“Bravetown (2015)”, consecuencias de la guerra y la droga

Los niños son a menudo las víctimas silenciosas de los abusos de drogas.”
Rick Larsen (político norteamericano)

Un drama algo light es la película que aquí se expone y critica, donde se presentan distintas situaciones de la vida, muy reales, por cierto, sobre todo en los países desarrollados occidentales, de manera llana y algo explícito al final de la peli.

Su título en inglés es también Strings, que traduzco como cadenas y no como cuerdas. En realidad, los hechos están concatenados en la vida de un pueblo de Dakota del Norte, adonde fue a parar un joven deejay, condenado a un proceso de rehabilitación en casa de su padre, al que no conocía. Era la única forma que se le podía sancionar, producto de consumo repetido de drogas, y así no llegar a las rejas.

El papel del joven Josh Harvest es protagonizado por el nuevo McGyver, el actor Lucas Hill, el que se desenvuelve bien en su rol, muchas veces con expresiones faciales y con frecuencia poco dado a hablar, lo cual se observa en las escenas con su psicólogo Alex, interpretado por Josh Duhamel, hombre que tenía sus secretos y había estado en la guerra de Iraq, sin especificar si fue la primera o segunda guerra en ese país del Medio Oriente.

Josh es hijo de un coito casual entre su madre y su padre. La calentura, al parecer, no les dio tiempo a reflexionar que cuando no se quiere parir, esas cosas se hacen con protección. Al final hay un embarazo de la madre y un alejamiento del padre biológico. ¿Quería mamá parir? No, nada de eso, pero parió, y su hijo creció en un mundo sin cariño, como si fuese un estorbo para la mamá, muy drogadicta incluso durante la crianza de Josh, el que, a su vez, no conocía siquiera a su padre. Sabía donde vivía y eso era todo.

Observemos como la droga ya había deformado a la madre, probablemente antes de salir embarazada, y como ella, sin proponérselo, le trasmite ese mal hábito a su hijo, desde que este tuviera tan solo doce años. Lo peor de todo es que el hijo ve en la escuela como era la relación cariñosa de otros compañeros en la escuela con sus padres, muy diferente de la suya.

Josh tuvo sin más remedio que aceptar el castigo impuesto por su drogadicción y marcharse a vivir con el padre, una persona que nunca pareció adversa o negativa, pero que tampoco hacía mucho por enseñar o educar a su hijo.

Así que su nueva historia se inicia en un pueblo, el que posee una escuela militar, y donde la mayoría de las familias estaban de una manera u otra vinculada a las guerras.

Todos sabemos que una guerra deja muchos muertos, muchos huérfanos, muchas personas inválidas, pero deja igualmente un sentimiento de rechazo y de recuerdos tristes. Buena parte de la población sufría de la guerra aun luego de concluida por lustros o décadas.

Así que el filme nos plantea dos desgracias, a la vez enfrentadas entre el joven Josh, la joven Mary y el psicólogo Alex, cuyas rivalidades tienen un fundamento histórico de la vida de cada uno de ellos.

Tomar la vida de manera fructífera es una de las vías para lograr la concordia. Josh entendió que podía aportar mucho como deejay al grupo de baile de la escuela y por ahí se va parte del filme con excelentes coreografías, donde sobresale Mary, papel interpretado por Kherington Payne.

De las actrices-actores conocidos o con experiencia, solo se vio a la cincuentona Laura Dern, hija del veteranísimo actor Bruce Dern, en el papel de madre de Mary y trastornada mentalmente por la pérdida de un hijo en la guerra de Iraq. Otra actriz, de menor experiencia, en esta película fue María Bello encarnando el papel de la madre de Josh.

El venezolano Daniel Durán es el director del filme, mientras que el guion es del salvadoreño Oscar Orlando Torres. La trama me lució muy aceptable en general, pero hubo alguna que otra escena incoherente con el argumento trazado. La violencia escolar es conocida, pero ahí no cabía, ya que no había razón para ello, sobre todo en un pequeño pueblo.

Como ya dije, la hora y 52 minutos de peli transcurren lisamente, por lo que verla no requiere de esfuerzo extraordinario por parte del espectador, tampoco lleva suspense y una violencia relativamente escasa de compararlo con la media de los filmes norteamericanos.  

Esteban Hernández
14 febrero 2023

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