“El genio comienza las grandes obras,
pero sólo el trabajo las acaba”.
Joseph Joubert
moralista y ensayista francés
Por Ricardo Labrada
Existen siete maravillas del mundo moderno reconocidas, que no son las únicas existentes. Esta vez quiero hablar de una que es famosa y que en estos días ha sido motivo de preocupación, nada más y nada menos que el famoso relog Big Ben de las Casas del Parlamento en Londres, y probablemente su símbolo principal.
La imagen en buena parte de este mundo sobre Londres es de una ciudad cubierta de neblinas, triste y aburrida. Nada más lejos de la realidad, aunque tienen la culpa aquellos escritores que no se cansaron de escribir novelas tenebrosas en el ambiente londinense. Arthur Conan Doyle fue uno de ellos con su histórico personaje de Sherlock Holmes. Luego Hollywood realizó películas con tramas en Londres, donde el sol no se veía por ningún lado.
Londres es una ciudad con swing, se lo digo para aquellos que no lo saben, que tiene muchas cosas bonitas e interesantes para ver. La capital británica es divertida, tiene sus pubs y lugares de distracción, que este autor sepa, los más asistidos son los de Chelsea y Soho. Los ingleses tienen fama de ser flemáticos, cierto, pero son a la vez gente con sentido del humor.
Entre tantas cosas que se puede hablar de Londres, se destaca el reloj del Big Ben, el cual se completó en 1858 y echó a andar en setiembre de 1859. Se trata del reloj más grande del mundo y la tercera torre de reloj más alta.
El reloj tiene cuatro laterales y esferas diseñados por el arquitecto inglés Augustus Welby Northmore Pugin. Según la información que tomo prestado de Wikipedia, cada lateral tiene una estructura esférica de hierro, de siete metros, que contiene 312 piezas de cristal opaco.En la base de cada cara del reloj, hecha con letras de latón, hay una inscripción en latín: DOMINE SALVAM FAC REGINAM NOSTRAM VICTORIAM PRIMAM (Dios guarde a nuestra reina Victoria I).
La construcción fue obra del londinense Edward John Dent, quien murió en 1853, por lo que su hijastro se vio en la obligación de completar su obra. El mecanismo del reloj estuvo a cargo de Edmund Beckett Denison, otro inglés, quien además de entender de relojería, era abogado y mecánico, cuyo trabajo igualmente contó con la colaboración del astrónomo George Biddell Airy.
La torre, en estilo gótico, está al lado del Palacio Westminster y tiene una altura de 106 metros. Siempre nos referimos al Big Ben como el enorme reloj, pero el nombre no es de reloj sino de la gigantesca campana que se encuentra dentro de la torre y que pesa 14 toneladas, pero inicialmente esta campana pesaba 16 toneladas y una vez instalada se rompió, lo que obligó a rehacerla más ligera.
El Big Ben ha sido de siempre un reloj exacto e igualmente hecho a prueba de inclemencias del tiempo, sea lluvia, viento, nieve, como resistir los intensos bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Con todas esas adversidades, el reloj se ha mantenido exacto en su funcionamiento.

Vista del reloj Big Ben de frente y al lado del Palacio Westminster
En 1916, durante la I Guerra Mundial, se tomó la precaución de no iluminar el reloj y de silenciar las campanas para evitar los ataques de los proyectiles alemanes. Esta situación se prolongó por dos años. En 1962 se retrasó 10 minutos en el día de fin de año producto de fallos técnicos. Los ingleses llegaron entonces al nuevo año retardados en 10 minutos. En agosto de 1976 el Big Ben tuvo una avería y tuvo que dejar de funcionar hasta su arreglo final en mayo de 1977. Posteriormente en 2007 el Big Ben sufrió de una parada no prolongada. Así que no es cierto que este gran reloj no haya sufrido de alguna gripe o catarro, como diría Joe E. Brown, al final del filme “Some like it hot” (Algunos prefieren quemarse o Dos Adan para una Eva o Con Faldas y a lo loco), nada es perfecto.
Previamente circuló una noticia que el Big Ben se inclinaba como la Torre de Pisa. No obstante los expertos aseguran que este reloj puede soportar bien otros 10 mil años y que no se va a caer. A eso se suma otra noticia y es que el Palacio del Parlamento puede quedar hundido en el río Tamesis. Por último, se ha sabido que el Big Ben necesita de reparación, la cual costaría 52 millones de euros. Esa reparación no es solo costosa, sino que puede obligar a que el reloj entre en un receso de tres años, algo que es aún inexacto. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto tiempo se requerirá para la reparación. El mecanismo del reloj, que pesa cinco toneladas, tiene fallos y exige una reparación inmediata. Ya se sabe que el Big Ben se adelanta unos seis segundos. El reloj es viejo, 156 años funcionando sin parar, excepto en los momentos que ya indiqué previamente. Hay de hecho erosión severa metálica, grietas en el techo y otros defectos estructurales, que deben ser reparados con urgencia.
En el programa previsto de reparación se incluye la instalación de un ascensor en la torre a fin de que pueda cumplir con los requisitos de seguridad vigentes en la ley de seguridad y salud británica.
Esperemos que lo que sea necesario se haga a favor de reparar esta otra maravilla, que no quedó seleccionada entre las siete mejores, pero que para este servidor bien pudiera quedar entre las mejores 10 del mundo moderno.
Bibliografía consultada
Anon. Big Ben. Londres.Es. guía turística. http://www.londres.es/big-ben
Anon. 2015. El Big Ben de Londres puede quedar en silencio durante años por una reparación. El Mundo. 18 oct.http://www.elmundo.es/internacional/2015/10/18/5623750446163fec0a8b460f.html
Anon. 2015. El Big Ben de Londres puede quedar en silencio durante años por reparación. 19 oct. EFE, Heraldo. http://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2015/10/18/el_big_ben_londres_puede_quedar_silencio_durante_anos_por_reparacion_571091_310.html
Isenbek Michael. 2015. Big Ben in desperate need of repairs, restoration. Oct. 19. Fox News. http://www.foxnews.com/travel/2015/10/19/big-ben-in-desperate-need-repairs-restoration/
Sanz Elena. El Big Ben se está inclinando como la torre de Pisa. Historia contemporánea. http://www.muyhistoria.es/contemporanea/articulo/el-big-ben-se-esta-inclinando-como-la-torre-de-pisa