Enfrentamiento Dodgers Brooklyn vs selección profesional Cuba en 1942

«Qué ser humano tan decente. Cuánto me
ayudó. Pero se niega a llevarse el crédito«
Jackie Robinson sobre Pee Wee Reese

En 1941 los Dodgers habían visitado Cuba para entrenarse, así que eso no era nada nuevo. Parece que al equipo neoyorquino le gustó esta visita y la repitió en 1942, en la que sostuvo una serie de cuatro juegos, todos a efectuarse en el estadio de la Tropical, contra una selección cubana de la liga profesional.

El equipo cubano, dirigido por José Rodríguez, vino integrado por los receptores Fermín Guerra y Carlos Colás, el cuadro fue defendido por Regino Otero 1B, “Cocoliso” Torres y “Pollo” Rodríguez en segunda, Napoleón Heredia 3B, Silvio García SS. Los jardineros fueron Alejandro Crespo, Pedro Pagés, José “Huesito” Vargas y Santos Amaro. Como lanzadores estuvieron los zurdos Agapito Mayor, Julián “Yuyo” Acosta, los derechos Rodolfo Fernández, Gilberto Torres y Tomás de la Cruz.

Los de Brooklyn, dirigidos por Leo Durocher (Leo the lig), vinieron con peloteros de calidad como el torpedero Pee Wee Reese, el antesalista Arky Vaughan, el jardinero central Pete Reiser, el receptor Mickey Owens, y los lanzadores Kirby Higbe y Johnny Allen.

El primer juego se efectuó el 4 de marzo, en que el derecho Tomás de la Cruz rindió una extraordinaria labor al dejar al conjunto neoyorquino en 7 imparables y una carrera, la que se produjo en la tercera entrada por infield hit por tercera del antesalista Arky Vaughan con Mickey Owen en primera por base por bolas y cañonazo impulsor del jardinero central Pete Reiser. Así y todo, el conjunto cubano ya había marcado dos frente al abridor Kirby Higbe, muy descontrolado, al otorgar cuatro bases por bolas, pero las carreras fueron producto de doblete el antesalista Napoleón Heredia con línea al derecho, toque de sacrificio del camarero Jorge Juan “Cocoliso” Torres, base al inicialista Regino Otero, incogible de Tomás, en 3-2, entre tercera y sior para que Heredia anotara, estaba en 3-2, el hombre proa, el jardinero central Pedro Pagés, despachó otro imparable con lo que Regino anotó la segunda y decisiva carrera del juego. No hubo más, los Dodgers utilizaron a los lanzadores Curt Davis y Johnny Allen en lo sucesivo (ver box scores de todos los juegos abajo).

El segundo tuvo lugar el 6 de marzo, fatídico para los cubanos, Gilberto “Jibarito” Torres abrió en el montículo por los cubanos y los Dodgers se animaron a batearle al conectarle 10 incogibles y anotarle 4 carreras. Entre esos imparables hubo dos jonrones, uno del torpedero Pee Wee Reese y otro del inicialista Lester K. Burge. Gilberto de Regla fue relevado por Rodolfo Fernández de Guanabacoa, quien lanzó mucho mejor, el que no permitió más libertades y se mantuvo hasta el noveno cuando fue sustituido por un emergente. Los cubanos anotaron 3 en el octavo y una en el noveno para empatar el desafío. Dos de esas carreras se debieron a la pérdida del batazo por el sol de parte del jardinero Jack Graham, lo que fue salvación para que los cubanos anotaran y no se quedarán sin anotaciones en esa octava entrada. Feliz debe haber estado el mánager José Rodríguez. En el undécimo los Dodgers marcaron dos sobre los envíos del zurdo Julián “Yuyo” Acosta para así garantizar la victoria. “Cocoliso” cometió dos errores en este partido, uno de ellos costoso, al permitir una anotación de los visitantes. Carezco de otro detalle y fue la expulsión en este juego del mánager de los Dodgers, Leo Durocher, y del también mánager de los Reales de Montreal, Clyde Sukefort, por decisión de Amado Maestri. Supongo que Durocher, conocido por ser pendenciero, se haya pasado en alguna protesta de jugada y Maestri, el que nunca se anduvo con pañitos calientes, decidió expulsar a ambos. Aclaro que esta expulsión fue en el segundo y no en el primer juego como he leído en otra fuente.

El tercer juego se efectuó el 7 de marzo, donde Alejandro Crespo realizó el gran fildeo, del que todavía se recuerda por los aficionados a este deporte. Esa cogida sucedió en la tercera entrada sobre batazo del gran Pee Wee Reese. Crespo se encaramó sobre las cercas del jardín izquierdo y con una mano engarzó una pelota que se iba de jonrón. Después del fildeo, Crespo se quedó balanceándose en la cerca. Imagínense al público cubano, eufórico por todo lo alto. Poco antes Napoleón Heredia había realizado otro fildeo de maravillas en la antesala, mientras que el zurdo Agapito Mayor mantuvo a los campeones de la Liga Nacional en 1941 en 2 carreras y así llegar empatados hasta la novena entrada. El derecho Ed Albosta había también contenido la ofensiva después de relevar al abridor Ed Head, pero en el noveno con un out, Regino Otero disparó su segundo hit del juego, Agapito bateó para forzarlo en segunda. El toque no era indicado con un out cedido por Fermín Guerra. Pedro Pagés, del cual me han contado muchas cosas buenas, se anotó infield hit y Mayor se metió en segunda, lo suficiente para que anotara con sencillo de línea al derecho del camarero Arturo Antonio “Pollo” Rodríguez, y el canguro, Santos Amaro lo imitó para traer la segunda de la entrada en las piernas de Pagés. Los Dodgers no se amilanaron y llegaron a situar hombres en segunda y tercera con dos outs, pero Agapito no estaba para bromas y dominó al antesalista Lew Riggs. El cuarto juego y último de esta serie fue un paseo para el conjunto cubano con la ayuda del brazo de Rodolfo Fernández, quien se dio el gusto de blanquear a los visitantes, a los que dejó en 7 indiscutibles. Sus compañeros fabricaron tres anotaciones, dos en el tercero y una en el sexto al ligar bien cinco incogibles. Para el Rudy era su segunda lechada ante equipos de Grandes Ligas, ya que en 1937 pintó de blanco a los Gigantes de Nueva York. Bonito resultado, victoria de 3 ganados y 1 perdido contra los Dodgers de Brooklyn, de los grandes de la Liga Nacional. Por otro lado, los aficionados pudieron ver a una serie de peloteros estrellas en la MLB, los que tuvieron que marchar ese mismo año al servicio militar debido a la segunda guerra mundial.

Fuentes: los números correspondientes del periódico HOY, marzo 1942, digitalizados y existentes en los archivos de la Universidad de Florida.

Esteban Romero
13 febrero 2024

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