“La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones
y la fuente de vida de todo progreso”.
Louis Pasteur.
A veces surgen pseudosabios que tienen la fortuna de que algunas personas, por lo general ignorantes en el tema que se trate, le prestan atención, y ese fue el caso de Trofim Denisovich Lysenko, un hombre que toda su vida se enfrentó al mundo científico, a las personas que sabían, estudiaban y valoraban la ciencia que se desarrollaba fuera de los confines de la URSS.
Lysenko era nacido en 1898 en el seno de una familia ucraniana, estudió en Kiev, y tan pronto terminó su carrera de agronomía se trasladó al Asia para trabajar en una estación experimental. Fue en ese lugar donde comenzaron a aflorar sus grandes logros, nuevas formas de fertilizar las tierras, milagrosos aumentos del rendimiento de los guisantes, altas producciones, las soluciones estaban a la mano. La realidad fue que todo aquello era pura propaganda, la producción de guisantes no aumentó y la vida siguió su camino como siempre.

Trofim Denisovich Lysenko
Lo que los cubanos llamamos Palo Periodístico nunca le faltó a Lysenko, el mesías de la agricultura soviética. Su ciencia no existía, mezclaba ideas de aquí y de allá sin ninguna sistematicidad. Inventaba alguna cosita, como eso de enfriar el grano antes de sembrarlo, hacía cruces de esta variedad con aquella otra, digamos que por curiosidad, pues la coherencia en sus investigaciones estaba ausente. Sacaba tal y más cual híbrido, y entonces venía la carta de felicitación de la máxima autoridad con observaciones de donde había más humedad y sol para cultivar los nuevos híbridos.
Lysenko logró disponer de una revista para escribir todas esas ocurrencias, le llamó Vernalización (яровизация-yarovisatsia). Su gran éxito estribaba en que la agricultura soviética, después de la colectivización forzada, necesitaba de poleas para poder estimular la actividad de los agricultores y elevar los rendimientos agrícolas. Lysenko con todo ese aguaje de “ciencia” se hacía imprescindible, pues involucraba a los agricultores en todas sus grandes empresas, generalizar sus “logros”, así no hubiera ninguno, todo era un movimiento de agitación improductivo.
A Lysenko le estorbaba un buen número de científicos, personas que realizaban su trabajo con la debida ética profesional y que en muchos casos, sin proponérselos, desacreditaban las afirmaciones de Lysenko. Era entonces cuando él la emprendía contra esos científicos, los denunciaba como farsantes o por practicar mala ciencia.
Como tenía el apoyo de la máxima autoridad, Lysenko arremetía contra esos “impostores”, no faltaba más. Era necesario censurar a todo aquel que osara criticar a Lysenko, quien logró un poder extraordinario desde 1935. Hubo quien nunca aceptó inclinarse ante esta excelencia y le costó demérito en su trabajo así como falta de consideración. Otros, los carentes de ética, formaron parte de un grupo de apoyo a cuanta idea se le ocurriera a Lysenko, fuera buena o mala, pues era un asunto de supervivencia.
La Academia de Ciencias Agrícolas de la URSS tuvo desde ese entonces a Lysenko como su máxima autoridad, y su mandato afectaba las investigaciones y la docencia en el campo de la agricultura.

Lysenko diserta en presencia de Stalin y Mikoyán en 1935
Una de las figuras que más fue afectada por las políticas de Lysenko fue el científico soviético Nikolai Vavilov, quien en su afán de demostrar las teorías del darwinismo, fue sometido a todo un interrogatorio por parte de los órganos de la NKVD, (luego KGB). Él no fue el único, hubo otros más, encarcelados por cortos o largos períodos.
Si algo Lysenko afectó seriamente en su vida fue el conocimiento de la genética. Sus ideas eran enteramente lamarckianas, o sea que la jirafa estiraba el cuello para alcanzar su alimento y que al final éstas tendrían cuellos más largos que sus progenitores. Lysenko era opuesto a las teorías de la evolución de Darwin, la que estaba basada en la variación natural de las especies. Los conocimientos de Lysenko en fisiología y bioquímica fueron siempre nulos, por lo que no podía entender nada de lo que sus adversarios plantearan.
No le bastó con emprenderla con Darwin, su siguiente víctima fue Johann Gregor Mendel, el descubridor de las tres leyes de la herencia, gracias a las cuales fue posible describir los mecanismos de la herencia y que en lo sucesivo serían explicados en detalle por Thomas Hunt Morgan.
¿Qué dijo Lysenko al respecto o afirmó en la URSS? Veamos: “El gen es una parte mítica de las estructuras vivientes que en las teorías reaccionarias, como el Mendelismo-Veysmanismo-Morganismo, determina la herencia”. La prensa soviética de entonces exaltaba a Lysenko, quien probó científicamente que los genes no existen en la naturaleza. Semejante estupidez sólo cabe en un lugar donde precisamente la ciencia, al menos en la agricultura, no existía.
Lysenko fue capaz de sobrevivir el proceso de desestalinización iniciado por Nikita Sergueivich Jhruschov, incluso se hizo defensor de la política errada de este dirigente de fomentar el cultivo del maíz en toda la URSS. Jhruschov se ganó por eso el apodo de Kukuruza (maíz). Si el primer secretario del PCUS así lo quería, Lysenko salía en su defensa y elaboraba otras nuevas ideas para complementar los nuevos planes. Lo que no sabía Lysenko es que el período de Jhruschov duraría bien poco. En la URSS en 1964 ni había maíz ni trigo, había que importarlo, el pan blanco escaseaba o no se veía, no me lo dijeron, lo experimenté en persona.
Los rendimientos agrícolas de la URSS eran históricamente bajos, el trigo no sobrepasaba de 1.5 ton/ha, el maíz no alcanzaba ni 2 ton/ha, en fin la política voluntarista, primero de Stalin y luego de Jhruschov, se tradujo en pobres producciones agrícolas. La URSS se veía obligada a importar muchos de estos granos, mientras que Lysenko apoyaba cuanta idea viniera de las máximas autoridades, daba igual quien fuera. Tenía el arte, como dijera un comentarista sobre él, de endulzar el oído del gobernante de turno.
Por eso la nueva dirigencia soviética, ya cansada de tantos inventos y de fracasos, decidió en 1965 enviar una comisión oficial para ver cómo era la gestión de Lysenko en su granja experimental. Que decepción!! No encontraron ciencia por ningún lado. Al fin el mesías de la agricultura soviética, una especie de Rasputín científico, era destituido y mandado a casa, donde murió en noviembre de 1976.
Antes de esa destitución, el científico Andrei Sakharov afirmó que Lysenko era responsable del vergonzoso atraso de la biología soviética y de la genética en particular, de la divulgación de visiones pseudocientíficas, de la degradación del aprendizaje y por la difamación, despido, arresto, incluso muerte, de muchos científicos genuinos.
Bibliografía
Anon. Caso Lysenko Biologo que Negó la Genetica La Ciencia Marxista de Stalin. Historia y Biografías. http://historiaybiografias.com/vivir_mentir24/
Olarieta Alberdi Juan Manuel. 2012. Lysenko, la teoría materialista de la evolución. Nómadas, 5 enero. http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/trip/lysenko.html
Schwarz Mauricio-José. 2006. Stanislaw Lem y Trofim Lysenko. El retorno de los charlatanes. http://charlatanes.blogspot.com.es/2006/04/stanislaw-lem-y-trofim-lysenko.html
Escrito por Ricardo Labrada, 4 setiembre de 2016