“En tiempos de estrés y peligro, como resultado de una epidemia,
se ponen de manifiesto muchas fases trágicas y crueles de la naturaleza
humana, así como muchas valientes y desinteresadas.”
William Crawford Gorgas (Médico de EE.UU., discípulo de Carlos J. Finlay)
La gripe causada por el coronavirus se ha convertido en un serio problema de salud para una serie de países, la mayoría desarrollados. El movimiento de personas en el mundo ha crecido enormemente a la par del crecimiento del comercio y el turismo en varias regiones del mundo.
Nuestra experiencia con plagas y enfermedades de plantas cultivables indica que usualmente algunos países desarrollados, al disponer de servicios eficaces de cuarentena y vigilancia, pueden detectar la entrada de algún agente exótico nocivo en sus etapas inmediatas a su introducción. Por el contrario, en los países pobres o en desarrollo, la detección ocurre cuando hay una explosión (outbreak en inglés) del organismo nocivo en el territorio del país o en zona determinada del mismo. De hecho, la detección temprana no ocurre, se enteran del problema cuando este ya avanza y daña considerablemente.
Un agente causal de enfermedad de plantas no difiere mucho en su comportamiento de los que causan daños a la salud humana. Se sabe que éstas ocurren en oleadas, caracterizadas por fases de auge y declive.
No es errado pensar, en el mejor de los casos, que el brote o auge del coronavirus en China haya sido algo que venía desarrollándose y que las autoridades tardaron en detectar, en este caso en Wuhan. A partir de la divulgación de los primeros casos de contagiados y muertos en China, el mundo desarrollado se dio a la tarea de tomar medidas de precaución, las que, en algunos casos, como el de Italia y Corea del Sur, resultaron ineficaces. La enfermedad está en su fase de auge y está por ver cuándo comenzará su declive.
Como los casos han ocurrido en países, donde el invierno ocurre actualmente (noviembre- marzo), se puede esperar que la enfermedad sea cíclica como la gripe común. El número de contagiados no debe crecer exponencialmente de forma permanente.
Diariamente se sabe lo que ocurre en la mayoría de los países desarrollados, número de contagiados y fallecidos por el coronavirus, pero ¿qué está ocurriendo en los países pobres de África, por solo citar un continente?
La presencia china en ese continente es grande, donde disponen de planes de producción arrocera (p.ej. Camerún y Congo Democrático), realizan variadas construcciones en decenas de países, y no se ha oído que algún país africano haya tomado alguna medida para limitar viajes a o desde China. Lo mismo es aplicable a otras naciones latinoamericanas y asiáticas con grandes intercambios y acuerdos comerciales con el gigante asiático.
No obstante, no se puede pensar que la fuente de infección venga solo de China en la actualidad. Lo mismo un europeo como un norteamericano, sin saberlo, pueden portar la fuente de infección a esos países. Estos países pobres, al no disponer de personal para control cuarentenario y vigilancia, están expuestos al daño y expansión del coronavirus. Una población contagiada, en un territorio sin las debidas facilidades médicas y hospitalarias, con serios problemas de alimentación, se convertirá en una pesadilla, aparte de los miles de fallecidos.
Probablemente todo lo aquí explicado debe ser preocupación para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que exista algún plan emergente en caso de que la enfermedad se convierta en problema en los países pobres. Habrá también que ver si esta agencia de las Naciones Unidad dispone de los fondos y medios para poder implementar ese plan emergente, por lo que el apoyo de la comunidad de donantes será indispensable.
Al terminar de redactar estas líneas, se había informado, que el coronavirus no es patógeno capaz de resistir temperaturas por encima de los 27 grados, lo cual sería como un respiro para una inmensa mayoría de países pobres tropicales y subtropicales. No obstante, eso no debe significar que no se realice la debida vigilancia. El verano de los países afectados está también por llegar y se podrá corroborar hasta que punto esta gripe no prospera con altas temperaturas ambientes.
Escrito por Ricardo Labrada, 5 marzo de 2020