“Lo más importante en el mundo es la familia y el amor.”
John Wooden (1910-2010 entrenador deportivo)
El tiempo pasa y las historias sobre las operaciones de la llamada Stasi de la Alemania Oriental han quedado al descubierto y sobre esa base han surgido algunos filmes con tramas veraces, entre ellos “La vida de los otros (2006)”, que ha recorrido buena parte de los cines de este planeta, y ahora el film que nos ocupa, “Dos vidas (2012) (Zwei Leben, en alemán), de producción noruego-germana, bajo la dirección de Georg Maas y Judith Kaufmann, con el protagonismo de la experimentada actriz escandinava Liv Ullmann y la alemana Julianne Köhler en el papel principal.
Para los que no conocen que es la Stasi, se les informa que es una forma abreviada de llamar al Ministerium für Staatssicherheit (Ministerio para la Seguridad del Estado) de la desaparecida República Democrática Alemana, DDR o RDA o también llamada Alemania Oriental. La Stasi fue un órgano que llegó a contar con más de 91 mil espìas, además de más de 180 mil informantes civiles (Inoffizielle Mitarbeiter o IM). Toda una red que lograba infiltrar sus agentes en distintas partes del mundo. De hecho, fue creada e inspirada por el KGB de la URSS. La Stasi llegó a acumular una enorme información sobre sus ciudadanos y otros de varias partes del mundo.
Tan pronto el Muro de Berlín cayó en 1989, la Stasi fue disuelta, pero la información acumulada quedó intacta y se corría el riesgo de su destrucción. El pueblo alemán, a sabiendas de esta situación, se lanzó a tomar la sede de los archivos y evitar la desaparición de esos archivos, lo cual tuvo lugar el 15 de enero de 1990. Con esa acción, muchos agentes oficiales e informales quedaron al descubierto, por lo que era menester de muchos de ellos poner su vida en otro lado y esconder su propia identidad, algo que no era nuevo, pues los agentes de las SS hicieron algo similar al término de la II Guerra Mundial.
El presente film es una muestra de los enredos de la Stasi, en este caso en Noruega. Algo de la trama es predecible, como es la suplantación de personalidades desaparecidas con otras, aunque lo importante es conocer como se pudo fraguar todo eso. Luego el juego de sentimientos. Los seres humanos no son robots, sean agentes o no, sienten y padecen, y es ahí donde al final la persona que desea ser sincera, al menos una vez en su vida, decide abrirse y declarar todo lo realizado. Al mismo tiempo, la reacción agria de los seres queridos, engañados en este caso, es algo natural. El valor de la película radica ahí mismo, mostrar los sentimientos, como estos pueden echar abajo cualquier ideología o práctica nociva. Los jefes o instructores de los agentes diseñan a sus discípulos a su manera, pero al final los sentimientos logran sobreponerse a todas esas enseñanzas de fidelidad a una causa de dudoso valor humano.
El filme lo mantiene a uno en vilo todo el tiempo, el enredo no se descubre hasta el mismo final cuando todas las cartas realmente quedan abiertas sobre la mesa. Es posible que algunas partes no queden claras, sobre todo cuando la agente encubierta viaja a Alemania. También surge la duda si la Stasi tuvo fuerza, aún después de disuelta, para tratar de mantener algunos de sus secretos. Los agentes decían que ya ellos no existían, cierto, pero ¿de dónde salían los fondos para su movimiento fuera de Alemania y disuelta la Stasi?
Fuentes
Anon. Dos Vidas (2012). IMDB.com. https://www.imdb.com/title/tt1783422/reference
Román Silvia. 2007. ¿Qué fue la Stasi? ElMundo.es, 14 febr. https://www.elmundo.es/metropoli/2007/02/16/cine/1171580404.html
Escrito por Esteban Hernández, 31 marzo de 2020