Mijaíl Lermontov y su novela “Un héroe de nuestros tiempos”

Nadie podrá alegrar en este exilio
mi rebelde nostalgia.
¿Amar?, he amado tres veces;
tres veces, y las tres sin esperanza”.
Tomado del poema “Todo está silencioso” de Lermontov

Hoy abundan escritores de distintos géneros, y es como las películas modernas, acción, intriga y otras formas que olvidan que existe eso que se llama amor. Por eso lo clásico se mantiene fresco hasta nuestros días, no importa que haya sucedido cien o doscientos años atrás, el amor y la pasión son sentimientos eternos, sea el amor de un hombre y una mujer o el amor familiar, el amor a los seres queridos o a los buenos amigos.

Mi intención aquí es hablar un poco de aquellos escritores, cuyas obras devoraba cuando joven, y que realmente fueron de mi gusto. Por haber estudiado en la URSS, una primera tanda de obras era de autores rusos y soviéticos. Llamamos rusos a aquellos que escribieron en períodos anteriores a Octubre 1917, mientras que soviéticos son los que escribieron de la fecha indicada hasta 1991. Naturalmente, ahora hay otros escritores rusos posteriores al 1991, pero que no podríamos incluir dentro de los llamados clásicos como: Pushkin, Lermontov, Dostoyevski, Tolstoi, Gogol, Turgenev entre otros. No es intención sólo abordar las vidas y obras de estos autores, de hecho ya anteriormente se ha hablado de otros grandes escritores que no son rusos.

Empiezo por uno de los clásicos que logró terminar una sóla novela, pero que la recomiendo por ser una obra de mucho contenido, “Un héroe de nuestros tiempos”, escrito por Mijaíl Yurevich Lermontov, hombre que naciera el 15 de octubre de 1814 en Moscú, hijo de una familia descendiente de escoceses, concretamente el poeta Thomas Learmonth, quien vivió y murió en Tarkhany. Lermontov coincidió en generación con la del gran escritor y poeta Alexander Pushkin.

La infancia de Lermontov transcurrió al lado de su abuela, ya que su madre murió cuando era pequeño, y su padre era capitán militar y cumplía en otros lugares alejados de Moscú. No obstante, su abuela se las arregló para darle una buena educación. Llegada la adolescencia el joven Mishka dominaba el francés, lengua hablada por la aristocracia rusa, el alemán y el inglés. De niño sintió siempre inclinación por la escritura, la poesía y la pintura. En su niñez realizó varios cuadros y dibujos, algunos comparables con obras de pintores avezados. A pesar de esos avances en sus estudios y formación, su niñez y adolescencia no fueron fáciles, su abuela y padre estaban siempre en litigio.

Mijail Lermontov

Mijail Yurevich Lermontov

Lermontov terminó el Liceo de Moscú en 1830 y se matriculó en la Facultad de Ciencias Políticas y Morales de la Universidad de Moscú. Allí no duró mucho, su rebeldía comenzó a manifestarse entonces y participó en varios actos de protesta contra las autoridades docentes de ese centro. Fue por eso que en 1832 ingresó en la Academia Militar y a partir de entonces su vida estuvo ligada al ejército. Estando en la escuela de oficiales de de la Guardia de San Petersburgo, al ya casi hecho Misha, lo pasaron al regimiento de húsares en Tsárskoye Seló (Aldea del Zar).

Su carácter rebelde se volvió a manifestar cuando supo de la muerte de Pushkin en 1837 y envió un poema lleno de aversión, “La muerte del poeta”, dirigido al zar Nicolás I. A continuación algunas partes de ese poema:

Murió el Poeta, esclavo del honor,
por los vanos rumores difamado.
Con el plomo en el pecho,
sediento de venganza,
cayó inclinando la orgullosa frente.
Sucumbió el corazón ante el oprobio
de mezquinas injurias.
Se ha cumplido el designio de la suerte.
¿No habéis sido vosotros ya hace tiempo
los que ibais a la caza
de sus audaces, de sus libres dones;
los que por divertiros atizasteis
su fuego apenas escondido?
¿Entonces? ¡Alegraos!… No ha podido
resistir vuestros últimos ultrajes.
Murió
con su sed de venganza no extinguida,
con secreto despecho
de traicionadas esperanzas…
Se apagaron los ecos
de sus mágicos cantos,
no volverán a oírse:
angosta, tenebrosa,
es la morada del Poeta,
y un sello para siempre ha cerrado sus labios.
Pero hay también, malvados,
un Tribunal divino,
un Juez terrible, que os espera
inaccesible al son del oro,
que sabe desde siempre
los pensamientos y las obras.
Serán vanas entonces las calumnias,
no os servirán de escudo.
¡Y vuestra sangre negra, toda,
no bastará para lavar
la sangre justa del Poeta!

Pushkin, de quien hablaré en otro artículo próximamente, murió en duelo provocado por los secuaces del Zar. El gran escritor de siempre fue antizarista, y el monarca, a través de sus órganos represivos, arregló una jugada en la que hacía aparecer a la esposa de Pushkin, Natasha, como adultera. Pushkin sabía que todo eso era intriga, la calumnia venía con anónimos, y el gran poeta se vio forzado a batirse con un tirador profesional, el barón francés D’Anthés Haeckeren. Los tiranos siempre encuentran formas para quitarse de arriba a aquellos que se les oponen. El poema de Lermontov claramente era una protesta por lo que él y gran parte de Rusia consideró un asesinato.

El poema no pasó inadvertido para el Zar, por lo que Lermontov fue arrestado inicialmente y luego enviado en servicio al Cáucaso, donde las tropas del zar trataban de hacer entrar en razón a los rebeldes de Chechenia, todos escondidos en las montañas. El traslado a esta zona montañosa no molestó a Lermontov. De hecho ya lo conocía y consideraba el lugar excelente para vivir. Ya instalado, pudo conocer un buen número de rebeldes e inconformistas, muchos de ellos georgianos.

La obra literaria de Lermontov comenzó en 1828. En 1830 publicó su primer poema “Primavera”. Después escribió otro poema “Boyardo Orsha”, el drama “Mascarada”, que se lo prohibieron publicar, el poema “Borodinó” y la novela “Infanta Ligovskaya”. Todas estas obras precedieron a su poema “La muerte del poeta”.

En 1838 Lermontov escribió en “Adición Literaria a Un Ruso Invalido”, “La balada sobre el Zar Ivan Vasilievich, del joven opríchnik y del gallardo mercader Kaláshnikov” En el período de 1839-1840 en “Apuntes Nacionales” se publicaron los capítulos de la novela “Un héroe de nuestros tiempos”, que fue en realidad su única novela.

En “Un héroe de nuestros tiempos” el personaje principal es Pechorin, un hombre lleno de contradicciones, nihilista, sensible, cínico, arrogante, impulsivo, que conoce bien su personalidad y sus defectos, pero que no deja de ser un hombre melancólico. La narración la hace primero un anónimo que se hizo de los diarios de Pechorin, los que después pasaron a manos del capitán Maxim Maximich, que para todos no es otro que el mismo Lermontov, luego la descripción de los diarios de Pechorin que Maxim Maximich logró conservar, y a continuación los tres capítulos de la novela: Taman, Infanta Meri y Fatalista. No sé si la novela se pueda leer en español en línea, pero si lo está en ruso. (http://lib.ru/LITRA/LERMONTOW/geroi.txt).

Pechorin era un aventurero y un romántico, en el capítulo “Infanta Meri”, el más largo de la obra, Pechorin enamora a la princesa y a la par mantiene una relación con su amante, Vera. Sin embargo, Pechorin no amaba realmente a ninguna de las dos, todo eso lo hacía por aventura y vanidad. Pechorin nunca se llega a encontrar a sí mismo, su superficialidad y cinismo eran atributos no enmendables para él. Al final Pechorin muere en duelo con su amigo Grushnitski, a quien en realidad Pechorin desprecia.

Otro aspecto de la novela es la descripción que se hace en esta obra de la belleza de los paisajes en el Cáucaso. La prosa de Lermontov es fascinante en este libro, el que una vez terminada su lectura, me produjo lástima de saber que no pudo escribir otras novelas, cuya calidad, no dudo, estaría garantizada.

Después de finalizada la obra en cuestión, Lermontov escribió otros poemas, entre los cuales encontramos los siguientes títulos: “Versos 1828-1841”, El prisionero del Cáucaso, (Kavkazski plénnik – 1828), poema “El corsario” (Korsar – 1828), poema “Los circasianos” (Cherkesi – 1828), poema, “Julio” (1830), poema, “Los españoles” (Ispantsy – 1830s), drama inacabado, “Ismail-Bey” (1832) poema, “Vadim el jorobado” (1832), novela no terminada, “Jadzhí-Abrék” (1834), los ya mencionados “El boyardo Orsha” (Boiarin Orsha -1836), “La muerte del poeta” (Smert poeta – 1837), Ashik Kerib (1837), Borodinó (1837), El novicio (Mtsyri – 1839), poema, Valerík (1840), El sueño (Son – 1841), Patria (Ródina – 1841) y Tamara (1841), poema.

En Chechenia, Lermontov no sólo escribía, allí tuvo que participar en dos batallas, en las cuales se destacó y debió haber sido condecorado, pero sus superiores y por los antecedentes del militar-escritor, nunca lo premiaron.

Al inicio de febrero de 1841 consiguió permiso para viajar a Peterburgo, donde estuvo tres meses. Entonces él tramitaba la publicación de sus poemas “Demonio”, que estaban censurados y pensaba publicarlos en una revista propia. Como era de esperar, en abril de 1841, le llegó una orden de trasladarse con urgencia al Cáucaso nuevamente. En ese traslado, Lermontov, por problemas de salud, se vio obligado a parar por unos días en Pyatigorsk, donde tuvo una discusión ácida con el Mayor del ejército Nikolai Martinovich, de la cual se derivó que ambos se retaron a duelo.

Fue así que el 27 de julio de 1841 muere en duelo Mikhail Yurevich Lermontov. Algunos que presenciaron este incidente fatal, hicieron constar que Lermontov jamás disparó a su adversario, todo lo contrario, disparó al aire, señal que no era su intención matar a nadie.
Sus restos inicialmente yacieron en el mismo Pyatigorsk y en 1842 fueron llevados a Tarkhany, donde radica la bóveda de los Arsenevich, familia de Lermontov por línea materna. En 1939 se inauguró un museo en honor a Lermontov en Tarkhany. En 1976 se abrió una casa-museo igualmente en honor al gran poeta-escritor en Taman, provincia de Krasnodarsk, donde se recreó un patio del cosaco Fiodor Misnik, donde paró Lermontov en 1837. En 1976 se creó una casa-museo en Moscú, donde exactamente vivió Lermontov durante su adolescencia, concretamente en el período de 1829 a 1832.

Triste ver cómo murió Pushkin, y triste también cómo terminó la vida del gran escritor y poeta, que siempre identifico como “Un héroe de nuestros tiempos”.

Bibliografía consultada

Cenamor Francisco. 2014. Poema del día: «La muerte del poeta», de Mijaíl Lérmontov (Rusia,1814-1841). Asamblea de palabras. 21 enero http://franciscocenamor.blogspot.com.es/2014/01/poema-del-dia-la-muerte-del-poeta-de.html

2014. Михаил Лермонтов. Биография (Mikhail Lermontov, biografía). RIANOVOSTI-SPRAVKI, 15 de octubre. http://ria.ru/spravka/20141015/1028109332.html

Anon. Михаил Лермонтов. Герой нашего времени. http://lib.ru/LITRA/LERMONTOW/geroi.txt

Escrito por Ricardo Labrada (29 de enero de 2016)

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