«Desde el punto de vista de la planificación y gestión
de la empresa agropecuaria, el manejo de malezas
no ocupa un lugar relevante en la agenda anual
y mucho menos en la del mediano o largo plazo«.
Eduardo Leguizamón (investigador,
Universidad Rosario, Argentina)
Si seguimos recordando lo que deseaba aquel funcionario de la agricultura con respecto a la erradicación de las malezas, debemos obligatoriamente detenernos a analizar el llamado banco de semillas de malezas en el suelo, que no es más que el depósito de esas semillas en el suelo, compuesto por dos partes, una viable y otra que permanece latente por un tiempo. Anteriormente dije que no todas las semillas germinan después de su maduración, unas lo hacen y otras esperan a que las condiciones abióticas le resulten favorables o que algunos factores intervengan a fin de evitar inhibiciones propias de las características de las semillas, como es el caso de las parásitas que requieren del estímulo de exudados de otras plantas para poder germinar.
Imaginemos la cantidad de semillas de malezas que caen al suelo cosecha tras cosecha. En los países tropicales o sub-tropicales, donde pueden haber hasta dos ciclos de cultivo en el año, la cantidad es enorme comparada con la que aporta la vegetación en áreas de clima templado. Usualmente se trata de controlar las malezas en los campos durante el llamado período crítico de competencia con los cultivos, que casi siempre coincide con las primeras semanas del cultivo establecido. Se entiende que luego el mismo cultivo a través de su follaje es capaz de inhibir los nuevos flujos de malezas que puedan emerger, lo cual no es siempre así.

Modelo básico del ciclo de vida de una planta
Sabemos que en campos de cultivo coinciden malezas de fotosíntesis C3 y de C4, éstas últimas son susceptibles a la sombra proyectada por el cultivo, pero no así las C3, entre las cuales están muchas de especies de hoja ancha, las que sobreviven y finalmente pueden verter una buena cantidad de semillas en suelo al momento de la cosecha del cultivo. Si el manejo de malezas no es bien conducido, a esa vegetación C3 se pueden añadirse otras especies gramíneas o ciperáceas C4, con lo cual el depósito sería mayor.
Unas semillas pueden ser dañadas por la microfauna del suelo, por la humedad, otras pueden ser enterradas a profundidades del suelo con la labranza, por lo que permanecen latentes en espera que un buen día venga otra labor que las lleve próxima a la superficie. Otras semillas pueden diseminarse por las corrientes de agua, por vía animal, aunque algunas pueden perder su viabilidad en el tracto animal, y por el viento. Se sabe que las plantas dotadas de vilano, conjunto de pelos o escamas que corona el fruto y las semillas de muchas plantas compuestas, facilita el transporte de las semillas por el aire.

Mecanismo de dispersión de semillas
Germinadas unas, otras dispersas por distintas vías, queda otra parte considerable en el suelo esperando por sus oportunidades. Las semillas u otros propágulos vegetativos pueden permanecer en suelo sin perder su viabilidad por años. Muchas labores de cultivo, sobre todo la labranza contribuye a que éstos pueden un día volver a germinar, crecer y competir con los cultivos en campo. El misterio, por llamarlo de alguna manera, es que poco sabemos de la cuantía de propágulos en el suelo, de cuántos intervendrán en el próximo ciclo del cultivo y cuántos quedarán a la espera de mejores condiciones. Como ya se dijo en una contribución anterior respecto a la latencia de semillas, una rotación inesperada de cultivo puede traer afuera especies desconocidas o no vistas previamente en el lugar, ya que han estado latente por largo tiempo y las condiciones del cultivo predominante, usualmente monocultivo, no han propiciado su germinación y desarrollo ulterior.

Ciclo de vida de una maleza
Basado en lo aquí expuesto es prudente implementar estudios que permitan conocer el banco de semillas de malezas en suelo. Pronosticar las poblaciones de malezas permite planificar adecuadamente los medios para combatirlas. A diferencia de otras plagas, las malezas aún no son pronosticadas. El pronóstico pudiera ayudar a desarrollar mejores
sistemas de manejo de malezas aplicados a tiempo.
A los efectos de prever futuras poblaciones de malezas, con anterioridad se recomendaba el conteo de semillas de malezas del suelo, lo cual resultaba sumamente laborioso y poco económico.
En la actualidad se sugieren algunos métodos más prácticos y menos tediosos, que se basan en la toma de muestras de suelo antes de la plantar el cultivo. Las muestras se ubican en potes y se riegan a fin de provocar la emergencia de las semillas viables de malezas. Las plantas emergidas son contadas y registradas. Este dato da una idea de la futura población de malezas, tanto en individuos como especies (Forcella et al 2003).
Otro método sugerido es el de evaluar la llamada presión de malezas, lo cual se realiza mediante la evaluación visual en pequeñas parcelas en los campos año tras año. El registro sucesivo de las poblaciones dará una idea de la aparición y desarrollo de las malezas en el campo evaluado (Harvey 1998).
Si uno mira la cantidad de estudios sobre banco de semillas de malezas en suelo a nivel mundial, se dará cuenta que un ciclo de cuatro años, éstos se pueden contar con los dedos de una mano. La mayoría desarrollados en agricultura de clima templado y poco o nada en la de países cálidos, donde el comportamiento de las semillas es diferente, incluso puede haber una mortalidad sustancial de la población de semillas debido a temperaturas y humeda elevadas en suelo.
A los efectos prácticos es pertinente prevenir la lluvia de semillas de malezas persistentes en los campos de cultivo, como puede ser el caso del arroz maleza en arrozales, gramíneas de alta nocividad en campos de maíz y caña de azúcar, y otros. Todo lo que se haga a fin de reducir el banco de semillas en lustros se verá el aporte y beneficio a la producción agrícola del lugar. Una medida siempre necesaria es el uso de semilla de cultivo libre de semillas de malezas y el uso de maquinaria limpia después de utilizada en áreas con alta infestación de malezas.
Bibliografía consultada
FAO. 1997. Consulta de Expertos en Ecología y Manejo de Malezas. FAO, Rome, 22-24 September 1997, FAO Plant Production and Protection Division. (PDF). http://www.fao.org/ag/AGp/agpp/IPM/Weeds.
Labrada R. 2007. Recomendaciones para el manejo de malezas. AGPP, FAO, Roma. ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/010/a0884s/a0884s.pdf, 61 p.