La miseria degrada, como el racismo ofende la dignidad humana
Valery Giscard D´Estaing, ex presidente de Francia (1974-81)
Por Esteban Romero
Paso a hablarles de un hombre que era todo un maestro arriba del ring, se trata Del gran boxeador Ray «Sugar» Robinson, nacido como Walker Smith Jr. en Ailer, Georgia, el 3 de mayo de 1921, criado en Harlem, Nueva York, y cuyo debut en el boxeo profesional fue el 10 de abril de 1940, en pelea que ganó por KO en el segundo round contra Joe Echevarría en el Madison Square Garden, en la división de los superplumas. Este gran boxeador era un diestro con un jab muy repetido, veloz con ambas manos, tiraba lo mismo el bolo punch que el gancho. Un aficionado escribió sobre Robinson: «Robinson fue un boxeador único, su técnica fue perfecta, ni antes ni después de él existió un boxeador tan completo ni rico técnicamente, tenía una velocidad sorprendente, golpes explosivos en sus 2 puños, podía noquear retrocediendo, Ray podía pelear desde afuera, en media distancia y fajarse, tenía una gran visión de cómo plantear los combates».
Robinson ganó 34 peleas más en lo sucesivo sin la sombra de una derrota hasta que se enfrentó contra Jake LaMotta el 2 de octubre de 1942 en el Madison, pelea que también ganó por decisión unánime en 10 asaltos. La racha triunfadora de Robinson continuó hasta que volvió a tropezar con LaMotta en mayo de 1943 en el Olympia Stadium de Detroit, donde perdió su primer combate por decisión nuevamente en 10 rounds. Vinieron 13 victorias más hasta que en febrero de 1945 nuevamente vino el gran show LaMotta vs Robinson en el Madison, que Robinson ganó sin discusión en 10 asaltos. Siete meses después, otra nueva pelea con LaMotta en el Comiskey Park de Chicago, donde Robinson le demostró a LaMotta que con él no había posibilidad de victoria. Ya en ese momento Robinson había dejado de pelear en los pesos ligeros y era un welter capaz de boxear en los medianos.
Cabe señalar que en 1943, por espacio de 15 meses, Robinson sirvió en el ejército de su país, donde coincidió con el gran Joe Louis, y con el cual escenificó algunos combates de exhibición para las tropas. A Robinson no le fue bien en este servicio, donde sintió de lleno el racismo incluso imperante en este medio militar. Al final se le dio de baja por «deficiente mental». Una de las cosas que más le molestó a Robinson fue que a los soldados negros no se les permitía ver las peleas que Louis y él organizaban como exhibición.
En diciembre de 1946 Robinson se coronó campeón de los welters al vencer a Tommy Bell por decisión en 15 asaltos, en pelea efectuada en el Madison. Pero la carrera de Ray era un constante subir y bajar de peso, hoy peleaba welter, mañana en los medianos o a la inversa.
La primera pelea de Robinson con el cubano Kid Gavilán fue el 23 de octubre de 1948 en el Yankee Stadium, donde el criollo perdió por decisión en 10 rounds. El 11 de julio de 1949, ambos boxeadores se subieron al ring en Filadelfia, Robinson defendía su título. Lo que cuenta la crónica de aquellos tiempos es que la pelea fue muy pareja en los primeros 6 rounds. Gavilán logró cortar la ceja de su adversario, pero ya en el séptimo y en lo sucesivo hasta el round 15 Robinson mayoreó a su rival. La decisión fue polémica, ya que muchos vieron ganar a Gavilán. En julio de 1949 volvieron a enfrentarse en Filadelfia y la victoria volvió a sonreírle por decisión a Robinson en 15 rounds, donde nuevamente expuso su título welter.
En 1950 Robinson peleó en 16 combates, pero solo en uno expuso su corona welter, que fue contra Charley Fusari en octubre de 1950, y que venciera sin problemas en 15 asaltos. Esta fue también la última pelea de Robinson como welter. Cambió por resultarle difícil mantener el peso dentro de esta división. El 5 de junio de 1950, antes de dejar el peso welter, Robinson había peleado como mediano contra Robert Villemain.
Como peleador de los medianos, Robinson tuvo que volverse a ver las caras con su viejo rival, Jake LaMotta, se enfrentaron un día de San Valentino de 1951, ni que estuvieran enamorados, ambos iban a discutir el título de este peso. En el round 13 vino la debacle de LaMotta, noqueado por primera vez en 95 combates. Sobre esta pelea versa parte de la película de Martin Scorsese, «Toro Salvaje» (Raging Bull), donde el papel de LaMotta es interpretado por Robert DeNiro. La realidad fue que Robinson logró controlar completamente la pelea a partir del décimo round y con certeras ráfagas de golpes logró llevar a LaMotta a la lona definitivamente.
Interesante que la segunda pelea de Robinson fue en París contra Kid Marcel, al que derrotó por KO técnico en el quinto round en mayo de 1951. Las victorias de Robinson compitiendo en las 157 o 161 libras no cesaron en ese año hasta que se tropezó con Randy Turpin en octubre de 1951 en Londres, donde fuera vencido en 15 rounds en la discusión del título de los pesos medianos. Tres meses después, pero en el Polo Grounds de Nueva York, el boxeador británico caía por KO en el décimo asalto, con lo cual Robinson recuperaba su corona brevemente perdida en Europa.
Cinco meses después se montó en el ring contra Bobo Olson por segunda vez, la primera vez había sido victoria por KO de Robinson en 1950. Este nuevo combate a 15 rounds era igualmente por el título de los medianos, que logró ganar Robinson por decisión dividida de los jueces y así coronarse como campeón mundial. La próxima víctima fue el ex campeón mundial Rocky Graziano, donde Robinson nuevamente encontró un difícil rival en el italo-americano, al que venció en 15 rounds. Graziano llegó a tirar a Robinson en el tercero, pero el gran boxeador se levantó y logró ganar la pelea. Robinson abandonó esa división y hasta dijo que no pelearía más, pero una cosa es la que se dice y otra la que se hace, ya que en junio de 1952 optó por el título de los semicompletos en pelea contra Joe Maxim en el Yankee Stadium, que Robinson perdió en el 14to asalto por KO, única pelea que perdió por esta vía en su carrera. Según lo que se relata, esta pelea se efectuó en un ambiente sumamente caluroso, era tanto el calor que el árbitro Ruby Goldstein, quien sufrió fatigas, tuvo que ser sustituido por Ray Miller durante la pelea.
Después de esta pelea si hubo una pausa de casi tres años, Robinson se dedicó al espectáculo, bailando y vistiendo ropa de dandy, algo que no le resultó muy rentable, por lo que reapareció boxeando en enero de 1955 enfrentándose a Joe Rindone, al que noqueó en el sexto asalto, en pelea efectuada en Detroit. Dos semanas después peleó contra Ralph Jones en Chicago, quien le venció por decisión en 10 asaltos. Johnny Lombardo fue su siguiente adversario en marzo de 1955 en Cincinnati, al que derrotó por decisión dividida de los jueces en 10 rounds.
Robinson ganó tres peleas ese año hasta que en diciembre se vio las caras nuevamente con uno de sus eternos rivales, Bobo Olson, esta vez en Chicago por el título de los pesos medianos, y Olson esta vez cedió por KO en el mismo segundo asalto. Cinco meses vino la revancha en el Wrigley Field de Los Ángeles, donde Olson le duró un poquito más, cayendo en el cuarto por KO nuevamente. El reinado de Robinson en este peso duró hasta enero de 1957 cuando perdió por decisión dividida de los jueces en pelea de 15 rounds contra Gene Fullmer, efectuada en el Madison Square Garden de Nueva York. Obviamente, la revancha estaba garantizada, se volvieron a ver las caras estos dos boxeadores cuatro meses después en Chicago, esta vez Robinson vino como una cuchilla nueva de afeitar, ya que venció por KO a Fullmer en el quinto round.
Vino Carmen Basilio, su nuevo eterno adversario, un italo-americano, todo un hueso duro de roer en su época. El 23 de setiembre de 1957 se enfrentaron por primera vez, lo que sucedió en el Yankee Stadium, por la discusión del título de los pesos medianos, y en una pelea cruenta verdaderamente, Robinson perdió por decisión dividida de los jueces en 15 asaltos. Los jueces votaron de esta forma: Al Berl 9-6 por Robinson, y Ait Aadi 5-9 y Bill Recht 6-8 por Basilio. La revancha llegó a finales de marzo de 1958 en Chicago, donde una vez más estos dos boxeadores escenificaron una batalla de campana a campana, hasta que los jueces nuevamente no se pusieron de acuerdo, pero le dieron la victoria a Robinson. La votación fue así: Frank Sikora 66-69 a favor de Basilio, y John Bray 71-64 y Franklin Spike McAdams 72-64 por Robinson.
La carrera transcurría entre victorias y algunas esporádicas derrotas, en 1960 fue vencido por Paul Pender en decisión dividida de los jueces en 15 rounds, donde perdió su título. Meses después se montó en el ring contra Gene Fullmer nuevamente, en los Ángeles, por el título de los medianos de la National Boxing Association, pelea que fue tabla, y cuya revancha tuvo lugar en las Vegas, donde Robinson perdió por decisión dividida de los jueces.
El gran Ray tuvo otro contrincante de cuidado, Wilf Greaves, al que derrotó por primera vez en Detroit por decisión, pero en pelea en la que Robinson acarició la lona en el octavo asalto. Dos meses después, en el mismo 1961, Greaves salía derrotado nuevamente, pero esta vez por KO en el octavo round, y Robinson igualmente besaba la lona en el segundo por golpe certero de Greaves. En ese período Denny Moyer también le hizo seria oposición, había perdido la primera pelea en el Madison Square Garden, en 1961, en 10 asaltos, pero luego logró vencer a Robinson por igual receta en pelea de febrero de 1962 en igual escenario.
Ray Sugar Robinson se mantuvo activo hasta 1965, su última pelea fue contra Joey Archer, el 10 de noviembre de 1965 en Pittsburgh, combate a 10 rounds, que Robinson perdió por decisión y fuera llevado a la lona en el cuarto asalto. Hasta ese día llegó a acumular 1403 rounds, con 165 victorias, 108 de ellas por la vía rápida (54% de KO, uno de los primeros de todos los tiempos en el boxeo rentado), 6 tablas, un combate anulado y 19 derrotas, solo una por KO.
Un día después de la pelea contra Archer, Robinson anunció su retiro definitivo. En su autobiografía declaraba que ya al final de ese año él había gastado los 4 millones de dólares que había ganado en el cuadrilátero.
Robinson murió en la extrema pobreza el 12 de abril de 1989 en Culver City, California.
Robinson es considerado como el mejor boxeador de todos los tiempos por boxeadores como Mohamed Ali, Ray Sugar Leonard y el propio Joe Louis. El mismo Ali reconoce que él aprendió mucho del boxeo viendo pelear a Robinson. La AP lo declaró mejor boxeador del siglo XX. La revista «Ring» lo dio como el mejor de todos los tiempos y el mejor de la década de los 50.