El nuevo acuerdo para la reducción del calentamiento global

«El calentamiento global no es una moda,
debe ser nuestra preocupación y ocupación actual«.
Anon.

Por Ricardo Labrada

Poner de acuerdo a 196 países con diferentes intereses en un tema tan delicado como el calentamiento global es realmente un logro. Para uno que conoce estos tejes y manejes, sabe de sobra que los países productores de petróleo vienen con una agenda muy distinta a otros que dependen de la importación de combustibles fósiles. Las corporaciones tienen sus intereses que en modo alguno se acercan a los propósitos de las organizaciones no gubernamentales encargadas de la protección del medio ambiente.

El protocolo de Kyoto no tuvo realmente los resultados esperados, por no decir que fue un fracaso, así que el reto con este nuevo acuerdo es sumamente grande, al extremo que hemos sido más los escépticos que los optimistas. Sin embargo, para bien de este planeta se logró un acuerdo que debe entenderse como un punto de partida, y que es algo que con el tiempo deberá ser revisado y enmendado.

Si se llegaba a acuerdo, de sobra se podía pronosticar la creación de un órgano, estilo Protocolo de Montreal, el que se encargaría de promover los distintos proyectos, sobre todo para países pobres y que realmente requieren de asesoría técnica y apoyo para poder llevar a cabo las tareas que se planteen. Aquí se exige un manejo racional de los fondos en cada de los uno de los proyectos que se formulen y se implemente.

Se habla que el futuro acuerdo o Protocolo dispondrá de 100 mil millones de dólares, que serían movilizados a partir del año 2020, presupuesto que será revisado antes de 2025.

Lo principal que se acuerda es la necesidad de lograr los 2 grados como umbral máximo de calentamiento de aquí al 2100, pero que los países deberán esforzarse por tratar que dicho aumento no rebase los 1.5 grados. Eso es muy positivo, pero leyendo el texto del acuerdo, y me perdonan mi ignorancia, no pude entender cómo se lograrán estos objetivos. Los buenos propósitos son insuficientes sino se dice cuáles son las principales tareas que componen el plan de trabajo del futuro Protocolo.

El texto del acuerdo contiene 31 páginas y es jurídicamente vinculante, o sea si un país lo firma, pues debe cumplir con las tareas y metas que se tracen. Esta vinculación no existió en el anterior Protocolo de Kyoto. El texto deberá ser ratificado por todos los países en la próxima primavera, para que de esa forma entre en vigor en el 2020. Esperamos que en este quinquenio que tenemos de aquí al 2020 se realicen actividades a nacional para realmente ya comenzar a reducir el calentamiento. Países como China, y otros europeos y asiáticos tienen que empezar ya a trabajar en este campo de manera agresiva. Los niveles de contaminación en varias ciudades grandes del Orbe son realmente alarmantes.

Pienso que todos en este planeta debemos saber qué y cómo se hará, y cómo nosotros debemos contribuir a este empeño de reducción de emisión de gases. Un programa agresivo de educación en todos los países es necesario. Aquí no hago diferencias de desarrollados o en vías de desarrollo. Vivo en España y gran parte de la población sabe tanto de estas cosas como los ecuatorianos o los nigerianos. Por eso, el programa educativo debe abarcar a todos los países de la Tierra, sobre todo para aquellos que tenemos autos y consumimos diesel/gasolina con regularidad, o agricultores en países en “desarrollo” que queman a diario sus rastrojos en el campo, o aquellos ciudadanos que poseen autos viejos y que expulsan gases excesivamente a la atmósfera y cuyos gobiernos poco o nada hacen para reducir el problema.

Necesitamos saber cuáles son las energías limpias y queremos conocer que harán los gobiernos para aumentar su producción y consumo. Hay mucho en ese campo por hacer, por ello el fondo previsto debe tener un componente que de apoyo a la investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía limpias y otro muy claro para educar. Lamento si este acuerdo no le gusta a los productores de combustibles fósiles, pero es una necesidad para el bienestar del planeta.

187 de los 195 países que han negociado ya presentaron planes de reducción de sus emisiones. Pero lo alarmante aquí es vistas las contribuciones propuestas, los efectos hasta final de siglo será que la temperatura media aumentaría cerca de tres grados. Así que no tenemos por qué ser optimistas, debemos ser proactivos en este asunto, que no es necesariamente ser críticos sino emprendedores o proponentes de ideas que ayuden al bienestar ambiental de nuestro planeta.

Por lo tanto, es muy positivo que se haga un primer análisis de las emisiones en 2018 y se establezcan los debidos umbrales por países. Los países desarrollados deben ser vanguardia en esta gestión. La Unión Europea puede ser la mejor abanderada de este acuerdo y los ciudadanos del viejo continente, al poseer un mejor nivel de escolarización, debemos apoyar cuantas iniciativas se deriven.

Bill McKibben, fundador del grupo 350.org., organización ecologista internacional, dijo que el acuerdo es insuficiente porque el poder de las energías fósiles sobre los políticos sigue siendo muy grande, por lo que hace falta ahora es más presión ciudadana para dejar el petróleo bajo tierra y acelerar la transición. Muy cierto, hay grandes corporaciones que viven y se alimentan de los combustibles extraídos y de su refinación. Para que la presión ciudadana exista necesitamos más educación a fin de crear conciencia sobre el problema, algo que no ha existido realmente.

Recordemos que evitar el calentamiento es darle una mejor vida a nuestras futuras generaciones, nuestros bisnietos y tataranietos. De no hacerlo mañana nos podrían juzgar como irresponsables. Démosle un futuro limpio y prometedor.

Sus comentarios sobre un asunto tan importante como este, serán bien recibidos.

Bibliografía consultada

Corral Miguel G. y Fresneda C. 2015.La Cumbre de París aprueba un histórico acuerdo ‘legalmente vinculante’ para frenar el cambio climático. El Mundo. http://www.elmundo.es/ciencia/2015/12/12/566be5edca4741417e8b4609.html

Fresneda Carlos. 2015. Miles de manifestantes trazan en París la ‘Línea Maginot’ del clima. El Mundo. http://www.elmundo.es/ciencia/2015/12/11/566af874268e3ec0348b45f5.html

Labrada R. Calentamiento global- Dos grados de umbral. Deportescineyotros. https://wordpress.com/post/deportescineyotros.wordpress.com/1807

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