Los procedimientos actuales en el béisbol (II)- El manejo del pitcheo

He llegado a la conclusión que las dos cosas
más importantes en la vida son:
los buenos amigos y un buen bullpen
Bob Lemon, lanzador y manager

Cualquier equipo de béisbol que pretenda ganar en cualquier torneo, debe disponer de un pitcheo eficaz que logre respaldar la ofensiva de sus compañeros. A veces se gana por una carrera de diferencia y eso se logra cuando la ventaja se logra preservar.

La pelota ha cambiado mucho en los últimos 30 años, y mucho más de principios del siglo XX a la fecha. Desde hace varias décadas los equipos de la MLB han tenido una rotación de cuatro o cinco lanzadores abridores. Hasta hace unos años atrás se utilizaba a un lanzador abridor con cuatro días de descanso. La ciencia ha comprobado que un lanzador utilizado cada cuatro días, le merma la velocidad de sus lanzamientos mucho más que cuando se rota cada cinco días. El brazo se restablece mejor con ese descanso de 120 horas. Lógicamente tener a un lanzador cada quinto día, implica que hay que tener cinco abridores para poder cubrir bien el calendario de juegos. Si el lanzador es utilizado cada tres días, algo muy frecuente en el pasado, pues se ha comprobado que su PCL por lo general puede caer a una cifra superior a 4.00 y ganan menos del 40% de los juegos que lanzan.

El otro elemento muy considerado hoy día es el número de lanzamientos de cada pitcher. Por esa razón, los adversarios le inculcan a sus bateadores más paciencia en la caja de bateo y logren hasta diez lanzamientos del pitcher rival. Mientras más lanzamientos un lanzador consuma, más rápido será sustituido. A muy pocos directores en la MLB se les ocurre mantener a un lanzador por 120 o más lanzamientos. La preservación de la salud del brazo de su abridor es importante para volverlo a utilizar dentro de cinco días, aparte que un brazo es una inversión del equipo por el número de años que el lanzador haya sido contratado.

Si un equipo quiere vencer a su adversario, que abre con uno de sus mejores lanzadores, lo mejor es tratar de batearle en el mismo inning de apertura o incluso en el segundo. Por lo general, el abridor no logra su ritmo en las primeras entradas y esto podría ser aprovechado por el equipo rival. Pasado estos dos innings iniciales, el abridor va cogiendo su forma y se hace más difícil de batear.

El primer abridor en un equipo es aquel que logra lanzar por varios innings, lo hace con eficiencia y requiere poco o ningún apoyo de relevo. El segundo debe tener una eficiencia similar al primero, ya del tercero al quinto se sabe que la eficiencia puede no ser igual, y que pueden requerir de apoyo de relevistas.

En el béisbol moderno se entiende como una apertura de calidad cuando el lanzador abridor no permite más de tres carreras en seis innings. Esto es algo que diferencia a este béisbol del anterior, donde el abridor debería cubrir toda la ruta y permitir el carreraje indicado. Para el ex-estrella del montículo, Nolan Ryan, una apertura de alta calidad es cuando el lanzador va más allá de los siete innings y permite no más de 3 anotaciones. Greg Maddux consiguió 24 aperturas de alta calidad de 25 juegos que abrió en la temporada de 1994, mientras que otro derecho, Dwight Gooden logró 33 en 35 aperturas en 1985. De por vida, los tres lanzadores con más aperturas de alta calidad son Clayton Kershaw con 148 de 209, para un 70.8%, Tom Seaver con 454 de 647 (70.2%) y Adam Wainwright con 152 de 217 (70%).

Greg Maddux

Greg Maddux

Dwight Gooden

Dwight Gooden

Este asunto de aperturas de calidad tiene a veces sus limitantes. Por ejemplo, en julio de 2000, el pitcher zurdo Mark Mulder permitió 15 hits y 9 carreras, pero de ellas solo dos limpias en 6 y 2/3, y esta apertura fue calificada de calidad. Y lo contrario, Randy Johnson ponchó a 10 bateadores en junio de 1997, completó el juego pero permitió cuatro carreras, y esa apertura no fue de calidad.

Clayton Kershaw

Clayton Kershaw

En el pasado era muy normal ver lanzadores caminar toda la ruta y permitir un máximo de 2 carreras limpias. Hablo, por sólo citar dos ejemplos, de aquellos lanzadores en la rotación de los Indios de Cleveland, como Bob Feller, Bob Lemon, Early Wynn, Herb Score y Mike García, o los lanzadores de los Medias Blancas, Billy Pierce, Dick Donovan, Jim Wilson, Bob Keegan y Dixie Howell. Tales rotaciones lograban entre 50 y 65 juegos completos lanzando cada cinco días.

Los relevistas en el pasado no eran tan tenidos en cuenta como ahora. Hasta la década de los 60, un relevista era un lanzador abridor que venía a apagar alguna rebelión del equipo adversario. Algunos lanzadores abridores se convertían en relevistas cuando ya no podían lanzar muchas entradas, lo cual sucedía en la medida que el pelotero envejecía. Fue a partir de los 70 cuando el relevista tomó importancia. De hecho el juego salvado se estableció estadísticamente en 1969.

Con el auge de los relevistas, los juegos completos se han convertido en una rareza. En 1995 se vio que se completaba un juego por cada cuatro relevados. Se asume que cuando se tomó en cuenta el número de lanzamientos de un pitcher, el relevista resultaba una ayuda para ganar el juego y para preservar el brazo del abridor.

Los relevistas pueden ser aquellos que entran a mitad de juego, en el sexto o séptimo inning; los set up, que son quienes lanzan usualmente la penúltima entrada, y los cerradores encargados de sacar los últimos tres outs.

El panameño Mariano Rivera es el mejor cerrador que haya lanzado en la MLB. Hay otros que resultan actualmente efectivos en estos menesteres, uno de ellos es el zurdo Aroldis Chapman, y los derechos Greg Holland, Wade Davis entre otros.

Mariano Rivera

Mariano Rivera, el mejor cerrador de todos los tiempos en la MLB

Al valor de juego salvado se ha añadido el de Hold, que es cuando un relevista lanza y preserva la ventaja, e igualmente otro valor negativo para los cerradores, que es el Blown Save, es la oportunidad que pierde un cerrador de salvar un juego. Es decir, le entregan el juego con oportunidad de rescatar el partido, y en ese lapso le empatan el juego o sale perdiendo. Esta es una estadística que se cuenta en la actualidad y a través de esta, se puede apreciar que tan efectivo es un cerrador.

Wade Davis

Wade Davis, relevista y cerrador de alta eficiencia

Este movimiento de los relevistas se ha visto ahora reforzado con la soberbia actuación de los lanzadores en esta función de los Reales Kansas City en las series mundiales de 2014 y 2015. Por lo general, a los abridores del equipo indicado se les pide que lancen seis o siete entradas, luego serán relevados, y para este fin el equipo ha contado siempre hasta con cuatro relevistas, los que han cumplido bien en sus funciones. Ahora los Yankees parecen querer adoptar igual manejo, y ya disponen de tres lanzallamas para estos menesteres de relevo.

Un equipo en la actualidad puede tener un buen quinteto de relevistas, pero el éxito se garantiza con un buen cuerpo de relevistas y la existencia de un pitcher con suficiente velocidad para cerrar con broche de oro el juego. Tomen el ejemplo de los Medias Blancas de Chicago, este conjunto tiene abridores del calibre de los zurdos Chris Sale, José Quintana, Carlos Rodón y John Danks, los que usualmente permiten 3 o menos carreras en los primeros siete innings que lanzan. El problema es cuando ellos salen del juego, los relevistas no aguantan y por ahí se les van muchas victorias potenciales.

La especialización del pitcheo es hoy en día vital para lograr victorias en una temporada larga. Esto es asunto que cualquier manager debe tomar en consideración y buscar las vías con sus entrenadores para una mejor definición de abridores, relevistas y cerrador.

En la MLB esto se entiende perfectamente y ya los relevistas son considerados para premios al final de la temporada, aparte que sus salarios son tan altos como los de muchos abridores consistentes.

Varios relevistas se han llevado el Cy Young a partir de 1974, son ellos Mike Marshall (1974), Sparky Lyle (1977), Bruce Sutter (1979), Rollie Fingers (1981), Willie Hernández (1984), Steve Bedrosian (1987), Dennis Eckerseley (1992) y Eric Gagné (2003), mientras que el MVP lo han logrado los relevistas Jim Konstanty (1950), Rollie Fingers (1981), Willie Hernández (1984) y Dennis Eckerseley (1992).

Mike Marshall

Mike Marshall, primer relevista en obtener un Cy Young

Bibliografía consultada

Anon. How Baseball Works- A guide to Major League Baseball. http://www.howbaseballworks.com/RotationandBullpen.htm

Anon. Why can’t modern starting pitchers consistently pitch on 2-3 days rest? http://sports.stackexchange.com/questions/7221/why-cant-modern-starting-pitchers-consistently-pitch-on-2-3-days-rest

Baseball-reference.com

Escrito por Esteban Romero (5 enero 2016)

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