Los grandes comediantes del cine

«El humor es el instinto de tomarse el dolor a broma
Max Eastman.

Por Esteban Hernández

La comedia contiene lo cómico o bufo sea en una presentación teatral o en el cine, y su efecto se puede producir mediante el enredo de las palabras y oraciones, lo que provoca risa fácilmente en una persona con cierta cultura, o la de adoptar gestos y muecas, algunas verdaderamente demenciales, que igualmente mueven a risas entre grandes y chicos.

El cine universal ha tenido grandes comediantes, los que han sido capaces de reflejar la comicidad con sus penas y sufrimientos en la sociedad que vivían.

Usualmente cuando se toca este tema de la comicidad, Charles Chaplin se convierte en el ejemplo máximo. Su personaje de Charlot era original, capaz de arrancar risas de todo el público. Chaplin fue la excelencia en realidad y su estilo dio que pensar a muchos, no para imitarlo, pero si para adoptar otras formas cómicas de interpretación.

Charlie Chaplin es considerado como el mejor comediante de todos los tiempos

Charlie Chaplin es considerado como el mejor comediante de todos los tiempos

Los italianos tuvieron en el napolitano Totò su mejor exponente de comediante, quien utilizaba el lenguaje como forma de mover a risa. Solía decir muchos disparates y muchos de ellos en dialectos napolitano o romano, como para darle un poco más de sabor popular a lo que decía. Totò es muy venerado en Italia y es muy posible que el espectador extranjero no lo vea en realidad tan cómico. Su debut en el cine fue protagonizando “Fermo con le mani! (1937)” (Quieto con las manos) de Gero Zambuto. Una buena parte de sus películas y sus títulos ridiculizaban algunas obras famosas de sus tiempos. Así sucedió con Cleopatra, Rodolfo Valentino, Tarzan, al Pepe Le Mokó de Jean Gabin, al Lawrence de Arabia de O’Toole y otros más. Otros filmes tocaban situaciones delicadas en la Italia, como es “Totò cerca casa (1949)” (Totò busca casa), donde apareció como un empleado de una familia numerosa que no acababa de encontrar donde vivir.

Totò en

Totò en «La ley es la ley (1958)»

Otro gran comediante fue el romano Alberto Sordi, quien provenía del teatro bufo y que solía hacerlo todo con su lenguaje y no necesitaba de muecas para hacer reír. Entre sus mejores interpretaciones están las comedias “Il medico della mutua (1968)” de Luigi Zampa, “El marqués del Grillo (1981)” de Mario Monicelli, estupendo film lleno de enseñanzas, “Amore mio aiutami” (1969) de su propia dirección, “Le coppie (1970)” (Las parejas) de Vittorio De Sica y Mario Monicelli, “Polvere di stelle (1973)” (Polvo estelar), y “Io so che tu sai che io so (1982)” (Sé que tú sabes que yo sé) , éstos últimos de su propia dirección y todos co-protagonizado por la excelente Monica Vitti.

Alberto Sordi en

Alberto Sordi en «Las Miserias del Sr Travet (1945)»

La escuela de comediantes italianos es vasta e incluye al genovés Paolo Villaggio, más conocido en pantalla como Fantozzi, el que utilizaba mucho el humor cínico y grosero. Villaggio hizo su primera presentación como Fantozzi en 1975, al que le siguió “Il secondo tragico Fantozzi (1976)” (El segundo trágico de Fant.), ambos del director Luciano Salce, “Fantozzi contro tutti (1980)” de su propia dirección, “Fantozzi padece de nuevo (1983)”, “Superfantozzi (1986)”, “Fantozzi va in pensione (1988)” éstos últimos de Neri Parenti; “Fantozzi alla riscossa (1990)” (Fantozzi al rescate), “Fantozzi in paradiso (1993)”, “Fantozzi – Il ritorno (1996)” y “Fantozzi 2000 – la clonazione (1999)” éstos últimos mencionados de Domenico Saverni.

Paolo Villaggio en «No tocar a la Mujer Blanca (1974)»

De esta lista de excelencia hay también que incluir a Ugo Tognazzi, protagonista de comedias duras por ser reflejo de realidades. Algunos de estos filmes a veces uno no sabe si ubicarlas como dramas o comedias. Tognazzi halló buena colaboración en su trabajo con Monica Vitti, Catherine Spaak y otras. Entre sus mejores interpretaciones están las de la comedia “L’Inmorale (1967)” de Pietro Germi con Stefania Sandrelli, “La bambolona (1968)” (La muñecona) de Franco Giraldi con Isabella Rey, y “Pato a la naranja (1975)” de Luciano Salce con Monica Vitti.

Ugo Tognazzi en la comedia

Ugo Tognazzi en la comedia «Pugne, Pupe e Marinai (1961)»

Renato Pozzetto es otra obligada referencia de la comedia italiana. El natural de la provincia de Varese siempre ha gustado de interpretar papeles de persona ingenua, a la que los timadores le pueden hacer cualquier cosa, o papeles de marido serio pero con posibilidades de cuernos. Marco Ferreri dirigió a Pozzetto en las comedias “L’ape regina (1963)” (La abeja reina) con Marina Vlady, “La donna scimmia (1964)” (La dama mona) con Annie Girardot, “Marcia nuziale (1965)” (Marcha nupcial) con Shirley Anne Field, “Nessuno è perfetto (1981)” (Nadie es perfecto) y “Un povero ricco (1983)” (Un pobre rico) ambos de Pasquale Festa Campanile y co-protagonizado por Ornella Muti.

Renato Pozzetto en una escena de la comedia

Renato Pozzetto en una escena de la comedia «Il ragazzo di campagna (1984)»

El cine francés tuvo en Fernandel a su mejor exponente, mientras que Louis De Funes con sus muecas y gestos le siguió. Fernandel era más natural, lo decía todo con su lenguaje y mirada, De Funes se veía forzado a cambiar de forma. Fernandel logró su fama gracias a la interpretación del cura Don Camilo, el siempre oponente del alcalde comunista de su pueblo, Peppone. Fueron cinco películas de Don Camilo, las primeras, “Don Camilo (1952)” y “Retorno de Don Camilo (1953)”, dirigidas por Julien Duvivier; luego por Carmine Gallone, “Don Camilo y el honorable Peppone (1955)”, “Don Camillo Monseñor (1961)”, y finalmente bajo la dirección de Luigi Comencini en “El camarada Don Camilo (1965)”, todas co-protagonizadas por Gino Cervi en el papel de Peppone.

Fernandel

Fernandel

En el caso de De Funes- muy recordado por su interpretación del papel del comisario Juve en los filmes sobre Fantomas- se sabe que estudió en detalle los movimientos del famoso pato Donald para así adaptar sus muecas.

Louis de Funes con Andrea Parisi en

Louis de Funes con Andrea Parisi en «Sálvese quien pueda (1968)»

México ha sido cuna de famosos comediantes, como lo fueron Germán Valdés, más conocido como Tin Tan, el gran Mario Moreno o Cantinflas, y Antonio Espino, más conocido como Clavillazo. Este último tuvo más actuaciones en el teatro de carpa y en el vodevil, mientras que su incursión en el cine fue menor que la de Tin Tan y Cantinflas.

Clavillazo se hizo famoso por la vestimenta que utilizaba, sobre todo pantalones bombachos y sombrero de tres picos, mientras que era muy habitual oírle decir “¡pura vida nomáaaas!”.

Clavillazo

Clavillazo

Tin Tan tenía la virtud de poder cantar, y su primer personaje en pantalla fue el famoso Pachuco, el que representaba a aquellos que sufrían de las desigualdades en una sociedad que se americanizaba cada vez más. Tin Tan vivió años en Ciudad Juárez, en la misma frontera con EE UU y pudo conocer este problema más de cerca. Una de sus características cuando actuaba era la de perder el hilo de la conversación, no entender el lenguaje con el que le hablaban o malentender lo que decían, usar trabalenguas, en fin de todo aquello que podía causar risa en el espectador. Es referencia obligatoria mencionar a Marcelo Chávez, quien fuera compañero de escena en varios filmes del gran Tin Tan.

Tin Tan

Tin Tan

Cantinflas es probablemente el comediante mexicano más famoso fuera de su país, quien al igual que Tin Tan representaba a un individuo salido de los barrios pobres de su país y cuyo arte consistía en los trabalenguas y oraciones sin límites, muchas dichas de manera irracional o incoherente. Su debut en el cine norteamericano fue en “La vuelta al mundo en 80 días (1956)” de Michael Anderson y John Farrow, que le valió una nominación para Globo de Oro. Años después Cantinflas protagonizó otra comedia de producción norteamericana, “Pepe (1950)” de George Sidney, que contó también con actuaciones breves de actores como Frank Sinatra, Maurice Chevalier, Bing Crosby, Bobby Darin, Edward G. Robinson entre otros. Lamentablemente la película no logró el éxito de la anterior, ya que al traducir al inglés el lenguaje de Cantinflas, el sentido del humor se perdía.

Cantinflas

Cantinflas

Argentina ha tenido su gordo y flaco, con los desaparecidos Jorge Porcel y Alberto Olmedo, los que en realidad eran maestros del uso del doble sentido, algo que gusta mucho entre los latinoamericanos, pero ocasionalmente perdían calidad al caer en la vulgaridad.

Alberto Olmedo y Jorge Porcel

Alberto Olmedo y Jorge Porcel

Regresando al mundo del cine norteamericano, ya se ha mencionado al más grande todo, a Charles Chaplin y su personaje de Charlot, el que es recordado por siempre por grandes y pequeños. Hablar de Chaplin y no hacerlo de Jackie Coogan es injusto. Coogan fue el famoso Kid (el niño) que acompañó a Chaplin en muchas de sus comedias y por su mérito como actor niño llegó a protagonizar la primera versión fílmica de “Oliver Twist (1922)” de Frank Lloyd, donde hace el papel del niño perdido y raptado.

Jackie Coogan

Jackie Coogan

Hay otros comediantes de calidad de las primeras décadas del cine, como fueron el olvidado Charley Chase (nombre real Charles Joseph Parrott), excelente actor y también director (se hacía llamar como director Charles Parrott), el cual siempre mostraba un bigotito que le daba bastante gracia en su actuación. Charley fue primero actor de vodevil y luego llegó a ser actor de reparto de la Universal. Poco después hizo su debut como director, actividad que simultaneaba con la actuación. Charley dirigió películas protagonizadas por el australiano Snub Pollard, Lloyd Hamilton y hasta Oliver Hardy (el gordo), también continuó actuando, sus personajes realmente arrancaban la risa del más serio. Igualmente coordinó esfuerzos con el realizador Leo McCarey en la producción de comedias protagonizadas por Stan y Oliver (el gordo y el flaco).

Charley Chase

Charley Chase

Otro grande de aquel período inicial del cine lo fue Buster Keaton, también conocido como “Cara de palo”. Keaton heredó el arte de sus padres, que fueron cómicos de vodevil. Keaton hacía reír con su mirada seria, era todo un artista en el uso de su rostro y mirada. Al poco tiempo de haber comenzado a actuar, Keaton creó su propia compañía productora, cuyas películas él protagonizaba y dirigía. Lamentablemente el alcoholismo fue mermando su capacidad artística y llegó un momento en que tuvo que interpretar papeles de reparto en comedias de los hermanos Marx. Su amigo y rival en el cine, Charles Chaplin, le dio la posibilidad de actuar en la comedia “Candilejas (1952)”, después actuó en “La vuelta al mundo en 80 días (1956)” de Michael Anderson con varios otros comediantes, entre ellos el gran Cantinflas, y Stanley Kramer lo incluyó en el reparto de la comedia “El mundo está loco, loco, loco (1963)”.

Buster en una escena de

Buster en una escena de «Doughboys (1930)»

Comediante famoso en su época fue Harold Lloyd, comediante de cine silente en los 20 y luego, en los 30, en el sonoro. No puedo hablar de alguien a quien no recuerdo haber visto actuar, pero si se recoge de tener el mérito de no haber necesitado de dobles para actuar en escenas de algún peligro.

Harold Lloyd

Harold Lloyd

De nuestra niñez un dúo que siempre recordamos será el de Laurel y Hardy (el gordo y el flaco), ellos eran personas gratas en casa, siempre hacían reír con un Hardy “ingenuo” y a la vez pícaro, un Laurel duro y fuerte con su compañero, que al final terminaba cediendo, sea por cansancio o por bondad. Laurel era norteamericano de Georgia, Hardy era de Cumbria, Inglaterra, y se había iniciado en trabajos de teatros itinerantes, que en una visita a EE UU junto a Chaplin, decidió quedarse, fue entonces que conoció a Oliver, e hicieron pareja de actuación durante décadas.

Laurel y Hardy en una escena de

Laurel y Hardy en una escena de «Our relations (1936)»

En la década de los 30 hizo su debut en cine sonoro el grupo de comediantes, los hermanos Marx, que lo único que tienen en común con el famoso economista-filósofo Carlos Marx, es que todos eran judíos. Fueron cuatro hermanos, Chico, Groucho, Harpo y Zeppo, donde cada uno tenía una característica diferente. Chico era el más locuaz, capaz de hablar con acentos variados, Harpo era el enamorado del grupo, Groucho era el amante de la música y Zeppo era el handsome o el bonitillo del grupo. Groucho era muy amigo de hablar enredado y los propios actores y actrices que actuaron con él, decían que no entendían nada de lo que Groucho decía en sus regaños. Al llegar a la comedia “Tienda de locos (1941)” de Charles Reisner, el grupo se desintegró, y se reintegró en “Una noche en Casablanca (1946)” de Archie Mayo, pero sin Groucho en el grupo, el que regresó al grupo en la comedia “Amor en conserva (1950)” de David Miller y Leo McCarey. El grupo no duró mucho tiempo, Groucho estaba empeñado en hacer sus propias comedias y al final terminó separándose definitivamente de sus hermanos en la escena.

Los hermanos Marx en una escena

Los hermanos Marx en una escena «Un día en las carreras (1937)»

A finales de la década de los 30 debutó otro dúo famoso, Abbott y Costello, una de las parejas de comediantes más famosas en el cine de Hollywood, donde ambos hacían otro dúo de gordo y flaco, y a diferencia del dúo Stan Laurel y Oliver Hardy, todas sus actuaciones fueron en la época sonora del cine. Ellos actuaron juntos en un total de 37 películas entre 1941 y 1956. Abbott era actor asiduo de teatro, mientras que Louis Francis Cristillo lo hacía ocasionalmente, ya que trabajaba también en oficinas. Un día se conocieron y Cristillo fungió reemplazó a otro actor ese día ausente. La actuación de ambos fue de tanta calidad, que decidieron seguir actuando juntos. Louis Francis adoptó el apellido Costello de la famosa actriz Dolores Costello, la que actuaba en Broadway en la misma época que Lou.

Abbott y Costello

Abbott y Costello

Bob Hope

Bob Hope

Jerry Lewis ha sido todo un artista en eso de hacer muecas, sea moviendo la boca, los ojos, la cabeza, todas buenas para provocar risas. Proveniente de una familia de padres actores de vodevil, de quienes logró aprender este difícil arte, se inició en el cine como dúo cómico junto con el cantante Dean Martin, cuya colaboración duró hasta 1956. Luego comenzó a dirigir gran parte de sus propias comedias, a la vez que actuaba con algún que otro gran actor. Así hizo en “Que me importa el dinero (1962)” con Zachary Scott, “Boeing Boeing (1965)” de John Rich con Tony Curtis, y “El rey de la comedia” de Martin Scorsese con el estelar Robert De Niro.

Jerry Lewis en

Jerry Lewis en «El Recluta (1957)»

Hay dos actores muy versátiles que en el género de la comedia han sido sumamente destacados, uno fue el gran Cary Grant y el otro Jack Lemmon. Estos actores lo mismo protagonizaban un drama, que film de acción, pero la comedia era el fuerte de ambos. Grant vino de Inglaterra, y a EE UU llegó en 1920. Su arte era muy natural, muy pocas muecas y todo un maestro del lenguaje. Entre sus actuaciones más recordadas están las comedias “La pícara puritana (1937)” de Leo McCarey, “Mi mujer favorita (1940)” de Garson Kanin, “Historias de Filadelfia (1940)” de George Cukor, y “Arsénico por compasión (1944)” de Frank Capra.

Cary Grant

Cary Grant

Jack Lemmon

Jack Lemmon

Lemmon tenía un estilo muy propio, en eso se parecía a Grant, no era tampoco dado a muecas y si manejaba bien su lenguaje y cuerpo dentro de la comedia. Lemmon logró su primer gran éxito con su soberbia interpretación en “Algunos prefieren quemarse (1958)” de Billy Wilder, película que co-protagonizó junto a Marylin Monroe y Tony Curtis. Blake Edwards le dio el papel protagónico de la comedia “La carrera del siglo (1965)”, donde de nuevo actuó Tony Curtis. Igualmente hizo dúo muy eficaz con Shirley MacLaine en las memorables comedias “El apartamento (1960)” e “Irma la dulce (1963), ambas de Wilder. Luego Richard Quine lo llevó a protagonizar “Cómo matar la propia esposa (1965)”, donde aparece junto a la bella actriz italiana Virna Lisi, y a continuación protagonizó “Préstame tu marido (1965)” de David Swift, donde la austriaca Romy Schneider es la co-protagonista.

Walter Matthau fue un actor que se inició haciendo papeles de villanos o de gente perversa en varios filmes, como fueron “El hombre de Kentucky (1955)” de Burt Lancaster, “Vecinos y amantes (1960)” (en España conocido con el título de “Un extraño en mi vida”) de Richard Quine, y “Charada (1963)” de Stanley Donen. Posteriormente Matthau se dedicó a la comedia con mucha eficiencia, su rostro y mirada de por si movían a risa y fue precisamente su colaboración con Lemmon la que le llevó al estrellato. Ambos actores actuaron juntos en 11 películas, algunas de ellas dirigidas por Billy Wilder, como fueron “En bandeja de plata (1966)”, “Primera plana (1974)” y “Aquí, un amigo (1981)”, y también en “La extraña pareja (1968)” de Gene Saks, “Señor Kotcher (1971)” del propio Lemmon, “Dos viejos gruñones (1993)” de Donald Petrie, “Discordias a la carta (1995)” y “La extraña pareja, otra vez (1998)”, estas dos últimas películas de Howard Deutch.

Walter Matthau en

Walter Matthau en «Guía para el hombre casado (1967)»

Otro inglés, el londinense Peter Sellers, llegó a ser famoso protagonizando la serie de películas sobre la Pantera Rosa, la mayoría dirigida por Blake Edwards. El papel del inspector Clouseau lo interpretó por primera vez en 1963, pero luego también protagonizó otras comedias con mucha eficiencia, como fueron “¿Qué tal Pussycat? (1965)” de Clive Donner, “Tras la pista del zorro (1966)” de Vittorio De Sica, y “Casino Royale (1967)” de Val Guest y Ken Hughes. Toda su fama y éxito estribaba en hacer de la ridiculez toda una comedia, Sellers representaba el absurdo en sus interpretaciones, siempre se titulaba de algo en lo cual al final resultaba ser todo un necio.

Peter Sellers en

Peter Sellers en «El Guateque (1969)»

Tres actores canadienses han tenido éxito en el cine americano como comediantes, el primero es el difunto Leslie Nielsen, quien inicialmente actuó en películas de acción y ciencia ficción, pero que a partir de 1969 comenzó a interpretar papeles como comediante. Nielsen gustaba mucho de las muecas y también del absurdo en su lenguaje. Entre sus mejores actuaciones en comedias están las de “How to commit marriage (1969)” (Como cometer matrimonio) de Norman Panama junto al gran Bob Hope, “Agárralo como puedas (1988)”, y sus secuelas “Agárralo como puedas 2 1/2 (1991)”, ambas de David Zucker, y “Agárralo como puedas: insulto finla (1994)” de Peter Segal.

Leslie Nielsen

Leslie Nielsen

Michael J. Fox es el segundo canadiense, hombre de baja estatura y gestos cómicos por lo general, pero también capaz de protagonizar dramas. Sus interpretaciones más recordadas fueron las de las comedias de ciencia ficción “Regreso al futuro (1985)”, y su secuelas de 1989 y 1990, todas de Robert Zemeckis. Fox actualmente está alejado de la pantalla por padecer del mal de Parkinson, lo cual lo afecta desde que tenía 30 años de edad.

Michael J. Fox

Michael J. Fox

El tercer canadiense es Jim Carrey, todo un maestro exagerado de las muecas, cuyas actuaciones me resultan a veces tan empalagosas como una torta extremadamente dulce. A mi entender, si Carrey moderase un poco la carga de muecas que hace, es posible que lograra más éxitos con espectadores como el que suscribe. Su primer gran éxito como comediante y protagonista fue en “Ace Ventura (1994)” de Tom Shadyac, luego ese papel lo volvió a interpretar en “Ace Ventura: Operación África (1995)” de Steve Oedekerk. Carrey sabiamente ha sabido orientarse a protagonizar comedias, algunas salpicadas de ciencia ficción, otras de drama, en fin de ingredientes diversos para hacer más interesante las películas que protagoniza.

Jim Carrey

Jim Carrey

Por las pantallas del cine americano han pasado otros comediantes, algunos muy consistentes, como es el caso de los actores negros Richard Pryor y Eddie Murphy, el primero muy dado a las muecas o a mostrar su rostro alegre o triste, mientras que Murphy se ha valido de los medios tecnológicos disponibles para interpretar varios papeles a la vez en película. Otro ha sido Gene Wilder, conocido como el rubio en el ámbito latinoamericano, quien también actuó con Pryor y otros actores como Harrison Ford y Richard Widmark. Steve Martin es de los llamados consistentes, quien ha llevado a escena problemas de carácter social al plano de la comedia. Generalmente Martin ha actuado con notables actrices como Diane Keaton, Debra Winger, Laura Dern y Helena Bonham Carter entre otras.

Richard Pryor en

Richard Pryor en «El Gran Despilfarro (1985)»

Gene Wilder en

Gene Wilder en «Bonnie y Clyde (1967)»

Eddie Murphy

Eddie Murphy

El trabajo de otros comediantes como Chevy Chase y Dan Aykroyd puede catalogarse de temporal, lo mismo se aplicaría al caso de Bill Murray. Lo que se llama consistencia, en ninguno de esos tres casos se ha observado. Murray y Aykroyd brillaron en la década de los 80 con el serial de películas “Cazafantasmas”, mientras que Chase, que tiene un poco de caricatura de Leslie Nielsen, tuvo su mejor esplendor a mediados de la década de los 80.

Chevy Chase

Chevy Chase

Dan Aykroyd

Dan Aykroyd

Del estelar Tony Curtis se puede decir que a partir de la década de los 60 dedicó más esfuerzos a protagonizar comedias, en ocasiones con grandes del género como Jerry Lewis. Igualmente sería injusto dejar fuera de esta lista a Burt Reynolds, el que siempre ha disfrutado protagonizando comedias.

Tony Curtis

Tony Curtis

Burt Reynolds

Burt Reynolds

Relatar a todos los comediantes habidos no es tarea fácil, pero sería también injusto no dedicar una parte aquí a las grandes actrices de este género, que en opinión del que suscribe son Paulette Goddard, Shirley MacLaine y Goldie Hawn, mientras que a nivel europeo encontramos a la italiana Monica Vitti y la difunta, griega, Melina Mercouri.

Paulette Godard

Paulette Godard

Shirley MacLaine

Shirley MacLaine

Goldie Hawn en

Goldie Hawn en «Flor de Cactus (1969)»

Goddard es probablemente la más bella de las tres mencionadas, actriz que era capaz de protagonizar dramas y filmes de acción/aventuras, pero que la comedia fue realmente la que más le asentó. En su carrera tuvo la suerte de actuar al lado de grandes, como fueron Laurel y Hardy, y luego con Chaplin, con quien llegó a contraer matrimonio. Para recordar son sus interpretaciones en las comedias “Escándalos romanos (1933)” de Frank Tuttle, “Tiempos modernos (1936)” de Chaplin, “The Bohemian girl (1936)” (La joven de Bohemia) de James W. Horne y Charley Rogers con el gordo y el flaco, “El gran dictador (1940)” de Chaplin, y “Pitonisa (1943)” de Elliott Nugent con Ray Milland nuevamente, y “Standing room only (1944)” (Solo una habitación) de Sidney Lanfield con Fred MacMurray.

Shirley MacLaine es la hermana mayor del actor Warren Beatty y una de las comediantes más convincentes que ha tenido el cine a nivel mundial. Toda energía en la comedia, sabía mover a risa con su conducta, movimiento, gestos, era la perfección de la comediante. Ya anteriormente he mencionado las actuaciones de Shirley con Jack Lemmon, las que fueron sus primeros grandes éxitos en el cine. Luego tuvo excelentes interpretaciones en las comedias “Ella y sus maridos (1964)” de J. Lee Thompson con Paul Newman, Robert Mitchum, entre otros; “Ladrona por amor (1966)” de Ronald Neame con Michael Caine, “Siete veces mujer (1967)” de Vittorio DeSica con Alan Larkin, y “Bienvenido, Mr. Chance (1979)” de Hal Ashby con Peter Sellers.

A Goldie la podemos describir como pequeña, graciosa al caminar y al hablar, atractiva y coqueta con los hombres, cuyo primer gran éxito fue al actuar junto a Ingrid Bergman y Walter Matthau en la comedia “Flor de cactus (1969)” de Gene Saks, luego actuó junto a Peter Sellers en “Hay una chica en mi sopa (1970)” de Roy Boulting, le siguieron “Shampoo (1975)” de Hal Ashby al lado de Warren Beatty y Julie Christie, “Juego peligroso (1976)” de Colin Higgins con Chevy Chase, así como “Forasteros en Nueva York (1999)” de Sam Weisman con Steve Martin, y “Amigas a la fuerza (2002)” de Bob Dolman, entre otras.

Quizás se pueda argumentar que Marilyn Monroe debería estar entre las excelentes de la comedia. En realidad merece ser mencionada, pero no creo que haya sido mejor que las tres anteriores mencionadas. Sus mejores interpretaciones en comedias fueron en “Algunos prefieren quemarse (1959)” de Billy Wilder, “El príncipe y la corista (1957)” de Laurence Olivier, “Cómo casarse con un millonario (1953)” de Jean Negulesco y “Los caballeros las prefieren rubias (1953)” de Howard Hawks.

Respecto al trabajo de las actrices europeas como comediantes, ambas igualmente excelentes y hasta con un nivel similar al de la MacLaine, Melina Mercouri tuvo la suerte de tener la dirección de su propio esposo, Jules Dassin, sus actuaciones se caracterizaban por su risa contagiosa, su mirada alegre y pícara, y su coquetería con los hombres. Así protagonizó las comedias “Nunca en domingo (1960)” y “Topkapi (1964)” de Dassin, integró el reparto de la comedia italiana “Il giudizio universale (1961)” dirigida y protagonizada por Vittorio De Sica, y actuó en “Gaili, Gaily (1969)” de Norman Jewison.

Melina Mercouri en El Juicio Universal (1961)

Melina Mercouri en una escena de «El Juicio Universal (1961)»

Monica Vitti, por su parte, era muy dada a hacer una que otra mueca, eso a pesar de haber sido una mujer bella en la pantalla. Su suerte fue haber tenido a comediantes de experiencia a su lado como Sordi y Tognazzi entre otros. Entre sus mejores comedias están “Follie d’estate (1963)” (Travesuras de verano) de Edoardo Anton y Carlo Infascelli junto a Ugo Tognazzi y Raimondo Vianello; “Il disco volante (1964)” de Tinto Brass con Alberto Sordi, “Alta infedeltà (1964)” de Monicelli y Elio Petri con Tognazzi y Charles Aznavour; “Las cuatro brujas (1966)” de Mauro Bolognini y Mario Monicelli con Claudia Cardinale y Sordi; “El demonio de los celos (1970)” de Ettore Scola con Marcello Mastroianni, “La supertestimone (1971)” de Franco Giraldi; y “Pato a la naranja (1975)” de Luciano Salce, en estos dos últimos con Tognazzi.

Monica Vitti

Monica Vitti

En apretada síntesis se ha dado una idea de los grandes de la comedia en el cine, no ha sido en ningún momento la intención de hablar de comediantes de la radio y la TV, ya que la lista sería más extensa y a fin de cuentas lo que se escribe aquí es solo cine. No obstante, cabe mencionar a la figura del gran Bill Cosby, actor negro que durante décadas ha sido un grande de la comedia en la TV y que ocasionalmente ha actuado en el cine con bastante acierto, sobre todo en películas dirigidas y protagonizadas por su gran amigo, Sidney Poitier.

Bill Cosby en

Bill Cosby en «Dos tramposos con suerte (1975)»

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