más, es deporte y negocio, lo único que puestos estos dos aspectos en una balanza habría qué ver si es más una cosa que la otra en cada deporte. De ese grupo mencionado se excluye el boxeo, el que se presenta como un gran negocio, a veces oscuro.
En el caso del béisbol, cada año, terminada la Serie Mundial, aparece la lista de los agentes libres, modalidad inexistente hace seis décadas, y comienza al trapicheo de peloteros de un equipo a otro, sobre todo de aquellos que le queda un año para convertirse en agente libre o que se desea canjear por conveniencia de bolsillo.
En la década de los 50 y antes, los peloteros vivían muy pendientes de sus rendimientos, de sus errores a la ofensiva o a la defensa, y la mayoría sentía aprecio grande por su camiseta. El dinero importaba, pero no era tan fácil hacerse de un aumento salarial.
Cuenta la historia que, con los Yankees de Nueva York, equipo casi invencible en la Liga Americana, si algún pelotero entendía que se le debía dar un aumento, lo que tenía qué hacer era ir a hablar bajito, no en voz alta, con uno de los copropietarios, Daniel Topping o Del Webb. El más listo en ese orden de solicitudes era Yogi Berra. Los Yankees festejaban en gala el triunfo en la Serie Mundial y entonces Berra le insinuaba algo al respecto a uno de esos personajes. La respuesta casi siempre era de “sí, sí, date una vuelta por la oficina”. Otros peloteros se callaban o no lo intentaban. Esto sucedía casi 20 años antes que se incorporara la agencia libre en el Convenio Laboral de 1976 firmado por la MLB con el sindicato de peloteros.
Antes de la fecha indicada del acuerdo, casi todos los peloteros entonces vivían pendientes de cómo mejorar su rendimiento, ya que caso contrario, sea quien fuera, podía ser canjeado o enviado a las Menores hasta que recuperara su forma, tampoco tendría forma de obtener un aumento salarial. Un ejemplo claro e injusto fue el del torpedero Phil Rizzuto, el MVP de 1950, un mago en su posición, quien en 1956 los Yankees despidieron el mismo día de las Viejas Glorias. ¡Qué manera más justa de incinerar a un defensor estrella del campo corto por años en esa franquicia! A Rizzuto le decían Holly Cow (Vaca Sagrada), la idea era enviarlo a los Atléticos de Kansas City, una rara sucursal de los Yankees jugando en la Liga Americana también. Rizzuto no aceptó, por lo que dijo adiós a su juego en el terreno y se dedicó a la tarea de presentador, algo que se le daba muy bien, ya que relataba muchas de sus vivencias como pelotero durante las trasmisiones.
El otro caso ocurrió terminada la Serie Mundial de 1956 cuando los Dodgers de Brooklyn decidieron canjear a su pelotero emblema, el legendario Jackie Robinson, a los Gigantes de Nueva York. Robinson no aceptó ese cambio y decidió retirarse del béisbol, abrió una especie de cafetería-bar en Nueva York y no más béisbol.
Era tanto el amor a la camiseta por parte de Rizzuto y Robinson, que ninguno de los dos aceptó jugar para otro equipo. A veces hubo aceptaciones, las que tenían su justificación. Fueron los casos de Hank Aaron y Willie Mays por citar dos ejemplos. Aaron jugó de toda la vida en la franquicia de los Bravos, equipo en el que logró romper el récord de jonrones de por vida de Babe Ruth, pero quería dejar un récord más alto y se decidió jugar dos temporadas más, pero en Milwaukee, ciudad que había sido sede de los Bravos hasta 1965. Willie Mays fue otro caso casi idéntico, de siempre jugó con los Gigantes hasta que lo canjearon en 1972 a los Mets de Nueva York, donde jugó dos temporadas más. Era Nueva York, ciudad en la que Mays se había iniciado para los Gigantes, donde jugó durante sus primeras seis temporadas hasta el cambio de sede de la franquicia para San Francisco.
Mickey Mantle comentaba en su libro (ver fuente abajo) que, los peloteros en banca siempre estaban discutiendo qué hacer para mejorar su rendimiento al campo, lo que lanzaba cada pitcher rival, cómo alcanzar una base más, nadie se ponía a discutir como estaba la bolsa o los intereses bancarios. El béisbol era el tema a diario, todos sabían que había competencia incluso dentro del equipo por ocupar una posición como regular y eso se ganaba con el esfuerzo diario.
Hubo canjes como siempre, pero eran hasta lógicos, los de hoy hay que decir que en algunos casos pesa más el dinero ahorrado que el interés por elevar el nivel de competitividad del equipo. Miren este canje en el pasado, Rocky Colavito de los Indios (ahora Guardianes) a los Tigres a cambio de Harvey Kuenn en abril de 1960. Dando y dando, Colavito había sido líder en jonrones (42) en 1959, mientras que Kuenn había sido en esa misma temporada líder en hits (198), doble (42) y de bateo (,353). Hoy un casi Cy Young se oferta en canje por cuatro o cinco piezas de talento incierto.
Es cierto que ya los peloteros no son mangoneados como en épocas anteriores a la década de los 70 en el pasado siglo, por lo que ya ellos exigen salarios que se elevan proporcionalmente a su performance, algo justo, ya que, si se dejan a los dueños del negocio decidir, la paga sería ridícula. Miren el caso de Randy Arozarena, su salario no llega a medio millón anual, póngale Ud. el nombre a este asunto. Se trata de un pelotero que rinde, juega a la pelota con el alma y ya ven, de él casi no se habla, ¿saben por qué? No hay tantos millones de por medio, por lo que no es sensacional. El hombre que discutió con Shohei Ohtani la condición de mejor pelotero del clásico mundial de 2023, gana menos de medio millón según indica baseball-reference.com.
Uno lee todos los días los grandes cintillos del béisbol de la MLB, sobran las especulaciones, más que noticias, de qué equipo finalmente firmaría al nipón superestrella Shohei Ohtani. El otro es el dominicano Juan Soto, otro excelente jugador, pero se habla más de dinero y contrato que de su juego en sí, de cómo encajaría en tal o más cual novena, el negocio por delante y, con todo respeto, eso le hace daño al deporte. Los Yankees se hicieron de los servicios de Soto y ahora tendrán que inventarse un jardinero central regular. Aaron Judge juega el derecho como Soto, Alex Verdugo es ahora parte de los jardineros de los mulos, pero el arizoniano suele jugar las alas de los jardines. Ya se las arreglarán, supongo.
Hay contratos muy justos y otros que ni hablar de ellos. Los cubanos llegan al béisbol profesional con una mano delante y otra atrás. Muchos no habían visto cien dólares juntos antes de llegar a los EE. UU. Por eso, ellos son usualmente mercancía barata en la mayoría de los casos, con algunas excepciones, a causa de expectativas infladas e inventadas por su representante. Arozarena, Luis Robert Jr. y Yandy Díaz, entre otros, no lograrán altos salarios en los conjuntos en que juegan. Tampa es un equipo de bajo presupuesto, el que, por cierto, sabe manejar muy bien y merece admiración, pero los Medias Blancas es otra historia. La salvación de estos peloteros es salirse tan pronto les llegue el primer año de arbitraje y explorar mejores opciones en otros equipos. Leía una información, me pareció una especulación, que afirmaba que los Medias Blancas de Chicago le estaban ofreciendo un contrato de 10 años a Luis Robert Jr. por 100 millones. De ser veraz, es toda una burla, Luis Robert Jr. cuesta y costará más de 10 millones anuales en el presente lustro y después. Claro, no es de extrañar eso en el caso de los Medias Blancas, famosos por sus contratos de a codo. Es de hecho la franquicia que más cubanos contrata, no por amor a Cuba, sino por lo poco que cuesta contratarlos.
Hay que respetar a todos esos conjuntos que tratan de hacerse de los mejores peloteros en la agencia libre o aquellos que, en pro de aumentar la fuerza del equipo, realizan canjes inteligentes. Pongo un ejemplo y en una misma ciudad, sean los Yankees como los Mets están empeñados en conformar alineaciones poderosas, capaces de ganar división, liga o serie mundial. Los Padres de San Diego han hecho un enorme esfuerzo para sacar a su equipo adelante, pero las adquisiciones y canjes no les han funcionado, pero el esfuerzo ha estado y está presente. Los Cachorros y los Cardenales están envueltos en la búsqueda de peloteros de calidad a contratar, no se quedan atrás los Bravos y los Azulejos de Toronto. Los Orioles como el Arizona lograron armar equipos muy competitivos en 2023, ni que hablar de los Vigilantes de Texas en plena competencia con sus vecinos, los Astros de Houston. La mayoría hace su esfuerzo en función del presupuesto disponible, pero no todos se mueven en esa dirección.
Hay equipos que, si jugaran en ligas europeas de fútbol, estarían en ligas inferiores, como son los casos de los Reales de Kansas City, los Medias Blancas y los Atléticos de Oakland. En el fútbol si un equipo no juega al nivel exigido es bajado, en la MLB eso no pasa, ni le pasa por la cabeza al comisionado.
La División Central de la Liga Americana es la más débil probablemente en todas las Grandes Ligas, pero uno no puede afirmar que los Mellizos de Minnesota o los Guardianes de Cleveland se comporten igual que los equipos antes indicados, sobre todo los Reales y los Medias Blancas. Minnesota siempre trata de reforzar su nómina, los Guardianes, con un buen sistema en las Menores, de los mejores, como lo son los de Tampa, Baltimore o Dodgers, regularmente presentan figuras jóvenes de calidad.
Es muy lamentable ver dueños echarse los pesos en el bolsillo sin mucho esfuerzo, entretenidos promoviendo paquetes de entradas con cerveza, hot dog y parqueo incluido, que su equipo gane o no, eso no es problema, en definitiva, en esas ciudades la población no tiene otro entretenimiento. Los contratos aquí son usualmente de uno o dos años, y se recluta, por consiguiente, peloteros en baja, viejos y próximos al retiro o mediocres de siempre. El poco interés del llamado front office es como el covid-19, contagia a los peloteros de tal manera, a los que les da igual ganar que perder. El lanzador dominicano Johnny Cueto hizo unas críticas muy puntuales cuando jugaba con los Medias Blancas de Chicago en 2022, sus palabras denotaban poco entusiasmo a nivel de equipo y una enorme decepción con la dirección de Tony La Russa, ni siquiera parecido a aquel que había ganado varias series mundiales en el pasado. Un año después este conjunto trajo a un novato como mánager, nada cambió, incluso empeoró, para colmo el lanzador Keynan Middleton, canjeado a los Yankees, hizo afirmaciones sobre la indisciplina existente en ese conjunto, peloteros durmiendo en banco durante el juego, pocas indicaciones o consejos para superar deficiencias, tácticas de juego. Realmente preocupante, pero la MLB no hace nada para corregir estos problemas, por lo que dueños, gerentes y comparsa de esos conjuntos siguen haciendo lo mismo sin tomar en cuenta al mayor contribuyente, el aficionado, quien paga buena parte de esos salarios con su asistencia al estadio.
Así que hay dos antípodas en el béisbol actual, equipos que gastan un enorme capital para alinear escuadras potentes al campo y otros que hacen todo lo contrario, y terminan afirmando estar en reconstrucción como para justificar sus deficiencias. En esos equipos débiles, la apatía es evidente, molesto es ver peloteros que salgan sonrientes después de un ponche con un strike cantado o aquel a quien se le cae pelota mansamente y comete un error, el que luego se revierte en carreras para el rival. Respeto a la afición es la palabra de orden en estos equipos del montón. La MLB vive más preocupada con el presupuesto que gastan los equipos, hay normas para multarlos si se pasan del umbral admitido, pero nada se hace cuando el equipo es francamente un instrumento de otra cosa, que nada tiene que ver con el deporte y el espectáculo.