A propósito de la tangana en el estadio Mestalla de Valencia el 21 mayo de 2023

Desde que tengo memoria, sabía que había algo mal
con nuestra forma de vida cuando las personas podían
ser maltratadas por el color de su piel.”
Rosa Park (activista en los EE. UU. por los derechos civiles)

El racismo es un viejo problema, muy propio de las sociedades occidentales, cuya población es mayoritariamente blanca, aunque eso no significa que no exista en muchas otras partes del planeta. Como no soy sociólogo, paso a dar mi opinión sobre este asunto. Creo poderlo hacer, ya que nací y me crie en un país con discriminación racial sobre los negros, un fenómeno tratado de eliminar o de minimizar con algunas leyes surgidas a partir de 1959.

No obstante, en muchas familias y personas blancas quedó el aquello de no ver con buenos ojos las relaciones de hijas o hijos con negros o negras, incluso con mestizos. El racismo quedó latente y todo lo que se ha hecho institucionalmente ha sido por imposición y no por una educación guiada al efecto.

Esa idea de pensar fue heredada de la época de la colonia. Los ibéricos gustaban de revolcarse con negras o hijas mestizas de estas. La novela “Cecilia Valdés” es un ejemplo claro de esta interacción oculta. Los machos, a escondidas de sus señoras, iban por el sexo con sus esclavas o empleadas negras. Lo hacían a falta de lo que la señora blanca no le daba o no sabía dar.

Eso pasó de generación en generación y no solo en Cuba sino en otros países del hemisferio occidental, problema superado en algunos lugares, pero aún latentes en aquellos que se dicen curados del racismo.

Los vectores europeos del fenómeno han cambiado algo, pero no lo suficiente. Siguen viendo al negro como un ser inferior, lo comparan con cualquier simio, no les ofrecen reales posibilidades de trabajo decente y los negros se tienen que contentar aparcando coches en la calle por unos centavos o vendiendo mercancía de dudosa procedencia que le proporciona algún que otro negociante.

La discriminación en el ámbito deportivo es vieja y famosa. Los EE. UU. fueron rígidos en muchos deportes para admitir que los blancos jugaran con los negros. El nombre de Jackie Robinson como primer negro en el béisbol profesional de los blancos a partir de 1947 es toda una evidencia de una injusticia prolongada. Tampoco escapan los nombres de Earl Lloyd, Chuck Cooper, Nathaniel Clifton y Hank DeZonie, primeros jugadores negros en el baloncesto de la NBA en EE. UU., los que debutaron en 1950. El boxeo no escapó al racismo, Jack Johnson, el mejor peso completo a inicios del siglo XX, se veía necesitado pelear fuera de los EE. UU., sea en Australia, Europa o Cuba. Incluso el deporte olímpico tuvo sus dificultades en Berlín (1936) cuando corría Jesse Owens las competencias de velocidad.

Y en Europa ¿qué? Se sabe que el deporte más popular en el viejo continente es el fútbol. El primer futbolista negro fue un hombre nacido en Guyana de padre escocés, de nombre Andrew Watson. Los expertos de la época hablaban maravillas sobre el juego de Watson hace más 140 años. Era tan bueno que Escocia entonces paseaba su juego contra sus rivales ingleses, al extremo que los anglos se interesaron por sus servicios.

Watson no prestó mucha atención al problema racial existente en Gran Bretaña, él como Jackie Robinson en el béisbol, sobresalió al extremo en convertirse en todo un ídolo en su país. No obstante, el racismo ha perdurado y la historia de Watson ahora se está redescubriendo. Es bueno que las actuales generaciones conozcan de esta maravilla del fútbol.

No obstante, el racismo en muchas partes de Europa es algo enfermizo. Ver a un negro jugando anima a algunos ignorantes a gritar improperios o imitar el ruido del mono, algo que no se les da mal, por cierto.

Me parece sumamente estúpido no saber o ignorar que hombres como Pelé, Garrincha, Eusebio, Mbappe, Thuran, Ronaldo, Ronaldinho, Marcelo, Neymar, Balotelli, eso sin incluir a varios de origen árabe como Zidane y Benzema entre otros tantos, le han dado un brillo muy particular al fútbol de antes y de ahora.

La superioridad deportiva, llegado el caso, en los deportes mencionados, está en buena parte del lado los jugadores negros, por lo que no se entiende ese desprecio y ofensa continua a seres humanos, los que no hacen daño a nadie, solo hacen su juego exitosamente.

¿Por qué sucede? Creo que Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, dio en el clavo con sus declaraciones concisas y claras. Hay racismo y se necesita educación al efecto. Sin embargo, el presidente de la liga, Javier Tebas, hizo declaraciones de cosas inexistentes, incluso fue agresivo con Vinicius, el agredido. Al parecer Tebas trata de desconocer u omitir que las agresiones verbales hacia Vinicius datan de 2021 en varios estadios de España. Así que sus afirmaciones lucen ser infundadas. Si fuera real lo que dice, estas cosas no pasarían. Molesto puede estar, pero debe estarlo consigo mismo.

Me adentro en lo sucedido el pasado 21 de mayo de 2023 en el Mestalla. No eran tres personas gritándole horrores al brasileño Vinicius, eran varias decenas fuera del estadio antes del partido y luego en el curso de este. Al final detuvieron a tres, como para reír o llorar. Por Dios, hay que ser muy ciego para no ver que eran más y las cámaras podrían haber detectado a varios manifestantes más.

¿Se resuelve el problema metiendo a la gente en prisión? De manera puntual es útil, pero en un plano a largo plazo, eso no resuelve nada. La educación es importante. La mayoría de los bronquistas eran jóvenes y ellos trasmiten esa xenofobia a los más pequeños, por lo que se impone un programa de educación.

Dicen algunos políticos que es cosa provocada por los partidos de derecha y ultraderecha, afirmación vaga, a mi entender. Cuando una enfermedad se propaga, lo más conveniente es la vacunación y la atención médica de los pacientes. Eso es un trabajo no de un día, una semana o un mes. El racismo se combate con educación, creando valores e incluso relatando la historia tal y como es. El chovinismo es el mejor aliado del racismo, no lo pierda de vista.

Las medidas existentes en los estadios son necesarias, pero hago un llamado a usar la lupa a la hora de revisar el trabajo de los árbitros. El principal del día 21 de mayo peor no pudo estar.

Este lamentable hecho ha recorrido una gran parte del mundo y la imagen dada no es nada beneficiosa, esperamos que en futuros eventos internacionales esto no traiga consecuencias indeseables.  

Fuente

Anon. 2021. Un ídolo olvidado: el primer internacional negro de la historia. FIFA.com, 12 marzo. https://www.fifa.com/es/news/un-idolo-olvidado-el-primer-internacional-negro-de-la-historia

Esteban Romero
23 mayo de 2023

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