“El Escorial no solo fue la obra arquitectónica más importante
de la Contrarreforma católica, sino también y, sobre todo
la imagen de la grandeza y severidad de la monarquía de
Felipe II; una monarquía que, como el monasterio,
estaba aislada y encerrada en sí misma.”
Anon.
Nuestra primera visita familiar a España con carácter turístico fue en las navidades y fin de año 1995. Entre los lugares a visitar planeado estaba el Escorial, del cual había visto varios videos cortos en vuelos de Iberia. Por lo visto en imágenes, el Escorial se me presentaba majestuoso, por lo que una de las prioridades en ese viaje fue su visita.
Muy temprano en la mañana dejamos Aranjuez, donde habíamos pernoctado en la noche del 29 al 30 de diciembre. De ahí fuimos a rumbo, pasando por el lado de Madrid. Nos guiábamos por un libro de mapas, en aquella época no había GPS aún. Paramos en una gasolinera y un empleado de allí nos indicó claramente cómo llegar. Teníamos una idea vaga de que el lugar se ubicaba en la Sierra de Guadarrama. Luego supimos que era una sobre una ladera del Monte Abantos, a tan sólo 50 kilómetros de Madrid.

Jardín de los Frailes
La visita mejor no pudo ser mejor y no hubo decepción alguna, pero a cualquiera que desee visitar este lugar, les aconsejo dedicar un día completo. Hay mucho que ver y requiere tiempo.
Un poco de historia, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial surgió a raíz de una promoción hecha por el monarca Felipe II como forma de celebrar la victoria en la batalla de San Quintín, en la que tropas de España se enfrentaron a las de Francia en 1557. En realidad, fue una guerra de dos reyes opuestos, Felipe II por España y Enrique II de Francia. Para esta victoria, Felipe II se valió de las unidades militares españolas en Nápoles y de las existentes en los Países Bajos. La construcción de este monasterio ocurrió entre 1563 y 1584. La primera piedra se colocó el 23 de abril de 1563 y la construcción contó con la guía de Juan Bautista de Toledo, quién al morir en 1567, fue reemplazado por otro Juan Bautista, pero italiano, Giovanni Battista Castello. El lugar era para rendir culto al monarca y a su familia. De hecho, su deseo era que sus restos allí descansaran. Precisamente el 22 de abril de 1567, Felipe II firmó la Carta de Fundación y Dotación del Monasterio. El monasterio fue finalizado el 13 de setiembre de 1584.

La Basílica. Foto del autor

Altar de la Basílica. Foto del autor
En El Escorial hay mucho que ver, como la biblioteca, Palacio de Felipe II o Palacio de Austrias, Palacio de los Borbones (los aposentos de los Infantes en el lado noreste del patio), la Basílica, la Cripta, el Convento, Salas capitulares con muchos cuadros de pintura, la Sala de las Batallas y los Jardines de los Frailes.

Panteón dinastico o Cripta Real, Foto del autor
Ahí uno se informa que todo se hizo a gusto de Felipe II, el que, desde su lecho, podía ver el altar mayor de la basílica del monasterio, construido como residencia y panteón real, además de culto a los santos y sus reliquias.

Panteón de los infantes. Foto del autor

Sala de pintura. Foto del autor
Las pinturas que se muestran en El Escorial son todas de enorme belleza y valor. Personalmente me llamó la atención las del pintor italiano Luca Giordano y del pintor flamenco Michiel Coxcie entre otras.
Fotos del autor
Escrito por Ricardo Labrada, con información consultada en línea, el 13 abril de 2020.