“Para convertir los sueños en realidad, se necesita
una gran cantidad de determinación, dedicación,
autodisciplina y esfuerzo.”
Jesse Owens.
Si uno recuerda a Agustín Arias Tornés, apodado como el Tingo, es por haber sido probablemente de los dos hombres con más fuerza en el brazo defendiendo el campo corto. El otro que me viene a mi memoria fue Willie Miranda. Ambos tenían rifles para disparar a la inicial. Los viejos aficionados en mi juventud, esos que iban diariamente al Latino y habían visto mucha pelota en la Tropical, me decían que Arias debería haberse dedicado a jugar la tercera por la fuerza de su brazo.
El destacado pelotero nació el 5 de mayo de 1942 en La Sal, municipio Yara, actual provincia de Granma, Cuba, y comenzó a practicar pelota desde 1956 en su pueblo natal
Su debut en series nacionales fue realmente tardío. Lo hizo en la V serie nacional (1965-66) con el equipo Orientales. En esa serie, junto a Arias, debutaron otros grandes de la pelota cubana, como fueron el jardinero central Fermín Laffita y el lanzador derecho Roberto “Jabao” Valdés.
En esa temporada, Arias pudo codearse con varios peloteros cubanos, algunos futuros miembros del equipo Cuba, como fueron Andrés Telémaco, Elpidio Mancebo, Felipe Sarduy, Vicente Díaz y Lázaro Santana. De hecho se convirtió en el torpedero del equipo, aunque su bateo era entonces débil. El director del equipo, Roberto Ledo, le ubicó sabiamente de octavo al bate, su defensiva era buena, pero su ofensiva mejoraría con el tiempo. Los Orientales arrancaron en punta en esa serie y estuvieron a punto de ganarla, pero los inspirados Industriales de Ramón Carneado ganaron más de una decena de juegos en las postrimerías y se llevaron el campeonato. A los éxitos de los Orientales Arias contribuyó al crear una fuerte combinación alrededor de segunda con el gran Andrés Telémaco.
Si bien la ofensiva de Arias no fue nada del otro mundo en esa temporada, el oriental llegó a hacer el equipo Cuba a los centroamericanos de San Juan, Puerto Rico (1966), pero no llegó a batear ni a jugar al campo con su equipo. El director Gilberto Torres no lo consideró necesario y así Arias se quedó viendo los juegos desde el dugout.
La selección Orientales vino al año siguiente, VI Serie Nacional, con otros ingredientes de la provincia de Camagüey, entre ellos Don Miguel Cuevas y el jardinero Félix Herrera. Esta vez contaban con Manuel Alarcón, el estelar lanzador que estuvo sancionado por toda la V serie nacional, y Arias volvió como torpedero regular y octavo al bate, cuyo rendimiento ofensivo fue superior esta vez. Los Orientales le devolvieron a los Industriales de Fermín Guerra la misma moneda, ganaron una docena de partidos consecutivamente, a la vez que los azules se desmoronaban y caían en el juego decisivo ante un Alarcón imbateable en memorable juego en el Latino.
La VII Serie Nacional vino con una nueva estructura, en lugar de los seis equipos que jugaban desde la V Serie Nacional, ahora serían 12, o sea un campeón y una selección de los equipos perdedores de cada provincia. Usualmente las selecciones eran los equipos fuertes, pero Arias parece que jugó mucho mejor en su provincia y vino con el campeón Oriente. Ya no estaba junto con Telémaco, la combinación sería con Israel Maturell. Fue en esta serie que Arias se dio a conocer como un bateador de fuerza. En el primer tercio de esa temporada ya tenía 6 jonrones conectados y le comenzaban a llamar rompecerca. Al terminar la serie, se efectuó la primera serie de las Estrellas y el torpedero regular de los Orientales fue Arias y no el líder de los bateadores del campeonato, el villareño José Pérez.
En la VIII Serie nacional, Arias fue el torpedero de la selección Mineros, lo que sería su consagración como pelotero e integrante en lo sucesivo de las pre-selecciones de los equipos Cuba. Con los Mineros se mantuvo hasta 1972 (XI serie nacional), temporada en que su equipo estuvo a punto de llevarse el banderín, pero que perdiera en serie de play off de 3 juegos contra Azucareros.
Por su juego y dedicación Arias mereció integrar la selección cubana a los juegos centroamericanos de Panamá (1970), incluso muchos pensaron que le arrebataría el puesto de regular a Rodolfo Puente, lo cual realmente no ocurrió, ni entonces ni después.

Agustín Arias al centro, con Pedro Medina (izq.) y Antonio Muñoz (der.) en un homenaje a estrellas del béisbol cubano en Bayamo
Llegó la XII serie y con ella una nueva estructura, la que a mi modesto entender, era innecesaria. Si había 12 equipos y demostrado que la mitad de ellos, casi siempre los campeones de provincias, perdían asiduamente, ¿cómo se puede entender que para la XII serie se incluyeran 14 equipos? Los Orientales trajeron tres equipos: Mineros, Oriente y Serranos. La Habana, que entonces abarcaba también la capital, trajo otros tres: Industriales, Habana y Constructores.
Eran catorce 14 equipos en una serie donde cada conjunto jugaba 78 partidos, algo distante de los 99 que se jugaron en las VII y VIII series nacionales. Los Serranos venían dirigidos por Roberto Ledo y el capitán del equipo era Agustín Arias, torpedero y tercer bate. La combinación alrededor de segunda era con el novato guantanamero Wilfredo Hernández Rojas o el ex-novato del año en la X Serie Nacional, Heriberto Arbolaez, quien entonces había jugado con los Azucareros. Serranos era un equipo lleno de juventud con dos consagrados en su conjunto, uno era Arias y el otro, el as del pitcheo Braudilio Vinent. Mientras se mantuvo esta nueva estructura, que dejó claro que la provincia de Oriente no tenía para tres equipos, Agustín Arias jugó con los Serranos hasta 1977.
Por suerte apareció un nuevo torneo, mucho más competitivo, donde participaban selecciones provinciales, se trata de las series selectivas. En 1975 se organizó la primera serie de este tipo y los orientales recogieron lo mejor de los 3 equipos que jugaban en la serie nacional. Arias, por supuesto, fue el torpedero de la selección oriental y en ese torneo de siete equipos, dos por la Habana, y 54 juegos, Arias bateó a sus anchas, fue el tercer bate de su equipo y lideró en triples (7) esa serie. Su bateo y defensiva fueron pilares en la victoria de los Orientales de la I Serie Selectiva.
En 1972 volvió a integrar la selección nacional al mundial amateur de Managua (1972), luego, en 1974 a los juegos centroamericanos de Santo Domingo, y en 1975 a los Panamericanos en México.
En 1977, con el cambio de estructura administrativa, o sea 14 provincias en lugar de las 6 entonces existentes, vino igualmente un cambio de estructura en la serie nacional. Cada nueva provincia presentaría una selección, mientras que las ya existentes, Habana (Industriales y Metropolitanos), Matanzas (Henequeneros y Citricultores) y Pinar del Río (Vegueros y Forestales) presentarían su campeón y su selección, y el municipio especial Isla de la Juventud traería otro equipo. Arias comenzó a jugar con el equipo de su provincia, Granma, donde sería el puntal de la ofensiva de este conjunto.
Las selectivas se mantuvieron por unos años y los cinco equipos orientales daban lugar a un equipo, Orientales, donde el torpedero regular siempre fue Arias hasta su retiro. En la V Serie Selectiva los Orientales le discutieron el primer lugar al conjunto de Pinar del Río, y en la VII serie se alzaron con el triunfo. En la VIII Serie, 1982, con la edad de 40 años, Arias bateó a sus anchas y lideró los departamentos de hit (82) y de promedio ofensivo (.404). Hasta ese entonces muy pocos bateadores, habían logrado batear sobre los .400 y Arias lo conseguía en los finales de su carrera. Esta fue su última selectiva, no hubo más, pero sí hizo el equipo Cuba a los centroamericanos de La Habana (1982).
Después de su retiro, Arias continuó entrenando a figuras jóvenes del béisbol de su provincia. Como persona no le recuerdo haber escenificado ninguna bronca al campo, haber sido expulsado del terreno, era realmente una persona educada al campo. Sus numeritos en 17 series nacionales aparecen a continuación.

Agustín Arias en sus faenas de entrenador
El gran pelotero, una persona correcta y educada en el terreno, se despidió de este mundo el 22 de diciembre de 2016 en Bayamo, sufría de leucemia desde hacía meses. Que descanse en paz, el gran campeón.
Información recopilada de las guías de béisbol y de los archivos propios del autor, escrito por Esteban Romero, 24 diciembre de 2016.
Que situación existió con Servio Borges que lo saco en pleno aeropuerto del equipo Cuba?
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Eso quisiera saber, la realidad es que Borges sacó a Arias por razones que desconozco, y debió haberlo sustituido con Otamendi, quien tuvo un buen entrenamiento, pero no, había que llevar a un pelotero del banco de Villa Clara, Francisco Javier Carbonell, el cual era un out vestido de pelotero, pero dicen, no lo afirmo, cuñado entonces de Borges. Al final perdió esa Copa Intercontinental en Edmonton (1981) y siguió con sus caprichos, los que le llevaron a una nueva derrota en los Centroamericanos de la Habana (1982). Luego lo quitaron por un tiempo. Volvió a perder en los juegos olímpicos de Sidney (2000).
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