El movimiento del 4 de setiembre de 1933 en Cuba

Cuando la dictadura es un hecho,
la revolución se vuelve un derecho
.”
Víctor Hugo (1802-1885, poeta y escritor francés)

Una vez más se ve que no es muy razonable aferrarse a un criterio de una persona o grupos de personas sobre determinados hechos históricos, sobre todo si los mismos vienen con claros intereses políticos. Me habían enseñado algo negativo sobre la fecha del 4 de setiembre de 1933, pero la realidad es otra. Se le puede llamar golpe de estado, sin embargo, como veremos más adelante, muchas figuras destacadas del ámbito político participaron activamente y le dieron legitimidad al movimiento iniciado por los sargentos del ejército cubano. Para quién tenga duda de esto, reproduzco a continuación el manifiesto del Director Revolucionario en apoyo a la gesta del 4 de setiembre.

Manifiesto al pueblo 5 sept 1933.png

Había caído la dictadura de Gerardo Machado el 12 de agosto de 1933, la cual se concretó con la huelga general encabezada por Rubén Martínez Villena. Previamente el dictador buscó apoyo de parte de las fuerzas armadas, lo cual resultó infructuoso. Los militares estaban convencidos que la era de Machado se había agotado. El capitán Mario Torres Menier, en representación de Julio Sanguily como jefe de la Fuerza aérea, exigió a Machado abandonar el poder. A esa exigencia se unió el general Alberto Herrera Franchi, jefe del Estado Mayor del Ejército.

Con la caída de la dictadura, el 12 de agosto se hizo cargo del gobierno el mismo Alberto Herrera, quien duró en ese mandato sólo 24 horas, ya que entregó el poder al hijo del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, el cual era del agrado de las autoridades del gobierno en Washington y contaba con la asesoría de Benjamin Sumner Welles. En aquel momento dos naves de guerra de EEUU daban vueltas en aguas cubanas. Para nadie era secreto que la administración del vecino del Norte tenía previsto una nueva intervención, tal como lo hiciera a finales del siglo XIX e inicios del XX.

Benjamin Sumner Welles

Benjamin Sumner Welles

De la gestión de Céspedes no era que se esperara mucho, por lo que el descontento continuó entre la población y los militares, estos últimos con fuerzas suficientes para poder derribar al gobierno en el poder.

Carlos Manuel de Céspedes Quesada en viaje a Europa

Carlos Manuel de Céspedes Quesada en viaje al Extranjero

Sin embargo, los sucesos tuvieron lugar con nuevos protagonistas, había un sargento oriental, de familia muy humilde de Banes, actual provincia de Holguín. Era un sargento y taquígrafo del ejército, el cual supo aunar a un buen número de oficiales de baja graduación en un movimiento que logró el objetivo deseado por el pueblo cubano en aquel momento. Sí, era eso lo que quería el pueblo y no tratemos de desvirtuar lo sucedido por el hecho que quien encabezara el movimiento fuera el tristemente célebre Fulgencio Batista Zaldívar.

Batista en primera plana

Batista en primera plana de la prensa de 1933

Batista reunió a los oficiales descontentos en Colombia y se enfrentó inicialmente al mismo Capitán Mario Torres Menier, quien al ver la fuerza con que contaba ya ese movimiento, exigió a su sargento subalterno documentación de lo que se proponían realizar, a lo cual Batista y sus compañeros de armas hicieron oídos sordos. El plan era derribar al gobierno de Céspedes e implantar uno provisional encabezado por figuras políticas y de perfil plenamente antimachadista.

Según se relata, a las 10 de la noche del lunes 4 de setiembre, varios miembros de los movimientos revolucionarios asistieron a la reunión convocada por Batista en el Campamento de Columbia, el que hoy se conoce como Ciudad Libertad. En esa reunión participaron los futuros presidentes de Cuba, Ramón Grau San Martín, Carlos Prío Socarrás, Ramiro Valdés Daussá, Guillermo Barrientos, Rubén de León, Guillermo Portela, José Miguel Irisarri, Pepelín Leyva y el ex –teniente Emilio Laurent. Horas después el periodista Sergio Carbó se incorporó a la reunión.

Batista en palacio y rodeado de sus subalternos

Batista en palacio y rodeado de sus subalternos

En esa reunión todos estuvieron de acuerdo en derribar el gobierno títere de Céspedes y rechazar la injerencia del gobierno estadounidense. Los militares aceptaron el programa del Directorio Revolucionario. Sergio Carbó fue el encargado de redactar el comunicado de ese movimiento, el cual resaltaba el impulso necesario a líneas amplias de democracia y principios de soberanía nacional.

Posteriormente se acordó la creación de una Comisión Ejecutiva integrada por Ramón Grau San Martín, Guillermo Portela, Sergio Carbó, José Miguel Irisarri y el banquero Porfirio Franca. Batista fue propuesto por Irisarri, pero el entonces sargento declinó esa responsabilidad.

Ramón Grau San Martín

Ramón Grau San Martín

En esos días pasaba un ciclón por las provincias de Matanzas y las Villas, por lo que el presidente Céspedes estaba de gira por los lugares afectados y no se hallaba en la Habana el lunes 4 de setiembre, por lo que al conocer de la novedad del golpe que se avecinaba, regresó a la capital. Previamente se detuvo en San Francisco de Paula para ser informado de lo que estaba ocurriendo, más tarde se dirigió a Palacio y a las 11 de la mañana del 5 de setiembre una comitiva de los militares y civiles del movimiento se presentaron. Allí Grau se encargó de comunicarle su destitución, tomo prestado lo que se dijeron el futuro presidente cubano Grau al entonces saliente Céspedes:

– Señor, hemos venido a recibir de usted el gobierno de la nación- dijo Grau.
– Bien, doctor Grau, ¿se han dado cuenta ustedes de la responsabilidad que contraen ante el pueblo de Cuba y ante la historia?- le respondió y cuestionó Céspedes.
– Hace años, señor, que hemos cumplido la mayoría de edad- respondió Grau en tono de broma.

El gabinete del gobierno provisional de Carlos Manuel Céspedes estaba integrado por:

Raúl Cárdenas- Secretario de la Presidencia
Federico Laredo Bru- Secretario Gobernación
Carlos Saladriga- Secretario de justicia
José A. Fresno- Secretario Sanidad
Guillermo Belt- Secretario de I. Pública y Bellas Artes
Demetrio Castillo Pokorni- Secretario de Agricultura
Eduardo J. Chibás- Secretario Obras Públicas
Horacio Ferrer- Secretario de defensa (guerra)
Joaquín Martínez Sarne- Ministro de Hacienda

Céspedes se salió por completo de la vida política y jamás se le volvió a ver envuelto en actividad política alguna.

El grupo de confianza de Batista, los llamados sargentos ocuparon los distintos cargos militares de mayor importancia, como fueron:

  • Sargento Ángel Aurelio González, Jefe de la Marina
  • Sargento Toribio Fernández, Estado Mayor del Castillo la Punta
  • Sargento Francisco G. Tarrau, Jefe Militar de la Cabaña
  • Sargento Ernesto Pérez Chávez aviación,
  • Sargento José Álvarez, Estado Mayor
  • Sargento Manuel Hidalgo, Distrito Naval del Norte

El gobierno de EE.UU. no reconoció al nuevo gobierno, le aterraba la presencia de algunos revolucionarios radicales, entre ellos Antonio Guiteras, el que primero fungió como gobernador de la provincia de Oriente y luego Ministro de gobernación, donde promulgó leyes que afectaron seriamente los intereses de grandes negocios estadounidenses.  En realidad, Batista no estaba en el gabinete de ese gobierno, pero tenía algunas atribuciones, en las que el mismo presidente no podía interferir en casos de guerra o de grave alteración del orden público.

Marineros cubanos el 4 de setiembre de 1933

Marineros cubanos el 4 de setiembre de 1933

Después de instaurada la pentarquía, en la prensa nacional se hablaba de la nueva república. Abiertamente se rechazaba a la figura de Claude A. Swanson, Secretario de Marina del gobierno de Franklyn D. Roosevelt, hombre muy a favor de la intervención de EEUU en Cuba. La prensa igualmente hablaba de una Comisión Ejecutiva patriótica y apolítica, esto último mueve a risa, desempeñar posiciones netamente políticas y ser apolítico.

Uno de los dos buques de guerra norteamericano merodeando las costas cubanas en setiembre de 1933

Uno de los dos buques de guerra norteamericano merodeando las costas cubanas en setiembre de 1933.

Los oficiales machadistas, casi todos destituidos con la sublevación de los sargentos, se rebelaron el 2 de octubre de 1933 y se internaron en el Hotel Nacional de la Habana, pero Batista, ya convertido en coronel y jefe de las fuerzas armadas logró aplastar la sublevación. Welles se dio cuenta que el nuevo hombre fuerte del ejército y del país en Cuba era Batista, por lo que no dudó en tratar de atraerlo a su esfera de influencia y persuadirlo de la necesidad de evitar que las fuerzas de izquierda gobernaran en el país.

Batista había sostenido una reunión importante con el embajador Sumner Welles, todo eso a espalda del presidente Grau. Batista no tenía autorización para sostener esos encuentros, señal que no respetaba al ejecutivo gubernamental.  El Directorio Estudiantil no aceptó esa conducta y hasta llegó a proponer fusilar a Batista, algo en lo cual Grau no estuvo de acuerdo.

La pentarquía o Comisión Ejecutiva duró 100 días, más tarde Batista decidió no volver a compartir el poder, ya se había ganado la confianza de una parte del pueblo y del mismo gobierno norteamericano. Dejemos el resto para otro relato en artículo al efecto.

Fuentes

Anon. 1933. Bohemia, 10 y 17 sept.

Labrada R. 2016. Los presidentes de Cuba de 1902 a 1976. Deportescineyotros.wordpress.com. https://deportescineyotros.wordpress.com/2016/02/27/los-presidentes-de-cuba-de-1902-a-1976/

 

Escrito por Ricardo Labrada, 3 setiembre de 2019

2 pensamientos en “El movimiento del 4 de setiembre de 1933 en Cuba

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