Peloteros destacados del equipo Artemisa en la Unión Atlética Amateur de Cuba

Hay tres cosas que pueden pasar en un juego de béisbol, su equipo
puede ganar, su equipo puede perder o también puede llover.”
Casey Stengel (ex-director de los Yankees de Nueva York)

Campeón 1959

La famosa Villa Roja, Artemisa, ha sido, como gran parte de Cuba, una plaza beisbolera desde hace décadas, de donde surgieron peloteros que le han dado colorido a las lides amateurs antes de 1961 y que integraron selecciones cubanas victoriosas en eventos regionales e internacionales.

Durante de las décadas de los 40 y 50, el equipo Artemisa fue casi siempre integrante de la primera división en la Unión Atlética Amateur (UAAC). La figura legendaria de este conjunto fue Francisco Quicutis Mandín, más conocido como Chito, nacido el 10 de octubre de 1918 y fallecido el 22 de febrero de 1970, siempre en Artemisa. Era bateador y lanzador derecho, de buena estatura, 180 cm., quien se desempeñó como jardinero y lanzador, y a su retiro se dedicó a las funciones de entrenador y director de equipos. Chito fue amateur en el período de 1938-1943, se inició jugando en el Central Pilar, luego integró el conjunto de su pueblo hasta que se convirtió en profesional. Quicutis integró el equipo Cuba al mundial de 1942 en la Habana, evento en el que logró el liderato de jonrones (2). En la VI Serie Mundial (1943) volvió a integrar la selección nacional. Luego jugó con equipos profesionales de la Liga profesional y de la Federación Nacional hasta 1949, donde tuvo modesto promedio de .205 en 5 temporadas, a la vez jugó en 7 temporadas de ligas menores, hasta 1952, con mejores resultados, promedio de .285 y slugging de .445. En esos circuitos de las menores también lanzó 387 entradas, ganó 12 y perdió 25 juegos, PCL de 5.42.

A su retiro, Chito se dedicó a labores de entrenador y de dirección. En 1957 compartió la dirección del conjunto Artemisa con Alejandro “Gago” Gómez, campeón de la UACC, el que terminó con 20 victorias y 5 derrotas. Luego volvió a repetir ese triunfo en 1959. En Series Nacionales fue varias veces auxiliar en el equipo Occidentales, al que dirigió finalmente en la VI Serie Nacional (1965-66), el que quedó tercero con registro de 34-31 (.523). Con la participación de 12 equipos en la VII Serie, Quicutis se hizo cargo de la dirección de Vegueros por dos temporadas, en las que sumó 65 victorias con 132 derrotas, promedio de .330.

Entre las figuras destacadas del pasado anterior a la década de los 50 en los conjuntos artemiseños aparecen los receptores “Guelo” Martínez y Macho Villalón, los inicialistas Belisario Pérez y Ramón “Mongo” Collazo, así como otros jugadores de cuadro y los jardines, entre ellos, el toletero Nicolás “Patapalo” Pagés, “Goyo” Ortega, “Guango” Paeza, Cuco Cordero, Mario Costa, “Yeyo” Trápaga, “Colorado” Pérez y Mario Page, y los lanzadores “Lile” Azcuy y Silvio Romero. Lamentablemente, la información disponible es limitada en detalles sobre estos peloteros.

A partir de finales de la década de los 40, otra figura destacada fue la de Ángel “Patón” Acosta Ramírez, pelotero que se desenvolvió en los jardines, pero que llegado el caso de necesitarse un brazo para lanzar lo hacía también. El estelar nació el 2 de agosto de 1929 y falleció el 12 de marzo de 1988, siempre en Artemisa. Le llamaban Patón al iniciarse jugando béisbol descalzo, según él mismo contó en una entrevista. Acosta fue un bateador zurdo de poder y siempre ocupó turnos de responsabilidad en la alineación artemiseña, pero no piense que era un ponchón, nada de eso. En la temporada de 1956 logró promedio de .417 para así llevarse el título de bateo de la liga y ser seleccionado para integrar un equipo Cuba, que al final no fue a ningún lado por falta de recursos. Al año siguiente el famoso Pedro Chávez le hizo la gracia cuando promedió .396 y Acosta se fue con .393 para así perder el liderato final de bateo en la UACC. No obstante, su bateo fue esencial en esa temporada para que su equipo se llevara su primer banderín en la UACC. En 1959 su bateo se hizo sentir nuevamente, promedió .333 incluido 3 jonrones, mientras que a la defensiva no cometió errores. Su brazo era tan respetable que era usado igualmente como lanzador, como ya se indicó. Acosta jugó activamente en las Ligas Pedro Betancourt y Quivicán. Igualmente jugó en la Liga Tabacalera en 1962 y con Vegueros en la regional de 1963.

La siguiente figura es Ismael Salgado Vidal, más conocido como El Gallego, mote que le vino por su padre, gallego y vendedor de carbón en Artemisa. Salgado nació el 12 de febrero de 1934 y falleció el 26 de agosto de 2018. Jugó a la pelota desde los 13 años. En la Unión Atlética Amateur jugó desde 1955, se estrenó como receptor con el Círculo de Artesanos de San Antonio de los Baños dirigidos por Mario Morera, entonces compartía la posición con otro pelotero de apellido Alonso. Al año siguiente volvió a jugar con el mismo equipo, esta vez dirigido por el jardinero José Mir. Fue precisamente el año del debut de Pedro Chávez en este conjunto, lo hizo como antesalista. Entre los lanzadores de este conjunto a los que tenía que recibir Salgado asiduamente estaba el zurdo Rolando Pastor. A partir de 1957 Salgado jugó para el equipo de su tierra natal, el que logró alzarse con el banderín de este circuito. Realmente el Artemisa Club logró redondear su equipo al campo al incluir a Salgado como su receptor regular. Fue una temporada muy reñida la de 1957, los segundos (Hershey y Círculo de Artesanos) y terceros lugares (Rifleros de Regla y Cubaneleco) no estuvieron muy lejos del ocupante de la cima del torneo. El Artemisa estuvo en la pelea en la siguiente temporada, pero finalmente cedió terreno a los campeones, Rifleros de Regla, y al Hershey. No obstante, 1959 fue el resurgir del Artemisa, equipo que se coronó campeón a finales de setiembre de ese año, donde igualmente Salgado fue figura esencial en la defensiva de este conjunto. El Gallego también jugó en la pelota invernal de la Liga Pedro Betancourt, así como con el Siquiátrico de la Habana en la regional occidental después de 1962. A su retiro se dedicó a labores de entrenador y director de equipos de Pinar del Río y de la antigua provincia Habana, cuyos resultados aparecen en la tabla a continuación. También condujo al equipo de Artemisa a la victoria en 1978, en la antigua provincia Habana. Sin lugar a dudas, fue pelotero muy dinámico al campo, le recuerdo en el juego de las Estrellas (Artemisa contra una selección de la UAAC) del 24 de agosto de 1958, que se efectuó en el viejo estadio de Artemisa, el que está frente al cementerio. Salgado le salía a los foul fly como todo un felino, aparte que conducía a lanzadores del calibre de Miguel “Pico” Navarro, Rodolfo Núñez y el zurdo Tomás Martín. Aquel emotivo encuentro concluyó 6-5 a favor del Artemisa por sencillo del torpedero Valdés para dejar a la selección de Estrellas al campo. La labor de Salgado como mentor fue buena, casi siempre le tocó dirigir conjuntos con peloteros jóvenes y en pleno proceso de formación.  

Una figura importante desde el punto de vista histórico lo fue el infielder Francisco Baldaji Izaguirre, hombre nacido el 20 de enero de 1933 en Artemisa. Este pelotero fue el primer afrocubano en integrar el equipo Artemisa, lo hizo jugando el campo corto, aunque también se desempeñaba con eficiencia en la antesala y la intermedia. El autor ha logrado compilar las nóminas de los equipos de la UAAC desde 1948 hasta 1959, y se puede afirmar que entre Panchito Baldaji y el entonces lanzador Antonio “Kinko” Rodríguez está el primer pelotero afrocubano de este circuito. Ambos debutaron en 1956, habría que ver cuál de ellos dos fue el primero en jugar en esa temporada. Panchito aún vive y es uno de los contribuyentes con información para este artículo.  Baldaji también jugó en la liga Quivicán en varios equipos como el deportivo de Guira y los Cardenales de Alquizar.

Un factor ofensivo en el conjunto de Artemisa en sus años de éxito fue el jardinero Rigoberto Miranda, bateador derecho y defensor del jardín izquierdo desde 1953. Miranda es o era oriundo de Mariel (se desconoce si vive aún). En la temporada de 1957 fue líder jonronero (9) y bateó sobre .400, pero no tuvo las veces al bate requeridas para alzarse con el liderato de bateo. Miranda y Ángel Acosta lograron conformar uno de los mejores one-two en la historia de la UAAC.

También importado y eficiente fue la inclusión de Raúl “Cunagua” González González como jardinero central del Artemisa a partir de 1955. Este pelotero nació el 17 de julio de 1936 en el Central Hormiguero, luego Espartaco (totalmente demolido en 2004), San Fernando de Camarones, provincia de Cienfuegos, y murió el 8 de marzo de 2005 en Perico, Matanzas. Nunca he entendido el origen del mote Cunagua. RGG se desbordó al bate en la temporada de 1957, cuando promedió .376, con 13 extrabases, entre ellos 6 cuadrangulares, y empujó 27 carreras. También fue integrante del Artemisa campeón de 1959, aunque su promedio de bateo solo llegó a .269. Con la llegada de las Series Nacionales se estableció en Matanzas, por lo que jugó desde 1962 a 1965 con los Occidentales e integró el conjunto campeón de la I Serie Nacional, mientras que en la siguiente temporada se alzó con el liderato de bateo (.348). Aunque no llegó a ser parte del seleccionado a los Panamericanos de Sao Paolo (1963), pudo viajar a esta cita como invitado. A partir de 1965 jugó con Henequeneros (1965-66), Centrales (1966-67) y Henequeneros (1967-69). En ocho series nacionales promedió .231, OBP .408 y slugging .291.

 Al campo el equipo tenía a algunas figuras casi permanentes, como eran los casos del torpedero José Armas SS; el utility Sergio Godínez, un hombre que se inició como receptor;  el versátil Juan Suárez, capaz de jugar la intermedia y los jardines; el antesalista  Armando Pérez Pino; el también infielder Juan J. Oviedo. El hijo de Chito Quicutis, Rolando, tuvo una buena temporada ofensiva en 1959 cuando bateó para promedio de .307 incluido 7 extrabases. Este inicialista-jardinero llegó a integrar la selección Occidentales en la III Serie Nacional (1963-64).

En cuanto al cuerpo de lanzadores, siempre hubo figuras destacadas en este renglón. Los Núñez, Rodolfo y Rigoberto se desenvolvían como lanzadores e igualmente podían jugar la inicial. Rodolfo fue uno de los lanzadores de cabecera del equipo en las temporadas de 1957 y 1959 cuando el conjunto se alzó con la victoria, pero a su vez, en 1959, fue el mejor bateador del equipo al conectar 28 imparables en 82 vb (.341). Era muy normal que los lanzadores fueron buenos bateadores en la liga y que también jugaran otras posiciones.

En la temporada de 1957 los pilares del pitcheo fueron Miguel Alfredo “Pico” Navarro, el que lanzó 85 entradas, ponchó a 87 bateadores y logró 8 victorias con 3 derrotas, mientras que el zurdo Rolando Morales archivó 7 victorias y una sola derrota en 73 entradas lanzadas, con 73 ponches.

“Pico” Navarro y el zurdo Tomás Martín acompañaron a Rodolfo Núñez en el cuerpo de lanzadores victoriosos de la temporada de 1959. Navarro era otro pelotero importado de Camagüey, el que ya en 1952 se destacaba en las ligas azucareras existentes. La TV cubana presentó a algunos juegos de la liga amateur de 1959 y se recuerda los duelos de Núñez contra Alfredo “Chino” Pedraga del Cubaneleco en juegos en el Estadio del Cerro.

Una figura que ayudó a este equipo en sus empeños de victoria fue el derecho Vicente Llano, pelotero nacido el 2 de diciembre de 1933 en Candelaria, luego su familia se trasladó al Central Francia en los Palacios (desaparecido), donde transcurrió parte de su niñez. Llano lanzó para el Artemisa desde mediados de los años 50 y luego jugó en Series Nacionales a partir de 1962-63 con Occidentales hasta 1965-66, con una serie intercalada, la de 1963-64, como refuerzo del equipo Industriales.  

No mencionar a Cirín García sería un verdadero pecado, pelotero versátil, capaz de lanzar y jugar otras posiciones, quien además ayudó con su experiencia a construir el conjunto de éxito que resultó ser el Artemisa Club en los finales de la década de los 50.

Agradecimientos: este artículo ha sido posible gracias a la información brindada por Frank Acosta, hijo de Ángel “Patón” Acosta y destacado tenista cubano en décadas anteriores, al pelotero Francisco “Panchito” Baldaji, a mi cuñado Juan Carlos Montesino y a mi primo Rafael Lorenzo.

Escrito por Esteban Romero, 21 febrero de 2021

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