«El arte puede dar a las cosas una belleza
que no se encuentra en la naturaleza.»
Gian Lorenzo Bernini (1598-1667, Nápoles,
arquitecto, pintor, escenógrafo y escritor)

Plaza Navona. Foto del autor
Si un lugar es siempre placentero visitar, cuando se vive o se visita a Roma, es la Plaza Navona, lugar que ocupara el Estadio Domiciano en el pasado antiguo. Es agradable por lo espacioso del lugar, las cafeterías y restoranes a su alrededor, así como pintores en el lugar, los cuales en mi reciente visita no vi en plaza. A poca distancia de esta plaza se halla otra maravilla, como es el Panteón.
En época navideña, la plaza se llena de quioscos que venden dulces variados y juguetes. En realidad es un lugar, donde se hace el mayor festejo los 6 de enero, el día de la Befana o Epifanía, la que visita a los niños en la noche anterior a la fecha indicada, y deja golosinas a los niños que se comportan bien, y carbón a aquellos que hacen lo contrario. La Befana es una continuación de la leyenda de los reyes magos, algo que se podrá abordar en otro momento.

Carrusel y ventas en Plaza Navona, en navidades y nuevo año. Fotos del autor
Lo extraño de nuestra última visita al lugar (enero 2019) es ver tan pocos quioscos en la plaza en época aún de fiestas navideñas y de año nuevo.
El Estadio Domiciano, donde está ahora la plaza, se le llamaba Circus Agonalis, el cual posee 276 metros de longitud por 106 de ancho. En la actual plaza lo más destacado es la presencia de tres bellas fuentes, primero, la más céntrica, la de los Cuatro Ríos, o sea el Nilo, Ganges, Danubio y Río La Plata, que se corona con el obelisco de Domiciano, el que sobrepasa los 17 metros. Esta obra, del siglo XVII, es otra de las tantas bellas que inició Gian Lorenzo Bernini.

Fuente de los Cuatro Ríos. Foto del autor
En la parte norte de la Plaza aparece la Fuente de Neptuno, proyecto de Giacomo della Porta del siglo XVI, pero con las estatuas de Neptuno y las nereidas del siglo XIX, mientras que en la parte sur aparece la Fuente del Moro, igualmente obra de della Porta, a la que se le añadió el Moro y el Delfín por el mismo Bernini.

Fuente Neptuno y fuente del Moro. Fotos del autor

Iglesia Sant´Agnese in Agone. Foto del autor
La plaza tiene una iglesia, algo muy común en una ciudad como Roma, donde hay más de 300 templos, pero esta, construida definitivamente en el siglo X, tiene la característica de ser la de Santa Inés en Agonía (chiesa Sant’Agnese in Agone), la que fuera forzada a desnudarse en público e igualmente renunciar a su fe cristiana, siendo cubierta, según la leyenda, por sus cabellos crecidos repentinamente.
Se cree que precisamente a la plaza se le llamó inicialmente In agone luego Navone y más tarde Navona. La plaza se completa con el Palacio Pamphili, donde actualmente radica la embajada de Brasil en Italia.
Escrito por Ricardo Labrada, 28 enero de 2019, información extraída online